Monografias.com > Sin categoría
Descargar Imprimir Comentar Ver trabajos relacionados

De la "histeria" del desempleo a la "histéresis" del fin del trabajo (página 3)




Enviado por Ricardo Lomoro



Partes: 1, 2, 3, 4, 5, 6, 7, 8, 9

"Que la recuperación económica llegó antes a EEUU que a Europa y con mucha más fuerza parece algo evidente. Sin embargo, más allá de los datos oficiales de paro y crecimiento, existen otros indicadores que muestran que a la mayor potencia del mundo aún le queda trabajo por hacer y que hay ciertos aspectos que incuso han empeorado. Y es que en la actualidad el paro de larga duración sigue estando muy por encima de los niveles precrisis, al igual que el trabajo a tiempo parcial involuntario"… El lado oscuro de la recuperación económica de EEUU (El Economista – 8/9/15)

El Center for Economic and Policy Reserarch (CEPR) señala que varios indicadores (oficiales) de la economía de EEUU presentan algunos datos que a pesar de ser ciertos no muestran toda la realidad: "Muchos medios de comunicación están mostrando la tasa de desempleo U-3 (la más usada) según la cual el paro se ha reducido hasta el 5,1%. Sin embargo, hay buenas razones para pensar que la tasa de desempleo oficial exagera el grado de recuperación del mercado laboral". 

El primer dato pertenece a la "jobless rate" o tasa de desempleo hecha por este centro de estudios que muestra el porcentaje de ciudadanos que no tienen trabajo y desearían trabajar. La tasa U-3 calcula el porcentaje de estadounidenses que buscan empleo de forma activa en las cuatro semanas previas a la realización de la encuesta, de modo que no tiene en cuenta a los 'desanimados', personas que están paradas y desean trabajar pero han dejado de buscar empleo de forma activa porque el mercado laboral no cumple con sus expectativas. Sin embargo, este indicador empleado por el  CEPR si suma los "desanimados".

Según este indicador, la tasa de desempleo en diciembre de 2007 era del 7,8% (la oficial del 5%), a día de hoy la tasa de desempleo es del 8,6% mientras que la oficial es del 5,1%. Obviamente este dato se corresponde con un aumento de la población activa 'desanimada', que quiere trabajar pero no busca empleo de forma activa porque cree que no lo va a encontrar o porque el mercado laboral actual no cumple con sus expectativas.

Por otro lado aparece el ratio conocido como "Prime-Age EPOP" que mide el porcentaje de la población entre 25 y 54 años que están empleados. En marzo de 2007 este porcentaje era del 79,7% mientras que hoy es del 77,2%, una diferencia de más de dos puntos porcentuales con una tasa de paro U-3 casi igual.

Un tema que en Europa y España está suscitando especial atención es del trabajo a tiempo parcial. En España, el crecimiento del trabajo a tiempo parcial está siendo uno de los principales motores de la creación de empleo, algo que es un problema cuando estos trabajadores temporales desearían tener un trabajo a tiempo completo. En EEUU está ocurriendo algo similar, en diciembre de 2007 el 3,2% de los ocupados a tiempo parcial lo estaban de forma involuntaria, sin embargo a día de hoy este porcentaje alcanza el 4,4%. El empleo a tiempo parcial involuntario gana peso en la primera potencia del mundo.

Desempleo a tiempo parcial involuntario

Monografias.com

Por último, otro indicador también muy conocido en España es el del paro de larga duración. En EEUU se considera a un parado como de larga duración cuando lleva 27 o más semanas sin trabajar. En diciembre de 2007 (recordemos con la tasa de paro U-3 al 5%) sólo el 17,4% de esos desempleados eran de larga duración, sin embargo a día de hoy el 27,7% de los parados son de larga duración.

Este tipo de desempleo es de los más dañinos para una economía, puesto que pone en evidencia la dificultad para encontrar empleo de un sector de la población que no halla en el mercado laboral empresas que demanden sus habilidades o formación. Además, este tipo de parados suelen sufrir un proceso de "pérdida de valor" a medida que transcurre el tiempo, puesto que su falta de contacto con el mercado laboral puede desembocar deterioro de sus habilidades.

Desempleo de larga duración en EEUU
Monografias.com

Aunque los indicadores difundidos por los medios muestran que EEUU crece con fuerza y la tasa de paro está alcanzando niveles de 2007, otros datos dejan entrever que la crisis ha dejado varios puntos negros en sectores concretos del mercado laboral.

"Alrededor de uno de cada 10 ciudadanos de la UE (48 millones de personas) vive con severas privaciones materiales que impiden cubrir sus necesidades básicas, como no tener dinero suficiente para calentar sus hogares o para afrontar gastos inesperados, mientras que uno de cada cuatro (123 millones) está en riesgo de pobreza, cuando el continente es el hogar de 342 "milmillonarios". Así se desprende del informe de Oxfam Intermon "Europa para la mayoría, no para las élites", hecho público hoy, en el que destaca que "la pobreza y la desigualdad han alcanzado niveles alarmantes" en los 28 países de la UE"… España, con tres millones de pobres, uno de los países más desiguales de la UE (Expansión – 9/9/15)

Según esta ONG, hay 123 millones de europeos viviendo en situación de pobreza, casi una cuarta parte de la población, mientras el continente "es el hogar de 342 milmillonarios". Entre las causas de este incremento figuran las medidas de austeridad aplicadas en la mayoría de los países europeos desde el inicio de la crisis y las decisiones en políticas fiscales, tanto en su vertiente de recaudación como de gasto público.

El informe está acompañado de otros documentos, como una Liga de la desigualdad, en la que Oxfam clasifica a los 28 países de la UE por la variación en el número de personas que sufren privaciones severas entre 2005 y 2013.

Grecia encabeza la lista de países más desiguales, donde el porcentaje de ciudadanos con problemas materiales para cubrir sus necesidades básicas se ha incrementado en un 8,7% en ese periodo, seguida de Italia (5,1%), Irlanda y Malta (4,8%), Chipre (3,1%) y España (3%), que ocupa la sexta plaza, al pasar del 4,1% de 2005 al 7,1% de 2013.

Según Oxfam, entre las causas de este incremento de la desigualdad figuran las medidas de austeridad aplicadas en la mayoría de los países europeos desde el inicio de la crisis económica y las decisiones en políticas fiscales, tanto en su vertiente de recaudación como de gasto público.

El informe resalta que la pobreza y la desigualdad han alcanzado "niveles alarmantes" en Europa, y entre 2009 y 2013, el número de europeos viviendo con severas privaciones materiales (sin dinero suficiente para calentar sus hogares o afrontar gastos inesperados) se incrementó en 7,5 millones de personas hasta llegar a los cerca de 50 millones que viven en esta situación.

El número de ciudadanos de la UE que vivieron con severas privaciones materiales entre 2009 y 2013 se incrementó en 7,5 millones, hasta llegar a los 48 millones. Además, unos 123 millones se encontraban en riesgo de pobreza o de exclusión social, esto es, con unos ingresos inferiores al 60% de la media. Mientras tanto, el número de milmillonarios ha pasado de 145 en 2009 a 222 en 2013 y 342 en 2015.

Se considera que una persona vive con carencia material severa si incumple al menos cuatro de los nueve siguientes servicios esenciales: no tener retrasos en el pago del alquiler, la hipoteca, recibos relacionados con la vivienda o compras a plazos; mantener la casa con una temperatura adecuada durante los meses fríos, afrontar gastos imprevistos, comer carne o pescado cada dos días (o el equivalente en los vegetarianos), disfrutar de vacaciones fuera de casa al menos una semana al año y tener coche, lavadora, televisor a color y teléfono.

"En el país más competitivo, un trabajador puede ser despedido en cualquier momento y sin una razón clara. Obama intenta frenar la creciente desigualdad ampliando los derechos sociales."… ¿Derechos laborales? Estados Unidos, al nivel de Papúa Nueva Guinea (El Confidencial – 14/9/15)

Cada vez que un estadounidense oye hablar de las vacaciones europeas, un halo de fascinación cruza su rostro. ¿22 días laborables? ¿Y 14 festivos? Inmediatamente preguntan qué hacemos con tanto tiempo libre. Las vacaciones son solo un detalle del enorme abismo que separa Europa de Estados Unidos en materia laboral. EEUU es el país industrializado (uno de los 34 que agrupa lo OCDE) con menos días de vacaciones: solo 10 al año. Menos de la mitad de los días garantizados en España. Estados Unidos es, también, la única nación de la OCDE donde las vacaciones pagadas no están garantizadas, ni tampoco la baja por maternidad a nivel nacional. Los otros dos únicos países del mundo donde la baja por maternidad no está garantizada son Omán y Papúa Nueva Guinea.

"Estados Unidos va por detrás", dice Richard Bales, decano de la facultad de Derecho de Ohio Northern University. "Es uno de los pocos países del mundo donde un trabajador puede ser despedido en cualquier momento y sin una razón clara". "Ahora mismo hay padres que tienen que elegir entre perder ingresos y quedarse en casa con un hijo enfermo", declaró Barack Obama. "Somos el único país avanzado de la Tierra que no garantiza la baja laboral ni la baja por maternidad a nuestros trabajadores", añadió.

Una "trampa" muy peligrosa (aparte de ofrecernos unos trabajos de mierda, lo peor puede ser que la mierda no alcance para todos)

Monografias.com

– Más de dos millones de parados, en riesgo de no encontrar trabajo nunca (Libertad Digital – 11/4/14)

Por primera vez, el número de desempleados eternos supera al de aquellos que llevan menos de un año sin un empleo.

(Por D. Soriano)

Estar en paro no es fácil para nadie, pero es mucho más complicado según va pasando el tiempo. Todos los estudios apuntan a que las posibilidades de encontrar un trabajo se desploman a partir de un determinado momento. No hay una línea fija, pero los expertos hablan de entre seis meses y un año. Si se llega a esa situación, la vuelta al mercado laboral se convierte en un muro muy difícil de escalar. En España, casi 3,6 millones de parados han superado ese límite. Y lo que es aún peor, 2,3 millones llevan más de dos años sin trabajo. Cuando vuelvan las vacas gordas, ¿serán capaces de subirse al tren?

De todos los datos de la última EPA, publicada en enero, quizás el más preocupante fue uno que pasó desapercibido. Por primera vez, hay más parados eternos (si consideramos así a los que llevan más de dos años en situación de desempleo) que parados de corta duración (los que llevan menos de un año.

Como puede verse en el siguiente gráfico, sacado de Focus on Spanish Society, la publicación trimestral de Funcas, en 2007, la gran mayoría de los parados llevaban menos de un año en esa situación. Había rotación en el mercado laboral. Y la excepción eran aquellos que se quedaban al margen. Desde que comenzó la crisis, la tendencia cambió por completo. Ahora, los 5.896.300 desempleados se reparten así: 2.306.200 llevan menos de un año buscando trabajo; 1.280.600 llevan más de un año y menos de dos; y 2.309.500 llevan más de dos años.

No hay mucha diferencia entre la primera cifra y la última. Apenas tres mil desempleados. Pero es un dato muy significativo.

Siempre se ha sabido que permanecer en situación de desempleo va minando, poco a poco, las opciones del parado. Cada trimestre, el Observatorio Laboral de la Crisis de Fedea pone de manifiesto que el factor que más influye en la permanencia en el paro es el tiempo que lleva el candidato buscando un empleo. Podría decirse que hay dos ruedas: los que están dentro del mercado laboral y los que no. Los primeros pueden perder puntualmente su empleo, pero rápidamente vuelven a encontrar otro. El peligro es salir de esa dinámica: en ese momento, volver a entrar es complicadísimo.

Monografias.com

Parados según el tiempo en situación de desempleo

¿Marginados?

Estos últimos días, se ha vuelto a hablar mucho del tema a raíz de la publicación de varios estudios académicos sobre el tema. Tim Harford, uno de los columnistas más famosos del mundo, lo ha recogido en sus artículos para el Financial Times. Son análisis sobre el mercado estadounidense, pero, en cualquier caso, los resultados son muy significativos.

El primer trabajo es de Rand Ghayad, un doctorando de la Northeastern University en Boston. Para estudiar el impacto del tiempo de desempleo, este economista envió hasta 4.800 CV a unas 600 ofertas de empleo y estudió la respuesta de las empresas. Sus conclusiones son muy significativas. Las compañías están dispuestas a perdonar otro tipo de deslices, pero no un paro de larga duración: "Candidatos con experiencia en la industria equivocada, pero que habían estado desempleados menos de 14 semanas, tenían tres veces más probabilidades de recibir una llamada del empleador que los candidatos con experiencia en la industria adecuada pero que habían estado desempleados más de seis meses. En todos los sectores, las empresas están, aparentemente, más interesadas en evitar el desempleo de larga duración que en buscar experiencia relevante".

Un paper publicado por Alan Krueger, Judd Cramer y David Cho para el Brookings Institution llega a interpretaciones similares. De hecho, "concluyen que la gente que ha estado fuera del mercado laboral más de seis meses son marginados: los empleadores los ignoran y prefieren, incluso, atraer trabajadores que lleven poco tiempo en paro con ofertas al alza en los salarios", antes que pagar menos a alguien que lleve mucho tiempo desempleado.

La lógica que está detrás de este comportamiento se basa en los prejuicios que sienten muchas empresas. Cuando alguien lleva más de un año en paro puede ser por mala suerte o porque no ha querido buscar con la suficiente intensidad. Da igual que la mayoría estén en esa situación sin ser culpables. Las empresas no se quieren exponer a coger a un vago. Por eso, directamente tiran a la papelera estos CV. Prefieren no arriesgarse. Pagan justos por pecadores.

La pregunta que se pueden hacer los parados de larga duración es si tienen salida. No es sencillo. La solución pasa por la formación. Y en esto tampoco España destaca. Casi el 80% de los fondos destinados al desempleo se dedican a subsidios. Es uno de los porcentajes más elevados de Europa. El foco está puesto en las ayudas directas, mientras se ignora la rehabilitación del trabajador.

En este sentido, hay que destacar que nuestro país dedica menos fondos a las llamadas políticas activas que muchos países con tasas de paro muy inferiores. Por ejemplo, Dinamarca, con un 7% de desempleo, casi gasta el 1,5% del PIB en formación y empleabilidad de sus parados. España se queda en el 0,6% del PIB. Y no es sólo cuestión de cantidad. Parece claro que los famosos cursillos del paro no están funcionando. De hecho, han sido protagonistas de numerosos escándalos en los últimos meses.

– Un informe describe el pavoroso futuro al que nos aboca la innovación (El Confidencial – 28/4/14)

La evolución del modelo postindustrial generado por las nuevas tecnologías va a transformar nuestra sociedad de una manera radical. ¿Qué ocurrirá?

(Por Esteban Hernández)

La evolución del modelo postindustrial generado por las nuevas tecnologías va a transformar nuestra sociedad de una manera radical. El paso de la sociedad de la producción a la de la innovación, que ha puesto en primer plano la gestión del talento, tendrá enormes repercusiones socioeconómicas en los próximos veinte años, afirma el Informe España en el mundo 2033, dirigido por Javier Solana para PWC, realizado a partir de la investigación desarrollada por Ángel Pascual Ramsay y Álvaro Imbernón, director e investigador del programa de Global Risks de Esade-Geo Center for Global Economy & Geopolitics, y que ha contado con la colaboración del equipo de Crecimiento Inteligente de PWC.

En su apartado "La innovación como base de todo", señalan que situar a ésta en el lugar central va a dar paso a una sociedad muy distinta. Aunque los investigadores no señalen esta tendencia como algo negativo (más al contrario) lo cierto es que su descripción asusta, y mucho.

Según el informe, el mapa laboral, y con él, el geográfico, se concentrará en centros o polos de empresas donde concurrirán los trabajadores altamente cualificados. Estos nodos de innovación acapararán la mayor parte del crecimiento económico, actuando como catalizadores de desarrollo, y se situarán en las áreas urbanas de los grandes mercados. En ese contexto, y aunque la innovación disruptiva de alto contenido tecnológico pueda aglutinarse en países como Israel, Singapur, Suecia o Finlandia, serán las principales ciudades económicas del planeta las que atraigan la mayor parte del crecimiento.

Los que piensan y los que sirven

Estas zonas captarán también a ese pequeño porcentaje de la mano de obra que genere mucho valor añadido, y a su alrededor florecerá un potenciado mercado de servicios culturales, gastronómicos y deportivos orientados a satisfacer las necesidades de esta clase innovadora. El resto, como señala Richard Florida, que será la mayor parte de la fuerza laboral, tendrá que dedicarse a la parte menos llamativa del sector servicios, asegurándose de que esta clase creativa pueda centrarse en realizar correctamente su trabajo mientras los demás realizan las tareas menores.

Los puestos intermedios lo tendrán muy difícil

Esta nueva estructura, además de a los trabajadores de la producción, que desaparecerán de los países desarrollados, también podrá borrar del mapa a los estratos intermedios, que lo van a pasar muy mal en los nuevos tiempos. Según señala el informe, las nuevas tecnologías de fabricación y automatización como la robótica o la impresión 3-D revolucionarán los patrones laborales, lo que afectará especialmente a los trabajadores semicualificados.

La mano de obra será sustituida por las nuevas tecnologías

Muchos analistas creen que este proceso tendrá mayores dimensiones de las esperadas, y que las nuevas tecnologías van a causar un cambio estructural de grandes proporciones. Según el informe The future of employment, realizado por los profesores de la Universidad de Oxford Carl Benedikt Frey y Michael A. Osborne, el 47% del empleo total está en situación de alto riesgo, "ya que muchas de sus ocupaciones son susceptibles de ser automatizadas en una o dos décadas". En una primera fase, la mayoría de los trabajadores del sector del transporte y de la logística, así como los administrativos y, en general, todos los relacionados con la oficina, y los vinculados a los procesos de fabricación y producción, "son susceptibles de ser sustituidos por el capital informático".

El sector profesional de alto valor añadido tampoco se librará de estos procesos y está sufriendo ya, y de manera sensible, los embates de la informatización. Incluso sectores en teoría poco susceptibles de ser reemplazados por máquinas, como los diseñadores de chips de ordenador, los asesores fiscales o los arquitectos están viéndose afectados por los programas de software.

El informe de PWC señala que otros sectores profesionales se verán afectados por la mejora de procesos, como la generalización de la prefabricación en el caso de la construcción, donde las tecnologías de additive manufacturing -que permiten fabricar productos capa por capa, en lugar del proceso habitual de hacerlo a partir de la sustracción de material de una gran pieza- pueden ser fundamentales. Además, el perfeccionamiento de los bots -programas informáticos que imitan el comportamiento humano y son capaces de ejecutar tareas automatizadas a altísimas velocidades-, podrá reducir sustancialmente la mano de obra en varios sectores.

Las posibilidades de la automatización cambiarán seguro el mundo del trabajo y la única duda es si nos conducirá a un desajuste laboral estructural. Según apunta el informe, no es descartable que un subconjunto significativo de trabajadores sufra una degradación de la calidad de sus empleos y de su remuneración. Si en el pasado el cambio tecnológico no se tradujo en un paro masivo gracias a la creación de nuevas profesiones que respondían a nuevas necesidades, no parece que en este caso el progreso vaya a ser positivo para la igualdad de ingresos o para las condiciones laborales de la mayoría de la población. De hecho, concluye el estudio, el cambio probablemente exacerbará las desigualdades salariales y perjudicará fundamentalmente a los trabajadores semicualificados.

Nuevo paradigma: el ganador se lo lleva todo

Según el informe, cada vez más sectores económicos tenderán a asemejarse a mercados globalizados como el musical, con un número reducido de artistas acaparando la mayor parte de los ingresos mientras el resto lucha por sobrevivir. Habrá opciones reducidas para que quienes se centren en la hiperespecialización -buscando el valor añadido-, o en las economías de escala -para reducir precios-.

Adiós a las pymes

Como durante los cinco últimos años el valor de las 100 mayores empresas por cotización bursátil ha aumentado un 45%, alcanzando los 14,32 billones de dólares, el informe asegura que es muy probable que los países con mayor número de pymes tengan más problemas para competir en este mercado. Ese contexto obligará a los gobiernos de los países desarrollados a fomentar empresas de gran tamaño, por lo que, aseguran, los recursos que ahora destinan a las pymes preferirán emplearlos en apoyar la creación de grandes compañías. Las únicas pymes que tendrán opciones serán las de base tecnológica, las especializadas en servicios a grandes conglomerados y las que ocupen un nicho muy específico siguiendo el modelo de long tail.

Los salarios seguirán bajando

La competencia de los mercados emergentes y el desarrollo tecnológico son las teóricas causas, asegura el informe, de que la remuneración de los asalariados como porcentaje de la renta nacional en los países desarrollados haya ido perdiendo peso hasta situarse en mínimos históricos. Y eso es también lo que nos espera en el futuro: los sueldos seguirán bajando en la mayoría de los empleos, al mismo tiempo que el aumento de productividad no terminará por materializarse en subidas salariales en la mayoría de los empleos.

Adiós a las clases medias occidentales

Mientras que las clases medias de los países desarrollados continuarán su declive, ya que sus ingresos y expectativas laborales están retrocediendo, y las nuevas clases medias de los países emergentes, como China e India, siguen en ascenso gracias al proceso de globalización, el sector definitivamente ganador de esta época ha sido ese 2% de la población que se ha hecho más rico, en el que quedan incluidos los multimillonarios de EEUU, Reino Unido, Japón, Francia y Alemania y los de países emergentes como Rusia, China, Brasil o Sudáfrica, que acaparan ya la mitad de la riqueza mundial. En las economías más desarrolladas, avisa el informe, también es posible leer este fenómeno en clave generacional. Según Naciones Unidas, los mayores de 50 años acumulan más de la mitad de los ingresos disponibles en EEUU, Japón y la Eurozona.

Estado del bienestar, poco

Como los próximos años Occidente va a destinar el dinero de sus ciudadanos a pagar la deuda y a afrontar el envejecimiento de la población, el informe asegura que el papel redistributivo del Estado va a quedar atenuado, lo que podría relanzar conflictos sociales. Asimismo, es posible que, como afirma un número creciente de economistas, la desigualdad perjudique el crecimiento económico y haga menos estables las expansiones económicas. También perjudicará el crecimiento a largo plazo la incapacidad del Estado y de la sociedad civil para proporcionar educación de calidad a los menos afortunados. Como muestra, la brecha entre los resultados escolares de ricos y pobres en EEUU, que ha crecido más de un 30%. En Asia, el incipiente Estado del bienestar se desarrollará progresivamente aunque en una escala muy inferior al europeo, mientras que en América Latina seguirá siendo objeto de debate político.

– 10 lecciones que aprendes cuando eres un trabajador cualificado y te quedas en paro (El Confidencial – 1/5/14)

(Por Héctor Barnés)

La crisis y el aumento de los niveles de desempleo han dado lugar a un gran número de historias. Cada sector económico, cada clase social y cada individuo tienen su propia narrativa que contar sobre lo ocurrido. De entre todas ellas, la destrucción de empleo de los últimos años ha afectado de manera más sensible que en otras épocas al profesional liberal, que ha visto cómo la expulsión de su empresa no sólo le obligaba a empezar de nuevo, sino que directamente, podía llegar a poner punto y final a su carrera.

El caso del periodista Joseph Williams, que ha relatado en un artículo publicado en The Atlantic y financiado por el Economic Hardship Reporting Project lo que vivió tras perder su trabajo resulta particularmente revelador. En su historia confluyen algunas de las circunstancias y problemas que con mayor frecuencia tienen que afrontar aquellos empleados cualificados que ya superan la barrera de los cuarenta años (una edad avanzada para muchos empleadores) y, de buenas a primeras, se ven en la calle.

1. Un paso en falso puede acabar con tu carrera

Aunque muchos trabajadores sientan en sus cogotes el aliento amenazador de un hipotético despido o ERE, en ocasiones se infravalora la posibilidad de que un desliz tonto dé con sus huesos en la calle. Es lo que le ocurrió a Williams, importante colaborador de la revista Politico y del canal de noticias MSNBC.

"Mitt Romney se encuentra muy cómodo con la gente que es como él. Esa es unas de las razones por las que parece tan estirado y torpe en marcos municipales. Pero cuando va a Fox and Friends, son como él. Gente blanca que se relaja en su compañía".

Estas tres frases acabaron con la carrera periodística del afroamericano Williams, que comenzó a recibir acusaciones de racismo en las redes sociales, algo que puso su cabeza en la picota. "En menos de dos semanas, me quedé sin trabajo".

2. Lo personal afecta a lo profesional

No terminaron ahí las malas noticias para Williams. Cinco meses antes de la polémica generada por su comentario, el periodista había comenzado su proceso de divorcio, en el cual se había declarado culpable de agresión de segundo grado, aunque finalmente el incidente fue borrado de su historial. Ello no impidió que Fishbowl DC publicase un artículo que aireaba los papeles del divorcio, lo que provocó que algunos de los medios que en principio iban a contar con él se echasen definitivamente atrás.

3. Es difícil vivir de freelance

El periodista comprobó pronto lo difícil que resulta vivir de encargos, por mucho nombre que se tenga y por mucho que se esté dispuesto a aceptar cualquier trabajo, ya sean colaboraciones con diferentes medios, en una funeraria o podando el césped. Este errático capítulo puso de manifiesto una verdad que muchos parecen obviar: que, si quieres vivir a base de pequeños empleos, más te vale tener buenos contactos o trabajar 24 horas al día para conseguir ganar lo suficiente para sobrevivir.

4. Aceptas cualquier trabajo

Si has sido expulsado del ámbito en el que te movías, no puedes sobrevivir a base de encargos y, aun así, tienes que pagar las facturas, sólo te queda una opción: decir que sí a lo primero que te encuentres. En su caso, fue el trabajo en una tienda de deportes a la que Williams se refiere con el nombre ficticio de "Sporting Goods, Inc.". La llamada de un encargado para confirmarle que estaba contratado fue la mejor noticia que recibió en mucho tiempo, pero su pesadilla acababa de empezar.

5. ¿Tienes estudios? Puedes ser problemático

Fue complicado para Williams conseguir trabajo de dependiente. Pronto se dio cuenta de lo que fallaba: estaba demasiado preparado, tenía demasiada experiencia y demasiados estudios para un trabajo así. En otras palabras, mantener en tu plantilla a alguien que cobra menos de lo que correspondería a su nivel de preparación y educación es un problema, puesto que son más difíciles de manejar, o al menos así lo piensan los encargados de RRHH. Además, el periodista se dio cuenta de que los procesos de selección son cada vez más impersonales, una manera de evitar las demandas por discriminación racial o sexual.

6. Renuncias a tus principios

La célebre sentencia de Groucho Marx "estos son mis principios y si no les gustan tengo otros" resulta recurrente en situaciones desesperadas. Williams encontró una sencilla solución para sus problemas: eliminar de su currículo todo aquello que no correspondía con los trabajos de baja cualificación que buscaba e inventarse un pasado como deportista. Si decir la verdad te pone en desventaja, quizá sea mejor maquillarla un poco. Tu futuro está en juego.

7. Haces horas extras (no remuneradas)

Aunque la jornada laboral de Williams terminaba a las nueve, nadie salía por la puerta del establecimiento a dicha hora. Por el contrario, se veían obligados a fregar el suelo, cambiar el papel higiénico y limpiar a diario el cristal de la puerta, tareas que en teoría no formaban parte de las funciones que le asignaron al ser contratado. En la mayor parte de ocasiones, estas tareas que podían llegar a ocupar 45 minutos se realizaban fuera del horario de trabajo y resultaban particularmente fatigosas. ¿La recompensa? Un par de calcetines valorados en 18 euros.

Esta queja, no obstante, nos recuerda que en EEUU tienen la piel más fina en lo que concierne al trabajo extra, pues, según los datos del INE, las horas extras de los trabajadores españoles equivalen a más de 70.000 ocupados.

8. Subir el sueldo mínimo no serviría para mucho

Una de las muchas peleas que Barack Obama no ha conseguido ganar es la que se refiere a la subida del sueldo mínimo de los siete a los diez dólares, un incremento que, en teoría, permitiría sacar de la pobreza a muchos trabajadores. Williams, que recibía 10 dólares a la hora, no lo tiene tan claro.

En el momento en que su horario fue recortado a 30 horas semanales, Williams, que debía pasar una pensión de mantenimiento a su mujer, se vio en serios apuros económicos. Como le recordó su mejor amigo, llegó un punto en el que "estaba ganando lo suficiente para pagarme el transporte al trabajo".

9. Vivimos en la era de George Orwell

Williams encontró particularmente llamativa (y molesta) la estrecha vigilancia que la empresa ejercía sobre sus empleados y que, por supuesto, era unidireccional. El primer día que se tomó diez minutos de más en su hora de comer, recibió una cariñosa palmadita en la espalda por parte de su encargado; los tres minutos de retraso con que llegó al siguiente día le hicieron merecedor de una fuerte reprimenda.

La cadena se encontraba obsesionada por los posibles robos que pudiesen producirse en la tienda, algo que se reflejaba en la media docena de cámaras repartidas por el establecimiento que observaban a sus clientes, pero también a los trabajadores. Es el caso de un compañero de Williams, eficiente y experimentado dependiente que terminó de la noche a la mañana en la calle, justo cuando iba a ser ascendido. Al parecer, ello provocó que la compañía revisase el historial criminal del joven, en el que figuraba un hurto menor que no había sido recogido en su currículo, lo que provocó su salida.

10. La lealtad es un concepto maleable

¿Qué estoy haciendo aquí? Williams no llegó a hacerse dicha pregunta hasta que un cliente, antiguo trabajador del Tesoro estadounidense, le preguntó qué hacía trabajando en dicho establecimiento. Sin embargo, el periodista no podía permitirse abandonar así como así la tienda, y pasó un mes hasta que consiguió encontrar otro empleo como director de comunicación en una ONG de Capitol Hill.

Cuando anunció a su supervisor su intención de abandonar la empresa, este le recriminó no preocuparse "por el trabajo duro o la lealtad". ¿A 10 dólares la hora?, se preguntaba Williams. Nada de eso: la explotación laboral, sostiene el analista, ha provocado que el trabajador deje de sentir más lealtad que la que esté dispuesto a fingir por un puñado de billetes.

– ¿País rico y con mano de obra formada? Sus clases medias son las que peor lo pasarán (El Confidencial – 2/5/14)

(Por Iván Gil)

Las clases medias se desvanecen, no sólo en España, sino en países como EEUU o Alemania donde el crecimiento económico sigue siendo positivo. La pérdida en el poder adquisitivo de las clases trabajadoras, así como de los pensionistas, se refleja en un crecimiento de los ingresos menor que el de los precios de consumo. Por el contrario, los ingresos entre las clases adineradas siguen repuntando, reflejando unas mayores desigualdades en la distribución de la riqueza.

El tamaño y poder adquisitivo de las clases medias siempre fue una de las grandes fortalezas de los países ricos. Sin embargo, el PIB de una nación ya no es un indicativo para asegurar el mantenimiento de los altos niveles de vida de las masas. Por ejemplo, en EEUU, los ingresos de las clases medias desde el año 2000 hasta la actualidad sólo aumentaron un 0,3%, muy por detrás del 19,7% que experimentaron británicos y canadienses, del 16,2% de los irlandeses o del 13,9% de los holandeses, según los datos comparativos del LIS Cross-National Data Center. Si desde mediados del siglo pasado, las clases medias norteamericanas eran las más abultadas y ricas del planeta, hoy en día ya no es así.

"La idea de que las clases medias norteamericanas tienen unos ingresos superiores a las de las clases homólogas de otros países ricos no es cierta, pudo serlo hasta finales del siglo pasado, pero ya no", ha asegurado en repetidas ocasiones el economista de Harvard Lawrence Katz. Según el mismo informe, los economistas alemanes podrían suscribir estas mismas palabras adaptándolas a su contexto nacional, y es que desde el año 2000 los ingresos de las clases medias teutonas crecieron un 1,4%. En España se situó en el 4,1%. Paradójicamente, los países en los que más crece el PIB son los mismos en los que más se retraen las clases medias, hasta el punto de sentirse amenazadas por su posible desaparición tal y como las conocíamos.

En este contexto, no sólo se encuentran en situación de riesgo la franja de población que ya era vulnerable antes de la crisis, sino el grueso de la población trabajadora, independientemente de las perspectivas de crecimiento de los países. Así, entre 2010 y 2013 los costes laborales en España se redujeron en un 5%, si bien es cierto que la variación de los salarios entre el 10% de los trabajadores con menores ingresos fue la más acusada, con un descenso del 17%, según un informe de Fedea. En 2013, la retribución de los cargos intermedios se vio disminuida en un 3,2%, según un informe de la escuela de negocios EADA.

Cuánta más riqueza más desigualdad

Desde el inicio de la crisis, las familias españolas no han parado de perder poder adquisitivo, como señala el INE. A pesar de la que la sombra de la inflación comienza a asomar en España, dañando la competitividad pero oxigenando el ahorro doméstico, los salarios crecen por debajo de los precios. Los servicios básicos han disparado sus costes mes a mes, mientras que la subida de impuestos ahoga a las clases medias.

Las perspectivas de recuperación no son nada halagüeñas, ni en los países más azotados por la crisis, como España, Grecia o Portugal, ni en los que mejor la han capeado, como EEUU o Alemania. Nos encontramos ante la primera generación de clase media que vivirá mucho peor que sus padres.

La crisis no es la causa principal del aumento de las desigualdades o, al menos, no la única, pues el golpe a las clases medias es incluso mayor en los países menos afectados por ella. Sin embargo, esta realidad no quita que haya sido la justificación para imponer una devaluación salarial y trabas a la negociación colectiva mediante las sucesivas reformas laborales. Un panorama que, a la larga, cierra las puertas a una posible mejora de las condiciones de vida.

Monografias.com

Created with Datawrapper

Source: LIS Cross-National Data Center Get the data

Las causas que apuntan hacia una desaparición de las clases medias

El futuro de las clases medias es más bien incierto, mientras que el desempleo, la congelación del salario mínimo o el aumento de los impuestos sigue su curso. Mientras tanto, los estudios económicos señalan otra de las principales paradojas de esta realidad: los sueldos de los ejecutivos norteamericanos han aumentado más que los de sus pares europeos, mientras que los ingresos de las clases bajas de los países de la UE son comparativamente más altos a los de los estadounidenses. La polarización entre ricos y pobres es cada vez mayor.

Según los datos compilados por el LIS, sólo un porcentaje reducido de los hogares se benefician del crecimiento económico de sus países. Para la inmensa mayoría, los efectos son incluso negativos, sobre todo si se toma como referencia el caso de EEUU. En este país, las clases medias ya ganan menos, por ejemplo, que las de Canadá, Suecia, Noruega, Holanda o Finlandia. Justo lo contrario de lo que sucedía hace 20, 30 o 40 años. A pesar de ello, el país norteamericano sigue siendo el líder en PIB per cápita.

Entre los factores que señalan que esta situación se volverá endémica se encuentra la formación. Si las generaciones más mayores, con edades entre los 55 y 65 años, tienen unas mayores competencias y una mejor cualificación laboral con respecto a las generaciones de otros países desarrollados, no es así entre las generaciones más jóvenes, según señalaba un reciente estudio de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE).

Aquellos de entre 16 y 24 años se sitúan en la parte inferior de la clasificación de los países ricos, muy por detrás de sus homólogos de Canadá, Australia, Japón o los países escandinavos y casi a la misma altura de los jóvenes italianos y españoles. Los padres cada vez tienen más dificultades para pagar las matrículas universitarias de sus hijos, una problemática de la que tampoco se libra España.

El segundo factor que señala una involución de las clases medias tiene que ver con el aumento de las brechas salariales, la cada vez más escasa distribución de la riqueza, la congelación de los salarios mínimos y la debilidad de los sindicatos para plantear negociones colectivas. Las clases medias apuntan seriamente hacia su desaparición.

– Niño Becerra: "La desigualdad ha venido para quedarse" (El Economista – 25/5/14)

El catedrático de Economía Santiago Niño Becerra asegura que la desigualdad es un compañero de vida al que nos tenemos que acostumbrar, ya que ha hecho acto de presencia para quedarse.

Niño Becerra asegura que Thomas Piketty, el economista que ha devuelto a la actualidad internacional el concepto de desigualdad, a través de su libro "El capital en el siglo XXI", ya está dejando de estar de moda y que, a medida que la desigualdad de la que habla se acepte como algo a lo que nos tenemos que acostumbrar, puesto que "es inevitable, es irreversible", aún lo estará más.

La permanencia de la desigualdad la da por hecha Niño Becerra, fundamentalmente, por las siguientes razones: "Cada vez menos población es necesaria para producir lo que sea y cada vez el capital que posibilita lo anterior está en menos manos (porque cada vez se precisa más poder financiero para obtenerlo). Lo primero lleva a más desempleo estructural, más subempleo, menores salarios y más pobreza, que podría ser mitigada con una renta básica. Lo segundo lleva a una creciente riqueza de quienes ostentan la propiedad de ese capital y de sus vías de generación, sean personas, familias o corporaciones".

Del resultado de su análisis de la situación, el profesor de la Universidad Ramon Llull infiere que estamos ante una desigualdad "imparablemente creciente, mayor en los países calvinistas por sus raíces filosóficas. A mediados del siglo XIX una situación como esta, vista con los ojos de entonces y en aquellas circunstancias, hubiese dado lugar a una revolución, como la de 1848, pero hoy las revoluciones no están de moda".

Concluye Niño Becerra afirmando: "Airear la desigualdad ha sido útil porque se personalizaba una situación en unos momentos en los que había que ganar tiempo, pero ya se está llegando al final de ese camino: la desigualdad es la que es, así va a seguir. Y si el concepto de desigualdad ha llegado a la calle y se ha popularizado pienso que es porque las rentas medias y bajas están cayendo y porque la capacidad de endeudamiento de las clases media y baja se ha esfumado: en el 2006 había muchísima desigualdad, pero siempre era posible conseguir un crédito y para la inmensa mayoría de la población".

– España sufre la crisis más desigual (El País – 19/6/14)

Estadística a estadística, el retrato de la crisis económica perfila una conclusión cada vez más nítida para España: entre los países avanzados, es el que paga una factura más desigual. El último informe, publicado este jueves por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), ofrece otro argumento, más contundente conforme va ampliando el periodo analizado. En los cuatro primeros años de la crisis, el ingreso medio del 10% más pobre de la población española retrocedió 7,5 veces más que lo que cayó la renta del 10% más rico, apenas erosionada entre 2007 y 2011. En la treintena de países industrializados que aglutina la OCDE no existe, ni de lejos, un impacto tan desequilibrado en este periodo.

En el anterior informe sobre la cuestión, que llegaba a 2010, ya era apreciable el singular impacto de la crisis en la economía española. Las rentas más altas apenas perdían un 1% anual, mientras el recorte medio que encajaba el grupo con menos ingresos superaba el 13%. Básicamente, en 2011 se mantuvo la tendencia, pero un año más lo único que hace es ampliar la brecha.

En relación con 2007, el ingreso anual del 10% de la población más pobre retrocedía ya un 42,4% -pasó de 4.664 euros por persona a 2.685 euros en 2011-, mientras que en el caso del 10% más rico, la renta bajó un 5,6% -de 39.204 euros de media en 2007 a 36.985 euros cuatro años después-.

Queda por comprobar cómo se repartió el impacto de la crisis en el bienio 2012-2013, donde la economía española no solo sufrió la segunda recesión del lustro, sino que además encajó la devaluación salarial más intensa, como consecuencia del ajuste presupuestario (recorte en la paga extra de los funcionarios) y de la reforma laboral, que aceleró la caída de los salarios en el sector privado.

Los expertos de la OCDE destacan también el caso de Grecia, donde la renta disponible ha caído más del doble (un 29%) que en España (un 14% de media) en el periodo analizado. Pero ni la economía helena, la que más ha sufrido los embates de la crisis en Europa, refleja una distribución de daños tan desigual entre los dos extremos de la sociedad. En Grecia, el 10% más pobre también ha perdido un 42% de sus ingresos, pero el 10% más rico se dejó también un 31%.

Con esta situación en los extremos de la sociedad española, el índice de Gini, el más usado para medir la desigualdad general, solo puede arrojar un claro empeoramiento en la distribución de la renta. Como ya revelara hace tres meses el Fondo Monetario Internacional (FMI), en un estudio que alcanzaba hasta 2012, España es el país industrializado en el que más han aumentado las diferencias entre ricos y pobres según ese coeficiente, en el que 0 equivaldría a la igualdad total y 1 reflejaría la desigualdad absoluta. Según las cuentas de la OCDE, donde más se amplía la brecha es en España (de 0,30 a 0,34). Y ese aumento habría sido aún más acusado (del 0,44 al 0,52 en la llamada renta de mercado), sin el efecto redistributivo de impuestos y prestaciones sociales, mayor en España que en otros países avanzados.

Monografias.com

La peor crisis en más de medio siglo también ha supuesto una notable marcha atrás en el proceso de convergencia con Europa: la renta por habitante española no llegaba en 2013 al 95% de la media de la UE, el mismo valor que 16 años atrás, tal y como reveló esta semana la agencia europea Eurostat. Pero el legado en desigualdad puede ser aún más grave. Cuando empezó la crisis, el índice de Gini español se hallaba en el promedio de la OCDE. En 2011, ya solo seis de los países industrializados integrado en esta organización eran más desiguales, y de ellos solo uno (Reino Unido) es europeo. Y, como poco, quedan dos años de crisis por computar.

El informe de la OCDE vuelve a algunos de los aspectos que ya han analizado otros organismos internacionales, como la propia Eurostat, con datos más actualizados. España y Grecia son los dos países europeos en los que la incidencia de la pobreza, medida como la proporción de la población que no llega al 50% del ingreso mediano, es mayor. La OCDE comprueba además que si el umbral de pobreza se hubiese quedado fijo en el nivel de 2005, y no hubiese seguido cayendo en paralelo al descenso del ingreso mediano, España sería uno de los países con más población por debajo de ese nivel -más del 18%, frente al 10% en 2005-.

El estudio del organismo que dirige el mexicano Ángel Gurría hace referencia también a la distinta incidencia de la pobreza por grupos de edad. Vuelve a destacar aquí la proporción de menores de 18 años por debajo del umbral de la pobreza en España (un 22%), la más alta entre los europeos. Bruselas ha afeado al Gobierno español la falta de medidas contra la pobreza infantil. El Ejecutivo de Mariano Rajoy acaba de aprobar un fondo contra la pobreza infantil, pero dotado solo con 17 millones de euros. La UE está pendiente también de cómo se desarrolla el nuevo Plan Nacional de Inclusión Social, una de las exigencias comunitarias que el Gobierno más tardó en atender.

– La desigualdad en los países avanzados (El País – 19/6/14)

Monografias.com

– Cuatro gráficos que explican cómo ha aumentado la desigualdad en España (El Confidencial – 20/6/14)

(Por Danielle Grasso)

El aumento de la desigualdad es la huella más marcada que la crisis ha dejado en España. Los datos que la Organización para la Cooperación y el Desarrollo económico (OCDE) ha difundido este jueves, actualizados a finales de 2011, son una nueva confirma de ello. Entre los 34 países desarrollados que analiza este organismo internacional, destaca el aumento de la pobreza en los países del Sur de Europa y, en el caso español, sobresale un dato: la parte más pobre de la población ha visto empeorar su situación.

Un número permite entender hasta qué punto se ha producido este regreso: se trata de los 7,6 puntos porcentuales de aumento en el coeficiente de Gini, indicador que mide la desigualdad de ingresos al interno de un país. La OCDE lo utiliza también para valorar la desigualdad entre las rentas derivadas de las actividades económicas de los hogares. Este aspecto, estrechamente relacionada con el valor del trabajo, es donde España se aleja de la media más que cualquier otro país. Al cierre de 2011, Dinamarca, Finlandia, Eslovenia y República Checa eran los países más equitativos. 

Monografias.com

Sin contar las prestaciones sociales, los ingresos disponibles han bajado en quince casos. La situación no ha ido a peor, señala la OCDE, gracias a transferencias desde el Estado como las prestaciones por desempleo, que han aumentado y evitado grandes disparidades entre las rentas disponibles de los hogares.

La situación se ha agravado sobre todo para quienes ya se encontraban entre los más pobres antes del comienzo de la crisis. Así, España es el país donde el 10% de la población que menos tiene más ha perdido ingresos: a cierre de 2011, esta franja de españoles ganaba un 13% menos de lo que podía ingresar en 2007. Grecia e Islandia son, en cambio, los países en los que la población con el "top" de ingresos más ha perdido. Los españoles más ricos, por su parte, han bajado en un 1,75% sus ganancias. 

Monografias.com

Monografias.com

Más pequeños, más vulnerables

Los nuevos datos de la OCDE dejan de manifiesto que la crisis ha golpeado sobre todo entre los más jóvenes. El caso español esta vez es emblemático de lo que ha ocurrido a los mayores de 65 años en los 32 países: una ligera disminución de los ingresos. Pero es el grupo de edad entre los 0 y los 17 años donde más ha empeorado la situación: los niños (children, los define la OCDE) han perdido el 5% de la renta disponible. En Grecia, han perdido hasta el 10%, mientras destaca el caso de Chile, segundo solo a Suecia y Eslovaquia en aumento de riqueza para esta franja de edad. 

Monografias.com

– ¿Y si la crisis no hubiera existido? (4/9/14)

(Por J. Marcos y M.A. Fernández)

Desde el inicio de la crisis a finales de 2007 el mundo ha perdido al menos el equivalente al peso económico de Alemania. Así lo asegura el análisis del economista Laurence Ball, profesor de la Universidad Johns Hopkins, titulado "Daños a largo plazo de la gran recesión en países de la OCDE". Sus estimaciones se basan en la extrapolación de los datos del PIB de la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico) desde diciembre de 2007 (lo que llama pre-crisis) hasta el año 2015.

Entender los enclaves macroeconómicos nunca fue fácil, por lo que recurrir a símiles y ejemplos ayuda bastante. Quizá por ello Hopkins se ha preguntado cómo estaría el Producto Interior Bruto de los 23 países analizados si no hubiera habido crisis, es decir, si se hubiera mantenido la tendencia de crecimiento. Según sus cálculos, la pérdida de producción potencial prevista para el próximo año es de un 8,4 por ciento, en relación a la situación anterior; un porcentaje equiparable al peso de la economía alemana en la economía global (8,2 por ciento). Por tanto, la pérdida en tan sólo 23 países es similar o incluso superior a si hubiera desaparecido la economía alemana.

Monografias.com

Los datos son más clarificadores divididos por países. Así, Grecia es de los Estados analizados que sale peor parado: su pérdida en el PIB es de un 35,4 por ciento, seguido de Irlanda (-34,2) y Hungría (-30,5). España ocupa el quinto lugar con una pérdida potencial del 22,3 por ciento, muy por encima por ejemplo del registro del vecino Portugal, cuyo Producto Interior Bruto cayó un 13,7 por ciento tras haber sufrido tres años de intervención de la troika. Además de los conocidos como PIIGS (Portugal, Italia, Irlanda, Grecia y España), el Reino Unido y Finlandia ocupan posiciones elevadas en esta clasificación negativa: el octavo y el sexto puesto, respectivamente.

Sólo Suiza ha mejorado las previsiones (0,9 por ciento) entre los 23 países analizados. Y las pérdidas no han sido demasiado elevadas en Australia (-1,8), Alemania (-3,4) y Estados Unidos (-5,3). El PIB de estos países se mantiene bastante similar a lo que hubiera ocurrido en un escenario sin crisis económica y financiera, pues apenas les ha golpeado en términos macroeconómicos. "Las economías más afectadas son las de la periferia de la zona del euro, que experimentaron severas deudas bancarias. En el otro extremo, Australia está casi ilesa debido a factores como el estímulo fiscal y las fuertes exportaciones a Asia", explica Ball.

El profesor de la Universidad Johns Hopkins concluye que las recesiones recientes han tenido graves efectos sobre la capacidad productiva de las economías, como indican las estimaciones de la OCDE y del Fondo Monetario Internacional sobre la producción potencial. "En la mayoría de los países, la caída con respecto a su tendencia anterior a la crisis ha sido casi tan grande como la caída de la producción real. En consecuencia, los países con las más profundas recesiones también han experimentado los daños a mayor largo plazo", añade.

La medición de este PIB potencial está asociada a la definición del llamado "desempleo estructural", la tasa de desempleo que no acelera la inflación. Una de las consecuencias de la pérdida de producto potencial acaba, de ese modo, por implicar un mayor nivel de desempleo estructural.

– La OCDE destapa las vergüenzas del mercado laboral en España (Libertad Digital – 8/9/14)

España sufre la mayor destrucción laboral del primer mundo desde 2007, el mayor aumento del paro y del desempleo estructural y de larga duración.

(Por M. Llamas)

Que España sufre graves problemas en materia laboral no es noticia, pero que el histórico deterioro experimentado por el mercado de trabajo durante la crisis es el mayor de todos los países ricos es un hecho muy significativo.

En concreto, desde que estalló la crisis financiera, a mediados de 2007, España lidera los peores indicadores laborales del mundo desarrollado, tras registrar la mayor destrucción de puestos de trabajo, así como el mayor incremento del paro y del desempleo estructural y de larga duración, según desvela el informe anual de empleo publicado el miércoles por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE).

En mayo de 2014, último dato que recoge el estudio, Grecia encabezaba la tasa de paro de la OCDE, con un 26,8%, junto a España (25,1%), seguidos de Portugal (14,3%), Eslovaquia (13,9%), Italia (12,6%), Irlanda (12%) y Francia (10,1%). En el lado opuesto, se situaban Noruega (3,3%), Japón (3,5%), Corea del Sur (3,7%), Austria (4,7%), Suiza (4,8%), México (4,9%) y Alemania (5,1%).

La OCDE prevé que el desempleo caiga en la mayoría de los más de 30 países que componen este selecto grupo de aquí a finales de 2015. En este sentido, uno de los datos más aireados es que España registrará el mayor descenso del paro (-2,2 puntos porcentuales) durante dicho período, seguido de Irlanda (-2,1 puntos), Eslovaquia y EEUU (-1,1), según dichas estimaciones.

Esta afirmación fue aprovechada de inmediato por el Gobierno. El secretario de Estado de Seguridad Social, Tomás Burgos, afirmó el miércoles que se trata de un hecho "bastante significativo", además de suponer un "reconocimiento expreso del esfuerzo que España está haciendo en materia laboral y económica".

Sin embargo, se trata de un triste consuelo, ya que, pese a todo, España se mantendrá entonces como el segundo país con un paro más alto de la OCDE (23,9%), tan sólo superada por Grecia (26,7%). Serán los únicos países ricos con un desempleo superior al 20% en 2015.

En Irlanda, por el contrario, se situará por debajo del 10%, a pesar de haber sufrido una burbuja crediticia muy similar a la española durante la pasada década y solicitar el rescate soberano a la temida troika (Comisión Europea, Banco Central Europeo y Fondo Monetario Internacional). De hecho, el desempleo en España triplicará con creces el 7,1% de media en la OCDE y duplicará con amplitud el 11,2 % que se espera para la zona euro en su conjunto a finales de 2015.

Monografias.com

Pero más allá de las previsiones, cuyo cumplimiento siempre es incierto, lo que sí certifica la OCDE es que España ha sufrido el mayor deterioro laboral del mundo desarrollado durante la crisis. El paro casi se ha triplicado desde finales de 2007, cuando la tasa tocó el 8,7%, y se ha llegado a disparar hasta un máximo de 17,8 puntos porcentuales desde entonces, tan sólo superado por Grecia, con un aumento de 19 puntos.

Monografias.com

La destrucción de empleo es, si cabe, aún más dramática, ya que España encabeza este indicador, por delante de Irlanda y Grecia. La población mayor de 15 años con un puesto de trabajo se ha desplomado del 53,5% a finales de 2007 hasta el 42,5% a cierre de 2013, lo que supone una caída de 11 puntos porcentuales, sin parangón en la OCDE.

Monografias.com

Además, España presentará a finales de 2015 la tercera menor tasa de ocupación de los países ricos (42,9%), tan sólo por delante de Grecia (38,3%) e Italia (42,1%), y muy alejada de la media de la OCDE (54,7%) y de la zona euro (49,6%).

Monografias.com

Igualmente, si se analiza en detalle la evolución de algunos de los principales componentes del paro, España sigue registrando los peores resultados de los países ricos. En cuanto a desempleo juvenil, Grecia lidera la tasa de la OCDE, con un 58,3% en 2013, seguida de España (55,5%) y Sudáfrica (51,4%), los únicos tres países con más de la mitad de sus jóvenes en paro, frente a la media del 16,2% del mundo desarrollado.

Sin embargo, España también ha sufrido el mayor deterioro de este indicador durante la crisis, con un aumento de 37,4 puntos porcentuales frente a los 35,4 puntos de Grecia. Es decir, España encabeza el incremento del paro juvenil de la OCDE desde 2007.

Lo mismo sucede en cuanto al desempleo de larga duración (más de un año buscando trabajo). España no lidera esta variable (52,2%), ampliamente superada por Eslovaquia, Grecia, Irlanda, Italia, Portugal, Eslovenia y Hungría, con ratios que oscilan entre el 53% y el 72%, pero ha sufrido el mayor aumento de la OCDE durante la crisis (+33,1 puntos porcentuales desde 2007) junto a Irlanda.

Monografias.com

Por último, España también encabeza el crecimiento del paro estructural (en ausencia de crisis económica), lo cual es aún más grave, ya que significa que será muy difícil regresar al nivel de desempleo existente antes de la crisis, con independencia de que la economía crezca a su máximo ritmo potencial en la actualidad.

El drama del paro responde, en parte, a la dura recesión experimentada durante los pasados años, y, por tanto, a la presente coyuntura económica, pero parte de este aumento es estructural (el desempleo sube con independencia de la crisis), lo cual la OCDE refleja bajo un indicador denominado NAIRU (tasa de desempleo no aceleradora de la inflación). La cuestión es que España también lidera esta variable, con un aumento de 6,6 puntos durante la crisis, por encima de Grecia (4,4) y hasta diez veces más que la media de la OCDE (0,6).

Monografias.com

Por último, en cuanto a la calidad del empleo, cabría reseñar que España tampoco sale bien parado, puesto que la tasa de empleo temporal asciende al 23,1% a cierre del pasado año, tan sólo superado por Polonia (26,%) y Chile (29,7%), frente al 11,8% de media que presenta la OCDE. Esto demuestra, una vez más, la profunda dualidad del mercado laboral español debido a las graves rigideces que impone la regulación estatal.

En este sentido, BBVA Research estima que entre 2014 y 2015 la economía española creará 500.000 puestos de trabajo, pero la mayoría serán contratos temporales, según señaló el miércoles el economista jefe del grupo, Jorge Sicilia. Además, aseguró que en los próximos años no se alcanzará el nivel de empleo que había antes de la crisis. "Eso es un desequilibrio que seguirá con nosotros durante mucho tiempo".

– El dato que lo explica "casi todo": los españoles llegan a los 30 con menos de cinco años de experiencia laboral (Libertad Digital – 20/1/15)

(Por D. Soriano)

Un español medio llega a los 30 años habiendo trabajado una media de 4,7 años. ¿Esto es mucho o poco? Pues según cómo se mire. Pero no parece demasiado. Sólo los jóvenes italianos y los griegos acumulan menos experiencia que los nuestros. Enfrente, los países más desarrollados doblan esas cifras. Por ejemplo, en el caso de los suizos hablamos de 10,4 años de trabajo remunerado al llegar a la treintena, para los holandeses son 10,3 años y para los australianos, casi 10. No es un dato que se publique demasiado, pero es fundamental para entender qué está pasando, por qué y por dónde deberíamos empezar a arreglarlo.

La OCDE, el club que agrupa a los países más ricos del planeta, publica cada año su informe Panorama de la Educación. España no sale especialmente bien parada. No es sólo que confirme los resultados de PISA, que apuntan a que los niños españoles están claramente por debajo de la media de la UE en comprensión lectora y matemáticas. También certifica que el sistema educativo no responde a las necesidades del mercado laboral y no existe comunicación entre ambos.

Podríamos decir que la escuela es una fábrica de parados. Pero también puede verse en sentido contrario, la falta de oportunidades en el mercado laboral perjudica la calidad en las aulas: no es sencillo explicar a un joven que debe esforzarse por conseguir un título que siente que no le servirá de nada.

Este lunes, la OCDE publicaba un informe complementario. Si en Panorama las cifras se centran en cuestiones fundamentalmente educativas, en éste los datos son laborales. Es decir, ¿cómo funcionan los mercados de trabajo en los países ricos y qué relación existe con lo que se hace en las escuelas?

La transición

En la página 31 del informe, viene el dato del que hablábamos al principio. Se trata de un epígrafe titulado "Transición de la escuela al empleo: ¿dónde están los jóvenes de 15 a 29 años?" Hay varias tablas, con datos como el porcentaje de desempleo en cada país o la tasa de ni-nis, jóvenes que ni estudian ni trabajan. España sale malparada en casi todas. Pero quizás la más interesante, entre otras cosas porque muestra unas cifras de las que se habla muy poco, sea la 3.1 "Años esperados en educación y en el mercado laboral" (ver tabla).

Monografias.com

Años en educación y no educación (OCDE)

La tabla divide los quince años que podríamos llamar de juventud, desde que una persona puede entrar en el mercado laboral a los 16 años a los 30. La OCDE mide cuánto tiempo ha pasado cada joven dentro del sistema educativo formal y fuera del mismo. Según estos datos, los españoles, en esta década y media, tienen 6,9 años de "educación" y 8,1 de "no educación".

Pero no es esto lo más destacado. Al final, estas son cifras similares a las que existen en otros países. Lo llamativo aparece si uno mira las columnas con más detenimiento, especialmente la 2 y la 4, en la que aparecen los años de trabajo. Es decir, de esos 6,9 años en los que un joven español está en el sistema educativo, ¿en cuántos está además empleado? Y de los 8,1 años en los que no estudia, ¿cuántos trabaja?

Es aquí donde la diferencia es llamativa. Los españoles sólo pasan 4,7 años trabajando entre los 16 y los 30 años. De este tiempo, 0,7 años lo compaginan con alguna clase de estudios y 4,0 años en un empleo convencional. Sólo italianos (4,5 años) y griegos (3,9 años) acumulan menos experiencia antes de llegar a la treintena.

Enfrente, los países más ricos rozan o incluso superan los diez años. Es decir, sus jóvenes cuando llegan a los 30 tienen más de una década de veteranía. Los datos varían, pero la diferencia con nuestro país es significativa: Suiza (10,4 años), Holanda (10,3), Islandia (10,1), Australia (9,9) o Alemania (8,6), entre otros.

Monografias.com

Años trabajados entre los 15 y los 29 años

Sin continuidad

Este dato es más relevante de lo que parece, tanto si miramos hacia la situación actual de los jóvenes como hacia su futuro. Por ejemplo, en lo que hace referencia a la foto fija de cómo viven los veinteañeros españoles, el hecho de que no consigan continuidad en el mercado laboral tiene mucha importancia. Según este mismo informe de la OCDE (página 42) tenemos el segundo mayor porcentaje de ni-nis: un 26,8% de las personas de entre 16 y 29 años ni estudian ni trabajan. Sólo Grecia, con un 28,5%, está peor. Mientras, Holanda, Suiza, Alemania, Suecia o Austria nos dan motivos de envidia, con menos del 10% de sus jóvenes en esta situación.

Nuestros malos datos se mantienen para todos los niveles educativos. En España, como en todos los demás países, alcanzar la educación universitaria o al menos la secundaria ayuda a encontrar un empleo. La diferencia es que en nuestro país ayuda menos. Así, la tasa de empleo para los universitarios entre 25 y 34 años era del 78% en 2011 (último año con cifras para todos los países). La media en la OCDE era del 83%, con lugares como Holanda, Alemania o Austria que rondan o superan el 90%. Y eso para los que han acudido a la facultad: la tasa de empleo para los que no tienen educación secundaria en España apenas alcanzan el 57%, cuando en los países ricos supera el 70%.

Pero lo de la falta de experiencia es casi más importante a futuro. ¿Qué es lo que nos dicen esos tristes 4,7 años de trabajo remunerado con que los españoles llegan a los 30 años? Pues muchas cosas. No se pueden explicar todos los males del mercado laboral hispano sólo con un número. Pero sí es cierto que en esa cifra se esconden claves que sirven para comprender muchos de nuestros problemas. Dualidad, paro juvenil, poca productividad, bajos salarios,… Casi todo se puede entender mejor si tenemos en cuenta este dato:

  • Menos ingresos: lo normal es que una persona que acumula 4,7 años de experiencia laboral tenga menos patrimonio acumulado que una con 10 años. Ha tenido menos tiempo para ahorrar. Pero no sólo es eso, lo normal es que también cobre menos. Luego, además, podemos estudiar si a igualdad de experiencia un holandés cobra más que un español (probablemente también), pero ya sólo este factor explicará buena parte de la diferencia en ingresos entre unos y otros.

  • Efecto arrastre: el problema es que el desfase no se acaba al cumplir los 30. La falta de ocupación durante la juventud se arrastra toda la vida activa. Si trabajas menos tiempo, haces menos CV, tu perfil es menos atractivo,…

  • Menos formación: esta etapa es clave para cualquier trabajador. Normalmente, entre los 16 y los 30 años los jóvenes cambian varias veces de empleo y van adquiriendo habilidades clave para su futura carrera laboral. No hablamos sólo de formación técnica. Va mucho más allá, desde conocimiento de un sector (clientes, proveedores,…) a todo tipo de aptitudes no regladas (trabajo en equipo, cómo funciona por dentro una empresa, crearse una agenda de contactos, gestión de la responsabilidad,…)

  • Menos productividad: el trabajador medio español es menos productivo por hora trabajada que el alemán, el danés o el sueco. Incluso a igualdad de circunstancias (edad, estudios,…) nos cuesta competir con estos países. Por eso, en muchas ocasiones, la única opción de nuestras empresas es pelear vía precios, lo que repercute en nuestros salarios. Todo lo dicho anteriormente sirve aquí: acumular la mitad de experiencia laboral justo en el inicio de la carrera impacta negativamente en la productividad.

  • Más paro: esta relación se explica en las dos direcciones. Por un lado, el hecho de que España tenga una de las tasas de paro juvenil más elevadas de la UE (en los últimos trimestres no ha adelantado Grecia) tiene un impacto directo en la experiencia que acumulan los jóvenes antes de los 30… Pero cuidado, una persona con menos experiencia y formación también tiene más posibilidades de perder su empleo. Es decir, estar en paro o inactivo de los 16 a los 30 años también hace que a los 35 o 40 tengas más opciones de ser despedido.

  • Más precariedad: si los españoles acumulan menos experiencia de jóvenes no es sólo porque no encuentren un empleo. Además, cuando tienen uno, éste es de peor calidad que el de sus pares en Alemania o Austria. En España, existen más de once millones de empleos precarios (temporales o de media jornada), una situación que golpea especialmente a los jóvenes. Y el problema no son sólo las condiciones, sino que estas no son buscadas. Algunos de los países más ricos de Europa (Holanda es el mejor ejemplo) tienen tasas de empleo a tiempo parcial mucho más altas que las nuestras… la diferencia es que allí es voluntario (el empleado quiere media jornada porque compatibiliza ésta con sus estudios o su familia) y aquí es obligado (acepta media jornada porque no le queda otra). De nuevo, otra pescadilla que se muerde la cola: un precario acumula menos tiempo trabajado y al acumular menos tiempo trabajado es más fácil que acabe siendo precario.

  • Mercado de trabajo y escuela, dos mundos distintos: la columna 2 de la tabla de la OCDE es especialmente dolorosa. Hace referencia las personas que están dentro del sistema educativo y al mismo tiempo trabajan. En su mayoría, hablamos de programas de FP dual (para empleos técnicos) o universitarios que compaginan un empleo y estudios. Es el reflejo de una sociedad sana, que pone a sus jóvenes a producir al tiempo que les forma. Que les enseña a ganarse la vida, a emanciparse, a cuidar de sí mismos, mientras les prepara para ser productivos en el futuro. En muchos países, mercado y aula son dos caras de la misma moneda, dos realidades que se complementan y trabajan codo con codo. En España, son dos mundos aparte. Así, un joven holandés pasa de media casi 5 años compaginando estudios y empleo, un suizo casi cuatro, un danés 4,2, los alemanes 3 años,… un español, 0,7 años. Sólo italianos, belgas, húngaros y griegos los hacen peor.

– "Sobran seres humanos": por qué va a desaparecer el 47% de los puestos de trabajo (El Confidencial – 22/2/15)

(Por Esteban Hernández)

La idea de un mundo en el que las tareas más arduas sean realizadas por robots fue vista como una utopía, pero también trajo consigo amenazas

No hace tanto tiempo, la idea de un mundo en el que las tareas más arduas fueran realizadas por robots, lo que permitiría al ser humano dedicarse a labores creativas que le autorrealizasen, fue vista como utopía liberadora, una suerte de cielo en la tierra que nos conduciría a otra etapa como especie. Pero ese futuro brillante, lleno de máquinas que nos descargarían de los trabajos mecánicos, también trajo consigo un buen número de amenazas que la cultura se encargó poderosamente de reflejar en obras que fueron desde 2001, una odisea del espacio hasta Matrix. Los robots, la inteligencia artificial y los programas informáticos que aprendían por sí mismos fueron percibidos como paraíso o como apocalipsis.

Hoy reviven esas mismas esperanzas y otros mismos miedos ante la posibilidad de que las máquinas vuelvan al centro del progreso. La llegada del big data está afectando sustancialmente a los procesos laborales y está transformando el modo en que entendemos el mundo, al igual que lo hace la implantación de un cada vez mayor número de robots en las fábricas. La posibilidad de producir exclusivamente a través de máquinas parece estar a la vuelta de la esquina, afirman los expertos, y aunque no fuera así, los cambios que ya han generado la mecanización y tecnificación acelerada de los procesos de producción está siendo de tal magnitud que hará que en el futuro cercano se destruya gran cantidad de puestos de trabajo.

Esta tendencia, no obstante, no parece haber levantado demasiadas reticencias en Occidente, ya sea porque estamos acostumbrados a que la deslocalización productiva se haya llevado los puestos de trabajo a países que prometen costes más bajos, ya porque no lo entendamos como una amenaza, puesto que la mayoría de los empleos de nuestros países tienen que ver con o tareas de alto valor añadido o con el sector servicios, áreas en teoría nada susceptibles de ser programadas e informatizadas.

Sin embargo, esa visión parece ser demasiado optimista. Según el  informe The future of employment, realizado por los profesores de la Universidad de Oxford Carl Benedikt Frey y Michael A. Osborne, el 47 por ciento del empleo total está en situación de alto riesgo, "ya que muchas de sus ocupaciones son susceptibles de ser automatizadas en una o dos décadas".  En una primera fase, la mayoría de los trabajadores del sector del transporte y de la logística, así como los administrativos y, en general, todos los relacionados con la oficina, y los vinculados a los procesos de fabricación y producción, "son susceptibles de ser sustituidos por el capital informático".

Cajeros, asesores fiscales y arquitectos, fuera

Lo que no esperábamos es que, como señala el  informe, una parte importante del empleo en servicios, ventas y ocupaciones de la construcción también cuente con una elevada probabilidad de ser informatizado. El mercado de robots de servicios personales y domésticos ya está creciendo un 20 por ciento anual (2013) y en la medida en que se vayan mejorando las prestaciones de los ingenios mecánicos, disminuirá la ventaja comparativa del trabajo humano. En segundo lugar, aun cuando la actividad comercial requiera de un grado evidente de presencia personal y de inteligencia social, algunas de sus áreas, como los cajeros, los empleados de mostrador y los teleoperadores de marketing verán cómo el número de sus puestos de trabajo desciende sensiblemente. En tercer lugar, la prefabricación transformará las obras de construcción, lo que terminará por reducir sustancialmente la mano de obra empleada.

El sector profesional de alto valor añadido tampoco se libra de estos procesos y está sufriendo sensiblemente los embates de la informatización. Incluso sectores en teoría poco susceptibles de ser reemplazados por máquinas, como los diseñadores de chips de ordenador, los asesores fiscales o los arquitectos están viéndose afectados por los programas de software.

Las negras consecuencias de los avances tecnológicos

Hay áreas en las que el peso de los sistemas informáticos está creciendo, como es la jurídica, en la que los programas están sistematizando y procesando grandes cantidades de información de forma que hacen prescindibles a buena parte de sus profesionales medios. Estas nuevas formas de automatización han renovado el debate sobre las consecuencias económicas de los avances tecnológicos. David H. Autor, profesor de economía en el Instituto de Tecnología de Massachusetts, aseguraba al New York Times que esta tendencia está provocando que se pierdan muchos puestos de trabajo en la parte media de la pirámide económica, y  que el crecimiento del empleo en la parte superior esté desacelerándose.

Las predicciones, pues, son mucho más negativas de lo que creemos. "Los abogados, profesores o periodistas verán cómo se automatiza su trabajo, y con bastante éxito" señala Lord David Finkelstein, Editor Ejecutivo del diario The Times, toda vez que tareas en las que entendíamos que se necesitaba inteligencia humana, como era la calificación de exámenes escritos, es posible ya realizarla, "y bastante bien", a través de ordenadores.

Y dado que el grado de eficacia en la tarea va a ser similar y que las máquinas son más baratas que el trabajo humano, es claro que "se van a necesitar menos personas en el proceso productivo". Una situación que puede intentar paliarse en las sociedades occidentales a través de nuevas políticas redistributivas, y en ese sentido van algunas de las propuestas que se están debatiendo en Gran Bretaña estos días, como la reducir impuestos a aquellas empresas que suban el sueldo a los asalariados peor retribuidos. Pero todo tiene sus límites, afirma Finkelstein, no solamente porque la aplicación de ese tipo de políticas puede generar problemas, sino porque no termina de solucionar un problema de fondo complejo y profundo.

La respuesta más popular

Dado que las políticas fiscales, tanto en lo que se refiere al aumento de la presión como a su rebaja, no son la panacea y que la tendencia a la reducción de puestos de trabajo parece imparable, nos encontramos ante una encrucijada a la que debemos dar respuesta urgente. La más habitual y la más popular es la que señala la necesidad de que nos formemos (y formemos a nuestros hijos) en matemáticas y ciencias, de modo que seamos nosotros los que mandemos sobre las máquinas y no al revés. Pero esta solución tiene mucho de ficticio porque en un entorno de destrucción de empleo poseer un mejor currículo puede ser individualmente útil, pero deja el problema intacto: aun cuando cuenten con mejores armas, mantiene al mismo número de luchadores en la arena compitiendo por los mismos premios.

El empleo en los años próximos va a ser un asunto central, como lo será el manejo de las tensiones sociales que causará el descenso de número de puestos de trabajo. Sin embargo, el asunto parece pasar desapercibido, preocupados como estamos de generar políticas que aseguren la devolución de intereses de deuda y no de generación de puestos de trabajo. El problema sigue ahí: harán falta menos seres humanos…

– Esto es lo que pasa cuando un país (como España) tiene demasiados universitarios (El Confidencial – 20/8/15)

Hoy en día la idea de que el mercado laboral no puede absorber todos los universitarios que produce está popularmente extendida. Un informe nos ayuda a entender mejor tan peligrosa situación

(Por Héctor Barnés)

Uno de los lugares comunes más oídos durante la crisis es que España tiene demasiados universitarios y que no hay sitio para todos ellos. Que sea un cliché de las conversaciones de barra de bar no quiere decir que no sea verdad. Entre los años setenta y el 2000 la población universitaria se cuadriplicó (de 360.000 estudiantes del curso 1970/71 a los 1.580.000 del curso 1999/2000), una lógica reacción a la baja cualificación de un país que había pasado años bajo una dictadura y en la que muy pocos podían permitirse disfrutar de educación superior. La universidad, gracias al esfuerzo público, pasó de ser un organismo elitista a llegar a las masas. Culturalmente, disponer de una carrera se convirtió en la fórmula que muchas familias consideraron idóneas para que sus hijos accediesen al mercado laboral.

Partes: 1, 2, 3, 4, 5, 6, 7, 8, 9
 Página anterior Volver al principio del trabajoPágina siguiente 

Nota al lector: es posible que esta página no contenga todos los componentes del trabajo original (pies de página, avanzadas formulas matemáticas, esquemas o tablas complejas, etc.). Recuerde que para ver el trabajo en su versión original completa, puede descargarlo desde el menú superior.

Todos los documentos disponibles en este sitio expresan los puntos de vista de sus respectivos autores y no de Monografias.com. El objetivo de Monografias.com es poner el conocimiento a disposición de toda su comunidad. Queda bajo la responsabilidad de cada lector el eventual uso que se le de a esta información. Asimismo, es obligatoria la cita del autor del contenido y de Monografias.com como fuentes de información.

Categorias
Newsletter