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Biografías de filósofos presocraticos y filósofos de la naturaleza (página 2)



Partes: 1, 2, 3

Consideremos el movimiento de un cuerpo que cae libremente. La dirección del movimiento coincide con la dirección del campo. Como la intensidad del campo, viene dada por la expresión G = F / M, F = MG y en tales condiciones, el cuerpo cae bajo la acción de una fuerza constante, lo que implica que su movimiento sea uniformemente acelerado. Cuando el cuerpo es lanzado verticalmente hacia arriba, actúa sobre él la fuerza ejercida por el campo gravitacional que le imprime una aceleración en dirección contraria a su movimiento y como consecuencia, la velocidad de ascenso del cuerpo va disminuyendo progresivamente, hasta anularse. El cuerpo se encuentra en su altura máxima y, desde entonces, el movimiento cambia de dirección y el cuerpo cae.

Ustedes pueden observar que estas fuerzas se aprecian por las consecuencias que produce el movimiento. Sin el movimiento, las fuerzas serían totalmente nulas, pues aun cuando los cuerpos se hallan sobre una superficie, la fuerza de gravedad imprime un movimiento sobre tales cuerpos, los cuales tienden hacia la tierra. Ello nos permite pensar que aun cuando la fuerza exista, si no posee movimientos internos en ella que la transformen en energía, es imposible determinarla tanto matemáticamente como metafísicamente. A mi parecer, el rozamiento de los cuerpos en la tierra se produce por secuencias de movimientos magnéticos que son atraídos por la gravedad del Universo y no por la gravedad de la Tierra, pues ésta no se halla en la Tierra, sino en el Universo. Lo que acontece es que algunos planetas reciben más fuerza por parte del Universo y otros reciben menos. Esto depende de las distancias del Universo a su centro de explosión, ya que el universo sigue explotando continuamente y generando nueva materia. Desde su centro de explosión, por esta razón nos alejamos continuamente del centro primitivo. Esto no implica que al alejarnos del centro o del origen primitivo estemos cercanos a un accidente. De hecho, siempre hemos estado expuestos. Lo que conserva la estabilidad de nuestra galaxia es el hecho de que la fuerza del origen nos atrae y la fuerza del fin nos atrae pues el fin del Universo es el vacío. Estas dos fuerzas anulan la poderosa fuerza y permite el equilibrio por parte y parte. Siempre pensamos que los cuerpos se mueven en el espacio. El espacio también se mueve en los cuerpos. El Universo en el vacío y el vacío en el Universo, pues el tiempo es uno de los vacíos de esta dimensión. En otros universos el tiempo no existe; allí el tiempo es una fuerza absolutamente nula.

En su cosmología Anaxímenes dice que la Tierra es plana y cabalga sobre el aire, de modo semejante al Sol. La Luna y los demás astros ígneos cabalgan en el aire porque también son planos. Esta idea es un poco ingenua, nada parecida a la brillante idea del astrónomo Aristarco de Samos. Los investigadores e historiadores nos exponen la elevada abstracción de este gran pensador. Dicen: "a Aristarco de Samos debemos la obra de las dimensiones y distancias de la Luna y del Sol a la Tierra, determina con bastante exactitud las magnitudes relativas del Sol y la Luna, pero los más interesantes son los trabajos en los que deja entender que todos los movimientos de la esfera celeste resultan tan comprensibles si se admite que el Sol se encuentra en el centro de un sistema planetario y que los planetas giran a su alrededor". El gran descubrimiento de Aristarco de Samos fue olvidado y sólo 1800 años después, Copérnico y Galileo restituyeron dicho descubrimiento a la ciencia.

Jóvenes, estudien, no pierdan tiempo porque les digo que el honor es expuesto a mil humillaciones y ultrajes, y más, cuando nacemos en la capa de la sociedad marginal. Aun así, sin esperar nada a cambio, nos dedicamos a las letras y a la ciencia porque tal pasión es tan grande, que poco la podemos comprender. Espero que se hayan apropiado de la doctrina de Anaxímenes, la cual expone que el movimiento produce las transformaciones en el Universo y que sin éste nada se transformaría. Por el movimiento se pueden apreciar los fenómenos de la naturaleza, más si el hombre no fuera el poseedor de la razón, el movimiento por sí solo nada sería, pues conservaría siempre su esencia accidental. Gracias a nosotros, lo seres pensantes, el movimiento posee significación, es decir: que nosotros somos más que el movimiento, el movimiento es para nosotros un objeto de análisis y no nosotros para el movimiento pues él es algo accidental y no nos puede analizar a nosotros porque no piensa. Es un simple fenómeno sujeto a nuestra conciencia y percepción acerca de la realidad de las cosas.

Pitágoras, (588 – 500 A. C): filósofo y matemático griego, cuyas doctrinas influyeron en Platón. Pitágoras es considerado el padre de la filosofía idealista. Habiendo huido de la isla de Samos tras la victoria del Demos que había entregado el poder al tirano Polícrates. Encuentra refugio entre los nobles que reinan en Croton, el Demos sublevado reemplaza el régimen aristocrático por la democracia esclavista Pitágoras. Fundó un movimiento con propósitos religiosos, políticos y filosóficos conocido como pitagorismo. La filosofía de Pitágoras se conoce solo a través de las obras deus discípulos.

Queridos jóvenes, observen que todos los hombres por más eruditos que lleguen a ser, directa o indirectamente son influenciados por algún movimiento político. Algunos de nuestros filósofos trataron con bastante profundidad d todas estas materias. Ejemplo: en mi país se utiliza el sistema propuesto por Maquiavelo en su obra "El príncipe", cosa que poco percibimos. Cuando existe democracia se utiliza el sistema del filósofo Juan Jacobo Rosseau y su obra "El contrato social". Los filósofos y sociólogos observan la situación política de una manera verdadera, por lo cual tratan de otorgar conciencia a las masas. En fin, pese a los esfuerzos, la explotación del hombre por el hombre siempre subsistirá en distintos grados y con diferentes sistemas, pero todos llegan siempre a lo mismo, es decir: "la explotación". Existen gobiernos explotadores que son más patriotas como el gobierno del gran presidente venezolano, el cual es un gran pensador. Pocos gobernantes como él han nacido, ya que este legislador ha pensado en la educación de un pueblo entero, lo cual nos demuestra que ha dado a su nación el mayor de todos los regalos humanos, es decir: la educación.

Volviendo a nuestra antigua memoria obsérvese que Pitágoras, como cualquier hombre viviente, fue absorbido por la cosa política pues todos nosotros nos hallamos dentro de un sistema económico, ejecutivo, judicial y legislativo. Esta tendencia de Pitágoras por la política es manifestada por los investigadores de la historia que anotan la siguiente máxima: "Polícrates se glorificó con grandes obras públicas, hizo construir un vasto muelle y un acueducto para el que hubo de abrirse un túnel de siete estadios, (más de un kilómetro) a través de la montaña; así mismo, hizo erigir un templo: el mayor de todos los templos. Invitó a su corte al poeta Anacreonte y al médico Democedes, pero desterró de Samos a Pitágoras, portavoz de la nobleza". Pitágoras fue un hombre magnífico, ya que siendo un eminente matemático no renunció al análisis de la cosa política. Algunos filósofos pasan por alto esta clase de materias, lo cual demuestra que son indiferentes. ¿Porque qué otro nombre podemos darles? Si el filósofo desea indagar esta clase de objetos, lo puede hacer, gracias a las poderosas cualidades que se obtienen con el estudio de la filosofía, las cuales le permiten llegar al conocimiento de las causas y por ellas es que sabe de qué manera funciona la totalidad del sistema. Todo filósofo debe emitir un juicio sobre este asunto pues los filósofos no sabe n que la cosa política existe, ellos saben el por qué. Esa es la gran diferencia. Todos sabemos que algunas cosas existen porque las vemos o las vivimos, pero muy pocos sabemos por qué existen tales cosas, cómo se originan y cómo funcionan. Los pitagóricos creían que su doctrina no era accesible más que a la aristocracia, y que debía ayudar a ésta a dominar a la masa del pueblo. ¿Por qué pensaban esto? ¿Quizás por su saber matemático relacionado con el misticismo?

Jóvenes, uno de los más grandes pensadores que ha pisado la faz de la tierra emitió un juicio totalmente diferente. José Celestino Mutis dijo: "los más de los hombres han creído que las matemáticas son un estudio a que muy pocos deberían destinarse. La fuente de este error ha nacido de la utilidad que aquellos se imaginan o de la ponderada dificultad de esta ciencia; pero si se llegaran a conocer la necesidad de las matemáticas, la facilidad con que se adquieren y su estrecho lazo con las demás artes y ciencias, convendrían en que todos las deberían aprehender". He aquí pensamientos equívocos por parte de la aristocracia pitagórica, los cuales se encontraban envanecidos por su conocimiento matemático, sin tomar en cuenta que la matemática nació como respuesta a la necesidad por la que pasaban los pueblos. Por esta razón, el cultivo de este saber es justo y necesario. Es más probable encontrarnos con ecuaciones que encontrarnos con los conceptos que se tienen de la matemática, en fin, tanto el primer elemento como le segundo son importantísimos. Enunciemos pues, algunas definiciones con el fin de formar en nuestras mentes una estructura mucho más amplia que nos permita referirnos a la matemática de una manera adecuada y diestra. La matemática es la ciencia que estudia las magnitudes numéricas, espaciales y las relaciones que se establecen entre ellas. Comprende, entre otras ramas, la teoría de conjuntos, la aritmética, el álgebra, el cálculo infinitesimal e integral, la teoría de funciones, el cálculo de probabilidades y la geometría. Las matemáticas puras estudian las propiedades de los entes abstractos, tales como figuras geométricas y números. Las matemáticas aplicadas consideran las propiedades de aquellos entes abstractos en relación con los cuerpos u objetos y con los fenómenos físicos. Tienen aplicación en casi todas las ciencias. Algunas de estas (astronomía mecánica) para ser admitidas, han de ser demostradas. Las deducciones sucesivas parten de unos principios admitidos sin demostración. Axiomas, postulados y definiciones, e n toda demostración cabe distinguir los antecedentes (hipótesis) y las conclusiones que se desean obtener (tesis).

Jóvenes, expuse algunos criterios referentes al gobierno venezolano, por lo cual les aconsejo que piensen por sí mismos y no permitan que mis influencias negativas los contagien. Ustedes razonan mejor.

Pitágoras contribuyó de manera notable a la geometría. Por esta razón, escuchemos un testimonio de aquello que venimos diciendo. "El ori gen de las matemáticas se remonta a unos tres mil años antes de Cristo con la aritmética comercial sumeria y la geometría caldea utilizada para medidas agrarias. De hecho, la geometría como proceso deductivo, apareció mucho tiempo después en Grecia con Tales de Mileto y Pitágoras de Samos". La física utiliza bastante los elementos geométricos, elementos que fueron en cierta medida pulidos por Pitágoras, el cual, como filósofo que fue, participó del amor que genera la madre de todas las ciencias es decir: la Filosofía, la cual parece haberse desprendido de las ciencias, pero no es así. Ella se halla en la esencia primitiva perteneciente a todo conocimiento científico. Uno de los más grandes humanistas se refiere a la matemática de una manera preciosa. Juan Luís Vives y su obra magna "Las disciplinas", nos ilustra algo maravilloso acerca de las mismas pues estas no fueron afectadas por los plagiadores y comentaristas, los cuales, deseando alcanzar gloria, manoseaban las obras de los antiguos. Dice: "aquellas artes que versaban acerca de la cuantidad llamáronlas los griegos: matemáticas. (Que equivale a decir disciplinadas) Ala cuantidad hicieron la doble, de volumen y número, única es la disciplina que trata de la cuantidad del volumen. A la que la medida de la tierra llamáron la geometría. Única es también la disciplina que trata de la cuantidad del número, a saber: la aritmética, cuya etimología da a entender la materia. La geometría trasladada a la esfera celeste hizo la astronomía. El número aplicado a la armonía hizo la música. Los tamaños, en relación con la fuerza y la visualidad, nos dieron aquella parte de las matemáticas que se llama perspectiva y la que los griegos llamaron optica.

Así es que todas estas hijuelas de las matemáticas, dos son artes simples o universales y tres compuestas o espaciales como derivadas de la generalidad. No se descubrieron más porque no aplicaron el ánimo a más diligentes pesquisas o porque, a pesar de sus esfuerzos, no pudieron conseguir la auditiva como consiguieron la perspectiva. De aquella, de la auditiva digo, "algunos, al soslayo como quien muestra con el dedo, hicieron algunas insinuaciones acerca de cómo el so nido se extiende por el aire, cómo se produce el eco de los sonidos que se oyen cerca y lejos, de la resonancia, de las cavidades y algunos otros fenómenos". (CAPÍTULO ÚNICO)

Jóvenes, les recomiendo escudriñen la obra de Juan Luís Vives, ya que la misma es una obra magna de cultura general, aparte de que el autor fue un gran humanista. José Ingenieros nos ilustra algo que se puede aplicar a nuestros hermanos los matemáticos. Dice: "los prácticos no han hecho más que aprovecharse de su esfuerzo, vegetando en la sombra". (III, LOS TEMPERAMENTOS IDEALISTAS) ¡Claro , algunos matemáticos como también algunos físicos y filósofos, los cuales no producen nada nuevo o no producimos. Porque no me voy a envanecer, pues nada nuevo he hecho. Nuestro amigo Platón se refiere a una de las ramas abordadas por Pitágoras. Escuchemos: "por consiguiente, la geometría atrae al alma hacia la verdad. Forma en ella el espíritu filosófico, obligándola a dirigir a lo alto sus miradas. En lugar de abatirlas, como suele hacerse, sobre las cosas de este mundo" (LIBRO SÉPT IMO DE LA REPÚBLICA) Pitágoras es famoso por su hermoso teorema, "hipotenusa al cuadrado = a al cuadrado + b al cuadrado". Esto es en un triángulo rectángulo: el cuadrado de la hipotenusa es igual a la suma de los cuadrados de los catetos. En física se utiliza el teorema de Pitágoras para determinar el movimiento de algunos cuerpos en el espacio. Pitágoras vio en el número la esencia de las cosas y el ritmo de la existencia. Así mismo parece de fuente oriental su escala a 7 sonidos basada en el encadenamiento de la proporción 2/3 (quinta sobre la longitud) a Pitágoras siempre lo relacionamos con le saber matemático. Les aconsejo apreciar el bello poder de la matemática, ya que la misma es conveniente al intelecto, el cual se hace más calculador y preciso, trátese de cualquier materia que se quiera abordar.

Cuando pensamos en un verdadero filósofo, físico, químico, biólogo, matemático, astrónomo, historiador, sociólogo, y literato es maravilloso concebirlos como los describe un talentoso pensador que dice: "cuando se tiene conciencia de estar en posesión de alguna verdad muy valiosa, sobre todo si se cree que está relacionada con alguna clase de bienestar presente o futuro de los individuos o de la sociedad, una de las posibles tendencias constatables en algunos seres humanos a lo largo de la historia, es recluirse en grupos cerrados, conseguir su verdad en un secreto celosamente guardado y dedicar la existencia al cultivo de la misma al margen de la vida diaria del resto de los ciudadanos. En casi todas las culturas y tiempos surge la sociedad monacal en sentido amplio, es decir, la comunidad de personas que renuncia a vivir simplemente como el resto porque piensan que están llamados a una actividad más excelsa o que merecen más la pena otras realidades, cultas o desdeñadas por la mayoría de los seres humanos". A esto me he refiero desde el principio cuando les dije que pueden escapar a ser domesticados por las sociedades costumbristas llegando a ser genios de calidad, de cátedra, magisterio intelectual y otras tantas virtudes que hablaré en otro tratado, cosas que los mismos políticos con todo su dinero poco entienden. Sueñen, sean los mayores idealistas, sacrifiquen el sueño y estudien, formen generaciones de pensadores pero, ante todo, sean sencillos. No crean que los títulos los harán ser mejores que sus padres o alumnos, mujeres e hijos. Lo que más permite reconocer a un entendido es su dignidad y sencillez. Pero no sean como el común denominador de la gente que pierde el tiempo en cuestiones que no edifican la mente, el intelecto y el espíritu. Dejad que otros gocen por no ser como sois: genios idealistas y prácticos, que se conozca Colombia como se conoce Grecia. Sebastián Jans nos puede ilustrar acerca de la teoría pitagórica o de Pitágoras mismo. Dice: "una de las más conocidas herencias del pitagorismo, las matemáticas, lo constituye el teorema de la hipotenusa, más conocido como el teorema de Pitágoras". No está claramente establecido si éste fue obra del maestro o de sus discípulos, ya que los pitagóricos fueron grandes matemáticos que acostumbraban atribuir a Pitágoras todos sus descubrimientos. Su efecto sobre la geometría será de importancia fundamental al punto que constituye una referencia obligada para muchas disciplinas del conocimiento, no sólo en cuanto a las relativas, a las matemáticas. No en vano Kepler aseveraría que junto a la proporción áurea, el teorema de Pitágoras, eran dos joyas de la geometría. Sebastián Jans nos explica el teorema y adicionalmente hace algunas demostraciones. Pues bien, ilustrémonos un poco. La matemática para los pitagóricos, significa el conocimiento por excelencia. La clasificaron en cuatro ramas: aritmética, geometría, música y astrología constituyendo el "Quadrivum" de las ciencias que perduraría por dos milenios. Ahora veamos la parte musical: la fundamentación axiomática de la armonía pitagórica es relatada por el astrónomo Ptolomeo (130 D. C). En su obra sobre armonía, los axiomas pueden expresarse así:

  • 1) a los sonidos musicales corresponden números, a los del mismo tono el mismo número. A los de distinto tono, números distintos.

  • 2) los números correspondientes a sonidos consonantes se comportan entre sí como el numerador y el denominador de las fracciones más perfectas. A / B son aquellas en que el numerador es múltiplo del denominador, a = N B, o bien aquellas en que sobrepasa B en una parte de B, es decir a = B + B / N y esta relación es tanto más perfecta cuanto más simple, es decir, cuanto más pequeños sean.

  • 3) a la octava, como más perfecta debe corresponder3 / 2 y a la cuarta 4 / 3. Ésta es una explicación asombrosamente acertada de la naturaleza del sonido como una sucesión de percusiones en el aire. Nótese la contribución de este gran filósofo y matemático. Muchos artistas pasan y después pocos los recuerdan pero a los pensadores, generaciones tras generaciones, se sientan atentamente a escucharlos.

Ustedes se preguntarán por qué no abordo la parte mística de Pitágoras y su doctrina. Les puedo asegurar que casi todos los ensayos sobre Pitágoras abordan estas cuestiones místicas. Y como aprecio el tiempo de ustedes no deseo que lo pierdan en cuestiones como éstas. Al filósofo le corresponde estudiar matemáticas. La física se sirve de una manera maravillosa de las matemáticas, ejemplo: la hidrostática, la cual siendo una rama eminente de la física, utiliza fórmulas bien complejas que s e aplican conforme a la necesidad que demande la observación fenoménica del ente en estudio. Como ustedes ya saben, la hidrostática es la rama de la física que estudia los líquidos en reposo. Los fluidos son cuerpos que tienen las siguientes características:

-no tienen forma propia: su forma es la del cuerpo que los contiene. Ejemplo: una vasija, esa es la forma del fluido, es decir, forma de vasija, ya que la misma lo contiene. Si fuese una botella de vino esa sería su forma.

-sus moléculas tienen libertad de movimiento. Los líquidos en reposo los podemos alterar de varias formas. Una de ellas es la presión. Ésta depende no sólo de la intensidad de la fuerza, sino también de la superficie sobre la cual actúa. Ejemplo: si introducimos una tabla de madera en el agua, apreciamos que se realiza menos esfuerzo en la posición a que en la posición b, ya que en ésta la tabla presenta mayor superficie de contacto, por tanto, se necesita mayor fuerza para ejercer la misma presión . En consecuencia, podemos definir la presión como la fuerza que se ejerce sobre la unida d de superficie. Si F es la fuerza y S la superficie, la presión será P. Expresemos: P = F / S. Pitágoras fue plenamente consciente que las hermosas y divinas matemáticas poseen su ente material y abstracto. El filósofo y matemático e historiador rumano Matila C Ghyka nos puede ilustrar lo que os afirmo acerca de la consciencia pitagórica y de los dos entes. Dice: "las construcciones matemáticas de los griegos obedecían a una cosmovisión de contenido lógico que separaba el número en dos clases: el número divino o el número idea, y el número científico propiamente dicho. El primero es modelo ideal del segundo. En el número científico están contenidas todas las cosas materiales y las formas dependiendo de la cantidad, la calidad, la estructura y sus disposiciones como consecuencia de un principio o arquetipo rector del universo: el número divino". ¡Vaya, maravilloso, no lo creen! Considero que el ente material abarca todo lo cuantitativo de la matemática y el ente abstracto todas las cualidades del ente cuantitativo. Thomass Kuhn, en su obra "LA REVOLUCIÓN COPERNIANA, VOLUMEN II) nos permite conocer una de las cartas de Copérnico. Allí encontramos testimonio de la doctrina pitagórica. D ice: "me preguntaba una y otra vez si debía exponer por escrito mis comentarios para demostrar su movimiento. [Este movimiento del que habla Copérnico es del movimiento terrestre de traslación] Sigue: "o por el contrario, si no era mejor seguir el ejemplo de los pitagóricos y algunos otros que, tal como lo testimonia la carta de Lisias a Hiparco, solían trasmitir los misterios de la filosofía sólo a sus amigos y allegados, y no por escrito, y sí de viva voz".

Jóvenes, Pitágoras enseñaba oralmente su doctrina con el fin que sus discípulos ejercitaran la memoria a largo plazo, así no se confiarían de lo escrito pues los griegos consideraban conveniente ejercitar el espíritu. Una de las formas para ejercitar el mismo, era utilizar permanente la memoria, Platón mismo dijo que para ser filósofo era necesario poseer una vasta memoria. Thomass Kuhn nos refiere algo concerniente a las intuiciones del astrónomo Kepler, las cuales eran neoplatónicas y, si hablamos de intuiciones neoplatónicas, tendremos que observar en ellas caracteres pitagóricos pues Pitágoras concebía el Universo como algo armónico, ya que los planetas en su traslación emitían notas musicales en el espacio que podían ser oídas por el espíritu de la intuición metafísica. La metafísica y la física teórica se cruzan en los niveles más profundos de las intuiciones universales. Ellas generan diferentes interpretaciones acerca del ser de la naturaleza.

Thomass Kuhn dice: "mucho antes de iniciar sus trabajos sobre órbitas elípticas o de enunciar la ley de las áreas bajo sus formulación moderna, Kepler ya había elaborado esta ley de la velocidad, inversamente proporcional a la distancia para reemplazar, a un mismo tiempo, la antigua ley de movimiento circular uniforme y la variante de Ptolomeo que permitía la existencia de un movimiento uniforme con respecto a punto ecuante. Ciertamente Kepler se sacó de la manga esta primera ley de velocidad, gracias a una extraña intuición, rápidamente arrumada por sus sucesores sobre las fuerzas que deberían gobernar un universo solar. Por otro lado, este enunciado primitivo de la Ley de Velocidades no es totalmente correcto. La ley de las áreas, la denominada Segunda Ley de Kepler, no es del todo equivalente a la que relaciona inversamente velocidades y distancias, siendo algo más precisos los resultados deducidos a partir de la primera de ellas. No obstante, cuando se emplean en el cálculo de las posiciones planetarias, ambas formulaciones de la Ley de Velocidades conducen a previsiones casi idénticas. Kepler creyó, equivocadamente, en la equivalencia de ambas leyes, empleándolas indistintamente a lo largo de toda su vida. A despecho de sus resonancias visionarias y poco ortodoxas, el primitivo enunciado neoplatónico de la Ley de Velocidades se reveló, fundamentalmente, en las más fecundas investigaciones de Kepler. Al contrario de cuando hace referencia a su deducción de la Ley de Velocidades, el trabajo de Kepler sobre las órbitas elípticas se basó por completo en el más minucioso y completo estudio de las mejores observaciones astronómicas disponibles. Probó, una tras otra, una serie de órbitas, abandonándolas después que laboriosos cálculos mostraran su desacuerdo con los datos recopilados por Brahe. Las escrupulosas tentativas de Kepler para ajustar sus órbitas teóricas a los datos objetivos de que disponía, se cita muy a menudo como uno de los primeros ejemplos del método científico por excelencia. No obstante, tampoco la Ley de las Órbitas Elípticas, conocida bajo el nombre de Primera Ley de Kepler, fue exclusivamente extraída de la observación y el cálculo. A menos que se suponga que las órbitas planetarias se cierran sobre sí mismas (conocimiento adquirido en época posterior a la de Kepler), se necesita una ley de velocidades para poder calcular la forma de aquellas a partir de datos obtenidos por observación a simple vista. Así pues, cuando analizaba las observaciones de Brahe, Kepler hacía uso constante de sus primitivas intuiciones neoplatónicas. (CAPÍTULO 6)

Jóvenes, obsérvese la influencia filosófica de Platón en el gran astrónomo Kepler: la filosofía contribuyéndole a la astronomía. Por esta razón decimos que la filosofía genera en las ciencias un entendimiento mucho mayor, aun cuando al principio de las indagaciones abstractas, no se vea claramente el rigor con que se intentan demostrar las deducciones metafísicas descubiertas por los dominios de la experiencia y la razón.

Heráclito: (AP 544-AP 483 A. C) Filósofo griego, materialista y dialéctico. Natural de Efeso (Asia Menor), de linaje aristocrático. Su obra sobre la naturaleza, de la que nos han llegado sólo fragmentos, era famosa en la antigüedad clásica por la profundidad de su pensamiento y lo enigmático de su exposición. De aquí que se le llamara "El Oscuro".

Hoy, toda la gente está de fiesta. Escucho música y desorden social. Mis padres duermen mientras yo os escribo. La vida de un filósofo es u n camino de sabiduría, el cual no es fácil pero tampoco imposible. En cuanto al amor, he sido racionalista a causa de la filosofía.

¡Pero, vaya!, hoy quisiera dialogar con una mujer virtuosa y quizás amarla, aunque os digo que esta magia siempre la desaparezco con la luz de la razón hasta que halle a una mujer de virtud. Entonces entenderé un poco al corazón, antes no. En los momentos en que bebo vino con mis amigos, la pasó muy bien pues no representa para mí una rutina y sí algo que me aleja de la misma.

Según Heráclito, la sustancia primera de la naturaleza es el fuego. La más susceptible de cambio y la más móvil. Del fuego procede el mundo entero, las cosas singulares y hasta el alma: "este mundo, que es el mismo para todos, no lo ha creado ninguno de los dioses o de los hombres, sino que siempre fue y será fuego eternamente vivo, que se enciende con medida y se apaga con medida". Lenin observó que es te aforismo constituye una exposición excelente de los principios del material ismo dialéctico: (+ XXXVIII, pág 347) Todas las cosas surgen del fuego en virtud de una necesidad que Heráclito denomina "logos". El proceso universal es cíclico.

Transcurrido el gran año, todas las cosas se convierten otra vez en fuego. La vida de la naturaleza es un proceso constante de movimiento. En ese proceso, toda cosa y propiedad se transforman en su opuesto: lo frío se vuelve caliente y lo caliente, frío, etc. Como quiera que sea, al cambiar incesantemente, se renueva.

No es posible entrar en el mismo río dos veces. En la vida humana este paso es todo lo contrario: no es un simple cambio sino una lucha universal. El padre y rey de todas las cosas en la lucha de contrarios manifiesta, sin embargo, su identidad: una misma cosa es el camino hacia arriba y el camino hacia abajo. La vida y la muerte, la universalidad del cambio y del paso de cada propiedad a su contrario hacen que todas las cualidades sean relativas. En base del conocimiento se encuentran. Las sensaciones, si algo quedara encubierto a la luz perceptible por los sentidos, no podría escapar a la luz de la razón. Heráclito contrapone su concepción que del mundo tienen la mayor parte de sus contemporáneos y conciudadanos. Las ideas aristocráticas de Heráclito, acerca de la sociedad, se dan en él con algunos rasgos progresivos: Heráclito se manifiesta contra el derecho consuetudinario tradicional defendido por los aristócratas, al que contrapone la ley promulgada por el estado. Ley por la cual los hombres han de luchar como por los muros de su ciudad natal. Como podemos observar, Heráclito rompe definitivamente con el esquema tradicional de algunos, el cual afirmaba que el mundo había sido creado por los dioses, ya que a todo hombre le es difícil abandonar sus creencias. Por esta razón, Alejandro Magno respetaba las creencias de los pueblos que sometía y luego involucraba la necesidad como uno de los orígenes de cambio.

Ustedes notarán en la vida cotidiana, las miles de necesidades que obligan al ser humano a moverse en busca de medios que suplan las mismas. Heráclito resalta la necesidad de los contrarios como principios netos para el conocimiento de las cosas. Ejemplo: si lo masculino no fuese lo contrario de lo femenino, seríamos incapaces de saber que la mujer es femenina y el varón masculino. Entonces veríamos hombres actuando y viviendo como mujeres y no podríamos apreciar que son afeminados como apreciamos los contrarios en la naturaleza. Nos alegramos de que la mujer sea única. Así los afeminados por más que lo intenten, no conseguirán hacer lo que la naturaleza hace conforme a las leyes mecánicas de orden y armonía. Es decir, cosas perfectas. Al referirse Heráclito a la lucha como el padre y rey de todas las cosas, se refiere al evolucionismo de Anaximandro, el cual fue una idea gestada y desarrollada en Darwin. Además, formula la teoría de lo relativo. Como hoy en día dicen algunos que las verdades son relativas, al igual que Pitágoras, cae en el "ser hay" de la cosa política. Heráclito, al igual que Tales de Mileto, Anaximandro y Anaxímenes, piensa materialistamente, hallando la causa de los fenómenos en la naturaleza misma y no en los dioses. Quizás pensó que si los dioses existían no intervenían en la naturaleza del hombre y de las cosas, por lo cual no era necesaria su existencia. O tal vez ellos, como dioses no eran dioses y sí, fenómenos sujetos a su propia naturaleza como para andar pensando en la naturaleza de los hombres. Alguna vez escuché a un entendido decir, mientras leía su obra, que los dioses fueron creencias primitivas, ideadas por los hombres con el fin de suplir la necesidad de creencia en algo superior a la naturaleza humana, iniciado con el denominado culto doméstico el cual, con los días, se hizo universal en Grecia y Roma a causa de las estrategias políticas, con el fin de atemorizar a los hombres en conjunto y, así, poderlos dominar fácilmente.

Jóvenes, de la necesidad podemos pensar que es algo que se desprende de la esencia interna de los fenómenos, la cual designa la ley, e l orden y la estructura de los mismos. En la necesidad hallamos la causalidad, así la ley, el orden y la estructura de los fenómenos junto con la causalidad forman los contrarios dialécticos, los cuales se hallan ligados entre sí, no existiendo el uno sin el otro. En virtud de la unidad material del mundo, todo acontecimiento tiene una causa conectada en la concatenación y, en consecuencia, la necesidad es inseparable de lo universal; es lo universal en ser, es decir: la conexión universal absoluta. Los contrarios son una categoría que denota una de las partes de la contradicción. La unidad de los contrarios, de las partes y tendencias contrarias, forma la contradicción que es la fuerza motriz y la fuente de desarrollo de las cosas. Ejemplo: Aristóteles escucha sonidos, luego Aristóteles no escucha ningún sonido. Aristóteles, a causa de los sonidos que escuchó y ahora no escucha, puede juzgar el silencio por la ausencia de los mismos. Lo blanco a lo negro. Lo finito a lo infinito. Tanto el uno para el otro, así se diferencian entre ellos y, más, cuando se aplican a las cosas de esta manera, podemos analizar a los contrarios en sus más elevadas distancias, tanto experimentales como metafísicas y, sin embargo, su conexión es un vínculo absoluto, aun cuando cese el movimiento en el Universo pues la naturaleza, en su esencia primitiva y eterna, lleva en su ser la existencia automática de los contrarios, por lo cual, aquella conexión es la base para la diferenciación en los sistemas materiales.

Piensen detenidamente lo que les expongo y traten de colocarlo a prueba pues no me considero a mí mismo una autoridad eminente en esta clase de materias, pero si lo quieren juzgar, háganlo con fundamentos rigurosos demostrando que ustedes son en realidad filósofos científicos y no aquellos que abordan las cosas de una manera mediocre. Si ustedes escucharan personalmente a Heráclito, él los llevaría a la paradoja del devenir.

Recuerdo una tarde, cuando le explicaba a mi preciosa hermana la teoría de Heráclito, haberme quedado atónito ante la pregunta inocente de sus labios, pues ella me dijo: ¿qué es devenir? No tuve más respuesta que decirle: "Angie Marcela Rincón Naranjo, devenir es el concepto que se refiere a algo que cambia constantemente. Es decir, que nunca permanece en el tiempo, en el espacio, en el ser. Las cosas aparentan poseer una realidad en el espacio porque, si te fijas bien, las cosas en todo momento están cambiando de lugar. De esta manera ocupan otro espacio, el cual fue ocupado por algún cuerpo en algún momento del tiempo. De esta forma, no puedes determinar cuándo aquel cuerpo permaneció en el tiempo y en el espacio. Para que algo se ha de poseer una realidad fija que no cambie, que no mute, que no sea el resultado de transformaciones. Entonces, se puede decir que aquel objeto, en realidad, es un ser y no, una multitud de seres. Cuando alguien dice yo soy puede ser el resultado de su sociedad, de sus concepciones, de un accidente o resultado, de un cambio tan continuo en el tiempo que a veces se desconoce y se pregunta nuevamente ¿quién soy?" De repente me miró con asombro y me preguntó: ¿Dios es? Le conteste que sí porque "Dios es el único ser que conoce la realidad verdadera del ser del tiempo, del ser del espacio, del ser del ser, por cuanto se conoce a sí mismo y no se pregunta quién es él, ya que él ha llegado a la plenitud de su conocimiento y a la plenitud del conocimiento de todas las cosas". Lo único que escuché fue su sonrisa y luego continué mi exposición. A mis preciosas hermanas siempre les he hablado como a mujeres que son suficientemente entendidas para comprender cualquier concepción que los hombres se hagan del mundo.

Jóvenes, si tienen hermanos no les nieguen sus conocimientos. Hagan uso de la sabiduría que es otorgada a los filósofos que no se envanecen. A mi parecer Heráclito les daría la siguiente introducción para sumergirlos en la paradoja del devenir. Por lo negro conozco lo negro y no por lo blanco. Lo blanco por lo blanco y no por lo negro porque bien lo negro puede ser blanco y lo blanco, negro, como relativo de la sustancia. O por la conexión de lo negro y lo blanco, hallo lo gris. Luego separo lo gris, entonces hallo lo negro y lo blanco, pero sin conocer lo blanco y lo negro no podemos conocer lo gris, ya que lo gris es consecuencia de lo negro y de lo blanco.

Ustedes imagínense cómo proseguiría Heráclito. Estas cosas se pueden aplicar en la física teórica. Por esta razón, insisto que los filósofos estudien física y los físicos filosofía. Hace poco dejé de mostrar la relación que me propuse al principio, pero si ustedes observan hasta el más mínimo detalle, hallarán por sí mismos una gran diversidad de conexiones. Un gran escritor nos relata algo maravilloso acerca de Heráclito, y con esto terminamos, con el fin de pasar a otros filósofos: Heráclito, hijo de Biosón, (o según algunos, de Heraclón de Efeso) tuvo su acmé en la olimpíada 69. Llegó a hacerse sumamente altanero y desdeñoso como se deduce con claridad de su libro, en el que dice: "el conocimiento de muchas cosas no enseña a tener inteligencia pues, de ser así, hubiera enseñado a Hesiodo, a Pitágoras y hasta Jenojanes y Hecateo… acabó por convertirse en un misántropo, se retiró del mundo y vivió en los montes alimentándose de hierbas y plantas, convertido por esta causa en un hidrópico. Bajó a la ciudad y en enigmas preguntaba a los médicos si ellos serían capaces de convertir en seco el tiempo lluvioso. Como estos no le entendían, se enterró en un estercolero, con la esperanza de que con el calor del estiércol se iba a evaporar la hidropesía. Como ni aun así lo consiguió, murió a la edad de setenta años. 190 Diógenes Laercio. IX 1 (DK 22 a 1) Heráclito es estudiado por un crecido número de ensayistas muy profundos. Concedámosle a ellos el honor de llevar a cabo tan magnífica empresa, pues aquel estudio requiere de tiempo, ocio e investigación.

Parménides: Antiguo filósofo griego (C. 515 – C 440 A. C) Aproximadamente segunda mitad del siglo VI – comienzos del siglo V, (A. N. E.) de Elea, (Italia Meridional) Figura rectora de la escuela eleata. Parménides se representaba el mundo bajo, el aspecto de una esfera inmóvil y totalmente llena. Contraponía, de manera tajante, la "doctrina de la verdad" (la de que el ser es verdadero, es uno, eterno, inmóvil, indivisible y no contiene vacío) a la doctrina de la opinión (la de que existe una multiplicidad de cosas que surgen y pasan, se mueven, son divisibles en partes y están separadas entre sí por el vacío). La doctrina de la verdad es fidedigna; "la doctrina de la opinión sólo es verosímil. Parménides orientaba conscientemente la doctrina de la verdad contra la dialéctica de Heráclito y sus discípulos. En la doctrina de la opinión, Parménides exponía sus hipótesis astronómicas, físicas y fisiológicas. La física, ingenuamente materialista de Parménides, se basa en la conjetura de que existen dos principios: el activo de fuego y luz y el inerte oscuro. La desconfianza en los testimonios de los sentidos y la alta valoración del saber especulativo introducen en la doctrina de Parménides un elemento de idealismo e, incluso, de racionalismo mientras que la negación del movimiento hace de Parménides el fundador de la antigua metafísica griega.

Jóvenes, cuando Parménides se representa el mundo como una esfera inmóvil y llena, lo hace por dos razones. Primera: porque antiguamente se creía que la Tierra permanecía inmóvil. Debido a este fenómeno, los planetas y el sol giraban alrededor de la misma. Segunda: porque el Universo para los griegos era finito.

El área metafísica es diferente. La esfera es inmóvil porque la misma representaba en su sistema al ser, ya que si el ser se movía, cambiaba o mutaba, perdería su esencia como ser primitivo. Es decir, que el ser es causa y origen de todo en el Universo. Para Parménides el ser era inmutable y absoluto. Por esta razón, rechaza la doctrina de Heráclito llamándola opinión, ya que la doctrina de Heráclito era netamente materialista pues ésta se fiaba de los sentidos. Descartes nos diría que los sentidos varias de las veces engañan. La doctrina de la verdad forma su fundamento en la razón, la cual necesita de la experiencia pero no se limita a ella en su totalidad y sí en parte. El filósofo Manuel García Morente nos explica algunas cuestiones referentes a Parménides. Dice: "Parménides de Elea introduce la mayor revolución que se conoce en la historia del pensamiento humano". Parménides de Elea lleva a cabo la hazaña más grande que el pensamiento occidental, europeo, ha cumplido desde hace veinticinco siglos, tanto, que hoy seguimos viviendo en los mismos carriles y cauces filosóficos que fueron abiertos por Parménides de Elea, y donde éste empujó, con un empujón gigantesco el pensamiento filosófico humano. "La filosofía de Parménides no se puede entender bien sino se pone en relación polémica con la filosofía de Heráclito". Según Heráclito, resulta que una cosa es y no es al mismo tiempo, puesto que el ser consiste en estar siendo, en fluir, en devenir. Parménides, analizando la idea misma de devenir, de fluir, de cambiar, encuentra en esta idea el elemento de que el ser deja de ser lo que es para entrar a ser otra cosa. Parménides encuentra, pues, que dentro de la idea del devenir hay una contradicción lógica. Ahí está la contradicción que el ser no es, que el que es no es, puesto que lo que es en este momento, ya no es en este momento sino que pasa a ser otra cosa. Cualquier vista que tenemos sobre la realidad nos pone frente a una contradicción lógica, no nos pone frente a un ser. Dice Parménides que esto es absurdo. Él acaba de descubrir el principio lógico del pensamiento que formula en estos términos categóricos y estrictos: el ser, es; el no ser, no es.

Jóvenes, observemos que Parménides categoriza el ser y el no ser. Si analizamos, lo uno es falso y lo otro, verdadero porque lo que es realmente falso no puede llegar a ser verdadero. Ejemplo: tres más tres es igual a seis mil, lo cual es falso. Tres más tres es igual a seis, lo cual es verdadero. Si eliminan los dígitos que forman el mil, hallamos el seis, pero la sola proposición es falsa porque tres más tres no es seis mil. Si decimos el ser no es, nos contradecimos porque el ser es algo, no se halla vacío el concepto en nuestras mentes. Ahora, si decimos: el no ser es, la sola afirmación es contradictoria porque la nada no puede llegar a ser. Lo que no es, no es. Sería como decir que la energía nunca existió y llegó a ser. La energía es el ser, pues siempre ha existido. La energía no se crea ni se destruye, se transforma, pues ha subsistido siempre porque si decimos el no ser es, diríamos que de la nada se hizo la materia. O sea, del no ser. El no ser es un concepto vacío, por lo cual no existe. Si ustedes hablan del ser, lo hallan siempre en sus mentes como algo, ya sea como figuras, espacios o cosas que parezcan totalmente locas. Pero, sea como sea, siempre buscarán una forma al concepto "ser". Lo que sí podemos decir del ser, es que en su esfera física es experimental y en su esfera abstracta es ideal, lo cual nos permite modificar realidad. Si ustedes analizan el espacio móvil de las esferas metafísicas, se hallarán las ideas que pueden modificar la realidad de las cosas. En las esferas metafísicas existen partes que no son móviles y otras que lo son. Allí es donde los filósofos se van a los extremos. Unos se inclinan totalmente por las esferas móviles y otros por las no móviles. Por esta razón les expuse la necesidad del movimiento para las transformaciones y la necesidad del no movimiento cuando les dije que aun cuando cese el movimiento los contrarios siguen existiendo, pues los mismos son esencia de la materia universal.

En una de las frases del poema metafísico de Parménides, se puede hallar una gran verdad y, a su vez, se puede analizar una de las facetas de la sabiduría griega, la cual dice: "en poder de la severa justicia se hallan las llaves compensatorias". Cuando Parménides habla de la justicia compensatoria se refiere a la justicia divina y no a la de los hombres, pues era plenamente consciente que la justicia humana se puede obtener fácilmente: unas veces por sentimientos, otras, por conveniencia y, casi siempre, por dinero. Ejemplo: un hombre de bajos recursos que se dedica a la delincuencia es sorprendido robando una tienda de joyas que pertenece a un político. La sentencia en algunos países de la tierra por esta clase de delitos es de cinco a seis años de cárcel. Ésta es la sentencia inicial. Si el político desea hundirlo, levanta personalmente toda clase de cargos. Como consecuencia, la sentencia será de ocho a doce años de cárcel. Las condiciones en las que vivirá aquel individuo serán las peores, dignas de un animal. El mismo político, dos años después, es sorprendido robando al estado. El estado levanta cargos contra él con el fin de diligenciar algunos procedimientos jurídicos. Luego, lo beneficia otorgándole la casa por cárcel, es decir, la mansión por cárcel. Las condiciones en las que vivirá aquel individuo serán las más tranquilas posibles, dignas de un rey. Al terminar su sentencia, el estado lo recibe con los brazos abiertos con el único deseo de premiar su amorosa ambición, permitiéndole ocupar un cargo más lucrativo y beneficioso para él y sus amigos. La pregunta es: ¿a qué llamamos justicia los hombres? Por esta razón, Parménides se refiere a la justicia divina, dando a entender que la justicia eterna da a todos los hombres lo que se merecen conforme

a sus obras. Ésta fue la causa por la cual Platón rindió tributo a Parménides, ya que a un sabio le basta una sola frase para entender gran finitud de cosas. Sócrates y Platón utilizaron algunas bases de la doctrina de Parménides con el fin de diferenciar la opinión de la verdad. Otro verso del poema filosófico de Parménides nos permite reconocer la influencia que éste tuvo sobre el pensamiento de Rene Descartes, el filósofo francés. Parménides dijo: "porque el pensar y el ser son una y la misma cosa". Descartes dijo: "pienso, luego existo".

Jóvenes, tanto Parménides como Descartes no conciben la existencia del ser sin el pensamiento. En el ser de los hombres es necesaria una causa y ésta es la esencia porque la esencia hace que una cosa sea lo que otra cosa no puede ser. Sólo la esencia hace que tal cosa sea única. Por esta razón, el ser del hombre es único, y ninguna cosa puede ser como el hombre. La esencia se contrapone al concepto accidente, lo cual me hace pensar varias veces, que es más fácil concebir la existencia de la naturaleza universal como un accidente que la del hombre, ya que la del hombre se halla muy lejos de ser un accidente por la cualidad universal que sólo posee éste y ningún otro ser, es decir, el pensamiento. Otra causa necesaria es la materia, la cual puede materializar el pensamiento del ser y, a su vez, servir como soporte físico para pensarse a sí mismo. En la experiencia material, el pensamiento puede modificar sus intuiciones metafísicas con el fin de abarcar extensiones cada vez más amplias del microcosmos como del macrocosmos. Sólo así puede pensarse a sí mismo y permitir que otros seres semejantes a él se piensen a sí mismos. El pensamiento absoluto ya no se piensa a sí mismo porque ya se conoce en su totalidad. Sólo nosotros nos pensamos a nosotros mismos. Ésta es la causa por la que el pensamiento absoluto piensa de nosotros multitud de cosas cada vez que nos observa y analiza. Otra causa es el movimiento por el cual todas las cosas se transforman, pero nótese que el movimiento es vital para los hombres y para las cosas, pero nada más esencial en el universo entero que la consciencia, ya que la misma genera el pensamiento cuando podemos ser conscientes de la realidad de nosotros como seres y de la realidad de las cosas. En la conciencia se guardan las esferas del pensamiento y las experiencias de cualquier conocimiento.

Zenón de Elea (490 – 430 A. C) Fue uno de los representantes de la Escuela Eleática y el primero en introducir el uso de la forma dialogada. Es conocido por sus paradojas lógicas que plantean en forma negativa importantes cuestiones sobre la naturaleza dialéctica del movimiento. Para Zenón el ser no es contradictorio, y si lo es, se trata de un ser imaginario (aparente). Las paradojas de Zenón se reducen a demostrar que:

1- Lógicamente es imposible concebir la multiplicidad de las cosas. 2- Admitir el movimiento conduce a una contradicción.

Las más conocidas son sus paradojas contra la posibilidad del movimiento. "Aquiles y la tortuga", "La flecha" y otras (aporía). Lenin, reflexionando sobre los argumentos de Zenón subrayó el acierto de la objeción de Hegel: "moverse significa hallarse en este lugar y al mismo tiempo, no hallarse en él. Es la unidad de la discontinuidad y la continuidad del espacio y el tiempo, lo que hace posible el movimiento.

Jóvenes filósofos y físicos, el movimiento es tan esencial que, gracias al mismo, las cosas se transforman. Sin movimiento nada sería aun cuando hubiese materia porque la materia sin movimiento es semejante a la nada. Pienso que el movimiento debe ser el origen de la materia, de las transformaciones y fenómenos que le ocurren al mismo. La materia fue el mayor de todos los fenómenos ocurridos al movimiento. Quizás si todo en el Universo se quedara quieto, cesarían las transformaciones de la materia y lo abstracto de las cosas. Sólo se hallaría un estado, es decir, la culminación de la naturaleza evolutiva o mutante. Esto ocurriría si la naturaleza evolucionara a una forma tan exacta que no fuese susceptible de retroceso evolutivo. Entonces la energía degeneraría internamente hasta desaparecer. Si no degenera y al contrario aumenta, explotaría el Universo. Todo comenzaría a moverse nuevamente o se paralizaría por siempre. Pero si la forma es tan exacta, las explosiones serían internas y no explotaría la capa externa del infinito. De esta manera se consumiría lo sobrante de la energía hasta desaparecer absolutamente. Un movimiento diferente al de nuestro universo, es decir, el movimiento de otro universo, movería nuestro universo y esta energía acabaría con la inercia del nuestro. Entonces no explotaría nuestro universo por movimiento propio y sí, por una colisión ajena, es decir, la de otro universo. La unión de los dos universos formaría un solo universo. Cada vez que suceda lo mismo, otro universo haría colisión con los anteriores para formar otro. Por esta razón el Universo cada vez sería mayor porque si se paralizan por su proximidad en expansión, serían chocados por los más cercanos. Bueno, no explico más los pensamientos que vienen a la mente porque sería alejarnos vanamente de aquello que tratamos, y no es correcto iniciar acá y terminar en alta mar. El gran pensador, Manuel García Morente, nos brinda una explicación maravillosa, por lo cual, considero que su lección, debe retorna r a otros siglos, ya que mientras él enseñaba filosofía, yo no había nacido. Pero nací para ser docente de física, filosofía, matemáticas e historia y él murió para ser recordado por los entendidos en filosofía e historia. La filosofía posee su propia historia y él fue un verdadero genio que no pasó por la tierra en vano. Dice: "Zenón se ha preocupado durante toda su vida muy especialmente, de demostrar al detalle que el movimiento que existe, en efecto, en el mundo sensible, en ese mundo apariencial, ilusorio, es inteligible; y puesto que es inteligible, no es en virtud del principio eleático de la identidad del ser y del pensar. Aquello que no se puede pensar, no puede ser. No puede ser más que aquello que se puede pensar coherentemente, sin contradicciones. Así, pues, el análisis del movimiento nos conduce a la conclusión que el movimiento es impensable. Al pensar nosotros el movimiento, llegamos a contradicciones insolubles, la conclusión será evidente: si el movimiento es impensable, el movimiento no es.

El movimiento es mera ilusión de nuestros sentidos. Zenón de Elea se propone pulir, como quien afila un cuchillo, una serie de argumentos incontrovertibles que demuestran que el movimiento es impensable, que no podemos lógicamente, racionalmente, pensarlo porque llegamos a absurdos. Con este método de paradigma constante que usan los griegos como Platón, y que usa más tarde Aristóteles, Zenón ejemplifica también sus razonamientos y, además, con este gusto que tienen los griegos, entre artistas y sofistas, de epatar, de llamar la atención y de llenar de admiración a los oyentes, Zenón se plantaba delante de sus amigos y oyentes, y les decía: "os voy a demostrar una cosa. Si vosotros ponéis a disputar en una carrera a Aquiles y a la tortuga, Aquiles no alcanzará jamás a la tortuga si le da ventaja en la salida. Aquiles, recordadlo, es el héroe a quien Homero llama "ocus podas", o sea, veloz por los pies. Fue el mejor corredor que había en Grecia y la tortuga es el animal que se mueve con la mayor lentitud. Aquiles da una ventaja a la tortuga y se queda unos cuantos metros atrás. Decidme: ¿quién ganará la carrera? Dos To contestan: Aquiles en dos saltos pasa por encima de la tortuga y la vence". Zenón dice: "estáis equivocados, lo vais a ver. Aquiles le ha dado una ventaja a la tortuga. Luego, entre Aquiles y la tortuga en el momento de partir, hay distancia. Empieza la carrera. Cuando Aquiles llega al punto en donde estaba la tortuga, ésta habrá andado algo, estará más adelante, y Aquiles no la habrá alcanzado

todavía. Cuando Aquiles llegare a este nuevo sitio en donde está ahora la tortuga, ésta habrá andado algo y Aquiles no la habrá alcanzado porque para que la alcance, será menester que la tortuga no avance nada en el tiempo que necesita Aquiles para llegar adonde ella estaba. Como el espacio se puede dividir siempre en un número infinito de puntos, Aquiles no podrá jamás alcanzar a la tortuga aunque él es como dice Homero: "ocus podas", ligero por los pies; en cambio, la tortuga es lenta y tranquila." Los griegos se reían oyendo estas cosas porque les gustaba enormemente estas bromas. Se reían mucho y quizás decían: "está loco", pero no entendían el sentido del argumento. En las filosofías griegas posteriores, según nos cuenta Sexto Empírico: "Diógenes demostró el movimiento andando; se echó a andar y con ello creyó haber refutado a Zenón". ¡Ilusiones! Es que no entendió el sentido del argumento de Zenón. Zenón no dice que en el mundo sensible de nuestros sentidos, Aquiles no alcance a la tortuga. Lo que quiere decir es que si aplicamos las leyes del pensamiento racional al problema del movimiento, simbolizado aquí por esta carrera pedestre, encontramos que las leyes del movimiento racional son incapaces de hacer inteligible el movimiento porque, ¿qué es el movimiento? El movimiento es la traslación de un punto en el espacio, punto que pasa de un lugar a otro. Ahora bien, el espacio es infinitamente divisible. Un trozo de espacio, por pequeño que sea, o es espacio o no lo es. Si no lo es, no hablemos de ello. Estamos hablando del espacio si es espacio. Entonces es extenso, es divisible en dos, el espacio es, pues, divisible en número infinito de puntos. Es así que el movimiento consiste en el tránsito de un punto del espacio a otro punto del espacio; y es así que entre dos puntos del espacio, por próximos que estén, hay infinidad de puntos. Luego, ese tránsito no puede verificarse sino en un infinito de tiempo y se hace ininteligible. Lo que quería demostrar Zenón es que el movimiento pensado, según principio de identidad, el ser es y el no ser, no es. Resulta ininteligible: hay que declarar que al verdadero ser, como dicen los griegos al "ontos on" a lo que es verdadero, no pertenece el movimiento. A Platón lo convence el argumento de Zenón. ¡Vaya hermoso análisis de Manuel García Morente!

Jóvenes, observen que los principios filosófico y físico teóricos poseen una relación directa porque parten de principios elementales descubiertos en la naturaleza. Estos argumentos que a varios les parecen simples, no son tan simples como parecen ya que algunos, siendo físicos se fijan y se centran en todo aquello que les parezca mecánico o realmente lo sea. ¡Y poco pueden abstraer en esta clase de lógicas filosóficas! No sólo los físicos, algunos filósofos se han domesticado vanamente en metafísicas extremistas, y han olvidado cuestiones como estas que se pueden interpretar de una manera mecánica y metafísica. Unos, porque parecen máquinas programadas. Otros, porque parecen entes imaginarios. Lo uno es complemento de lo otro: la mecánica de la física y la metafísica de la filosofía. Estas dos ramas del conocimiento forman la filosofía de la física y la física de la filosofía. En la filosofía de Zenón encontramos un interés peculiar por el movimiento, el cual representaba para el pueblo griego una de las esencias naturales más importantes, tanto así, que unas veces lo aplicaron al propio ser, y otras veces se lo negaron con el fin de hallar al verdadero ser, el cual no cambia, no muta, es decir: "es". Gracias al movimiento la energía se transforma. Este concepto es traducido por los científicos como aquella cualidad o capacidad que poseen los cuerpos para hacer un trabajo.

El movimiento nos permite apreciar varias clases de energía. Aun cuando la energía universal es una sola, la podemos categorizar. De algunas categorías de la energía haremos una breve exposición.

La energía potencial es aquella que posee un cuerpo cuando se halla en reposo. Se le llama potencial porque el cuerpo que se halla en estado de inercia posee en sí mismo la capacidad para moverse o para ser movido por otro cuerpo. Es decir, que tiene en sí la potencia o energía que se puede transformar en cualquier momento. En conclusión, ningún cuerpo se halla desprovisto de movimiento y este fenómeno se debe a la estructura que forma la materia, es decir, a los átomos.

Otra categoría de la energía se denomina cinética, la cual poseen los cuerpos como consecuencia del movimiento. La energía cuantitativa o matemática de un cuerpo es mayor o menor conforme a su masa o movimiento. Es decir, si el cuerpo posee una gran masa y una gran velocidad, la energía será mayor. Cuando un cuerpo va a gran velocidad, podemos decir con respecto a él que realiza un trabajo mayor, lo cual representa un mayor número de energía con respecto a un cuerpo que se halle en reposo. Si ustedes incendian un trozo de madera producen calor. A esta energía los físicos la llaman calorífica. Este mismo trozo de madera produce otra energía denominada luminosa, como consecuencia de la temperatura. Un trozo de madera que se halla en reposo posee energía potencial. Cuando se incendia este mismo trozo de madera se obtiene energía cinética pero tan sólo en una fase. Es decir, en la fase del movimiento, porque si observan la velocidad de las partículas notarán que es una gran velocidad pues, a mayor número de temperatura, las partículas de este cuerpo se moverán con mayor velocidad.

En la fase de la masa no podemos decir lo mismo porque el cuerpo no tendrá una gran masa sino que, al contrario, disminuye constantemente como consecuencia de la combustión, a no ser que el trozo de madera sea grandísimo, pero como sea, habrá de consumirse. Lo que tendríamos que plantearnos es si la pérdida de la masa del trozo de madera es directamente proporcional con velocidad de las partículas del mismo. O sea, si disminuye la una, disminuye la otra y si aumenta la una, aumenta la otra. Entre las categorías de energía encontramos: la energía atómica, la energía de activación, la energía de en lace, la energía de ionización, la energía eólica, la energía geotérmica, la energía mecánica, la energía nuclear, la energía potencial, la energía renovable, la energía reticular, la energía solar, la energía térmica y la energía termonuclear. Todas estas energías las podemos analizar y comprender por el movimiento, el cual transforma todas las cosas. Gracias a éste podemos elaborar gran número de interpretaciones científicas, metafísicas y espirituales.

Jóvenes, existe un comentario acerca del movimiento, poco leído por falta de cultura general. Ustedes, que hasta aquí han llegado, son dignos de escucharlo porque os puede más el amor a la indagación que la pereza mental con la que se conforman las sociedades de todos los siglos a excepción de algunas sociedades o algunos seres como vosotros. Recuerden que nuestro amor por el estudio es para beneficio de las sociedades. No lo hacemos por dinero. Si así fuera, seríamos ricos. Tengámonos por afortunados porque en nosotros se ha formado un genio. No es una cuestión de avaricia y sí de dedicación, disciplina y entrega. Pero mayor a éstas, está la mora por lo que hacemos. Este es nuestro pago. Las riquezas son excelentes porque sirven como herramientas para muchas cosas, pero la virtud nos puede conducir a invertirlas de la manera más correcta. Os animo a vivir económicamente bien y a cultivar hasta donde sea posible la virtud, lejos de vicios, los cuales no aprovechan. Podemos beber, pero con sobriedad, sin perder la dignidad que brinda la razón. Podemos amar, pero sin hacernos es clavos sentimentales de otra persona. Conservemos el gobierno de nosotros mismos, pero dupliquemos su poder con la fuerza de la razón, así no se enseñorearán de nosotros los seres que amamos porque pueden ser conscientes y saber cuándo termina una relación o si deciden seguir, o saber si aquella persona conviene o no conviene. Esto lo enseña la poderosa razón.

Jóvenes, estudiad primero, llegad lejos, muy lejos y luego suplan esta necesidad. Antes, no os dejéis arrastrar por estas emociones. Tampoco después. Tan sólo traten de suplir la parte humana que lo merece, pues es natural y nadie lo impide. El que tal lo haga, está loco. Nada mejor que una familia porque la misma es una célula integral de la sociedad. Para ello no es suficiente el amor, el dinero también es necesario con el fin de que los nuestros vivan de una manera digna. Luego, el amor conforma la mejor parte en la formación de las personas porque donde hay riquezas y no hay amor se engendra resentimiento y frustración. Donde hay amor y no riquezas se engendra frustración y contiendas. Tanto lo uno como lo otro es necesario. Os hablo de las riquezas medias. Expresa amor sin medidas pero con autoridad y carácter, Así se gobierna bien todas las cosas. El comentario del que les hablaba lo hizo el eminente filósofo Godofredo Guillermo Leibniz, el cual dice: "ya he mencionado varias veces las máximas subalternas o leyes de la naturaleza, y parece conveniente dar un ejemplo de ellas: ordinariamente nuestros nuevos filósofos se sirven de la famosa regla que afirma que Dios conserva siempre la misma cantidad de movimiento en el mundo. En efecto, es plausible, y en algún tiempo yo la tuve por indudable, pero después me he dado cuenta que contiene un error. Es que el señor Descartes y otros muchos hábiles matemáticos han creído que la cantidad de movimiento, es decir, la velocidad multiplicada por el tamaño del móvil conviene enteramente con la fuerza motriz. O para hablar geométricamente, que las fuerzas están en razón compuesta de las velocidades y los cuerpos, y es razonable que la misma fuerza se conserve siempre en el Universo. También, cuando se presta atención a los fenómenos, se ve bien que el movimiento continuo mecánico no existe, porque si no la fuerza de una máquina, que está siempre un poco disminuida por la fricción y debe acabarse pronto, se repararía y por consiguiente, se aumentaría por sí misma, sin ningún impulso nuevo de afuera. Se observa, también, que la fuerza de un cuerpo solo disminuye a medida que se la cede a algún cuerpo contiguo o a sus propias partes, en tanto que tienen un movimiento independiente. Así han creído que lo que puede decirse de la fuerza, podría decir también de la cantidad de movimiento. Mas, para señalar la diferencia, voy a suponer que un cuerpo que cae desde cierta altura adquiere fuerza para remontarla otra vez. Por ejemplo: un péndulo subirá perfectamente la altura de la que ha caído, si la resistencia del aire y algunos otros pequeños obstáculos no disminuyeran un poco su fuerza adquirida. Supongamos, también, que se necesita tanta fuerza para elevar un cuerpo A de una libra, a la altura CD de cuatro toesas. Como para elevar un cuerpo B de cuatro libras a la altura EF de una toesa.

Todo esto está reconocido por nuestros nuevos filósofos. Es, pues, evidente que el cuerpo A, al caer desde la altura CD adquiere tanta fuerza precisamente como el cuerpo B al caer desde la altura EF, ya que el cuerpo (B) habiendo llegado a F y teniendo allí la fuerza necesaria para remontarse hasta E (por la primera suposición) tiene, por consiguiente, fuerza para llevar un cuerpo de cuatro libras, es decir, su propio cuerpo a la altura de EF de una toesa y, del mismo modo, habiendo llegado el cuerpo (A) a la altura D y teniendo allí fuerza para volver a la altura C, tiene fuerza para llevar un cuerpo de una libra, es decir, su propio cuerpo a la altura de cuatro toesas CD. Luego, (por segunda suposición) la fuerza de estos dos cuerpos es igual. Veamos ahora si la cantidad de movimiento es la misma por ambas partes. Aquí es donde se sorprenderá uno de encontrar una diferencia muy grande, pues Galileo ha demostrado que la velocidad adquirida por la caída CD es doble de la adquirida por la caída EF, aunque la altura sea cuádruple. Multipliquemos, pues, el cuerpo A que es como 1, por su velocidad que es 2; y multipliquemos ahora el cuerpo B, que es como 4, por su velocidad que es como 1: el producto o cantidad de movimiento será como 4. Luego, la cantidad de movimiento del cuerpo (A) en el punto D, es la mitad de la cantidad del movimiento del cuerpo (B) en el punto F y, sin embargo, sus fuerzas son iguales. Luego, hay mucha diferencia entre la fuerza y la cantidad de movimiento, que es lo que se quería demostrar. Se ve por esto que la fuerza debe estimarse por la cantidad del efecto que puede producir. Por ejemplo: por la altura A, la que puede elevarse un cuerpo pesado de cierta magnitud y especie, lo cual es muy diferente de la velocidad que se le puede dar, y para darle el doble de velocidad, hace falta más del doble de la fuerza. Nada más sencillo que esta prueba, y el señor Descartes ólo cayó aquí en error porque se fiaba demasiado de sus pensamientos, incluso, cuando no estaban aún bastante maduros. Lo que me extraña es que sus seguidores no hayan caído, después, en cuenta de su error y temo que empiecen, poco a poco, a imitar algunos peripatéticos de quienes se burlan y que se acostumbren, como ellos, a consultar más bien los ibrosl de su maestro que la razón y la naturaleza. (DISCURSO DE METAFÍSICA, 17)

Jóvenes estudiosos de las causas, ésta es la metafísica verdadera de la que les hablaba al principio. Volviendo a nuestra antigua memoria: podemos observar que Zenón introduce en su filosofía abstracciones físicas. Con el fin de demostrar que las cosas físicas, tales como Aquiles y la tortuga, son netamente experimentables en la cotidianidad física, mas estas experiencias sensibles en los planos abstractos, no son percibidas de una manera inmediata porque allí se observan de otra manera, pero en los imperios de la razón se analizan, se familiarizan y se abstraen totalmente. Después se hacen inmediatas en la razón como si fuesen puras en la experiencia, y es allí donde se modifican las cosas que son inmediatas en la experiencia, llegando a aquellas que parecen imposibles o especulativas. Luego, lo que se no se veía en la experiencia, se ve en las cosas como si fueran puras y físicas, sin ninguna clase de abstracciones porque ya la hemos realizado repetidas veces. Entonces, en la razón se forma la experiencia de aquellas abstracciones. De hecho, estas abstracciones que parecen imposibles, en la realidad no lo son, son posibles con tecnología y un mayor conocimiento acerca de la realidad de las cosas. Lo abstracto mismo parece más real que lo que se percibe inmediatamente, aun cuando se parte de la experiencia para abstraer. Lo curioso es que de lo abstracto se puede llegar a una experiencia cualquiera como fue el caso del átomo. Esto es un gran fenómeno de la materia y sus fases, pero indudablemente el objeto se debe explicar de una manera objetiva y no subjetiva porque lo objetivo más lo subjetivo es lo que concierne a la física de la filosofía, y lo objetivo neto a la filosofía de la física. Ejemplo: en la vida cotidiana no necesitamos de Aquiles para vencer a la tortuga. Cualquier hombre con todo su vigor y salud lo puede hacer. Este personaje "A", el cual es un hombre o una mujer, re corre tres metros en el mayor tiempo posible partiendo de un punto "B" y otorgando a la tortuga, la cual es "C", una ventaja de dos metros. Aun con toda esta ventaja, la tortuga no puede vencer a "A", así sea la más veloz de todas las tortugas descubierta por los científicos. Si esto nos parece evidente, lo que sigue espero que lo sea. Fíjense, señores estudiantes, en lo siguiente: el móvil "C" avanza dos metros. Según Zenón, el móvil "C" no ser á alcanzado por el "A" a causa de la ventaja.

En la experiencia, podemos hacer que lo que Zenón nos dice sea verdadero. Así, imaginad un triángulo rectángulo. Luego sumamos sus catetos y hallamos la hipotenusa. Ahora apliquemos esto a la idea de Zenón: "A" y "C" están en el punto inicial del cateto adyacente. "A" le otorga una ventaja a "C". Cuando "A" desee avanzar se lo prohibimos elevándolo con un gancho, cuatro metros en línea vertical. Así "C" seguirá avanzando hacia el punto final del cateto adyacente cuando "C " esté a tres centímetros de llegar a la meta, la cual mide ocho metros de largo, desde el punto inicial hasta el punto final.

Permitimos que "A" apoye sus pies sobre la superficie de la hipotenusa en el punto inicial de la misma, y corra hacia el punto final de la hipotenusa que se une con el punto final del cateto adyacente. Cuando "A" llegue al lugar donde estaba "C" ésta le habrá ganado por tres centímetros, los cuales están representados por su cabeza. Ahora por lógica: si "C" avanza por la superficie del cateto adyacente, recorrerá menor distancia que "A" porque "A" avanza por la hipotenusa de nuestro triángulo rectángulo, sin olvidar que "A" debe otorgar ventaja a "C". El móvil "A" quizás sufra un accidente por la inclinación de la hipotenusa, Y si no, no podrá correr con la misma libertad. Entonces, "C" ganará la carrera. Así: hipotenusa al cuadrado = a al cuadrado + b al cuadrado. Hipotenusa al cuadrado = 4 al cuadrado + 8 al cuadrado. Hipotenusa al cuadrado = 16 + 64. Hipotenusa = 80. Luego tomamos 80 y le sacamos raíz cuadrada. La raíz cuadrada de 80 es: 8. 9, lo cual es el valor de la hipotenusa. "Mientras Aquiles recorre 8.6 metros, la tortuga recorre 8.9 metros, contando la ventaja que propuse, por lo cual Aquiles nunca alcanzará a la tortuga. Ahora observen como el espacio se puede dividir en infinitos puntos. Lo abstracto se puede plasmar en parte a nivel experimental con el fin de representar en la experiencia lo que parece ideal. Ejemplo: es común y cotidiano contar 1, 2, 3, 4, etc. O 1 + 2 = 3, pero existen espacios infinitos no percibidos en el tiempo. Me refiero a estos: del 1 al 2. Existen estos espacios infinitos: 1.1111, 1.2222, 1.333 y, así, hasta llegar al 1.9999 para pasar al 2. Lo más curioso de esto es que 1.999999999 puede ser infinito porque siempre le va a seguir otro nueve: "esto me lleva a pensar que el espacio posee mayor velocidad que el tiempo. Por esta razón, estos espacios infinitos no son percibidos en el tiempo de la experiencia, y sí en los de la razón que los abstrae y cae en cuenta de ellos. "¡Vaya, estas cuestiones del movimiento me parecieron maravillosas! ¡Y sé que a ustedes también! Espero que no olviden estas cuestiones, ya que las mismas se pueden profundizar más. Mi propósito no es el de competir con los grandes titanes del pensamiento. Mi propósito es el de compartir con ustedes la maravillosa belleza de la filosofía, madre eterna de las ciencias.

Paul A. Tipler nos dice que para describir el movimiento de una partícula, necesitamos los conceptos: desplazamiento, velocidad y aceleración. Ahora ilustremos un desplazamiento. Si desean el desplazamiento hacia el rojo (meta galáctico), disminución de las frecuencias de la emisión electromagnética (luz radio ondas), procedente de la galaxia en particular. Las líneas de la parte visible del espectro se mueven hacia su extremo rojo, lo cual ha dado nombre al desplazamiento. La interpretación más natural del desplazamiento hacia el rojo es la de considerarlo como efecto Doppler, o sea, como resultado del alejamiento de las galaxias entre sí. (Su dispersión, así pues, el desplazamiento rojo demuestra que la meta galaxia o en todo caso, su parte observable se expande en una extensión de miles de millones de años luz) Sin embargo, de ello no es posible inferir que se "expanda" el Universo como a menudo se sostiene en las publicaciones astronómicas y filosóficas de occidente, pues la meta galaxia, pese a toda la grandiosidad de sus dimensiones, no representa más que una pequeña partícula del Universo. Al movimiento le corresponde una velocidad en astronomía. Puede ser la radial de un cuerpo, la de un cuerpo celeste a lo largo de la línea visual. Ejemplo: en dirección recta desde o hacia nosotros. La radial de las estrellas es, generalmente, de una decena de kilómetros por segundo, pero puede llegar a ser varios centenares de kilómetros por segundo. La de las galaxias es mucho mayor alcanzando en las más remotas, una de casi la mitad de la luz, pero si deseamos abordar la velocidad en física, debemos tener en cuenta que es una magnitud física que expresa el espacio recorrido por un móvil en la unidad de tiempo. La medida de un móvil para un determinado intervalo de tiempo, se obtiene dividiendo el espacio recorrido por dicho intervalo de tiempo. Suele expresarse en metros / segundos, cm / segundos, km / hora, nudos, millas etc. El movimiento trae consigo la aceleración, la cual sufre una variación de la velocidad en la unidad de tiempo. Símbolo "a" es positiva si la velocidad aumenta y negativa, si decrece, de la gravedad de un cuerpo en el vacío. Varía de un máximo en los polos a un mínimo en el ecuador. Disminuye con la altura a razón del cuadrado de la distancia al centro de la Tierra. Esto era lo que os quería decir acerca de Zenón de Elea. Pasemos a nuestros siguientes filósofos.

Demócrito, discípulo de Leucipo. (460 – 370 A.C.) Parece haber realizado numerosos viajes y según Diógenes Laercio, haber estudiado "con algunos magos y caldeos que el rey Jerjes, dejó por maestros a su padre cuando se hospedó en su casa". Aunque estudió en Atenas, no se relacionó con filósofos áticos de su tiempo, por lo cual permaneció relativamente ignorado, bien que Aristóteles se refiere a él, lo mismo que a Leucipo, con el mismo detalle que a los demás presocráticos. En su metafísica y otras obras, decía Aristóteles (de gen, et cor. 315 a 35) que Demócrito "no sólo parece haber pensado cuidadosamente todos los problemas, sino haberse distinguido del resto de los filósofos por su método". Los argumentos de Demócrito son, según el Estagirita, apropiados a su tema y derivados del conocimiento de la naturaleza, (ibid 316 a 12) aun cuando como indica en metafísica > y Phys, I Y II – resultan insuficientes por no haber tenido en cuenta los múltiples significados de causa y de movimiento. Las teorías de Leucipo y de sensibles.

Demócrito fueron con todo las más conscientes. (de gen . Et. Cor

324

a

1) Más que

ningún otro filósofo anterior, subraya Demócrito la incertidumbre

de

las

impresiones

Afirma que su origen se halla en algo más fundamental que la sensación. Los principios que establece en su explicación del Universo parecen ser una síntesis, tanto de la doctrina eleática como de la de Heráclito. En vez de ser único y de la fluencia constante y perpetua, establece Demócrito, en efecto, como "principios" lo lleno y lo vacío, es decir el "SER" y el no "SER". El ser son los átomos, cuyo número es infinito, y diferenciándose entre sí, no por cualidades sensibles como las homeomerías de Anaxágoras, sino por su origen, figura y posición. Los átomos son elementos cuyas determinaciones generales son geométricas y, por ende, cuantitativas; su movimiento se efectúa en el vacío que es, por así decirlo, el lugar de los cambios y no la simple nada, pues el vacío existe de un modo efectivo, aunque en forma distinta de ser sólido y lleno que son los átomos. Ahora bien, el movimiento que tiene lugar en el vacío no es impulsado por una fuerza externa, que junta y disgrega las cosas, como el amor y el odio. Los átomos son eternos y encausados pues son lo primero, a partir de lo cual, las cosas llegan a la existencia, pero su eternidad pertenece también a su movimiento, que se efectúa de un modo enteramente mecánico con un riguroso encadenamiento causal que no es un simple azar, pues todo acontece con razón y necesidad. Los átomos constituyen el ser "de las cosas que son" y, por lo tanto, no sólo

de las físicas, sino de las que parecen inmateriales, del alma que está compuesta de átomos de fuego, es decir, de átomos redondos impulsados por el más rápido movimiento. En la doctrina de Demócrito influyeron los geómetras egipcios, junto a los cuales permaneció por cinco años. Al regresar a su patria se dedicó a la filosofía y fundó una escuela en Abdera hacia el 420 A.C. Dedicó sus esfuerzos a distinguir entre las cosas según son en realidad y según nos parece a nosotros. La muerte significaba para Demócrito desintegración. La mortalidad personal no existe si no en su ideal de sabio, que debe ser la serenidad y el autodominio por la razón. El bienestar, que es el objeto de la vida, consiste en un equilibrio del estado del alma. Los escritos de Demócrito se perdieron en el siglo III después de Jesucristo, sin embargo, la obra de Diógenes Laercio nos ha conservado

algunos títulos: "Pitágoras o el comportamiento de sabio", "de los infiernos", "de

la

virtud", "el gran sistema y el pequeño sistema

del mundo", "cosmografía", "de

los

planetas", "de la naturaleza del hombre", "problema

s del cielo", "del sol" y "del fuego".

Partes: 1, 2, 3
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