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La concepción de la clínica psicoanalítica (página 4)



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Me da la impresión que sí. No todas las operaciones matemáticas tienen esa ley pero la suma sí. En un campo se produce una operatoria tal que toda operatoria producida en ese campo va a quedar dentro de ese campo. Es por eso que yo hice tanto trabajo con ustedes para que distingan sonido de fonema, para que conserven el campo cerrado al que nos estamos refiriendo. Y si entran sonidos ya entran los objetos materiales.

Pregunta inaudible.

Tiene que ver con eso pero Lacan lo puntualiza: a lo cual la noción de cadena significante responde: anillo de un collar que se sella en un anillo de otro collar hecho de anillos. Sellar es marcar y cerrar. Lo que yo estoy proponiendo es una lectura de esa cita, y que obvio también responde a que nunca saldremos por eso del campo del lenguaje, o sea no habrá pasaje nunca a la cosa material.

Después Lacan dice que metáfora y metonimia igualmente, esto es importantísimo, no están igual en el inconciente que en lenguaje, esta diferencia casi nunca se la establece. La diferencia dice Lacan es la puesta en escena, o sea el fantasma. Metáfora y metonimia en el inconciente responden a la puesta en escena mientras que en el lenguaje no hay tal puesta en escena. Para darles una pista, lo que en Freud se llama cuidado por la figurabilidad, se acuerdan en el trabajo del sueño. Lacan directamente propone la puesta en escena, y la puesta en escena es el marco del fantasma. Las metáforas y metonimias que yo utilizo tienen marco, que es el fantasma. Si yo quiero quedar simpático, irónico, culto, inteligente, leído, eso es el marco de mi fantasma, que va a ser el marco de mis metáforas y mis metonimias, este marco de las leyes de un orden cerrado, están como tal en el inconciente, pero no en el lenguaje.

De "Instancia de la Letra en el Inconciente" les voy a leer una cita importantísima de las relaciones entre inconciente y cuerpo. Aquí lo de cerrado van a ver cómo aparece de una manera interesantísima. Pag. 494, "Pues en el análisis del sueño, Freud no pretende darnos otra cosa que las leyes del inconciente en su extensión más general. Una de las razones por las cuales el sueño era lo más propicio para ello es justamente, nos lo dice Freud, que no revela menos esas leyes en el sujeto normal que en el neurótico". Sigue diciendo: "Pero en un caso como en el otro", en el sujeto normal y en el neurótico, ven que Lacan utiliza sujeto normal, para él no todos son neuróticos, "la eficiencia del inconciente no se detiene en el despertar", eso es clarísimo, por ejemplo están los síntomas, "la experiencia psicoanalítica no consiste en otra cosa que en establecer que el inconciente no deja ninguna de nuestras acciones fuera de su campo". La experiencia psicoanalítica establece que el inconciente no deja ninguna de nuestra acciones fuera de su campo, o sea que es un campo cerrado respecto del cual, qué acción del sujeto humano hablante entra allí? Toda acción. Con lo cual se dan cuenta que ya se vació como continente, no hay nada en él. Lo que está diciendo es que es un efecto que puede llegar a recibir cualquier acción humana.

"Su presencia en el orden psicológico, dicho de otra manera en las funciones de relación del individuo, merece sin embargo ser precisada", el que no quede ninguna acción por fuera, dice Lacan, que la presencia del inconciente en lo psicológico igualmente hay que precisarlo, y van a ver qué es cierto aún hoy, "no es de ningún modo coextensiva a ese orden", o sea que inconciente y psicológico no es lo mismo, "pues sabemos que si la motivación inconciente se manifiesta tanto por el efecto psíquico consciente como por efectos psíquicos inconcientes", el inconciente se manifiesta tanto por efecto psíquicos inconcientes como por efecto psíquicos concientes, quizás ustedes creían que el inconciente siempre se tenía que manifestar en efectos psíquicos inconcientes, eso no es así, eso es en el caso de la histeria, pero en la obsesión no es así, está en la conciencia lo inconciente determinante del síntoma del obsesivo, este síntoma me sucede desde el día que falleció mi padre, ya está todo dicho. Mientras que la histérica dice: yo tenía 18, no, no me acuerdo cuándo fue, en realidad no me acuerdo qué pasó, no me acuerdo nada, o sea no está. "Inversamente, es una indicación elemental hacer observar que un gran número de efecto psíquicos que el término inconciente, en virtud de excluir el carácter de la conciencia, designa legítimamente, no por ello dejan de encontrarse sin ninguna relación por su naturaleza con el inconciente en sentido freudiano". Lo que Lacan no autoriza es a decir que todo aquello que sea descriptivamente inconciente sea inconciente. "Sólo por un abuso del termino se confunde pues psíquico e inconciente en ese sentido y se califica así de psíquico un efecto del inconciente sobre lo somático, por ejemplo", esto es crucial para entender todo el problema de la psicosomática.

Lacan dice que inconciente en el sentido freudiano, se puede afirmar que no deja por fuera ninguna acción del sujeto. Lo que no equivale a decir que cualquier incidencia de lo psíquico sobre lo somático sea inconciente en el sentido freudiano por más inconciente que sea para el sujeto. Por ejemplo, supongan que hay un efecto de lo psíquico sobre lo somático que incide de alguna manera en forma sintomática, por ejemplo que un cáncer se despierta cuando me echan del trabajo, o cuando murió mi madre, conocen eso? Que los cánceres tienen una relación en su inicio muy fuertemente vinculada a sucesos de la vida del sujeto, esos sucesos no se refieren necesariamente a ochenta cigarrillos por día o 200 litros de alcohol por mes, sino a incidencias psíquicos, pero no porque eso se pueda sostener (que lo psíquico determina lo somático, y por más que yo no lo sepa) no por eso se puede afirmar que sea inconciente en el sentido freudiano, cosa que creo que despeja un montón de afirmaciones que se hacen respecto de las psicosomáticas donde sólo por existir lo psíquico sobre lo somático, los psicoanalistas se ponen a trabajar como si fuese freudiano, y esto no es así. No se puede interpretar en el sentido psicoanalítico una incidencia psíquica sobre lo somático, porque no se afirma que lo psíquico no influya sobre lo somático, sino que no siempre la incidencia de lo psíquico sobre lo somático es aquello a lo que nosotros llamamos nosotros inconciente, por más que sea descriptivamente inconciente.

Pregunta inaudible.

Todas las funciones psíquicas. La conciencia, el aprendizaje, la inteligencia, lo que se debería enseñar en la Facultad de Psicología en lugar de psicoanálisis. Aquello que se encuentra por ejemplo en muchas dimensiones de los animales. Una gallina puede aprender a pisar el pedal rojo para tener el grano y a no pisar el azul para que no le dé la descarga eléctrica y ese aprendizaje es psíquico, eso quiere decir que no esté en ninguna localidad material de su cuerpo. Se enteraron del caso del chico que operaron medio hemisferio cerebral? A un chico de 18 años le quitaron medio hemisferio porque tiene una enfermedad de calcificación del cerebro, y le quitaron medio cerebro, no hablaba, no caminaba, prácticamente no hacía ninguna de las funciones psíquicas y a partir de que le extirparon medio hemisferio ahora ya habla, todavía no escribe pero ya camina, etc. Lo llamativo es que le extirparon la parte del cerebro que se suponía era la parte en donde se localizaba el lenguaje, la izquierda, se la extirparon y aprendió a hablar con la derecha. Con lo cual aprender a hablar es psíquico porque no hay ninguna parte que se pueda poner en un recipiente con agua y que desplace volumen donde se aloje verdaderamente la función del lenguaje.

Pregunta inaudible.

No permite por eso poner a trabajar la noción de inconciente freudiano. Que el inconciente freudiano no deja por fuera de su campo ninguna acción del sujeto, o sea algo que alguien hace (olvidarse la llave, tomarse el colectivo al revés, vieron cuántas veces sucede que nosotros como pacientes o nuestros paciente toman el colectivo al revés, salieron con el tiempo justo), no quiere decir que vos la puedas aplicar a cualquier incidencia de lo psíquico sobre lo somático.

Es un recorte enorme del campo de aplicabilidad del inconciente, que allí donde se verifica algo de la índole de lo psíquico sobre lo somático, eso sea inconciente. Tusam maneja traquea, esófago, laringe o demás, como ustedes o distinto de ustedes? Distinto, él se puede meter un sable adentro del cuerpo sin cortarse y ustedes no, ustedes se meten ese sable y se cortan completamente. El manejo de la posición respectiva, o sea rectificar todo el tracto digestivo, es una capacidad conciente o inconciente del sujeto? Conciente? Bueno, a ver hacelo! Él logró hacerlo conciente, en ustedes y en mí es inconciente. A él le pagan para que vaya a la tele a hacer esa pavada. Es de él, que logró hacer conciente algo que estructuralmente es inconciente. Pero allí no hay para aplicar algo de la índole de la operatoria freudiana, no hay que decir nada de la mamá, del papá, del mito, tú rectificas el tracto digestivo …, no, eso es lo psíquico operando sobre lo somático. Le puede producir una alteración o un perjuicio grave a la salud, podría llegar a ser, podría llegar a tener úlceras en la garganta porque él las mueve de tal manera que raspa…. puede producir un síntoma, o sea que altera lo somático, es algo psíquico sobre algo somático, pero no se aplica la noción de inconciente freudiano allí. Quiere decir que ninguna acción del sujeto, vean la perspectiva ética, nada de lo que nadie hace escapa al inconciente freudiana, vamos a ver en qué sentido no escapa, pero no por ello todo lo que lo psíquico incide sobre lo somático, abre por ello el campo del inconciente freudiano, eso es muy interesante porque los psicoanalistas a veces nos vemos llevados a creer que porque lo psíquico operó sobre lo somático estamos convocados nosotros por ello, y a veces nos resulta absolutamente extemporáneo a nuestra práctica.

Dice Lacan que esto da la tópica del inconciente, que las leyes de un orden cerrado da la tópica del inconciente, estas leyes son metonimia y metáfora, ustedes ya saben, metonimia dice Lacan es la cadena significante horizontal, o sea que introduce una dimensión espacial cualquiera, la metaforizamos como horizontal porque en castellano la escritura es horizontal, con lo cual para representar la conexión metonímica en castellano decimos horizontal, en chino sería vertical, pero es una dimensión espacial. Dice Lacan que la metonimia introduce la falta en ser en la relación de objeto mediante la maniobra de la elisión, no la represión. Es la originaria, metonimia es la dimensión primera, y Lacan no pone a trabajar represión ni represión originaria, es la elisión. Y es la elisión la que introduce la falta en ser. Lacan dice que eso hace que se conserve la barra. La elisión hace que se conserve la barra, la barra de la resistencia.

La otra ley es la metáfora, que son contigüidades verticales, hay que acentuar contigüidades, porque esto es lo que no se entiende, es lo más oscuro. Que haya contigüidades horizontales nos resulta obvio por eso repetimos como monos S1 y S2, lo que es mucho más difícil de entender es que S1 en posición de S1 está sustituyendo a otro S, S2, que podría haber estado en posición de S1, eso es lo más oscuro.

Y Lacan dice que ahí se produce el advenimiento de la significación. Tenemos una dimensión metaforizada así, que es la que introduce la elisión, eso produce un efecto de resistencia, es la primera. Y la segunda dimensión espacial es ésta, tienen las dos dimensiones con las que vamos a trabajar, Lacan la define como el advenimiento de la significación y el surgimiento del sujeto. Entonces hacen falta dos dimensiones espaciales para tener un sujeto. Esto significa la puesta en operatoria simultánea de las dos leyes, metáfora y metonimia, con lo cual cuándo a nivel del lenguaje, si tienen algo que produce un lenguaje, cuándo tendrán un sujeto allí? Cuando se articulan metáfora y metonimia, y cuando se produce el advenimiento de la significación, esto es cuando se producen metáfora y metonimia.

A partir de allí Lacan logra definir a los mecanismos de defensa del inconciente, se acuerdan que habíamos dicho que en el inconciente encontramos la estructura del lenguaje, los mecanismos de defensa para Lacan son la figura del estilo y los tropos de la retórica. Son ideas geniales de Lacan. De éstas tiró como un mono con ametralladora y no se retomaron, nadie estudio los mecanismos de defensa y si son las figuras de estilo y los tropos de la retórica. Estamos proponiendo cómo sustituir los mecanismos de defensa de Anna Freud con la noción de que se halla en el inconciente la estructura del lenguaje.

Bien, lo último de "Instancia de la Letra en el Inconciente" es una cita de la página 503 donde Lacan va a decir cuál es para él lo más subversivo del descubrimiento por parte de Freud del inconciente, dice: "Fue ese abismo abierto al pensamiento, de que un pensamiento se dé a entender en el abismo el que provocó desde el principio la resistencia al análisis", con lo cual ven que de vuelta está resistencia, "y no como se dice la promoción de la sexualidad en el hombre". Por qué el Otro se resiste al psicoanálisis? No tanto en Bs. As., que es poca la resistencia, en otras ciudades es enorme. Y es buena la pregunta de por qué hay resistencia al psicoanálisis porque no hay resistencia a otros saberes que la gente desconoce por igual, porque la gente que rechaza el psicoanálisis nos dice: no, yo no creo en el psicoanálisis, y uno le pregunta qué es el psicoanálisis y no tienen la menor idea. Con lo cual uno le podría decir qué opinión tiene de la entropía? Qué contestaría el verdulero? No tengo opinión sobre la entropía pero yo no creo en el psicoanálisis. Es así.

Lacan dice que no es por la promoción de la sexualidad que es la teoría más general de por qué se lo critica, su pansexualismo. Con qué tiene que ver la resistencia que hay al psicoanálisis por parte del Otro? Yo puse el ejemplo del verdulero pero ustedes saben que no deja de haber por eso resistencia en el analista, no represión, resistencia. Para los analistas prelacanianos, los posfreudianos, cuál era la dificultad típica del lado del analista para escuchar el inconciente? Los puntos ciegos, y eran a consecuencia de sus propias represiones. Para Lacan la dificultad del analista respecto del inconciente es la resistencia del analista no la represión. Acaba de decir por qué hay resistencia. La resistencia viene del siguiente postulado psicoanalítico: fue ese abismo abierto al pensamiento (viene de analizar el caso de glanz of the nose, del brillo en la nariz, del paciente anglófono que Freud publica), dice: "Por ese abismo abierto al pensamiento de que un pensamiento se dé a entender en el abismo". Hay resistencia al psicoanálisis porque el psicoanálisis propone un abismo al pensamiento occidental. Cuál? Que en el abismo puede estar localizado un pensamiento, lo que pasa es que está dicho jugando con las palabras abismo y pensamiento que no se entiende bien. Lacan dice que hay resistencia al psicoanálisis porque éste propone un abismo al pensamiento, al pensamiento que funda al menos para Occidente la posición del sujeto, pienso entonces existo, para decirlo mejor: yo pienso, entonces existo. Lacan dice que el psicoanálisis lo que trajo fue un abismo al pensamiento, que en el abismo puede estar un pensamiento. Ese es el núcleo del inconciente freudiano, que en el abismo puede haber un pensamiento. Eso es lo inconciente, o sea que lo inconciente no es nada, que si fuese una localidad allí no habría nada, ustedes me podrían decir pero cómo, no habíamos empezado a decir que en el inconciente se halla la estructura del lenguaje? Sí, si. Pero qué localidad es esa? Es la misma localidad que es el lenguaje, dónde está el lenguaje? Esto se ha vaciado totalmente.

El postulado esencial es que respecto de una acción cualquiera del sujeto, si esa acción le presenta al sujeto qué? Alguien los viene a ver porque ha hecho algo o debe hacer algo y no lo hace. Solo por eso se los viene a ver? No, se lo viene a consultar a un psicoanalista, porque el no renunciar al trabajo o el haber renunciado le implican al sujeto una pregunta, un abismo. Cuál es el postulado con el cual opera un analista, por qué sí tomamos a un paciente? Uno podría decir: por qué me viene a ver? Porque renuncié a un empleo muy bueno y conveniente que yo tenía y ahora me arrepiento terriblemente de haber renunciado. Y por qué viene a verme a mí? Vaya a una agencia de empleos a ver si le consiguen un empleo tan bueno como el que usted tenía. No, lo que pasa es que yo me pregunto por qué lo hice. Nosotros teníamos la hipótesis de que el inconciente no deja afuera de su campo ninguna acción, quiere decir que eso que él hizo pudo haber sido determinado por el inconciente. Eso quiere decir que en el lugar de la pregunta puede haber un pensamiento completo.

Puede ser que uno está peleado con el jefe, y cuando le mandan a hacer algo uno piensa si debo hacer ésto, el empleo mejor métetelo en el culo. Y después uno dice y por qué me molestaba tanto hacer eso? Si era una pavada, o podría haber zafado de otra manera. Lo que postula el psicoanalista es que en el abismo puede llegar a haber un pensamiento, en el abismo. No quiere decir que ese pensamiento estaba en el inconciente, ya que ni siquiera fenoménicamente debe haber algo de la índole del inconciente. Sabe por qué yo renuncié? Porque el jefe me hacía recordar a mi padre. Y mi padre siempre me obligaba a hacer cosas, primera entrevista, y entonces yo pensé, si éste me va a tratar como mi padre yo voy a hacer con éste lo que nunca hice con mi padre, la puta madre que lo parió, y entonces en la primera de cambio le dije: te vas a la puta madre que te parió! Se acuerdan de esa película en la que al tipo le hacen creer que se ganó el prode? La Tregua, y el tipo le va a gritar al jefe en la cara: la oficina se acabó! Y después no había ganado el prode, y el tipo se suicida. Una escena así. O sea, qué hay inconciente allí? No creen ustedes que al final de ese análisis la conclusión a la que se llega es usted renunció a su empleo porque usted tomó a su jefe como padre y usted a su padre nunca le había dicho que no le dé ordenes y entonces, lo mismo que dijo el sujeto en la primera entrevista, no creen que es aquello que va a estar dicho en la última sesión? Ni siquiera es inconciente en el sentido descriptivo. El trabajo que habrá que hacer con el paciente es que se termine de enterar, o sea no saca las conclusiones, y si lo viene a ver a uno es que él está convencido que no sacó las conclusiones, o sea que podríamos decir, porque podría llegar a ser la preocupación de su esposa, que no repita lo mismo en otro empleo. A ver si este hijo de puta consigue otro buen empleo y el jefe le dice: por favor ahora se va a quedar usted 15 minutos más tarde hasta que yo vuelva… y él: metete!.. O sea, no sacó las conclusiones, pero todo el texto puede estar ahí, o sea que ni siquiera descriptivamente es inconciente. Con lo cual en el inconciente no hay nada. Ni siquiera hace falta que fenoménicamente el inconciente se presente como descriptivamente inconciente sino lo que sostenemos es que en el abismo puede haber un pensamiento, o sea allí donde el pensamiento se encuentra con el abismo lo que nosotros decimos es que puede haber un pensamiento.Lo que produce tanta resistencia es que en el abismo haya un pensamiento. Y esto produce resistencia, (recuerden la primera reunión que tuvimos "Del sujeto por fin cuestionado") puede producir tanta resistencia tanto del lado del analista como del paciente, porque si no lo pienso yo, quién va a pensar en el abismo, si allí no piensa nadie? Eso se piensa sólo.Lamentablemente vamos a ir demorando quizás un poquito más la salida del tema del inconciente pero quizás no sea tan negativo. Dejo para la próxima Subversión del Sujeto, Posición del Inconciente, (subrayen todos los párrafos donde aparezca la palabra inconciente, no más), seminario 11, las primeras 4 clases, y revisen todo lo que tengan de material en qué es en topología el corte.

Clase Nro. 4

CLÍNICA Y FORMALIZACIÓN. LA CONCEPCIÓN DE LA CLÍNICA PSICOANALÍTICA

Docente: Lic. ALFREDO EIDELSZTEIN

Vamos a comenzar entonces con la cuarta reunión de este curso, continuando con lo de la vez pasada, el tema fundamental también va a ser el inconciente. Esta vez, además de seguir el recorrido en Lacan que propuse, los temas a los cuales vamos a articular inconciente van a ser el sujeto, o sea el sujeto del inconciente, a qué nos referimos cuando decimos sujeto del inconciente, y sujeto en relación al deseo y a la pulsión. Calculé que no voy a concluir hoy tampoco con el tema del inconciente, que voy a continuar aún la próxima vez, esta vez vamos solamente a hacer una revisión rápida de lo que hicimos la vez pasada y trabajar la noción de inconciente tal como aparece en "Subversión del Sujeto", y para la próxima quedarán "Posición del Inconciente", seguro el seminario 11 y quizás en esa última reunión sobre inconciente decida yo incluir los argumentos de algún otro seminario más avanzado, pero todavía no lo decidí.

Entonces, como revisión de lo que estuvimos discutiendo la vez pasada, quisiera recordarles que habíamos afirmado con Lacan que la experiencia psicoanalítica descubre toda la estructura del lenguaje en el inconciente, o sea que ya no se puede seguir sosteniendo que en el inconciente haya representaciones o significantes reprimidos, porque en realidad lo que hay en el inconciente es toda la estructura del lenguaje. Si uno tiene cierta filiación aún con los argumentos de Freud, a mí me da la impresión que sostener que toda la estructura del lenguaje es lo que se halla en el inconciente, para un freudiano de pura cepa podría tener la impresión de que Lacan con estos argumentos se aproxima más a la noción de preconciente de Freud que de inconciente. Creo que si uno le preguntase a un freudiano dónde se localiza la estructura del lenguaje en el aparato psíquico de alguien, un freudiano contestaría obvio que en el preconciente.

Lo segundo, como revisión, habíamos establecido la tópica del inconciente, esta tópica se constituía por conexiones metonímicas horizontales y por contigüidades verticales, lo que daba una estructura de trama, donde podríamos escribir una tópica para el inconciente de esta manera, que también nos trae problemas en la articulación Freud y Lacan, porque la tópica del inconciente para Freud tiene una estructura lineal, o sea que en términos de Lacan podríamos decir que solamente es horizontal, pero recordarán que justamente una escritura así de la tópica del inconciente para Freud le trae a Freud en el mismo momento de postularla, el problema de la imposibilidad de inscribir la regresión, se acuerdan que esto aparece en el capítulo de la "Interpretación de los Sueños" desde la regresión, porque justamente aquí se no puede inscribir regresión.

Tercero, lo que dijimos la vez pasada, el inconciente es el discurso del Otro. Les voy a plantear, hoy lo vamos a discutir bien, bien, qué quiere decir el inconciente es el discurso del Otro, lo vamos a articular con el deseo del hombre es el deseo del Otro como está en "Subversión del Sujeto", pero desde ya quería incluir el valor que Lacan le da a el inconciente es el discurso del Otro, que me da la impresión que no suele ser un valor que nosotros habitualmente, los que leemos a Lacan, le asignamos. Es una cita de "Instancia de la Letra en el Inconciente", pag. 504, 505 donde Lacan dice: "Si dije que el inconciente es el discurso del Otro, con A mayúscula, es para indicar el más allá", esta es la idea que quería acentuar. Que decir que el inconciente es el discurso del Otro nos trae el problema freudiano del más allá, mi impresión es que este es un nuevo más allá, podríamos suponer que el inconciente de Freud implica un más allá, de la conciencia, y que Lacan sostenga que el inconciente es el discurso del Otro modifica la estructura del más allá. "Si dije que el inconciente es el discurso del Otro, es para indicar el más allá donde se anuda el reconocimiento del deseo con el deseo de reconocimiento", es claro que para nosotros al menos por como circulan las cosas en Buenos Aires, sabemos que el deseo de reconocimiento como estructura fundamental del deseo del inconciente cae en la enseñanza de Lacan, y él no lo sigue sosteniendo más, sino más bien todo lo contrario. Pero no pierdan de vista que eso no hace que caiga también el reconocimiento del deseo, o sea que nosotros reconocemos el deseo. O sea, que si al deseo hay que articularlo al inconciente, si hace falta articular inconciente y deseo, y van a ver que voy a proponer hoy que este más allá gira aún más, también de inconciente y deseo, para articular inconciente y deseo hay que postular que el inconciente es el discurso del Otro.

Y finalmente dos referencias a la relación entre inconciente y pensamiento. O sea la elaboración lacaniana del cogito cartesiano. La cita con la que terminamos la reunión pasada, en la pag. 503 de los Escritos: "Fue ese abismo abierto al pensamiento, de que un pensamiento se dé a entender en el abismo, el que provocó desde el principio, la resistencia al análisis, y no como se dice la promoción de la sexualidad en el hombre", os ea que haya un pensamiento en el abismo es lo que hace que haya máxima resistencia a lo que el psicoanálisis sostiene. Y les voy a proponer, que lo pensé a partir del efecto en la clase pasada de esta frase que acabo de volver a leer, la elaboración más precisa que Lacan hace del cogito cartesiano cinco páginas antes, pag. 498, Lacan propone que la primera elaboración que en psicoanálisis se debe hacer del pienso, luego existo, pasa por un pienso donde no soy, luego soy donde no pienso. Pero Lacan afirma que no es verdaderamente la fórmula en que deben quedar plasmadas las elaboraciones psicoanalíticas en relación al cogito, que es la primera salvedad que se le puede oponer, pero que la verdadera fórmula en que deben terminar las nociones es la siguiente: "Lo que hay que decir es: no soy allí donde soy el juguete de mi pensamiento", o sea que vean que del lado izquierdo quedan entonces: no soy allí donde soy, el juguete de mi pensamiento, o sea cuando yo me pienso a mí mismo, es allí donde no soy, punto y coma, pienso en lo que soy allí donde no pienso pensar, (no donde no pienso en mí, no donde pienso en el Otro, el inconciente es el discurso del Otro). De vuelta: pienso en lo que soy, elaboro intelectualmente lo que soy, allí donde no pienso pensar, o sea donde hay un pensamiento que no rechazo por el hecho de no ser mío, sino que lo rechazo porque no lo reconozco como pensamiento. Les advierto que sin lugar a dudas esto es: la pulsión. Allí donde pienso lo que soy, sin pensar que pienso, esa es la localización del sujeto que en la enseñanza de Lacan se llama pulsión. Obvio que esto no tiene que ver con los argumentos freudianos de la pulsión como la bisagra entre lo psíquico y lo somático, es otra versión, otra teoría de la pulsión. Con lo cual vean que efectivamente esto produce respecto del inconciente un vaciamiento porque no es en absoluto ninguna índole de ningún contenido, sino cierto malentendido fundamental respecto de dónde piensa el sujeto sobre sí mismo.

"Subversión del Sujeto". Vamos a trabajar las fórmulas más conocidas y más famosas, pero inscriptas dentro de la presentación de temas que estoy proponiendo. Ya aparece en "Subversión del Sujeto" el problema ético, es el primer esbozo del estatuto ético versus el ontológico para el inconciente que va a estar planteado así en el seminario 11, que nosotros discutiremos la próxima vez y es donde Lacan propone interrogar al inconciente, que diga por qué. Importante porque creo que responde a lo que ya habíamos dicho veces pasadas respecto a cómo se entendió, cómo el Otro recibió el inconciente freudiano, creyéndolo el polo de la irresponsabilidad del sujeto, y cómo a esta altura de la enseñanza de Lacan ya debe rectificar y debe poner que justamente la máxima responsabilidad del sujeto es en el inconciente, o sea en esos pensamientos que se piensan sin que yo me dé cuenta que son pensamientos sobre mí.

A partir de allí, las fórmulas de Lacan. La primera también es sobre inconciente, pensamiento y corte. Pagina 779, dice Lacan: "El inconciente a partir de Freud es una cadena de significantes, que en algún sitio (en otro escenario, escribe él)", dice Lacan de Freud, "se repite e insiste para interferir en los cortes que le ofrece el discurso efectivo y la cogitación que él informa", de vuelta porque es una fórmula que quedó para nosotros fundamentalmente inscripta por su primer parte. "El inconciente a partir de Freud es una cadena de significantes que en algún sitio (en otro escenario", y aquí creo que no hay que perder de vista que este otro escenario el único atributo que tiene es que siempre es otro, y en ese sentido me da impresión que hemos hecho aún de la elaboración por parte de Lacan de esas nociones, como siempre, una versión de continente contenido, porque por ejemplo se considera habitualmente que se presenta en el sueño, durante el dormir, esa otra escena, pero no necesariamente esto es así, ya que perfectamente uno puede pasar de la escena del sueño a la escena de la vigilia como de la escena de la vigilia a la escena del sueño y hay que establecer para cada vez cuál es la otra escena. Con lo cual no hay como tal esa otra escena como una localidad a la cual uno se puede referir. Primer problema.

Pero el segundo problema es que el inconciente a partir de Freud es una cadena de significantes, que en algún sitio se repite e insiste, para interferir en los cortes que le ofrece el discurso efectivo, quiere decir que se localiza en los cortes del discurso efectivo y especialmente en la cogitación que él informa. O sea, a través del discurso, obvio lo que decimos, se manifiesta un pensamiento, creo que lo más fundamental de ese pensamiento es cuando ese pensamiento se refiere a mí mismo, y entonces el inconciente será aquello que se manifiesta con estructura de cadena significante en los cortes del discurso o los cortes del pensamiento, o sea cuando se salta como discontinuidad entre los elementos del discurso, "iba a decir algo y me olvidé", eso es un corte de discurso, o "en realidad no entiendo por qué pero para mí es así", el no entiendo por qué indica que en la cogitación de ese sujeto falta un elemento y en ese corte donde se manifiesta el inconciente como otra cadena de significantes. En ningún lado me da la impresión que se justifica sostener que esa cadena de significantes está reprimida.

Sea como sea, en la página siguiente, en la 780, que es donde Lacan plantea al sujeto del inconciente, van a ver cómo Lacan lo articula a casi todos los mecanismo de defensa de Freud, salvo la represión. Les leo: "Quién habla? Cuando se trata del sujeto del inconciente. Pues esta respuesta no podría venir de él, si él no sabe lo que dice", y creo que eso es lo más común pero creo que viene lo más novedoso: "ni siquiera que habla", o sea no sabe de qué habla cuando habla ni siquiera que habla, "como la experiencia del análisis entera nos lo enseña. Por lo cual el lugar del inter-dicto, que es lo intra-dicho de un entre-dos-sujetos, es el sitio mismo donde se divide la transparencia del sujeto clásico", la transparencia del sujeto clásico es la transparencia del sujeto clásico a sí mismo, "para pasar a los efectos de fading que especifican al sujeto freudiano con su ocultación por un significante cada vez más puro: que estos efectos nos llevan a los confines donde lapsus y chiste en su colusión se confunden", y presten atención a ésto: "o incluso adonde la elisión es hasta tal punto la más alusiva para reducir a su reducto a la presencia, que se asombra uno de que la caza del Dasein no lo haya aprovechado más". Con lo cual la pregunta es: dónde afirma Lacan que es el reducto donde esencialmente va a ir a alojar el sujeto del inconciente? En la elisión, que desde ya no es la represión, y que para como ni siquiera fue articulada ninguna vez por Freud a su dimensión del inconciente. Entonces, sujeto del inconciente ya está en "Subversión del Sujeto" totalmente planteado como intervalar. Va a quedar siempre en los intervalos, en lo inter-dicto, que es lo intra-dicho de un entre-dos-sujetos, es el mismo donde se divide la transparencia del sujeto, con lo cual: sujeto dividido y como sujeto dividido cualquier intervalo entre dos es una buena localización ofertada al sujeto, primero. Y segundo, que su ubicación por excelencia es la elisión, que es la supresión de una letra en determinadas lenguas, porque la escritura de la última palabra por ejemplo termina con una vocal como en francés, y la primer letra de la palabra siguiente también es una vocal, entonces se elide por ley de escritura de ese lenguaje, se elide un término. Allí dice Lacan es donde especialmente se ubica el ser, por la referencia al Dasein, el ser del sujeto del inconciente.

Pero sigue la cita: "Para que no se vana nuestra caza, la de los analistas", del sujeto del inconciente, "necesitamos reducirlo todo a la función de corte en el discurso", así que ven que ya en "Subversión del Sujeto" la estructura a la cual hay que reducir la experiencia para cazar al sujeto es el corte del discurso, "el más fuerte es el que forma una barra entre el significante y el significado", con lo cual ven que aquí ya se modifica fundamentalmente la tópica de la que se trata y pasamos a sustituir entonces la barra entre inconciente y preconciente de Freud por la barra entre significado y significante y Lacan dice que es en ésta barra que la función fundamental de corte en el discurso, donde se halla el sujeto. Parece una idea muy oscuras pero es super sencilla y elemental. Voy a darles yo una versión, dice así: como un significante en cuanto tal no significa nada, cada vez que un significante logre significar algo es porque allí está el sujeto. Quiere decir que en esta vara es donde fundamentalmente se hallará el sujeto. Esta barra cabe destacar, que es un hecho de estructura y que en absoluto tiene que ver con contingencia histórica alguna, o sea, ésta no es historizable.

"Aquí se sorprende al sujeto que nos interesa", creo que con se sorprende es buena indicación para la referencia a la dimensión más clínica del inconciente, quién le dijo a usted que S mayúscula significa ese s minúscula?, "puesto que al anudarse en la significación, lo tenemos ya alojado bajo la égida del preconciente", y ven que efectivamente Lacan está poniendo las dos tópicas en relación. La tópica de Inconciente, Preconciente y Conciencia con la tópica que se arma con las leyes de la metáfora y la metonimia. Siendo que al sujeto entonces lo tenemos localizado al nivel del preconciente cuando se ha producido algo de la índole de la significación.

"Por donde se llegaría ala paradoja de concebir que el discurso en la sesión analítica no vale sino porque da traspiés o incluso se interrumpe", si fundamentalmente se caza, se lo sorprende al sujeto en el corte, entonces una sesión no podría evolucionar correctamente si no fuese porque ella misma estaría todo el tiempo dando traspiés, que es una paradoja, porque las cosas mejor irían cuando peor irían, eso sería si: "si la sesión misma no se instituyese como una ruptura en un falso discurso, digamos en lo que el discurso realiza al vaciarse de palabra". Quiere decir que no es cierto que las sesiones no avanzan dando traspiés ellas mismas (entienden que no es lo mismo que el sujeto de un traspié en lo que dice en la sesión que que la sesión misma sea un traspié) pero para que la sesión pueda alojar al sujeto esencialmente localizado en el intervalo, o sea en el corte, ella misma debe instituirse como una ruptura en un falso discurso, digamos en lo que el discurso realiza al vaciarse como palabra. Vaciarse como palabra es reducir la palabra al significante y en tanto que tal no significar nada.

"Este corte de la cadena significante es el único que verifica la estructura del sujeto como discontinuidad en lo real. Si la lingüística nos promueve el significante al ver en él el determinante del significado, el análisis revela la verdad de esta relación al hacer de los huecos del sentido los determinantes de su discurso".

Yo voy a comentar de vuelta esta cita párrafo por párrafo pero me hace falta primero incluir un problema que no traigo citado pero que hace falta ponerlo junto con este. Recuerdan que hay una polémica, al menos en la lectura de Lacan, en la localización del sujeto del inconciente, que es nuestro tema, entre moi y je. O sea, dado que el francés posee dos partículas para dar cuenta de la primera persona del singular, obvio que esas dos partículas permiten concebir problemas distintos del sujeto. Lacan desde el comienzo propone que el moi sea el objeto del narcisismo de Freud y entonces se produce la primer oposición de que el je, dado por ejemplo una lógica de estilo del esquema Lambda, que del lado del sujeto quedan sólo dos elementos: moi y el sujeto, entonces es muy proclive en los lectores de Lacan suponer que el moi es la localización del sujeto a nivel imaginario y el je a nivel simbólico. Me da la impresión que es más fácil para nosotros que no hablamos en francés y que podemos tomar en una manera más neutra los términos del francés. Cuando en los lectores o en los alumnos de Lacan este paso se dió, Lacan tuvo que salir a rectificarlo y entonces dice que si es que en el francés hay alguna partícula que representa al sujeto del inconciente ésta no es el je, si es que la hay en el francés es el ne expletivo. Vamos a pensar esta articulación un poquito porque se refiere fundamentalmente al sujeto del intervalo.

El ne expletivo es una propiedad de la lengua francesa que requiere que para que algunas frases sean correctamente dichas, afirmando algo, el caso más típico es el ejemplo de Lacan, hay otros, es la frase temo que venga, que es una frase afirmativa, en francés se dice: je crain qu" il ne vien. Si yo dijese: …. vien pas, sería yo temo que el no venga, pero si yo digo temo que venga, para decirlo en francés bien tendría que decir je crain qu"il ne vien. A un profesor de francés si uno está aprendiendo a traducir y uno le dice qué se hace con este ne, el profesor te dice que no lo tomes en cuenta, no se traduce, se lo deja caer.

La pregunta de Lacan es qué quiere decir que en una lengua haya quedado semejante artificio, que para afirmar algo hay que decir una partícula negativa. Es claro que ustedes deberán recordar que en francés la partícula negativa fuerte es el pas, ne pas, ne rien.., sea como sea ese ne queda inscripto allí. Entonces Lacan dice que si en el francés hay que buscar alguna localización del sujeto del inconciente sería en el ne expletivo. Me da la impresión que no tendríamos que hacer un trabajo enorme al articular esta localización en la lengua francesa del sujeto del inconciente en este ne expletivo con la Verneinung de Freud donde el sujeto aparece en la medida que afirma algo negándolo, o niego algo afirmándolo, como ejemplo: no vaya a creer usted que yo…, etc.

Quiere decir que, primero, este sujeto del intervalo, si tuviésemos que articularlo a algún mecanismo freudiano, no sería a la represión, sería a la denegación, la verneinung. Y es la verneinung la mejor referencia freudiana para pensar el sujeto intercalar de Lacan, dónde queda el sujeto? Entre ese sí y ese no, ya que ustedes no lo pueden poner bajo la égida del no ni bajo la del sí.

Segundo. En Lacan el mecanismo correspondiente a esta ubicación intervalar del sujeto es la elisión.

Tercero. Hay una distinta localización del corte. El corte fundamental deja de ser el corte inconciente – preconciente, que es un corte de tipo impermeable, o sea funciona como un corte. Qué estructura tiene ese corte que se localiza en la tópica del inconciente freudiana, que se localiza entre preconciente e inconciente? Sin lugar a dudas es la represión. Ese corte en la obra de Freud es la represión. Lacan propone localizar el sujeto del inconciente en otro corte, es en la barrera resistente a la significación entre el significante y el significado. Y por otra parte, algo que quería que presten mucha atención, "Este corte en la cadena significante es el mismo que caracteriza la estructura del sujeto como discontinuidad en lo real. Si la lingüística nos promueve el significante al ver en él el determinante del significado, el análisis revela la verdad de esta relación al hacer de los huecos del sentido los determinantes de su discurso". Estos huecos del sentido como los determinantes del discurso del sujeto del inconciente, les propongo, como huecos, oponerlos a las lagunas mnésicas de Freud, que de vuelta me da la impresión que es una oposición historia – estructura, la falta de material mnésico en Freud tiene fecha, es la articulación de un trauma infantil con algún suceso actual, la intervención al respecto siempre es preguntar cuándo, en qué circunstancias y desde cuándo. Mientras que para Lacan los determinantes del discurso del sujeto, para nada son fechables, son los huecos del sentido, y los huecos de sentido para Lacan son por estructura no por historia, recordarán las elaboraciones de Lacan a la altura del seminario 5 donde hace un estudio muy profundo sobre el chiste y donde dice que el colmo del sentido es el sinsentido, o sea que si uno avanza por la vía del sentido, siempre, necesariamente, por motivos de estructura hallará un hueco del sentido, ese hueco del sentido dice Lacan es el determinante máximo para el discurso del sujeto, este agujero, porque es un agujero, habría que oponerlo a los agujeros tal como los concibió Freud, que son agujeros históricos. No es que no los haya, porque estos huecos fundamentales son los que permiten alojar al hueco de la represión.

Avanzando en esta perspectiva vamos a entrar al problema del deseo, o sea a la relación inconciente, sujeto del inconciente, deseo. Primero les voy a proponer una relación deseo con corte, de la página 791 de "Subversión del Sujeto" está un poquito por fuera del derrotero fundamental y es tanto lo que me extendí en este tema que deben creer que hice un esfuerzo muy grande para traer la menor cantidad de material posible para no extendernos, pero este derrotero colateral me ví llevado a hacerlo porque como estoy tratando de promover que la estructura fundamental en torno a la cual gira el inconciente, el sujeto del inconciente y el acto analítico, es el corte, tuve que hacerlo para atacar una idea muy prevalente en psicoanálisis lacaniano y es el deseo como infinito. Pagina 791: "Para decirlo todo, hasta el punto de esas necesidades han pasado al registro del deseo, con todo lo que nos impone confrontar a nuestra nueva experiencia en sus paradojas de siempre para el moralista", o sea el deseo siempre presentó paradojas al moralista, "de esa marca de infinitud que señala en él los teólogos", o sea que si ustedes se creían super subversivos y ultralacanianos al sostener que el deseo es infinito, les advierto que no, que tienen una teoría teológica sobre el deseo, teológica es el discurso sobre Dios, o sea los argumentos que sostienen en forma racional la existencia de Dios, y es de la teología (guarda que teología no es religión pero nos estamos metiendo, los estoy llevando a un problema próximo al de la religión) y entonces Lacan sostiene que la teoría de que el deseo es infinito es una teoría de los teólogos.

Creo que el problema que se nos plantea a los lacanianos es, por un lado confundir deseo con metonimia, y como la metonimia es de S1 a S2 y de S2 a S3 y de S3 puntos suspensivos a Sn, creo que se nos hace la idea de que el deseo, por lo tanto, es infinito. En realidad que el deseo sea infinito, en la clínica cuando se manifiesta sólo es por la vertiente de los síntomas histéricos. Es en el síntoma histérico donde únicamente se inscribe la clínica del deseo infinito, pero el deseo histérico no es la estructura normal del deseo.

Y, por otra parte, me da la impresión que se confunde y se cree que lo que afirmaba Freud era deseo infinito, cuando Freud dijo deseo indestructible, que es al totalmente distinto, más bien de lo que se trata con Lacan es proponer que de las funciones, la más limitada, la más cortada de las funciones psíquicas para Lacan es el deseo, cuando me da la impresión que para nosotros, solemos creer que es lo que abre cierta vertiente de continuidad metonímica.

Planteado este problema, vamos a cómo se relacionan para Lacan historia y estructura, porque creo el que sigamos nosotros sosteniendo, a pesar de Lacan y a pesar de algunas cosas que ya trabajamos de Freud, que el inconciente es fundamentalmente un hecho de la represión es el valor que le damos a la historia en relación a la estructura. Entonces, en la página 792, de "Subversión del Sujeto", Lacan dice: "Lo que el psicoanálisis nos demuestra referente al deseo en su función que podemos llamar más natural puesto que es de ella de la depende el mantenimiento de la especie, no es únicamente que está sometido en su instancia, su apropiación, su normalidad para decirlo todo, a los accidentes de la historia del sujeto", quiere decir que cualquier anormalidad que ustedes encuentren en la estructura desiderativa de alguien dependerá de: accidentes de la historia, la anormalidad del deseo, y respecto de la historia, entre paréntesis Lacan coloca: "(noción del traumatismo como contingencia" es además que todo esto exige el concurso de elementos estructurales que para intervenir, prescinden perfectamente de esos accidentes, y cuya incidencia inarmónica, inesperada, difícil de reducir, parece sin duda dejar a la experiencia un residuo que pudo arrancar a Freud la confesión de que la sexualidad debía de llevar el rastro de alguna rajadura poco natural". Entonces, todo lo de anormal que ustedes encuentren en el deseo de alguien deben articularlo a su historia, por ejemplo si alguien les dice: "mi deseo sexual sólo se manifiesta cuando veo mujeres culonas agachadas limpiando el piso", ustedes pueden preguntarle directamente a que hecho de su historia usted puede vincular ésto. Entonces el hombre de los lobos podrá a partir de ahí asociar y descubrir la escena primordial.

"Pero la incidencia inarmónica", la falta de armonía sexual, "inesperada y difícil de reducir", al deseo le proviene no de la historia sino de la estructura, no solamente eso sino que este efecto de estructura: que el deseo tenga una incidencia inarmónica prescinde de la historia para intervenir, o sea, podríamos decirlo en términos más avanzados: el que no haya relación sexual, la inexistencia de relación sexual, el que no haya armonía en el acoplamiento masculino femenino en la sexualidad humana es independiente de la historia e incide en forma independiente de la historia. Con lo cual son dos andariveles separados con los que el analista trabaja: las fijaciones que dan la anormalidad del deseo y la estructura inarmónica del deseo como tal, que es un hecho de estructura.

Obvio que para todos los casos de patologías del deseo vinculado a la historia podrán poner a trabajar las nociones de represión, no así para los hechos estructurales.

Avanzo un poquitos más, dice Lacan: "Haríamos mal en creer que el mito freudiano del Edipo dé el golpe de gracia sobre este punto a la teología", se acuerdan que acabábamos de decir que para la teología el deseo es infinito, es la respuesta que se le da al problema del deseo. Lo que Lacan advierte es que no debe creerse que desarrollando el complejo de Edipo por parte de Freud se mata al argumento teológico de la desarmonía del deseo. "Pues no se basta por el hecho de agitar el guiñol de la rivalidad sexual", no es que el deseo es inarmónico por estructura porque para acceder a él entré por la vía de la rivalidad con mi padre en la posición de mi madre", no es por eso, "y convendría más bien leer en él", qué es el Edipo entonces si no es la rivalidad, el padre como rival?, "y convendría mas bien leer en él lo que en sus coordenadas Freud impone a nuestra reflexión; pues regresan a la cuestión de donde él mismo partió: qué es un Padre?". Con lo cual, si hay algo disarmónico en relación al deseo y ustedes, todos nosotros lo pensamos en relación al descubrimiento del Edipo en Freud, para Lacan lo esencial, lo fundamental del Edipo no es la rivalidad de la sexualidad más neta que da el Edipo que es la masculina con el padre en el acceso de la madre, es la pregunta qué es un padre.

En el párrafo siguiente Lacan dice: "Es el Padre muerto, responde Freud, pero nadie lo escucha, y en la medida en que Lacan", dice Lacan, "lo prosigue bajo el capítulo de Nombre-del-Padre, puede lamentarse que una situación poco científica le deje siempre privado de su auditorio normal". Esta última chicana es que el auditorio normal son los psicoanalistas y Lacan dice que nunca tiene psicoanalistas a quien decirles ésto", siempre se lo tiene que decir a otro público, revisen los Escritos y van a ver que siempre están dirigidos a estudiantes de letras, a filósofos, a psiquiatras, hasta una revista para presentar el texto de Sade, reviesen, están todos, van a ver que casi ningún escrito, y especialmente los fundamentales, fue para psicoanalistas.

Entonces, el deseo en el inconciente, fundamentalmente es disarmónico por la función del padre. Ahora, qué es un padre? Lacan dice que él hace un cierto avance al llamar Nombre-del-Padre, y vieron que la polémica aquí es con la teología, no es con la filosofía, es con los discursos respecto de la existencia de Dios. Porque lo que Lacan va a plantear que es el eje del problema del deseo inconciente, es la función paterna en el inconciente, lo que Lacan llama el misterio del padre en el inconciente. Y responde al siguiente problema: es lo que, espero arribar con ello en la próxima, es lo que en el seminario 11 Lacan llama la verdadera fórmula del ateísmo y es: Dios es inconciente. O sea, lo que les propongo es: en el núcleo de aquello que nosotros llamamos inconciente y que determina la estructura del deseo, en la clínica orientada por las enseñanzas de Lacan van a ver, lo voy a plantear en lo que sigue, la clínica se orienta del inconciente hacia el deseo, van a ver este movimiento, es el cambio de la orientación del inconciente hacia el deseo, nos hace ir al problema fundamental del deseo inconciente, y es el Padre. No sé si para todos fue evidente el por qué el argumento final del problema Dios es inconciente, porque me apoyé en la articulación freudiana de que el padre es Dios, con lo cual el verdadero problema del que se trata en el inconciente es la existencia de Dios, ese es el verdadero problema del inconciente freudiano. Más aún, si ustedes revisan en ese sentido las enseñanzas de Lacan, toda la pregunta, toda la elaboración y todo el desarrollo de la enseñanza de Freud en relación al psicoanálisis gira en torno al Padre, qué es un padre. Y finalmente lo que va a llegar a afirmar Lacan, siguiendo en esta vía, es que un padre, o sea Dios, es inconciente. Con lo cual habrán visto que hemos llegado a una noción de inconciente absolutamente separada de las concepciones habituales, donde no tiene nada que ver con la represión propiamente dicha, tampoco con la represión originaria, sino que tiene que ver con el misterio de la existencia de Dios en el inconciente.

Bien, a eso nos dirigimos. Para hacerlo les propongo trabajar las fórmulas a la cual ya le dimos una versión, pero ahora le vamos a dar la segunda, de: El inconciente es el discurso del Otro, y el deseo del hombre es el deseo del Otro, esto está en "Subversión del Sujeto" que es nuestro texto de referencia hoy, en la página 794. Dice Lacan: "Digámoslo, esto no es más que emblema: el representante de la representación en la condición absoluta está en su lugar en el inconciente, donde causa el deseo según la estructura de la fantasía que vamos a extraer de él". Lo vuelvo a leer: "Esto no es más que emblema", se refiere al párrafo anterior, "el representante de la representación en la condición absoluta está en su lugar en el inconciente, donde causa el deseo según la estructura de la fantasía que vamos a extraer de él", qué hay en el inconciente? El representante de la representación, pero no solamente eso hay como contenidos, el representante de la representación en la condición absoluta está en su lugar en el inconciente donde causa el deseo. No sé si ustedes tienen clara la polémica de lo que es el Vorstellungsrepräsentanz, que está clara en al menos dos páginas del seminario 11, en la segunda o tercer clase del seminario 11, donde Lacan polemiza con la traducción para Vorstellungsrepräsentanz como representante representativo y propone sustituírlo por el representante de la representación. Lo que Lacan está diciendo es que lo que hay en el inconciente, y podríamos decir que cada vez más giramos a la segunda tópica del inconciente freudiano, es Vorstellungrepräsentaz, pero en vez de ser el representante representativo, o sea el representante que representa es el representante de la representación que no hay. Cada uno de los términos que esté en el inconciente, estará, si quieren llamarlo Vorstellung, si quieren significante, llámenlos como quieran, pero todo lo que esté en el inconciente va a estar como causa del deseo fundamentalmente como representante de la representación que falta. O sea, la representación falta, especialmente la representación del deseo, y la causa del deseo es que cualquier elemento simbólico que haya en el inconciente, el estatuto que va a tener es representante de la representación. Obvio que se deduce lógicamente que si cada uno de los elementos va a ser representante de la representación ninguno va a ser representación, porque no la hay, eso es lo que hay en el inconciente. Esto trae consecuencias, decirlo así trae consecuencias.

Y son las que siguen. "Pues aquí se ve que la nesciencia en que queda el hombre respecto de su deseo es menos nesciencia de lo que pide que puede después de todo cernirse, que nesciencia de dónde desea", el traductor en este caso muy cuidadoso puso pide y entre paréntesis demanda. Nesciencia es falta de saber cuando esa falta de saber refiere a algo imposible de saber. Nesciencia en francés quiere decir cuando hay un saber que falta, lo que es imposible de saber. Parece mentira, hoy en La Nación salió en la primer página que hallaron el eslabón perdido, parece mentira, una expresión del siglo pasado, no existe el eslabón perdido, porque justamente está perdido, es un problema de nesciencia, es imposible establecer quién fue el primero hombre, y si ustedes leen el artículo va más hacia el lado de la imposibilidad de saber porque dice que la ramificación de lo que es el origen del hombre tal como lo conocemos hoy es mucho más arborificada que lo que se suponía porque al hombre que se lo encontró de 2000 de antigüedad el año pasado en España tiene rasgos tanto del hombre de Neanderthal como de anteriores, con lo cual es una mezcla, con lo cual no hay eslabón perdido. Ese es un punto de nesciencia, el primer padre, el primer hombre, el primer ser humano, hay nesciencia respecto a eso.

"Pues aquí se ve que la nesciencia en que queda el hombre", muy pocas veces Lacan utiliza el hombre, muy pocas, cada vez que lo utiliza se está refiriendo a algo que es prácticamente de aplicación universal, "respecto de su deseo es menos nesciencia de lo que demanda", hay demanda inconciente?, sí. Quiere decir que la imposibilidad de saber en la que queda el hombre es menos nesciencia de lo que demanda aún inconcientemente, se puede saber lo que uno demanda inconcientemente, es menos que nesciencia de dónde desea. Quiere decir que lo que ha quedado más allá no es el inconciente sino el deseo porque más allá aún, es la nesciencia, de lo que se demanda aún inconcientemente es el lugar desde dónde se desea.

Y aquí les voy a proponer alterar, ya algunos conocen mi forma de leer este párrafo, lo que quiere decir habitualmente inconciente es el discurso del Otro. Dice Lacan: "Y a esto es a lo que responde nuestra fórmula de que el inconciente es el discurso del Otro, en la que hay que entender el "de" en el sentido del de latino (determinación objetiva): de Alio in oratione.

Pero también añadiendo que el deseo del hombre es el deseo del Otro, donde el "de" da la determinación llamada por los gramáticos subjetiva, a saber la de que es en cuanto Otro como desea (lo cual da el verdadero alcance de la pasión humana)".

Habitualmente, y me da la impresión que fueron las primeras lecturas que se hicieron, el inconciente es el discurso del Otro, dado que tiene en su estructura un genitivo como dice Lacan que es el "de", se lo leyó en forma ambigua, ya que algunas utilizaciones de los genitivos permiten lecturas ambiguas. A mi suegra se le murió la perrita, así que yo ya no puedo decir más "La perra de mi suegra", porque perdió ambigüedad, yo hace unos años lo decía, ahora no, porque perdió la ambigüedad. Otro ejemplo: el burro del herrero. Ahí hay un genitivo, lo que pasa es que ahí hay elisión, el burro de el herrero, quiere decir: o el animal que es una posesión del herrero que lo utiliza para desplazar sus metales que es un burro, o estoy diciendo que el herrero es muy bruto. Ahora no todos los genitivos, no es cierto que todos los genitivos sean ambiguos, algunos no lo son en absoluto, les traje dos ejemplos, es muy difícil traer ejemplos porque nosotros muchas veces sustituimos el genitivo de, es nuestra forma de hablar en Buenos Aires, que en España utilizan el de, nosotros utilizamos el a, así es que es difícil conseguir buenos ejemplos, les traje dos que me parecen que pueden llegar a estar bien. Les propongo oponer "el temor de la muerte", escriban la frase, voy a hacer una prueba de análisis gramatical, saquen una hoja, y "la pena del desdichado", ambas son frases con genitivos, pero no son ambiguos porque el temor de la muerte salvo en alguna película o en algún dibujito animado que se representa a la muerte como una mujer con la guadaña y una capucha y que si se producen ciertas maniobras se asusta, pero es una ficción, en realidad el temor de la muerte, el problema es que nosotros solemos decir: el temor a la muerte, pero es un problema castizo, de un modismo local nuestro, estos ejemplos los traje todos del Diccionario de la Real Academia así que son de la lengua pero para nosotros no es tan así, también solemos decir el temor a Dios no el temor de Dios. Pero el temor de la muerte sea como sea, no es que la muerte teme nada sino que nosotros tememos la muerte, con lo cual en ese caso el genitivo no es ambiguo, ese caso es un caso de genitivo objetivo.

Lacan dice: el inconciente es el discurso del Otro es genitivo objetivo, quiere decir que el inconciente es el discurso del Otro equivale a el temor de la muerte.

Mientras que: la pena del desdichado es obvio que es el desdichado el que tiene pena, no en el sentido de condena, pena de tristeza, este caso es genitivo subjetivo, y Lacan dice que es esa la estructura de el deseo del hombre es el deseo del Otro. Si esta articulación es válida, pero es Lacan el que dice que una fórmula es genitivo objetivo y la otra genitivo subjetivo, entonces no hay que leerlas en formas ambiguas, y qué quiere decir que el inconciente es el discurso del Otro sea un genitivo objetivo? Quiere decir: de Alio in oratione, esa frase en latín se traduce por: del Otro en la oración. Que quiere decir que se habla del Otro en la oración. El inconciente es el discurso del Otro, es muy distinto lo que solemos entender, significa hablar del Otro, no es que uno recibe su propio mensaje en forma invertida desde el Otro, no es eso, es hablar del Otro. Esto puede cernirse.

Pregunta inaudible.

Habitualmente la lectura lacaniana de el inconciente es el discurso del Otro, si alguno de ustedes enseñase psicoanálisis escuela francesa en esta facultad a los chicos de esta facultad y les tuvieran que enseñar el inconciente es el discurso del Otro, ustedes automáticamente remitirían al poder discrecional del oyente y les dirían que el inconciente es el discurso del Otro es lo que el Otro dice de ustedes. Uno recibe su propio mensaje en forma invertida desde el Otro. Si este mensaje viene en forma invertida y sorprende ustedes me dirían ese es el inconciente entonces el inconciente proviene del analista. Lamentablemente no es lo que dice Lacan aquí, lo que está diciendo es que en este contexto, la articulación inconciente deseo, en relación a la imposibilidad de saber, o sea a lo real, al objeto a causa del deseo, como imposible de saber, en relación a la nesciencia o sea al objeto a en su dimensión más fundamental para el sujeto como homo sapiens, para el sujeto como articulación significante, lo que Lacan está proponiendo es que el inconciente es lo que decimos del Otro, no lo que el Otro es capaz de decir en lo que nosotros decimos.

Mientras que el deseo es el deseo del Otro ya no es más ambigua, también perdió su ambigüedad, no es que yo deseo el deseo del Otro, sino que solamente deseo desde el lugar del Otro.

Si, entonces, el inconciente es el discurso del Otro, es un genitivo objetivo y es de Alio in oratione, siendo que el deseo es el deseo del Otro es que desde el lugar Otro desde donde deseo, es que nunca podré apropiarme del deseo, desde esta perspectiva Lacan dice es más nesciencia la del deseo que la del inconciente porque la del inconciente puede cernirse porque es lo que yo digo sobre el Otro.

Pregunta inaudible.

Sí, no es lo que dice aquí Lacan, todas esas versiones que son las típicas del seminario 1, 2, 3, no son las que aquí nos está proponiendo Lacan para articular estas dos fórmulas y me da la impresión que lo más impactante que tienen es que son super próximas, el inconciente es el discurso del Otro, el deseo es el deseo del Otro. Lacan dice desde la perspectiva de la nesciencia, o sea de lo imposible de saber, o sea del objeto a causa del deseo de saber, el inconciente es menos nesciencia, habrá algo siempre imposible de saber pero mucho menos nesciencia porque puede cernirse, entiendan que cernirse no quiere decir que se pueda decir todo pero puede enmarcarse, lo que se dice del Otro. Mientras no puede enmarcarse lo que se desea porque ese es un genitivo subjetivo, o sea que sólo se desea desde el Otro. Entre paréntesis, ni más ni menos Lacan pone: lo cual da el verdadero alcance de la pasión humana, ni más ni menos esta formula da el verdadero alcance de la pasión humana.

Les propongo entonces que hay un cambio en el más allá, que no solamente implica ya el vaciamiento del inconciente y llevar el inconciente al estatuto de corte sino que quedará aún más allá del inconciente como corte, el desear desde el lugar del Otro.

Avancemos un poquito más. Los voy a llevar al problema de la enunciación.

El sujeto del inconciente como el sujeto de la enunciación. Todo es "Subversión del Sujeto". Pagina 796, Lacan habla del fading de la enunciación y dice: "He aquí ahora en efecto nuestra atención solicitada por el estatuto subjetivo de la cadena significante en el inconciente, o mejor en la represión primordial". Despacito. Viene hablando del fading de la enunciación, o sea fading es el borramiento, desvanecimiento, fader es una maquinita para borrar por ejemplo el sonido de un equipo musical, aplicar el fader es que se vaya disminuyendo el sonido gradualmente hasta que desaparezca, entonces el desvanecimiento del sujeto a nivel de la enunciación.

Respecto del sujeto, qué estatuto tiene la cadena significante en el inconciente, aquello que al comienzo llamamos el inconciente es para Freud una cadena significante que se sostiene en otra escena, cuál es el estatuto subjetivo de esa cadena significante en la otra escena?

Aquí sí aparece la represión pero me da la impresión que al menos para mí, al menos para mi sorpresa no es la represión propiamente dicha. En términos freudianos la represión primordial es imposibilidad de saber y no es para nada contenidos significantes reprimidos. Para avanzar en este sentido quiero hacerles recordar en qué sistema de oposiciones lingüísticas hay que entender enunciación, enunciación desde la lingüística se opone a enunciado, enunciado en lingüística es el contenido de lo que se dice, y el estatuto del sujeto del inconciente es enunciación, o sea que no son los contenidos. Al menos, en la perspectiva del párrafo anterior, habrá un más allá de los contenidos que pueden cernirse. Sino la enunciación y la enunciación es el acto de decirlo. Si uno quisiese: la posición que uno tiene al decirlo. No se olviden que vamos hacia "Posición del Inconciente". Y es solamente porque el inconciente pasa a ser enunciación, es solamente porque el inconciente se vacía de contenidos, deja de ser histórico y se independiza de la represión, es por este motivo, y sólo por estos motivos es que yendo hacia "Posición del Inconciente", se puede decir que el analista está en el inconciente. Se acuerdan que en "Posición del Inconciente" se afirma que el analista es un término del inconciente, cómo podría ser que el analista esté en el inconciente si nunca fue reprimido? Es que ha variado completamente la teoría del inconciente en este retorno a Freud de Lacan. Inconciente será fundamentalmente la posición del sujeto en el acto de decir, y entonces dada la posición del sujeto en el acto de decir el inconciente incluirá al analista es a quien uno se dirige en el acto de decir, pero ven entonces que absolutamente se nos ha vaciado totalmente el inconciente, ha quedado ya aquí en "Subversión del Sujeto" como puro corte, como un corte estructural absolutamente separado de cualquier contenido, del mecanismo de la represión y de toda dimensión histórica.

En "Subversión del Sujeto" este párrafo que les leí, aparece en "Subversión del Sujeto" antes que Lacan empiece a hablar de qué, cuando Lacan presenta qué, cuando pasa de qué grafo a qué grafo? Es cuando pasa del grafo 3 al grafo completo porque el estatuto subjetivo de la cadena inconciente se referirá en el grafo del deseo a los siguientes elementos: S de A mayúscula barrado y S barrado rombo D. El estatuto de la cadena significante en el inconciente, el significante de una falta en el Otro y la pulsión. De vuelta tenemos localizada allí la pulsión, se acuerdan que en el Ello Freud ubicaba su nueva concepción del inconciente, una concepción más radical del inconciente es a dónde progresó su enseñanza y el inconciente en el Ello que se enraíza en las pulsiones no es un inconciente de represión, hacia ahí mismo estamos yendo.

Pagina 798. "Lo que el grafo nos propone ahora se sitúa en el punto en que toda cadena significante se honra en cerrar el círculo de su significación. Si hay que esperar semejante efecto de la enunciación inconciente, aquí será en S de A mayúscula barrado y se leerá: significante de una falta en el Otro, inherente a su función misma de ser el tesoro del significante. Esto en la medida en que al Otro se le pide (che vuoi) que responda del valor de ese tesoro, es decir que responda sin duda desde su lugar en la cadena inferior, pero en los significantes constituyentes de la cadena superior", se acuerdan que este es nuestro verdadero tema, cuáles son los significantes constituyentes de la cadena superior, la enunciación inconciente, ya los articulamos al menos una vez a Vorstellungrepräsentanz, acá parece que va a desmentirse Lacan porque nos va a decir cuáles son esos significantes, y agrega: "dicho de otra manera en términos de pulsión". Los significantes de la enunciación inconciente, dicho de otra manera: la pulsión.

Qué podrían decir ustedes como primer atributo de la pulsión, en relación a la comunicación, en relación a los significantes, en relación a la palabra, a la enunciación, qué es lo primero que se les ocurre? Es muda, la pulsión es muda. Quiere decir que la enunciación inconciente que son los significantes en la cadena superior, esto es la pulsión, pero la pulsión es muda.

"La falta de que se trata es ciertamente lo que hemos formulado ya: que no hay un Otro del Otro. Pero este rasgo de la No-Fe de la verdad" o sea la falta de garantía de la verdad, "es en efecto la última palabra válida para dar a la pregunta; qué me quiere el Otro?". Se acuerdan que lo que pone a trabajar el deseo desde el lugar del Otro, la nesciencia radical del deseo, en análisis, a través de un analista para un analizante, es el che vuoi, qué quieres dirigido al Otro, que me toma a mí por objeto mediante un qué me quieres? Acá está hablando de eso: qué me quiere el Otro. "Su respuesta, cuando nosotros, analistas, somos su portavoz?", el portavoz del Otro. Se acuerdan que dijimos recién que en la cadena superior tenía que responder A mayúscula como tesoro del significante, con los significantes tal como están en la cadena de abajo pero como funcionan arriba, y Lacan está diciendo que eso es la pulsión y por eso dice la falta de la que se trata, porque es una falta de material, el inconciente es falta de material, por eso va a terminar diciendo un puro corte. La respuesta que dice Lacan es que no se puede decir, respecto de qué me quiere el Otro, no puedo saberlo, no es esa la última palabra. "Su respuesta, cuando nosotros, analistas somos su portavoz? Seguro que no, y justamente en la medida en que nuestro oficio no tiene nada de doctrinal. No tenemos que responder de ninguna verdad última", esto es interesantísimo porque este paso se transformó totalmente en la enseñanza de Lacan tal como se la sostiene hoy y hoy se sostiene una verdad última, se sostiene que no hay verdad de la verdad es la verdad última, y Lacan dice que no hay una verdad última, "especialmente ni por ni contra ninguna religión". Es por eso que Lacan dice que: el padre ha muerto, Dios ha muerto, que es una posición religiosa, no es la posición del analista, no es Dios existe, ni Dios ha muerto, no estamos a favor ni en contra de ninguna religión, nuestra posición no es doctrinal, la única verdadera fórmula del ateísmo es: Dios es inconciente.

Entonces, a lo que hemos llegado, en "Subversión del Sujeto" recién, estamos a la altura del seminario 8, es a un vaciamiento radical del inconciente y que su estatuto subjetivo es la pulsión, con lo cual el progreso del trabajo en la dirección de la cura pasa primero por: lo que está más cerca en la nesciencia: cernir lo que se dice del Otro y quedará más allá desde dónde se desea. Qué estatuto subjetivo tendrán los significantes en juego a éste nivel? La pulsión. Es claro que no la pulsión de Freud. Les leo qué es pulsión para Lacan.

"Se concibe mejor en nuestra deducción que haya habido que interrogarse sobre la función que sostiene al sujeto del inconciente", ven que estamos hablando de qué función sostiene el sujeto del inconciente porque no son contenidos reprimidos, entonces, cómo se sostiene?, "al observar que es difícil designarlo en ninguna parte como sujeto de un enunciado", se vació, "por consiguiente como articulándolo, cuando no sabe ni siquiera que habla", se acuerdan que dijimos respecto al cogito que esencialmente es donde se piensa o donde se habla, sin siquiera que él sepa que se piensa o se habla allí. "De donde el concepto de la pulsión donde se le designa", al sujeto de la enunciación inconciente, en la pulsión se designa el sujeto del inconciente no el cuerpo, para decirlo de otra manera: la pulsión para Lacan a la altura de "Subversión del Sujeto", es una localización del sujeto del inconciente, en la pulsión se localiza el sujeto del inconciente, pero qué localización es esa? "… donde se le designa por una ubicación orgánica". Dónde se localiza el sujeto del inconciente cuando se localiza en la pulsión? En el cuerpo, oral, anal, etc., en ese sentido parece muy freudiano, salvo lo que agrega: ".. que satisface esa exigencia", el estatuto del sujeto del inconciente, qué exigencia?, "de estar tanto más lejos del hablar cuanto más habla". Esta es la frase esencial. La pulsión es una localización, o podríamos decir: la localización fundamental del sujeto del inconciente tal como lo concibe Lacan, o sea absolutamente vaciado, un puro acto de decir, y la pulsión será esta localización de esta dimensión del sujeto del inconciente porque la pulsión satisface las siguiente función, atención, si no la satisface no es pulsión. Si me cago cada 5 minutos y en eso no hay ningún decir, ese cagarme cada 5 minutos no es pulsional, no es cualquier suceso en torno a un agujero corporal tipificado como zona erógena por Freud. Cuándo el chupar como en el vampiro, o el retener o expulsar son pulsionales? Cuando son enunciación. Qué enunciación? La enunciación estrictamente inconciente de un sujeto absolutamente en fading. La fórmula. Que satisface esa exigencia de estar tanto más lejos de hablar cuanto más se habla. O sea, para el sujeto, qué decir es un decir menos decir que cuando quien dice es la pulsión. Supongan que sí una diarrea es un decir, y muchas veces es muy común que uno descubra que sí porque cada vez que vas a preparar un final, cómo sabe el intestino para hablar de causas orgánicas, que estás por dar un final para tener diarrea, quiere decir que ahí hay un mensaje. Para Lacan ese mensaje es el mensaje más esencialmente inconciente, porque cuando más dice qué, qué cláusula hay que agregarle? Menos es, o soy yo quien lo dice.

Entienden que si tú dices de mí, si tú eres quien dices de mí, yo puedo aceptar que eso que tu dices de mí sea verdad respecto de mí, la verdad es que sí, ahora que vos me lo decís me doy cuenta que estoy celoso, envidioso, nervioso o cualquier cosa, y francamente me he dado cuenta porque tú me lo has dicho. Lacan dice que la función fundamental del inconciente es cuando ese tú es el ano, cuando quien habla es el culo, eso es el inconciente, pero no porque tenemos alguna cosa privilegiada con el culo o con los labios o con el cercado de los dientes, o con la garganta. Vieron que la zona erógena, no crean que es algo fácil de establecer, en Dora era oral y era la garganta, el catarro, así que si es la garganta, dónde está el corte que determina la pulsión oral?, no es tan obvio. Notaron la cantidad de bruxismo que hay? Hay un incremento del bruxismo notable en los últimos 10, 20 años, pregúntenle a cualquier dentista conocido, de años porque si es un pibe joven, nació con el bruxismo. Voy al dentista porque me duelen los dientes, el dentista me revisa y me dice: sus dientes están gastados de forma tal que yo deduzco que usted los raspa, usted los raspa? La verdad que yo me dé cuenta. Usted cuándo duerme no aprieta los dientes y los raspa? Mire, la verdad es que no sé qué hago con los dientes cuando duermo. Vieron que muchas veces el bruxismo lo diagnostica el partenaire de la cama, no siempre es así pero es bastante parecido al ronquido, es el codazo del otro lo que a uno le anuncia. El bruxismo es una forma ejemplar, metafórica obvio, que les estoy proponiendo de la estructura del inconciente a la altura de "Subversión del Sujeto" para Lacan.

Es un mensaje que se emite de la manera más inconciente, no porque ahí está la relación sexual, mi madre y mi padre y toda la historia edípica, no por eso, no porque está el simbolismo freudiano, el viajar en tren, la cajita bivalva y el paraguas, no por eso. Es radicalmente inconciente porque es lo que está más alejado de mí, donde yo me localizo hablando o pensando. Es por eso que Lacan, a mí entender, siguiendo de la manera más radical lo que quiso decir, y creo que ningún postfreudiano como Lacan lo interpretó así, el Ello para Freud, siendo el receptáculo fundamental del inconciente, inconciente será un hablar, un decir o un pensar cuando radicalmente no sea yo, no moi, je, cuando no sea je quien dice o piensa allí. Que en el camino intermedio estás tú, con A mayúscula, es claro que sí, por más necio que sea tengo que aceptar que a veces lo que Tú dices es verdad para mí. Más radical que eso es cuando quien habla es una parte del cuerpo.

Para terminar, y para que ustedes vean que esto necesariamente concluye con una teoría que nos deja como única consistencia del inconciente, como única existencia del inconciente el corte, les preguntaría: para Freud y para Lacan, cuál es la estructura fundamental del objeto a nivel de la pulsión? Puro corte. Lo único que caracteriza al objeto a nivel de la pulsión es el puro corte.

Pero más radicalmente hablando aún, la zona corporal que se denomina zona erógena, qué estructura tiene? Un puro corte. Ven por qué me resulta imposible entender que Eso diga algo de mí, porque ni siquiera es un órgano. Entienden la fantasmagoría que se arma? Es un culo hablando, es el ano como una boca, empieza a emitir mensajes, esa es la concepción más radical de la localización del sujeto del inconciente a la altura del seminario 8, todavía no estoy en Encore, ni en esos seminarios que los lacanianos aman, El envés y Encore.

Pregunta: Ayer, Diana Rabinovich homologa a zona erógena, punto de goce, que lo dice Lacan. Yo repito lo que escuché. Creo que es en el seminario 14.

Hay un problema en establecer un parangón entre zona erógena y punto de goce, y es que con un punto no puedo hacer un recorrido circular, y me hace falta un recorrido circular. Si lo dice Lacan estará mal, es una lógica que está más allá de Lacan. El problema con el punto es que no me permite convertido en un corte palpitante o hablante, ese es el problema, no puede ser puntual. Que no sea puntual, no estoy haciendo una polémica con Diana porque ni siquiera sé qué citó Diana, hay que ver el contexto, el párrafo, pero el problema con punto es que tiende a un problema que es la concentridad, que se arme en torno a este punto, como las onditas que se arman en el agua cuando tiro una piedra en agua calma. El problema que esas onditas me plantean para lo que estoy desarrollando es la concentridad. Y lo estoy atacando es la posibilidad del hallazgo de algo consigo mismo, por eso estoy localizando el inconciente allí donde yo rechazo, por los motivos más elementales que Eso hable. Acepto más fácilmente que la lluvia hable, a mi siempre la lluvia me dice que no debo lavar el coche, yo tengo mala suerte, cuánta gente recibe el mensaje de que tiene mala suerte? La propaganda del Automóvil Club de la última campaña que decía: siempre va a pinchar la goma lejos de la gomería, y si las dice es porque ahí atrapa algún imaginario. Acepto mensajes de la naturaleza, perfectamente puede ser. Qué creen ustedes que pasaría en un pueblo agrícolo ganadero de la provincia de Buenos Aires después de 362 días de falta de lluvia, sacarían o no la virgencita de la Iglesia a dar una vuelta alrededor de la plaza? Y no son los indios sioux… La sacan para que Dios la vea, por intermediación de Dios, a ver si allá arriba no se olvidan de la pobre gente que está acá abajo. La lluvia como la sequía muy fácilmente las tomamos como mensaje. Dónde estamos ubicando lo más radical de lo inconciente en la enseñanza de Lacan. Allí donde nos resulta más inconcebible que se hable. Un puro agujero de mi cuerpo.

En esta presentación estoy planteando, no sólo que digo que un agujero del cuerpo habla, …. puede ser que un agujero de una arteria le diga a un cirujano: apurate hermano y suturá porque se te va? Sí, pero no es el inconciente, qué tiene que ver el inconciente con un cirujano que interpreta: cerrá hermano. Es inconciente, un agujero del cuerpo dice algo cuando tiene que estar separado de mí, donde se me hace a mí inconcebible total que ese sea mi mensaje, que un agujero de mi cuerpo se haya puesto a hablar. Esa es la división del sujeto.

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