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Historia esoterica y espiritual de chile (página 8)



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El 29 de Septiembre de 1873 el Estado Chileno quitó el carácter obligatorio de la Asignatura de Religión en la Educación Secundaria (o Media, como se diría ahora). La obligatoriedad de la Asignatura de Religión Católica solo se dejó a las Escuelas Primarias (o Básicas de ahora).

Esas medidas de las autoridades civiles o laicas eran perfectamente lógicas en relación con la Libertad de Cultos de hecho que se estableció con la Ley Interpretativa del Art. 5· de la Constitución del 33. Pero aunque eran lógicas eran equivocadas porque estaban dañando seriamente la futura evolución moral o ética del pueblo chileno.

Las autoridades de hoy y de ayer, civiles y religiosas, los padres de familia y todas las personas de recta conciencia se quejan siempre de la inmoralidad de las costumbres de la comunidad, de la corrupción, de los abusos e injusticias que se cometen en todas partes, y de la muerte del sentido de pecado de muchísimas personas. Y no saben que la causa viene por efecto de la mala influencia de una institución eminentemente Moralista y Filosófica, la Masonería.

Los francmasones presentes en las cámaras presionaron de tal manera que ya en Julio de 1884 se acordó la supresión definitiva del Artículo 5· de la Constitución, y se cambió el texto del juramento del presidente de la República, eximiéndolo de la obligación de defender a la religión católica y de jurar sobre los santos evangelios.

Esa reforma se aprobó al final del Período del Don Domingo Santa María, pero no fue ratificada por el Congreso pleno al Período siguiente, quedando la separación final de la Iglesia y del Estado pendiente de un hilo, el que se terminó de cortar en 1925, con la Constitución de Don Arturo Alessandri Palma, Maestro Masón.

Los Masones proclamaron tan fuertemente el supuesto valor de la Tolerancia y de la Libertad de Culto que dañaron irremediablemente la fibra moral profunda del pueblo chileno. Aunque pretendían ser Amantes de la Sabiduría y practicantes de la Virtud, por su ceguera espiritual y su falta de presbicia moral, perjudicaron a todas las futuras generaciones.

No se dieron cuenta que un niño y un adolescente necesita una firme y clara formación moral y religiosa, y que cuando sea adulto, si lo deseara, podría cambiarse de religión, pero su estructura ética interna sería sana.

Ahora la gente del siglo XXI tiene una horrible ignorancia religiosa, un enorme vacío filosófico, una gran superficialidad de juicios, y una vida sin conciencia de pecado. Los culpables de la actual situación de confusión moral del ciudadano común son los grandes defensores del laicismo de mediados del siglo XIX y de años posteriores.

Y ahora a los errores de algunos furibundos masones comecuras del siglo XIX se agregan los errores formativos que comenten aquellos sacerdotes católicos, que después del Concilio Vaticano II, no se atreven a hablar de pecados, ni del Juicio Final, ni del Infierno, ni de un Dios Castigador, porque a algunos inteligentes psicólogos humanistas o a unos iluminados pedagogos, o a algunos Teólogos Marcionistas encubiertos, les metieron en la cabeza a los católicos que un Dios de Amor no castiga, que Dios nos acepta tal como somos, que Dios es infinitamente Tolerante.

La verdad es que esa clase de opiniones pronunciadas delante de este autor, un docente experto en las Sagradas Escrituras, que las puede leer en Griego y en Hebreo, revelan la más profunda ignorancia y un desprecio flagrante por la Verdad Revelada.

Decir que Dios no castiga cuando la Biblia está llena de ejemplos de que el Señor siempre hace caer sus duros juicios sobre Israel, o sobre la Iglesia, o sobre las personas que cometen faltas contra los Mandamientos. Es como si los cristianos de hoy leyeran la Biblia con un solo ojo, en vez de los tres ojos que normalmente se deben usar al leer las Sagradas Letras.

La gente semi-letrada de hoy confunde la tolerancia con la paciencia. Tolerar es dejar hacer al otro lo que quiera, aunque sea objetivamente malo, como también dejar pensar a los demás como quieran, incluso dejarlos en el error o en la mentira o en la injusticia.

Pero hacer eso es un crimen contra la Caridad, contra el Amor mismo, que siempre trata de salvar al prójimo para que no se vaya al abismo. En cambio, la paciencia es una virtud realmente cristiana, pues consiste en saber esperar que los procesos de maduración de las personas los lleven en la misma dirección del consejo dado por los mayores, o por los expertos.

La Caridad obliga tanto a presionar a los que amamos para que caminen por la Senda del Bien y de la Rectitud, como a tener paciencia hasta que las experiencias dolorosas y la reflexión interna creen el necesario arrepentimiento o el cambio de mentalidad. Dios no es tolerante, es Paciente, y eso no es lo mismo.

La religión cristiana nunca fue tolerante, ni el Judaísmo tampoco, ni el Islamismo. Es más, la palabra tolerancia no está en la Biblia. Si se habla, en cambio, de soportar la adversidad, o los juicios divinos cuando son las consecuencias de los pecados de los individuos.

En verdad tolerar no es amar, es ser indiferente a todo lo que el otro haga o diga, incluso indiferente a su destino eterno, a su salvación o a su eventual condenación. E incluso significa ser indiferente al daño que ese prójimo le haga a otro prójimo o a la sociedad entera.

La tolerancia, llevada al extremo, encubre un tremendo déficit de amor que es muy propio del mundo contemporáneo, o mejor dicho, del hombre contemporáneo.

La ceguera moral de los líderes de la sociedad occidental les hace considerar que los castigos son malos o dañinos para el desarrollo de las nuevas generaciones. No logran entender que los niños no siempre entienden con palabras, y que un castigo físico o psicológico moderado dado a tiempo es mucho mejor que cualquier psicoterapia posterior, y que es muchísimo mejor ese castigo paternal que tener que llenar nuestras cárceles de delincuentes juveniles.

Por eso cuando este autor dice que Dios es Castigador, lo afirma en sentido pedagógico y corrector. Dios castiga a los hombres para restaurar el equilibrio universal roto por el pecado e impulsar a las almas a la purificación y a la perfección. Dios nunca castiga por maldad, castiga para salvar al hombre del poder del pecado que podría matar el alma de los seres humanos.

Para terminar con el tema del laicismo de las leyes de los años finales del siglo XIX señalaremos que la ley de Matrimonio Civil se promulgó el 16 de Enero de 1884, y la Ley de Registro Civil de los Nacimientos, Matrimonios y Defunciones, se promulgó el 26 de Julio de 1884, terminándose con eso el monopolio que tenía la Iglesia como Memoria Documental de la Comunidad, pues los sacerdotes ya dejaban de ser los funcionarios públicos exclusivos que llevaban registro escrito de los que se casaban, se morían o de los que nacían en la tierra chilena.

Las parroquias ya nunca más fueron oficinas de registro civil-religioso. Otras personas, funcionarios públicos especiales, pagados por el Estado, se ocuparían de esas tareas.

En Febrero de 1858 se inauguró el primer templo público protestante en Valparaíso, en el barrio El Almendral, y don David Trumbull realizó una enorme tarea misionera por todas las ciudades y pueblos al interior de la Provincia de Valparaíso, llegando hasta Quillota repartiendo Biblias por miles a sus oyentes. Por todas partes fueron apareciendo pequeñas iglesias de Herejes como se les llamaba en esa época, o Canutos, en medios menos cultos.

La Iglesia Católica no supo enfrentar con inteligencia el peligro de las llamadas sectas evangélicas o protestantes. Las pasiones cegaron a los líderes eclesiásticos, y así como no supieron combatir a la Masonería, tampoco lograron detener al avance de la Reforma, que llegaba a nuestra tierra con tres siglos de atraso.

La mentalidad medieval de los obispos y de la mayor parte del pueblo piadoso les obnubiló la visión espiritual y usaron medios violentos para detener corrientes de ideas que había que combatir con mejores ideas.

Chile entero se encendió en debates y polémicas horribles, y al mismo tiempo estériles. Se crearon tantos malos entendidos, que hasta hoy, ciento cincuenta años después, todavía hay chilenos que tienen metido en la cabeza que los masones son ateos y satanistas, y que los evangélicos son herejes.

Y como reacción natural en los medios más incultos del las iglesias evangélicas se dice el Papa de Roma es el Hijo de la Bestia, o del misterioso 666 del Apocalipsis, que de paso debe decirse que el estudio gemátrico o cabalístico del Nombre hebreo de Cesar Nerón da exactamente 666.

Para reparar el doble rasgón cultural-religioso de partió el alma de Chile en tres partes es necesario decir clara y autorizadamente, que el protestantismo y la masonería se parecen mucho en el Principio del libre examen de la Biblia, y que el catolicismo y el protestantismo también están muy cerca, en su amor a Jesucristo y su Palabra.

Y los masones están también muy cerca de los católicos y de los evangélicos en su amor por el Logos o el Verbo de Dios, que según el Evangelio de San Juan, se hizo carne, es decir, se hizo Hombre entre los hombres.

La Razón de Dios se hizo hombre, se encarnó como Jesús, para reparar el cosmos humano, desequilibrado por el pecado y por la acción de las Fuerzas de la Oscuridad.

La Masonería, las Iglesias Evangélicas, y la Iglesia Católica, en su vertiente Romana y Ortodoxa, son servidoras del Logos o del Verbo de Dios, de la Sabiduría de Dios, o de la Luz Divina, cuyos mandamientos ayudan al hombre a caminar hacia la perfección, hacia la plena participación en la Belleza, el Poder, la Justicia, el Amor y la Sabiduría de Dios. Las últimas líneas del párrafo anterior demuestran cuan inútiles y estériles son las peleas religiosas. La Masonería tiene un innegable fundamento cristiano, o mejor dicho, judeo-cristiano. Por eso antes se dijo que la masonería podía se anticlerical, pero nunca podría ser anticristiana o atea.

Y no puede serlo porque las Normas de las Constituciones Masónicas de Anderson de 1723 prohiben que los Masones sean antirreligiosos o descreídos, o ateos. Y no podría ser de otra manera, pues el Reverendo James Anderson (1680-1739) era un pastor presbiteriano, un teólogo y predicador evangélico o protestante, además de Masón. Y como tal no podía actuar ni hablar o escribir a favor de una Secta o de una Fraternidad Atea o Anticristiana.

Muy al contrario, la Masonería es un Institución Filosófica y Fraternal de Esencia Cristiana, que usa la Biblia abierta en todos sus grados y se la utiliza para tomar los juramentos masónicos, pero manteniéndose en contacto con todas las demás doctrinas religiosas y filosóficas de la cultura humana, siempre que estas doctrinas no vayan en contra de los Landmark o Antiguos Linderos Tradicionales puestos por los Ilustres Antepasados que fundaron la Masonería.

Profundicemos ahora un poco más acerca del uso de la Biblia en las Logias Masónicas. Se trata de un Landmark, el N· 21 de la Nómina de Albert Gammaliel Mackey, de una Regla Tradicional absoluta que identifica a la Esencia de la Institución Masónica. Si una Logia no usa El Volumen de la Ciencia (o de la Ley) Sagrada en el Centro o Ara del Taller, no se la puede considerar Masónica. En algunas Ordenes en vez de decir Volumen de la Ciencia Sagrada dicen el Volumen del Conocimiento Sagrado, pero es lo mismo, pues en rigor conceptual Ciencia es lo mismo que Conocimiento. También en otras Ordenes se le denomina como El Volumen de la Ley Sagrada, como una resonancia del Judaísmo que nos habla de la Toráh o el Libro de la Ley de Dios, o del Pentateuco, que se lee en las sinagogas judías todos los sábados, en su idioma original.

Esta última forma de lenguaje de la Biblia como Libro de la Ley Sagrada fue aprovechada por algunos Masones de tendencias agnósticas o deistas, para promover la idea de que debía ponerse en el Ara de los talleres masónicos el Libro de la Ley Constitucional de cada país, o El Libro de La Constitución de Anderson y jurar sobre culquiera de ellas. E invocando el principio de la Tolerancia se ha tratado de violentar el Landmark 21 eliminando a la Biblia de las Logias. Eso es un gravísimo error doctrinal que ha causado horribles cismas o divisiones dentro de la masonería universal desde hace unos 150 años atrás. Es un atentado contra la esencia o contra el espíritu de la Masonería y contra el Propósito de los Maestros Fundadores de la Masonería Moderna de la Inglaterra de 1717.

Precisamente la Masonería Francesa fue la que más sufrió el efecto de este error conceptual. En la segunda mitad del siglo XIX (en 1877) la masonería francesa, organizada con La Gran Logia de Francia tuvo que soportar la escisión de una parte de sus talleres asociados, y formaran El Gran Oriente de Francia, el cual no invoca a Dios o al Gran Arquitecto del Universo en sus tenidas, y jura sobre la Constitución Francesa, por la gloria o la perfección de la humanidad. Esa ruptura con la esencia cristiana de una parte de las logias del país galo, minoritaria por cierto, creó el famoso mal entendido de la los masones eran ateos, lo cual desde luego es falso, porque desde el mismo momento en que un hermano masón declarara que Dios no existe, quedaría espiritualmente fuera de la institución.

Desde luego que la palabra Dios para un masón puede representar todo un abanico de posibilidades y conceptos filosóficos o religiosos de todo tipo, que van desde un concepto de una Energía Creadora Impersonal del Universo, hasta el Concepto del Creador o del Dios Personal de la Biblia, o de Alláh, o de Brama, Ishvara o de Kitchi Manitú, o del Yahvé Elohim del Génesis, o simplemente el Taó de los chinos.

Esa apertura filosófica de la masonería es necesaria para que la unidad espiritual de la humanidad sea posible alguna vez sobre la tierra. Pero, como ya lo dije antes, se excluye de las logias todo tipo de doctrinas materialistas y ateas que no son concordantes con su esencia original. Para quienes les interese el tema debo decir que el Landmark N· 19 de la Nómina de Mackey exige que los Masones sean creyentes en Dios como Gran Arquitecto de Universo.

Existen muchas razones o logos fundamentales para que la masonería tenga la obligación de utilizar la Biblia en sus altares. Mencionaremos la totalidad de ellas, para eliminar de raíz cualquier mal entendido que exista entre cristianos, sean católicos o no, y entre algunos masones desubicados: 1· Se usa la Biblia porque los Fundadores eran cristianos, y por lo tanto proclamaban la inmortalidad del alma o la resurrección de los muertos, la existencia de Dios, del Verbo Crístico o del Logos de Dios como iluminador del entendimiento humano y como el generador de la conciencia moral en el hombre. (Capítulo 1, vers. 9 del Evangelio de San Juan y Epístola a los Romanos 2, vers. 14 –15).

2· Se usa la Biblia porque allí está toda la narración acerca de la construcción del Templo de Jerusalem, por orden del Rey Salomón, que es figura simbólica del templo universal invisible- visible de la fraternidad humana en el que cada hombre o mujer iniciado y creyente es un piedra viva o columna que une el cielo con la tierra.

3· Se usa la Biblia porque allí están todos los nombres hebreos o palabras de reconocimiento y palabras de pase que se utilizan en todos los grados de la masonería, como también todos los nombres de Poder Divinos que usa la ciencia cabalística para sus invocaciones y estudios.

4· Se usa la Biblia porque allí se menciona la historia externa del Maestro Hiram Abí, el arquitecto constructor del Templo de Salomón, que constituye el personaje central de las leyendas masónicas desde el Sublime Tercer Grado hacia arriba, hasta el grado l7. Del 18· hacia arriba el Personaje principal ya no es Hiram, sino Jesucristo.

5· Se usa la Biblia porque allí está resumido todo el simbolismo arquitectónico y esotérico que usa la masonería para revestir sus doctrinas: La piedra bruta, las columnas, la plomada, las piedras vivas, la cadena de unión, el templo espiritual, el altar de doble cubo o Ara, la puerta estrecha, el Arca de Dios, la Espada Flamígera, el trono de Salomón, la Estrella Pentalfa Luminosa o Flamígera, el Ojo de Dios, la Escalera de Jacob, el Sol y la Luna y las Estrellas de los sueños de José, etc.

6· Se usa la Biblia porque allí está el concepto de la inamovilidad de los Landmark o Antiguos Linderos de la Masonería, en el libro de los Proverbios 22,28 y 23,10.

Por lo tanto, un Masón que quisiera eliminar a Dios o a la Biblia de los Talleres o de las Logias cometería un crimen contra su propia alma masónica, y traicionaría todo el sistema religioso-filosófico y simbólico que sustenta, y que es la base toda su pedagogía ceremonial. Desde luego que también está considerado que si desea ingresar un candidato a la masonería que sea musulmán se le permitirá jurar sobre el Korán. O sobre el Bhagavad Gita o los Vedas si es Hindú, o sobre la Toráh si es un Judío, o sobre el Tao te King si es un Taoista.

Cualquier libro sagrado que contenga la Revelación de Dios para ese hermano y que permita atar su conciencia en un juramento solemne con el Espíritu de la Masonería Universal servirá igual que la Biblia, la cual se pondrá al lado del otro Libro Santo, de acuerdo con las normas de la Gran Logia Unida de Inglaterra que se mencionarán en los párrafos siguientes.

Es muy importante saber que la Gran Logia Unida de Inglaterra, como el referente fundamental para todas las logias masónicas del mundo, acordó el 29 de Septiembre de 1929 un conjunto de Principios Básicos para el Reconocimiento Internacional de las Grandes Logias, entre los cuales figura del Número 2 que dice: Que la creencia en el Gran Arquitecto del Universo y su Voluntad revelada sea un requisito esencial para su admisión.

En el Principio Número 3 dice: Que todos los iniciados presenten su juramento sobre o en completa presencia del Libro de la Ley Sagrada Abierto, por lo cual se significa la revelación de lo Alto que liga la conciencia del individuo particular que se inicia.

Y en el Principio Número 6 dice, para cerrar definitivamente tantos debates inútiles y opiniones divergentes, tanto entre Masones como entre Profanos:Que las Tres Grandes Luces de la Masonería, a saber, el Libro de la Ley Sagrada, la Escuadra y el Compás, estarán siempre expuestas cuando la Gran Logia o sus Logias subordinadas estén trabajando, siendo la Principal de Aquellas el Libro de la Ley Sagrada. Y el Libro de la Ley Sagrada ES la Biblia completa, con el Antiguo y el Nuevo Testamento.

Por todo lo dicho, y por documentos oficiales de la Gran Logia Unida de Inglaterra, está claramente establecido que, desde 1877 el Gran Oriente de Francia está excluido de la plena Comunión Fraternal con el universo de las grandes Logias que si obedecen los Principios que señala la Gran Logia de Gran Bretaña y que son los mismos establecidos por los 25 Landmark, especialmente los Landmark N· l9 – 20 – 21, recopilados por Alberto Gammaliel Mackey, en 1856. Por todo lo dicho en estas páginas respecto del sentido religioso y moral de la masonería universal puede afirmarse que la Iglesia Católica ha cometido y continúa cometiendo errores tras errores al descalificar o al condenar con la excomunión a los masones cristianos de origen católico. Este Autor comprende que los ataques mutuos que hacían en el siglo XVIII y XIX tenían cierto fundamento en el furibundo anticlericalismo de algunos masones europeos y americanos, y en el sentimiento de exclusivismo sacerdotal de la Iglesia docente o de la Jerarquía, que se consideraba dueña de los Misterios del Reino de los Cielos.

Pero lo que a este Autor, que es profesor de Filosofía y de Religión católica, titulado con calificación máxima en Cristología, Eclesiología y Sagrada Escritura, y, además Maestro Masón, le parece horrible es que aún después del famoso y tan ponderado Concilio Vaticano II, la Sagrada Congregación para la Doctrina de la Fe se haya atrevido a pronunciar la siguiente sentencia contra los Masones: " LOS FIELES QUE PERTENEZCAN A ASOCIACIONES MASONICAS SE HALLAN EN ESTADO DE PECADO GRAVE Y NO PUEDEN ACERCARSE A LA SANTA COMUNIÓN". (4 de Diciembre de 1983).

Esas palabras de la Sagrada Congregación para la Doctrina de la Fe, o del Antiguo Santo Oficio o Santa Inquisición, están en perfecta concordancia con las antiguas Encíclicas condenatorias que desde 1738 (Papa Clemente XII) se descargaban cada cierto tiempo contra la masonería. Pero esas mismas palabras están en flagrante contradicción con el contenido explícito de varios documentos oficiales del Concilio Vaticano II. Además esas encíclicas no deberían ser tomadas tan al pie de la letra por dos razones más: Primero, porque fueron pronunciadas cundo aún el Sumo Pontífice no era declarado infalible en materias de Fe y de Moral, lo cual ocurrió sólo en 1870, durante el Concilio Vaticano I, y en aquella votación de los obispos no hubo unanimidad de parecer respecto de ese reconocimiento de la infalibilidad pontificia.

Y Segundo, porque si ahora a las Puertas del Segundo Milenio el Papa Juan Pablo II pidió perdón por los errores del Pasado, por ejemplo por los errores del juicio contra Galileo Galilei, también la iglesia debería recordar que muchos masones fueron llevados a prisión y al cadalso en España a mediados del siglo XVIII como consecuencia de la aplicación inicua de aquellas Encíclicas por parte de los reyes de España. Ahora bien, veamos las contradicciones de esa declaración de la Sagrada Congregación para la Doctrina de la Fe con los documentos del Vaticano II.

La primera contradicción viene de la Declaración conciliar sobre Libertad Religiosa: "Todos los hombres están obligados a buscar la verdad, sobre todo en lo referente de Dios (y a su Iglesia) , y una vez conocida, abrazarla y practicarla". "Confiesa asimismo el sagrado Concilio que estos deberes (de buscar la Verdad, conocerla, abrazarla y practicarla) tocan y ligan la conciencia de los hombres y que la verdad no se impone de otra manera que por la fuerza de la misma verdad, que penetra suave y a la vez fuertemente en las almas". Y agrega unos párrafos más abajo: "Este Concilio declara que la persona humana tiene derecho a la libertad religiosa… de tal manera que en materia religiosa no se obligue a nadie a obrar contra su conciencia ni se le impida que actúe conforme a ella en privado o en público, SOLO O ASOCIADO CON OTROS… . … además, el derecho a la libertad religiosa se funda realmente en la dignidad misma de la persona human, tal como se la conoce por la Palabra revelada de Dios y POR LA MISMA RAZON… .

Y continúa: "Por razón de su dignidad, todos los hombres, por ser personas, es decir, dotados de razón y de voluntad libre y, por lo tanto, enaltecidos con una responsabilidad personal, SON IMPULSADOS POR SU PROPIA NATURALEZA A BUSCAR LA VERDAD, Y ADEMÁS, TIENEN LA OBLIGACIÓN MORAL DE BUSCARLA, SOBRE TODO EN LO QUE SE REFIERE A LA RELIGIÓN. ESTAN OBLIGADOS, ASIMISMO, A ADHERIRSE A LA VERDAD CONOCIDA Y A ORDENAR TODA SU VIDA SEGÚN LAS EXIGENCIAS DE LA VERDAD". Horrible contradicción. Los masones cristianos de orientación católica estarían cometiendo un grave pecado por pertenecer a la Masonería y de hecho están automáticamente excomulgados, POR EJERCER UN DERECHO PROPIO DE TODA PERSONA HUMANA, DE BUSCAR LA VERDAD SOBRE DIOS Y EL ALMA HUMANA, Y POR JURAR SOBRE LA BIBLIA. Y este asunto es peor aún, pues el mismo documento sobre Libertad religiosa, un poco más abajo dice: "Todo esto se hace más evidente cuando se considera que la norma suprema de la vida humana es la propia ley divina, eterna, objetiva y universal, por la que Dios ordena, dirige y gobierna el mundo universo y los caminos de la comunidad humana según el designio de su sabiduría y de su amor. Dios hace partícipe al hombre de esta su ley, de tal manera que el hombre, por suave disposición de la Divina Providencia, PUEDA CONOCER CADA VEZ MAS LA VERDAD INMUTABLE. Por ello, cada uno tiene la obligación, y en consecuencia también el derecho de buscar la verdad en materia religiosa, a fin de que utilizando los medios adecuados, llegue a formarse prudentemente juicios rectos y verdadera conciencia".

Y agrega un sello final al tema, diciendo: "… la verdad debe buscarse de modo apropiado a la dignidad de la persona humana Y A SU NATURALEZA SOCIAL, es decir, mediante la libre investigación, con la ayuda del magisterio o enseñanza, de la comunicación y del diálogo, por medio de los cuales los hombres se exponen mutuamente la verdad que han encontrado o que juzgan haber encontrado para ayudarse unos a otros en la búsqueda de la verdad, y una vez conocida ésta hay que adherirse firmemente a ella con asentimiento personal". "El hombre percibe y reconoce por medio de su conciencia los dictámenes de la ley divina, conciencia que tiene la obligación de seguir fielmente en toda su actividad para llegar a Dios, que es su fin". Es decir, según el Sagrado Concilio Vaticano II los hombres tienen el derecho y el deber de asociarse para buscar la verdad como lo hacen los masones desde hace trescientos años, formando Logias de Libre Investigación de la Verdad Una e inmutable, y por ejercer ese Derecho-Deber se les considera en grave pecado y excomulgados.

En realidad esa declaración de la Sagrada Congregación para la doctrina de la Fe es algo inaceptable para una recta conciencia católica, es decir, como lo indica la palabra griega a, una conciencia universal. Es solo prejuicio e ignorancia sobre la naturaleza espiritual de la Francmasonería. Y el autor no quisiera ser irónico, pero al parecer solo la masonería está interiormente estructurada para ser realmente católica o universal. Y si la Iglesia quiere ser realmente ecuménica y ser consecuente con los acuerdos del Concilio tiene que revisar esas antiguas condenas contra los francmasones y eliminarlas de su práctica pastoral. Hoy ya no tienen razón de ser.

Es más, en el siglo XVIII la Iglesia tildó de Herejes a los Masones, usando el mismo calificativo que se usaba para señalar a los Protestantes y a los Anglicanos, y ahora se les denomina como Hermanos Separados.

¿Porqué si el Vaticano II en pro del deseo de estimular el Ecumenismo y la futura unión de las Iglesias separadas por la Reforma cambió el lenguaje descalificativo contra los Anglicanos no cambió también de lenguaje y de juicios contra los Masones, que también nacieron bajo el amparo de la Reforma y de la Iglesia Anglicana Y si a los anglicanos ya no se les llama Pecadores ni Herejes, ¿Porqué a los Masones si se les considera en estado de grave pecado O ¿Acaso se pretenderá utilizar el principio de la Libertad Religiosa solo en beneficio de la propia Iglesia Católica y no para los demás movimientos religiosos o filosóficos de estirpe cristiana Si ese fuera el caso estaríamos ante una iniquidad intelectual, pues el Documento Libertad Religiosa es muy claro respecto del alcance universal de ese Principio. Y que, además, está en concordancia con el contenido de los Mensajes de los Padres Conciliares a La Humanidad.

Para cerrar el tema de la horrible contradicción en que incurrió la Sagrada Congregación para la Doctrina de la Fe transcribo nuevamente un trozo del Mensaje del Concilio Vaticano II A los hombres del Pensamiento y de la Ciencia:

Un saludo especial para vosotros, los buscadores de la verdad, a vosotros, los hombres del pensamiento y de la ciencia, los exploradores del hombre, del universo y de la historia; a todos vosotros, los peregrinos en marcha hacia la Luz… También, pues, tenemos para vosotros un mensaje, que es este:

CONTINUAD BUSCANDO SIN CANSAROS, SIN DESESPERAR JAMAS DE LA VERDAD. RECORDAD LA PALABRA DE UNO DE VUESTROS GRANDES AMIGOS, SAN AGUSTÍN: "BUSQUEMOS CON AFAN DE ENCONTRAR Y ENCONTREMOS CON EL DESEO DE BUSCAR AUN MAS". FELICES LOS QUE, POSEYENDO LA VERDAD, LA BUSCAN MÁS TODAVÍA A FIN DE RENOVARLA, PROFUNDIZAR EN ELLA Y OFRECERLA A LOS DEMAS. FELICES LOS QUE, NO HABIÉNDOLA ENCONTRADO, CAMINAN HACIA ELLA CON UN CORAZON SINCERO: QUE BUSQUEN CON LA LUZ DE MAÑANA, CON LA LUZ DE HOY, HASTA LA PLENITUD DE LA LUZ. … Nunca quizá, gracias a Dios, ha parecido tan clara la posibilidad de un profundo acuerdo entre la verdadera ciencia y la verdadera fe, una y otra al servicio de la única verdad. NO IMPIDAIS ESTE PRECIADO ENCUENTRO, TENED CONFIANZA EN LA FE, ESA GRAN AMIGA DE LA INTELIGENCIA. ALUMBRAOS EN SU LUZ PARA DESCUBRIR LA VERDAD, TODA LA VERDAD… ". Como se ve claramente, existe una abierta contradicción entre el Espíritu de la Verdad, presente en el ánimo de los Padres Conciliares de 1965 y la actitud de la Sagrada Congregación para la Doctrina de la Fe del 4 de Diciembre de 1983 al condenar a los Masones católicos.

Solo la ignorancia y el prejuicio pueden explicar, pero no justificar, una declaración de esa naturaleza. La Masonería Universal, ni como institución ni como asociación libre de personas buscadoras de la verdad, creyentes en Dios y que juran sobre el Evangelio de San Juan, merecen el gratuito calificativo de pecadores en materia grave, ni de excomulgados automáticos, por ejercer un Derecho y un Deber espiritual plenamente concordante con la naturaleza racional del Hombre como Imago Dei.

Es más, el autor está seguro que la Masonería, como la Iglesia, fue pensada por la Providencia Divina como un importante e insustituible instrumento para la salvación de los hombres, desde el origen de las cosas, en el seno de la Sabiduría creadora misma.

Y es necesario entender por qué es instrumento de Salvación: porque en alguna parte debe existir una institución que puede ayudar y guiar a los hombres que les cuesta creer en el Dios Personal, que son deistas, impersonalistas y que por lo tanto hay que llevarlos gradualmente hacia la noción del Dios Personal y providente de la Biblia. Y no me digan que eso es posible dentro de una parroquia cualquiera. Por lo tanto sería bueno recordarle a la Alta Iglesia Docente lo que el Rabí Gamaliel dijo en los Hechos de los Apóstoles capítulo 5, vers. 34 al 39, a los judíos sobre la Iglesia emergente de los primeros tiempos.

Tambien es bueno recordar que la Iglesia católica, y todas las Iglesias cristianas en general, son servidoras de la verdad, y no dueñas de la verdad, lo mismo que la masonería universal. Lo mismo dice la Constitución Dogmática Dei Verbum del Concilio Vaticano II. La Iglesia no es la Dueña de la Palabra de Dios inscrita en la Biblia y en la Tradición, es su Servidora, su humilde y también inteligente servidora, como Esposa mística del Verbo de Dios.

Así también lo son las Logias Masónicas, buscadoras, servidoras e intérpretes del Logos de Dios o del Cristo total. (Recuérdese una vez más, que en estricto rigor teológico Tomista el Verbo de Dios, la Razón de Dios, la Sabiduría de Dios y el Hijo de Dios, Jesucristo, son la misma Persona Divina, la Segunda Persona de la Santísima Trinidad).

Ahora bien, si la Iglesia Católica quiere refugiarse a ultranza en un argumento de un cierto gnosticismo que asumen los masones como camino para descalificarlos, habría que recordarles amablemente o duramente que la Iglesia Católica Primitiva era una forma de Gnosticismo, como lo afirma claramente un gran Padre de la Iglesia, San Clemente de Alejandría, cuando dice que un cristiano maduro en la fe es un Gnóstico, que actúa en la vida guiado por el Logos de Dios, Jesucristo.

Y que su microcosmos de creyente es armonizado por la Gracia del Espíritu Santo. O como dice el Evangelio de San Juan: Y esta es laVida Eterna, que te CONOZCAN (ss) a Ti como el Unico Dios Verdadero y a Jesucristo, a quién has enviado.

Por las razones espirituales, morales y teológicas ya mencionadas puede afirmarse que la mayor parte de las disputas doctrinales y morales que dividieron el alma de Chile entre Protestantes, Masones y Católicos no tenían ni tienen real fundamento. Por eso Chile debe entender que como pueblo de Dios o pueblo servidor del Verbo o la Razón de Dios, tiene una Vocación de Entendimiento y no de Enfrentamiento.

La Vocación es un llamado de Dios, un mandato espiritual como país, para unirse sólidamente consigo mismo y con la Verdad una e inmutable y la Ley Eterna, para la Iluminación de América.

Y la Verdad Viviente y Eterna es Cristo, el Logos de Dios Hecho Hombre, encarnado en el corazón y en el vientre de María, la Madre espiritual de Chile y de América. El es el Inspirador de la Ley eterna, manifestada como ley moral y como Derecho Positivo, del amor fraternal, del amor conyugal, del amor a la patria y de la justicia en el alma de los hombres y de las mujeres de esta tierra de Dios, y del amor por el Conocimiento de la Verdad.

BIBLIOGRAFÍA Concilio Vaticano II, Constituciones, Decretos y Declaraciones. Biblioteca de Autores Cristianos, año 1966.

Historia de Chile de Francisco A. Encina, Obra completa. Editorial Ercilla-Lord Cohrane, 1984.

Historia de la Iglesia en Chile. Presbítero Fidel Araneda Bravo, 1985.

Fundamentos Masónicos, Leyes Tradicionales y Principios Modernos. Por el Maestro Masón Benjamín Oviedo. Ediciones El Compás Limitada, año 1992, obra de circulación privada para todos los miembros de todos los grados de la Gran Logia de Chile.

La Regularidad Masónica bajo una nueva Luz (Estudio sobre los Landmark). Escrito por el Ilustre Hermano W. Cox Learche, Editorial Unidad, año 1972.

La Biblia en varias versiones.( incluido Texto Griego del Nuevo Testamente).

La Masonería, Su Influencia en Chile. Fernando Pinto Lagarrigue. Editorial Orbe, 1966.

La Vida es una Lucha Contra el Mal. Por el Presbítero Angel Peña de la O. A. R. Del Perú.

Fundación Jesús de la Misericordia, año 2000.

Los Padres de la Iglesia De José Vives, Jesuita, Profesor de Patrología de Barcelona, Editorial Herder, 1982.

Manual del Compañero de la Serie Masonería Revelada, por Aldo Lavagnini, Editorial Kier 1958.

CAPITULO NOVENO

Vida esoterica de gabriela mistral

CHILE SE ABRE A LA MISTICA Y A LA TEOSOFÍA. Lucila Godoy Alcayaga, nuestra admirada Maestra, poetisa y escritora de fama mundial, más conocida por su seudónimo de Gabriela Mistral, nació doce años antes de que empezara el siglo

  • XX. El 7 de Abril de 1889. El convulsionado y confuso siglo XX nacería el 1 de Enero de 1901. Hago la aclaración porque aún quedan algunos despistados que piensan que el siglo XX empezó el año 1900, y que el siglo XXI comenzó el año 2000. No es así. El siglo XX terminó el año 2000 y el siglo XXI comenzó el 1 de Enero del 2001. Eso es así porque no existe el año 0. Si hubiese existido dicho año el siglo Primero de la Era Cristiana hubiese terminado el año 99 D. de C. Y no es así. El siglo I terminó el año 100, y el siglo II terminó el año 200 D. de C. Y así sucesivamente.

Terminada esta explicación cronológica dada como un ubicatex histórico, diremos que nuestra querida Gabriela-Lucila fue muy aficionada a las ciencias esotéricas, porque le interesaba el lado interior o místico de todas las religiones de Oriente y de Occidente. Prueba de ello es que ingresó a una Logia Teosófica de la ciudad de Antofagasta en 1912, a los 23 años de edad. Durante sus estadías en Europa a fines de la tercera década del siglo XX asistió a varias conferencias de Krishnamurti y de Annie Besant, en París. En su correspondencia privada con Eduardo Barrios, fechada en 1917, -otro escritor chileno y teósofo como ella-, le abre su alma y le cuenta todas sus inquietudes espirituales, sus métodos de oración y de meditación, sus lecturas Budistas, su pensamiento sobre el espiritismo, la evolución humana, la reencarnación, etc.

Acerca de Krishanamurti Gabriela escribió varios artículos periodísticos en Diarios de Santiago y de Buenos Aires entre 1930 y 1932, con motivo de la disolución de la Orden de la Estrella de Oriente, organización mundial de teósofos creada por Annie Besant para apoyar la tarea mesiánica de Jiddu Krishnamurti. En dichos artículos Gabiela Mistral demuestra que domina completamente el lenguaje especializado de los expertos en esoterismo.

En los Estados Unidos Lucila dio conferencias delante de los miembros de la Orden Tercera de San Francisco, a la cual ella también perteneció. En dichas ocasiones nuestra Maestra demostró dominar perfectamente los temas y actitudes místicas de Asia y de Occidente, comparándolas y mostrando como podrían ayudarse mutuamente las religiones de Oriente y de Occidente, y adviertió sobre la necesidad de crear una gran fraternidad de hombres y mujeres espirituales unidos contra el materialismo.

También publicó artículos magistrales en prosa, sobre san Mikaél Arcángel, sobre Santa Catalina de Siena, acerca de San Francisco de Asís, santa Teresa del Niño Jesús, Santa Teresa de Avila, sobre el Catolicismo social cristiano, etc. Señalo esto porque la mayoría de las personas de fines del siglo XX y de comienzos del siglo XXI solo conocen a la Gabriela Poetisa, y no saben casi nada de la Gabriela prosista y experta en religiones de Asia, en la Biblia, en los Santos y Teólogos de Occidente, incluso en temas de Yoga, de Rosacrucismo, de política, de Masonería, del Judaísmo. Sus lecturas son de tipo universal. Unía en si misma la profundidad mística contemplativa, la precisión de conceptos, la elevación de los sentimientos, la visión unitaria de las cosas de Arriba con las Abajo, la compasión por los que sufren, vocabulario amplio, capacidad de síntesis, además del claro sentido estético de la palabra que todos aprecian en algún grado.

Pero Gabriela iba más alla. Se hizo alumna por correspondencia de un gran Yogui de la India, de Sri Aurobindo Gose, fallecido el 5 de Diciembre de 1950. Ambos intercambiaron numerosas cartas, y Gabriela, al desencarnar su gurú, escribió un hermoso artículo de homenaje acerca de su Maestro titulado Algunas Palabras sobre Sri Aurobindo, que se tradujo a varios idiomas. La traducción inglesa de dicho artículo por el fallecimiento de este gran Gurú fue publicada en varios periódicos de la India.

Ella buscaba la experiencia mística directa, practicando constante oración mental silenciosa, usaba mantram orientales, profundizó en los misterios de la Biblia, en el pensamiento de Jesucristo y de los Apóstoles. Hay quienes dicen que unos diez años antes de morir alcanzó la visión de la Luz Infinita. Y creía en la Reencarnación y en la Ley de Karma. Y sabía perfectamente que la humanidad necesita un renacer espiritual general y profundo.

Pensaba que si los orientales se unían a los cristianos en esa transformación se lograría renovar el alma de la humanidad, y si no que por lo menos los Masones lograran el ideal de fraternidad universal por la educación de las masas y la reforma social que trajera justicia y paz a la tierra. Pero la humanidad no podía seguir así como estaba. Era una mujer sabia y compasiva, influyente, fuerte, justa, espiritual y de amplio criterio. Una heroína del Espíritu.

Gabriela Mistral abandonó la Teosofía de Madam Helena Petrovna Blavatski (1831-1891) a mediados de la cuarta década del siglo XX, cuando observó entre sus miembros un grado de confusión espiritual y un cierto infantilismo, y giró hacia el Yoga de Aurobindo y luego retornó al cristianismo de sus raíces, sin abandonar por completo algunas ideas de oriente ya mencionadas, la necesidad de meditación profunda, que en términos católicos y filosóficos occidentales significa Contemplación de Dios, y los conceptos de Karma y la Reencarnación.

En este punto es bueno profundizar el concepto de Teosofía. Este término es de origen griego y es muy antiguo. Teo = Dios, y Sofía = Sabiduría. Es decir, la Sabiduría de Dios que es revelada a todos los hombres que desde la Antigüedad buscaban a Dios y la Verdad universal, por medio de visiones directas de las realidades últimas. De allí se puede afirmar que todos los sabios que han contemplado directamente la Luz de Dios o las dimensiones celestiales o a seres angélicos, los profetas y los santos de todas épocas de la historia y de todas las religiones han sido Teósofos.

Pero la Señora Blavatski fundó en Nueva York, el 17 de Noviembre de 1875, la famosa Sociedad Teosófica, a la cual perteneció nuestra poetisa. Esa poderosa Escuela creó una corriente de luz interior que irradió y sigue irradiando su influencia espiritual e intelectual desde hace 130 y más años sobre casi toda la humanidad. Pero no son la única forma de expresión del Pensamiento Teosófico Universal. El Movimiento Rosacruz que nació en Alemania en 1614 es otra poderosa corriente espiritual teosófica. Otro ejemplo es el judaísmo esotérico tradicional o Kábalah. La Masonería reconstituída en Inglaterra en 1717 es otro ejemplo de Teosofismo Universal. El Cristianismo es otro caso de lo mismo, es una Escuela o Camino fundado por un Teósofo judío llamado Yesuah ben Yoseph, el famoso Mesías hijo de Mariam. El Pensamiento Pitagórico y Platónico es otra forma de Teosofía, lo mismo el Hinduismo, el Taoismo, el Budismo, y el Islam.

La Sociedad Teosófica de Madam Blavatski y del Coronel Olcott de 1875 es la Madre Espiritual del 90 % del Pensamiento de la Nueva Era o New Age. Desgraciadamente, si doña Helena P. Blavatski era un mujer muy inteligente e instruida en los libros sagrados de todas las religiones, incluyendo la Kábalah y la Biblia y la Mitología Occidental, griega y Egipcia, Azteca y Norteamericana, sus seguidores no fueron tan rigurosos ni tan fieles como ella, y se apartaron de sus ideas universalistas, y se fueron cada vez más hacia el oriente, hacia la India y hacia el Budismo, deformando el pensamiento y las tendencias espirituales de su Maestra.

Y las deformaciones y la decadencia intelectual de las escuelas que se formaron a partir de las ideas de la Señora Blavatski fueron cada vez peores, hasta el punto que hoy día la gente de oriente y de occidente se traga cualquier cosa que tenga el nombre de Esotérico, o que venga de Oriente, creyendo que es lo mismo. El Autor de esta Historia perteneció 14 años a la misma Sociedad Teosófica Chilena a la que perteneció nuestra Gabriela Mistral, por lo tanto sabe lo que dice.

Orientalismo no es lo mismo que Esoterismo. El Cristianismo, aunque no lo diga oficialmente tiene un lado o aspecto esotérico. El Bautismo es una ceremonia Iniciática, la Eucaristía también, la Unción de los Enfermos es mucho más que un rito de esperanza de sanación. La Biblia, que Lucila Godoy Alcayaga leía todos los días desde los 16 años, es un libro que contiene doctrinas esotéricas encubiertas en la sagrada historia de Israel y de los comienzos de la Iglesia. La Iglesia en sus orígenes era una Escuela Iniciática o Esotérica. Y lo sigue siendo a pesar de su natural decadencia y de las muchas adaptaciones y cismas que ha sufrido.

La peor enfermedad de la Iglesia contemporánea es su mala memoria, y habiéndose olvidado de su carácter esotérico, en el rigor de la palabra griega, piensan en la más baja de las acepciones de ese vocablo, como un sinónimo de elitismo espiritual, omitiendo el sentido original de doctrina interior o de enseñanza secreta o mística, la cual, naturalmente solo puede ser comprendida por algunos y no por todos. El llamado a la conversión personal y a la salvación es universal o católico, pero la respuesta cualitativa a ese llamado será siempre distinta en cada hombre, según su entendimiento, su carisma particular, su edad, sus circunstancias, educación, madurez espiritual, raza, experiencia de vida, y por tanto, Muchos serán los llamados y Pocos los Escogidos. Las Verdades de Jesucristo tienen un lado exterior o exotérico, muy fácil de entender para la gente sencilla. Para ellos eran las Parábolas del Reino, pero para los apóstoles y para el círculo íntimo de Jesús se reservaban las explicaciones más profundas de los Misterios del Reino de los Cielos o de Dios. Lo mismo hacían los rabinos judíos, y Aristóteles, y Pitágoras. (Evangelio de san Marcos cap. 4, vers. 11 y 12 , Evangelio de Mateo cap. 7, vers 6, Primera Corintios cap. 2, vers. 6 y 7) Veamos ahora porqué Gabriela Mistral considera a los Teósofos como enfermos de infantilismo. El Autor pudo conocer algunos casos, pues también perteneció esa hermandad. Muchos teósofos pensaban que para que Dios les diera la Sabiduría Eterna o la Iluminación bastaba con rezar mucho, meditar repitiendo algún mantram, usar comida vegetariana, y sin quemarse las pestañas, obtendrían la Ciencia infusa propia de los Angeles y de los Profetas de Israel o de los Rishis o Antiguos Videntes de la India, por revelación directa de Dios o del Espíritu Santo, sin hacer esfuerzos intelectuales leyendo los libros sagrados o a los antiguos filósofos.

Esa ilusión aún continúa entre grupo carismáticos y evangélicos, porque, efectivamente, la Biblia contiene promesas de ese tipo en la Carta del Apóstol Santiago cap. 1 vers 5 y 6. Y esas promesas son agradables por que a causa de la ley de la inercia (o de la flojera) la gente tiende a no esforzarse en el estudio, y Gabriela sabía que sin estudiar no se llega a ganar el Premio Nobel de Literatura, ni el Premio Nacional de Literatura, ni se logra ser nombrado como Cónsul Vitalicia Cultural de Chile, mucho antes de ganar el Premio Nobel, y muchos otros Premios que recibió en su vida.

La fama de esa mujer no surgió de la nada. Tuvo que esforzarse mucho. Antes de dar por terminado un poema, lo re-escribía veinte veces, puliéndolo palabra por palabra, frase por frase, hasta que salía perfecto. La inspiración o la idea central venía de la Biblia o del Espíritu Santo, pero con su intelecto y su juicio moral terrenal o cerebral buscaba la expresión perfecta. Por eso en algún momento se la llamó la Divina Gabriela. Pero como decía Tomás A. Edison, el genio es un uno por ciento de inspiración y un noventa y nueve por ciento de transpiración. Y mucha gente quiere la sabiduría de los Maestros sin transpirar. Y eso es una niñería, un infantilismo.

Respecto de cierto confucionismo que Lucila observó en los miembros y en las doctrinas de la Sociedad Teosófica, es claro para este Autor el Origen de dicha confusión. En primer lugar La Doctrina Secreta, el gran libro de seis tomos que escribió y publicó la Señora Blavatski, es una masa de información acerca de religiones comparadas y de ciencias diversas, y datos parapsicológicos, tan grande, y al mismo tiempo, inorgánico o desorganizado en algunas áreas, que la misma Gabriela llamó a la Fundadora de la S.T. o H.P.B. como la llamaban los Teósofos, como la Hija del Caos. Y como el lector entiende, cáos significa desorden, confusión, anarquía, subversión del orden lógico, o del orden metafísico de los seres y de las cosas.

Sin embargo, la Señora H.P.B. no era plenamente responsable de ese desorden de los temas de su famoso libro, publicada en la década del 80 del siglo XIX, sino que los ayudantes de la señora Blavatski no supieron ordenar bien las hojas del manuscrito original, pues la escritora llenaba páginas tras páginas sin numerarlas, trabajando el material de memoria, y luego se iba a dormir. Y los ayudantes se quedaban varias horas tratando de ordenar la secuencia de temas, y sin tener la visión de conjunto que ella tenía de las cosas, muchas veces cometieron errores que jamás fueron corregidos, pues el libro se publicó en 1888, y ella falleció en 1891.

La otra causa de confusión es un típico pecado de sincretismo, muy propio de los teosófos de esa Escuela. Es decir, tratan de unir doctrinas incompatibles de un modo artificial, para probar sus tesis ente el mundo de los intelectuales o ante sus seguidores. Un ejemplo típico: La sagrada Ley del Tres y de la Santísima Trinidad. La mayoría de las religiones tienen trilogías de Dioses o trilogías estructurales del ser humano o del universo. Y es un error, por ejemplo, decir que el hombre, compuesto de espíritu, alma y cuerpo, al decir de San Pablo, sea un reflejo de la esencia trinitaria de Dios, y que, por lo tanto, el espíritu del hombre correspondería al Padre, el alma correspondería al Hijo y el cuerpo al Espíritu Santo. O que el Brahma, Vishnú y Shiva de la Trimurti de los Aspectos de Ishvara, el Gobernante del Universo de los Hindúes, es un equivalente conceptual exacto del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo de los cristianos. Tal equivalencia no es tal. La semejanza es solo numérica, no teológica.

Veamos porque: Según el Hinduismo Brahma es el Creador o el manifestador del todo cósmico. Vishnú es el Preservador o Conservador del Orden Cósmico, y Shiva es el Destructor de la Manifestación Universal. He utilizado la palabra manifestador y manifestación y no la palabra Creación porque el hinduismo es una doctrina Panteista, en la cual el universo mismo es Dios, o el cosmos es divino. Por lo tanto no se puede homologar una doctrina teológica Creacionista, como la del cristianismo o del judaísmo, con una doctrina Emanacionista, propia del Panteísmo. Y también hay que recordar que el Verbo de Dios o el Logos, o el Cristo Divino, como segunda Persona de la Trinidad, participa tanto en la creación del mundo(*), como en su preservación, como en su renovación o su destrucción. Y eso no ocurre así con Vishnú, que es la Segunda Persona de la Trimurti Hindú. Por lo tanto la semejanza doctrinal es aproximada y superficial, sin identidad ni equivalencia real o metafísica. El Espíritu Santo tampoco es equivalente a Shiva, porque el Espíritu de la Verdad santifica, guía al hombre hacia la sabiduría y hacia la perfección, pero no lo mata, en cambio Shiva es el que destruye los cuerpos. Solo se le podría homologar con el Espíritu Santo en cuanto a que Shiva destruye la ignorancia y el pecado además de los cuerpos.

(*Véase Salmo 33, vers. 6 y 9; y el Evangelio de San Juan 1, vers. 3 y 10 y 14;la Epístola a los Hebreos 11,3, allí se formula claramente la Doctrina teológica del Verbo de Dios como Creador del Cosmos y que ese mismo Verbo o Logos de Dios se hizo carne(**) y caminó por la tierra como el Unigénito del Padre.) (**la Carne o Sark en griego significa teológicamente no solo el cuerpo humano, sino también un alma humana racional y sensible, es decir, el Verbo, Palabra o la Sabiduría de Dios se hizo hombre, con alma y cuerpo físico.) Por eso doña Lucila Godoy Alcayaga tenía toda la razón al retirarse de la Sociedad Teosófica por los motivos que ella señalaba en sus cartas privadas. Son los mismos motivos por los que el Autor de esta obra, después de leer la Doctrina Secreta, Isis Sin Velo, y otras obras teosóficas escritas por los discípulos de Madam Blavatski, y después de haber participado catorce años en la Logia Lob Nor se retiró también de esa institución, y por las mismas razones. Y por esos mismos motivos el Autor quiere que los actuales buscadores esotéricos revisen sus conceptos, purifiquen y corrijan sus teorías intelectuales y no permitan que algunas Escuelas Occidentales les cierren el Ojo de la Inteligencia Espiritual y los desvíen del Camino.

Pero Gabriela Mistral no abandonó el Yoga, ni el Cristianismo Franciscano, ni el Rosacrucismo, y hasta la muerte se mantuvo en sintonía con esos caminos, y por eso demostró un gran discernimiento espiritual y una profunda inteligencia, y desde luego, demostró que el Espíritu Santo puede guiar a las personas hacia la grandeza en el mundo y hacia la Luz de Dios en la Eternidad.

Eso no significa que la Sociedad Teosófica sea inútil para los buscadores de la Verdad. El problema es que sus doctrinas son para una etapa del Camino. Y según el grado de evolución del alma de la persona las escuelas pueden ayudarlos o no. Pero hay que entender también que los progresos en la ciencia de las religiones comparadas han superado algunas de las ideas de la Señora Blavatski.

Otro punto que le interesó mucho a Gabriela de esta Escuela es el tema de la reencarnación. Ella consideraba que en su vida actual estaba pagando por un grave pecado que había cometido en una existencia anterior. Esa grave falta a la Ley de Dios había provocado un efecto kármico muy doloroso para ella: Su soledad personal casi absoluta. Todos los seres que ella más amaba en la vida le fueron arrebatados violentamente: Romelio Ureta, su novio suicida, y su sobrinastro Juan Miguel Godoy Mendonza,(*) a quién ella llamaba cariñosamente como Yin-Yin, fallecido de una sobredosis de arsénico el 14 de Agosto de 1943, en Petrópolis, en Brasil, también por suicidio, a los dieciséis años.

Gracias a sus estudios y sus conclusiones sobre la reencarnación ella asumió su soledad con dulce paciencia y piadosa resignación.(*Obsérvese que ese niño tiene los dos apellidos de padre y madre, y que por lo tanto no es hijo natural de Lucila Godoy Alcayaga. En esa época las madres con hijos naturales estaban obligadas a ponerles su propio apellido paterno dos veces, no existía la libertad de ponerle el nombre del padre sin el consentimiento de éste, y el apellido de la madre era Mendonza.) Este tema de la reencarnación era, junto con la ley de karma, los dos grandes caballitos de batalla de la Sociedad Teosófica a nivel del público no iniciado, o profano. Y se difundieron ampliamente en la clase media alta y en la aristocracia chilena de comienzos del siglo XX. En los más intelectuales la temática era más bien el espiritismo, el budismo y los poderes que daba el despertar de Kundalini, por medio de las prácticas yóguicas. En la clase media baja y entre los pobres solo se hablaban los temas católicos clásicos y la constante discusión sobre los Canutos o Protestantes, que iban aumentando su presencia en la clase proletaria. Y de cristianismo social casi no se hablaba. Así era el alma de Chile entre 1900 y 1930. Después harían irrupción fuertemente las ideas marxistas, socialistas y comunistas, tras la caída de Ibáñez en 1931. Pero eso se tratará más adelante con toda amplitud y profundidad.

Pero también la doctrina de la reencarnación fue deformada por Madam Blavatski y por Annie Besant, pues por razones de la opinión predominante de los intelectuales del siglo XIX, que estaban a favor del Darwinismo evolutivo y de la ilusión del progreso ilimitado del hombre y de la civilización de aquel siglo, la Fundadora de la S.T. doña H.P,B. Mezcló la reencarnación con la noción de la evolución obligada de todas las almas hacia Dios, unido a un optimismo metafísico ingenuo, eliminando la posibilidad de involución y de castigo en el infierno. Pero tal idea nunca estuvo en la mente de los Maestros de la India de siglos anteriores. Para la tradición hindú primitiva la reencarnación era una rueda sin fin, un circuito interminable de nacimientos y muertes sin término, salvo que el hombre practicara yoga o un camino místico que lo liberara o lo sacara de esa prisión metafísica. Y algunos lo lograban, pero a costa de enormes esfuerzos. Pero solo algunos, jamás la mayoría de los hombres, nunca toda la humanidad.

Esa mezcla indebida de la idea optimista del progreso ilimitado de las ciencias y de la técnica, de la evolución darwiniana y de la reencarnación produjo varios efectos: El primero es que la gente creyó muy rapidamente en la doctrina de la metempsicosis planteada de esa manera, y se alejó del cristianismo, pues es muy fácil crear ilusiones pero es muy difícil deshacerlas. El segundo es que la gente comenzó pensar que era posible acelerar la evolución espiritual de los individuos, y para eso empezaron a intensificar los ejercicios religiosos y mentalistas adecuados y no adecuados para ese fin. Y muchos cayeron en horribles crisis nerviosas y psicóticas que los desequilibraron temporalmente o para siempre, y eso molestaba muchísimo a Gabriela, y le dolía esa falta de criterio de las personas, su ingenuidad a este respecto, aunque estaba de acuerdo que era necesario que de lograra un desarrollo racional de los poderes psíquicos como la clarividencia, la telepatía, la proyección astral, la premonición, pero sin hacerse daño a si mismo.

El tercer efecto merece un párrafo aparte, pues se trata de que la gran mayoría de las personas de tendencia espiritualistas del siglo XX y XXI en el mundo occidental creen a pie juntillas, sin la menor duda, con una ingenuidad increíble que llega a la candidez, que todos evolucionamos automáticamente hacia Dios, hacia el Nirvana o Hacia el Absoluto, y que nadie retrocede, que todos se salvan, hasta los más horribles pecadores. Por lo tanto, esa doctrina terminó de matar la débil conciencia de pecado que aún quedaba en la conciencia de la humanidad contemporánea. Grave error, no solo por su efecto, sino porque es una doctrina falsa, absolutamente falsa, en cuanto a la unidad forzosa de esas dos ideas ya mencionada. La reencarnación como hecho concreto es inobjetable, es real, hay muchísimas personas que recuerdan vidas pasadas que se comprueban científicamente.

Pero es falsa la conexión con el concepto de evolución obligada o automática de todos los seres. Siempre deben leerse con atención las Santas Escrituras Budistas antiguas y las Escrituras Hindúes. Todas dicen que la reencarnación es un carga pesada, una cadena terrible que aplasta a los seres, que hay que liberarse de esa cadena, que reencarnar es algo semejante a moverse dentro de los distintos pisos de una prisión, y que la puerta para salir de ese encierro cósmico es muy difícil de hallar y de abrir. En particular los Budistas dicen que la rueda de la reencarnación o Samsara es puro dolor, puro sufrir. Por lo tanto la evolución automática no existe, el optimismo metafísico no tiene cabida en esta cuestión, y sin embargo, la mayoría de las pseudo-escuelas esotéricas de la Nueva Era siguen esa mezcla doctrinal sin crítica racional, sin examen, sin análisis. Y se autoengañan miserablemente.

Y se autogañan porque hasta la doctrina kabalística de Israel dice que la reencarnación, aunque es real, es un castigo de Dios, es una manifestación de las consecuencias del Pecado Original de Adán y de Eva. La Caída fue en verdad un descenso a un mundo inferior, donde las almas de los hombres experimentarían la muerte de modo constante, como una sucesión de muertes sin fin, hasta que el dolor les hiciera reflexionar y arrepentirse profundamente, y así disponerse a obedecer y a vivir plenamente los Mandamientos de Dios, y no pecar nunca más, para que el Señor les permita retornar al Paraíso. (Rabí Abraham Abulafia).

Además, si uno analiza las doctrinas Pitagóricas más antiguas y el Hinduismo primitivo se puede descubrir que las personas también pueden ir hacia atrás de la evolución humana, y reencarnarse en un animal o en una planta, y si uno va hacia delante, podría llegar a ser un Dios o ser una Mente Maestra.

La gente de la época de los computadores de tercera y cuarta generación no quieren leer libros demasiado profundos, pero resulta que en esos libros están las respuestas a las inquietudes e interrogantes metafísicas más dolorosas de la humanidad contemporánea.

Lean a George Ivanovich Gurdjieff y a Alexandra David Neel, Ambos estuvieron muchos años en el Tibet, Y los Lamas de los círculos más cerrados del Budismo Tántrico les dijeron que la reencarnación es una doctrina EXOTERICA. Que la verdad que solo algunos hombres reencarnan porque sus esfuerzos mentales, éticos y espirituales les permiten crear un cuerpo astral diamantino, el resto de los hombres, que no hace esfuerzos religiosos serios, se desintegran después de la muerte, igual que el alma de un perro. Y no reencarnan nunca más. En cambio los que desarrollan el cuerpo diamantino son verdaderamente inmortales, y trabajan visible e invisiblemente, para proteger a la humanidad de sus errores y pecados más groseros, y salvar a los pocos que estén dispuestos a obedecer la Ley Eterna y evitar su desintegración pos-mortem, creándose también para ellos un cuerpo astral diamantino que los inmortalice.

Como mis lectores ya se están dando cuenta el tema de la reencarnación no es tan sencillo como parece, y es un fenómeno separado de la evolución. Solo evoluciona el ente que SE DECIDE a evolucionar con toda su alma, con toda determinación, siguiendo rigurosamente las enseñanzas y mandatos de los Grandes Maestros Vivos o Encarnados, y las indicaciones de los Grandes Profetas Fundadores de las Religiones de Eras Pasadas. Pero eso es lo que los hombres modernos no desean hacer, quieren todo fácil, todo gratis, ingenuos, infantiles, ilusos y fuera de la realidad. Todo tiene un precio, hasta la salvación del alma, y el conocimiento de la Verdad.

Gabriela Mistral tenía toda la razón cuando quiso retirarse de la Sociedad Teosófica, porque además de los motivos que ya mencioné hay otro: Abandonar la Sociedad Teosófica no es lo mismo que abandonar a la Teosofía, o el Camino de la Sabiduría Divina, pues como ya lo dije antes el vocablo griego Teo = Dios y Sofía = Sabiduría indica que ella nació, vivió y murió como teósofa, porque siempre trató de buscar la Verdad Primera y última y Universal, tanto por vía racional como devocional, y se comprometió personalmente con los tesoros espirituales que halló en ese Sendero, y trató de iluminar al mundo con esa luz, usando la prosa y la poesía, el discurso y el ejemplo, la oración y el consejo adecuado. Como el Rosacrucismo y el Yoga son formas de Teosofía que ella mantuvo presentes hasta el final de su vida, y como el cristianismo tradicional que retomó en su edad madura también es otra forma de Teosofía, puede afirmarse que ella siempre vivió con ese ideal en su mente y en su corazón, y que nació para iluminar a Chile y al Mundo, y que cumplió plenamente la misión que le fue encomendada por los Poderes Celestiales que la hicieron descender a la tierra de Vicuña, del Valle de Elqui y Monte Grande, donde ahora reposan sus restos, y ante cuya tumba el Autor de este libro ha estado horas orando en silencio por el alma de Chile.

Un alma que al parecer tiende a servir más a las Tinieblas que a la Luz, que por eso no quiso reconocer plenamente los méritos de esa Mujer especial que le fue enviada como Maestra y ella tuvo que ir a otras partes del mundo a dar su Luz, para que por lo menos tardíamente se la reconociese como un canal del divino amor y de la divina sabiduría para su país.

Recordemos que cuando comenzaba el Gobierno de don Arturo Alessandri Palma, en 1922 Gabriela fue invitada a viajar a México para ayudar a reorganizar la Educación de esa Republica, que venía saliendo de una terrible guerra civil y una reforma agraria sangrienta. Ella estuvo un año en México procurando que los valores del Espíritu estuvieran presentes en los programas de estudio de ese gran país. Cultivó varias amistades católico-espirituales de mujeres dedicadas a la docencia, y sus rondas rimadas fueron cantadas por gargantas de niñas mexicanas así como lo había hecho en Chile. De allí se fue a los Estados Unidos de Norteamérica, donde llegó en 1924, ya en proceso de retorno al catolicismo, o de conversión, gracias a la amistad con la señora Palma Guillén. Pero el proceso completo de ésta conversión no fue tan rápido ni tan radical como ya se ha dicho, pues a pesar de redescubrir los tesoros de la mística católica, conservará siempre en el corazón la influencia de Asia.

Prueba de ello es que en 1946, después de haber recibido el Premio Nobel de Literatura, ella recomendó para recibir el mismo Premio Internacional para el año siguiente a su Maestro Hindú, Sri Aurobindo, pues el reglamento interno tradicional de los autores que han recibido el Nobel es que pueden recomendar a Estocolmo a una persona que se cree que merezca ese gran Premio. Y ya Aurobindo tenía un gran número de publicaciones de corte literario y filosófico que circulaban por el mundo entero. Pero su recomendación no logró su objetivo, pues en 1950 ganó el Premio Nobel de Literatura el filósofo británico Bertrand Russell. Da testimonio de estas gestiones el escritor y diplomático chileno y médico don Juan Marín, en el libro La India Eterna.

El doctor Juan Marin también era otro de los contemporáneos de Gabriela Mistral que tenía un amplio conocimiento de las religiones orientales, del esoterismo universal, y que además de conocerla a ella personalmente, se habia entrevistado en la India con Sri Aurobindo y con Sri Ramana Maharishi. También había publicado obras sobre Taoismo, el Budismo Tibetano y de Egiptología, pues como embajador de Chile y médico de la Marina Nacional estuvo en Egipto, en la China, en el Tibet y en la India. Por eso es un error típico de los que no leen lo suficiente el pensar que las inquietudes de los seguidores de la Nueva Era es cosa de finales del siglo XX, tal como se dice en el Prólogo.

Unas pocas líneas más arriba hemos mencionado al pasar a don Arturo Alessandri Palma, un gran presidente de Chile, promotor de la Constitución de 1925 y del retorno al Régimen Presidencialista que era propio de la política de Chile hasta 1891. Este hombre, además de Maestro Masón era Presidente de una Sociedad Espiritista que se reunía en los años "20 en un departamento de la Calle Londres, al lado del Famoso Templo de San Francisco de la Alameda, frente al Cerro Santa Lucía. Y este mismo hombre, que gobernó a Chile en dos períodos presidenciales, lider de las clases medias chilenas, con amigos esoteristas, fue el primer presidente de Chile que se entrevistó personalmente con el Papa Pío XI en Roma, para pedirle su intervención frente a la inminente separación de la Iglesia y del Estado Chileno, y evitar el choque de intereses y los derramamientos de sangre que se habían producido en otros países de América, como México, por ejemplo, por las luchas anticlericales y los más duros defensores del catolicismo tradicional.

Y logró su objetivo. El Santo Padre lo escuchó atentamente, aunque sabía perfectamente su filiación masónica, y lo aconsejó adecuadamente poniéndole en contacto con un Cardenal encargado de asuntos americanos, y la separación de esos dos Poderes Sociales y Espirituales del Alma de Chile se llevó a cabo sin mayores tensiones. El Bien Común quedó a salvo y el país pudo seguir adelante. Y es evidente para este Autor que un hombre inteligente y espiritual como don Arturo Alessandri Palma, que es Maestro Masón, por tanto Iniciado Regularmente en una Orden Esotérica y Fraternal, presidente de una sociedad espiritista, con amigos teósofos, abogado, lider de masas, presidente del Senado en varios Períodos, era un instrumento de Poderes Invisibles o Celestiales, igual como lo era Gabriela Mistral. Dios usó a don Arturo Alessandri Palma para poner en el poder supremo del Estado Chileno, por primera vez, a la clase Media Chilena, desplazando a los Oligarcas o a los Aristócratas del Poder Político, iniciándose un tipo de Gobierno más de acuerdo con las Ideas Políticas de un gran Filósofo como Aristóteles, también autor de libros esotéricos y creyente en los Dioses y Padre del Pensamiento Científico y Teológico Occidental.

Para ir cerrando este capítulo copiare una plegaria que compuso doña Gabriela Mistral por el alma de su sobrino Juan Miguel o Yin-Yin, culminando con un análisis católico y teosófico del contenido de esa oración, para que el público no iniciado vea que una plegaria de nuestra gran poetisa no es una mera expresión de sentimiento, sino que un paquete de doctrina y un misil de luz para el alma de ese joven que flotaba en la atmósfera astral enrarecida de la incertidumbre, de la oscuridad del pecado del suicidio, y asediado por los demonios evocados por los malos pensamientos de quienes lo rodearon y lo indujeron a ejecutar su propia muerte.

Además, recuérdese que en la moral católica tradicional el suicidio es un pecado mortal o imperdonable, y que la iglesia en esa época no hacía misas de difuntos a los suicidas. El ataud del que había atentado contra el Templo de Dios que era su vida corporal llegaba solo hasta la puerta del Templo y se le dejaba afuera. Solo los parientes podían entrar a la Iglesia. Por lo tanto los sacerdotes no oraban por los suicidas. De allí que los libros de poemas de Gabriela contienen siempre plegarias por los suicidas, y además recuérdese que el gran poema de los Sonetos de La Muerte que la lanzaron a la fama dentro de Chile en 1914 están inspirados en el suicidio de Romelio Ureta.

Oración a Nuestro Señor por Yin.

Jesucristo, Nuestro Señor, al amanecer te confiamos a Juan Miguel y antes de dormir te lo entregamos de nuevo.

El era tuyo y después de nosotras, Jesús Cristo; pero ahora el es nada más que tuyo. Mira por él, provee por él, cela por él. Antes él estaba entre nosotras o adonde fuese quedaba al alcance de nuestras vistas. Ahora el tiene el día uno y blanco de la Eternidad, al cual no caen nuestros pobres ojos.

Que él te sienta, que él te reconozca, que él sepa que ha llegado a tu Reino y que comprenda que de ahora, tu, el Cristo, eres su padre, su madre, su patria y su redención.

Tuyo fue de siempre, pero ahora es nada más que tuyo y es para siempre tuyo. Alégralo, Señor, está en tu poder; confórtalo está en tu voluntad y mudarlo está en tu Gracia.

Límpialo, Señor, hasta que sea digno de los cielos. Muévelo, Señor, hasta que él no haga sino tu Voluntad, y la haga lleno de gozo. Recrea su naturaleza, Cristo renovador, hasta que se parezca a tus justos y la ley de la Tierra no pueda más en él, y la memoria de la tierra no lo distraiga más.

Antes Juan Miguel tenía nuestras pobres palabras y nuestra pobre sagesse. Ahora él tiene a su Cristo por verbo vivo, y por morada viva.

Llévalo, Cristo, tras de ti; llévalo después contigo, y llévalo al fin en ti, como la madre lleva al hijo en su seno.

Antes, Cristo, nos era dado ver por él, oír por él, vigilar por él. Ahora él se halla entero bajo tu gobierno y sumergido en tu misericordia.

Hazlo caminar sin desvío; permítele presentir en tanto que logra entender, y dale la gracia de adivinar en tanto que no alcanza saber.

Dale, Señor, sus nuevos sentidos, trasmítele sus nuevas potencias. Sea por Ti iluminado, de Ti conducido, y de Ti arrebatado.

Antes, Cristo, podíamos suplir su flaqueza, y socorrer su desaliento. Ahora solo del Cielo puede ser ayudado, del Cielo advertido, del Cielo aupado hacia su fuente original.

Alumbra su desconcierto, desata sus conflictos.

Perdonado sea, salvado sea, glorificado sea, Jesucristo Nuestro Redentor.

—————————————————————————————– Comentemos: Gabriela nunca le rezó a Buda, siempre oró a Jesús, el Mesías de Israel. Se dice en la Biblia que El es el Juez de los Vivos y de los Muertos, el único Salvador de los Hombres. A él Lucila oraba de mañana y de noche por su sobrino, y lo hacía porque ese joven se suicidó y era el segundo suicidio de seres amados, y ella temía que su alma se condenara a las tinieblas eternas. Por eso ella quería la salvación para ese joven, y rogaba por el cumplimiento de ese deseo de amor salvífico por su querido niño.

En segundo término ella plantea el tema de la pertenencia del alma del joven Juan Miguel. El cristianismo dice que las almas le pertenecen a Cristo. Ella sabía que Jesús compró a las almas de los hombres a precio de sangre y dolor en la cruz del Calvario. Entonces le recuerda a Cristo que esa alma le pertenece en la eternidad, aunque dentro del tiempo les perteneció a la tia, a la secretaria personal de la tía Gabriela y a Cristo por el bautismo. Por eso habla de nosotras.

El día uno y blanco de la Eternidad es una excelente frase que nos habla del Eterno Presente en que Dios mora como Luz Infinita, de blancura excelsa de gozo divino, sin sombra de pecado alguno. Sin tristeza, día eterno sin noche, tal como dice el Apocalipsis.

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