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¿Es el neuroaprendizaje emocional fuente del surgimiento de líderes éticos y efectivos? (página 2)




Enviado por Alfredo Otazo



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Resulta interesante comprender la propuesta de Sócrates al indicar un camino práctico a la sabiduría, este método de preguntas y respuestas, cuyo norte es el conocimiento de si mismo se conoció como el método de la "mayéutica". La Mayéutica socrática será la base de la metodología del Coaching moderno, el que será analizado en extenso en la presente tesis como una gran herramienta para el liderazgo.

Un gran aporte de la teoría política, en cuanto a la concepción y naturaleza del ser humano, lo aporta Aristóteles quien abre una puerta a la importancia del ser humano en convivencia social y su intrínseca naturaleza de animal político, es así como George Sabine en el Texto Historia de la Teoría Política página 97, afirma que para el estagirita (Aristóteles) "El hombre es el animal político, el único ser que habita en ciudades, se somete a la ley y produce la ciencia, el arte, la religión y todas las múltiples creaciones de la civilización. Representan éstas la perfección del desarrollo humano y sólo es posible alcanzarlas en la sociedad civil. Quien viva sin ellas tiene que ser una bestia o un dios; es decir, tiene que encontrarse por debajo o por encima del plano medio en el que vive la humanidad. Dominado como está Aristóteles por una creencia en la capacidad humana única de los griegos, piensa que la forma más elevada de las artes de la civilización sólo se puede conseguir en la ciudad-estado".

Para Aristóteles los seres humanos tienen tendencia natural a constituir unidades sociales, en consecuencia los humanos son sociables por naturaleza. A diferencia de Platón, el estagirita basó sus planteamientos de buen gobierno en el análisis de los modelos existentes, extrayendo de esto los aspectos positivos y negativos. En total expuso seis tipos de gobierno que son caras opuestas entre ellos o entiéndase por estos los modos puros e impuros. La monarquía es el gobierno de uno en nombre de todos; cuando este gobierno se ejerce a base del interés personal es tiranía. La aristocracia es el gobierno de unos pocos para el bien de todos; cuando este gobierno se ejerce por sus propios intereses se convierte en oligarquía. El gobierno de muchos para beneficios de todos es la democracia; sin embargo cuando se gobierna en nombre de muchos para intereses propios se cae en la demagogia. De todo esto es posible desprender como se desvirtúan los modelos de gobierno cuando escasea la virtud y la sabiduría de los líderes y gobernantes.

Resulta interesante la naturaleza social del ser humano y por tanto la importancia del desarrollo de la inteligencia en este ámbito. El quehacer político, social y empresarial requiere de actores lideres capaces de comprender esta naturaleza, la sabiduría también contempla lo socialmente inteligente.

Un interesante filósofo a considerar, dada la temática en cuestión es Alfarabi (870 – 950 dc) quien plantea la reflexión sobre el régimen virtuoso, "el orden político cuyo principio guía es la obtención de la excelencia o virtud humana. Concibe la ciencia humana o política como la investigación del hombre mismo en la medida en que se distingue de otros seres naturales y de los seres divinos, tratando de comprender su naturaleza específica, lo que constituye su perfección y el modo por el cual puede alcanzarla. En contraste con otros animales, el hombre no se vuelve perfecto simplemente por medio de los principios naturales que están presentes en él, y en contraste con los seres divinos, no es eternamente perfecto, sino que debe alcanzar su perfección por medio de la actividad, procediendo a partir del entendimiento racional, la deliberación, y escogiendo entre las varias opciones que le sugiere la razón. La presencia inicial de la capacidad del entendimiento racional, y de la elección relacionada con él, es la perfección primera o natural del hombre, la perfección con la que ha nacido y que él no eligió. Además, la razón y la elección están presente en el hombre para alcanzar su fin, la perfección última posible para su naturaleza. Esta perfección última es idéntica a la suprema felicidad que puede alcanzar…

Y sin embargo, no es posible alcanzar la felicidad sin antes conocer y sin desempeñar ciertas actividades ordenadas (corporales e intelectuales) útiles o que conducen al logro de la perfección. Estas son las actividades nobles. De este modo, la distinción entre actividades nobles y actividades bajas es guiada por la distinción entre lo que es útil para la perfección y la felicidad y lo que las obstruye. Desempeñar una actividad bien, con facilidad y de manera ordenada requiere la formación del carácter y el desarrollo de costumbre que hagan posible tales actividades. "Las formas y los estados del carácter del que emanan estas actividades (nobles) son las virtudes; no son buenas por sí mismas sino sólo buenas para la felicidad".[1] La distinción entre virtud y vicio presupone un conocimiento de lo que es la perfección o felicidad humana, así como la distinción entre las actividades nobles y las actividades bajas.

El régimen virtuoso puede definirse como el régimen en que los hombres se unen y cooperan con el fin de llegar a ser virtuosos, de realizar actividades nobles y de alcanzar la felicidad. Se distingue por la presencia en él del conocimiento de la perfección última del hombre, la distinción entre lo noble y lo bajo y entre las virtudes y los vicios, y el esfuerzo concertado de los gobernantes y los ciudadanos por enseñar y por aprender estas cosas y desarrollar las formas virtuosas o estados de carácter de los cuales surgen las actividades nobles, útiles para alcanzar la felicidad".[2]

Siguiendo con la idea del Rey Filósofo Alfarabi agrega "Es el maestro guía "que hace conocer" a los ciudadanos lo que es felicidad que "hace surgir en ellos la determinación" de hacer las cosas necesarias para alcanzarla, y que "no necesita ser gobernado por un hombre absolutamente en nada". Debe poseer conocimiento, no necesitar de ningún otro hombre que lo guíe, tener una excelente comprensión de todo lo que hay que hacer, saber guiar bien a todos los demás en lo que sabe, tener la capacidad de hacer que otros desempeñen las funciones para las cuales son aptos, y tener capacidad de determinar y definir el trabajo que debe ser hecho por los demás, y de dirigir tal labor hacia la felicidad. Estas cualidades requieren evidentemente los más grandes talentos naturales, pero también el desarrollo más completo de la facultad racional"[3]

Esta idea de gobernante supremo es la fuente de todo poder y conocimiento en el régimen, y por medio de él aprenden los ciudadanos lo que deben conocer y hacer.

Conocer la naturaleza humana y sus potencialidades es un gran avance en la comprensión del liderazgo, desde ésta óptica la idea que plantea Alfarabi es un gran paso en la comprensión de lo que es el liderazgo político y social, otorgando un carácter sublime a la importancia del desarrollo del hombre como gobernante.

En el caso de pensadores políticos como Maquiavelo y Hobbes, se parte de la base de una naturaleza humana egoísta y profundamente ambiciosa y agresiva, por tanto los hombres aspiran a conservar lo que tienen y a adquirir más, en consecuencia según lo plantea George Sabine "Ni en el poder ni en las posesiones hay ningún límite normal para los deseos humanos, pero tanto el poder como las posesiones están siempre limitadas en la realidad por la escasez natural. En consecuencia, los hombres se encuentran siempre en situación de lucha y competencia que amenaza con degenerar en anarquía abierta a menos que les limite la fuerza que hay tras el derecho. en tanto que el poder del gobernante se basa en la misma inminencia de la anarquía y en el hecho de que la seguridad sólo es posible cuando el gobierno es fuerte. Maquiavelo da siempre por comprobada esa concepción del gobierno, aunque en ninguna parte la desarrolla hasta hacer de ella una teoría psicológica general de la conducta. Sin embargo, hace observar a menudo que los hombres son, por lo general, malos y que el gobernante prudente debe basar su política en ese supuesto. Insiste sobre todo en que el gobierno que quiera tener éxito debe aspirar ante todo a la seguridad de la propiedad y la vida, ya que estos son los deseos más universales que hay en la naturaleza humana".[4]

Hobbes en su gran obra "Leviatán" describe a los seres humanos como entes racionales que buscan alcanzar el máximo poder, movilizándose por el egoísmo. Este modo de actuar otorga las garantías de supervivencia, según pensaba este filósofo. En el libro de Job del antiguo testamento, Leviatán es un monstruo, para Hobbes ese monstruo o Leviatán es el Estado. Lo considera un hombre artificial, de gran poder, cuyo sentido es la protección y defensa del ser humano. En este formato, la soberanía pasa a ser el alma artificial que da vida y movimiento al cuerpo entero. En conclusión, el Estado es un ente cruel pero necesario para la protección y seguridad de sus ciudadanos. Todo parte por el estado de naturaleza del hombre, el cual es una guerra de todos contra todos y es aquí en donde el monopolio de las armas por parte del Estado encuentra su justificación.

Estos planteamientos de Hobbes, años más tarde, encontrará una postura afín en Sigmund Freud. Bajo esta perspectiva Freud planteaba que la cultura es un conjunto de normas y limitaciones impuestas al individuo con el fin de restringirlo, de privarlo de sus instintos básicos para permitirle vivir en sociedad.

De este análisis se deduce que la base de una conducta humana adaptada, en sociedad y en armonía tiene que ver con aspectos relacionados a un gobierno fuerte, sin embargo, la armonía en sociedad puede ser fruto de procesos de aprendizaje en los cuales desde niños los seres humanos adopten la importancia de la inteligencia emocional, social y la capacidad de los seres humanos de adaptarse a diversas circunstancias. En este sentido, los acuerdos sociales en cuanto a lo ético y moral y la normativa vigente, son aspectos que forman parte del reconocimiento empático de que los demás tienen derechos y deberes, y que el orden establecido constituye un mecanismo de salvaguardar la vida en sociedad.

En el otro extremo de la visión de Hobbes respecto a los seres humanos, se encuentra Jean Jacques Rousseau, quien describió la vida en estado de naturaleza de manera romántica, donde la inocencia y la sencillez son la normalidad. Para Rousseau esta es la cara opuesta de la sociedad europea de la época, la que consideraba deshonesta. Para esto el filósofo propuso una democracia directa en comunidades pequeñas, siendo esta la forma en que se podía recrear el estado de naturaleza que contenía lo mejor de las personas y así se evitaría, en gran medida, que el desarrollo de las sociedades fueran corrompiendo al ser humano, situación que el visualizaba en ese instante. Interesante resulta citar planteamientos efectuados doscientos años antes por el filósofo Erasmo De Rotterdam, quien defendió un regreso a las creencias sencillas y sinceras, en que cada uno establece un vínculo personal con Dios, en lugar de seguir aquellas que prescribe la doctrina católica. Erasmo aconseja que aceptemos lo que él entiende como el verdadero espíritu de las escrituras: Sencillez, inocencia y humildad. Estos son los rasgos humanos fundamentales que llevan a la felicidad. En conclusión "La persona logra la felicidad cuando está dispuesta a ser lo que es".

Interesante resulta citar a estos pensadores que filosóficamente se encuentran en polos opuestos, sin embargo, es válido considerar que sus contextos fueron de gran influencia para el desarrollo de sus pensamientos y desde los cuales se rescata aspectos importantes para considerar. Todas estas teorías, por tanto, no son absolutas, son más bien perspectivas interesantes a rescatar y de las cuales es preciso recoger para dar explicación a los acontecimientos que a través de la vida nos enfrentamos y que, sin duda, contribuyen al enriquecimiento de la sabiduría humana como base de todo liderazgo.

En el mundo oriental y alrededor del año 500 ac, resulta de gran aporte rescatar al filósofo Siddhartha Gautama más conocido como Buda, que significa el "iluminado". Buda llegó a la conclusión de que tenía que existir un "camino intermedio" entre la autoindulgencia y la mortificación. Creía que este camino intermedio llevaba a la felicidad plena. Planteó que el sufrimiento es universal, que es natural a la existencia y que su causa última es la frustración de los deseos y las expectativas, a los que denominó "apegos" y que incluye el deseo sexual y la ambición material, además del instinto básico de supervivencia. Señaló que dichos "apegos" al ser satisfechos puede ser gratificante a corto plazo, pero no lleva a la felicidad entendida como complacencia y paz de espíritu. Agregaba Buda que estos apegos debían ser eliminados y para esto apuntó a la causa básica que es el egoísmo, entendía este concepto como estar centrado y apegado a uno mismo, lo que hoy entendemos por ego. Por ende para liberarse de los apegos, no basta con renunciar a las cosas que deseamos, sino hay que superar el apego al "yo".

Otro gran filósofo oriental fue Kong Qiu (552 ac), más conocido como Confucio, genera un gran cambio en el pensamiento al plantear que la virtud no es un don divino para las clases gobernantes, sino que es algo que todo el mundo puede cultivar, Confucio concluye que el hombre virtuoso no es aquel que se encuentra en la cima de la jerarquía social, sino el que sabe cuál es su sitio en esa jerarquía y lo asume plenamente. "Junzi" es la denominación de la persona que observaba sinceramente los valores de la lealtad, piedad, respeto a los rituales, y reciprocidad. para el sabio estas personas eran virtuosas, instruidas y bien educadas.

Confucio trató de persuadir a los gobernantes de aquellos años para que volvieran a observar estos ideales e instauraran de nuevo un gobierno justo. Pensaba que si gobernaban mediante el ejemplo. en lugar del miedo, llevarían al pueblo a seguir una vida igualmente virtuosa.

Habiendo avanzado en el escrito y las reflexiones, surge como cimiento base de la comprensión del líder político y social, el ser humano y su naturaleza, la luz del conocimiento y la sabiduría. De aquí se desprende la importancia de la virtud y la esencia de lo que es un político, líder y la excelencia del gobernante.

Siguiendo con la idea del conocimiento, se viene a la mente la figura de René Descartes quien plantea "es necesario dudar de todo y tanto como sea posible al menos una vez en la vida". Interesante resulta sus planteamientos respecto al mundo de las ilusiones, en este sentido expone dos características del conocimiento que son fundamentales: "La duda metódica" en que la persona deja de lado toda creencia de cuya verdad se pueda dudar, sea esta parcial o completamente. "La duda es hiperbólica", es decir exagerada. El principal planteamiento de René Descartes en latín se conoce como "Cogito ergo sum", cuyo significado es "pienso luego existo", expuesto en su obra clásica "el discurso del método". A Descartes le parecía poco fiable la información que puede llegarnos a través de los sentidos, de hecho todo el contexto que entendemos por realidad podría no existir y ser engañosamente real ante nosotros porque la captamos por variados filtros conocidos como los sentidos. Sin embargo, lo que reconocía como absolutamente real era el hecho de pensar y si pensamos es porque existimos. Con esto surgen dos mundos diferentes: El espiritual y el material, pudiendo coexistir incluso comunicarse siendo la "glándula pineal" el puente de comunicación entre los dos. Descartes consideraba que el hecho de pensar nos permitía influenciar sobre el mundo material, esto implica que pensando podemos estructurar relaciones en el mundo, describirlo, analizarlo, explicarlo y finalmente modificarlo, dándonos la capacidad de actuar según el libre albedrio y ser conductores de nuestro destino.

He querido extenderme en el planteamiento de Descartes, dado que considero es un gran aporte para los aspectos del Coaching y liderazgo político y permite, además, introducir la perspectiva de la neurociencia, lo que al avanzar la tesis aportará importantes conclusiones al desarrollo del "filosofo rey" como propuesta de líder, político y gobernante. Incluso se abordará la tesis de Antonio Damasio y su conclusión respecto al error de Descartes.

Immanuel Kant entrega una interesante reflexión en su obra Crítica de la Razón Pura, proponiendo dos elementos respecto a nuestra experiencia. Lo primero es la "sensibilidad" que se refiere a la capacidad que tenemos de estar en contacto directo con cosas existentes en el espacio y en el tiempo. A estos contactos directos los denomina intuiciones. Lo segundo lo denomina "entendimiento" y se refiere a la capacidad de disponer de conceptos y de usarlos. En consecuencia, para Kant, un concepto es un contacto indirecto con las cosas concebidas. Es decir, sin conceptos, no podríamos saber que nuestra intuición es la de un libro; y sin intuiciones no podríamos saber que hay libros. En conclusión, Kant sostiene que las intuiciones, sin conceptos, son ciegas; los conceptos, sin intuiciones, son vacíos; sólo de su conjunción surge el conocimiento. A diferencia de Hegel, Kant determina que las formas básicas de funcionamiento del pensamiento como las estructuras básicas del pensamiento son a priori, es decir, no vienen de la experiencia.

Hegel.

La forma de percibir la vida y la historia encuentra en Hegel un gran exponente e interesante teórico que muestra la idea de la dialéctica. De esta se desprende lo importante de la diversidad y los opuestos. Resulta natural que cada cosa en la existencia tenga su opuesto, sin embargo de esta interacción surge el conocimiento. Para Hegel, la síntesis que surge entre la contradicción entre tesis y antítesis se convierte a su vez en una nueva tesis, que trae consigo sus propias antítesis y que acaba por dar lugar a una nueva síntesis, mediante este proceso dialéctico infinito, el espíritu alcanza una comprensión cada vez más precisa de sí mismo. En consecuencia, cada una de las partes de la filosofía es un todo, un círculo cerrado y completo en sí. Mediante el proceso de desarrollo dialéctico van naciendo nuevos conceptos que, a mi juicio, permiten la adaptación al contexto cambiante de constante interacción entre opuestos. Por tanto, cada etapa de la historia del mundo es un momento necesario en la idea del espíritu del mundo.

Esta visión de la vida y la historia resulta muy enriquecedora a la hora de adaptar nuestra mente a un contexto cambiante y diverso, cuyas oposiciones siempre entregan resultados que entrarán en la dinámica dialéctica tan necesaria en la comprensión de un líder.

Schopenhauer.

A diferencia del anterior, este filósofo polaco construye su perspectiva a base de la filosofía Kantiana. Plantea que la versión del mundo que tiene cada uno está limitada por las observaciones que hace cada cual del "universo" y por la experiencia limitada. En este sentido, la versión que cada uno maneja del "mundo" u "universo", no incluye cosas que no ha percibido. Esto lleva a que normalmente pensemos que "los límites de mi propio campo de visión son los límites del mundo". Esto se complementa con lo que posteriormente la Programación Neurolinguistica determina como presupuesto "Mi mapa no es el territorio". Es decir, todos tenemos distintas perspectivas.

Nietzsche.

Este destacado filósofo consideraba que el ser humano es un ser incompleto, basado en el darwinismo. el ser humano es un enlace entre el simio y el Übermensch, entendido como el suprahombre. Es decir, el actual ser humano es sólo una etapa en el desarrollo, siendo este el motivo de ser considerado como un ser incompleto. Por lo cual, el actual ser humano debe quedar atrás en el proceso de evolución natural. El Übermensch es un hombre vital, ama la vida y este mundo. Crea sus propias normas morales y de todo tipo, somete las cosas a su voluntad, no se arrepiente de sus actos. Desde mi propia perspectiva, la evolución del ser humano pasa por la capacidad de autogestión y autodesarrollo que tiende a la madurez emocional, la visión amplia de vida y de la fe en uno mismo como poseedor de todas las herramientas para el desarrollo personal. En consecuencia, el Übermensch es un autolíder garantía de un líder efectivo.

José Ortega y Gasset.

Este filósofo español famoso por la frase "yo soy yo y mi circunstancia, y si no la salvo a ella no me salvo yo". Para Ortega, la vida es la realidad radical en la que aparece y surge toda otra realidad. Es decir, para cada ser humano la vida toma una característica concreta. Con esto surge la importancia del concepto de perspectiva y tiene relación con el enfoque que adopta el individuo sobre la realidad. En consecuencia, cada sujeto tiene su propia verdad, que puede llegar a ser contradictoria con la de los demás. En definitiva, y dado este planteamiento, la verdad absoluta podría considerarse la suma de las perspectivas individuales más aquella parte que no hemos conocido residiendo en lo que entendemos por Dios.

Este planteamiento es clave en la visión de un líder, en consideración a la naturaleza humana y cómo cada cual percibe la realidad. En esto el Coaching con Programación Neurolingüística al considerar la idea de que "el mapa no es el territorio" está dando a entender que hay tantas visiones de la vida como personas existen en el mundo, y ante aquella circunstancia, el líder, el sabio, tiene que tomarlo como parte de su proceder y razonamiento.

Heidegger

Martín Heidegger es un filósofo alemán que influyó de manera decisiva en el existencialismo del siglo XX, destaca en él el concepto de Dasein, relacionado a la idea del ser en el mundo. En específico, indica el ámbito en que se produce la apertura del hombre hacia el ser. El término expresa el hecho de que la existencia no se define sólo como algo que supera la realidad dada en dirección de la posibilidad. Desde este punto de vista, el ser humano vive en lo dinámico y como tal posee la plena libertad de decidir su destino y en muchas ocasiones no procesa, no cuestiona, sencillamente hace, concurre, siendo la característica del Dasein.

Este concepto además, se refiere al grado de entrega del ser humano al mundo, es decir, pasamos a entregarnos en condición de participantes a favor de la rutina, el trabajo, las costumbres, siendo cada acción realizada una muestra de entrega y de continua relación con la creación. Importante resulta destacar que para Heidegger la persona asume su condición de tal cuando entiende que es un ser para la muerte y por tanto comprende que relevante es adquirir su libertad, convirtiéndose en auténtico, es decir, decide lo que realmente quiere, más que lo que los otros quieren. De este se desprende que lo único que se nos impone en la vida es la muerte, el resto es la libertad que tenemos cada cual para escoger entre posibilidades, construyendo así nuestro destino.

Por último, cabe citar la importancia de la perspectiva expuesta por Mario Bunge el cual desarrolla la idea de un punto de equilibrio entre el individualismo y el totalitarismo, siendo esta la visión sistémica. Esto constituye una importante apreciación del líder político y social, cuya visión debe primar por sobre el individualismo y por sobre el aspecto holístico que tiende a una perspectiva demasiado general.

De los aportes de estos pensadores es posible rescatar notables propuestas de ver el mundo, la vida y por tanto la naturaleza humana tan relevante para mantener presente en la conciencia de un líder, cuya orientación de vida debe tender a la sabiduría por medio del aprendizaje constante y del desarrollo de competencias de comprensión de la vida humana y social. Con esto se entiende que nuestro cerebro esta adaptado a asumir nuevas perspectivas, desarrollar nuevas perspectivas de análisis y en consecuencia adaptar la mente y los aspectos fisiológicos a asumir un rol distinto y con notables efectos positivos para el entorno.

Capítulo 3.

Perspectivas de Liderazgo

Comprender la esencia del liderazgo es la finalidad de este capítulo. Adquirir creencias y conocimientos aportados por variados pensadores, cuyas experiencias quedan expuestas con el fin de reflexionar sobre la materia. Si bien el líder posee sus propias características particulares, bueno resulta pensar sobre patrones que nacen de la naturaleza humana y de su inherente vida en sociedad. Existen tantas perspectivas de liderazgo como líderes han existido.

"La excelencia de un líder, se mide por la capacidad para transformar los problemas en oportunidades."

Peter Drucker

Quizás sean muchos los lideres míticos que se nos vienen a la cabeza, queda de manifiesto que si nos adentramos en el análisis de cada uno, encontraremos una gran diversidad de características y variables que formaron parte de cada individuo y de los contextos que enfrentaron. Por lo general, es en periodos de crisis donde sobresalen los más conocidos a la hora de hacer un recuento histórico. Independiente de si son o no figuras "divinizadas" o "demonizadas", todos tienen en común el fenómeno de la influencia, como energía básica capaz de movilizar personas y recursos en pos de objetivos compartidos y aceptados.

La discusión es larga en cuanto a determinar quiénes son líderes y quiénes no, dependiendo la perspectiva con que se observe el fenómeno. lo que es importante considerar es que hay tantas posibilidades de liderazgos como personas existen en el mundo y esto es como consecuencia de la diversidad natural de los seres humanos, estando directamente relacionado a las características de las personas. Por este motivo, de modo muy personal, no soy partidario de encasillar tipos de liderazgo o de evaluar definiendo de si alguien es líder o no. Puede darse la situación de que una persona no sea líder en un periodo de tiempo y si lo sea cuando enfrenta una situación determinada. Por otra parte es posible identificar ciertos patrones comunes que pueden identificar ciertos tipos de liderazgo que pueden ser asumidos por una misma persona, según sea el contexto que enfrente.

El propósito de esta tesis es exponer los aspectos útiles y necesarios para un liderazgo en política y en general en la vida, asumiendo que el factor humano y social requieren de ciertas garantías de progreso, respeto, bien común y equilibrios sociales. Desde esta perspectiva se abordará al líder como persona y ser humano, entendiéndolo desde la mirada de la neurociencia como una unidad sistémica de cerebro, mente, cuerpo y entorno; dotado de emociones y racionalidad; capaz de influir; de romper barreras y progresar; capaz de comprender la esencia de la vida; de desarrollar una "visión" sistémica, holística y dialéctica; de legitimarse ante los demás; flexibilizar y adaptarse a las circunstancias; comprender que es y será un "eterno" aprendiz; que a la vez es un "educador" de personas, un maestro cuyo ejemplo es asimilado por muchos; de comprender que la política y la vida en sociedad es tan natural como el propio ser humano; aportes del coaching, la programación neurolingüística y la ontología del lenguaje al liderazgo; por último que la política y el servicio público son una actividad que requiere el dominio de sí mismo, empatía y autoliderazgo.

Por todo lo anterior, partiremos por analizar y exponer diversas perspectivas de lo que se entiende por liderazgo, siendo práctico para este fin partir rescatando aportes de la filosofía oriental.

No dejan de ser sabias las palabras de un antiguo proverbio chino que dice "Es fácil encontrar un ejército de mil hombres, pero ¡qué difícil resulta encontrar un general!". Sin duda, un líder capaz de legitimarse frente a estos mil hombres y que además los movilice hacia el objetivo común, resulta un gran desafío. El "cuerpo sin cabeza no sobrevive", así de simple, la necesidad de un ente directivo orientador disminuye fuertemente la incertidumbre, genera sentido de dirección, razón de ser y por tanto motivación.

Por su parte Confucio "entiende el liderazgo mediante el ejemplo, es la manera natural de controlar a las personas, muy superior al uso de la fuerza o de la coerción. En este sentido, el líder es siempre un maestro, y el ejemplo en el método soberano para enseñar la conducta correcta o la moral. Confucio hubiera estado plenamente de acuerdo con Albert Shweitzer: El ejemplo no es el principal instrumento para influir en otros: es el único"[5].

Las ideas claves que desprende el experto en liderazgo John Adair del pensamiento de Confucio son las siguientes:

"1. El liderazgo se práctica poniéndose al frente de las personas a las que se dirige. No debe enseñar el camino a otros a menos que usted mismo esté dispuesto a recorrerlo. Un líder dice "Vamos", no "Avanzad". Si no se da un ejemplo, el liderazgo carece de autoridad moral.

2. Un político, funcionario o empresario corrupto es tan ladrón como un ratero ordinario. Roban a las personas a las que deben servir. La corrupción alienta los delitos a pequeña escala.

3. El ejemplo, bueno o malo, es contagioso. Muchos proverbios dan fe de este hecho, como por ejemplo: "El capitán pusilánime hace cobarde a su tripulación". O como dicen en Africa: "Si el líder cojea, los demás acaban cojeando".

4. Las palabras y el ejemplo siempre deben ir de la mano. Francis Bacon escribió: "El que da buenos consejos edifica con una sola mano. El que da buen consejo y buen ejemplo construye con las dos. Pero el que da buenos consejos y mal ejemplo construye con una mano y destruye con la otra".

5. La influencia del buen ejemplo tarda en hacer efecto, quizás años. Por lo tanto, para ser líder usted debe ser paciente, además de gozar de una perspectiva a largo plazo sobre su trabajo. Los grandes líderes necesitan desde luego ser optimistas.

6. Dirigir poniéndose al frente proporciona algo más que respeto: acaba atrayendo el amor de otros. Y el amor es verdadero poder. Como escribió Huainanzi en un texto taoísta clásico:

En la antigüedad, los buenos generales siempre luchaban en la vanguardia. No levantaban doseles para combatir el calor ni se vestían de cuero en invierno; por lo tanto, experimentaban el mismo calor y el mismo frío que sus soldados.

No cabalgaban en terrenos escabrosos, sino que descabalgaban al subir las colinas; así se cansaban igual que sus soldados.

Sólo comían después de haber proporcionado alimentos a sus tropas, y sólo bebían una vez que los soldados habían saciado la sed; así sentían la misma hambre y sed que sus tropas.

En la batalla se ponían a tiro del fuego enemigo; así pasaban por los mismos peligros que sus soldados.

Por lo tanto, en sus operaciones militares los buenos generales siempre recurren a la gratitud acumulada para luchar con la amargura acumulada, y hacen uso del amor acumulado para contrarrestar el odio acumulado. ¿Por qué no iban a vencer?

Quienes estén cerca no ocultarán su capacidad, y quienes estén lejos no se lamentarán de su tarea […] Esto es lo que se llama ser un líder y un maestro de hombres".[6] En este sentido, la frase de Mahatma Gandhi toma gran fuerza, "Debes ser el cambio que quieras ver en el mundo".

Resulta clave destacar el concepto de ejemplo desde la neurociencia. Los seres humanos, por naturaleza, somos empáticos, en mayor o menor medida, dado que en nuestra estructura cerebral encontramos las denominadas" neuronas espejo" que no nos deja indiferente ante la ocurrencia de hechos o acontecimientos que se dan en el entorno. A modo de ejemplo, una caída o el sufrimiento de una persona nos hace experimentar ciertos efectos fisiológicos que llevan a sentir como si nos ocurriese a nosotros. Desde esta perspectiva las acciones de un ser humano, al ser recogidas por los sentidos de quienes interactúan con él, encuentran su respectiva reacción natural. Partiendo de esta base, el ejemplo que da el líder es fundamental a la hora de lograr su legitimidad dado el concurso de emociones y sentimientos asociados.

El líder es un "maestro", con su ejemplo genera conductas alineadas a su actuar, impulsa aprendizaje de quienes lo siguen. En esto destaco los estudios de Albert Bandura, quien reflexionó sobre el aprendizaje vicario. Para Bandura una persona es capaz de extraer enseñanzas a partir de la observación de lo que hace otro. Por esto resulta prioritario que el líder sea consciente de su actuar y también del control de sus emociones, aspecto que Daniel Goleman destina extenso análisis en sus escritos.

Desde otra perspectiva del autocontrol surgen los aportes del Budismo, que en palabras de Juan Carlos Lucas existen tres herramientas fundamentales: Serenidad, lucidez, cuidado[7]estas resultan aporte para un líder cuyos contextos son de incertidumbre y de presión constante. En este sentido, el mindfulnes es una buena práctica para trabajar los aspectos del autocontrol.

Sun Tzu.

Mucho dice la mítica frase de este legendario pensador oriental "conócete a ti mismo, conoce a tu enemigo, y en cien batallas, obtendrás cien victorias". Su legado apunta al enriquecimiento del liderazgo operacional y estratégico. Son cinco las virtudes que debe poseer un líder:

1. Inteligencia.

2. Honradez.

3. Humanidad.

4. Valor.

5. Severidad.

Las recomendaciones que da Sun Tzu para el eficaz ejercicio del liderazgo son:

1. Aprender a "combatir", dar el ejemplo.

2. Mostrar el camino, es decir, asegurarse que la tarea fue entendida.

3. Hacerlo bien, ser técnica y tácticamente eficiente.

4. Promover que todos empujen "el carro", es decir, desarrollar el grupo.

5. Conocer los hechos.

6. Esperar lo peor y estar preparado para ello.

7. Aprovechar los momentos.

8. Hacerlo lo mejor posible.

9. Que no adivinen las intenciones del líder.

Entre los rasgos ventajosos destacan:

1. Tranquilo.

2. Reservado.

3. Justo y

4. Metódico.

Cualidades:

1. Sabiduría

2. Sinceridad.

3. Benevolencia.

Sun Tzu aporta la idea de que el líder debe velar por el cuidado de la salud física de "los soldados", en específico señala "Mira por tus soldados como miras por un recién nacido; así estarán dispuestos a seguirte hasta los valles más profundos; cuida de tus soldados como cuidas de tus queridos hijos, y morirán gustosamente contigo". En consecuencia, un alimento al fortalecimiento de la lealtad es la preocupación sincera y empática por quienes dirige el líder. Agrega, además, la importancia de seleccionar correctamente a las personas que conformarán el grupo, es decir, plantea "Si empleas soldados sin seleccionar, si no diferencias a los preparados de los no preparados, a los arrojados y a los timoratos, te estás buscando tu propia derrota", es decir, cada cual en lo suyo de acuerdo a sus competencias y para esto es básico conocer a cada uno en cuanto a sus características.

Destaca la importancia del don de mando e indica que este debe ejercerse con humanidad y benevolencia pero muy firme y estricto al momento de unificarlos en pos de un objetivo.

Sun Tzu planteó "El líder es el pilar de su ejército, si el pilar es fuerte, el ejercito es fuerte, si el pilar es defectuoso, el ejercito será débil".

Resulta loable que después de dos mil quinientos años, el arte de la guerra se constituye en un aporte al liderazgo moderno y una enseñanza al mundo en la actualidad. El arte de la guerra es la primera teoría del liderazgo militar contenida en un escrito y un legado universal a la teoría del liderazgo en general.

En occidente encontramos destacados pensadores que aportaron con sus reflexiones a la comprensión del liderazgo.

Maquiavelo.

Para muchos Maquiavelo es sinónimo de un ser casi malévolo, sin piedad ni compasión, sin embargo, desde la perspectiva filosófica constituye un gran aporte al conocimiento y de este se desprenden grandes enseñanzas a lo que es el liderazgo.

Dado el contexto del siglo XVI, Maquiavelo entendía por buen líder aquel poseedor de la astucia, el pragmatismo, el encanto personal y el ser "despiadado" al momento de tomar decisiones que así lo ameriten, sin titubear y hasta las últimas consecuencias. Maquiavelo, al igual que Hobbes lo hiciera posteriormente, partía de la base de que los seres humanos eran intrínsecamente individualistas y egoístas, para lo cual la tendencia es que los líderes buscan su propio beneficio. La propuesta de Nicolás Maquiavelo es la de un líder adaptativo y flexible, capaz de adecuarse a las circunstancias, es decir, "el líder debe adecuarse según soplen los vientos". Promueve la idea de que todo líder debe entender la política como el "arte de lo posible".

Resulta interesante la recomendación de Maquiavelo en cuanto a conocer la historias de otros líderes, al respecto plantea "…el príncipe debe leer historia y estudiar las acciones de los grandes hombres para ver cómo se conducían", en lo personal considero un gran aporte tomar en cuenta esta práctica, ya que no sólo se conocía el proceder de estos, además la admiración por los grandes hombres, el "modelaje" que se puede llevar a cabo desde estas figuras, resultan un gran motor motivador y el fortalecimiento del sentido del liderazgo que se puede adoptar.

Estos planteamientos sientan tenuemente las bases de la teoría del liderazgo basado en las capacidades inherentes de las personas líderes.

En conclusión, el líder de Maquiavelo es aquel que logra ser respetado por sus pares y subordinados, es un eterno aprendiz, especialmente de los grandes líderes, evalúa sus resultados, sabe conducirse con inteligencia y se rodea del capital humano más capacitado.

Fundamental resulta que cuando el líder siente que se debilita lo expuesto en el párrafo anterior y asumiendo que la virtud de dirigir es fundamental en el líder, es parte, también del arte de dirigir, dar un paso al costado. Al respecto, en relación a esto, H. V. Karajan[8]plantea "El arte de dirigir consiste en saber cuándo hay que abandonar la batuta para no molestar a la orquesta".

Peter Druker.

Uno de los grandes pensadores de la administración, desde su perspectiva el líder debía ser poseedor de una gran visión de su entorno y de si mismo. "En el blog The Practice of Leadership, existe un excelente artículo de liderazgo según Peter Drucker publicado en Forbes.com. Las ideas principales de Peter Drucker sobre liderazgo son:

– Qué debe hacerse. "Los líderes exitosos no empiezan preguntando "¿Qué quiero hacer?", preguntan: "¿Qué debe hacerse?", luego preguntan: "De aquellas cosas que harían una diferencia, cuáles son correctas para mí?" Luego no evitan las cosas en las que no son buenos…"

– Verifica tu actuación. "Los líderes efectivos verifican su actuación. Escriben "¿Qué espero lograr si tomo este proyecto?". Toman nota de sus objetivos para los próximos seis meses y luego vuelven y verifican si los cumplieron. De esta manera, descubren qué hacen bien y qué no. También descubren si eligieron aquellas cosas realmente importantes para hacer. He visto muchísima gente que es muy buena en la ejecución, pero muy mala en elegir las actividades correctas…"

– Guíate por la misión. "Los líderes comunican de manera que la gente a su alrededor entiendan lo que están tratando de hacer. Los guía su propósito, su misión. Saben establecer una misión y, además, saben decir no. La presión en los líderes para hacer 984 cosas diferentes es insoportable, así que los efectivos saben decir que no y mantenerlo…"

– Abandono creativo. "Una pregunta crítica para los líderes es "¿Cuándo paras de asignar recursos a actividades que ya lograron su objetivo?" Las trampas más peligrosas para los líderes son esos casi-éxitos donde todos dicen que si le das un último empujón será un gran éxito. Uno lo intenta una vez, dos veces, tres veces. Para entonces debería ser obvio que esto será difícil de lograr. Así que siempre aconsejo a mi amigo Rick Waren, "No me digas lo que estás haciendo, Rick. Dime lo que dejaste de hacer".

– Cómo caen las organizaciones. "Asegúrate que la gente con la que hablas entienda tus prioridades. Cuando las organizaciones caen es cuando deben empezar a preguntarse en qué está trabajando el jefe e invariablemente las respuestas son equivocadas. Así que el CEO debe decir "En esto es en lo que me estoy concentrando". Luego el CEO debe preguntar a sus asociados: "Pusiste esto primero en tu lista de prioridades, por qué?". La razón puede ser la correcta, pero también puede ser que te convenza de que sus razones son buenas cuando no lo son. Así que asegúrate de entender las prioridades de tus asociados y luego de tener esa conversación, te sientes y le escribes una breve nota: "Esto es lo que pienso que discutimos. Esto es lo que entendí que decidimos. Esto es a lo que creo que te comprometiste en este tiempo. Finalmente, pregúntales: "¿Qué esperas de mí para que puedas cumplir con tus objetivos?".[9]

Interesante resulta citar además a Ingrid Toppelberg y su definición de liderazgo auténtico, "Como líderes, hoy enfrentamos un mundo en constante cambio: ambiental, social, geopolítico, tecnológico… Las respuestas del pasado ya no son suficientes. El liderazgo auténtico es una nueva visión del liderazgo centrada en el autoconocimiento y que conjuga tanto fuentes de oriente – Budismo, meditación, espiritualidad – y de occidente – Teoría de los sistemas, inteligencia emocional, comunicación efectiva y coaching, entre otros".

El liderazgo constituye la disciplina de estudio de todo líder que entiende la importancia de su rol y los efectos positivos o negativos que surgen cuando este es fuerte o débil respectivamente. En este texto se parte de la base que "querer es poder", por tanto un buen líder se puede "construir a si mismo", siendo el primer paso la autoconciencia y el fomento del deseo de mejorar. Aquí juega un rol importante la creencia inspiradora del liderazgo, cual es el objetivo que se persigue y el "sentido de la vida" que se encuentra presente en la existencia del líder. Desde esta perspectiva nace y se hace presente la motivación por querer avanzar con éxito y por ende la movilidad "rompe hielo" que los demás perciben como una energía imparable. Esto se define, sistémicamente hablando, como un input de sinergia que permite el fortalecimiento del equipo y de toda la organización.

Walter Isaacson en su obra sobre Steve Jobs, lecciones de liderazgo.[10]

Siguiendo con el estudio y rescatando reflexiones contemporáneas, interesante resulta el análisis de Walter Isaacson quién extrae de la figura del empresario Steve Jobs ciertas conclusiones sobre el liderazgo. Las claves del liderazgo que identifica Isaacson son las que convirtieron al creador de Apple en uno de los empresarios más exitosos del mundo.

En el año 1997 Apple lanza un anuncio denominado "piensa diferente" y proponía la siguiente reflexión "Las personas que están lo suficientemente locas como para pensar que pueden cambiar el mundo son las que lo cambian." Resulta interesante destacar que las auténticas lecciones de Steve Jobs deben extraerse tras evaluar lo que consiguió en la vida, es decir, detrás de la prueba empírica de su existencia surge una verdadera corriente de aprendizaje que sirve de guía y modelo al mundo.

Una de las primeras características de Jobs era la concentración. Esta estaba profundamente arraigada en la personalidad del empresario y la había fortalecido gracias a su formación zen. Filtraba sin cesar todo lo que creía que podría distraerlo.

Otra característica era la simplificación. como complemento de la concentración. Esta consiste en centrarse en la esencia y eliminar todos los componentes innecesarios. "La sencillez es la máxima sofisticación", afirmaba Apple en su primer folleto publicitario.

La responsabilidad por todo el proceso, en este sentido Jobs y Apple asumían la responsabilidad completa de la experiencia del usuario, algo que muy pocas compañías hacen.

Parte de la obsesión de Jobs por responsabilizarse de lo que él llamaba "el paquete completo" era fruto de su personalidad, que era muy controladora. Sin embargo, también obedecía a su pasión por la perfección y por crear productos elegantes.

Muy importante resultaba para Jobs la idea de que "cuando te quedes atrás, da un salto adelante". El distintivo de una empresa innovadora no es sólo ser la primera en tener nuevas ideas, también es saber cómo dar un salto al frente cuando se encuentra rezagada.

Piensa en lo productos antes que en los beneficios. La idea de esta característica es centrarse en crear un gran producto y en el resultado y de esta manera los beneficios llegarán por sí solos.

Cuándo Jobs se llevó a retiro al equipo del primer Macintosh, uno de los miembros preguntó si debían realizar algún estudio de mercado para averiguar qué querían los clientes. "No – respondió Jobs-, porque la gente no sabe lo que quieres hasta que se lo enseñas". Entonces recordó la cita de Henry Ford: "Si les hubiera preguntado a los clientes qué querían, me habrían contestado: ¡Un caballo más rápido!". De esta reflexión nace la idea de no dejar que los focus group te esclavicen.

La distorsión de la realidad era una característica atribuida a Jobs. Uno de los primeros ejemplos fue cuando Jobs, mientras trabajaba en el turno de noche en Atari, presionó a Steve Wozniak para que crease un video juego llamado Breakout. Woz le advirtió de que iba a necesitar meses, pero Jobs se quedó mirándolo fijamente e insistió en que podía hacerlo en cuatro días. Woz sabía que aquello era imposible, pero acabó consiguiéndolo. Los que no conocían a Jobs interpretaban lo del "campo de distorsión de la realidad" como un eufemismo con el que en realidad aludían a su presunto carácter intimidatorio y a sus mentiras. Sin embargo, los que trabajaban con él reconocían que aquel rasgo, por exasperante que pudiera ser, les permitía alcanzar metas extraordinarias. Como Jobs pensaba que las reglas habituales de la vida no iban con él, logró inspirar a su equipo para cambiar el curso de la historia de la informática con solo una fracción de los recursos con que contaban empresas como Xerox o IBM.

Una de las doctrinas fundamentales de Jobs fue el transmitir, sabía que la gente se forma una opinión sobre una empresa o un producto basándose en cómo está presentado y empaquetado, incluso planteó "queremos que cuando abras la caja de un iPhone o de un iPad, la experiencia táctil condicione cómo vas a percibir el dispositivo".

En ocasiones, Jobs utilizaba el diseño de una máquina para "transmitir" una señal más que para que fuera meramente funcional.

Exigir la perfección, resultó ser una fundamental premisa de Steve Jobs, a tal punto que a juicio de muchos llegó a ser un obsesivo. Durante el desarrollo de casi todos los productos que llegó a crear, había un momento en el que Jobs "pulsaba el botón de pausa" y regresaba a la mesa de diseño porque sentía que el resultado todavía no era perfecto. "Quiero que sea tan hermoso como sea posible, aunque no vaya a verlo nadie".

Para exigir perfección es necesario trabajar con los mejores, Jobs era célebre por su impaciencia, su mal genio, y lo exigente que era con los que le rodeaban. Sin embargo, su trato con los demás, aunque no fuera encomiable, era fruto de su pasión por la perfección y de su deseo de trabajar únicamente con los mejores. Era su forma de evitar lo que él denominaba "la proliferación de estúpidos" que se produce cuando los encargados de una empresa son tan educados que la gente mediocre se siente cómoda sin hacer nada. Jobs finalmente plantea "He aprendido con el paso de los años que cuando cuentas con gente muy buena no necesitas estar siempre encima de ellos."

Jobs era un gran defensor de las reuniones cara a cara. "En esta era interconectada existe la tentación de creer que las ideas pueden desarrollarse a través de mensajes de correo electrónico y en el iChat. Eso es una locura. La creatividad surge en las reuniones espontáneas, en las discusiones imprevistas. Te encuentras con alguien, le preguntas qué está haciendo, dices "¡Uau!" y de pronto te encuentras cavilando todo tipo de ideas." Normalmente reunía a su equipo ejecutivo todas las semanas para discutir ideas sin un orden del día prefijado, y pasaba todas las tardes de los miércoles haciendo lo mismo con su equipo de publicidad y marketing. "Yo quería que se comprometieran, que discutieran los temas sentados a una mesa, en lugar de mostrarme un puñado de diapositivas. La gente que sabe de qué está hablando no necesita Power Point."

Siempre se ha destacado la importancia de la visión holística del líder y en este aspecto Steve Jobs resaltaba la importancia de mantener una visión general sin olvidar los detalles. Jobs se volcaba con pasión tanto en los grandes temas como en los menos importantes. El director general de Time Warner, Jeff Bewkes, afirma que uno de los rasgos más destacados de Jobs era su capacidad y su deseo de visualizar la estrategia general a la vez que se fijaba en los aspectos más ínfimos del diseño.

Combina las humanidades con las ciencias. Jobs vinculó las humanidades con las ciencias, la creatividad con la tecnología, el arte con la ingeniería. Señala Isaacson "la creatividad que puede desarrollarse cuando se combina un interés por las ciencias y por las humanidades con una personalidad fuerte era el tema que más me había interesado en la biografías que escribí sobre Franklin y Einstein, y creo que será la clave para la creación de economías innovadoras en el siglo XXI."

Steve Jobs era el producto de dos grandes movimientos sociales que surgieron en los años sesenta. El primero era la contracultura de los hippies y los activistas antibélicos, que se distinguía por las drogas psicodélicas, la música rock y el desafío a la autoridad. El segundo era la cultura tecnológica y hacker de Silicon Valley, llena de ingenieros, obsesos de la tecnología. radioaficionados, piratas telefónicos, ciberpunks, aficionados y emprendedores de garaje. En todos los aspectos de su vida, su comportamiento reflejaba las contradicciones, la confluencia e incluso la síntesis de todas estas corrientes tan diversas. Con esto Jobs sacó lo mejor de cada corriente y fue el sin caretas, de hecho su estilo era muy propio, plasmando su vena rebelde y contracultural en sus anuncios, como si quisiera proclamar que en el fondo todavía era un hacker y un hippie. Isaacson define esta característica como "sigue hambriento, sigue insensato".

No deja de ser interesante esta especial forma de liderazgo, más aún se puede rescatar un modelo de autoeficacia y automotivación que no pasa desapercibido para quienes se interesan en el estudio del liderazgo, sin embargo, esto no implica que Jobs sea el modelo a seguir, más bien es a considerar y a corregir, asumiendo que los aspectos de la inteligencia emocional, la inteligencia social buscan un punto de equilibrio entre el control, la delegación, la comunicación y la confianza en los subordinados, entendiendo por estas personas que deben ser movilizadas bajo los aspectos de la motivación, el reconocimiento, el respeto y la autoridad cuando el contexto y la situación lo requieran.

Robert Dilts y sus aportes al liderazgo creativo con PNL.[11]

El planteamiento de Robert Dilts, va más allá de la clásica capacidad de adaptación a las circunstancias, es más, define el liderazgo como "la capacidad de crear un mundo (un entorno, una organización, una empresa) al que las personas deseen pertenecer", a "ojos" de Dilts este es un compromiso que asume el líder, este compromiso requiere una combinación especial de modelos y habilidades que permita manifestar efectiva y ecológicamente las visiones que guían a quienes se comprometen con el cambio. Entre estas habilidades se incluyen las de comunicación, interacción y gestión en el seno de cualquier organización, red o estructura social, con el objetivo de encaminar a cada cual hacia el logro de sus aspiraciones más elevadas.

Las habilidades de liderazgo deben tratar cada uno de los elementos clave que conforman el "ámbito problema" del liderazgo:

– Uno mismo. (Habilidades del yo)

– Las relaciones con sus colaboradores. (Habilidades de relación)

– El sistema en el que uno actúa. (Habilidades de pensamiento estratégico)

– Los objetivos que alcanzar por uno mismo y por sus colaboradores dentro del sistema (Habilidades de pensamiento sistémico).

Las habilidades del yo se refieren al modo en que se comporta el líder en determinada situación. Permiten al líder elegir o generar el estado, la actitud, la atención, etc. más apropiados para adentrarse en determinada situación. De cierta manera, estas habilidades constituyen los procesos por los que el líder se lidera a sí mismo. Desde esta perspectiva juega un rol fundamental la inteligencia emocional y su desarrollo.

Las habilidades de relación se refieren a la capacidad para comprender, motivar y comunicar a los demás. Tienen como resultado la capacidad de introducirse en el modelo del mundo o en el ámbito perceptual de otra persona, establecer sintonía con ella y orientarla para que reconozca problemas y objetivos. Resulta interesante destacar que dentro de la teoría de la inteligencia emocional, la empatía resulta básica para garantizar un buen liderazgo.

Las habilidades de pensamiento estratégico son necesarias para definir y alcanzar objetivos. El pensamiento estratégico implica la capacidad de identificar un estado deseado pertinente, evaluar el estado de partida, establecer el adecuado itinerario de estados de transición necesarios para alcanzar el estado deseado y navegar por él. La determinación de qué operadores y qué operaciones influirán más eficaz y eficientemente para mover el estado presente hacia el estado deseado, constituye un elemento clave del pensamiento estratégico.

Las habilidades de pensamiento sistémico son utilizadas por el líder para identificar y abarcar el ámbito-problema en el que él, sus colaboradores y su organización están operando. El pensamiento sistémico se halla en la raíz de la resolución eficaz de problemas, así como de la capacidad para crear equipos funcionales. La capacidad para pensar sistémicamente de un modo práctico y concreto constituye, con toda probabilidad, el signo más definitivo de madurez de un líder. Peter Senge en su obra La Quinta disciplina señala "Se esperan las nubes, el cielo se oscurece, las hojas flamean, y sabemos que lloverá. También sabemos que después de la tormenta el agua de desagüe caerá en ríos y lagunas a kilómetros de distancia, y que el cielo estará despejado para mañana. Todos estos acontecimientos están distanciados en el espacio y en el tiempo, pero todos están conectados dentro del mismo patrón. Cada cual influye sobre el resto, y la influencia está habitualmente oculta. Sólo se comprende el sistema de la tormenta al contemplar el todo, no cada elemento individual."[12]

Dilts destaca el hecho de romper el hielo y para esto habla de pasar de la visión a la acción. En esto el líder es quien "hace andar el motor", el recorrido típico hacia el cambio en las organizaciones inteligentes implica un desplazamiento desde el nivel de la visión al de la acción. Para estimular y gestionar los diversos procesos que componen este itinerario se requieren habilidades de meta, macro y microliderazgo.

– El microliderazgo se relaciona con cuestiones ubicadas en los niveles del entorno, del comportamiento y de la capacidad: dónde, cuándo, qué y cómo. El microliderazgo aporta la estructura requerida para que la cultura y el itinerario se concreten en tareas y relaciones específicas.

– El macroliderazgo centra su atención en los niveles de creencias, valores e identidad del papel personal: el por qué y el quién existente tras el dónde, el cuándo, el qué y el cómo. El macroliderazgo genera la estrategia necesaria para la manifestación de la visión y la misión, definiendo los valores, la cultura y el itinerario necesarios para alcanzar el estado deseado.

– El metaliderazgo enfatiza los niveles de "espíritu" e identidad: el quién más y qué más que conforman la visión y el propósito existentes detrás de todos los demás niveles de liderazgo. El metaliderazgo genera inspiración y motivación, al dar forma a la visión dentro de la misión y al crear comunidad dentro del sistema.

El liderazgo eficaz está indiscutiblemente relacionado con todos estos niveles, ya sea en referencia a si mismo, a otros, al sistema o a los objetivos.

Monografias.com

Esto implica que diferentes procesos y capacidades de liderazgo involucrados en la acción de moverse desde la visión hacia la acción.

Gerentes y líderes ya no se consideran eficaces por el mero hecho de tomar decisiones o dar órdenes sobre la base de su posición o rango en la jerarquía de la organización. Su nueva eficacia consiste en la capacidad para propiciar la "co-operación" y la participación voluntariosa de sus "co-laboradores", en aras de la más eficiente y eficaz realización de trabajos y tareas. Para evitar conflictos y asegurar un rendimiento óptimo, la gestión debe apoyarse cada vez más en procesos tales como la persuasión y la negociación como alternativas a directivas e instrucciones. Dicho de otro modo, a medida que el "espacio discrecional" del empleado aumenta, la atención del gerente pasa de la gestión de tiempo, tareas y situaciones a la de las relaciones y los sistemas, es decir, el énfasis del liderazgo y la gestión eficaces se desplaza del contenido al proceso.

El desafío del líder y la organización es pasar del sueño a la realidad. Una vez establecido el camino desde la visión a la acción y definidas la misión, la estrategia y la estructura de la organización, el reto para el liderazgo se convierte en cómo navegar por esta ruta hacia el estado deseado. Importante resulta el cómo el liderazgo trabaja con los procesos de cambio, que implican una especial atención a las creencias y valores de las personas y del propio líder para generar la actitud y la conducta de adaptación a las nuevas circunstancias que se van generando. Especial atención implica gestionar estas creencias individuales y colectivas que pueden significar la resistencia excesiva o la facilitación del proceso. No olvidar que el "chip" de las creencias condiciona la emocionalidad y en consecuencia los sentimientos asociados que llevan a las conductas visibles o percibidas. He aquí la importancia de las creencias y el trabajo con PNL y Coaching para facilitar el desempeño del líder.

La comunicación eficaz resulta ser otra característica básica del ejercicio del liderazgo. Para permitir el logro de objetivos, el líder debe comunicarlos de manera clara y asertiva, dejando, sin dudas, las tareas a realizar, así como gestionar las relaciones entre las personas encargadas de cumplir con las tareas propias de la estrategia. Entendiendo esto dentro del concepto de microliderazgo, la eficacia de este comporta la aplicación de habilidades de comunicación práctica y relación fundamentales para la propia expresión y para alcanzar objetivos cuando se trabaja en equipo. Estas capacidades permiten que el líder pueda crear contextos en los que cada cual tenga la oportunidad de florecer y sobresalir.

Estas capacidades de comunicación consisten en:

1. La comprensión de las experiencias subjetivas de las personas.

2. Una serie de principios e indicadores para reconocer los patrones de pensamiento y conducta de las personas.

3. Un conjunto de capacidades operativas y de técnicas para influir en dichos patrones de pensamiento y conducta.

Las capacidades de comunicación están en función del modo en que el líder utiliza los mensajes verbales (tanto hablados como escritos) y los no verbales (desde claves visuales hasta tonos de voz y gestos), para facilitar la comprensión, tratar con distintos estilos de pensamiento y estimular la participación y el rendimiento eficaz.

El Líder y la inteligencia emocional.

De toda importancia es el desarrollo de la inteligencia emocional en el liderazgo, en esto, Daniel Goleman entrega abundante literatura y además resulta un tema de extenso desarrollo que esta propia tesis expone en un capítulo completo. En este escenario destaca: el conocimiento de uno mismo, la autogestión o autocontrol, la empatía y las habilidades sociales.

El líder como coach.

Nureya Abarca en su libro "El Líder como Coach" se pregunta ¿Cómo ayudar a otros a desarrollar sus habilidades?, ¿Cómo promover el crecimiento personal en sus colaboradores?, ¿Cómo enseñar a los demás a alcanzar sus objetivos y los de la organización?, manifestando que éstos son algunos de los desafíos que los líderes de hoy deben resolver con sus seguidores y con las organizaciones donde se desenvuelven.

En este sentido, la disciplina del coaching toma un valor trascendental como herramienta metodológica efectiva de líderes. Al respecto, el coaching se puede definir como la acción que permite a una persona dar respuesta a interrogantes que ayudan utilizar los recursos y habilidades propias para lograr objetivos deseados, requiriéndose para esto la existencia de un coach y coachee o coachees. Diversas son las definiciones, variando levemente, dependiendo de la orientación que tenga, es decir, puede ser bajo la perspectiva de la PNL, Coaching ontológico, Coaching Integral, o bien dependiendo el ámbito, por ejemplo, de vida, ejecutivo, para líderes, grupal, etc.

Las raíces de la palabra coaching tienen su relación con el concepto de coach y su génesis parte por allá por el año 1500 en Hungría, en específico, en la ciudad de Kocs, ubicada a más de 60 kilómetros de Budapest. En ésta nace un famoso carruaje, tirado por caballos y muy parecido a las diligencias norteamericanas. Este carruaje pasó a ostentar gran popularidad en toda Europa por su calidad y belleza. Por este motivo, fue adoptando diversos nombres según el idioma del país, siendo conocido en Alemania como Kutsche, luego en Italia como cocchio, hasta llamarse coche en España y coach en Inglaterra.

En definitiva, este concepto relacionado al transporte desde un lugar a otro se extendió también a la idea de las metas personales de los individuos, es así como en Inglaterra en el año 1850, en las universidades se utilizaba la palabra coach para referirse a quienes apoyaban a los estudiantes en la preparación de los exámenes, es así como el concepto fue siendo integrado en el mundo educativo, empresarial y personal hasta llegar a designar al profesional de la disciplina como Coach. En consecuencia, se puede señalar que el coach persona al igual que el carruaje puede transportar personas de un lugar a otro o en el caso del coaching, como hoy lo entendemos, llevar a una persona de un estado situación a otro estado situación. De esto se desprende que el coach no es quien conduce a la persona, simplemente es un apoyo para que dicha persona pueda autodirigirse y ser el protagonista de sus logros, por tanto, no es el coach quien dice cómo hacer las cosas, es el propio individuo.

Robert Dilts entiende el coaching como "el proceso de ayudar a personas o equipos de personas a rendir al máximo de sus capacidades. Ello comporta extraer fuerzas de esas personas, ayudarlas a trascender sus barreras y limitaciones personales para alcanzar lo mejor de sí mismas, y facilitarles que puedan actuar de la forma más eficaz como miembros de un equipo. Así pues, el coaching requiere poner el énfasis tanto en la tarea como en las relaciones.

Entrenar acentúa el cambio generativo, concentrándose en definir y alcanzar objetivos específicos. Las metodologías de coaching están más orientadas a los objetivos que a los problemas. Tienden a estar altamente centradas en la solución, promoviendo el desarrollo de nuevas estrategias de pensamiento y acción, en lugar de tratar de resolver problemas y conflictos del pasado."[13]

Otro gran pensador del Coaching es John Whitmore[14]plantea que el coaching no es una técnica que deba aplicarse de una manera rígida en determinadas circunstancias, sino una manera de dirigir; de tratar a las personas, una manera de pensar y de ser. Sostiene que en gran medida el coaching da resultados a causa de la relación de apoyo entre el coach y la otra persona, y de los medios y el estilo de comunicación utilizados. La persona toma conciencia de los hechos no a través del coach sino de sí misma, estimulada por aquél. Por supuesto, el objetivo de mejorar el desempeño es fundamental, pero de lo que se trata es de averiguar la mejor manera de conseguirlo. Whitmore rescata el aporte de Timothy Gallwey, experto en educación y en tenis de Harvard, quien lanzó el desafío con su libro titulado The Inner Game of Tennis (El juego interior del tenis). La palabra "interior" se utiliza para indicar el estado interno del jugador o, en palabras de Gallwey: "El oponente que habita en la cabeza del propio jugador es más formidable que el que está al otro lado de la red", agregaba: "Si un coach puede ayudar a un jugador a eliminar o reducir los obstáculos internos de su desempeño, fluye una inesperada capacidad natural sin necesidad de transmitirle en exceso cuestiones técnicas".

En lo relativo a la esencia del coaching, Whitmore señala que Gallwey había puesto el dedo en la llaga. En efecto, el coaching consiste en liberar el potencial de una persona para incrementar al máximo su desempeño. Consiste en ayudarle a aprender en lugar de enseñarle. Sostiene que Sócrates había dicho lo mismo más de dos mil años antes.

Se pregunta Whitmore ¿Puede un gerente ser un coach?, la respuesta es sí, pero la tarea del coaching exige las más altas cualidades de ese gerente: empatía, integridad y desinterés, así como una disposición, en la mayoría de los casos, a adoptar un enfoque completamente diferente con su personal.

Siguiendo con el análisis del coaching, la escuela de la PNL también hace su aporte con los académicos Joseph O´connor y Andrea Lages. Plantean que un coach no es tan sólo un mago del cambio, entendiéndolo como una persona que toma las "cartas" que tienes y te ayuda a jugarlas mejor, a cambiar las reglas del juego, o a encontrar un juego mejor, sino también un luchador por la libertad."La libertad tiene dos facetas: la de liberarse de algo y la de gozar de libertad para hacer algo", el coach trabaja con las dos clases de libertad. Sostienen, además, la importancia de las "preguntas poderosas" del coach al coachee y la consideración del proceso de coaching en donde, inicialmente, existe una etapa de calibración y de comunicación, en la cual el coach se va adaptando y conociendo a la persona que tiene al frente, ya sea por su lenguaje corporal como su lenguaje verbal. Todo esto con el fin de facilitar al coachee el surgimiento de sus recursos y la claridad de cómo hará para lograr su objetivo.

En conclusión Nureya Abarca plantea "El concepto de coach es inseparable del concepto de liderazgo. De hecho el líder debe ser siempre un coach…

El líder se preocupa de plantear el crecimiento personal y profesional de cada una de las personas del equipo, incluyendo el suyo. Posee una visión inspiradora, ganadora y trascendente, y es mediante el ejemplo, la disciplina, la responsabilidad y el compromiso que orienta al equipo en el caminar hacia esa visión, convirtiéndola en realidad. Es decir, un líder es quien promueve la unidad del equipo y consolida la relación dentro de éste para potenciar la suma de los talentos individuales".[15]

Además Nureya Abarca se refiere a la paradoja del liderazgo, refiriéndose a que el liderazgo tiene una parte que es individual, pero también hay otro aspecto que es fundamentalmente referido al ámbito colectivo. Es así como en el liderazgo efectivo se contraponen dos fuerzas: por un lado el líder debe "ser fiel a sí mismo" para actuar en forma consciente y con convicción y, por otro, debe ser fiel a la organización, a la comunidad, a la sociedad, en fin sea cual sea el ámbito que se desempeñe. Por tanto, el desafío del liderazgo auténtico requiere el estar consciente de uno mismo, de los demás y de la organización.

También es relevante considerar el coaching como metodología para aplicar a líderes, en esto el destacado coach Paul Anwandter sostiene que el coach de líderes consiste en abordar las competencias y habilidades del coachee (líder) para que este pueda lograr las metas asignadas, tales como "liderar" a la organización y, más específicamente, desarrollar nuevos líderes que puedan seguir su mismo camino. Anwandter afirma que "la primera cosa de la que podemos tener certeza es que el líder no es sólo aquella persona carismática, como un estereotipo que todavía muchos tienen en mente, que es un muy buen comunicador y guía visionario, capaz de convencer a otros para hacer lo que él quiere.

El líder es alguien que posee muchas habilidades, muchas competencias, sensibilidad y posibilidad de articular pensamientos.

La clave para un buen líder será una rica mezcla sistémica donde los ingredientes de la comunicación, guía y motivación que antes eran considerados como resultado final, hoy sean percibidos como la base esencial para el desarrollo de algo bastante más avanzado.

Actualmente, la expresión lingüística del líder debe ser mucho más rica y sofisticada que la que se usaba años atrás.

El líder de hoy debe tener la posibilidad de conectarse emocionalmente con las necesidades de quienes está liderando, y al mismo tiempo, debe tener una profunda conexión con los resultados que le son solicitados.

Se trata de un complejo y sofisticado equilibrio, pues por un lado está la cuota de poder que indudablemente posee, y por otro lado se encuentra la imagen que debe proyectar para los demás[16]

En definitiva, el coach debe lograr que el líder entienda lo que está sucediendo, que proyecte en el tiempo y asuma que el mundo actual está demandando que las personas crezcan igualmente. Pues las personas que están creciendo también constituirán una posibilidad enorme para que la organización o la sociedad tenga y desarrolle un valor adicional.

Por tanto, agrega Anwandter, el líder debe dejar de ser solamente "el líder" de la organización, la comunidad o la sociedad, para transformarse en un generador y mentor de muchos otros líderes y convertirse en alguien que tendrá muchos "líderes" bajo su responsabilidad.

En conclusión, un líder es un coach de su equipo, de potenciales líderes y siempre, además, será un coachee dentro de su proceso de aprendizaje y desarrollo.

El Líder mentor.

El líder también es un mentor, sin duda, dependiendo las circunstancias, de gran efectividad resulta este rol.

¿Qué es el mentoring?

Al igual que el Coaching, la filosofía del Mentoring parte de la idea de que todo individuo posee un potencial con capacidad de desarrollo que necesita ser explorado y potenciado con la ayuda de un guía. El mentor adquiere el papel de guía, canalizador de contactos, impulsor de retos y además de fuente de aprendizaje continuo a través de experiencias. Gracias al mentor, el mentee podrá alcanzar mayores metas, superar retos cada vez más árduos, tomar decisiones inteligentes con más confianza, aprender nuevas habilidades y sentirse más valorado y confiado.

Los principales beneficios que entrega el mentoring a una organización son:

  • Facilidad para incorporar personas a la organización.

  • Mayor motivación

  • Gestión de la cultura organizacional

  • Desarrollo del liderazgo

  • Mejora de la comunicación

  • mayor compromiso con el líder y la organización.

En conclusión, un mentor:

  • Gestiona la relación

  • Alienta

  • Nutre

  • Enseña

  • Ofrece respeto mutuo

  • Responde a las necesidades de la o las personas.

"En la práctica, los mentores brindan un espectro de aprendizaje y apoyo a los comportamientos; desde retar, desafiar y ser un amigo crítico, a ser un ejemplo a seguir; desde ayudar a crear redes y desarrollar la inventiva personal, a simplemente estar ahí para escuchar, y desde ayudar a alguien a trabajar sobre lo que quiere conseguir a planificar cómo lo conseguirá. Un mentor puede ser también una conciencia, un amigo y, en algunas de las definiciones, un patrocinador o padrino".[17]

Enfoques de liderazgo propuestas por David Fischman.

Este autor peruano plantea la importancia del autoestima como base del liderazgo, según Nathaniel Branden en The Six Pillars of Self-Esteem, la autoestima tiene dos ejes, una es la capacidad de sentirse competente y seguro, y la capacidad de valorarse y respetarse a si mismo. Sin duda, un líder con baja autoestima constituye un factor negativo, dado que tiende a menoscabar permanentemente a los demás, es decir, en vez de pensar que es él quien tiene que crecer, busca bajar a los demás por medio del excesivo dominio y menoscabo. De hecho, como no se siente competente, necesita creer que los demás son menos que él. Agrega Fischman, "lo más trágico de la autoestima es que la persona no es consciente de sus conductas. Se trata de procesos subconscientes que vienen desde la niñez. Por eso, para elevar la autoestima de forma real se requiere de una terapia psicológica seria que permita a la persona tomar conciencia de su conducta e ir construyendo, poco a poco, las bases sobre las que desarrolla su seguridad y valoración".[18]

El estilo de liderazgo que destaca David Fischman es el liderazgo transformador. Este tipo de líder demuestra con sus actos que tiene fe en sus palabras, dando el ejemplo en todo lo que ha dicho, se preocupa por el desarrollo de sus empleados, se preocupa por la capacitación y aprendizaje de su equipo, crea sistemas de reconocimiento en búsqueda de la motivación, no teme a la delegación, fomenta la creatividad para mejorar los resultados y genera constante comunicación.

Será el investigador James Mc Gregor Burns quien introduce inicialmente el concepto. Luego Bernard Bass, tras diversos estudios, concluyó en sistematizar el concepto de líder transformador, entendiéndolo como aquel que:

1. Incrementa los niveles de conciencia de sus seguidores en relación a las metas idealizadas.

2. Colabora para que los miembros de su equipo se pongan por encima de sus intereses personales, dirigiéndolos hacia el o los objetivos superiores y que involucran a la organización.

Bass agrega que existen cuatro acciones que el líder transformador debe llevar a cabo:

1. Estimulación intelectual, fomentar la creatividad.

2. Motivación inspiracional, capacidad del líder para comunicar y generar motivación por visiones trascendentales que involucren a todos.

3. Consideración individual, genuina preocupación por las personas, manifestada en el compromiso por motivarlas y desarrollarlas.

4. Influencia idealizada, consiste en la habilidad para captar la admiración de sus seguidores y que éstos se sientan identificados con dichos ideales.

La escala de la moralidad es otro factor importante a considerar por el líder transformador, de hecho, debe ser capaz de elevar el nivel de moralidad de sus seguidores, conduciéndolos hacia la reflexión ética y a una vida coherente e íntegra. En este sentido, las palabras de Sócrates son muy pertinentes, "la buena conciencia es la mejor almohada para dormir".

Por otra parte, según Fischman, el líder requiere de una capacidad de administración, ya que sin esta, los sueños del líder sólo se implementan en su mente.

La importancia del humor es clave para el líder transformador, de hecho David Fischman plantea "el humor es para los líderes como el buen clima para los agricultores; ambos saben que lo necesitan para aumentar la productividad de las cosechas o los resultados. La diferencia es que el agricultor no puede influenciar el clima, en cambio el crear un entorno de humor que fomente la creatividad, si está en las manos del líder".[19]

Finalmente el autor peruano, en su obra "El espejo del Líder", estructura su relato en interesantes temáticas, siendo estas:

1. Control del ego, el ego es inherente al ser humano. ¿Qué hacer con él?. En primer lugar, tomemos conciencia de que existe la máscara y de las conductas que genera en nosotros. Mantengamos nuestro ego bajo control y no dejemos que nos conduzca a acciones no deseadas.

2. Equilibrio, consiste en la búsqueda del equilibrio emocional.

3. Desapego, implica tomar distancia de las cosas y entender que nuestra existencia es cíclica, comprendiendo además que los problemas son parte de la metodología de aprendizaje de la vida.

4. Responsabilidad, está referida a la responsabilidad sobre nuestros pensamientos, esto implica considerar los aspectos positivos y dejar de lado los pensamientos negativos que nos llevan al autocomplot.

5. Trabajo en equipo, cuando las personas tienen equilibrio, controlan su ego, enfrentan la vida con desapego y son responsables, están listas para trabajar en equipo. Al igual que el cuerpo humano, un equipo es un conjunto de partes interdependientes; es decir, dependen unos de otros. Para lograr un equipo exitoso tenemos que dejar la soberbia de la mano de la historia anterior y orientarnos al servicio de sus miembros con humildad.

6. Destrezas gerenciales, aquí Fischman vuelve a reforzar la idea de desarrollar la capacidad de gestión, en consideración a que todo líder se desenvuelve en organizaciones y a su vez éstas, están compuestas por recursos materiales, tecnológicos y financieros, además de las personas.

Propuesta de Liderazgo apreciativo.

El liderazgo apreciativo parte de la base que el liderazgo ya no es una condición impuesta al equipo. Esta se genera y distribuye entre sus miembros en función de sus dinámicas. Este tipo de liderazgo busca en los recursos de cada uno y en las buenas prácticas del equipo, la base para llevar a cabo el cambio efectivo. Las competencias consideradas son: la conciencia apreciativa y la conectividad relacional, hasta la acción organizacional y la creación de valor a través del trabajo colaborativo.

La característica fundamental de estos equipos de trabajo es la de ser una estructura flexible inmersa en un proceso de adaptación continuo, definida por una incesante red de interacciones entre el líder y los miembros del equipo.

En conclusión, el líder apreciativo ejerce un rol transformacional del equipo y su entorno, por medio de lo positivo, el empoderamiento y la generación de espacios emocionales efectivos, que en conjunto con las dinámicas de alto desempeño dirigen al equipo a lograr resultados sobresalientes.

Una de las principales exponentes del liderazgo apreciativo es Diana Withney, quien ha profundizado sobre esta materia. Esta investigadora, pone énfasis en el aspecto relacional de las personas, esto implica un liderazgo basado en lo positivo de la relación líder y liderados.

Ejercer el liderazgo apreciativo significa relacionarse con otros implementando cinco estrategias claves: búsqueda o indagación; iluminación; inclusión; inspiración; e integridad.

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