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La "década perdida" de la Unión Europea (página 8)




Enviado por Ricardo Lomoro



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Se espera que una serie de factores favorables al crecimiento sean más potentes y duraderos de lo que hasta ahora se pensaba: por citar algunos, bajos precios del petróleo, condiciones de financiación favorables y bajos tipos de cambio del euro. Al mismo tiempo, los riesgos para la economía se acentúan y aparecen nuevos desafíos: ralentización del crecimiento en China y las demás economías de mercado emergentes, debilidad del comercio mundial e incertidumbre en relación con aspectos geopolíticos y de otra índole.

Mi país (Última actualización: 11/Mayo/2016)

Descubre la situación de tu país y cómo se podría mejorar (para ver en detalle ir la página web:

(http://ec.europa.eu/economy_finance/explained/economies_of_europe/my_country/index_es.htm)

Monografias.com

http://www.la-razon.com/mundo/Info-economia Europa_LRZIMA20121011_0016_11.jpg

(Octubre de 2012)

EUROPA 2020 (Comisión Europea – Bruselas, 3/3/10) Comunicación de la Comisión

Una estrategia para un crecimiento inteligente, sostenible e integrador

1. Un momento de transformación

La crisis se ha llevado por delante avances recientes

La reciente crisis económica no tiene precedentes en nuestra generación. Los constantes progresos en materia de crecimiento económico y creación de empleo registrados durante la última década han desaparecido: nuestro PIB cayó un 4 % en 2009, nuestra producción industrial retrocedió a los niveles de los años 90 y 23 millones de personas (el 10 % de nuestra población activa) se encuentran actualmente en paro. La crisis ha provocado un fuerte choque para millones de ciudadanos y ha sacado a la luz algunas carencias fundamentales de nuestra economía.

La crisis también ha complicado en extremo la tarea de garantizar el futuro crecimiento económico. La situación todavía delicada de nuestro sistema financiero está frenando la recuperación porque las empresas y las familias tienen dificultades para obtener créditos, gastar e invertir. Nuestras finanzas públicas se han visto gravemente afectadas, con un déficit medio del 7 % del PIB y niveles de deuda superiores al 80 % del PIB; de esta forma, dos años de crisis han borrado veinte años de saneamiento fiscal. Durante la crisis, nuestro potencial de crecimiento se ha reducido a la mitad. Muchos proyectos de inversión, talentos e ideas podrían perderse debido a la incertidumbre, a la atonía de la demanda y a la falta de financiación.

Las carencias estructurales de Europa han quedado patentes

Salir de la crisis es el reto inmediato, pero el mayor reto es evitar la tentación de volver a la situación que existía antes de la crisis, porque incluso entonces había muchos ámbitos en los que Europa no avanzaba con suficiente rapidez en relación con el resto del mundo:

– La tasa media de crecimiento de Europa ha sido estructuralmente inferior a la de nuestros principales socios económicos, en gran medida debido a una diferencia de productividad que aumentó durante la pasada década. Gran parte de ello se debe a diferencias en las estructuras empresariales, junto con menores niveles de inversión en investigación, desarrollo e innovación (I+D+i), un uso insuficiente de las tecnologías de la información y la comunicación (TIC), la reticencia de determinados sectores de nuestras sociedades a acoger la innovación, obstáculos para el acceso al mercado y un entorno empresarial menos dinámico.

– A pesar de haber mejorado, los niveles de empleo en Europa (media del 69 % para las personas de 20-64 años) todavía son perceptiblemente más bajos que en otras partes del mundo: solo el 63 % de las mujeres trabajan, en comparación con un 76 % de los hombres, y solo el 46 % de los trabajadores más mayores (55-64 años) tienen un empleo, en comparación con más del 62 % en Estados Unidos y Japón. Por otra parte, el europeo medio trabaja un 10 % de horas menos que su equivalente estadounidense o japonés.

– El envejecimiento de la población se acelera. Al irse jubilando la generación de la explosión demográfica de los años 60, la población activa de la UE empezará a disminuir a partir de 2013/2014. El número de mayores de 60 años aumenta dos veces más rápido de lo que lo hacía antes de 2007, es decir, en unos dos millones al año en vez de en un millón anteriormente. La combinación de una menor población activa y una mayor proporción de jubilados se traducirá en más tensiones en nuestros sistemas de bienestar.

Los retos mundiales se intensifican

Mientras que Europa necesita abordar sus propias debilidades estructurales, el mundo se mueve rápidamente y será muy diferente a finales de la próxima década:

– Nuestras economías están cada vez más interconectadas. Europa continuará beneficiándose del hecho de ser una de las economías más abiertas del mundo, pero la competencia por parte de economías desarrolladas y emergentes se intensifica. Países como China o la India están invirtiendo intensamente en investigación y tecnología para situar a sus industrias más arriba en la cadena de creación de valor y para dar el salto a la economía mundial, ejerciendo de este modo presión sobre la competitividad de determinados sectores de nuestra economía. Pero toda amenaza es también una oportunidad, y en la medida en que estos países se desarrollen, se abrirán nuevos mercados para muchas empresas europeas.

– Las finanzas mundiales todavía deben ser reparadas. La disponibilidad de crédito fácil, la visión a corto plazo y la excesiva asunción de riesgos por parte de los mercados financieros de todo el mundo impulsó el comportamiento especulativo, dando lugar a un crecimiento basado en una burbuja y a desequilibrios importantes. Europa está comprometida en la búsqueda de soluciones globales que desemboquen en un sistema financiero eficaz y sostenible.

– Los retos del clima y de los recursos requieren la adopción de medidas drásticas. Una fuerte dependencia con respecto a los combustibles fósiles, como el petróleo, y el uso ineficaz de las materias primas exponen a nuestros consumidores y empresas a perturbaciones de precios dañinas y costosas, amenazando nuestra seguridad económica y contribuyendo al cambio climático. El crecimiento de la población mundial de 6 000 a 9 000 millones de personas intensificará la competencia por los recursos naturales y añadirá presión sobre el entorno. La UE debe continuar tornándose hacia otras partes del mundo a la búsqueda de una solución universal a los problemas del cambio climático, pero sin olvidar ejecutar en todo el territorio de la Unión nuestra estrategia convenida sobre clima y energía.

Europa debe actuar para evitar su declive

De esta crisis podemos aprender varias lecciones:

– Las 27 economías de la UE son muy interdependientes: la crisis subrayó los nexos y efectos mutuos entre nuestras economías nacionales, particularmente en la zona del euro. Las reformas en un país, o la falta de ellas, afectan al comportamiento de todos los otros, como ha quedado demostrado por los acontecimientos recientes; además, como consecuencia de la crisis y de los drásticos recortes en el gasto público, algunos Estados miembros tienen ahora más dificultades a la hora de asignar fondos suficientes a las infraestructuras básicas que necesitan en ámbitos como el transporte y la energía, no solo para desarrollar sus propias economías, sino también para que puedan participar plenamente en el mercado interior;

– La coordinación en el interior de la UE funciona: la respuesta a la crisis mostró que actuando juntos somos mucho más efectivos. Lo probamos al tomar medidas comunes para estabilizar el sistema bancario y a través de la adopción de un Plan Europeo de Recuperación Económica. En el mundo actual, ningún país puede solucionar por sí solo los problemas;

– La UE añade valor en el mundo y solo tendrá influencia sobre las decisiones políticas mundiales si actúa conjuntamente. Una representación exterior más fuerte deberá ir acompañada de una coordinación interna más fuerte.

La crisis no ha sido un acontecimiento excepcional que nos permita reanudar nuestras ocupaciones como si no hubiera ocurrido nada. Los retos que nuestra Unión debe superar son mayores que antes de la recesión, mientras que nuestro margen de maniobra es limitado.

Además, el resto del mundo no se ha quedado de brazos cruzados. El papel reforzado del G-20 ha demostrado el creciente poder económico y político de los países emergentes. Europa debe proceder a una elección difícil pero estimulante: o nos enfrentamos colectivamente al reto inmediato de la recuperación y a los retos a largo plazo (mundialización, presión sobre los recursos, envejecimiento) a fin de compensar las recientes pérdidas, recuperar competitividad, potenciar la productividad y volver a encarrilar a la UE por la senda de la prosperidad ("recuperación sostenible"), o continuamos con un ritmo de reformas lento y en gran parte no coordinado, con el riesgo de desembocar en una pérdida permanente de riqueza, una baja tasa de crecimiento ("recuperación tibia"), altos niveles de desempleo y desamparo social, y un declive relativo en la escena mundial ("década perdida").

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¿Europa 2020 o "Todo a 100"? That is the question

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¿Hemos aprendido algo de la crisis? (de burbuja en burbuja, hasta la derrota final)

Los "helicópteros siguen en el aire" (Fed, BCE, BoJ…), alimentado la nueva burbuja que puede provocar otra crisis financiera.

Los bancos centrales han expandido sus balances desde los seis billones de dólares de antes de la crisis a los actuales casi dieciocho billones. Al expandir el balance se compran activos, de ahí la enorme inflación de precios. La fiesta aún no se ha acabado. Cada mes se siguen inyectando unos 200.000 millones de dólares adicionales.

Tras el pinchazo de la burbuja inmobiliaria y el fin de la crisis de deuda, empieza a enseñar la cara una nueva amenaza que puede provocar otra crisis financiera mundial: la enorme burbuja de bonos soberanos que se ha formado tras la agresiva política de los bancos centrales en los últimos años.

¿En qué consiste esta burbuja? Los bancos centrales han empleado todo su arsenal para evitar que la gran recesión se convirtiera en una gran depresión. Han aplicado medidas ortodoxas y no ortodoxas de política monetaria. Y hoy, siete años después, muchas de estas medidas se mantienen. Esto ha llevado a la rentabilidad del bono a 10 años a mínimos históricos en todos los países y ha generado la mayor burbuja de bonos de la historia.

Por eso, en los últimos años se han dado situaciones extrañas, como que los inversores hayan pagado dinero por invertir en el bono a 10 años alemán o que España se financie más barato que Estados Unidos, "toda una aberración" del mercado. En España también se han llegado a registrar tipos negativos en algunas emisiones del Tesoro, pero no en las de diez años.

Y ¿qué pasa si pincha la burbuja? Prestigiosos analistas aseguran que la explosión podría afectar a todo tipo de activos y no solo a los inversores de deuda porque los bonos a diez años alemán y americano, erróneamente considerados activos fuera de riesgo, se han convertido en uno de los activos con más riesgo del mundo. Y también los más sistémicos. "Si están adulterados puede generar problemas de valoración en el resto de activos", concluyen.

De hecho, los bonos de los gobiernos de otros países se calculan a través de un diferencial con el alemán (en Europa) y los bonos corporativos de las empresas añadiendo un diferencial a la rentabilidad de los bonos de los gobiernos. De forma que si cae el bono alemán, caen los bonos de los gobiernos y también los corporativos. Y cuando las empresas se financian a tipos tan bajos, trasladan su presión a la banca, que se ve forzada a realizar préstamos hipotecarios a tipos históricamente reducidos. Vamos, que afecta a todo.

Uno de los principales problemas es que los bajos tipos no han estimulado la demanda, sino el ahorro. Y cuando suban, los precios de los activos bajarán y habrá mucha oferta y poca demanda. Por eso, si se pincha la valoración del bono a diez años se puede generar una crisis financiera a nivel mundial sin precedentes, que no solo generaría pérdidas a los propietarios de esos bonos (bancos y aseguradoras, sobre todo), sino que las pérdidas se trasladarían al resto del mercado financiero en multitud de activos.

¿Qué puede precipitar el pinchazo de la burbuja? Según los analistas, hay varios motivos. En primer lugar, la subida del precio del petróleo, que impulsará al alza la inflación. Y la inflación subyacente también puede crecer si sigue mejorando el empleo y suben los salarios. Además, el crédito se está recuperando, tanto en Estados Unidos como en Europa, y la inestabilidad financiera está en niveles máximos.

Al mismo tiempo, las políticas fiscales empiezan a ser menos restrictivas en algunos países y es posible que tomen el relevo de la política monetaria, que es la que ha mantenido en estos años el mercado. Y la popularidad de los bancos centrales está bajando considerablemente. "En un entorno de grandes desequilibrios y burbujas múltiples, cualquier evento, por nimio que sea, podría encender ahora la mecha", dicen.

La Historia nos demuestra que hay más aterrizajes forzosos que suaves, y que las burbujas estallan, no se deshinchan. Tarde y mal (otra vez) se comprobará que el "gas de la risa" monetario (dice Daniel Lacalle), se transforma en "gas sarín" y los bancos (otra vez) resultarán ser quienes "carguen" las cámaras del holocausto económico.

Entre Wall Street y Silicon Valley ("payasos asesinos"): los "viejos" europeos perdieron los "dientes" (y la vergüenza) y los "jóvenes" europeos pierden la "cabeza" (y el futuro)

¿Qué le pasa a Europa? Le pasa que no sabe los que le pasa. Entre un intolerable presente y un porvenir utópico, los "eunucos" (UE) del "sultán" (EEUU), se han consagrado como los ganadores máximos (e indiscutibles) del certamen de tontos.

En medio de incurables limitaciones (casi siempre, intelectuales), "Don Mercado" y los "vigilantes de los bonos", van "dictando" la paulatina debacle de la Unión Europea.

Ante esta lamentable (esperpéntica, surrealista, grotesca, absurda, inaudita, disparatada, irracional, descabellada, humillante) situación… ¿cómo salvar a la UE de sí misma?

Sobre algunas de mis viejas y queridas causas perdidas o la amargura de la victoria

A continuación transcribo parte de lo escrito sobre Europa, en los prolegómenos de la crisis (antes de antes) y durante la "década perdida" (y la idiotez que nos rodea):

Paper – El "alma" de Europa (2/9/04)

Hace ya muchos años, en la lejana Argentina de mis orígenes, un tío de la rama paterna -de ascendencia italiana-, tan bruto como exitoso en los negocios, cuando se refería a ello, siempre decía: "antes de hablar de negocios hay que igualar capitales"…

Mira tú por donde, esa frase -tan lineal y pragmática- me sirve para iniciar este debate sobre el "alma" de Europa.

Igualando capitales

Desde mi radicación en Europa -hace ya más de quince años- no he dejado de observar -con cierta sorpresa e indignación- la actitud de seguidismo, subordinación, sujeción, supeditación, sumisión, dependencia… con respecto a los Estados Unidos.

Por mis raíces latinoamericanas, por haber vivido más de cuarenta años, padeciendo los "beneficios" del "pensamiento único" del gran país del norte, el desconcierto y el fastidio, crecían y crecen por momentos.

¿Cómo puede Europa renegar de sus orígenes? ¿Cómo puede Europa olvidar su cultura? ¿Cómo puede Europa renunciar a su modelo de economía del bienestar? ¿Cómo pueden Francia o Alemania (de Inglaterra, no sorprende) ser "comparsa" del "dictat" de los Estados Unidos?

¿Tan grande es la deuda de guerra? ¿Tan tremendo es el sentimiento de culpa? ¿Tan ilimitado es el complejo de inferioridad?

Si ustedes me perdonan la petulancia de ser un "extranjero" -aunque nacionalizado español– opinando sobre Europa (al fin y al cabo sólo he perdido por dos generaciones mis raíces mediterráneas –Italia, Líbano), intentaré "recordar" o "ayudarles a recordar" algo del capital, ese que el tío ítalo-argentino decía que se debía igualar antes de comenzar a hablar de economía…

La "cultura" contemporánea

"Puro caos (dice Samuel Huntington, en el Choque de las civilizaciones – 1997),… el debilitamiento de los estados y la aparición de "estados frustrados" contribuyen a una imagen de un mundo en situación de anarquía. Este paradigma subraya: la quiebra de la autoridad gubernamental; la desintegración de los estados; la intensificación de los conflictos tribales étnicos y religiosos; la aparición de mafias criminales de ámbito internacional; el aumento de refugiados en decenas de millones; la proliferación de las armas nucleares y de otras armas de destrucción masiva; la difusión del terrorismo; la frecuencia de las masacres y la limpieza étnica"…

El fin de la guerra fría, cede paso a la era de la globalización. El avance en alta tecnología (robótica, informática, comunicaciones y biotecnología) permite pasar de la sociedad industrial a la sociedad del conocimiento. La distribución internacional del trabajo no existe más. La aldea global deja la guerra sin frente. La discusión entre el modelo anglosajón y el modelo renano se diluye en una batalla de modelos heterodoxos, a los que lo único que les interesa es que el gato cace ratones. Capitalismo socialista. Autocracias capitalistas. Socialismo de libre mercado. Tercera vía. Capitalismo popular… Y cuanta sopa de letras nos permita el análisis combinatorio.

La economía se convierte en algo más importante que la ideología.

Triunfan aquellos que optaron por: el éxito individual, el beneficio a corto plazo, la financierización, la desregulación, la privatización, que utilizan la inmigración como un arma de disuasión para la mano de obra nacional, que consideran que la pobreza es un problema de las personas, que sostienen que la seguridad social no es favorable para el desarrollo económico, que privilegian la jerarquización de los salarios, que procuran una legislación fiscal que favorece el endeudamiento, que consideran mejor tener menos reglamentos y más abogados para hacer procesos, que prefieren la bolsa, que asumen que el poder en la empresa lo tiene el accionista, que entienden que el papel de la empresa en materia de educación y de formación profesional debe ser el menor posible…

Aceptan el papel de derrotados, y se someten, aquellos que: valoran el éxito colectivo, el consenso y el beneficio a largo plazo, no aceptan la inmigración como arma persuasiva, consideran que la pobreza es un problema de la nación, no aprueban aumentar la jerarquización de los salarios, consideran el ahorro como una virtud nacional, prefieren tener reglamentos y entienden que el poder en la empresa se reparte entre los accionistas, dirección, banca y personal…

Es un hecho que a los ojos de la opinión mundial, el capitalismo renano, virtuoso, igualitario, prudente y discreto, carece de atractivos. Lamentablemente la dirigencia europea –no así, su población, según las encuestas– también ha dado la espalda a su modelo tradicional.

El capitalismo americano es el sueño rosado, del dinero fácil, de las fortunas súbitas, mediático (o sea: publicitario, financiero y corrompido).

El modelo norteamericano sacrifica el futuro al presente.

Al modelo renano le queda por demostrar -nuevamente- que la protección social más generosa puede ir apareada con una economía más eficiente. Habrá que demostrar -nuevamente- que la inversión en el futuro es el verdadero círculo productivo, la primera fuente de riqueza. Quizás incluso el nuevo camino de la sabiduría.

La cultura contemporánea es la cultura americana. Los americanos han sido los principales artífices de su transformación en un objeto de consumo masivo, al convertirla en pura diversión y entretenimiento. A través del cine y la televisión, Norteamérica ha esparcido su cultura por todo el mundo.

La americanización de Europa o de Japón es un hecho innegable. El clientelismo y las técnicas del mercado han triunfado en esta tarea de titanes tenderos.

El dominio americano en los contenidos, la estructura y la tecnología de los medios de comunicación, ha representado el mejor apoyo para el imperialismo político y económico de EEUU en detrimento de los valores culturales de otras naciones, que han sufrido el proceso de americanización.

¿Para qué conservar la identidad cultural y nacional si estamos entrando en un mercado único?

Es muy probable que esas personas desarraigadas que están abandonando, cada una por su cuenta, los estados-nación tradicionales, para dirigirse ayudados por el contacto común con el idioma inglés, Internet, la FOX TV, la CNN; y la MTV; y por los instrumentos de comunicación interactivos; hacia el mundo sin fronteras; puede que terminen -en muchos casos; tal vez demasiados- en el limbo del consumismo.

¿Cómo hará la cultura para regenerar ciertas certidumbres que sean una promesa para el futuro, rejerarquizando el valor del hombre en su infinito potencial, más allá de ser un anónimo, solitario, masivo y triste consumidor?…

Paper – El "fusilamiento" del Estado del Bienestar (1/2/05)

La "utopía" de la Europa social (lo que algunos llaman mito…)

A modo de conclusión

Cuando no se puede negar lo obvio, torcer la realidad, ocultar la evidencia, demostrar lo… indemostrable, no puede hablarse del "fantasma" de los mitos perturbadores que han retornado.

Los "pragmáticos" (?) sostienen que la economía europea está en la encrucijada, que sólo puede salir del actual atolladero "articulando un cuerpo de políticas macroeconómicas coherentes (?) con la promoción del crecimiento, al tiempo que se mantienen las políticas macroeconómicas de estabilidad y se modernizan las políticas de cohesión -esto es lo que se suele llamar "las políticas sociales"- para adaptarlas al entorno actual más exigente de globalización y fuerte competencia exterior"… Y agregan: Sólo así, "Europa estará labrándose un futuro más próspero y ganando peso en el concierto internacional.

Pero eso es, cabalmente, lo contrario, de los cinco criterios que predica la "Europa social": que la tasa de paro esté por debajo del 5%; que la tasa de pobreza -los que viven por debajo del 60% de la media nacional- sea inferior al 5%; que la tasa de analfabetos de más de 10 años sea inferior al 3%; que la tasa de los mal alojados no supere el 3%; finalmente que la ayuda pública a los países en vías de desarrollo sea mayor del 1% del PIB.

Los "pragmáticos" (?), como sucede siempre, sostienen que creer en un "mito" como éste lleva a la ruina. La Europa social hundiría a la Europa próspera, y no habría Europa social.

Los "utópicos" (entre los que me incluyo) sostienen que "no se trata de desear lo imposible, sino -tal vez- sólo de continuar lo posible".

A menos, que los "pragmáticos" se atrevan a "confesar" y "convencer" de las virtudes competitivas y redistributivas de la "carrera de la pobreza" (pobres contra pobres). Por las dudas, tomen nota:

  • La próxima vez que se ponga una camisa, un sostén o un calzoncillo, será protagonista quiera o no de un drama que afectará la vida de 40 millones de trabajadores en el mundo. Ese es el número de personas empleadas por la industria textil y de la indumentaria, que desde el 1º de enero de 2005 experimentará una verdadera revolución. En esa fecha expiró el llamado Acuerdo Multifibras, el sistema de cuotas que ha regido durante décadas las exportaciones sobre todo a los grandes mercados de EEUU y Europa. En otras palabras, gigantes como China podrán exportar sin que las cuotas les impongan límites. Habrá ganadores y perdedores, sobre todo en América Latina. Para muestra un botón. Según las estimaciones de la OMC, las exportaciones de textiles de China a EEUU pasarán de un 16% a un 50%, mientras que las de México caerán un 70%. Detrás de los porcentajes estarán los rostros de miles de personas en el mundo que perderán sus empleos y otras que lo conseguirán. En Bangladesh podrían perderse un millón de empleos (otros cálculos cifran la pérdida en 1,8 millones). Según estimaciones citadas por la Federación Internacional de Sindicatos (ICTFU), el sector textil y de la vestimenta emplea cerca de 40 millones de personas en el mundo, muchas de ellas mujeres. El sector genera según las mismas estimaciones intercambios comerciales por un monto superior a los US$ 360.000 millones al año, un 6% del comercio mundial. Según los expertos, el fin del sistema de cuotas hará que las compañías dejen de comprar textiles y vestimenta de los países menos competitivos. Es poco probable que las compañías como GAP o NIKE compren sus productos de solamente un país, pero según un representante de la Asociación de Importadores de EEUU, citado por la ICTFU, "es probable que las empresas compren sus productos de cinco o seis países para 2007, en lugar de esparcir sus compras en 50 países diferentes, como hacen hoy". Las fábricas están cerrando o amenazando cerrar en todas partes, incluyendo Turquía, México, América Central, en África, en Asia. Sólo en China los obreros están trabajando horas extras para construir nuevas plantas.

La industria textil y de la vestimenta también es una fuente importante de trabajo en Occidente. Sólo en la Unión Europea emplea a 2,5 millones de personas, según un documento de la ICTFU.

En EEUU ya se han perdido 350.000 empleos en el sector en los últimos cuatro años de acuerdo al documento.

China e India serán los grandes beneficiarios. Los productos chinos son considerablemente más baratos por varios factores, especialmente el costo menor de la mano de obra. La ICTFU habla de "salarios de miseria, que se mantienen al mismo nivel durante años y se pagan a veces con atraso de meses, además de condiciones de trabajo deplorables". China e India tienen como 600 millones de personas muy pobres, que viven con menos de un dólar al día.

Según el Banco Mundial, China pasará a controlar un 50% del comercio mundial textil en el 2010. Y diversos estudios apuntan que podrían perderse hasta 30 millones de empleos en el mundo.

Un consuelo para "idiotas": entre los ganadores estarán también los consumidores, ya que la mayor competencia llevará probablemente a una caída en los precios. Según estimaciones citadas por OXFAM, una familia en Europa paga US$ 350 adicionales en ropa de lo que debería, debido a las actuales barreras.

Nos quedamos sin trabajo, pero podemos comprar más barato lo que antes producíamos (más caro) en el empleo que hemos perdido. Esto es la "competitividad"; esto es el "librecambio"; esto es lo que se hace pero no se dice; este es el "catecismo" de los pragmáticos. Esta es la flexibilización buscada. Esta es la desregularización pretendida. Este es el cambio de estructuras propugnado. ¡Estas son las "municiones" con las que cargan las armas para "fusilar" al Estado del Bienestar!

  • (30/05/03): Esclavos a los 7 años. Dos reporteros viajan hasta Benín, en África, y Pakistán, en Asia, para comprobar la más atroz de las crueldades sobre los seres más indefensos. La realidad supera cualquier fantasía de terror.

La tragedia de ser niño en Benín, vendido por una bici o por 20 euros. El 10% de los niños de Benín, unos 300.000 viven como esclavos dentro o fuera del país. Los niños del mercado pasan 12 horas vendiendo y 6 trabajando en casa.

En Pakistán, ser niño es un infierno. Con apenas 7 años pueden ser condenados a muerte o encerrados en cárceles rodeados de adultos. Los más afortunados, son obligados a vivir el resto de su vida en centros donde duermen en el suelo, sólo pueden salir al patio durante una hora al día y son sedados para que no molesten.

  • (28/11/04): Explotado por los Reyes Magos. El periodista se hace pasar por un empresario occidental y entra en fábricas de China donde niños, jóvenes y mayores trabajan en condiciones infrahumanas. Jornadas de 14 horas, siete días a la semana, para inundar Occidente de juguetes.

En las fábricas-cárcel los empleados no pueden salir durante meses. Por una hora extra cobran 10 céntimos. El obrero memoriza un cuestionario por si aparece el inspector. "¿Has visto un menor trabajando?": Respuesta: "No". En Mou Yip, el periodista localiza a varios menores. Su cometido: fabricar miles de muñecas a un euro y medio, la unidad.

Y qué hacen las grandes empresas multinacionales en esta carrera -siniestra- de la pobreza?

  • (08/01/05): Nike, Puma y Kindy dejan Marruecos tras la apertura a las importaciones chinas.

H&M y Marks & Spencer también preparan el cese de la producción en el país.

Nike, Puma y Kindy, tres grandes multinacionales del sector textil, han dejado de subcontratar su producción en Marruecos como consecuencia del fin de las cuotas en el comercio textil mundial. La patronal del sector calcula en 70.000 los empleos amenazados. Marruecos puede perder el 40% del mercado europeo.

De momento, parece que empiezan a confirmarse los augurios de que el fin de las cuotas va a suponer una deslocalización masiva de producción hacia China por parte de empresas europeas y estadounidenses.

Estos son algunos ejemplos -sólo algunos- de la "paradoja de la liberalización".

Se ha invertido la estrategia de Henry Ford de pagar lo suficiente a sus trabajadores para que compren coches Ford. Las mezquinas políticas salariales -que van imponiéndose en EEUU y Europa- son parte de una economía en la que los trabajadores sólo pueden permitirse el "lujo" de comprar productos chinos.

Así y todo -una vez más- debemos soportar la misma hipocresía en el Foro Económico Mundial, en Davos, cuyo tema estrella es: "Seguridad y prosperidad, la misma moneda". Para finalizar diciendo (¡ofendiendo a la inteligencia y tomándonos por idiotas!): "Lo que se está escribiendo aquí es un nuevo pacto adaptado a los nuevos tiempos del viejo entre el capital y el trabajo".

Permítanme concluir citando a dos grandes Maestros.

Dijo Camus: "Indudablemente cada generación se cree destinada a rehacer el mundo. La mía sabe, sin embargo, que no podrá hacerlo. Pero su tarea es, quizá, mayor. Consiste en impedir que el mundo se deshaga. Heredera de una historia corrupta en la que se mezclan las revoluciones fracasadas, las técnicas enloquecidas, los dioses muertos y las ideologías extenuadas; en la que poderes mediocres, que pueden hoy destruirlo todo, no saben convencer; en que la inteligencia se humilla hasta ponerse al servicio del odio y la opresión"…

Dijo Sábato: "Tenemos que absolutamente saber que hay una manera de contribuir a la protección de la humanidad, y es no resignarse.

Veinte o treinta empresas, como un salvaje animal totalitario, tienen el dominio del planeta en sus garras. Déspotas invisibles, controlan con sus órdenes la dictadura del hambre, la que ya no respeta ideologías ni banderas. Continentes enteros en la miseria junto a altos niveles tecnológicos, posibilidades de vida asombrosa a la par de millones de hombres desocupados, sin hogar, sin asistencia médica. Diariamente es amputada la vida de miles de hombres y mujeres; de innumerable cantidad de adolescentes que no tendrán ocasión de comenzar siquiera a entrever el contenido de sus sueños. Ya la gente tiene temor que por tomar decisiones que hagan más humana su vida, pierdan el trabajo, sean expulsados y pasen a pertenecer a esas multitudes que corren acongojadas en busca de un empleo que les impida caer en la miseria. Son los excluidos, una categoría nueva que habla tanto de la explosión demográfica como de la incapacidad de esta economía en cuyos balances no cuentan la vida de millones de hombres y mujeres que así viven y mueren en la peor miseria. Son los excluidos de las necesidades mínimas de la comida, la salud, la educación y la justicia; de las ciudades como de sus tierras"…

Paper – Desempleo juvenil: de la inactividad al desaliento – ¿Qué están esperando? (15/3/07)

(Convocatoria a la rebelión de la "sociedad de los conformes")

Sin trabajo no hay futuro

Los jóvenes de hoy son la generación más educada que haya existido. Sin embargo estas personas entre 15 y 24 años enfrentan una escasez de empleos plenos y productivos, y altas dosis de incertidumbre económica.

El desafío del empleo juvenil es enorme. A fines de 2005 había más de 85 millones de jóvenes desempleados. Pero ésta es sólo la punta del iceberg: hay otros 300 millones que estaban empleados pero eran pobres con ingresos de menos de 2 dólares diarios. Y otros 20 millones habían abandonado por completo la búsqueda de empleo. Para quienes consiguen un puesto las condiciones laborales tienden a estar por debajo de lo que se considera "decente y productivo".

Los jóvenes están más expuestos a largas jornadas, a contratos temporales o informales con bajos salarios, a una protección social escasa o inexistente, y a no tener una voz en el trabajo. La falta de oportunidades de trabajo decente afecta a alrededor de la tercera parte de los 1,1 mil millones de jóvenes del mundo.

La incapacidad de encontrar trabajo genera una sensación de vulnerabilidad, inutilidad y ociosidad entre los jóvenes. Por eso la brecha del empleo juvenil plantea retos importantes, pero además implica fuertes costos económicos en términos de pérdida de ahorros y capital humano, y costos sociales en acciones de prevención de la delincuencia o el uso de drogas.

Juan Somavía, Director General de la OIT, sostiene: "Generar empleo para los jóvenes no es suficiente. En el mundo resulta difícil cuando no imposible que los jóvenes consigan trabajo. Pero además, cada vez tienen más dificultades para encontrar trabajo decente. Los jóvenes de hoy no necesitan un trabajo cualquiera, sino uno que les permita contribuir como trabajadores, ciudadanos y agentes de cambio. Este es el reto que enfrentamos".

Me gustaría decir, aunque no puedo, que los jóvenes de hoy tienen ideas claras sobre sus aspiraciones laborales y sociales, y esperan contar con opciones para alcanzar su autonomía y ser ciudadanos activos.

Me gustaría decir, aunque no puedo, que los jóvenes de hoy ejercen, con todo derecho y razón, presión social, sobre los líderes políticos y económicos, para que enfrenten el desafío de desarrollar y aplicar las estrategias que les den a los jóvenes de todo el mundo una oportunidad real y equitativa de acceder a un empleo pleno y productivo y al trabajo decente.

Me gustaría decir, aunque no puedo, que los jóvenes de hoy están luchando por un mundo mejor y no tragando la "sopa boba" que le ofrece la sociedad de consumo a cambio de una vida "anestesiada", "pasiva", "gaseosa", "anómica", "jibarizada" "vegetal", "tetrapléjica" y con la respiración asistida provista por la droga, el alcohol, la televisión y el fútbol.

Me gustaría decir, aunque no puedo, que la juventud de hoy está en la "calle" en estado de lucha permanente, en estado de rebelión permanente, reclamando, exigiendo o provocando el cambio de régimen político y económico hacia una sociedad más justa, equilibrada, sostenible, democrática y ética.

Desde mis limitaciones (que son muchas), con toda humildad (que siempre es poca), en el crepúsculo de mi vida (que es más rápido de lo deseado), como testimonio para mis hijas (que comparten la edad de la generación a la que me dirijo), y como "guía del viajero" para mi primer y próximo nieto (la vida que le espera no es un video juego), deseo presentarles algunos datos y referencias sobre la crisis global del empleo: enfrentar el desequilibrio entre el crecimiento económico y el trabajo. Encender todas las alarmas…

Una apelación para realizar reformas políticas significativas que permitan enfrentar el desequilibrio entre crecimiento y creación de empleo. Una convocatoria a la rebelión de la "sociedad de los conformes". Un llamado "desesperado" a la resistencia y la insumisión. Contra el dogmatismo y el conformismo dominantes, que muchas veces exponen, hasta el punto insostenible de la humillación, la brecha entre recursos para sobrevivir que separa a grupos humanos.

Es una deuda del mundo con el mundo, que hipoteca la paz y la seguridad mundiales. Basta con leer el Informe sobre el Comercio y el Desarrollo (UNCTAD) de 2004, con esos más de 2.500 millones de seres que se alimentan y visten con sólo uno o dos dólares al día, para identificar la ciénaga indecente sobre la que se asienta la Humanidad.

En un mundo de verdades relativas, hasta el escepticismo enfático, los mitos se convierten en mentiras cuando chocan con el impenetrable muro de la realidad…

Paper – La clase media y su proceso de movilidad social descendente (15/8/07)

De "clase media" a "nuevos pobres"

Dice un graffiti, a la entrada de una "villa miseria" (barrios marginales de las grandes ciudades) en Buenos Aires: "Bienvenida clase media".

La realidad económica y la "proletarización" de la clase media

Últimamente se está hablando mucho de un informe de 91 páginas publicado en enero por el Ministerio británico que lleva por título "Global Strategic Trends Programme 2007-2036. Como su nombre sugiere, se trata de anticipar y combatir los riesgos para el desarrollo de nuestro mundo globalizado y la estabilidad del sistema internacional en los próximos 30 años, enfocando con luz concentrada la evolución probable de la economía y el comportamiento de los diversos grupos sociales.

El horizonte imaginado por los militares británicos es tremebundo. Vislumbran una terrible amenaza que se cierne sobre las clases medias occidentales, acosadas por un creciente desorden social en sus hábitats urbanos, casi destruidos por la violencia, la ausencia de servicios y poblado por unos residentes envejecidos y con pensiones cada vez más bajas. Sus hijos sólo encuentran empleos precarios, en una competencia feroz con inmigrantes asiáticos o africanos, mientras contemplan que el poder y las riquezas en la sociedad transnacional en la que viven son patrimonio de un elitista club de ricos del que -sin posibilidad alguna de movilización- han sido excluidos para siempre.

El contralmirante Chris Parry, coordinador del trabajo, considera probable que las clases medias abandonen su actual relativismo moral, que ya no les rendirá beneficios, y abracen sistemas de creencias más rígidos como el marxismo. Los burgueses se reencarnarían en una inédita "clase universal" capaz de transformar el orden social según sus necesidades, sustituyendo al extinto proletariado de las antiguas economías industriales.

La prospección de los militares británicos analiza el comportamiento de las clases medias como un nuevo poder insurgente estructurado a escala internacional y definido por su posición socioeconómica y su acceso a la sociedad del conocimiento. Podrían, de esta forma, movilizar a sus simpatizantes de manera espontánea e inesperada para las fuerzas del orden.

A la vez que impulsa el nacimiento de clases medias en las economías emergentes, la globalización las está socavando en los países industrializados. A escala global, según el estudio prospectivo impulsado por el Ministerio de Defensa británico, las clases medias se pueden ver distanciadas de un grupo reducido muy rico, y esas diferencias hacerse más explícitas "incluso para aquéllos que van a ser materialmente más prósperos que sus padres y abuelos". A más largo plazo, todas ellas pueden sentirse amenazadas, con lo que las clases medias podrían convertirse en revolucionarias, sustituyendo en ese papel al proletariado en la tradicional visión de Marx, concluye dicho estudio. No es descabellado.

Van a afrontar mayor desorden social y más violencia en un entorno urbano de menor bienestar social y sistemas de pensiones en crisis. La revolución del "proletariado de clase media", como lo llama el estudio, consistiría en que las clases medias del mundo se unirían, haciendo uso de su acceso al conocimiento y sus instrumentos, "para transformar los procesos transnacionales de acuerdo con sus propios intereses de clase", es decir, para construir "otra" globalización, aunque no esté aún definida.

Estamos ante una pleamar de las clases medias a nivel global y en esa revolución podrían participar las chinas, que se cuentan en decenas o centenares de millones de personas, a cuyos intereses ha respondido el régimen comunista introduciendo en la Constitución y desarrollando por ley la propiedad privada.

El Fondo Monetario Internacional (FMI) observa por su parte el efecto de la globalización sobre el mercado laboral y los salarios. No es que estos hayan bajado en términos absolutos, ni estemos en un juego de suma cero en el que lo que unos ganan con la globalización lo pierden otros, porque como indica el estudio del Fondo, el tamaño de la tarta de la economía ha aumentado. Aunque las ganancias en productividad también han empujado el peso relativo de los salarios a la baja (un 8% desde 1980, la mayor parte desde 1990), casi todos han ganado, si bien ha crecido también la desigualdad.

Con la entrada de China, India y la otrora Europa del Este, Rusia incluida, en la economía global, se ha multiplicado por cuatro la oferta global de mano de obra efectiva. Es lo que Clyde Prestowitz, en un libro famoso llamó los "3.000 millones de nuevos capitalistas", que hacen que el poder se desplace hacia Oriente. Pero también éste y el Sur van a Occidente. El Fondo recuerda que los países desarrollados no sólo importan más productos y servicios de las economías emergentes, sino también mano de obra: la fuerza laboral de EEUU cuenta ahora con un 15% de inmigrantes, proporción comparable a la de importaciones en relación con el PIB.

Además, en las economías de los países desarrollados se ha producido una precarización del empleo, especialmente entre los más jóvenes y también entre los hijos de las clases medias con situaciones más fijas, además de entre los menos cualificados. Esta precarización es la que está detrás del aumento de algunos movimientos de extrema derecha en países europeos. Y es la que puede contribuir a que se cumpla el pronóstico del Ministerio de Defensa británico. Pues, aunque sus integrantes vivan mejor, los fundamentos de las clases medias occidentales -y de las bajas, claro- se están viendo demediados.

La ONU proyecta que la población en edad laboral aumente en el mundo en un 40% de aquí a 2050. O se encuentra trabajo, especialmente en países que ya tienen población joven, como África y América Latina, o se convertirá en pasto de los radicales, con efectos que estamos viendo estos días en Argel y en Casablanca, después de Nueva York, Bali, Madrid y Londres, por no contar los que se han evitado. Un radicalismo alimentado, no sólo por los "malditos de esta tierra", sino también por los que en sus países son, a menudo, los "hijos frustrados de las clases medias"…

Paper – Tendencias del pasado en la economía actual (Digresiones sobre la "Nueva" Edad Media) (15/3/08)

Una nueva Edad Media

Diversos signos permiten constatar que, en pleno siglo XXI, estamos entrando en una especie de nueva Edad Media. Algunos, pueden parecer "suaves": el interés creciente por el canto gregoriano, el furor por las sagas y las leyendas (Las crónicas de Narnia, El señor de los anillos…), los filmes sobre las cruzadas. Otros, seguramente, pueden ser calificados de "fuertes": el resurgimiento del viejo conflicto entre Occidente y el Islam, la brecha cada vez más grande entre ricos y pobres, la proliferación de los barrios privados (verdaderas ciudades amuralladas), con sus barreras levadizas y sus torretas de vigilancia.

Según algunos autores, a finales de la década pasada comenzó un moderno proceso de involución civilizatoria en el hemisferio occidental, con factores de crisis hasta ahora irreversibles, los cuales han resultado agudizados tras los atentados del 11 de septiembre de 2001 que derribaron el World Trade Center, al dar inicio a una prolongada etapa de inseguridad civil en todo Occidente, similar a la que dio inicio a la pasada Edad Media europea.

Estos analistas destacan ocho factores fundamentales de crisis en Occidente, que se están dando plenamente en la actualidad y que inducen a este quiebre del proceso civilizatorio, ellos son: 1) La gran contradicción entre la tecnología y la economía actual; 2) La gran fragilidad del actual Sistema Monetario Internacional; 3) Un vertiginoso desempleo; 4) El aumento imparable de la población; 5) La agudización de los ataques terroristas; 6) La entrada de China en el Sistema Mundial de Comercio; 7) El agotamiento de las reservas petroleras mundiales; 8) La gran inestabilidad del medio ambiente mundial actual.

A ello se podría agregar la inseguridad personal en aumento; el parcelamiento de las ciudades y naciones en pequeños territorios seguros, pero cerrados; el debilitamiento o fraccionamiento de las autoridades; el aumento de la población ociosa; el descenso del nivel cultural de las grandes masas humanas occidentales; el surgimiento de pequeños ejércitos y fuerzas de seguridad personales; la decadencia moral occidental y el aumento del odio y la conflictividad social, que son, entre otras muchas, claras señales de una involución, similares a las que precedieron a la caída de la civilización romana en Occidente.

¿Cómo hemos llegado históricamente a esta situación? ¿Cómo hemos caído tan bajo?

Una estructura económica en que la mayor parte de la especie humana pasa hambre, una mayoría a la que le han sido negados la mayor parte de los derechos fundamentales. Con el fin de alimentar una loca y ciega espiral autodestructiva (homicida, ecocida), y suministrar "bienestar" (que no felicidad) a un escaso tanto por ciento (alrededor del 20%) de seres humanos, a cambio, se ha de negar literalmente el trato y el derecho a ser humanos a la mayor parte de la especie (alrededor del 80%).

Para llegar a esta situación, Occidente ha tomado la senda de la Mercancía. Y con Occidente, la humanidad entera. Aún antes que el capitalismo hiciera acto de presencia en la historia como modo de producción triunfante, disgregando y arrinconando los demás modos de producción, el pujo de la "mentalidad mercantil" unido a una jefatura política clara, un Estado, conformaron los pilares de la "era del control". Que unas voluntades escasas pero fuertes se hicieran con el control de numerosas voluntades sumisas, esto es, lograran la apropiación de los cuerpos y voluntades ajenas, hecho acaecido en el origen de la misma "civilización", está el fundamento previo al éxito del modo de producción capitalista.

La "mentalidad comercial" es muy anterior y se remonta al lejano albor de las civilizaciones. Las posibilidades de enriquecimiento con apoyo o como apoyo de las instituciones militares y políticas de la más lejana antigüedad siempre les han sido evidentes a los hombres de los grandes "centros de civilización". En aquellas edades, robar, comerciar, capturar, mandar, eran funciones que se confundían ampliamente. El paso histórico de una barbarie a la "civilización" no fue otra cosa que el paso de un bajo grado de control de unas pocas élites sobre rebaños humanos, hacia un grado mucho más poderoso de domesticación de esos rebaños humanos, a través de la riqueza, el poder y temor a la muerte.

La civilización de Occidente, saliendo de "barbaries anteriores", que siempre se considerarán relativas con respecto a qué cambios civilizatorios posteriores, pudo, por medio de la "liberalización" del campesino y de la tierra, empezar a emplear estos factores productivos como auténticas mercancías. Mercancías ya eran de hecho desde la misma edad media, si bien tenían camuflada su verdadera naturaleza por medio de artimañas jurídico-morales. Cuando el capitalismo muestra ya su descarnada faz, la apropiación de los seres humanos bajo el aspecto de una fórmula jurídica va ganando extensión y profundidad. La fórmula jurídica de una compraventa de la capacidad de esfuerzo humano expresada en un trabajo productivo o servicio, medido por horas, fue la trampa perfecta que permitía renovar con la mayor crueldad y el más perfecto descaro esa larga tradición "civilizada" de ejercer un dominio sobre una masa de población cuyas voluntades quedaban anuladas en esa compraventa de su tiempo de trabajo.

El acto formal parecía, y parece, un acto de libertad, pues nadie vende -en un mundo ideal de formas jurídicas- sino quiere. Pero las circunstancias históricas y económicas en las que una masa de población desposeída de sus propios medios de producción, de autosubsistencia, son las que fuerzan, con una lógica inexorable, la venta de la capacidad de trabajo a esa misma masa, bajo la espada de Damocles que siempre ha sido la conservación misma de la vida. La misma cuantía de la masa humana desposeída y en venta hace que el trabajador que vende su capacidad de trabajar compita con sus compañeros de fatiga, tirando a la baja el valor de cambio de su mercancía. Los nuevos mercados de esclavos se van a llamar, en la época contemporánea, mercados de trabajo. Son muchos más baratos para el amo-comprador de fuerza laboral. Las mazmorras y jaulas de almacenamiento de seres humanos en oferta corren por cuenta del propio ser humano-mercancía, que con su salario, frecuentemente por debajo del nivel de subsistencia, ha de pagar su inmundo alojamiento, incluso la captura de esos cuerpos, y el transporte de carne humana, ya no suponen gastos a cargo de los traficantes. En el mercado de trabajadores asalariados, son los propios seres en venta los que han de recorrer varios kilómetros, a veces millares, para acceder a la fuente de empleo, al capital, que majestuosamente y sin perder nada en ello, se sienta en su trono a la espera que estos esclavos se le ofrezcan postrados, anhelando ser comprados.

En el mundo de hoy, el mundo globalizado, el trabajo desciende en picado en su pugna con el capital. El capital huye de las metrópolis (Europa Occidental, especialmente) y busca los yacimientos de trabajo-basura que los hay por millares. Allí la explotación se agudiza, y el ser humano se transforma en esa mercancía única que dota de plusvalor a todas las demás mercancías posibles en el mundo. Mercancía a estrujar y de fácil reposición. Objeto barato al que la naturaleza dota de altas tasas reproductivas gratuitas por obra del acto sexual, especialmente en los países pobres, entre míseros prolíficos por ser míseros. Mercancía versátil, multiusos, que lo mismo sirve para trabajar doce horas seguidas en un inmundo taller, que para dar placer a los turistas a cambio de una moneda y una infección mortal. Que lo mismo sirve para proporcionar sus órganos a los ricos que los necesitan, o mejorar las curvas de ganancias empresariales, que jamás deben ir a la baja, ni perder el ritmo ascendente.

El capitalismo global ahora ha devenido en fascismo global. Se destruye humanidad para producir miles de pares de botas, pastillas de jabón o ropa de marca. Industrias respetables, todas ellas, que expían su ansia de plusvalía con Fundaciones y ONGs de gran caridad. La barbarie reina cuando ya una masa creciente la va aceptando sumisa y calladamente. Esa era ha llegado…

Paper – El "suicidio médico" asistido del Modelo Renano (Eutanasia activa: entre todos lo mataron y él solito se murió) (15/9/08)

El capitalismo renano trata del enfoque de Economía social de mercado que, sin hacer a un lado la mecánica de los mercados, asume que el Liberalismo puro es imperfecto desde el punto de vista social. El liberalismo económico supone que la suma de los bienestares individuales será el bienestar social (la denominada función aditiva del bienestar), por lo tanto, primero hay que beneficiar al individuo ya que así se beneficiará la sociedad. La Economía social de mercado, en cambio, supone que no siempre es así, ya que hay sectores de la sociedad que no pueden acceder a los beneficios del mercado y es necesario que el Estado maneje una política social para beneficiarlos.

La democracia cristiana es una doctrina política y económica que rescata las ideas del capitalismo social de mercado (colectivista o "renano") y el Estado benefactor es la organización política ideal para poner en práctica estas ideas.

El modelo capitalista renano tiene una especial preocupación por los aspectos sociales, por la intervención reguladora del Estado en los mercados y por la implicación de los colectivos laborales y sociales en la actividad económica de las firmas privadas. La empresa no es considerada (como en la concepción americana, una asociación o encuentro de accionistas que convergen transitoriamente para obtener un lucro), sino una especie de comunidad duradera a la que se protege para cautelar el interés de sus miembros…

Entonces:

¿El crecimiento económico debe ser considerado como un medio o un fin en sí mismo?

¿Es sostenible el crecimiento económico sin desarrollo humano?

¿Puede ser una fantasía, pensar que el crecimiento económico debe enriquecer la vida de la gente? Si no es así, ¿por qué se está planteando un permanente conflicto entre crecimiento económico y equidad? ¿Cuál es el espacio, en este nuevo orden globalizador que tiene el desarrollo humano, mantenido a grandes rasgos pero en forma desigual?

¿Qué grado de relación debe existir entre crecimiento económico y desarrollo humano, presuponiendo que el crecimiento económico debe enriquecer la vida de la gente?

"Game, set and match". Alemania es irrelevante -perdón- si no se encuadra en la Unión Europea. Como son irrelevantes Francia, Reino Unido (en el caso que continúe o quieran que continúe en la UE), Italia, o España. La Unión debe acordar con la nueva América, libre de Bush, un orden renovado ante el desorden financiero. En el capitalismo hay una tendencia al abuso, junto a otras buenas disciplinas. Pero la democracia y el Estado de Derecho están ahí para poner orden. Es el único sistema que marcha desde hace 25 siglos, los demás llevan al despotismo o a la anarquía.

Existe una extraña premonición en la economía mundial. Los periódicos dan cuenta de revisiones a la baja en las estimaciones de crecimiento para todos los principales países desarrollados: Estados Unidos, Alemania, Francia, Japón. Ninguno, al parecer, se queda fuera. De hecho, estas estimaciones son aproximadamente medio punto porcentual más bajas que las emitidas el pasado otoño (boreal).

Al mismo tiempo, los diarios hablan en términos sombríos casi exclusivamente sobre los bancos y los mercados financieros y le dedican poca atención a la economía real, como si la crisis de hoy fuera puramente financiera y vaya a seguir siendo así. Por cierto, algunos expertos también creen que la crisis se puede resolver simplemente refinanciando a los bancos, y que el impacto en la economía real será relativamente limitado. Otros expertos, por supuesto, creen que la economía real está en peligro y que la amenaza de una recesión es genuina.

Resulta útil analizar dónde está parada hoy la economía mundial. La mayor cantidad de impagos sobre hipotecas de alto riesgo ocurrirá esta primavera (boreal). De manera que el pleno impacto de la crisis todavía está por venir: 1,3 millones de propietarios norteamericanos ya han dejado de pagar sus hipotecas. A lo largo de 2008 se les sumarán otros tres millones.

Es más, la dimensión de las deudas incobrables que amenazan a los bancos sigue siendo desconocida, y podría llegar a varios cientos de miles de millones de dólares. La suma total de activos que hoy están amenazados es incluso más importante, porque las hipotecas se han mezclado con otros tipos de títulos y estos "paquetes" han sido vendidos en todo el mundo. Por ejemplo, un tribunal norteamericano le ha prohibido a una subsidiaria norteamericana del Deutsche Bank ejecutar una vivienda porque no podía demostrar su titularidad.

La economía global está colmada de este tipo de paquetes envenenados. En consecuencia, los bancos desconfían unos de otros y, en su mayoría, han dejado de prestarse entre sí, lo que pone en peligro la actividad económica, reduciendo seriamente la disponibilidad de crédito para las empresas. Como resultado, la recesión parece una certeza.

La cantidad de liquidez en la economía mundial es sorprendente, y la expansión monetaria por parte de los bancos centrales no la explica por completo. Durante más de dos décadas, los accionistas de todos los países desarrollados, desorganizados y pasivos desde 1945 hasta 1975-1980, se han reformulado en fondos de pensión, de inversión y de cobertura. Hoy son actores importantes y activos -como mayorías, o como minorías fuertes- en todas las grandes empresas del mundo desarrollado.

Para estimular el valor de sus títulos, estos accionistas respaldaron la iniciativa de reducir el volumen global de la nómina de empleados y la cantidad de trabajadores que emplean las empresas. Por cierto, en los últimos veinticinco años, la porción de los salarios directos e indirectos como porcentaje del PBI ha decaído un 8 por ciento en todos los países involucrados. En consecuencia, el empleo precario y la inseguridad laboral, que prácticamente no existían entre 1940 y 1970, hoy afectan a más del 15 por ciento de la población del mundo desarrollado.

El salario real promedio se ha mantenido parejo en Estados Unidos durante veinte años, y el 1 por ciento de la población se hizo con todas las ganancias generadas por un crecimiento del PBI del 50 por ciento durante este período. Esto "liberó" mucha liquidez para actividades financieras, apuestas y especulación. Sólo en Francia, en los últimos veinte años, aproximadamente 2,5 billones de euros han sido volcados al mundo financiero, lo que sugiere un total de 30-60 billones de dólares para la economía mundial en su totalidad.

Esto estuvo acompañado por una creciente inmoralidad del sistema. La remuneración de los jefes de las empresas hoy es de 300 a 500 veces el salario promedio de los empleados rasos, lo que representa un incremento con respecto a la relación 40 a 1 para el siglo y medio anterior a 1980. En todo el mundo, la cantidad de empresas que tienen problemas legales por varios tipos de fraude está creciendo dramáticamente.

Lo peor, tristemente, todavía está por venir. Como los ingresos de la mayoría de la gente están estancados y se ven erosionados debido al incremento de los pagos hipotecarios, el consumo caerá, lo que generará menor crecimiento y menor empleo. Una recesión sólo aumentará la precariedad laboral y el desempleo, creando tensiones sociales que, por supuesto, no ayudarán a aliviar la crisis financiera. Todos los ingredientes parecen estar dispuestos para una tormenta perfecta, prolongada y poderosa, de caída económica y descontento social.

En el mundo desarrollado, vivimos en democracia. Cada cuatro o cinco años, la legitimidad del sistema necesita ser confirmada mediante elecciones. Pero el sistema está siendo tan deslegitimado por la agitación económica y social que las elecciones ¿ya no serán viables?

Este debate va más allá de decisiones poco o nada populares. La clave es no ver el daño que se hace al sistema democrático y la sensación que se transmite de que la política es algo así como un supermercado en el que cada uno se abastece de lo que le interesa. El semanario Der Spiegel publicaba en el mes de mayo (2008) un informe interesante sobre la salud democrática de Alemania. El interés por la vida política -se afirmaba- está descendiendo peligrosamente; la participación electoral disminuye (un 92,1% en 1972, un 77,7 % en los últimos comicios del 2005); los grandes partidos pierden afiliados de manera constante; un tercio de los alemanes no está contento con la democracia… En el territorio de la desaparecida República Democrática Alemana, el desencanto con el nuevo régimen es tal que un 23 por ciento afirman que vivirían mejor bajo un sistema autoritario.

El amor a la democracia tiene que ver también con el bolsillo y eso lo sabían quienes pusieron en marcha el Plan Marshall en Alemania tras la caída del régimen nazi. Siempre según la encuesta de la revista Der Spiegel, sólo un 19 por ciento de los que ganan más de 3.000 euros netos se manifiesta "poco contento" con la democracia. Si se pregunta al alemán medio qué prefiere, libertad o bienestar, el 77% preferirá la estabilidad política y la libertad a tener el frigorífico lleno.

Parte del desencanto general hacia la política se puede atribuir a los políticos: sólo el 17 por ciento de los ciudadanos les considera competentes y eficaces. Sólo el 28 por ciento cree que actúan con responsabilidad. Sólo el 25 por ciento cree que trabajan mucho y concienzudamente por el bien del país. La democracia existe, sigue viva, se dice aquí, pero hay que trabajarla. Y da la impresión de que los políticos profesionales, los periodistas, los tertulianos y el hombre de la calle se han desentendido de ella poco a poco… en Alemania y más allá.

Por supuesto, el capitalismo sigue siendo más compatible con la libertad personal de lo que fue el comunismo a lo largo de la historia. Pero hoy resulta evidente, sin duda, que el capitalismo es demasiado inestable como para sobrevivir sin una fuerte regulación pública. Esa es la razón por la cual, después de años de descartarlo como opción viable, es hora de que el proyecto social-demócrata regrese a la delantera política…

Cuando la policía hizo una redada en la imponente villa de Düsseldorf de Klaus Zumwinkel, el jefe de Deutsche Post, y encontró pruebas de supuesta evasión fiscal, fue sólo un bochorno más de los líderes empresariales alemanes. El director de personal de Volkswagen fue acusado el año pasado de entretener a los líderes sindicales con prostitutas a costa de la compañía y el consejero delegado de Siemens se fue tras conocerse que la empresa ofrecía sobornos.

La serie de escándalos demuestra que hay algo podrido en las empresas alemanas. Las prácticas corporativistas, largamente toleradas, ya no son aceptables. En los últimos años, los investigadores de la UE han perseguido los pactos de precios y han descubierto que el mayor número de infractores está en Alemania. Esto pone de manifiesto el viejo legado de los gremios medievales junto a una moderna cultura corporativa.

Muchas de estas obsoletas prácticas se están eliminando. Las leyes sobre evasión de impuestos se han endurecido y los socios de Alemania en la UE, incluso Luxemburgo, que se ha resistido mucho tiempo, han empezado a compartir información sobre cuentas bancarias sospechosas. La OCDE está persiguiendo los sobornos ilegales. Están surgiendo grietas en el sistema, practicado desde hace mucho tiempo, de que los directivos y los líderes sindicales pacten salarios mínimos para sectores enteros, una práctica buena para los de dentro con trabajos bien pagados, pero mala para los de fuera.

El jefe de Deutsche Post ejemplificó esta fea cara del capitalismo alemán. Es cierto que ha transformado una aburrida oficina de correos en la mayor empresa de logística del mundo. Pero gracias al dinero generado por un monopolio patrocinado por el estado.

Sanear el capitalismo alemán exige más que enzarzarse en un cruce de acusaciones. En la campaña electoral, Angela Merkel alegó que Alemania sólo podría competir globalmente bajando impuestos y permitiendo que las compañías paguen bien a los directivos. Pero cuando se convirtió en canciller, elevó el tipo fiscal sobre los beneficios en más de 250.000 millones de euros al año. Ahora está en el 45%. A menos que se baje, la tentación de hacer trampas seguirá siendo demasiado alta.

En defensa de Alemania, hay que decir que por lo menos están rodando cabezas. Zumwinkel ha dimitido. Antes, ya cayeron el jefe de Siemens y el director de personal de VW. Pero el problema no son las personas. Es un sistema podrido que necesita ser reformado…

Algunas preguntas, para empezar el baile: ¿Por "este" modelo anglosajón han matado al modelo renano? ¿Marte versus Venus, o Dólar versus Euro? ¿De la sociedad del bienestar a la sociedad del malestar?…

Paper – La Unión Europea llama a "revisión" al Euro: "la casa está en llamas"… (Cuando los PIGS bailan el tango: los primeros países subprime) (15/6/10)

Crónicas desde el "deshuesadero" (un Paper escrito -casi- "de cuerpo presente", antes del fin -aún incierto- del hecho de la causa y sus daños colaterales)

Esta crisis viene a demostrar que África ocupa las dos orillas de Mediterráneo. Pueden llamarles Club Med, PIGS, STUPID o seguir jugando a la "sopa de letras"… al final, África. De allí el recuerdo de Aníbal, Zorba y Mediterráneo…

A partir de ello, cabe preguntarse:

¿Es Grecia la oveja negra del euro o el flautista de Hamelin de la Unión Monetaria Europea?

¿Realmente la Unión Europea desea enfrentarse con la crisis o sólo aspira a desconcertar al tonto? (que para más inri, es más pícaro que ella).

¿Es la zona euro el "triángulo de las Bermudas"?

¿Salvará el Club Europeo a la sub-sede del Club Med (el club de sol y playa)?

¿Alemania quiere levantar un nuevo muro?

A los alemanes del este los llamaban "ossis", a los del oeste "wessis"; por semejanza (dolorosa): ¿a los europeos del sur, los llamarán "süssis"? (meridional, relativo al sur: südlich).

¿Por qué "no" puede quebrar un banco de la UE y "sí" puede quebrar un país de la UE? Aquellos a los que los dioses desean destruir, primero los vuelven locos…

La "tragedia griega" ha puesto al descubierto la "comedia europea".

Cuentas y cuentos (un insondable agujero negro)

Los sucesores de Homero y herederos de los padres de la ética han engañado a Eurostat.

La actitud laxa de la Unión Europea les ha permitido "amañar" los exámenes (a vivir que son 2 días…) -y hasta aprobarlos-, pero no les resuelve el "bajón" (se acabó la fiesta).

La Comisión Europea, que es responsable de velar por las reglas fiscales de la zona euro, muestra claramente en su informe que tiene motivos para no confiar en las estadísticas de Grecia. "El sistema actual no garantiza la independencia, integridad y responsabilidad de las autoridades nacionales de estadística", se puede leer en el texto.

La Comisión también denuncia una "pobre cooperación y carencia de transparencia entre las instituciones y servicios", al mismo tiempo que critica las "responsabilidades difusas entre sus trabajadores, ambiguas distribuciones de responsabilidades entre los dirigentes, ausencia de instrucciones escritas y documentación, lo que socava la calidad de las estadísticas fiscales, sujetas a presiones políticas y de ciclos electorales".

La Comisión Europea ha condenado a Grecia por falsificar datos deliberadamente sobre sus finanzas públicas. El Ejecutivo europeo cree que las cifras del país son tan poco de fiar que su déficit público y su deuda podrían ser incluso mayores de lo que el Gobierno reconoció el pasado mes de octubre.

Entonces, el país calculó que su déficit en 2009 sería del 12,5% del PIB, frente al 3,7% publicado en abril. Además, revisó al alza el déficit de 2008 desde el 5 hasta 7,7%…

"La falta de seguridad y de certeza que apoyen los datos de déficit" en las dos revisiones llevadas a cabo por el gobierno en abril y octubre, ponen "en cuestión" los mismos. La CE requiere ahora mayor información sobre los datos enviados a la oficina estadística comunitaria (Eurostat) del año 2008 y entre 1997 y 2004, para poder evaluar la deuda y el déficit públicos.

Pero las "falsificaciones" siendo graves (e imperdonables) no quedaron ahí (que ya es decir), según recoge el diario The New York Times: "Tácticas empleadas por Wall Street similares a las que fomentaron la crisis de las "subprime" en EEUU contribuyeron a agravar la crisis de Grecia y perjudicaron al euro, dado que permitieron a Gobiernos europeos ocultar su deuda". (Expansión – 15/2/10)

El diario, basándose en entrevistas, informes y documentos a los que ha tenido acceso, afirmó que en el caso de Grecia, Atentas incurrió durante un década con la ayuda de Wall Street en prácticas que le permitieron circunvalar los límites de deuda establecidos por Bruselas. En concreto, una transacción promovida por Goldman Sachs permitió a esa nación mediterránea ocultar miles de millones de euros en deuda de las autoridades supervisoras de Bruselas.

Incluso cuando la crisis fiscal de Grecia estaba en su punto álgido y en un punto de no retorno, bancos de Wall Street estaban buscando mecanismos para ayudar a ese país a evitar preguntas incómodas por parte de Bruselas y de los países de la zona euro.

De hecho, a principios de noviembre de 2009, tres meses antes de que Atenas se convirtiera en el epicentro de la preocupación global por la mala situación de sus cuentas públicas, un equipo de Goldman Sachs llegó a la capital griega con una propuesta "muy moderna" bajo el brazo para Gobiernos con dificultades para afrontar sus gastos, según dos personas que fueron informadas del encuentro, revela el New York Times.

Los banqueros, liderados por el presidente de Goldman, Gary Cohn, ofrecieron a Grecia un producto financiero que permitiría a ese país redistribuir parte de la deuda de su sistema sanitario para que tuviera que hacer frente a ella mucho más adelante. El New York Times compara este método al que aplican ciudadanos con problemas económicos cuando hipotecan sus casas para poder pagar las facturas de sus tarjetas de crédito.

La táctica ofrecida por Goldman ya había funcionado en 2001, poco después de que Grecia fuera aceptada en la zona euro. Entonces, esta firma diseñó una estrategia mediante la cual Atenas pudo tomar prestado miles de millones de euros sin superar los límites fijados por Bruselas, señala el periódico neoyorquino.

La transacción, que no salió a la luz pública porque fue calificada como una intermediación de divisas y no como un préstamo, permitió a Grecia cumplir las normas de Bruselas mientras seguía gastando más de lo que tenía, afirma el New York Times.

Atenas no aceptó la última propuesta de Goldman, pero a raíz de la grave crisis de credibilidad que sufre Grecia debido a la mala situación de sus cuentas públicas, el papel que jugó Wall Street en el "más reciente drama financiero mundial" arroja serias preguntas, en opinión del diario.

Al igual que en la crisis de las "subprime" (hipotecas de alto riesgo) en EEUU y el colapso y posterior rescate de la aseguradora American International Group (AIG), productos financieros de derivados jugaron un papel fundamental en la fase previa a la crisis de deuda de Grecia, recuerda el periódico.

Instrumentos desarrollados por Goldman, JPMorgan Chase y otros bancos permitieron a Gobiernos europeos ocultar los préstamos adicionales que hacían, como ocurrió en Grecia e Italia y probablemente en otros países, según el New York Times.

Paradójicamente, las complejas innovaciones financieras que se les ofrece a Grecia, se consideran la raíz de la gran crisis financiera que ahora se manifiesta en ataques contra la deuda soberana griega. Es más, estos ataques se realizan desde hedge funds que, en algunos casos, pertenecen a divisiones de los mismos bancos. Goldman Sachs Asset Management es uno de los hedge funds más grandes del mundo. No sería exagerado plantear que Goldman y otros bancos se han convertido en los bomberos pirómanos de esta crisis de deuda en la zona euro.

Goldman tiene más poder que nunca ahora en Atenas. Es un banco que tiene tanta influencia a escala mundial que se convierte en cliente imprescindible de empresas o gobiernos que se quedan sin amigos. Como advirtió Matt Taibbi en su ya famoso artículo en Rolling Stone en el que comparó Goldman con un calamar gigante chupasangre, los bancos de Wall Street nos rescatan de la crisis que ellos provocan. "Vienen cabalgando para rescatarnos, un puñado de tipos muy listos que mantienen lubricadas las ruedas (…) nos venden nuestro propio dinero sólo que con intereses".

Y, con 23.000 millones de euros de deuda por financiarse en los próximos tres meses, Papandreu necesita los tentáculos globales del enorme banco de inversión para colocar las emisiones. Gary Cohn, presidente de Goldman ha visitado Atenas en dos ocasiones desde el estallido de la crisis, provocada precisamente por los temores a que Grecia hubiese utilizado la contabilidad creativa para "maquillar" sus cuentas públicas.

Tarde y mal (como siempre) "la Comisión Europea investigará a los bancos que trabajaron con el gobierno griego para determinar si actuaron éticamente al asesorarlo en el uso de complejos canjes de divisas, informó el Comisario de Asuntos Económicos y Monetarios de la Unión Europea, Olli Rehn"… (The Wall Street Journal – 16/2/10)

"Si se confirma que algunos bancos de inversión se han visto involucrados en este tipo de ejercicios tendremos que ver si hacemos algo al respecto", dijo Rehn al anunciar el inicio de la investigación.

Rehn dijo que no hay señales de que otros países de la Unión Europea hayan usado estas técnicas, pero la comisión sigue analizando el tema.

Eurostat, la agencia de estadísticas de la UE, pidió a Grecia durante la segunda de febrero más información sobre cualquier ingeniería financiera que pueda afectar a sus cuentas públicas. Grecia tiene hasta el 19 de febrero para dar una respuesta, dijo Rehn.

Los burócratas europeos no se enteran y además tampoco leen (o probablemente lo sepan y solamente intentan engañarnos, como casi siempre).

Desde su reducto de Luxemburgo, la agencia estadística de la UE sienta cátedra casi a diario con la publicación de datos sobre los Veintisiete y la zona euro. Pero lo cierto es que la mayoría no son suyos, sino de los estados miembros, que controlan las grandes cuentas. Cuando el Gobierno griego decía el año pasado que su déficit era del 3,7% (en lugar de nueve puntos por encima), los expertos de Eurostat podían desconfiar, pero no tenían métodos directos para verificar los números.

Por eso, una de las primeras decisiones de la nueva Comisión Barroso ha sido proponer que la oficina tenga poderes para auditar las cuentas de un Estado cuando existan sospechas de irregularidades. Las misiones sorpresa de expertos comunitarios (es de esperar) darán más seguridad a cifras que, hasta ahora, dependen, en buena parte, de la honestidad de los gobiernos europeos, aunque Eurostat también haga encuestas y estudios de los números recibidos.

Esconder 3.000 millones

El 8 de noviembre, Lloyd Blankfein, el actual presidente y consejero delegado de Goldman, declaraba al Times de Londres que "yo hago el trabajo de Dios".

La tarea de Dios de Goldman en Grecia consistió en esconder 3.000 millones de euros, de modo que ese país pudiera cumplir con los objetivos de déficit para entrar en el euro en 2001. El mecanismo se basaba en que Atenas se endeudara en moneda extranjera. El sistema funciona si los tipos de interés en esa divisa son más bajos que en la moneda nacional. Pero, si la moneda nacional se deprecia, esa deuda se dispara.

Para evitarlo, están los currency swaps e interest-rate swaps. Con esos instrumentos financieros, un país o una empresa se endeudan en una divisa extranjera, pero pagan la deuda (con intereses) en moneda nacional. O sea, "convierten deuda externa en deuda interna", como explicaba esta semana Nicholas Dunbar, el periodista que destapó la trampa griega nada menos que en un artículo publicado en la revista Risk 2003 y recibió a cambio un silencio ostentoso y el sarcasmo de Goldman Sachs y de Atenas. Así pues, Goldman prestaba a Grecia en dólares y este país le pagaba en euros y le daba una generosa comisión de 330 millones de euros.

Pero el sistema tiene un truco: las dos partes pueden determinar un tipo de cambio diferente para la transacción del vigente en el mercado. Y, en este caso, Grecia pactó con Goldman Sachs inflar el valor del euro. Así, la deuda que Grecia estaba contrayendo era, nominalmente, mucho menor. No sólo eso: desde el punto de vista contable, era una operación de divisas.

Pero, en la práctica, Goldman le estaba dando un crédito a Grecia, por valor de la diferencia entre el valor real del tipo de cambio entre el dólar y el euro y el ficticio pagado en la transacción. Para pagarlo, el Gobierno de Atenas usó la recaudación de su sistema nacional de lotería y de las tasas de los aeropuertos. Así, el truco le costó a Atenas otros 500 millones de euros. Era el precio que tenía que pagar por lo que en la práctica era un crédito a 20 años.

Después, Goldman se lavó las manos. Aseguró la transacción con una serie de contratos con el banco alemán Hypo Real Estate y el griego Banco Nacional y, finalmente, lo sacó de su balance, al transmitirlo a Titlos, un Vehículo Especial de Inversión (el mismo tipo de entelequias en el que los bancos metían los bonos basados en hipotecas basura) en Londres.

Aunque los medios de comunicación han cargado las tintas contra Blankfein, él no ha sido el único en jugar con la deuda griega. En primer lugar, no hay que olvidar que en 2000 y 2001, cuando se realizaron varios de los swaps que han desatado el escándalo, Goldman Sachs estaba dirigido por Hank Paulson, que en 2006 se convirtió en secretario del Tesoro con George W. Bush, y que ahora, retirado en la Universidad Johns Hopkins, acaba de publicar sus memorias, en las que, previsiblemente, no recuerda nada de Grecia.

Al contrario que Paulson, Blankfein es demócrata, igual que el presidente de JP Morgan Chase, Jamie Dimon (que, además, es de origen griego), que también estuvo involucrado en swaps con Atenas similares a los de Goldman. Lo mismo que Morgan Stanley. Estas operaciones eran bautizadas con nombres de la mitología griega, como Eolo (el dios del viento) y Ariadna (la hija del rey Minos que ayudó a Teseo a salir del laberinto en el que había matado al Minotauro, el monstruo con cabeza de toro y cuerpo de hombre que se alimentaba de seres humanos).

La cuestión es que, si uno tira de los hilos de Ariadna del laberinto de esta crisis, se encuentra un minotauro en cada esquina. El último se llama Gary Cohn, y es director general de Goldman Sachs. Cohn estuvo en Atenas en noviembre, tratando, sin éxito, de vender un instrumento financiero al Gobierno de ese país para postergar la deuda del sistema sanitario griego, de modo que ésta no apareciera, al menos desde el punto de vista contable, hasta dentro de varios años. Esta vez, Atenas rechazó la oferta, que bajo las actuales normas de la UE, al contrario que en 2000 y 2001, sería totalmente ilegal.

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