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La "década perdida" de la Unión Europea (página 9)




Enviado por Ricardo Lomoro



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Otro "amigo de los amigos", también tarde y mal (a sabiendas), se pone las "puñetas": "La Reserva Federal (Fed) de Estados Unidos ha abierto una investigación para esclarecer si Goldman Sachs y Grecia pactaron acuerdos relacionados con los credit default swaps (CDS). El presidente del banco central, Ben Bernanke, ha asegurado que el organismo investiga tanto a la entidad estadounidense como al gobierno heleno y ha afirmado que la SEC (el regulador monetario de EEUU) también está recopilando información sobre las emisiones de deuda emitidas por Grecia.

Por segundo día consecutivo Bernanke ha comparecido ante el Congreso de EEUU y en su cita de hoy el presidente de la Fed ha asegurado que "estamos investigando una serie de cuestiones relacionadas con los acuerdos sobre productos derivados alcanzados entre Goldman Sachs y Grecia"… (Expansión – 25/2/10)

De este modo, tanto la SEC como el banco central estadounidense siguen los pasos de la Unión Europea, que a mediados de febrero exigió al Gobierno griego los detalles de cómo había utilizado los swaps de divisas y otros instrumentos financieros para reducir su déficit presupuestario. En este sentido, Bernanke investiga la posibilidad de que algunos especuladores hubieran estado operando con CDS para hacer dinero apostando por la posible quiebra de Grecia.

Según publica en su edición del 25/2 el rotativo estadounidense The New York Times, el banquero estadounidense ha centrado sus investigaciones en el supuesto préstamo millonario que Goldman hizo al Gobierno heleno en 2001 y que se llevó a cabo como si se tratara de una operación de divisas.

El "truco" griego. Cuando el estadístico baja a la arena política. Aunque no sólo Grecia debe mirarse al espejo. Un clima de sospecha que nunca desaparece.

¿Qué ocurriría si envían "auditorías de infarto" a los institutos estadísticos de Italia o España? "Contabilidad creativa", que se dice…

Paper – Del desempleo estructural al conflicto intergeneracional (los jóvenes, en vez de rebelarse contra la "dictadura de los mercados" -dejando impune un sistema financiero deshonesto e ineficiente-, terminarán haciéndolo contra los adultos) – Al final del desconcierto y el miedo, "ni estudiarán ni trabajaran… ni pensarán" (tolerando la injusticia y renunciando al futuro) (15/5/11)

La contrarrevolución de los ni-nis (meando contra el viento)

Pasacalle (I)

Debo confesarles que, inicialmente, me sorprendió una huelga de estudiantes para protestar por el retraso en la edad mínima de jubilación en Francia (de 60 a 62 años). ¿Qué hacían los jóvenes movilizándose por algo que los "pillaba tan lejos"? ¿Defendían los derechos sociales de sus padres? ¿Eran unos idealistas que salían a la calle a luchar por la justicia social? ¿Querían volver a levantar los adoquines buscando la playa que está debajo (melancólico recuerdo de mayo del 68)?

Nada más lejos del idealismo revolucionario… Nada más lejos de la solidaridad social… Egoísmo en estado puro, con una alta dosis de analfabetismo funcional.

Los "niñatos" de los Liceos, la Sorbona, y otras "guarderías juveniles" han salido a la calle con el objeto de evitar que los mayores dejen el mercado de trabajo dos años después, postergando, por igual plazo, sus expectativas laborales (sic).

Difícil encontrar un planteo más lineal y mediocre. Asumir que los puestos de trabajo pueden resultar hereditarios, recíprocos, o de "partida doble". Si mi padre o el vecino se jubilan, yo podré obtener un puesto de trabajo. Qué más da que él sea fontanero y yo ingeniero, o que ella sea peluquera y yo médica (o viceversa).

En la "empanada mental" de estos "adolecentes perpetuos", lo mismo da Juana que su hermana. Para un roto siempre hay un descosido. Es lo mismo planchar que desarrugar. Todo vale, con tal de armar jaleo. Jugar a ser grandes… Correr delante de los "polis"… Quemar contenedores… Volcar e incendiar automóviles… Romper escaparates… ¡Qué divertido! ¡Luego lo "colgamos" en You Tube!…

¿Cuánto duró la solidaridad "armada"? Hasta que llegó una semana de vacaciones estudiantiles. La Asamblea Nacional aprobó la reforma del régimen de pensiones, ¿qué más da? Ahora, estamos de vacaciones… Pero cuando regresemos ya verán… Se siguen cerrando fábricas, ¿qué más da? Ahora, estamos de vacaciones… Pero cuando regresemos ya verán… Continúan perdiéndose puestos de trabajo, ¿qué más da? Ahora, estamos de vacaciones… Pero cuando regresemos ya verán…

Más allá de You Tube, Facebook, Twitter, los sms, el móvil, el "garrafón", algún "porro" (o papelina), y el sexo libre, no creo que éstos agitadores de "video juego" estén para más. Absoluto relativismo moral. Nula politización. Cero idealismo. Encefalograma plano. Y a vivir, que son dos días… (si es de los padres, mejor).

Esto, hablando de la juventud mejor preparada de la historia, que si nos trasladamos a la "Banlieue" (término propio de la lengua francesa con el cual se denominan los suburbios de las grandes ciudades), ya me dirán ustedes.

Allí residen los "auténticos" ni-nis (los de la Sorbona son unos ni-nis "ilegítimos"). A partir de los años 1960, se construyeron en las periferias de las más importantes capitales de provincia francesas zonas residenciales en las que se empezó a concentrar en un primer tiempo la población obrera, principalmente. Dicha población estaba ya en los años 60, compuesta de numerosos inmigrantes magrebíes y africanos, así como de gran número de descendientes de inmigrantes europeos que se sumaban a las poblaciones procedentes del propio éxodo rural francés. Estas barriadas se asentaron en lo que antes eran pueblos o ciudades pequeñas próximas a las capitales, y así pasaron a convivir dichos obreros con una población de origen burgués que se había asentado residencialmente en esas zonas por elección, para escapar del bullicio de la gran urbe.

Eso provoca que hoy día, en muchas de estas "banlieues" se vea una frontera arquitectónica clara entre una zona de chalets y casas monofamiliares y otra de grupos masivos de edificios de 20 plantas y a veces más de 50 apartamentos por planta, reunidos en zonas llamadas cité. Este contraste visual plasma obviamente un contraste social de gran magnitud, y es una de las claves para entender lo que se ha denominado muchas veces, y sobre todo en clave informativa, el malestar del extrarradio ("malaise des banlieues").

¿Qué hacen los ni-nis de la cité? Por ahora, hacer una revolución social a título individual. Vagancia… Trapicheo con drogas… Robos y hurtos… Peleas entre pandillas… Promiscuidad sexual… Alcoholismo precoz… Y si hay que matar, se mata (a veces, entre ellos mismos). Peccata minuta.

Perdidos entre el polvo de la droga y la niebla del alcohol… Suicidándose poco a poco, día a día… sólo los "moviliza" la acción policial. Si la "Gendarmerie" detiene a uno de los suyos (no digamos si lo hiere, o lo mata), entonces "estalla la cité", sacan toda la rabia y frustración que llevan dentro y "arde" París, o el suburbio de cualquiera de las otras grandes ciudades. Coram populo.

Si sus padres trabajan o no, si pierden el empleo, es algo absolutamente ajeno a ellos. Están acostumbrados a las familias desestructuradas, a las carencias afectivas y económicas, son hijos de la calle y a ella, únicamente, se deben. Sus reglas las dicta la "pandilla" y es todo lo que respetan. Calamo currente.

Mientras, el malestar del extrarradio ("malaise des banlieues"), lame sus heridas, aguanta y espera. ¿Seguirán conformándose con hacerse daño a sí mismos? ¿Les alcanzará con jugar (de vez en cuando) a "policías y ladrones"? ¿Ad nauseam?

Cuándo "despierten" (si el abuso del alcohol y la droga, les deja alguna neurona viva) y comprueben que la "integración" y el "multiculturalismo" han sido una patraña, un engaño, una farsa, una mentira, un embuste, una estafa, una trampa, un ardid, una artimaña, una treta, un timo, un truco… ¿Qué harán? ¿Seguir corriendo delante de los "maderos", o darse vuelta y "tomar" la Bastilla?

Cuando "comprendan" (si todavía pueden razonar mínimamente) que en el mejor de los casos seguirán siendo unos "esclavos", igual que sus padres y sus abuelos, seguirán siendo unos "desarraigados", igual que sus padres y sus abuelos y en la peor circunstancia (resultado más probable) sean "expulsados" como "residentes invitados" (vaya eufemismo) ante la imposibilidad de seguir siendo sostenidos por el estado… ¿Qué harán? ¿Volver al Magreb o al África? ¿Incendiar Francia?

Algún día (ojalá) tanto los "niñatos" de la Sorbona como los "ni-nis" de la Banlieue, comprenderán que el "enemigo" está en el sistema económico (donde la especulación y la fiebre de los beneficios sigue desencadenada) y podrán dirigir su frustración y su ira en la dirección correcta. Si hasta puede que hagan una alianza generacional (mira tú por dónde), casi diría, una alianza de clases (aunque suene marxista), y salgan a levantar los adoquines (abajo está la playa, aún), para iniciar la verdadera y auténtica rebelión de los ni-nis (antes que el sistema logre que ni estudien, ni trabajen, ni piensen). ¿Si ustedes no lo hacen, quién lo va a hacer?…

Ni Liberté, ni Égalité, ni Fraternité,… sólo miedo y desconcierto

Pasacalle (II)

Probablemente mi segunda "marcha popular" entre en conflicto con algunos (si no todos) los artículos periodísticos que adjunto, con recomendación de lectura. No es un fallo de selección. Es un modo de alentar el debate de ideas, con el debido respeto (a los autores y a los lectores). Una prueba de humildad intelectual. Una actitud liberal y democrática premeditada. Ustedes deben examinar, interpretar y resolver. Que de eso se trata…

¿Por qué únicamente los griegos (por defecto) y los franceses (por exceso) han salido a las calles de Europa para hacer oír su disgusto y frustración? ¿Los demás europeos están conformes y aceptan el "fusilamiento" del Estado de bienestar, como el mal menor? ¿El colesterol acumulado en los años felices les impide reaccionar? ¿Están anestesiados, o paralizados por el miedo y el desconcierto?

Mientras los europeos se aclaran, les presento algunos comentarios para ayudarles a identificar, tal vez, el auténtico dilema. Ruego que disculpen ciertas reiteraciones.

Resulta llamativa (por no decir irritante) la generosidad con la que los gobiernos europeos concurrieron en auxilio de la banca, y la astringencia (por no decir miserabilidad) con que tratan de cuadrar las finanzas públicas, para satisfacer las "calificaciones" crediticias de los mismos que provocaron el hecho de la causa.

Para los analfabetos funcionales y algunos amnésicos voluntarios, le dejo una frase que me viene a la mente al ver un comportamiento tan mendaz: "Hombres necios que acusáis a la mujer sin razón, sin ver que sois la ocasión de lo mismo que culpáis. Si con ansia sin igual solicitáis su desdén, ¿por qué queréis que obren bien si las incitáis al mal?" (Sor Juana Inés de la Cruz (1651-1696), poetisa mexicana).

Cuando la banca necesito del "relajamiento cuantitativo" tanto los analistas financieros más acreditados, como innumerables economistas telegénicos lanzados al estrellato, sin olvidar a diversos gurús mediáticos, prestigiosos académicos y premios nobel, así como todos los burócratas de organismos internacionales, vieron con buenos ojos el socorrismo ilimitado. Lo promovieron, lo apoyaron y lo aplaudieron (conviene recordarlo). La hemeroteca registra sus "deposiciones".

Se debe restablecer el sistema (sic)… Hay que tranquilizar a los mercados (sic)… Si se tiene que usar la máquina impresora de billetes se utiliza (sic)… Si hace falta tirar dinero desde un helicóptero se lanza (sic)… Si hay que monetizar la deuda se monetiza (sic)… Así, hasta descubrir que la inflación es "buena" (borrando con el codo lo escrito con la mano, y abjurando de los dogmas y paradigmas que tantas veces han impuesto -dolorosamente- a los países subdesarrollos).

Y en ello continúan… Basta ver el QE2 de la Fed (y los que vendrán).

Entonces, ¿por qué tamaño ejercicio de hipocresía? ¿Por qué hay dinero para la banca (que para más inri no ha mostrado ningún tipo de arrepentimiento, ni pedido perdón, ni manifestado propósito de enmienda) y no para los gobiernos?

¿Qué diferencia hay entre el déficit público provocado para salvar a la banca y el déficit público causado para mantener las fuentes de trabajo, la educación, la sanidad o el sistema de protección social? ¿Qué hay de malo en seguir teniendo grandes déficits presupuestarios hasta que esté bien restablecida la recuperación económica? ¿Por qué hay tanto apuro en cerrar el grifo del gasto público cuando antes se fue tan generoso (en montos y plazos) a la hora de socializar las pérdidas de la banca? ¿Qué mejor empleo del dinero del contribuyente que cuando se gasta en beneficio del contribuyente? ¿Crea más valor el incremento de un punto de rentabilidad bancaria que la disminución de un punto en el índice de desempleo?

Hay comportamientos siniestros (¿robos legales?) que sólo pueden calificarse como "ofensas a la inteligencia" del ciudadano. El BCE no puede comprar directamente deuda pública de los países miembros, por lo cual descuenta "deuda tóxica" de los bancos europeos al 1%, para que esos bancos suscriban deuda pública al 4%. Un negocio "redondo" para los bancos (ganan un 3%, sin cortarse un pelo) y "ruinoso" para los países europeos (pagan un 3% de más, para satisfacer el comportamiento prevaricador del BCE y beneficiar a la banca por la puerta de atrás, que de eso se trata). ¿Por qué continuar dando dinero a los bancos para que sigan haciendo negocios con una deuda pública, que ellos mismos han causado?

Otra actitud desconcertante del BCE: Si este banco central de bancos centrales europeos emitiera deuda soberana con toda seguridad tendría una calificación de triple A, con lo que la tasa de interés y el costo de los seguros de impago bajarían sustancialmente (en comparación con el costo de capital existente para los países europeos periféricos). Probablemente la demanda de esos bonos tendría un mercado internacional al nivel de la deuda estadounidense, inglesa o japonesa. ¿Por qué no lo hace? ¿Miedos de Alemania? ¿No pisar el terreno de EEUU y RU (la batalla de la triple A)? ¿Complejo de inferioridad? ¿Problemas de inseguridad e inmadurez? ¿Burocracia mansa, "aculada en tablas"? ¿Estulticia manifiesta?

En el análisis de la crisis, es de lamentar que una de sus mayores consecuencias sea que mucha gente perdió su empleo sin haber tenido nada que ver con las conductas irresponsables que la generaron.

Aunque no se puede culpar a unos pocos de la crisis, sin dudas la responsabilidad principal está en los reguladores y en la clase política que permitieron que la burbuja continuara por creer que el sistema capitalista podía regularse a sí mismo y que el mercado podía ocuparse de casi todo.

Mientras continúan estimulando "el circo de la bolsa", el drama social del paro no remite, y el BCE se "ata las manos" para luchar contra la crisis. Aunque nadie tiene, con todo, los amplios márgenes que nunca tuvo.

El desconcierto de los europeos los inmoviliza. Por no repetir la historia (recuerdos de la hiperinflación en Alemania), están "suicidando" el futuro. El miedo paraliza.

Si los alemanes quieren recordar que recuerden a Friedrich List (uno de los economistas más destacados del siglo XIX, cuya principal aportación al pensamiento económico fue su planteamiento de una estrategia alternativa e integral para el desarrollo económico basada en una concepción diferente de la política de comercio exterior), y actúen en consonancia. La tierra no es plana.

Les dejo un par de párrafos de List para que intenten buscar alguna luz en las tinieblas (aunque el miedo los paralice, ni-nis, ninjas and so on, por favor piensen):

"en efecto, hemos conocido ejemplos de naciones que han perdido su independencia y hasta su existencia política, precisamente porque sus sistemas comerciales no sirvieron de estímulo al desarrollo y robustecimiento de su nacionalidad"…

"desafortunadamente los fundadores de esta doctrina peligrosa (el libre cambio), eran hombres de grandes mentes, cuyos talentos les permitieron dar a sus "castillos en el aires" la apariencia de construcciones fuertes y bien fundadas"…

List consideraba que entre la economía cosmopolita (globalizada) y la economía egoísta del individuo debe situarse la economía nacional. Esto, para empezar…

Nada cambiará porque nada cambió (ausencia de futuro)

Pasacalle (III)

¿Cómo les aviso a mis hijos que el "ascensor social" ha dejado de funcionar? Que está: "out of order"… "kaput"… "ruined"… "done for"… "finished"…

¿Cómo les demuestro a mis hijos que la clase media está en vías de extinción?

¿Cómo explicarles… la ausencia de futuro?

El drama viene de lejos, la crisis de las "hipotecas subprime" y sus "derivados" (dicho con todo sarcasmo), sólo han magnificado la tragedia. Echado sal sobre la herida. Puesto en la primera plana de los periódicos y telediarios un fenómeno larvado que se arrastraba y carcomía a una buena parte de la población (aquella que se creía imbatible), poco a poco. Ha sido un acelerador más que un desencadenante…

Jodidos por jodidos… ¿por qué no patear el tablero?

(Un final abierto… casi un ruego)

Si la clase media está en un franco proceso de movilidad descendente; si se ha llegado al fin de la era de las expectativas crecientes; si ya no hay dudas que gran parte de la clase media (casi toda), en los países desarrollados, forma parte de los "perdedores" del orden global; si ha llegado el fin del "matrimonio perfecto" (el consumidor de "última necesidad" y la estructura industrial); si la pauperización de la clase media es quizás la desmentida más cruda de la promesa originaria de progreso colectivo; si se ha optado por la creación de una sociedad de consumidores "sin pasado";… por qué seguir tolerando medidas regresivas, por qué no patear el tablero, por qué no revolucionar en vez de contrarrevolucionar. A que esperar.

Y si nada cambia, ¿quién se beneficia? Cui prodest is fecit: quien se beneficia es el culpable.

Así terminaba otro Paper escrito a mediados del año 2007. Si algo ha ocurrido desde entonces, todo (o casi todo) ha sido desfavorable para los trabajadores de países desarrollados. El empleo ha disminuido y la distribución de los ingresos ha empeorado. Hay menos ganadores y más perdedores. La crisis económica alcanza ahora, incluso en Occidente, a amplias capas sociales, que hasta entonces se habían librado. La polarización entre pobres y ricos, exacerbada de forma irresistible, no encuentra todavía un nuevo concepto.

En la comprensión tradicional, la "clase obrera", que producía la plusvalía, era explotada por la "clase de los capitalistas" por medio de la "propiedad privada de los medios de producción".

Ninguno de estos conceptos puede explicar con exactitud los problemas actuales. La nueva pobreza no surge por cuenta de la explotación en la producción, sino por la exclusión de la producción. Quien todavía está empleado en la producción capitalista regular figura ya entre los relativamente privilegiados. La masa problemática y "peligrosa" de la sociedad ya no se define por su posición en el "proceso de producción", sino por su posición en los ámbitos secundarios, derivados de la circulación y de la distribución. Se trata de desempleados permanentes, de receptores de operaciones estatales de transferencia o de agentes de servicios en los campos de la tercerización, hasta llegar a los empresarios de la miseria, los vendedores ambulantes y los rebuscadores de basura. Esas formas de reproducción son, según criterios jurídicos, cada vez más irregulares, inseguras y a menudo, ilegales; la ocupación es irregular, y las ganancias transitan en el límite del mínimo necesario para la existencia o incluso, caen por debajo de esto.

Este terremoto, que altera profundamente los mecanismos de distribución de la renta, acelera los procesos que están llevando a la sustancial desaparición de la "clase media" tal y como la hemos conocido en el siglo XX: poco a poco ha perdido sus señas de identidad porque las condiciones históricas que habían determinado su éxito han desaparecido. Pero también se debe a otros factores: sobre todo el fin de la era de las expectativas crecientes, en la que quien no estaba ya "tocado" por el bienestar se sentía, en cualquier caso, "en lista de espera" y no excluido; el final de las seguridades ocupacionales y también el impacto en la estructura social de mecanismos de mercado cuyas señas de identidad se modifican continuamente debido a la evolución tecnológica.

El declive de la clase media no es ciertamente un relámpago que llega sin avisar: en 1985 (Rosenthal, 1985), el economista del departamento de estadística del Ministerio de Trabajo estadounidense Neal H. Rosenthal se preguntaba si ya se había iniciado -como lo habían denunciado otros- una polarización de las rentas con la consiguiente progresiva reducción de la clase media y la creación, por un lado, de una gran masa de ricos y, por otro, de un ejército de nuevos proletarios. Su análisis lo llevaba a concluir que hasta ese momento no se había verificado nada parecido. Añadía, sin embargo, que los procesos de desindustrialización -entonces apenas iniciados- y el desarrollo de las nuevas tecnologías de alta rentabilidad podrían provocar un fenómeno de este tipo a partir de la segunda mitad de los años noventa.

Sus previsiones se han revelado bastante exactas, como también la convicción -con visión de futuro, puesto que en 1985 todavía estábamos en la era pre-Internet, Microsoft era una pequeña empresa y Bill Gates estaba empezando a monopolizar los ordenadores personales mundiales con su nuevo sistema operativo– de que las industrias "high tech" (alta tecnología) favorecerían una polarización de las rentas.

Otras voces se han dejado oír en los últimos años: precisamente a mediados de los años noventa (julio de 1997), Rudi Dornbusch, economista del Massachusetts Institute of Technology (MIT), célebre por sus análisis mordaces y un lenguaje rudo y socarrón, publicó "Bye bye middle class", un ensayo en el que preveía la inminente desaparición del "big government" (gran gobierno) (la tendencia de muchos gobiernos a incluir en la esfera pública la mayoría de los servicios dados a los ciudadanos y también una porción considerable de las actividades productivas), del "welfare state" (estado del bienestar) y de la propia "clase media, acostumbrada a la comodidad, por no decir a la pereza". Dornbusch era consciente de que la abolición del estado del bienestar era un desafío que los gobiernos no sabían cómo afrontar. Advertía, sin embargo, que los políticos debían empezar a prepararse para los tiempos difíciles, en los que la competición entre sistemas y empresas, las privatizaciones y la globalización, además de algunas innegables ventajas económicas, producirían también graves problemas sociales, empezando, precisamente, por una reducción de las rentas del trabajador no especializado. Un desafío políticamente difícil, sobre todo para una Europa sacudida, por un lado, por las "inevitables desigualdades y la coexistencia de millonarios enriquecidos gracias a las tecnologías, mientras, por el otro, los electores de la antigua clase media se sienten aislados". Así pues, Dornbusch pronosticaba desde entonces una navegación tempestuosa por democracias que se ven obligadas a ajustar cuentas, al mismo tiempo, con un aumento de las desigualdades y una difusa seguridad económica. Veía sólo una luz en el horizonte: la inminente llegada del euro como "oportunidad para una nueva y dinámica visión de Europa". Si estuviese vivo aún, quién sabe qué abrasivas ironías reservaría a la Europa de hoy, en plena crisis económica, institucional y de liderazgo político…

Hay que reflexionar sobre la ironía de la historia: una clase que es hija de la revolución burguesa contra la aristocracia latifundista, pero que después, en su madurez, ha asumido un papel "contrarrevolucionario", es arrollada por una revolución invisible en sus acciones y nunca declarada, sin líderes ni banderas pero despiadada, como cualquier revolución, en conseguir sus propios objetivos.

Así, sucumbe el papel económico desarrollado con éxito por la clase media, mientras el consumidor burgués sufre una eutanasia más o menos lenta. El mismo destino le espera a la estructura industrial que ha caracterizado a la economía de mercado de la clase media…

En medio de todo este marasmo, los trabajadores europeos, los parados europeos, los hijos de los trabajadores y parados europeos, presa del desconcierto y el miedo, sólo ensayan "pedorretas inútiles", mientras siguen… "esperando a Godot"…

Paper – La crisis económica de la Unión Europea: ¿Complejo de Saturno o Síndrome de Estocolmo? Parte I – Europa y sus propios problemas (15/11/12)

"Nos pasa que no sabemos lo que nos pasa", escribió José Ortega y Gasset, autor de "España invertebrada" y "La rebelión de las masas". ("España es el problema, Europa la solución" exclamó Ortega)… Pero resulta que Europa (la solución ortegiana) está zarandeada, pobre y débil (por encima de todo, muy débil). De España, ya ni hablemos.

Así y todo… hay que desprenderse de la sugestión que provoca al suicida el vértigo del abismo. A veces -y tenemos algunos antecedentes en la historia europea- nos hemos entregado colectivamente al vacío. Y para protegernos debemos estar unidos: ser solidarios en el esfuerzo de ganar un futuro que teníamos al alcance de la mano y que se nos ha ido de las manos…

PIGS en la granja… El chiquero de los PIGS… Los primeros países "subprime"

Cuando los PIGS bailan el tango. Un espectáculo ambulante. El principio del fin de los "payasos sin fronteras" del Mare Nostrum. El adiós a los días de vino y rosas del Club Med.

PIGS al volante (¡help!). Problemas con el "air bag". Se acabó la "Visa Euro" (no hay crédito para pagar el Festival de los PIGS). A cada PIGS le llega su San Martín (o su Angela Merkel, no sé qué es peor).

¿Estarán Grecia, Portugal, España e Italia "en dificultades que escapan a su propio control" o "son suficientemente peligrosos para el mantenimiento (y seguridad) del Pacto de Estabilidad y Crecimiento de la Unión Europea"?

"Se multiplican los llamamientos de alarma sobre la credibilidad económica de Grecia, Portugal y España para imponer un rigor imprescindible para la estabilidad del euro.

Y se suceden los llamamientos a una "deseable" intervención europea en las economías de esos países, calificados de "frágiles", para intentar frenar los riesgos crecientes para la credibilidad y estabilidad de la moneda común europea"… Expertos europeos piden a la UE "intervenir" la economía española (ABC – 22/1/10)

¿Por qué no los declaran "incapaces" y les asignan un "curador" (representante para los actos de la vida civil de una persona declarada incapaz)?

En los últimos meses, en los periódicos económicos se ha repetido el conocido dicho "Too big to fail" (Demasiado grande para quebrar), en referencia a aquellos bancos o compañías (AIG, General Motors,…) que tienen una dimensión tan enorme que su caída podría significar un riesgo sistémico para toda la economía, por lo que el Gobierno tiene que hacer todo lo posible para evitar su quiebra.

Sin embargo, los analistas de Credit Suisse dan la vuelta a la frase para decir que, al revés que Grecia o Irlanda, la economía española podría ser "too big to bail out" ("demasiado grande para ser rescatada"). Es decir, el nivel de deuda del Estado español en términos absolutos es tan descomunal (aunque en términos relativos sea menor que el griego) que si España tuviese los mismos problemas que la economía helena, el resto de sus socios europeos tendrían que dejarla caer para no poner en peligro sus propias finanzas.

Quizás por eso es por lo que el banco suizo habla de una "preocupación mayor" en el caso español que en el griego. De hecho, tal y como reconoce el economista jefe del Deutsche Bank, la quiebra de España pondría a "Francia y Alemania de rodillas".

Un final de pesadilla en ese espacio de "choques asimétricos", como lo llama Krugman:

(No se lo cuenten a nadie) España no es Grecia (sic). Si Grecia puede "asumir" el papel de Bearn Sterns (en este drama), es muy verosímil esperar que España sea seleccionada para "representar" el papel de Lehman Brothers.

Si Grecia puede ser el Bearn Sterns del Pireo, España puede ser el Lehman Brothers de la Península Ibérica. Portugal es pequeño y "valido" de los ingleses. Italia es "socio fundador" y "Capo di tutti capi". Spain is different…

España no es Grecia (sic). Por eso, la "patada en el culo" puede resultar más ejemplar (el alumno más patoso). Una cuestión de "caza mayor" (de esa que tanto les gusta a los "señoritos" españoles).

Demasiado grande para ser rescatada. Un "nuevo rico" (petulante, inmodesto, inmaduro, irresponsable, frívolo, leve, banal, fugaz y falaz) al que hay que escarmentar (demasiado "imprevisible" para sostenerlo). Un "buen culo" donde hacer tronar el escarmiento. Y para que Portugal e Italia se vayan enterando.

Dejar a España "librada a los mercados". En manos del FMI. De "rodillas", como Argentina (ya conozco esa canción… y también su final). ¿Qué tal?

Disparen contra el euro. ¿Qué crisis más rara?

Muchos países han tenido que lidiar con problemas de deuda, pero los actuales temores sobre la deuda fiscal que golpean a algunos mercados europeos son alimentados por una herramienta de corretaje relativamente nueva que permite a los inversionistas apostar en contra de los bonos soberanos. Los seguros contra la cesación de pagos (CDS) permiten que los inversionistas se protejan de la moratoria de deuda de una serie de países o apuesten a la probabilidad de tal situación.

Cuando los rubios "cortos" pasan del bar al VaR. El show del swap.

Un final de pesadilla (no se lo cuenten a nadie): de la "contabilidad creativa" a la "relajación cuantitativa" (quantitative easing) y de allí… a la "inflación disolvente" (licuación de la deuda). Todo por la "tranquilidad de los mercados"… ¿Qué mercados? Colusión rima con corrupción…

Esta salida no "reparte la mierda" (como las titulizaciones de las hipotecas subprime)… la "pulveriza" y "fumiga" por vía aérea (¿utilizaran, nuevamente, el helicóptero de Ben?). Entre Hiroshima y Bhopal. Pueden ustedes elegir…

De la "ingeniaría financiera" (estafa piramidal) a la "ingeniería social" (estafa generacional). Tócala de nuevo, Ben (ya conozco esa canción… y también su final)…

Los PIGS "vuelan"… (lo que pocos se animan a decir, pero muchos piensan)

Opción "amputación" (guste o no)

Estoy casi seguro que no es lo que se va a hacer (hay demasiados bancos europeos, en especial franceses y alemanes, con mucha deuda soberana de los PIGS atragantada), pero por la "salud" del euro y la "credibilidad" de la UE, creo que lo mejor (aunque resulte muy duro) sería "expulsar temporalmente" del euro a los incumplidores. Aplicar una especie de "opt out" obligatoria, mientras dure su situación deficitaria, comprometedora con la estabilidad de la moneda única.

Durante ese período de expulsión, el FMI trataría a los "fiscalmente recalcitrantes" como a los países subdesarrollados (la única verdad, es la realidad). Una vez resuelta su problemática financiera, podrían reintegrase nuevamente (si lo desean). Mientras pagan los excesos, los "gorrinos" pasarían a formar parte del grupo de países miembros de la UE que -aún- no se han integrado en la moneda única y de aquellos que, estando en condiciones, no desean hacerlo.

En el proceso de "desintoxicación" volverían la peseta, la lira, el escudo, la libra… las devaluaciones, la fuga de depósitos y una "argentinización" de las economías "periféricas", en el caso que los gobiernos populistas, insistieran con "más de lo mismo", de final imprevisible. En las manos de sus dirigentes (vaya eufemismo) quedará la responsabilidad (histórica) de "sanear sus balances" para poder retornar al club del euro o el "suicidio social" del "nunca más"… En las manos de sus pueblos (¿aborregados, pastueños, subsidio-dependientes, anestesiados?) quedará la decisión de cómo afrontar los acontecimientos que vendrán…

… o dejan el nido (una "intervención" en toda regla por "incapacidad" manifiesta)

Opción "trasplante" (esto es lo que hay)

La otra opción (tan desagradable para los populistas "deficitarios habituales", como la anterior, pero menos peligrosa para sus ciudadanos, tal vez) podría ser la de facilitar los "apoyos financieros" necesarios para que resuelvan su situación deficitaria, a cambio de aceptar formalmente una "intervención", total y absoluta, en el manejo presupuestario, como para asegurarse el cumplimiento de las metas establecidas. Para esta alternativa, sería conveniente crear un Fondo Monetario Europeo, con capacidad para captar recursos en el mercado internacional, autoridad suficiente para facilitar créditos de emergencia, e "intervenir" y auditar el presupuesto nacional del país fracasado. De ser conveniente (y necesario) se podría acudir a una forma de Derechos Especiales de Giro, emitidos por el FME, o créditos "stand by", para cubrir los desfases financieros, con una tasa de interés equivalente a la que cobre el FMI, para similar operación y circunstancia, pagadera en euros por el país solicitante, una vez saneado su balance.

La deuda externa (es de esperar, que no eterna) se debería garantizar con suficientes bienes públicos tangibles (valuados a precio de mercado), y temporalmente inalienables, especificados en el contrato de préstamo temporal. Una declaración de "incapacidad" manifiesta del país deudor (aceptada y aprobada por el Parlamento), y el nombramiento de un "curador" en toda regla, incluyendo su "capacidad de obrar" (refrendada por el Poder Legislativo)…

Aunque siempre quedará, la "solución políticamente correcta" (PIGS en la granja)

Opción "respiración asistida" (maquillar al muerto)

Probablemente, al mejor estilo europeo, se optará por aplicar paños calientes, distraer al personal y esperar que pase la tormenta ("El euro no tiene sentido si no somos solidarios" -Sarkozy, 6/3-; "Frente a esta situación difícil, los principales actores de la escena europea estamos dispuestos a hacer lo que haga falta para que Grecia no quede aislada" -Sarkozy, 7/3- ). En una palabra: "Al que Alemania se la dé, Francia se la bendiga"… Entre tanto, es posible que los especuladores den por concluida su faena o se vayan a otro lado a buscar nuevas presas. El peligro es que con un "euro sangrante", los predadores siempre vuelven. El "buenismo" puede poner al euro y a la Unión Europea al borde del desastre.

Con cada obstáculo salvado el proyecto europeo se alejará cada vez más de su objetivo inicial. Lo que los políticos "de cabotaje" no dicen (y tampoco quieren reconocer para no asumir su responsabilidad en el "pecado original" de la UME), es que para tener una moneda única hay que tener un tesoro común. Difícil… pero real.

Mientras se espera a los líderes capaces (esos grandes hombres de Estado)

("Diré a la Cámara lo que he dicho a quienes se han incorporado al Gobierno: no puedo ofrecer más que sangre, esfuerzo, sudor y lágrimas"…)

(En mi humilde opinión) Después que los bancos usaron a los Estados cual clínex (y se dejaron) y ahora son sus rehenes (y se dejan), las opciones son: dejar morir a los (países) más débiles de la manada, defender a los más débiles pero transformarse en el macho dominante, o correr más que el león (si tú corres más que el león, comes; si el león corre más que tú, te come). Creo (aunque no lo deseo) que la Unión Europea (rosácea y risácea) intentará esto último… Ojalá que corra más que Usain Bolt. De no ser así (que es lo más probable), sólo quedará rezar…

A estas alturas del espectáculo, el dilema europeo, podría resumirse de la siguiente manera: un debate entre unos países que escatiman en gastos (fundamentalmente Alemania) y otros muchos que se comportan como despilfarradores patológicos (fundamentalmente los PIGS). Quién resultará a la larga una mayor carga para el euro, es algo que está por verse. De un modo u otro (lamentablemente) los euroescépticos, así como quienes se benefician de la esclerosis múltiple de la Unión Europea, siempre hablarán de "un error fatal". De lo que probablemente no hablen (eso me temo) es de la gestión de la escases, una ciencia olvidada. Por ahora, todo queda en una caricatura. Esta discusión se deja pendiente hasta la Segunda parte del Paper.

(Anhelando que alguna vez los hechos sean mejores que los sueños, tomen todo esto, como un mensaje en una botella, no más…)…

Paper – Las pensiones con depresión (¿hay que enviar a los jubilados al Campo de Exterminio?) (15/5/13)

En casi todas las economías avanzadas, la mezcla de altos niveles de desigualdad, presiones sobre la clase media y envejecimiento poblacional alimentará conflictos políticos en un contexto de desempleo y escasez de recursos fiscales…

Economía para la "tercer edad"

En el sistema de reparto para que un jubilado pueda recibir una pensión digna (recuérdese que los activos son los que "pagan", con sus aportaciones al sistema de la seguridad social, la pensión de sus mayores) la relación "mínima" de trabajadores activos por pensionistas debería ser de 4 a 6 trabajadores por cada pensionista.

El cálculo que realizo es muy sencillo: si el salario promedio de los trabajadores es de 1.000 euros (en Europa más de la mitad de la población activa recibe esos ingresos), y no se quiere retener para el sistema de pensiones más del 20% del salario (entre aportación del trabajador y de la empresa), pueden ustedes hacer una fácil operación, 20% de 4 pagas de 1.000 euros = 800 euros.

Si los activos fueran 6, el pasivo podría recibir 1.200 euros al mes. Con 5 activos la pensión se podría equilibrar al salario medio del trabajador europeo.

¿Pero qué ocurre si hay menos de 4 a 6 trabajadores activos por cada pensionista? Hay que aumentar las retenciones a los trabajadores, o hay que bajar las pensiones, o el estado debe aportar (vía presupuestos) la diferencia entre retenciones y prestaciones. De lo contrario el sistema quiebra. Matemática actuarial, pura y dura…

Actualmente en la Unión Europea la relación entre activos y pasivos difícilmente supera los 2/1 (es varios países es menos de 2). Por eso, el sistema está quebrado. No es porque haya muchos viejos (que los hay), ni por que vivan mucho tiempo (que también), ni porque cobren pensiones muy altas (la media no supera los 1.000 euros); es porque hay pocos (muy pocos) trabajadores para sostener el sistema. No se puede negar lo obvio.

¿Entonces? Entonces el problema no son los pensionistas, tampoco el sistema de reparto, sino el poco empleo que hay en la Unión Europea. Es un problema de paro y no de pensiones. Otra cosa es que los "profetas" de la privatización quieran aprovechar la situación económica (crisis del empleo) para abolir el sistema de reparto y promover el sistema de capitalización. Muchos de estos apologistas resultan ser meros apolo-getas.

¿Y qué hacen, en consecuencia, los gobiernos? En un giro surrealista del análisis económico (adulterando la matemática actuarial) proponen extender la edad de jubilación, con el disparatado argumento de que el promedio de vida se está ampliando (¿demasiado?) y que los viejos de 65 años están hechos unos "pimpollos" y pueden (¿deben?) trabajar 2, 3 ó 5 años más (¿y por qué no hasta los 75 años, ya que estamos?).

Pero el mayor de los absurdos se alcanza cuando se contrasta la "genial" idea de prolongar la vida activa de los trabajadores, mientras se niega la posibilidad de acceso a las fuentes de trabajo de la generación más joven (hay un 50% de paro juvenil). ¿Será por qué les gustan más los "cadetes", seniles? ¿Mensajeros en bici, con 70 tacos? Joder.

Pasemos ahora al sistema de capitalización (la tierra prometida por los "cabeza borradores").

Al margen de la experiencia nefasta del sistema de las Administradoras de Fondos de Jubilaciones y Pensiones de Argentina (país de grandes esperpentos económicos), donde "nuevamente" los fondos (en este caso privados) fueron "expoliados" por el estado para mantener su política demagógica y clientelar, cuando no fue el sector privado el que realizó malas inversiones reduciendo la renta potencial esperada.

Supongamos que estamos en Chile (el país modelo), o en EEUU (donde todo el sistema es privado), o en algún país europeo serio (¿queda alguno?). Anteriormente les presenté una propuesta (banco privado europeo) sobre planes de pensiones. Si ustedes han leído con atención (si hay dudas, vuelvan a ello), habrán constatado que las rentabilidades promedio de las inversiones están en el orden del 2 al 3% anual (cifras que más se repiten en la serie de 15 años). Ello con la debida aclaración que "rentabilidades pasadas no suponen rentabilidades futuras" (por si las moscas). Si a esa (¿tentadora?) rentabilidad le restan el 1,40% anual de gastos de gestión, ya me dirán lo que les queda. Eso sin entrar a descontar la inflación (2% es la meta "ansiada" por el BCE), que si no, se pueden dar por conformes si no tienen que poner dinero encima.

Un "cuanto de hadas". Hagan el cálculo inverso (¿es mucho pedir?): a partir de la pensión (privada, eso sí) que desean tener (sigamos con los 1.000 euros utilizados anteriormente) y estimen el capital acumulado (ahorrado) que deberían tener al final de su carrera laboral para que la renta mensual llegue a esa cifra.

Con una renta promedio del 5% anual, para lograr una pensión de 1.000 euros mensuales (12.000 euros año), el capital necesario sería de 240.000 euros (240.000 x 0,05 = 12.000 euros al año). A partir de ello, pueden hacer sus cálculos y… apuestas.

No se olviden que a esa renta promedio hay que agregarle una comisión del 1,40% anual (más capital, o menos beneficio neto) y el deterioro inflacionario (2% BCE dixit).

Resumiendo: 5% + 1,40% + 2% = 8,40%

Si no logran una rentabilidad para la inversión del 8,40% (una sola vez en la serie de 15 años, según la muestra del banco promotor del sistema privado de pensiones), o aumentan capital o disminuyen pensión (ustedes eligen).

En esas condiciones, para alcanzar una renta neta de 1.000 euros mensuales (12.000 euros anuales) necesitarían un capital de 408.00 euros (408.000 x 0,05 = 20.440 euros; 20.400 – 8.400 (1,40 gastos + 2 inflación) = 12.000 euros al año). Hagan juego, Señores.

No quiero ser agorero, pero esa magnitud de ahorro "neto" (a lo largo de la vida laboral) la veo muy difícil de alcanzar en un futuro próximo para una inmensa mayoría de la población. Si asumimos un período de 30 años continuados de trabajo (hoy casi una utopía), tendríamos que ahorrar 13.600 euros anuales (lo que equivale a 1.133 euros al mes), para lograrlo. Todo ese esfuerzo…para tener una pensión "mileurista". ¿Qué tal?

Así y todo (el gato escaldado, del agua fría huye)

Tengan la capacidad de ahorro que tengan, mi propuesta es que hagan su propio plan de jubilación (si pueden evitar ambos regímenes -público y privado- mejor), y administren sus recursos e inversiones. Así, al menos, evitarán que el estado se "pula" vuestra futura pensión o la empresa privada les ahogue con sus gastos y comisiones o los lleve a realizar inversiones con alto riesgo para alcanzar la meta de rentabilidad pretendida.

Para ello deberán ser muy (muy) disciplinados (hay que ahorrar todos los meses del año y todos los años durante la vida laboral, y no tocar esos fondos por nada del mundo -como si los tuviera el estado o el banco promotor), luego hay que informarse (muy bien) de las alternativas de inversión de riesgo reducido y ejecutarlas con prudencia, perseverancia y mentalidad de largo plazo. No dejarse tentar por cantos de sirenas, burbujas, modas, inversiones especulativas, ni querer ser el más listo de la clase.

"Solos frente al peligro", pero con la absoluta seguridad que todo lo que puedan lograr será vuestro y sin comisiones, gastos, letras pequeñas, cláusulas penalizadoras, ni timos.

Hay que volver a la "cartilla de ahorro" (en sentido figurado). Y ahorrar para la vejez (la única verdad). Así no tendrán que vivir de la caridad (familiar o social), tampoco tendrán que esperar demasiado del Estado de Bienestar (menguante, lamentablemente).

En la desesperación por hacer cuadrar la capacidad de ahorro con las expectativas de ingresos futuros no cometan (nunca) la imprudencia de dejarse tentar por esas inversiones fantásticas que las "serpientes encantadoras de hombres" les ofrecerán en cuanto huelan el dinero. Ustedes tienen que preguntar mucho, estudiar y resolver. Solos.

No crean las fantasías de las participaciones preferentes, los bonos convertibles, las obligaciones subordinadas, los pagarés bancarios, u otras inversiones para viejos que les ofrecerá el director de la sucursal bancaria "de toda la vida" (por lo general demasiado joven, por lo general demasiado indiferente, por lo general demasiado presionado por la central para colocar esos productos ruinosos). Por no confiar, hoy no se puede confiar ni en la deuda soberana. Queda dicho. Mucho cuidado, no hay tiempo de revancha…

El corazón de las tinieblas: Semana de la Pasión

Este Apartado lo estoy escribiendo el "Jueves Santo" (5/4/12) conmemoración anual cristiana de la Pasión, Muerte y Resurrección de Jesús de Nazaret. Por ello, es un período de intensa actividad litúrgica dentro de las diversas confesiones cristianas.

El Jueves Santo se rememora la Institución de la Eucaristía en la celebración de los Santos Oficios. Una vez que éstos han terminado se rememora la agonía y oración de Jesús en el huerto de los olivos (Getsemaní), la traición de Judas y el prendimiento de Jesús.

La Semana de la Pasión incluye varios eventos memorables. Jesús purificó el templo por segunda vez (Lucas 19:45-46), y disputó con los fariseos en cuanto a Su autoridad. Luego, Jesús entregó su Discurso de los Olivos sobre los últimos tiempos y enseñó muchas cosas, incluyendo las señales de Su segunda venida. Jesús comió la Última Cena con sus discípulos en el aposento alto (Lucas 22:7-38), y luego se fue al huerto de Getsemaní para orar mientras esperaba la llegada de Su Hora. Fue aquí que Jesús, después de haber sido traicionado por Judas, fue arrestado y sometido a varios juicios farsas ante los principales sacerdotes, Poncio Pilato, y Herodes (Lucas 22:54-23:25).

Tras de los juicios, Jesús fue azotado a manos de los soldados romanos, y luego, se vio obligado a llevar su propio instrumento de ejecución (la Cruz) a través de las calles de Jerusalén a lo largo de lo que se conoce como la Vía Dolorosa (el camino de los dolores). Jesús fue crucificado en el Gólgota el día antes del día de reposo, fue sepultado y permaneció en la tumba hasta el domingo, el día después del día de reposo, y luego resucitó gloriosamente.

En esta era (de las desigualdades), en que tanto se han exacerbado los Siete Pecados Capitales (lujuria, pereza, gula, ira, envidia, avaricia y soberbia), la "Pasión y Muerte" del jubilado griego sin recursos puede representar una dolorosa metáfora de la que podemos concluir que el "asesino es el sistema". Permite constatar (lamentablemente) que ya estamos en los minutos de la basura.

Y mientras el termómetro de las "primas de riesgo" de los países altamente endeudados repunta, el equipo médico habitual (bancos acreedores, agencias de calificación y países no deficitarios) observa con despiadado desdén a un paciente al que culpan de su propio mal. "Los mercados están pidiendo a estos gobiernos (en dificultades) que cumplan", ha dicho esta tarde (4/4/12) el doctor (o matasanos, según los analistas) Mario Draghi, presidente del Banco Central Europeo.

El jubilado Dimitris Christoulas, ya cumplió con "los mercados"… Se "deflacionó" de un tiro, aliviando el gasto público, y dejando una carta de despedida a modo de "hoja de balance": "¡Tengo deudas, no puedo soportarlo más!" y "no quiero dejar mis deudas a mis hijos"… El Gobierno "ha eliminado cualquier esperanza de que yo sobreviva y no puedo obtener justicia, no encuentro otra forma de lucha más que un final digno para no tener que empezar a rebuscar en la basura para conseguir comida"… Y concluía: "Algún día, los jóvenes sin futuro tomarán las armas y colgarán a los traidores de este país en la Plaza Syntagma, al igual que hicieron los italianos con Mussolini en 1945"…

Dicen los analistas que lo que importa en la bolsa y en los mercados financieros, es saber algo que nadie más sepa. Podrán interpretar, en este caso, los "límites, humanamente soportables", de la austeridad proclamada (exigida). Descontarán los mercados (como dicen las serpientes encantadoras de hombres de la bolsa), que cuando la gente empieza a suicidarse (ayer en Sintagma, mañana en cualquier otra plaza de la Europa quebrada) es el final, que la cohesión social (de la Europa soñada) ha estallado.

Una Europa cuyos jubilados son mendigos, cuyos trabajadores pierden sus empleos, cuyos jóvenes nunca (o tarde y mal) serán asalariados, cuyos niños se deben dar en adopción por falta de recursos para alimentarlos, educarlos o curarlos… ha fracasado.

La Unión Europea (en vías de subdesarrollo) no se debe (ni se puede) construir sobre el suicidio asistido de los mayores, el salario del miedo de los trabajadores, la adolescencia perpetua de los jóvenes y la pignoración de la niñez.

Decía Mafalda, la inolvidable niña dibujada por el genial Quino, que "esto no es el acabose, es el continuose del empezose". Tal vez, esta crisis nos sirva a los europeos para saber que pactar con el silencio, cuando debimos gritar, nos hizo cobardes…

Post scriptum (sin esperanza y sin miedo): liberalismo para exegetas liberticidas

"Hay que "aggiornar" al estado del bienestar. Intentar que el ciudadano asuma la responsabilidad de sí mismo. Darle libertad y responsabilidad.

En este proceso de trasvasamiento de iniciativas y riesgos al sector privado el gobierno pierde cometido y por consiguiente contenido.

En España (Europa) falta ciudadano y sobra gobierno. Hay una dejación de responsabilidades individuales. Podría decir -si se me permite- que existe una inmadurez personal y un estado paternalista plenipotente.

Más de lo mismo es imposible. Más allá de razones ideológicas -que he intentado no utilizar- y de razones históricas, existe una estricta lógica económica que se torna incontrastable.

– el envejecimiento y longevidad de la población hace difícil de continuar un sistema jubilatorio de reparto con una relación activos/pasivos de 2 a 1. De continuarse el sistema actual sólo podrá hacerse -hasta su quiebra- disminuyendo los haberes jubilatorios o apelando a fondos presupuestarios ajenos al sistema y que generaran déficit público o disminuirán otras inversiones prioritarias.

– el sistema sanitario, en general -sea público o privado-, cada vez requiere mayores fondos. Los avances de la medicina, la tecnología aplicada (tomografía computada, scanner, resonancia magnética, medicina nuclear, trasplantes, genética, prótesis, etc.) y el envejecimiento de la población potencian un gasto que supera en muchos países europeos el 10% del PIB. También existen, las llamadas, enfermedades sociales (alcoholismo, tabaquismo, drogadicción, sida), que aumentan el gasto en forma exponencial y finalmente la provisión de medicinas gratuitas o subvencionadas, llevan la factura sanitaria a niveles insostenibles, y que sólo se contienen en detrimento de la calidad del servicio (masificación, listas de espera, fallos médicos, etc.).

– el sistema de subsidio de desempleo, las oficinas de empleo y los cursos de formación ocupacional, son abusivos, contraproducentes, clientelares, placebos, denigrantes, inútiles, incontrolables insostenibles.

El subsidio de desempleo, si bien ayuda -en la emergencia- al parado, se torna muchas veces una fuente de fraude, ingreso complementario, clientelismo político, evasión de responsabilidades por parte del perceptor, y disculpas con cargo al presupuesto de una inacción gubernamental para crear empleo. Cuanto menos -en bastantes casos- se torna un sistema desalentador de la búsqueda de trabajo.

Las Oficinas Nacionales de Empleo -en principio y por lo visto- sólo sirven para proveer de empleo a los propios funcionarios ahí ocupados. Un enorme aparato burocrático que no busca empleo, que no controla a los que cobran el subsidio de desempleo, y que sólo registra estadísticamente el drama humano de los que por sus oficinas pasan.

Finalmente los cursos de formación ocupacional -según lo constatado- son totalmente inútiles para los parados. Sólo resultan provechosos para los burócratas que los programan, para los sindicatos y asociaciones empresarias que se quedan con buena parte de los subsidios -¿cómplices silenciosos?- y para las empresas de formación subcontratadas.

En España (Europa) existe, lo que podríamos llamar, una "industria del paro", con un mendicante beneficiario, el trabajador, un mendaz aprovechador, algunos empresarios, y un sátrapa funcional, el gobierno.

Amparada en el estado del bienestar se ha generado una masa funcionarial que alcanza el nivel comunitario, nacional, provincial y local. La marea humana de burócratas se "come" la mayor parte del gasto público. O sea que "ella se lo guisa y ella se lo come".

La patrimonialización del estado ha permitido a los partidos políticos hacer del aparato gubernamental y empresas oficiales su "botín de guerra" prebendario y clientelar. Empleo vitalicio, horario mínimo continuo, sistema jubilatorio y asistencial independiente, licencias varias y sin control, ventajas de todo tipo, fondos reservados y viáticos, despachos y parque móvil, tarjetas de crédito sin límite de gasto, pasajes libres de costo, choferes, secretarias, y en su caso custodios, hacen de estos personajes una casta privilegiada que dispara con "pólvora del Rey".

Con lo anterior hemos formado las cuatro patas que garantizan la cantera electoral de cualquier gobierno. El voto del miedo. El voto clientelar. El voto cautivo.

Si cambia el gobierno van a rebajar la jubilación. Si cambia el gobierno van a cobrar las medicinas, o peor aún, van a privatizar la jubilación y la sanidad. Si cambia el gobierno quitan o disminuyen el subsidio de desempleo. Si cambia el gobierno van a reducir el sector público.

En grandes números, entre jubilados, parados y funcionaros públicos "temerosos" más algunos usuarios (fuera de esos tres sectores) de la sanidad reunimos fácilmente un 50/60% del electorado y si a ello agregamos los familiares de los "agraviados" -influenciados o influenciables- tenemos una cantera que asegura la perpetuación de la demagogia. Muy mal lo tiene que hacer un partido político en ejercicio del gobierno para no ser -¿democráticamente?- reelecto.

Estas pequeñas muestras -que no las únicas- confirman la necesidad de cambio; demuestran que el infarto -casi podríamos hablar de muerte súbita- está a la vuelta de la esquina, y que el riesgo de una rebelión fiscal es el mal más benigno con que puede reaccionar el cuerpo social español (europeo).

Primero hay que asumir la realidad (por aquello de que es la única verdad), luego hay que explicarla (a todos los involucrados), entonces vendrá el debate (con luz y taquígrafos), el posible acuerdo consensuado, las reformas necesarias, las prioridades correspondientes y un acomodamiento de las necesidades -ilimitadas- a los bienes disponibles -limitados-.

No deben ser los políticos los que "decidan" como se reparte el pan y la sal. Sino los que hagan -mandatarios- lo que el pueblo elija, opte, resuelva. Es hora que los políticos vuelvan a ser "representantes". Que sean servidores públicos y dejen de servirse de lo público.

Antes que el sistema quiebre, antes que estalle la rebelión social, los políticos, los empresarios cortesanos, y todo el aparato clientelar deberá acomodar el bocado de su ambición al pastel de los recursos.

Tal vez la historia no se repita, pero bueno es mirar un poco hacia atrás para proyectar el futuro.

La economía no debe hacerse sobre los ancianos, los enfermos, los parados, los pobres, los estudiantes, el medio ambiente, los servicios públicos, las infraestructuras, y la cultura.

La economía debe hacerse en la burocracia, el gasto corriente, los contratos del estado, la corrupción, el clientelismo, el electoralismo, las subvenciones a poderosos, la demagogia, la incapacidad, el despilfarro, el mesianismo, el afán de notoriedad, los gabinetes de imagen y las encuestas de intención de voto.

Los ciudadanos españoles (europeos) deben asumir su responsabilidad. Dejar de tomar la "sopa boba" de los subsidios. Abandonar su actitud "estabular" dependiente del gasto público. No continuar con una actitud pusilánime y un silencio mendicante que les lleva a conceder poco menos que el "derecho de pernada" a sus gobernantes. Deben disentir, deben participar, deben votar. Y si es necesario deben rebelarse como lo hicieron tantas veces -para bien- a lo largo de la historia.

"Con" esperanza y sin miedo, los jóvenes deben reclamar -exigir- lo que es suyo: derecho al trabajo, derecho a la educación, equidad, libertad, democracia, cuidado del planeta, sanidad, vivienda, seguridad, honestidad, ética, responsabilidad, identidad cultural, justicia, solidaridad, información, comunicación, arte. Abandonar el rol suicida social de la indiferencia, apagar el walkman, y si es posible la televisión, dejar de alcoholizarse o drogarse y recuperar el idealismo, la combatividad y hasta la utopía. Ser sujetos y no consumidores. Hacer la historia y no verla por televisión.

Interpretando a Francois Furet podríamos concluir: "Ni el fin del comunismo, ni la globalización económica modifican en nada la exigencia democrática de otra sociedad… La desaparición de ciertas figuras familiares de nuestro siglo sólo pone punto final a una época, mas no agota el repertorio de la democracia"…

Estas reflexiones fueron escritas a principios del año 1998. Corresponden al Capítulo XIV (Tendencias – Propuestas) del Ensayo "Globalización Económica (el imperio de la mediocridad)".

Es lamentable constatar su vigencia. Una evidencia, deplorable, de lo poco o nada que se ha hecho por mejorar el funcionamiento de la economía española (en particular) y europea (en general) en los últimos 15 años. Un tiempo perdido entre burbujas y medianoche.

Fatuos burócratas: a ver si se animan, esta vez… (para no repetirles la misma cantinela dentro de otros 15 años; aunque con la sanidad y las pensiones vigentes, creo que no llegaré)… Vamos, recuerden a María Antonieta, y actúen antes que llegue la guillotina…

Antes de "colgar" a los políticos o "colgarse" uno mismo (es que a la fuerza ahorcan)… Pero antes, habría que pedir explicaciones y aclararse uno mismo -haciendo el esfuerzo de pensar, por favor- que post guerra estamos viviendo (sin una guerra real previa) para padecer semejantes sacrificios. ¿Quiénes han sido los "mariscales" de la derrota? ¿Cuál es el tribunal que los juzgará? ¿Qué castigo ejemplar se les impondrá?… ¿Hasta dónde puede llegar esta rutina de los rescates?

Muchas familias están descendiendo en la escalera económica que sus padres y abuelos ascendieron, y a menudo han pasado a depender de las decrecientes pensiones de esos mismos jubilados. Las familias que ya eran pobres están cayendo en los brazos de los organismos de beneficencia, que apenas dan abasto.

Andreas Schleicher, asesor especial de educación en la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), dice que Estados Unidos es actualmente la única gran economía del mundo en la que la generación más joven no estará mejor educada que la anterior. Las estadísticas del informe anual de la OCDE muestran que sólo uno de cada cinco adultos jóvenes de EEUU consigue un nivel educativo más alto que el de sus padres. (EEUU: el ascenso social va en descenso – The Wall Street Journal – 17/12/12)

Este es uno de los índices más bajos de ascenso social en el mundo desarrollado.

A pesar de ser un país cuya imagen está basada en el optimismo y la oportunidad, EEUU es ahora un lugar en el que es poco probable que un hijo con padres poco educados llegue a la universidad. Mucho menos probable que en cualquier otro país industrializado.

Es exactamente lo contrario a un final feliz de Hollywood.

Además, sólo uno de cada cinco jóvenes adultos en EEUU se identifica ahora en términos educativos con la "movilidad descendente", pues a pesar de tener padres con posgrados, ellos no pueden alcanzar ese nivel universitario.

Un estudio realizado por el Centro Pew examinó el fenómeno del descenso social y encontró que un tercio de los adultos de clase media abandonará ese estatus en algún momento de su vida adulta.

Los hallazgos reflejan una percepción de inseguridad moderna, pues las familias ya no pueden suponer que sus hijos serán prósperos. De hecho, se espera que aproximadamente una cuarta parte de los niños nacidos en la clase media bajen de estatus.

Nada de esto encaja con la imagen de EEUU como lugar ideal para empezar de cero y de millonarios que se hacen a sí mismos.

"El sueño americano se ha estancado", dice el informe de la American Asociation of Community Colleges, que además describe a una sociedad en donde los ingresos familiares han caído durante más de una década.

"Es más probable que un niño que nace pobre en Estados Unidos hoy en día, siga siendo pobre el resto de su vida, mucho más que en ningún otro momento de nuestra historia. Muchas otras naciones ahora nos superan en nivel de estudio y movilidad económica. La clase media estadounidense se está encogiendo ante nuestros ojos".

Vuelvo a preguntar Señores: ¿Qué guerra se ha perdido? ¿Qué deuda de guerra se está pagando? ¿En nombre de qué o quién, se está condenando a la pobreza a tanta gente (de tres generaciones)? ¿Por qué nos han robado (hasta) el futuro?

"Los bancos convencionales han perdido mucho, y ahora están en el proceso de depreciarse en cientos de miles de millones de dólares, que es mucho dinero. Y mientras discutimos sobre esto, y hablamos de la ralentización de la economía a causa de los problemas del sector bancario, nadie se ha hecho la pregunta de ¿quién es el responsable de esto? No se ha hecho ninguna investigación, no se ha escrito ningún editorial. Si un empleado mediano comete un error y pierde dinero, se hacen muchas investigaciones, pero por cientos de miles de millones nadie hace nada. La gente responsable de esto está probablemente jugando al golf, y no les importa. Sus salarios no se han visto afectados. Pero, eso sí, nadie le deja dinero a una mujer pobre por si no lo puede devolver"… Muhammad Yunus, Presidente del Banco Grameen y Nobel de la Paz) – De mi Ensayo: La codicia de los mercados (el virus mutante) – De la crisis de crédito a la crisis del descrédito – Diciembre de 2008

Paper – Desigualdades en la distribución de la renta en los países desarrollados, durante la crisis financiera (¿un "daño colateral" de la depresión, o un "proyecto inconfesado" de exclusión social?) (Parte III) (15/9/13)

Los apóstatas de Keynes (se justifican diciendo que la víctima lo provocó) (escrito en febrero de 2012)

Como viejo keynesiano (desde la época en que, los pocos que "habíamos", éramos considerados unos "apestados" de la ciencia económica), me sorprende (repugna, resulta un término más ajustado), que haya tantos "filisteos" falsificando (jurando en vano), la "Teoría general de la ocupación, el interés y el dinero".

Una leyenda urbana sostiene que los niños y los viejos son los únicos que dicen los que piensan… De ser cierta la fábula, creo que los niños tienen la ventaja que les otorga el tiempo, para rectificar sus errores, cosa que los viejos no tienen…

Por lo cual, a mis 66 años, con las disculpas del caso, y sin tiempo para rectificar mis errores, me animo a retar a los grandes bonetes de la economía (luego podrán leer algunas de sus opiniones), que alientan la expansión monetaria ilimitada (que fluya el dinero, después veremos cómo se recoge…), en nombre de la demanda, travestidos de keynesianismo. Grandes simuladores: nos mean la cabeza y los diarios dicen "llueve".

¿Por qué lo llaman amor cuando quieren decir sexo?, era el título de una película, que me sirve para encabezar mi crítica: ¿Por qué hablan de incentivar la demanda (consumidor) cuando quieren decir socorrer a los deudores (banca y gobierno)?

Por qué fingen… por qué son tan hipócritas… por qué después de tantos años de monetarismo (dogma con el empobrecieron a generaciones enteras de trabajadores), ahora se disfrazan de keynesianos (aparentando alentar la ocupación y la demanda).

Pero como antes se coge al mentiroso que al cojo, no sólo juran en vano (filisteos), sino que falsifican los postulados del keynesianismo. Para justificar el exceso de gasto público (que en este caso está directamente vinculado al salvataje del sector financiero), se amparan en el desempleo y la demanda, pero sin resolver lo uno, ni alentar lo otro.

Para la teoría keynesiana, el empleo total depende de la demanda total y el paro es el resultado de una falta de demanda total. La demanda efectiva se manifiesta en el gasto de la renta, si aumenta la renta de una comunidad también aumentará su consumo, pero éste menos que aquella. Por lo tanto, para que haya una demanda suficiente para mantener el nivel de empleo, se debe verificar un nivel de inversión equivalente a la diferencia entre la renta y el consumo. Por ello podemos decir que la inflexibilidad de salarios no es el único factor que desencadena el desempleo, aun cuando exista competencia perfecta en los mercados y todos los precios milagrosamente se ajustaran instantáneamente, las decisiones de los inversores influirán sobre la demanda efectiva y por último en el nivel de empleo.

Keynes recomendó la intervención del estado para impedir la caída de la demanda, aumentando el gasto público o reduciendo impuestos a las empresas y las familias.

¿Cuánto de esto han hecho los apóstatas del keynesianismo? ¿Ha crecido el empleo? ¿Ha aumentado la demanda? Sólo han utilizado el dinero público (recursos y endeudamiento) para tapar los agujeros de la banca e incentivar la especulación bursátil…

En la Unión Europea (en vías de subdesarrollo) hay un paro juvenil que va desde el 30% (en los países miembros más exitosos, si es que queda alguno), al 50% en los PIGS (más "pigs" que nunca). En los graduados universitarios el paro alcanza el 30%.

La globalización, la deslocalización, la privatización, la desregulación, el librecambio, la financierización… han propiciado la era de la desigualdad, han provocado una vida "low cost". El "fin de la historia" que se ofrece a la juventud es un "regreso a la edad media". No era el "camino de la servidumbre" que temía Hayek, pero sí el desenlace.

La precarización, el salario del miedo, la temporalidad, atenazan al trabajador. Las deudas los "esclavizan" y el "paro" (generalmente de larga duración) los transforma en "parias" sociales, dependientes de la caridad (familiar, al principio, y de las organizaciones filantrópicas, al final).

Los jóvenes están más expuestos a largas jornadas, a contratos temporales o informales con bajos salarios, a una protección social escasa o inexistente, y a no tener una voz en el trabajo.

La incapacidad de encontrar trabajo genera una sensación de vulnerabilidad, inutilidad y ociosidad entre los jóvenes. Por eso la brecha del empleo juvenil plantea retos importantes, pero además implica fuertes costos económicos en términos de pérdida de ahorros y capital humano, y costos sociales en acciones de prevención de la delincuencia o el uso de drogas.

Tendencias del empleo y desempleo de los jóvenes

  • El crecimiento de la población juvenil sigue superando el crecimiento del empleo.

  • El desempleo juvenil sigue aumentando en la mayoría de las regiones del mundo.

  • Es más probable que los jóvenes estén desempleados que los adultos.

¿Por qué son más altas las tasas de desempleo juvenil que las tasas de desempleo de los adultos?

Las tasas de desempleo juvenil están entre 2 y 6 veces más altas que las tasas de desempleo de adultos dependiendo de la región. En la mayoría de las regiones los jóvenes tienen tres veces más probabilidad de estar desempleados que los adultos.

  • Los jóvenes son más vulnerables que los adultos en los tiempos económicamente difíciles (La explicación: último en entrar, primero en salir).

  • A un joven a menudo le falta información sobre el mercado laboral y experiencia en buscar trabajo (La explicación de la falta de experiencia en buscar trabajo).

  • Otra posibilidad es que los jóvenes se demoran más en buscar el trabajo correcto, lo que significa que tal vez esperan más para encontrar el trabajo que cumpla sus requisitos (La explicación de "buscar hasta encontrar el trabajo correcto").

  • Los jóvenes que están apenas empezando en la fuerza de trabajo seguramente no tienen recursos financieros para reubicarse, nacional o internacionalmente, en búsqueda de trabajo (La explicación de falta de movilidad).

  • La inactividad entre los jóvenes está aumentando. Por otro lado, la fuerza juvenil, y por lo tanto el denominador del cálculo de la tasa de desempleo juvenil, está disminuyendo en muchas partes del mundo a medida que más jóvenes se matriculan en el sistema educativo o permanecen en él más tiempo o se salen de la fuerza laboral como trabajadores desalentados.

Juan Somavía, Director General de la OIT, sostiene: "Generar empleo para los jóvenes no es suficiente. En el mundo resulta difícil cuando no imposible que los jóvenes consigan trabajo. Pero además, cada vez tienen más dificultades para encontrar trabajo decente. Los jóvenes de hoy no necesitan un trabajo cualquiera, sino uno que les permita contribuir como trabajadores, ciudadanos y agentes de cambio. Este es el reto que enfrentamos".

Me gustaría decir, aunque no puedo, que los jóvenes de hoy tienen ideas claras sobre sus aspiraciones laborales y sociales, y esperan contar con opciones para alcanzar su autonomía y ser ciudadanos activos.

Me gustaría decir, aunque no puedo, que los jóvenes de hoy ejercen, con todo derecho y razón, presión social, sobre los líderes políticos y económicos, para que enfrenten el desafío de desarrollar y aplicar las estrategias que les den a los jóvenes de todo el mundo una oportunidad real y equitativa de acceder a un empleo pleno y productivo y al trabajo decente.

Me gustaría decir, aunque no puedo, que los jóvenes de hoy están luchando por un mundo mejor y no tragando la "sopa boba" que le ofrece la sociedad de consumo a cambio de una vida "anestesiada", "pasiva", "gaseosa", "anómica", "jibarizada" "vegetal", "tetrapléjica" y con la respiración asistida provista por la droga, el alcohol, la televisión y el fútbol.

Me gustaría decir, aunque no puedo, que la juventud de hoy está en la "calle" en estado de lucha permanente, en estado de rebelión permanente, reclamando, exigiendo o provocando el cambio de régimen político y económico hacia una sociedad más justa, equilibrada, sostenible, democrática y ética.

Pregunta abierta al final: ¿Hay soluciones para (contra) este fracaso?

(Para ayudarles a reflexionar, les dejo con una cita escrita en mi Paper del 21/4/04)

"Antes del fin"

Así se titula un libro de mi admirado y respetado Ernesto Sábato (Seix Barral – 1998); y con una cita del "maestro" (este sí, y no Greenspan), deseo finalizar el artículo, dejando para vuestra reflexión y análisis -si corresponde- lo dicho e insinuado (ojalá sea útil):

"Para conseguir cualquier trabajo, por mal pago que sea, los hombres ofrecen la totalidad de sus vidas. Trabajan en lugares insalubres, en sótanos, en barcos factoría, hacinados y siempre bajo la amenaza de perder el empleo, de quedar excluidos.

Al parecer, la dignidad de la vida humana no está prevista en el plan de la globalización. La angustia es lo único que ha alcanzado niveles nunca vistos. Es un mundo que vive en la perversidad, donde unos pocos contabilizan sus logros sobre la amputación de la vida de la inmensa mayoría. Se ha hecho creer a algún pobre diablo que pertenece al Primer Mundo por acceder a los innumerables productos de un supermercado. Y mientras aquel pobre infeliz duerme tranquilo, encerrado en su fortaleza de aparatos y cachivaches, miles de familias deben sobrevivir con un dólar diario. Son millones los excluidos del gran banquete de los economicistas…

Los jóvenes sufren: ya no quieren tener hijos.

No cabe escepticismo mayor.

Así como los animales en cautiverio, nuestras jóvenes generaciones no se arriesgan a ser padres. Tal es el estado del mundo que les estamos entregando.

La anorexia, la bulimia, la drogadicción y la violencia son otros de los signos de este tiempo de angustia ante el desprecio por la vida de quienes nos mandan…

Te hablo a vos…

No quiero morirme sin decirles estas palabras

Tengo fe en ustedes. Les he escrito hechos muy duros, durante largo tiempo no sabía si volverles a hablar de lo que está pasando en el mundo. El peligro en que nos encontramos todos los hombres, ricos y pobres.

Esto es lo que ellos no saben, los hombres del poder. No saben que sus hijos también están en esta pobre situación.

No podemos hundirnos en la depresión, porque es de alguna manera, un lujo que no pueden darse los padres de los chiquitos que se mueren de hambre. Y no es posible que nos encerremos cada vez con más seguridades en nuestros hogares.

Tenemos que abrirnos al mundo. No considerar que el desastre está afuera, sino que arde como una fogata en el propio comedor de nuestras casas. Es la vida y nuestra tierra las que están en peligro…

Si, muchachos, la vida del mundo hay que tomarla como la tarea propia y salir a defenderla. Es nuestra misión.

No cabe pensar que los gobiernos se van a ocupar. Los gobiernos han olvidado, casi podría decirse que en el mundo entero, que su fin es promover el bien común.

La solidaridad adquiere entonces un lugar decisivo en este mundo acéfalo que excluye a los diferentes. Cuando nos hagamos responsables del dolor del otro, nuestro compromiso nos dará un sentido que nos colocará por encima de la fatalidad de la historia.

Pero antes habremos de aceptar que hemos fracasado. De lo contrario volveremos a ser arrastrados por los profetas de la televisión, por los que buscan la salvación en la panacea del hiperdesarrollo. El consumo no es sustitutivo del paraíso…

Tengamos en consideración entonces las palabras de María Zambrano: "No se pasa de lo posible a lo real sino de lo imposible a lo verdadero". Muchas utopías han sido futuras realidades"…

Buscando respuestas (escrito en enero de 2013)

El desempleo y la pobreza están en alza, la pregunta es: ¿cuánto dolor puede soportar una sociedad antes de que haya tenido suficiente?

Las desigualdades en la distribución de la renta en los países desarrollados, durante la crisis financiera ¿resultan ser un "daño colateral" de la depresión, o un "proyecto inconfesado" de exclusión social?

He tratado de presentarles gráficos, cifras e informes (Parte I), dar vuelta el telescopio para mostrarles a las personas que están al otro lado del espejo de la socialización de las pérdidas (Parte II) y finalmente, el lado íntimo de la crisis, algunos dramas individuales y sueños estancados (Parte III), que sospechables "analistas" interpretan (con cinismo e insensibilidad) como "daños colaterales" de la depresión, y que yo considero (sin esperanza y sin miedo), la consecuencia directa de un "proyecto inconfesado" de exclusión social.

  • Una crisis sin fondo donde las víctimas de la pobreza se instalan en una normalidad quebradiza.

  • La pérdida de ingresos es el comienzo del dramático tobogán hacia la exclusión social (si faltan redes de apoyo, como la familia, todo conduce a la exclusión social).

  • El desapego de las clases dominantes (política y empresaria) ante la desigualdad de los ingresos. Un sistema de castas con una actitud de indiferencia ante la distribución del ingreso (la sociedad mala).

Por razones de edad (68 años) y por las experiencias vividas (primero en Argentina -el país "de los senderos que se bifurcan"- y en los últimos 25 años en España -un exilio voluntario, con la ilusión de brindar a mis hijas (y ahora, nietos) la posibilidad de vivir un proyecto europeo de social democracia, craso error-, reconozco que mi análisis puede resultar sesgado. Hasta, tal vez, cegado.

Un sesgo (tal vez, ceguera) provocado por haber sido educado en los valores y objetivos de la clase media. Una clase media que primero se extinguió -no sin dolor- en mi país de origen, y que ahora asisto -consternado- al intento de exterminio (con premeditación y alevosía) en varios países europeos.

Para referirme, con nostalgia, al "holocausto" de la clase media (y su impacto social y económico), y por aquello de la "argentinización" de la economía de los países, antes, avanzados, y actualmente, en "vías de subdesarrollo" (*), citaré parte del artículo escrito por Marcos Aguinis en el Diario La Nación (de Argentina), publicado el 22/6/12:

Partes: 1, 2, 3, 4, 5, 6, 7, 8, 9, 10, 11, 12, 13, 14
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