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Aprendizaje y educación. La solución de conflictos. La consumación de anhelos (página 5)




Enviado por Luis Humberto Russo



Partes: 1, 2, 3, 4, 5, 6

Porque los comportamientos fanáticos y otros más, intentan imponerse. El fanático no aprende para crear comportamiento, luego no admite participación en sus inconducentes comportamientos de aprendizaje. Generando inconducentes respuestas, tales como "Con vos no se puede hablar, dialogar, intercambiar opiniones, llamando fanáticos a todos los demás", "¿Por qué tanto odio hacia nosotros? Vos tenés tu opinión (fanatismo) y nosotros tenemos nuestra opinión (fanatismo) distinta" y así más, conduciéndose a comportamientos comunicacionales de todos contra todos, creando el fanático, el antifanático, el otro fanático y así otros más, inconducencia que consume innumerables posturas de sentimiento y acalorados comportamientos comunicacionales inconducentes, llegando al odio, la enemistad, la violencia, el entretenimiento y tantos otros evidentes comportamientos conflictivos que van desde los comportamientos comunicacionales hasta las guerras, y más.

Cabe distinguir que como los comportamientos se hacen sentir para su aprendizaje resulta "un juego nefastamente entretenido" sentir los comportamientos comunicacionales entre individuos e instituciones fanáticas y los individuos e instituciones coherentes con el proceso libertarios que intentan aprender y crear comportamiento comunicacionales al respecto, conformando así un ámbito de juego de comunicaciones de opiniones inconducentes. Si de niños se tratase, sería quizás un juego conducente, pero si de adultos se trata, manifiestan, por un lado, el desperdicio de la capacidad de creación de comportamientos comunicacionales, y por otro, la creación de comportamientos conducentes a conflictos de todo tipo, hasta los más violentos, destruyendo estados de sentimientos amigables entre personas, instituciones, sociedades y más.

Solo la constitución de la institución tripartita de la comunicación, la educación y la justicia expone la inconducencia de los comportamientos fanáticos, y más, a los propios fanáticos para evidenciarles, fuera de su fanatismo como los rige el insoslayable proceso libertario, luego la inconducencia del fanatismo se les manifiesta palmaria.

Un fanático no admite aprender para crear respecto de su fanatismo, pero un fanático puede aprende el insoslayable proceso libertario sobre comportamientos ajenos a su fanatismo, luego un fanático educado, coherentemente con el insoslayable proceso libertario, es el fanático el que construye el conocimiento concluyente de que el insoslayable proceso libertario rige para todas y cada una de las cosas, incluido su fanatismo que se le revela conflictivo con su aprendizaje, aprendiendo y solucionando su comportamiento fanático conflictivo, y así más.

No pueden evitar la exposición y consecuentes conclusiones de sus comportamientos en la educación coherentemente constituida con el insoslayable proceso libertario.

Nada ni nadie puede continuar comportándose inconducentemente cuando su comportamiento es expuesto en su propio aprendizaje hasta la construcción del conocimiento, aprende que su comportamiento fanático está contrariando a su propio conocimiento. Quien conoce el bien inevitablemente se comportará bien.

Solo la claridad de los ámbitos de aprendizaje de la institución educación coherentemente constituida con el insoslayable proceso libertario pueden evitar la maraña de comportamientos comunicacionales que se generan en los "medios de comunicación y comunicadores" donde los pro y anti-comportamientos finalidades se enredan en comportamientos (discusiones, y más) siempre inconducentes, incluso hasta violentos.

Contundentemente evidente, al recibir la comunicación del comportamiento conflictivo de él o los fanáticos, y asimismo de todo quien pretenda consumar un comportamiento resultado sin aprender, la educación como con todos los conflictos, lo aprende y crear en la sociedad de hombres coherentes con el insoslayable proceso libertario, la institución que con la iluminación de la educación aprenda hasta el conocimiento creando el comportamiento institucional que provea del proceso libertario para que el fanático, y todo quien anteponga el comportamiento resultante al secuencial e insoslayable proceso libertario del comportamiento de aprender hasta el conocimiento para crear comportamiento conducente a comportarse coherentemente con el proceso libertario en su insoslayable secuencia, realice su coherencia con el insoslayable proceso libertario.

Nada ni nadie puede evitar el insoslayable proceso libertario de comportarse permanentemente, como no puede nada ni nadie evitar aprender para conducir su comportamiento.

Nada ni nadie puede crear el comportamiento resultante para luego componer el comportamiento aprendizaje que lo justifique en su evaluación como conducente, sería existir por definición creada y consumada lo cual lo lleva al origen que lo explota en partes libres. Lo que sí puede es crear comportamientos comunicacionales inconducentes que lo sumergen en una maraña de conflictos comunicacionales que intentan justificar su comportamiento finalidad, sin aprender ni crear comportamiento conducente, consecuentemente va de comunicaciones conflictivas, pasando por descalificaciones de comportamientos que intentan participar de un aprendizaje que no comporta, hasta los comportamientos violentos, en evidente contradicción con el insoslayable proceso libertario.

Nada ni nadie puede pretenderse fuera del alcance del proceso libertario intentando crearse una finalidad estable independiente del aprendizaje, es sumirse en los más caóticos y complejos sufrimientos de la inconducencia.

Nada ni nadie puede comunicar una finalidad comportada para pretender que se aprenda para comportar esa finalidad, es explotado en partes y sumido en el sufrimiento de la inconducencia

Concluyentemente la institución comunicación se constituye con los comportamientos individuales e institucionales de una sociedad en el aspecto comunicacional de esos comportamientos. Comunican para el aprendizaje.

Así podríamos, por ejemplo, aprender que una postura estructurada de indagación sea individual o institucional (llamada investigación científica) constituye una pregunta que es, por ejemplo, una prueba de laboratorio donde se somete a una cosa A (en reducido ejemplo, digamos es una gota de agua) a un comportamiento incidente de otra cosa B (ejemplo, haz de luz) como indagación esperando que las cosas aprendan, creen y se comporten (reaccionen), para sentir circunscribir ese estado de sentimiento conformando postura y continuando hasta llegar al conocimiento elaborado de lo que la cosa comporta respecto de los comportamientos de indagación del laboratorio.

Luego, investigar es aprender, es someter a preguntas (pruebas, análisis y otras) a una cosa (naturaleza interviniente) para que la cosa aprenda, cree y se comporte supuestamente conducente, respecto del comportamiento pregunta (prueba, análisis y otras).

Concluyentemente un descubrimiento de un investigador es una creación de comportamiento de la cosa que el investigador indagaba.

Así como el proceso libertario rige a los hombres, rige a todas las cosas, incluido el hombre.

En este escrito hago referencia al hombre más que a las demás cosas, pero les caben todas las comunicaciones aquí referidas al hombre, con las obvias diferencias de lo que cada cosa es.

Así, en referencia a los hombres, los comportamientos individuales comunican para su aprendizaje lo que ese hombre es, igualmente los comportamientos institucionales comunican lo que esa institución es, siempre respecto de un comportamiento en creación del que aprende.

Cada comportamiento institucional, por su parte y concatenados entre sí, constituyen el comportamiento social, el que comunican a cada individuo, a cada institución y al universo qué cosa son y cómo se conducen los humanos, constituido en la institución humanidad.

Todos y cada uno se comunican para participar en el aprender de todos y cada uno.

De las comunicaciones, es decir, de los comportamientos de las cosas, surgen los contenidos del aprendizaje y, consiguientemente, los contenidos de la educación, la naturaleza a circunscribir en extensión y profundidad.

Nefastamente inconducente es tomar como contenidos de la educación a los comportamientos comunicacionales, como las opiniones y demás parcialidades de comportamientos integrales mencionadas con anterioridad. Estos inconducente contenidos conforman una maraña de conflictos de los que, al intentar solucionarlos, congruentemente aprendiendo más comportamientos comunicacionales como contenido educativo, es decir nuevas opiniones, se conforman enredos de marañas de comportamientos inconducentes multiplicando los conflictos.

Nota al paso: cabe señalar que las ciencias y demás, que suelen se considerados contenidos educativos, por propia definición son parciales al conocimiento integral, luego son opiniones de la realidad integral, y como comportamiento comunicacional de opiniones (de verdades relativas), no comportan contenido educativo conducente, consecuentemente generan conflictos en la institución educación.

Así pues, en las inconducentes instituciones educativas, se intenta, con el fraccionamiento de aprendizajes, de conocimientos, de ciencias y demás, y las comunicaciones de comunicaciones estructuradas de objetos, métodos, operaciones elementos y más, mantener una relación dividida dentro y como partes independientes de una inconducente institución educativa.

Concluyentemente solo se alcanza el conocimiento aprendiendo la comunicación del comportamiento de las cosas, no la opinión de alguien (individuo o institución, prueba, análisis, y así otras) como comportamiento comunicacional respecto de esa cosa. Así pues la comunicación es una parte institucional del proceso libertario de aprender crear y comunicar comportándose conducentemente para aprender la incidencia

y continuar aprendiendo creando y comunicando comportándose conducentemente.

En otras palabras el hombre solo puede comunicar comportamiento integral que lo manifiesta como tal.

Asimismo, el hombre debe comportarse para aprender y solo puede aprender comportamientos respecto de un comportamiento.

Igualmente solo puede evaluar la incidencia de un comportamiento en la circunscripción de comportamientos con los que se comunica.

Así pues constituir la institución comunicación es constituirse para conducir la comunicación de todos y cada uno de los comportamientos institucionales, inicialmente los necesarios para aprender (constituir la educación) y evaluar (constituir la justicia).

Consecuentemente, considerando solo para el hombre y la sociedad:

Comunicación individual es el comportamiento individual del hombre que establece aprendizaje con otro u otros hombres como parte del proceso libertario individual de aprender para crear y comportarse conducentemente respecto de otros comportamientos individuales o institucionales.

Y comunicación institucional es constituirse para crear el ámbito donde aprender y crear comportamientos institucionales que refieran la comunicación de otros comportamientos para la participación en el aprendizaje de todos, es decir, que intriguen la curiosidad del hombre y las instituciones respecto de comportamientos individuales e institucionales tanto de conflictos como de anhelos.

En otras palabras:

La comunicación individual es usufructuar la institución individuo para comportarse comunicacionalmente para participar del aprendizaje de otro u otros que están comportándose para aprender respecto de otros comportamientos de otras cosas.

La comunicación de una cosa es su comportamiento integral de la cosa que se hace sentir.

Ahora bien, se la siente en extensión y profundidad dependiente del comportamiento en creación del que aprende, así el que aprende, si varia su comportamiento, varía su sentir respecto del comportamiento de la cosa, por aprenderlo en otra profundidad y extensión, y así recíprocamente.

Es por ello que los hombres, respecto de una misma cosa, sienten diferente entre ellos o igual, y además siente cada uno diferente según para qué comportamiento en creación la aprendan.

Así la cosa parece ser cambiante, pero contundentemente el comportamiento de la cosa es integral, lo que varían son los aprendizajes.

Ergo, varían las circunscripciones de sentimiento del que aprende respecto de sus variables comportamiento en creación.

Así comunican las cosas con sus comportamientos integrales de cada una, pudiéndose aprender la comunicación de una cosa para comportar una razón, opinión o conocimiento de la cosa, lo cual sería un comportamiento comunicacional respecto del comportamiento que es la comunicación integral de la cosa sobre la cual se puede crear una comunicación.

Concluyentemente, no se trata de realidad o irrealidad, de verdad o ilusión, de objetivo o subjetivo, y así otras similares más, se trata, diluyendo todos los conflictos misteriosos de la existencia de las cosas, del insoslayable proceso libertario que rige a todas las cosas, constituyendo la libertad de cada cosa en la libertad de todas las cosas de aprender, crear y comunicar conducentemente para protagonizar y pertenecer al reino de la libertad.

Por ejemplo, y circunscribiéndome al proceso de los hombres en sus comportamiento individual e institucional, hablar de las cosas, es una comunicación de lo único que se puede comunicar, los comportamientos.

Consecuentemente para comunicar el comportamiento de una cosa, el hombre lo hace con el comportamiento comunicacional.

Así una cosa (hombre) comunica el comportamiento que le comunicó una cosa cuando se comportó respecto de un comportamiento en creación del hombre que la aprendió y ahora la comunica para participar del aprendizaje de otro hombre que aprende respecto de un comportamiento que él está creando.

Así, por ejemplo, frente a un comportamiento "un joven se fue de su casa y no aparece", cuando un periodista pregunta para aprender respecto del comportamiento "buscar un título" para su comportamiento de escribir su editorial de mañana, y es distinto de otro que intenta aprender preguntando respecto del comportamiento para cerrar la nota porque no le queda tiempo en el programa, y es distinto el indagar, para el aprender de un padre, que al mismo comportamiento le pregunta para saber dónde está su hijo respecto del comportamiento ir buscarlo.

El comportamiento "el joven se fue de la casa y no aparece" comunica con su comportamiento la realidad; los aprendizajes son distintos y surgirán diversos comportamientos comunicacionales, opiniones.

Aprenderlo para crear el comportamiento conducente al bienestar general es aprenderlo respecto de comunicarlo a uno de los ámbitos de aprendizaje de la red de ámbitos como comportamiento conflictivo para que sea aprendido con precisión y detalles en la justicia para comunicarlo para su aprendizaje en la educación donde se crearán el o los comportamientos solución del conflicto.

Comportarse comunicacionalmente es el comportamiento del hombre que comunica lo que comunica una cosa cuando se comporta.

La comunicación institucional es constituirse en institución para crear comportamientos que permitan aprender los comportamientos de las cosas, no las opiniones de los comportamientos de las cosas.

Contundentemente evidente es que la sociedad requiere necesariamente constituir una institución comunicación, integrada con la educación y la justicia, que comunique para el aprendizaje con precisión y detalles el comportamiento de las cosas, que son la comunicación de la cosa para su aprendizaje, evitando la maraña de comunicaciones comunicacionales de opiniones, y de opiniones sobre opiniones y así más, del comportamiento de la cosa.

Las cosas comunican con su comportamiento lo que son, la institución comunicación debe comunicar ese comportamiento respecto del comportamiento de todas las cosas, entre ellas, respecto del comportamiento de todos y cada hombre para poder participar en el aprendizaje de la cosa.

Consecuentemente el comportamiento institucional coherente con el insoslayable proceso libertario es consumador de lo que algunos llaman "comunicación objetiva" "información fáctica" y así otras, constituyéndose en la institución que se comporta para tales fines.

Así pues se aprenden los comportamientos de las cosas que son los que comunican. Evidentemente surge que podemos tener comunicaciones de esos comportamientos,

es decir, opiniones, es decir un comportamiento comunicacional del comportamiento de una cosa, y estas opiniones pueden ser acumulativas, dispersivas, seriadas y tantas otras variantes.

Por consiguiente, a partir de una comunicación por el comportamiento de una cosa, un hombre comunica ese comportamiento como su opinión (comportamiento que comunica como lo aprendió el hombre que comunica lo que aprendió de la cosa que se comportó), pero a su vez esa opinión que puede ser aprendida y también opinada, por lo tanto, comunicada como opinión de la opinión. Así, respecto de la cosa que comunica con su comportamiento, se puede observar, como cosa de aprendizaje, la opinión de la opinión de la opinión, y así una gran cadena de opiniones de un comportamiento de una cosa, para lo cual la justicia y la comunicación institucionalizadas en sus ámbitos proveen con precisión y detalle separando las opiniones del comportamiento de la cosa como comunicación para su aprendizaje en la institución educativa.

Por lo que la comunicación puede ser el comportamiento opinión de una cosa cuando es del comportamiento o partes del comportamiento de una cosa respecto del comportamiento del que comunica.

O comportamiento construcción de la estructura de conocimiento de una cosa, cuando es del comportamiento integral de una cosa respecto del comportamiento para el bienestar general. Es comunicar el comportamiento para su aprendizaje respecto del comportamiento para el bien de todos, que, por esencia del proceso libertario en todos y cada hombre, "la gente y el sentido común" evidencian.

Es comportarse (individual o institucionalmente) para comunicar lo que comunican las cosas con sus comportamientos.

Así, el que comunica puede comportarse componiendo una opinión o un conocimiento elaborado. Ambos solo participan del proceso de aprendizaje dentro del proceso libertario que los rige.

Todo por lo cual la institución comunicación, coherentemente constituida con el insoslayable proceso libertario, es una parte institucional de la institución educación y de la institución justicia.

Consecuentemente:

Del único, insoslayable e omnipotente proceso libertario que somete, crea y rige a todas las cosas, cual es el de aprender para crear y comunicar comportamiento conducentemente, emergen tres partes: considerándolas desde lo individual, comportarse para aprender para crear, comportarse para comunicar para el aprendizaje, y comportarse para evaluar para comunicar con precisión y detalle para aprender, y continuar aprendiendo. Y en lo institucional esa tres partes son: educación comportamiento institucional para aprender a aprender individual e institucionalmente, aprendiendo para crear y sostener los ámbitos educacionales de toda la red de ámbitos; comunicación comportamientos comunicacionales, opiniones y razones de las cosas que se comportan hasta la comunicación de la construcción del conocimiento de lo que la cosa es, para participar en los ámbitos educacionales; y justicia comportamientos que juzgan, detallan y precisan los comportamientos en conflictos y los carentes de conflictos, para participar en los ámbitos educacionales.

Claramente se aprende que los llamados medios de comunicación y demás cosas comunicacionales solo podrán ser parte de la institución comunicación de la sociedad si se comportan, en los ámbitos de aprendizaje, para el aprendizaje que comunican los comportamiento a los que hacen referencias.

Comunicación de un hombre o institución es todo comportamiento que participe del aprendizaje de otro hombre o institución respecto de un comportamiento de una cosa (incluso el hombre) individual o institucional acaecido o por acaecer.

Lo nefasto de la comunicación es utilizar el proceso libertario para la comunicación inconducente donde el hombre, individual o en grupo, se comporta comunicacionalmente indagando con enmarañadas cadenas de opinión, dictámenes, órdenes, preguntas, y más, para comunicar de la cosa lo que la cosa nunca comportó o ni está en proceso de crear como comportamiento.

Con la intención de evidenciar cómo el juego de opiniones mezclado con preguntas comunican comunicaciones de comunicaciones, por ejemplo, preguntar: "Sra., ¿Ud., como protagonista de muchos noviazgos con intimidad (opinión del que pregunta), sabe quién es el padre de su actual embarazo?, ¿podría ser su actual pareja?", y quizás, sin esperar respuesta comportar opinión: "¡No nos negó que esté embarazada y tiene dudas de quién es el padre! Pero aquí llega el esposo: Sr., ¿Ud. está tramitando el divorcio por el adulterio de su esposa?". Y, sin esperar respuesta, continuar: "No nos quieren responder, evidentemente algo perturbados por las revelaciones de nuestra investigación, pero estamos a la espera de que salga la hija del primer matrimonio de ella, para preguntarle qué opina. Aquí llega, por favor, una pregunta: La gente dice que tu madre estaría muy deprimida por el divorcio y, además, por el pedido de ADN del marido de tu mamá, ¿vos sospechás de que tu madre se pueda suicidar como, según dicen, lo intentó tu abuela?". Y titular una comunicación "¡Cantante embaraza habría intentado suicidarse frente a la hija de su primer matrimonio porque el actual marido descubrió su adulterio!". Es obvio lo inconducente de esta comunicación, aun cuando al educado inconducentemente pueda resultarle un juego entretenido escuchar al "comunicador" e intentar participar opinando, enmarañando comportamiento de las cosas (realidad) con comportamientos comunicacionales de encadenadas opiniones con preguntas (ficción), comportamientos de la cosa con comportamientos comunicacionales creados para comunicar opiniones que se hacen sentir, pero anulando nefastamente todo aprendizaje.

En otro orden y como otro ejemplo de la misma maraña, preguntarle al presidente de la asociación de bancos: "Se dice que los bancos no están en condiciones de

devolverles los depósitos a los ahorristas. ¿Ud. estaría pensando en renunciar para eludir su responsabilidad frente a sus clientes?", "La gente opina que Uds. están vaciando de capital a la empresa aprovechándose de los tenedores de acciones de la empresa. ¿No temen una corrida de venta masiva que haga caer el valor de sus acciones?", o "Sr. Investigador, Ud. se niega a informarnos, pero la gente quiere saber, ¿dígame al menos dónde van a realizar los próximos allanamientos y qué esperan encontrar?".

Y así muchas más, que abarcan todo tipos de cuestiones sean económicas, políticas, sociales, individuales y todas las otras. Así la mezcla de opiniones con preguntas que no son preguntas para aprender, sino para crear comportamientos comunicacionales de opiniones o simple razones inconducentes, crean una marañas de comportamientos comunicacionales de las que surgen aún más marañas de comportamientos respecto de opiniones de opiniones, instaurando una masa conflictiva nefasta para la constitución de una institución comunicación coherente con el proceso libertario conducente a crear y sostener el bienestar general. Es como jugar al carnaval perforando el casco, hundiendo el barco lejos de la costa y apartando toda ayuda.

Y así más enredos inconducentes, que crean estados de sentimientos en las fantasías inconducentes del que las aprende como cosa que sucede o sucederá solo para sumirse en el juego de un recorrido de estados de sentimientos que resultan vicios comunicacionales inconducentes, que hacen del "chismerío" y de las comunicaciones potenciales (podría, parecería, la gente se pregunta, quiere saber, dicen, y más) un entretenimiento inconducente de juegos, útiles para los iniciales aprendizajes de los niños, pero comportados por adultos a los que "se les va la vida" inconducentemente, sufriendo conflictos y frustrando anhelos, sin el goce de aprender para crear las soluciones y consumaciones respectivas.

Todo por lo cual se evidencia la necesaria educación coherente con el proceso libertario surgiendo el requerimiento de la igualmente necesaria institución comunicación coherente con el proceso libertario para aprender las comunicaciones de las cosas, la que obviamente debe aprender para crear comportamiento comunicacional para el aprender el comportamiento de las cosas, respecto del comportamiento del que aprende.

Evidentemente la constitución coherente con el insoslayable proceso libertario de la institución comunicación, concatenada con la institución educación y la institución justicia como núcleo de una red de ámbitos, es palmariamente mucho más "divertida que el chismerío" y fundamentalmente gozosamente beneficiosa para el deleite individual e institucional del aprender y crear comportamientos para el bienestar de todos y cada uno.

Claramente para la "diversión de todos jugando fútbol" es más eficiente un "partido de fútbol" donde, en un espacio demarcado y normalizado, el público se comporta como público, los 11 jugadores de un equipo se comportan como jugadores de un equipo, al igual los del otro equipo, asimismo árbitros y demás, todos en conjunto armónico comportan el partido de fútbol, disfrutando de las jugadas y demás comportamientos creativos para goce de todos y cada uno, que inconducentemente dejar entrar en un terreno a varias personas con varias pelotas para que sin ningún aprendizaje para crear el comportamiento del evento que van a comportar entre todos, se comportan intentando gozar del fútbol, quizás resulte entretenido, pero es indudablemente inconducente y esto se evidenciará tarde o temprano en la maraña de conflictos que se generan, los que quizás aún continúen siendo escasamente divertido, pero mezclados con crecientes sufrimientos y demandas de orden, justicia, entre otros evidentes requerimientos de usufructuar el proceso libertario para aprender para crear comportamiento conducentes, en este caso, para la "diversión de todos jugando fútbol".

Cabe mencionar que, así como se comporta inconducentemente en el ejemplo, indagando con opinión creando comportamiento comunicacional que comunica por sí mismo y no respecto de las cosas que se comportan, componiendo una maraña de comportamientos comunicacionales que inciden en los comportamientos de las cosas, con igual o peor proceso sucede con otras cuestiones como la política, la económica, la salud, la justicia, las amistades, las familias, y más, donde a las preguntas con opinión y las opiniones con preguntas se les suman las opiniones con órdenes y más, por ejemplo: "Ud. vino con prepotencia (opinión) ahora se sienta y espera (orden) porque la voy a atender última (sentencia de comportamiento de ambos), en esta sala de este hospital se hace lo que yo digo (individuo con pretensiones de institución)", y así otros, todos comportamientos comunicacionales que hacen referencia a comportamientos de cosas que son opiniones, órdenes y demás que, entre otras, intentan crear comportamientos comportados donde no los hubo, y comportamientos a comportar que quizás nunca se comportarán, intentan componer opiniones de quienes no opinan, y solicitan preguntar para opinar con la pregunta y demás inconducencias comunicacionales.

"Atención, los grandes operadores están comprando acciones de la empresa tal, opino que deberíamos nosotros también comprar, claro que si aprovechamos que todos opinan que hay que comprar podemos vender y comprar acciones de la empresa tal-1 que están baratas y se dice que van a subir según tome medidas el gobierno, aunque algunos opinan que las que van a subir más son las de la empresa tal-3", y así sigue, este es un ejemplo que solo llama a la imaginación o las evidencias de la maraña de opiniones en la cuestión financiera, económica y otras, y así concluir que hay que estar atentos a las opiniones de algunos y a las opiniones equivocadas de otros para, por opinión propia o de varios, crear un comportamiento ungiendo a "conocedores" como un gran "operador financiero, sabe cuándo y cuáles comprar, yo sigo sus opiniones" y al mismo tiempo el gran "operador financiero" puede resultar un gran fracaso y a veces estafador según la opinión de algunos otros, o aquí llega Silvia de la que se dice que está embarazada, "Silvi, una pregunta, ¿a tu hijo lo vas tener por cesárea o parto natural?". "No tengo pareja, no estoy embarazada". "¿Le tenés miedo a la cesárea? ¿No sabés quién es el padre? Bueno, no nos responde, prefiere esconderse, pero no nos dijo quién es el padre, o no quiere o lo más seguro es que no sabe, y se dice que son muchos con los que estuvo últimamente y todos son candidatos a ser el padre, entre ellos José, vamos a buscarlo para preguntarle qué nombre le quiere poner al hijo que va a tener con Silvia. Y ¿qué opinará la madre de José, que sabemos que está enemistada con la madre de Silvia?". Y así más. No importa cuál fue el suceso, el comportamiento comunicacional comunica todo para un aprendizaje inconducente, en algunos casos para algunos inconducentes individuos resulta nefastamente "entretenido", pero la incoherencia con el proceso libertario lo sumerge en sufrimiento, insatisfacción y desecho.

Es el patear la pelota sin arco ni rivales y gritar gol como si lo fuera, es saltar de un décimo piso para disfrutar del aire fresco en la caída, es jugar con el agua que entra por el piso de la canoa por el agujero que le hicimos, es crear comportamientos comunicacionales de comportamientos inventados de personas para hacerlas parecer que así se comportaron y continuar con las comunicaciones de enojo, desmentidas, opiniones y más que se generan, y cuando dejan de generarlos, comenzar con otro inconducente invento, y así más. En resumen, es crear comportamientos comunicacionales inconducentes por incoherentes con el proceso libertario, para la inconducente creación de nefastos "divertidos" comportamientos conducentes al sufrimiento, la angustia insatisfacción y desecho.

De esta manera de comportarse comunicacionalmente se va componiendo y sosteniendo un contexto inconducente de comportamientos comunicacionales, que son los que principalmente sumergen al hombre en la inconducencia de aprender esa maraña de comportamientos comunicacionales como la naturaleza interviniente de las cosas (nefasta confusión), respecto de la cual debe crear y comunicar, sumiéndose en la inconducencia respecto de los comportamientos entre personas, que en algunos casos se extienden a los comportamiento de las demás cosas. Llegando a componer seudos conjuntos enredados de comportamientos comunicacionales donde individual e institucionalmente la jerarquizan como profesiones, ciencias, creencias, entretenimiento, verdades ocultas, investigaciones y demás como inconducente comportamientos de estudio, investigación y otras para la emisión de opiniones e indagación abarcando todo lo que sea conflicto y creando toda clase de conflictos. Es más, creando, por necesidad inconducente, el conflicto para justificar su existencia inconducente.

Pero lo más funesto es que enmaraña y distorsiona hasta el impedimento del usufructo de la institución comunicación para que, necesaria y coherentemente con el insoslayable proceso libertario, aprenda, cree y comporte la comunicación para el aprendizaje.

Así como escuetos ejemplos una ciencia podría jugar al proceso libertario comportando opiniones que preguntan opiniones sobre naturaleza interviniente definida: cuál le conviene más, si el elemento A (por ejemplo, una moneda, un numero o un valor) que siendo igual a B, según la opinión de zzh, se lo ofrecen a elegir entre otros elementos como el C, que es una copia exacta del J, que opinan algunos es igual al B, y así a esto llamarlo economía o sistema económico o sistema de salud, o ciencia tal, y así más cosas y comportamientos según la opinión de otros y utilizando las parciales opiniones de comportamiento de las cosas.

Igualmente podría proponérsele que se entere qué opina Juana de lo que opinó Raquel de la foto del novio de Margarita con Susana subiendo a un auto que muchos opinan estaba en un albergue transitorio, entérese y opine si deben separarse, y así otros entretenidos inconducentes comportamientos comunicacionales de comportamientos de naturaleza interviniente supuesta como definida por y para opinión que componen una maraña de comportamientos conflictivos como naturaleza interviniente a aprender para comportarse.

Llegando a conformar inconducentes instituciones de todo tipo y jerarquías opinables, hasta alcanzar nefastamente las nominadas justicia, comunicación (medios de comunicación) y educación, en la cual nefastamente los contenidos educativos estructurados para promover y otorgar títulos habilitantes para un legal desempeño por aprender opiniones de opiniones y opinar coincidentemente con los integrantes de la mesa examinadora de la educación o mencionar como prueba de conocimientos una gran variedad de opiniones populares, famosas, publicadas, premiadas, jerarquizadas, que incluyan las coincidentes opiniones de la mesa examinadora.

Así la educación confunde opinión con conocimiento y mezcla contenidos conducentes con contenidos inconducentes lo cual, frente al proceso libertario, comporta a la nominada educación como una opinión y no como una institución coherentemente conducente de la sociedad.

Así, casi todos concluyen que el problema de fondo es educativo, pero como la educación es lenta, por el momento, en lo inmediato, y como paliativo, habrá que hacer algo que no es precisamente educación, consecuentemente se intenta "tomar medidas" que son comportamientos individuales e institucionales inconducentes creados por una u otra opinión de la maraña de inconducentes opiniones, sumiendo a la educación en un estado inconducente, donde lo más concreto es la asistencia de alumnos y docentes, unos para recibir notas y los otros para percibir salarios, lo demás está en constante opinión inconducente, al igual que en la justicia, así la institución comunicación es inconducente. Contundentemente claro y evidente es que si la solución es la educación y no se puede aplicar porque no da el resultado educativo de solucionar conflictos y consumar

anhelos, luego es que la educación que se quiere aplicar no es educación.

Nada ni nadie puede ser más rápido y más eficiente que la educación constituida coherentemente con el insoslayable proceso libertario.

Manifestarse en los "medios de comunicación" y otros (cortes de calles y demás) por la solución de conflictos y consumación de anhelos, sin aprender hasta construir el conocimiento que hace evidente las creaciones de soluciones y consumación de anhelos es la más clara y notaria evidencia de la necesidad de constituir una institución comunicación que comunique los comportamientos de las cosas, para aprenderlos, concatenándose con una institución justicia que comunique con precisión y detalles los comportamientos conflictivos para aprenderlos y una institución educación que los aprenda hasta construir conocimiento para crear soluciones y consumar anhelos. Para que las tres instituciones constituidas como núcleo de una red de ámbitos de aprendizaje para proveer y proveerse de todos los hombre y de todas las instituciones, para crear los comportamientos que solucionen conflictos y consuman anhelos, constituyendo y sosteniendo el dichoso bienestar general que es el gozar de la diversión única e integral al hombre cual es la de aprender (sentir los comportamientos de las cosas) para crear comportamientos sin conflictos (que se hacen sentir para su aprendizaje).

Solo basta aplicar el proceso libertario de aprender para crear y comunicar para distinguir las comunicaciones inconducentes de las conducentes y luego la solución es obvia, es crear la institución comunicación concatenada con la educación y la justicia para aprender a distinguir entre comportamiento comunicacional del comportamiento de una cosa que participa del aprendizaje del que está aprendiendo (interrogando), tanto en lo individual como en lo institucional.

Detalle al paso. No esperes que otros pregunten por ti, sobre la naturaleza interviniente que te hará interesarte para conocer la opinión de otros sobre lo que no tienes curiosidad. En otras palabras, no pierdas tiempo siguiendo comunicaciones de chismería inconducentes, con las que quizás sientas un aparente y efímero entretenimiento, incluso científicamente, hasta que se agote, y la inconducencia, la angustia y el sufrimiento, te hagan buscar una práctica de usufructo de aprender para crear que no tendrás y que te hará más dificultoso aprender y desarrollarte en ella. No te sometas al desperdicio que otro te diga lo que te es interesante aprender de las opiniones para someter tu comportamientos al de espectador de opiniones inconducentemente en la vida de todos los que se agrupan para comportarlo como comunicación, mientras te aquejan conflictos y te surgen anhelos sobre los que no aprendes curiosamente ni creas conducentemente. Haz, pues, tus propias preguntas, disfruta de la conducción del aprender para crear tu estructura de indagación conduciendo tu curiosidad, emanada de tu creación de comportamiento para aprender para crear y comunicar tu comportamiento incidiendo en la naturaleza interviniente aprendida, e igualmente participa del aprendizaje de tu prójimo y permite participar a tu prójimo de tu aprendizaje constituyéndote en sociedad para disfrutar de la conducción institucional de aprender institucionalmente conduciendo la curiosidad del aprendizaje institucional para la creación y comunicación del comportamiento institucional para solucionar conflictos consumar anhelos y construir y sostener el bienestar general, para tu regocijo, el de tu prójimo, el de la sociedad y el de todas las cosas.

Construye tu comunicación individual coherente con el insoslayable proceso libertario para participar, como protagonista coherente, de la constitución y sostenimiento de la institución comunicación que coherente con el insoslayable proceso libertario consuma el comportamiento institucional de la institución comunicación de proveerse y proveer comunicación del comportamiento de todas las cosas para el aprendizaje, dejando los juegos, entretenimientos y otros como comportamientos ajenos a la institución comunicación que integrada a las instituciones educación y justicia soluciona conflictos y consuman anhelos, construyendo y sosteniendo el bienestar general. No se trata de cambiar o quitar las actuales comunicaciones, medios y demás, se trata de crear lo que no se está comportando, crear la institución comunicación coherente con el insoslayable proceso libertario.

Funcionamiento de la institución comunicación

La institución educación tiene como finalidad proveer para que el hombre aprenda a aprender a usufructuar el proceso libertario que lo somete, para aprender los comportamientos conflictivos y anhelados del perfil del egresado para crear y comportar soluciones y concreciones de anhelos, donde aprender es parte del proceso libertario.

Cuando una cosa (hombre incluido) se comporta, se comunica, es decir, se hace sentir para su aprendizaje, pues se comunica como parte del proceso de aprendizaje de otro individuo, institución o cosa, que la está aprendiendo respecto de un comportamiento en creación del que aprende. Todo concatenado por los comportamientos y sus circunscripciones de naturaleza interviniente como partes del insoslayable proceso libertario.

Así los comportamientos son incidencias del proceso libertario y a su vez son la comunicación de esas incidencias para el aprendizaje, así pues se aprende y comunica integral, sistemática y permanentemente en el proceso libertario.

Una cosa comunica cuando se comporta haciéndose sentir en el hombre, concluyentemente la comunicación de una cosa es sentirla respecto de un comportamiento en creación del que aprende que también se hace sentir.

No se trata de sentirla con los sentidos, sino de sentirla en su comportamiento al que el hombre puede incidirle con sus comportamientos y así siente evidentemente inevitable una cosa o se siente que la conoce y se pueden crear comportamientos con su conocidos comportamientos o se siente que no se siente como se comporta y se puede crear estructura de indagación (preguntas).

Evidentemente, y en todos los casos, siempre, una cosa se siente. Se siente por haber construido conocimiento de su comportamiento respecto de los comportamientos con los cuales incidir, o sintiendo la curiosidad que lo lleva construir la estructura de indagación para preguntar cómo se comporta y construir el sentido conocimiento de la cosa.

Palmario es que a cada cosa le corresponde una postura de sentido conocimiento o de sentida curiosidad. Ejemplos "eso me repugna", "me encantaría tener una igual", "no sé para qué sirve, pero por las dudas preguntaría si muerde", y así a cada cosa que imaginemos, veamos, o nos comuniquemos, nos hace sentir conocimiento o preguntas que resultan siempre posturas de estructuras de conocimiento o de indagación. Cabe considerar la indiferencia, pero en ese caso no hay comunicación, no siento nada respecto de lo que no sé que existe, pues para mí no se comporta (diferente de ignorarla, allí la cosa se comporta, se hace sentir dolorosa y angustiante, por lo que deliberadamente rechazo su aprendizaje, como todas las cosas conflictivas requiere aprendizaje).

Cuando el hombre, con lo que siente de una cosa, lo hace referente a un comportamiento en creación y así la circunscribe como opinión, razón o conocimiento, entonces aprende.

Concluyentemente el hombre en usufructo del proceso libertario siente el comportamiento de una cosa como comunicación, y como aprendizaje circunscribe ese sentir (esa comunicación) construyendo indagación, opinión, razón y conocimiento de la cosa.

Así es la concatenación del comunicar y el aprender, congruentemente, así es la concatenación de la institución comunicación y la institución educación.

No se puede aprender sin la comunicación de una cosa y no se puede comunicar sin que se aprenda.

Luego, contundentemente la comunicación es para el aprendizaje, ergo, el comportamiento comunicacional (la opinión de alguien) es para participar del aprendizaje de otro que esta aprendiendo la cosa que se comporta y comunica respecto de un comportamiento del que aprende.

La institución comunicación se constituye sistemáticamente en el proceso libertario, cada cosa que se comporta comunica su existencia, en el aprendizaje los comportamientos pueden circunscribir naturaleza interviniente (aprender) con comportamientos comunicacionales provenientes de individuos o instituciones que se comportan referenciando la cosa y su comportamiento a aprender.

Lo puede hacer con opinión, que es un comportamiento comunicacional que refiere el comportamiento de una cosa respecto del que crea la comunicación.

Esencial y conducentemente lo puede hacer con conocimiento elaborado, que es el comportamiento comunicacional que refiere el comportamiento de la cosa sobre la naturaleza intervenida de la cual no surge ningún conflicto, ergo, consume un anhelo o sostiene (ratifica) el comportamiento anhelado, es para participar en los ámbitos de aprendizaje de la institución educación para la creación de comportamientos conducentes al bienestar general.

Concluyente y esencialmente, la institución comunicación coherente con el insoslayable proceso libertario, se integra a la institución educación a la institución justicia y por red de ámbitos a todas las instituciones de la sociedad para comunicar (fluyendo en la red de ámbitos) hasta alcanzar la comunicación de las conocimientos estructurados por participar en los ámbitos de aprendizaje para crear comportamientos conducentes al bienestar general. Todo otro comportamiento, aunque se denomine comunicación, es cosa en sí misma distinta de la institución comunicación coherente con el insoslayable proceso libertario.

Consecuentemente el comportamiento para sentir y construir desde la opinión propia hasta la construcción de la estructura de conocimiento es el comportamiento estructurado de indagación, la pregunta a la cosa y al que opina o tiene conocimiento elaborado del comportamiento de la cosa.

Comportamiento de indagación, esencia de la institución comunicación, que debe fluir en la red de ámbitos hasta construir el conocimiento de la cosa a aprender para crear comportamiento que solucione conflicto o consuma anhelo, construyendo y sosteniendo el bienestar general.

La institución comunicación se constituye para aprender, hasta alcanzar el conocimiento de indagación para crear la estructura de indagación y comportarse comunicacionalmente, sea opinión o conocimiento elaborado, hasta la construcción del conocimiento de la cosa para aprenderlo y crear conducentemente.

Consecuentemente, la institución comunicación detecta, de toda la naturaleza de todas las cosas claramente con su opinión o conocimientos elaborados, los requerimientos de aprendizaje respecto de las cosas, que pueden o no estar en conflicto como las que no, o si, se están concretando en anhelos.

La institución comunicación es pues la integradora de la comunicación de todas las cosas, para la atención de la educación en la ratificación de comportamientos conducentes y en el llamado para la atención, indagación y consecuente aprendizaje con justicia y educación para la solución de conflictos.

Distinguiendo y precisando en los ámbitos institucionales de la comunicación, el aprendizaje para crear comportamiento comunicacional de opinión del aprendizaje para crear comportamiento comunicacional de conocimiento, para que ambos comportamientos, opinión y conocimiento elaborado, sean comunicados institucionalmente por la red de ámbitos para su participación en el aprendizaje de los ámbitos institucionales de la justicia y la educación, y consiguientemente en todas las demás instituciones.

La comunicación es una institución proveedora del comportamiento de atención, curiosidad e indagación, por exploración libre del comportamiento de todas las cosas, donde la opinión respecto de una cosa provoca en los ámbitos de la educación las preguntas que conducen a incorporarlas como comportamientos, contenidos de aprendizaje, y los conocimientos elaborados como comportamientos conducentes reconocidos socialmente, como igualmente contenidos del aprendizaje.

Así pues la comunicación es un comportamiento que provee al aprendizaje para crear y conducirse al respecto de lo que comunica.

Es decir, comunicación es comportarse para referenciar un comportamiento y su naturaleza interviniente; si lo hace respecto de un comportamiento del que comunica, es opinión; si lo hace respecto de la naturaleza intervenida por el comportamiento, es conocimiento del comportamiento de la cosa. Comportarse diferente a eso no es comunicación, es un comportamiento que comunica por sí mismo lo que esa cosa es, por ejemplo, hablar, sonidos, cuento, discurso y así otras cosas.

Para distinguir: el discurso, como comportamiento, comunica cuando dice cuál comportamiento sobre cuál naturaleza interviniente le hizo sentir al que habla tal cosa, así comunica opinión. Asimismo, el discurso (como comportamiento comunicacional puede decir cuál comportamiento compuso tal naturaleza interviniente como cosa intervenida con o sin conflicto) comunica la conducencia o inconducencia del comportamiento de la cosa. Ssiempre el discurso comporta un comportamiento comunicacional si comunica para el aprendizaje en la red de ámbitos institucionales. Evidente e insoslayablemente el discurso debe someterse inevitablemente a las preguntas y repreguntas del que aprende de no hacerlo, es cosa discurso, inconducente en lo comunicacional e incoherente con el proceso libertario, consecuentemente "entretenimiento inconducente" o conflicto.

En todos los casos el discurso debe decir qué comportamientos de la cosa son para aprender de lo que aprendió el que habla. De no comunicar para participar del aprendizaje del que esta aprendiendo, el discurso como comportamiento comunicacional es un conjunto de sonidos emitidos con mayor o menor gracia, no es comunicación de una cosa, es una cosa que comunica lo que comportan los sonidos de su discurso, aun cuando refiera en palabras a comportamientos imaginarios que pudieran suceder o no.

"No sé lo que dijo, pero qué bonito que lo dijo" es discurso cosa, sin comunicación de otra cosa, aun cuando hable de cosas que pudieran suceder.

"Nadie le preguntó nada, pero escuchemos, siempre resultan entretenidos sus discursos, sus espectáculos", y así otras inconducencias, nadie aprende más allá que sentir el placer, o no, de aprender el discurso, el espectáculo como cosa que se comporta inconducentemente para el aprendizaje de la cosa.

"Le pregunté a qué hora cierran y no ha parado de hablar, dijo algo que no se quién es corrupto y otras cosas más, pero todavía no sé (no aprendió) a qué hora cierran".

El comportamiento comunicacional debe servir para el aprendizaje del que indaga respecto de otro comportamiento (cosa), si no, no es comunicación de otro comportamiento, es solo comportamiento que comunica lo que es y como tal es comunicado, aprendido y juzgado.

El comportamiento comunicacional solo puede hacer referencia a un comportamiento dentro de su naturaleza interviniente, lo incompleto de ello lo hace otro comportamiento, ergo, otra cosa.

El comportamiento comunicacional es todo comportamiento que comunica de otro comportamiento, y además de sí mismo.

Todos los comportamientos comunican. Los comportamientos de la institución comunicación comunican lo que otros comportamientos comunican cuando se comportan.

Es decir cuando un comportamiento referencia a otro comportamiento inserto en su naturaleza interviniente es un comportamiento comunicacional.

Una persona, prueba, análisis y otras, realiza un comportamiento comunicacional cuando posibilita que otra persona pueda aprender respecto de una cosa y su comportamiento.

Solo un comportamiento es comunicacional cuando el comportamiento comunicacional participa del aprendizaje del otro respecto de la cosa que se comunica y no respecto del comportamiento comunicacional.

En un discurso, lo comunicacional es lo que se puede aprender de él respecto de las cosas que comunica.

El discurso en sí es una cosa que, como tal, se comporta y comunica sonidos.

Así pueden comportarse discursos que no comunican nada de otra cosa, luego son cosas (discursos, palabras) que como tales son juzgadas.

Son cosas diferentes a un comportamiento comunicacional, aun cuando sean parecidos como comportamientos, su aprendizaje distingue las diferencias.

Concluyentemente, por ejemplo, cuando una persona ve un objeto que no sabe lo que es, siente la curiosidad y por proceso libertario de aprender para crear y comunicar, surge el estado de sentimiento de indagación, puede preguntarle al objeto, haciéndole pruebas medir su dureza, su peso, someterlo con comportamientos (estímulos y otros) para aprender su comportamiento y así otras más; o preguntarle a una persona para que ésta, con un comportamiento comunicacional, le comunique, por ejemplo con un discurso, su opinión del objeto o lo que el objeto comporta sobre determinada naturaleza interviniente (conocimiento elaborado), así otras comunicación del objeto, pero siempre el comportamiento comunicacional, en este caso el discurso que responde la pregunta, debe servir al aprendizaje del que pregunta, de lo contrario, o comunica otra cosa, o es otra cosa que como discurso se comporta como hombre hablando.

Así puede darse que un hombre frente a un objeto que no conoce, tiene como naturaleza interviniente, el objeto que no conoce, él comportándose para conocerlo (indagando), y un hombre que habla sin comunicar nada respecto del objeto o comunicando su opinión, o comunicando el comportamiento del objeto sobre una determinada naturaleza. Ejemplo, el o los ciudadanos, frente a sus conflictos y anhelos, escuchan los discursos de algunos políticos, funcionarios, dirigentes, periodistas, comunicadores, científicos y muchos más, los que hablan de los conflictos y anhelos, pero no comunican nada para el aprendizaje para crear soluciones o consumar anhelos.

Así podría un hombre, frente una serpiente venenosa, preguntarle a otro hombre: "¿Qué es eso?", y la respuesta puede ser: "Es una mascota" (opinión del que habla), o decirle: "En primavera las flores y los pájaros se muestran más que en invierno, aunque no siempre es así, por eso le pido que me ayude con una moneda" (discurso que cuando mucho comunica otra cosa y además pretende comportamiento del que preguntó), o decirle: "Mire lo que hago con esta caja con cuerdas" y con la rudimentaria guitarra cantarle una canción, que, como cosa se hace sentir y aprendida por el hombre crea, por ejemplo, tararearla y moverse al ritmo incidiendo participativamente (comportamiento musical que haciéndose sentir es aprendido como cosa que se comporta y conducentemente el hombre crea para incidir y ser parte de ella, pero que no provee participación alguna en el aprendizaje de la cosa que esta indagado), o podría decirle: "Hace unos minutos mordió aquel conejo que murió casi al instante" (comunica comportamiento de la cosa sobre una determinada naturaleza interviniente), la opinión de que es una mascota solo aporta al aprendizaje haciendo surgir más preguntas de indagación, podría aun ser opinión de opinión, por ejemplo decir: "Según el hermano del vecino de enfrente, que le contó a su cuñado, es una muy cariñosa mascota, pero habría que preguntarle a señor que vive al lado, creo que opina diferente", el aporte es menor (surgen preguntas muy dispares y desestructuradas) para el aprendizaje, además y evidentemente la veracidad de cada opinión es respecto de un comportamiento comunicacional del que lo comporta, así el que opina respecto del comportamiento de la serpiente como cosa que comunica puede comunicar una mentira, una desubicación, un disparate y demás, respecto a otras opiniones de la misma cosa y esencialmente respecto del comportamiento de la cosa, porque las opiniones son comportadas respecto de un comportamiento definido por el que opina.

Surgiendo palmariamente evidente la necesidad de que el "comunicador" del discurso y de otros comportamientos comunicacionales se brinde exponiéndose para proveer sus mencionados conocimientos elaborados, sometiéndose a la estructura de indagación del ámbito de aprendizaje para responder preguntas, repreguntas y más para el aprendizaje hasta la construcción de conocimiento, para crear comportamientos para solucionar conflictos y consumar anhelos, de no hacerlo el comportamiento comunicacional discurso, y otros más , no es comunicación conducente y es generadora de maraña de conflictos, desilusión y angustias en el o los que intentan aprender de esas comunicaciones para solucionar conflictos y consumar anhelos. Muchos hablan; pocos, o quizás casi ninguno, responden para aprender y crear comportamientos conducentes.

Así pues, cuando se comunica un comportamiento de la cosa, como conocimiento de la ella, se comporta la comunicación en referencia al comportamiento de la cosa (por ejemplo la nominada comunicación objetiva "siendo objetivo, mi regalo es más grande que los otros regalos", sí, podemos medir los regalos y determinar cuál es el más grande comportándonos conducentemente al respecto) y cuando se comporta una opinión se hace referente a un comportamiento del que opina (nominado subjetivo "mi regalo es más lindo que el del otro vecino", no podemos referenciar los regalos respecto de lo lindo, solo podemos opinar igual o diferente del que nos comunicó).

Se distingue claramente cuando el discurso dice que muerde y mata un conejo, allí se aprende de la cosa, el discurso habla del comportamiento de la cosa respecto de una determinada naturaleza en la que interviene la cosa, al igual que el del tamaño de los regalos.

Palmariamente se aprende que los comportamientos comunicacionales se referencian a la incidencia en la participación del que preguntando o escuchando se comporta para aprender.

Ergo, el comportamiento comunicacional es una cosa que se aprende respecto del comportamiento para aprender del que indaga, así pues el proceso libertario de aprender (indagando) para crear y comunicar encuentra en la comunicación un comportamiento referencial para su usufructo, siempre que el comportamiento comunicacional incida en los ámbitos de aprendizaje de la red de ámbitos aprendizaje que constituyen una sociedad.

Concluyentemente, la comunicación, en una sociedad coherente con el insoslayable proceso libertario, es el flujo en la red de ámbitos de los comportamientos indagatorios (preguntas como estructura de indagación a comportar) y los recíprocos comportamientos comunicacionales (opiniones y construcciones de conocimientos) creados tanto individual como institucionales para aprender esencial e imprescindiblemente en la educación y consiguientemente en todas las demás instituciones.

Así pues la institución comunicación es la institución que tiene como finalidad comportar los comportamientos de indagación y sus recíprocos comportamientos comunicacionales (opiniones, posturas, conocimientos) respecto de las cosas que comportan conflicto o consuman anhelos para participar en el aprendizaje de los ámbitos educativos y consecuentemente en todos los ámbitos de la red de ámbitos constituyente de la sociedad. Si no se pregunta coherentemente con el proceso libertario, la pregunta es un nuevo suceso y como cosa distinta no puede más que inconducentemente impedir, enmarañando conflictivamente a la institución comunicación para el aprendizaje, en vez de participar proveyendo comunicación al que aprende.

Luego los discursos y otros, sin las recííprocas preguntas y repreguntas, son un inconducente intento de comunicación conducente para el aprendizaje.

Por ejemplo, un hombre comunica en un discurso la opinión de que para ir al parque desde la plaza se puede hacerlo en colectivo. De esta opinión surgen posturas, por ejemplo, "no me interesa ir al parque", luego estoy en otra cosa, o "siempre quise ir al parque desde la plaza", luego de la opinión (discurso) surgen preguntas, por ejemplo: "¿Está seguro? ¿Cuál transporte? ¿Dónde lo tomo?", y así mas, indagando para conocer la cosa que podemos nominar "trasladarme desde la plaza hasta el parque".

Así pues subir a un estrado y decir: "Uds. serán felices de ahora en más", y "Ppueden ir desde la plaza hasta el parque cuando quieran", y así otras comunicaciones de opiniones de algo que nadie preguntó, pero que al escuchar puede en alguien emerger las preguntas, repreguntas y más, ávidos de aprendizaje del comportamiento opinado.

Reduciendo el ejemplo, podemos decir que, si el que comportó el discurso admite la pregunta "¿cómo voy de la plaza al parque?" (muchos no admiten preguntas y mucho menos las imprescindibles repreguntas, para evitar quedar expuestos en el aprendizaje), podría, en respuesta como comportamiento comunicacional, comunicarle, por ejemplo, un divague inconducente: "Bueno, hay varias formas, ya veremos cómo elegimos la mejor y más barata para que Ud. y sus hijos puedan gozar de ir al parque", y así otras comunicaciones inconducentes que son fácilmente imaginables o recordables de cómo se responde, con menor o mayor oratoria, eludiendo porque no se aprendió al respecto o porque no se quiere que se aprenda y así muchas más. O si el que comportó el discurso tiene postura clara, emanada de un conocimiento elaborado, responde, por ejemplo, que para ir desde la esquina tal con cual de la plaza, si se toma el colectivo línea nº x, cuyo costo es de $xx, podrá bajarse en la esquina de tal y cual, que está frente al parque. De esta comunicación no surgen preguntas para ir al parque desde la plaza, se aprende, se circunscribe postura respecto al comportamiento ir de la plaza al parque y se construye el conocimiento para crear el comportamiento conducentemente para ir de la plaza al parque, consumando el anhelo de ir al parque desde la plaza, palmariamente se comportó la comunicación para aprender, la indagación conducente con el recíproco comportamiento comunicacional igualmente conducente.

Y si alguien le pregunta al chofer de un taxi cuánto cuesta que lo lleve al parque de la ciudad, y la respuesta es un discurso donde le habla de las bondades de su vehículo, lo caro del combustible y de los problemas de sus familiares enfermos, invitándolo a subir y que al llegar se lo dirá, evidentemente el último discurso no le permite aprender para crear el comportamiento, luego, no es un comportamiento comunicacional, aun cuando los tres sean discursos que hablan de las mismas cosas, pero ellos son cosas diferentes, cada uno tiene su comportamiento y su incidencia en la naturaleza interviniente.

Ergo, no se puede comunicar con un discurso sin admitir las consecuentes preguntas y repreguntas conducentes al aprendizaje del que aprende, e insoslayables para participar del aprendizaje que hace que un comportamiento sea comunicacional.

El hombre que comunica en un discurso u otros comportamientos comunicacionales las soluciones de conflictos y consumaciones de anhelos, coherente con el insoslayable proceso libertario, anhela proveer en ámbitos de aprendizaje para que le pregunten y repregunten para participar en los aprendizajes de los demás, para la construcción de conocimiento para la creación de comportamientos solución de conflictos o consumación de anhelos. El alumno que estudió la lección, levanta la mano para responder, anhela que lo hagan pasar al frente a dar la lección, anhela comportar la comunicación de su construcción de conocimiento, y así más.

Un comportamiento comunicacional comunica lo que comunica otro comportamiento en su naturaleza interviniente, pero simultáneamente como todo comportamiento incide en la naturaleza interviniente donde se comporta.

En el comportamiento comunicacional, la incidencia es en el aprendizaje del que indaga, como naturaleza interviniente del que comporta la opinión o el conocimiento elaborado.

Así la chismería manifiesta su inconducencia cuando el comportamiento comunicacional es pregunta con opinión y pretende comunicar conocimiento elaborado de un comportamiento no comportado ni que se esté por comportar, por ejemplo: "Tengo pruebas de su pelea y separación de su señora, tengo una filmación del martes a la tarde cuando Ud. salió llevando muebles del departamento, y no volvió, respóndame, ¿la separación es irreconciliable?, ¿fue por infidelidad?, ¿ya se lo dijeron a los chicos?". Supongamos una posible respuesta comunicacional: "Ahh, el martes, sí, mi señora, los chicos y yo nos mudamos del departamento a una casa más linda, yo me ocupé de llevar los muebles".

Así pues aprender para crear un comportamiento comunicacional implica aprender el comportamiento y la naturaleza interviniente de la cosa de la que se pretende comunicar y aprender la naturaleza interviniente en la que incidirá el comportamiento comunicacional, para crear y comunicar y conducir el comportamiento comunicacional.

Dado que cada comportamiento comunica por sí mismo su incidencia en la naturaleza interviniente, debería ser muy escasa la necesidad de comportarse para comunicar lo que otro comportamiento comunica por sí mismo.

Es decir, las cosas "hablan" por sí mismas. Es decir, las cosas comunican lo que son con sus comportamientos.

Lo que hace atrayente la comunicación es el comportarse para comunicar la existencia de comportamientos insertos en determinada naturaleza interviniente. Lo cual puede ser conducente o inconducente comunicación por aprender para crear comunicación de comportamiento y naturaleza interviniente que no se comportan, pero que se pueden comunicar como si lo hicieran.

Así se inventan comunicaciones que componen mezclas inconducentes de comunicaciones de opiniones, preguntas y dictámenes inconducentes, pero que "entretiene" inconducentemente al proceso libertario de crear y comunicar. Así pues como un juego inconducente se comunican comunicaciones.

Así juegan los niños conducentemente, comportándose con "¿a qué jugamos?", quizás con "juguemos a que yo era un bombero y vos eras… y entonces vos sos… y ellos…". Así componiendo una naturaleza interviniente de juego se comportan comunicaciones y como cosas que se juegan para diversión del aprender crear y comunicar conducentemente el juego, que no deja de ser comportamiento conducente para aprender y crear comportamiento conducentemente.

El juego es usufructo conducente del proceso libertario, constituye ámbito institucional para aprender para crear y comunicar conducentemente el juego como cosa que se comporta, como juego que los que lo juegan comportan que están jugando (como el teatro y demás ficción).

Pero, así como por ejemplo con un "vengan a tomar la merienda" se terminan el bombero y demás comportamientos comunicacionales, vuelven los niños a aprender para crear y comunicar en su naturaleza interviniente de niños, también así dañan los adultos que comunican que no es un juego, y de hecho no lo es, es comportamiento inconducente enmarañado, pretendiendo comunicaciones conducentes con comportamientos comunicacionales inconducentes, no con "¿a qué jugamos hoy?", sino con "les comunicaremos la realidad, la verdad, lo que nadie les quiere decir, lo que opinan famosos, los importantes, la gente, el público, las personas, la justicia, los medios, muchos, algunos, y tenemos imágenes, documentos, la palabra, la sentencia, lo que opinan los expertos, los científicos, los mercados, la economía, los creyentes, los investigadores, y demás, y la analizaremos de inmediato para que se sepa la verdad", y demás afirmaciones que pretende sustentar la inconducencia.

Comunicaciones que no soportan la claridad emanada de la luz de los ámbitos de aprendizaje de la educación, por ser expuestas en sus inconducencias.

Así pues, se puede componer, no constituir, repito, se puede componer una maraña acotada o no de inconducentes comunicaciones de cosas que son opiniones y también comportamientos de opiniones, que se concatenan para crear comunicaciones de opiniones de comportamientos de opiniones, y así hacer de la inconducencia comunicacional un conjunto nefasto de comportamientos inconducentes de unos comportando las opiniones de otros como comportamientos de otros que incidirán sobre la opinión de algunos comportamientos de otros.

Componen una maraña de inconducentes comunicaciones que involucra a toda la sociedad y, consiguientemente, si la sociedad no está constituida para el usufructo coherente del insoslayable proceso libertario, incidiendo inconducentemente en las instituciones, esencial y nefastamente en la justicia, la educación y la comunicación.

Así, a la comunicación destruida como institución se la intenta reemplazar con comportamiento de individuos e inconducentes instituciones mal nominadas medios comunicadores, y demás, donde, y desde donde, pululan formas de comunicaciones inconducentes que entorpecen distinguir entre (si se comporta) la comunicación que participa del aprendizaje del que esta aprendiendo y requiere sentir la comunicación de la cosa que se comporta para aprenderla, y el embrollo de inconducentes comportamientos seudos comunicacionales de individuos e inconducentes instituciones mal nominadas medios de comunicación.

Así pues, si la comunicación no pertenece a la red de ámbitos de aprendizaje de la justicia y la educación, puede inconducentemente dispersarse y aun cuando se la nomine comunicación no constituye institución para comportar el comportamiento institucional de comunicar los comportamientos de las cosas para el aprendizaje, y compone una maraña de preguntas y opiniones inconducente que no solo no sirven para el aprendizaje de conflictos y anhelos, sino que entorpecen y distraen la comunicación, obstaculizando la constitución de la institución comunicación como parte institucional de la institución tripartita de la educación, la comunicación y la justicia.

Así muchos, o quizás algunos, comunican con comportamientos comunicacionales que quieren el bienestar de todos, la mejor educación, justicia, seguridad, salud, y demás anhelos, como asimismo comunican lo mal que están la seguridad, la salud, la educación, y demás conflictos. Todos opinan de las opiniones de todos, donde en opinión de unos los comportamientos solución de conflictos o consumación de anhelos deben comportarlos otros.

Así en la maraña comunicacional de opiniones inconducentes, no se constituye la comunicación concatenada con la educación y la justicia, y los hombres no pueden aprender unos de otros, hasta la construcción del conocimiento, para crear y comunicar comportamientos conducentes.

Lo que hace potente a la comunicación es el comportarse para imaginar canalizando la curiosidad en la comunicación construyendo estructuras de indagación para la educación.

Lo que hace esencialmente trascendente es la interrelación de aprendizajes entre individuos porque permite el comportamiento de la pregunta con repregunta y esencialmente la solidaria participación del que responde en el aprendizaje del que pregunta y viceversa.

Concluyentemente el comportamiento comunicacional constituye ámbito de aprendizaje. Siendo comunicación y aprendizaje dos comportamiento diferentes, pero partes concatenadas del proceso libertario de aprender para crear y comunicar conducentemente.

Aprender es sentir la necesidad de indagar y circunscribir las comunicaciones de las cosas, hasta alcanzar el sentir del conocimiento elaborado (la satisfacción de no tener preguntas) de las comunicaciones de las cosas respecto de un comportamiento a comportar, que se hace sentir en su comunicación. Y comunicar es el comportarse de las cosas, para su aprendizaje (para el hacerse sentir).

La pregunta es el comportamiento comunicacional y de aprendizaje por excelencia, constituye por sí misma ámbito de aprendizaje, iniciando inconteniblemente el proceso libertario en individuos (interrogarse a sí mismo), en individuos entre sí (participación en los aprendizaje de uno y otro, preguntas, repreguntas, diálogos y más), en instituciones y por consiguiente en las sociedades.

Así pues la institución comunicación es preguntarse (construyendo estructura de indagación) para aprender para crear un comportamiento que comunique referente a otro comportamiento su naturaleza interviniente, para la participación del aprendizaje, de un individuo, de una institución, de una sociedad, de la humanidad, o del universo de todas las cosas.

Consecuentemente la institución comunicación se constituye conducentemente para aprender las indagaciones como comportamientos individuales e institucionales que realizan individuos e instituciones en la sociedad e insoslayablemente y básicamente en la educación y en la justicia referente a comportamientos y su naturaleza interviniente que acaecieron, acaecen o acaecerán, para crear y comportarse comunicacionalmente para participar en los ámbitos de aprendizajes de las instituciones educación y justicia e igualmente conducente y por red de ámbitos participar en los ámbitos de aprendizajes de las demás instituciones.

Así pues, comunicar es comportarse para sentir lo que una cosa cuando se comporta hace sentir al que aprende, luego, la pregunta, cuando no se siente una cosa, es el comportamiento comunicacional para sentir una cosa que se comporta.

Así pues la finalidad institucional de la institución comunicación es la de comportarse para aprender las indagaciones de individuos e instituciones de la sociedad, para crear comportamiento comunicacional que participe del aprendizaje en la institución educación y justicia de las indagaciones que surgen de los comportamientos en los ámbitos de aprendizaje para crear y comunicar conducentemente para solucionar conflictos y consumar anhelos de las demás instituciones e individuos.

Evidentemente la institución comunicación coherente con el proceso libertario releva, rescata, canaliza, y en resumen consecuente, comunica, las preguntas de individuos e instituciones que demandan los aprendizajes para crear soluciones y consumar anhelos, por ejemplo, entre todas las que pululan, se demanda justicia, salud, seguridad, trabajo, educación y así más, que en resumen son la demanda del bienestar general.

Palmariamente, la institución comunicación coherente con el insoslayable proceso libertario (constituida como parte de la educación y justicia) se evidencia como el más rápido y más eficiente recurso de demanda de solución de conflictos o concreción de anhelos de todos los individuos y de todas las instituciones, evidenciando lo innecesario e inconducente de toda otra manifestación para comunicar conflictos o anhelos, entiéndase cortes de calles marchas y todas las demás.

Consiguientemente los cortes de calles, huelgas y todas las similares manifestaciones inconducentes para comunicar conflictos y anhelos evidencian la necesidad de constituir una institución comunicación coherente con el insoslayable proceso libertario para que, concatenada con la educación, la justicia y todas las demás instituciones de la sociedad, se aprendan los conflictos y los anhelos hasta la construcción del conocimiento para crear los comportamientos solución de conflictos y los comportamientos consumación de anhelos, construyendo y sosteniendo el bienestar general.

Es contundentemente evidente que la comunicación junto con la justicia y la educación son el recurso único e insoslayable para crear la solución de los conflictos y la consumación de los anhelos demandados, comunicacionalmente, por los constituyentes de una sociedad.

Cómo constituir la institución justicia

Cómo constituir, sostener, y usufructuar, coherentemente con el insoslayable proceso libertario, la institución justicia.

Repito que la institución justicia forma parte inseparable, con la educación y la comunicación, de una sola institución que constituyen el núcleo esencial de la red de ámbitos que comunica a todas las instituciones para el usufructo coherente del insoslayable proceso libertario de aprender para crear y comunicar comportándose conducentemente individuos e instituciones de una sociedad solucionando conflictos y consumando anhelos.

En el proceso libertario se aprende para crear y comunicar, se comunica comportándose, y se evalúa, se juzga, la incidencia del comportamiento sobre la naturaleza interviniente aprendiendo la naturaleza intervenida.

El juicio de una naturaleza intervenida, es decir, el juicio al comportamiento que incidió en los demás comportamientos constituyendo la cosa resultado del comportamiento imaginado y deseado por el hombre o institución que aprendió para crearlo, podríamos sintetizarlo en la comparación entre la cosa resultante (comportamiento de la naturaleza intervenida) y la cosa que se esperaba lograr como comportamiento resultante.

El ejemplo más evidente es la jugada imaginada de un jugador, público y demás participantes de la naturaleza interviniente, que decide comportar, por ejemplo, una gambeta eludiendo los comportamientos de dos o tres rivales y superar el obstáculo del comportamiento del arquero convirtiendo un gol, consecuentemente el juicio es "¡Qué golazo!", o "¿Qué quiso hacer?", o "¡Cómo le pegué tan mal! Qué mal, hoy no tenía que haber venido a la cancha, qué amargura", "¡Uyy, menos mal que la tiró afuera. ¿Qué hacen nuestros defensores, toman mate?", y así otras más, según el juicio de lo comportado coincida con lo imaginado y deseado no solo por el jugador, sino por todos los que participan y son parte de la cosa que juzgan, y también son los que juzgan.

Con una expresión sintética podríamos decir que, así como se compara que un comportamiento, legislativo o de cualquier individuo o institución, sea constitucional por ajustarse a los comportamientos que autoriza o prohíbe la constitución escrita de una nación, con insoslayable contundencia todos y cada uno de los hombre y sociedades comparan todos los comportamientos de individuos e instituciones respecto de su conducencia al bienestar general emergente del comportamiento usufructo insoslayable

de proceso libertario. Surgen, entre muchas otras, expresiones tales como "Eso está mal , no se debe hacer, causa mucho daño", o "Hasta cuándo vamos a soportar que la justicia haga estas cosas", o "a la gente eso no le va a gustar", o "eso es contrario al sentido común", o "pero ¡no tiene sentido! (o no es justo) lo que hace el fiscal, o el juez, o el abogado defensor o el querellante, o el periodista, o el profesor, o el inspector municipal, o el de las fuerzas de seguridad", o "Aunque no sea lindo, es lo justo, es lo que corresponde", o "Eso no es lo que le enseñé que hiciera", y así muchas más, de muchos otros participantes de la naturaleza interviniente.

Todos juzgan respecto del "sentido común" el cómo debe comportarse "la gente" para construir y sostener el bienestar general, lo que hace evidente la insoslayable necesidad que los comportamientos de la institución justicia se expongan a la luz de los ámbitos institucionales de la educación, comunicando con precisión y detalles los comportamientos conflictivos propios de la institución justicia, y los demandados por individuos e instituciones de la sociedad, para su aprendizaje y creación de soluciones.

Así el juicio es el comportamiento de aprendizaje del comportamiento conflictivo, o no conflictivo, que resultó respecto del que, o de los que, correctamente puede esperarse porque la sociedad lo reglamenta como ley lo cual puede ser eludible, pero lo ineludible, lo insoslayable, es el juicio respecto a lo que se espera y desea comporte "la gente" con "sentido común" que es ni más ni menos que el comportamiento resultante (en este caso, una jugada de fútbol) coincida con el usufructo coherente del insoslayable proceso libertario, por ende, con lo conducente, de la jugada resultante, al bienestar general (en este ejemplo reducido, al goce de todos y cada uno de comportar sin conflictos un partido de fútbol).

Así como el aprendizaje de la naturaleza interviniente se modifica según se va conformando el comportamiento con el que se incidirá sobre ella, indicando con esta parte del proceso libertario a la institución educación su finalidad concatenada con la comunicación y la justicia.

Así, como al comportarse se comunica al universo de todas las cosas lo que una cosa es, y la comunicación es, por lo tanto, el comportamiento de la cosa, y el comportamiento comunicacional es el comportamiento que comunica lo que comunica el comportamiento de una cosa, proveyendo de este modo las características constitucionales de la institución comunicación de las cuales se aprenden opiniones y conocimientos elaborados como emergentes de los comportamientos de todas las cosas que proveen a la institución educación y a la institución justicia, destacando así en el proceso libertario a la institución comunicación como parte integradora.

Así, cuando una cosa se ha comportado, conforma una circunscripción de naturaleza intervenida que detalla si los comportamientos han sido conducentes al bienestar general o conflictivos y así es evaluada como aprendizaje de la naturaleza intervenida la que comprende la naturaleza intervenida con respecto del comportamiento creado, definido y comportado, como comportamiento de aprendizaje de la institución justicia la que aprende con precisión y detalles el comportamiento conflictivo para crear y comunicar conducentemente el comportamiento juicio y sentencia para la comunicación y aprendizaje en, y por, las instituciones comunicación y educación, consumando institucionalmente el usufructo del proceso libertario.

Así pues la institución justicia aprende como naturaleza interviniente a la naturaleza intervenida que comprende los comportamientos en conflictos que inconducentemente se comportaron.

Ampliando, así la justicia aprende la naturaleza intervenida, como naturaleza interviniente respecto de la creación del comportamiento proceso judicial y sentencia, para participar del aprendizaje, fundamentalmente por la red de ámbitos, en los ámbitos de la institución educación, y en los ámbitos de la institución comunicación, para constituirse con sus comportamientos en naturaleza interviniente de los conflictos a comunicar y aprender para crear y comunicar los comportamientos que comportarán las soluciones.

Así pues los comportamientos conducentes proveen a las instituciones educación y comunicación para su aprendizaje y creaciones ratificadoras y los comportamientos conflictivos a la institución justicia a los efectos que evalúe, juzgue con precisión y detalle para proveer a la comunicación y a la educación para comunicar y aprender para crear los comportamientos que comporten las soluciones.

Partes: 1, 2, 3, 4, 5, 6
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