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Defensa civil. Plan seguridad polleria Mister Pollo (Perú) (página 2)



Partes: 1, 2, 3

  • Atención especial a los líquidos en ebullición que puedan rebosar de sus recipientes apagando la llama y provocando el escape de gas.

  • ?En caso de escape de gas las acciones a efectuar son: no accionar los interruptores eléctricos, no encender mecheros o cerillas, eliminar el posible escape y ventilar la zona.

  • El almacenamiento de Balones de gas se efectuará en lugares bien ventilados.

  • Evitar que las conducciones de gas estén en contacto con fuentes de calor como hornos, estufas y fogones.

  • Para encender el fogón se procederá de la siguiente manera: primero se aproximará la fuente de ignición al fogón y después se abrirá la llave de paso del gas.

  • ?Si se sospecha de una fuga de gas, comprobarla con una solución de agua jabonosa, nunca con una llama.

  • Evitar que las conducciones de gas puedan verse sometidas a posibles agresiones mecánicas (cortes, pinzamientos, etc.) y químicas.

  • ?En caso de incendio en una instalación de gas, deberá cortarse el suministro de alimentación, ya que si apagamos el fuego el gas saldría libremente

  • MEDIDAS BÁSICAS

    • Controlar a las personas con actitud sospechosa o que están
      donde no deben.

    • El equipo de lucha contra el fuego está completo, en su sitio
      y accesible.

    • Medios de comunicación bien señalizados y no obstruidos

    • Puertas cortafuego claramente señalizadas y cerradas; si poseen
      dispositivos de cierre automático, éstos deben funcionar correctamente.
    • ?Las puertas de salida no se encuentran cerradas ni con llaves ni
      candados.

    • Todo el equipo eléctrico está protegido con fusibles
      de correcto tamaño y tipo; los cables flexibles deben estar en correctas
      condiciones .Estos cables nunca circularán bajo los recubrimientos
      del suelo o por los pasos de las puertas.

    • Prohibición de fumar.

    • Se debe disponer de suficientes ceniceros para los cigarrillos

    • No acumulación de basuras ni restos de papel.

    • ?Cuando se vayan a celebrar fiestas, reuniones, es necesario mantener
      los combustibles lejos de bombillas y otras fuentes de calor.

    • ?Los fuegos abiertos se encuentran protegidos con defensas fijas
      y que eviten que las chispas inflamen materiales cercanos

    • ?Las escaleras, rellanos y salidas no se deben encontrar obstruidas

    CONSIGNAS DE INCENDIO PARA EL CONJUNTO DEL PERSONAL

    SI DESCUBRE UN FUEGO:

    • De la alarma

    • Ataque el fuego con el material previsto sin ponerse en peligro.

    SI OYE EL SONIDO DE LA ALARMA:

    • Llame a los bomberos.

    • Evacue con la mayor rapidez los locales, con los clientes de los que esté
      encargado.

    • ?Cierre las puertas

    • Vaya al punto de reunión establecido

    • NO UTILICE LOS ASCENSORES

    • EVITE EL PANICO, MANTENGA LA CALMA, NO CORRA EN TODAS

    • DIRECCIONES.

    • EJEMPLO DE CONSIGNAS DE INCENDIO PARA EL PERSONAL DE LAS COCINAS:

    Fuego de freidora:

    • Cortar la corriente o el gas que alimenta el aparato productor de calor.

    • Cubrir la freidora con una tapadera suficientemente grande.

    • Si no llega a apagarlo con la tapadera:

    • Dar la alarma

    • Utilizar el extintor apropiado y luchar contra el fuego.

    • DE TODAS FORMAS NO UTILIZAR JAMAS AGUA.

    • CONSEJOS GENERALES:

    • ?Disponer de tapaderas al alcance de la mano.

    • Los extintores deben estar próximos y permanentemente disponibles.

    • Deben estar mantenidos regularmente.

    • Leer atentamente el modo de empleo de los extintores par familiarizarse
      con su funcionamiento.

    • Llevar blusas de algodón.

    • Si su ropa se prende , rodar por el suelo y sobre todo, no correr.

    • Envolverse en una manta, si está disponible.

    PRIMEROS AUXILIOS

    Puede definirse al primer auxilio, como el tratamiento inmediato y provisorio,  dado en caso de enfermedad o accidente imprevisto, que se presta en el lugar del hecho y con excepción de ciertos casos leves, hasta que pueda ponerse al paciente a cargo o bajo atención de un médico o para-médico, para su atención definitiva.

    Prestarlos en el momento necesario, y saber que hacer en cada situación
    permite a veces salvar una vida, a menudo evitar la agravación de una
    lesión y siempre, reducir o calmar el sufrimiento del accidentado, poniéndolo
    en las mejores condiciones para recibir el tratamiento definitivo.

    REGLAS GENERALES ANTE UNA EMERGENCIA Y COMO REALIZAR LOS PRIMEROS AUXILIOS
    DE UNA EXCELENTE MANERA:

    • Trate de no perder la calma, actúe con rapidez y decisión.

    • Observe y evalúe la zona en que ocurrió el accidente.

    • Pida ayuda médica y quédese junto al herido.

    • Aflójele la ropa.

    • Busque los signos vitales de la persona: si está consciente,
      si respira y si tiene pulso.

    • Si no respira: comience con los ejercicios boca a boca.

    • Si además no tiene pulso: acompañe con masajes cardíacos.

    • Cuando recupere la respiración y el pulso, acomódelo
      en posición de recuperación.

    • Revise si tiene hemorragias y contrólelas.

    • Cúbrala para que no sienta frío.

    • No le dé nada de beber, ni de comer.

    • Tranquilice a la víctima.

    • Primeros auxilios.

    TRASLADO Y DATOS DEL PACIENTE:

    Traslado al centro de salud más cercano. Si sospecha de lesiones
    en la columna vertebral, no mueva a la víctima. Hágalo sólo
    cuando tenga la certeza de que el traslado no empeorará la situación.
    Ante cualquier duda, es mejor esperar a la ambulancia.

    DATOS QUE SON NECESARIOS CUANDO PIDE AYUDA TELEFÓNICA
    A LA POLICÍA, LOS BOMBEROS O LA AMBULANCIA:

    • Lugar del hecho.

    • Tipo de emergencia (ahogo, accidente de tránsito,
      caída, electrocución, fractura, herida, hemorragia, incendio,
      paro cardiorrespiratorio).

    • Número y estado de las víctimas.

    CONCEPTO DE PRIMEROS AUXILIOS:

    Los primeros auxilios, son todas aquellas medidas o actuaciones que
    realiza el auxiliador, en el mismo lugar donde ha ocurrido el accidente y con
    material prácticamente improvisado, hasta la llegada de personal especializado.
    Los primeros auxilios no son tratamientos médicos. Son acciones de emergencia
    para reducir los efectos de las lesiones y estabilizar el estado del accidentado.
    Y este último es lo que le concede la importancia a los primeros auxilios,
    de esta primera actuación va a depender en gran medida el estado general
    y posterior evolución del herido. Así mismo, es una obligación
    moral.

    • PERO, ¿QUE ES UNA URGENCIA? ¿Y QUE ES UNA EMERGENCIA?:

    La American Hospital Association, define la urgencia como cualquier
    situación que en opinión del enfermo, los parientes u otra persona,
    que asuma la responsabilidad de llevarlo al hospital, requiere intervención
    médica inmediata. La situación de urgencia continúa hasta
    que se ha realizado una evaluación y diagnóstico médico.

    En una urgencia, pueden tener que aplicarse uno de estos dos tipos de
    primeros auxilios:

    • 1) PRIMEROS AUXILIOS EMERGENTES O EMERGENCIAS:

    En los que existe peligro vital para la vida del accidentado, estas son: una parada cardio-respiratoria, la asfixia, el shock, las hemorragias importantes y los envenenamientos graves.

    • 2) PRIMEROS AUXILIOS NO EMERGENTES:

    En los que no existe dicho peligro, por ejemplo: una fractura en un brazo, dolor abdominal, etc.

    Por tanto, una emergencia es una urgencia en la que existe una situación de muerte potencial para el individuo sino se actúa de forma inmediata y adecuada.

    Concluyendo, en las urgencias (sean o no emergencias) los primeros auxilios
    juegan un papel importante para el estado posterior del individuo.

    VALORACIÓN DEL ESTADO DEL ACCIDENTADO: VALORACIÓN PRIMARIA
    (EL ABC) Y VALORACIÓN SECUNDARIA.

    • VALORACIÓN PRIMARIA:

    El proceso de valoración, consiste en la recogida de datos sobre
    el paciente que pueden ser de utilidad para facilitar la correcta actuación
    del auxiliador. Esta valoración ha de ser sistemática y precisa.
    Entendemos dos formas complementarias y consecutivas de valoración: la
    primaria y la secundaria
    .

    En una situación de urgencia, a pesar que la reacción
    instintiva de cualquier persona es emprender alguna acción, no se ha
    de caer en este error, pues la valoración primaria requiere pocos minutos
    y de su realización puede depender la vida del accidentado.

    La valoración primaria, se inicia con la primera impresión
    que el auxiliador tiene al ver al herido, que se forma a partir de lo que vemos
    y oímos, seguida de la evaluación primaria propiamente dicha,
    que consiste en identificar problemas que amenazan la vida del individuo, resumidos
    en el ABC:

    • AIRWAY ———-> Permeabilidad de las
      vías aéreas, necesaria para que el aire llegue a los pulmones.

    • BREATHING —–> Existencia de respiración
      espontánea.

    • CIRCULATION –> Existencia de latido cardiaco
      y ausencia de grandes hemorragias.

    La alteración de estos tres puntos se da en la parada cardiorrespiratoria,
    que será tratada posteriormente.

    • VALORACIÓN SECUNDARIA

    Sólo después de realizar la valoración primaria
    y las debidas actuaciones (reanimación cardio-pulmonar, apertura de vías,
    etc.), si las hubo, se realiza la valoración secundaria.

    Ésta consiste en la valoración del estado del accidentado
    de pies a cabeza, tanto por delante, por detrás y por ambos laterales.
    Se han de buscar:

    • Fracturas de miembros o de la columna vertebral.

    • Golpes recibidos en la cabeza, tórax, abdomen y/o espalda
      que puedan producir hemorragias internas.

    • Lesiones, contusiones, quemaduras, dolor, etc.

    Durante este proceso se interrogará al enfermo, si está
    consciente, intentando obtener la mayor cantidad de información posible
    por si dejara de estarlo. Se anotaran, y posteriormente se trasmitirán
    a los servicios sanitarios, los siguientes datos:

    • Nombre (s) y apellidos.

    • Edad.

    • Constantes vitales (pulso y respiración).

    • Enfermedades que padezca o halla padecido.

    • Medicación que toma habitualmente (anticoagulantes, insulina,..)

    • Alergias a algún medicamento.

    • Si lleva algún informe médico encima.

    • Localización del dolor.

    • Hormigueos, "descargas eléctricas", entorpecimiento de las piernas

    • Actuaciones de primeros auxilios realizadas y respuesta del paciente a ellas.

    • SI existe hemorragia la cantidad aproximada y el origen.

    • SI se está realizando la Reanimación Cardio-Pulmonar, tiempo desde la parada y tiempo que se está realizando la maniobra.

    • SI existe intoxicación por fármacos o productos tóxicos, cuándo y qué cantidad, y si hubo vómitos.

    • LIPOTIMIA O DESMAYO:

    Es la pérdida momentánea del conocimiento, que la mayoría
    de las veces es producida por un descenso de la tensión arterial. Es
    decir, la lipotimia se produce porque no le llega suficiente sangre al cerebro.

    Antes del desmayo aparecen signos de: falta de fuerza, sensación
    de pérdida de conocimiento, malestar, vértigo, náuseas
    o vómitos, visión borrosa, zumbidos de oídos, palidez y
    sudoración fría.

    Actuación:

    • Acostarle y elevarle las piernas (para favorecer el riego
      sanguíneo cerebral).

    • Aflojarle la ropa: cinturón, corbatas, etc.

    • Si está inconsciente: NO darle NADA de beber.

    • Si no se recupera: traslado urgente.

    • INTOXICACIÓN POR GASES:

    Una persona puede envenenarse al inhalar algún tipo de gas tóxico
    de los cuales, existen diferentes especies provenientes cada una de diferentes
    fuentes. Pueden citarse, por ejemplo, el gas de uso general, los refrigerantes
    (amoníacos, anhídrido sulfuroso), los agentes anestésicos
    (éter, cloroformo, óxido nitroso), solventes (tetracloruro de
    carbono, tricloroetileno), monóxido de carbono, etc.

    El monóxido de carbono es un gas letal que aparece como resultado
    de la combustión incompleta de sustancias que contiene carbono, y su
    peligro está en que no se huele, por lo que no se detecta. Una concentración
    peligrosa de monóxido de carbono puede producirse en el interior de una
    casa con calefacción sin ventilación adecuada, en una cochera
    en la que se ha puesto en marcha el vehículo. También en un edificio
    en llamas, en el que la concentración de monóxido de carbono llega
    a tener un nivel letal en tanto disminuye el oxígeno del aire.

    Los síntomas vendrán dados por irritación de mucosas, tos, ronquera, dificultad respiratoria, intranquilidad, ansiedad, confusión, desorientación, trastornos de la capacidad de juicio, coloración cutánea azulada, etc.

    Actuación:

    • Tomar medidas de precaución como, por ejemplo, portar máscaras con aporte de oxígeno, no llevar cerillas.

    • Ventilar la estancia, si es posible, nada más llegar.

    • Llevar al intoxicado a un ambiente donde pueda respirar aire fresco y desvestirle.

    • Acostar al accidentado sobre un lado (decúbito lateral), con el tronco elevado unos 45º, y mantenerle en reposo absoluto.

    • Si se posee equipo de administración de oxígeno, administrarlo al 100% y a alto flujo.

    • Taparle con una manta.

    • Si parada respiratoria, efectuar respiración artificial.

    • Trasladar al accidentado al centro médico más cercano

    • QUEMADURAS:

    Las quemaduras pueden ser producidas por el fuego, líquidos calientes,
    productos cáusticos, electricidad y por el sol. Podemos clasificar las
    quemaduras según su profundidad, en tres tipos:

    • 1. Primer Grado: muy superficiales (sólo enrojecimiento).

    • 2. Segundo Grado: aparecen ampollas en la piel, y

    • 3. Tercer Grado: existe destrucción de los
      tejidos y la piel está carbonizada.

    • ACTUACIÓN EN QUEMADURAS DE:

    Primer Grado:

    • Refrescar inmediatamente la quemadura con agua a una temperatura de entre 10 y 20 grados centígrados.

    • Beber abundantes líquidos si esta es muy extensa, caso de las producidas por el sol durante el verano.

    Segundo Grado:

    Existe peligro de infección si la ampolla revienta al convertirse en una puerta de entrada para los microorganismos. Siempre se ha de lavar la zona afectada con abundante agua durante al menos 5 minutos, posteriormente, según el estado de las ampollas se actuará de una u otra manera.

    Ampolla intacta:

    Poner antiséptico sobre ella y cubrir con paño limpio o compresa estéril.

    Ampolla rota:

    Tratar como una herida. Lavarse las manos, aplicar antiséptico, recortar con una tijera limpia (a ser posible estéril) la piel muerta e impregnar nuevamente con antiséptico. Colocar una cinta adhesiva o tirita para evitar el dolor y la infección.

    Tercer Grado:

    • Apagar las llamas al accidentado, con lo que se tenga a mano: mantas, tierra, o tirándose al suelo y revolcarse.

    • Lavar la zona afectada con abundante agua durante al menos 5 minutos.

    • NO retirar los restos de ropa.

    • NO se deben reventar las ampollas que aparezcan.

    • NO dar pomadas de ningún tipo.

    • Envolver la parte afectada con un paño limpio, toallas o sábanas, humedecidos en suero, agua oxigenada o agua.

    • Trasladar al paciente con urgencia hasta un centro hospitalario.

    La quemadura es el resultado clínico del contacto o exposición del organismo con el calor.

    Las quemaduras obedecen a múltiples causas, siendo comúnmente de origen accidental, laboral o doméstico, especialmente en niños.

    • LOS PRINCIPALES ORÍGENES SON:

    • Fuego.

    • Líquidos.

    • Químicos.

    • Eléctricos.

    • Radiaciones.

    Una rápida y acertada actuación ante un quemado puede salvarle la vida y en otros casos, mejorar el pronóstico y tiempo de curación del traumatismo térmico. Conociendo adecuadamente la etiología y la fisiopatología del quemado podremos estar en capacidad de hacer un tratamiento preventivo de las múltiples complicaciones y secuelas que pueden presentarse en estos pacientes.

    La piel, es el órgano más extenso del cuerpo, con un espesor que varía entre 1-3 milímetros y es una barrera impermeable que también contribuye a la termorregulación. Se compone de dos capas: epidermis y dermis. La primera es la más externa; la segunda contiene tejido conjuntivo, vasos sanguíneos que aportan los nutrientes para la epidermis, folículos pilosos, glándulas sebáceas y sudoríparas y fibras nerviosas periféricas transmisoras del dolor.

    Precisamente estas fibras son las que se estimulan en las quemaduras superficiales, transmitiendo al cerebro la sensación dolorosa intensa que se produce y las que se destruyen cuando la quemadura es profunda, desapareciendo por tanto dicha sensación dolorosa.

    Como en el caso de todos los pacientes traumatizados, las prioridades son mantener la permeabilidad de la vía aérea, asegurar el intercambio de gases y restaurar el volumen intravascular.

    Una prioridad adicional en pacientes con lesiones térmicas evidentes es detener el proceso de la quemadura, representada por la eliminación de los vestidos, en particular los de fibras sintéticas, que pueden continuar ardiendo durante prolongados períodos de tiempo después de haberse extinguido las llamas.

    • VALORACIÓN:

    Se realiza en base a dos parámetros:

    • a. Extensión de la superficie corporal quemada,
      y

    • b. Grado de profundidad de la quemadura.

    • EXTENSION:

    Es el primer factor a considerar en la valoración de la severidad de una quemadura. Para calcularla, se utiliza como método más sencillo la regla de los nueve de Wallace, según la cual se divide la superficie corporal del adulto en 11 áreas, cada una de las cuales supone el 9%, o un porcentaje múltiplo de nueve, con relación a la superficie corporal total. De esta forma se estima que:

    • Cabeza y cuello: son, aproximadamente, un 9%.

    • Cada extremidad superior: 9%.

    • Cara anterior de tórax y abdomen: 18%.

    • Espalda y nalgas: 18%.

    • Cada extremidad inferior: 18%.

    • Genitales: l%

    En el niño la proporción es distinta y sé le otorga a la cabeza un 18% y a cada extremidad inferior un 13%, siendo el resto igual.

    Puede ayudar, en determinados momentos, saber que la palma de la mano supone un 1% de la superficie corporal total.

    • PROFUNDIDAD:

    Directamente relacionada con la temperatura del agente y el tiempo de duración del contacto. Se clasifican generalmente, en primer, segundo o tercer grado, de acuerdo con la profundidad de tejido destruido.

    • PRIMER GRADO: Destruye solamente la epidermis y se expresa, típicamente, por un eritema que palidece a la presión, es dolorosa y no se asocia con evidencia de desgarro de la piel ni formación de ampollas.

    • SEGUNDO GRADO: Destruye la epidermis y un espesor mayor o menor de la dermis; se subdividen en dos grados, superficial o profundo. Su aspecto es rosado o rojo, con presencia de vesiculación de contenido plasmático y tienden a una epitelización espontánea. Son dolorosas.

    • TERCER GRADO: Destruyen todo el espesor de la piel y, salvo que sean muy pequeñas, no tienen posibilidad de epitelización espontánea. Su aspecto es pálido y se aprecian pequeños vasos coagulados. Son indoloras y no palidecen por la presión.

    En caso de duda entre el 2 y 3 grado, en las primeras existe dolor intenso y en las otras anestesia local, por destrucción de las fibras sensitivas.

    Para la evaluación de una quemadura también entran en juego otros factores como la edad, el agente causante o zonas especiales, entre ellas la cara, los pliegues, las manos y los genitales.

    Dependiendo de la localización, profundidad y extensión se hace el pronóstico:

    • 1. Quemadura Grave:

    • Hasta 25% de superficie corporal total (SCT) de grados 2 o 3 grado, en edades de 0 a 14 años.

    • Hasta 35% de SCT de 2 y 3 grado, en adultos.

    • 2. Quemadura Pequeña:

    Con: lesiones por inhalación, lesiones significativas preexistentes, enfermedades previas significativas, quemaduras profundas que afecten a cara, ojos, periné, mano y pie.

    • 3. Quemadura Moderada:

    • Entre 15 y 25% de SCT de 2 grado, en edades hasta los 14 años.

    • Entre 20 y 31% de SCT de 2 y 3 grado, en adultos.

    • 4. Quemadura Pequeña por Alto Voltaje:

    Quemaduras térmicas o químicas limitadas al ojo.

    • 5. Quemadura Leve:

    • Hasta 15% de SCT de 2 grado, superficial hasta los 14 años.

    • Hasta 10% de SCT de 2º grado, profundo y hasta 20% de SCT de 2 grado superficial en adultos.

    Una vez calculada la extensión, profundidad, localización, zonas especiales y algunos aspectos importantes dentro de la localización; como quemaduras circulares de las extremidades, quemaduras faciales con compromiso de mucosa nasal u oral, se llega al diagnóstico definitivo de la lesión anotando.

    • 6. Quemadura Grado II o Grado III:

    • Agente causante.

    • Localización: cara, cuello, tórax, extremidades.

    • Zonas especiales.

    • Riesgo de quemaduras respiratorias.

    • Lesiones asociadas como fracturas, trauma, etc.

    El pronóstico vital de un quemado se refiere a la posibilidad de supervivencia y está directamente relacionado con la extensión y profundidad de la quemadura. El pronóstico de secuelas está principalmente relacionado con la localización de las quemaduras, por ejemplo, secuelas en cara, manos y pliegues, son más incapacitantes que retracciones o bridas localizadas en otras zonas corporales.

    • SOPORTE VITAL:

    El tratamiento inmediato del quemado, es muy similar al que se realiza
    con el paciente poli traumático, aunque con algunas peculiaridades que
    es importante conocer ya que son totalmente específicas de este tipo
    de pacientes. Lo primero que tenemos que hacer es parar el proceso de la quemadura,
    se evacuará al paciente del lugar del siniestro, controlando todos los
    restos de llamas que existan en sus ropas, procediendo inmediatamente a desvestirlo.

    Aplicaremos agua sobre la superficie quemada, limitándose al
    empleo de agua fría a pequeñas áreas durante periodos de
    tiempo no superiores a 5 o 10 minutos para evitar la hipotermia. A continuación
    manejaremos al paciente como cualquier otro politraumatizado, evaluaremos la
    vía aérea y su estatus ventilatorio.

    Buscaremos signos clínicos de obstrucción de la vía
    aérea y/o de quemadura inhalatoria, ya que el retraso en su detección
    hace que el manejo de la vía aérea sea muy difícil o, a
    veces, imposible. A todo paciente con quemaduras extensas o que se asuma que
    haya inhalado "humos" se le administrará FiO2 45%. Si el paciente
    presenta pérdida de vello nasal, quemaduras faciales, de la úvula,
    oro faríngeas, de la vía aérea superior y ha sido encontrado
    en área cerrada se entenderá que ha sufrido inhalación.

    En cualquier persona con quemaduras extensas, que interesen el 30% de
    su superficie corporal total, se establecerán inmediatamente medidas
    de soporte hemodinámica. Se elegirán venas periféricas
    de calibre grueso en las extremidades superiores, incluso si están afectados.
    Una medida prudente es la colocación de una sonda vesical para medir
    la diuresis horaria y detectar la presencia de mioglobina o hemoglobina en la
    orina.

    La fluido terapia, se basa en la administración de solución
    Ringer-Lactato a ritmo rápido, puesto que la pérdida de la cubierta
    cutánea desequilibra el medio interno produciendo una gran pérdida
    de plasma, agua y electrolitos.

    Otro, aspecto fundamental es la analgesia y en ocasiones sedación
    según la valoración inicial. Se administra generalmente Meperidira
    o Morfina siempre por vía parenteral. Xeperidina 1 amp. de 100 mgr diluida
    hasta alcanzar 10 cc. Aplicar 20-30 mgr I.V. hasta control del dolor, si es
    necesario repetir 2 o 3 bolos. También se puede utilizar 1-3 mgr de Morfina
    I.V, que generalmente produce analgesia y sedación. Si es necesaria una
    mayor sedación se puede administrar Diazepan 2-3 mgr I.V. en pacientes
    muy ansiosos.

    En quemados con afectación de más del 20% de su extensión
    corporal debe prevenirse la presencia del shock.

    Una vez estudiada las generalidades del paciente quemado, a continuación
    se desarrollan las diferentes etiologías.

    • QUEMADURA INHALATORIA:

    La quemadura inhalatoria representa un dato severo y significativo para el paciente, sus signos característicos son: Pérdida del vello nasal, quemaduras intranasales y hollín en la boca, quemaduras periorales, cambios en la voz, tos, disnea, estridor, cianosis, insuficiencia respiratoria, signos de obstrucción de la vía aérea superior, carboxihemoglobina superior al 15%

    Se presentan generalmente asociadas con quemaduras en espacio cerrado donde el aire a altas temperaturas produce lesión respiratoria; también ocasionada por la degradación de ciertos elementos sintéticos como plásticos. Este tipo de lesiones, están asociadas con quemaduras de pequeña extensión, se catalogan como pronóstico es reservado debido a la alta incidencia de morbilidad / mortalidad.

    En su diagnóstico, es importante el antecedente de lesión en espacio cerrado, automóvil, etc., encontrándose siempre asociadas con los signos característicos citados anteriormente. Pueden darse tres modalidades de presentación:

    • Cuadro típico de intoxicación por monóxido de carbono,
      el cual debe ser manejado mediante administración de oxigeno humidificado
      a altas concentraciones.

    • Lesión directa por aire o alta temperatura que produce un cuadro
      de inflamación aguda con posterior desprendimiento de la mucosa respiratoria
      y posibilidad de infección, atelectasias y posteriormente focos bronco-neumónicos.

    • Intoxicación respiratoria ocasionada por productos de degradación
      de elementos sintéticos durante el incendio, los cuales ocasionan
      un cuadro de gran irritación y lesión de las vías respiratorias.

    • El manejo de estos pacientes depende del grado de obstrucción y
      de insuficiencia respiratoria. Se discute acerca de la utilidad de los corticoides.

    • QUEMADURAS QUÍMICAS.

    Se producen cuando la piel entra en contacto con sustancias químicas, como ácidos y álcalis fuertes u otros materiales corrosivos. La gravedad de la lesión producida por los productos químicos depende de: la duración del contacto, de su concentración, y de la cantidad de agente que entre en contacto con la superficie corporal. El manejo de estas lesiones se basa, fundamentalmente, en retirar el producto químico del contacto con la piel de la víctima, tan rápidamente como sea posible.

    Las pautas de actuación son:

    • Iniciar cuanto antes el lavado generoso de la piel, con agua abundante o suero biológico, pero no a presión.

    • Deben retirarse todos los objetos en contacto directo con la piel: ropa, zapatos, relojes, pulseras, anillos y otras joyas.

    • Hay que tener especial cuidado en no tocar la sustancia química al manejar al lesionado. En este caso, sería necesario lavar, igualmente, la zona afectada.

    • Las quemaduras de los ojos deben lavarse al menos durante 20 minutos.

    • Deben cubrirse las áreas quemadas con apósitos estériles y húmedos.

    • Algunas sustancias químicas, como el fenol, no son solubles en agua, debiendo utilizarse aceite como elemento de limpieza.

    Posteriormente, deben investigarse los signos y síntomas que puedan expresar lesiones de órganos vitales, para iniciar las maniobras de soporte inmediatamente.

    • RESPIRACION CARDIOVASCULAR

    Se denomina resucitación al conjunto de maniobras que tratan
    de restablecer la respiración y los movimientos del corazón de
    una persona en la que accidental y recientemente se han suspendido ambas funciones.

    • RESPIRACIÓN ARTIFICIAL

    Debe ser:

    • Urgentísima, antes de los 6' de ocurrida la supresión.

    • Ininterrumpida, incluso durante el traslado.

    • Mantenida durante el tiempo necesario, incluso horas.

    • Eficaz. Ningún método puede compararse en eficacia
      con el boca a boca que ha desplazado totalmente a otros, razón por
      la cual será el único que describamos, ya que consideramos
      que es mejor conocer uno bien y eficaz, que muchos mal y poco eficaces.

    • MÉTODO ORAL BOCA A BOCA:

    Consta de 2 tiempos: (Fig. 1.)

    • 1. Preparación para la respiración.

    • 2. Práctica de la respiración.

    • PREPARACIÓN PARA LA RESPIRACIÓN.

    • Tender a la víctima boca arriba sin almohada. Si vomitara
      agua o alimentos, torcer la cabeza hacia un lado mientras devuelve.

    • Aflojar (o rasgar si es preciso) las ropas de la víctima que
      opriman la garganta, el tórax o el abdomen.

    • Inspeccionar rápidamente la boca para sacar de ella cuerpos
      extraños si los hubiera, incluidas las dentaduras postizas.

    • Si la víctima se hubiera atragantado con algo, volverla de
      costado y darle fuertes golpes con la mano en la espalda, entre las paletillas,
      Si no expulsa el cuerpo extraño, practicar el método de HEIMLICH.
      (ver líneas abajo maniobra de heimlich.

    • PRÁCTICA DE LA RESPIRACIÓN.

    Arrodillado junto a la víctima.

    • Coloque una mano en la nuca, la otra en la frente; procure elevar la de la nuca y empujar con la de la frente, con lo que habrá conseguido una buena extensión de la cabeza.

    • Sin sacar la mano de la nuca, que continuará haciendo presión hacia arriba, baje la de la frente hacia la nariz y con dos dedos procure ocluirla totalmente. Inspire todo el aire que pueda, aplique su boca a la de la víctima y sople con fuerza.

    • Retire su boca y compruebe si sale el aire que usted insufló por la boca del accidentado. Si no sale es que no entró por no estar bien colocada la cabeza.

    • Extiéndala más aún, echando más hacia atrás la frente y compruebe que entra el aire, viendo cómo se eleva el pecho del accidentado cuando usted insufla aire. Si aun asi no puede comprobarse que entra aire en su tórax, seguramente será debido a que la glotis (garganta) está obstruida por la caída de la base de la lengua. Para colocarla en buena posición debe hacerse lo siguiente: con la mano que estaba en la nuca empújese hacia arriba el maxilar inferior haciendo presión en sus ángulos, hasta que compruebe que los dientes inferiores están por delante de los superiores. En esta posición es seguro que la base de la lengua no obstruye la glotis y que el aire insuflado puede penetrar en los pulmones, elevando su pecho, lo que siempre es fácil de comprobar.

    • Repita las insuflaciones cada 5 segundos (unas 12 ó 14 por minuto).

    • Si empieza a recuperarse acompase el ritmo de las insuflaciones al de la respiración del accidentado.

    • Por último, no olvide tomar el aire suficiente para evitar mareos, etc.

    Si además de que no respira y está inconsciente, se observa que el accidentado está muy pálido, carece de pulso en la muñeca y cuello, tiene las pupilas dilatadas y no se oyen los latidos cardíacos, es muy probable que se haya producido una parada del corazón, por lo que se debe proceder a practicar, además de la respiración artificial boca a boca, el masaje cardíaco externo, con arreglo a la siguiente técnica:

    La persona encargada de practicarlo se coloca de rodillas al lado de la víctima, aplicando la parte posterior de la palma de la mano sobre el esternón, cuatro o cinco centímetros por encima de la "boca del estómago". La palma de la otra mano se coloca sobre la de la primera (Fig. 2).

    MANIOBRA DE HEIMLICH

    • Descripción.

    • Método.

    • Maniobra de Heimlich en adultos inconscientes

    • DESCRIPCION:

    En algunas ocasiones el paciente puede presentar una obstrucción de las vías aéreas por algún cuerpo extraño que le imposibilita el paso del aire. Dicha obstrucción puede ser completa, en cuyo caso no entra ni sale aire, o bien, incompleta o parcial, en el que el paso de aire aún existe, aunque en muy pequeña cantidad. La sospecha de una obstrucción completa depende del estado del paciente.

    Si está consciente, la persona se lleva las manos a la garganta y la cara se congestiona, no pudiendo hablar, toser o respirar.

    Si está inconsciente, no lograremos que penetre aire en su cavidad torácica al realizar el boca a boca. En este caso deberemos asegurarnos que hemos realizado la apertura de la vía aérea de forma correcta antes de intentar otra maniobra.

    Si la obstrucción es incompleta y el paciente es capaz de toser, le animaremos a que lo haga. Si es completa no va a poder inspirar el aire suficiente como para toser. En este caso le practicaremos la Maniobra de Heimlich, también llamada "del abrazo del oso", que consiste en provocarle un brusco aumento de la presión dentro del tórax para que pueda expulsar el cuerpo extraño. Para ello:

    Si está consciente, nos situaremos detrás y colocando el puño en la boca de su estómago y sujetándonoslo con la otra mano, comprimiremos bruscamente hacia arriba y hacia nosotros, tratando de aumentar la presión en los pulmones. Repetiremos la maniobra 5 ó 6 veces hasta que veamos como expulsa el objeto.

    Si está inconsciente realizaremos la misma maniobra con el paciente en el suelo.

    Partes: 1, 2, 3
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