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La estética musical en los períodos Clásico y Romántico (página 2)




Enviado por Rafael Poleo P.



Partes: 1, 2

Aristóteles también habló del arte
como imitación, pero no en el sentido platónico. El
artista podía imitar las "cosas como deben ser",
escribió, y añadió que "el arte complementa
hasta cierto punto lo que la naturaleza no puede llevar a un
fin". Así, la imitación no consiste sólo en
copiar un modelo original, sino de la representación
concreta de un aspecto de una cosa.

La estética era inseparable de la moral y la
política para Aristóteles y Platón. El
primero, al tratar sobre la música en su
Política, mantiene que el arte afecta al
carácter humano, y por lo tanto al orden social. Para
Aristóteles la principal función del arte era
proporcionar satisfacción a los hombres.

Estética Moderna

El filósofo alemán del siglo XVIII
Immanuel Kant (1724-1804) estuvo interesado en los juicios del
gusto estético. Según Kant, Los objetos pueden ser
juzgados bellos cuando satisfacen un deseo desinteresado que no
implica intereses o necesidades personales. Además, el
objeto bello no tiene propósito específico y los
juicios de belleza no son expresiones de las simples preferencias
personales sino que son universales. Aunque uno no pueda estar
seguro de que otros estarán satisfechos por los objetos
que juzga como bellos, puede al menos presuponerlo. Los
fundamentos de la respuesta del individuo a la belleza, por lo
tanto, existen en la estructura de su pensamiento.

Para George Wilhelm Friedrich Hegel (1770-1831) el arte,
la religión y la filosofía son las bases del
desarrollo espiritual más elevado. Ciertas cosas en la
naturaleza pueden estar hechas más agradables y
placenteras, y estos objetos naturales son reorganizados por el
arte para satisfacer exigencias estéticas.

Arthur Schopenhauer (1788-1860) planteaba que las formas
del universo, como las formas platónicas eternas, existen
más allá de los mundos de la experiencia, y que la
satisfacción estética se logra
contemplándolos por el propio interés que provocan,
como medios de eludir el angustioso mundo de la experiencia
cotidiana.

Friedrich Nietzsche (1844-1900) por su parte, estaba de
acuerdo conque la vida es trágica, pero esta idea no
debería excluir la aceptación de lo trágico
con alegre espíritu, pues su realización plena es
el arte, el cual se enfrenta con los terrores del universo a los
que se puede transformar, generando cualquier experiencia en algo
bello, y al hacerlo así transforma las angustias del mundo
de tal modo que pueden ser contempladas con placer.

Como hemos visto, gran parte de la estética
moderna arraiga en el pensamiento alemán, aunque
éste estaba sujeto a otras influencias occidentales. Pero
podemos concluir que la estética gira en torno a los
juicios de la belleza; aun la fealdad puede ser representada en
una obra de arte y ser considerada bella.

Estética y
Arte

Novelistas como Charles Dickens en Gran Bretaña,
y dramaturgos como Alexandre Dumas (hijo de Alexandre Dumas
padre) en Francia presentaban relatos realistas sobre la vida de
la clase media. Pintores neoclásicos, como Jean Auguste
Dominique Ingres, románticos, como Eugène
Delacroix, o realistas, como Gustave Courbet, representaban sus
temas poniendo mucho cuidado en el detalle natural. Por esta
razón, la estética en los siglos XVIII y XIX estuvo
dominada por el concepto del arte como imitación de la
naturaleza.

Igualmente se asumía con frecuencia que las obras
de arte eran tan útiles como bellas. En ese sentido, los
cuadros podían conmemorar eventos históricos o
estimular la moral; la música podía inspirar piedad
o patriotismo; el teatro podía servir para criticar la
sociedad y de ese modo ser útil para
reformarla.

Sin embargo en el siglo XIX, conceptos vanguardistas
aplicados sobre la estética empezaron a cuestionar los
enfoques tradicionales. Esto se evidencia ampliamente en la
pintura. Por ejemplo, es sabido que los impresionistas franceses,
como Claude Monet, eran denunciados por los pintores
academicistas por "distorsionar la realidad". A finales del siglo
XIX, los posimpresionistas como Cézanne, Gauguin y Van
Gogh estuvieron más interesados en la estructura
pictórica y en expresar su propia psique que en
representar objetos del mundo de la naturaleza. Y ni que hablar
de principios del siglo XX, con la aparición de pintores
cubistas como Pablo Picasso, y los expresionistas como Henri
Matisse (uno de los famosos fauvistas –literalmente bestias
salvajes).

Estética de la
Música

Podemos definir la Estética de la Música,
como la rama de esta reciente ciencia autónoma cuyo
objetivo es estudiar e interpretar los diferentes elementos que
conforman la composición y ejecución de la
música; en este sentido, se encarga de las estructuras de
composición utilizadas, la instrumentación y las
transformaciones de este arte en el tiempo.

Uno de los elementos centrales que caracterizó la
estética musical del siglo XIX fue la nueva
valoración que se le dio a la música instrumental.
Este cambio fue determinante para la concepción moderna de
la música pues supuso no sólo la aceptación
social de una práctica que hasta entonces había
sido relegada

artísticamente, sino que
además, constituyó un nuevo modo de adjudicar
sentido a la percepción sonora.

Anterior a este hecho, entender plenamente la
música suponía seguir el desarrollo de las palabras
en el canto o la recitación y, consecuentemente, tratarla
como mera acompañante del texto. Hacia el siglo XVIII,
gracias a diversos cambios en el ámbito del arte, entre
ellos la creciente complejidad de la técnica musical, esta
condición fue transformándose hasta ser
completamente subvertida hacia el siglo XIX.

Paralelamente a la justificación de la
superioridad expresiva, la estética de la música
instrumental desarrolló además, una
justificación del sentido autónomo de las formas
musicales. Esta justificación era necesaria pues la
revalorización de la música instrumental
debió confrontar desde sus inicios, el problema de su
nueva concepción: pensar la música fuera de la
determinación que le daban los significados del texto al
que estaba adherida, y explicar cómo sería posible
su existencia sin la presencia de los elementos
lingüísticos.

Dicho de otro modo, no bastó con liberar a la
música de las determinaciones del lenguaje sino
simultáneamente convertirla en un lenguaje puramente
musical. Esto permitió justificar el carácter
estructural de los principales géneros de la música
instrumental. Se argumentó, por ejemplo, que una
sinfonía es como un drama confiado a los instrumentos en
el que existe una suerte de trama con momentos de tensión
y desenlace; en ella se desarrollan, a través de la
combinación de motivos y frases melódicas, ideas y
pensamientos propiamente musicales. A esto se refirió
Eduard Hanslick en su obra Du beau dans la musique
(1854):

Si uno pregunta ahora por aquello que debe ser expresado
a través del material sonoro, nosotros respondemos: ideas
musicales. Una idea musical formulada completamente es ya algo
bello, independientemente de cualquier otra condición;
ella no tiene otro fin que sí misma, y no es de
ningún modo el medio o el material que sirva para la
expresión de sentimientos o pensamientos.
¿Qué contiene entonces la música? Nada
más que formas sonoras en movimiento4

Objetivos de la Estética de la
Música

Partiendo de lo anteriormente justificado,
podemos decir que la Estética de la

Música tiene los siguientes
objetivos:

• Se ocupa del arte de los sonidos y
sus efectos.

• Contemplar las transformaciones que
ha sufrido la música en el tiempo.

• Estudiar en forma crítica los
resultados y efectos de los sonidos.

Interpretación correcta de las obras y la
creación de reglas y normas que puedan aplicarse a obras
similares y que permitan su correcta
clasificación.

• La comprensión de las estructuras de
composición y la comparación de sus diferentes
estilos. En este sentido, la estética de la música
intenta comprender la motivación del artista, a
través del estudio del proceso creativo.

4 Hanslick E., (1986).
Du beau dans la musique,(Lo bello de la música).
Paris, Bourgois.

La
Estética en el Clasicismo

Cuando por ejemplo hablamos de Clasicismo o de
Romanticismo, estamos refiriéndonos a la actitud
estética de un hombre o de una época; la
música, como todas las artes, es una expresión de
la cultura, y por ello se encuentra sometida a las mismas leyes
que rigen los demás fenómenos culturales.
Evoluciona como éstos, en ciclos, en etapas sucesivas que
pueden delimitarse en el tiempo. La estética no solamente
nos lleva a estudiar la estructura de las formas musicales de
cada época, sino que a través de ella podemos
estudiar y comprender como los principales maestros de los
diferentes períodos impulsaron los cambios
estéticos que las caracterizan.

El Clasicismo es una de estas etapas y tiene su apogeo
en el siglo XVIII. Haydn, Mozart y Beethoven, creadores de la
música instrumental moderna, sintetizan las virtudes de
esta escuela. Su cualidad fundamental es el equilibrio, que
distingue a todo arte clásico, entre armonía y
melodía, entre forma y expresión; el ajuste
perfecto de todos los elementos, físicos y espirituales,
que integran el edificio sonoro.

Frente al marcado objetivismo, con predominio de la
forma, que significó la ciencia contrapuntística
-que consiste en la combinación simultánea de dos o
más melodías- inmediatamente anterior al estilo
clásico, y frente al subjetivismo de la escuela
romántica, inmediatamente posterior, la música de
Haydn, Mozart y Beethoven se sitúa justo en el medio. Es
en la ciudad de Viena donde la escuela clásica encuentra
sus dos representantes más extraordinarios: Haydn y
Mozart.

En sus obras, la música fluye sin
descanso y sin violencias, con una gracia y maestría sin
igual.

Surgimiento del
Clasicismo

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Los cambios que se suscitaban en Europa en
lo político, social y económico se manifestó
también en las artes. El dominio que ejercía el
estilo barroco en algunas manifestaciones artísticas se va
debilitando hacia la segunda mitad del Siglo XVIII; nuevas formas
de expresión van haciendo su aparición en distintos
ámbitos culturales. Va surgiendo un interés por las
formas clásicas, especialmente en la arquitectura, la
escultura y la pintura, aun cuando su enfoque distaba mucho de
las consideraciones renacentistas. Este renovado interés
por lo clásico se ve influenciado por el descubrimiento de
las ruinas de Pompeya, ciudad de Campania, al sur de Italia,
situada a pocos kilómetros del monte Vesubio, entre
Herculano y Stabias (actual Castellammare di Stabia) que fue
fundada hacia el 600 a.C.; una erupción del Vesubio
la destruyó en su totalidad en el 79 .C.
sepultándola junto con las ciudades de Herculano y
Stabias.

Durante más de 1.500

Ruinas de Pompeya
(Fragmento)

años permaneció bajo
una capa de cenizas, y hasta 1748 no
comenzaron las excavaciones. La lluvia de cenizas húmedas
que acompañó a la erupción formó un
sello hermético sobre la ciudad, conservando muchas
estructuras públicas, templos, teatros, tiendas y casas
particulares, lo que provocó un gran entusiasmo en la
órbita cultural arquitectónica. La influencia de
esta moda neoclásica fue influyendo notablemente; se
retomó la sencillez de los preceptos antiguos
que no habían podido deducir los renacentistas. Se erigen
obras como el Palacio Royal y la Catedral de San Sulpicio en
Paris, el Somerset House en Londres y la Puerta de Branderburgo
en Berlín.

La Música del Clasicismo

En lo que respecta a la música, el vocablo
clásico es generalmente usado para indicar el
período que trascurre desde la muerte de J.S. Bach (1750)
hasta aproximadamente el año 1810. El término
clásico conlleva una idea de perfección, de rigor y
excelencia. En el surgimiento del clasicismo tuvo relevante
importancia el estilo "galante" que desde el punto de vista
musical aportó grandes significados, como el estilo
melódico fluido y el movimiento lento.

El estilo clásico agrega la expresión
dramática a la música, la cual estaba limitada a
las manifestaciones teatrales; es decir, la necesidad de
acción comenzó a aplicarse también a la
música no operística. Esto se puede apreciar en las
sonatas para clavicordio de Domenico Scarlatti. No obstante, el
estilo clásico no surgió de pleno hasta que Haydn y
Mozart conforman parámetros en los que el efecto
dramático aparece de forma sorprendente y lógica al
mismo tiempo. Mientras la fuerza motriz del barroco fue la
secuencia armónica, la del clásico es la frase
periódica. El estilo clásico se caracteriza por un
perfecto equilibrio entre forma y contenido musical.

El periodo del clasicismo propició un cambio
radical en el papel de los instrumentos de teclado, a medida que
iba desapareciendo de forma gradual la función del bajo
continuo.

El desarrollo de nuevas técnicas musicales que
ampliaron el lenguaje de la creación musical
contribuyó al surgimiento del clasicismo. Los compositores
contaron así con nuevo elementos para manifestarse. Entre
estas nuevas técnicas y herramientas podemos citar: la
consolidación de la notación tal como hoy la
conocemos; las claves se unificaron en dos principales: la de
Sol, para las notas agudas, y la de Fa para las graves,
así como la clave de Do en tercera y en cuarta
línea del pentagrama para algunos instrumentos (fagot,
viola, violonchelo y trombón). El sistema tonal se
refuerza con sus respectivas escalas y acordes mayores y menores.
Se establecen dos principios fundamentales: la polifonía y
la homofonía y principalmente, aparecen las principales
formas de composición, que han de utilizar los
compositores desde entonces hasta nuestros días.
Según Kurt Pahlen 5 ,
existían ya en el terreno vocal la ópera, el
oratorio, la canción coral y solista y en el terreno
instrumental, la fuga, la pieza tripartita, la
recopilación de danzas y formas libres de
improvisación y fantasía. Los instrumentos
adquieren la contextura que actualmente poseen; se agrupan en
familias: cuerdas, vientos, percusión y teclado; y salvo
algunas modificaciones, la orquesta se muestra compuesta de
manera similar a la de hoy.

En el período del clasicismo además, se
consolida el papel de los instrumentos de teclado, a medida que
desaparece de forma gradual la función del
bajo continuo; el clave con sus limitaciones, será
desplazado por el piano.

5 Kurt Pahlen (1907-2003),
director orquestal austríaco que durante más de dos
décadas vivió en Montevideo y tuvo una
muy activa participación en la vida cultural del
Río de la Plata.

Las Formas
Musicales del Clasicismo

La Forma de
Sonata

La aparición del término, a veces confuso,
de forma de sonata ocurre fundamentalmente en la escuela
clásica. Este término describe de manera adecuada
una "forma" de composición que refleja el lenguaje musical
natural de la época y que podía fácilmente
combinarse con otros elementos como el rondó e incluso la
fuga.

Para hablar de la forma pensemos en las melodías
involucradas en una pieza de música como si fueran
personajes de una novela. La mayoría de las canciones
populares constan de dos melodías: la principal, que es
con la que empieza la canción, luego entra la segunda,
generalmente más corta y finalmente reaparece la primera.
Esta es la forma más simple, y por supuesto hay gran
cantidad de obras clásicas que la presentan. A esa forma
se le ha dado un nombre: "forma de sonata". Podemos describirla
con la siguiente abreviación: si a la melodía
principal la llamamos A (Exposición), la secundaria B
(Desarrollo) y A" (Reexposición), podríamos
escribir simbólicamente la forma de sonata como ABA. Esta
estructura va casi siempre rematado por una coda (C) y algunas
veces precedido por una Introducción (I). En la gran
mayoría de los casos, este primer tiempo, -en forma de
sonata- del cuarteto (o trío o quinteto…), del concierto
o de la sinfonía, o la sonata, lleva una indicación
metro nómica rápida –el Allegro con sus mil y
una variantes y matizaciones-; la coda se mantiene en el mismo
tiempo, o bien lo acelera, mientras que la introducción,
cuando la hay, es en tiempo más reposado: Largo, Adagio,
Andante…

Al incluir más de dos melodías en una
pieza obviamente se crean otras formas, una de ellas es muy
frecuente y por eso recibe un nombre: rondó, del
francés rondeau. La forma simbólica del
rondó es la siguiente: ABACAD…A, en donde cada letra
representa a una melodía distinta. Esta
estructuración no es estrictamente obligatoria; puede
haber un rondó de la forma ABACABA, por
ejemplo.

La
Sonata

No debe confundirse la estructura forma de
sonata
con la sonata en sí. La palabra
sonata viene del italiano y quiere decir sonada, o sea, algo que
suena o que es sonado. Podemos adoptar la siguiente
descripción para la sonata: "El cuerpo principal de las
obras de música pura lo constituyen las composiciones de
"forma sonata", o sea las que están integradas por tres
movimientos o tiempos; uno movido y muy desarrollado; otro lento
y el último rápido, a los que se les puede sumar
casi siempre un cuarto movimiento en aire de danza o
"scherzo".

Se puede resumir el concepto de sonata clásica
como una obra en varios movimientos, normalmente tres o cuatro,
para uno o dos instrumentos, como sucede en las sonatas para
piano (solista) o con la sonata para violín (para
violín con un instrumento de teclado), el primero de los
cuales tiene "forma sonata"; el segundo movimiento en tiempo
lento -andante o adagio- acostumbra a tener una forma ternaria o
tema con variaciones. El tercer movimiento, si hay cuatro, suele
adoptar la forma minueto o scherzo; Mozart y Haydn acostumbraban
a utilizar el minueto, mientras que el scherzo es muy
característico de Beethoven. El ultimo tiempo, un
rondó o bien como en el primer movimiento, obedeciendo a
la forma de sonata.

Se suelen usar términos distintos al de sonata,
en obras que presentan la misma disposición pero que
están compuestas para otras combinaciones instrumentales;
por ejemplo, la sonata para orquesta se llama
sinfonía, la sonata para un instrumento solista
se llama concierto, y la sonata para cuarteto de cuerdas
se llama cuarteto de cuerdas, entre otras.

La
Sinfonía

Sinfonía, (del griego syn= con y phone=
sonido
) es formalmente una "sonata para orquesta" cuyo plan
de conjunto está próximo en efecto, al de la
sonata. La sinfonía es como una gran sonata para
orquesta cuyo origen está en las introducciones musicales
que se tocaban en el barroco antes de una cantata o un oratorio,
y la obertura de la ópera que anteriormente se usaba. Si
consultamos el diccionario Harvard de Música
6 , encontramos la siguiente
definición: "… nombre escogido por J.S. Bach para
sus invenciones en tres partes. Piezas orquestales que
servían de introducción a oratorios, cantatas
ú operas".

La Sinfonía también se experimentó
en la escuela italiana del norte, la escuela berlinesa y vienesa
y la de Mannheim, que se convierten en centros de actividad
sonatística y sinfónica desde 1750 y en la que
destacan compositores como Giovanni Sammartini y Johan Christian
Bach.

En el siglo XVIII la sinfonía adopta el uso de
cuatro tiempos, siguiendo el esquema general de sonata que hemos
visto: I Allegro, II Adagio o Andante, III Minuetto o Scherzo y
IV Allegro Finale o Rondó. La sinfonía de¡
siglo XX conserva toda su vitalidad, tratada según las
estéticas más diversas, de la gran
sinfonía programática (Sinfonía
de Strauss) a la sinfonía concertante de cámara
(Pequeña

6 Randel, D. (ed.), (1997)
Sonata en Diccionario Harvard de Música, Alianza
Editorial, Pag. 457. sinfonía de Frank
Martin) y los vastos frescos, a la vez instrumentales y
corales

(Vaughan Williams entre otros).

El
Concierto

La palabra "concierto" viene del italiano
concertare, que quiere decir "concertar o poner de
acuerdo". En relación con la música, la palabra
"concertar", quiere decir "acordar entre sí voces o
instrumentos músicos", así que utilizamos la
palabra "concierto" para hablar de una ejecución musical
destinada al público en la cual, la actuación de un
instrumento o de un grupo instrumental contrasta con la de un
conjunto orquestal

Los compositores comenzaron a escribir conciertos desde
finales del siglo XVII, durante la época barroca. El
italiano Arcangelo Corelli (1653 – 1713) escribió por
aquellos años, una serie de obras como el Concerto
grosso Op. 6 No. 8
, compuesto para la noche de Navidad. Un
concerto grosso se caracteriza porque hay un grupo de
instrumentos (que se llama concertino), que contrasta con otro
grupo orquestal (que se llama ripieno). . El concierto
está enmarcado dentro de la forma sonata. "…y el
Concierto, sonata o sinfonía para un instrumento
solista y orquesta: Concierto de violín, de violoncello,
de piano, etc." (J. Pahissa)7.
Generalmente está conformado por tres
movimientos.

Durante el siglo XVIII el concierto se convirtió
en un género musical muy utilizado por los compositores.
El concerto grosso cayó en el olvido y ganó
popularidad el concierto para solista y orquesta, que es el que
opone un solo instrumento al grupo orquestal.
Wolfgang Amadeus Mozart escribió muchos
conciertos para solista y orquesta: para piano, para
violín y para otros instrumentos.

Durante el siguiente siglo, el concierto para solista y
orquesta siguió adquiriendo popularidad, en especial
porque el público deseaba ver a los grandes compositores
de esta época interpretar sus producciones. El concierto
para piano y orquesta ya había demostrado ser muy
importante durante el siglo anterior; durante este siglo XIX,
muchos de los conciertos fueron escritos para este instrumento,
como el Concierto para piano y orquesta Op. 54 del alemán
Robert Schumann, el cual fue estrenado en 1845.

En el siglo XX, los compositores siguieron utilizando el
concierto para solista y orquesta como un medio para expresar sus
ideas musicales. El Primer concierto para piano y orquesta del
húngaro Béla Bartók —compuesto en
1926— es ejemplo de uno de los muchos conciertos del siglo
XX.

Los Conciertos para Piano y Orquesta de
W.A. Mozart

Mozart revolucionó el concierto para piano,
sustituyendo la alternancia entre solista y orquesta por
interacción y alcanzando la cumbre de la expresión
sinfónica. Mozart compuso 27 conciertos para piano, 17 de
ellos cuando se residenció en Viena, lo que le
valió para acrecentar su fama, a la vez que le
deparó buenas ganancias que le permitieron mejorar su
vida. De su técnica pianística se dice que es
perfectamente original, si se le compara con su antecesor J.S.
Bach o con quienes le sucedieron, como Ludwig van Beethoven o
Frederick Chopin, por ejemplo. La fluidez de su música
para piano, hace a muchos pensar en una simpleza, siendo en
realidad una genial sencillez llena a la vez de una carga
emocional y dramática sin igual. Oyendo los conciertos
para piano de Mozart se puede notar el balance entre
la tesitura, la textura y la interacción entre el solista
y la orquesta.

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Por ejemplo, por un largo tiempo el
Concierto No. 20 (K 466) fue el mas interpretado de
todos los conciertos para piano y orquesta de Mozart; era en
efecto, uno de los favoritos de Beethoven, quien
escribió las cadenzas para el mismo
(Wolfgang lo había dejado sin ellas). El segundo
movimiento del Concierto No. 21 (K
467)
es considerado por muchos como

Pianoforte de W.A.Mozart

"uno de los trozos más
absolutamente

líricos y maravillosos de los muchos
que

nos ha legado el compositor…"
8 El Concierto No. 23 en La mayor (K
488)

compuesto en Viena en marzo de 1786 y es
considerado una obra maestra de

Mozart, por su equilibrio perfecto entre lo
diálogos de la forma sonata.

En los últimos conciertos de piano de Mozart,
comenzando con el No. 20, se evidenciaba más claramente la
comunión entre una voz (el solo del piano) y muchas (la
orquesta). Antes de Mozart estos conciertos representaban una
simple alternancia del solista contra la orquesta. Así los
conciertos de piano de Wolfgang Amadeus Mozart podrían
representar la fusión de los elementos de la
sinfonía y el concierto, de tal manera que apropiadamente
podrían haber sido titulados "Sinfonía

para Piano y
Orquesta".9

Monografias.com8 Grandes Obras de la
Música Clásica. Fascículo 17. Revista
Bohemia. 1994.

9 Knut Franke. Comentarios
al Concierto para Piano y Orquesta No. 20 K.466 de Wolfgang
Amadeus

Mozart. CBS Records MK 42241.

La
Estética en el Romanticismo

Los años treinta del siglo XIX marcan el dominio
de la estética romántica en las diversas
manifestaciones artísticas. El Romanticismo representa un
movimiento general en toda Europa donde prevalecía el
desarrollo de los sentimientos y del individualismo, era un
movimiento esencialmente burgués que rompía con los
convencionalismos del clasicismo y con las refinadas y
artificiosas formas de la sociedad
aristocrática.

El Romanticismo establece una estrecha relación
del individuo con la sociedad; para esta corriente la sociedad, a
la que califica de pueblo o nación, tiene una vida propia
y una misión histórica que cumplir. Esa forma de
pensar es la que dio origen a los movimientos nacionalistas del
siglo XIX.

Hasta mediados de los años cuarenta los
románticos estuvieron en boga, especialmente en Francia, y
las figuras destacadas de esta corriente disfrutaron de un gran
reconocimiento político y social. El auge literario
romántico está representado en Francia por las
novelas de Stendhal, que era el seudónimo de Henri Beyle,
autor entre otros de El rojo y el negro (1831). Con
él, historiadores como Jules Michelet o Alphonse de
Lamartine (Historia de los girondinos, 1847).

En Inglaterra, el Romanticismo literario
persistía en la obra de Emily Brontë (Cumbres
borrascosas
, 1848). El Romanticismo social, alcanza su
más completa expresión literaria en Los
Miserables
de Victor Hugo (1862).

El Romanticismo Musical

Desde la muerte de Johann Sebastián Bach (1750) y
hasta el comienzo del siglo XIX, los compositores crearon sus
obras con base en melodías ordenadas con claridad y en
concordancia con reglas armónicas, cuyo axioma principal
era a su vez, la claridad accesible al oído del
espectador. Fue éste el periodo del clasicismo. El
oído escuchaba melodías comprensibles
acompañadas por amables armonías constituidas por
acordes que estaban, por tanto, en consonancia con la
melodía principal. El compositor se aseguraba de
cuáles eran los acordes que mejor sonarían con el
discurso musical. Por eso, la música poseía unas
reglas muy bien definidas. No obstante, de vez en cuando el
compositor desplegaba un osado trazo en su partitura: utilizaba
la modulación -el cambio de un tono a otro- para crear una
tensión, un drama tonal; pero incluso la modulación
se utilizaba siguiendo unas reglas preestablecidas.

Pero con la llegada del siglo XIX, el arribo de la
revolución francesa, no sólo tambaleó el
viejo orden social, sino también el arte respondió
a las nuevas inquietudes. Para muchos, Ludwig van Beethoven
(1770-1827) es la culminación de la escuela
clásica. Su lucha por romper los moldes constituye la
puerta al Romanticismo.

Beethoven expresa esta inconformidad con las reglas del
pasado por medio de una disonancia: un acorde que no se
ciñe a las reglas del clasicismo, pues la disonancia
expresa la falta de conformidad con la melodía a la que
acompaña, y aún más, la melodía
embravecida no se ajusta tampoco a la regla de claridad que de
ella exigía el clasicismo. Para el
clasicismo, la disonancia era un "sonido
desagradable"10 y así la
define la Academia de la lengua. 11

Probablemente Beethoven se aparta del clasicismo ya en
sus Sonatas para Piano, algunas de ellas claramente de
formulación romántica como su maravillosa
Appasionata; y entre su sinfonías, La Novena
Coral
, que incluye la "Oda a la Alegría" de su
compatriota Schiller también se inscriben claramente en el
Romanticismo. Ha sido reconocido tanto por sus principios
clásicos como por su libertad de expresión, por
ésto se le denomina como "El Último de Los
Clásicos y el Primero de Los
Románticos".

Después de la revolución los
músicos ya no estaban al servicio de los nobles o de las
administraciones; ya eran independientes, por lo que no tienen
que solicitar permisos a sus señores para aceptar
encargos, como era corriente entre los músicos anteriores
a Beethoven. El declive en la productividad y el aumento de la
conciencia de sí mismo, alejan a Beethoven de Haydn y de
Mozart. Los caminos a seguir de Beethoven son el concierto
público, la edición de música instrumental y
la enseñanza. Ésta última trae a muchos
músicos prosperidad y bienestar, pues el aprendizaje de la
música, en especial de un instrumento se hace casi
obligatorio en la sociedad; de ahí que este hecho puede
explicar el auge del piano. La evolución técnica de
este instrumento permitirá una nueva sonoridad y su
fácil aceptación como instrumento doméstico
es una inagotable fuente de ingresos para
muchosmúsicos. Es la transición al
Romanticismo.

Monografias.com10 Diccionario de la
Lengua Española,
Real Academia Española,
Madrid, Espasa -Calpe, 1970.

11 Enrique Arias Valencia.
(2002). El Arte Redentor. Tesis para optar al grado de
Licenciado en Filosofía.

.Universidad Nacional Autónoma de
México. Disponible: http://www.tuobra.unam.mx/publicadas/

040306215103.html [Consulta 2005, noviembre
05]

Para muchos historiadores este período es de la
música la época más importante, por la
enorme cantidad de músicos que surgen bajo su escuela. Se
ubica desde 1815 hasta aproximadamente 1880, aunque en muchos
lugares continuará hasta avanzado el siglo XX.

El Romanticismo está ligado a la situación
político-social existente en Europa para la época
enmarcada entre el estallido de la Toma de la Bastilla (1789) y
la caída final de Napoleón (1815). La música
va a surgir como forma de expresión de todos los
sentimientos del hombre. La música abandona el orden y
uniformidad del clasicismo por el predominio de las emociones y
de los sentimientos. Uno de los objetivos del Romanticismo fue
precisamente el de acercarse a las expresiones populares. El
Romanticismo Musical se nutre de estas ideas e incorpora a la
Música la noción de expresividad entendida como
factor consubstancial de la confidencia que el compositor nos
hace a través de su creación, para integrarnos a su
problemática ideológica o sentimental12.

Cualidades de la música
romántica

1. Predominio de la música
instrumental sobre la vocal.

2. La música se convierte en un lenguaje libre y
expresión de la fantasía y sentimientos propios,
sin servir a ningún tipo de intereses o
mercados.

3. La melodía sigue siendo considerada como parte
esencial de la música aunque se la explotará mucho
más que en el Clasicismo, con tratamientos
armónicos muy complicados; el punto de inspiración
para esta melodía sigue siendo la
música folk.

Monografias.com12 Pérez-Perazzo J.
Beethoven o la Gran Transición. Disponible:
http://www.histomusica.com/hitos/250_Romanticismo.html
[Consulta: 2005, noviembre 04]

4. Rítmicamente, la música
romántica no es muy rica, hasta llegar el nacionalismo que
veremos más adelante Se usan, sobre todo, tonos menores.
La armonía es muy rica, con cambios enormemente
complicados. Tienden a caer las formas demasiado racionales y
concretas o se transforman por completo, tal es el caso de la
Sonata o de la Sinfonía que se transforma en Poema
Sinfónico.

5. Surgen nuevos géneros: nocturno, impromptu,
intermezzo, elegía, rapsodia, barcarola, balada y preludio
(son diminutos). Son un medio apropiado para la expresión
del lirismo y el sentimiento romántico. Dice Einstein que
una de las peculiaridades del hombre romántico es el gusto
por la miniatura, que implicaba la relajación de las
grandes formas como la sonata.

6. La música se convertirá en el lenguaje
de todas las clases sociales, va a cultivarse en todos los
hogares europeos. Con el Romanticismo el músico se
sentirá completamente libre para componer según sus
necesidades expresivas.

El Romanticismo contó también con un
componente muy importante: desde finales del siglo XVIII y
durante la primera mitad del siglo XIX, como consecuencia de la
Revolución Industrial, tiene lugar un intenso movimiento
de creación, producción y difusión de
numerosos instrumentos musicales y, la modificación y
renovación de muchos otros que ya existían.
Efectivamente, se produce el desarrollo y perfeccionamiento de
los mecanismos de llaves, pistones, así como la
introducción de nuevos y mejores materiales para la
producción de instrumentos musicales en serie. De la misma
manera, el incremento creciente de las ediciones, trascripciones
y publicaciones de partituras de muchos compositores, contribuyen
a la popularización de multitud de obras, incluidas las
óperas, lo que hace que numerosos
públicos conozcan y se acerquen al hecho musical que les
había sido inaccesible hasta el
momento.

Otra característica del período
romántico lo constituye el virtuosismo que
determinó la aparición de obras, a menudo escritas
por ejecutantes eximios del instrumento solista como
Nicolò Paganini con el violín en sus famosos y
dificilísimos Conciertos, el piano en el Concierto para la
Mano Izquierda de Maurice Ravel, y también en las
Rapsodias Húngaras de Franz Liszt, entre otras.

Las Formas
Musicales Del Romanticismo

La Sinfonía
Romántica

Su estructura es muy próxima a la sonata; muchos
la consideran como una gran sonata para orquesta. Sigue el
esquema en cuatro movimientos que fijara Haydn al añadir
un minueto. La sinfonía desarrollada por Beethoven -y
posteriormente sus seguidores- alcanza una popularidad
impresionante. Beethoven cambió el minueto por un scherzo
a partir de su segunda sinfonía, pues se adaptaba
más a sus intenciones improvisadoras y sus juegos
melódicos e instrumentales; introduce también una
estructuración más libre, con sinfonías de
cinco tiempos, como La Pastoral o con cambio en la
sucesión de los tiempos. Su gran innovación ocurre
en su novena Sinfonía con la aparición de solistas
y coro de voces. Prácticamente todos los músicos de
este período siguen la huella de Beethoven y van a
expresarse con esta forma musical. Gustav Mahler solía
decir "Para mí, componer una sinfonía equivale a un
acto de creación del mundo".

Franz Schubert (1797-1828), uno de los
músicos más inspirados del

Romanticismo, va a realizar ocho
Sinfonías, aunque la última queda
inconclusa.

Félix Mendelssohn (1809-1847) compone cinco
sinfonías, caracterizadas por su mesura,
construcción clasicista y su simetría, pero con
claros caracteres románticos como el color
melódico. Robert Schumann (1810-1856), gran genio del
romanticismo alemán, compone cuatro Sinfonías que
siguen el esquema de Beethoven, con una gran riqueza
rítmica. Johannes Brahms (1833-1897), -del Romanticismo
tardío- restaura en sus cuatro sinfonías la
perfección beethoviana, renueva enormemente el lenguaje
armónico y rítmico. Anton Bruckner (1824-1896)
nacido en Rusia, compone nueve sinfonías, influido por
Beethoven y Schubert y en algunas de ellas por Wagner, sobre todo
en aspectos de instrumentación y en ciertos recursos
armónicos.

La Música
Programática

Se define como la música instrumental relacionada
con un texto poético, descriptivo, e incluso narrativo,
pero no mediante la imitación de sonidos y movimientos
naturales, sino mediante la sugerencia imaginativa.

Este género musical no era una novedad exclusiva,
ya que anteriormente hubo intentos de ella, como Las Cuatro
Estaciones
de Antonio Vivaldi (1678-1741). Sin embargo, no
será sino hasta la aparición de Franz Liszt
(1811-1886) y sus escritos que la música
programática se independiza como género. Sus
ideales se basan en la búsqueda de la unión total
entre literatura y música, ligada al deseo de renovar las
formas clásicas. La música programática
surge cuando se consideraba que las formas tradicionales estaban
ya exhaustas (las sinfonías de Haydn, Mozart,…). Uno de
los primeros innovadores que introdujo un programa en su
creación fue Hector Louis Berlioz (1803-1869) con su
Sinfonía Fantástica.

En la música programática convergen las
artes bajo la influencia de la música. Liszt decía:
"la música debe pintar, describir, y esto podrá
hacerlo siempre que busque la inspiración en un campo
ajeno al suyo, como la poesía". Se consideraba a la
música programática como la única forma en
la que podía realizarse óptimamente la unión
íntima y completa entre poesía y
música.

El Poema
Sinfónico

Se cree que el deseo de algunos músicos de
liberarse de las estrictas normas que imponía la
Sinfonía, hizo que surgiera El Poema Sinfónico.
Este tipo de composición orquestal se inspira en elementos
poéticos o fabulosos y comprende un solo movimiento en el
que el compositor intenta describir diversas escenas de
carácter diferente.

En este tipo de obras destacan Franz Liszt, con sus
trece Poemas Sinfónicos; Héctor Berlioz, que
reforma la orquesta (agrandándola) buscando sonoridades
nuevas; Richard Strauss, que compone en este estilo multitud de
obras: La Vida de un Héroe, Muerte y
Transfiguración, Así hablaba Zaratustra
. Ya en
el romántico tardío Piotr Ilyich Tchaikovsky
(1840-1893), amplía este repertorio con obras como la
Obertura Romeo y Julieta, Hamlet y Obertura 1812
.

El Piano
Romántico

Es el instrumento musical más expresivo bajo el
período romántico. El compositor considerado como
el maestro del piano romántico fue Frederick Chopin
(1810-1849), quien con un lenguaje armónico rico y
revolucionario, desarrolló una serie de pequeñas
composiciones que llegaron a ser las grandes obras del
Romanticismo: nocturnos, mazurcas, polonesas, polcas, etc. En su
obra se ve el

lenguaje típico del hombre romántico: lo
sentimental, lo íntimo, lo guerrero, lo heroico, lo
exaltado.

Franz Liszt fue otro gran genio del piano
romántico. Fue famoso en toda Europa por sus facultades
increíbles y su técnica revolucionaria para el
piano (algunos historiadores se lo atribuyen al tamaño de
sus manos, que le permitía extenderse más
allá de una octava pianística). Entre sus obras
destacan los doce Estudios de ejecución
trascendental, las veinte Rapsodias húngaras, dos
Conciertos y las piezas que forman los tres
volúmenes de Años de
peregrinación
.

No se puede dejar de nombrar a Robert Schumann (1810 –
1856), con obras como El Carnaval, y Álbum de
la Juventud
. Realiza estas obras con un lenguaje personal y
fantástico, con ritmos insistentes o monorritmos, sin
despreciar la melodía, que también es uno de sus
elementos más ricos y bellos.

El
Lied

Es una de las formas musicales más antigua; se
puede definir como el canto acompañado por un instrumento.
Heinrich Albert, Schutz y Johan Rist lo impulsaron en el mundo
artístico.

Una de las características del Romanticismo era
el mezclar las diversas artes para llegar a una unidad entre
ellas. Por eso El Lied es considerado eminentemente
romántico. Significa en alemán canción y es
una "composición generalmente breve que le pone
música a un poema, logrando una unión más o
menos perfecta entre ellos". El Lied romántico tiene
cuatro nombres: Schubert, quien compone más de

600 lieder que agrupa en colecciones, siendo los
más famosos los de La Bella Molinera y Viaje de Invierno;
Schumann preocupado más de la expresión del
sentimiento, especialmente en la colección Amor y vida de
una mujer, y Amor de

poeta; el lied de Brahms, relacionado con el de Schumann
por su sentimentalismo, pero se acoge a temas populares como
Romanzas de Magelone y finalmente Hugo Wolf (1860-1903) valora
más el texto e intenta reproducir casi de manera literal
lo que éste dice; dentro de su obra se distinguen sus
colecciones Lieder españoles, Lieder italianos, Lieder
sobre Goethe.

La Ópera
Romántica

Lo mágico y lo sobrenatural que desde el
principio había estado en la esfera de lo
operístico, fue igualmente utilizado en la era
romántica; el mito por ejemplo, fue sustituido por el
cuento de hadas y se presentaron temas nuevos: las tinieblas, la
media luz, los sueños y la personificación de las
fuerzas naturales, en un lenguaje vernáculo, ya que la
ópera romántica iba dirigida a una audiencia
burguesa. La tendencia hacia una ópera nacional se vio
acelerada en Alemania por los triunfos de las guerras de
liberación, por éllo se sacudieron la
tiranía del gusto italiano y francés. Analizando
algunos compositores de óperas románticas se pueden
evidenciar los cambios estéticos de este
período.

Ludwig van Beethoven. Las
guerras sufridas por Europa entre los años de

1789 al 1815 influenció en el teatro musical, el
cual se ciñe a esas realidades y vuelca su interés
en la ética, los ideales, el heroísmo y la
emoción. En esa línea, Fidelio,
ópera de Ludwig van Beethoven plasma los terrores de la
prisión. La fuente original era un texto dramático
del francés Jean Nicolás Bouilly,
Léonore ou l'amour conyugale (1798), y que se
basaba en un incidente que Bouilly había conocido como
inspector de prisiones. Beethoven puso música a una
traducción alemana del texto francés, y la
llamó Leonore, configurándola en tres
actos. Revisó la obra varias veces, y en 1814 la
estructuró en los dos actos que hoy conocemos como
Fidelio. En esta obra elhéroe, es un
personaje altamente dramático del imperativo moral; la
partitura se desarrolla vigorosamente, tal vez pintando la
tenebrosidad de la celda y culminando en el jubiloso Do mayor del
rescate final. Beethoven no escribió más
óperas, no obstante, escribió música
incidental para la tragedia de Goethe, Egmont (1810),
con la intención de ensalzar y complementar el sentido
dramático. El objetivo de Beethoven fue el de crear una
música que estuviera muy cercana al discurso. Los
compositores de la música programática, tienen
cierta justificación en citar a Beethoven.

Gioacchino Rossini (1792-1868). La
tradición romántica dentro de la ópera
italiana normalmente está definida a través de la
creación de Bellini y Donizetti, pero es imposible no
considerar el aporte de Rossini al género serio,
utilizando las nuevas corrientes que, finalmente,
conducirían al romanticismo. Obras como Otello,
La Urraca Ladrona y La Mujer del Lago,
prepararon el camino para las partituras de Bellini y Donizetti,
mientras que Guillermo Tell, se transformó en el
arquetipo de la "gran ópera", que estaría de moda a
mediados del siglo XIX, al fusionar el lirismo italiano con la
declamación y el espectáculo
franceses13.

Aunque se le recuerda por sus óperas
cómicas descendientes de la opera buffa
napolitana, a tal punto que durante mucho tiempo se habló
sólo de Rossini en términos del "genio siempre
alegre del toque ligero", Rossini escribió casi
exclusivamente para el teatro, mostrando ya sus rasgos
distintivos desde Tancredi (1813): una línea
vocal emotiva, conjuntos y finales modelados al
estilo de Mozart, sorprendentes pautas rítmicas
que

Monografias.com13 Radio Beethoven.
Rossini, Gioacchino. Disponible en
http://www.beethovenfm.cl/cgi-bin/enciclopedia

_persona.cgi?id=232 [Consulta: 2006, enero
28].

incorporan ostinatos y crescendos y un
sonido orquestal de gran complejidad, realzado por una escritura
virtuosística para los instrumentos de madera.

Gaetano Donizetti (1797-1848). Compuso
alrededor de setenta óperas; el estilo melódico
lírico y pleno de gracia de Donizetti adquirió una
energía dramática en las óperas serias como
Maria Stuarda (1834), que descansa en dos papeles
femeninos de gran contraste y tiene una escena final (la marcha
de María hacia el patíbulo) que se convirtió
en modelo para muchas otras escenas de despedida y muerte, en
tanto que Lucia di Lammermoor (1835) es una
adaptación de Sir Walter Scott, construida sobre un papel
de soprano con coloratura a la vez brillante y expresivo. La
ópera histórica había llegado a Italia, si
bien en un estilo menos melódico.

• En Vincenzo Bellini (1801-1835), los
personajes femeninos ocupan los papeles centrales: una soprano
lírica de coloratura en La Sonnambula (1831), que
es la conmovedora historia de una joven que camina dormida en las
montañas de Suiza, y una gran heroína
dramática en Norma (1831), la gran ópera
trágica de Bellini admirada por Verdi.

Carl Maria von Weber (1786-1826). A la
edad de 13 años debutó como pianista y
escribió su primera ópera. A la edad de 18
años se presentó como director con la ópera
de Breslau. La fama de Weber se debe principalmente a tres
óperas: El Cazador Furtivo (1821),
Euryantha (1823) y Oberón (1826). Con
El Cazador Furtivo, basada en el folklore nacional
alemán y en una combinación de elementos
legendarios y sobrenaturales, Weber creó la escuela
romántica de la ópera alemana. Elevándose
sobre un libreto mediocre, la suntuosa música de Weber
para Euryantha (Viena, 1823)

ofrecía todos los personajes favoritos del
primitivo romanticismo: nobles caballeros y malignos adversarios,
un ángel de inocencia y una villana viperina. Entre las
innovaciones musicales de Weber cabe citar el empleo de
leitmotivs y de recitativos cantados, como en
Euryantha, en lugar del habitual diálogo hablado
de la ópera alemana. Weber fue muy admirado por su
brillante colorido orquestal.

Giuseppe Verdi (1813-1901). Como cosa
curiosa, en 1832 fue rechazado por el conservatorio de
Milán a causa de su juventud y de que "sus ejercicios no
mostraban especiales aptitudes para la música"
14 . Nabucco (1842), ópera
que escribió en menos de tres meses, causó gran
sensación, ya que el tema de la cautividad de los
judíos en Babilonia era considerado por el público
italiano como una alusión a la oposición al
gobierno austriaco en el norte de Italia. Las óperas que
Verdi escribió en su madurez, entre las que se encuentran
Las Vísperas Sicilianas (1855), Simone
Bocanegra
(1857), La Forza del Destino (1862) y
Don Carlo (1867), muestran una gran maestría en
la caracterización musical y una mayor preponderancia del
papel orquestal. Aida (1871), también de este
periodo y probablemente la ópera más popular de
Verdi, fue un encargo del virrey de Egipto para celebrar la
inauguración del Canal de Suez y su estreno se produjo en
El Cairo. A la edad de 70 años después de un
silencio de 13 años después de escribir el
Requiem, Verdi compuso tal vez su mejor ópera,
Otello (1887), con un libreto que el compositor y
libretista italiano Arrigo Boito había
adaptadohábilmente de la tragedia de William
Shakespeare.

Monografias.com14 El Poder de la Palabra.
Giuseppe Verdi. Disponible en http://www.epdlp.com/
compclasico. php?id=1080. [Consulta 2006, Enero 28]

Richard Wagner (1813-1883). Desde sus
primeras óperas puso música a sus propios textos.
Wagner tendía a la universalidad, al simbolismo, a los
significados profundos que subyacen a las realidades de la vida;
el mito, la saga y la leyenda. Entre 1833 y 1839 escribió
sus óperas Las Hadas y La Prohibición
de Amar
y varias obras orquestales, entre ellas una
sinfonía compuesta a los 19 años. En Riga
finalizó el libreto y los dos primeros actos de su primera
ópera importante, Rienzi. En 1839 Wagner se
trasladó en barco a Londres y el tempestuoso viaje le
inspiró segunda ópera importante, El
Holandés Errante
(1841). La ópera
romántica Tannhäuser se estrenó en
Dresde el 19 de octubre de 1845. Esta obra, innovadora desde el
punto de vista técnico y estructural, asombró a una
audiencia acostumbrada a la ópera convencional del momento
y produjo una gran avalancha de críticas. Esta es la
contribución de Wagner a la glorificación
romántica de la edad media, el mundo caballeresco y la
grandeza del pasado.

EL
Nacionalismo

El Romanticismo establece una estrecha relación
del individuo con la sociedad, a la que califica de pueblo o
nación, y que da origen a los movimientos nacionalistas
del siglo XIX. Estas expresiones nacionalistas son bastante
claras. Una de las más destacadas es Obertura
1812
, de Piotr I. Tchaikowsky en la que conmemora la derrota
del ejército de Napoléon en las estepas rusas; en
esta obra se identifican claramente fragmentos de La
Marsellesa
y de melodías tradicionales rusas,
así como se incluye entre los instrumentos el disparo de
cañones.

El romanticismo condujo a un renovado interés por
las tradiciones folklóricas, mitos nacionales,
poesías y canciones populares, etc., y contribuyó
en buen grado a la formación de una conciencia musical
nacional. Esto ocurre en autores claramente
románticos, con los elementos resaltantes del
sentimiento y el subjetivismo, utilizando frecuentemente fraseos
musicales de canciones populares o folklóricas, o
asociando las piezas musicales, en la forma del poema
sinfónicos, con conocidas obras literarias de corte
romántico, por ejemplo con la obra del noruego Edvard
Grieg y su Peer Gynt o con las de los alemanes Franz
Schubert, Robert Schumann y Johannes Brahms.

Alrededor de 1860 nace en San Petersburgo el grupo
llamado de los "Cinco". Lo componen Milly Balakirev, Alejandro
Borodin, Cesar Cui, Modesto Musorgsky y Nikolay Rimsky-Korsakov.
El grupo de los "Cinco" busca una fidelidad al patrimonio musical
tradicional, aunque es interpretado de una manera muy personal
por cada uno de ellos. Este movimiento aporta nuevos elementos a
la música académica y a partir de la música
popular y folklórica crean una nueva forma de
orquestación. Esta coloración orquestal de la
música rusa, tan distinta a las occidentales, constituye
un factor decisivo que influirá inclusive en el concepto
instrumental del impresionismo francés; no es por azar por
lo que la mejor orquestación de los Cuadros de una
Exposición
de Musorgsky fue realizada por el
más exquisito que ha tenido Francia:

Maurice Ravel15.

Monografias.com15 La Orquesta
Contemporánea
Disponible: http://thales.cica.es/rd/Recursos/rd99/ed99-0635-02/archivos/

la_orquesta_contemporanea.htm [Consulta:
2004, noviembre 04]

Conclusiones

"Podemos estar observando los mismos procesos musicales,
pero los vemos desde nuestros lugares respectivos y puede incluso
suceder que nosotros no veamos jamás el mismo objeto,
porque cada uno de nosotros construimos el objeto a partir de
nuestras miradas discursivas específicas."

Estas palabras pertenecen a José Jorge de
Carvalho, profesor de antropología en la Universidad de
Brasilia (Brasil) -quien ha sido investigador de la
Fundación de Etnomusicología y Folklore de
Venezuela– pronunciadas en el Congreso de la SibE (Sociedad de
Etnomusicología) realizado en Brasilia en el año
2003. Aunque en esa ocasión el trabajo presentado por
Carvalho era específicamente "Una Reflexión a
partir de las Tradiciones Musicales Afroamericanas", aborda el
tema de la estética musical.

Porque la estética de la música,
fundamentalmente estudia la libertad formal, la importancia de
las sensaciones y el timbre, a la vez que se busca sugerir
más que exponer algo detalladamente. A través de
esta ciencia podemos estudiar como, por ejemplo Claude Debussy no
trata de imitar, evocar sino de reflejar la esencia misma de la
naturaleza, o como Ludwig van Beethoven utiliza la voz humana
dándole un tratamiento homofónico en bloques
sonoros en una sinfonía, o como compositores que
antecedieron a Mozart, como Luigi Bocherini utilizaron la
estructura de forma de sonata.

En el período del clasicismo, la estética
de la música nos revela las transformaciones que
sufrió el arte de los sonidos y, las diferentes formas de
composición, uso de instrumentos y ritmos que se
impusieron y que permitió que artistas de la
talla de Haydn, Mozart y Beethoven nos legaran tantas joyas
musicales.

Mozart resume el clasicismo del siglo XVIII, en un arte
sencillo, claro y equilibrado, pero sin evadir la intensidad
emocional. En sus conciertos se encuentran dramáticos
contrastes entre el instrumento solista y la orquesta; igual
sucede en las óperas, con las reacciones de sus personajes
ante diferentes situaciones. Su producción lírica
pone de manifiesto nueva unidad entre la parte vocal y la
instrumental, con una delicada caracterización y el uso
del estilo sinfónico propio de los grandes grupos
instrumentales.16

Los románticos por su parte, rompieron con las
rígidas formas del pasado y trataron de democratizar la
música. Además, se basaron con frecuencia en
melodías y formas musicales de raíz popular. Es por
ello, que uno de los géneros más importantes del
periodo es el lied, refinamiento artístico de la
canción popular. Un hecho importante durante el periodo
romántico fue la extinción de la figura del
compositor adscrito al servicio de una iglesia o de un
príncipe, algo que se mantuvo inmutable hasta Haydn y que
incluso el mismo Mozart no logró romper sin graves
consecuencias. El romanticismo se caracterizó por la
búsqueda personal de la novedad, por el predominio del
elemento subjetivo sobre la forma.

Desde Beethoven, el compositor será un artista
libre que compone por propia decisión y que asume una
responsabilidad como creador independiente ante su sociedad.
Aceptará el mecenazgo pero no la servidumbre y, en
general, a lo largo de todo el siglo
intentará ganar su vida como una profesión liberal
por los ingresos que sus obras puedan
proporcionarle. También es de destacar la primacía
del piano como instrumento por excelencia y la ampliación
de la orquesta en busca de nuevas riquezas sonoras.

La influencia de Beethoven en los demás
compositores fue determinante. Mendelssohn, Schumann, Schubert,
Berlioz, entre otros sintieron que después de La
Novena
, el compositor romántico debía buscar
caminos nuevos para la música sinfónica. Para unos,
en las llamadas sinfonías dramáticas, como Berlioz,
para otros como Liszt, después de que Beethoven llevara el
desarrollo temático a un punto sin retorno, inventó
el término de poema sinfónico. La estructura
más pura al aplicar sus nuevas técnica e ideales la
alcanzó Liszt en una sonata para piano completamente
original, la Sonata en sí menor (1854) que aun siendo
abstracta, refleja claramente los aspectos controvertidos de la
propia personalidad dividida de su autor.

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04].

Autor:

Rafael Poleo P.

C.I. No. 639.253

X semestre

Febrero 2006

Partes: 1, 2
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