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Fiebre hemorrágica por dengue



Partes: 1, 2

  1. DENGUE.

  • 2. Definición.

  • 3. Diagnóstico.

  • 4. Diagnóstico de
    laboratorio.

  • 5. Tratamiento:

  • 6. Bibliografía
    recomendada.

  • Con el término fiebres
    hemorrágicas virales
    se conocen un grupo de
    enfermedades caracterizadas por la replicación viral en
    las células linfoides seguido de fiebre y mialgias y que
    puede conducir, como manifestación común, al
    desarrollo de manifestaciones hemorrágicas y shock
    hipovolémico.

    El defecto fisiológico en la
    mayoría de los casos es el incremento de la permeabilidad
    vascular aunque en algunas otras entidades como la Fiebre
    amarilla, el daño hepatocelular es predominante. Las tasas
    de mortalidad pueden llegar a ser elevadas y su
    patogénesis aún no es bien conocida: la
    coagulopatía de consumo puede ser la causa de las
    manifestaciones hemorrágicas aunque no siempre es
    así y, aunque los complejos antígeno –
    anticuerpo pueden llevar a la liberación de mediadores que
    provoquen el shock, no se ha podido excluir el efecto directo de
    la replicación viral sobre la permeabilidad
    vascular.

    Generalmente, el control de estas
    enfermedades puede conseguirse interrumpiendo el ciclo natural de
    la infección: el control de los roedores domésticos
    (Fiebre hemorrágica boliviana) y la vacunación de
    los reservorios naturales (Fiebre del valle Rift). En otros casos
    el control se basa e en la educación en métodos
    encaminados a disminuir el vector (Dengue) o los reservorios
    animales (Síndrome pulmonar por hantavirus) Para alguno de
    los agentes etiológicos se dispone de vacunas o
    están en desarrollo. En otras entidades como la Fiebre de
    Lassa, existe una droga antiviral y en la infección por el
    virus Junin (Fiebre hemorrágica argentina), la
    protección periexposición con plasma humano
    inmune.

    DENGUE.

    Benjamín Rush describió una
    epidemia en Filadelfia en el año 1780 caracterizada por la
    presencia de "fiebre quebranta huesos" y en la que los enfermos
    mostraban uno o todos los siguientes síntomas: fiebre,
    cefalea, dolor muscular y articular intenso, nauseas,
    mitos, rash y cuadro hemorrágico con marcado
    decaimiento durante la convalecencia.

    En 1801apareció un brote
    epidémico similar en Madrid a la que se le denominó
    "dengue" para describir el estado lastimoso de los enfermos. En
    Manila en 1953 emergió un cuadro de fiebres
    hemorrágicas en niños que en 1956 se
    reconoció como Dengue. En un tiempo relativamente corto la
    enfermedad se extendió por todo el sudeste de Asia,
    definiéndose la presencia de casos con una excesiva
    permeabilidad vascular que podía llevar al shock y a la
    muerte.

    En América Central y América
    del Sur existían pocos reportes de la enfermedad
    después de las campañas de erradicación del
    mosquito desarrolladas entre 1947 y 1972. Si embargo, el mosquito
    reapareció y su dispersión internacional se
    tornó más rápida provocando grandes
    epidemias, endemias y la co – circulación de varios
    serotipos virales. El primer caso de Fiebre
    hemorrágica por dengue
    (FHD) fue documentado en
    Puerto Rico en 1975 y años más tarde ocurrió
    una epidemia en Cuba con numerosos casos de fiebre
    hemorrágica y una alta mortalidad.

    La FHD es actualmente endémica en la
    mayoría de las regiones tropicales y subtropicales de
    América.

    Definición.

    De acuerdo a las Guías de la
    Organización Mundial de la Salud y la Organización
    Panamericana de la Salud, un caso de Fiebre hemorrágica
    por dengue debe cumplir todos los criterios relacionados a
    continuación:

    Fiebre

    Alguna manifestación
    hemorrágica.

    Trobocitopenia < 100 x 10
    9/ L.

    Evidencia objetiva de un incremento de la
    permeabilidad vascular.

    El último criterio debe estar
    documentado tanto por la presencia de hemoconcentración
    (incremento del hematocrito en un 20 % o más de los
    valores medios o la disminución en una proporción
    equivalente después de la administración de
    líquidos), derrame pleural o ascitis (por medios
    imaginológicos) o hipoalbuminemia –
    hipoproteinemia.

    Se ha planteado que se hace necesario
    realizar cambios a la anterior definción con la finalidad
    de estandarizar la misma. En primer lugar, que debe redefinirse
    el umbral de la trombocitopenia, tanto en referencia al proceso
    fisiopatológico como a los medios de laboratorio
    disponibles localmente. En segundo lugar, la prueba del lazo debe
    ser estandarizada y su valor reevaluado y en tercer lugar se
    necesita un criterio adicional para incorporar la medida del
    tratamiento.

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