Para empezar, un poco de "cultura":
Cultura, deriva del verbo latino "colere", que significa
cultivar. "Cultum", en latín, agricultura" y "Cultus"
cultivo de la tierra. En el s.XVIII, Cultura es usado para
referirse a lo espiritual. Culto es, pues, un rasgo individual y
no tanto social. Existe el hombre "culto" o "inculto",
términos que persisten hoy día. Las nuevas
corrientes de sociología y antropología moderna
redefinen este término, entendiendo Cultura en un sentido
social.
En el texto que nos ocupa, Kuper nos ofrece una
visión resumida de cómo se inició el camino
para llegar a una definición antropológica moderna
del término Cultura: Parsons revisa el debate entre
los grandes teóricos: los positivitas y los idealistas.
Para los positivistas, el comportamiento humano es
explicable por leyes de conducta y motivación. Los
idealistas –Alemania fue su cuna- lo niegan, aduciendo que
periodo histórico, tiene su propia cultura, siendo
ésta la modeladora de sus individuos. El individuo decide
de forma irracional, expresando incluso ideas filosóficas
o "místicas". Parsons propone una síntesis del
idealismo y del positivismo con su teoría general de la
acción, en "El sistema social" (1951), tomando ideas de
Marshall, Pareto y Durkheim (todos ellos positivistas) y
también del dualismo de Kant. Para Parsons, el
mundo objetivo está compuesto de objetos "sociales",
"físicos" y "culturales", formando cada uno de ellos un
sistema: social, de la biología y personalidad del
individuo, y cultural, que interactuarían para influir
en las decisiones de cada persona sin llegar a reducirse
mutuamente. Parsons quiere una remodelación de las
ciencias sociales, ocupándose: la psicología del
individuo, la sociología de los sistemas sociales y la
antropología del sistema cultural.
Kroeber
(Berkeley) y Kluckhohn (Harvard) –en contra
de Parsons en un primer momento, tras la publicación de su
obra- revisan las teorías antropológicas, en
"Culture", en un intento de especificar qué da de
sí la concepción antropológica de cultura.
Más tarde, se introduce el empleo del vocablo cultura en
plural. Siguiendo a Boas -en palabras de Kuper: padre
fundador de la antropología cultura-, se escribe acerca de
Culturas. Tylor habla de que la cultura es la herencia
no biológica de la especie. La etnología
explica la naturaleza y fuentes del progreso humano. Las
civilizaciones atraviesan las fronteras raciales (boasiano).
Lowie y Goldenweiser (boasionaos) e incluso Kroeber, insisten en
que una cultura se tiene que tratar históricamente
más que como un todo funcional. En su obra "Cultura,
genuina y espuria", Sapir habla de que la cultura genuina
de un sujeto debe formarse orgánicamente en un entorno de
rica cultura comunitaria. Y es esta cultura la que se debe
convertir en objeto de la antropología. Mead, otra
gran alumna de Boas, afirma que es el momento de hacer frente al
desarrollo de la problemática en las conexiones entre
individuo y lo que es distintivo de la cultura en la que se ha
criado. Geertz y Schneider resuelven que la cultura debe
estudiarse como un sistema autónomo, investigado por
sí mismo. En sus manos, la teoría parsoniana se fue
refinando y a su vez alejándose del "arropamiento de
la teoría de la acción". La cultura es un
sistema de símbolos y significados, siendo las
normas algo distinto. En lo relativo a método para su
estudio, Parsons –al final del artículo, Geertz
se alinea con él- sugiere la interpretación
intuitiva y también el psicoanálisis. El simbolismo
es un condicionante que no se puede suprimir al conocimiento
humano; es por ello que si el mundo humano es simbólico,
sólo cabe la interpretación, ya que el
procedimiento hermenéutico se produce
implícitamente en toda comprensión. Por otra parte,
la lingüística también es un
método de gran atractivo, el lenguaje como constructor de
la realidad social, no sólo como un mero descriptor de la
realidad. El lenguaje, en la interacción, actuando y
construyendo, y, por tanto, necesario para comprender la
interacción humana.
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