Volatilidad comparada a los mercados de valores de paises emergentes latinos
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INTRODUCCIÓN
A. Situación económica en la región
Los países de Latinoamérica han experimentado un gran desarrollo en sus
mercados de capitales en los últimos 20 años.
El avance de los mercados bursátiles emergentes coincidió con entradas masivas
de capitales extranjeros. En las economías de los mercados emergentes se revisaron al
alza las expectativas de beneficios, reforzándose en muchas de ellas la confianza de los
inversionistas. Actualmente los mercados latinoamericanos ofrecen un fuerte potencial a
largo plazo.
La evidencia de inversión en valores en países de América Latina a largo plazo es
muy sólida. A lo largo de la región, los elementos macroeconómicos están mejorando al
tiempo que la demanda de activos financieros latinoamericanos se mantiene alta. Las
valoraciones se mantienen relativamente atractivas, a pesar de las subas en estos
mercados durante los últimos años. Aunque el entorno político puede generar algo de
volatilidad a mediano plazo en los mercados
Los indicadores macroeconómicos en Latinoamérica son relativamente saludables.
Las posiciones en cuenta corriente se han fortalecido, ayudadas por los altos precios de
las materias primas como el petróleo y el cobre, mientras que el entorno inflacionario es
benigno en casi todos los países. Los tipos de interés están a la baja (particularmente en
los principales mercados, Brasil y México) y los flujos de inversión extranjera directa en
la mayoría de los países latinoamericanos están también superando las expectativas.
Otro factor que favorece a Latinoamérica es la creciente demanda de activos
financieros de la región por parte de inversores globales. En particular, las valoraciones
en el mercado de acciones se mantienen relativamente atractivas, a pesar del
extraordinario comportamiento que se ha presenciado en los mercados de la región,
ayudado por un crecimiento en los beneficios de las empresas. En general, la rentabilidad
de la Renta Variable es extremadamente buena en empresas de Latinoamérica, al tiempo
que están siendo mejor dirigidas y viven más preocupadas por los intereses de los
accionistas.
Si se pone atención en cada uno de los países:
Brasil es de lejos el mayor mercado de la región, y sus cifras económicas se
mantienen bastante bien. La previsión es positiva mientras Brasil gana
participación en las exportaciones mundiales, a pesar de la apreciación de su
moneda. El excedente en la balanza comercial ha aumentado. También ha
mostrado buenos resultados en la inversión de capital, mientras que se cree
que el motor de la economía será el consumo de los hogares. La inflación
parece estar bajo control, las tasas de interés tienden a bajar y la posición
fiscal del gobierno también se encuentra bien. Un factor negativo potencial a
tener en mente es qué tan flexible será la respuesta del gobierno a una
reducción en los ingresos en caso de una reducción en los precios de las
materias primas.
En México, el segundo mercado más grande de la región, hay mucho margen
para bajas de tipos de interés contra un contexto de inflación benigna. Sin
embargo, México ha estado perdiendo cuota de mercado en las exportaciones
a Estados Unidos a favor de China, mientras que la exposición de la economía
mexicana a la debilitada industria del automóvil en Estados Unidos es también
un problema. Un aspecto positivo es que la moneda ha estado fuerte en los
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mercados de divisas, mientras que ha aumentado la demanda de los
consumidores por conseguir préstamos bancarios.
El buen comportamiento económico de Chile será sostenido, mientras que el
precio del cobre (uno de los principales productos de exportación) se
mantenga firme, lo que dependerá del nivel de la demanda futura de China.
Actualmente, Chile se beneficia de un excedente de 4 billones de dólares entre
exportaciones de Cobre e importaciones de petróleo. De la misma manera que
en Brasil, un factor importante será la reacción del gobierno chileno ante un
declive futuro en los ingresos relacionados con el cobre.
Argentina, presumiblemente, está alcanzando un punto de viraje como
economía. Está beneficiándose de los tipos de interés y de un tipo de cambio
que se mantiene alto de forma artificial. Seguramente, el gobierno necesitará
decidir si continúa tolerando la alta tasa de inflación que supone esta política.
En gran parte, la historia macroeconómica en Latinoamérica es tranquila. No
obstante, es importante hacer énfasis en la “despolitización” de la economía. Cada vez
hay más consenso dentro de la región, debido a que ciudadanos ven los beneficios de la
liberalización de la economía en sus vidas cotidianas, la despolitización reducirá el
impacto de los resultados no deseados por parte de los inversores.
Existen razones optimistas sobre las oportunidades de inversión a largo plazo
disponibles en Latinoamérica. Aunque existe un potencial de volatilidad debido al riesgo
político, la importancia de este riesgo ha descendido con respecto al pasado. Las
economías de la región se comportan bien, ayudadas por la fortaleza de los precios de
las materias primas, la demanda
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