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Argentina: acuerdo/pacto Kirchner – Macri




Enviado por Manuel



Partes: 1, 2, 3, 4, 5

  1. Prologo del editor
  2. Introducción
  3. ¿Que hay detrás de los pactos Pro-Kirchner
  4. Socios en la legislatura y en el congreso nacional
  5. Socios en la "favelización" de buenos aires
  6. Socios en el juego
  7. Socios: Argenchina
  8. Socios en la falta de infraestructura
  9. Socios en el despilfarro general
  10. Socios en el desastre medioambiental
  11. Socios en la impunidad

"La política es el arte de engañar", dijo hace cinco siglos Nicolás Maquiavelo.

PROLOGO del editor

El ex-presidente uruguayo Mujica dijo hace poco tiempo: Pobre de los gobiernos argentinos que no son peronistas. Y esas afirmaciones merecen de un análisis sociológico más profundo. Como ejemplo podemos remontarnos unos cien años y observar cómo se constituía la sociedad política de aquel entonces.

Básicamente, quiero decir que esa sociedad era, políticamente hablando, de extracción liberal y una oligarquía terrateniente. Cuando aparecen los acontecimientos internacionales con movimientos sociales de extracción social media, media baja y baja, un tal Juan D. Perón que pertenecía a esa oligarquía (basta ver que fue egresado de la Escuela Militar de la Nación y allí no entraba la clase media) vislumbró el futuro de los movimientos obreros y creó uno, que tuvo la particularidad de seguirlo a cualquier precio y que aun hoy perdura en razón de que la oposición de la UCR del pueblo nunca hizo pié con la forma de pensar de Perón y las pocas veces que fue gobierno prefirió aliarse a la oligarquía terrateniente o fue absorbida por esta, como el caso de Macri a la presidencia.

Los mejores docentes que enseñan la ley de Procedimiento impositivo, les dicen a sus alumnos que deben pensar como contribuyentes e interpretar dicha ley para favorecer al mismo. Es por eso que a los alumnos que trabajan en la AFIP les cuesta pensar de esa manera, pues están entrenados para interpretarla de acuerdo al razonamiento que tiene la repartición pública, y el docente los hace rendir la materia varias veces antes de aprobarlos. Básicamente quiere que cambien su razonamiento para cuando tengan que defender los intereses del contribuyente. Entonces, dicen que para derrotar, o al menos, dispersar al oponente debes: pensar como él y allí encontrarás sus debilidades. Perón conocía al dedillo la forma de pensar de la oligarquía terrateniente y la enfrentó creando una oligarquía política/sindical con ADN popular. Los que pertenecen a la oligarquía terrateniente crearon personajes políticos que nunca van a dejar de pensar como liberales y podrán prometer combatir la pobreza o disminuir la brecha de rentabilidad para lograr una distribución del ingreso (entre clases sociales) más equitativa. Pero del "dicho al hecho hay mucho trecho" y terminan nombrando personajes, en ministerios claves como Trabajo o Seguridad, a representantes que son eximios "gorilas" que aplican un razonamiento que termina embarrando todo y arrojando todo por la borda. Es el caso de Burzaco y Silvina Bulrich, que tienen que estar participando de las decisiones pues se lo exigen sus colegas de la oligarquía terrateniente que están aliados a los intereses extranjeros desde antaño. Si lo miramos a Macri, bajo este razonamiento, nos quedamos con la idea que es un Gerente (ya que no es de familia de oligarquía terrateniente) de un gobierno recuperado por la oligarquía terrateniente. Y, en palabras de Julio Bárbaro: "veo al nuevo gabinete con un conformación gerencial".

Frente a este esquema, Mujica tiene razón pues los gobernantes que representan los intereses de las mayorías son muy astutos, como Perón, y están a la espera de un descuido para hacerte pagar caro los errores o distracciones. El poder que brinda el estar cerca del pueblo, para estos, es parte de su ADN.

Macri puede tener toda la picardía de un empresario, exitoso por aprovecharse del Estado, pero al momento de enfrentar problemas que se ha comprometido a paliar o extinguir no creo que tenga el "cuero" suficiente como para resolverlos sin quedar, políticamente, sumamente expuesto. Cristina K le entregó el poder que supo administrar en un mundo de políticos varoncitos (hombres les queda grande) y lo hizo con "exceso de peronismo" pues lo hizo con demasiado autoritarismo; y con respecto al estilo Macri se ve una diferencia, de manejo, abismal. Es enfrentar el absolutismo con el juego abierto de grupos de tareas participativos. Pero Néstor y Cristina tuvieron que hacerlo así porque siempre fueron así y las circunstancias del país, en ese momento de debacle, lo requerían; por eso Duhalde los eligió a ellos y no a un político tramposo como lo es José M. De la Sota que perdió muchas veces, hasta que un día no perdió nunca más porque "vendió hasta la madre" dirían los muchachos de la tribuna popular. Nuestra Argentina necesitaba mano firme para enfrentar una durísima situación externa e interna. La externa casi la solucionaron en su totalidad, pero la interna no es tan fácil, máxime cuando le tomaron el gusto a la codicia e impunidad del que gobierna sin control opositor.

Ahora pareciera que la oposición solo los unió el espanto y la desesperación por sacar a Cristina y sus obsecuentes del poder central; pero Sanz y Carrio les "conocen las costillas" a todos los que acompañan a Macri, e incluso a él mismo. Es por eso que, supuestamente, logrado el objetivo de sacar el gobierno K a través de las urnas, emprenden la retirada. Si Cristina tiene buena salud, va a volver al poder y el problema a plantearse por nuestra sociedad es: qué clase de caos tendremos que enfrentar, luego de los primeros tres años de gobierno de Macri, para que se concrete "su" deseado retorno. El que piense que estoy loco al afirmar esto, solo concéntrese en la exigua diferencia del 2,5 % de la segunda vuelta electoral. No fue una casualidad, es la puerta abierta que dejó Cristina y su amigo Zannini, ideólogo de esto y mucho más.

Este libro tiene información que se puede cotejar fácilmente googleando en la internet, tiene análisis adecuados a esta información pero, siempre hay un pero, en su versión original le falta incluir las posibles soluciones a los intríngulis políticos/sociales planteados y también le falta demostrar independencia de ese análisis. Es por eso que me he permitido incluirlas en cada caso planteado, además de algunas picardías comúnmente usadas por los políticos codiciosos y sus amigos, que no sabemos si "roban para la corona" o simplemente usan al Estado en su beneficio propio y solo le dan, a aquellos, una suculenta coima.

El matrimonio K no solo se asoció al Gobierno chino por bondades económicas. También tiene un fuerte contenido ideológico, no en cuanto a compartir ideales políticos, sino mas bien en la forma de imponer su autoridad. Así como los chinos se valen del autoritarismo para sus conciudadanos, los K adoran imponer respeto y miedo. En cuanto a Macri, prefiere el "convencimiento de mercado" al que te somete yanquilandia (entiéndase por corridas cambiarias, etc.) pero con un respeto inigualable por los derechos humanos y diálogo de consenso en una balanza que siempre está inclinada hacia ellos.

Esto, en democracias centrales, se corrigió hace muchos, muchos años con el sistema republicano y parlamentario. Eliminaron el presidencialismo; incluso lo hizo EE.UU. con la arrazada Japón. El sistema parlamentario impliqua que un primer Ministro que "se sale de su órbita" o trata de imponer su voluntad frente a otras propuestas más razonables, se tiene que ir inmediatamente por decisión de las Cámaras que representan a las voces del pueblo mismo. No hace falta esperar un cumplimiento de mandato que produce un desgaste institucional y psicológico mas profundo.

En lo que se refiere al análisis respecto a la relación con China, habría que tener en cuenta que el relato es sesgado; porque el traslado de sus habitantes a nuestro suelo es el mismo que producen los países limítrofes. Tenemos más de un millón doscientos mil latinoamericanos que vinieron a hacinarse en distintas villas miserias de Bs.As. Para trabajar como esclavos modernos en distintos establecimientos manejados por argentinos y extranjeros que coimean a políticos nacionales y porteños.

Por supuesto que el autor de este libro, habla todo el tiempo sobre el pobre desarrollo de CABA. O sea su relato está cargado de delirio porteño y/o dirigida a ese público y a algún otro distraído del interior del país que adoraría vivir en CABA.

Realmente necesitamos disminuir la violencia producto, mayormente, de la desigualdad social provocada por la concentración económica de las grandes urbes, propiciada por el liberalismo. Crear grandes centros urbanos no genera nada bueno a nivel social.

En cuanto a lo económico, Domingo Cavallo el ex Ministro de Menem ( y el hijo predilecto del Lucifer) y autor de la convertibilidad 1 a 1, en el año 1999 propuso hacer una "canasta de monedas". De esa manera el Euro mas el Dólar pasaba a ser una mezcla que daba a la convertibilidad una relación segura y mantenía el 1 a 1. Pero en el año 2001, la paridad del Euro sufrió deventaja respecto al dólar EE.UU y ya no se pudo implementar. En el caso de que el FMI incluya al Yuang (moneda china) en su DEG (Canasta de monedas para la paridad internacional creada en 1969) durante el año 2015 o 2016. Argentina podrá vovler a la convertibilidad parecida a la del 1 a 1. Ya que el BCRA tiene moneda China en sus arcas mas el Suawp que incluyen los chinos año a año y el EURO tiene una paridad muy cercana con el dólar EE.UU.

Pero CUIDADO, ahora Cristina (via Congreso Nacional) les impide a los dueños naturales de la Argentina y socios de las multinacionales extranjeras, vender las empresas del Estado Nacional. Por lo tanto, van a pedir dinero prestado al exterior garantizándolo con las propiedades de los particulares. Lo dijo, el otro hijo predilecto de Lucifer, Alfonso Prat Gay: "Vamos a solicitar adelantos de las exportaciones de cereales, para hacernos de dólares anticipadamente". O sea, si falla la cosecha el pequeño y mediano productos de granos deberá hacer fente con sus bienes la deuda que contrajo con el banco que le adelantó dólares a la Nación.

Eso significa lo mismo que hizo el sindicalista Carlos R. Vallejos a sus afiliados de la Gremial de No docentes de la UNC. Les pidió que consiguieran préstamos a sus nombres, para sacar del endeudamiento a la Gremial y, por supuesto, el dinero se lo llevo a su bolsillo; lo que derivó en que los bancos ejecutaran a los afiliados, al no pagar la deuda que la Gremial debía hacerse cargo.

Lo dijo Zulemita Menen: "Tanto Macri como los Kirchner se beneficiaron mucho con el gobierno de mi papá"

INTRODUCCIÓN

A principios de los años setenta, el autor de esta publicación se interesaba, como casi todos los chicos de la Argentina, por un tema excluyente: las peleas que protagonizaron por Canal 13 el "campeón del mundo" Martín Karadagián y la "momia blanca".

El rating de las dos luchas, que se llevaron adelante en el programa Titanes en el ring, superó los cincuenta puntos, y quedaron encuadradas entre las diez marcas más altas de la historia de la televisión vernácula. Se trata de guarismos comparables con grandes eventos, como el combate entre Ringo Bonavena y Muhammad Ali; los duelos por el título planetario de boxeo entre los medianos Carlos Monzón y el colombiano Rodrigo Valdez; la transmisión en vivo del casamiento de Ramón "Palito" Ortega y Evangelina Salazar; la llegada del hombre a la luna; el desenlace de Gran Hermano, que ganó la tucumana Marianela Mirra en 2007; el último capítulo de la telenovela Grande Pa o las finales de los mundiales de fútbol de 1978, 1986, 1990 y 2014, en las cuales la selección argentina estuvo presente.

El país se paralizaba para ver al armenio frente a su contrincante "egipcio". Los niños y los adolescentes debatíamos en el barrio y en la escuela sobre quién podía ganar cada match.

Especulábamos sobre la potencia de "el cortito" del gran Martín, sobre el punto débil de la momia (su espalda), y también sobre la fuerza descomunal de ese enigmático personaje cubierto por vendas.

De manera infructuosa, los mayores, nuestros padres y los docentes, trataban de convencernos acerca de que todo era una mise en scène con coreografías perfectamente practicadas, y que Karadagián no podía perder jamás porque era el dueño del espectáculo.

Cuarenta años más tarde, la involución de los distintos actores de la política nacional fue tan notable, que asistimos a un show similar al de los titanes, con la diferencia de que ahora nos tomamos ese acting en serio, aunque parezca increíble. La supuesta pelea entre la "izquierda" del FPVy la "derecha" del Pro es patética. Sin embargo, al igual que en los shows de los colosos del catch, macristas y kirchneristas recurren a los relatos épicos, a las luces que enceguecen, a las explosiones sorpresivas y a la música creada especialmente para describir sus "batallas".

Sin embargo, la actual disimilitud radica en que los incautos ya no son los más pequeños, sino una sociedad completa, que asiste a una promiscua convivencia pactada como si se tratara de una verdadera lucha de clases.

¿Alguien puede imaginarse que los Macri (quienes fueron capaces de pactar con el ex ministro de Bienestar Social José López Rega; con Licio Gelli, de la logia italiana P2; con las cúpulas de la última dictadura militar y con todos los Gobiernos constitucionales argentinos) tendrían algún problema en desarrollar acuerdos tácitos y explícitos con los Kirchner?

¿Creen que sus estómagos no lo soportarían, a pesar del grueso blindaje interno que demostraron en el último medio siglo?

¿Debemos aceptar que Franco, progenitor de Mauricio, vendió sus empresas a familiares directos justo en el momento en que su hijo llegó a la Jefatura de Gobierno porteña?

¿Es lógico pensar que, tras invertir décadas de su vida y millones de dólares en la formación de su primogénito, repentinamente, el "capo" de la familia se distanció del joven y pasó a operar a favor de la Casa Rosada, mientras que su vástago mayor se transformaba en un férreo opositor a las políticas de Balcarce 50? Este minué es por demás inverosímil para cualquier empresario de relevancia de la Argentina, pero se toma en serio en los más importantes medios de comunicación de una Nación, en la cual se confunden los burdos sainetes con la vida real.

La clave para ganar una elección consiste en descifrar los deseos de continuidad o cambio que tienen los sufragantes a la hora de enfrentar las urnas. El problema argentino radica en que quien asoma como la principal señal de mudanza formal e ideológica es el macrismo, una fuerza que ha sostenido sólidos lazos con el Frente para la Victoria. Parafraseando al general prusiano Carl Von Clausewitz, quien en su concepto más provocador señaló que "la guerra es la continuación de la política, por otros medios", podemos afirmar que "el macrismo es la continuidad del kirchnerismo, por otros medios".

CAPÍTULO UNO

¿QUE HAY DETRÁS DE LOS PACTOS PRO-Kirchner

La crisis casi terminal de los partidos políticos tradicionales argentinos, tras el colapso de fines de 2001, dejó como saldo agrupaciones meramente personalistas, que sólo existen y son competitivas mientras un líder las pueda sostener con su carisma y su impronta. El viejo modelo bipartidista de peronismo y radicalismo estalló por los aires junto con la Alianza que encabezaron Fernando de la Rúa y Chacho Álvarez. Los "caudillos" posmodernos ya no necesitan de programas de Gobierno, ni de grandes congresos partidarios donde se debatan las políticas de cada agrupación. El "que se vayan todos" terminó por convertirse en "que se vayan todos los partidos".

La política del siglo XXI genera expectativas en los outsiders, quienes a menudo pasan a transformarse en los nuevos gerentes del Estado. El votante identifica al Pro con Mauricio Macri, al Frente Renovador con Sergio Massa y al FPV con el matrimonio presidencial.

Al resto de los candidatos les cuesta horrores ser escogidos entre un cúmulo de representantes de la oposición o del filo oficialismo. ¿Qué quedaría del Pro si Macri no gana la presidencia, a pesar de la pomposa "tercera vía" (ni radical, ni peronista) que imaginó alguna vez el asesor publicitario ecuatoriano Jaime Durán Barba?

Lo más probable es que veamos el mismo final que tienen todos los denominados: flash party: rápido crecimiento, breve momento de esplendor y súbita desaparición. ¿Qué quedaría del kirchnerismo si Daniel Scioli o Sergio Massa acceden al sillón de Rivadavia?

Posiblemente, a fin de octubre, debamos subirnos a los árboles para no ser arrollados por la estampida que intentará mutar hacia la residencia del ex motonauta o la del ex alcalde de Tigre.

Sin embargo, existe otra opción muy interesante. ¿Qué ocurriría si el que gana los comicios presidenciales fuera Mauricio Macri? Se impondría la "solución 1999", que le permitió a Carlos Menem no ceder toda la estructura del movimiento a manos del Duhaldismo, ya que la derrota del líder surgido en Lomas de Zamora lo dejó con las manos casi completamente vacías.

Por lo general, quienes caen del Olimpo de los escogidos en las urnas tienen un destino de alma errante, y deben comenzar a trabajar desde las sombras en las segundas y terceras líneas.

El modelo Kübler-Ross, comúnmente conocido como las etapas del duelo, establece que, antes de morir, un sujeto atraviesa cinco estadios distintos: la negación, la ira, la negociación, la depresión y, finalmente, la aceptación. El kirchnerismo, consciente de su finitud, que ocurrirá a fines de 2015, le agregó a esta teoría una sexta estación: la reencarnación.

¿Cuáles fueron las tres principales opciones que bajaron los planificadores del Frente para la Victoria, tras la sonora derrota electoral en las parlamentarias de 2013?

  • El FPV demostró sobradamente ser un verdadero partido anti-

  • sistema, según la definición del filósofo alemán Karl Loewenstein, considerado uno de los padres del constitucionalismo moderno. En otras palabras, un movimiento que se queda con los tres poderes republicanos, y luego avanza sobre la prensa y el empresariado, comprando medios y adquiriendo también corporaciones privadas.

    En Santa Cruz, lograron imponer la reelección indefinida del ocupante del gobierno; colonizaron la justicia, dejando los juzgados y las fiscalías claves en manos de familiares y parientes políticos; modificaron la composición de la Cámara de Diputados para forzar una mayoría calificada que no tenían y maniataron hasta silenciar casi por completo a las voces periodísticas más críticas.

    • Al no poder replicar en un cien por ciento en la República Argentina ese modelo (lo que hubiera significado la "santa-crucificación" del país), tuvieron que aceptar que no iban a poder desnaturalizar cada elemento vital de la división de poderes para llegar hasta una autocracia al mejor estilo chavista.

    Por ello, desde 2012 y específicamente, en 2015 están ensayando un par de movidas audaces. Las dos primeras fueron una copia de lo que hizo Luiz Inäcio Da Silva en Brasil con Dilma Roussef: promocionar como jefa de gabinete a quien Lula pretendía que fuera su sucesora.

    Los experimentos de traer a Jorge Capitanich desde el Chaco y el apoyo incondicional que le sumaron a Florencio Randazzo no fueron, ni por asomo, semejables en cuanto a resultados a la experiencia del paulista.

    • Mientras los K de paladar negro manifiestan cada semana su antipatía por la figura del Gobernador de la provincia de Buenos Aires, al unísono intentan con audacia poner fichas en Mauricio Macri, apostando a una estrategia como la trasandina, donde Sebastián Piñera hizo extrañar mucho a Michelle Bachelet, y esto ayudó para que la ex presidenta socialista volviera al Palacio de la Moneda.

    "Si no podemos ser Santa Cruz o Brasil, intentemos ser Chile", se resignan. Cabe destacar que en estas tierras, a fines de los años ochenta, algo similar pensaban los jóvenes radicales de la Junta Coordinadora Nacional.

    Ellos estaban convencidos de que tanto su correligionario Eduardo Angeloz como el peronista Carlos Menem eran la derecha y que, tarde o temprano, el pueblo los iba a extrañar, y eso les garantizaría un regreso triunfal tras un turno de espera. No hace falta recordar cómo finalizó esa historia.

    El factor "1999" fue exorcizado por el propio secretario legal y técnico de la presidencia, Carlos Zanini (se trata del fundador de la "mesa chica", que logró el milagro de llevar a Néstor, a Cristina, a Julio De Vido y a Alicia Kirchner desde un barrio marginal riogalleguense hasta Olivos, en menos de dos décadas de trabajo).

    El "chino" llegó a reconocer, frente al estupor de gobernadores e intendentes propios, que había que prepararse para una "temporada en el desierto", augurando una casi segura derrota en octubre de 2015. Concretamente, el cerebro del temerario grupo, el dueño de la "materia gris" interna, les sugirió que el ascenso de un peronista en 2015 dificultaría el operativo retorno del cristinismo en 2019, porque en el peronismo quien gana se queda con todo.

    Con el correr de los meses, tras la derrota electoral del oficialismo en las parlamentarias de 2013, el otrora dedo salvador de la Presidente se transformó en un abrazo de oso que espanta a los precandidatos a puestos ejecutivos y legislativos peronistas de 2015.

    El acelerado desgaste de la imagen de la Jefa de Estado y la caída de su prestigio hasta umbrales sólo conocidos por "Chupete" De la Rúa, motivaron que CFK esté casi resignada a entregarle el bastón de mando a un sucesor que no será "del palo".

    Cristina, sin tapujos, intenta posicionar a Macri como el gran opositor y aislar al mismo tiempo a Sergio Massa, quien le complicaría enormemente sus planes de retorno al poder. Macri ya no es el enemigo por vencer, sino el rival por levantar, por volver cada día más visible, contra el resto de la oposición, a la que hay que opacar y ningunear hasta borrarla de la agenda periodística.

    ¿Hay pruebas de semejante compromiso o se trata de meras especulaciones de café?

    Creemos que aquéllas son tan evidentes, que pueden recogerse, sin mayor esfuerzo, de la tapa misma de los diarios argentinos.

    ¿Por qué el macrismo es el "enemigo perfecto" del kirchnerismo? El Pro tiene el mismo ADN de liderazgo personalista que su supuesto antagonista, el FPV. Es un mero instrumento electoral donde confluyen ex peronistas, ex radicales, ex ucedeístas y sectores independientes. Su punto más fuerte no parece ser la formación ideológica interna. Al igual que lo que ocurría con la agrupación formada por otro ingeniero (Álvaro Alsogaray), estamos frente a una fuerza que carece de estructura nacional y que basa su poderío en la vidriera que representa volverse fuertes en la macrocéfala capital argentina.

    Además, afronta el duro karma que reconoció públicamente a principios de 2015 el entonces presidente uruguayo José Mujica: "Pobre del vecino país si el próximo presidente no es peronista".

    Como jefe de Gobierno, según veremos, Macri no pudo siquiera mover de su sitio a los tercos vendedores ambulantes y a los manteros que acampan a cuatrocientos metros de su propio despacho, sobre la calle Defensa, en San Telmo. Es difícil imaginarse cómo podría gobernar un país, si nos basamos en esos pobres antecedentes.

    La alternativa de ser el partido del orden y la gobernabilidad están muy asociadas al peronismo en la opinión pública. Los Pro no pueden abrazar esa bandera, como tampoco pueden hacerlo con la transparencia, ya que tuvieron tropiezos de todo tipo que llevaron, inclusive, a que el mismísimo Jefe de Gobierno terminara procesado por haber promovido escuchas ilegales.

    En síntesis, los macristas son el sparring soñado. Eso sí, hay que tener cuidado en los entrenamientos, porque si se los golpea demasiado fuerte, pueden quedar doblados y exánimes sobre el propio ring, y nadie quiere que la "gran pelea ideológica" se frustre antes de comenzar.

    SOCIOS PARA DESPLAZAR A ANÍBAL IBARRA Antes de llegar a obtener el sillón principal de Bolívar 1, Mauricio Macri tuvo su primer entendimiento estratégico" con el kirchnerismo. El 30 de diciembre de 2004, fallecieron casi doscientas personas como consecuencia de un incendio generado por varios elementos de pirotecnia arrojados por los asistentes en un boliche cerrado, República Cromañón. Esta tragedia (la mayor catástrofe no natural de la historia argentina) provocó que en la Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires se acusara al entonces jefe de Gobierno Aníbal Ibarra por "mal desempeño", y se le iniciara un juicio político, que finalizó el 7 de marzo de 2006, con su destitución.

    Ese día, la votación fue de diez votos a favor de la destitución del ex dirigente del Frepaso, cuatro en contra y una sola abstención, por lo que se alcanzaron los dos tercios requeridos por la Carta Magna local. Lo ocurrido en las jornadas previas al día de la caída del Jefe de Gobierno de Buenos Aires fue muy extraño.

    Los opositores contaban con nueve voluntades, ya que sumaban a Daniel Amoroso (Juntos por Buenos Aires), Héctor Bidonde (Bloque del Sur), Roberto Destéfano (Frente Compromiso para el Cambio), Facundo Di Filippo (ARI), Silvia Majdalani (Juntos por Buenos Aires), Marcelo Meis (Recrear), Florencia Polimeni (Guardapolvos Blancos), Gerardo Romagnoli (Autodeterminación y Libertad) y Guillermo Smith (ARI).

    El décimo pulgar hacia abajo no aparecía, y dos días antes de la sentencia, se produjo la extraña y repentina ausencia de un legislador kirchnerista: Helio Rebot. El referente del FPVya no iba a "los lugares que solía frecuentar" y no contestaba las insistentes llamadas de medios gráficos, radiales y televisivos, que comenzaron a intuir su "borocotización".

    A la hora señalada, Rebot se sentó en su banca y, a pesar de ser tan kirchnerista como Aníbal Ibarra, dijo: "No voy a ser quien eche la última palada de tierra sobre la tumba de esos ciento noventa y cuatro pibes. Voy a honrar el juramento que hice al asumir mi banca votando de acuerdo con las razones que me dicta mi corazón".

    Escuchar a un soldado del FPV decir que iba a "votar con el corazón", desoyendo públicas órdenes de la verticalidad prusiana que imponía Néstor, terminó con el aparente estoicismo de Ibarra, quien no pudo evitar que se le dibujara una sonrisa amarga.

    ¿Alguien puede creer que, de un día para el otro, un legislador K se transforme en un "libre pensador" y, desoyendo al Presidente de la Nación, se anime a producir un cimbronazo de tal magnitud en la principal ciudad de la Argentina? El contubernio Pro-K, que le daba a Macri las chances de acceder al Gobierno metropolitano un año más tarde, en 2007, quedó al descubierto al poco tiempo, cuando Helio Rebot decidió hacer una nueva pirueta: el hombre se alistó en las filas macristas, donde le agradecieron "los servicios prestados" para derrocar a Ibarra. ¿Qué dijo, tras su arribo al macrismo, el hombre que "traicionó" a su antiguo partido en un momento histórico?

    "Mauricio Macri es el representante de un Gobierno popular. Con signo distinto al Gobierno nacional, pero es también popular porque lo eligió el 65% del pueblo de la Ciudad de Buenos Aires, y negar eso es comportarse de forma inmadura", explicó Rebot.

    Helio sí que es un tipo bien maduro, y lo refrendó con un sincericidio: "A diferencia de otros espacios políticos, en el Pro el tema es menos ideológico y más pragmático, porque nos ponemos de acuerdo en los problemas que tenemos que solucionar". Como dijo alguna vez Groucho Marx: "Éstos son mis principios. Si no les gustan, tengo otros".

    SOCIOS: MACRI NO CUMPLE SU PALABRA CON RICARDO LÓPEZ MURPHY En 2007, la agrupación Recrear apoyó al Pro en los comicios de la CABA y lo ayudó a ganar por primera vez la Jefatura de Gobierno. Meses más tarde, en las presidenciales, los "amarillos" debían tener reciprocidad con el candidato a presidente Ricardo López Murphy, quien también aspiraba a ser legislador nacional por la provincia de Buenos Aires.

    Sin embargo, tras reunirse en la Casa Rosada con el matrimonio Kirchner, Macri aseguró que había acordado con la candidata CFK el traspaso de la Policía Federal con presupuesto al Gobierno local, en caso de que ella se impusiera en las elecciones generales.

    Tras el cónclave, Mauricio decidió que solamente apoyaría al bulldog en la ciudad capital, dejándolo solo en todo el país y, especialmente, en el mayor distrito nacional, donde el flamante Jefe de Gobierno porteño decidió inclinarse por la fórmula Francisco De Narváez-Jorge Macri para la gobernación.

    Como si todo esto fuera poco, la ingratitud fue aún más allá, y desde el Pro terminaron tentando al número dos de Recrear, Esteban Bullrich, para que abandonara su partido y se convirtiera en el futuro ministro de Educación de la gestión del Pro.

    Cabe destacar que el gesto que Macri tuvo con Cristina tras haber ganado con comodidad no se produjo en un momento de relativa tranquilidad para Balcarce 50. Muy por el contrario, el kirchnerismo venía de sumar varios traspiés electorales. Había perdido en la Reina del Plata contra la "derecha", y también había caído en la provincia de Santa Fe contra el centro izquierda. El socialista Hermes Binner había superado con claridad al ex canciller kirchnerista Rafael Bielsa.

    Además, Luis Juez aseguraba que se había impuesto en la provincia de Córdoba, en medio de un proceso electoral escandaloso, donde nunca el gobernador Juan Schiaretti aceptó abrir las urnas y contar todos los votos (algo que sí había llevado adelante en 1995 el ex gobernador santafesino Carlos Reutemann en una provincia con un electorado numéricamente muy similar a la mediterránea).

    También, para que el FPV dejara de tener un nombre cada semana más contradictorio, Néstor Kirchner mandó a retirar a sus candidatos a gobernador en la provincia de San Luis, lo que produjo un insólito resultado: Alberto Rodríguez Saá fue reelecto en 2007 con casi el 90% de los sufragios emitidos.

    ¿Ésos eran los únicos problemas del partido gobernante a nivel nacional? Para nada. Cuando Macri irrumpió en Balcarce 50, los K estaban en medio de varias tormentas mediáticas y judiciales simultáneas de corrupción. Habían estallado tres escándalos gravísimos: el decomiso de la valija de Guido Alejandro Antonini Wilson; el "olvido" de una bolsa con dinero de la ministra de Economía Felisa Micelli; el desastre de Skanska, luego de que la empresa sueca reconociera públicamente que había pagado coimas a funcionarios designados por el Gobierno nacional argentino.

    En medio de ese tembladeral, cuando Roberto Lavagna, Elisa Carrió y el propio López Murphy comenzaban a capitalizar el descontento social y repuntaban en las encuestas, el apoyo que le dio el macrismo a Cristina se convirtió en un bálsamo vital. No hace falta ahondar demasiado en el resultado final que tuvo la promesa del traspaso de la Polic ía Federal a la Ciudad de Buenos Aires.

    Todo terminó en un gran chasco, ya que, aparentemente, hubo un "problema de comunicación" entre los líderes políticos.

    Supuestamente, la promesa K había sido girar a la citada fuerza la Ciudad de Buenos Aires sin presupuesto, algo que era claramente ilegal y carecía de todo fundamento jurídico. Los Pro refutaron públicamente a Cristina, pero, lamentablemente, en esta ocasión, ninguno de los dos dirigentes mencionados grabó la charla, a pesar de la importante afición que ambos tienen por registrar las conversaciones privadas. Como veremos a lo largo de la presente obra, el jueguito del "teléfono descompuesto" les fue de gran utilidad en los últimos años a macristas y kirchneristas a la hora de facturarse malos entendidos y echarse la culpa unos a otros por los malos resultados de sus propias decisiones políticas.

    SOCIOS PARA ADELANTAR ELECCIONES A principios de 2009, los Kirchner tenían dos grandes problemas que complicaban sus chances electorales en los comicios parlamentarios de ese año. La ominosa derrota sufrida frente a la Mesa de Enlace, que reunía a las agrupaciones de productores agropecuarios más importantes del país en 2008, y la gran crisis económica y financiera internacional vaticinaban complicaciones económicas y políticas severas para el oficialismo. Entonces, mágicamente, apareció una ayuda para la presidenta Fernández: Macri decidió adelantar los comicios porteños al mes de mayo y, con esa excusa, el FPV hacía lo propio a nivel nacional. Para el "Lupo" era muy importante mitigar el daño que le estaba ocasionando a la actividad argentina la feroz debacle de las hipotecas subprime en Estados Unidos. La explosión financiera por desconfianza crediticia se extendía sin pausa por el planeta, llevándose puesto el crecimiento de las principales potencias y derribando los precios internacionales, ya que la recesión arreciaba con casi todos los sectores de la economía. Kirchner creía asestar dos grandes golpes a la oposición.

    Se iba colocar a sí mismo como primer candidato a diputado nacional por la provincia de Buenos Aires, esperando obtener un respaldo que lo ubicara en el umbral de un nuevo período presidencial en 2011. Néstor quería revertir la derrota sufrida en la lucha por la 125 pocos meses antes.

    Al mismo tiempo, en el caso de perder los comicios frente a Francisco de Narváez (algo que luego se materializó), contaría con más de seis meses con quórum propio en el Parlamento argentino, a fin de aprobar todas las leyes que necesitara.

    De esa forma, aprovechó el tiempo que le regalaron para sacar leyes tan controvertidas como la de Medios; el cambio en el modelo electoral, donde ya no se permitían grandes campañas publicitarias privadas; la creación del Fútbol para Todos y la estatización de las AFJP, entre otras normas vitales para hacer caja, publicitar el "relato" y controlar posibles adversarios adinerados.

    Una vez más, el extraño comportamiento de Mauricio fue completamente funcional a los intereses de Balcarce 50.

    SOCIOS: MACRI SE BAJA, EN 2011, DE LA PRESIDENCIAL El Jefe de Gobierno de Buenos Aires había ganado su reelección en 2011 con amplitud. Se anunciaba, por entonces, que se iba convertir en candidato presidencial ese mismo año, aprovechando el enorme espaldarazo que había recibido del cotizado electorado porteño (fue elegido por dos de cada tres asistentes a las urnas).

    En los sondeos previos, Macri ocupaba el segundo lugar, por delante de candidatos como Hermes Binner, Alberto Rodríguez Saá, Eduardo Duhalde y Ricardo Alfonsín, entre otros. Sin embargo, aunque no perdía nada con intentarlo, dejó pasar la chance en forma inexplicable. Su principal asesor político, Jaime Durán Barba, le había manifestado que "nadie le gana a una viuda", en referencia a la posición asumida por Cristina Kirchner, que llevó un luto extremo tras la muerte de su esposo en octubre de 2010. El ecuatoriano hacía tácita referencia a los casos de Corazón Aquino, en Filipinas, y Violeta Chamorro, en Nicaragua.

    El argumento sonaba convincente, pero también era muy trillado, ya que las situaciones planteadas no eran para nada asimilables a las de nuestro país. Aquino hizo campaña en nombre de su marido, quien fuera asesinado en 1983, en el aeropuerto de Manila. A sus ritos fúnebres concurrieron más de dos millones de personas.

    Cory tomó su sitio de líder y derrotó al dictador filipino Ferdinando Marcos, quien tras intentar fraguar los resultados comiciales terminó escapando del país. Por su parte, Chamorro también quedó viuda por un homicidio político. A principios de 1978, Pedro Joaquín Chamorro fue asesinado cuando se encaminaba en coche a su trabajo en el periódico que dirigía. Violeta se fue destacando como figura pública de la oposición política al sandinismo y, en 1990, logró derrotar en las urnas con casi el 55% de los votos al régimen socialista.

    Hasta donde todos conocemos, Néstor Kirchner no fue asesinado, sino que murió como consecuencia de una insuficiencia coronaria.

    Por otro lado, ¿qué tipo de sistema autocrático estaba combatiendo Cristina en 2011? ¿Su propio Gobierno?

    ¿Por qué el asesor ecuatoriano equiparaba tres situaciones tan disímiles, en tres países tan diferentes y en tres épocas imposibles de semejar?

    Lo concreto es que si Mauricio se hubiera presentado, CFK nunca hubiera llegado al 54% y jamás hubiera alcanzado mayoría propia en diputados y senadores, algo que le permitió sacar todas y cada una de las disparatadas leyes que se le antojaron.

    ¿Por qué Macri libró a la buena de Dios a su candidato Federico Pinedo para enfrentar las primarias como un huérfano desarrapado, con lista corta y sin un líder a nivel nacional?

    El líder del Pro le pudo poner un freno al cristinismo, pero optó por jugar a "no perder", siguiendo los consejos de su gurú.

    ¿Por qué lo hizo?

    En principio, el argumento para la deserción fue que "le estamos evitando a Mauricio una derrota casi segura".

    Alguna vez, un general argentino dijo: "Una derrota peleada vale más que una victoria casual". Otro gran estratega militar latinoamericano agregó: "El arte de vencer se aprende en las derrotas". Un político brasileño, por su parte, expresó: "Quien está acostumbrado a perder, cuando gana, ya no pierde nunca más". Por último, un basquetbolista norteamericano aseguró: "He fallado más de nueve mil tiros en mi vida. He perdido más de trescientos juegos. En más de veinticinco ocasiones me dieron el tiro final de un partido y lo desperdicié. He fracasado una y otra vez en mi vida".

    La frase del primer general apuntado corresponde a José de San Martín. La segunda, a su socio en la emancipación sudamericana: Simón Bolívar. El político brasileño citado es Luiz Inácio Da Silva, dos veces presidente de su país. En su reelección alcanzó el 61,27% de las voluntades, un récord histórico en Brasil. El profesional del baloncesto que tantos traspiés aún hoy recuerda fue el mejor jugador de ese deporte de todos los tiempos: un tal Michael Jordan.

    SOCIOS PARA IMPONER UN TRAMPOSO VOTO ELECTRÓNICO EN LA CABA El sistema electrónico escogido por el Pro para los comicios locales fue repudiado abiertamente por la mayoría de los partidos políticos porteños, con excepción del kirchnerismo, que primero se opuso y luego alentó su instrumentación. El modelo se implementará en los decisivos comicios de junio (ya que era un escándalo ponerlo en vigencia en abril, sin haber hecho prácticas previas y ensayos generales).

    El método escogido claramente privilegia al Pro y al FPV, ya que la gente tendrá que elegir primero partido y luego candidatos en forma individual.

    De esta forma, agrupaciones como "Bien Común", "Nueva Izquierda", "Unen", "Suma", "Confianza Pública", "Proyecto Sur", "FIT" o "Frente Progresista Popular" corren con grandes desventajas, ya que candidatos como Martín Lousteau, Graciela Ocaña o Aníbal Ibarra son mucho más conocidos que las propias estructuras electorales que los contienen.

    El pacto entre el Pro y el FPV quedó expuesto una vez más en un tema por demás sensible.

    El cambio en la forma de votación no tuvo los dos tercios necesarios de la Legislatura porteña, según denuncia la oposición política no K del recinto.

    ¿Por qué no se escogió para la Capital Federal el sistema de boleta única, tal como se votó en el Parlamento local a fines de 2013 y como se utiliza con éxito en las provincias de Córdoba y Santa Fe?

    Para explicar su sospechosa actitud, el Pro recurrió al más absoluto cinismo. Desde el macrismo se argumentó que "en realidad el sistema no es de voto electrónico, sino de boleta única con tecnologías electrónicas".

    La ONG Poder Ciudadano y dirigentes como Martín Lousteau y Ricardo Alfonsín le pidieron al Pro despejar toda duda sobre un tema tan sensible. El riesgo que toman es elevadísimo, ya que cualquier traspié técnico que ponga en duda la transparencia del acto afectará inmediatamente las chances presidenciales de Mauricio.

    Tras las paso disputadas el 26 de abril de 2015, distintos hackers aprovecharon que los sistemas se ponían a prueba públicamente para demostrar que se podían alterar muy fácilmente los sufragios, ya que eran capaces desde simples teléfonos celulares de alterar los votos sin mayor dificultad.

    CAPÍTULO DOS

    SOCIOS EN LA LEGISLATURA Y EN EL CONGRESO NACIONAL

    La imagen en los dos últimos años de los legisladores porteños kirchneristas, arriados como ganado por sus jefes de bloque para que voten los grandes negocios inmobiliarios de la gestión de Mauricio Macri, constituyó un espectáculo que no debieron haber soñado ni los más optimistas líderes del Pro.

    Personajes como Juan Cabandié tuvieron que dejar atrás años de insultos, marchas y festivales antimacristas para transformarse en piezas absolutamente funcionales a la maquinaria amarilla de Capital Federal. Hasta la llamada real politik, acuñada por Otto Von Bismarck en el siglo XIX, tiene ciertos límites y no alcanza para cubrir con su manto de laxitud contradicciones tan flagrantes.

    El kirchnerismo votó, a nivel local, a favor de todo aquello que dice combatir:

    Partes: 1, 2, 3, 4, 5

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