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Desarrollo endógeno, más que una alternativa una necesidad




Enviado por Aime Morales



Partes: 1, 2

  1. Resumen
  2. Introducción
  3. Desarrollo
  4. Conclusiones
  5. Bibliografía

Resumen

El actual momento histórico que vive la humanidad
hoy no ofrece muchas esperanzas; se hace necesario revisar una
vez más nuestros modos de vida, los que indudablemente son
incompatibles con la continuidad de la especie. Se vuelve tarea
de primer orden el encontrar alternativas viables que favorezcan
el desarrollo sin atentar contra el planeta, ya sabemos que la
depredación de los recursos no son la clave del verdadero
desarrollo. Hemos de hacernos un llamado a la conciencia para
modificar nuestro hoy y poder así tener un mejor
mañana. En el presente artículo hemos tratado de
recoger los elementos más significativos y difundidos de
la teoría del desarrollo endógeno para tratar de
demostrar con ello, que constituye más que una alternativa
una necesidad, dados los desafíos de la economía y
el desarrollo actuales.

Palabras Claves: desarrollo endógeno,
globalización

Abstract

The current historical moment that humanity lives today
doesn"t offer much hope; we must revise our ways of life once
more unquestionably is incompatible with the continuity of the
human species. It becomes a task of first order finding
alternative viable that favors development without endangering
the planet"s survival. We already know that the exploitation of
our resources is not the key of future development. We must make
a call of conscience to modify today so as to have a better
tomorrow. In the present article we have tried to select the more
significant elements and diffused of the theory of "endogenous
development" to try to demonstrate that constitute more than one
alternative, a given necessity challenges the economy and the
current development.

Key Words: endogenous development,
globalization

Introducción

Desde hace más de una década un nuevo
paradigma recorre el mundo: la globalización de la
economía y la sociedad. Los sistemas productivos y los
mercados adquieren dimensión global, los estados ceden
protagonismo y liderazgo a empresas innovadoras, y las nuevas
tecnologías de la información, el transporte y las
comunicaciones permiten el funcionamiento y la interacción
de las organizaciones. Las diferentes formas de
regionalización y de interacción de las
economías nacionales se han convertido en los mecanismos a
través de los cuales se institucionaliza el proceso de
globalización de la economía. En este entorno de
transformaciones económicas, organizativas,
tecnológicas, políticas e institucionales, el
concepto de desarrollo endógeno surge como un instrumento
adecuado para el análisis y la acción.

Considera que el desarrollo económico se produce
como consecuencia de la aplicación del conocimiento en los
procesos productivos y la utilización de las
economías externas que se generan en los sistemas
productivos y en las ciudades, lo que permite que se produzcan
rendimientos crecientes y por tanto crecimiento económico.
Los procesos de desarrollo se producen mediante la
utilización del potencial y del excedente generado
localmente y la atracción de recursos externos. La
iniciativa y el control que los actores locales y la sociedad
civil realizan a través de sus respuestas
estratégicas, favorecen los procesos de
transformación de las ciudades y regiones.

Se trata de un paradigma alternativo al del desarrollo
exógeno, ya que encierra diferencias significativas en la
organización de la producción, en los mecanismos de
acumulación y en las políticas de
actuación. Ante todo la teoría del desarrollo
endógeno considera que en los procesos de desarrollo
intervienen los actores económicos, sociales e
institucionales que forman el entorno en el que se desarrolla la
actividad productiva y entre ellos se forma un sistema de
relaciones productivas, comerciales, tecnológicas,
culturales e institucionales cuya densidad y carácter
innovador va a favorecer los procesos de crecimiento y cambio
estructural.

Los procesos de desarrollo descansan en mecanismos de
acumulación de capital, la organización flexible de
la producción, la formación de redes de empresas y
el sistema de vinculaciones y relaciones sociales, culturales e
institucionales las cuales son un instrumento adecuado para
mejorar la competitividad y la productividad de los territorios y
localidades.

La política de desarrollo local esta formada por
un conjunto de iniciativas que surgen de la estrategia de los
actores locales. La teoría del desarrollo endógeno
es una interpretación que ofrece un instrumental
útil para actuaren los procesos de crecimiento y cambio
estructural. Sus proposiciones más importantes se basan en
una interpretación territorial de la dinámica
económica. Además después de veinte
años de experimentación de los instrumentos e
iniciativas para el desarrollo en territorios de diferentes
dimensiones y jerarquías se dispone de un amplio
instrumental que ha mostrado su adecuación en los procesos
de reestructuración productiva.

Se ha iniciado una nueva fase de desarrollo del sistema
capitalista en la que la integración de los mercados, la
producción y comercialización a escala global y el
despliegue de las nuevas tecnologías de la
información y la comunicación presentan nuevos
retos. A medida que toma forma la economía global, los
espacios y territorios en los que se ubican las actividades
productivas, adquieren un papel estratégico. Por ello la
sociedad civil y las organizaciones locales recuperan un nuevo
protagonismo y sus respuestas a los retos del aumento de la
competitividad son estratégicas para la
configuración de la nueva división social del
trabajo. La interacción de los actores presentes en los
múltiples mercados, necesaria para dar respuestas eficaces
en tiempos de globalización, requiere de un
fortalecimiento de los procesos de desarrollo
endógeno.

Desarrollo

1. Aspectos estructurales y socioculturales
de la teoría del Desarrollo
Endógeno

Uno de los cambios más importantes que han tenido
lugar en la teoría del desarrollo económico en los
últimos veinte años es la formación de un
nuevo paradigma que se conoce como "desarrollo endógeno".
En un escenario caracterizado por la incertidumbre, el aumento de
la competitividad en los mercados y el cambio institucional, han
surgido formas más flexibles de acumulación y
regulación del capital que caracterizan los procesos de
crecimiento y cambio estructural y que se han convertido en el
instrumento preferente de la política industrial y
regional.

La espontánea e independiente aparición de
estos fenómenos ha propiciado la reducción de los
niveles de inestabilidad del sistema, por un lado, y por otro ha
permitido contextualizar los procesos de globalización en
le marco del desarrollo territorial. La idea fuerza del nuevo
paradigma es que el sistema productivo de los países crece
y se transforma utilizando el potencial de desarrollo existente
en el territorio mediante las inversiones que realizan las
empresas bajo el control de la comunidad local.

El nuevo paradigma va mas allá de la
conceptualización del crecimiento que proponen los modelos
basados en la función de producción incluso es la
versión moderna de los esquemas de crecimiento
endógeno y entiende que dichos esquemas son el resultado
de las estrategias y decisiones de inversión de las
organizaciones que operan en los mercados y que se encardinan en
entornos institucionales y culturales que condicionan la
dinámica económica.

El paradigma de desarrollo endógeno surge como
producto de la confluencia de dos líneas de
investigación: una de carácter teórico que
nace como consecuencia del intento de encontrar una
noción de desarrollo que permitiera la
acción publica para el desarrollo de localidades y
regiones atrasadas, y otra de carácter empírico
nacida como consecuencia de la interpretación de los
procesos de desarrollo industrial en localidades y regiones del
sur de Europa.

El desarrollo endógeno persigue satisfacer las
demandas y necesidades de la población local a
través de la participación activa de la comunidad
en los procesos de desarrollo. No se trata de mejorar la
posición del sistema productivo local en la
división nacional o internacional del trabajo, como de
lograr el bienestar económico, social y cultural de la
comunidad local en su conjunto. La estrategia de desarrollo se
propone por tanto, además de desarrollar los aspectos
productivos, potenciar también las dimensiones social y
cultural que afectan el bienestar de la sociedad.

Consiste en una aproximación territorial al
desarrollo y funcionamiento del sistema productivo. El territorio
es un agente de transformación y no un mero soporte de los
recursos y actividades económicas. El punto de partida del
desarrollo de una comunidad territorial es el conjunto de
recursos que constituyen su potencial de desarrollo.

El desarrollo endógeno es ante todo una
estrategia para la acción. Las comunidades locales tienen
una identidad propia que les impulsa a lanzar iniciativas para el
desarrollo. Se trata de una visión del desarrollo que se
diferencia sensiblemente de las interpretaciones tradicionales
que propiciaban el desarrollo a través de la
industrialización con grandes plantas localizadas en
grandes ciudades y cuya viabilidad económica se explica a
través de la generación de economías a
escala y la reducción de los costos de transacción
en el sistema productivo.

El desarrollo endógeno puede entonces entenderse
como un proceso de crecimiento económico y cambio
estructural liderado por la comunidad local utilizando el
potencial de desarrollo que conduce a la mejora de la calidad de
vida de la población local. Es un proceso en el cual lo
social se integra con lo económico. En los procesos de
desarrollo endógeno se pueden identificar claramente tres
dimensiones: una económica caracterizada por un sistema
especifico de producción que permite usar eficientemente
los factores productivos y alcanzar los niveles de productividad
que les permite ser competitivos en los mercados; otra
sociocultural en que los actores económicos y sociales
integran con las instituciones locales formando un sistema de
relaciones que incorpora los valores de la sociedad al proceso de
desarrollo, y otra política que se instrumenta mediante
las iniciativas locales y que permite crear un entorno local que
estimula la producción y favorece el desarrollo
sostenible.

La teoría del desarrollo endógeno esta
profundamente enraizada a los grandes paradigmas del desarrollo
económico, participa de gran parten de sus contenidos e
integra diversas proposiciones e ideas de los diferentes
paradigmas.

De las teorías de gran desarrollo y del
crecimiento dualista rescata el conjunto de mecanismos que
permiten el funcionamiento de los procesos de acumulación
del capital y crecimiento en las economías de mercado. De
la teoría de la dependencia recoge la idea de que las
aproximaciones al desarrollo han de incluir una visión
sistémica de los procesos, que interrelacionen las
dimensiones económica, política, social,
medioambiental e institucional en una estructura organizada. De
la teoría territorial del desarrollo rescata la idea de
que los agentes del mismo son los actores que deciden sobre las
inversiones y controlan los procesos de cambio mediante las
iniciativas locales.

Pero a la vez rechaza posturas de los mismos paradigmas
lo que le proporciona un sentido crítico. Así
frente a la teoría del gran empujón y el
crecimiento dualista, el desarrollo endógeno concibe el
crecimiento económico como un proceso caracterizado por la
incertidumbre y la aleatoriedad y no como una sucesión de
equilibrios de tipo neoclásico. Es por tanto un proceso
que puede seguir diferentes sendas en función de las
trayectorias tecnológicas y de la dinámica
económica de la región y de las decisiones de los
actores locales.

Frente a las teorías de la dependencia mantiene
que el desarrollo de una cuidad no depende del carácter
periférico o del nivel de desarrollo de un momento
histórico determinado, sino de la dotación de
recursos y de la capacidad de respuesta y adaptación a los
desafíos y retos que se presentan en el escenario de la
competencia en cada momento histórico. Y frente a las
posiciones de la teorías territoriales del desarrollo
mantiene que las regiones se mueven en un escenario global de
carácter estratégico, en el que compiten dentro del
sistema económico internacional, constituyen
organizaciones con fortalezas y debilidades que realizan su
actividad en un entorno externo que cambia y que presenta en cada
momento nuevos retos.

Sobre la significación de los recursos hay que
señalar que en los procesos de crecimiento y cambio
estructural no en un hecho determinante el origen de los
recursos, lo normal es que se combinen factores locales y
externos, lo que constituye una característica de los
procesos de desarrollo endógeno al igual que la capacitada
de la comunidad local de controlar la transformaciones que
ocurren en ella.

El desarrollo endógeno es una
interpretación orientada a la acción que permite a
las comunidades enfrentar los retos que presenta el aumento de la
competitividad y abordar los problemas de la
reestructuración productiva utilizando el potencial de
desarrollo existente.

Su objetivo se dirige a conseguir el desarrollo
sostenible y duradero por lo que tratan de potenciar esta
dimensión de desarrollo. La gestión
estratégica del desarrollo endógeno supone la
búsqueda sistemática de un equilibrio
dinámico entre los objetivos.

Cada territorio requiere de un tratamiento especifico y
de la utilización de los instrumentos apropiados para
eliminar los obstáculos que impiden el correcto
funcionamiento de la economía local, para lo cual es
necesaria una gestión descentralizada que se haga
operativa a trabes de las organizaciones ya que no se trata de
realizar grandes proyectos industriales ni de facilitar fondos a
las empresas sino de impulsar los proyectos que utilizan el
potencial de desarrollo y de dotar a los sistemas productivos de
los servicios necesarios para mejorar su competitividad y
promuevan de ese modo el ajuste progresivo del sistema
económico local.

El combinar proposiciones de la teoría
territorial del desarrollo con tesis que se derivan de los
análisis de los procesos de industrialización local
constituye una característica del paradigma de desarrollo
endógeno y se hace con el objetivo de interpretar los
procesos de crecimiento, industrialización y cambio
estructural de las economías regionales y locales. Todos
estos aspectos le posibilitaran el tener un mecanismo
específico de acumulación del capital, basado en
una lógica de organización, un sistema de
aprendizaje, y una fuerte integración territorial que le
permite mantener la propia dinámica y brinda a la vez un
instrumento para la acción.

La teoría del desarrollo endógeno explora
el carácter espacial de las economías externas, se
ocupa de explicar el efecto geográfico de los procesos
tecnológicos y organizativos y argumenta que cada espacio
sigue una senda de desarrollo que depende fundamentalmente de la
trayectoria tecnológica y productiva que han seguido sus
actores, por lo que al plantearse la interpretación de los
procesos de acumulación del capital destaca que la forma
de organización de los actores y el territorio juegan un
papel determinante en los procesos de desarrollo.

El desarrollo endógeno defiende la flexibilidad
frente a las formas rígidas de la organización de
la producción, es una alternativa a aquellas
interpretaciones que abogan por una economía gestionada
únicamente por las grandes organizaciones en las que el
crecimiento de la productividad so0lo es posible en entornos
estables. Por lo tanto los modelos de organización
flexible de la producción serían las formas de
organización más deseables en los procesos de
crecimiento y cambio estructural, ya que los sistemas productivos
locales son capaces de recuperar economías externas no
utilizadas que permanecen ocultas en el sistema.

La teoría del desarrollo endógeno
considera además que entre economía y sociedad
existe una fuerte imbricación, de manera que el sistema
económico y productivo reencuentra estrechamente vinculado
al sistema de instituciones y a la sociedad expresándose
en las formas que toma que toma la flexibilidad del mercado de
trabajo, los mecanismos de difusión del conocimiento
técnico y la transferencia de recursos para posibilitar
los procesos de acumulación del capital, obedeciendo a un
proceso interactivo en que los actores forman parte del sistema
que surge de los mecanismos de la retroalimentación. Por
tanto entendemos que el desarrollo endógeno se refiere a
territorios inteligentes, a sistemas productivos inmersos en
entornos que permiten formar coaliciones entre lo actores locales
para impulsar la innovación, el cambio estructural y el
desarrollo local. En este contexto las relaciones de
información siguen canales en los que la jerarquía
se ha reducido tanto en la organización de la
producción como en los centros en los que están
ancladas las actividades económicas, siendo esta una
interpretación orientada de la acción en la que los
actores locales a través de sus decisiones y sus
iniciativas, marcan la senda de crecimiento de la economía
local. Para que la política de desarrollo local sea
eficiente es conveniente que se produzca una sinergia entre las
acciones de los actores locales y las de los demás niveles
institucionales para lo cual es preciso definir nuevas formas de
concertación y planificación y disponer de
instrumentos que favorezcan el aprendizaje y difundan el
conocimiento mediante la interacción de lo
actores.

En las últimas décadas se ha producido un
cambio significativo en la política de desarrollo regional
a nivel mundial. Progresivamente han ido perdiendo "de arriba
abajo" gestionadas por las administraciones centrales de los
estados y orientadas a la redistribución espacial de la
actividad económica y a la reducción de las
diferencias regionales. Al mismo tiempo ha ido tomando fuerza el
enfoque de "abajo hacia arriba" en el que las políticas
están promovidas y gestionadas por los gobiernos locales y
regionales y están orientadas al desarrollo
económico de regiones concretas.

El cambio tiene gran significación y supone el
instrumentar una segunda generación de políticas de
desarrollo regional. Ante los desafíos que presenta el
ajuste a la nueva dinámica del sistema económico,
las comunidades regionales y locales decidieron actuar para hacer
más eficientes sus sistemas productivos. Pusieron en
marcha iniciativas que propiciaban la utilización del
potencial de desarrollo existente en el territorio y abordaron
los problemas que presentaba la reestructuración
productiva argumentada que la estrategia de desarrollo es
necesario instrumentarla a través de los centros urbanos
en los que se apoya el sistema relaciones económicos y
sociales. Cada ciudad tiene un conjunto de recursos, un potencial
de desarrollo y un sistema de relaciones sobre los que es posible
basar las acciones encaminadas a mejorar la competitividad y la
calidad de vida de los actores del proceso de
desarrollo.

La planificación estratégica permite a las
ciudades definir y orientar sus iniciativas a la
consecución de objetivos precisos, consensuados entre los
actores, mediante estrategias b basadas en la creación y
mantenimiento de las ventajas competitivas, lo que se puede
conseguir mediante la movilización de su potencial
endógeno, la atracción de recursos e inversiones
externas mediante la consolidación de la identidad y la
imagen local, todas estas acciones tratan de satisfacer las
necesidades y expectativas de los actores a través del
cumplimiento de un sistema de objetivos realizado al
efecto:

• Aumentar el nivel de vida en la
región, creando más y mejores oportunidades y
mejorando la calidad de vida en el territorio fomentando la
integración social.

• Impulsar las ventajas competitivas
de las empresas mediante iniciativas que propicien el aumento y
mejora de los recursos y favorezcan el desarrollo de las
actividades productivas.

• Asegurar un entorno dinámico
y seguro que permita obtener rentabilidad económica,
mediante iniciativas que fomenten las relaciones entre las
instituciones.

• Crear un entorno atractivo para vivir e invertir
mediante una gestión bien definida y eficiente la mejora
del patrimonio histórico-cultural, la creación y
mantenimiento de infraestructuras y equipamientos.

Los planes estratégicos incluyen acciones de
marketing dirigidas a definir, formar y desarrollar la imagen la
identidad y la imagen de la localidad. Estos planes han de ser
elaborados a partir de una serie de aspectos a
características para favorecer su ejecución y
éxito:

• La planificación ha de ser
pragmática, orientada directamente a la acción, la
ejecución de planes y la obtención de
resultados.

• Debe procurar la participación de los
agentes en el proceso de formulación y realización
del plan, por lo que es necesario que exista un acuerdo de
partida entre los agentes mismos.

• Conviene poner gran énfasis en el
diagnóstico de la dinámica económica en
función de las relaciones que tienen dentro del sistema
social.

• Ha de entender que la comunidad
local se mueve en un entorno cada vez más
concurrido.

• Debe proponer métodos de actuación
tratando de anticipar el futuro para competir más libre y
ventajosamente en el mercado.

Cuando se toman en cuenta estos aspectos el
diagnóstico toma formas diferentes en cada territorio en
función de sus condiciones específicas, de su
especialización productiva, de los recursos existentes, de
la apertura de la economía local a los mercados nacionales
e internacionales, de la organización del sistema
productivo local y de la capacidad de aprendizaje y respuesta de
la comunidad local.

Se puede decir que le problema al que se enfrentan las
comunidades locales y regionales consiste en reestructurar su
sistema productivo de manera que las explotaciones mejoren su
productividad y aumenten la competitividad en los mercados. La
experiencia demuestra que el camino a seguir pasa por la
definición y ejecución de una estrategia de
desarrollo, instrumentada a través de acciones que
persigan los objetivos de productividad y competitividad. El
aumento de estas variables son dos metas que deben orientar el
proceso de cambio estructural de las economías locales,
pero estos objetivos pueden ser alcanzados a través de dos
caminos diferentes, que pueden ser simplificados en dos
estrategias alternativas: o bien dar un salto tecnológico
y productivo y ajustar completamente la estructura productiva, o
bien seguir una estrategia de pequeños pasos que
transforme progresivamente el sistema económico a `partir
de las características de la estructura productiva. Las
iniciativas locales han surgido como consecuencia de la
dinámica de aprendizaje de las comunidades locales sobre
la transformación del sistema productivo local y de su
capacidad de organización y respuesta a los
desafíos del cambio tecnológico, la
globalización y el aumento de la competencia.

La política regional tradicional tenía una
visión basada en el modelo de crecimiento concentrado y se
proponía favorecer la distribución territorial de
la actividad productiva mediante la utilización de
recursos externos. La nueva política de desarrollo
regional cambia su aproximación y pretende superar los
desequilibrios mediante el fomento del desarrollo de todos los
territorios con potencialidades de desarrollo competitivo. Por
tanto el nuevo enfoque se basa en una teoría que entiende
que el crecimiento económico no tiene por qué ser
polarizado y concentrado. El desarrollo económico puede
surgir difuso si no se utiliza eficientemente el potencial de
desarrollo existente en el territorio.

El objetivo de la nueva estrategia de desarrollo local
es el desarrollo en un entorno competitivo en el cual los niveles
de turbulencia e incertidumbres son elevados. Por ello se
potencia y fomenta la difusión de las innovaciones, el
aumento de la capacidad emprendedora, la mejora de la calidad del
capital humano y la flexibilidad del sistema
productivo.

El conjunto de acciones sobre lo que se instrumenta la
respuesta local a los desafíos globales posee un
carácter muy diverso, unas se dirigen a la mejora de las
infraestructuras, otras tratan de suplir carencias y mejorar los
factores inmateriales del desarrollo y otras se proponen
fortalecer la capacidad organizativa del territorio. Las
iniciativas que tratan de crear y mejorar las infraestructuras y
los equipamientos públicos son básicos en los
procesos de cambio estructural y constituyen instrumentos
indispensables para el funcionamiento del sistema productivo, por
tanto se trata de acciones que también caracterizan a la
política regional tradicional, un elemento diferenciador
de la nueva política regional lo constituye el conjunto de
iniciativas que surgen para impulsar el surgimiento y desarrollo
de los factores inmateriales y los aspectos cualitativos del
desarrollo local, donde se incluyen además las medidas que
inciden sobre la calificación de los recursos humanos, la
difusión tecnológica, la capacidad emprendedora
existente, la información y la cultura de desarrollo de la
población.

Entre sus objetivos están además estimular
a los nuevos emprendedores a transformar una idea en una empresa
viable y competitiva y advertirles y asesorarles sobre los
riesgos que conlleva emprender un nuevo proyecto, así como
informarles sobre las ventajas de las que pueden disponer con el
éxito del mismo, es por eso que las iniciativas de
formación juegan un papel estratégico en el fomento
del desarrollo endógeno. Desde la perspectiva del
desarrollo local la política de formación trata de
responder a las necesidades del capital humano por un lado y por
otro las nuevas demandas del sistema productivo, el cual en su
cambio precisa ir acompañado de la mejora de la
formación tradicional y de la introducción de los
nuevos aspectos demandados por el mercado.

Las iniciativas de formación se convierten en el
núcleo de la estrategia cuando se trata de reestructurar
un sistema productivo que históricamente se ha dedicado a
actividades que han quedado obsoletas, caso en el cual es
necesario acompañar el cambio de la actitud de la
población con respecto al desarrollo y a la
economía mediante acciones de animación.

En el centro de la nueva política regional
están las acciones dirigidas a mejorar la
organización del desarrollo, consistentes en mejorar la
capacidad de organización que existe en el espacio en
cuestión y le permita así dar una respuesta eficaz
a los problemas y desafíos que tiene que superar. Esto es
una cuestión crítica para competir, por lo que las
políticas de desarrollo local inciden de forma particular
sobre la organización.

Para poder alcanzar las metas que los agentes locales se
han marcado, no es suficiente con haber concebido una estrategia
afortunada y haber iniciado las acciones más adecuadas, es
necesario además gestionar la estrategia y las iniciativas
y utilizar eficientemente los recursos humanos y financieros
disponibles. Las unidades de gestión de las
administraciones públicas no son siempre las más
adecuadas, ya que carecen de las competencias suficientes en
materia de desarrollo local, les falta flexibilidad funcional y
están demasiado burocratizadas. Las estrategias de
desarrollo local ganan en efectividad si se instrumentan a
través de oficinas con autonomía operativa y
flexibilidad en la gestión.

La nueva política de desarrollo regional es una
política que ha surgido de forma espontánea como
respuesta de las comunidades locales a los desafíos del
ajuste productivo. Se caracteriza por tener una visión
estratégica del desarrollo económico, lo que les da
a los actores locales la capacidad de impulsar el proceso de
reestructuración productiva y por tanto mejorar el nivel
de empleo y el bienestar de la población local. Este nuevo
enfoque impulsa aquellas iniciativas que se proponen el
desarrollo de las ciudades y regiones concretas y no la
distribución espacial de la actividad productiva y de la
renta entre los territorios preocupándose por mejorar la
calidad de la infraestructuras y los factores, difundir las
innovaciones, estimular el surgimiento y desarrollo de la
capacidad emprendedora y organizar el desarrollo a través
de agencias intermediarias.

Sin embargo en un escenario como el actual, cuando el
sistema productivo puede ajustarse al modelo de
acumulación flexible, la política de desarrollo
regional es necesariamente más efectiva, la
razón reside en que la producción
flexible tiene una lógica espacial diferente como
consecuencia del hecho de que las vinculaciones entre las
empresas están localizadas en un territorio concreto. Por
ello a pesar de que el desarrollo endógeno no se ajusta
siempre a los modelos de producción flexible, la
política de desarrollo local puede generar un ambiente
favorable para la creación y desarrollo de empresas
locales.

Así pues la estrategia de desarrollo local pone
énfasis en le papel que juegan las iniciativas locales en
los procesos de desarrollo, pero propone que para que la
política sea eficiente es necesario que se produzca una
sinergia entre las iniciativas locales de cada territorio y las
acciones de las demás administraciones que promueven el
cambio estructural

2. El Desarrollo Endógeno frente a la
globalización. Potencialidades y
desventajas.

En un mundo cada vez mas globalizado en le que la
difusión de las innovaciones y la mejora de los recursos
humanos son factores estratégicos para impulsar el ajuste
productivo; las comunidades locales (organizaciones publicas y
privadas, asociaciones de empresarios, sindicatos y gobiernos
locales) han comprendido el reto del aumento de la competencia y
han respondido impulsando las iniciativas de desarrollo local. El
proceso de aprendizaje y la capacidad de organización han
sido diferentes de unos territorios a otros, y de ahí las
diferencias de las respuestas locales.

La lógica de la globalización ha hecho que
los territorios compitan entre sí a escala internacional y
traten de obtener ventajas competitivas mediante la
valorización de sus recursos y la diferenciación de
sus actividades productivas. Por ello las ciudades y regiones se
ven abocadas a emprender sendas de desarrollo endógeno a
través de las cuales pueden mejorar su posición
competitiva y al mismo tiempo lanzar estrategias que provoquen la
localización de empresas innovadoras en su
territorio.

La globalización ha desencadenado nuevas formas
de organización de la actividad productiva y nuevas
estrategias empresariales. Han aumentado las relaciones
informales entre las empresas, los contactos directos entre
empresarios y técnicos, pero además las empresas y
los territorios están ejecutando estrategias
diseñadas para dar una respuesta eficaz al aumento de la
competencia en los mercados, promoviendo acuerdos de
cooperación y alianzas estratégicas entre las
empresas.

Los agentes económicos, por tanto, han
reorganizado sus sistemas de producción, han replanteado
sus relaciones con otras empresas y en definitiva han contribuido
a transformar los modelos de organización de la
producción en el territorio. Los nuevos esquemas de
organización interna de las empresas les permiten utilizar
redes más eficientes y ejecutar estrategias territoriales
que les conducen a mejorar la competitividad y el posicionamiento
en los mercados.

En la economía de mercado los sistemas
productivos locales están sometidos a las leyes de la
competencia, que no es más que un proceso a través
del cual las empresas se adaptan constantemente a los cambios del
entorno. Al operar, en el momento actual, los sistema locales en
le marco del mercado global tienen que ajustar su
organización a los cambios tecnológicos que la
globalización del sistema económico requiere. El
aumento de la competitividad en los mercados, afecta sobre todo a
aquellos sistemas productivos incapaces de dar una respuesta
eficaz en los términos que las nuevas condiciones del
entorno exigen.

Las transformaciones que ha producido el aumento de la
velocidad del proceso de globalización, van más
allá de los cambios en los procesos territoriales y
productivos y afectan además a la propia forma de concebir
y promover los procesos de desarrollo. La nueva dinámica
productiva, comercial y tecnológica estimula las formas de
organización de la producción en redes,
señala el carácter estratégico de los
territorios donde se generan los procesos de desarrollo local y
demanda instituciones flexibles adaptadas a las nuevas formas de
la economía de mercado. La globalización, crea por
tanto, mecanismos que fortalecen los procesos de desarrollo
endógeno.

La adaptación a los cambios del entorno, exige
desarrollar nuevas formas de organización del sistema
productivo, potenciar los sistemas de cooperación, mejorar
el aprendizaje dentro del sistema local e insertar las empresas
locales en las redes locales, es decir el ajuste exige poner al
servicio del proceso de reestructuración la capacidad
emprendedora, los recursos humanos, la cultura tecnológica
y las organizaciones institucionales que garantizan el sistema
productivo a su entorno. Así pues el desarrollo de la
economía de una ciudad o región precisa del aumento
de la densidad de redes entre las empresas y los actores. El
aumento de la productividad y de la competitividad solo es
posible mediante la introducción y difusión de las
innovaciones, que son procesos cada vez más
interdependientes e interactivos por lo que permiten desarrollar
formas más adecuadas de aprendizaje y de generación
de nuevos conocimientos.

Cuando convergen las estrategias de las grandes empresas
y del territorio, los procesos de desarrollo endógeno se
tienden a reforzar, lo que permite recuperar los elementos
sofisticados de la teoría de polos de crecimiento que las
políticas de desarrollo exógeno de los años
sesenta y setenta fueron incapaces de ejecutar.

El primer paso seria reconsiderar las políticas
de incentivo de los gobiernos nacionales y regionales. Al
revisarlas habría que incorporar una regulación
precisa que garantizara la imbricación de las inversiones
externas en los procesos de desarrollo endógeno. La
negociación de los incentivos con las empresas se
podría hacer a partir de un plan de desarrollo local en el
que estarían definidos los objetivos y las acciones
prioritarias.

El gobierno local se comprometería a llevar a
cabo las acciones que figuran en le plan de desarrollo local. En
función de las necesidades y demandas de cada territorio,
las actuaciones darían mayor o menos importancia a la
inversión en infraestructuras y capital social, a las
iniciativas que contribuyen a mejorar los factores cualitativos e
inmateriales del desarrollo, al fomento de la capacidad de
organización del territorio y a la creación de un
clima empresarial que favorezca el surgimiento, funcionamiento y
desarrollo de las empresas. En resumen el acuerdo de
planificación recogería los objetivos
estratégicos de la gran empresa y el territorio,
fijaría los mecanismos de control y seguimiento de los
compromisos adquiridos, lo que en realidad no haría otra
cosa que formalizar la convergencia entre la estrategia
territorial de la gran empresa y de la estrategia
económica del territorio.

Pero se puede argumentar que los procesos de
globalización y de aumento de las competencias de las
comunidades locales y regionales han fortalecido la
posición negociadora de las ciudades y las regiones. En
todo caso la cuestión de las relaciones de poder entre las
grandes empresas y las organizaciones publicas en los
países democráticos pasa por el fortalecimiento de
la sociedad civil y por la regulación y el control del
proceso de negociación por parte de la
Administración del Estado.

Algunos autores argumentan que el modo de desarrollo
endógeno no tiene capacidad para responder a los cambios
sociales e institucionales del mercado. En un mundo cuyo modo de
desarrollo tiende a globalizarse y en el que existen grandes
fuerzas que tienden a la concentración e
integración, los sistemas productivos locales
tendrían, por tanto, un futuro limitado.

En contraposición a esto existe otra postura
acerca de que la visión del desarrollo endógeno ha
significado un avance importante de la política regional,
tanto en lo que concierne a los aspectos conceptuales como a los
operativos. Recientemente ha comenzado a formarse una nueva
generación de políticas regionales como
consecuencia de los efectos que la globalización ha
causado en la dinámica de los sistemas productivos y
espaciales y de los cambios de las estrategias de las empresas y
territorios.

El rasgo que caracteriza el escenario actual de la
competencia de las empresas y territorios, es que a las
necesidades del ajuste productivo, que han creado la
introducción de nuevas tecnologías de producto
y de proceso y formas de organización, se han
añadido en la ultima década las exigencias del
fuerte proceso de integración de las empresas y las
economías en mercados cada vez mas amplios.

La aceleración del proceso de
globalización desde principios de los años noventa,
afecta directamente a la competencia de las empresas y
economías locales y demanda cambios en la política
de desarrollo local y regional. Él proceso de
integración económica se caracteriza por el aumento
de la apertura externa de las economías y el crecimiento
de los intercambios en el ámbito planetario. Los factores
responsables de la aceleración del proceso de
globalización han sido entre otros:

• Los cambios en las políticas
económicas y comerciales que han generalizado la
liberación de los mercados de bienes, servicios y
factores.

• Las estrategias de las empresas
multinacionales que utilizan las nuevas oportunidades de
localización que la integración les
presenta.

• La introducción de las
innovaciones en los transportes y las comunicaciones que
facilitan la integración de los mercados y la
producción multinacional y reducen los costos de
producción.

Otro rasgo que caracteriza la forma actual de
globalización es el hecho de que la
internacionalización de los mercados y de la
producción esta vinculada a la información y a la
utilización de las nuevas tecnologías,
diferenciándose de experiencias anteriores vinculadas a la
búsqueda de materias primas o de nuevos
mercados.

Los procesos de integración económica
inducidos por la globalización, crean un nuevo escenario
para las empresas y territorios, debido al aumento de la
competencia en los mercados. A las empresas se les presenta la
oportunidad de estar presentes en mercados cada vez más
amplios que tienden a ser más estables por lo que pueden
optimizar el funcionamiento de sus organizaciones y conseguir
ventajas competitivas, pero también enfrentarse a nuevas
amenazas. Los territorios a su vez mejoran su capacidad de
fijación atracción de inversiones, pero han de
superar las amenazas de sus competidores.

La competitividad de las empresas ha dejado de basarse
únicamente en el bajo coste de producción y bajos
precios de los productos. Los cambios en la demanda y la
introducción de innovaciones dan cada vez más
importancia a la calidad de los bienes y servicios, a su ajuste a
las especificaciones de la demanda, al abastecimiento
rápido a los clientes y a los servicios de posventa. Por
ello la competitividad de las empresas descansa en la calidad de
los recursos humanos y de los productos intermedios que utiliza,
en su actitud frente a la innovación, en la competitividad
de sus proveedores, en el uso de los servicios a la
producción de alta calidad, en el sistema de relaciones y
a la red de contactos y, en definitiva en el entorno en que se
realiza la actividad productiva.

En las condiciones actuales de globalización, los
territorios compiten entre si por mantener las inversiones
locales y atraer empresas e inversiones procedentes del exterior.
Los factores que los hacen atractivos son: la calidad de los
recursos y las infraestructuras, la capacidad innovadora sus
empresas e instituciones, la organización del sistema
productivo susceptible de generar economías a escala y
bajos costes de producción, la disponibilidad de un
entorno institucional que favorezca el desarrollo de un clima
empresarial proclive a la competitividad y a la
cooperación, y por ultimo la existencia de una
política de desarrollo local que sea una respuesta
estratégica a los desafíos de la
globalización. Así pues el proceso de
globalización esta estimulando los procesos de desarrollo
endógeno. El aumento de los intercambios internacionales y
de la competencia hace que los actores responsables de las
decisiones en los sistemas productivos locales y en las ciudades
y regiones respondan estratégicamente a los
desafíos de la globalización y refuercen sus
sistemas de relaciones (productivas, tecnológicas y de
intercambio). Es decir la globalización refuerza la
territorialización hasta el punto que el territorio se ha
convertido en un elemento importante en la defensa individual
contra la alineación y la homogeneización que
vienen de la mano de la globalización.

Partes: 1, 2

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