PROLOGO
Hace pocos siglos atrás se creía
fervientemente que nuestro mundo, la Tierra, era plano y con
límites bien definidos, así, en función del
retrogrado antropocentrismo con el cual el hombre suele
cartografiar la realidad, se creía que el límite de
nuestro mundo Terrestre se encontraba justo donde se alcanzaban a
vislumbrar los barcos en el mar; y más allá de tal
umbral perceptivo se concebía solo la existencia de un
"vacío" en el cual se perdían estos barcos al
caer.
No obstante en la actualidad comprendemos cabalmente que
este mundo Terrestre es mucho más complejo, de lo que la
simple percepción humana puede vislumbrar a priori, y de
hecho, hoy hasta un niño sabe que un barco podría
estar permanentemente circunnavegando el planeta, gracias a lo
esférica de su morfología que expone una superficie
continua.
Si bien el modelo teórico de la Tierra plana que
se concebía antaño, nos resulta hoy en día
sencillamente ridículo, pues no debemos admirarnos
demasiado porque la historia suele repetirse, y así es
como el hombre ha vuelto a tropezar nuevamente con la misma
piedra; ya que en estos momentos aún persiste socialmente
la creencia de que nuestro mundo, el Universo, es plano y con
límites bien definidos; de este modo en función del
retrogrado antropocentrismo con el cual el hombre suele
cartografiar la realidad, se cree por muchos que el límite
de nuestro Universo se encuentra justo donde se alcanzan a
vislumbrar los conglomerados galácticos en el macrocosmos;
y más allá de tal umbral perceptivo se concibe solo
la existencia de un "vacío" en el cual se pierden estos
conglomerados. A su vez se cree por muchos que el límite
de nuestro Universo, se encuentra justo donde se alcanzan a
vislumbrar ciertas partículas subatómicas en el
microcosmos; y más allá de tal umbral perceptivo se
concibe solo la existencia de un "vacío de
información y/o energía" en el cual se pierden
estas partículas.
A lo largo de la historia hemos sido una y otra vez
fieles testigos, de cuan absurdas terminan siendo con el tiempo
todas aquellas teorías, que dibujan arbitrariamente
límites finitos en la extensión
macrocosmos-microcosmos del Universo; así conforme mejora
nuestra capacidad tecnológica para observar la magnitud
del cosmos, pareciera que este nos grita cada vez con más
fuerza que abandonemos aquel funesto camino, donde
vertiginosamente nacen y mueren teorías antojadizas que
cercenan la naturaleza. A la vez se hace proporcionalmente
más y más evidente la invitación que se nos
hace, a sumergirnos de una vez por todas en una concepción
del Universo mucho más rigurosa y trascendental, donde el
infinito es protagonista.
La concepción del Universo como un acontecimiento
infinito, se acoge dentro de un prolífico paradigma
científico, que concibe la naturaleza como un gran fractal
de magnitud infinita. De esta manera, gracias a los sorprendentes
descubrimientos que se han desarrollado durante los
últimos tiempos, el modelo fractal del cosmos ha ganado
progresivamente mayor validez científica, y producto de
todo ello, en la actualidad los hechos exigen que la ciencia
afine su sintonía con esta relevante cosmovisión,
ya que solo así se lograra obtener una imagen
más nítida de la realidad, en la cual
se pueda visualizar el verdadero paisaje unitario que componen,
todos los complejos fenómenos que tienen lugar en el
Universo.
Esta obra concibe su existencia en el seno del
enérgico llamado que hacen los tiempos actuales, por crear
una plataforma científica que pueda servir como cimiento,
para el buen asentamiento de la cosmovisión de un Universo
fractal de magnitud infinita; producto de lo cual esta obra
constituye en definitiva un texto científico, que expone
de la manera más elocuente, sencilla, y concisa posible,
un consistente modelo del cosmos que se define
específicamente como Teoría de la
Cosmofractalidad.
De esta manera el Modelo de la Cosmofractalidad concibe
el Universo como un gran fractal infinito, y pone de manifiesto
toda la trama de comportamientos fundamentales que surgen dentro
de una estructura cósmica, que se itera infinitamente
hacia el macrocosmos y hacia el microcosmos. Conjuntamente, este
modelo fractal del cosmos operacionaliza la información
significativa, y brinda como resultado de ello una contundente
red conceptual, en la cual se integra una vasta gama de:
fenómenos naturales, sucesos matemáticos,
experimentos científicos, y leyes
físicas.
Finalmente esta obra extiende su invitación a ser
leída tanto por la persona instruida
científicamente, como por aquella persona poco instruida,
y advierte de ante mano que si existe un fenómeno
estremecedor, que pueda provocar simultáneamente
maravillación y terror, ese fenómeno sin duda es el
infinito; producto de lo cual toda persona que decida viajar a lo
largo de estas páginas, debe hacerlo con la
disposición de una mente abierta, y la rectitud de un
criterio centrado y objetivo, ya que la información
proporcionada por este texto se centra exclusivamente en el
avasallador fenómeno del infinito.
Si se cumple con los parámetros básicos de
objetividad y racionalidad, que demanda la óptima
comprensión de todo texto de índole
científica, es bastante probable que al finalizar esta
obra, el buen lector pueda llegar a replantear sus conocimientos
prestablecidos sobre la realidad, y con ello retomar su vida con
una mirada completamente renovada del majestuoso mundo en el cual
existe.
Un huevo cósmico tan
inconmensurable como virtual, que se organiza como una
singularidad perfecta,
y reproduce infinitesimalmente una
misma información absoluta,
…Esa es la arquitectura del
todo,
Unidad replegada en forma de
extravagante energía,
…Ese es el cuerpo de
Dios,
un fenómeno intimidante y por
sobre todo sublime.
MODELO
COSMOFRACTAL
Para cualquier persona es básicamente imposible
el poder evidenciar a un dinosaurio en su completa y real
manifestación, ya que se interponen millones de
años que nos distancian ineludiblemente de su existencia
propiamente como tal. No obstante, un científico puede
llegar a comprender cómo es la morfología de un
dinosaurio, mediante el análisis del esqueleto que
organiza los componentes físicos de dicho dinosaurio, es
decir su fósil; y así en función de lo que
dicta tal sistema de organización fundamental, se pueden
esgrimir solidas teorías científicas respecto a
cómo son los subsiguientes niveles interconectados, que
componen físicamente el cuerpo del dinosaurio, tales como
los órganos, la piel, y los músculos.
De este modo el modelo teórico que habla sobre la
morfología del dinosaurio, se ciñe estrictamente al
comportamiento sistémico que manifiesta su esqueleto; ya
que se concibe como conocimiento base que el esqueleto de un ser
vivo, es un sistema de organización fundamental que de
acuerdo a sus características propias, determina
correspondientemente la manera específica en que se
manifiesta físicamente dicho ser vivo; es decir que las
determinadas características que posee el esqueleto del
dinosaurio, dictan de forma directamente correspondiente las
determinadas características que poseen los elementos
físicos, que componen el cuerpo de dicho
dinosaurio.
De un modo semejante al caso anterior, para cualquier
persona es básicamente imposible evidenciar al Universo en
su completa y real manifestación, ya que se interponen
millones de años luz que nos distancian ineludiblemente de
su existencia propiamente como tal. No obstante, un
científico también puede llegar a comprender
cómo es la morfología del Universo, mediante el
análisis del "esqueleto" que organiza los componentes
físicos de dicho Universo, es decir la matemática;
y así en función de lo que dicta tal sistema de
organización fundamental, se pueden llegar a esgrimir
solidas teorías científicas respecto a cómo
son los subsiguientes niveles interconectados, que componen
físicamente el "cuerpo" del Universo.
De este modo un modelo teórico que hable sobre la
morfología del Universo, debe ceñirse estrictamente
al comportamiento sistémico que manifiesta la
matemática; ya que se concibe como conocimiento base que
la matemática, es un sistema de organización
fundamental que de acuerdo a sus características propias,
determina correspondientemente la manera específica en que
se manifiesta físicamente la naturaleza; es decir que las
determinadas características que posee el "esqueleto"
matemático del Universo, dictan de forma directamente
correspondiente las determinadas características que
poseen los elementos físicos, que componen el "cuerpo" de
dicho Universo. Todo lo cual queda bien expresado por ejemplo en
las poéticas palabras de Galileo Galilei: "La
matemática es el alfabeto con el cual Dios ha escrito el
Universo".
Como es bien sabido la naturaleza que habitamos consta
en términos básicos e ilustrativos de tres
dimensiones espaciales y una dimensión temporal, ahora
resulta que todo cuerpo tridimensional no es otra cosa más
que una sucesión de infinitos planos bidimensionales, y a
su vez un plano bidimensional no es otra cosa
más que una sucesión de infinitas líneas
rectas, y una línea recta no es otra cosa más que
una sucesión de infinitos puntos; y un punto es
adimensional, no tiene volumen, ni área, ni
longitud.
Por su parte todos los sucesos de la naturaleza que
transcurren en el tiempo, no son más que una
sucesión de infinitos instantes que se sitúan uno
al lado del otro.
En consecuencia tanto el espacio como el tiempo que
habitamos constituyen un continuo, que se sostiene en
función de un sistema matemático de carácter
infinitesimal. Todo lo cual se complementa con el hecho que la
matemática, es un sistema que posee una gran cantidad de
acontecimientos que son inherentemente infinitos, ya sea por
magnitud, contenido, o extensión macrocosmos-microcosmos.
Así por ejemplo se pueden nombrar: pi (p); fi (f); los números;
los puntos de fuga; los límites al infinito; los
transfinitos; las espirales logarítmicas; etc.
Por lo tanto significa por lógica simple y
elemental que el Universo debe poseer físicamente la misma
propiedad de infinitud, que posee el sistema matemático
que organiza su morfología; ya que en definitiva el
sistema matemático determina de manera directamente
correspondiente, la forma específica en la cual se
manifiesta físicamente la naturaleza.
Hasta el momento se ha podido evidenciar
científicamente que la naturaleza posee un claro
patrón de divisibilidad, que ha llevado al hombre a
internarse progresivamente más y más en el
macrocosmos, de forma que: desde el hombre se llegó hasta
el planeta Tierra, desde el planeta se llegó hasta el
Sistema Solar, desde el Sistema Solar se llegó hasta la
Vía Láctea, desde la galaxia se llegó hasta
el grupo galáctico y el cúmulo galáctico,
desde el grupo galáctico y el cúmulo
galáctico se llegó hasta el supercúmulo
galáctico…
Por cuanto el comportamiento manifestado por la
naturaleza nos invita a contemplar como factible, la
teoría que el Universo es un infinito potencial hacia el
macrocosmos, que viene dado por una sucesión infinita de
partículas cada vez más grandes; en donde cada
nivel de organización de partículas que se
descubra, siempre conducirá hacia nuevos niveles de
organización de partículas más grandes, si
se dispone de telescopios suficientemente grandes para
desarrollar el proceso experimental de
observación.
Por contraparte, hasta el momento se ha podido
evidenciar científicamente que la naturaleza posee un
claro patrón de divisibilidad, que ha llevado al hombre a
internarse progresivamente más y más en el
microcosmos, de forma que: desde el concepto de materia se
llegó hasta las moléculas, desde las
moléculas se llegó hasta los átomos, desde
los átomos se llegó hasta las partículas
subatómicas…
Por cuanto el comportamiento manifestado por la
naturaleza nos invita a contemplar como factible, la
teoría que el Universo es un infinito potencial hacia el
microcosmos, que viene dado por una sucesión infinita de
partículas cada vez más pequeñas; en donde
cada nivel de organización de partículas que se
descubra, siempre conducirá hacia nuevos niveles de
organización de partículas más
pequeñas, si se dispone de la suficiente energía
para desarrollar el proceso experimental de
observación.
El infinito no es un número propiamente tal, sino
más bien un complejo y enigmático concepto que
posee diversas propiedades; así una de las
características más relevantes es el Principio
de Autosemejanza que posee la generalidad de los conjuntos
infinitos, donde el todo es igual que la parte y la parte es
equivalente con la totalidad.
Una recta es un continuo de carácter infinito, en
donde ocurre que los puntos de dos segmentos de recta que poseen
largos diferentes, pueden hacerse corresponder
biunívocamente; de forma tal que ambos segmentos de recta
contienen la misma cantidad infinita de puntos, independiente que
estos segmentos posean largos diferentes. Ahora el Principio de
Autosemejanza que posee la recta cobra suma importancia cuando se
considera, que un continuo de infinitas rectas articula el
sistema geométrico, con el cual se sustenta la
morfología física de la naturaleza que
habitamos.
En consecuencia, el sistema de organización
geométrico del Universo (la matemática) es un
continuo de carácter infinito, que se configura en
función de un Principio de Autosemejanza; producto de lo
cual este Principio de Autosemejanza debería extrapolarse
consecuentemente a la manifestación física del
Universo, ya que tal como se sabe, la determinada
configuración que posee el sistema de la
matemática, rige de forma directamente correspondiente la
manera específica en que se manifiesta físicamente
la naturaleza.
Conjuntamente a todo lo anterior, cuando la naturaleza
nos sugiere con su comportamiento la teoría que el
Universo posee una magnitud infinita en su extensión,
emerge por directa correspondencia conceptual, el hecho de que el
Universo debiera configurarse en función de un Principio
de Autosemejanza; dado que la naturaleza sería
básicamente un conjunto físico infinito, que se
organiza mediante un sistema matemático, en el cual ocurre
que la generalidad de los conjuntos infinitos se configuran en
función de un Principio de Autosemejanza.
Por lo tanto mediante la implementación de simple
y elemental lógica analítica, se obtiene el
postulado que el Universo debe manifestarse como un continuo
físico de magnitud infinita, que se configura en
función de un Principio de Autosemejanza.
Un buen ejemplo que complementa todo lo expuesto con
evidencia empírica, lo constituye la Divina
Proporción, ya que esta es sin lugar a dudas uno de
los pilares esenciales de la matemática. Así la
Divina Proporción conforma un sistema indisoluble con el
número áureo, la espiral aurea, y la
sucesión de Fibonacci, y sucede que todos ellos poseen
magnitudes infinitas y expresan además un Principio de
Autosemejanza.
De este modo la Divina Proporción, el
número áureo, la espiral aurea, y la
sucesión de Fibonacci, forman parte esencial del sistema
matemático que organiza el Universo, y así es como
estas determinan la forma específica en la cual se
manifiesta una abrumadora cantidad de acontecimientos
físicos de la naturaleza; de forma tal que la naturaleza
evidencia una gran predilección por organizar los
acontecimientos físicos, en función de un Principio
de Autosemejanza; por lo cual sería bastante
consecuente el hecho que este Principio de
Autosemejanza se extendiera al Universo como un todo
unificado.
Algunos eventos físicos que exponen un Principio
de Autosemejanza son por ejemplo: el cuerpo humano y de animales;
plantas y árboles; huracanes; planetas y galaxias;
átomos, moléculas, espiral de ADN; etc.
El Pensamiento Sistémico es un
lúcido marco conceptual surgido en las últimas
décadas, que reconoce que las partes de un sistema exponen
el real sentido de sus comportamientos, solo cuando se les
comprende contextualmente a través de la unidad organizada
que conforman en sus interacciones; de esta manera el Pensamiento
Sistémico considera que un sistema es como una especie de
red en la cual se entretejen nodos, de manera que cada nodo
representa un organismo especifico que constituye por
sí mismo una nueva red.
La matemática es indudablemente un sistema, y
como tal muestra una plena concordancia con lo que plantea el
Pensamiento Sistémico, ya que es un hecho evidente que
todos los acontecimientos matemáticos conocidos por el
hombre, se encuentran íntimamente interrelacionados entre
sí, de manera tal que todos ellos se manifiestan en
definitiva como un gran sistema continuo y autorreferencial, que
posee un programa autojustificado que se retroalimenta por la red
de interacciones que establecen todos sus componentes entre
sí. De esta forma ocurre que la manifestación de un
acontecimiento matemático específico, se debe y
deriva de la existencia de todos los otros acontecimientos
matemáticos, que componen en su interrelación el
sistema total que llamamos matemática.
Todas las pruebas científicas
recopiladas a lo largo de la historia señalan efusivamente
que la naturaleza es un sistema, por lo tanto de acuerdo con el
Pensamiento Sistémico la naturaleza debería mostrar
todos los comportamientos que definen a un sistema propiamente
como tal. Conjuntamente sabemos que la matemática es un
sistema que se expresa tal como lo plantea el Pensamiento
Sistémico, por lo tanto este comportamiento de la
matemática debería extrapolarse
correspondientemente a la manifestación física del
Universo; ya que el sistema matemático determina
directamente la manifestación física de la
naturaleza.
En consecuencia cada uno de los dos puntos anteriores
proclama por sí solo que:
Todos los acontecimientos físicos de la
naturaleza deberían encontrarse íntimamente
interrelacionados entre sí, de manera tal que todos ellos
deberían manifestarse como un gran sistema continuo y
autorreferencial, que posee un programa autojustificado que se
retroalimenta por la red de interacciones que establecen todos
sus componentes entre sí. De este modo tendría que
ocurrir que la manifestación de un acontecimiento
físico específico, se debe y deriva de la
existencia de todos los otros acontecimientos físicos, que
componen en su interrelación indisoluble el sistema total
que llamamos Universo.
En la experiencia cotidiana el hombre solo se vale de
meras abstracciones para definir los límites de las cosas,
pero en su verdadera expresión los sucesos de la
naturaleza son más bien una secuencia continua de procesos
entrelazados. Por ejemplo es imposible decir con exactitud
absoluta dónde comienza una persona y donde termina una
estrella lejana, ya que más de algún
aspecto de sus manifestaciones va a estar entrelazo, como
sus campos electromagnéticos por ejemplo que poseen una
propagación de connotación infinita.
La manifestación del Universo como un sistema
continuo goza de una gran aceptación dentro de la afamada
física cuántica, así todo esto queda bien
demostrado por ejemplo en las palabras de tres científicos
de renombre mundial: "Las partículas materiales aisladas
son abstracciones, ya que sus propiedades sólo son
definibles y observables mediante su interacción con otros
sistemas" (Niels Bohr); "La unidad está replegada en el
Universo como una expresión de su orden implícito o
implicado" (David Bohm); "El mundo se muestra así como un
complicado tejido de sucesos en el cual alternan, se superponen o
se combinan conexiones de diferentes clases, que al hacerlo
así determinan la textura del todo" (Werner
Heisenberg).
Hasta el momento se ha realizado dentro de este texto un
proceso de análisis formal, que se argumenta en una
lógica sumamente elemental y purista, de esta forma, en
función de los comportamientos más relevantes que
posee el sistema matemático, que organiza la
manifestación física del Universo, se ha llegado a
concluir básicamente tres teorías interconectadas
entre sí:
1¦ El Universo debería tener una magnitud
infinita en cuanto a su extensión hacia el macrocosmos y
hacia el microcosmos.
2¦ El Universo debería manifestarse como
un continuo físico de magnitud infinita, que se configura
en función de un Principio de Autosemejanza.
3¦ El Universo debería manifestarse como
un sistema continuo y autorreferencial, en donde la
manifestación de un acontecimiento físico se debe y
deriva, de la existencia de todos los otros acontecimientos
físicos que componen en su interrelación
indisoluble, el sistema total del Universo.
Si se lee con detención los tres puntos
anteriores se puede evidenciar que prácticamente todos los
parámetros expuestos, describen y aluden exactamente a los
parámetros que definen propiamente como tal a un
acontecimiento bien conocido dentro del mundo científico,
es decir el fractal.
Por lo tanto las tres teorías interconectadas
entre sí que se pronunciaron dentro de este texto, se
sintetizan fundamentalmente en una sola teoría unificada,
y esta se definirá de aquí en adelante como
Teoría de la Cosmofractalidad, y en términos
básicos, propone un modelo del Universo que lo concibe
constituido como un gran fractal físico de magnitud
infinita; es decir que la naturaleza se contempla como un gran
Cosmofractal (Conjugación de los términos
"cosmos" y "fractal").
De este modo el Modelo de la Cosmofractalidad concibe
como principio basal de sus postulados, que la estructura fractal
del Universo es la corporeización física del
sistema matemático; el cual en su función como
patrón de organización fundamental, determina de
forma correspondiente a sus características, la manera en
la cual se relacionan entre si todos los componentes de la
naturaleza.
Un fractal se puede definir básicamente como una
estructura recursiva y autosemejante, que se encuentra conformada
mediante un proceso o patrón básico, que se repite
de forma similar en una variedad infinita de escalas;
constituyendo de este modo el fractal un sistema autorreferencial
en donde la manifestación del patrón básico
en uno de los niveles de organización, se debe y deriva
constitutivamente de la manifestación del patrón
básico en todos los demás niveles de
organización del fractal.
De este modo el fractal es en su generalidad una
estructura que posee una divisibilidad infinita, dentro de su
determinada forma de extensión, y además manifiesta
intrínsecamente un Principio de Autosemejanza, que
determina que el todo este en la parte y que la parte este en el
todo.
Existe una cantidad exorbitante de casos que demuestran
la profunda inclinación que tiene la naturaleza por
configurarse físicamente con una estructura fractal, como
por ejemplo: nubes; copos de nieve; ríos y
montañas; galaxias espirales; sistema circulatorio y
nervioso; nebulosas; etc. De hecho toda expresión de vida
tiende a conformarse en multiniveles como sistemas dentro de
otros sistemas, con lo cual todos los sistemas vivos se inclinan
a manifestar alguna forma de fractalidad.
Un buen ejemplo de fractal físico lo constituye
el fenómeno del magnetismo, por cuanto, cuando un
imán se parte sucesivamente en trozos más
pequeños, se obtiene siempre que cada trozo es un
imán independiente, que posee al igual que el imán
original un campo magnético compuesto por un polo norte y
un polo sur.
El hecho que el fenómeno del magnetismo se
configure como un fractal físico, junto con el hecho que
la gravedad también manifiesta una forma de comportamiento
fractal, constituye un complemento y respaldo considerable a los
postulados de este texto; ya que el electromagnetismo y la
gravedad son considerados actualmente por la ciencia como dos de
las cuatro fuerzas fundamentales de la naturaleza.
Al sopesar la enorme cantidad de fractales
físicos que existen, es naturalmente lógico pensar
que el Universo en su totalidad pueda organizarse también
como un gran fractal físico, ya que una de las
máximas de las estructuras fractales es justamente el
Principio de Autosemejanza que existe entre el todo y sus partes
integrales.
En conclusión la gigantesca cantidad de fractales
físicos que existen en la naturaleza, constituye una
contundente evidencia empírica que complementa y respalda
los postulados del Modelo de la Cosmofractalidad.
La Teoría de la Cosmofractalidad postula que la
naturaleza se conforma como un gran fractal físico, en
consecuencia, esta configuración fractal se puede
comprobar empíricamente dentro del segmento de Universo,
que logra vislumbrar actualmente el hombre con su
tecnología, por cuanto en términos simples e
ilustrativos:
1¦…El electrón es un nivel de
organización que al interactuar con otros electrones
alrededor de un núcleo conforman un
átomo…
2¦ Un átomo es un nivel de
organización que al interactuar con otros átomos
conforman una molécula…
3¦ Una molécula es un nivel de
organización que al interactuar con otras
moléculas conforman una
macromolécula…
4¦ Una macromolécula es un nivel de
organización que al interactuar con otras
macromoléculas conforman una
célula…
5¦ Una célula es un nivel de
organización que al interactuar con otras células
conforman un tejido…
6¦ Un tejido es un nivel de organización
que al interactuar con otros tejidos conforman un
órgano…
7¦ Un órgano es un nivel de
organización que al interactuar con otros órganos
conforman una entidad como el
hombre…
8¦ El hombre es un nivel de
organización que interactúa con millones de otras
entidades sobre el planeta Tierra (ecosistema)…
9¦ El planeta Tierra es un nivel de
organización que al interactuar con otros planetas
alrededor de un núcleo llamado Sol, conforman
un sistema estelar…
10¦ Un sistema estelar es un nivel
de organización que al interactuar con otros sistemas
estelares conforman un cúmulo estelar…
11¦ Un cúmulo estelar es un nivel de
organización que al interactuar con millones de
cúmulos estelares conforman una
galaxia…
12¦ Una galaxia es un nivel de
organización que al interactuar con algunas decenas de
galaxias conforman un grupo galáctico…
13¦ Un grupo galáctico es un nivel de
organización…
14¦ Una galaxia es un nivel de
organización que al interactuar con algunos miles de
galaxias conforman un cúmulo
galáctico…
15¦ Los grupos galácticos y
los cúmulos galácticos son un nivel de
organización que al interactuar entre sí conforman
un supercúmulo galáctico…
16¦ Un supercúmulo galáctico es un
nivel de organización que al interactuar con alrededor de
diez millones de supercúmulos galácticos conocidos
hasta el momento, conforman filamentos y muros rodeados de
grandes vacíos que en su conjunto se asemejan a un tejido
esponjoso…
La lista ilustrativa anterior comprueba efectivamente
que el Universo posee un tipo de comportamiento fractal muy
dinámico y orgánico, ya que el segmento
macrocosmos- microcosmos percibido actualmente por el hombre,
posee una organización en multiniveles, como sistemas
dentro de otros sistemas, y presenta una pauta de recursividad
versátil que muestra semejanzas y divergencias flexibles,
entre los múltiples niveles de organización de
diferentes escalas. Por lo tanto el gran Cosmofractal evidencia
que se sitúa muy en la línea de los denominados
fractales biológicos, que observamos comúnmente en
la naturaleza.
A modo de ejemplo el árbol de helecho es un
fractal de tipo biológico, y así se tiene que una
hoja de este árbol constituye un nivel de
organización de determinada escala, que se asemeja en
cierto grado a la rama que la sostiene, que constituye un nivel
de organización de escala más grande, y a su vez
esta rama se asemeja en cierto grado al árbol completo,
que constituye un nivel de organización de escala
aún más grande.
Cosmofractal
cosmofractal
En este esquema se grafica el comportamiento
básico del Universo concebido como un gran fractal, por
cuanto en él se puede observar que: cada cuerpo
físico de la naturaleza constituye una partícula
elemental, dada en un nivel de organización de escala
determinada; y así tal partícula elemental
interactúa con otras partículas elementales
(cuerpos físicos) de la misma escala, para conformar en su
conjunto un nuevo cuerpo físico, que constituye por
sí mismo una nueva partícula elemental dada en un
nivel de organización de escala más grande; y a su
vez tal cuerpo físico interactúa con otras
partículas elementales (cuerpos físicos) de su
misma escala, para conformar en su conjunto un nuevo cuerpo
físico, que constituye por sí mismo una nueva
partícula elemental dada en un nivel de
organización de escala aún más grande; y
así sucesivamente.
Dicho de otro modo cada cuerpo físico constituye
una partícula elemental, dada en un nivel de
organización de escala determinada; y así tal
partícula elemental es el sistema que resulta por la
interacción que realizan otras partículas
elementales (cuerpos físicos), que pertenecen a un nivel
de organización de escala más pequeña; y a
su vez una de estas partículas elementales es el sistema
que resulta por la interacción que realizan otras
partículas elementales (cuerpos físicos), que
pertenecen a un nivel de organización de escala aún
más pequeña; y así sucesivamente.
MUÑECAS RUSAS
En congruencia con la noción general que se tiene
de un fractal, la estructura del gran Cosmofractal debería
estar conformada por algún tipo de patrón
básico, que se repite con grado variable de semejanza en
una variedad infinita de tamaños, para conformar
así un sistema que posee infinitos niveles de
organización de infinitas escalas distintas.
De acuerdo al comportamiento orgánico y complejo
que evidencia poseer el gran Cosmofractal, puede ocurrir que: 1)
exista solo un tipo de patrón básico que puede
deformarse y reaparecer de forma ordenada o bien caótica,
en los sucesivos niveles de organización de diferente
escala que componen el gran Cosmofractal; 2) existan dos o
más tipos de patrones básicos distintos que pueden
deformarse y reaparecer de forma ordenada o bien caótica,
en los sucesivos niveles de organización de diferente
escala que componen el gran Cosmofractal; 3) exista un
número infinito de patrones básicos distintos que
pueden deformarse y reaparecer de forma ordenada o
bien caótica, en los sucesivos niveles de
organización de escala distinta que componen el gran
Cosmofractal.
En definitiva pueden existir múltiples
posibilidades de comportamiento del gran Cosmofractal, tanto en
lo que se refiere al patrón básico que lo conforma,
como a la manera en la cual este puede deformarse y reaparecer en
los sucesivos niveles de organización. Dicho todo esto es
importante recordar que este texto lidia con el "fractal supremo"
que contiene todos los sucesos físicos que existen,
producto de lo cual se debe tener una elevada perspectiva y
contemplar como sumamente lógico que el gran Cosmofractal,
tenga una complejidad significativamente mayor, que la
complejidad mostrada por los fractales conocidos actualmente por
el hombre; los cuales de por si son difíciles de abordar,
ya que sus magnitudes infinitas sacuden de raíz los
parámetros mecanicistas, finitos, y tridimensionales,
sobre los cuales se acostumbra a mover cómodamente la
mente del hombre.
En este primer capítulo se expuso en
síntesis un modelo del Universo denominado Teórica
de la Cosmofractalidad, que estipula que el Universo es un gran
fractal físico denominado Cosmofractal; de este modo el
gran Cosmofractal es básicamente un sistema
dinámico, que se encuentra constituido por una cantidad
infinita de partículas elementales, las cuales se
reproducen de forma orgánica y compleja en infinitos
niveles de organización de infinitas escalas distintas,
para conformar así una gran red continua que brinda a la
naturaleza, la propiedad de ser un sistema autorreferencial,
autoproducido, y autojustificado.
Existe un término científico llamado
Autopoiésis que describe la propiedad
básica que poseen todos los sistemas vivos, de producirse
a sí mismos mediante una red estructural de procesos
autorreferenciados. Por cuanto un árbol, un animal, o
cualquier sistema vivo existe en una determinada escala, y en
razón de ello estos son sistemas autopoiéticos de
escala molecular; de manera que todos los sistemas vivos poseen
la propiedad autopoiética de autogenerarse por medio de
unas partículas elementales, es decir las
moléculas, que se organizan en redes circulares y cerradas
sobre sí mismas de producción, donde tales
moléculas generan retroactivamente con sus interacciones
la misma red que las creo; manteniendo con ello un flujo
constante de materia y energía dentro del
sistema.
Al leer con detención los dos párrafos
anteriores, puede comprobarse que la forma autopoiética en
que se organizan todos los sistemas vivos, también existe
en esencia dentro de la organización fractal del sistema
Universo que contempla el Modelo de la Cosmofractalidad.
Así esta correspondencia es un hecho bastante
lógico de esperar, debido a que el Universo se expresa
como un sistema muy dinámico y orgánico, y en
múltiples aspectos manifiesta un comportamiento
substancialmente similar al que poseen los sistemas vivos
tradicionales; por cuanto la naturaleza misma como un todo
unificado se manifiesta de algún modo como una especie de
sistema vivo, y en razón de ello tiene que denotar
consecuentemente alguna forma particular de comportamiento
autopoiético.
En conclusión la Autopoiésis de los
sistemas vivos constituye una considerable evidencia
empírica, que complementa y respalda los postulados del
Modelo de la Cosmofractalidad.
La Complejidad es un célebre campo de
investigación de la ciencia contemporánea, que
reconoce que una enorme cantidad de fenómenos de la
naturaleza -como los seres vivos por ejemplo-, son sistemas
Complejos que se configuran como una red de múltiples
componentes en constante interacción
dinámica.
Dentro de la Complejidad se reconoce que los sistemas
Complejos se rigen fundamentalmente en función de tres
principios básicos: el Principio de Recursividad, el
Principio Dialógico, y el Principio Hologramático.
De esta manera los sistemas Complejos manifiestan unas
características muy especiales en sus comportamientos,
tales como: auto organización; aleatoriedad; una
no-linealidad en donde los productos y los efectos, son al mismo
tiempo productores y causas de aquello que los produce
(recursividad); una organización por fluctuaciones que
viene dada por un Principio de Dualidad (dialógica), que
determina que los factores opuestos y complementarios
interaccionen entre sí de forma dinámica, como por
ejemplo orden y caos; una forma de organización fractal en
donde el todo está en la parte y la parte está en
el todo (hologramática).
En conclusión el paradigma de la Complejidad
muestra como los sistemas Complejos se comportan de un modo
plenamente correspondiente, con la forma en la cual se comporta
el gran sistema Cosmofractal. Por lo tanto la Complejidad junto
con la gigantesca cantidad de sistemas Complejos que existen,
constituye una relevante evidencia empírica que
complementa y respalda el Modelo de la
Cosmofractalidad.
LEY DE
FRACTAPEIRON
Los fenómenos infinitos que acontecen en su
verdadera magnitud como una unidad primordial, suelen ser
apreciados de forma relativa por un marco de referencia
particular, como el nuestro por ejemplo, así, la
naturaleza se rige en estos casos mediante una Ley de
Dualidad, que determina que un único acontecimiento
primordial se desdoble o dualice, ante el registro de un marco de
referencia particular, como dos factores que son opuestos,
complementarios, e interdependientes entre sí; de modo que
ambos factores se encuentran en un estado dinámico de
tensión y equilibrio, donde el aumento de uno determina la
disminución proporcional del otro.
Un marco de referencia particular como el nuestro
siempre contextualiza la realidad que experimenta, en
función de la posición localizada que ocupa dentro
del Universo; producto de lo cual este marco de referencia
particular queda siempre relegado a experimentar de forma
relativa el gran Cosmofractal, y a registrar así su
sistema continuo de forma dualizada como dos polos opuestos y
complementarios entre sí, que corresponden
específicamente al horizonte macrocosmos y el horizonte
microcosmos.
En consecuencia, tanto el punto donde culmina la fuga
infinita hacia el horizonte macrocosmos, como el punto donde
culmina la fuga infinita hacia el horizonte microcosmos, son
inherentes a cada punto que conforma el sistema continuo del gran
Cosmofractal; de este modo si el marco de referencia particular
cambia su posición o escala de referencia,
consecuentemente dentro de su registro cambian de posición
los puntos de fuga de los horizontes macrocosmos y
microcosmos.
A modo de ejemplo, cuando el hombre experimenta de forma
relativa la morfología continua del gran Cosmofractal,
ocurre en cierto grado un fenómeno similar a cuando un
hombre experimenta la morfología continua, de la
superficie del planeta Tierra. De este modo independiente del
país en que nos encontremos, siempre percibiremos que la
superficie del planeta se dualiza en dos polos opuestos y
complementarios entre sí, llamados Este y Oeste;
así desde nuestra ubicación percibiremos siempre
que la superficie terrestre, se desdobla hacia un punto de fuga
situado en el horizonte Este, y hacia un punto de fuga situado en
el horizonte Oeste.
En consecuencia ambos horizontes Este y Oeste son
inherentes a cada punto de la superficie del planeta, y
así si el marco de referencia particular cambia su
posición, consecuentemente dentro de su registro cambian
de posición ambos horizontes Este y Oeste.
Los fenómenos infinitos que se configuran
específicamente como recursividades infinitas de un
determinado patrón, suelen manifestarse en función
de un principio fundamental de equivalencia, que se puede definir
básicamente como Principio de
Homosaptica.
"homos" (igual), "aptos" (abrazar).
De este modo el Principio de Homosáptica ocurre
cuando un acontecimiento "A", se encuentra configurado como un
proceso de recursividad infinita de un determinado patrón,
de forma tal que en el límite último de la
progresión infinita de este mismo patrón, se
produce un efecto de transmutación del acontecimiento "A",
que lo convierte en otro acontecimiento "B", con lo cual se
obtiene finalmente que el acontecimiento "A" equivale al
acontecimiento "B".
Por ejemplo el número Cero Coma Nueve
Periódico se configura en función del Principio de
Homosaptica, ya que este número es una recursividad
infinita del decimal "nueve", que en el límite
último de su progresión logra hacer que el
número Cero Coma Nueve Periódico, equivalga en
definitiva al número uno.
1 = 0,999999999…
Un cuerpo físico es por definición
básica un fenómeno corpuscular y material, que
ocupa una posición localizada en la naturaleza, y se
encuentra constituido por la interacción de un conjunto de
otros corpúsculos más pequeños.
Ahora respecto a un marco de referencia particular, el
gran Cosmofractal se comporta de forma tal que: cuanto más
grande es la escala de un cuerpo a medida que se fuga hacia el
macrocosmos, cuanto mayor cantidad (relativa) de materia posee;
dado que dicho cuerpo engloba la mayor cantidad de
corpúsculos que caben dentro de un volumen espacial cuanto
más grande.
Por ejemplo la Vía Láctea es un cuerpo de
escala tan grande, respecto a nuestro marco de referencia, que
engloba una cantidad de materia enorme; la cual corresponde
específicamente a la materia de 300 mil millones de
estrellas aproximadamente.
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