Capítulo I
Naturaleza de las
Áreas
Con la entrega de Fundamentos del
Currículo II se completa la edición de los
documentos que conforman el marco
teóricometodológico que orientará las
transformaciones curriculares a que está abocado el
sistema educativo dominicano.
El contenido de este documento intenta
expresar el pensamiento de un nutrido grupo de dominicanos,
quienes produjeron este volumen haciendo acopio de amplias
consultas desarrolladas en un clima de apertura y respeto a las
divergencias.
En el capítulo sobre Naturaleza de
las Áreas se presentan los nuevos enfoques
con los que propiciará al proceso de
construcción de conocimientos en los niños,
jóvenes y adultos que asisten a nuestras escuelas. Se
parte de una apretada síntesis sobre el surgimiento y
evolución de las disciplinas que componen cada
área. Se presenta también la contribución,
que el área, pretende ofrecer al desarrollo integral de
los estudiantes, así como sus aportes al desarrollo de una
sociedad más humana, justa, solidaria y
productiva.
Se espera que a partir del estudio de este
documento los educadores dominicanos contrasten las concepciones
planteadas en cada área con los saberes que han
fundamentado las prácticas educativas desarrolladas hasta
el momento. Esa contratación de seguro promoverá
una actitud de cambio y los motivará a
introducir innovaciones en el trabajo cotidiano.
A partir de sus reflexiones, los maestros y
maestras tendrán mayores posibilidades de formular,
aportes significativos para corregir, ampliar, adecuar y
completar las propuestas; de manera que resulten
pertinentes, relevantes y viables para normar la
educación del nuevo siglo.
En el segundo capítulo se presentan
los Ejes Transversales. Estos se han concebido como grandes temas
que transitan todos los niveles, ciclos y grados del sistema
educativo dominicano.
Se consideran ejes porque en torno a ellos
debe girar el desarrollo curricular en su conjunto, posibilitando
la integración de diferentes tipos de contenidos:
informaciones, conceptos, procedimientos, valores, actitudes y
normas.
Las demandas de la sociedad que exige a la
educación adecuación y actualización
continua, mediante un trabajo conjunto
escuelacomunidad.
La inclusión de los Ejes
Transversales en el nuevo currículo constituye
además un medio para permitir que éste pueda
responder con eficacia a las demandas de las comunidades,
incorporando al trabajo de la escuela aquellas temáticas
que en un momento determinado adquieren una importancia de primer
orden, convirtiéndose entonces en temática obligada
para ser trabajada en los centros educativos.
Cada uno de los ejes que se incluye en esta propuesta ha
sido definido para posibilitar que la educación
esté en condiciones de responder a los cambios
vertiginosos que experimenta la sociedad en todos los
órdenes.
El logro de los propósitos
establecidos para cada uno de los ejes requiere del intercambio
continuo entre todos los actores de los procesos educativos en
íntima relación con su entorno. Por esta
razón se espera que la propuesta formulada sobre estos
grandes temas sea completada y enriquecida por las diferentes
comunidades del país.
Se pretende que los profundos cambios que
se generen a través de la transformación curricular
que se emprende, sitúen la educación dominicana en
la perspectiva de poder responder a la apertura y la
búsqueda de integridad que caracteriza el mundo de hoy, en
los albores del año 2000.
El proceso de estudio, reflexión y
aportes sobre este documento en particular será un paso de
avance en la búsqueda de la calidad que se promueve desde
el Plan Decenal de Educación.
1. ÁREA DE
LENGUA ESPAÑOLA
1.1. DEFINICIÓN DE L A NATURALEZA
DEL ÁREA
La enseñanza aprendizaje de la
Lengua Española en la perspectiva del nuevo
currículo parte de una definición de dicha
área en base a un enfoque funcional y comunicativo, capaz
de responder a las necesidades de desarrollo de los sujetos. En
España y en algunos países de la América
hispánica este enfoque está presente en las
propuestas curriculares más recientes del área de
Lengua Española.
El enfoque funcional y comunicativo, que
guía este diseño, se nutre de varias orientaciones
teóricas y metodológicas en enseñanza de la
lengua. Recoge lo mejor de la tradición de la clase de
lengua, inspirándose en el país de Pedro
Henríquez Ureña, cuando en 1933 siendo
Superintendente de Educación cambió los programas
de lengua y de literatura. En época más reciente,
aprovecha la teoría y el análisis del discurso, la
pragmática, la sociolingüística, la
psicolingüística y las ciencias cognitivas; todas
esas disciplinas reunidas en una versión remozada de la
lingüística aplicada.
El diseño introduce cambios notables
en la enseñanza la aprendizaje del español como
lengua materna en el país. Para comprender el alcance de
esos cambios, conviene recordar cuáles son los enfoques
presentes en el currículo anterior a éste. En ese
currículo coexisten el método tradicional y el
método estructural.
La enseñanza tradicional se
caracteriza por orientar la clase de lengua a partir de modelos
de corrección en base a la lengua literaria y por
privilegiar en los contenidos aspectos como la ortografía,
las reglas gramaticales, el empleo de las palabras con apego a la
forma y al significado aprobados por la Academia de la Lengua.
Ese enfoque menosprecia los usos corrientes en la sociedad y
desde luego, las prácticas múltiples de la
comunicación lingüística.
El enfoque estructural, por su parte,
enfatiza en la enseñanza aprendizaje los conocimientos
sobre la lengua como sistema abstracto, por encima de las
comunicaciones concretas. Por eso, en el programa y en los libros
de texto basados en este enfoque, hay poco espacio para las
actividades de comunicación. En cambio, abundan los
contenidos orientados hacia el conocimiento, la
definición, la ilustración y clasificación
de aspectos como la oración, el léxico, los
modificadores… La dimensión morfosintáctica
de la lengua constituye el principal saber que maestros (as) y
alumnos (as) de Lengua Española deben conocer.
Tanto el enfoque tradicional como el
enfoque estructural descuidan el uso de la lengua en sus diversas
formas y situaciones. Tampoco dan importancia a los sujetos
hablantes, a sus saberes lingüísticos y a sus usos
adquiridos. Ni siquiera logran desarrollar en éstos los
patrones lingüísticos que se proponen, pues siendo
tan abstracto el proceso de aprendizaje, no ofrecen los elementos
de contextualización que permitan relacionar la lengua con
los intereses y el entorno sociocultural de los
sujetos.
El enfoque funcional y comunicativo, que
orienta el diseño curricular de Lengua Española,
busca superar las limitaciones de esos dos enfoquessin
menospreciar sus aportesactualizando y ampliando el universo
de la clase de lengua. Es funcional porque privilegia en la
lengua el uso no las reglas y los conceptos y es
comunicativo porque entre los usos de la lengua, los cuales
pueden ser de muy diversos tipos, (como el de elaboración
y organización del pensamiento; el de expresión
emotiva; el de finalidad estética…), este enfoque da
prioridad a la comunicación.
Usar la lengua para comunicar. En esa
fórmula descansa el enfoque funcional y comunicativo, el
cual se construye en base a los siguientes postulados:
• Partir de la realidad de los
sujetos. Esto implica: tomar en cuenta y desarrollar su
competencia lingüística y de comunicación. Sus
intereses genéricos, generacionales,
socioculturales.
• Partir de un concepto de lengua como
modelo de percepción, análisis,
interpretación y comunicación de la realidad
personal y sociocultural de los sujetos.
• Partir de la idea de que los sujetos
llegan a la escuela con competencias lingüísticas y
de comunicación adquirida en el proceso de
aprobación sociocultural de su lengua y que
la escuela les permite desarrollar en base a normas
más formales privilegiadas por los usos
imperantes en la sociedad.
• Orientar el proceso enseñanza
aprendizaje en su conjunto en todos los grados y niveles, hacia
el fomento de las competencias dialógicas en el educando,
como recurso básico de la
socialización, la comunicación y la
expresión.
Enfatizar en Lengua Española la
dimensión semántica de la lengua y de la
comunicación lingüística, para que los sujetos
las asuman como un proceso de construcción de
mensajes.
Enfatizar en el currículo los
procesos que desarrollen competencias de comunicación
priorizando asid aprendizaje de las cuatro capacidades
básicas propias de la comunicación
lingüística:
Escuchar, hablar, leer y escribir. En otros
términos, privilegiar en los contenidos estos bloques:
escucha, compresión y producción oral;
comprensión y producción escrita.
• Integrar la gramática, la
ortografía y el enriquecimiento léxico en las
actividades de comunicación a través del
uso.
• Desarrollar la comunicación
oral y la comunicación escrita en igual grado, de manera
que los sujetos puedan apropiarse de los dos modelos de uso de la
lengua, poniéndose énfasis en uno o en otro en un
momento dado, sólo por la exigencia del proceso de
aprendizaje.
• Renovar la enseñanza de la
literatura, tomando el texto como eje: los procesos
de análisis e interpretación en la lectura y
los procesos de producción estética en la
redacción. Con la finalidad de enriquecer la capacidad
lúdica y creativa de los sujetos, en todo el proceso de la
enseñanza/aprendizaje de la lengua.
1.2. RELACIONES
DEL ÁREA CON EL DESARROLLO DE LA SOCIEDAD
DOMINICANA.
1.2.1. Algunas Implicaciones
Metodológicas
Sin agotar el desarrollo de los conceptos
enumerados se impone destacar algunas de sus principales
implicaciones pedagógicas y
metodológicas.
La lengua no sólo sirve para
comunicar, y por eso, aunque se enfatice esa función,
también se destacan otras, intelectuales y sociales. El
concepto de lengua que orienta el perfil, resume todas las
funciones que el currículo se propone plasmar: "Lengua
como modelo de percepción, análisis,
interpretación y comunicación de la realidad
personal y sociocultural de los sujetos. La lengua no es, pues,
medio o instrumento, como en los enfoques anteriores; es un
modelo a partir del cual se construye y comunica el conocimiento
de la realidad y se asumen comportamientos
individuales y sociales.
El carácter funcional y comunicativo
se fundamenta en el hecho de que se busca responder a las
necesidades de desarrollo de los sujetos en todo cuanto la lengua
sea contenido, proceso y procedimiento de la formación. El
sujeto es así: el principio, el centro y el fin de los
diferentes momentos del proceso educativo.
Esa visualización del sujeto como
eje central del proceso tiene en el diseño de Lengua
Española una consecuencia pedagógica primordial: la
clase de lengua debe partir de las experiencias comunicativas de
los alumnos, del reconocimiento de sus usos, y a partir de
éstos y de sus necesidades e intereses como personas y
como grupo social, fomentar nuevos usos y nuevos modelos que les
permitan desarrollar eficazmente, con creatividad y libertad, su
personalidad y su interacción
social.
En esa visión la comunicación
oral es la base del aporte que trae el niño/a a la
escuela, y es a partir de ésta que debe orientarse el
proceso de aprendizaje, conjuntamente con el manejo gradual de la
comunicación escrita. No se descuidan tampoco los aportes
previos en comunicación escrita, que los niños y
las niñas traen a la escuela.
En ese sentido, en relación con la
comunicación oral, es necesario reconocer que el alumno
llega a la escuela comunicando, que por tanto el maestro no le
enseña la lengua materna, sino que en una relación
dialógica, mediada por un programa de clases,
ambos enriquecen sus prácticas, adquiriendo modelos
privilegiados por la sociedad.
La relación dialógica, en la
escuela y en la sociedad, se concibe en el diseño de
Lengua Española a la vez como contenido y método de
la clase de lengua. Esto significa que los actos de habla,
narrar, describir, dialogar, argumentar etc., deben ocupar la
totalidad del tiempo del programa: y que los grandes bloques de
contenido del currículo serán: producción y
comprensión oral; comprensión y producción
escrita. Al priorizar esos aspectos, el enfoque funcional y
comunicativo sólo busca, armado de nuevos conceptos y
nuevas estrategias, rescatar la clase de lengua en el
país, abandonada por los enfoques tradicional y
estructural, poniéndola a tono con la clase
de lengua materna en Europa, Estados Unidos y en los
países de habla hispana que no cedieron al gramaticalismo
y al estructuralismo.
Eso implica, enfatizar la dimensión
semántica de la lengua y de la comunicación
lingüística. Esto quiere decir que la lengua se usa
para producir/construir y comunicar significaciones (ideas,
informaciones, emociones, visiones, conceptos, hechos) que para
el sujeto constituyen la realidad, su realidad.
Este, al hablar o escuchar, al escribir o
al leer, atiende básicamente a ese propósito. Los
recursos lingüísticos (la estructura
sintáctica, la clase de las palabras, las reglas de la
lengua), no son los objetivos de su comunicación, sino
formas, medios, recursos, que les permiten producir sentido; por
eso, en el diseño de Lengua Española la parte
formal, llámese ésta gramática,
ortografía o morfología, no se concibe como
contenida aparte, sino integrada a las actividades de
comunicación.
Con esta integración no se descuidan
esos aspectos, antes al contrario, se les da un valor funcional
conforme al papel que ocupan en la comunicación
lingüística: estructurar el pensamiento, en
relación de forma y sentido.
Por otra parte, cabe señalar que en
los últimos tiempos las investigaciones de
diagnóstico se han centrado en la identificación de
los problemas en el proceso de enseñanza la aprendizaje y
de las necesidades de los sujetos, tomando en cuenta la
diversidad lingüística y sociocultural. Dentro de esa
perspectiva, un concepto determinante en el diseño de
Lengua Española es el de competencia.
Llamase competencia al conjunto de
conocimientos, aptitudes, usos y prácticas, que los
sujetos traen y/o que adquieren o desarrollan en la clase de
Lengua. Las competencias orientan, junto a los valores y las
actitudes, los contenidos del diseño. Este comprende
cuatro competencias: competencia de comunicación,
competencia lingüística, competencia intelectual y
competencia sociocultural.
Otras competencias pueden agregarse a este
inventario, dado el carácter abierto y flexible del
diseño.
La competencia de comunicación se
refiere a los usos de los actos de habla en comunicación
oral y en comunicación escrita. La competencia
lingüística es el conocimiento y el uso de las formas
y las funciones de la lengua. La competencia intelectual es la
capacidad de pensar, razonar, con todas las gradaciones de las
operaciones mentales, en el uso de la lengua y dentro del modelo
de la Lengua Española. La competencia sociocultural se
refiere al uso de la lengua orientado hacia el desarrollo de las
relaciones de los sujetos con su medio social y natural: la
socialización, el conocimiento y la intervención
activa del alumnado y de la escuela respecto de su entorno
natural, de la comunidad y del país. En la
secuenciación y en la evaluación las competencias
se integran en un solo proceso, pero a partir de la competencia
de comunicación.
En otro orden, los valores y las actitudes
ocupan también un lugar relevante en el diseño
curricular. Quiere esto decir que la escuela y en particular la
clase de lengua, ayuda a formar seres humanos con los principios
y los comportamientos más enaltecedores. En las
competencias, en los contenidos y en las actividades se busca
desarrollar esos valores y actitudes, entre los cuales se
destacan: la dignidad, la socialización, la libertad, la
responsabilidad, amor y respeto al trabajo, sentimiento
patriótico y amor a la naturaleza.
En la metodología, todas las
competencias y los valores y las actitudes deben ser aprehendidos
en un mismo proceso. Por ejemplo en el proceso de lectura, el
texto seleccionado debe encaminarse, en el desarrollo de la
capacidad de lectura, a la adquisición de las estructuras
lingüísticas, al manejo de los signos
gráficos, al desarrollo de las operaciones intelectuales,
al establecimiento de relaciones de sentido entre lo leído
y el universo vivenciar del lector, y al cultivo de los valores y
actitudes necesarios al sujeto y la sociedad.
En interés de que las distintas
competencias no se conciban en forma segregada, es decir,
separadas, en el diseño curricular no aparecen en
apartados específicos pero están presentes en los
propósitos, en los contenidos, en las estrategias de
aprendizaje, en las sugerencias de actividades y de
evaluación, perneando todo el proceso. Así,
atraviesan los diferentes bloques de contenidos y son las
guías para la organización y manejo de dichos
contenidos.
1.3. APORTES DEL
ÁREA A L A FORMACIÓN DE NUEVOS
SUJETOS
En Lengua Española se procede por
énfasis en base a las necesidades de los sujetos, las
cuales se explican a continuación.
Necesidades de comunicación, de
expresión y socialización: El sujeto hablante llega
a la escuela comunicando y sin la escuela seguirá, sin
dudas, comunicando, pero la comunicación es un complejo de
usos y modelos diferenciados y colectivos a la vez, según
las relaciones socioculturales, las áreas de
aplicación de la comunicación, las estrategias y
las situaciones de comunicación. En ese sentido la
enseñanza aprendizaje de la lengua propicia en el sujeto
el desarrollo de las actividades de comunicación y los
modelos diferenciados, en situación de
comunicación y acorde con las relaciones
socioculturales y las áreas de
aplicación.
• Necesidades
lingüísticas: conocimiento y uso de la
gramática de su lengua: reglas o leyes de funcionamiento,
formas y funciones principales. El niño/a trae a la
escuela ya adquirida el modelo general de su lengua. Sin embargo,
todavía tiene carencias en el conocimiento y en el manejo
consciente de estructuras y formas básicas, aparte de
otras más complejas, asumidas socialmente en el uso
común. La enseñanza aprendizaje de la lengua le
permite reforzar el dominio de estas estructuras y resolver
carencias.
• Necesidades intelectuales: Los
procesos de conocimiento, análisis, interpretación,
investigación, criticidad y creatividad son parte de los
objetivos básicos de la clase de Lengua Española,
los cuales se adquieren y desarrollan conjuntamente con las
competencias lingüísticas y de
comunicación.
• Necesidades socioculturales: La
socialización, el intercambio social, el desarrollo de la
identidad cultural y social, el conocimiento y la
interpretación y valorización de su medio natural y
social son necesidades que se presentan a los sujetos para su
desarrollo individual y para el desarrollo de su sociedad y su
comunidad. En Lengua Española, junto a otras áreas
del Currículo, tienen fundamental cabida
estas necesidades: necesidad de valores y actitudes: Lengua
Española contribuye a ampliar los valores y las actitudes
de los sujetos, entre los que se destacan: valores éticos
y estéticos, valores humanos, respeto y amor a la
democracia, la libertad, la naturaleza.
1.4.
INDICACIÓN Y FUNDAMENTACIÓN DE LOS CAMPOS DEL
CONOCIMIENTO
1.4.1. Organización de los
Contenidos
En consonancia con las ideas antes
expuestas, el diseño de Lengua Española organiza
sus contenidos (usos, conceptos, procedimientos, valores y
actitudes) integrándolos en cinco grandes bloques. Estos
bloques se dividen a su vez en dos subbloques:
comunicación oral y comunicación
escrita.
Los bloques de contenidos son:
* Experiencias comunicativas.
* Necesidades y situaciones de
comunicación.
* Caracterización de los actos de
habla.
* Organización de los actos de
habla.
* Comunicación, creatividad y
diversidad lingüística.
Las experiencias comunicativas se refieren,
como se señaló en párrafos precedentes, a
las competencias adquiridas en el entorno social y en los niveles
y grados anteriores de la educación formal. Estas
experiencias se conciben como un elemento previo y siempre
presente en la preparación y cumplimiento de los
contenidos pertenecientes a los bloques posteriores, siendo a la
vez base de la que hay que partir y fuente que
nutria y provea todas las actividades educativas más
formales, elaborando necesidades y situaciones de
comunicación, indicando aquellos actos de habla y
situaciones que se desea que los estudiantes aprendan en cada
grado. En la parte de la caracterización de los actos de
habla, se incluye el conocimiento conceptual de esos actos y de
la gramática que debe ser aprendido conjuntamente con las
actividades de comunicación.
Con respecto a la conceptualización
en el diseño curricular, es necesario precisar que
ésta se maneja de la manera siguiente: en el Primer Ciclo
del Nivel Básico (de 1ro. a 4to.) no se
proveen informaciones específicas y especializadas. Estas
se limitarán a instrucciones para realizar las actividades
y a comentarios de carácter
formativo.
Sin embargo, de manera intuitiva e
inductiva la maestra o el maestro introducirán un
metalenguaje, que no enseñará por el momento, pero
que servirá para denominar con propiedad los contenidos y
las actividades que se realicen. Es decir, se usarán los
términos, como por ejemplo, narración,
descripción, texto, oración… aunque no se trabaje
la conceptualización de los mismos.
La conceptualización comienza
realmente en el segundo ciclo, a partir de 5to. Grado y va
aumentando progresivamente. Por esa razón, el bloque 3,
Caracterización de los actos de habla, aparece con muy
pocos contenidos en los primeros grados del Nivel Básico,
los cuales van aumentando en los grados superiores.
En el bloque 4, Organización de los actos de
habla, complementaria del bloque anterior, se trabajarán
las estructuras formales y semánticas, los modelos y los
procedimientos de cada uno de los actos de habla, previamente
definidos.
El bloque Comunicación, creatividad
y diversidad lingüística, está centrado en el
hecho de destacar el uso de la lengua en la diversidad
sociolectal y regional. También tiene por objetivo
enfatizar el uso creativo de la lengua a través de
diferentes tipos de manifestaciones de la literatura oral y la
literatura escrita. Además, se propone destacar los
diferentes usos de la lengua a través de actividades
lúdicas y manifestaciones formales e informales de la
cultura popular.
El diseño de Lengua Española
pretende enriquecer las capacidades comunicativas y creativas de
los sujetos. En ese sentido, reserva a la literatura, a las
actividades lúdicas y artísticas un espacio
importante. La renovación de la literatura se consigna
ahí de esta manera: no se separa la enseñanza de la
lengua de la enseñanza de la literatura, que, como se
puede apreciar, atraviesa todos los contenidos del diseño
en todos los grados y niveles. Por otra parte, el texto
literario se coloca en el centro de la clase con
métodos de apreciación y análisis
apropiados, tendentes a estudiar, a apreciar, a comprender
y a producir los hechos literarios por sus valores
poéticos y la relación que guardan con el contexto
sociocultural en que se producen y reciben.
Por último, esos bloques de
contenidos del diseño se presentan en forma horizontal, lo
cual quiere enfatizar el hecho de que deben concebirse y
manejarse de manera secuencial. En cada grado, los cinco bloques
deberán trabajarse simultáneamente, en forma oral y
escrita, formando unidades de aprendizaje complejas que incluyan
contenidos específicos o particulares de cada bloque,
tanto en la comprensión como en la producción
lingüística.
BIBLIOGRAFÍA
A continuación se presenta la bibliografía
para el área de Lengua Española, la cual comprende
obras de diagnóstico y de carácter teórico
metodológico que tratan de reflejar la
orientación del perfil del Área según
lineamientos establecidos por el Plan Decenal de
Educación.
Además de los criterios
señalados anteriormente, se tuvo en cuenta otros para la
selección bibliográfica. En efecto, la
actualización jugó un rol importante en la
elección de obras. Se fradó de incorporar textos
escritos a partir de la década del 80, sin
dejar de lado, por supuesto, los autores clásicos de la
lingüística teórica y aplicada. De este modo,
se incluyeron campos de la ciencia lingüística que en
la actualidad, han tenido un desarrollo muy grande, tales como la
pragmática, el análisis del discurso, la
teoría de la comunicación y las ciencias
cognitivas.
Por otro lado, se presentan los trabajos de
diagnóstico realizados en el país para el
área de Lengua Española, sobre todo aquellos que
pueden dar una orientación en la elaboración de un
nuevo Currículo.
Finalmente, esta bibliografía no
pretende ser exhaustiva y podrá ser enriquecida a partir
de las sugerencias que educadores y especialistas del área
puedan ofrecer.
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discurso. Siglo XXI. México: 1980. Van Dijk, T. Texto y
contexto. Ediciones Cátedra. Madrid: 1984.
Van Dijk, T. Discourse Analysis in Society.
Academic Press. London: 1985. Vigotski, L.S. Pensamiento y
lenguaje. Editorial Laularo. Buenos Aires: 1964.
2. AREA DE
LENGUAS EXTRANJERAS
2.1. DEFINICIÓN DE L A NATURALEZA
DEL ÁREA
La enseñanzaaprendizaje de las
lenguas extranjeras responde a un enfoque comunicativo que tiene
en cuenta las necesidades individuales y sociales, partiendo de
las experiencias del sujeto. Este enfoque comunicativo
está vinculado a las nociones de competencia de
comunicación y situación de comunicación,
las cuales evocan a su vez la de acto de habla. Bajo esta
perspectiva, la lengua se aborda en su uso ordinario; la
comunicación constituye el centro de la interacción
entre los sujetos, y la dicotomía entre lengua y habla
pierde su sentido.
Insistir, exclusivamente, en la competencia
gramatical no es suficiente, la gramática debe estudiarse,
pero ésta no constituye el objetivo fundamental del
estudio de una lengua: la posibilidad de expresarse no es
propiedad exclusiva de la adquisición de reglas
gramaticales.
Por esto es necesario definir el concepto
de competencia de comunicación. La noción de
competencia aparece por primera vez en la teoría
generativa y transformacional de Chomsky, quien la define a
partir de lo que él denomina locutor ideal. Dicho locutor
ideal sería capaz de generar todas las frases y oraciones
gramaticalmente posibles en una lengua. Esta definición de
competencia, sin duda importante en su época, ha sido
después ampliamente criticada, porque margina aspectos
fundamentales de la comunicación. Uno de estos aspectos
olvidados es la necesidad de adecuar las producciones de la
lengua a los contextos socioculturales y
situacionales.
Hymes propone la noción de
competencia de comunicación en la cual están
implícitos factores de diversos órdenes:
cognitivos, psicolingüísticos, socioculturales,
vinculados estrechamente con el medio del sujeto. Así para
Hymes, en esta competencia entrarían enjuego no
sólo la gramaticalidad de un locutor ideal, y por ideal
inexistente, sino otras relacionadas con los aspectos
socioculturales y psicolingüísticos de los
sujetos.
Otra noción más
explícita y actualizada sería la de Sophie Moirand,
la cual ha sido particularmente productiva en este campo. Los
conceptos de Sophie Moirand que definen la competencia de
comunicación a partir de sus componentes, se
expresan de la manera siguiente:
• Un componente discursivo, que
permita usar cualquier tipo de lengua, oral o escrita en
situación de comunicación: la producción de
cartas, informes, resúmenes, el diálogo… Las
intervenciones orales y escritas de la vida diaria pertenecen a
este componente.
• Un segundo de carácter
lingüístico, formal o gramatical que se refiere al
uso correcto de la fonética, del léxico, de la
gramática, de la oración y del texto, siempre en
situación de comunicación.
• Un componente sociocultural, de modo
que se hable o escriba en función de las normas sociales,
culturales y de interacción de los grupos.
• Un último componente de tipo
referencial, vinculado al conocimiento del mundo y sus
relaciones, y que en este diseño curricular para la
enseñanza de las Lenguas Extranjeras se denomina
tema.
La situación de comunicación,
por su parte, vincula la lengua con la vida, ya que cuando se
habla o se escribe, no se dice cualquier cosa, sino lo que tiene
que decirse y cómo debe decirse en función de las
personas a quienes se habla o escribe, las relaciones existentes
entre los interlocutores, el lugar, el momento, el mensaje y el
medio que se utiliza para ello; es decir, hay que tener en cuenta
los marcos físicos de la comunicación, los
participantes y. sus características psicológicas y
biológicas, la intención de comunicación y
el resultado de dicha intención, los contenidos del
mensaje y las formas que toman estos mensajes, el tono en que se
desarrolla la actividad, el canal, los códigos
lingüísticos, proxémicos1, las normas de
interacción y los tipos de discurso.
Se ha indicado, pues, lo que es una
competencia de comunicación y lo que es una
situación de comunicación. Pese a que desde los
años sesenta se viene haciendo hincapié en la
comunicación, en los primeros enfoques comunicativos de
esa época, con fines didácticos, no existe
referencia alguna a la teoría de la
información por un lado, ni al esquema de la
comunicación de Sharinon por el otro.
Los términos de emisor, receptor,
código, mensaje, canal serán definidos más
tarde a partir de los distribucionalistas2 norteamericanos y de
otros autores Sentido de los movimientos corporales y de los
gestos de los interlocutores en cada situación de
comunicación.
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