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Gerencia pública digerible



Partes: 1, 2, 3

  1. Contexto histórico de la gerencia
    pública
  2. Transformación del
    estado
  3. Concepto de lo
    público

CAPITULO 1:

CONTEXTO
HISTORICO DE LA
GERENCIA PÚBLICA

1.1. EL CAPITALISMO EN EL SIGLO XX

Hace medio siglo poco se hablaba de la gerencia
pública. El boom de la industrialización derivada
del modelo recomendado por la CEPAL, colmaba todos los
círculos de opinión y el aun en estreno el Frente
Nacional, no daban espacio para hablar del tema, cuya relevancia
era mínima en razón a otras prioridades en los
círculos políticos, gubernamentales y
académicos.

El Capitalismo del Siglo XX tiene su máxima
expresión después de 1945, por cuanto las dos
guerras mundiales con afán imperialista de los
países industrializados y la crisis de los años
treinta, distorsionan el funcionamiento normal del sistema, de
modo que es después del año señalado cuando
debemos examinar los hechos y su relación con la gerencia
pública. Sin embargo, no podemos olvidar los antecedentes
ocurridos en la segunda mitad del siglo anterior, el siglo XIX,
cuando la terminación de la guerra de secesión en
USA y la introducción de la energía
eléctrica al aparato productivo, habían incidido en
los cambios ocurridos en la economía mundial, que se
dieron simultáneamente con la terminación de la Era
Victoriana de Inglaterra y su afán expansionista de
carácter imperial, aunque al principio del siglo veinte,
todavía el carácter "semicolonialista" de las
relaciones económicas internacionales continuaba siendo
dominado por los británicos. Las guerras habían
dejado enseñanzas importantes para la economía
mundial, principalmente por los efectos en el comercio
internacional y la gran depresión de los años
treinta había obligado a proponer alternativas
doctrinarias como las fundamentales de Keynes y Hayek1
.

A mediados del siglo, ya con un mundo supuestamente en
paz, con un nuevo país dominante y con posibilidades
tecnológicas importantes, las cosas son a otro
precio. Nuevas relaciones mundiales que giran en torno a
las Naciones Unidas, nuevo orden monetario con base
en las reglas de Bretton Woods, nuevas relaciones
económicas ahora basadas en la red de empresas
multinacionales que constituyen un esquema "neocolonialista"
donde la relevancia no estaba en la conquista de mercados
mediante la exportación de mercancía a
través del comercio internacional, sino en la
exportación de capitales para inversión directa de
riesgo en el país receptor, donde se debía producir
los bienes y servicios con destino a su mercado interno. La
economía del mundo se vuelve monopolar con
hegemonía en Estado Unidos, como único país
industrializado cuyo aparato productivo no había sido
afectado por los impactos de la guerra.

En estas condiciones, donde el sector industrial es la
vanguardia de la economía y por supuesto donde se
concentra la mayor proporción de la acumulación de
capital, la instancia política de la organización
social y las características socioeconómicas de los
países dependientes, debían ajustarse a los
requerimientos e imposiciones de quienes ejercían la
dominación en el mercado. Por esa época se
acuña la denominación de "tercer mundo" para
señalar a los países que estaban dentro de
órbita capitalista, pero que no contaban con una base
industrial significativa, por lo que dependían de los
avances tecnológicos de los países llamados
desarrollados. Así, los países subdesarrollados
debían someterse a las reglas impuestas por los
industrializados, donde el mayor poder se encontraba en Estados
Unidos, y en estos eran los industriales quienes poseían
la sartén por el mango de tal manera que las
políticas y demás acciones del Estado, estaban
ajustadas a las necesidades de los verdaderos dueños del
poder; donde la actividad del petróleo y sus derivados y
las manufacturas propias de la química del
petróleo, imponía las condiciones de la oferta
agregada.

La carta de navegación que se le entregó a
Colombia y a los demás países latinoamericanos
donde se localizaba el patio trasero de Estados Unidos, fue la
que distribuyó la Comisión Económica para
América Latina (CEPAL) bajo la denominación de
"Modelo de Industrialización por Sustitución de
Importaciones", que no era otra cosa diferente a crear las
condiciones más favorables para la aplicación en
los suelos latinos, de las estrategias empresariales del poder de
las grandes industrias del mundo cuya hegemonía la
ejercía la industria norteamericana. En este país
se derrocó el gobierno dictatorial existente, se
reformó la constitución política por la
vía del plebiscito para terminar con un conflicto interno
que no permitía el clima adecuado al nuevo modelo, se
creó el Departamento Nacional de Planeación (DNP)
como instrumento institucional doliente de los intereses
extranjeros y se adoptó los lineamientos de
planificación macroeconómica de largo plazo para
garantizar que la estrategia de las multinacionales pudiera
lograr sus propósitos dentro de la cronología
requerida.

Por su parte el Estado colombiano vigente, proveniente
de la Constitución de 1886, era adecuado en
sus fundamentos y estructura de manera que bastaba con simples
reformas como fue la de 1957, para que el andamiaje
jurídico del país permitiera el florecimiento de
los intereses de las empresas multinacionales, quienes
necesitaban un Estado que asegurara el éxito de sus
operaciones. Debería ser un Estado que realizara las obras
de infraestructura básica necesaria para el
establecimiento de las plantas industriales, un Estado que
propiciara las condiciones adecuadas para los factores de la
producción principalmente del factor trabajo, un Estado
que compartiera el riesgo de la inversión directa y un
Estado que implantara las políticas fiscal, monetaria y
cambiaria, acorde con las necesidades del capital extranjero. No
era un Estado al que se le exigiera eficiencia, eficacia y
efectividad, sino un aparato que cumpliera debidamente con el
suministro de condiciones para la inversión directa de
riesgo proveniente de las empresas multinacionales. En estas
condiciones el tema de la gerencia pública no tenía
resonancia.

Pasados treinta años de dicha modalidad de
desarrollo, las condiciones cambiaron. Varios hechos
trascendentales coincidieron y el resultado fue el de los cambios
profundos en todo el ordenamiento económico
mundial.

Por un lado, los avances científicos que
disminuyeron la relevancia de la tecnología del
petróleo en las preferencias del mercado y que
habían mantenido a Estado Unidos como su principal
bastión, para hacer de la biotecnología y
principalmente de la microelectrónica, los objetos
preferidos por la industria y la demanda en el mercado mundial.
Por otro lado la diversificación de negocios en algunos
sectores tradicionales, gracias a las nuevas tecnologías
que atraen capitales y nuevas empresas; de la misma manera, la
movilidad intersectorial de la acumulación de capital que
después de una saturación en el sector secundario,
encuentra en los sectores terciarios, como las comunicaciones y
las finanzas, la gran oportunidad subexplotada de grandes
inversiones y nuevos mercados; complementariamente, el
surgimiento de nuevos propietarios del capital, en muchos casos
herederos de las grandes fortunas construidas con el esfuerzo de
los empresarios fundadores del capitalismo empresarial moderno.
Son todos estos hechos potentes que por lógica
consecuencia tendrían que introducir cambios profundos en
la estructura del sistema económico mundial.

Durante los últimos veinte años del siglo
anterior, otros patrones determinan el andamiaje
económico, porque los grupos de poder, los que detentan la
mayor riqueza del mundo, son otros diferentes, con intereses
diferentes y por lo tanto con fenómenos de presión
contra las instancias política e ideológica, que
producen alteraciones significativas en todo el andamiaje de las
formaciones sociales. Ya ese viejo capitalismo empresarial que
sustentaba el poder en la actividad industrial
perdió protagonismo. Ahora prevalece el Capitalismo
Rentista que también le llaman postindustrial, donde los
propietarios del ahorro social acumulado durante muchos
años prefieren utilizar su capital comprando papeles de
renta fija, que les disminuya el riesgo que tienen las
inversiones empresariales y que les asegure una ganancia fija
previamente determinada.

Con ello por supuesto, se generan cambios en las
políticas macroeconómicas, ahora para defender los
intereses de los rentistas en sustitución de las
políticas para defender a los empresarios, y
también cambios en las instancias ideológica y
política de la organización social. Los fondos de
todo tipo se convierten en los agentes principales de la
economía, siendo los fondos mutuales de inversión
los principales protagonistas de la escena. El mercado de bienes
y servicios deja de ocupar las secciones económicas de los
noticieros de televisión, quedando los espacios
informativos de la sección económica para el
mercado de capitales y las actividades de las bolsas de valores.
Ahora, el tema de la gerencia pública se reviste de otra
connotación y otro lugar comienza a ocupar en las esferas
académica e institucional.

1.2. EL CAPITALISMO EMPRESARIAL

Por allá, cerca del año 1800, en la
época de los clásicos, cuando escribieron sus
pensamientos Smith y Ricardo2, se sentaron las bases de lo que
podemos llamar el "Capitalismo Empresarial", el único que
existió hasta finales del Siglo XX; no porque las diversas
manifestaciones del negocio capitalista no hubiesen existido,
sino por la connotación histórica y su influencia
en las demás instancias de la vida social como la
ideológica y la política. De todos los escritos
realizados por los pensadores entre 1750 y 1850, se deduce la
gran preocupación en la economía en esa
época: eran aspectos relevantes, los relacionados con el
valor, la riqueza, la producción y el cambio, los cuales
fueron abordados de distinta manera y formalidades pero en el
fondo, la esencia conserva estos temas como elemento común
en la teoría económica.

Con base en esos mismos términos se formaron los
capitalistas de la época y se establecieron las reglas de
juego en el sistema. La producción, la distribución
y el consumo de bienes y servicios eran los aspectos relevantes y
de este círculo dependía las ganancias y la
acumulación. De ahí que una gran
preocupación de los clásicos fue la "Teoría
del Valor" que pretendía demostrar de dónde
salía la riqueza en la economía, la
cual acrecentada en la propiedad de las personas
constituía la acumulación capitalista. Edgar
Vásquez3 dice que "La naturaleza y las causas de la
Riqueza de las Naciones constituyen el objeto fundamental de la
investigación de Smith. En su obra busca develar las leyes
que rigen "la marcha de los progresos de la opulencia" o de la
acumulación. De aquí la importancia que adquiere,
no sólo la división del trabajo, sino la
generación de excedentes reinvertibles
". Sobre David
Ricardo dice Vásquez que la misiva dirigida a Malthus el
18 de junio de 1811 "es reveladora del estado del debate y la
posición de Ricardo: el valor del metal precioso "en
pasta" se rige por las mismas leyes que regulan el valor de
cualquier mercancía
".

Sobre los fundamentos de los clásicos, quienes
precisamente piensan así porque la realidad del momento
histórico les hacía reflexionar de esa manera, se
construyó el espíritu capitalista. Es la
creación de valor resultante de la actividad empresarial
la esencia del pensamiento capitalista, que motiva la
acción detrás de las ganancias y la
acumulación, la cual se podía realizar gracias a
que la máquina de vapor había entrado a la
industria y los incrementos de la productividad armonizaban con
la racionalidad que justificaba el pensamiento: obtener mayor
producto al menor costo posible; obtener la mayor ganancia por
cada unidad de inversión, obtener la mayor diferencia
entre el precio y el costo.

Durante dos siglos el espíritu que movía
la economía se sustentaba en los principios fundacionales
y la acumulación capitalista se incrementaba a partir de
los excedentes logrados en la actividad productiva, por lo tanto
los sectores primarios y secundarios eran la clave para la
acumulación individual y la riqueza general. Así,
actividades de extracción como la pesca, la
minería, la tala de bosques, las de procesamiento y
manufactura o las de construcción, eran para el ideario
económico la clave para producir riqueza.

Ya lo decían Hammer y Champy en la
introducción de su propuesta sobre Reingeniería:
"Nuestros empresarios, ejecutivos y gerentes crearon y dirigieron
compañías que durante más de cien
años correspondieron a la demanda siempre creciente de
productos y servicios para un mercado masivo" significando que
durante tantos años se impusieron unos parámetros
de conducta económica que los autores señalan como
que "un conjunto de principios sentados hace más de dos
siglos ha dado forma a la estructura, la administración y
el desempeño de los negocios durante los
siglos XIX y XX."4

El período se caracteriza, además del
fenómeno de la demanda siempre creciente que ocasionaba un
mercado en expansión, por patrones ideológicos
coherentes con la realidad económica existente. El ideal
en materia de enriquecimiento, es el de conseguir dinero a partir
de los negocios o empresas y así los grandes emporios
empresariales se construyeron porque sus creadores iniciaron muy
jóvenes la labor empresarial y con esfuerzo,
dedicación y constancia y al cabo de varias décadas
vieron realizados sus sueños constituidos en grandes
empresas. El espíritu empresarial era un motor
psicológico que dinamizaba la economía. Ser
empresario era el sueño de todo niño que forjaba su
futuro de ambición.

En ese proceso la riqueza del mundo se concentró
en los sectores primarios y secundarios de la economía.
Los ricos y por lo tanto las personas influyentes que
ejercían poder real frente al régimen
político, eran los empresarios donde se destacaban los
industriales. Paralelamente, la tecnología dominante
estaba en concordancia con la actividad económica
predominante y las políticas de gobierno también se
establecían en consecuencia con los hechos
económicos.

Cerón incluye el siguiente texto en su ensayo
sobre Gerencia Social: "Remontándonos a la mitad del
siglo, cuando recién se terminaba la segunda guerra
mundial, (acontecimiento trascendental que marcó el inicio
de nueva etapa histórica), vemos hechos universales que
han incidido en la relevancia de paradigmas, modelos y propuestas
teóricas en las ciencias sociales. A cada etapa
histórica y a partir de sus características, le
corresponde un determinado paquete ideológico y una
determinada construcción teórica en el seno de la
ciencia.

En aquel tiempo, Europa y Asia habían quedado
seriamente afectadas. Sus economías casi destruidas y en
igual forma sus condiciones físicas. No tenían
capacidad de imponer voluntades ni de determinar hechos en la
geopolítica mundial. Sus economías deterioradas
estaban a merced de quienes habían vencido en la guerra y
eran estos quienes imponían las reglas de juego.
Así que la tercera de las cuatro partes del siglo, se
caracterizó por los hechos que surgieron como consecuencia
del conflicto.

La economía mundial era monopolar. Un centro
de poder era predominante como reflejo también de la
hegemonía que un sólo país ejercía en
el panorama económico mundial. El poderío de
Estados Unidos era indiscutible y su capacidad para imponer
decisiones incuestionable y consecuente con sus intereses. El
mundo todavía giraba en torno del meridiano cultural de
Océano Atlántico y como lógica consecuencia
las teorías predominantes eran las concordantes con esa
realidad económica.

Las relaciones económicas internacionales se
caracterizaban por el predominio del esquema que algunos
economistas le han llamado "Neocolonialismo". Las empresas
multinacionales en su mayoría con la casa matriz en
Estados Unidos eran muy importantes; la tecnología de
punta giraba en torno al petróleo y de ahí su
importancia estratégica en la geopolítica; el
sistema monetario internacional se basaba en el tipo de cambio
fijo según los acuerdos de Bretton Woods; eran relevantes
el sector secundario de la economía y en el comercio
internacional, la exportación de capital de riesgo como
sustituto de la exportación de mercancías
físicas; y por supuesto, la imposición de modelos
económicos acordes con este ordenamiento mundial estaba en
el orden del día para los países
subdesarrollados.

Las empresas norteamericanas y obviamente, casi no
tenían competencia. Parecía que eran únicas
en el mercado mundial y durante el decenio de los cincuenta
reinaban en los mercados de la mayoría de países
capitalistas. Su interés entonces se concentraba en la
protección de los mercados donde instalaban sus filiales y
en lograr en estos territorios las dotaciones complementarias que
facilitaran sus operaciones y garantizaran su éxito
financiero.

De otra parte y siguiendo la misma línea, se
imponía en los países que ya para esa época
se les denominaba del "Tercer Mundo", el tan mentado modelo de
desarrollo de "Industrialización por sustitución de
importaciones". En lugar de importar productos era mejor importar
capital, pero siempre y cuando se le asegurara al inversionista
exportador del capital las condiciones para el éxito. Para
eso, era necesario dotar al país receptor de la
infraestructura básica y complementaria requerida por el
sector industrial, lo que se hacía a través de la
inversión pública; y también era necesaria
la participación de algunos socios locales menores que
compartieran con las multinacionales el riesgo de la
inversión. Para el efecto, el más idóneo
acompañante o complemento local del inversionista
extranjero era el Estado.

El Estado en ese entonces era importante, pero ante
todo necesario; pues sin ese poder no era posible garantizar el
éxito de las multinacionales. El Estado debía
construir la infraestructura física y de servicios,
preparar la mano de obra y garantizar su calidad física e
intelectual, convertirse en socio que también arriesgara
inversión para que fuera buen aliado del capital
extranjero, ser partícipe de la demanda para tener un
cliente con buena capacidad de compra pero ante todo, que le
protegiera el mercado para evitar molestas y desagradables
competencias de empresas de otros países, de modo que el
mercado nacional quedaba debidamente reservado a la filial de la
empresa multinacional que se instalaba en el respectivo
país.

Los países latinoamericanos adoptaban modelos de
desarrollo nacional consecuentes con este ordenamiento mundial.
Las fuerzas económicas universales propiciaban las
condiciones y los organismos internacionales de apoyo se
encargaban de promover las acciones pertinentes. La CEPAL
difundía las propuestas y los gobiernos muy obedientes las
adoptaban bajo el esquema ya citado de desarrollo nacional a
través de la industrialización por
sustitución de importaciones, acompañado de una
organización estatal de cobertura nacional fuerte,
centralizada, de carácter sectorialista a través de
ministerios e institutos descentralizados, con importante
intervención complementaria a la acción de las
multinacionales."5

En resumen, podemos afirmas que esta fase de la historia
económica se identifica por las siguientes
características relevantes:

§ La riqueza del
mundo se concentra principalmente en los sectores primarios y
secundarios, siendo la industria el nicho más
importante.

§ Quienes ejercen la
influencia política son los empresarios y de estos
principalmente los industriales

§ Los gobiernos
adoptan las políticas gubernamentales en concordancia con
los intereses de los industriales.

§ La teoría
del desarrollo considera que industrialización es
sinónimo de desarrollo.

§ La
organización económica del mundo gira en torno a la
red de empresas multinacionales.

§ El icono
ideológico del progreso personal es el enriquecimiento
mediante la propiedad de empresas.

§ La inversión
capitalista se concentra principalmente en la inversión
de riesgo mediante papeles de renta
variable.

§ En la teoría
económica predomina la doctrina keynesiana.

§ La
concepción del Estado es congruente con los intereses de
los empresarios y principalmente de los
industriales.

§ El empleo era la
variable económica más importante en las
políticas macroeconómicas

Pero al cabo de un siglo de acumulación
capitalista expresada en los términos en que la
teoría del valor-trabajo lo explica, es decir a partir de
la acumulación del Excedente Económico6, varios
sucesos históricos coinciden, los cuales, sin pretender
definir las relaciones de causalidad ni el orden
cronológico de la ocurrencia que no son propósito
del presente ensayo, determinan los cambios en el ordenamiento
económico mundial y nacional y las modificaciones al
sistema económico capitalista.

Las simple observaciones obtenidas de los informes de
prensa, las publicaciones en revistas especializadas y en algunos
autores como los que citaremos más adelante, muestran
varios fenómenos que convergen hacia los cambios de fondo
en la organización económica.

i) El más elemental y obvio dentro de las reglas
de la naturaleza, fue el envejecimiento del grupo generacional
que construyó el Capitalismo Industrial, o sea los
empresarios fundadores de las empresas; los empresarios
fallecieron dejando las empresas en manos de sus herederos,
personas que habían vivido condiciones diferentes a las de
sus padres en su formación humana, herederos con otros
principios y otras aspiraciones.

ii) La tecnología para el último quinto
del siglo XX había entrado en importantes avances
introduciendo nuevas alternativas al mercado lo cual,
según las reglas de la teoría del Materialismo
Histórico, hacen parte de las fuerzas productivas y con
ello se constituye en el elemento más dinámico del
avance social7. Al inventario de tecnologías entra la
microelectrónica y con ello la oportunidad de desarrollar
nuevos negocios dentro de ramas de la actividad económica
donde este recurso puede tener incidencia.

iii) Otro hecho destacable en el conjunto de factores de
cambio fue la alta cobertura en el cubrimiento a la demanda del
mercado mundial, que se acentuó no solo porque con el
tiempo el tejido de multinacionales se extendió por todos
los países, sino también porque desde finales de
los sesentas, Europa ya reconstruido de los daños de la
guerra, estaba entrando en mercados nacionales de muchos
países lo mismo que en los años ochenta lo hiciera
Japón y otros países del oriente lejano.

iv) Complementariamente, la gran acumulación de
capital en los sectores secundarios como resultado de varios
años de cuantiosas utilidades, acumulación
ésta que para no quedarse ociosa buscaba colocación
en actividades diferentes a las tradicionales
empresariales.

v) El derrumbamiento de las economías socialistas
de Europa Oriental y la transformación política de
China, que dan fin a la guerra fría y otros
escenarios en la geopolítica permiten nuevas
manifestaciones económicas internacionales.

Por todo lo anterior más otros fenómenos
de menor cuantía, la última quinta parte del siglo
XX es testigo del nuevo capitalismo que también lo han
denominado el Capitalismo Postindustrial.

1.3. EL CAPITALISMO RENTISTA

Realmente el "rentismo" en su forma o
manifestación, ha existido desde cuando existe la
economía de intercambio y la moneda. Pero para los fines
del presente ensayo, solamente haremos referencia a lo sucedido
durante el siglo XX. De la misma manera, las operaciones de
colocación de dinero esperando la retribución de un
interés, ha estado presente en toda la historia del
capitalismo; pero su significado en el contexto de la
economía, muestra cambios durante este momento
histórico.

El dinero es la mercancía universal que permite
el intercambio, por cuanto todas las mercancías se pueden
convertir en dinero y este es su papel básico en la
economía. Pero en sí mismo el dinero no es una
mercancía que contenga satisfactores directos de
necesidades. Sirve para comprar cualquier satisfactor pero no
contiene en sí mismo el satisfactor. Por ello la
operación de buscar ingresos o utilidades a partir de
transacciones basadas en la moneda misma, es una acción al
margen de la naturaleza del sistema económico. A pesar de
no ser parte de las raíces naturales del sistema, ahora se
ha hecho común la práctica de hacer negocio y ganar
dinero realizando operaciones donde el objeto del negocio es el
mismo dinero.

Pero, si ha existido siempre esta práctica
económica, el interrogante es: ¿por qué
ahora podemos resaltar el fenómeno dentro de la
caracterización del sistema económico?

Son varios los hechos para destacar. Tanto que varios
conceptos se han transformado, como se puede ver en el concepto
de inversión: al comienzo del sistema, invertir se
refería a la colocación del capital con riesgo en
negocios de bienes o servicios con destino al mercado. Hoy
inversionista es quien coloca su capital para especular en el
mercado de títulos valores.

El fenómeno que le imprime la relevancia al
ejercicio de la especulación con el capital y a los
negocios con moneda, es la trascendencia, importancia y magnitud
que han tomado los fondos de inversión. Hasta que los
fondos de inversión no se generalizaron y extendieron por
todo el mundo, no se consolidó la fase del capitalismo
rentista.

En Estados Unidos el primer fondo de inversión
fue fundado en 1924, antes del desplome de los mercados
bursátiles de 1929, cuando se inició el
período de la Gran Depresión. Después, en
los años 30 se aprobaron las primeras leyes que regulan la
actividad de los fondos de inversión y estas leyes
exigieron que cada fondo tuviera que estar registrado y
debía proporcionar a los inversores la información
necesaria sobre el fondo, sus activos y sus
administradores.

Desde 1940, ha habido tres tipos básicos de
sociedades de inversión en los Estados Unidos: 1) los
fondos abiertos, también conocido en los EE.UU. como los
fondos mutuos, 2) fondos de inversión de la unidad (UTI) y
3) fondos de inversión cerrados.

Fondos similares operan también en Canadá.
Sin embargo, en el resto del mundo, los fondos de
inversión se utilizan como término genérico
para los distintos tipos de canales de inversión
colectiva. Hay fondos de inversión de composición
abierta; hay sociedades de inversión puestas en unidades
de fondos de seguros y empresas de inversión colectiva en
valores mobiliarios.

Un fondo mutuo es un producto en el régimen de
inversión colectiva, que aglutina el dinero de muchos
ahorradores e invierte los recursos en acciones, bonos,
instrumentos de corto plazo del mercado de dinero u otros
valores. El fondo mutuo tiene un administrador de los recursos
que decide sobre las inversiones de los recursos. Las ganancias o
pérdidas netas se distribuyen después a los
inversores o se acumulan aumentando el importe del
propietario.

Según publicación en
Internet,8 a finales de la
década de 1960, había aproximadamente 270 fondos
con US$ 48 mil millones en activos. El primer fondo de
índice al por menor, primer índice de Fideicomiso
de Inversión, se formó en 1976 y lo dirigía
John Bogle, quien ideó muchos de los principios clave de
la industria en su tesis de 1951 de la Universidad de Princeton.
Ahora se llama el Vanguard 500 Index Fund y es uno de los fondos
más grandes del mundo, con más de US$ 100 mil
millones en activos.

Un factor clave en el crecimiento de los fondos de
inversión fue el cambio en el Código de Rentas
Internas de 1975 que permite a los particulares abrir cuentas de
retiro individual (IRA). Incluso las personas ya inscritas en
planes de pensiones de las empresas podrían contribuir con
una cantidad limitada (en su momento, hasta $ 2.000
al año).

En octubre de 2007, había 8.015 fondos de
inversión que pertenecen a la Investment Company Institute
(ICI), una asociación nacional de empresas de
inversión en los Estados Unidos, con activos combinados de
12.356 mil millones dólares. A principios de 2008, el
valor de todo el mundo de todos los fondos de inversión
ascendió a más de $ 26 billones de
dólares.

Al cambiar la modalidad de colocación de los
capitales por parte de los ricos, obviamente también
cambiaron muchos otros aspectos de la organización
económica y política en todo el mundo y con ello se
consolidó la transformación del sistema capitalista
alejándose de los fundamentos que habían tratado
los economistas clásicos. Ahora el motor de la
economía no es la inversión de riesgo en
actividades empresariales sino la colocación de capitales
en fondos de inversión y las operaciones especulativas de
estos en los mercados de capitales. Se concentra el gran volumen
de valor en el campo monetario y se disminuye la
proporción en el campo real, donde están los bienes
y servicios, alejándose así la economía de
su razón de ser natural, cual es la de producir y
suministrar satisfactores de las necesidades humanas. El mercado
de bienes y servicios disminuye su importancia y se relieva el
mercado de capitales. Los sectores secundarios de la
economía bajan su protagonismo y los terciarios pasan a
ejercer su dominación siendo el financiero y el de
comunicaciones los principales actores.

El rentismo desdibuja el espíritu empresarial;
difunde una mentalidad pasiva con la ilusión de ganancias
sin esfuerzo y la convicción de que más vale ganar
poco pero fijo, sobre la creencia de que asegurando la renta fija
se tiene menor riesgo. Para ello, el capitalismo financiero
internacional adopta las previsiones y precauciones tratando de
evitar el fiasco de 1930.

La manera más expedita para proteger la
inversión es recurrir al Estado. Sobre la base de que "el
Estado nunca quiebra", lo más seguro es entregar a este
organismo los recursos para que, de esa manera, no sólo se
elimina la incertidumbre con la renta fija, sino que,
además, se tiene la seguridad de que el deudor o tenedor
del capital no está sometido a las turbulencias del
mercado, como les ocurre a las empresas privadas que colocan
papeles en el mercado de capitales y que están sujetas a
los resultados de mercado de bienes y servicios para disponer de
los dineros de pagar los intereses y el principal a los
inversores. Con el Estado no existe este riesgo; basta con que el
fisco adelante una eficaz labor recaudadora de impuestos y un
recorte drástico de gasto público, para que siempre
tenga los dineros para pagar a los inversores.

Lo novedoso y que además arrastra las
demás particularidades del cambio en el sistema
económico es el nuevo papel del Estado en la
economía. Antaño, el papel del
organismo era de Interventor-Benefactor; ahora es el ser objeto
de negocio o explotación por parte del capitalismo
rentista. Siendo interventor, el Estado era el miembro más
grande de la oferta en el mercado y el más grande
comprador en la demanda agregada. Siendo benefactor era el
responsable de las necesidades de los pobres y quien se encargaba
de suministrar directamente la oferta de satisfactores de
necesidades básicas a los grupos vulnerables de la
población. Ahora como cliente de los especuladores del
dinero, es simplemente un regulador de las interacciones sociales
que protege derechos.

En esta fase de la historia del capitalismo, la
dinámica industrial se transformó en el mundo. Los
informes de los medios de comunicación muestran que con el
transcurrir del tiempo, el número de unidades productoras
en las distintas ramas de la actividad industrial están
disminuyendo y cada vez van quedando menor número, pero
más grandes. Las empresas grandes compran las
pequeñas, se dan las fusiones, las incorporaciones, las
transformaciones, la compra-venta de acciones entre empresas, las
alianzas estratégicas entre multinacionales, es decir una
gran variedad de operaciones comerciales que al final desemboca
en la disminución de unidades empresariales pero de
tamaño más grande. Se observa un fenómeno de
"oligopolización" de la economía mundial, ya no con
predominio en algún país en especial, sino con sede
principal en cualquier lugar del mundo, dentro del marco de la
globalización económica que pretende convertir la
economía en un solo mercado mundial.

Por supuesto, al cambiar el papel del Estado frente a la
economía y la sociedad, en su interior también
ocurrieron transformaciones de fondo que modificaron sus
políticas. Cambió el enfoque de las
políticas macroeconómica, fiscal, monetaria y
cambiaria y también las políticas de
desarrollo.

La política macroeconómica de corte
keynesiano con prevalencia del pleno empleo fue sustituida por la
política de estabilidad monetaria; la política
fiscal de redistribución del ingreso con prevalencia de
los impuestos directos y progresivos fue reemplazada por la de
los impuestos indirectos con restricciones en el gasto
público; la política monetaria expansiva con banco
central bajo el mando del gobierno fue modificada por la del
banco autónomo con limitaciones en la emisión sin
patrón oro y meta de inflación; y la
política cambiaria del tipo de cambio fijo definido por la
autoridad monetaria, se sustituyó por la de tipo de cambio
variable fijado por las leyes del mercado.

1.4. LA GLOBALIZACION

La globalización se convirtió en el
paradigma rector de la economía mundial y el tema obligado
en los escenarios académicos e institucionales. La aldea
global es una frase de clisé y la
inserción de los países en la economía
mundial es propósito exigido en las políticas de
Estado.

No es posible desligar el fenómeno de la
globalización del caso del G-7, o sea el grupo de los
siete países más industrializados del mundo que
luego se convirtió en G-8 con la vinculación de
Rusia.

Si bien este grupo tuvo sus orígenes en 1975 por
iniciativa del presidente de Francia, fue en los años
ochenta cuando se revistió de una gran connotación
para la economía mundial. El grupo surge con el fin de
tratar asuntos económicos pero con el tiempo en las
cumbres han considerado temas de otra índole. Por ello no
se puede separar la globalización de la
transformación del grupo que, aunque no es una
institución internacional con estructura permanente, sus
reuniones son suficientes para determinar las reglas de juego en
la economía mundial y entre ellas la globalización;
pues lo que se ha visto en la realidad histórica, es que
los países que conforman este grupo se han tomado el mundo
con plena libertad para entrar y salir de los demás
países como "Pedro por su casa".

La globalización, entendida como el desarrollo de
procesos a lo largo del mundo sin interferencia de las fronteras
nacionales no es nueva. Ya en la época de Cristóbal
Colón, período que se identifica como "el
mercantilismo", los procesos comerciales circulaban por el globo
sin restricciones geopolíticas. En el siglo XIX en plena
era victoriana del reino británico, los capitales ingleses
también circulaban por el mundo. Por ello el primer
pensamiento que llega a la mente es el interrogante sobre
qué es lo nuevo que trae la actual globalización
que se le destaca como si fuera diferente a los procesos
comerciales universales anteriores.

Cuando se habla de crear un solo mercado universal, con
una sola oferta y una sola demanda sin fronteras nacionales que
obstaculicen los procesos comerciales, se supone que el
fenómeno opera para bienes y servicios y también
para el mercado de los factores. También se supone que
todos los lugares del mundo, independientemente del país
donde se encuentren, está en las mismas condiciones de
igualdad frente al mercado. Pero en la realidad, lo que ha
ocurrido es diferente. Por el lado de los bienes y servicios, lo
que se observa es la invasión de productos de los
países más competitivos a los mercados de los menos
competitivos, mediante un flujo de un solo sentido. No se aprecia
la doble vía; y en el mercado de los factores, se observa
que el factor capital circula libremente por todos los
países del mundo, mientras el factor trabajo no lo puede
hacer. Justamente, los países tradicionalmente ricos son
los que disponen de capital mientras que en la periferia este
recurso es escaso, pero en cambio la mano de obra es abundante y
desempleada. Es decir, se observa la globalización del
capital pero para la mano de obra lo que ocurre es lo contrario,
aunque los movimiento migratorios legales e ilegales
originados en los países pobres y con destino a
Norteamérica y Europa se producen como una acción
instintiva de la especie que obliga a buscar horizonte en otros
países por culpa del desempleo masivo que se presenta en
los países pobres.

La globalización nos muestra que el mundo se lo
han repartido los del G-7, cuyos miembros compiten por la
conquista de los mercados nacionales, ya no con espíritu
bélico sino con el arma de la competitividad. Cada
país dispone de la libertad de invadir a otro, siempre que
su competitividad se lo permita. Las ventajas comparativas
derivadas de las fortalezas naturales y geoestratégicas de
los países fueron reemplazadas por las ventajas
competitivas que se construyen con base en la productividad y
ésta a partir de la tecnología, el conocimiento y
la información.

Se habla entonces de que los hechos ocurridos en
cualquier lugar del mundo tienen relación de doble
vía con los demás puntos de la geografía
mundial, apareciendo con ello el concepto de
"glocalización", como un fenómeno donde el manejo
de lo local no se puede desarticular de los fenómenos
mundiales y viceversa, introduciendo así una variable
más para el análisis de las economías y los
gobiernos locales. Ahora les toca a los gobiernos locales asumir
las consecuencias de fenómenos económicos y
sociales derivadas de hechos ocurridos en otro lugar del
mundo.

Paralelamente y con la ayuda de los avances
tecnológicos como el internet, la globalización
cultural tampoco se ha hecho esperar pero en las mismas
condiciones: en una sola vía. Los patrones mentales de
comportamiento, la simbología y los valores, circulan en
un solo sentido invadiendo los principios y la identidad de los
países pobres e imponiéndose los rasgos de
Norteamérica y Europa en las costumbres y la vida
cotidiana de todos los lugares del mundo, donde la propia
idiosincrasia lo permita.

Lo nuevo entonces de la actual globalización, es
que los viejos y conocidos procesos comerciales universales, se
presentan pero con una nueva connotación: se realiza bajo
las condiciones del capitalismo rentista y para atender los
requerimientos del capital financiero, más que para
conquistar mercados de bienes y servicios. Lo que circula
globalmente son los capitales de especulación que siempre
buscan donde haya mejor tasa de interés.

CAPITULO 2:

TRANSFORMACION
DEL ESTADO

2.1. MARCO DOCTRINARIO

La transformación del Estado, que marca la huella
del final del siglo veinte, encierra una serie de
fenómenos que conjugan aspectos económicos,
ideológicos y políticos, todos como efecto de la
evolución del sistema capitalista mundial; y por supuesto,
todos esos fenómenos amparados por paradigmas y
teorías que sustentan los cambios. Es necesario examinar
dicha transformación, para identificar los factores que
generaron la adopción del modelo gerencial en la
administración del Estado; ver primero el Estado Moderno y
luego el Estado Postmoderno.

El primer elemento conceptual que se debe examinar para
comprender el nacimiento de la gerencia pública es el
derecho. Tanto porque esta disciplina es la que sustenta el
Estado, como por el hecho de que desde la antigüedad se ha
hablado de esta materia y hoy aparenta ser una novedad en el tipo
de Estado entronizado en 1991.

Partes: 1, 2, 3

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