Monografias.com > Ecología
Descargar Imprimir Comentar Ver trabajos relacionados

La lluvia y el hombre




Enviado por JESUS NAJAR




    La lluvia y el HombreMonografias.com

    La lluvia y el Hombre

    Desde tiempos inmemoriales el hombre ha
    buscado y logrado su supervivencia, adaptándose
    inteligentemente a las condiciones y leyes de la naturaleza, por
    lo que buscó siempre estar ubicado donde hubiese una
    disponibilidad segura del agua.

    Para la domesticación de los granos,
    busco para la agricultura los valles fértiles de origen,
    por lo que se ubicó en la cercanía a los
    ríos y arroyos que le proveyeran de agua para su consumo
    cotidiano y de la propia agricultura.

    Su asentamiento cercano a los ríos
    que transitan por los valles de planicies extendidas les
    enseñó que las breves inundaciones de las vegas de
    los ríos y arroyos caudalosos – (Vega Parte de tierra
    baja, llana y fértil
    ) . le proporcionaban inmejorables
    condiciones para la agricultura en terrenos que
    posteriormente les denominaron de aluvión, –
    (Dicho de un terreno: Que queda al descubierto después
    de las avenidas, o que se forma lentamente por los desvíos
    o las variaciones en el curso de los ríos) –
    .

    Con este conocimiento, los habitantes de
    las poblaciones año con año se preparaban para
    .invertir. esfuerzos, recursos y tiempo para aprovechar
    agrícolamente en su beneficio las avenidas de los
    ríos y arroyos en los terrenos de aluvión, logrando
    así mayores cosechas que las obtenidas en condiciones de
    temporal en terrenos más altos.

    Sin embargo, en algún momento en el
    desarrollo de estos pueblos para convertirse en ciudades, a los
    hombres se les olvidó que el origen de su sustento se daba
    en esos suelos fértiles, francos, de valles retenedores de
    humedad y de fácil manejo para la agricultura.

    La población que no se dedicaba a la
    agricultura y que desarrollaba quizás actividades de
    comercio, transformación de productos primarios ó
    proporcionaban algún otro servicio, seguramente supusieron
    que los granos, frutas y legumbres que
    consumían nacían en los estantes de los
    mercados.

    Estas personas le echaron el ojo a esos
    terrenos que les quedaban cerca, es decir, se
    fijaron en terrenos planos que no dificultaran la
    construcción de casas y/o edificios, y que se
    les podía proveer más fácilmente de agua
    y como ya se dijo, de origen, eran ya muy
    accesibles, siendo estos los terrenos
    agrícolas.

    ¡Que fácil, Que
    barato¡

    La mesa estaba puesta para el crecimiento
    de las ciudades, y los asentamientos humanos
    invadieron aquellos terrenos agrícolas que a bajos
    costos proporcionaban sus alimentos, puesto que no era
    necesario fertilizarlos, ni gastar en la
    obtención de la indispensable agua.

    Pero no todo estaba resuelto para esos
    .invasivos asentamientos., había que realizar
    algunas inversiones para dar solución al manejo de los
    desechos humanos y seguramente se dijeron . .si
    estas tierras ya no son agrícolas, entonces
    ya no necesitan del agua de este río.- y decidieron
    aprovechar el cauce de los ríos arrojando en
    ellos los desechos de las personas ubicadas en los
    antaño terrenos agrícolas, echando a perder la
    posibilidad de usar agrícolamente los
    ríos aguas abajo.

    De esta manera desplazaron buena parte de
    la agricultura que se realizaba con poca
    inversión, por lo que se tuvieron que buscar nuevas
    tierras aunque no tuvieran la ventaja de ser
    fértiles por naturaleza, ahora a los terrenos
    encontrados hay que abonarlos o fertilizarlos, están
    más lejos por lo que se tuvieron que hacer
    caminos para accesar a ellos, para poder regarlos se
    perforaron pozos, se construyeron presas, canales de riego
    etc, Infraestructura que requiere
    administración y mantenimiento año con
    año.

    Por otra parte, ahora hay que gastar y no
    invertir, en quitarle al agua de los ríos los
    desechos que les arrojamos, para posibilitar que esta agua
    sea usada en la agricultura nuevamente.

    Resultó fácil construir
    casas, aunque encarecimos la obtención de nuestros
    alimentos, más sin embargo eso no fue todo, pues
    como dice el refrán popular . en el pecado va
    la penitencia – .

    Ahora hay que apoyar a aquellas personas
    que fincaron en las vegas de los ríos y
    cañadas, gastando y no invirtiendo, dinero y tiempo,
    reparando los daños que se crean en sus casas
    y posesiones derivado del reclamo de la naturaleza
    por los causes invadidos, creándose también
    organismos ociosos y costosos para una supuesta
    prevención de desastres, organismos que
    únicamente sirven para avisar lo que va a pasar y
    que ya sabíamos; año con año
    hay que gastar en la necedad de sostener a la población
    en asentamientos inadecuados, incapaces de aceptar
    que se equivocaron, sin embargo la naturaleza no
    perdona a los necios y tarugos.

    Antes en esas áreas productivas
    invertíamos no gastábamos; no cabe duda
    que en el transcurso de los años hemos perdido el
    sentido común, ó somos más . .
    . . . ¡inconscientes¡

    La gente que abarrota las ciudades y
    realiza asentamientos irregulares, proviene
    mayormente de un medio rural falto de inversión; cuando
    la naturaleza les cobra la factura por vivir en la
    ciudad en sitios de alto riesgo, los afectados no
    acusan a la naturaleza por atacarlos, sino al gobierno por
    permitirles hacer tarugadas.

    De esta manera las personas que provienen
    del medio rural y resultan afectados por sus propias
    decisiones y la complacencia ó negligencia del
    estado, finalmente consiguen la atención que
    buscaban, ya que morbosamente los funcionarios ahora
    sí se tornan humanitarios y deciden dotarles
    de vivienda y servicios, los enlistan como derechosos a
    programas de asistencia social, por último
    los encauzan a realizarse en actividades de servicio
    en lugar de actividades productivas.

    La producción de alimentos no es
    costosa, la hicimos costosa.

    Las ciudades le siguen quitando al campo la
    atención y recursos que permitirían
    tener alimentos accesibles a cualquier bolsillo, ya que se
    invierte en la población rural hasta que esta
    se presenta en las ciudades.

    Tal parece que el hombre ha perdido el
    instinto básico de supervivencia, que es el
    de asegurarse su sustento. Hoy ante el encarecimiento de los
    alimentos es penoso escuchar a algunos .estudiosos y
    entendidos. decir que lo que falta es dinero para
    comprar los alimentos, en defecto de incrementar la
    producción.

    La indispensable agua es un insumo que
    nunca hemos sabido valorar y manejar para su
    conservación, hacemos un dispendio de la misma e
    incluso para algunos es un problema.

    Finalmente para los habitantes de la
    ciudad, la lluvia (agua) es un problema, las cosas
    se mojan y se echan a perder, los carros se ensucian, las
    calles llenas de basura se inundan, y por si fuera
    poco el gobierno les cobra el agua que usan, acusan
    de injusta a la naturaleza y no ven que es el efecto de su
    necedad e ignorancia.

     

     

    Autor:

    Jesus Najar Arias

    Puebla, Mexico

    Nota al lector: es posible que esta página no contenga todos los componentes del trabajo original (pies de página, avanzadas formulas matemáticas, esquemas o tablas complejas, etc.). Recuerde que para ver el trabajo en su versión original completa, puede descargarlo desde el menú superior.

    Todos los documentos disponibles en este sitio expresan los puntos de vista de sus respectivos autores y no de Monografias.com. El objetivo de Monografias.com es poner el conocimiento a disposición de toda su comunidad. Queda bajo la responsabilidad de cada lector el eventual uso que se le de a esta información. Asimismo, es obligatoria la cita del autor del contenido y de Monografias.com como fuentes de información.

    Categorias
    Newsletter