Perfil del personal que brinda cuidados de enfermería en atención domiciliaria
PROBLEMA
¿Cuál es el perfil del personal que
realiza cuidados de enfermería en atención
domiciliaria?
JUSTIFICACIÓN
La enfermedad, en las diferentes etapas de la vida de
cualquier persona, es uno de los acontecimientos en los que se
hace evidente la necesidad de un entorno que proteja y acoja.
Estas etapas, pueden considerarse como aquellos momentos finales
ante la presencia de una enfermedad terminal, la
recuperación luego de una internación sanatorial
importante, los cuidados ante algún evento agudo y cuando
se presenta alguna enfermedad crónica.
La confluencia de diversos factores como el avance de la
medicina, el envejecimiento poblacional, el consecuente aumento
de enfermedades crónico – degenerativas, los
factores socioeconómicos, el limitado número de
camas en sanatorios y hospitales, el aumento de los costos de
salud, el mejoramiento de la tecnología, la
difusión de la telemedicina, son todas tendencias en el
mercado de la salud en la Argentina y otros países que
están generando la necesidad de nuevos modelos de
asistencia a los
pacientes.1-6
La atención domiciliaria (AD) es una
opción que se ha ido desarrollando, como una respuesta
concreta a las necesidades de atención de los pacientes y
del financiamiento del sistema de salud. El Ministerio
de Salud de Argentina define internación domiciliaria como
"una modalidad de atención de la salud, mediante la
cual se brinda asistencia al paciente-familia en su domicilio,
realizada por un equipo multiprofesional e interdisciplinario
cuya misión es: promover, prevenir, recuperar, rehabilitar
y/o acompañar a los pacientes de acuerdo a su
diagnóstico y evolución en los aspectos
físico, psíquico, social, espiritual, manteniendo
la calidad, el respeto y la dignidad humana". Es una
alternativa asistencial integral, vinculada a valores como
convivencia y contención familiar, humanización de
la atención y actitud para el cambio de hábitos
y costumbres.2,4,7-9
Estudios realizados en España y Brasil, afirman
que el hogar bajo ciertas condiciones, es el mejor lugar para
cuidarse y ser cuidado. Proporciona seguridad, comodidad,
privacidad y afecto, para potenciar la autonomía y mejorar
la calidad de vida.2,4,8 Según
un estudio descriptivo realizado a 634 pacientes en Argentina,
los pacientes crónicos domiciliarios son muy variados y su
espectro patológico, muy diverso. Es por esto que el hogar
y la familia se han convertido en un pilar básico en la
provisión de cuidados al paciente
crónico. Por otro lado se manifiesta imprescindible
la participación activa del paciente a lo largo del
proceso de enfermedad para cumplir con todos los objetivos, ya
sean curativos, de rehabilitación o
paliativos.10
Actualmente la Cámara Argentina de Empresas de
Internación Domiciliaria (Cadeid), agrupa a 23 empresas
que brindan cuidados domiciliarios a unas 80.000 personas en el
país. En la Argentina, para ofrecer esta prestación
a obras sociales y prepagas, las empresas que brindan este
servicio deben estar inscriptas en la Superintendencia de
Servicios de Salud, aunque los especialistas advierten que existe
un vacío legal en la regulación de esta
prestación.
Las empresas que se especializan en atención
domiciliaria incluyen los servicios de asistencia domiciliaria,
englobando la atención y la internación
domiciliaria, la vigilancia y seguimiento de enfermedades
crónicas, los cuidados paliativos y la promoción de
la salud.2,4 En la Argentina, el
Ministerio de Salud, a través de la resolución
704/00 promulgó las normas de organización y
funcionamiento de servicios de internación domiciliaria.
Para asegurar la calidad de las prestaciones de estos servicios,
las empresas de AD deberán contar con un
equipo multiprofesional e interdisciplinario, con procesos
definidos, y con acceso a tecnología, que permita asistir
y vigilar pacientes que requieren cuidados de baja, mediana o
alta complejidad, enmarcado dentro de las Políticas del
Ministerio de Salud que desarrolla el Programa Nacional de
Garantía de Calidad de la Atención
Médica.9,11
La calidad de atención en los servicios de AD, el
trabajo de enfermería y de cuidadores adquiere una
importancia fundamental.9 Se ha
reconocido el papel protagónico del enfermero/a en
cuidados domiciliarios y la calidad de atención
está estrechamente relacionada con una elevada capacidad
científico-técnica y experiencia profesional
de enfermería, que se ve reflejada en la
eficiencia, eficacia y efectividad en el
cuidado.4,12,13
Por lo tanto el perfil del equipo de enfermería
debe contar con capacidad de interactuar, calificación
adecuada a cada caso y cierto grado de autonomía,
entendiéndose como perfil profesional al conjunto de
capacidades y competencias que identifican la formación de
una persona para asumir en condiciones óptimas las
responsabilidades propias del desarrollo de
funciones y tareas de una determinada profesión.
2,4,14
Diversos estudios han descripto el perfil del personal
que se desempeñan en AD. En España, se
realizó un estudio descriptivo transversal a 348
profesionales de enfermería de equipos de atención
primaria de salud de Andalucía que realizaban AD. De los
203 enfermeros/as que respondieron la encuesta, el 65,5% eran
mujeres y la edad media era de 40 años. Los profesionales
de enfermería contaban con 10 años de experiencia
en atención primaria y un 23% afirmó que no se
realizaban tareas de formación continua en sus empleos
mientras que un 15% respondió que por lo menos una vez al
mes lo hacían. El 60% de la muestra dijo no haber
utilizado ningún protocolo en AD. Con respecto al tiempo
dedicado a consulta de enfermería, el 40,7% de los
enfermeros/as dijo dedicarle entre 2 y 3 h diarias. En este
estudio se concluyó que las actividades desarrolladas con
mayor frecuencia eran la aplicación de tratamientos,
curas, vendajes, control de signos vitales y
valoración de las necesidades
fisiológicas.15
Puntualmente, en Canarias, el servicio de
atención primaria describió el perfil de sus
enfermeros/as comunitarios/as de enlace y su rol profesional en
cuanto a sus conocimientos, habilidades y formación
necesaria para el desarrollo en el área; contemplando los
roles como educador, investigador, administrador y proveedor del
cuidado individual, familiar o colectivo. Por ello, la necesidad
de capacitar algunos profesionales de enfermería en esta
área de atención domiciliaria como gestores de
casos, cuidado a las personas mayores dependientes y sus
cuidadoras, y en la coordinación de
recursos. 16
En Brasil se realizó un estudio cualitativo en 14
centros de Atención Psicosocial, con el objetivo de
caracterizar el perfil profesional del enfermero/a que se
desempeña en salud mental. Los resultados obtenidos fueron
a través de entrevistas donde se observó la
prevalencia del sexo femenino (78,54%) con una edad promedio de
40 años; un 92,82% tenía más de 10
años de graduación; el 57,12% manifestaron haber
ingresado a esta área sólo por falta de mejores
opciones y por la proximidad del servicio con el domicilio
del profesional; y un 21,42% realizaron cursos de
posgrado en la especialidad. A su vez se mencionaban los bajos
salarios, la infraestructura deficiente y la falta de
reconocimiento que producían insatisfacción en el
trabajo.17
En Argentina se encontró un ensayo de la
Universidad de Córdoba, que describe los fundamentos
(liderazgo proactivo e identidad propia) en los cuales se debe
basar la práctica y el desarrollo profesional de la
enfermería comunitaria en atención primaria y AD,
pero no describe el perfil de quienes brindan los cuidados
domiciliarios.18
Observando la importancia y la estrecha relación
que existe entre calidad de atención con el perfil de
aquellas personas que brindan cuidados de enfermería en
atención domiciliaria, y no habiéndose encontrado
evidencia científica local sobre el tema, se ha planteado
como objetivo caracterizar el perfil de esta población.
Este estudio pretende aportar información que sirva para
hacer mejoras en la atención domiciliaria, en
relación con la gestión de las prácticas
profesionales y con la formación del personal que brinda
cuidados especializados. También servirá para
orientar nuevos estudios.
MARCO
TEÓRICO
Factores que influyen en el surgimiento de la
atención domiciliaria
Según una revisión bibliográfica y
diversos estudios descriptivos se ha remarcado la importancia del
aumento de la esperanza de vida (73.77 años según
estadística nacional para ambos sexos, INDEC 2000-2001),
el rápido envejecimiento de la población (35
adultos mayores de 65 años y más por cada 100
menores de 15 años, según estadística
nacional para ambos sexos, INDEC 2001) y la prevalencia de
enfermedades invalidantes (prevalencia de discapacidad de 7.1
personas para ambos sexos en todo el país por cada
100 habitantes, según datos del INDEC 2003) que
impacta notablemente en la sociedad y en el ámbito de la
salud creando una necesidad de nuevos recursos y
estructuras.1,2,10 El envejecimiento
aumenta el riesgo de adquirir enfermedades incapacitantes, y con
ellos la necesidad de implementar políticas para mantener
condiciones de vida y de asistencia socio-sanitarias adecuadas
para las personas ancianas. 2,10
En muchos países se vio la necesidad de
transformar y reorganizar los sistemas y servicios de salud y se
realizaron cambios en el tipo de demanda de servicios
médicos y sociales, para garantizar el acceso oportuno,
adecuado y de calidad a toda la población. Se han
desarrollado diferentes alternativas institucionales en
atención primaria, ambulatoria (hospital de día) y
AD, encaminadas a mejorar la cobertura de salud de la
población estableciendo
prioridades.2,10
Los avances en la medicina han llevado a que
enfermedades que hace años eran de alta mortalidad, hoy en
día se cronifiquen y hagan que los cuidados del paciente
se extiendan. Esto produce un impacto en la disponibilidad de
camas hospitalarias y un aumento de costos en
salud.10
De este modo, en Estados Unidos y Francia se ha
necesitado aumentar la disponibilidad de camas hospitalarias por
el aumento de pacientes crónicos que necesitan
internación. En España también se ha llegado
a la saturación de los hospitales y por el intento de
racionalizar el gasto sanitario se comenzó a trabajar en
el proceso de alta temprana y la hospitalización
domiciliaria.2,19
En países de Europa, como el Reino Unido,
Irlanda, Alemania y Suiza así como en Estados
Unidos y Canadá las altas hospitalarias son cada vez
más precoces y el seguimiento de las mismas
es hecho por enfermeros/as cualificados/as a través de
la AD.20
En Argentina también se observan estas
tendencias; muestra de ello es el estudio que se realizó
en el país con pacientes en recuperación
cardiovascular que fueron ingresados a un programa de alta
temprana. El objetivo del estudio era acortar el tiempo de
internación de algunos pacientes sometidos a
cirugía cardiovascular con el propósito de
minimizar la posibilidad de complicaciones, mejorar la
distribución de recursos y reducir costos. De
326 cirugías realizadas entre mayo y septiembre de
1995, 152 pacientes fueron incluidos en el programa de alta
precoz de los cuáles el 62% tenían los criterios
necesarios y fueron dados de alta antes del quinto día con
una muy buena evolución. De estos pacientes uno
falleció (0,6%), hubo un muy bajo porcentaje de
readmisiones (3,2%) donde la condición fue resuelta
favorablemente en el término de 2 a 5 días, y hubo
ausencia de reinternación entre los 60 y 90 días.
Previo al quinto día de internación, se observaron
muy bajos costos hospitalarios en insumos y prácticas en
aquellos pacientes que ingresarían al programa de alta
temprana en comparación con los demás pacientes
operados que permanecerían
internados.21
El Presidente de la Cámara Argentina de Empresas
de Internación Domiciliaria (CADEID) opina que un hospital
puede ahorrar casi 1/3 de los costos y evitar un alto porcentaje
de infecciones intrahospitalarias. Según datos de la
Organización Mundial de la Salud, entre el 5% y el 10% de
los pacientes que ingresan en hospitales en los países
desarrollados, contraen infecciones que algunas veces termina con
la vida del enfermo. Por esto dicho, menciona que esta modalidad
de alta temprana y atención médica en el
hogar se aplica desde hace años en Gran
Bretaña y en Estados Unidos.19
La
atención domiciliaria
La Atención Domiciliaria surge en 1947 en Nueva
York, Estados Unidos, como una extensión del hospital
hacia el domicilio del paciente. Se define este sistema como
"un modelo organizativo capaz de dispensar un conjunto de
atenciones y cuidados médicos y de enfermería de
rango hospitalario, tanto en calidad como en cantidad, a los
pacientes en su domicilio, cuando ya no precisan de la
infraestructura hospitalaria pero todavía
necesitan vigilancia activa y asistencia
compleja".3
La Organización Mundial de la Salud (OMS)
describe la AD como "una asistencia proporcionada a las
personas en su domicilio. Esa asistencia domiciliaria debe ser
apropiada, de alta calidad y con una relación costo
beneficio compatible para los individuos que deben mantener su
independencia y la mejor calidad de vida posible".
22
La AD surge como una nueva filosofía asistencial
que busca modernizar los sistemas sanitarios, poniéndola
como puente entre el hospital y la atención primaria de la
salud, posibilitando el establecimiento de labores compartidas y
permitiendo una interacción progresiva entre
los dos principales niveles de
atención.2
Myers y Beare mencionan que a través de estudios
realizados en la OMS, la AD esta asociada a una mejor calidad de
vida y que la relación costo beneficio es más
favorable en los casos que sustituirían largas
permanencias hospitalarias.22 Dadas
las tendencias actuales descriptas anteriormente, y de acuerdo a
varios estudios y opiniones de autores analizadas,
la AD pareciera ser una herramienta eficiente a la hora de
brindar servicios. La misma facilita el seguimiento del paciente
crónico, permite un adecuado registro tanto de la
evolución como de las actividades que se realizan a
domicilio, se observa una mejor atención, mayor
satisfacción y participación por parte del paciente
y sus familiares durante el tratamiento. En algunos países
se observó una mejor evolución clínica y una
asistencia más personalizada. A la vez, permite un uso
más adecuado y racional de los recursos, que tiende a
disminuir el gasto en salud, aumenta la disponibilidad de camas
y acorta los períodos de internación
en los hospitales.2,10,15,23
En Colombia se realizó un estudio descriptivo,
retrospectivo, longitudinal que tomó todos los pacientes
pertenecientes a una compañía de seguros de salud
vinculada al servicio de hospitalización domiciliaria
entre los meses de enero a diciembre del 2007. El objetivo del
estudio era valorar los costos de hospitalización
domiciliaria en comparación a la institucional y se
concluyó que el costo de la hospitalización
domiciliaria fue un 18% del total del costo de la
hospitalización institucional.6
La American Nurses Association (ANA) establece que
"el objetivo de la AD es iniciar, administrar y evaluar los
recursos necesarios para facilitar al paciente el máximo
nivel de bienestar posible".22
En Argentina, a través de la resolución
704/00 del Ministerio de Salud de la Nación, se han
propuesto varios objetivos para la AD como el de brindar
asistencia en el domicilio del paciente favoreciendo
la reincorporación a su entorno natural, evitando la
institucionalización de éste y su familia
previniendo los múltiples efectos negativos que esto
conlleva, como el aislamiento psico-físico, la
desestabilización económica y la
desintegración familiar y del entorno comunitario. Otros
objetivos que establece, son acompañar y asistir a los
pacientes de acuerdo a su diagnóstico y evolución;
facilitar la participación activa de la familia o
responsable a cargo del paciente a través de su
capacitación adecuada; y optimizar la eficiencia del
servicio domiciliario. Esto contribuye a disminuir el promedio de
días de internación aumentando así la
disponibilidad de camas, disminuir las infecciones
intrahospitalarias contribuyendo al mejoramiento de la calidad de
la asistencia sanitaria tanto en equidad como en eficacia,
eficiencia, efectividad y accesibilidad a los
servicios de salud. 2,4,5,9
Es posible categorizar a la AD como una alternativa
válida y enriquecedora, que ofrece una atención
más completa al paciente y su entorno. Las ventajas de la
AD no se reflejan solo en el paciente y su cuidado sino que
influyen notablemente en el bienestar de toda la familia. Dentro
de las ventajas que favorecen al paciente se menciona el de
permitirle a éste mantener el contacto con la familia y la
sociedad, sin restricción de horarios; permitirle mantener
su actividad ocupacional aunque sea mínima, según
su estado de salud; permanecer en un ambiente conocido,
fundamental cuando se trata de pacientes ancianos; poder
brindarle una mayor dedicación y reconocimiento del equipo
de salud a aspectos psicosociales relacionados o no
con la enfermedad.23, 24
Por otro lado, dentro de las ventajas para la familia
está la posibilidad de mantener los roles familiares y
laborales del grupo; disponer del tiempo necesario para organizar
el cuidado del paciente; que la familia pueda, en la medida de
sus posibilidades, participar activamente de los cuidados, punto
fundamental y excluyente en el sistema de AD; y
facilitarles, en su hogar y cerca de su ser querido, el
proceso de aceptación y
duelo.2,23
Según concluyen tales autores, la AD es
un sistema factible, y su eficiencia es comparable a la del
hospital; de relativa alta complejidad y bajo costo, que enfoca
al paciente en su totalidad bio-psico-social; y que exige un
mayor compromiso y responsabilidad por parte de todos los
involucrados, incluidos gerentes de centros de salud, los
médicos y otros profesionales sanitarios, pacientes,
familiares y la comunidad; partícipes
necesarios de ésta coalición y alianza
estratégica en el campo de la salud pública y de la
administración sanitaria.2,23
Las enfermedades
prevalentes en atención domiciliaria
La cantidad de patologías posibles de ser
atendidas en el domicilio es muy amplia. Se debe tener en cuenta
que, salvo para los cuidados paliativos (atención de
pacientes con enfermedades terminales), el paciente debe estar
clínicamente estable, y debe contar con una
contención familiar. Todos los pacientes pueden
beneficiarse con esta modalidad de atención en
algún momento de su padecimiento, sea éste agudo,
subagudo o crónico. Pero, cabe destacar que hay un
criterio de selección que es crucial para el uso apropiado
del recurso, con la finalidad de elegir racionalmente que
pacientes realmente se beneficiarán o no de
la AD.2,10,14
Los requisitos para la inclusión de pacientes al
programa de AD son la aceptación del paciente y la familia
al recibir la información adecuada sobre el tipo de
atención que recibirá en el domicilio, la
existencia de una estructura familiar que pueda asumir la
responsabilidad del cuidado del paciente en el domicilio, las
enfermedades susceptibles de atención domiciliaria
(excepto los pacientes con enfermedades crónicas en fase
avanzada y terminales), ya que tienen que ser transitorias y
limitadas en el tiempo; deben existir momentos de ingreso y de
alta. La vivienda deber poseer ciertos requisitos mínimos
en su estructura física, de modo que no se convierta en un
factor de riesgo de complicaciones. Se deben proporcionar
además, los recursos técnicos y de otro tipo de
manera que los pacientes reciban cuidados de calidad. Por
último, el servicio de AD debe estar bien coordinado e
integrado con los otros servicios sanitarios como el
hospital, servicio de urgencias, sociales y de
atención primaria.2,10,14
Las enfermedades más comunes de ser tratadas en
AD son las enfermedades respiratorias, cardiovasculares,
neuro-musculares, de la piel, digestivas, nutricionales y
patologías terminales; pueden observarse en proceso
crónico, crónico reagudizado y post-
quirúrgico.2
Dentro de los pacientes con procesos crónicos
reagudizados, encontramos aquellos que padecen EPOC (enfermedad
pulmonar obstructiva crónica), aquellos con
cardiopatías o hepatopatías crónicas, sida,
cirrosis hepática, neoplasias y enfermedades terminales; y
dentro de los que han sufrido un proceso quirúrgico
encontramos postoperatorio inmediato de
cirugía menor y media, postoperatorio tardío y
complicaciones de cirugía mayor, postoperatorio de
cirugía traumatológica y ortopédica, y el
tratamiento de grandes escaras y úlceras
cutáneas.2,23,24
En cuanto a las características de los pacientes,
en un estudio descriptivo, retrospectivo realizado en
España, donde se estudiaron 799 ingresos en AD entre abril
y diciembre de 1999, se concluyó que el 50,7%
eran mujeres y el 49,3% hombres con una media de 73
± 14,6 años y una mediana de 76
años. Un 28% ingresaron por procesos agudos y un 47% por
procesos crónicos. El 25% restante se incluyó en la
categoría de "otros cuidados paliativos". Además
del diagnóstico principal un 67% presentaron un
diagnóstico secundario (neoplasias 27%, enfermedades
circulatorias 14,6%, enfermedades endocrinas 9,9%,
trastornos mentales 9,5%, enfermedades genitourinarias 3,5% y
otros grupos patológicos no especificados
35,4%).5
Los programas de AD se ven incrementados en
proporción con el envejecimiento de la población,
resaltando que los pacientes en edad avanzada, portadores de
síndromes geriátricos u otros problemas
clínicos, son importantes factores de riesgo de ingreso
hospitalario, y cuya atención y tratamiento es altamente
factible en AD. Los ancianos han representado una fracción
muy importante de la población perteneciente al informe
anteriormente citado, factor que influye de manera fundamental en
la asignación de recursos socio sanitarios, ya que por su
importante morbilidad (predominio de enfermedades crónico
degenerativas y sus complicaciones), los ancianos corren un alto
riesgo de ingreso hospitalario y consumen de 5 a 10 veces
más recursos sanitarios que los de menor
edad.5
En un estudio descriptivo, transversal y retrospectivo
realizado en una empresa de internación domiciliaria en
Argentina, se estudiaron 50 pacientes que ingresaron entre enero
y julio del 2007. El promedio de edad de los pacientes fue de
75,13 años. El 26% presentaban patologías del
sistema circulatorio, el 20% traumatismos, muchos de los cuales
incluyeron fracturas de cabeza de fémur por caídas
de su propia altura típicas de la población
añosa, y un 14% presentaban patologías de tipo
oncológico. En menores porcentajes se observaron pacientes
con trastornos del sistema nervioso, otros con
sintomatología y hallazgos anormales clínicos y de
laboratorio, enfermedades del sistema osteomuscular
y del tejido conjuntivo, trastornos mentales y del comportamiento
y por último enfermedades del sistema
genitourinario.14
Bajo la tutoría del Programa de Atención
Domiciliaria de Medicina Familiar de Córdoba, Argentina,
se realizó un estudio descriptivo de seguimiento,
realizado a 634 pacientes crónicos que fueron atendidos
durante dos años. Se observó que el 65,3% mujeres y
la mediana de edad fue de 85 años. El 51,8% de los
pacientes vivían con sus familiares, el 37,5%
en residencias geriátricas, y el 10,6% con otras personas
(cuidadores y/o enfermeros/as). Un 38,6% ingresaron por problemas
neurológicos, 35,9% por patologías
osteo-articulares, 9,3% cáncer terminal y 6,94% de los
pacientes ingresaron por patologías cardiovasculares. Las
patologías crónicas diagnosticadas fueron
hipertensión arterial en un 57,1% de los pacientes,
artrosis en el 51,4%, demencia en el 39,3%, accidente
cardiovascular un 28,5%, insuficiencia cardíaca el 27,3% y
cáncer el 17,4%. En este mismo estudio se detectó
que según el índice de Lawton y Brody realizado a
506 pacientes, el 69,6% eran totalmente dependientes para las
actividades de la vida diaria. Se concluyó que el perfil
general de los pacientes incluidos en el programa de
atención domiciliaria muestra un predominio de mujeres,
con alto grado de dependencia y marcado deterioro cognitivo, con
pluripatologías, polimedicados y que
predominantemente viven con sus
familiares.10
Empresas de
atención domiciliaria
El primer objetivo de AD fue, en sus inicios, reducir
los costos del tratamiento de pacientes internados en
instituciones sanatoriales. Claramente con el tiempo se ha
demostrado que la AD también es un sistema que tiene alto
impacto en la calidad asistencial al reinsertar a los pacientes
más rápidamente en su entorno habitual y, por
supuesto, reduce drásticamente las infecciones
intrahospitalarias entre otras ventajas mencionadas
anteriormente. Hoy en día existen empresas del
ámbito privado que se dedican a brindar AD al mercado
local satisfaciendo las demandas actuales que genera esta
alternativa de tratamiento de pacientes con necesidades de
atención especializada pero sin llegar a ser
criterio para la institucionalización de los
mismos.6,19,21,25
En 1999, se creo en Argentina, la "Cámara
Argentina de Empresas de Internación Domiciliaria"
(CADEID). La única organización a nivel Nacional
sin fines de lucro, con el objeto de divulgar, promover, difundir
la actividad y además, fomentar y coordinar
tareas de asistencia, docencia e investigación en
internación domiciliaria para consolidar la AD como un
sector prestacional dentro del sistema de salud y transformar a
la cámara en un interlocutor válido dentro del
sistema de salud. En la CADEID hoy se nuclean 23 de las
principales empresas que brindan servicios de AD en el
ámbito privado de la salud. El objetivo principal de la
misma es la formación y capacitación de
profesionales especializados para la actividad domiciliaria,
complementar estándares de calidad en la prestación
de AD como así también, asesorar a los asociados en
lo que hace a normativas vigentes y
metodología de contratación comerciales en el
mercado.19 Su fin también es
el de elaborar y unificar guías y
procedimientos, que recategoricen a las empresas asociadas y
ayuden a lograr estándares comunes de calidad. La
institución está adherida como socio activo al
Centro Especializado para la Normalización y
Acreditaciones en Salud,
C.E.N.A.S.26
La resolución N° 704/2000 del Ministerio de
Salud aprueba las "Normas de Organización y Funcionamiento
de Servicios de Internación Domiciliaria". En cuanto a las
normativas que deben seguir las empresas, se clasifica a los
servicios de AD en tres niveles de acuerdo a la factibilidad de
resolución de los riesgos de enfermar y morir del ser
humano. En el primer nivel se encontrarían aquellos
servicios que cubren la mayoría de los casos y se dedican
a promoción y protección de la salud,
diagnóstico temprano, e internación de pacientes de
bajo riesgo; los servicios brindados por el de nivel II realizan
las mismas actividades que el nivel I, pero atienden pacientes
más complejos; y el nivel III está formado por el
mayor nivel de resolución por lo tanto deben contar con un
recurso humano capacitado y recurso tecnológico disponible
para tal fin. En base a estos niveles se definirán los
requerimientos mínimos que deben cumplir las empresas de
AD en cuanto a planta física, recurso humano, equipamiento
y marco normativo de
funcionamiento.9 En la
resolución N° 194 del Ministerio de Salud, se
extienden los derechos y obligaciones a
través del programa de Garantía de Calidad de
la Atención
Médica.11
En la actualidad el concepto de internación
domiciliaria esta ocupando un espacio importante en los planes de
las obras sociales y prepagas, sobre todo a partir de la
implementación desde el Ministerio de Salud del "Programa
Médico Obligatorio" (PMO) en el año 1998
(actualizado en el año 2004). El PMO es una canasta
básica de prestaciones a través de la cual los
beneficiarios tienen derecho a recibir prestaciones
médico asistenciales de forma obligatoria. Las obras
sociales y/o prepagas deben brindar las prestaciones contenidas
en el PMO como así también otras coberturas
obligatorias, sin carencias, preexistencias o exámenes de
admisión de ningún tipo. Esta resolución
impulsó a las empresas prestadoras de servicios de AD a un
crecimiento exponencial ya que están
contemplados sus servicios dentro del PMO. 27,
28
Un artículo publicado en Colombia sobre servicios
médicos domiciliarios, explica que todas las personas, sin
importar su edad, tienen necesidades de atención
médica únicas, que con el tiempo se vuelven
más complejas e involucran procedimientos especiales. Al
detectar estas necesidades, los servicios deben brindarse acorde
a los requerimientos específicos surgentes. El servicio de
AD se presta a los pacientes en sus domicilios
estabilizándolos y manejando situaciones, a veces muy
complejas, como así también situaciones de
atención rutinaria o de baja complejidad. Basado en esta
dinámica de atención las empresas, hoy en
día, afrontan diariamente nuevos desafíos en el
servicio que brindan, obligándolas a reorganizar
herramientas y estructuras que soporten las demandas actuales
para que los pacientes, los financiadores y las propias empresas
de AD, no sientan el impacto negativo que esta
dinámica pudiese generar.29
Recurso humano de
la atención domiciliaria
El equipo de AD debe estar compuesto por un plantel
multidisciplinario de médicos, enfermeros/as,
kinesiólogos/as, asistentes sociales, nutricionistas y
psicólogos/as. Según la resolución 704/2000,
las empresas de AD deberán contar con un director
médico responsable del área asistencial,
administrativa y legal; una coordinación asistencial a
cargo de un médico con experiencia clínica,
responsable del funcionamiento, la coordinación y el
control de los profesionales intervinientes; un coordinador de
enfermería que deberá ser un enfermero/a
profesional a cargo de la coordinación asistencial y la
asistencia de enfermería directa, controlando el
cumplimiento de las normas administrativas y de
procedimientos.9
El médico asistencial o de visita, podrá
ser un clínico, pediatra o especialista responsable de la
admisión, evaluación, diagnóstico,
tratamiento, indicaciones médicas, control de la
evolución del paciente, contención del
paciente-familia y alta domiciliaria.9
El enfermero/a domiciliario deberá evaluar al
paciente, cumplir con el tratamiento médico prescripto,
evolucionar al paciente en cada visita, coordinar con las
otras disciplinas y servicios complementarios (Rx,
laboratorio, oxigenoterapia, farmacia, ortopedia) para que
éstos se realicen en tiempo y forma, registrar en la
historia clínica y brindar información,
educación pertinente y contención al paciente y la
familia.9-22
Dentro del equipo de AD, también se debe contar
con un kinesiólogo, nutricionista, fonoaudiólogo,
psicólogo y asistente social cuyas funciones serán
las de evaluación del paciente, cumplimiento del
tratamiento médico descripto, registro en la historia
clínica, información y contención del
paciente y su familia e intercomunicación con el equipo
de salud. 9
Los acompañantes domiciliarios (también
llamados cuidadores domiciliarios o ayudantes sanitarios), pueden
formar parte del equipo asistencial ya que son personas
capacitadas para brindar servicios de cuidado y
acompañamiento en el hogar, cuyo objetivo primordial es el
de brindar ayuda al paciente y a sus familiares en cuanto a
tareas de alimentación, higiene, control de la toma de
medicamentos y actividades recreativas; supervisado
por un referente formador reconocido por la autoridad
sanitaria. 9
Un revisión bibliográfica sobre la
atención domiciliaria, realizada sobre artículos
publicados entre 1995 y 2000, detalla la importancia de invertir
en una buena formación de recursos humanos, a fin de
lograr una real implicación de los profesionales
sanitarios en la prestación de servicios; afirmando que la
formación de éstos recursos humanos debe ser amplia
y abarcar desde el pregrado. Adicionalmente, se deben ofrecer
programas de educación continua, los cuales constituyen
instrumentos útiles no sólo para el desarrollo
profesional sino también para el establecimiento de
vínculos entre profesionales. Es importante impulsar las
funciones docentes e investigadoras, las cuales deberían
coexistir permanentemente creando un hábito en los centros
de salud y hospitales, tratándose de un componente clave
en la formación de recursos humanos de calidad. Para ello
es preciso estimular la participación creando polos de
capacitación, formación y educación
continuada y colaborando en la formulación y
aplicación de protocolos de actuación. Igualmente
importante resulta la construcción de una alianza
estratégicas entre las partes del equipo de salud, ya que
están estrechamente ligados con los resultados en la
calidad de
atención.2
La asistencia de enfermería domiciliaria estimula
la participación del paciente y de su familia en las
actividades asistenciales. La colaboración con la familia
y con el paciente durante la AD puede reducir la
perturbación de las actividades domiciliarias habituales.
Se debe respetar el ambiente domiciliario de una forma diferente
a como se hace con el ambiente en las instituciones de salud. El
ser consciente de este aspecto estimula la aceptación de
la visita profesional y por ende de la AD en
general.22
En Argentina, en 1991 se sanciona la ley 24004, que
regula las normas para el ejercicio profesional de los
enfermeros/as. Establece que la enfermería comprende las
funciones de promoción, recuperación y
rehabilitación de la salud, así como la
prevención de enfermedades, realizadas en forma
autónoma dentro de los límites de su competencia
derivados de las incumbencias de los títulos habilitantes.
Asimismo dicha ley dice que será considerado ejercicio de
la enfermería la docencia, la investigación y
el asesoramiento sobre temas de su
incumbencia.30
Ésta ley reconoce dos niveles para el ejercicio
de la enfermería: el profesional y el auxiliar, y
determina las competencias específicas de cada uno de los
dos niveles. Al primero le refiere la aplicación de un
cuerpo sistemático de conocimientos para la
identificación y resolución de situaciones de salud
enfermedad en el ámbito de su incumbencia; mientras que al
auxiliar, le adjudica la práctica de técnicas y
conocimientos que contribuyen al cuidado de enfermería,
planificado y dispuesto por el nivel profesional y
ejecutado bajo su supervisión.
30
Queda prohibido a toda persona que no esté
comprendida dentro de la misma a participar en las actividades o
realizar acciones propias de enfermería; y los que
actuaren fuera de los niveles a los que hace referencia,
serán pasibles de sanciones impuestas por el Código
Penal. Asimismo serán sancionadas aquellas instituciones
que contraten para realizar las tareas de enfermería a
personas que no reúnan los requisitos exigidos en la
presente ley. 30
El ejercicio de la enfermería en el nivel
profesional está reservado sólo a aquellas personas
que posean título habilitante otorgado por universidades
nacionales, provinciales ó privadas, reconocidas por
autoridad competente; título de enfermero/a otorgado por
centros de formación de nivel terciario no universitario,
dependientes de organismos nacionales, provinciales o
municipales, o instituciones privadas reconocidas por autoridad
competente; título, diploma o certificado equivalente
expedido por países extranjeros, el que
deberá ser revalidado de conformidad con la
legislación vigente en la materia o los respectivos
convenios de reciprocidad. 30
El nivel auxiliar está reservado para aquellas
personas que posean el certificado de auxiliar de
enfermería otorgado por instituciones nacionales,
provinciales, municipales o privadas reconocidas por autoridad
competente. Establece además que podrán ejercer
como auxiliares de enfermería quienes tengan certificado
equivalente otorgado por países extranjeros, el que
deberá ser reconocido ó revalidado de conformidad
con la Legislación vigente en la
materia. 30
La ley 24.004 establece además los derechos y
obligaciones de los profesionales y auxiliares de
enfermería. Son sus derechos ejercer la profesión
conforme a lo establecido en la ley y su reglamentación;
asumir responsabilidades acordes con la capacitación
recibida; negarse a colaborar con prácticas que entren en
conflicto con sus convicciones religiosas, morales ó
éticas, y por último contar con garantías
adecuadas que aseguren y faciliten el cumplimiento
de la obligación de actualización
permanente. 30
Por otro lado, son sus obligaciones respetar en todas
sus acciones la dignidad de la persona humana, sin
distinción de ninguna naturaleza; respetar en las personas
el derecho a la vida y su integridad desde la concepción
hasta la muerte; prestar colaboración requerida por
autoridades sanitarias en caso de epidemias, desastres u otras
emergencias; ejercer la enfermería dentro de los
límites de competencia determinados en la ley; mantener la
idoneidad mediante la capacitación permanente y mantener
el secreto profesional. 30
Les está prohibido a los profesionales y
auxiliares de enfermería someter a las personas a
procedimientos ó técnicas que entrañen
peligro para la salud; realizar ó inducir directa ó
indirectamente en prácticas que signifiquen menoscabo para
la dignidad humana; delegar en personal no habilitado facultades,
funciones o atribuciones privativas de su profesión o
actividad; ejercer la profesión mientras padezcan
enfermedades infecto-contagiosas ó cualquier otra
inhabilitante; publicar anuncios que induzcan a engaño del
público y particularmente les está prohibido a los
profesionales de enfermería actuar bajo relación de
dependencia de quienes sólo estén habilitados para
ejercer la enfermería en el nivel
auxiliar. 30
Sobre el registro y matriculación profesional la
ley establece que para el ejercicio de la enfermería,
tanto el nivel profesional como el auxiliar, deberán
inscribir previamente los títulos, diplomas ó
certificados habilitantes en la Subsecretaría del
Ministerio de Salud y Acción Social, la que autoriza el
ejercicio de la respectiva actividad, otorgando la
matrícula y extendiendo la correspondiente credencial.
Ésta Subsecretaría deberá vigilar y
controlar que la enfermería, tanto en el nivel profesional
como auxiliar, no sea ejercida por personas carentes de
títulos, diplomas ó certificados habilitantes, o no
se encuentren matriculados.
30
Además existe la reglamentación 12.245 que
regula el ejercicio profesional de los enfermeros/as
licenciados/as, profesionales y los auxiliares de
enfermería que ejerzan sus actividades en la Provincia de
Buenos Aires.31
Para el caso del licenciado o profesional estas acciones
incluyen valorar el estado de salud de su paciente y diagnosticar
sus necesidades o problemas de enfermería implementando
acciones que puedan satisfacerlas; supervisar las condiciones del
medio ambiente de acuerdo a lo requerido por el paciente por su
condición; controlar los recursos materiales y equipos
necesarios para la prestación del cuidado; colocar sondas
y controlar su funcionamiento; colocar drenajes; realizar control
de signos vitales; observar, evaluar y registrar signos y
síntomas de pacientes y actuar acorde; colaborar en
procedimientos especiales de diagnóstico y tratamiento;
planificar, preparar, administrar y registrar la
administración de medicamentos por vía enteral,
parenteral, mucosa, cutánea y respiratoria (natural y
artificial), de acuerdo con la indicación medica escrita
y firmada. 31
También es función de profesionales o
licenciados de enfermería realizar curaciones simples y
complejas, realizar punciones venosas periféricas,
controlar a los pacientes con respiración y
alimentación asistida y catéteres centrales.
Participarán de tratamientos quimioterápicos,
diálisis peritoneal y hemodiálisis.
Brindarán cuidados de enfermería en pacientes en
estado crítico con o sin aislamiento, y realizarán
actividades en control de infecciones; controlarán
ingresos y egresos de pacientes; participarán en la
planificación, organización, y ejecución de
acciones en situaciones de emergencia y catástrofes.
Podrán participar junto a un médico en el traslado
de pacientes; y registrarán evoluciones y
prestaciones de enfermería del individuo y de la
familia. 31
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