INTRODUCCIÓN
El Consejo Normativo de Contabilidad es el órgano
del Sistema Nacional de Contabilidad que tiene como parte de sus
atribuciones, el estudio, análisis y opinión sobre
las propuestas de normas relativas a la contabilidad de los
sectores público y privado, así como la
emisión de las normas de contabilidad para las entidades
del sector privado. Dentro de esas atribuciones, es que emite
este Plan Contable General Empresarial (PCGE), que contempla los
aspectos normativos establecidos por las Normas Internacionales
de Información Financiera (NIIF).
El plan contable que se sustituye con este PCGE,
corresponde a la versión emitida en el año 1984,
vigente a partir del año 1985, por la Comisión
Nacional Supervisora de Empresas y Valores – CONASEV, y sus
posteriores modificatorias o ampliatorias. Dicha versión
correspondía a su vez a la revisión del Plan
Contable General que entró en vigencia en el año
1974.
Para la elaboración de este PCGE se ha
conservado, hasta donde ha sido posible y conveniente, la
nomenclatura de las cuentas y subcuentas, así como la
estructura de códigos contables del plan emitido por la
CONASEV, con la finalidad de facilitar el tránsito hacia
la aplicación completa de este nuevo PCGE.
Este Plan Contable General Empresarial no tiene como
propósito establecer medidas de control ni
políticas contables. En el caso de los controles,
éstos obedecen a la identificación de riesgos por
parte de la empresa, considerando la probabilidad de ocurrencia y
el impacto que puedan causar. Las políticas contables, que
deben estar alineadas con las NIIF, son seleccionadas y aplicadas
por las entidades para el registro de sus operaciones y la
preparación de sus estados financieros. Ambos, controles y
políticas contables, deben ser seleccionados de acuerdo a
las transacciones que realizan las empresas y a las
características que le son propias.
El PCGE ha sido homogenizado con las NIIF, contemplando
aspectos relacionados con la presentación y
revelación de información. En la parte final de la
descripción y dinámica contable de cada cuenta, se
ha incluido referencias a las NIIF, las que corresponden al
modelo contable vigente en el Perú, a partir del cual las
empresas seleccionan y aplican políticas
contables.
También se ha contemplado en este PCGE lo que ha
establecido la CONASEV en su Manual para la Preparación de
Información Financiera, de tal manera de hacerlo
compatible. Dicho Manual tiene como objetivo facilitar la
preparación y presentación de información
financiera, en armonía con las NIIF. Si bien es cierto, la
CONASEV tiene como ámbito de supervisión a las
empresas que listan valores en mercados públicos, es una
referencia para la generalidad de las empresas que deben
presentar información financiera a distintos
usuarios.
El PCGE se ha dividido en cuatro partes y dos anexos. En
la primera parte se identifican cuatro secciones: la
Sección A referida a los objetivos; la Sección B,
en la que se establece las disposiciones generales para su uso;
la Sección C, en la que se indica los procedimientos de
actualización y vigencia; y la Sección D, en la que
se mencionan los aspectos fundamentales de la contabilidad, entre
ellos, la base teórica, una breve descripción de
las NIIF y las referencias al Marco Conceptual para
la Preparación y Presentación de los Estados
Financieros.
La segunda parte, incluye un cuadro de
clasificación, que separa las cuentas por elementos de los
estados financieros, y el catálogo de cuentas. Este
catálogo se encuentra desarrollado a un nivel de cinco
(05) dígitos, y contempla una desagregación
básica de cuentas de acuerdo con su naturaleza, la misma
que podrá ser incrementada de acuerdo con las necesidades
de cada entidad.
La tercera parte, sobre la Descripción y
Dinámica Contable, presenta el contenido, de cada cuenta,
de las subcuentas que lo conforman, y una breve
descripción de los aspectos de reconocimiento y
medición. También se incluye la dinámica de
la cuenta; comentarios que buscan orientar al usuario en la
aplicación de las cuentas y subcuentas descritas; y, por
último, referencias a las NIIF e interpretaciones
relacionadas.
Las bases de conclusiones se incluyen como la cuarta
parte del Plan Contable General Empresarial. Aquí, se
exponen los principales temas generales debatidos en el
desarrollo del PCGE, y las conclusiones a las que se
llegó. Es el caso de la conveniencia de utilizar cinco
dígitos, la interpretación de la esencia contable
de un hecho económico antes que la formalidad o lo
dispuesto por las leyes; la necesidad de utilizar y/o desagregar
algunas cuentas; la acumulación versus la
presentación de las cuentas o rubros, entre otros
asuntos.
Además, se incorpora dos anexos. El Anexo I en el
que para facilitar una mejor lectura del contenido, el usuario
encontrará precisiones acerca del uso de definiciones y
términos utilizados en este PCGE; y el Anexo II, con la
relación de las NIIF emitidas por el organismo competente
a nivel internacional y las que han sido oficializadas a nivel
nacional, indicando las fechas de vigencia
correspondientes.
No obstante que este PCGE ha sido diseñado para
empresas, es decir, para actividades que persiguen fines de
lucro, de cualquier tamaño o sector económico, su
contenido, con cambios reducidos, puede ser adaptado a otras
entidades.
Este PCGE, como herramienta del modelo contable adoptado
en el Perú, se subordina en todos sus aspectos a las
políticas contables adoptadas. En consecuencia, aunque no
se espera que ocurra, si se identifica alguna
contradicción entre este PCGE y las NIIF, deben preferirse
estas últimas.
PARTE I –
GENERALIDADES
A. OBJETIVOS
El Plan Contable General Empresarial (PCGE) tiene como
objetivos:
1. La acumulación de información sobre los
hechos económicos que una empresa debe registrar
según las actividades que realiza, de acuerdo con una
estructura de códigos que cumpla con el modelo contable
oficial en el Perú, que es el que corresponde a las Normas
Internacionales de Información Financiera –
NIIF1;
2. Proporcionar a las empresas los códigos
contables para el registro de sus transacciones, que les
permitan, tener un grado de análisis adecuado; y con base
en ello, obtener estados financieros que reflejen su
situación financiera, resultados de operaciones y flujos
de efectivo;
3. Proporcionar a los organismos supervisores y de
control, información estandarizada de las transacciones
que las empresas efectúan.
B. DISPOSICIONES
GENERALES
Es requisito para la aplicación del PCGE,
observar lo que establecen las NIIF. De manera adicional y sin
poner en riesgo la aplicación de lo dispuesto por las
NIIF, se debe considerar las normas del derecho, la
jurisprudencia y los usos y costumbres mercantiles.
En general se debe considerar lo siguiente:
1. Empleo de las cuentas
1.1. La contabilidad de las empresas se debe encontrar
suficientemente detallada para permitir el reconocimiento
contable de los hechos económicos, de acuerdo a lo
dispuesto por este PCGE, y así facilitar la
elaboración de los estados financieros completos, y otra
información financiera.
1.2. Las operaciones se deben registrar en las cuentas
que corresponde a su naturaleza.
1.3. Las empresas deben establecer en sus planes
contables hasta cinco dígitos, los que se han establecido
para el registro de la información según este PCGE
(véase el numeral 3 Estructura de Cuentas en el Plan
Contable General Empresarial, de estas Disposiciones Generales).
En algunos casos, y por razones del manejo del detalle de
información, las empresas pueden incorporar dígitos
adicionales, según les sea necesario, manteniendo la
estructura básica dispuesta por este PCGE. Tales
dígitos adicionales pueden ser necesarios para reconocer
el uso de diferentes monedas; operaciones en distintas
líneas de negocios o áreas geográficas;
mayor detalle de información, entre otros.
1.4. Si las empresas desarrollan más de una
actividad económica, se deben establecer las subcuentas y
divisionarias que sean necesarias para el registro por separado
de las operaciones que corresponden a cada actividad
económica.
1.5. Las empresas pueden utilizar los códigos a
nivel de dos dígitos (cuentas) y tres dígitos
(subcuentas) que no han sido fijados en este PCGE, siempre que
soliciten a la Dirección Nacional de Contabilidad
Pública la autorización correspondiente, a fin de
lograr un uso homogéneo.
2. Sistemas y registros
contables
2.1. La contabilidad refleja la inversión y el
financiamiento de las empresas a través de la
técnica de la partida doble. Ésta se refiere a que
cada transacción se refleja, al menos, en dos cuentas o
códigos contables, una o más de débito y
otra (s) de crédito. El total de los valores de
débito debe ser igual al total de los valores de
crédito, con lo que se mantiene un balance en el registro
contable.
2.2. El registro contable no está supeditado a la
existencia de un documento formal. En los casos en que la esencia
de la operación se haya efectuado según lo
señalado en el Marco Conceptual para la Preparación
y Presentación de los Estados Financieros de las NIIF,
corresponde efectuar el registro contable correspondiente,
así no exista comprobante de sustento. En todos los casos,
el registro contable debe sustentarse en documentación
suficiente, muchas veces provista por terceros, y en otras
ocasiones generada internamente.
2.3. Las transacciones que realizan las empresas se
anotan en los libros y registros contables que sean necesarios,
sin perjuicio del cumplimiento de otras disposiciones de
ley.
2.4. Los libros, registros, documentos y demás
evidencias del registro contable, serán conservados por el
tiempo que resulte necesario para el control y seguimiento de las
transacciones, sin perjuicio de lo que prescriben otras
disposiciones de ley.
3. Estructura de Cuentas en el Plan
Contable General Empresarial
3.1 Estructura
El Plan se encuentra desarrollado hasta un nivel de
cinco dígitos, de acuerdo a la información que se
pretende identificar como detalle. La codificación de las
cuentas, subcuentas y divisionarias previstas, se han
estructurado sobre la base de lo siguiente:
– Elemento: Se identifica con el primer
dígito y corresponde a los elementos de los estados
financieros, excepto para el dígito "8" que corresponde a
la acumulación de información para indicadores
nacionales, y el dígito "0" para cuentas de
orden;
? 1, 2 y 3 para el Activo;
? 4 para el Pasivo;
? 5 para el Patrimonio neto,
? 6 para Gastos por naturaleza;
? 7 para Ingresos;
? 8 para Saldos intermediarios de
gestión;
? 9 para cuentas analíticas de explotación
o cuentas de costo de producción y gastos por
función; para ser desarrollado de acuerdo a la necesidad
de cada empresa.
? "0" para Cuentas de orden, que acumula
información que no se presenta en el cuerpo de los estados
financieros;
– Rubro o cuenta: a nivel de dos dígitos,
es el nivel mínimo de presentación de estados
financieros requeridos, en tanto clasifica los saldos de acuerdo
a naturalezas distintas;
– Subcuenta: Acumula clases de activos, pasivos,
patrimonio neto, ingresos y gastos del mismo rubro,
desagregándose a nivel de tres dígitos;
– Divisionaria: Se descompone en cuatro
dígitos. Identifica el tipo o la condición de la
subcuenta, u otorga un mayor nivel de especificidad a la
información provista por las subcuentas. Es el caso por
ejemplo, de las cuentas por cobrar o pagar comerciales; de los
inmuebles, maquinaria y equipo, y de los tributos.
– Sub divisionaria: Se presenta a nivel de cinco
dígitos. Indica valuación cuando existe más
de un método para medirla, u otorga un nivel de
especificidad mayor. Por ejemplo, en el caso de las Inversiones
inmobiliarias, e Inmuebles, maquinaria y equipo, se
distinguirá entre activos medidos al costo o valor
razonable; y en lo referido a un mayor nivel de detalle, por
ejemplo, se ha incorporado el tipo de vinculación entre
partes relacionadas, en las cuentas por cobrar y pagar entre
aquellas.
(Véanse también las Bases de
Conclusiones, párrafo 7. Parte IV del
PCGE)
4. Descripción y dinámica
contable
Se presenta para cada cuenta en la tercera
parte de este PCGE, y se divide como sigue:
4.1 Contenido.
4.2 Nomenclatura de las
subcuentas.
4.3 Reconocimiento y
medición.
4.4 Dinámica de la
cuenta.
4.5 Comentarios.
4.6 NIIF e Interpretaciones
referidas.
C. PROCEDIMIENTO
DE ACTUALIZACIÓN Y VIGENCIA
Las cuentas contables se encuentran afectadas por el
intensivo proceso de revisión de las normas contables
vigentes, y por el desarrollo de nuevas formas y tipos de
negocios, o sobre aspectos hasta ahora no discutidos, lo que
dará lugar previsiblemente a otras modificaciones a las
NIIF, o a la incorporación de nuevas NIIF.
Consecuentemente, la actualización del PCGE debe
constituirse en un proceso continuo.
La Dirección Nacional de Contabilidad
Pública, en uso de sus facultades, dictará los
procedimientos que estime necesarios para la actualización
permanente del Plan Contable General Empresarial, a través
de normativa adicional y la emisión de opiniones sobre
aspectos que requieren alguna regulación, previa consulta
al Consejo Normativo de Contabilidad. Dentro de este
procedimiento se contempla la auscultación
periódica con organismos profesionales y con profesionales
de la contabilidad.
D. ASPECTOS
FUNDAMENTALES DE LA CONTABILIDAD
Un plan o catálogo de cuentas es una herramienta
necesaria para procesar información contable. Esa
información contable responde a la aplicación de
normas contables para el tratamiento de los efectos financieros
de los hechos y estimaciones económicas que las empresas
efectúan, normativa que no se sustituye en ninguno de sus
extremos, por la emisión de este PCGE. Sin embargo, para
el cabal entendimiento de este último, se reproducen
diversos conceptos de la normativa mencionada, la que contempla,
sin limitarse, las Normas Internacionales de Información
Financiera – NIIF.
Los conceptos que se mencionan a continuación han
sido tomados de la edición de las NIIF publicada por el
Consejo de Normas Internaciones de Contabilidad2 vigente
internacionalmente. En todos los casos, las prescripciones de las
NIIF prevalecen sobre las disposiciones contenidas en este
PCGE.
1. Base Teórica
Este PCGE es congruente y se encuentra homogenizado con
las NIIF oficializadas por el Consejo Normativo de Contabilidad
(CNC)3. Además, toma en
consideración los estándares contables de vigencia
internacional (véase el Anexo II, al final de este
PCGE).
En los casos en los que no existe normativa
específica sobre ciertos temas, tales como fideicomisos,
participación de los trabajadores en sus porciones
diferidas, y otros, la parte correspondiente del PCGE se ha
desarrollado sobre la base de la experiencia internacional
disponible y en los conceptos y definiciones contenidas en
el Marco Conceptual para la Preparación y
Presentación de Estados Financieros (en adelante, el Marco
Conceptual).
2. Las Normas Internacionales de
Información Financiera (NIIF)
Establecen los requisitos de reconocimiento,
medición, presentación e información a
revelar, respecto de hechos y estimaciones de carácter
económico, los que de forma resumida y estructurada se
presentan en los estados financieros con propósito
general. Las NIIF se construyen tomando en cuenta el Marco
Conceptual, que tiene como objetivo facilitar la
formulación coherente y lógica de las NIIF, sobre
la base de una estructura teórica única, para
resolver los aspectos de tratamiento contable.
Las NIIF se encuentran diseñadas para ser
aplicadas en todas las entidades con fines de lucro. No obstante
ello, las entidades sin fines de lucro pueden encontrarlas
apropiadas. Al respecto, la Junta de Normas Internacionales de
Contabilidad del Sector Público (JNICSP por sus siglas en
idioma castellano), de la Federación Internacional de
Contadores (IFAC por sus siglas en
inglés)4, ha emitido una
Guía donde establece que las NIIF son aplicables a las
empresas del gobierno, en ausencia de Normas Internacionales de
Contabilidad para el Sector Público
específicas.
3. Marco Conceptual para la
Preparación y Presentación de los
Estados Financieros
Este marco es de aplicación para:
– El objetivo de los estados financieros;
– Las características cualitativas
que determinan la calidad de la información de los estados
financieros;
– La definición, reconocimiento y
medición de los elementos que constituyen los estados
financieros; y
– Los conceptos de capital y mantenimiento de
capital
Objetivo de los estados financieros
El objetivo de los estados financieros es suministrar
información acerca de la situación financiera,
desempeño y cambios en la situación financiera para
asistir a una amplia gama de usuarios en la toma de decisiones
económicas.
Un juego completo de estados financieros incluye un
balance general, un estado de ganancias y pérdidas, un
estado de cambios en el patrimonio neto, y un estado de flujos de
efectivo, así como notas explicativas.
Una entidad que presenta estados financieros, es aquella
para la cual existen usuarios que se sirven de los estados
financieros como fuente principal de información de la
empresa. Entre estos usuarios tenemos a los inversionistas,
empleados, prestamistas (bancos y financieras),
proveedores y acreedores comerciales, clientes, el gobierno
y organismos públicos, principalmente.
De acuerdo con el Marco Conceptual, la responsabilidad
de la preparación y presentación de estados
financieros recae en la gerencia de la empresa. Consecuentemente,
la adopción de políticas contables que permitan una
presentación razonable de la situación financiera,
resultados de gestión y flujos de efectivo, también
es parte de esa responsabilidad. En el Perú, la Ley
General de Sociedades atribuye al gerente, responsabilidad sobre
la existencia, regularidad y veracidad de los sistemas de
contabilidad, los libros que la ley ordena llevar, y los
demás libros y registros que debe llevar un
ordenado comerciante5. Por su parte, el Directorio,
de acuerdo con la Ley General de Sociedades, debe formular los
estados financieros finalizado el ejercicio6.
Dos hipótesis fundamentales guían el
desarrollo, la adopción y la aplicación de
políticas contables:
– Base de acumulación o
devengo
Los efectos de las transacciones y demás sucesos
se reconocen cuando ocurren (no cuando se recibe o paga dinero u
otro equivalente de efectivo)7.
Asimismo, se registran en los libros contables y se informa sobre
ellos en los estados financieros de los períodos con los
que se relacionan. Así, se informa a los usuarios
no sólo de las transacciones pasadas que
suponen cobro o pago de dinero, sino también de las
obligaciones de pago en el futuro y de los derechos que
representan efectivo a cobrar en el futuro.
– Negocio en marcha
Los estados financieros se preparan sobre la base de que
la entidad se encuentra en funcionamiento y que continuará
sus actividades operativas en el futuro previsible (se estima por
lo menos de doce meses hacia adelante). Si existiera la
intención o necesidad de liquidar la empresa o disminuir
significativamente sus operaciones, los estados financieros
deberían prepararse sobre una base distinta, la que debe
ser revelada adecuadamente.
Características cualitativas de los estados
financieros
– Comprensión
La información de los estados financieros debe
ser fácilmente comprensible por usuarios con conocimiento
razonable de las actividades económicas y del mundo de los
negocios, así como de su contabilidad, y con voluntad de
estudiar la información con razonable diligencia. No
obstante ello, la información sobre temas complejos debe
ser incluida por razones de su relevancia, a pesar que sea de
difícil comprensión para ciertos
usuarios.
– Relevancia (importancia relativa o
materialidad)
La relevancia de la información se encuentra
afectada por su naturaleza e importancia relativa; en algunos
casos la naturaleza por sí sola (presentación de un
nuevo segmento, celebración de un contrato a futuro,
cambio de fórmula de costo, entre otros) puede determinar
la relevancia de la información. La información
tiene importancia relativa cuando, si se omite o se presenta de
manera errónea, puede influir en las decisiones
económicas de los usuarios (evaluación de sucesos
pasados, actuales o futuros) tomadas a partir de los estados
financieros.
– Fiabilidad
La información debe encontrarse libre de errores
materiales, sesgos o prejuicios (debe ser neutral) para que sea
útil, y los usuarios puedan confiar en ella.
Además, para que la información sea
fiable, debe representar fielmente las transacciones y
demás sucesos que se pretenden; presentarse de acuerdo con
su esencia y realidad económica, y no solamente
según su forma legal.
Asimismo, se debe tener en cuenta que en la
elaboración de la información financiera surgen una
serie de situaciones sujetas a incertidumbre, que requieren de
juicios que deben ser realizados ejerciendo prudencia. Esto
implica que los activos e ingresos así como las
obligaciones y gastos no se sobrevaloren o se
subvaloren.
Para que la información de los estados
financieros se considere fiable, debe ser completa.
– Comparabilidad
La información debe presentarse en forma
comparativa, de manera que permita que los usuarios puedan
observar la evolución de la empresa, la tendencia de su
negocio, e, inclusive, pueda ser comparada con información
de otras empresas.
La comparabilidad también se sustenta en la
aplicación uniforme de políticas contables en la
preparación y presentación de información
financiera. Ello no significa que las empresas no deban modificar
políticas contables, en tanto existan otras más
relevantes y confiables. Los usuarios de la información
financiera deben ser informados de las políticas contables
empleadas en la preparación de los estados financieros, de
cualquier cambio habido en ellas, y de los efectos de dichos
cambios.
La información relevante y fiable
está sujeta a las siguientes restricciones:
Oportunidad: Para que pueda ser útil la
información financiera debe ser puesta en conocimiento de
los usuarios oportunamente, a fin que no pierda su relevancia.
Ello, sin perder de vista que en ciertos casos no se conozca
cabalmente un hecho o no se haya concluido una
transacción; en estos casos debe lograrse un equilibrio
entre relevancia y fiabilidad.
Equilibrio entre costo y beneficio: Se refiere a una
restricción más que a una característica
cualitativa. Si bien es cierto la evaluación de beneficios
y costos es un proceso de juicios de valor, se debe centrar en
que los beneficios derivados de la información deben
exceder los costos de suministrarla.
Equilibrio entre características cualitativas:
Sin perder de vista el objetivo de los estados financieros, se
propugna conseguir un equilibrio entre las características
cualitativas citadas.
Imagen fiel / presentación razonable
La aplicación de las principales
características cualitativas y de las normas contables
apropiadas debe dar lugar a estados financieros presentados
razonablemente.
Elementos de los estados financieros
Los estados financieros reflejan los efectos de las
transacciones y otros sucesos de una empresa, agrupándolos
por categorías, según sus características
económicas, a los que se les llama elementos.
En el caso del balance, los elementos que miden la
situación financiera son: el activo, el pasivo y el
patrimonio neto. En el estado de ganancias y pérdidas, los
elementos son los ingresos y los gastos. El Marco Conceptual no
identifica ningún elemento exclusivo del estado de cambios
en el patrimonio neto ni del estado de flujos de efectivo, el que
más bien combina elementos del balance general y del
estado de ganancias y pérdidas. Para efectos del
desarrollo del PCGE, se consideran estos elementos para la
clasificación inicial de los códigos
contables.
Las características esenciales de cada elemento
se discuten a continuación.
a) Activo: recurso controlado por la entidad como
resultado de sucesos pasados, del que la empresa espera obtener
beneficios económicos.
b) Pasivo: obligación presente de la empresa,
surgida de eventos pasados, en cuyo vencimiento, y para pagarla,
la entidad espera desprenderse de recursos que incorporan
beneficios económicos.
c) Patrimonio neto: parte residual de los activos de la
empresa una vez deducidos los pasivos.
d) Ingresos: son incrementos en los beneficios
económicos, producidos durante el período contable,
en forma de entradas o incrementos de valor de los activos, o
bien como disminuciones de las obligaciones que resultan en
aumentos del patrimonio neto, y no están relacionados con
las aportaciones de los propietarios a este
patrimonio.
e) Gastos: disminuciones en los beneficios
económicos, producidos en el período contable, en
forma de salidas o disminuciones del valor de los
activos, o bien originados en una obligación o aumento de
los pasivos, que dan como resultado disminuciones en el
patrimonio neto, y no están relacionados con las
distribuciones realizadas a los propietarios de ese
patrimonio.
Reconocimiento de los elementos de los estados
financieros
Debe reconocerse toda partida que cumpla la
definición de elemento siempre que:
– sea probable que cualquier beneficio económico
asociado con la partida llegue a, o salga de la empresa;
y
– la partida tenga un costo o valor que pueda ser medido
con fiabilidad.
Medición de los elementos de los estados
financieros
Las bases de medición, o determinación de
los importes monetarios en los que se reconocen los elementos de
los estados financieros son:
– Costo histórico: el activo se registra por el
importe de efectivo y otras partidas que representan
obligaciones, o por el valor razonable de la contrapartida
entregada a cambio en el momento de la adquisición; el
pasivo, por el valor del producto recibido a cambio de incurrir
en una deuda, o, en otras circunstancias, por la cantidad de
efectivo y otras partidas equivalentes que se espera pagar para
satisfacer la correspondiente deuda, en el curso normal de la
operación.
– Costo corriente: el activo se lleva contablemente por
el importe de efectivo y otras partidas equivalentes al efectivo,
que debería pagarse si se adquiriese en la actualidad el
mismo activo u otro equivalente; el pasivo, por el importe, sin
descontar, de efectivo u otras partidas equivalentes al efectivo,
que se requeriría para liquidar el pasivo en el momento
presente.
– Valor realizable (de liquidación): el activo se
lleva contablemente por el importe de efectivo y otras partidas
equivalentes al efectivo que podrían ser obtenidas, en el
momento presente por la venta no forzada del mismo. El pasivo se
lleva por sus valores de liquidación, es decir, por los
importes, sin descontar, de efectivo u otros equivalentes del
efectivo, que se espera utilizar en el pago de las
deudas.
– Valor presente: el activo se lleva contablemente a
valor presente, descontando las entradas netas de efectivo que se
espera genere la partida en el curso normal de la
operación. El pasivo se lleva contablemente al valor
presente, descontando las salidas netas de efectivo que se espera
necesitar para pagar tales deudas, en el curso normal de
operaciones.
Valor razonable
En una serie de normas contables se cita
esta forma de medición. El valor razonable es el precio
por el que puede ser adquirido un activo o pagado un
pasivo, entre partes interesadas, debidamente informadas, en una
transacción en condiciones de libre
competencia.
El valor razonable es preferiblemente calculado por
referencia a un valor de mercado fiable; el precio de
cotización en un mercado activo es la mejor referencia de
valor razonable, entendiendo por mercado activo el que cumple las
siguientes condiciones:
– los bienes intercambiados son
homogéneos;
– concurren permanentemente compradores y vendedores;
y,
– los precios son conocidos y de fácil acceso al
público. Además, estos precios reflejan
transacciones de mercado reales, actuales y producidas con
regularidad.
En otros casos, a falta de la existencia de un mercado
de referencia para medir el valor razonable, se aceptan otras
formas de medición basadas en valores descontados de
flujos de efectivo futuro asociados.
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