El tejido social de las familias Alava, Garzon y Thomas
PROLOGO
La historia que vamos a describir es una historia desde
el punto de vista de las actitudes humanas, de sus
características morfológicas, socioculturales que
dejan un agradable sabor de boca para sentirse congratulados con
algunas actividades.
Después de revisar las Genealogías de Los
Moncayo, los Sánchez y Los Santacruz, quedó un
espacio en blanco porque ese tejido social pertenecía a
otras tres ilustres Familias Tuquerreños, dignas de todo
encomio y por lo tanto no podían pasar por nuestro olvido,
así que con la motivación de Eduardo Garzón
Bacca; con quien habíamos platicado sobre sus ancestros y
con Ana María Garzón Cifuentes y Gabriela
Álava Thomas, decidimos abrir este espacio de consulta
entre el banco de datos que tengo en mi archivo familiar y los
aportes directos de las tres, en cuanto a rellenar el
Árbol genealógico de las tres familias
La amistad con los Garzón data de tiempo
atrás cuando Gerardo Garzón Thomas, salía de
cacería hacia la Guayaquila o al cerro del Quitasol, en
busca de tórtolas y torcazas y muchas veces le
acompañamos a la Chorrera; también éramos
partícipes de las frutas que el cultivaba en el huerto de
la Finca la Cofradía, parte de la antigua propiedad de los
Hermanos Clavijos; nuestra simpatía con EL Dr. Juan
Solarte Álava, nuestra gratitud con Guillermo Cerón
Álava profesor de Literatura del Colegio San Luis Gonzaga
de Túquerres y con Gerardo Álava surgió
cuando el actuó como Director de Tránsito; y
nuestra admiración con la profesora María de los
Ángeles Garzón, Moreno cuando formaba con nosotros
los coros del Colegio Nacional San Luis Gonzaga. Y los
frecuentes encuentros con Don Ricardo Garzón Moreno
por aquello de ser amigo de la Familia. Con Eduardo Garzón
Bacca, tuve la oportunidad de compartir la educación
básica en el Colegio Nacional San Luis Gonzaga de
Túquerres y en nuestro desarrollo personal hemos tenido
reuniones frecuentes para hablar de las familias y nuestro
terruño.
La genealogía en esta época reviste de
mucha importancia, dado que las investigaciones realizadas por el
Proyecto Genoma Humano, se pueden aplicar a aquellas familias con
estirpes o datos genealógicos que demuestren un
patrón común.
En este caso nos referimos a los orígenes
europeos: español y Francés, los cuales dejan ver a
las claras los efectos fenotípicos que se han producido
por el cruce entre dos Etnias europeas y otras
etnias…
EL AUTOR.
CAPITULO UNO
ALGO SOBRE LA
GENEALOGIA
La Genealogía es una de las ciencias auxiliares
de la Historia que se ocupa del estudio del origen y descendencia
de linajes o estirpes a través de una realidad documental.
En este sentido podría decirse que se trata de una ciencia
exacta, ya que se basa en la autenticidad de documentos reales y
fiables.
Durante siglos, la genealogía fue una
práctica estrictamente reservada a la nobleza y las
familias ilustres. Mientras que las clases populares no se
preocupaban en absoluto de sus antepasados, los
aristócratas colgaban con orgullo, en un lugar preferente
de su residencia, ostentosos árboles genealógicos
que habían encargado a un especialista. No es sino hasta
mediados del siglo pasado, cuando la genealogía deja de
representar una búsqueda de honorabilidad, para
convertirse en una ciencia al alcance de cualquier clase social.
En la actualidad, Ella constituye una importante fuente de datos
para estudios psicológicos, biológicos,
genéticos e incluso médicos, además de ser
un hobby.
Veamos cómo se formaron los nombres; al principio
de la era romana, los ciudadanos recibían un nombre, sin
embargo poco después, llegaron a ser necesarios tres o
cuatro nombres para designar a una persona. En primer lugar
estaba el Phraenomen (nombre de pila), y después, el nomen
(nombre de tribu) o grupo del que descendían. Más
tarde cuando la sociedad se amplió y se
dividió en familias, fue necesario introducir el cognomen
(apellido o nombre de la familia. Por último, se
incorporó el agnomen, que hacia referencia a una
característica distintiva del individuo.
Sin embargo esta costumbre romana se perdió con
la invasión de los bárbaros, que impusieron el
empleo de un solo nombre. Esta tradición se mantuvo por lo
menos hasta el siglo IX, ya que no fue hasta el periodo
comprendido entre los siglos IX y XII cuando se formaron los
apellidos, los cuales se constituyen de un modo absolutamente
espontáneo y natural, ante la evidente necesidad de
distinguir e identificar a las personas en sociedades cada vez
más amplias.
Inicialmente, los apellidos no eran más que un
modo de distinguir, por ejemplo, a un Alberto de otro en un
pueblo en que había cuatro personas con el mismo nombre.
Solo después los apellidos se convirtieron en hereditarios
y se asemejaron a lo que son hoy en día.
Una manera fácil de diferenciar a unas personas
de otras ha sido a lo largo de la historia, su oficio, el cual se
trasmitía de padres a hijos, hecho que contribuyo a que el
apellido se hiciera también hereditario. Carbonero:
Carbonel; herrero: Herrera
Durante los siglos VII a X es frecuente el empleo de un
sobrenombre indicativo de una cualidad física,
psíquica o moral. En ocasiones esos nombres acabaron
convirtiéndose en apellidos, lo que facilitó la
aparición de apellidos como Grueso, Buenhombre, Calvo,
Abril, Manzano, Cabezas. En segundo lugar, por el orden de
aparición de los hijos, Segundo, cuartas, y
en tercer lugar por la similitud con ciertos animales,
Ruiseñor, Águila, Palomo, León.
En España, los apellidos se formaron a partir del
nombre del padre o del lugar de procedencia, así se formo
añadiendo la terminación ez al nombre de pila. Por
ejemplo, Martínez, hijo de Martín, Rodríguez
de Rodrigo, Benítez de Benito. En un pueblo, si alguien
vivía cerca de la montaña, Fernando del Monte,
cerca de un río, Alberto del Río, cerca de las
carboneras, Hernando Sánchez de Ahumada; cerca de un
castillo, Díaz del Castillo; en otras ocasiones el
apellido significaba la localidad de procedencia, como Burgos,
Salamanca y otras veces según el lugar que ocuparon en una
batalla, a Sánchez de Asiaín le cambiaron por
Moncayo por haber ganado la guerra en el monte del
Moncayo.
En el año de 1981 siendo profesor de la
asignatura de Genética en la Universidad de Nariño,
tuve la oportunidad de iniciar los primeros pasos en
Genealogía, la enseñaba como parte de los
ejercicios de Genética. Adquirida esta curiosidad, se
inició la recopilación de información
consultando como fuentes a los antepasados vivos, primeramente
los padres, tíos, parientes; basado en la
metodología de Family Search se incorporaron los datos
para formar los árboles genealógicos
pequeños y luego el tronco familiar. Fue necesario
consultar los archivos parroquiales de las Iglesias de San Juan
de Pasto, Yacuanquer, Tángua, Imués, Santa Ana,
Túquerres, Funes y La Florida.
ANTECEDENTES
HISTORICOS
El Túquerres urbano originalmente se
organizó con la presencia de los indios Pasto, mestizos y
colonos europeos. Sus ricos campos y suelos fortalecieron el
desarrollo de la agricultura, la ganadería, el mercadeo
con los pueblos de la costa y ya en los años 1950, el
contrabando le dio el desarrollo que buscaba, porque proliferaron
las tiendas y graneros
Fue el virrey Eslava quien gobernaba y ayudaba a
organizar el pueblo y se dice que en 1741 se fundó como
ciudad. Los españoles organizaron en 1730 una
sede que serviría como sitio de convergencia con Yascual y
Barbacoas especialmente. En 1752 se da a la nueva
población un régimen especial, como una
urbanización. Distribuida, con calles empedradas,
alcantarillados, plaza de mercado, barrios y otras necesidades de
la época. Además comprendía policía,
caballerizas, ejidos de la nueva ciudad, pilas de agua,
etc
Según los historiadores de la región
existen varias versiones sobre la fundación de
Túquerres, la primera de ellas asegura que fue obra del
Cacique Túquerres en el año 1447. La segunda
atribuye la fundación a unos religiosos que llegaron con
Sebastián de Belalcazar en 1536.
La tercera versión publicada por Fray Fernando de
Túquerres dice que fue fundada por Miguel de Muñoz
en 1541. En el año 1776 se conformó como
Corregimiento y en 1793 en Cantón. La provincia de
Túquerres se creó mediante ley 28 del 18 de junio
de 1864 con cabecera en el poblado del mismo nombre y en 1933 fue
erigido Municipio. Cuentan algunas historias que el primer
poblado fue constituido por los indígenas y se
asentó en los Arrayanes, sitio escogido por la fertilidad
de los suelos.
El desarrollo de este primer Túquerres fue
favorecido por el mercadeo y el comercio situado en sitios
estratégicos siempre ligado a otros pueblos Pasto de la
región. Los habitantes Pasto, del antiguo Túquerres
establecido en los Arrayanes y al mandato de su cacique huyeron
de la dominación Inca cuando éstos sometieron a los
Pasto y su fuga fue hacia Yascual, por caminos conocidos y
subterráneos que utilizaban para casos especiales y de los
cuales quedan vestigios, abandonando a los ancianos y enfermos,
según su costumbre.
Probablemente los indígenas conocían el
potencial aurífero de "Ascual", pero no se tiene noticias
de una concentración de población en el
caserío. El nombre "Ascual" significa "lombriz", por la
forma del lugar. La población fue fundada formalmente por
padres mercedarios; padres agustinos fundaron centros educativos
en impulsaron su progreso, cuando las minas se agotaron la
población entró en decadencia.
Según tradición oral, se dice que fue el
capitán Miguel Muñoz quien la bautizó con el
nombre de Villa de Túquerres y gestionó su
reconocimiento ante la Real Audiencia de Quito, mereciendo
así que se le reconozca como el fundador de la Villa. Don
Miguel Muñoz se estableció en este lugar, porque
encontró en estas tierras una cierta similitud a su tierra
Cantarria, provincia de Vizcaya (España), por esto y por
la organización comercial del mencionado lugar con la zona
tuquerreña se conoció a sus habitantes
"cantarranos".
El nombre de Túquerres puede derivar de:
Tucurris. – Cieza de León. Tuzaquer.
–Fernández de Piedrahita. Túzarris. –
Así lo nombra Mejía y Mejía Justino en su
Geografía Pastusa de la Fe. Táquerres.
Derivación de Túquerres, el cacique
que se asegura comandaba los pueblos nuclearizados en la
zona…
Fig.1.Túquerres antiguo años
1924
Antes de situar las tres familias en el escenario de su
vida, vamos a describir las condiciones ambientales y sociales de
Túquerres a su llegada a la ciudad. Las personas que
conocieron a Túquerres en la época de estos
acontecimientos solían describir la ciudad con tres
términos despectivos, Es una ciudad "Fría, Fea y
Fétida" de ahí se quedo el slogan de la ciudad de
las tres F. Y la verdad es que el primer apelativo no se puede
desconocer, una ciudad situada a más de 3000 metros de
altura tiene que ser fría, a no ser que a un Alcalde le
dé por hacer un decreto declarándola de clima
templado, sería el chiste más pastuso que
habría.
Sin embargo es una ciudad de un clima sano,
moderadamente no contaminada, su cielo aun conserva el azul claro
de aquellos tiempos. el verde de sus praderas y sus colinas y la
vista que impresiona mirando hacia el Oriente o al
sur, donde su verdor hace que la vista descanse y tengas una
sensación de paz y tranquilidad. Y para cualquier ser
humano que llegue de Europa, donde las inclemencias del tiempo en
invierno llegan a 10° grados bajo cero, llegar a
Túquerres en aquella época era un
paraíso.
Fig.2. Fotografía Túquerres
1940
El segundo calificativo, de que es Fea, ahora mismo No,
cuando miro su paisaje en horas de la mañana o en los
atardeceres la veo hermosa; pero si nos remontamos a los tiempos
de 1840 tiempo en el que se supone llegaron las estirpes de estas
tres familias, la cosa no era muy agradable, fotografías
de la época indican que sus casas eran de
construcción de Tapia y bareque, no estaban pintadas, muy
pocas encaladas; sin embargo las calles eran de relleno de grava
y arena, para evitar los lodazales y una que otra se
habían empedrado. Pero si había tiendas y almacenes
que vendían diferentes productos, recordemos
que los paños y telas entraban por Barbacoas, las vajillas
europeas se conseguían en almacenes de
Miscelanea
El tercer calificativo de Fétida, diría Yo
que: cuando llueve, la tierra mojada tiene un cierto olorcillo,
que no es fétido, pero si a eso le agregamos el
tránsito de Mulas y caballos de las recuas provenientes de
Barbacoas ,Quito y Pasto, no es nada raro que oliese a animal:
ahora Túquerres posee servicio de alcantarillado ,en
aquella época las casas tenían su inodoro en un
aljibe cavado en el patio y las aguas negras se tiraban a la
calle .Esto debió llamar la atención a los
inmigrantes:¡ aquí hay que transformar este pueblo y
modernizarlo! ,"hay que hablar con las autoridades locales
sería su pensamiento"
La sociedad de aquella época no era muy cerrada;
se daba la bienvenida a los recién llegados y las personas
procuraban que se instalara en el pueblo de la mejor manera
posible. Probablemente existían algunas casas de
inquilinato o tal vez hostales donde se rentaban
piezas.
Lo cierto es que quien se quedaba en Túquerres le
daba la Manigua, echaba raíces y no quería volver a
su País.
Así ocurrió con Don Julio Thomas un hombre
educado en Francia, que decidió sentar sus raíces
en este territorio, y como un hombre preparado,
Universitariamente, decidió compartir sus conocimientos
con la comunidad y en compañía de Don Simón
Rodríguez (Venezolano) decidieron establecer un centro
educativo en la ciudad de Túquerres y sus
hijos alcanzarían a participar de este proceso educativo,
con algunos de los niños de la comunidad
Tuquerreña.
Las ideas modernas de Don Julio fueron aprovechadas para
la explotación de la Quinina y de otros productos
naturales que abundaban por estas latitudes
De igual manera con Don Jose Maria Garzón Sarasty
quien tuvo que adaptarse a las formas de vida de la comunidad
tuquerreña, dedicarse a la agricultura intensiva para
surtir de productos a la zona de Barbacoas y de allí
surgir con su Familia para entroncar con los Thomas y los de
Alfonso Álava, que también llegaron por esa
época y decidieron dedicarse a la ganadería, a la
medicina y farmacia.
Las tres familias, observarían que
la única manera de salir del subdesarrollo sería
mediante la educación de sus proles ,razón por la
cual hombres y mujeres se esforzarían en participar en
este proceso. Recordemos que es esta época la
formación educativa era una Elite, únicamente los
más ricos enviaban a sus hijos a educarse a Quito o a
Popayán. La llegada de las monjas Betlemitas y de los
Hermanos Maristas a Túquerres, brindaría una
educación especializada, donde las mujeres
aprenderían artes y oficios y graduarse de Normalistas
superiores.
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