Trabajo de Profundización
de Literatura
Actualidad del
mito
- Primera parte.-
Actualidad del mito en el
film
- Establecer los paralelismos existentes entre la
tragedia de Sófocles y el film de Pier Paolo Pasolini;
vale decir, la representación de las acciones, el
objeto y el modo de imitación. - Comparar las secuencias de la historia entre el texto y la
película. - Paralelismo entre el mito en la
antigua Grecia y la
época contemporánea.
- Segunda parte.-
Actualidad del mito en la
narración de Borges
- Buscar la leyenda primitiva del
minotauro. - Averiguar la existencia real de
Apolodoro. - Observar la estructura
de la narración de Borges.
Actualidad del
mito
- Actualidad del mito en el
film
1. En la tragedia de
Sófocles la representación de las acciones, del
objeto y del modo de imitación es a partir del accionar de
los personajes; en la película también, pero con un
notable dominio de la
imagen sobre
el texto. Vale
decir, el paralelismo entre el texto y el
film se da fundamentalmente desde el punto de vista
visual.
El film de Pasolini empieza en Italia, en una
época contemporánea. Pero no es en un momento de
nuestra era al azar el que Pasolini elige como marco para dar
comienzo a su lectura de
Edipo, sino que se trata de un período político
particular: el fascismo. El
fascismo es
una doctrina política basada en el
establecimiento de un régimen autoritario y nacionalista
que se desarrollo en
mayor o menor medida en muchos de los países del mundo
occidental durante la primera mitad del siglo xx. Este entorno se
asocia a la figura autoritaria de Layo, el padre de Edipo, en la
tragedia griega. De la misma manera, se asocia a esta imagen el hecho
de que "el padre" de la película sea un soldado: es una
figura que emana autoridad, y
mucha, si consideramos el entorno en que se sitúa. Vemos
aquí el primer paralelismo entre el mito actual
que propone la película y la tragedia
griega.
En el film, tal como sucede en la tragedia, el padre
experimenta y cumple el deseo de deshacerse de su hijo, en un
acto de abuso de autoridad,
puesto que sólo los dioses pueden disponer de la vida de
otro humano, tanto para los antiguos griegos como para el hombre
contemporáneo. Los motivos que lo mueven a ello
aparentemente difieren en ambos casos: en la tragedia de
Sófocles se debe a la advertencia del oráculo,
mientras que en la película se debe al temor de verse
privado del amor de su
esposa. Sin embargo, si tenemos en cuenta cuál es la
predicción del oráculo en la tragedia griega (que
matará a su padre y hará el amor con su
madre), se hace evidente la similitud subyacente en este punto.
Es decir, podemos hablar aquí de otro paralelismo
importante.
Podemos destacar aún un tercer paralelismo de
cierta relevancia, cual es el encuentro de Edipo con la Esfinge.
Este paralelismo no es importante desde el punto de vista de lo
que ocurre, cosa que no sería notable que resulte similar,
tratándose de la misma historia, sino por cuanto
pone de manifiesto el carácter de Edipo. Es en esto
último en lo que se constituye el paralelismo que nos
interesa. En la película, Edipo vence a la esfinge
mediante el uso de la fuerza, a
diferencia de lo que ocurre en el texto de
Sófocles, donde la vence con el ingenio. Sin embargo, en
este encuentro se pone de manifiesto una rebeldía a
someterse, un dominio del deseo
en la
personalidad de Edipo. Pasolini nos muestra en este
accionar el carácter de Edipo, impulsivo e increpante. Es
este rasgo un agravante importante de su caída en
desgracia en la tragedia griega. Por eso, este encuentro
establece un fuerte paralelismo entre el Edipo de Sófocles
y la lectura que
hace del mismo Pasolini.
En cuanto a la relación de Edipo con Yocasta,
Creonte y Tiresias, resulta bastante similar en ambos casos; es
decir, salvo alguna pequeña diferencia que surja de la
particular lectura hace
Pasolini de la tragedia griega, las relaciones entre estos
personajes casi no presentan diferencias entre el texto y la
película. Podemos hablar luego de otro paralelismo en
referencia a este punto, aunque no resulta este de gran
importancia. Es que, como dijimos antes, no es notable que
asuntos como este resulten similares, ya que en definitiva se
trata de la misma fábula.
Podríamos explayarnos prolongadamente en este
punto para hacer referencia al sinnúmero de paralelismos
que se presentan entre el texto y la película. Sin
embargo, creemos los hasta aquí expuestos los más
interesantes de resaltar.
2. La serie de secuencias entre un texto y una
película nunca podría ser exactamente la misma,
puesto que, desde un principio, la naturaleza del
lenguaje
cinematográfico es intrínsecamente diferente de la
del lenguaje
literario. Esto, evidentemente, afectará la forma de
expresarse, y se constituirá en el motivo fundamental de
las diferencias entre el film y el texto.
La película desde un comienzo arranca con una
secuencia que no figura siquiera en la tragedia de
Sófocles: el nacimiento de Edipo. La ubicación
temporal y espacial de esta secuencia tampoco coincide con la de
la tragedia primitiva. Esto se debe en parte al motivo que
expusimos al principio y en parte al intento de contemporaneizar
el mito, implícito en la película. Esta secuencia
pronto empalma con el mito griego, cuya serie de secuencias, como
es predecible si tenemos en cuenta cómo comienza a
contarnos la historia Pasolini, se ve
alterada.
En el texto primitivo, la serie de secuencias es la
siguiente: una epidemia está haciendo estragos en la
ciudad de Tebas. Su rey, Edipo, quiere saber el crimen que ha
podido atraer de los dioses tan terrible castigo. A partir de
aquí, comienza a desarrollarse la historia de ese crimen, y
con ella la historia del propio Edipo,
hacia el pasado.
En la película, en cambio, y si
dejamos de lado las agregadas por Pasolini para dar forma a su
mensaje de universalidad temporal del mito, la serie de
secuencias se ve en cierto modo invertida: cuenta la historia de
Edipo en el orden cronológico en que los acontecimientos
se produjeron, y luego los empalma con la época
contemporánea, haciendo un sugestivo paralelismo, que es
un broche de oro a su magistral trabajo. Pero debemos notar que
esta diferencia no altera la esencia de la historia; se debe
simplemente, y como ya dijimos anteriormente, al mensaje de la
película y a la naturaleza
diversa de ambas clases de lenguajes.
3. Como mencionamos con anterioridad, la
película comienza en un lugar y un momento político
muy particular. Asociar este momento, tan contemporáneo a
nosotros, al régimen político de la antigua
Grecia es algo
que sin duda actualiza este mito de otros tiemos. No es casual
que Pasolini haya elegido este entorno para el nacimiento de su
Edipo, dando a entender que toda criatura recién nacida es
un mito en potencia. De
aquí en adelante, la película se adapta al mito
griego, de tal manera que sólo podemos hablar del
paralelismo metafórico que queda planteado con la
interesante escena inicial.
La siguiente escena con la que Pasolini nos obliga a
actualizar la concepción del mito antiguo y a transladarlo
a la época contemporánea es la relativa al
destierro. Según la lectura de
Pasolini, es un destierro que trasciende el tiempo y el
espacio. Nos plantea un Edipo Presente tanto en la antigua
Grecia como en
una nación contemporánea, tanto en los estratos
sociales más altos como entre las clases trabajadoras, en
las ciudades y en las zonas rurales. En definitiva nos habla de
un Edipo universal, presente en cualquier tiempo o lugar,
donde quiera que se pongan de manifiesto los sentimientos de
vinculación erótica del hijo con el padre del
sexo opuesto.
Su lectura, que
posee una evidente influencia de la teoría
freudiana, crea un muy sugestivo paralelismo de la tragedia
griega, escrita a cientos de años de nuestra época,
con nuestra vida diaria. Y resuelve esta lectura de
manera magistral, con el retorno de su Edipo al lugar en que
lahistoria comenzó a desarrollarse. "La vida termina donde
comienza", nos dice desde esta última escena el Edipo que
visualizó Pasolini.
- Actualidad del mito en la narración de
Borges
4. Denominamos mitología griega a la
serie de creencias y observancias rituales de los antiguos
griegos, cuya civilización se fue configurando hacia el
año 2000 a.C. Consiste principalmente en un cuerpo de
diversas historias y leyendas sobre
una gran variedad de dioses. La mitología griega se
desarrolló plenamente alrededor del año 700 a.C.
Por esa fecha aparecieron tres colecciones clásicas de
mitos: la
Teogonía del poeta Hesiodoto y la Iliada y
la Odisea del
poeta Homero.
La mitología griega tiene varios rasgos
distintivos. Los dioses griegos se parecen exteriormente a los
seres humanos y revelan también sentimientos humanos. A
diferencia de otras religiones antiguas como el
hinduísmo o el judaísmo, la mitología griega
no incluye revelaciones especiales o enseñanzas
espirituales. Prácticas y creencias también
varían ampliamente, sin una estructura
formal — como una institución religiosa de gobierno —
ni un código escrito, como un libro
sagrado.
Según la primitiva leyenda griega, el
minotauro era un monstruo con cabeza de toro y cuerpo de hombre. Era
hijo de Pasifae, reina de Creta, y de un toro blanco como la
nieve que el dios Poseidón había enviado al marido
de Pasifae, el rey Minos. Cuando Minos se negó a
sacrificar el animal, Poseidón hizo que Pasifae se
enamorara de él. Después de dar a luz al Minotauro,
Minos ordenó al arquitecto e inventor Dédalo que
construyera un laberinto tan intrincado que fuera imposible salir
de él sin ayuda. Allí fue encerrado el Minotauro y
lo alimentaban con jóvenes víctimas humanas que
Minos exigía como tributo de Atenas. El héroe
griego Teseo se mostró dispuesto a acabar con esos
sacrificios inútiles y se ofreció a sí mismo
como una de las víctimas. Cuando Teseo llegó a
Creta, la hija de Minos, Ariadna, se enamoró de él.
Ella lo ayudó a salir dándole un ovillo de hilo que
él sujetó a la puerta del laberinto y fue soltando
a través de su recorrido. Cuando se encontró con el
Minotauro dormido, golpeó al monstruo hasta matarlo,
salvando también a los demás jóvenes y
doncellas condenados al sacrificio haciendo que siguieran el
recorrido del hilo hasta la entrada.
El rey Minos, en la mitología griega, fue un
legendario soberano de Creta. Algunos escritores antiguos
identificaban a varios reyes con ese nombre, especialmente Minos
el Viejo y su nieto Minos el Joven, pero esta distinción
nunca aparece en los textos. Minos era hijo de Zeus, padre de los
dioses, y de la princesa Europa. Desde la
ciudad de Cnosos colonizó muchas de las Islas del Egeo, y
en general era considerado un gobernante justo. En la historia
más famosa sobre este personaje, Minos se negó a
sacrificar un toro. El dios Poseidón lo castigó por
hacer que su esposa Pasífae se enamorara del animal, de
quien engendró al MInotauro. De acuerdo con la leyenda
ática, Minos fue un tirano que tomó medidas severas
para vengar la muerte de
su hijo Androgeo a manos de los atenienses. A intervalos
regulares exigía de Atenas el tributo de siete
jóvenes y siete doncellas para ofrecerlos en sacrificio al
Minotauro. Posiblemente Minos encontró la muerte en
Sicilia y se convirtió entonces en uno de los jueces de
los muertos en el mundo infernal. Las leyendas
referidas a Minos tienen probablemente una base histórica
y reflejan la época en la que Creta dominaba en la
región del Egeo y algunas ciudades de Grecia
quedaron sometidas a los reyes de Cnosos.
Teseo en la mitología griega es el mayor
héroe ateniense, hijo de Egeo, rey de Atenas, o de
Poseidón, dios del mar, y de Etra, hija de Piteo, rey de
Trecén. A los 16 años, Teseo, que se había
educado en Trecén, fue a Atenas a reclamar a Egeo como su
padre. El joven decidió hacer el azaroso viaje por
tierra,
despejar el camino de bandidos y monstruos e infligir el mismo
tipo de muerte que
ellos habían dado a sus víctimas. Entre los
villanos a los que mató estaban Escirón, Sinis y
Procrustes.
Teseo llegó a Atenas con una espada y un par
de sandalias que Egeo había dejado a su hijo en
Trecén. Medea, la mujer de Egeo,
intentó envenenarlo, pero en cuanto Egeo reconoció
las prendas familiares, proclamó a Teseo su hijo y
heredero y desterró a Medea. Sus primeras aventuras
incluyen el encuentro con el Minotauro, un monstruo mitad
hombre, mitad
toro, que estaba encerrado en un laberinto del palacio de Minos,
rey de Creta. Con la ayuda de Ariadna, la hija de Minos, Teseo
mató al Minotauro y escapó del laberinto. A su
vuelta a Atenas, sin embargo, olvidó izar una vela blanca
que representaba su victoria sobre el Minotauro. Egeo, al ver una
vela negra, creyó a su hijo muerto y se arrojó
desde una altura rocosa al mar, que desde entonces se conoce como
mar Egeo.
Ariadna en la mitología griega era la hija de
Minos, rey de Creta, y de Pasifae, hija de Helios, el dios del
sol. El héroe Teseo fue a Creta desde Atenas con un
grupo de 14
jóvenes para matar al Minotauro, un monstruo mitad toro
mitad hombre que
estaba encerrado en los intrincados pasadizos del laberinto.
Cuando Ariadna vio a Teseo, se enamoró de él y se
ofreció ayudarlo si le prometía volver a Atenas y
casarse con ella. Ella le dio entonces un ovillo de hilo, que
había recibido de Dédalo, el inventor y
diseñador del laberinto. Sujetando un extremo en la puerta
y devanando el ovillo a medida que entraba en el laberinto, Teseo
encontró al Minotauro y lo mató. Así,
rebobinando el hilo, fue capaz de escapar de ese intrincado
lugar.
Llevando a Ariadna con ellos, Teseo y sus
compañeros se internaron en el mar hacia Atenas. En el
camino se detuvieron en la isla de Naxos. De acuerdo con una
leyenda, Teseo abandonó a Ariadna, zarpando mientras ella
estaba durmiendo en la isla; el dios Dioniso la encontró y
la consoló. De acuerdo con otra leyenda, Teseo dejó
a Ariadna en tierra para
que se recuperara del mareo mientras él volvía al
barco donde necesitaba hacer algunos trabajos. Un fuerte viento
lo arrastró a altamar. Cuando finalmente pudo volver,
descubrió que Ariadna había muerto.
5. Es recurrente en la producción literaria de Borges la
aparición decitas que no son tales. Es decir, es frecuente
que Borges invente
autores y les adjudique citas de su propia creación. Por
eso resulta conveniente averiguar la existencia real del autor
que cita al comenzar su relata. En este caso hace referencia a
"Apolodoro".
Apolodoro vivió a finales del siglo V a.C., y
fue pintor ateniense conocido como Skiagraphos (el pintor de las
sombras). Mediante una magistral utilización de luces y
sombras acentuó la perspectiva y el modelado de las
figuras para crear la ilusión de espacios
tridimensionales. Sus innovaciones fueron posteriormente
desarrolladas por Zeuxis. Ninguna de las obras de Apolodoro ha
llegado hasta nuestros días.
Parece sin embargo poco probable que la cita que
Borges realiza
sea realmente de este personaje de la historia. Por eso
realizamos una investigación más profunda al
respecto. Lo que descubrimos fue la existencia de otra persona del mismo
nombre en la Edad Antigua, al que parece mucho más
apropiado adjudicarle esta cita. Según la información que logramos recabar, Apolodoro
fue un erudito griego del siglo II antes de Cristo.
Discípulo de Austrarco, fue el supuesto autor de la
biblioteca de
Apolodoro, obra de importante valor
documental para el estudio de la mitología
griega.
6. Estructuralmente hablando, la
narración de Borges consta de
dos partes, asociada cada una a un tipo de narrador. En la
primera parte, la más prolongada, el relato está
narrado en primera persona. En la
parte final, se trata en realidad sólo de unas
líneas, hay un narrador omnisciente, que relata el fin de
la existencia del primer narrador/protagonista. Este segundo
narrador, sin embargo, se ve prefigurado ya en las primeras
líneas del relato, en en una nota aclaratoria de la
narración que hace el propio Asterión. Esta es, muy
simple, la estructura del
cuento.
Borges es una de las figuras literarias más
importantes e innovadoras de nuestro siglo. A lo largo de toda su
producción creó un mundo
fantástico, metafísico y totalmente subjetivo. Su
obra es exigente con el lector y de no fácil
comprensión, debido a la simbología personal del
autor. En el caso del relato que estamos analizando (La casa de
Asterión, El Aleph, 1949), utiliza el recurso de hacer
hablar al minotauro en primera persona. Este
recurso literario, libre fluir de la conciencia, es de
por sí algo muy moderno, toda una innovación, pero no la única
particularidad del cuento. De
este monólogo interior el narrador infiere que
Asterión es sólo un monstruo aparente, en realidad
mucho menos monstruoso que los propios hombres, que lo asustan,
lo segregan, lo condenan por su deformidad y lo
encierran.
Pero como dijimos antes, no es la única
característica peculiar en este relato. A
través de su discurrir interno el lector también
puede adivinar en el minotauro un niño que juega, y esto
le permite a Borges desplegar otro de sus recursos
habituales, cual es el desdoblamiento del yo: el juego de
Asterión en su exilio de la sociedad es que
es "yo" y "otro yo".
En cuanto a la ubicación temporal y espacial
del relato, existe en este aspecto una premeditada
indeterminación. No hay referencias claras a un momento o
a un espacio determinado. Pero se trta de otro de los recursos
recurrentes en la obra de Borges, que arranca de la
condición humana como centro y divaga sobre el tiempo, el
destino y la muerte, no
de una manera lineal, sino entre serpenteantes lberintos y
teniendo siempre un trasfondo filosófico. Para el caso de
este cuento, el
laberinto de la mente que habitualmente plantea resulta
más literal, dado el mito que eligió tratar, dando
actualidad al mismo. Porque esto es lo que logra en definitiva
con este tratamiento tan particular: actualizar y universalizar
el mito del minotauro.
Finalmente, en referencia al personaje central de la
narración, Asterión, el minotauro, se ve planteado
muy tierno y lleno de emociones. El
resultado es una narración muy humanizada de la antigua
leyenda, lo mismo que logra Pasolini con su lectura de
Edipo Rey.
Desmistifica al legendario monstruo y devela a los verdaderos
monstruos: los hombres, tan decadentes que lo condenan por sus
diferencias e incluso se matan entre ellos en nombre de
él. En este minotauro que Borges nos presenta podemos
adivinar incluso algunos rasgos autobiográficos. Varios
lectores de su obra creen que nos habla, si tenemos en cuenta la
dedicatoria del cuento, de un
estado de
ánimo personal..
Además, describiendo su producción literaria, el propio autor
escribió: "No soy un pensador ni un moralista, sino
solamente un hombre de
letras que refleja en sus escritos su propia confusión y
el respetado sistema de
confusiones que llaman filosofía, en forma de literatura".
Este cuento es un
claro ejemplo del universo
borgiano, inquietante y escéptico sobre la realidad de las
cosas.
Bibliografía
- "La casa de Asterión", El Aleph
1949. - "Minotauro", Enciclopedia Microsoft® Encarta® 99. © 1993-1998
Microsoft
Corporation. Reservados todos los derechos. - "Mitología griega", Enciclopedia Microsoft® Encarta® 99. © 1993-1998
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Reservados todos los derechos. - "Apolodoro", Enciclopedia Británica®
1992 - "Pasolini, Pier Paolo", Enciclopedia
Microsoft® Encarta® 99. © 1993-1998 Microsoft
Corporation. Reservados todos los derechos. - "Edipo", Enciclopedia Microsoft® Encarta®
99. © 1993-1998 Microsoft Corporation. Reservados todos
los derechos. - "Edipo, Complejo de", Enciclopedia Microsoft®
Encarta® 99. © 1993-1998 Microsoft Corporation.
Reservados todos los derechos. - "Jorge Luis
Borges", Enciclopedia Microsoft® Encarta® 99.
© 1993-1998 Microsoft Corporation. Reservados todos los
derechos.
Trabajo realizado por:
Carolina Ortino
Cecilia Lopez Gapa
Enviado por:
Fernando Mantero