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Trastornos al comer: Anorexia y Bulimia nerviosa




Enviado por latiniando



    • ¿Qué son los trastornos del
      comer?
    • ¿Quién contrae los trastornos del
      comer?
    • ¿Qué causa los trastornos del
      comer?
    • ¿Qué tan serios son los
      trastornos del comer?
    • ¿Cuáles son los síntomas
      de los trastornos del comer?

    ¿Qué son los
    trastornos del comer?

    Los trastornos del comer son enfermedades conductuales
    devastadoras producidas por una compleja interacción de
    factores, que pueden incluir trastornos emocionales y de la
    personalidad, presiones familiares, una posible sensibilidad
    genética o biológica y el vivir en una cultura en la
    cual hay una sobreabundancia de comida y una obsesión con
    la delgadez.

    Los trastornos del comer generalmente se
    categorizan como bulimia
    nerviosa y anorexia
    nerviosa. Bulimia
    nerviosa, que es más común, describe un ciclo de
    atascamiento y de purgación. Anorexia
    nerviosa es un estado de
    inanición (hambre) y emaciación, que puede ser
    realizado con seguir una dieta severa o con purgar. (Una tercera
    categoría nueva, atascamiento – el comer compulsivo y
    excesivo- sin purgación, no se trata aquí pero
    puede encontrarse en el informe de
    Well-Connected sobre La Obesidad).

    Bulimia y anorexia
    comparten características comunes -la depresión, la
    ocultación y una obsesión con la pérdida de
    peso -, pero difieren en gravedad, rasgos de personalidad y
    en otros factores. Estos no son trastornos nuevos. Las
    descripciones de autoinanición se han encontrado en
    redacciones medievales y anorexia
    nerviosa fue definida por primera vez como un problema
    médico en 1873.

    Bulimia Nervosa. Bulimia nerviosa
    generalmente empieza a principios de la
    adolescencia
    cuando las mujeres jóvenes intentan las dietas
    restrictivas, fracasan y reaccionan con atascarse (comer mucho).
    En respuesta a atascamientos, los pacientes se purgan mediante el
    tomar de laxantes, pastillas para la dieta o medicamentos para
    reducir los líquidos, o inducen el vómito.
    Pacientes también pueden revertir a la dieta severa, lo
    cual regresa al ciclo de atascamiento si el(la) paciente no pasa
    a convertirse en anoréxica(o). Los atascamientos del comer
    promedian cerca de 1,000 calorías pero pueden ser tan
    altos como 20,000 calorías o tan bajos como 100. Los
    pacientes diagnosticados con bulimia tienen
    cerca de 14 episodios de atascamiento-purgación por
    semana. En general, las personas con bulimia tienen
    un peso corporal de

    nivel normal-alto, pero éste puede fluctuar
    por más de 10 libras debido al ciclo de
    atascamiento-purgación.

    Anorexia Nervosa.

    Personas con anorexia
    nerviosa se vuelven enflaquecidas al punto de inanición,
    perdiendo por lo menos 15% a un máximo de 60% del peso
    corporal normal. Las motivaciones primarias de su repulsa para el
    comer son un temo abrumador de estar sobrepeso junto con una
    imagen
    distorsionada de sus propios cuerpos. Aún cuando se
    vuelven enflaquecidas, las mujeres con anorexia a menudo
    todavía están convencidas de que están
    sobrepeso. Los alimentos se
    convierten en el enemigo; un investigador describe la anorexia
    como la fobia del peso. La mitad de estas pacientes reducen sus
    pesos al restringir severamente sus dietas y se conocen como
    anoréxicas restrictoras; la otra mitad, las pacientes
    anoréxicas bulímicas, mantienen la
    emaciación a través de la purgación. Aunque
    ambos tipos son graves, el tipo bulímico, que impone
    estrés adicional a un cuerpo desnutrido, es el más
    dañoso. El tabaquismo y los
    ejercicios compulsivos son otros riesgos que a
    menudo son parte de esta condición.

    ¿Quién contrae los trastornos del
    comer?

    Sexo y edad.

    La estimación de la prevalencia de ambas
    bulimia y
    anorexia en los Estados Unidos
    fluctuan de 2% a 18%. La gran mayoría de pacientes – cerca
    de 90%- son mujeres. Aunque sólo 10% de adultos con
    anorexia son hombres, sus números están
    incrementando; en los niños, 25% son niños.
    Factores de riesgo para
    hombres, incluyendo un autoestima
    pobre y un incidencia más alta de lo normal de los abusos
    físico y sexual durante la niñez, son similares a
    los factores de riesgo para
    mujeres. Contrario a la opinión popular, la homosexualidad
    no es un factor de riesgo. Los
    hombres son más aptos para ocultar un trastorno del comer
    que las mujeres, haciendo el tratamiento más
    difícil porque la enfermedad puede estar bien avanzada
    cuando se diagnostique. También puede ser no reportada lo
    suficiente. Es más, un estudio sobre hombres mayores de
    edad encontró que un 11% tenían alguna forma de
    trastornos del comer que dio lugar a la
    malnutrición.

    Estimaciones de la prevalencia de bulimia
    nerviosa entre mujeres jóvenes varían de 4% a 10%.
    Algunos expertos contienden que éste problema es sumamente
    subestimado porqué muchas personas con bulimia son capaces
    de ocultar sus purgaciones y no se vuelven perceptiblemente
    enflaquecidas. Bulimia con frecuencia es diagnosticada
    después de la edad de 18 años. Bulimia ha
    incrementado a un paso más rápido que anorexia a
    través de los últimos

    cinco años.

    Anorexia nerviosa es la tercera enfermedad
    crónica más común en mujeres adolescentes y
    se estima que ocurrirá en 0.5% a 3% de todos los adolescentes.
    Generalmente ocurre en la adolescencia,
    aunque todos los grupos de
    edades

    son afectados, incluyendo ancianos y niños
    tan pequeños como de seis años. Una encuesta
    reciente de estudiantes en quinto y sexto grado reportó
    que 73% de las niñas y 43% de los niños
    querían estar más delgados y 10% del
    grupo

    expresó actitudes
    desordenadas hacia el comer. Entre los mediados de los 1950's y
    los 1970's, la incidencia de anorexia incrementó por casi
    300%. Indicaciones, sin embargo, muestran que la taza puede estar
    estabilizándose.

    Geografía y etnicidad. Los
    trastornos del comer no se limitan a los Estados Unidos;
    las tazas son comparables en otro países
    desarrollados.

    Por ejemplo, mujeres noruegas tienen un riesgo de toda la
    vida de 1.6% para bulimia y 0.4% para anorexia. Trastornos del
    comer son raros en países menos desarrollados. Cerca de
    94% de las personas con anorexia son blancas. Cuando aparece en
    las poblaciones no blancas, no existen diferencias en las
    características de la enfermedad. Vivir en la ciudad es un
    factor de riesgo para
    bulimia pero no para anorexia.

    Atletas y bailarines.

    Las atletas y las bailarinas femeninas se
    enfrentan con un gran riesgo para la anorexia. El éxito
    actual en el ballet, por ejemplo, depende del desarrollo de
    un cuerpo flexible y sumamente esbelto. En atletismo, las
    mujeres en los deportes

    de "apariencia", incluyendo la gimnasia y el
    patinaje de formas (figure skating), y los deportes de resistencia como
    las carreras y las carreras a campo traviesa están en un
    riesgo particular. Las estimaciones para los episodios de los
    trastornos del comer entre tales atletas corren tan altos como
    60% a 70%. Tales personas firmemente competitivas generalmente
    son perfeccionistas, un rasgo común entre las personas con
    trastornos del comer. Esta lucha por la

    mejora constante aparece en sus hábitos
    dietéticos así como en sus desempeños
    atléticos o del baile. La anorexia también pospone
    la pubertad, haciendo que las atletas femeninas jóvenes
    retengan una forma muscular de niño, o sea sin la
    acumulación normal de los tejidos grasosos
    en los senos y en las caderas, lo cual puede mitigar su borde
    competitivo. Los entrenadores y los maestros a menudo multiplican
    el problema al alentar una cuenta de calorías y
    pérdida de los tejidos grasosos
    y al excesivamente controlar las vidas de los atletas. Algunos
    son hasta abusivos si sus atletas se pasan del límite de
    peso y los humillan en frente de los demás miembros del
    equipo o les imponen castigos.

    El problema en los deportes, así como en otras
    áreas de la cultura,
    existe principalmente en las mujeres. Los hombres a riesgo
    parcial para una dieta excesiva incluyen los luchadores y los
    remeros de peso pluma.

    Aunque los atletas masculinos pueden seguir una
    dieta tan restrictivamente como las mujeres durante una temporada
    de deportes, los
    hombres son más aptos para resumir los modelos de
    comer normales una vez que la temporada haya
    concluido.

    ¿Qué causa los
    trastornos del comer?

    Causas que provocan los trastornos del
    comer
    .

    No hay una causa única de los trastornos
    del comer. Un número de factores, incluyendo las presiones
    culturales y familiares, los desajustes químicos y
    emocionales y los trastornos de la
    personalidad, colaboran como gatillos para ambas la anorexia
    y la bulimia, aunque cada tipo de trastorno es determinado por
    diferentes combinaciones de estas influencias.

    Tipos de trastornos de la
    personalidad. Las personas con trastornos del comer comparten
    ciertos rasgos: tienen miedo de perder el control y de
    engordar y tienen una autoestima
    baja. Tanto personas con anorexia como personas con bulimia
    tienden tener dificultad identificando y comunicando sus emociones.
    Estudios indican que mujeres con trastornos del comer tienen
    menos interés en el sexo que la
    población general y que mujeres anoréxicas
    también eran menos probables de estar involucradas en una
    relación íntima. Aunque los resultados son
    polémicos, algunas investigaciones
    han encontrado dos tipos de trastornos de la
    personalidad entre los subgrupos de las personas con
    anorexia.

    Algunos estudios definen a cerca de una tercera
    parte de los anoréxicos restrictores como "personalidades
    evasivas". Las personas con anorexia tienden ser perfeccionistas
    y estar inhibidas emocionalmente y sexualmente. También
    con frecuencia tienen una reducida vida de fantasía
    (sexual) que las personas con bulimia o sin trastornos del comer.
    Rara la vez se rebelan y son percibidas generalmente como siempre
    siendo "buenos". Una experta describió a una de sus
    pacientes como careciendo completamente un sentido de sí –
    mucho más allá de un autoestima
    baja. Por que carecen un sentido fuerte de identidad,
    personas con anorexia son sumamente sensibles al fracaso y toda
    crítica – no importa qué tan leve sea – refuerza su
    propia creencia de que "no son buenos". Un ejemplo trágico
    de esta personalidad
    es el de la gimnasta de clase mundial Christy Heinrich. En el
    momento en que estaba alcanzando su nivel de desempeño
    máximo, un juez casualmente indicó que Heinrich
    estaba "demasiado gorda para entrar al equipo Olímpico de
    gimnasia".
    Christy pesaba 93 libras en aquel momento y medía 4 pies
    10 pulgadas. Según sus amigos y familia, ese
    único comentario la obsesionó y la condujo a seguir
    una dieta severa de la cual nunca se recuperó.
    Después de que su peso bajó a 47 libras durante el
    transcurso de cuatro años, Christy se murió debido
    a una falla de muchos órganos.

    Alcanzando la perfección, con todo lo que
    implica, equivale a siendo amado. Para la persona con
    anorexia esto significa volviéndose libre de problemas y
    necesitando nada (incluyendo la comida). Como parte del equipaje
    de la perfección está una imagen ideal de
    delgadez que nunca podrá ser atendida, porque la persona con
    anorexia nunca se verá perfecta. Cuando el fracaso
    inevitable llega, como lo hará cuando el paciente
    anoréxico fracase en alcanzar la perfección y
    entonces el amor y la
    aprobación total y absoluta de su familia y amigos,
    éste proceso se
    convierte en un acto de venganza silenciosa: "¿Ven? Estoy
    desapareciendo lentamente y ustedes estarán muy triste
    cuando ya no esté".

    En contraste, sin embargo, casi 40% de las
    personas que tienen anorexia bulímica – quiénes
    pierden peso con atascarse y purgarse – son personalidades
    dudosas. Tales personas tienden tener estados de ánimo,
    modelos de
    pensamiento,
    comportamiento
    y autoimágenes inestables. No pueden estar solas y exigen
    la atención constante. Las personas con personalidades
    dudosas se han descrito como causar caos a sus alrededores
    mediante el uso de armas emocionales
    como berrinches, amenazas de suicidio e
    hipocondría. Idealizan a las personas y a menudo son
    decepcionadas y rechazadas. Una investigación ha indicado
    que la gravedad de este trastorno de la
    personalidad predice la dificultad en tratar bulimia y puede
    ser más importante que la presencia de
    los

    problemas psicológicos, como la
    depresión.

    Trastornos psicológicos. Los trastornos del
    comer con frecuencia están acompañados por la
    depresión, trastornos de la ansiedad o ambos. Si la
    depresión o la ansiedad son causas o resultados reales de
    la anorexia es polémico. Han sido limitados los estudios
    sobre la relación entre los trastornos psicológicos
    y la anorexia. La mayoría simplemente informa sobre la
    aparición de problemas
    psicológicos si están presente cuando el trastorno
    de comer ha sido diagnosticado.

    Las personas con anorexia a menudo experimentan
    trastornos de ansiedad, incluyendo fobias y el trastorno
    obsesivo-compulsivo (OCD, obsessive-compulsive disorder). Cerca
    de 25% de pacientes con anorexia tienen fobias sociales – el
    temor de ser escrutado y humillado públicamente. Sin
    embargo, son aún más propensos al trastorno
    obsesivo-compulsivo. Un estudio sobre OCD informó que
    ocurría en un 83% de pacientes anoréxicos aunque
    otros estudios han encontrado una tasa mucho menor. Las
    obsesiones son imágenes mentales, pensamientos o ideas
    recurrentes o persistentes, que pueden dar lugar al comportamiento
    compulsivo – un comportamiento
    repetitivo y rígido y rutinas autoprescritas que son
    concebidas para prevenir la manifestación de la
    obsesión. Mujeres con anorexia pueden volverse
    obsesionadas con el ejercicio, el estar a dieta y con la
    comida.

    A menudo desarrollan rituales compulsivos por
    ejemplo pesando cada pedacito de comida, cortándola en
    pedazos diminutos, o poniéndola en envases
    pequeños. Aunque pueden reconocer que estos pensamientos
    obsesivos y modelos de
    comportamiento
    ritualizados no tienen sentido y que son excesivos y hasta
    peligrosos, no pueden detenerlos a pesar de sus esfuerzos
    estrenuos para ignorar o suprimir estos pensamientos y acciones.

    Entre un 40% a un 80% de todos los pacientes con
    trastornos del comer experimentan la depresión. Algunos
    expertos reclaman que la depresión no desempeña una
    función causal, particularmente en la anorexia, porque los
    trastornos del comer rara la vez se curan cuando la
    medicación antidepresiva se da como el único
    tratamiento y la gravedad del trastorno del comer no se
    correlaciona con la gravedad de ninguna depresión
    existente. Además, la depresión a menudo mejora
    después de que los pacientes anoréxicos empiezan a
    subir de peso. Por otro lado, estudios han descubierto cantidades
    bajas de ciertos neurotransmisores – mensajeros químicos
    en el cerebro – en
    algunas personas con anorexia y
    bulimia severa, que permanecen bajas
    incluso

    después de que han recuperado el peso.
    Niveles reducidos de estos neurotransmisores, la serotonina y la
    norepinefrina, también se encuentran en las personas con
    depresión y las anormalidades de la serotonina se ven en
    las personas con el trastorno obsesivo-compulsivo. Un enlace
    interesante es el carácter estacional; el mes de apogeo
    para el inicio de la anorexia es mayo, el cual es también
    el mes de apogeo para el inicio de la depresión y para el
    suicidio.

    Si en realidad causan o no los trastornos del
    comer, la ansiedad y la depresión hacen a una persona
    más susceptible a los sentimientos de autoestima
    baja, que con certeza contribuyen al desarrollo de
    los trastornos del comer.

    Influencias culturales. La
    autoinanición ha sido observada en muchas culturas y a
    través de la historia, y algunos expertos
    de Asia han sugerido
    que médicos y psiquiatras occidentales no deben limitar
    sus pensamientos sobre los motivos psicológicos de
    anorexia a un simple miedo de aumentar de peso. La
    cuestión

    puede correr mucho más profunda. Sin
    embargo, las presiones socioculturales occidentales sin duda
    desempeñan una función principal en el
    desencadenamiento de muchos casos tanto de anorexia como de
    bulimia nerviosa. Cuando uno incluye el atascamiento que conduce
    a la obesidad como
    un tercer trastorno del comer, se vuelve indiscutible que el
    comportamiento
    insalubre del comer es epidémico en los Estados Unidos.
    Una profusión de anuncios propagan programas para la
    reducción de peso, mientras que otros venden
    cusquerías (comidas insalubres como comidas grasosas,
    papitas , golosinas, etc.) y propagan una vida
    sedentaria.

    La ropa está diseñada y modelada
    para cuerpos delgados a pesar del hecho de que pocas mujeres
    pueden usarlas con éxito. Las mujeres jóvenes
    más a riesgo de estas presiones culturales son aquellas
    cuyos sentidos de autoestima se
    basan en la aprobación externa y en la apariencia
    física, pero pocas mujeres son

    inmune a estas influencias. Un estudio en Carolina
    del sur informó que dos terceras partes de los estudiantes
    de escuela
    secundaria estaban a dieta, aunque sólo 20% en realidad
    estaban sobrepeso. Otros estudios informan que un 79% de mujeres
    estudiantes de universidades se han atascado y que más de
    la mitad de las mujeres en los Estados Unidos
    están a dieta. En un estudio de cómo niñas
    comían antes y después de la pubertad, las
    niñas más jóvenes comían cantidades
    de comidas apropiadas a sus pesos corporales, estaban satisfechas
    con sus cuerpos y la depresión estaba asociada con un
    consumo de
    comida menor. Después de la pubertad, las niñas
    comían casi tres cuartas partes de la comida recomendada,
    tenían una autoimagen más pobre y la
    depresión incrementaba con consumos de comida mayores.
    Estas no eran niñas con trastornos del comer, pero el
    estudio indica como esta edad vulnerable puede hacer los adolescentes
    susceptibles a los factores que causan los trastornos del
    comer.

    Influencias familiares. Es evidente a
    muchos expertos que los factores emocionales negativos en
    la familia u
    en otras relaciones íntimas desempeñan una
    función principal en el desencadenamiento y
    perpetuación de los trastornos del comer. Algunos estudios
    han encontrado que las madres de anoréxicos tienden estar
    demasiado involucradas en la vida de sus hijos, mientras que las
    madres de bulímicos son criticonas y desinteresadas.
    Aunque las madres pueden tener una influencia fuerte en sus hijos
    con trastornos del comer, los estudios también han
    indicado que los padres y los hermanos que también son
    excesivamente criticones puede desempeñar una
    función principal en el desarrollo de
    anorexia en las niñas. Un estudio sugiere que las
    personas

    que tienen una imagen
    distorsionada de sus cuerpos son más probables de haber
    carecido de afecto físico cuando niños. Mujeres con
    trastornos del comer tienen una incidencia mayor de abuso sexual
    que la población general pero no más alta que
    personas con el trastorno de depresión. (Un estudio
    reportó, sin embargo, que entre 22% y 30% habían
    sufrido abuso sexual).
    Personas con bulimia pueden ser más probables de tener una
    historia familiar
    del abuso de sustancias que personas con anorexia o sin
    trastornos del comer.

    Anormalidades pituitarias y del
    hipotálamos. Algunas investigaciones
    están concentrándose en la interacción entre
    el sistema
    neurológico y el aparato endocrino, u hormonal, de
    personas con trastornos del comer. Las anormalidades
    neuroendocrinas pueden estar relacionadas con el desarrollo de
    trastornos del comer en algunas personas. De interés
    específico es un área del cerebro conocido
    como el hipotálamo, el cual reglamenta la glándula
    pituitaria, a veces conocida como la glándula maestra
    debido a su importancia en coordinar los sistemas
    nerviosos y hormonales. Estudios informaron que las personas con
    daño en el hipotálamo tendían tener
    síntomas de anorexia. Anormalidades del hipotálamo
    parecen causar una mayor

    producción de las hormonas
    esteroideas relacionadas con el estrés, que a la vez
    bloquean el neuropéptido químico Y, un estimulante
    potente en la respuesta a la alimentación, que es reducido
    en las personas con anorexia.

    El sistema
    hipotálamo-pituitario también es responsable de la
    producción de hormonas
    reproductivas importantes que son agotadas severamente en la
    anorexia, dando lugar a la cesación menstrual. Aunque
    muchos expertos argumentan que estas anormalidades reproductivas
    son un resultado de la anorexia, otros han informado que en 30% a
    50% de personas con anorexia, las perturbaciones menstruales
    ocurrieron antes de que la malnutrición severa haya
    ocurrido y permanecieron un problema por mucho tiempo
    después del aumento de peso. Esta se considera evidencia
    de que un problema hipotálamo-pituitario precede el
    trastorno mismo.

    Problemas alrededor del nacimiento. En algunas
    personas con anorexia, había una alta incidencia de
    problemas
    durante el embarazo de la
    madre o después del nacimiento que puede haber
    desempeñado una función en el desarrollo
    posterior de los trastornos del comer. Estos problemas
    incluyen infecciones, traumas físicos, crisis
    convulsivas, bajo peso al nacer y una edad materna mayor. Las
    personas con anorexia a menudo tenían problemas del
    estómago e intestinales a edades muy
    tempranas.

    Factores
    genéticos.

    Parece que hay un riesgo hereditario tanto para
    bulimia como para anorexia. La anorexia es 8 veces más
    común en las personas que tienen parientes con el
    trastorno, pero los expertos no saben precisamente lo qué
    el factor heredado puede ser. Muchos anoréxicos tienen un
    metabolismo
    más rápido que las personas normales, quizás
    dificultando más el subir de peso. Esta propensión
    genética hacia la delgadez acompañada de factores
    culturales y psicológicos podría predisponer a
    algunas personas a desarrollar anorexia. Algunos expertos creen
    que las personas anoréxicas heredan una cantidad
    extraña de narcóticos naturales llamados opioids,
    los cuales son descargados en condiciones de inanición y
    que promueven una adicción al estado de
    hambre. Otros rasgos hereditarios que pueden contribuir al
    desarrollo de anorexia pueden ser un trastorno de la personalidad
    común, una vulnerabilidad a un trastorno emocional como la
    depresión o el trastorno obsesivo-compulsivo, o una
    propensión para la obesidad que
    puede promover una dieta compensatoria.

    Causas que perpetúan a Bulimia
    Nervosa.

    Las respuestas físicas al atascamiento o
    dietas restrictivas pueden ser parcialmente responsables por este
    ciclo insidioso y perpetuo. Algunos expertos creen que el
    metabolismo se
    adapta al ciclo bulímico de atascamiento y
    purgación mediante la desaceleración, de ese modo
    aumentando el riesgo de aumentar de peso y perpetuando el
    proceso. El
    proceso de
    vomitar y el uso de los laxantes puede estimular la
    producción de opioids naturales – narcóticos en el
    cerebro que
    causan una adicción al ciclo bulímico. Otros
    investigadores creen que las personas con bulimia tienen una
    cantidad baja de serotonina, un producto
    químico en el cerebro que
    reduce la depresión y el estrés. El comer dulces
    aumenta la serotonina, de ese modo causando una dependencia
    psicológica en el aspecto atascador de
    bulimia.

    Causas que perpetúan a la anorexia
    nerviosa
    . Respeto y estima
    de los compañeros. Una vez que el proceso del
    estar a dieta haya resultado en la

    emaciación, es sumamente importante no
    subestimar el sentido y nivel de logro como factores primarios
    que perpetúan estos problemas insidiosos. La
    pérdida de peso trae un sentido de triunfo sobre la
    impotencia. En el país donde la obesidad es
    epidémica, mujeres jóvenes que logran la delgadez
    creen que han realizado una victoria cultural principal al
    superar las tentaciones de los cusquerías mientras que, al
    mismo tiempo, copian
    las imágenes corporales idealizadas por los medios de
    comunicación. Este sentido de logro a menudo es reforzado
    por la envidia de las amigas más pesadas que perciben a
    las pacientes de anorexia ser emocionalmente más fuertes y
    sexualmente más atractivas que ellas. Efectos de la
    inanición. El hambre intensifica la depresión. Este
    deterioro en el estado de
    ánimo puede reducir aún más los sentidos de
    autoestima y confianza, aumentando la necesidad de renovar la
    vigilancia sobre el control de peso,
    por lo tanto perpetuando el ciclo. La inanición
    también puede dar un sentido falso de plenitud debida a la
    actividad reducida del estómago, haciéndolo cada
    vez más y más fácil para no
    comer.

    ¿Qué tan serios
    son los trastornos del comer?

    Complicaciones de bulimia nerviosa sin
    anorexia.

    Problemas médicos. Hay pocos problemas
    principales de salud para las mujeres
    bulímicas que mantienen su peso normal y no llegan a ser
    anoréxicas. La erosión de los dientes, las caries y
    los problemas de las encías son comunes debido al comer de
    dulces. Los episodios bulímicos también pueden
    resultar en la retención de agua e
    hinchazón y en inflamación abdominal.
    Ocasionalmente, el proceso de
    atascamiento-purgación da lugar a la pérdida de
    líquidos y a niveles bajos de potasio, lo cual puede
    causar debilidad extrema y casi
    parálisis;

    esto se revierte cuando se administra el potasio.
    Niveles de potasio peligrosamente bajos pueden resultar en un
    ataque cardíaco. Incidentes de rupturas de una de las
    tuberías del esófago debido al vomitar forzado se
    han

    asociado con dolores agudos del estómago y
    hasta con la ruptura del esófago, o tubería
    alimentaria. Problemas psicológicos y comportamiento
    auto-destructor. Las mujeres con bulimia son propensas a la
    depresión y se encuentran también en peligro de los
    comportamientos impulsivos peligrosos, como la cleptomanía
    y la promiscuidad sexual. El uso indebido del alcohol y de
    las drogas es
    más común en las personas con bulimia que en la
    población general. En un estudio de mujeres
    bulímicas no anoréxicas, 33 abusaban del alcohol y un
    28% abusaban de las drogas, con
    un 18% tomando dosis excesivas retiradamente. La cocaína y
    las anfetaminas son las drogas
    abusadas con mayor frecuencia por mujeres con bulimia. En el
    mismo estudio, otros tipos de comportamientos autodestructores
    eran comunes; 8% se cortaban regularmente

    y 21% robaban. El abuso severo de drogas y el
    robo generalmente se reportaban en las mismas
    personas.

    Medicamentos sin prescripción. Las mujeres
    con bulimia con frecuencia abusan los medicamentos sin
    prescripción como los laxantes, supresores de apetito, los
    diuréticos y las drogas que
    inducen el vómito – generalmente el ipecac. Ninguno de
    estos medicamentos son sin riesgo. Por ejemplo, se han reportado
    casos de intoxicación por ipecac y algunas personas se
    vuelven dependientes en los laxantes para el funcionamiento
    intestinal normal. Las pastillas para la dieta que contienen
    phenylpropanolamine (Acutrim, Dexatrim)

    normalmente son seguras pero se han sabido causar
    presión arterial alta severa y accidentes
    cerebrovasculares si se ingieren dosis de 75 mg o más en
    su forma de distribución inmediata.

    Riesgo de muerte. Muchos estudios de
    grupos de
    pacientes anoréxicos han encontrado tasas de mortalidad
    que varían de 4% a 20%. Debe notarse que el riesgo de
    muerte aumenta
    significativamente cuando el peso es

    menos de 60% de lo normal. Algunos de estos
    estudios incluyen la muerte por
    suicidio, que
    se ha calculado comprender la mitad de las defunciones en
    anorexia. (Uno puede razonablemente considerar todos los
    casos

    de anorexia como intentos suicidas). El riesgo
    para la muerte
    prematura es dos veces más alto en bulímicos
    anoréxicos así como en los tipos que restringen sus
    dietas. Las personas en mayor riesgo también incluyen a
    las que han estado
    enfermas por más de 6 años, quienes estaban obesas
    antes de que se volvieran anoréxicas, tenían
    trastornos de la personalidad y
    matrimonios disfuncionales. Los hombres están a un riesgo
    particular para los problemas médicos potencialmente
    mortales, probablemente porque son diagnosticados más
    tarde que las mujeres, ya que el problema es menos probable de
    ser reconocido en ellos. En 1988, el Centro Nacional para las
    Estadísticas de la Salud reportó 67
    muertes por anorexia en 1988 y 54 en 1991. Estas cifras parece
    sorprendente bajas si los cálculos son hechos utilizando
    las tasas de mortalidad mencionadas arriba, lo cual
    colocaría el número anual de muertes en los
    miles.

    ¿Cuáles son los
    síntomas de los trastornos del
    comer?

    Síntomas de
    bulimia
    .

    Los síntomas de bulimia pueden ser muy
    sutiles, ya que las mujeres con este trastorno lo practican en
    secreto y aunque pueden pesar menos de lo normal, no siempre son
    anoréxicas. En general, las personas con bulimia
    están

    preocupadas con comida y pueden abusar de los
    laxantes, las pastillas para la dieta, los eméticos
    (drogas que
    inducen vómitos) o los diuréticos (medicamentos que
    reducen los líquidos). Las personas con bulimia
    también pueden ser compulsivas con el ejercicio. El
    esfuerzo de vomitar a veces puede causar vasos sanguíneos
    rupturas en los ojos y glándulas salivales hinchadas que
    aparecen como áreas infladas debajo de las esquinas de la
    boca. Los dientes son propensos a las caries y a la erosiones del
    esmalte debido al ácido excesivo, las encías pueden
    estar infectadas, y salpullidos y acné pueden brotar en la
    piel.

    Síntomas de la anorexia
    nerviosa.

    El síntoma básico de la anorexia es
    la pérdida de peso mayor causada por seguir dietas
    excesiva y continuas. La emaciación puede seguir ya sea el
    seguir una dieta restrictiva, o el atascamiento y
    purgación. El ser vegetariano(a)

    puede ser una máscara para anorexia si
    alguien ha dejado de comer carne solamente para evitar la grasa
    en vez de por otros motivos como el amor por
    los animales. Si una
    dieta vegetariana coincide con una pérdida de peso
    rápida y si la persona
    está evitando ciertas comidas como tofu, nueces y productos
    lácteos que contienen aceites y grasas, el comportamiento
    anoréxico debe ser sospechado. En las mujeres, la
    menstruación puede ser infrecuente o estar ausente. A
    menudo, el hacer ejercicios compulsivamente acoplado con la
    emaciación conduce a problemas ortopédicos,
    particularmente en bailarines y atletas; esto puede ser el primer
    signo de dificultad que obliga a un paciente a buscar ayuda
    médica. Con el tiempo, la
    capacidad para hacer ejercicios es impedida. La piel puede
    estar seca y cubierta con pelo fino y los pacientes pueden
    experimentar la pérdida de cabello. Los pies y las manos
    pueden

    estar fríos o a veces hinchados. El
    estómago a menudo es afectado después de comer. El
    pulso puede ser lento y la presión arterial baja.
    Pensamientos pueden ser confusos o desacelerados y un paciente
    anoréxico puede tener una memoria pobre y
    carecer de juicio.

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