Ya avanzada la República, las
Magistraturas romanas constituyen una secuencia que se denominaba
Cursus Honorum, es decir cada uno de ellas conforman los
escalones de una carrera honorífica. La Magistratura
estaba compuesta por:
- el consulado
- la pretura
- el Tribunado de la plebe
- la cuestura
- la edilidad
- la censura
El cumplimiento de la "carrera de
honores" implicaba como su nombre lo indica, un
desempeño sin cobrar sueldo. En
algunos casos debían gastar para ejercer los cargos a los
que
se postulaban. Concedidas por
elección y permitiendo ejercer una parte más o
menos amplia del
poder del Estado, todas
las magistraturas son "honores". Pero estos honores son
desiguales en
dignidad y la ambición empuja a
intentar alcanzar los más altos, que cuentan con un
menor
número de titulares. Por eso, una
de las medidas más eficaces tomadas por Sila contra
el
tribunado fue la de cerrar a quien lo
había ejercido el acceso a las otras
magistraturas.
Al menos tácitamente, más
de un Estado y de un
régimen han aplicado y aplican todavía
la
noción del escalonamiento
necesario de las funciones
públicas, por razón de que la
experiencia
adquirida en los escalones más
bajos puede ser útil en los más altos. En Roma acabó
tomando la
forma especialmente rigurosa del
cursus honorum, o "carrera de los honores", reglamentada
con
minuciocidad.
Durante la segunda guerra
púnica, unas circunstancias excepcionales permitieron a
Escipión
obtener muy joven una posición
sin par. Con bastante rapidez, se descubrieron los principios
de
base:
1- el retroceso, por la
obligación previa de consagrar muchos años al
servicio del
Estado,
en
particular en el
ejército.
2- la cuestura, considerada como punto
de partida del cursus.
3-obligación de pasar por otras
magistraturas, en un orden determinado.
Pero, admitidos estos tres principios, hubo
vacilaciones y los modernos están lejos de ver
claro en las variaciones de detalle. En
la práctica parece que se pusieron en el mismo plano,
entre
la cuestora y la pretura, a los tribunos
y ediles.
En el siglo II la cuestora podía
ser ejercitada a los veintisiete años y el consulado a los
treinta y
seis, en el primero esas edades
respectivas pasaron a veintinueve y a cuarenta y dos
años.
Por el juego
combinado de la ley y de la
costumbre aludida, pero se llegó pues a una
especie de pirámide en la que el
número de los titulares disminuía de uno a otro
grado, lo que
permitía la selección. El
sistema responde
a ciertas tendencias innatas del espíritu romano:
una
necesidad de orden y de jerarquía
estable. Pero el hecho de que se juzgara necesario
establecerlo
legalmente, que se hicieran más
pesadas las obligaciones y
se retrasase paulatinamente el acceso
a las altas magistraturas, refleja sobre
todo la decadencia de la disciplina
espontánea y el temor
a los destinos "excepcionales"; la clase
dominante intentaba protejerse contra las carreras
fulgurantes.
Las carreras y los
privilegios.
El antiguo cursus honorum
republicano no sólo sobrevive en la carrera senatorial.
Los escalones se han multiplicado, para las cuales califica la
obtensión de magistraturas. La gran novedad sin embargo,
es la creación de la carrera ecuestre que puede llevar a
la carrera senatorial o a elevados cargos, en cuya cima se
encuentran la prefectura de pretorio.
Entre las funciones cuya
gradación constituye las dos carreras, sólo los
sacerdocios y las magistraturas no comportan ni sueldo ni
emolumentos, mientras que las más elevadas
en la dignidad, los proconsulados son
retribuidas con un millón de sestercios.
Ciertos privilegios sociales consagran
el complejo de riqueza, de dedicación al interés
común, de favor del príncipe y de influencia que
representa la pertenencia a esos dos órdenes.
Todas las distinciones exteriores de la
época de la república se perpetúan: las
bandas de púrpura, ancha o estrecha, sobre la
túnica; el anillo de oro; el calzado especial para los
senadores; los asientos reservados en los teatros y en los
juegos.
La Ley de las XII
tablas y la conquista de la igualdad
civil
La redacción de las leyes fue
realizada en dos años <-450/-450> por 10
legisladores llamados dicenviros (proviene del
latín decem, que sigifica diez y vir que significa
varón ) a los cuales otorgaron poderes ilimitados para la
realización de esta tarea.
Se conoce a Apio Claudio, hombre de gran
capacidad y energía pero violento y ambicioso,
aprovechó del cargo que ejercía para cometer toda
clase de arbitradas e intentar perpetuarse, tiránicamente,
en el poder. Pero su
tentativa fue frustrada por una rebelión que lo
deribó, justamente con los restantes
decentivos.
Estos cayeron, pero no sucedió lo
mismo con las leyes que ellos
habían redactado. Estas fueron solemnemente reconocidas y
grabadas, luego en doce tablas de bronce que se expusieron en el
Foro. El contenido de estas
doce leyes apenas se
conoce, porque no se ha conservado ninguna versión
completa de ese antiguo código romano, pero a juzgar por
algunos conceptos dispersos transmitidos por las tradiciones,
parece que, eran bastante severas.
Su aparición significó
para los plebeyos una doble ventaja. En primer término
lograron que el derechio fuea público, conocido por todos,
y no hasta como entonces, basado en costumbres no escritas, y opr
lo mismoimprecisas, que los patricios manejaban e interpretaban a
su capricho. En segundo término, consiguieron que el
derecho fuera común, puespues los preceptos
connsignados en las XII tablas se aplocaban, por igual, a
paricios y plebeyos.
No obstante mantenían
rigurosamente la separación de las dos clases en lo
concerniente al régimen de familia porque
prohibían expresamente la celebración de
matrimonios entre los miembros de una y otra.
La Ley de las XII
tablas y la conquista de la igualdad
civil
La redacción de las leyes fue
realizada en dos años <-450/-450> por 10
legisladores llamados dicenviros (proviene del
latín decem, que sigifica diez y vir que significa
varón ) a los cuales otorgaron poderes ilimitados para la
realización de esta tarea.
Se conoce a Apio Claudio, hombre de gran
capacidad y energía pero violento y ambicioso,
aprovechó del cargo que ejercía para cometer toda
clase de arbitradas e intentar perpetuarse, tiránicamente,
en el poder. Pero su
tentativa fue frustrada por una rebelión que lo
deribó, justamente con los restantes
decentivos.
Estos cayeron, pero no sucedió lo
mismo con las leyes que ellos
habían redactado. Estas fueron solemnemente reconocidas y
grabadas, luego en doce tablas de bronce que se expusieron en el
Foro. El contenido de estas
doce leyes apenas se conoce, porque no se ha conservado ninguna
versión completa de ese antiguo código romano, pero
a juzgar por algunos conceptos dispersos transmitidos por las
tradiciones, parece que, eran bastante severas.
Su aparición significó
para los plebeyos una doble ventaja. En primer término
lograron que el derechio fuea público, conocido por todos,
y no hasta como entonces, basado en costumbres no escritas, y opr
lo mismoimprecisas, que los patricios manejaban e interpretaban a
su capricho. En segundo término, consiguieron que el
derecho fuera común, puespues los preceptos
connsignados en las XII tablas se aplocaban, por igual, a
paricios y plebeyos.
No obstante mantenían
rigurosamente la separación de las dos clases en lo
concerniente al régimen de familia porque
prohibían expresamente la celebración de
matrimonios entre los miembros de una y otra.
Autor:
Pablo