INTRODUCCION
Juan Manuel Jose Domingo Ortiz de Rozas y Lopez de
Osornio, nació en la calle Santa Lucia, ( hoy Sarmiento )
en la medianoche del 30 de marzo de 1793. Su padre León
Ortiz de Rozas, había llegado a Capitán del
Regimiento Fijo de Buenos Aires. En
1790 don León contrajo matrimonio con
Agustina López de Osornio, cuyos ascendientes afincaron en
Buenos Aires
desde el siglo XVIII.
La primera interrupción en sus actividades de
estanciero fue debida a las invasiones
inglesas. El 12 de agosto de 1806 estuvo Juan Manuel entre
" los voluntarios que formaron el ejercito que reconquisto
Buenos Aires".
Luego de la rendicion Liniers lo devolvió a sus padres,
portador de honrosa carta
testimonial.
Desde enero de 1807, Rosas estuvo
incorporado a los Migueletes con sueldo de doce pesos mensuales y
concurrencia a ejercicios militares.
Entre los 17 y los 27 años, junto con la
juventud
de Rosas, transcurrió la primera
década de gobierno propio
en el país. El proceso
histórico que fue la revolución
de Mayo a la gran crisis
sociopolitica del Año XX, transformo al estanciero
bonaerense en activo defensor del orden porteño, hasta
abrírsele nuevo destino a su existencia.
El proceso
iniciado en 1810 había sido obra de una minoría
ilustrada a la cual los pueblos daban asentimiento, si
interpretaban sus aspiraciones. Los contenidos teóricos
republicanos, cayeron poco a poco en total
desnaturalización. La democracia
carecía de sustentación social y la
república era traicionada al gestarse monarquías
exóticas. El país comenzaba a enfeudarse al
capital
comercial extranjero, y la independencia
se convertía en una ficción política. Las masas
nativas resultaban víctimas de la desocupación, el
desahucio legal para ocupar la titularidad del Estado, e
incorporarse dignamente a la vida cívica.
Todos esos factores las impulsaron a ejercer una
soberanía popular vacante, y dieron
carácter social al derrumbe del institucionalismo
centralizador portuario el año XX. Las circunstancias
confluyentes hicieron converger sobre Buenos Aires a
las masas nativas, desocupadas del ejército regular luego
el pronunciamiento de Arequito. Los gauchos y montoneras
reclamaban su participación política y social,
hasta entonces sólo considerará útil en las
batallas.
Este fue el parto fecundo
de la Argentina
democrática y federal.
Cada lanza simbolizaba un voto. Esa representatividad
asumían los caudillos, empeñados en erigir cada
provincia de acuerdo a la realidad geopolítica hasta
entonces sojuzgada.
Allí nació Buenos Aires a su
autonomía provincial, ya qué todavía no
podía hablarse de una fundación
federal.
Recién a partir de allí, en la lucha
por encontrar las mejores instituciones
o gobernantes provinciales, sobrevino la anarquía. Esta
ultima fue un fenómeno porteño, a la que puso
término Juan Manuel de Rosas, apoyado en los
colorados del Monte, y su indudable genialidad política.
En el interior se hizo imprescindible la
organización autonómica de las provincias
precisamente para evitar la anarquía ante las desaparicion
de la autoridad
central.
Y sin sobresaltos, , gobernaron Bustos en
Córdoba, Ibarras en Santiago, Araoz en Tucumán,
López en Santa Fe, y Guemes en Salta.
La situación porteña fue resuelta
por Dorrego. Rosas
acompañó a Dorrego (elegido
gobernador el 4 de julio) en su marcha contra las montoneras
federales invasoras de la campaña.
El 2 de agosto en san Nicolás vencieron al
general Alvear unido al chileno José Miguel Carrera. El 12
destruyeron a los famosos Dragones de Estanislao López en
Pavón.
La clase ganadera y terrateniente ansiaban la paz,
indispensable para la economía rural
complementaria de la exportación. Los mercados
extranjeros solicitaban sus materias primas y se necesitaba la
expansitud territorial capaz de incrementar la
reproducción ganadera, forzada a situarse en los campos
ubicados al norte de Buenos Aires. Ello no podía
consolidarse sin la unión de Buenos Aires y Santa
Fe.
Rosas inicio conversaciones directas con
López. Arriesgo compromisos pacificadores, que
Dorrego no quiso escuchar, y este error le fue fatal.
El 2 de Septiembre fue batido en Camonal por los santafecinos. El
temperamento ardoroso fue nefasto para Dorrego, y
si la primera vez perdió el gobierno por
desatender a Rosas, ocho años mas tarde
perdería la vida, por cometer el mismo
error.
EL CRIMEN DE NAVARRO
Al caer la noche del 30 de noviembre de 1828, antes
de partir de la capital, donde
se consideraba inminente un golpe militar, Juan Manuel
de Rosas, mando un aviso al
gobernador Dorrego: "El ejercito nacional llega
desmoralizado por esa logia que desde micho tiempo nos tiene
vendidos". Al día siguiente estallaba el pronunciamiento
de Juan Lavalle con los cuerpos de línea del
ejercito.
Rosas marcho en seguida a reclutar
gente en la campaña. La " logia " era una realidad
constituida como circulo encargado de la conducción
secreta del unitarismo, "los hombres de casaca negra" y la
sentencia contra Dorrego y Rosas
estaba dictada antes del motín. Debían morir, el
uno porque encarnaba la legalidad democrática y popular
del federalismo, el
otro debido a su prestigio rural, que era un peligro
potencial.
Es explicable que Dorrego no lo
creyera posible: acababa de hacer públicos los manejos de
la oligarquía unitaria, sus alianzas con el capital
ingles, sus denuncias contra los comerciantes agiotistas, y
conocía la impopularidad unitaria en el interior. Los
creía derrotados para siempre y ese fue su
error.
El dia 9 de diciembre se enfrentaron ambas fuerzas.
Gauchos desarmados pelearon sin éxito a las tropas de
Lavalle y cuando la derrota fue notoria, Rosas
insistió en aconsejar la retirada al gobernador, que
tercamente creía esperar refuerzos leales. La noche del 10
vio llegar un batallón de Húsares y todavía
ingenuamente salió a recibirlo: el comandante Escribano y
el mayor Acha a quienes reconoció, se apresuraron a
tomarlo prisionero y entregarlo a Lavalle, quien decide por si
mismo, el fusilamiento de Dorrego, sin proceso ni
defensa.
Rosas fue aconsejado de exiliarse en Brasil, pero
decidió ponerse al frente de las masas bonaerenses, y
ejercer su autoridad de
Comandante general de la campaña, a las ordenes del
ejercito federal que las provincias reclutaban bajo el mando de
Estanislao López.
Ante la descalificación popular, el golpe
decembrista totalmente fracasado, debió recurrir a la
férrea dictadura, que
en esos mismos idas, San Martín reprobó en su
retorno al país. Negándose a desembarcar en febrero
de 1829, rechazo el papel de "
verdugo de mis conciudadanos", mientras que Lavalle y sus tropas
veteranas eran derrotadas el 25 de abril en Puente de Marquez por
las milicias de López y
Rosas.
Lavalle realizo en su gobierno actos
dignos de un verdadero tirano. Ordeno los fusilamientos del mayor
Manuel Mesa, edecan de Dorrego y noble guerrero de
la emancipación, ejecutado en la explanada del Fuerte; de
los oficiales Manrique, Cano y otros militares leales a la
legalidad.
La jefatura del federalismo
bonaerense estaba en manos de Rosas, desde la muerte
de Dorrego. Al mando de sus tropas puso cerco a la
ciudad, sitiada por hambre y miedo.
Al fin Lavalle no aguanto mas y marcho solo al
campamento de Rosas. Se produjo un arreglo " entre
porteños". Ni Rosas consulto a López,
ni Lavalle se preocupo de Paz. Los unitarios no se resignaron a
una segura derrota electoral, quisieron ganar las elecciones con
una lista amañada desde el gobierno y
condenaron el acuerdo al fracaso. Nuevos tumultos bélicos
intranquilizaban la ciudad. Lavalle y Rosas en un
nuevo acuerdo eligieron a Viamonte gobernador.
El día 6 de diciembre se aprobaron las
facultades extraordinarias que tendria el nuevo mandatario
hasta la constitución de la próxima
legislatura y a las 19 hs fue elegido Juan Manuel de
Rosas, Gobernador de la provincia. Treinta y tres
diputados le votaron; el único voto a favor de Viamonte,
pertenecía a su socio Juan N. Terrero.
El Restaurador expreso públicamente su sentido
de la justicia,
jerárquica y legalista, al presidir los solemnes funerales
de Dorrego: " La patria, el honor y la religión han sido
satisfechos hoy; tributando los últimos honores al primer
magistrado de la República sentenciando a morir en el
silencio de las leyes". Con el
mismo espíritu recibió en marzo siguiente a
Quiroga, en otro impresionante desagravio popular y juro cumplir
el mandato legislativo impuesto al
elegírselo: " Sostener la independencia
del Estado y su
libertad, bajo
el sistema
representativo y republicano".
PRIMER GOBIERNO
Los actos del primer gobierno
de Rosas fueron consecuentes con la
extraccion social y la suma de intereses coincidentes en su
encumbramiento
Rosas definió su posición en la
confidencia amistosa con el enviado uruguayo Santiago
Vázquez al asumir la gobernación.
Su gestión
fue severa, aunque no excesivamente represiva, se caracterizo por
su esfuerzo en restaurar el orden y la tranquilidad publica, el
ordenamiento de las finanzas y el
saneamiento de la administración.
Si el peligro unitario había desaparecido en
Buenos Aires, seguia siendo efectivo en el interior. El general
Paz desde Córdoba mantenía su Liga Unitaria,
protocolizada en agosto de 1830 con un pacto entre las provincias
del noroeste ocupadas por su ejercito y revestido del Supremo
Poder Militar.
La situación termino recién con la prisión
de Paz el 10 de mayo y la derrota de los restos unitarios
mandados por Lamadrid en Ciudadela (Tucumán), el 4 de
noviembre de 1831, a manos de Facundo.
Desaparecida la Convención Nacional se creo
una Comisión Representativa en Santa Fe, que integraban
representantes de Buenos Aires, Entre Ríos y Corrientes.
Paso previo a la convocatoria del Congreso Constituyente exigido
por el correntino Pedro Ferré y objetado por
Rosas ante López: " debemos existir y
después organizarnos", eran sus argumentos.
Rosas y Ferré cedieron en punto al
aspecto político. Emilio Ravigniani sostuvo que este
ultimo, " siguiendo el plan sugerido
por Rosas se había puesto en acción
para ligar provisoriamente a las provincias litorales". El
resultado fue la firma del Pacto Federal el 4 de enero de 1831,
verdadero instrumento constitucional creador de la
Confederación Argentina al cual
adherieron una a una todas las provincias entre ese año y
1834.
De ese modo creo Rosas un
régimen institucional practico, de verdadera
Confederación política al agrupar
estados autónomos unidos por la nacionalidad común,
y cuya representación exterior delegaron
unánimemente en el gobierno de Buenos
Aires.
Estaba pendiente el problema del indio, y
Rosas lo encaro con la experiencia que tenia desde
antaño. La errónea política seguida con
los indígenas por el gobernador Rodríguez
había originado su alejamiento del circulo porteño,
en oposición al unitarismo. Rosas nunca
concibió una guerra
exterminadora, sino la adaptación del salvaje al trabajo
civilizado y probo que el indio tenia capacidad laboral.
Cuando concluyo su gobierno, la Legislatura
procedió a reelegirlo por un nuevo trienio, sin acordarle
las Facultades Extraordinarias, pero Rosas no
acepto el ofrecimiento, alegando que quería ocuparse
personalmente de una expedición al desierto que desde
meses estaba preparando.
La Campaña del Desierto, fue una vasta
empresa
secundada por sacerdotes, científicos, labradores,
geógrafos,
médicos, agrimensores, marinos y excelente maestranza, en
su mayor parte costeada por Rosas.
CAMPAÑA AL DESIERTO
Desde hacia tiempo, se venia
sintiendo la necesidad de poner fin a las correrías de los
indígenas pampas y araucanos, que asolaban las
desguarnecidas fronteras de Buenos Aires, Córdoba, San
Luis y Mendoza.
El foco del poderío
indígena se suponía hallarse en Neuquen y en la
zona cordillerana, donde concentraban los cautivos y ganado
robado para luego comercializarlos con sus hermanos de raza en
Chile.
El mando general de la campaña fue confiado a
Facundo Quiroga cuyo indiscutido prestigio en el interior seria
de gran utilidad. El
plan
preveía un amplio movimiento
convergente de tres cuerpos expedicionarios.
- El grupo de la
Derecha, al mando de Felix Aldao, partiría
de Mendoza. - El del Centro, a las ordenes de Ruiz
Huidobro, saldría de Río
Cuarto. - El de la Izquierda comandado por
Rosas, partiría desde su estancia de Buenos
Aires.
Los expedicionarios convergirían hacia el sur
sobre la isla Choele Choel, y luego, remontando el Río
Negro llegaron a las fuentes del
Neuquen y Limay. La operación se vería,
además apoyada por el general Bulnes (
presidente de Chile ), que
había prometido realizar una campaña similar por el
lado cordillerano.
Lamentablemente el plan solo pudo
ser cumplido en forma parcial: Bulnes, antes de iniciar su marcha
murrio asesinado de modo que la operación proyectada del
lado chileno quedo cancelada. Los expedicionarios tampoco
recibieron la ayuda prometida por el gobierno porteño y
solo contaron con el apoyo privado de los estancieros amigos
de Rosas.
- Aldao, al frente de la División
Derecha, llego hasta Malargue y desde allí tuvo que
replegarse por el mal estado de
sus caballadas. - Ruiz Huidobro, con la División del
Centro, choco con Yanquetruz, cacique de los ranqueles y aunque
victorioso no pudo impedir que los indígenas se
salvaran. Los rumores señalaban que los hermanos
Reinafe, jefes de las tropas cordobesas, estaban en connivencia
con los indios: Facundo Quiroga ordeno el relevo
de los implicados, causa del odio mortal que estos le
profesaron desde entonces. - Solo la División izquierda cumplió
con el plan previsto.
Contando con la amistad de los
caciques pampas y borogas, Rosas patrio de su
estancia de Monte, al frente de 2.000 hombres, rumba a
Bahía Blanca. Luego alcanzo el río Colorado donde
estableció el cuartel general, destacando desde
allí diversas columnas que persiguieron a los
indígenas en todas direcciones. La mas importante, al
mando de Angel Pacheco, recorrió el
Río Negro hasta alcanzar la confluencia del Neuquen y
Limay a comienzos de 1834, dándose con ello por
concluida la campaña.
A pesar del escaso resultado de las divisiones
interiores, puede afirmarse que la expedición en conjunto
resulto todo un éxito.
Las tierras liberadas, fueron repartidas entre los
expedicionarios, primer intento de colonización que
posteriormente fracaso por falta de apoyo de los siguientes
gobiernos.
A mas de su valor
estratégico, la campaña persiguió una
concreta finalidad cultural ya que junto con el cuerpo
expedicionario vinieron agrimensores, ingenieros y naturalistas
que llevaron a cabo valiosas observaciones
científicas.
SEGUNDO GOBIERNO
En reiteradas ocasiones la Legislatura le
ofreció el cargo sin limites a Juan
Manuel de Rosas, otorgándole naturalmente
las Facultades Extraordinarias. Pero Rosas desde su
estancia se negó repetidamente a aceptar el ofrecimiento,
reiterando su rechazo cuantas veces le fue
ofrecido.
Ante esta decisión al parecer irrevocable la
Sala ofecio el gobierno sucesivamente a varios amigos de
Rosas, entre ellos a su socio Juan Terrero, a sus
primos Tomas y Nicolas Anchorena y al general Anel Pacheco, pero
todos rechazaron el ofrecimiento ante la perspectiva de su
seguro
fracaso.
Por estos momentos se produjo el asesinato de
Facundo Quiroga a manos de los Hermanos Reinafe, y
otros asesinatos como por ejemplo el de el gobernador de Salta
Pablo Latorre.
Recién cuando supo del crimen
decidió Rosas apresurar el proceso
político y tomar riendas del poder. Desde
su estancia descargo la rabia y el dolor en una carta a su
mayordomo, el 3 de marzo de 1835. Los unitarios habían
fusilado a Dorrego, el general Villafañe fue
asesinado en Mendoza, La Torre acababa de caer a lanzazos en
Salta y ahora Quiroga terminaba también
trágicamente. " He conocido o no el verdadero estado de
la tierra?
Pero ni esto ha de ser bastante para los hombres de las luces y
los principios. Ya lo
verán ahora! El sacudimiento será espantoso y la
sangre
argentina
correrá en porciones".
La Legislatura asustada ante la conmoción,
confirió el gobierno a Rosas por cinco
años con la suma del poder publico,
sin mas restricciones que conservar y proteger la religión
católica, y sostener y defender " la causa nacional de la
Federación ".
Rosas no quiso acceder al gobierno con la suma
de Poder sin
previa consulta " a todos y cada uno de los ciudadanos habitantes
de esta ciudad ".
A su pedido se realizo el plebiscito eleccionario del
26, 27 y 28 de marzo de 1835, con abrumandores resultados: 9320
votos a favor y 8 en contra.
La asuncion de Rosas al poder fue
recibida con general beneplacito:
- La Gente Humilde, los peones, mulatos y orilleros,
lo idolatraban considerandolo su defensor contra los abusos de
los ricos. - La clase Media, comerciantes artesanos y
profesionales, y tambien la Clase Superior lo aceptaron
igualmente complacidos, pues veian en Rosas al
garante del orden y de la estabilidad.
Una de las medidas adoptadas en su primer año
de gobierno fue promulgar la nueva Ley de Aduanas y
la Ley Agraria.
Desde 1810 nuestro pais aplicaba el Sistema
Librecambista, que al permitir la libre contratacion, beneficiaba
a los comerciantes porteños y a sus proveedores
extranjeros, pero perjudicaba a los productores del
Interior.
La Ley de Aduanas de 1835, al gravar
con mayores impuestos a los
productos
extranjeros inicio el Proteccionismo Economico que
favorecio al interior sin por ello desproteger a los comerciantes
porteños.
De esta forma se fortalecio la incipiente
INDUSTRIA ARGENTINA: aparecieron las primeras fabricas
que utilizaban maquinas a vapor,
se abrieron talleres de tejidos e hilados
y se multiplicaron las artesanias.
La Ley de Agraria fue aprobada por la
Sala en 1836, y tuvo por finalidad expandir la colonizacion de
las tierras publicas, divididas en parcelas entregadas en
Propiedad.
Las tierras publicas continuaron afectadas al pago
del Emprestito contraido con la Banca Baring,
pero pasaron a ser propiedad de
los colonos, con garantia del Estado, de no
ser molestados en sus derechos.
Del mismo modo muchos latifundios no cultivados, al
ser gravados con altos impuestos, fueron
devueltos al gobierno, el cual procedió a venderlos o
repartirlos gratuitamente entre los soldados y empleados publicos
que se comprometian a trabajarlos.
La conspiracion unitaria aliada al extranjero
había decidido el derrocamiento de Rosas sin
escrupulos en los medios para
lograrlo. Montevideo fue el centro de esa conspiracion, cuyos
metodos eran el terrorismo, el
asesinato, el fraude, la
union con el extranjero, confiscaciones. Los
opositores sentenciaron a Rosas a gobernar sin un
dia de tranquilidad.
La independencia
peligraba, y quienes se aliaban al extranjero para vulnerarla
eran precisamente los que habian inventado un Mayo afracensado y
un mito
librecambista falsamente motivador del hecho, encarnado en Moreno
y su " Representación de los Hacendados ". Montevideo
constituia la sede conspiradora mas activa, aunque los unitarios
y lomosnegros estuviesen diseminados por todo Uruguay, y
amparados por el general Frucutoso Rivera, el cual lanzado
tambien a conspirar para la conquista del poder quedo erguido en
presidente " de facto ", al derrocar con ayuda de la escuadra
francesa al presidente constitucional general Manuel Oribe en
octubre de 1838.
Los unitarios iniciaron una maniobra envolvente para
sitiar a la Confederación desde el Uruguay y
Bolivia,
contando para ello con la ambiciosa política de la
Confederación Peruano-boliviana en 1837 y antiguo apoyo
unitario en el norte.
El 13 de febrero de 1837 Rosas cortaba
toda comunicación con el gobierno de Santa Cruz
y el 19 declaraba la guerra
justificada en un extenso manifiesto.
La guerra fue
deslucida. Las enormes distancias que separaban las provincias
norteñas del teatro operativo,
la falta de recursos, y
luego, el conflicot con Francia,
impidieron un accionar belico eficiente. La columna argentina mandada
por Gregorio Paz fue batida en Cayambuyo el 24 de junio de 1838,
unica batalla significativa, y el general Heredia murrio
asesinado en una conspiracion unitaria inspirada por Marco
Avellaneda, el 12 de noviembre. Para Argentina la
guerra estaba
terminada aunque no peligraba su integridad
territorial.
La derrota de Santa Cruz constituyo un fracaso de la
política expansionista de Francia en
America y la determino a intervenir en forma mas directa,
iniciando su ataque contra nuestro pais mediante injustos
reclamos diplomaticos.
Un impresor, Cesar Hypolite Bacle, consituyo la
piedra del escandalo. Estaba acusado de negociar planos del
ejercito con el gobierno de Santa Cruz. Fue detenido en su
domicilio y murrio de muerte
natural, pero los enemigos señalaron a Rosas
como responsable.
A fines de 1837 el viceconsul frances en Buenos Aires
Roger Aime, empleando severos terminos, exigio entre otras
reclamaciones:
- La inmediata libertad de
varios franceses detenidos. - Que no se obligara a sus compatriotas a integrar
los cuerpos armados. - Y además, que se concediera a Francia los
mismos privilegios acordados por nuestro pais a Gran
Bretaña.
Mientras se armaba asi la motivacion del conflicto, las
naves de estacion en Brasil y los
Mares del Sur bajaban al Río de la Plata con ordenes de "
apoyar coercitivamente " al viceconsul Roger.
Sin alterarse ante esta demostracion de fuerz el
minsitro Arana rechazo con firmeza los reclamos, por
improcedentes y lesivos a nuestra soberania:
- Los franceses detenidos eran delincuentes
comunes. - Los franceses integrantes de las tropas eran en su
mayoria voluntarios. - Finalmente Francia no
podria pretender igual trato que Gran Bretaña pais que
había reconocido nuestra independencia y con el que nos ligaba un tratado
de amistad y
comercio.
Roger no acepto la respuesta argentina pidio
pasaprotes para Montevideo y solicito la intervencion del
almirante LeBlanc y confiado en el poder de sus naves ( que
venian de destruir las costas de Venezuela en
una demostracion de poder ), volvio a entrevistarse con
Rosas, quien le respondio airadamente que " los
argentinos no se unirian jamas al extranjero", y qsi tomaba
medidas de fuerza sobre
Buenos Aires " deberia contentarse con un monton de
ruinas".
Leblanc mando un ultimatum: debia suspenderse la
incorporacion de franceses al ejercito y tratarselos con la
clausula de nacion mas
favorecida hasta tanto se concluyera un tratado.
Rechazadas sus imposiciones, Leblanc declaro el 28 de
marzo " el puerto de Buenos Aires y todo el litoral del
río perteneciente a la Republica Argentina en estado de
riguroso bloqueo por las fuerzas navales francesas
".
La situación obligo a adoptar soluciones
heroicas: todos los presupuestos
fueron rebajados, incluso los correspondientes a la
instrucción y a la Beneficencia Publica.
Si bien las perdidas economicas fueron enormes, en
ciertos aspectos el bloqueo resulto beneficioso ya que contribuyo
al desarrollo de
las industrias
locales que comenzaron a producir articulos que hasta entonces se
importaban del exterior.
Lo importante de esta política ejercida
por Rosas era el planteo de fondo, verdaderamente
anti-imperialista, demostrativo de la ilegalidad del bloqueo y
sus consecuencias belicas desde el momento que no se habian
rechazado las reclamaciones francesas; se había negado su
consideracion bajo el imperio de amenazas. La legislatura
contesto a Rosas en terminos vibrantes luego de un
exhasutivo discurso de
Nicolas Anchorena que dijo: " La causa que actualmente sostenemos
es la de toda la Confederación, es la de todas las
republicas americanas, porque en ella nos proponemos repeler una
nueva colonizacion qu ese trata de hacer en los Estados
americanos ".
De ahí en mas, " la adhesion unitaria al
bloque solo podia calificase como una verdadera tracicion a la
patria."
El 11 de octubre cansados de esperar una quiebra del
frente interno o de las resistencias
rosistas atacaron la isla de Martin Garcia y sus marinos
mezclados con uruguayos riveristas, sometian después de
energica resistencia, a la
pequeña guarnicion argentina.
El dia 23 ansiosos de dar al conflicto una
mejor base operativa, la escuadra, los unitarios de la ciudad, y
tropas campesinas de Frutcuoso Rivera, derrocaron al presidente
Manuel Oribe, quien decide cruzar a Buenos Aires para luchar
contra los franceses y riveristas.
En estas epocas se produce una conspiracion general,
integrada por los mas influyentes opositores a
Rosas, con el objetivo de la
caida de su régimen. Su principal apoyo lo reciben de
Francia.
La rebelion se inicio en Corrientes, donde su
gobenador Genaro Beron de Astrada se pronuncio en contra de
Rosas. Pero Pascual Echague, gobernador de Entre
Ríos, llegado a Corrientes enfrento a Astrada en Pago
Largo derrotandolo en forma definitia.
Poco después se descubrio una conspiracion en
la misma ciudad de Buenos Aires, por oficiales dirigidos por
Ramon Maza, quien fue fusilado al poco tiempo de ser
descubrida su conspiracion.
En julio de 1840, Lavalle embarco sus 4.000 veteranos
en buques franceses, y llegado a San Pedro, inicio su marcha
hacia Buenos Aires. La expedición, y el cambio de
actitud de
Francia desconcerto a Rosas que no creia que este
pais emprendiera una acción directa que podria desembocar
en una guerra con
otros paises europeos.
Lavalle llego a Merlo a la vista de la ciudad
dispuesta a resistir. Allí se mantuvo a la espera de la
flota prometida. Pero tras varios dias de espera, sorpresivamente
dio la orden de emprender la retirada.
Como era de esperarse, el despliegue de energia del
gobierno de Thiers preocupo seriamente a Inglaterra, quien
dio los pasos para constituir una alianza con Austria y Prusia
que frenara el empuje frances. Ello podria conducir a una guerra
europea y Thiers ordeno dar marcha atrás.
Se iniciaron las tratativas que Rosas
no había querido llevar a cabo bajo la presion de la
flota de guerra, y a fines de octubre se llego a un
acuerdo.
El tratado establecia el reconocimiento de " las
indemnizaciones debidas a los franceses ", el levantamiento del
bloqueo, la devolucion de Martin Garcia con su armamento y barcos
capturados, la amnisitia a los enemigos o
combatientes.
El dia 31 la nave insignia francesa desagravio con 21
cañonazos la bandera argentina. El largo conflicto
había terminado honrosamente.
Ocupado por nuevos incidentes internacionales,
Rosas consideraba la oportunidad de terminar con el
problema uruguayo y cumplir el compromiso hecho a Oribe de
restablecer su autoridad
legal. Desde principios de
1841 había decretado, en represalia, el bloqueo del puerto
montevideano y además busco controlar los rios
interiores. Este sitio de Montevideo deterioro repentinamente las
relaciones con Gran Bretaña.
Rivera y la comision de exiliados solicitaban una
nueva intervencion europea, bajo el pretexto de la mediacion
franco-inglesa para evitar la caida de Montevideo en manos
oribistas y además inteligentemente se instrumento una
campaña periodistica y literaria mundial, tendiente a
demostrar la necesidad humanitaria de la intervencion contra la
tirania.
Las acciones se
iniciaron el 2 de agosto de 1845 con al captura de la flota
argentina del almirante Brown, en el Río de la Plata, y el
izamiento de las banderas de Francia y la de Inglaterra. El
robo de la escuadra nacional dejo abierto el río Parana y
facilito la penetracion militar y comercial de los barcos
extranjeros.
La guerra era un hecho. Garibalid había
saqueado Colonia y escotaba con sus barcazas a la fragata
Expeditive, que desembarco tropas en Martin Garcia el 5 de
Septiembre. El bloqueo del litoral argentino fue declarado
ofocialmente el 18 de septiembre de 1845.
Con toda prisa se armo una poderosa flota
anglofrancesa seguida de 90 navios mercantes que una ve abierto
el río Parana, llevaria los productos a
Corrientes y Paraguay. Los
navios zarparon en Noviembre confiados en su fuerza.
Rosas dispuso la defensa fluvial y terrestre al mando
del general Lucio V. Mansilla, alguno voluntarios y tropas
populares.
El combate cubrio de gloria el nombre argentino,
desprestigio el bloqueo e hizo comprender la justicia
argentina a muchos adversarios de
Rosas.
La resistencia se
mantuvo admirablemente. Las provincias suplieron a la importacion, y
sus producciones artesanales crecieron en forma complemetaria con
la economia bonaerense.
Al cabo del tiempo el bloqueo
resultaba un fracaso político, militar y economico, por su
costo y las
continuas subvenciones dadas a Montevideo.
Las grandes potencias enviaron sus mejores
diplomaticos, que retornaron fracasados, sin doblegar a
Rosas.
En 1846 llego al Plata, enviado por ambos gobiernos,
el ex consul Thomas Samuel Hood y sus propositos de arreglo no
tuvieron éxito a pesar de su buena
voluntad.
El repetido fracaso de los diplomaticos europeos
agudizaba el problema y tenia visos de nunca acabar. Por ello, a
comienzos de 1849, el Premier Palmerston envio a Buenos Aires a
Henry Southern munido de especiales instrucciones, quien tras
arduas negociaciones anuncio que su pais aceptaba la posicion
defendiad por nuestro gobierno.
Concluyeron las deliberaciones con los tratados
Southern-Arana ( 24 de Noviembre de 1849) y Arana-Lepredour ( 31
de agosto de 1850 ) cuyos puntos analogos establecian: suspension
de hostilidades en Uruguay,
devolucion de Martin Garcia y barcos apresados, reconocimiento de
la exclusiva jurisdiccion y control argentino
sobre sus rios
interiores, consideracion del general Oribe en su investidura
legal.
El pabellon argentino seria solemnemente
desagraviado. La victoria estaba totalmente consumada. Los
cañones de la fragata Southampton, " saludaron con 21
disparos de desagravio y homenaje a una humilde bandera,
desconocida del mundo, pero no ignorada por ellos
".
Pero nada resulto mas categorico que el elogio
Sanmartiniano:
" No puedo concebir que haya americanos que por un
indigno espiritu de partido se unan al extranjero para humillar a
su patria y reducirla a una condicion peor que la que sufriamos
en tiempos de la dominacion española. Una tal felonia ni
el sepulcro la puede hacer desaparecer."
Posteriormente antes de fallecer en 1850, determino
como una de sus ultimas voluntades:
" El sable, que me ha acompañado en toda la
guerra de la Independencia
de la America de Sur, le sera entregado al general de la
Republica Argentina, don Juan Manuel de Rosas, como
una prueba de la satisfaccion que como argentino he tenido al ver
la firmeza con que ha sostenido el honor de la Republica contral
las injustas pretensiones de los extranjeros que trataban de
humillarnos."
Ya al final de su discutido gobierno, Juan Manuel
de Rosas había completado su evolucion
política e ideologica. De caudillo bonaerense y
Restaurador de las Leyes en su
provincia, recorrio en importante camino ascendente, de las
Facultades Extraordinarias a la suma del Poder Publico Nacional,
convirtiendose en el jefe supremo de la Confederación
Argentina.
El peligro ahora no venia de Europa. Mejor
dicho, ciertos intereses europeos se trasladaban a su tradicional
enclave continental: el Brasil.
Allí unian sus conveniencias contra la
Confederación Argentina, cuya preeminencia americana,
siempre desagrado a los lusitanos.
A comienzos de 1850 y culminando una larga serie de
fricciones diplomaticas, la Confederación Argentina
presento al gobierno de Río muy serias reclamaciones,
fundadas entre otros motivos, en las correrías que bandaas
armadas brasileñas, amparadas por la policia, hacian sobre
el territorio del Uruguay,
incluso en la zona ribereña correntina.
Brasil con graves problemas
internos, y con un ejercito integrado en gran parte por
mercenarios, tenia pocas probabilidades de éxito frente al
poderío de la Confederación. Por ello su Ministro
Paulino soares de Souza inicio un habilisimo operativo
diplomatico para revertir la situación. Y en estas
gestiones, pronto logro un inesperado éxito, al ganar para
su causa al jefe del Ejercito Argentino de Operaciones,
Justo J. de Urquiza y las fuerzas que el
comandaba.
La actitud de
Urquiza puede explicarse por razones economicas y
politicas:
- El federalismo
rosiste en la practica, subordinaba la economia de las
provincias a Buenos Aires, ya que su aduana percibia
las rentas de todo lo que consumia el pais adquirido en el
extranjero. Urquiza se oponia a estos terminos. - El prolongado bloqueo perjudicaba a ciertas
provincias, sobre todo las del litoral, que como Entre
Ríos veian impedido su comercio con
el exterior, que había sido su mayor fuente de recursos. - El federalismo que
sostenia Rosas era muy discutido, ya que aunque
solo gobernador de Buenos Aires y Encargado de la
representación Exterior de la Confederación, en
realidad regia los destinos de todo el pais.
La alianza brasileña-entreriana-oriental fue
firmada en secreto el 29 de mayo, y elejercito argentino de
operaciones
entregado de esta manera al enemigo.
Rosas menosprecio el poderío enemigo,
creyo contrarrestarlo mediante propaganda y
su conocida estrategia
sociologica. El 9 de Julio presidio un imponente desfile militar
y el 18 de agosto le declaro la guerra al Brasil.
Bajo estas circunstancias se firmo el tratado
definitivo de alianza el 21 de Noviembre, una vez obtenida la
capitulacion de Oribe y de su gobierno del Cerrito. Entre
Ríos, Corrientes, Uruguay y
Brasil se
comprometieron a " liberar al pueblo argentino de la opresion
".
Se constituirian dos grupos armados:
el Ejercito Grande, a las ordenes de Urquiza,
integrado por tropas de los paises aliados.
El Ejercito Chico, al mando de Caxias
quedaria como reserva, apostado en Colonia.
Brasil contribuiria con su flota y una fuerte suma de
dinero que le
seria devuelto, con intereses, al finalizar la
guerra..
En contraste con la actividad que desplegaban sus
enemigos Rosas parecio anonadado y su
extraña apatia permitio que los aliados obraran con entera
libertad. Solo
el 17 de diciembre, frente a las barrancas de San Pedro, una
bateria nstalada en el Paso del Tonelero al mando de Mansilla,
abrio el fuego contra la flota brasileña que remontaba el
Parana. Los atacantes, luego de varias horas de intenso combate,
lograron forzar el paso, pero a costa de graves
perdidas.
Pocos dias después el Ejercito Grande,
atraveso el Parana cerca de Diamante y sin hallar ninguna
resistencia,
entro a Santa Fe.
En 1852 el Ejercito prosiguio su marcha hacia Buenos
Aires, aunque hubo numerosas deserciones, e incluso muchas de
ellas se cambiaron a las tropas de la Confederación como
por ejemplo la del Coronel Aquino.
Rosas estableció su campamento
en Santos Lugares y organizo un ejercito de 22.000 hombres, en su
mayoria milicianos de escasa preparacion y limitado
armamento.
Pacheco renuncio casi en visperas del combate y
Rosas se vio precisado a tomar el mando moviendo sus
tropas hasta Caseros, donde el 3 de Febrero se produjo la
batalla. Si bien el ejercito de la Confederación contaba
con brillantes oficiales, era inferior en numero, armamento y
preparacion a las tropas de Urquiza.
El combate fue de regular intensidad. A medio dia
las tropas nacionales, ampliamente superados, iniciaron un
repliegue que a poco se transformo en desbande, con excepcion de
la artilleria de Chilavert, que resistio hasta agotar
municiones.
Al constatar su derrota, Rosas
abandono el campo y regreso a la ciudad acompañado de
su asistente: en las afueras escribio la RENUNICA A SU CARGO,
dirigida a la Legislatura. Luego, llego a la casa del consul
britanico y una fragata que quedo fondeada frente a Montevideo.
Luego patrio para Gran Bretaña en calidad de
aislado y se estableció en Southampton, alejado de toda
actividad política, hasta su fallecimiento en 1877 a los
84 años de edad.
Trabajo enviado por:
Facundo Pellegrini
fpellegrini[arroba]logitron.com.ar