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Juan Manuel de Rosas




Enviado por fpellegrini



    INTRODUCCION

    Juan Manuel Jose Domingo Ortiz de Rozas y Lopez de
    Osornio, nació en la calle Santa Lucia, ( hoy Sarmiento )
    en la medianoche del 30 de marzo de 1793. Su padre León
    Ortiz de Rozas, había llegado a Capitán del
    Regimiento Fijo de Buenos Aires. En
    1790 don León contrajo matrimonio con
    Agustina López de Osornio, cuyos ascendientes afincaron en
    Buenos Aires
    desde el siglo XVIII.

    La primera interrupción en sus actividades de
    estanciero fue debida a las
    invasiones
    inglesas
    . El 12 de agosto de 1806 estuvo Juan Manuel entre
    " los voluntarios que formaron el ejercito que reconquisto
    Buenos Aires".
    Luego de la rendicion Liniers lo devolvió a sus padres,
    portador de honrosa carta
    testimonial.

    Desde enero de 1807, Rosas estuvo
    incorporado a los Migueletes con sueldo de doce pesos mensuales y
    concurrencia a ejercicios militares.

    Entre los 17 y los 27 años, junto con la
    juventud
    de
    Rosas, transcurrió la primera
    década de gobierno propio
    en el país. El proceso
    histórico que fue la revolución
    de Mayo a la gran crisis
    sociopolitica del Año XX, transformo al estanciero
    bonaerense en activo defensor del orden porteño, hasta
    abrírsele nuevo destino a su existencia.

    El proceso
    iniciado en 1810 había sido obra de una minoría
    ilustrada a la cual los pueblos daban asentimiento, si
    interpretaban sus aspiraciones. Los contenidos teóricos
    republicanos, cayeron poco a poco en total
    desnaturalización. La democracia
    carecía de sustentación social y la
    república era traicionada al gestarse monarquías
    exóticas. El país comenzaba a enfeudarse al
    capital
    comercial extranjero, y la independencia
    se convertía en una ficción política. Las masas
    nativas resultaban víctimas de la desocupación, el
    desahucio legal para ocupar la titularidad del Estado, e
    incorporarse dignamente a la vida cívica.

    Todos esos factores las impulsaron a ejercer una
    soberanía popular vacante, y dieron
    carácter social al derrumbe del institucionalismo
    centralizador portuario el año XX. Las circunstancias
    confluyentes hicieron converger sobre Buenos Aires a
    las masas nativas, desocupadas del ejército regular luego
    el pronunciamiento de Arequito. Los gauchos y montoneras
    reclamaban su participación política y social,
    hasta entonces sólo considerará útil en las
    batallas.

    Este fue el parto fecundo
    de la Argentina
    democrática y federal.

    Cada lanza simbolizaba un voto. Esa representatividad
    asumían los caudillos, empeñados en erigir cada
    provincia de acuerdo a la realidad geopolítica hasta
    entonces sojuzgada.

    Allí nació Buenos Aires a su
    autonomía provincial, ya qué todavía no
    podía hablarse de una fundación
    federal.

    Recién a partir de allí, en la lucha
    por encontrar las mejores instituciones
    o gobernantes provinciales, sobrevino la anarquía. Esta
    ultima fue un fenómeno porteño, a la que puso
    término Juan Manuel de
    Rosas, apoyado en los
    colorados del Monte, y su indudable genialidad política.

    En el interior se hizo imprescindible la
    organización autonómica de las provincias
    precisamente para evitar la anarquía ante las desaparicion
    de la autoridad
    central.

    Y sin sobresaltos, , gobernaron Bustos en
    Córdoba, Ibarras en Santiago, Araoz en Tucumán,
    López en Santa Fe, y Guemes en Salta.

    La situación porteña fue resuelta
    por
    Dorrego. Rosas
    acompañó a Dorrego (elegido
    gobernador el 4 de julio) en su marcha contra las montoneras
    federales invasoras de la campaña.

    El 2 de agosto en san Nicolás vencieron al
    general Alvear unido al chileno José Miguel Carrera. El 12
    destruyeron a los famosos Dragones de Estanislao López en
    Pavón.

    La clase ganadera y terrateniente ansiaban la paz,
    indispensable para la economía rural
    complementaria de la exportación. Los mercados
    extranjeros solicitaban sus materias primas y se necesitaba la
    expansitud territorial capaz de incrementar la
    reproducción ganadera, forzada a situarse en los campos
    ubicados al norte de Buenos Aires. Ello no podía
    consolidarse sin la unión de Buenos Aires y Santa
    Fe.

    Rosas inicio conversaciones directas con
    López. Arriesgo compromisos pacificadores, que

    Dorrego no quiso escuchar, y este error le fue fatal.
    El 2 de Septiembre fue batido en Camonal por los santafecinos. El
    temperamento ardoroso fue nefasto para
    Dorrego, y
    si la primera vez perdió el gobierno por
    desatender a
    Rosas, ocho años mas tarde
    perdería la vida, por cometer el mismo
    error.

    EL CRIMEN DE NAVARRO

    Al caer la noche del 30 de noviembre de 1828, antes
    de partir de la capital, donde
    se consideraba inminente un golpe militar, Juan Manuel
    de
    Rosas, mando un aviso al
    gobernador
    Dorrego: "El ejercito nacional llega
    desmoralizado por esa logia que desde micho tiempo nos tiene
    vendidos". Al día siguiente estallaba el pronunciamiento
    de Juan Lavalle con los cuerpos de línea del
    ejercito.

    Rosas marcho en seguida a reclutar
    gente en la campaña. La " logia " era una realidad
    constituida como circulo encargado de la conducción
    secreta del unitarismo, "los hombres de casaca negra" y la
    sentencia contra
    Dorrego y Rosas
    estaba dictada antes del motín. Debían morir, el
    uno porque encarnaba la legalidad democrática y popular
    del federalismo, el
    otro debido a su prestigio rural, que era un peligro
    potencial.

    Es explicable que Dorrego no lo
    creyera posible: acababa de hacer públicos los manejos de
    la oligarquía unitaria, sus alianzas con el capital
    ingles, sus denuncias contra los comerciantes agiotistas, y
    conocía la impopularidad unitaria en el interior. Los
    creía derrotados para siempre y ese fue su
    error.

    El dia 9 de diciembre se enfrentaron ambas fuerzas.
    Gauchos desarmados pelearon sin éxito a las tropas de
    Lavalle y cuando la derrota fue notoria,
    Rosas
    insistió en aconsejar la retirada al gobernador, que
    tercamente creía esperar refuerzos leales. La noche del 10
    vio llegar un batallón de Húsares y todavía
    ingenuamente salió a recibirlo: el comandante Escribano y
    el mayor Acha a quienes reconoció, se apresuraron a
    tomarlo prisionero y entregarlo a Lavalle, quien decide por si
    mismo, el fusilamiento de
    Dorrego, sin proceso ni
    defensa.

    Rosas fue aconsejado de exiliarse en Brasil, pero
    decidió ponerse al frente de las masas bonaerenses, y
    ejercer su autoridad de
    Comandante general de la campaña, a las ordenes del
    ejercito federal que las provincias reclutaban bajo el mando de
    Estanislao López.

    Ante la descalificación popular, el golpe
    decembrista totalmente fracasado, debió recurrir a la
    férrea dictadura, que
    en esos mismos idas, San Martín reprobó en su
    retorno al país. Negándose a desembarcar en febrero
    de 1829, rechazo el papel de "
    verdugo de mis conciudadanos", mientras que Lavalle y sus tropas
    veteranas eran derrotadas el 25 de abril en Puente de Marquez por
    las milicias de López y

    Rosas.

    Lavalle realizo en su gobierno actos
    dignos de un verdadero tirano. Ordeno los fusilamientos del mayor
    Manuel Mesa, edecan de
    Dorrego y noble guerrero de
    la emancipación, ejecutado en la explanada del Fuerte; de
    los oficiales Manrique, Cano y otros militares leales a la
    legalidad.

    La jefatura del federalismo
    bonaerense estaba en manos de
    Rosas, desde la muerte
    de
    Dorrego. Al mando de sus tropas puso cerco a la
    ciudad, sitiada por hambre y miedo.

    Al fin Lavalle no aguanto mas y marcho solo al
    campamento de
    Rosas. Se produjo un arreglo " entre
    porteños". Ni
    Rosas consulto a López,
    ni Lavalle se preocupo de Paz. Los unitarios no se resignaron a
    una segura derrota electoral, quisieron ganar las elecciones con
    una lista amañada desde el gobierno y
    condenaron el acuerdo al fracaso. Nuevos tumultos bélicos
    intranquilizaban la ciudad. Lavalle y
    Rosas en un
    nuevo acuerdo eligieron a Viamonte gobernador.

    El día 6 de diciembre se aprobaron las
    facultades extraordinarias que tendria el nuevo mandatario
    hasta la constitución de la próxima
    legislatura y a las 19 hs fue elegido Juan Manuel de

    Rosas, Gobernador de la provincia. Treinta y tres
    diputados le votaron; el único voto a favor de Viamonte,
    pertenecía a su socio Juan N. Terrero.

    El Restaurador expreso públicamente su sentido
    de la justicia,
    jerárquica y legalista, al presidir los solemnes funerales
    de
    Dorrego: " La patria, el honor y la religión han sido
    satisfechos hoy; tributando los últimos honores al primer
    magistrado de la República sentenciando a morir en el
    silencio de las leyes". Con el
    mismo espíritu recibió en marzo siguiente a
    Quiroga, en otro impresionante desagravio popular y juro cumplir
    el mandato legislativo impuesto al
    elegírselo: " Sostener la independencia
    del Estado y su
    libertad, bajo
    el sistema
    representativo y republicano".

    PRIMER GOBIERNO

    Los actos del primer gobierno
    de
    Rosas fueron consecuentes con la
    extraccion social y la suma de intereses coincidentes en su
    encumbramiento

    Rosas definió su posición en la
    confidencia amistosa con el enviado uruguayo Santiago
    Vázquez al asumir la gobernación.

    Su gestión
    fue severa, aunque no excesivamente represiva, se caracterizo por
    su esfuerzo en restaurar el orden y la tranquilidad publica, el
    ordenamiento de las finanzas y el
    saneamiento de la administración.

    Si el peligro unitario había desaparecido en
    Buenos Aires, seguia siendo efectivo en el interior. El general
    Paz desde Córdoba mantenía su Liga Unitaria,
    protocolizada en agosto de 1830 con un pacto entre las provincias
    del noroeste ocupadas por su ejercito y revestido del Supremo
    Poder Militar.
    La situación termino recién con la prisión
    de Paz el 10 de mayo y la derrota de los restos unitarios
    mandados por Lamadrid en Ciudadela (Tucumán), el 4 de
    noviembre de 1831, a manos de Facundo.

    Desaparecida la Convención Nacional se creo
    una Comisión Representativa en Santa Fe, que integraban
    representantes de Buenos Aires, Entre Ríos y Corrientes.
    Paso previo a la convocatoria del Congreso Constituyente exigido
    por el correntino Pedro Ferré y objetado por

    Rosas ante López: " debemos existir y
    después organizarnos", eran sus argumentos.

    Rosas y Ferré cedieron en punto al
    aspecto político. Emilio Ravigniani sostuvo que este
    ultimo, " siguiendo el plan sugerido
    por
    Rosas se había puesto en acción
    para ligar provisoriamente a las provincias litorales". El
    resultado fue la firma del Pacto Federal el 4 de enero de 1831,
    verdadero instrumento constitucional creador de la

    Confederación Argentina al cual
    adherieron una a una todas las provincias entre ese año y
    1834.

    De ese modo creo Rosas un
    régimen institucional practico, de verdadera
    Confederación política al agrupar
    estados autónomos unidos por la nacionalidad común,
    y cuya representación exterior delegaron
    unánimemente en el gobierno de Buenos
    Aires.

    Estaba pendiente el problema del indio, y
    Rosas lo encaro con la experiencia que tenia desde
    antaño. La errónea política seguida con
    los indígenas por el gobernador Rodríguez
    había originado su alejamiento del circulo porteño,
    en oposición al unitarismo.
    Rosas nunca
    concibió una guerra
    exterminadora, sino la adaptación del salvaje al trabajo
    civilizado y probo que el indio tenia capacidad laboral.

    Cuando concluyo su gobierno, la Legislatura
    procedió a reelegirlo por un nuevo trienio, sin acordarle
    las Facultades Extraordinarias, pero
    Rosas no
    acepto el ofrecimiento, alegando que quería ocuparse
    personalmente de una expedición al desierto que desde
    meses estaba preparando.

    La Campaña del Desierto, fue una vasta
    empresa
    secundada por sacerdotes, científicos, labradores,
    geógrafos,
    médicos, agrimensores, marinos y excelente maestranza, en
    su mayor parte costeada por
    Rosas.

    CAMPAÑA AL DESIERTO

    Desde hacia tiempo, se venia
    sintiendo la necesidad de poner fin a las correrías de los
    indígenas pampas y araucanos, que asolaban las
    desguarnecidas fronteras de Buenos Aires, Córdoba, San
    Luis y Mendoza.

    El foco del poderío
    indígena se suponía hallarse en Neuquen y en la
    zona cordillerana, donde concentraban los cautivos y ganado
    robado para luego comercializarlos con sus hermanos de raza en
    Chile.

    El mando general de la campaña fue confiado a
    Facundo Quiroga cuyo indiscutido prestigio en el interior seria
    de gran utilidad. El
    plan
    preveía un amplio movimiento
    convergente de tres cuerpos expedicionarios.

    • El grupo de la
      Derecha, al mando de
      Felix Aldao, partiría
      de Mendoza.
    • El del Centro, a las ordenes de Ruiz
      Huidobro
      , saldría de Río
      Cuarto.
    • El de la Izquierda comandado por
      Rosas, partiría desde su estancia de Buenos
      Aires.

    Los expedicionarios convergirían hacia el sur
    sobre la isla Choele Choel, y luego, remontando el Río
    Negro llegaron a las fuentes del
    Neuquen y Limay. La operación se vería,
    además apoyada por el general
    Bulnes (
    presidente de Chile ), que
    había prometido realizar una campaña similar por el
    lado cordillerano.

    Lamentablemente el plan solo pudo
    ser cumplido en forma parcial: Bulnes, antes de iniciar su marcha
    murrio asesinado de modo que la operación proyectada del
    lado chileno quedo cancelada. Los expedicionarios tampoco
    recibieron la ayuda prometida por el gobierno porteño y
    solo contaron con el apoyo privado de los estancieros amigos
    de
    Rosas.

    • Aldao, al frente de la División
      Derecha, llego hasta Malargue y desde allí tuvo que
      replegarse por el mal estado de
      sus caballadas.
    • Ruiz Huidobro, con la División del
      Centro, choco con Yanquetruz, cacique de los ranqueles y aunque
      victorioso no pudo impedir que los indígenas se
      salvaran. Los rumores señalaban que los hermanos
      Reinafe, jefes de las tropas cordobesas, estaban en connivencia
      con los indios:
      Facundo Quiroga ordeno el relevo
      de los implicados, causa del odio mortal que estos le
      profesaron desde entonces.
    • Solo la División izquierda cumplió
      con el plan previsto.
      Contando con la amistad de los
      caciques pampas y borogas,
      Rosas patrio de su
      estancia de Monte, al frente de 2.000 hombres, rumba a
      Bahía Blanca. Luego alcanzo el río Colorado donde
      estableció el cuartel general, destacando desde
      allí diversas columnas que persiguieron a los
      indígenas en todas direcciones. La mas importante, al
      mando de
      Angel Pacheco, recorrió el
      Río Negro hasta alcanzar la confluencia del Neuquen y
      Limay a comienzos de 1834, dándose con ello por
      concluida la campaña.

    A pesar del escaso resultado de las divisiones
    interiores, puede afirmarse que la expedición en conjunto
    resulto todo un éxito.

    Las tierras liberadas, fueron repartidas entre los
    expedicionarios, primer intento de colonización que
    posteriormente fracaso por falta de apoyo de los siguientes
    gobiernos.

    A mas de su valor
    estratégico, la campaña persiguió una
    concreta finalidad cultural ya que junto con el cuerpo
    expedicionario vinieron agrimensores, ingenieros y naturalistas
    que llevaron a cabo valiosas observaciones
    científicas.

    SEGUNDO GOBIERNO

    En reiteradas ocasiones la Legislatura le
    ofreció el cargo sin limites a Juan
    Manuel de
    Rosas, otorgándole naturalmente
    las Facultades Extraordinarias. Pero
    Rosas desde su
    estancia se negó repetidamente a aceptar el ofrecimiento,
    reiterando su rechazo cuantas veces le fue
    ofrecido.

    Ante esta decisión al parecer irrevocable la
    Sala ofecio el gobierno sucesivamente a varios amigos de

    Rosas, entre ellos a su socio Juan Terrero, a sus
    primos Tomas y Nicolas Anchorena y al general Anel Pacheco, pero
    todos rechazaron el ofrecimiento ante la perspectiva de su
    seguro
    fracaso.

    Por estos momentos se produjo el asesinato de
    Facundo Quiroga a manos de los Hermanos Reinafe, y
    otros asesinatos como por ejemplo el de el gobernador de Salta
    Pablo Latorre.

    Recién cuando supo del crimen
    decidió
    Rosas apresurar el proceso
    político y tomar riendas del poder. Desde
    su estancia descargo la rabia y el dolor en una carta a su
    mayordomo, el 3 de marzo de 1835. Los unitarios habían
    fusilado a
    Dorrego, el general Villafañe fue
    asesinado en Mendoza, La Torre acababa de caer a lanzazos en
    Salta y ahora Quiroga terminaba también
    trágicamente. " He conocido o no el verdadero estado de
    la tierra?
    Pero ni esto ha de ser bastante para los hombres de las luces y
    los principios. Ya lo
    verán ahora! El sacudimiento será espantoso y la
    sangre
    argentina
    correrá en porciones".

    La Legislatura asustada ante la conmoción,
    confirió el gobierno a
    Rosas por cinco
    años con la suma del poder publico,
    sin mas restricciones que conservar y proteger la religión
    católica, y sostener y defender " la causa nacional de la
    Federación ".

    Rosas no quiso acceder al gobierno con la suma
    de Poder sin
    previa consulta " a todos y cada uno de los ciudadanos habitantes
    de esta ciudad ".

    A su pedido se realizo el plebiscito eleccionario del
    26, 27 y 28 de marzo de 1835, con abrumandores resultados: 9320
    votos a favor y 8 en contra.

    La asuncion de Rosas al poder fue
    recibida con general beneplacito:

    • La Gente Humilde, los peones, mulatos y orilleros,
      lo idolatraban considerandolo su defensor contra los abusos de
      los ricos.
    • La clase Media, comerciantes artesanos y
      profesionales, y tambien la Clase Superior lo aceptaron
      igualmente complacidos, pues veian en
      Rosas al
      garante del orden y de la estabilidad.

    Una de las medidas adoptadas en su primer año
    de gobierno fue promulgar la nueva
    Ley de Aduanas y
    la
    Ley Agraria.

    Desde 1810 nuestro pais aplicaba el Sistema
    Librecambista, que al permitir la libre contratacion, beneficiaba
    a los comerciantes porteños y a sus proveedores
    extranjeros, pero perjudicaba a los productores del
    Interior.

    La Ley de Aduanas de 1835, al gravar
    con mayores impuestos a los
    productos
    extranjeros inicio el
    Proteccionismo Economico que
    favorecio al interior sin por ello desproteger a los comerciantes
    porteños.

    De esta forma se fortalecio la incipiente
    INDUSTRIA ARGENTINA: aparecieron las primeras fabricas
    que utilizaban maquinas a vapor,
    se abrieron talleres de tejidos e hilados
    y se multiplicaron las artesanias.

    La Ley de Agraria fue aprobada por la
    Sala en 1836, y tuvo por finalidad expandir la colonizacion de
    las tierras publicas, divididas en parcelas entregadas en
    Propiedad.

    Las tierras publicas continuaron afectadas al pago
    del Emprestito contraido con la Banca Baring,
    pero pasaron a ser propiedad de
    los colonos, con garantia del Estado, de no
    ser molestados en sus derechos.

    Del mismo modo muchos latifundios no cultivados, al
    ser gravados con altos impuestos, fueron
    devueltos al gobierno, el cual procedió a venderlos o
    repartirlos gratuitamente entre los soldados y empleados publicos
    que se comprometian a trabajarlos.

    La conspiracion unitaria aliada al extranjero
    había decidido el derrocamiento de
    Rosas sin
    escrupulos en los medios para
    lograrlo. Montevideo fue el centro de esa conspiracion, cuyos
    metodos eran el terrorismo, el
    asesinato, el fraude, la

    union con el extranjero, confiscaciones. Los
    opositores sentenciaron a
    Rosas a gobernar sin un
    dia de tranquilidad.

    La independencia
    peligraba, y quienes se aliaban al extranjero para vulnerarla
    eran precisamente los que habian inventado un Mayo afracensado y
    un mito
    librecambista falsamente motivador del hecho, encarnado en Moreno
    y su " Representación de los Hacendados ". Montevideo
    constituia la sede conspiradora mas activa, aunque los unitarios
    y lomosnegros estuviesen diseminados por todo Uruguay, y
    amparados por el general Frucutoso Rivera, el cual lanzado
    tambien a conspirar para la conquista del poder quedo erguido en
    presidente " de facto ", al derrocar con ayuda de la escuadra
    francesa al presidente constitucional general Manuel Oribe en
    octubre de 1838.

    Los unitarios iniciaron una maniobra envolvente para
    sitiar a la Confederación desde el Uruguay y
    Bolivia,
    contando para ello con la ambiciosa política de la
    Confederación Peruano-boliviana en 1837 y antiguo apoyo
    unitario en el norte.

    El 13 de febrero de 1837 Rosas cortaba
    toda comunicación con el gobierno de Santa Cruz
    y el 19 declaraba la guerra
    justificada en un extenso manifiesto.

    La guerra fue
    deslucida. Las enormes distancias que separaban las provincias
    norteñas del teatro operativo,
    la falta de recursos, y
    luego, el conflicot con Francia,
    impidieron un accionar belico eficiente. La columna argentina mandada
    por Gregorio Paz fue batida en Cayambuyo el 24 de junio de 1838,
    unica batalla significativa, y el general Heredia murrio
    asesinado en una conspiracion unitaria inspirada por Marco
    Avellaneda, el 12 de noviembre. Para Argentina la
    guerra estaba
    terminada aunque no peligraba su integridad
    territorial.

    La derrota de Santa Cruz constituyo un fracaso de la
    política expansionista de Francia en
    America y la determino a intervenir en forma mas directa,
    iniciando su ataque contra nuestro pais mediante injustos
    reclamos diplomaticos.

    Un impresor, Cesar Hypolite Bacle, consituyo la
    piedra del escandalo. Estaba acusado de negociar planos del
    ejercito con el gobierno de Santa Cruz. Fue detenido en su
    domicilio y murrio de muerte
    natural, pero los enemigos señalaron a
    Rosas
    como responsable.

    A fines de 1837 el viceconsul frances en Buenos Aires
    Roger Aime, empleando severos terminos, exigio entre otras
    reclamaciones:

    • La inmediata libertad de
      varios franceses detenidos.
    • Que no se obligara a sus compatriotas a integrar
      los cuerpos armados.
    • Y además, que se concediera a Francia los
      mismos privilegios acordados por nuestro pais a Gran
      Bretaña.

    Mientras se armaba asi la motivacion del conflicto, las
    naves de estacion en Brasil y los
    Mares del Sur bajaban al Río de la Plata con ordenes de "
    apoyar coercitivamente " al viceconsul Roger.

    Sin alterarse ante esta demostracion de fuerz el
    minsitro Arana rechazo con firmeza los reclamos, por
    improcedentes y lesivos a nuestra soberania:

    • Los franceses detenidos eran delincuentes
      comunes.
    • Los franceses integrantes de las tropas eran en su
      mayoria voluntarios.
    • Finalmente Francia no
      podria pretender igual trato que Gran Bretaña pais que
      había reconocido nuestra independencia y con el que nos ligaba un tratado
      de amistad y
      comercio.

    Roger no acepto la respuesta argentina pidio
    pasaprotes para Montevideo y solicito la intervencion del
    almirante LeBlanc y confiado en el poder de sus naves ( que
    venian de destruir las costas de Venezuela en
    una demostracion de poder ), volvio a entrevistarse con

    Rosas, quien le respondio airadamente que " los
    argentinos no se unirian jamas al extranjero", y qsi tomaba
    medidas de fuerza sobre
    Buenos Aires " deberia contentarse con un monton de
    ruinas".

    Leblanc mando un ultimatum: debia suspenderse la
    incorporacion de franceses al ejercito y tratarselos con la
    clausula de nacion mas
    favorecida hasta tanto se concluyera un tratado.

    Rechazadas sus imposiciones, Leblanc declaro el 28 de
    marzo " el puerto de Buenos Aires y todo el litoral del
    río perteneciente a la Republica Argentina en estado de
    riguroso bloqueo por las fuerzas navales francesas
    ".

    La situación obligo a adoptar soluciones
    heroicas: todos los presupuestos
    fueron rebajados, incluso los correspondientes a la
    instrucción y a la Beneficencia Publica.

    Si bien las perdidas economicas fueron enormes, en
    ciertos aspectos el bloqueo resulto beneficioso ya que contribuyo
    al desarrollo de
    las industrias
    locales que comenzaron a producir articulos que hasta entonces se
    importaban del exterior.

    Lo importante de esta política ejercida
    por
    Rosas era el planteo de fondo, verdaderamente
    anti-imperialista, demostrativo de la ilegalidad del bloqueo y
    sus consecuencias belicas desde el momento que no se habian
    rechazado las reclamaciones francesas; se había negado su
    consideracion bajo el imperio de amenazas. La legislatura
    contesto a
    Rosas en terminos vibrantes luego de un
    exhasutivo discurso de
    Nicolas Anchorena que dijo: " La causa que actualmente sostenemos
    es la de toda la Confederación, es la de todas las
    republicas americanas, porque en ella nos proponemos repeler una
    nueva colonizacion qu ese trata de hacer en los Estados
    americanos ".

    De ahí en mas, " la adhesion unitaria al
    bloque solo podia calificase como una verdadera tracicion a la
    patria."

    El 11 de octubre cansados de esperar una quiebra del
    frente interno o de las resistencias
    rosistas atacaron la isla de Martin Garcia y sus marinos
    mezclados con uruguayos riveristas, sometian después de
    energica resistencia, a la
    pequeña guarnicion argentina.

    El dia 23 ansiosos de dar al conflicto una
    mejor base operativa, la escuadra, los unitarios de la ciudad, y
    tropas campesinas de Frutcuoso Rivera, derrocaron al presidente
    Manuel Oribe, quien decide cruzar a Buenos Aires para luchar
    contra los franceses y riveristas.

    En estas epocas se produce una conspiracion general,
    integrada por los mas influyentes opositores a

    Rosas, con el objetivo de la
    caida de su régimen. Su principal apoyo lo reciben de
    Francia.

    La rebelion se inicio en Corrientes, donde su
    gobenador Genaro Beron de Astrada se pronuncio en contra de

    Rosas. Pero Pascual Echague, gobernador de Entre
    Ríos, llegado a Corrientes enfrento a Astrada en Pago
    Largo derrotandolo en forma definitia.

    Poco después se descubrio una conspiracion en
    la misma ciudad de Buenos Aires, por oficiales dirigidos por
    Ramon Maza, quien fue fusilado al poco tiempo de ser
    descubrida su conspiracion.

    En julio de 1840, Lavalle embarco sus 4.000 veteranos
    en buques franceses, y llegado a San Pedro, inicio su marcha
    hacia Buenos Aires. La expedición, y el cambio de
    actitud de
    Francia desconcerto a
    Rosas que no creia que este
    pais emprendiera una acción directa que podria desembocar
    en una guerra con
    otros paises europeos.

    Lavalle llego a Merlo a la vista de la ciudad
    dispuesta a resistir. Allí se mantuvo a la espera de la
    flota prometida. Pero tras varios dias de espera, sorpresivamente
    dio la orden de emprender la retirada.

    Como era de esperarse, el despliegue de energia del
    gobierno de Thiers preocupo seriamente a Inglaterra, quien
    dio los pasos para constituir una alianza con Austria y Prusia
    que frenara el empuje frances. Ello podria conducir a una guerra
    europea y Thiers ordeno dar marcha atrás.

    Se iniciaron las tratativas que Rosas
    no había querido llevar a cabo bajo la presion de la
    flota de guerra, y a fines de octubre se llego a un
    acuerdo.

    El tratado establecia el reconocimiento de " las
    indemnizaciones debidas a los franceses ", el levantamiento del
    bloqueo, la devolucion de Martin Garcia con su armamento y barcos
    capturados, la amnisitia a los enemigos o
    combatientes.

    El dia 31 la nave insignia francesa desagravio con 21
    cañonazos la bandera argentina. El largo conflicto
    había terminado honrosamente.

    Ocupado por nuevos incidentes internacionales,
    Rosas consideraba la oportunidad de terminar con el
    problema uruguayo y cumplir el compromiso hecho a Oribe de
    restablecer su autoridad
    legal. Desde principios de
    1841 había decretado, en represalia, el bloqueo del puerto
    montevideano y además busco controlar los rios
    interiores. Este sitio de Montevideo deterioro repentinamente las
    relaciones con Gran Bretaña.

    Rivera y la comision de exiliados solicitaban una
    nueva intervencion europea, bajo el pretexto de la mediacion
    franco-inglesa para evitar la caida de Montevideo en manos
    oribistas y además inteligentemente se instrumento una
    campaña periodistica y literaria mundial, tendiente a
    demostrar la necesidad humanitaria de la intervencion contra la
    tirania.

    Las acciones se
    iniciaron el 2 de agosto de 1845 con al captura de la flota
    argentina del almirante Brown, en el Río de la Plata, y el
    izamiento de las banderas de Francia y la de Inglaterra. El
    robo de la escuadra nacional dejo abierto el río Parana y
    facilito la penetracion militar y comercial de los barcos
    extranjeros.

    La guerra era un hecho. Garibalid había
    saqueado Colonia y escotaba con sus barcazas a la fragata
    Expeditive, que desembarco tropas en Martin Garcia el 5 de
    Septiembre. El bloqueo del litoral argentino fue declarado
    ofocialmente el 18 de septiembre de 1845.

    Con toda prisa se armo una poderosa flota
    anglofrancesa seguida de 90 navios mercantes que una ve abierto
    el río Parana, llevaria los productos a
    Corrientes y Paraguay. Los
    navios zarparon en Noviembre confiados en su fuerza.

    Rosas dispuso la defensa fluvial y terrestre al mando
    del general Lucio V. Mansilla, alguno voluntarios y tropas
    populares.

    El combate cubrio de gloria el nombre argentino,
    desprestigio el bloqueo e hizo comprender la justicia
    argentina a muchos adversarios de

    Rosas.

    La resistencia se
    mantuvo admirablemente. Las provincias suplieron a la importacion, y
    sus producciones artesanales crecieron en forma complemetaria con
    la economia bonaerense.

    Al cabo del tiempo el bloqueo
    resultaba un fracaso político, militar y economico, por su
    costo y las
    continuas subvenciones dadas a Montevideo.

    Las grandes potencias enviaron sus mejores
    diplomaticos, que retornaron fracasados, sin doblegar a

    Rosas.

    En 1846 llego al Plata, enviado por ambos gobiernos,
    el ex consul Thomas Samuel Hood y sus propositos de arreglo no
    tuvieron éxito a pesar de su buena
    voluntad.

    El repetido fracaso de los diplomaticos europeos
    agudizaba el problema y tenia visos de nunca acabar. Por ello, a
    comienzos de 1849, el Premier Palmerston envio a Buenos Aires a
    Henry Southern munido de especiales instrucciones, quien tras
    arduas negociaciones anuncio que su pais aceptaba la posicion
    defendiad por nuestro gobierno.

    Concluyeron las deliberaciones con los tratados
    Southern-Arana ( 24 de Noviembre de 1849) y Arana-Lepredour ( 31
    de agosto de 1850 ) cuyos puntos analogos establecian: suspension
    de hostilidades en Uruguay,
    devolucion de Martin Garcia y barcos apresados, reconocimiento de
    la exclusiva jurisdiccion y control argentino
    sobre sus rios
    interiores, consideracion del general Oribe en su investidura
    legal.

    El pabellon argentino seria solemnemente
    desagraviado. La victoria estaba totalmente consumada. Los
    cañones de la fragata Southampton, " saludaron con 21
    disparos de desagravio y homenaje a una humilde bandera,
    desconocida del mundo, pero no ignorada por ellos
    ".

    Pero nada resulto mas categorico que el elogio
    Sanmartiniano:

    " No puedo concebir que haya americanos que por un
    indigno espiritu de partido se unan al extranjero para humillar a
    su patria y reducirla a una condicion peor que la que sufriamos
    en tiempos de la dominacion española. Una tal felonia ni
    el sepulcro la puede hacer desaparecer."

    Posteriormente antes de fallecer en 1850, determino
    como una de sus ultimas voluntades:

    " El sable, que me ha acompañado en toda la
    guerra de la Independencia
    de la America de Sur, le sera entregado al general de la
    Republica Argentina, don Juan Manuel de
    Rosas, como
    una prueba de la satisfaccion que como argentino he tenido al ver
    la firmeza con que ha sostenido el honor de la Republica contral
    las injustas pretensiones de los extranjeros que trataban de
    humillarnos."

    Ya al final de su discutido gobierno, Juan Manuel
    de
    Rosas había completado su evolucion
    política e ideologica. De caudillo bonaerense y
    Restaurador de las Leyes en su
    provincia, recorrio en importante camino ascendente, de las
    Facultades Extraordinarias a la suma del Poder Publico Nacional,
    convirtiendose en el jefe supremo de la Confederación
    Argentina.

    El peligro ahora no venia de Europa. Mejor
    dicho, ciertos intereses europeos se trasladaban a su tradicional
    enclave continental: el Brasil.
    Allí unian sus conveniencias contra la
    Confederación Argentina, cuya preeminencia americana,
    siempre desagrado a los lusitanos.

    A comienzos de 1850 y culminando una larga serie de
    fricciones diplomaticas, la Confederación Argentina
    presento al gobierno de Río muy serias reclamaciones,
    fundadas entre otros motivos, en las correrías que bandaas
    armadas brasileñas, amparadas por la policia, hacian sobre
    el territorio del Uruguay,
    incluso en la zona ribereña correntina.

    Brasil con graves problemas
    internos, y con un ejercito integrado en gran parte por
    mercenarios, tenia pocas probabilidades de éxito frente al
    poderío de la Confederación. Por ello su Ministro
    Paulino soares de Souza inicio un habilisimo operativo
    diplomatico para revertir la situación. Y en estas
    gestiones, pronto logro un inesperado éxito, al ganar para
    su causa al jefe del Ejercito Argentino de Operaciones,
    Justo J. de Urquiza y las fuerzas que el
    comandaba.

    La actitud de
    Urquiza puede explicarse por razones economicas y
    politicas:

    • El federalismo
      rosiste en la practica, subordinaba la economia de las
      provincias a Buenos Aires, ya que su aduana percibia
      las rentas de todo lo que consumia el pais adquirido en el
      extranjero. Urquiza se oponia a estos terminos.
    • El prolongado bloqueo perjudicaba a ciertas
      provincias, sobre todo las del litoral, que como Entre
      Ríos veian impedido su comercio con
      el exterior, que había sido su mayor fuente de recursos.
    • El federalismo que
      sostenia
      Rosas era muy discutido, ya que aunque
      solo gobernador de Buenos Aires y Encargado de la
      representación Exterior de la Confederación, en
      realidad regia los destinos de todo el pais.

    La alianza brasileña-entreriana-oriental fue
    firmada en secreto el 29 de mayo, y elejercito argentino de
    operaciones
    entregado de esta manera al enemigo.

    Rosas menosprecio el poderío enemigo,
    creyo contrarrestarlo mediante propaganda y
    su conocida estrategia
    sociologica. El 9 de Julio presidio un imponente desfile militar
    y el 18 de agosto le declaro la guerra al Brasil.

    Bajo estas circunstancias se firmo el tratado
    definitivo de alianza el 21 de Noviembre, una vez obtenida la
    capitulacion de Oribe y de su gobierno del Cerrito. Entre
    Ríos, Corrientes, Uruguay y
    Brasil se
    comprometieron a " liberar al pueblo argentino de la opresion
    ".

    Se constituirian dos grupos armados:
    el
    Ejercito Grande, a las ordenes de Urquiza,
    integrado por tropas de los paises aliados.

    El Ejercito Chico, al mando de Caxias
    quedaria como reserva, apostado en Colonia.

    Brasil contribuiria con su flota y una fuerte suma de
    dinero que le
    seria devuelto, con intereses, al finalizar la
    guerra..

    En contraste con la actividad que desplegaban sus
    enemigos
    Rosas parecio anonadado y su
    extraña apatia permitio que los aliados obraran con entera
    libertad. Solo
    el 17 de diciembre, frente a las barrancas de San Pedro, una
    bateria nstalada en el Paso del Tonelero al mando de Mansilla,
    abrio el fuego contra la flota brasileña que remontaba el
    Parana. Los atacantes, luego de varias horas de intenso combate,
    lograron forzar el paso, pero a costa de graves
    perdidas.

    Pocos dias después el Ejercito Grande,
    atraveso el Parana cerca de Diamante y sin hallar ninguna
    resistencia,
    entro a Santa Fe.

    En 1852 el Ejercito prosiguio su marcha hacia Buenos
    Aires, aunque hubo numerosas deserciones, e incluso muchas de
    ellas se cambiaron a las tropas de la Confederación como
    por ejemplo la del Coronel Aquino.

    Rosas estableció su campamento
    en Santos Lugares y organizo un ejercito de 22.000 hombres, en su
    mayoria milicianos de escasa preparacion y limitado
    armamento.

    Pacheco renuncio casi en visperas del combate y
    Rosas se vio precisado a tomar el mando moviendo sus
    tropas hasta Caseros, donde el 3 de Febrero se produjo la
    batalla. Si bien el ejercito de la Confederación contaba
    con brillantes oficiales, era inferior en numero, armamento y
    preparacion a las tropas de Urquiza.

    El combate fue de regular intensidad. A medio dia
    las tropas nacionales, ampliamente superados, iniciaron un
    repliegue que a poco se transformo en desbande, con excepcion de
    la artilleria de Chilavert, que resistio hasta agotar
    municiones.

    Al constatar su derrota, Rosas
    abandono el campo y regreso a la ciudad acompañado de
    su asistente: en las afueras escribio la RENUNICA A SU CARGO,
    dirigida a la Legislatura. Luego, llego a la casa del consul
    britanico y una fragata que quedo fondeada frente a Montevideo.
    Luego patrio para Gran Bretaña en calidad de
    aislado y se estableció en Southampton, alejado de toda
    actividad política, hasta su fallecimiento en 1877 a los
    84 años de edad.

    Trabajo enviado por:

    Facundo Pellegrini

    fpellegrini[arroba]logitron.com.ar

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