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Organización de las Naciones Unidas (ONU)




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    1. Funciones y
      poderes

      Períodos de
      sesiones

      Comisiones
      Principales

    2. ASAMBLEA GENERAL

      Kofi Annan – Secretario General de
      la ONU

      Nota biografica

      Secretarios GENERALES
      ANTERIORES

      FUNCION DEL SECRETARIO GENERAL DE LAS
      NACIONES UNIDAS

      LOUISE FRECHETTE – VICESECRETARIA
      GENERAL

      NOTA BIOGRAFICA

    3. SECRETARIA GENERAL

      ¿QUÉ ES EL CONSEJO DE
      SEGURIDAD?

      FUNCIONES Y
      PODERES

    4. CONSEJO DE SEGURIDAD

      ¿QUÉ ES LA CORTE
      INTERNACIONAL DE JUSTICIA?

      JURISDICCION

      MIEMBROS

    5. CORTE INTERNACIONAL DE
      JUSTICIA

      ¿QUÉ ES EL CONSEJO
      ECONOMICO Y SOCIAL?

      FUNCIONES Y
      PODERES

      PERIODOS DE
      SECIONES

      ORGANOS SOBSIDIARIOS Y
      CONEXOS

      RELACIONES CON LAS ORGANIZACIONES NO
      GUBERNAMENTALES

    6. CONSEJO ECONOMICO Y SOCIAL
      (ECOSOC)

      ¿QUÉ ES EL CONSEJO DE
      ADMINISTRACION FIDUCIARIA?

      FUNCIONES Y PODERES

    7. CONSEJO DE ADMINISTRACION
      FIDUCIARIA

      INTRODUCCION

      CRONOLOGIA DE
      ACONTECIMIENTOS

      DECLARACION UNIVERSAL DE LOS DERECHOS
      HUMANOS

      CARTA INTERNACIONAL DE DERECHOS
      HUMANOS

      CONFERENCIA MUNDIAL DE DERECHOS
      HUMANOS

      DERECHOS HUMANOS EN
      ACCION

      FORTALECIMIENTO DEL MECANISMO DE DERECHOS
      HUMANOS

      OFICINA DEL ALTO COMISIONADO DE LA UNO POR LOS
      DERECHOS HUMANOS

      COMISION DE DERECHOS HUMANOS

      VIGILANCIA DE LAS VIOLACIONES DE DERECHOS
      HUMANOS

      PROCEDIMIENTOS ESPECIALES

      LA SOCIEDAD
      CIVIL: COLABORADORA EN LA ACCION EN PRO DE LOS DERECHOS
      HUMANOS

    8. DECLARACION UNIVERSAL DE LOS DERECHOS
      HUMANOS

      OPERACIONES DE MANTENIMIENTO DE LA PAZ DE LA ONU.
      PREGUNTAS Y RESPUESTAS

    9. LA PAZ Y LA SEGURIDAD
    10. ASISTENCIA HUMANITARIA Y AYUDA A LOS
      REFUGIADOS
    11. OTROS ORGANISMOS DEPENDIENTES DE LA
      ONU

    UNCTAD

    UNITAR

    ONUDI

    GATT/OMC

    OIT

    UNESCO

    FMI

    CFI

    OACI

    UPU

    UIT

    LA ASAMBLEA GENERAL

    La Asamblea General es el principal órgano
    deliberativo de las Naciones Unidas.
    Está compuesto por representantes de todos los Estados
    Miembros, cada uno de los cuales tiene derecho a un voto. Las
    decisiones sobre cuestiones importantes, como las relativas a la
    paz y a la seguridad, la
    admisión de nuevos Miembros y las cuestiones
    presupuestarias, se deben adoptar por el voto de una
    mayoría de dos tercios. Las decisiones sobre otras
    cuestiones se adoptan por mayoría
    simple.

    Funciones y poderes

    De confonnidad con la Carta, entre
    las funciones y
    poderes de la Asamblea General se cuentan los
    siguientes:

    * Considerar y hacer recomendaciones sobre los
    principios de
    cooperación en el mantenimiento
    de la paz y la seguridad
    internacionales, incluso los principios que
    rigen el desarme y la reglamentación de
    armamentos;

    * Discutir toda cuestión relativa al
    mantenimiento
    de la paz y la seguridad
    internacionales y, salvo en el caso en que el Consejo de Seguridad
    esté examinando una controversia o situación,
    formular recomendaciones al respecto;

    * Tratar y, con la misma salvedad, hacer
    recomendaciones sobre cualquier cuestión dentro de los
    límites de la Carta o que
    afecte a los poderes o funciones de
    cualquier órgano de las Naciones
    Unidas;

    * Promover estudios y hacer recomendaciones para
    fomentar la cooperación política
    internacional, desarrollar el derecho
    internacional y su codificación, ayudar a hacer
    efectivos los derechos humanos
    y las libertades fundamentales de todos y fomentar la
    cooperación internacional en materias de carácter
    económico, social, cultural educativo y
    sanitario;

    *Hacer recomendaciones para el arreglo
    pacífico de cualquier situación, sea cual fuere su
    origen, que pueda perjudicar las relaciones amistosas entre
    naciones;

    * Recibir y considerar informes del
    Consejo de Seguridad y otros órganos de las Nadones
    Unidas;

    * Examinar y aprobar el presupuesto de
    las Naciones Unidas y
    fijar las cuotas a los Membros;

    * Elegir los miembros no permanentes del Consejo
    de Seguridad, los miembros del Consejo Económico y Social
    y los miembros del Consejo de Administración Fiduciaria que deban ser
    electos; participar con el Consejo de Seguridad en la
    elección de los magistrados de la Corte Internacional de
    Justicia y, a
    recomendación del Consejo de Seguridad, nombrar al
    Secretario General.

    De conformidad con la resolución
    "Unión pro paz", aprobada por la Asamblea General en
    noviembre de 1950, la Asamblea puede adoptar medidas si el
    Consejo de Seguridad, por falta de unanimidad entre sus miembros
    permanentes, no adopta medidas en un caso en que parece haber una
    amenaza a la paz, el quebrantamiento de la paz o un acto de
    agresión. La Asamblea está facultada para
    considerar el asunto inmediatamente con el fin de recomendar a
    los Miembros la adopción
    de medidas colectivas, inclusive, en casos de quebrantamiento de
    la paz o de un acto de agresión, el empleo de la
    fuerza armada
    si fuera necesario para mantener o restablecer la paz y la
    seguridad internacionales.

    Períodos de
    sesiones

    El período ordinario de sesiones de la
    Asamblea General, que se inicia anualmente el tercer martes de
    septiembre, continúa habitualmente hasta mediados de
    diciembre. Al principio de cada período ordinario de
    sesiones, la Asamblea elige un nuevo Presidente, 21
    vicepresidentes y los presidentes de las siete Comisiones
    principales. Para asegurar una distribución geográfica equitativa,
    la presidencia de la Asamblea se rota anualmente entre cinco
    grupos de
    Estados: los Estados de África, Asia, Europa Oriental,
    América
    Latina y Europa Occidental
    y otros Estados.

    Además de esos períodos ordinarios
    de sesiones, la Asamblea puede reunirse en períodos
    extraordinarios de sesiones a solicitud del Consejo de Seguridad,
    de una mayoría de los Miembros de las Naciones Unidas o
    de un Miembro si la mayoría de los miembros está de
    acuerdo. Los períodos extraordinarios de sesiones de
    emergencia se pueden convocar dentro de las 24 horas de recibida
    una solicitud del Consejo de Seguridad, aprobada por el voto de
    nueve de esos Miembros, por una mayoría de los miembros de
    las Naciones Unidas o
    por un miembro si la mayoría de los miembros está
    de acuerdo.

    Al principio de cada período ordinario de
    sesiones, la Asamblea celebra un debate
    general, en el que a menudo intervienen Jefes de Estado o de
    Gobierno, en el
    cual los Estados Miembros expresan sus opiniones acerca de una
    amplia gama de cuestiones de interés
    internacional. Debido al gran número de cuestiones que se
    someten a consideración de la Asamblea (por ejemplo, el
    programa del
    período de sesiones de la Asamblea constaba en 1994 de 162
    temas distintos), la Asamblea asigna la mayoría de las
    cuestiones a sus seis Comisiones Principales.

    Comisiones Principales:
    * Comisión de Desarme y de Seguridad Internacional
    (Primera Comisión)

    * Comisión de Asuntos Económicos y
    Financieros (Segunda Comisión)

    * Comisión de Asuntos Sociales,
    Humanitarios y Culturales (Tercera
    Comisión)

    * Comisión Política Especial y
    de Descolonización (Cuarta
    Comisión)

    * Comisión de Asuntos Administrativos y
    Presupuestarios (QuintaComisión)

    * Comisión Jurídica (Sexta
    Comisión)

    Hay también una Mesa, integrada por el
    Presidente y los 21Vicepresidentes de la Asamblea más los
    Presidentes de las siete Comisiones Principales, y una
    Comisión de Verificación de Poderes, integrada por
    nueve miembros designados por la Asamblea a propuesta del
    Presidente en cada período de sesiones, la cual informa a
    la Asamblea sobre los poderes de los
    representantes.

    Aigunas de las cuestiones se consideran
    sólo en sesión plenaria, y no en una de las
    Comisiones Principales. Todas las cuestiones se someten a
    votación en sesión plenaria, por lo común
    hacia el final del período de sesiones, luego de que las
    Comisiones han concluido su examen de esas cuestiones y
    presentado proyectos de
    resolución al pleno de la Asamblea
    General.

    La votación en las Comisiones se hace por
    mayoría simple. En sesión plenaria, las
    resoluciones se pueden adoptar por aclamación, sin
    objeción o sin votación, o bien mediante
    votación registrada o por votación
    nominal.

    Aunque carecen de obligatoriedad jurídica
    para los gobiernos, las decisiones de la Asamblea están
    sustentadas por el peso de la opinión pública
    mundial respecto de los principales problemas
    internacionales y por la autoridad
    moral de la
    comunidad
    internacional.

    La labor de las Naciones Unidas durante todo el
    año se deriva fundamentalmente de las decisiones de la
    Asamblea General, es decir, de la voluntad de la mayoría
    de los Miembros expresada en resoluciones adoptadas por la
    Asamblea. Esta labor la Ilevan a cabo:

    * Las Comisiones y otros órganos
    establecidos por la Asamblea para estudiar cuestiones
    específicas como el desarme, el espacio ultraterrestre, el
    mantenimiento
    de la paz, la descolonización y los derechos humanos
    e informar al respecto;

    * Las conferencias internacionales convocadas por
    la Asamblea, y

    * La Secretaría de las Naciones Unidas por
    conducto de las actividades del Secretario General y de la
    plantilla de funcionarios internacionales.

    Secretaría General

    Organo administrativo compuesto por un secretario
    general y "tanto personal como
    la
    Organización pueda necesitar", según consta en
    la Carta
    fundacional de la
    Organización de la Naciones Unidas (ONU).

    El secretario general, nombrado para un mandato de
    cinco años por la Asamblea General, a recomendación
    del Consejo de Seguridad, es el principal funcionario
    administrativo de la ONU y,
    según el Artículo 99 de la Carta, puede
    llamar la atención del Consejo de Seguridad sobre
    cualquier tema que parezca amenazar la paz y la seguridad
    internacional. Desde el nacimiento de las Naciones Unidas, esta
    disposición proporcionó al secretario general una
    cierta autoridad
    ejecutiva, lo que provocó el descontento
    sistemático de la Unión Soviética con las
    dos primeras autoridades de la ONU. El primer
    secretario general fue el noruego Trygve Lie, que, ante la
    constante presión soviética, se vio forzado a
    dimitir en noviembre de 1952. En abril de 1953 le sucedió
    el sueco Dag Hammarskjöld, que sería reelegido cinco
    años más tarde. Hammarskjöld también
    tuvo que enfrentarse con las duras objeciones de la URSS a
    raíz de la intervención de la ONU en la
    crisis del
    Congo de 1960-1961. Pereció en dicho país en un
    accidente de aviación el 17 de septiembre de 1961. El 3 de
    noviembre la Asamblea nombró al birmano U Thant secretario
    general en funciones, quien
    fue reelegido en 1966. Cuando su segundo mandato expiró en
    1971, le sustituyó Kurt Waldheim, de Austria, quien
    volvió a ser reelegido durante otros cinco años en
    1976. En 1982 el peruano Javier Pérez de Cuéllar
    sucedió a Waldheim, cumplió dos mandatos y
    rechazó un tercero. Pérez de Cuéllar
    participó en numerosas misiones de paz y de ayuda
    humanitaria tras algunos desastres, como los terremotos de
    Guatemala y
    Nicaragua. Fue relevado en 1992 por el egipcio Butros
    Butros-Ghali, y en 1997 tomo posesión del cargo el
    ghanés Kofi Annan.

    En 1977 la Asamblea General adoptó una
    resolución que otorgaba al secretario general la autoridad de
    nombrar a un vicesecretario, que tendría el título
    de director general para el desarrollo
    económico y la cooperación económica
    internacional, y cuya responsabilidad sería dirigir aquellas
    agencias de la ONU dedicadas a temas sociales y
    económicos.

    El personal de las
    Naciones Unidas es nombrado por el secretario general, que es
    quien selecciona a estos funcionarios internacionales
    basándose en la competencia e
    integridad de éstos y respetando que la composición
    de la Secretaría refleje la diversidad multinacional de la
    propia ONU. Los funcionarios de las Naciones Unidas sólo
    deben rendir cuentas ante ese
    organismo y no pueden buscar o recibir instrucciones de otro
    gobierno o
    autoridad. La
    Secretaría está organizada en varios departamentos,
    entre los que se incluyen las oficinas encargadas de la información política, legal,
    financiera, económica, pública y de
    tutela.

    KOFI
    ANNAN
    SECRETARIO GENERAL DE LAS NACIONES UNIDAS

    Nota biográfica

    Kofi Annan fue elegido como el séptimo
    Secretario General de las Naciones Unidas a partir del 1 de enero
    de 1997 hasta el 31 de diciembre de 2001. Hasta el momento de su
    nombramiento por la Asamblea General, el Sr. Annan había
    sido Secretario General Adjunto de Operaciones de
    Mantenimiento
    de la Paz de las Naciones Unidas.

    El Sr. Annan, nacional de Ghana, volvió al
    puesto de Secretario General Adjunto de Operaciones de
    Mantenimiento de la Paz en marzo de 1996, después de
    desempeñar las funciones de
    Representante Especial del Secretario General en la ex Yugoslavia
    y de Enviado Especial ante la
    Organización del Tratado del Atlántico del
    Norte (OTAN) durante todo el período de transición
    que siguió a la firma del Acuerdo de Paz de Dayton.
    Había sido nombrado Secretario General Adjunto de Operaciones de
    Mantenimiento de la Paz el 1 de marzo de 1993, un año
    después de su nombramiento como Subsecretario General en
    el mismo departamento.

    Antes de desempeñar esos cargos, el Sr.
    Annan sirvió a las Naciones Unidas en otros puestos
    superiores. En total, ha dedicado más de 30 años de
    su vida a las Naciones Unidas, para las que ha trabajado en
    lugares tan diversos como Addis Abeba, el Cairo, Ginebra,
    Ismailia (Egipto) y
    Nueva York.

    Entre esas posiciones, el Sr. Annan prestó
    servicios en
    calidad de
    Subsecretario General de Planificación de Programas,
    Presupuesto y
    Finanzas y
    Contralor de las Naciones Unidas. A raíz de la
    invasión de Kuwait por el Iraq en 1990, el Secretario
    General envió al Sr. Annan al Iraq para determinar
    qué podía hacerse para mejorar la situación
    sobre el terreno y facilitar la repatriación de más
    de 900 funcionarios internacionales. Durante su estancia en el
    Iraq, el Sr. Annan entabló negociaciones para la
    liberación de los rehenes occidentales y
    señaló a la atención de la comunidad
    internacional la situación de los más de 500.000
    asiáticos que se encontraban en Kuwait y en el Iraq.
    Encabezó posteriormente el equipo de negociación de las Naciones Unidas con el
    Iraq sobre la posibilidad de autorizar ventas de
    petróleo
    para la compra de ayuda humanitaria.

    El Sr. Annan había simultaneado
    anteriormente los cargos de Subsecretario General de Gestión
    de Recursos
    Humanos y Coordinador de Asuntos de Seguridad de las Naciones
    Unidas, después de desempeñar los cargos de
    Director de Presupuesto y
    Director Adjunto de Administración y Jefe de Personal de la
    Oficina del
    Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los
    Refugiados.

    El Sr. Annan, regresó a su país de
    origen de 1974 a 1976 para desempeñar el cargo de Director
    Gerente de
    la Empresa de
    Promoción Turística de Ghana, cargo
    que simultaneó con su participación en la Junta de
    Ordenación del Turismo de
    Ghana.

    Además de sus funciones
    oficiales, el Sr. Annan participa desde hace mucho tiempo en
    actividades relacionadas con la educación, el
    desarrollo, el
    bienestar y la protección del personal
    internacional. Pertenece actualmente a las juntas de consejeros
    del Macalester College de Saint Paul (Minnesota) y del Institute
    for the Future de Menlo Park (California). Fue durante muchos
    años Presidente de la Junta Directiva de la Escuela
    Internacional de las Naciones Unidas de Nueva York, y
    formó parte de la Junta de Gobernadores de la Escuela
    Internacional de Ginebra de 1981 a 1983. Dentro de las Naciones
    Unidas, el Sr. Annan ha participado en los trabajos de la Junta
    de Nombramientos y Ascensos y del Grupo de
    Funcionarios Superiores (en ambos casos en calidad de
    Presidente), de la Junta de Gestión
    Administrativa y de Finanzas, del
    Grupo de
    Trabajo del Secretario General sobre las Operaciones de
    Mantenimiento de la Paz, y de la Caja Común de Pensiones
    del Personal de las
    Naciones Unidas.

    El Sr. Annan, que habla inglés,
    francés y varios idiomas africanos, estudió en la
    Universidad de
    Ciencia y
    Tecnología de Kumasi y completó sus estudios de
    economía
    en el Macalester College, que le otorgó en 1994 su Trustee
    Distinguished Award, en reconocimiento de sus más de 30
    años de servicio a la
    comunidad
    internacional. Cursó estudios de posgrado de economía en el
    Institut universitaire des hautes études internationales
    de Ginebra. En su calidad de Sloan
    Fellow de 1971-1972 en el Massachusetts Institute of Technology,
    recibió el título de Master of Science en Gestión. En junio de 1996, el Cedar Crest
    College de Allentown (Pennsylvania) le confirió el
    título honorario de Doctor of Public
    Service.

    El Sr. Annan nació en 1938. Está
    casado y tiene tres hijos.

    SECRETARIOS GENERALES
    ANTERIORES

    Boutros Boutros-Ghali (Egipto)
    Período a cargo: 1992-1996

    Javier Pérez de Cuéllar
    (Perú)
    Período a cargo:
    1982-1991

    Kurt Waldheim (Austria)
    Período a cargo: 1972-1981

    U Thant (Myanmar)
    Período a
    cargo: 1961-1971

    Dag Hammarskjold (Suecia)

    Período a cargo: 1953-1961

    Trygve Lie (Noruega)
    Período a
    cargo: 1946-1952

    Función del Secretario General de las
    Naciones Unidas

    La Carta de las
    Naciones Unidas define al Secretario General como el "más
    alto funcionario administrativo" de la
    Organización. Desde luego, el Secretario General es
    mucho más que eso. A un mismo tiempo
    diplomático y activista, conciliador y provocador, el
    Secretario General se yergue ante la comunidad mundial
    como el emblema mismo de las Naciones Unidas. La tarea requiere
    una gran medida de valor,
    sensibilidad e imaginación, a todo lo cual el Secretario
    General debe añadir un optimismo tenaz: la
    convicción de que los ideales expresados en la Carta pueden
    convertirse en realidad. El actual Secretario General de las
    Naciones Unidas, séptimo ocupante del cargo, es Kofi
    Annan, de Ghana, quien asumió sus funciones el 1 de enero
    de 1997.

    La labor del Secretario General implica un cierto
    grado de tensión inherente y creativa, que dimana
    directamente de la definición del cargo enunciada en la
    Carta. La
    Carta autoriza
    al Secretario General a señalar a la atención del
    Consejo de Seguridad cualquier asunto que en su opinión
    amenace la paz y la seguridad internacionales. También le
    asigna el desempeño de "las demás funciones" que le
    encomienden el Consejo de Seguridad, la Asamblea General y los
    otros órganos principales de las Naciones Unidas. En
    consecuencia, el Secretario General hace de portavoz de la
    comunidad
    internacional y al mismo tiempo de
    funcionario de los Estados Miembros, funciones que al parecer
    aseguran un cierto grado de fricción. Sin embargo, lejos
    de limitar su valor, esos
    perfiles amplios garantizan un mandato extraordinario para la
    acción.

    El Secretario General es mejor conocido por el
    público por utilizar su jerarquía e imparcialidad
    –sus "buenos oficios"– en interés de
    la "diplomacia preventiva". Esto se refiere a las medidas que
    adoptan el Secretario General o los funcionarios superiores a sus
    órdenes, en público y en privado, para evitar que
    surjan, aumenten o se extiendan las controversias
    internacionales. En efecto, a medida que se desatan
    acontecimientos y crisis en todo
    el planeta, la palabra y los hechos del Secretario General pueden
    tener profundas repercusiones.

    No obstante, su labor entraña consultas
    diarias con dirigentes mundiales y otras personas, la asistencia
    a los períodos de sesiones de los diversos órganos
    de las Naciones Unidas y viajes por
    todo el mundo como parte del esfuerzo general por lograr que se
    comprenda mejor el papel de las
    Naciones Unidas en los asuntos internacionales. El Secretario
    General publica una memoria anual,
    cuya aparición se aguarda con ansiedad, en la que
    evalúa la labor de la
    Organización y anticipa su parecer acerca de las
    prioridades futuras.

    Asimismo, cada Secretario General define la tarea
    que le corresponde según su época y
    generación particulares. En 1992, por ejemplo, el
    señor Boutros-Ghali escribió a petición del
    Consejo de Seguridad "Un programa de paz",
    que es una propuesta de largo alcance para el mantenimiento y la
    consolidación eficaces de la paz en el mundo, tras la
    terminación de la guerra
    fría. Dos años más tarde publicó
    "Un programa de
    desarrollo",
    que es un proyecto de
    desarrollo
    para el siglo XXI. En momentos en que la comunidad internacional
    entra en un terreno en gran parte desconocido, se otorga
    también al cargo de Secretario General un nuevo dinamismo
    y una nueva orientación.

    Los predecesores del señor Annan en el
    cargo de Secretario General de las Naciones Unidas han sido:
    Boutros Boutros-Ghali, de Egipto, quien
    desempeñó su cargo de 1992 a 1996; Javier
    Pérez de Cuéllar, del Perú, quien
    prestó servicios de
    1982 a 1991; Kurt Waldheim, de Austria, quien
    desempeñó esa función de 1972 a 1981; U
    Thant, de Birmania (hoy Myanmar), quien desempeño el cargo
    de 1961 a 1971; Dag Hammarskjöld, de Suecia, quien
    prestó servicios
    desde 1953 hasta su muerte en un
    accidente de aviación en África en 1961, y Trygve
    Lie, de Noruega, quien desempeñó el cargo de 1946 a
    1953.

    LOUISE FRÉCHETTE VICESECRETARIA
    GENERAL

    Nota biográfica

    Ex Representante Permanente ante las Naciones
    Unidas pasa a ser la primera persona en un
    cargo recién creado.

    El Secretario General, Kofi Annan, ha anunciado el
    nombramiento de Louise Fréchette del Canadá como su
    Vicesecretaria General. Este cargo fue creado por la Asamblea
    General en diciembre de 1997 y Fréchette es la primera
    persona en
    ocuparlo. Asumió su nueva función a finales de
    febrero de 1998.

    Louise Fréchette es la Viceministra de
    Defensa Nacional del Canadá desde junio de 1995. Antes de
    ese cargo había ejercido, desde noviembre de 1994, el de
    Viceministra Adjunta del Departamento de Finanzas de su
    país. En enero de 1992 ocupó también el
    cargo de Embajadora y Representante Permanente del Canadá
    ante las Naciones Unidas en Nueva York.

    Comenzó su carrera en marzo de 1971, en la
    División de Europa Occidental
    del Departamento de Relaciones Exteriores del Canadá, y en
    enero de 1972 se trasladó a la División de
    Personal. Ejerció el cargo de Segunda Secretaria de la
    Embajada canadiense en Atenas desde 1973 a 1975, después
    de haber participado como delegada de su país en el
    período de sesiones de la Asamblea General de las Naciones
    Unidas de 1972.

    Desde 1975 a 1977, volvió a trabajar en la
    División de Europa Occidental
    del Departamento de Relaciones Exteriores. Desde 1979 a 1982, se
    desempeñó como Primera Secretaria de la Misión
    Permanente de su gobierno ante las
    Naciones Unidas en Ginebra. Durante ese período,
    participó en un período de sesiones de la Conferencia sobre
    la Seguridad y la Cooperación en Europa (CSCE),
    que tuvo lugar en Madrid de noviembre de 1980 a julio de
    1981.

    Después de ser Vicedirectora de la
    División de Asuntos Europeos del Departamento de
    Relaciones Exteriores de enero a mayo de 1982, fue Vicedirectora
    de la División de Política Comercial
    del Departamento de julio de 1982 a agosto de 1983. Desde 1983 a
    1985, ejerció sus funciones como Directora de la
    División de Países de la Cumbre Europea del citado
    Departamento. Entre junio de 1985 y septiembre de 1988, se
    desempeñó como Embajadora del Canadá en la
    Argentina,
    acreditada también ante el Uruguay y el
    Paraguay.

    En octubre de 1988, fue nombrada Viceministra
    Auxiliar para América
    Latina y el Caribe del Departamento de Relaciones Exteriores
    y Comercio
    Internacional. En el ejercicio de esas funciones
    dirigió la revisión de las relaciones del
    Canadá con la citada región, lo que permitió
    que su país entrara en la Organización de los Estados Americanos
    (OEA). En enero
    de 1991, pasó a ser Viceministra Auxiliar de Política
    Económica y Competitividad
    Comercial.

    En 1966 obtuvo el título de Bachelor of
    Arts
    en la Universidad
    Basile Moreau. En 1970 se licenció en historia en la Universidad de
    Montreal y en 1978 obtuvo un título de posgrado en
    economía
    de la Universidad de
    Europa en Brujas (Bélgica). En 1993, recibió el
    título de Doctora "honoris causa" en Derecho de la
    Universidad de
    Saint Mary en Halifax.

    Nació en Montreal, el 16 de julio de 1946,
    y está soltera.

    EL CONSEJO DE SEGURIDAD

    ¿Qué es el Consejo de
    Seguridad?

    De conformidad con la Carta, al Consejo
    de Seguridad le compete la responsabilidad primordial por el mantenimiento de
    la paz y la seguridad internacionales.

    El Consejo se compone de 15 miembros, a saber,
    cinco miembros permanentes: China, los
    Estados
    Unidos, la Federación de Rusia*, Francia y el
    Reino Unido; y diez elegidos por la Asamblea General por
    períodos de dos años.

    Cada miembro del Consejo tiene un voto. Las
    decisiones sobre cuestiones de procedimiento se
    adoptan mediante voto afirmativo, cuando menos, de nueve de sus
    15 miembros. Las decisiones sobre cuestiones sustantivas
    requieren nueve votos, incluidos los votos afirmativos de los
    cinco miembros permanentes. Esta es la regla de la "unanimidad de
    las grandes potencias", frecuentemente denominada "veto". Si un
    miembro permanente no apoya una decisión, puede emitir un
    voto negativo, el cual tiene poder de veto.
    Los cinco miembros permanentes han ejercido el derecho de veto en
    alguna oportunidad. Si un miembro permanente no apoya una
    decisión pero no desea bloquearla mediante un veto, se
    puede abstener en la votación.

    De acuerdo con la Carta, todos los
    Miembros de las Naciones Unidas convienen en aceptar y cumplir
    las decisiones del Consejo de Seguridad. Aunque otros
    órganos de las Naciones Unidas formulan recomendaciones a
    los gobiernos, sólo el Consejo está facultado para
    adoptar decisiones que los Estados Miembros, de conformidad con
    la Carta, están obligados a cumplir.

    Funciones y poderes

    De conformidad con la Carta, las funciones y
    poderes del Consejo de Seguridad son los
    siguientes:

    • Mantener la paz y la seguridad internacionales
      de conformidad con los propósitos y principios de
      las Naciones Unidas;
    • Investigar toda controversia o situación
      que pueda crear fricción
      internacional;
    • Recomendar métodos
      de ajuste de tales controversias, o condiciones de
      arreglo;
    • Formular planes para el establecimiento de un
      sistema que
      reglamente los armamentos;
    • Determinar si existe una amenaza a la paz o un
      acto de agresión y recomendar qué medidas se
      deben adoptar;
    • Instar a los Miembros a que apliquen sanciones
      económicas y otras medidas que no entrañan el uso
      de la fuerza, con
      el fin de impedir o detener la
      agresión;
    • Emprender una acción militar contra un
      agresor;
    • Recomendar la admisión de nuevos
      miembros y las condiciones en las cuales los Estados pueden
      pasar a ser partes en el Estatuto de la Corte Internacional de
      Justicia;
    • Ejercer las funciones de administración fiduciaria de las Naciones
      Unidas en "zonas estratégicas";
    • Recomendar a la Asamblea General la
      designación del Secretario General y, junto con la
      Asamblea, elegir a los magistrados de la Corte Internacional de
      Justicia.

    El Consejo de Seguridad está organizado de
    modo que esté en condiciones de funcionar en forma
    permanente, y un representante de cada uno de sus miembros debe
    estar presente en todo momento en la Sede de las Naciones Unidas.
    El 31 de enero de 1992 tuvo lugar en la Sede la primera
    Reunión en la Cumbre del Consejo, a la que asistieron
    Jefes de Estado y de
    Gobierno de 13 de
    sus 15 miembros y los ministros de Relaciones Exteriores de los
    otros dos. El Consejo se puede reunir en otro lugar que no sea la
    Sede; en 1972 celebró un período de sesiones en
    Addis Abeba (Etiopía), y el año siguiente hizo lo
    propio en Panamá
    (Panamá).

    Cuando se le ha sometido una denuncia referente a
    una amenaza a la paz, la primera medida que adopta el Consejo
    suele ser la de recomendar a las partes que procuren llegar a un
    acuerdo por medios
    pacíficos. En algunos casos el propio Consejo procede a la
    investigación y a la mediación.
    Puede nombrar representantes especiales o pedir al Secretario
    General que interponga sus buenos oficios. En ciertos casos puede
    enunciar principios para
    un arreglo pacífico.

    Cuando una controversia culmina en lucha armada,
    la primera preocupación del Consejo es ponerle fin lo
    más pronto posible. En muchas oportunidades desde la
    constitución de las Naciones Unidas, el
    Consejo ha dictado directivas de cesación del fuego que
    han impedido la extensión de las hostilidades en muchas
    partes del mundo. También envía fuerzas de las
    Naciones Unidas encargadas del mantenimiento de la paz, a fin de
    contribuir a reducir la tirantez en las regiones donde hay
    disturbios, mantener separadas a las fuerzas contendientes y
    crear condiciones de tranquilidad en las que se pueda gestionar
    un arreglo pacífico. En virtud del Capítulo VII de
    la Carta, el Consejo puede decidir la adopción
    de medidas coercitivas, sanciones económicas (por ejemplo,
    los embargos del comercio) o
    acciones
    militares colectivas.

    La Asamblea General, a recomendación del
    Consejo de Seguridad, puede suspender el ejercicio de los
    derechos y privilegios inherentes a la calidad de
    miembro al Estado Miembro
    que haya sido objeto de acción preventiva o coercitiva por
    parte del Consejo de Seguridad. La Asamblea, a
    recomendación del Consejo, puede expulsar de las Naciones
    Unidas a un Estado Miembro
    que haya violado persistentemente los Principios
    estipulados en la Carta.

    Un Estado que sea
    Miembro de las Naciones Unidas pero no del Consejo de Seguridad
    puede participar, sin derecho de voto, en las deliberaciones del
    Consejo cuando éste estime que los intereses de ese
    país están afectados en forma especial. Tanto los
    Estados Miembros de las Naciones Unidas como los Estados que no
    son Miembros son invitados a participar, sin derecho de voto, en
    las deliberaciones del Consejo cuando son parte en una
    controversia sometida a la consideración del Consejo; el
    Consejo establece las condiciones relativas a la
    participación de los Estados que no son
    Miembros.

    *La Unión de Repúblicas
    Socialistas Soviéticas fue Miembro original de las
    Naciones Unidas desde el 24 de octubre de 1945. En carta de fecha
    24 de diciembre de 1991, el Presidente de la Federación de
    Rusia, Boris Yeltsin, informó al Secretario General que la
    Federación de Rusia, con el apoyo de los 11 países
    miembros de la Comunidad de Estados Independientes, ocupaba el
    lugar de la Unión Soviética en el Consejo de
    Seguridad y en todos los demás órganos de las
    Naciones Unidas.

    LA CORTE INTERNACIONAL DE
    JUSTICIA

    ¿Qué es la Corte Internacional de
    Justicia?

    La Corte Internacional de Justicia, con sede en La
    Haya (Países Bajos), es el órgano judicial
    principal de las Naciones Unidas. Su Estatuto forma parte
    integral de la Carta de las Naciones Unidas.

    Pueden recurrir a la Corte todas las partes en su
    Estatuto, que incluye automáticamente a todos los Miembros
    de las Naciones Unidas. Un Estado que no sea Miembro de las
    Naciones Unidas puede llegar a ser parte en el Estatuto de la
    Corte en las condiciones que en cada caso determine la Asamblea
    General, por recomendación del Consejo de Seguridad. Suiza
    y Nauru son los únicos Estados no Miembros que son partes
    en el Estatuto. Ninguna persona
    individual podrá recurrir a la Corte.

    Todos los países que son partes en el
    Estatuto de la Corte pueden ser partes en los casos que les sean
    sometidos. Otros Estados pueden encomendarle casos en las
    condiciones que establezca el Consejo de Seguridad.
    Además, el Consejo puede recomendar que un litigio se
    remita a la Corte.

    Tanto la Asamblea General como el Consejo de
    Seguridad pueden solicitar una opinión consultiva de la
    Corte sobre cualquier cuestión jurídica. Otros
    órganos de las Naciones Unidas y los organismos
    especializados, con autorización de la Asamblea General,
    pueden solicitar opiniones consultivas sobre cuestiones
    jurídicas que correspondan al ámbito de sus
    actividades.

    Jurisdicción

    La jurisdicción de la Corte se extiende a
    todos los litigios que los Estados le sometan y a todos los
    asuntos previstos en la Carta de las Naciones Unidas o en
    tratados y
    convenciones vigentes. Los Estados pueden obligarse por
    anticipado a aceptar la jurisdicción de la Corte en casos
    especiales, ya sea mediante la firma de un tratado o
    convención en que se estipula que el caso sea sometido a
    la Corte o mediante una declaración especial en ese
    sentido. Esas declaraciones de aceptación obligatoria de
    la jurisdicción de la Corte pueden excluir ciertos tipos
    de casos.

    De conformidad con el Artículo 38 de su
    Estatuto, la Corte, al decidir las controversias que se le
    sometan, aplica:

    • Las convenciones internacionales que establecen
      reglas reconocidas por los Estados
      litigantes;
    • La costumbre internacional como prueba de una
      pràctica general aceptada como ley,
      y;
    • Las decisiones judiciales y la doctrina de los
      autores más calificados de los distintos países,
      como medio subsidiario para la determinación de las
      reglas jurídicas.

    Si las partes convienen en ello, la Corte
    también puede decidir un litigio sobre la base de la
    equidad.

    Miembros

    La Corte está integrada por 15 magistrados
    elegidos por la Asamblea General y el Consejo de Seguridad, en
    votaciones independientes. Se los elige por sus méritos y
    no por su nacionalidad, y se intenta que estén
    representados en la Corte los principales sistemas
    jurídicos del mundo. No puede haber dos magistrados que
    sean nacionales de un mismo Estado. Los magistrados cumplen
    mandatos de nueve años y pueden ser reelegidos. No pueden
    dedicarse a ninguna otra ocupación mientras dure su
    mandato.

    Por lo común, la Corte celebra sesiones
    plenarias, pero también puede constituir unidades
    más pequeñas, denominadas "salas", cuando las
    partes lo soliciten. Las sentencias dictadas por las salas se
    consideran dictadas por la Corte en pleno. La Corte ha
    constituido además una Sala de Asuntos
    Ambientales.

    EL CONSEJO ECONOMICO Y
    SOCIAL

    ¿Qué es el Consejo Económico
    y Social?

    La Carta estableció el Consejo
    Económico y Social como principal órgano
    coordinador de la labor económica y social de las Naciones
    Unidas y de los organismos e instituciones
    especializados que constituyen el sistema de las
    Naciones Unidas. El Consejo tiene 54 miembros, con mandatos de
    tres años. Las decisiones del Consejo Económico y
    Social se toman por mayoría simple, y cada miembro tiene
    derecho a un voto.

    Funciones y poderes

    Las funciones y poderes del Consejo
    Económico y Social son las siguientes:

    • Servir como foro central para el examen de
      los problemas
      económicos y sociales internacionales, de naturaleza
      mundial o interdisciplinaria, y para la formulación de
      recomendaciones sustantivas sobre dichos problemas
      con destino a los Estados miembros y al sistema de las
      Naciones Unidas en su conjunto;
    • Hacer o iniciar estudios, informes y
      recomendaciones sobre asuntos de carácter
      económico, social, cultural, educativo y sanitario y
      asuntos conexos;
    • Promover el respeto por
      los derechos
      humanos y las libertades fundamentales de todos y la
      observancia de estos derechos y libertades;
    • Convocar conferencias internacionales y
      preparar proyectos de
      convención sobre cuestiones de su competencia
      para someterlos a la consideración de la Asamblea
      General;
    • Negociar acuerdos con los organismos
      especializados en los cuales se definan sus relaciones con las
      Naciones Unidas;
    • Coordinar las actividades de los organismos
      especializados mediante consultas con ellos y
      formulándoles recomendaciones, y por medio de
      recomendaciones destinadas a la Asamblea General y a los
      Miembros de las Naciones Unidas;
    • Prestar servicios,
      con aprobación de la Asamblea, a los Miembros de las
      Naciones Unidas y, cuando lo soliciten, a los organismos
      especializados;
    • Celebrar consultas con las organizaciones
      no gubernamentales que se ocupen de asuntos en los que entiende
      el Consejo.

    Períodos de sesiones

    Generalmente, el Consejo Económico y Social
    celebra anualmente un período de sesiones sustantivo de
    cinco semanas de duración, alternando entre Nueva York y
    Ginebra, y al menos dos períodos de sesiones de organización en Nueva York. El
    período de sesiones sustantivo incluye un segmento
    especial de alto nivel al que asisten ministros y otros altos
    funcionarios para examinar cuestiones económicas y
    sociales importantes. La labor permanente del Consejo se lleva a
    cabo en sus órganos subsidiarios; comisiones y
    comités que se reúnen a intervalos regulares y
    presentan sus informes al
    Consejo.

    Organos subsidiarios y conexos

    El mecanismo subsidiario del Consejo incluye lo
    siguiente:

    • Nueve comisiones orgánicas: la
      Comisión de Estadística, la Comisión de
      Población y Desarrollo,
      la Comisión de Desarrollo
      Social, la Comisión de Derechos
      Humanos, la Comisión de la Condición
      Jurídica y Social de la Mujer, la
      Comisión de Estupefacientes, la Comisión de
      Prevención del Delito y
      Justicia Penal, la Comisión de Ciencia y
      Tecnología para el Desarrollo y
      la Comisión sobre el Desarrollo
      Sostenible;
    • Cinco comisiones regionales: la Comisión
      Económica para África (Addis Abeba,
      Etiopía), la Comisión Económica y Social
      para Asia y el
      Pacífico (Bangkok, Tailandia), la Comisión
      Económica para Europa (Ginebra, Suiza), la
      Comisión para América
      Latina y el Caribe (Santiago, Chile) y la
      Comisión Económica y Social para Asia Occidental
      (Amán, Jordania);
    • Cuatro comités permanentes: el
      Comité del Programa y de
      la Coordinación, la Comisión de Asentamientos
      Humanos, el Comité Encargado de las Organizaciones
      no Gubernamentales y el Grupo
      Intergubernamental de Trabajo de Expertos en Normas
      Internacionales de Contabilidad y Presentación de
      Informes;
    • Diversos organismos permanentes de expertos que
      se ocupan de temas tales como la planificación del desarrollo, los
      recursos
      naturales, las fuentes de
      energía nuevas y renovables y la energía para el
      desarrollo, y los derechos económicos, sociales y
      culturales;
    • Los comités y juntas ejecutivos del
      Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia, la
      Oficina del
      Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados, el
      Programa de
      las Naciones Unidas para el Desarrollo/Fondo de Población de las Naciones Unidas, el
      Programa Mundial de Alimentos y el
      Instituto Internacional de Investigaciones
      y Capacitación para la Promoción de la Mujer.
      También están relacionados con el Consejo la
      Junta Internacional de Fiscalización de Estupefacientes
      y el Consejo Mundial de la Alimentación.

    Relaciones con las organizaciones no
    gubernamentales

    De conformidad con la Carta, el Consejo
    Económico y Social puede celebrar consultas con las
    organizaciones
    no gubernamentales (ONG)
    interesadas acerca de los asuntos que son de la competencia del
    Consejo. El Consejo reconoce que esas organizaciones deben tener
    la oportunidad de expresar sus opiniones y de que a menudo poseen
    una experiencia o conocimientos técnicos de utilidad para los
    trabajos del Consejo.

    Hay más de 1.500 ONG
    reconocidas como entidades consultivas por el Consejo.
    Están clasificadas en tres categorías: las
    organizaciones de la categoría I son las que se interesan
    en la mayor parte de las actividades del Consejo; las
    organizaciones de la categoría II son las que poseen
    competencia
    especial en esferas de actividad concretas del Consejo, y las
    organizaciones que ocasionalmente pueden efectuar aportes a los
    trabajos del Consejo se incluyen en una Lista a fin de
    consultarlas cuando sea del caso.

    Las organizaciones no gubernamentales reconocidas
    como entidades consultivas pueden enviar observadores a las
    reuniones públicas del Consejo y de sus órganos
    subsidiarios y exponer por escrito su parecer acerca de materias
    relacionadas con la labor del Consejo. Además, pueden
    consultar con la Secretaría de las Naciones Unidas sobre
    asuntos de interés
    recíproco.

    EL CONSEJO DE ADMINISTRACION
    FIDUCIARIA

    ¿Qué es el Consejo de Administración
    Fiduciaria?

    Al crear un régimen internacional de
    administración fiduciaria, la Carta
    estableció el Consejo de Administración Fiduciaria
    como uno de los órganos principales de las Naciones Unidas
    y le asignó la función de supervisar la
    administración de los territorios en fideicomiso
    puestos bajo el régimen de administración
    fiduciaria. El objetivo
    principal de este régimen consistía en promover el
    adelanto de los habitantes de los territorios en fideicomiso y
    su desarrollo progresivo hacia el gobierno propio o
    la independencia.
    El Consejo de Administración Fiduciaria está
    constituido por los cinco miembros permanentes del Consejo de
    Seguridad: China, los
    Estados
    Unidos, la Federación de Rusia, Francia y el
    Reino Unido.

    Los propósitos del régimen de
    administración fiduciaria se han cumplido a tal punto que
    todos los territorios en fideicomiso
    han alcanzado el gobierno propio o la independencia,
    ya sea como Estados separados o mediante su unión con
    países independientes vecinos. En noviembre de 1994, el
    Consejo de Seguridad puso fin al Acuerdo de Administración
    Fiduciaria correspondiente al último de los 11 territorios
    en fideicomiso
    originales que figuraban en su programa: el Territorio en
    Fideicomiso de
    las Islas del Pacífico (Palau), administrado por los
    Estados
    Unidos. El Consejo de Administración Fiduciaria,
    mediante la modificación de su reglamento, se
    reunirá cuando sea necesario.

    Funciones y poderes

    De conformidad con la Carta, el Consejo de
    Administración Fiduciaria está autorizado a
    examinar y debatir los informes
    presentados por la autoridad
    administradora respecto del adelanto político,
    económico, social y educativo de la población de los territorios en fideicomiso
    y, en consulta con la autoridad administradora, a examinar
    peticiones provenientes de los territorios en fideicomiso y
    realizar visitas periódicas y otras misiones especiales a
    esos territorios.

    DECLARACION UNIVERSAL DE LOS DERECHOS
    HUMANOS

    Introducción

    Vivimos en una era de cambio y
    transición espectaculares, en un mundo que complejos
    sistemas
    financieros y revolucionarias tecnologías de la información están transformando en
    un inmenso mercado
    planetario. La mundialización está creando nuevas
    pautas de interacción entre pueblos y Estados. Si bien
    promete crear oportunidades sin precedentes de progreso material
    y más libertad,
    también amenaza con agravar muchos de los
    obstáculos que ya enfrenta la comunidad internacional y
    empeorar la marginación económica de los más
    vulnerables.En esta compleja situación, los derechos humanos
    han adquirido una importancia extraordinaria. Reconocidos
    oficialmente como gran prioridad internacional desde que las
    Naciones Unidas aprobaran la Declaración Universal de
    Derechos Humanos hace 50 años, en diciembre de 1948, este
    conjunto de normas y
    estándares universalmente reconocidos influyen hoy, cada
    vez más, en nuestras relaciones individuales y colectivas,
    en comunidades y entre naciones. En la actualidad, es casi
    universal el reconocimiento de que el respeto de los
    derechos humanos es esencial para el logro sostenible de la paz,
    el desarrollo y la democracia,
    las tres prioridades mundiales convenidas. En otras palabras, que
    es esencial que se respeten los derechos de decisión y
    asociación políticas,
    de opinión y expresión y de cultura; el
    derecho a no tener miedo y a no sufrir ningún tipo de
    discriminación o prejuicio; el derecho a no
    pasar penuria y el derecho al empleo y el
    bienestar, así como el derecho colectivo al
    desarrollo.

    Desde su creación, en 1945, las Naciones
    Unidas han supervisado la codificación de los derechos
    humanos, esforzándose denodadamente por transferirlos de
    la esfera de la orientación ética a la
    de la obligatoriedad jurídica. Para la lista de los
    acontecimientos de los derechos humanos en las Naciones Unidas,
    presione sobre
    Cronología, a su izquierda. Ya
    casi completada su labor normativa en materia de
    instrumentos internacionales de derechos humanos, las Naciones
    Unidas concentran ahora esfuerzos y recursos en la
    aplicación de esa legislación. La Organización trata de hacer que los Estados
    Miembros observen dichas normas y trata de
    promover eficazmente una cultura
    mundial de los derechos humanos, mediante estrategias
    prácticas como las siguientes:

    • varios grupos de
      trabajo y grupos de
      expertos prosiguen la investigación en materia de
      derechos humanos, estableciendo normas,
      codificando el contenido de los derechos humanos, determinando
      cuáles son los obstáculos que impiden su
      aplicación y elaborando formas de poner en
      práctica esos derechos;
    • un sistema en
      evolución de vigilancia de los derechos
      humanos, compuesto de comisiones y comités, responde a
      las crecientes exigencias de prevención de las
      violaciones de los derechos humanos y establecimiento de
      recursos
      jurídicos al respecto, insistiendo en la
      ratificación universal de los tratados
      internacionales de derechos humanos y ayudando a los
      gobiernos a cumplir con las disposiciones de dichos tratados;
      y
    • una cantidad cada vez mayor de programas de
      cooperación técnica y capacitación en materia de
      administración de la justicia, realizados por conducto
      de operaciones y
      oficinas de derechos humanos sobre el terreno, ayudan a los
      Estados y a la sociedad civil,
      en todo el mundo, a crear redes nacionales para
      apoyar y fortalecer los derechos humanos y el estado de
      derecho a niveles regional y local.

    Las Naciones Unidas siguen reorientando su
    programa de derechos humanos para responder con más
    eficacia a los
    desafíos actuales, ya sean violaciones en gran escala de los
    derechos humanos, opresión política
    sistemática o persistencia de formas más complejas
    y omnipresentes de discriminación, por ejemplo, las que
    perjudican el derecho al desarrollo o el derecho a un entorno
    saludable. Sin embargo, se reconoce, a nivel internacional, que
    la responsabilidad primordial por la promoción y protección de los
    derechos humanos recae en los gobiernos. Por esa razón,
    para fortalecer los derechos humanos a nivel nacional, las
    Naciones Unidas han ampliado considerablemente su labor sobre el
    terreno en materia de
    derechos humanos. Por conducto de la Oficina del Alto
    Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos
    (OACDH), que coordina la incorporación de los derechos
    humanos a las actividades del sistema entero,
    la Organización ayuda a los gobiernos y otros
    colaboradores nacionales e internacionales a promover y proteger
    los derechos humanos. El fortalecimiento de los instrumentos
    internacionales de derechos humanos y la responsabilidad cada vez mayor asumida por
    particulares y Estados Miembros en esa esfera son pasos decisivos
    para la aplicación eficaz de las normas de
    derechos humanos. Todos esos esfuerzos complementarios adelantan
    y realzan los esfuerzos de las Naciones Unidas por crear una
    cultura
    mundial de los derechos humanos.

    Cronología de
    acontecimientos

    26 de junio de 1945 – Firma de la Carta de
    las Naciones Unidas y el Estatuto de la Corte Internacional de
    Justicia, en San Francisco

    21 de junio de 1946 – Establecimiento de la
    Comisión de Derechos Humanos por la resolución 9
    (II) del Consejo Económico y Social. En su primer
    período de sesiones, celebrado en 1947, la Comisión
    creó la Subcomisión de Prevención de
    Discriminaciones y Protección a las Minorías
    basándose en la resolución mencionada.
    Establecimiento de la Comisión de la Condición
    Jurídica y Social de la Mujer por la
    resolución 11 (II) del Consejo Económico y
    Social.

    9 de diciembre de 1948 – Aprobación por la Asamblea
    General de la Convención para la Prevención y la
    Sanción del Delito de
    Genocidio.

    10 de diciembre de 1948 – Aprobación por la
    Asamblea General de la Declaración Universal de Derechos
    Humanos

    20 de diciembre de 1952 – Aprobación por la
    Asamblea General de la Convención sobre los Derechos
    Políticos de la Mujer.

    20 de noviembre de 1959 – Aprobación por la
    Asamblea General de la Declaración de los Derechos del
    Niño.

    21 de diciembre de 1965 – Aprobación por la
    Asamblea General de la Convención Internacional sobre la
    Eliminación de todas las Formas de Discriminación Racial. En la
    Convención se dispone la creación del Comité
    para la Eliminación de la Discriminación Racial.

    16 de diciembre de 1966 – Aprobación por la
    Asamblea General del Pacto Internacional de Derechos
    Económicos, Sociales y Culturales. Aprobación del
    Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos y del
    Protocolo
    Facultativo correspondiente. En el Pacto se dispone la
    creación del Comité de Derechos Humanos.

    7 de noviembre de 1967 – Aprobación por la Asamblea
    General de la Declaración sobre la eliminación de
    la discriminación contra la mujer.

    13 de mayo de 1968 – Proclamación por la Conferencia
    Internacional de Derechos Humanos de la Proclamación de
    Teherán.

    26 de noviembre de 1968 – Aprobación por la
    Asamblea General de la Convención sobre la
    imprescriptibilidad de los crímenes de guerra y de
    los crímenes de lesa humanidad.

    22 de noviembre de 1969 – Aprobación de la
    Convención Americana sobre Derechos Humanos.

    11 de diciembre de 1969 – Aprobación por la
    Asamblea General de la Declaración sobre el Progreso y el
    Desarrollo en lo Social.

    30 de noviembre de 1973 – Aprobación por la
    Asamblea General de la Convención Internacional sobre la
    Represión y el Castigo del Crimen de Apartheid.

    9 de diciembre de 1975 – Aprobación por la Asamblea
    General de la Declaración sobre la Protección de
    Todas las Personas contra la Tortura y Otros Tratos o Penas
    Crueles, Inhumanos o Degradantes.

    18 de diciembre de 1979 – Aprobación por la
    Asamblea General de la Convención sobre la
    eliminación de todas las formas de discriminación
    contra la mujer. En la
    Convención se dispone el establecimiento del Comité
    para la Eliminación de la Discriminación contra la
    Mujer.

    25 de noviembre de 1981 – Aprobación por la
    Asamblea General de la Declaración sobre la
    eliminación de todas las formas de intolerancia y
    discriminación fundadas en la religión o las
    convicciones.

    10 de diciembre de 1984 – Aprobación por la
    Asamblea General de la Convención contra la Tortura y
    Otros Tratos o Penas Crueles, Inhumanos o Degradantes. En la
    Convención se dispone el establecimiento del Comité
    contra la Tortura.
    28 de mayo de 1985 – Aprobación por el Consejo
    Económico y Social de la resolución 1985/17 en la
    que se establece el Comité de Derechos Económicos,
    Sociales y Culturales, encargado de vigilar la aplicación
    del Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y
    Culturales.

    4 de diciembre de 1986 – Aprobación por la Asamblea
    General de la Declaración sobre el derecho al
    desarrollo.

    9 de diciembre de 1988 – Aprobación por la Asamblea
    General del Conjunto de Principios para la protección de
    todas las personas sometidas a cualquier forma de
    detención o prisión.

    24 de mayo de 1989 – Aprobación por el Consejo
    Económico y Social de los Principios relativos a una
    eficaz prevención e investigación de las ejecuciones
    extralegales, arbitrarias o sumarias.

    20 de noviembre de 1989 – Aprobación por la
    Asamblea General de la Convención sobre los Derechos del
    Niño. En la Convención se dispone el
    establecimiento del Comité de los Derechos del
    Niño.

    18 de diciembre de 1990 – Aprobación por la
    Asamblea General de la Convención Internacional sobre la
    protección de los derechos de todos los trabajadores
    migratorios y de sus familiares. En la Convención se
    dispone el establecimiento del Comité de protección
    de los derechos de todos los trabajadores migratorios y de sus
    familiares.

    18 de diciembre de 1992 – Aprobación por la
    Asamblea General de la Declaración sobre la
    protección de todas las personas contra las desapariciones
    forzadas.

    18 de diciembre de 1992 – Aprobación por la
    Asamblea General de la Declaración sobre los derechos de
    las personas pertenecientes a minorías nacionales o
    étnicas, religiosas y lingüísticas.

    25 de mayo de 1993 – Aprobación por el Consejo de
    Seguridad de una resolución en la que se aprueba el
    estatuto del Tribunal Internacional para el enjuiciamiento de los
    presuntos responsables de las violaciones graves del derecho
    internacional humanitario cometidas en el territorio de la ex
    Yugoslavia desde 1991 (en inglés).

    25 de junio de 1993 – Aprobación de la
    Declaración y Programa de Acción de Viena aprobados
    por la Conferencia
    Mundial de Derechos Humanos.

    20 de diciembre de 1993 – Aprobación por la
    Asamblea General de la resolución 48/141, en la que se
    crea el puesto de Alto Comisionado de las Naciones Unidas para
    los Derechos Humanos.

    5 de abril de 1994 – Sr. José Ayala-Lasso de
    Ecuador asume el
    puesto de (primer) Alto Comisionado de las Naciones Unidas
    assumes the post of the (first) United Nations High Commissioner
    for Human Rights.

    1 de julio de 1994 – Aprobación por el Consejo de
    Seguridad de una resolución en la que se establece una
    Comisión de Expertos encargada de investigar las
    violaciones de los derechos humanos en Rwanda (en inglés).

    23 de diciembre de 1994 – Aprobación por la
    Asamblea General de la resolución 49/184 en la que se
    proclama el Decenio de las Naciones Unidas para la educación en la
    esfera de los derechos humanos.

    12 de septiembre de 1997 – La Sra. Mary Robinson de
    Irlanda asume el puesto de (segundo) Alto Comisionado de las
    Naciones Unidas para los Derechos Humanos.

    17 de julio de 1998 – Se adopta el Estado de
    Roma de la Corte
    Penal Interncional en la Conferencia
    Diplomática de Plenipotenciarios

    Declaración Universal de Derechos
    Humanos

    Hace cincuenta años, la Asamblea General de
    las Naciones Unidas adoptó la Declaración Universal
    de Derechos Humanos como baluarte contra la opresión y la
    discriminación. A raíz de una devastadora guerra mundial en
    la que se habían cometido algunos de los crímenes
    más bárbaros de la historia de la humanidad, la
    Declaración Universal detalló por primera vez los
    derechos y las libertades de las personas y constituyó el
    primer reconocimiento internacional de que los derechos humanos y
    las libertades fundamentales se aplicaban a todas las personas,
    en todas partes. En ese sentido, la proclamación de la
    Declaración Universal fue un hito extraordinario en la
    historia mundial.
    En la actualidad, la Declaración sigue influyendo en las
    vidas de las gentes e inspirando el activismo y la
    legislación de derechos humanos en todo el
    mundo.

    La Declaración Universal es extraordinaria
    en dos sentidos fundamentales. En 1948, los Estados Miembros de
    las Naciones Unidas, que eran entonces 58, representaban toda una
    gama de ideologías, sistemas
    políticos y antecedentes religiosos y culturales,
    así como diferentes etapas de desarrollo
    económico. Los autores de la Declaración, que
    procedían de diferentes regiones del mundo, se esforzaron
    por que el proyecto de
    texto
    reflejase diferentes tradiciones culturales e incorporase
    valores
    comunes inherentes a los principales sistemas
    jurídicos y tradiciones religiosas y filosóficas
    del mundo. Lo más importante, sin embargo, es que
    concibieron la Declaración Universal como una
    afirmación común de las aspiraciones mutuas, como
    una visión compartida de un mundo más equitativo y
    justo.

    El éxito de su empeño es patente en
    la aceptación casi universal de la Declaración. En
    la actualidad, traducida a casi 250 idiomas nacionales y locales,
    la Declaración es el más conocido y citado
    documento sobre derechos humanos del mundo. La Declaración
    Universal, fundamento de los instrumentos internacionales de
    derechos humanos, ha servido de modelo de
    numerosos tratados y
    declaraciones internacionales y ha sido incorporada a las
    constituciones y leyes de muchos
    países.

    Cómo se redactó la Declaración
    Universal

    LA LABOR PREPARATORIA de la Declaración Universal de
    Derechos Humanos es un ejemplo extraordinario y temprano de la
    capacidad de la Organización para lograr la
    cooperación y el consenso internacionales. El texto se
    redactó en dos años: de enero de 1947, en que la
    Comisión de Derechos Humanos se reunió por primera
    vez para elaborar la Carta Internacional de Derechos Humanos, a
    diciembre de 1948, en que la Asamblea General adoptó la
    Declaración Universal. Un comité de redacción, integrado por ocho miembros,
    elaboró el texto
    preliminar de la Declaración Universal. El comité,
    presidido por la Sra. Eleanor Roosevelt, viuda del ex Presidente
    de los Estados Unidos,
    convino en que era esencial afirmar el respeto universal
    de los derechos humanos y las libertades fundamentales, incluidos
    los principios de la no discriminación y de los derechos
    civiles y políticos, así como de los derechos
    sociales, culturales y económicos. Antes de presentarlo a
    la Asamblea General, la Comisión revisó el proyecto de
    declaración en función de las respuestas de los
    Estados Miembros.

    La Asamblea General, por su parte, examinó minuciosamente
    el documento. Casi todas las palabras y cláusulas del
    texto fueron
    sometidas a votación: los 58 Estados Miembros votaron un
    total de 1.400 veces. Las discusiones fueron numerosas. Algunos
    estados islámicos se opusieron a los artículos
    sobre la igualdad de
    derechos en el matrimonio y
    sobre el derecho a cambiar de creencia religiosa, mientras que
    varios países occidentales criticaron la inclusión
    de los derechos económicos, sociales y culturales. El 10
    de diciembre de 1948, la Asamblea General de las Naciones Unidas
    adoptó unánimemente la Declaración Universal
    de Derechos Humanos, con 8 abstenciones. Desde entonces, el 10 de
    diciembre se observa todos los años, en todo el mundo,
    como Día de los Derechos Humanos. La adopción
    de la Declaración se recibió de inmediato con
    aclamo, al considerarse un triunfo el que uniese a
    regímenes políticos, sistemas
    religiosos y tradiciones culturales muy diversos e incluso
    opuestos. En 1998, Año de los Derechos Humanos, se
    conmemoró en todo el mundo el 50o. aniversario de la
    Declaración Universal . Por primera vez en la historia, la comunidad
    internacional adoptaba un documento que consideraba de valor
    universal, un documento que era un "ideal común por el que
    todos los pueblos y naciones deben esforzarse". En el
    Preámbulo de la Declaración se reconoce la
    importancia que para el mantenimiento de la paz y la seguridad
    internacionales tiene la creación de un marco
    jurídico de los derechos humanos: o sea, se afirma que el
    reconocimiento de la dignidad intrínseca y de los derechos
    iguales de todas las personas son la base de la libertad, la
    justicia y la paz en el mundo. Ampliando el propósito
    declarado en la Carta de las Naciones Unidas de promover el
    progreso social y elevar el nivel de vida "dentro de un concepto
    más amplio de la libertad", la
    Declaración asigna la misma importancia a los derechos
    económicos, sociales y culturales y a las libertades
    civiles y políticas,
    y les adjudica el mismo grado de protección. La
    Declaración ha inspirado más de 60 instrumentos
    internacionales de derechos humanos, que constituyen un sistema
    amplio de tratados de
    obligatoriedad jurídica para la promoción y protección de los
    derechos humanos.

    La Declaración Universal abarca toda la
    gama de derechos humanos en 30 artículos claros y
    concisos. Los dos primeros artículos sientan la base
    universal de los derechos humanos: los seres humanos son iguales
    porque comparten la misma dignidad humana esencial; los derechos
    humanos son universales, no a causa de un estado u
    organización internacional, sino porque les pertenecen a
    la humanidad entera. Los dos artículos garantizan que los
    derechos humanos sean patrimonio de
    todos y no privilegio de un grupo selecto
    o privilegio que pueda concederse o denegarse. El Artículo
    1 declara que "todos los seres humanos nacen libres e iguales en
    dignidad y derechos y dotados, como están de razón
    y conciencia, deben
    comportarse fraternalmente los unos con los otros". El
    Artículo 2 reconoce la dignidad universal de una vida
    libre de discriminación: "Toda persona tiene los
    derechos y libertades proclamados en esta Declaración, sin
    distinción alguna de raza, color, sexo, idioma,
    religión,
    opinión política o de cualquier otra índole,
    origen nacional o social, posición económica,
    nacimiento o cualquier otra condición".

    El primer grupo de
    artículos (3 a 21), establece los derechos civiles y
    políticos a los que tiene derecho toda persona. El
    derecho a la vida, la libertad y la
    seguridad de la persona, reconocido en el Artículo 3, es
    la base de todos los derechos políticos y libertad
    civiles que se establecen a continuación, incluidos el de
    no ser sometido a la esclavitud, la
    tortura y la detención arbitraria.

    El segundo grupo de artículos (22 a 27),
    establece los derechos económicos, sociales y culturales a
    los que tienen derecho todos los seres humanos. La piedra angular
    de esos derechos es el Artículo 22, donde se reconoce que,
    como miembro de la sociedad, toda
    persona tiene derecho a la seguridad
    social y a la satisfacción de los derechos
    económicos, sociales y culturales "indispensables" a su
    dignidad y al libre desarrollo de su personalidad.
    Los artículos detallan los derechos necesarios para el
    disfrute del derecho fundamental a la seguridad
    social, incluidos los derechos económicos relacionados
    con el trabajo, la
    remuneración equitativa y el disfrute del tiempo libre, los
    derechos sociales relacionados con un nivel de vida adecuado que
    asegure la salud, el
    bienestar y la educación, y el
    derecho a participar en la vida cultural de la
    comunidad.

    El tercer y último grupo de
    artículos (28 a 30), amplía el marco de
    protecciones necesarias para el disfrute universal de los
    derechos humanos. El Artículo 28 reconoce el derecho a un
    orden social e internacional en el que los derechos humanos y las
    libertades fundamentales se hagan plenamente efectivos. El
    Artículo 29 reconoce que, además de derechos, toda
    persona tiene también deberes respecto a la comunidad,
    puesto que sólo en ella puede desarrollar libre y
    plenamente su personalidad.
    Por último, el Artículo 30 protege la
    interpretación de todos los artículos de la
    Declaración de toda injerencia externa contraria a los
    propósitos y principios de las Naciones Unidas. Este
    Artículo afirma explícitamente que ningún
    Estado, grupo o persona tiene derecho alguno a emprender y
    desarrollar actividades o realizar actos tendientes a la
    supresión de cualquiera de los derechos y libertades
    proclamados en la Declaración.

    Carta Internacional de Derechos
    Humanos

    Una vez adoptada la Declaración Universal
    de Derechos Humanos, la Comisión de Derechos Humanos,
    principal órgano intergubernamental en esa esfera dentro
    de las Naciones Unidas, empezó a traducir los principios
    de aquélla en tratados
    internacionales que protegían derechos
    específicos. Como se trataba de una tarea sin precedentes,
    la Asamblea General decidió redactar dos Pactos que
    codificasen las dos series de derechos esbozados en la
    Declaración Universal: los derechos civiles y
    políticos y los derechos económicos, sociales y
    culturales. Los Estados Miembros debatieron durante dos decenios
    las disposiciones de esos pactos, que confirmaban
    explícitamente determinados aspectos de los derechos
    humanos universales a los que la Declaración Universal se
    refería sólo de manera implícita, como el
    derecho de todos los pueblos a la libre determinación, y
    que hacían referencia a determinados grupos
    vulnerables, como las poblaciones indígenas y las
    minorías.

    En 1966 se logró el consenso: ese
    año la Asamblea General de las Naciones Unidas
    adoptó el Pacto Internacional de Derechos
    Económicos, Sociales y Culturales y el Pacto Internacional
    de Derechos Civiles y Políticos. Los preámbulos y
    los artículos 1, 3, 4 y 5 son casi idénticos en
    ambos pactos internacionales. En ambos preámbulos se
    reconoce que los derechos humanos dimanan de la dignidad
    inherente de todos los seres humanos. El Artículo 1 de
    cada Pacto afirma que todos los pueblos tienen derecho a la libre
    determinación y que en virtud de ese derecho son libres de
    determinar su estatuto político y de buscar su desarrollo
    económico, social y cultural. En ambos, el
    Artículo 2 reafirma el principio de la no
    discriminación, haciéndose eco de la
    Declaración Universal, mientras que el Artículo 3
    subraya que los Estados deben garantizar la igualdad de
    derechos de hombres y mujeres de disfrutar de todos los derechos
    humanos. El Artículo 6 de ambos Pactos se hace eco de la
    disposición final de la Declaración Universal y
    establece salvaguardias contra la destrucción o
    limitación indebida de cualquier derecho humano o libertad
    fundamental. Dos Protocolos
    Facultativos amplían determinadas disposiciones del Pacto
    de Derechos Civiles y Políticos: uno estipula que los
    particulares pueden presentar denuncias y el otro aboga por la
    abolición de la pena de
    muerte.

    Al entrar en vigor en 1976, los dos pactos
    internacionales impartieron obligatoriedad jurídica a
    muchas de las disposiciones de la Declaración Universal
    para los Estados que los ratificaban. Ambos pactos
    internacionales, junto con la Declaración Universal y los
    Protocolos
    Facultativos, constituyen la Carta Internacional de Derechos
    Humanos.

    Más de 60 tratados sobre
    derechos humanos han abordado con más detalles los
    derechos y libertades fundamentales que figuran en la Carta
    Internacional de Derechos Humanos. Dichos tratados se refieren a
    cuestiones como la esclavitud, el
    genocidio, el derecho humanitario, la administración de la
    justicia, el desarrollo
    social, la tolerancia
    religiosa, la cooperación cultural, la
    discriminación, la violencia
    contra la mujer y la
    condición de refugiados y minorías. Además
    de los dos pactos internacionales, hay cuatro convenciones que
    también se consideran instrumentos fundamentales de
    derechos humanos. Las mismas tratan sobre la
    discriminación racial, la tortura, la mujer y el
    niño, respectivamente:

    la Convención Internacional sobre la
    Eliminación de todas las Formas de Discriminación
    Racial (adoptada en 1965/entró en vigor en 1969), un
    tratado innovador que define y condena la discriminación
    racial, insta a que se tomen medidas a nivel nacional para el
    adelanto de determinados grupos raciales y
    étnicos y dispone que la ley castigue la
    difusión de ideas basadas en la superioridad racial o que
    inspiren el odio;

    la Convención sobre la eliminación
    de todas las formas de discriminación contra la mujer (1979/1981)
    detalla medidas para el adelanto y habilitación de la
    mujer en la vida privada y pública, especialmente en las
    esferas de la educación, el
    empleo, la
    salud, el
    matrimonio y
    la
    familia;

    la Convención contra la Tortura y Otros
    Tratos o Penas Crueles, Inhumanos o Degradantes (1984/1987)
    prohíbe la tortura y la violación como armas de guerra; en
    1988, en un importante esfuerzo por ayudar a las víctimas
    de la tortura e intensificar los esfuerzos internacionales por
    ponerle fin a la tortura, las Naciones Unidas declararon el 26 de
    junio Día Internacional de Solidaridad con
    las Víctimas de la Tortura;

    la Convención sobre los Derechos del
    Niño (1989/1990), la convención sobre derechos
    humanos más ratificada: sólo dos Estados Miembros,
    los Estados Unidos y
    Somalia, todavía no son partes en la Convención,
    que protege a los niños, entre otras cosas, de la
    explotación económica y sexual.

    Unos 14 Estados han incorporado a sus
    constituciones disposiciones de la Convención sobre los
    Derechos del
    Niño, mientras que 35 han aprobado nuevas leyes en
    cumplimiento de la Convención o han enmendado leyes
    relacionadas con el maltrato o el trabajo de
    los niños y la adopción.
    Otros Estados Miembros han alargado el período de educación
    obligatoria, garantizado protección especial a los
    niños refugiados o miembros de minorías, o
    reformado sus sistemas de de justicia de menores, como lo
    estipula la Convención.

    Conferencia Mundial de Derechos
    Humanos

    Las Naciones Unidas designaron el año 1968
    como Año Internacional de los Derechos Humanos en
    observancia del vigésimo aniversario de la
    Declaración Universal de Derechos Humanos. Ese año,
    convinieron una Conferencia sobre
    Derechos Humanos en Teherán, Irán, para impulsar
    los esfuerzos e iniciativas nacionales e internacionales en pro
    de los derechos humanos. Después de evaluar los efectos de
    la Declaración Universal en la legislación y
    decisiones judiciales nacionales, la Conferencia aprobó la
    Proclamación de Teherán, cuyo programa para el
    futuro abordaba los problemas del
    colonialismo, la discriminación racial, el analfabetismo
    y la protección de la familia. En
    la Proclamación de Teherán se puso énfasis
    en el principio de la no discriminación,
    condenándose la política de apartheid como un
    "crimen de lesa humanidad", y se instó a la comunidad
    internacional a ratificar los pactos internacionales sobre
    derechos civiles y políticos y sobre derechos
    económicos, sociales y culturales adoptados por las
    Naciones Unidas dos años antes.

    En 1993, la Conferencia Mundial de Derechos
    Humanos celebrada en Viena volvió a evaluar el progreso de
    la labor de las Naciones Unidas en la esfera de los derechos
    humanos a lo largo de los años. La Conferencia de Viena
    contó con un apoyo sin precedentes de la comunidad
    internacional de derechos humanos. Unos 7.000 participantes,
    entre ellos delegaciones de 171 Estados y representantes de
    más de 840 organizaciones no gubernamentales, se reunieron
    durante dos semanas para elaborar un revitalizado programa de
    acción mundial en pro de los derechos humanos. Hubo un
    amplio consenso de que, ya codificados los derechos fundamentales
    y establecidos los mecanismos esenciales, era hora de aplicar con
    mayor vigilancia los estándares y normas de
    derechos humanos establecidos.

    Al adoptar por consenso la Declaración y
    Programa de Acción de Viena, la Conferencia Mundial
    reafirmó la importancia fundamental de la
    Declaración Universal para la protección de los
    derechos humanos y reconoció por primera vez,
    unánimemente, que el derecho al desarrollo era un derecho
    inalienable y un componente integral de los instrumentos
    internacionales de derechos humanos. La Conferencia
    también subrayó que todos los derechos humanos
    debían promoverse en pie de igualdad, ya
    que eran universales e indivisibles, interrelacionados e
    interdependientes. Los representantes rechazaron argumentos de
    que algunos derechos humanos eran opcionales o que estaban
    subordinados a las tradiciones y prácticas culturales. La
    Conferencia de Viena le dió así alta prioridad a la
    preservación de la integridad de la Declaración
    Universal. Dándole un nuevo ímpetu a la
    aplicación mundial de las normas de derechos humanos, la
    Conferencia subrayó que la mayoría de las
    violaciones podían resolverse mediante la
    aplicación vigorosa de las normas existentes por conducto
    de los mecanismos existentes.

    Al afirmar que la protección de los
    derechos humanos es "la primera responsabilidad" de los gobiernos, la
    Declaración de Viena reconoció la democracia
    como un derecho humano, fortaleciendo así la promoción de ésta y del estado de
    derecho. Al darle también alta prioridad a la
    ratificación universal de los tratados
    internacionales de derechos humanos, la Conferencia Mundial
    instó a los Estados, en particular, a que ratificasen
    rápidamente la Convención sobre los Derechos del
    Niño y la Convención sobre la eliminación de
    todas las formas de discriminación contra la mujer.
    Asimismo, la Conferencia tomó medidas innovadoras para
    proteger los derechos de los grupos vulnerables y para colocar
    los derechos de la
    mujer en la corriente principal de la labor de las Naciones
    Unidas en materia de
    derechos humanos, apoyando el establecimiento de un Relator
    Especial sobre la violencia
    contra la mujer e instando a que se proclamase un decenio
    internacional de los pueblos indígenas del
    mundo.

    La Conferencia Mundial tuvo un efecto catalizador
    en la revitalización del programa de derechos humanos de
    las Naciones Unidas. Con la Declaración y Programa de
    Acción de Viena la comunidad internacional cuenta con un
    nuevo marco de planificación, diálogo y
    cooperación para el enfoque integrado de la
    promoción de los derechos humanos. El reconocimiento de la
    interdependencia entre democracia,
    desarrollo y derechos humanos, por ejemplo, ha echado las bases
    de una mayor cooperación entre organismos de desarrollo
    internacionales y organizaciones nacionales para la
    promoción de los derechos humanos. La Declaración
    de Viena afirma de manera explícita, por primera vez, que
    todos los órganos, programas y
    organismos especializados del sistema de las Naciones Unidas
    deben desempeñar una función esencial en el
    fortalecimiento de los derechos humanos. Sin embargo, la
    recomendación institucional clave de la Declaración
    fue la de que se estableciese el cargo de Alto Comisionado de las
    Naciones Unidas para los Derechos Humanos, para coordinar todas
    las actividades de derechos humanos en todo el sistema. La
    Conferencia Mundial también pidió que en 1998 se
    llevase a cabo un examen quinquenal amplio del progreso realizado
    en la aplicación de la Declaración y Programa de
    Acción de Viena. Este examen coincide con el
    cincuentenario de la adopción
    de la Declaración Universal de Derechos
    Humanos.

    Los derechos humanos en
    acción

    Las Naciones Unidas han ido adaptando a
    través de los años su mecanismo de derechos
    humanos, a fin de responder mejor a la evolución de las exigencias de la comunidad
    internacional. Durante la guerra
    fría, la Organización creó estructuras
    normativas e institucionales para la protección de los
    derechos humanos, ampliando continuamente su competencia en
    esa esfera; a la vez, apoyó un vasto proceso de
    descolonización, en el que surgieron más de 80
    nuevos Estados independientes. Medidas históricas de las
    Naciones Unidas, tales como la aprobación de la
    Declaración sobre la concesión de la independencia
    a los países y pueblos coloniales (1960), sentaron las
    pautas para el establecimiento universal del derecho colectivo a
    la libre determinación. Las Naciones Unidas también
    concentraron sus esfuerzos en los atropellos de los derechos
    humanos producto de la
    política de apartheid en Sudáfrica, supervisando
    medidas internacionales que, a la postre, ayudaron a eliminar esa
    grave abrogación de los derechos fundamentales. Sin
    embargo, pese a los éxitos logrados, la guerra
    fría limitó extraordinariamente la eficacia de la
    Organización, tanto en cuanto a la gama de derechos
    humanos que defendía como a su capacidad de hacer que se
    respetasen en la práctica. La situación
    política mundial no permitía mucha
    concertación del activismo de derechos humanos sobre el
    terreno. Las doctrinas de seguridad nacional y soberanía se invocaban a menudo para
    ocultar, excusar o justificar abusos de los derechos
    humanos.

    En la actualidad, se reconoce ampliamente que hay
    que darle un nuevo ímpetu a la cincuentenaria inversión en el desarrollo y los derechos
    humanos, a fin de extender y profundizar la aplicación de
    los derechos económicos y sociales. Millones de personas,
    tanto en los países en desarrollo como en los
    países desarrollados, siguen condenadas a la pobreza
    extrema y a la exclusión de la vida económica,
    política y cultural. En la actualidad, hay 48
    países en los que más de la quinta parte de la
    población viva en la "pobreza
    absoluta", con pocas perspectivas de cambio
    sustancial a corto plazo. Romper el ciclo de la pobreza sigue
    siendo, pues, una tarea formidable para la comunidad
    internacional. Por esa razón, las Naciones Unidas han
    puesto énfasis en el derecho al desarrollo, que
    quizás constituya la base estratégica para un
    programa de derechos humanos más amplio.

    Fortalecimiento del mecanismo de derechos
    humanos

    A raíz de la Conferencia de Viena, las
    Naciones Unidas han intensificado sus esfuerzos por reorientar su
    programa de derechos humanos, concentrándose
    principalmente en la aplicación en vez de, como antes, en
    el establecimiento de normas. Ha encabezado este esfuerzo el
    principal órgano intergubernamental en esa esfera, la
    Comisión de Derechos Humanos de las Naciones Unidas,
    apoyada por la secretaría del Centro de Derechos Humanos
    de las Naciones Unidas. En 1993, la Asamblea General
    fortaleció considerablemente el mecanismo de derechos
    humanos de la Organización al crear el puesto de Alto
    Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos
    Humanos.

    Encargado de coordinar todos los programas de
    derechos humanos de las Naciones Unidas y mejorar su efecto y
    eficiencia
    general, el Alto Comisionado es el responsable principal de los
    mismos. Trabajando bajo la dirección y autoridad del Secretario
    General, a quien representa en la esfera de los derechos humanos,
    el Alto Comisionado también rinde cuentas a la
    Asamblea General, el Consejo Económico y Social y la
    Comisión de Derechos Humanos. La Oficina del Alto
    Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos
    (OACDH) es el centro de coordinación de todas las
    actividades de las Naciones Unidas en materia de derechos
    humanos. Además, sirve de secretaría de la
    Comisión de Derechos Humanos, los órganos
    establecidos en virtud de los tratados y otros órganos de
    las Naciones Unidas.

    El primer Alto Comisionado, Sr. José Ayala
    Lasso, que ocupó el cargo de 1994 a 1997, tomó
    posesión del mismo un día antes de que se
    desencadenase la matanza genocida en Rwanda. El Sr. Ayala Lasso
    pidió la celebración de una reunión de
    emergencia de la Comisión de Derechos Humanos para tratar
    sobre la situación de los derechos humanos en ese
    país. La tragedia de Rwanda puso en evidencia, claramente,
    que era necesario fortalecer toda la gama de instrumentos de
    derechos humanos conque contaban las Naciones
    Unidas.

    En 1997, como parte de amplias reformas para
    mejorar la eficacia de las
    Naciones Unidas, el Secretario General Kofi Annan
    incorporó los derechos humanos a todos los aspectos de la
    labor de la Organización, atribuyéndoles una
    importancia esencial. El Secretario General organizó la
    labor de las Naciones Unidas en cuatro esferas sustantivas: paz y
    seguridad, asuntos económicos y sociales,
    cooperación para el desarrollo y asuntos humanitarios. Los
    derechos humanos eran, a la vez, quinta esfera prioritaria y
    esfera temática incorporada a las cuatro anteriores. En lo
    adelante, el programa de derechos humanos de las Naciones Unidas
    se realizaría a través de toda la gama de
    actividades de la Organización. Otra medida adoptada fue
    la de consolidar la Oficina del Alto
    Comisionado y el Centro de Derechos Humanos en una sola Oficina,
    la del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos
    Humanos. Esa consolidación le dió a la nueva Alta
    Comisionada una sólida base institucional para,
    precisamente, coordinar la incorporación de las
    actividades de derechos humanos en todo el sistema y dirigir
    así la misión de
    la Organización en esa esfera.

    Oficina del Alto Comisionado de las
    Naciones Unidas para los Derechos
    Humanos

    La ex Presidenta de Irlanda, Sa. Mary Robinson,
    segundo Alto Comisionado para los Derechos Humanos, asumió
    el cargo en septiembre de 1997. El mandato del Alto Comisionado
    tiene cuatro componentes fundamentales:

    • forjar colaboraciones mundiales en pro de los
      derechos humanos;
    • prevenir violaciones de los derechos humanos y
      responder a emergencias;
    • promover los derechos humanos, junto con la
      democracia y
      el desarrollo, como principios orientadores para el logro de
      una paz duradera; y
    • coordinar el fortalecimiento del programa de
      derechos humanos de las Naciones Unidas en todo el
      sistema.

    La Oficina del Alto Comisionado, con sede en
    Ginebra y oficinas en todo el mundo, tiene unos 200 empleados.
    Sus tres principales unidades se ocupan de actividades y programas,
    investigación y derecho al desarrollo, y
    servicios de
    apoyo. El presupuesto anual
    de la Oficina es limitado (alrededor de 20 millones de dolares, o
    sea, el 1,7 por ciento del presupuesto
    ordinario de las Naciones Unidas). Sin embargo, la cantidad cada
    vez mayor de actividades de derechos humanos sobre el terreno se
    ha traducido en un aumento notable de los costos. En 1998
    las necesidades globales de financiación ascendieron a 54
    millones de dólares. Conforme con su mandato ampliado, el
    Alto Comisionado apoya la labor de la Comisión de Derechos
    Humanos y de los órganos creados de conformidad con los
    tratados y se concentra, entre otras cosas, en el fomento de los
    derechos de la
    mujer y los niños, la lucha contra la
    discriminación racial en todas sus formas y la
    protección de los grupos vulnerables y las
    minorías, tales como las poblaciones indígenas, los
    trabajadores migratorios y las personas
    discapacitadas.

    A fin de cumplir con ese mandato ampliado, la
    Oficina depende cada vez más de contribuciones voluntarias
    para financiar sus actividades. La Operación de Derechos
    Humanos en Rwanda, por ejemplo, se financió enteramente
    mediante contribuciones voluntarias de los gobiernos. Varios
    fondos de contribuciones voluntarias apoyan las iniciativas de la
    Alta Comisionada en materia de poblaciones indígenas,
    derechos del niño, derechos económicos,
    víctimas de la tortura y formas contemporáneas de
    esclavitud,
    así como de lucha contra el racismo y la
    discriminación racial.

    Mediante la expansión de su programa de
    cooperación técnica, sobre todo, la OACDH ha
    logrado dar apoyo en materia de derechos humanos a casi todos los
    programas y organismos del sistema de las Naciones Unidas. En la
    esfera del mantenimiento de la paz, por ejemplo, el programa ha
    brindado diferentes tipos de asistencia a importantes misiones de
    las Naciones Unidas en Angola, Cambodia, Mozambique, Haití
    y los países de la ex Yugoslavia. También ha
    asesorado a las misiones electorales de las Naciones Unidas en
    Eritrea y Sudáfrica. Esos servicios de asesoramiento a
    menudo conllevan servicios de expertos en derechos humanos,
    análisis legislativo y capacitación del personal. El
    énfasis creciente en operaciones conjuntas ha permitido
    que se financie la presencia sobre el terreno de la Oficina del
    Alto Comisionado a través de los presupuestos
    ordinarios de otros componentes del sistema de las Naciones
    Unidas.

    En la actualidad, prácticamente todos los
    órganos y organismos especializados de las Naciones
    Unidas, entre ellos el Banco Mundial
    y el Fondo Monetario
    Internacional, están esforzándose por
    incorporar a sus programas y actividades la promoción y
    protección de los derechos humanos, inclusive la
    perspectiva de género y el énfasis en el derecho al
    desarrollo. La Oficina del Alto Comisionado está tomando
    otras medidas para fortalecer el mecanismo de derechos humanos de
    las Naciones Unidas: por ejemplo, está apoyando la
    racionalización del funcionamiento de los órganos y
    mecanismos de vigilancia de los derechos humanos
    .

    Comisión de Derechos
    Humanos

    La política de las Naciones Unidas en
    materia de derechos humanos es regida, a través de la
    Asamblea General, por una serie de órganos
    intergubernamentales que también dan orientación a
    la OACDH. La Comisión de Derechos Humanos es el principal
    órgano normativo intergubernamental en esa esfera.
    Establecida en 1946 por el Consejo Económico y Social, la
    Comisión da orientación política global,
    estudia los problemas
    relativos a los derechos humanos, elabora y codifica nuevas
    normas internacionales y vigila la observancia de los derechos
    humanos en todo el mundo. Integrada por 53 Estados Miembros
    elegidos por períodos de tres años, la
    Comisión es un foro en el que los Estados y las
    organizaciones intergubernamentales y no gubernamentales
    (ONG) expresan
    sus preocupaciones sobre cuestiones de derechos
    humanos.

    La Comisión concentró originalmente
    sus esfuerzos en la definición y codificación de
    las normas internacionales de derechos humanos. En los
    últimos dos decenios, sin embargo, ha establecido un
    sistema de procedimientos
    especiales para investigar presuntas violaciones de los derechos
    humanos y envía rutinariamente misiones de investigación a países de todas
    partes del mundo. En la actualidad, el período anual de
    sesiones de seis semanas de duración de la
    Comisión, en Ginebra, constituye un singular foro mundial para plantear,
    examinar y aclarar aseveraciones sobre una amplia gama de
    violaciones. Tanto los Estados como las ONG presentan
    información sobre situaciones de interés
    para ellos y los gobiernos implicados a menudo presentan
    respuestas. Una vez examinada la situación, la
    Comisión puede enviar grupos de expertos investigadores,
    organizar visitas sobre el terreno, dialogar con los gobiernos,
    ofrecer asistencia y condenar violaciones.

    En años recientes, la Comisión se ha
    ocupado cada vez más de la promoción de los
    derechos economicos, sociales y culturales, incluido el derecho
    al desarrollo. Para ayudarla en esa labor, ha establecido una
    serie de órganos subsidiarios, tales como los grupos de
    trabajo sobre los efectos de la carga de la deuda externa y
    de las consecuencias de la pobreza
    extrema en el disfrute de los derechos humanos.

    Son prioridades en el programa de la
    Comisión la promoción de los derechos de la
    mujer y la protección de los derechos del niño.
    Se le presta atención especial a los niños en
    situaciones de conflicto
    armado y a la violencia
    contra la mujer (esto incluye a las trabajadoras migratorias y al
    tráfico de mujeres y niñas). La Comisión
    trata también de proteger los derechos de los grupos
    vulnerables, en especial las minorías étnicas,
    religiosas y lingüísticas y las poblaciones
    indígenas. Con tal fin, está tratando de crear un
    foro permanente para los
    pueblos indígenas dentro del sistema de las Naciones
    Unidas.

    Desde 1948, ayuda a la Comisión su
    Subcomisión de Prevención de Discriminaciones y
    Protección de las Minorías, compuesta por 26
    expertos independientes de todas las regiones del mundo. La
    Subcomisión tiene varios grupos de trabajo, que sirven de
    foro para los contactos
    entre los gobiernos y la sociedad civil en
    relación con los derechos de las poblaciones
    indígenas, las minorías y los grupos vulnerables a
    las formas contemporáneas de esclavitud. Entre
    otras cuestiones, la Subcomisión se concentra en las
    formas contemporáneas de esclavitud, entre
    ellas el trabajo
    forzado, las adopciones ilegales y seudolegales destinadas a
    explotar a los niños y la esclavitud sexual en tiempos de
    guerra.
    También examina cuestiones de derechos humanos relativas a
    los trabajadores domésticos y migratorios y examina
    medidas preventivas para la eliminación de la violencia
    contra la mujer, en particular en situaciones de conflicto
    armado.

    Vigilancia de las violaciones de derechos
    humanos

    La función de vigilancia de las violaciones
    de derechos humanos que desempeñan las Naciones Unidas es
    parte integral del conjunto de instrumentos sobre derechos
    humanos. El fundamento del sistema de vigilancia de las Naciones
    Unidas lo constituyen dos tipos de mecanismos de derechos
    humanos, uno convencional y otro extraconvencional, que responden
    a abusos individuales de los derechos humanos y a abrogaciones
    sistemáticas de esos derechos por los Estados
    Miembros.

    Seis tratados esenciales sobre derechos humanos
    han establecido mecanismos de vigilancia "convencionales", o sea,
    seis órganos o comités creados en virtud de los
    propios tratados, que vigilan la adhesión de los Estados
    partes a las normas internacionales establecidas en dichos
    instrumentos. Los principios y normas de esos tratados
    sólo se aplican a los Estados que los hayan
    ratificado.

    El Comité de Derechos Humanos vigila la
    aplicación del Pacto Internacional de Derechos Civiles y
    Políticos.

    El Comité de Derechos Económicos,
    Sociales y Culturales vigila la aplicación del Pacto
    Internacional de Derechos Económicos, Sociales y
    Culturales.

    El Comité para la eliminación de la
    discriminación racial vigila la aplicación de la
    Convención Internacional sobre la Eliminación de
    todas las Formas de Discriminación
    Racial.

    El Comité para la eliminación de la
    discriminación contra la mujer vigila la aplicación
    de la Convención sobre la eliminación de todas las
    formas de discriminación contra la
    mujer.

    El Comité contra la Tortura vigila la
    aplicación de la Convención contra la Tortura y
    Otros Tratos o Penas Crueles, Inhumanos o
    Degradantes.

    El Comité de los Derechos del Niño
    vigila la aplicación de la Convención sobre los
    Derechos del Niño.

    En informes periódicos a los
    comités, los Estados partes esbozan las medidas
    legislativas, judiciales y administrativas que han tomado para
    ajustar sus políticas
    y prácticas gubernamentales a los principios estipulados
    en el tratado. El Comité de Derechos Humanos, por ejemplo,
    ha examinado más de 800 informe sobre 56
    países y ha publicado 270 decisiones. Aunque las opiniones
    del Comité no son jurídicamente vinculantes, tienen
    un peso considerable. Los Estados han acatado con frecuencia las
    decisiones del Comité y han efectuado cambios
    constitucionales o han ajustado sus políticas
    a raíz de recomendaciones de aquél.

    Tres tratados sobre derechos humanos permiten comunicaciones
    de particulares. El Comité de Derechos Humanos, el
    Comité contra la Tortura y el Comité para la
    Eliminación de la Discriminación Racial
    están autorizados a aceptar denuncias individuales de
    ciudadanos de Estados que han ratificado las disposiciones
    relativas a comunicaciones
    de esa índole. Dos organismos especializados, la
    Organización de las Naciones Unidas para la
    Educación, la Ciencia y
    la Cultura
    (UNESCO) y la Organización Internacional del Trabajo
    (OIT), también examinan denuncias de discriminación
    presunta en sus respectivas esferas de competencia.

    En 1967, el Consejo Económico y Social adoptó la
    resolución 1235 (XLII) en la que autorizaba a la
    Comisión de Derechos Humanos y su Subcomisión de
    Prevención de Discriminaciones y Protección de las
    Minorías a examinar información pertinente relativa a
    violaciones graves de los derechos humanos y las libertades
    fundamentales. En 1970, el Consejó adoptó la
    resolución 1503 (XLVIII), que estableció el
    mecanismo para responder a las denuncias de los particulares que
    hoy se conoce comúnmente como "procedimiento
    1503". Esas aseveraciones se resumen en documentos
    confidenciales que se envían, para su examen, a la
    Comisión de Derechos Humanos. Si se ve que hay un cuadro
    persistente de abusos graves y verificados de los derechos
    humanos, la Comisión puede investigar la situación
    mediante su sistema de "procedimientos
    especiales".

    La Oficina del Alto Comisionado para los Derechos Humanos
    mantiene abierta las 24 horas del día una "línea de
    emergencia" de fax
    (0041-22-917-0092) a la que se puede informar sobre presuntas
    violaciones de los derechos humanos. Cada año, se reciben
    por esta vía casi 200.000 comunicaciones
    informando sobre violaciones.

    Procedimientos
    especiales

    El programa de derechos humanos de las Naciones
    Unidas depende cada vez más de un sistema de
    verificación independiente del marco de los tratados, que
    permite un enfoque más flexible y específico de
    cada violación. Los procedimientos
    especiales de la Comisión de Derechos Humanos constituyen
    este sistema de mecanismos denominados extraconvencionales. La
    Comisión puede nombrar expertos de reputación
    internacional para examinar, vigilar y rendir informes
    públicos sobre la situación de los derechos humanos
    en determinados países o, cuando el mandato es
    temático, sobre las violaciones graves de los derechos
    humanos en diferentes partes del mundo relacionadas con un
    fenómeno determinado, como la intolerancia religiosa o el
    recurso a los mercenarios. Esos expertos, que actúan a
    título personal, son designados relatores especiales,
    representantes, expertos independientes o, cuando varios de ellos
    comparten el mismo mandato, grupos de trabajo.

    Los relatores especiales tienen libertad de utilizar todas las
    fuentes
    fidedignas de que dispongan para preparar sus informes. Gran
    parte de su labor se realiza sobre el terreno (entrevistas
    con autoridades, ONG y
    víctimas y reunión de pruebas en el
    terreno, cuando pueden). En 1997, se realizaron misiones de
    investigación a 14 países y se transmitieron a los
    gobiernos peticiones de información sobre más de 5.000
    casos. Los relatores especiales presentan informes anuales a la
    Comisión, en los que recomiendan medidas a tomar. Esas
    recomendaciones son también utilizadas por los
    órganos establecidos en virtud de los tratados en su
    labor, en especial en la evaluación
    de los informes de los Estados.

    A mediados de 1998, había más de 20 mandatos por
    país sobre la situación de los derechos humanos en
    determinadas regiones. Los relatores por país generalmente
    vigilan la compleja situación de los derechos humanos en
    regiones donde han ocurrido violaciones en gran escala, a menudo
    a raíz de violencia o
    conflictos en
    gran escala, como en
    Cambodia, Rwanda y la ex Yugoslavia. Esos relatores hacen
    recomendaciones acerca de cómo fortalecer los derechos
    humanos a nivel nacional.

    La Comisión de Derechos Humanos nombró un Relator
    Especial sobre la situación de los derechos humanos en
    Rwanda en mayo de 1994, cuando todavía se estaba
    produciendo allí un genocidio. El Relator debía
    examinar todos los aspectos de la situación tocante a los
    derechos humanos, incluidas las causas primordiales de las
    atrocidades y las responsabilidades por las mismas. En 1997, al
    cumplirse los tres años previstos para aquel mandato, la
    Comisión nombró a un Representante Especial para
    facilitar la creación y funcionamiento eficaz de una
    comisión nacional independiente de derechos humanos en
    Rwanda.

    La Asamblea General también solicitó al Secretario
    General que investigase la violación y atropellos
    sistemáticos de mujeres y niños durante el conflicto
    armado en la ex Yugoslavia, sobre todo en la República de
    Bosnia y Herzegovina.

    Los expertos a los que se confían los mandatos
    temáticos cubren una gama de cuestiones específicas
    de derechos humanos de importancia mundial. El derecho a la vida,
    por ejemplo, es reconocido como el derecho más fundamental
    y su violación por los Estados es causa de
    preocupación internacional. El Grupo de Trabajo sobre las
    Desapariciones Forzadas o Involuntarias, establecido en 1980, fue
    el primero que aceptó denuncias de particulares y
    visitó Estados. En 1995, uno de los expertos del Grupo de
    Trabajo empezó a examinar el problema de los desaparecidos
    en la ex Yugoslavia. En su informe final, en
    1997, el experto afirmó que unas 20.000 personas
    seguían desaparecidas en Bosnia y Herzegovina, y que la
    inmensa mayoría eran hombres bosnios de origen
    musulmán que habían sido víctimas de las
    operaciones de "depuración étnica" realizadas por
    las fuerzas serbias de Bosnia entre 1992 y 1995.

    En 1997, la Relatora Especial sobre la violencia contra la mujer
    visitó Rwanda para estudiar la cuestión de la
    violencia contra la mujer en tiempos de guerra y
    situaciones posteriores a los conflictos,
    reuniéndose con numerosas sobrevivientes. La Relatora
    Especial también visitó el Tribunal Penal
    Internacional para Rwanda, en Tanzanía, donde
    observó el juicio contra Jean-Paul Akayesu, el primero de
    esta índole en incluir acusaciones de violencia sexual en
    la inculpación (véase la pág. XX).

    Desde 1982, el Relator Especial sobre ejecuciones
    extrajudiciales, sumarias o arbitrarias investiga violaciones del
    derecho a la vida cometidas por autoridades estatales o grupos
    armados. En colaboración estrecha con gobiernos,
    órganos de las Naciones Unidas y ONG, el Relator Especial
    hace llamamientos a los gobiernos para que prevengan ejecuciones,
    especialmente cuando parece que se ha violado el derecho a un
    juicio imparcial. El Relator pide que se realicen investigaciones
    públicas o hace llamamientos urgentes, en respuesta a la
    información que recibe sobre amenazas de muerte contra
    personas o muerte de
    personas detenidas.

    La sociedad civil:
    colaboradora en la acción en pro de los derechos
    humanos

    Las Naciones Unidas consideran que para crear una
    cultura
    generalizada de los derechos humanos se necesita una dinámica red de colaboraciones a
    nivel mundial. La Alta Comisionada para los Derechos Humanos
    lleva a cabo su misión en
    colaboración, entre otros, con programas y organismos del
    sistema de las Naciones Unidas, gobiernos, organizaciones
    regionales, comunidades universitarias, particulares
    comprometidos con los derechos humanos y la comunidad no
    gubernamental. Se están desarrollando nuevos tipos de
    colaboración con la sociedad civil.
    En materia de derechos del niño, las ONG han participado
    en deliberaciones sobre la preparación de informes
    gubernamentales y, con ayuda del Fondo de las Naciones Unidas
    para la Infancia
    (UNICEF), han presentado su propia información al
    Comité de los Derechos del Niño, han asistido a las
    sesiones de éste y han vigilado, a nivel nacional, la
    aplicación de las recomendaciones del Comité.

    Las ONG y otros representantes de la sociedad civil,
    tales como instituciones
    universitarias y grupos cívicos, han tenido, desde el
    principio, una importancia decisiva en la labor de las Naciones
    Unidas en materia de derechos humanos. Por ejemplo, han
    contribuido, entre otras cosas, a la incorporación de las
    cláusulas sobre derechos humanos en la Carta y al
    establecimiento de la Oficina del Alto Comisionado para los
    Derechos Humanos. Las ONG también han desempeñado
    una función clave en la formulación de las
    prioridades en materia de derechos humanos en las importantes
    conferencias mundiales de este decenio, en especial en los
    acuerdos logrados sobre derechos humanos en Viena (1993), sobre
    población y desarrollo en El Cairo (1994),
    sobre desarrollo social
    en Copenhague (1995), sobre derechos de la
    mujer en Beijing (1995) y sobre seguridad alimentaria en
    Roma (1996).

    El liderazgo de
    las ONG también se ha hecho sentir en otras esferas. En la
    preparación de la Conferencia de Roma, que
    estableció en julio de 1998 la Corte Penal Internacional,
    una bien informada y elocuente coalición de ONG
    insistió en que se le diese un mandato fuerte a la Corte.
    Dicha coalición encabezó a menudo el debate sobre
    cuestiones conflictivas, tales como la necesidad de que la Corte
    tuviese un fiscal
    independiente y la inclusión del delito de
    agresión como uno de los principales abarcados por la
    jurisdicción de la Corte. Gracias a la vigorosa
    colaboración de las ONG con los gobiernos y las Naciones
    Unidas, la Corte Penal Internacional, última
    institución internacional que probablemente se cree en
    este siglo, tendrá la capacidad de cumplir su doble
    misión:
    enjuiciar a los responsables de atrocidades y refrenar barbaries
    futuras.

    La fuerza de las
    organizaciones no gubernamentales de derechos humanos radica en
    su capacidad de movilizar a la opinión pública,
    difundir información y presionar a los gobiernos para que
    cumplan las normas internacionales de derechos humanos. Hay gran
    diversidad entre esas ONG. Algunas defienden todos los derechos
    humanos, en general, mientras otras protegen los intereses
    específicos de determinados grupos vulnerables, tales como
    las mujeres y los niños, o se ocupan de cuestiones
    urgentes de derechos humanos, tales como la tortura, las
    desapariciones forzadas o el tratamiento de los prisioneros.

    Las ONG son participantes de primerísima importancia en la
    defensa de los derechos humanos: representan y protegen a las
    víctimas, ofrecen servicios de expertos, reúnen y
    difunden información y alientan la educación sobre
    los derechos humanos. Entre las más activas ONG dedicadas
    a los derechos humanos se cuentan, en la actualidad, los grupos
    de mujeres. Estos desempeñan una función esencial
    en el adelanto y habilitación de la mujer, al concientizar
    sobre cuestiones de interés
    para la mujer y educar a las mujeres sobre sus derechos humanos.
    Muchas otras ONG trabajan de manera indirecta en defensa de los
    derechos humanos. Aunque se concentran principalmente en otras
    cuestiones, han incorporado a sus actividades los derechos
    humanos y ayudan al fomento de éstos mediante, entre otras
    cosas, la asistencia jurídica a grupos vulnerables.

    Algunas organizaciones de derechos humanos, como Human Rights
    Watch y la Federación Internacional de Derechos Humanos,
    tienen un amplio alcance internacional y llevan a cabo encuestas
    independientes, publican boletines y difunden informes
    detallados. En la actualidad, hay cientos de ONG cuya labor en la
    esfera de los derechos humanos es ya de índole
    transnacional. Amnistía Internacional, por ejemplo, la
    mayor ONG de derechos humanos, tiene 1,2 millones de miembros en
    160 países. Recientemente, inició una
    campaña mundial para que más de 6 millones de
    personas prometiesen apoyar la Declaración Universal de
    Derechos Humanos. Las promesas se entregarán a la Asamblea
    General de las Naciones Unidas en el Día de los Derechos
    Humanos, el 10 de diciembre, en ocasión del cincuentenario
    de la Declaración Universal.

    La paz y la seguridad: Temas de las Naciones
    Unidas

    La paz y la seguridad son los objetivos
    finales de todas las actividades de las Naciones Unidas. Las
    iniciativas de paz del Consejo de Seguridad al que la Carta de
    las Naciones Unidas otorga plena responsabilidad para el
    mantenimiento de la paz y la seguridad ponen más
    claramente de manifiesto cómo trabaja la
    Organización para la consecución de esos objetivos.
    Para contribuir a solucionar una crisis, el
    Consejo de Seguridad puede iniciar una labor de mediación
    o investigación, exhortar a las partes a que remitan sus
    controversias a la Corte Internacional de Justicia o hacer otro
    tipo de recomendaciones. El Consejo también puede imponer
    sanciones o embargos, disponer el establecimiento de operaciones
    de mantenimiento de la paz u ordenar la adopción de
    medidas colectivas de carácter militar.

    El Secretario General también
    desempeña una función importante al señalar
    a la atención del Consejo de Seguridad cualquier
    cuestión que amenace la paz y la seguridad. Utiliza sus
    buenos oficios en interés de la diplomacia preventiva.
    Gracias a la diplomacia discreta, el Secretario General ha
    ayudado, en repetidas ocasiones, a iniciar e impulsar en todo
    momento las negociaciones.

    Las Naciones Unidas han emprendido 40 operaciones
    de mantenimiento de la paz en las que han participado más
    de 750.000 soldados y personal civil. Las fuerzas de
    mantenimiento de la paz de las Naciones Unidas fueron
    galardonadas con el Premio Nobel de la Paz en
    1988.

    Anteriormente, la Organización
    contribuyó a velar por la paz y la seguridad al proponerse
    poner fin al colonialismo, de conformidad con los principios
    esbozados en la Carta. Unos 60 ex territorios coloniales
    obtuvieron la independencia.
    Esta labor se realizó principalmente bajo los auspicios
    del Consejo de Administración Fiduciaria, que fue
    establecido para velar por que los gobiernos preparasen las
    condiciones en los territorios que administraban con miras a la
    libre determinación. El Consejo concluyó su labor
    en 1994.

    El desarme es una preocupación importante
    para las Naciones Unidas. La Asamblea General ha celebrado varios
    períodos extraordinarios de sesiones sobre desarme y cada
    año se ocupa de esa cuestión por mediación
    de sus dos órganos deliberativos: la Comisión de
    Desarme de las Naciones Unidas y la Primera Comisión de la
    Asamblea (Comisión de Desarme y Seguridad Internacional).
    La Organización presta apoyo a los órganos y
    reuniones intergubernamentales de desarme, y, entre otras
    iniciativas, supervisa las transferencias de armas de los
    principales sistemas de armas
    convencionales por medio del Registro de
    Armas
    Convencionales de las Naciones Unidas.

    Las Naciones Unidas reconocieron oficialmente las
    posibilidades de que se produjera un nuevo conflicto
    internacional, poco después del lanzamiento del primer
    satélite artificial en 1958, y establecieron una
    Comisión sobre la Utilización del Espacio
    Ultraterrestre con Fines Pacíficos. Esta Comisión
    ha contribuído a elaborar intrumentos jurídicos
    para salvaguardar los derechos de la humanidad en relación
    con el espacio y la seguridad en la
    Tierra.

    Esta página en Internet fue preparada por
    el Departamento de Información Pública
    (DIP).

    OPERACIONES DE MANTENIMIENTO DE LA PAZ DE LAS
    NACIONES UNIDAS:

    Preguntas y respuestas

    No es documento oficial de las Naciones
    Unidas.

    El Consejo de Seguridad envía personal de
    mantenimiento de la paz de las Naciones Unidas, ataviado con los
    característicos cascos y boinas azules para
    que ayude a aplicar los acuerdos de paz, vigile la
    cesación del fuego, patrulle las zonas desmilitarizadas,
    cree zonas de separación entre fuerzas en conflicto y
    procura que se suspendan los enfrentamientos mientras los
    negociadores buscan una solución pacífica para las
    controversias. Sin embargo, en definitiva, el éxito de las
    operaciones de mantenimiento de la paz depende de la voluntad y
    la cooperación de las partes en
    conflicto.

    Las Naciones Unidas no tienen ejército. Los
    Estados Miembros ofrecen voluntariamente tropas y equipo a cada
    misión
    de mantenimiento de la paz; se les reembolsan los gastos con cargo
    a un presupuesto especial para esas operaciones. A la par con el
    personal militar, en las operaciones de mantenimiento de la paz
    trabajan agentes de policía, observadores electorales,
    observadores de la situación de los derechos humanos y
    otros civiles. El personal de mantenimiento de la paz solo porta
    las armas
    indispensables para defenderse y en muchas ocasiones va
    desarmado; su "arma" más potente es la imparcialidad.
    Recurre a la persuasión y al uso mínimo de la
    fuerza para
    apaciguar las tensiones y prevenir los enfrentamientos. Es un
    trabajo peligroso; desde 1945, han muerto en el desempeño
    de sus funciones alrededor de 1500 integrantes de misiones de
    mantenimiento de la paz de las Naciones Unidas.

    ¿Cuántas operaciones de
    mantenimiento de la paz ha habido?

    Desde 1945, ha habido 48 operaciones de mantenimiento de la paz
    de las Naciones Unidas. En la actualidad hay otras 16 en curso.
    El Consejo de Seguridad ha organizado 34 operaciones de
    mantenimiento de la paz entre 1988, año en que
    éstas fueron galardonadas con el Premio Nobel de la Paz, y
    febrero de 1998.

    ¿Quién está a
    cargo?

    Son los 15 Estados miembros del Consejo de Seguridad, no el
    Secretario General, los que organizan y definen las misiones de
    mantenimiento de la paz. En la Carta de las Naciones Unidas se
    dispone que el Consejo tiene la responsabilidad primordial de
    mantener la paz y la seguridad internacionales. Los cinco
    miembros permanentes del Consejo – China,
    Francia, la
    Federación de Rusia, el Reino Unido y los Estados Unidos –
    pueden vetar cualquier decisión concerniente a las
    operaciones de mantenimiento de la paz.

    Los soldados que integran las misiones de
    mantenimiento de la paz no juran obediencia a las Naciones
    Unidas. Los gobiernos que ofrecen voluntariamente su personal
    negocian con sumo cuidado las condiciones de su
    participación, por ejemplo, las relativas a la estructura de
    mando y al control de las
    operaciones. Esos gobiernos siguen teniendo autoridad suprema
    sobre las fuerzas militares que sirven bajo la bandera de las
    Naciones Unidas, incluso en cuestiones de disciplina y
    de personal, y pueden retirar sus tropas si así lo desean.
    Los soldados de mantenimiento de la paz visten sus uniformes
    nacionales, pero para identificarse como integrantes de las
    misiones, también llevan cascos y boinas azules,
    así como distintivos de las Naciones
    Unidas.

    ¿Cuánto cuestan?

    Los gastos
    correspondientes al personal y el equipo de mantenimiento de la
    paz de las Naciones Unidas llegaron a un máximo de 2.800
    millones de dólares en 1995, debido al costo de las
    operaciones en la ex Yugoslavia. Los gastos de
    mantenimiento de la paz disminuyeron a 1.400 millones de
    dólares en 1996 y a alrededor de 1.300 millones de
    dólares en 1997; se prevé que los créditos
    presupuestarios para 1998 no pasarán de los mil millones
    de dólares.

    Todos los Estados Miembros tienen que pagar una
    cuota de mantenimiento de la paz fijada en virtud de una
    fórmula en que ellos mismos convinieron. Sin embargo, al
    15 de marzo de 1998 los Estados Miembros debían 1.700
    millones de dólares a las Naciones Unidas en concepto de
    cuotas atrasadas y cuotas de ese año. Los Estados Unidos
    son con mucho el deudor más importante, ya que deben 958
    millones de dólares.

    ¿Cómo se paga al personal de
    mantenimiento de la paz?

    Los gobiernos pagan a los soldados de las operaciones de
    mantenimiento de la paz según el grado y la escala de sueldos
    nacionales. Las Naciones Unidas pagan un reembolso a los
    países que aportan contingentes voluntariamente a las
    operaciones de mantenimiento de la paz con arreglo a una tarifa
    única de 1.000 dólares al mes por soldado. Las
    Naciones Unidas también reintegran a los países el
    valor del
    equipo que aportan. Sin embargo, el pago de esos reembolsos suele
    aplazarse debido a los deficit de dinero en
    efectivo que se producen cuando los Estados Miembros no pagan sus
    cuotas.

    ¿Quiénes aportan personal y
    equipo?

    Todos los Estados Miembros comparten los riesgos que
    entraña el mantenimiento de la paz y la seguridad. Desde
    1945, 110 naciones han aportado contingentes en diferentes
    ocasiones; en la actualidad se cuenta con personal de
    mantenimiento de la paz aportado por 70 naciones. En febrero de
    1998, los países que más tropas aportaban a las
    misiones en curso eran: Polonia (1053 soldados), Bangladesh
    (924), Austria (858), Ghana (782), Finlandia (768) y Noruega
    (722). La pequeña nación insular de Fiji, al igual
    que el Canadá, ha participado practicamente en todas las
    operaciones de mantenimiento de la paz de las Naciones Unidas.
    Aportan contribuciones incluso algunos Estados no miembros de las
    Naciones Unidas. Por ejemplo, Suiza contribuyó con
    dinero,
    unidades médicas, aviones y equipo de otro tipo a las
    misiones de mantenimiento de la paz.

    ¿Por qué es buen negocio mantener
    la paz?

    El costo de las
    operaciones de mantenimiento de la paz es mínimo en
    comparación con el de los conflictos y
    el de la pérdida de vidas y de bienes. Por
    cada dólar que gastaron los gobiernos en 1997 en
    actividades militares, menos de un cuarto de centavo se
    destinó a las operaciones de mantenimiento de la paz de
    las Naciones Unidas. En 1997, la cuota de los Estados Unidos para
    esas operaciones de las Naciones Unidas fue de alrededor de 386
    millones de dólares, es decir, menos de 1,45
    dólares por ciudadano estadounidense.

    ¿Son iguales la acción coercitiva y
    las operaciones de mantenimiento de la paz?

    No se deben confundir. Las operaciones de mantenimiento de la paz
    de las Naciones Unidas se han basado tradicionalmente en la
    voluntad de las partes en conflicto y entrañan el
    despliegue del personal de mantenimiento de la paz para hacer
    efectivo un acuerdo aprobado por dichas partes.
    En el caso de una acción coercitiva, el Consejo de
    Seguridad da a los Estados Miembros la autoridad necesaria para
    que tomen todas las medidas que hagan falta a fin de lograr el
    objetivo de
    que se trate. No se requiere necesariamente el consentimiento de
    las partes, pero se ha recurrido a él en un pequeño
    número de casos: la guerra del
    Golfo, en Somalia, Rwanda, Haití, Bosnia y Herzegovina, y
    Albania. Ninguna de esas operaciones coercitivas estuvo bajo el
    control de las
    Naciones Unidas, sino que estuvieron dirigidas por uno o un grupo
    de países. En Bosnia y Herzegovina, una fuerza
    multinacional liderada por la OTAN sucedió a las
    operaciones de mantenimiento de la paz de las Naciones
    Unidas.

    Las disposiciones de la Carta de las Naciones
    Unidas sobre el mantenimiento de la paz y seguridad
    internacionales son el pilar tanto de las operaciones de
    mantenimiento de la paz como de la acción
    coercitiva.

    ¿Qué elemento ha frustrado algunas
    misiones recientes de mantenimiento de la paz?

    El obstáculo principal ha sido la falta de voluntad de las
    partes en conflicto para encontrar una solución
    pacífica. Otro problema ha sido el que los Estados
    Miembros no hayan proporcionado los recursos
    suficientes. Algunas veces el Consejo de Seguridad ha encomendado
    tareas realmente formidables al personal de mantenimiento de la
    paz, sin darle los medios para
    cumplirlas. A continuación se mencionan dos ejemplos
    recientes de estas dificultades:

    • · En 1994, el Secretario General
      informó al Consejo de Seguridad de que los comandantes
      de las operaciones de mantenimiento de la paz
      necesitarían 35.000 soldados para disuadir los ataques
      contra las "zonas seguras" que había creado el Consejo
      de Seguridad en Bosnia y Herzegovina.
    • · También en 1994, el Consejo de
      Seguridad, ante un genocidio evidente y por decisión
      unánime, determinó que se necesitaban con
      urgencia 5.500 soldados para mantener la paz en Rwanda. Los
      Estados Miembros tardaron más de seis meses en
      proporcionar tropas, aun cuando 19 gobiernos habían
      prometido mantener 31.000 soldados como fuerzas de reserva para
      las operaciones de mantenimiento de la paz de las Naciones
      Unidas.

    OPERACIONES DE MANTENIMIENTO DE LA PAZ DE LAS
    NACIONES UNIDAS

    Las Naciones Unidas han iniciado e impulsado las
    operaciones de mantenimiento de la paz como medio de mantener la
    paz y la seguridad internacionales. Desde 1948, más de
    750.000 personas, entre el personal de la policía civil y
    el personal militar junto con miles de civiles, han prestado
    servicios en las operaciones de mantenimiento de la paz de las
    Naciones Unidas. Más de 1.450 personas han dado la vida
    mientras supervisaban la aplicación de los acuerdos de paz
    y de cesación del fuego, patrullaban las zonas
    desmilitarizadas, creaban zonas de amortiguación entre las
    fuerzas en conflicto y apaciguaban conflictos
    locales que amenazaban con conventirse en una guerra de mayor
    amplitud. La mayoria de los miembros de las operaciones de
    mantenimiento de la paz de las Naciones Unidas han sido soldados
    cedidos voluntariamente por los respectivos gobiernos que
    integraban contingentes nacionales encargados de aplicar la
    disciplina y
    el adiestramiento
    militares a la tarea de restablecer y mantener la paz. Recibieron
    el Premio Nobel de la Paz por su labor en 1988.

    Desde el final de la guerra
    fría, la tensión ha disminuido y la paz se ha
    visto amenazada por el resurgimiento de conflictos
    étnicos y nacionalistas en distintas regiones. Por
    consiguiente, en los últimos años las operaciones
    de mantenimiento de la paz de las Naciones Unidas han aumentado
    rápidamente en número y complejidad. Mientras que
    en los primeros 40 años de las Naciones Unidas se
    establecieron sólo 13 operaciones de mantenimiento de la
    paz, desde 1988 se han iniciado 28 nuevas. El despliegue total de
    personal civil y militar de las Naciones Unidas alcanzó su
    punto máximo en 1995 con casi 70.000 miembros procedentes
    de 77 países. Las actividades "tradicionales" de
    mantenimiento de la paz han cedido el paso a operaciones
    integradas y complejas que requieren una combinación de
    medidas políticas,
    militares y humanitarias. Los agentes de policía, los
    observadores electorales, los observadores de la situación
    de derechos humanos y otros civiles se han sumado al personal
    militar, bajo la bandera de las Naciones Unidas, con el objeto de
    poner en práctica los arreglos negociados de los
    conflictos entre partes anteriormente antagonistas, alentando a
    los que se encontraban en bandos opuestos a construir juntos un
    futuro de paz.

    A medida que el mundo ha recurrido con creciente
    frecuencia a las Naciones Unidas para resolver los conflictos, el
    costo de las
    operaciones de mantenimiento de la paz de las Naciones Unidas ha
    aumentado en consecuencia. El costo anual de
    todas las operaciones en 1995 ascendió a aproximadamente
    3.000 millones de dólares. Sin embargo, esta inversión en las operaciones de
    mantenimiento de la paz debe considerarse en la debida
    perspectiva. A comienzos del decenio de 1990, los gastos militares
    mundiales ascendían a 1 billón de dólares
    aproximadamente por año, es decir 2 millones de
    dólares por minuto. En otras palabras, prepararse para la
    guerra cuesta en un día lo que cuesta mantener la paz en
    un año. El costo real de las
    operaciones de mantenimiento de la paz debe ser comparado, en
    última instancia, con el costo de la alternativa: la
    guerra.

    Las operaciones de mantenimiento de la paz son
    establecidas por el Consejo de Seguridad, el órgano
    principal de las Naciones Unidas al que corresponde la
    responsabilidad primordial en relación con el
    mantenimiento de la paz y la seguridad internacionales. Esas
    operaciones deben contar con el consentimiento de los gobiernos
    anfitriones y normalmente de las demás partes interesadas,
    y no deben, por ningún motivo, favorecer a una parte en
    detrimento de la otra. El éxito de las operaciones de
    mantenimiento de la paz también requiere un mandato claro
    y viable, la cooperación de las partes para ponerlo en
    práctica, un mando eficaz en la Sede y sobre el terreno y
    apoyo logístico y financiero adecuado.

    Las tropas de las Naciones Unidas portan armas
    ligeras y pueden hacer uso de la fuerza sólo en defensa
    propia o en caso de que elementos armados traten de impedirles
    que acaten las órdenes de sus comandantes. Los
    observadores militares de las Naciones Unidas no portan armas.
    Las tropas de las Naciones Unidas pueden ser autorizadas a hacer
    uso de la fuerza para cumplir con su cometido únicamente
    en circunstancias excepcionales.

    ASIstencia Humanitaria y Ayuda a los
    Refugiados

    Millones de niños, mujeres y hombres han
    sufrido a causa de la explosión de conflictos
    étnicos, religiosos y civiles en diversas zonas del mundo,
    desde el momento en que se dio por terminada la guerra
    fría. En 1994, el conflicto y los actos de genocidio
    que han tenido lugar en Rwanda, así como también
    las crisis que
    continuaban abiertas en otros lugares –en particular en
    África, Asia Occidental,
    la ex Yugoslavia y a1gunas zonas de la antigua Unión
    Soviética–impusieron nuevas presiones sobre un sistema.
    ya llevado, al límite en sus esfuerzos por proporcionar
    asistencia humanitaria internacional.

    Los desastres
    naturales también afectan a un creciente número
    de personas, sobre todo en los países en desarrollo. Las
    muertes causadas por desastres
    naturales casi se han multiplicado por diez desde el decenio
    de 1960, y del total un 90% corresponde a los países en
    desarrollo. Esto indica el grado en que la pobreza, las
    presiones demográficas y la degradación ambiental
    magnifican la escala de
    destrucción. Las pérdidas económicas a causa
    de desastres

    naturales en todo el mundo se triplicaron desde el
    decenio de 1960 al de 1980, y aumentaron en un 40% –de 44.000
    millones de dólares a 62.000 millones, según las
    estimaciones- entre 1991 y 1992.

    Mejorar la prontitud y eficacia de la
    asistencia humanitaria internacional y reforzar las capacidades
    nacionales para evitar y hacer frente a situaciones de emergencia
    se encuentran entre las funciones principales de las Naciones
    Unidas. La asistencia internacional eficaz en respuesta a
    situaciones de emergencia humanitarias graves exige planif
    icación, coordinación, logística, diplomacia y captación de
    recursos. Las
    Naciones Unidas desempeñan un papel
    fundamental en todas esas esferas, que se coordina por conducto
    de la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios
    (OCAH).

    Las Naciones Unidas actúan como proveedor
    de asistencia humanitaria, fundamentalmente por conducto de sus
    seis organismos operacionales, y como catalizador para las
    medidas de gobiernos, organizaciones humanitarias
    intergubernamentales y organizaciones no
    gubernamentales.

    La diplomacia humanitaria. que practican las
    Naciones Unidas es con frecuencia un elemento clave para lograr
    el acceso a las poblaciones que sufren los efectos de conflictos.
    No obstante, las violaciones de los principios humanitarios por
    las partes beligerantes y las amenazas a la seguridad de los
    agentes que prestan socorro es una preocupación
    creciente.

    Entre junio de 1992 y junio de 1995 las Naciones
    Unidas hicieron 52 Ilamamientos unificados para financiar
    programas encaminados a ayudar a unos 180 millones de personas en
    30 países aproximadamente. Los recursos totales
    que se solicitaban ascendían a unos 11.400 millones de
    dólares de los cuales se recibieron 7.300
    millones.

    La acción comunitaria del sistema de las
    Naciones Unidas transciende la esfera del socorro para abarcar
    también la rehabilitación y el desarrollo a largo
    plazo. El objetivo es
    conseguir que el socorro de emergencia contribuya al desarrollo
    futuro. El desarrollo
    económico y social sostenible sigue siendo la mejor
    protección contra los desastres, tanto naturales como los
    resultantes de actos humanos.

    Una de las formas en que las Naciones Unidas
    tratan de prestar asistencia es ayudando a los países a
    que incorporen la prevención y preparación para
    caso de desastres a sus programas de desarrollo generales. Para
    aumentar la sensibilización respecto de la necesidad de la
    prevención y la preparación, la Asamblea General
    declaró el período 1990-2000 Decenio Internacional
    para la Reducción de los Desastres
    Naturales. Uno de los objetivos del
    Decenio es alentar el mejoramiento de la capacidad de los
    países para reducir su vulnerabilidad ante los desastres.
    El Decenio también trata de incrementar la
    cooperación internacional encaminada a reducir las
    pérdidas de vidas humanas, los daños
    económicos y la perturbación social que causan los
    desastres
    naturales, en particular en los países en desarrollo.
    En una conferencia mundial de mitad de período (Yokohama,
    japón, 1994), participaron científicos,
    técnicos y encargados de formular políticas para
    elaborar una estrategia
    encaminada a la prevención, preparación y
    mitigación en casos de desastre.

    OFICINA DE COORDINACIÓN DE ASUNTOS
    HUMANITARIOS (OCAH)

    La Oficina de Coordinación de Asuntos
    Humanitarios (OCAH) coordina la respuesta del sistema de las
    Naciones Unidas ante emergencias humanitarias importantes, tanto
    naturales como causadas por el hombre, y
    promueve medidas para mejorar la prevención y
    preparación para casos de desastre. La OCAH colabora
    estrechamente con los organismos operacionales de las Naciones
    Unidas, gobiernos, organizaciones regionales, organizaciones no
    gubernamentales y organizaciones humanitarias
    intergubernamentales. Mediante un acuerdo entre la OCAH y el
    Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente
    (PNUMA) se abarcan actualmente los aspectos ambientales de las
    emergencias.

    Establecido por el Secretario General en 1992, a
    raíz de una petición formulada por la Asamblea en
    1991, la OCAH incorpora las funciones de la antigua Oficina del
    Coordinador de las Naiones Unidas para el Socorro en Casos de
    Desastre (UNDRO), que se centraba principalmente en los desastres
    naturales, y la secretaría del Decenio. La
    función de la OCAH es dirigir las actividades para lograr
    una rápida respuesta del sistema de las Naciones Unidas
    ante los desastres naturales, los desastres tecnológicos,
    como la explosión ocurrida en 1986 en la central nuclear
    de Chernobyl (Ucrania), y las crisis
    humanitarias graves, muchas de las cuales son resultado de
    conflictos dentro de los Estados o entre ellos.

    El Secretario General Adjunto de Asuntos
    Humanitarios, que actúa también como Coordinador
    del Socorro de Emergencia de las Naciones Unidas, es el principal
    asesor político, coordinador y promotor del sistema de las
    Naciones Unidas en cuestiones relativas a emergencias
    humanitarias. El Coordinador, en colaboración con los
    jefes ejecutivos de los organismos operacionales del sistema y
    organizaciones no gubernamentales importantes, así como
    con gobiernos y organizaciones humanitarias intergubernamentales,
    asesora al Secretario General sobre las emergencias y recomienda
    las medidas que deben adoptarse.

    El Coordinador del Socorro de Emergencia preside
    el Comité Interinstitucional Permanente, cuyos miembros
    son los jefes ejecutivos de los organismos operacionales de las
    Naciones Unidas que intervienen en el socorro humanitario, a
    saber, el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo
    (PNUD), el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia
    (UNICEF), la Oficina del Alto Commisionado de las Naciones Unidas
    para los Refugiados (ACNUR), el Programa Mundial de Alimentos (PMA),
    la Organización, de las Naciones Unidas para la Agricultura y
    la Alimentación (FAO) y la Organización
    Mundial de la Salud (OMS). También
    participan organizaciones humanitarias importantes, como la
    Organización Internacional para las Migraciones y el
    Comité Internacional de la Cruz Roja. Se invita asimismo a
    que participen a la Federación Internacional de Sociedades de
    la Cruz Roja y de la Media Luna Roja y a otras organizaciones no
    gubernamentales.

    El Comité Interinstitucional Permanente
    formula respuestas a nivel de todo el sistema ante emergencias
    concretas, determina prioridades y trata de prestar apoyo a
    actividades que refuercen las capacidades de socorro de los
    propios países. También aborda otros aspectos de
    las emergencias, como son la asistencia a los 26 millones de
    personas desplazadas en el interior de los países que se
    calcula que existen en el mundo (personas desplazadas por
    desastres o crisis humanitarias dentro de las fronteras de sus
    propios países), medidas para la limpieza de minas –que
    se calculan en unos 100 millones en todo el mundo– y la
    desmovilizadón de antiguos combatientes.

    La OCAH coordina las misiones sobre el terreno de
    los organismos operacionales de las Naciones Unidas; hace
    llamamientos interinstitucionales para recabar recursos para la
    asistencia humanitaria; organiza reuniones de donantes y medidas
    de seguimiento; supervisa la situación de las
    contribuciones en respuesta a los llamamientos, y publica
    informes para mantener informados de los acontecimientos a los
    donantes y a otras personas.

    Prácticamente toda la ayuda de socorro
    humanitaria de las Naciones Unidas se financia con cargo a
    contribuciones voluntarias. En 1994, solamente, el DAH hizo
    llamamientos interinstitucionales unificados que recogieron
    más de 2.700 millones de dólares para ayudar a 27
    millones de personas en unos 20 países, además de
    los llamamientos que ya estaban en marcha.

    La OCAH administra un Fondo Rotatorio Central para
    Emergencias de 50 millones de dólares que facilita la
    intervención humanitaria rápida en situaciones de
    emergencia, hasta que la comunidad de donantes facilite recursos.
    A finales de mayo de 1995 los organismos humanitarios
    habían recurrido al fondo en 38 ocasiones, retirando unos
    116 millones de dólares desde que entró en
    funciones, en 1992. Hasta aquella fecha se habían devuelto
    al fondo unos 100 millones de dólares.

    En zonas afectadas por emergencias humanitarias,
    la coordinación es un elemento fundamental para organizar
    una respuesta oportuna y coherente a nivel de todo el sistema,
    evitando las superposiciones, la duplicación y el
    despilfarro de recursos, asi como para determinar déficit
    de recursos. En caso de que se produzca una emergencia en un
    país en desarrollo, el Coordinador Residente (que por lo
    general es el Representante Residente del PNUD), o un Coordinador
    Humanitario especialmente designado informa directamente al
    Coordinador del Socorro de Emergencia y coordina la respuesta del
    sistema de las Naciones Unidas a nivel del país,
    colaborando con gobiernos, organizaciones no gubernamentales y
    otros organismos humanitarios.

    Además, se han establecido en muchos
    países en desarrollo propensos a desastres equipos de
    gestión
    de actividades en casos de desastre, constituidos por
    representantes a nivel del país de organismos de las
    Naciones Unidas bajo la dirección del Coordinador Residente. Esos
    equipos adoptan disposiciones para coordinar las actividades de
    socorro con anticipación a una
    emergencia.

    La OCAH mantiene un sistema de vigilancia, de 24
    horas para respuesta inmediata y difusión de
    información sobre desastres. Afin de permitir una
    respuesta rápida en casos de emergencia, particularmente
    en casos de desastres naturales, la OCAH ha establecido, con la
    participación. de gobiernos donantes, un equipo
    contingente de las Naciones Unidas para la evaluación
    y coordinación de situaciones de desastre que se puede
    desplegar inmediatamente a un país afectado para ayudar a
    las autoridades locales y nacionales a determinar las necesidades
    de socorro y encargarse de la coordinación. La OCAH
    también puede apelar a equipos civiles y militares de
    emergencia y a expertos en respuesta a desastres naturales. La
    Oficina cuenta con un almacén de
    suministros de socorro en Pisa (Italia) que puede
    servir de centro para el transporte por
    vía aérea de artículos de
    socorro.

    En colaboración con otros organismos
    internacionales y organizaciones no gubernamentales, la OCAH ha
    contribuido a iniciar programas encaminados a mejorar la
    preparación para casos de desastre en más de 70
    países. Se está ampliando el sistema de alerta
    temprana del Departamento para casos de desastres naturales, a
    fin de incluir información sobre otras situaciones de
    emergencia. Un programa de capacitación para hacer frente a desastres,
    dirigido conjuntamente por la OCAH y el PNUD, ha proporcionado
    formación a unas 1.500 personas de más de 40
    países. La OCAH también ha establecido un registro central
    de capacidades para la gestión
    de desastres, que incluye registros de
    reservas de emergencia administradas por organizaciones
    humanitarias, de expertos en gestión de desastres y de
    recursos militares y de defensa civil, disponibles para la
    asistencia internacional de socorro en caso de
    desastre.

    La Asamblea General, cuando en 1991 pidió
    que se mejorara la coordinación de la asistencia
    humanitaria, subrayó la necesidad de abordar las causas
    subyacentes de las emergencias y asegurarse de la existencia de
    sistemas de alerta temprana, prevención y
    preparación, socorro humanitario eficaz, así como
    la transición a la rehabilitación y el desarrollo.
    Es necesario que el socorro humanitario se facilite de manera que
    apoye la rehabilitación, la recuperación y el
    desarrollo a largo plazo.

    Organismos operacionales

    Con frecuencia se recurre a la
    Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y
    la Alimentación (FAO)
    para ayudar a los
    agricultores a restablecer sus cultivos a raíz de
    inundaciones, epizootias y otras emergencias análogas. La
    asistencia de socorro en casos de desastre por la FAO es
    coordinada por su Oficina de Operaciones Especiales de Socorro.
    Entre 1977 y octubre de 1974 la Oficina emprendió 444
    proyectos, con
    un costo total de 240,9 millones de
    dólares.

    El Sistema Mundial de Información y Alerta
    de la FAO publica informes mensuales sobre la situación
    alimentaria mundial. Mediante alertas especiales se
    señalan, a gobiernos y organizaciones de socorro, los
    países amenazados por escasez de alimentos.

    El Fondo de las Naciones Unidas para la
    Infancia
    (UNICEF)
    , aunque se preocupa fundamentalmente de ayudar a
    establecer servicios duraderos para niños y madres en
    países en desarrollo, también se moviliza
    rápidamente para subvenir a sus necesidades inmediatas en
    casos de emergencia.

    Colaborando estrechamente con la OCAH, otros
    organismos de las Naciones Unidas y muchas organizaciones no
    gubernamentales, las intervenciones del UNICEF en casos de
    emergencia se centran en la aportación de cuidados de
    salud, nutrición, suministro
    de agua y
    saneamiento, educación básica y
    rehabilitación psicosocial de niños traumatizados.
    Al lanzar por vez primera el concepto de paso
    sin peligro para el socorro humanitario destinado a subvenir las
    necesidades de los niños durante conflictos armados, el
    UNICEF ha creado "días de tranquilidad" y "corredores de
    paz" en África, Asia, Europa y el
    Oriente Medio. El UNICEF también ha participado cada vez
    más en programas para niños no acompañados,
    separados de sus familias, y en las actividades para prohibir el
    empleo de
    minas terrestres.

    El Fondo para Programas de Emergencia del UNICEF
    es uno de los medios
    más importantes de responder rápidamente a
    emergencias y asignar recursos, en espera de recibir
    contribuciones de donantes.

    Cuando ocurren emergencias y desastres naturales,
    los Representantes Residentes del Programa de las Naciones
    Unidas para el Desarrollo (PNUD)
    desempeñan una
    función fundamental en la gestión de los esfuerzos
    de socorro y rehabilitación, en cooperación con el
    Coordinador del Socorro de Emergencia. Es frecuente que los
    gobiernos recurran al PNUD para que les ayude a elaborar
    programas de rehabilitación y encaminar la ayuda de los
    donantes.

    El PNUD ayuda a garantizar que las actividades de
    recuperación se integren con las operaciones de socorro.
    De esta manera se vincula la ayuda humanitaria y la asistencia al
    desarrollo, con lo que se permite reanudar lo antes posible las
    actividades de desarrollo
    sostenible en una zona afectada.

    Los proyedos de rehabilitación del PNUD
    tienen por objeto aliviar la pobreza, que
    frecuentemente es la causa de disturbios civiles. Para asegurarse
    de que los recursos aportados tienen los mayores efectos
    posibles, cada proyecto se
    ejecuta en consulta con funcionarios de la administración
    local y nacional, así como con la oficina del PNUD en el
    país de que se trate. Este enfoque basado en la comunidad
    ha contribuido a aportar socorro urgente pero al mismo tiempo duradero a
    centenares de miles de víctimas de guerras o
    disturbios civiles en países como el Afganistán,
    Camboya, El Salvador y el Sudán. Actualmente, muchas
    comunidades afectadas por conflictos han mejorado sus niveles de
    vida gracias a programas de capacitación, sistemas de crédito
    y proyectos de
    infraestructura.

    Alto Comisionado de las Naciones Unidas para
    los Refugiados (ACNUR)
    (Véase infra Asistencia
    a los refugiados).

    El Programa Mundial de Alimentos
    (PMA)
    es uno de los agentes fundamentales de las Naciones
    Unidas para organizar operaciones de socorro de emergencia con
    destino a víctimas de desastres naturales y de escasez de
    alimentos
    causada por guerras,
    luchas civiles y violencia étnica o
    religiosa.

    Sus funciones incluyen suministrar asistencia de
    socorro; coordinar los suministros de emergencia de todas las
    fuentes
    mediante los servicios especiales que puede ofrecer para transporte y
    logística; proporcionar a los donantes sus
    conocimientos técnicos y experiencia; y administrar la
    Reserva Alimenetaria Internacional de Emergencia, que es su
    reserva de alimentos para hacer frente a necesidades de
    emergencia en todo el mundo.

    El PMA trabaja en estrecha colaboración con
    el DAH, otros organismos de las Naciones Unidas, organizaciones
    gubernamentales y organizaciones no gubemamentales. Se encarga de
    la evaluación
    de las necesidades, moviliza las contribuciones de los donantes,
    transporta la ayuda alimentaria y administra su distribución en todo un país. Las
    nuevas disposiciones de colaboración entre el PMA y el
    ACNUR, que entraron en vigor en 1992, han permitido que el PMA
    gestione la mayor parte de los alimentos que se proporciona a los
    refugiados.

    Un creciente número de proyectos de
    desarrollo del PMA fomentan la transición de la ayuda de
    socorro a la ayuda para el desarrollo. En a1gunos casos, las
    operaciones de emergencia y socorro han reforzado la capacidad de
    las comunidades para llevar a cabo actividades de
    desarrollo.

    Dentro del sistema de las Naciones Unidas, la
    División de Operaciones de Socorro de Emergencia de la
    Organización Mundial de la Salud (OMS) coordina la
    respuesta internacional a emergencias y desastres naturales en la
    esfera de la salad. La amplia red técnica de la OMS
    se utiliza para proporcionar asesoramiento especializado a los
    Estados miembros sobre vigilancia epidemiológica, lucha
    contra enfermedades
    transmisibles, información sobre salud pública y
    capacitación en emergencias sanitarias. Las actividades de
    socorro de emergencia de la División incluyen la
    aportación de medicamentos y suministros de emergencia, el
    envío de misiones de evaluación
    técnica de emergencia y el apoyo técnico. Por lo
    que respecta a la preparación para casos de emergencia, el
    objetivo
    principal de la División es reforzar la capacidad nacional
    de los Estados miembros para reducir las consecuencias de
    emergencias y desastres que afectan a la salud.

    En 1994 la OMS participó en operaciones de
    socorro en muchos países, proporcionando conocimientos
    técnicos y suministros médicos de emergencia. A
    raíz de brotes de cólera, meningitis o paludismo en
    África, Europa y América
    Latina, se pidió a la OMS que contribuyera a movilizar
    la asistencia internacional para actividades de lucha y
    prevención. En 1995, tras el brote de la fiebre
    hemorrágica Ébola en el Zaire, la OMS intervino en
    el establecimiento de un comité científico y
    técnico internacional que logró controlar la
    epidemia.

    ASISTENCIA A LOS
    REFUGUDOS

    La Oficina del Alto Comisionado de las Naciones
    Unidas para los Refugiados (ACNUR)
    , establecida en 1951,
    desempeña dos funciones principales: dar protección
    internacional a los refugiados y tratar de encontrar soluciones
    duraderas a sus problemas. Desde su creación, el ACNUR ha
    ayudado a más de 30 millones de refugiados a iniciar una
    nueva vida al dar solución duradera a sus problemas. Para
    responder eficazmente al actual problema de los refugiados, el
    ACNUR ha adoptado una estrategia triple
    de prevención, respuesta en emergencias y soluciones.

    A principios de 1995 el ACNUR se ocupaba de 27
    millones de refugiados y otras personas. En esta cifra se
    incluyen 14,5 millones de refugiados, así como otros
    grupos conexos tales como repatriados y personas desplazadas que
    no han cruzado una frontera internacional.

    El ACNUR se orienta por consideraciones
    estrictamente humanitarias al prestar ayuda a los refugiados y a
    otras personas de interés para la Oficina. De acuerdo con
    el Estatuto de la Oficina, se entiende por refugiado toda persona
    que, a raíz de un temor bien fundado de persecución
    por motivos de raza, religión,
    nacionalidad u opinión política, se encuentra fuera
    del país de su nacionalidad y no puede acogerse a la
    protección de ese país o, a causa de ese temor, no
    desea hacerlo. Un elemento esencial del estatuto jurídico
    internacional del refugiado es el principio ampliamente aceptado
    de la prohibición del rechazo, en cuya virtud se
    prohíbe la expulsión o la repatriación por
    la fuerza de una persona a su país de origen, donde puede
    tener motivos para tener que será
    perseguida.

    Las personas a las que presta amparo el ACNUR
    son las que están definidas como refugiados en virtud del
    Estatuto; los repatriados, en el sentido de la resolución
    40/18 de la Asamblea General, de 1985, y las personas desplazadas
    para las que las Naciones Unidas piden ayuda al
    ACNUR.

    Aunque la definición original de refugiado
    sigue constituyendo el núcleo del mandato del ACNUR, se
    han ido introduciendo paulatinamente otros criterios.
    Actualmente, en muchas situaciones, el ACNUR proporciona
    protección y asistencia a los refugiados que huyen de
    persecución, conflicto y violaciones generalizadas de los
    derechos humanos.

    Las personas desplazadas, que actualmente suman 26
    millones aproximadamente en todo el mundo, tienen con frecuencia
    necesidades muy parecidas a las de los refugiados. La Asamblea
    General y el Secretario General han pedido cada vez más al
    ACNUR que proteja o preste asistencia a grupos particulares de
    personas desplazadas dentro de los países. Por ejemplo, a
    principios de 1995 el ACNUR estaba proporcionando socorro
    humanitario a personas desplazadas internamente en
    Azerbaiyán, Bosnia y Herzegovina, la región de
    Chechenia, en la Federación de Rusia, Georgia, Rwanda,
    Somalia, Sri Lanka y Tayikistán.

    Para proporcionar protección internacional
    a los refugiados, el ACNUR trata de promover la adopción y
    aplicación de normas internacionales para el tratamiento
    de los refugiados, en particular la protección de los
    derechos de los refugiados en los países de asilo y la
    protección contra la devolución forzada al
    país de origen. Al tratar de encontrar solución
    duradera a los problemas de los refugiados, la Oficina trata de
    facilitar la repatriación voluntaria de refugiados y su
    reintegración a su país de origen o, cuando esto no
    es factible, facilitar su integración en el país de asilo o su
    reasentamiento en un tercer país.

    El estatuto jurídico de los refugiados ha
    sido definido en dos tratados
    internacionales, la Convención sobre el Estatuto de
    los Refugiados, de 1951, y su Protocolo de
    1967, que definen los derechos y deberes de los refugiados. Al 1o
    de mayo de 1995, 128 Estados eran partes en uno de esos
    instrumentos, o en ambos. Otro importante instrumento
    jurídico es la Convención que rige los aspectos
    inherentes a los problemas de los refugiados de África,
    aprobada por la Organización de la Unidad Africana en
    1969, y en la que al 1o de mayo de 1995 había 41 Estados
    partes.

    Una cierta proporción de los gastos
    administrativos básicos del ACNUR se sufragan con cargo al
    presupuesto ordinario de las Naciones Unidas, ya que es un
    órgano subsidiario de la Asamblea General. Pero depende
    enteramente de contribuciones voluntarias para sus programas de
    protecci6n y asistencia.

    Las actividades de asistencia del ACNUR se agrupan
    en dos categorías generales, a saber, los Programas
    Generales (incluida una Reserva de Emergencia) y los Programas
    Especiales. En 1994 el ACNUR gastó aproximadamente 415
    millones de dólares en Programas Generales y 776 millones
    en Programas Especiales (que incluyen los financiados mediante
    llamamientos hechos por el Secretario General).

    El ACNUR trabaja con otros órganos del
    sistema de las Naciones Unidas, con organizaciones
    intergubernamentales y con organizaciones no gubemamentales.
    Éstas no sólo proporcionan ayuda considerable con
    cargo a sus propios recursos, sino que también
    actúan con frecuencia como socios operacionales del ACNUR
    en la ejecución de proyectos específicos.
    También tienen importancia en la defensa de causas de
    refugiados. Más de 200 organizaciones no gubernamentales
    cooperan en los programas de socorro y asistencia jurídica
    del ACNUR.

    El ACNUR obtuvo el Premio Nobel de la Paz en 1954
    y también en 1981.

    El problema de los refugiados en el
    mundo

    En África, millones de personas han sido
    desarraigadas de sus hogares debido a conflictos civiles y
    étnicos, abusos de derechos humanos, la sequía y el
    hambre y por el sufrimiento que comportan esos acontecimientos. A
    principios de 1995 habría en África unos 6,8
    millones de refugiados –casi la mitad de la población de
    refugiados mundial–, entre ellos, más de 2 millones de
    rwandeses. Un nomero mucho mayor de personas entran en la
    categoría de desplazados internos. En 1994 se estimaba en
    16 millones las personas desplazadas dentro de los países
    de África, lo cual representó un incremento
    espectacular respecto de los 4 millones que se calculaban en
    1980.

    Los problemas de refugiados que piden asilo fueron
    una peocupación grave para los Estados europeos a
    principios del decenio de 1990, ya que el conflicto que
    estalló en la ex Yugoslavia a finales de 1991 causó
    las mayores corrientes de refugiados registradas en Europa desde
    la segunda guerra
    mundial. En noviembre de 1991, el ACNUR recibió el
    mandato del Secretario General de actuar como organismo dirigente
    de las Naciones Unidas en la prestación de
    protección y asistencia a las personas afectadas por el
    conflicto, que entonces se calculaban en unas 500.000 personas.
    En mayo de 1995, el número de personas necesitadas de
    asistencia había aumentado a 3,5
    millones.

    En contraste con las graves emergencias que se
    registraron en Europa y en partes de África y Asia a
    principios del decenio de 1990, en otros países ocurrieron
    acontecimientos positivos por lo que respecta a la
    solución de los problemas de los refugiados. Por ejemplo,
    se registraron más de 2 millones de repatriaciones
    voluntarias en todo el mundo en 1994, en su mayoría en
    África y Asia. La repatriación en Mozambique fue la
    operación mayor de su clase jamás emprendida por el
    ACNUR en África. En abril de 1995, habían regresado
    a sus hogares 1,6 millones de refugiados de Mozambique en seis
    países vecinos.

    Para garantizar que los refugiados y las personas
    desplazadas internamente puedan reconstruir sus vidas al regresar
    a sus hogares, el ACNUR colabora con diversos organismos para
    facilitar la reinserción. El éxito de la
    reinserción exige asistencia de emergencia para las
    personas afectadas, apoyada por programas de desarroIlo para las
    zonas que han sido devastadas, con objeto de conseguir que los
    repatriados puedan tener oportunidades de obtener ingresos.

    A este fin, el ACNUR ejecuta "proyectos de efecto
    inmediato" en comunidades de repatriados y colabora con
    organismos de desarrollo. En la búsqueda de soluciones
    duraderas para el problema de los refugiados, ahora se reconocen
    claramente los vínculos que existen entre la paz, la
    estabilidad, la seguridad, el respeto de los
    derechos humanos y el desarrollo
    sostenible.

    OTROS ORGANISMOS DEPENDIENTES DE LA
    ONU

    UNCTAD – Conferencia de Naciones Unidas para el
    Comercio y el
    Desarrollo
    (en inglés,
    United Nations Conference on Trade and Development, UNCTAD),
    organismo permanente de la Asamblea General de la
    Organización de las Naciones Unidas (ONU), fundado en
    diciembre de 1964.

    La UNCTAD nació como resultado de una
    reunión anterior en la que participaron 120 naciones para
    discutir problemas relacionados con el mercado
    internacional de mercancías y con el comercio como
    instrumento fundamental para el desarrollo
    económico. Las deliberaciones, que se prolongaron
    durante tres meses, fueron de tal utilidad que la
    Asamblea General decidió en votación mantenerlas de
    forma permanente.

    Entre las responsabilidades de la UNCTAD se
    encuentran: promover el comercio
    internacional entre los países en diversas etapas del
    desarrollo y con sistemas socioeconómicos diferentes,
    iniciar acciones
    encaminadas a la negociación y adopción de acuerdos
    comerciales multilaterales y proporcionar un centro para
    armonizar las políticas relativas al comercio y al
    desarrollo de los gobiernos o agrupaciones económicas como
    la Asociación Latinoamericana de Integración (ALADI).

    Todos las naciones integradas en la ONU son
    miembros también de la UNCTAD, como también lo son
    algunos países pertenecientes a otras agencias afiliadas a
    la ONU. Las sesiones plenarias se celebran cada cuatro
    años; entre una y otra sesión plenaria las
    actividades son dirigidas por un Consejo de Comercio y
    Desarrollo que se reúne dos veces al año y
    está compuesto por 130 miembros. El comité cuenta a
    su vez con varios comités permanentes que se ocupan de
    áreas específicas, como las mercancías, el
    alivio de la pobreza o la
    cooperación entre los países subdesarrollados. El
    Comité Especial de Preferencias supervisa las operaciones
    del Sistema Global de Preferencias Comerciales, que proporciona
    un mecanismo para que una cierta proporción de productos
    fabricados en un país en vías de desarrollo pueda
    ser exportada a los países posindustrializados con una
    tasa de aduanas reducida.
    Existen también diversos grupos que se ocupan de los
    movimientos financieros y de la inversión, la privatización, la
    transmisión de tecnología y la
    potenciación de las oportunidades comerciales entre los
    países en vías de desarrollo. La sede de la UNCTAD
    se halla en Ginebra.

    UNITARInstituto de las Naciones Unidas para
    la Formación y la Investigación
    (en inglés,
    United Nations Institute for Training and Research, UNITAR),
    unidad autónoma de la Organización de las Naciones
    Unidas (ONU) establecida en 1963 por resolución de su
    Asamblea General y que comenzó sus actividades en 1965. El
    Instituto prepara a sus estudiantes, en especial a aquellos que
    proceden de países subdesarrollados, para que puedan
    desarrollar su actividad en el seno de la estructura de
    la ONU y de sus agencias asociadas o con el gobierno de su
    país. UNITAR también lleva a cabo programas de
    investigación, realizados en colaboración con
    universidades y otras instituciones,
    acerca de problemas
    sociales y económicos existentes en el campo de
    acción general de la ONU.

    Financiado con aportaciones voluntarias
    procedentes de fuentes
    gubernamentales y no gubernamentales, el Instituto ha tenido
    dificultades para obtener recursos suficientes para ejecutar de
    forma adecuada sus programas.

    Al frente de UNITAR se encuentra un director
    ejecutivo que es nombrado por el secretario general de la ONU y
    confirmado por la Asamblea General. El Instituto tiene su sede en
    la ciudad de Nueva York.

    ONUDI – Organización de Naciones Unidas
    para el Desarrollo Industrial (ONUDI)
    , unidad autónoma
    de la Organización de las Naciones Unidas (ONU),
    establecida por su Asamblea General en 1966 por
    recomendación del Consejo Económico y Social. La
    ONUDI, que en 1992 contaba con 155 miembros, asesora y
    proporciona ayuda técnica a las industrias de los
    países en vías de desarrollo. Los proyectos son
    financiados con los fondos suministrados por las naciones
    miembros, a los que se unen aportaciones suplementarias
    procedentes del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo
    (PNUD). La financiación insuficiente ha sido, no obstante,
    un continuo problema por el que se han visto afectados los
    programas de desarrollo industrial y las actividades de
    asistencia técnica que la ONUDI realiza en los
    países del Tercer Mundo. La organización tiene su
    sede en Viena (Austria).

    GATT/OMC – Acuerdo
    General sobre Aranceles y
    Comercio
    (en inglés, General Agreement on Tarifs and
    Trade, GATT), tratado firmado en la
    Conferencia Arancelaria de Ginebra en 1947 por los representantes
    de 23 países no comunistas. El principal logro de este
    acuerdo fue la creación de un foro internacional dedicado
    al aumento del comercio multilateral y a la resolución de
    los conflictos comerciales internacionales. Este acuerdo
    sustituyó a una propuesta de creación de una
    Organización Internacional de Comercio de las Naciones
    Unidas que no se constituyó debido a las tensiones
    generadas por la Guerra fría. El GATT entró en vigor
    en enero de 1948, y se fueron adhiriendo paulatinamente
    más países. En 1988, 96 países, que
    acaparaban la mayor parte del comercio
    internacional, pertenecían al GATT, mientras que otros
    tenían acuerdos particulares incluyendo adhesiones de
    facto
    al tratado. Los miembros del GATT han llevado a cabo,
    desde 1947, ocho conferencias arancelarias, denominadas
    ‘rondas’. La séptima ronda, conocida como
    Ronda Tokyo, finalizó en 1979. La octava conferencia
    arancelaria, denominada Ronda Uruguay, se
    inició a finales de 1986 y se clausuró en 1994, con
    un acuerdo que incluía la sustitución del GATT por la
    Organización Mundial del Comercio (OMC) a partir del
    1 de enero de 1995.

    Políticas
    comerciales

    Los miembros del GATT estudiaron y propusieron
    medidas que minimizaran las barreras comerciales, tanto las
    nuevas como las ya existentes, incluyendo la reducción de
    los aranceles a la
    importación, así como los contingentes de
    importación, aboliendo los acuerdos comerciales
    preferentes entre los países miembros. Las concesiones
    arancelarias se negociaban bajo el principio de reciprocidad. Una
    concesión arancelaria respecto a un determinado producto se
    aplicaba a todas las partes contratantes, aunque se podía
    pedir una cláusula de salvaguarda para retirar una
    concesión inicial en caso de que la reducción
    arancelaria provocara graves problemas a la industria
    nacional. Una de las características fundamentales del GATT es
    el principio de no discriminación comercial entre los
    países miembros. Todos los países adheridos al GATT
    acordaron una política de nación más
    favorecida entre todos los miembros. Las naciones integrantes
    acordaron tratar a todos los demás miembros de la misma
    manera. Todos los aranceles,
    reducidos o no, se incluían en esta política. Los
    miembros del GATT persiguen, en teoría,
    la abolición de todas las barreras proteccionistas no
    arancelarias. El primer intento de supresión de estas
    barreras se llevó a cabo durante las conversaciones de la
    Ronda Kennedy (1964-1967). Durante las rondas Tokyo y Uruguay se
    volvió a insistir en la necesidad de reducir estas
    barreras.

    Reformas del GATT

    Las primeras reformas importantes del Tratado se
    ratificaron en 1955. Los países miembros acordaron tomar
    medidas más severas respecto a los subsidios a la exportación y a la limitación de las
    importaciones.
    Durante la década de 1960, el GATT fue reformado de nuevo
    con el fin de reflejar el creciente interés que los
    países desarrollados tenían en lo que respecta a
    los problemas comerciales de los países menos
    desarrollados. Gracias a estas reformas, los países
    más desarrollados no estaban obligados por el principio de
    reciprocidad a corresponder a las concesiones arancelarias hechas
    por otros miembros. En la Ronda Uruguay se
    realizó la reforma más importante: la
    sustitución del GATT por la OMC.

    El GATT y la OMC

    Aunque se creó para reemplazar al GATT, la
    OMC incorpora
    todas las medidas del tratado original y las posteriores
    reformas, revisadas y mejoradas, denominándose GATT 1994.
    La OMC amplía el mandato del GATT a nuevas áreas,
    como el comercio de servicios y de la propiedad
    intelectual, y proporciona un marco legal a nivel internacional
    para reforzar las medidas del GATT. Puesto que la OMC desarrolla
    el Acta Final de la Ronda Uruguay,
    está, de hecho, perpetuando la organización y
    decisiones del GATT bajo una nueva estructura
    reforzada. De hecho, el GATT en sí no era más que
    un tratado provisional administrado por una secretaría
    improvisada, pero ha sido transformado de manera efectiva en una
    organización internacional con plenos
    poderes.

    Organización Internacional del Trabajo
    (OIT)
    , agencia especializada de la Organización de las
    Naciones Unidas (ONU), cuyos principales objetivos son
    mejorar las condiciones de trabajo, promover empleos productivos
    y el necesario desarrollo
    social, y mejorar el nivel de vida de las personas en todo el
    mundo. Prevista por el Tratado de Versalles (1919), la OIT fue
    fundada en 1920 como una sección autónoma de la
    Sociedad de
    Naciones, convirtiéndose, en 1946, en el primer organismo
    especializado de la ONU. Su sede central radica en Ginebra
    (Suiza) pero mantiene oficinas en 40 países de todo el
    mundo. En 1969 le fue concedido el Premio Nobel de la
    Paz.

    La OIT está integrada por 170 países
    miembros y se diferencia de otras instituciones
    de la ONU porque en sus actividades y decisiones toman parte
    tanto funcionarios gubernamentales como representantes de los
    empresarios y de los trabajadores. Cada país miembro
    envía cuatro delegados (dos funcionarios del gobierno, un
    representante de los empresarios y uno de los trabajadores). La
    Conferencia General, su máximo cuerpo deliberativo, se
    reúne con periodicidad anual en Ginebra, para definir y
    ratificar ciertas pautas internacionales que sirven para evaluar
    los niveles de trabajo. Esto se consigue a través de las
    decisiones de asambleas, que están sujetas a la
    ratificación voluntaria por parte de los países
    miembros, y también a recomendaciones, con detalladas
    pautas de legislación, entregadas por estos mismos
    países.

    La OIT establece directrices que intentan evitar
    la explotación infantil, promover un trato igualitario en
    el mercado de
    trabajo a trabajadores minusválidos y personas
    discriminadas (por razón de género, por ejemplo),
    la libertad de asociación y los derechos humanos.
    Supervisa aquellas pautas ya ratificadas para que sean
    incorporadas a las leyes y aplicadas
    en las prácticas nacionales. Si lo anterior no se
    cumpliera, tanto los representantes gubernamentales como los
    representantes de los empresarios y de los trabajadores,
    tendrían el derecho de elevar quejas formales a la
    OIT.

    Con el fin de facilitar la adopción y
    aplicación de los modelos de la
    OIT, ésta proporciona asistencia técnica a los
    países miembros. Los programas de cooperación
    técnica incluyen promoción de empleos,
    administración y prácticas; administración
    laboral y
    relaciones industriales; seguridad
    social y condiciones de trabajo, como salud y seguridad
    laboral.

    El Consejo de Administración de la OIT
    consta de 56 miembros: 28 representantes gubernamentales (10 de
    ellos permanentes —representantes de los principales
    países industrializados— y 18 elegidos por los
    distintos países cada tres años), 14 representantes
    de los empresarios y 14 de los trabajadores. Los miembros no
    permanentes son elegidos por el Consejo cada tres años. El
    Consejo está encargado de nombrar al director general y de
    estudiar el presupuesto de la Organización, que es
    financiada por los países miembros. En marzo de 1998, el
    chileno Juan Somavía fue elegido director general de la
    OIT para sustituir al belga Michel Hansenne en tal cargo, que
    desempeñará durante cinco
    años.

    UNESCO, siglas de United Nations
    Educational, Scientific, and Cultural Organization
    (Organización para la Educación, la Ciencia y
    la Cultura de las Naciones Unidas), organismo integrado en la
    Organización de las Naciones Unidas (ONU), creado en 1946
    para promover la paz mundial a través de la cultura,
    la
    comunicación, la educación, las ciencias
    naturales y las ciencias
    sociales. El principal órgano decisorio de la UNESCO
    es su Asamblea General, compuesta por representantes de los 181
    estados miembros. La Asamblea General elige a los miembros del
    comité ejecutivo y nombra al director general. El
    comité ejecutivo se compone de representantes de 51
    estados miembros y se reúne dos veces al año, entre
    las reuniones de la Asamblea General, para supervisar la puesta
    en práctica de las políticas bianuales de la
    UNESCO. Éstas son llevadas a cabo por la Secretaría
    que encabeza el director general. México y
    la República Dominicana fueron los primeros países
    latinoamericanos que formaron parte de la UNESCO y suscribieron
    su acta fundacional en 1946. La primera conferencia general se
    celebró en París, pero la segunda tuvo lugar en
    ciudad de México, en
    noviembre de 1947.

    El primer director general de la UNESCO fue el
    biólogo británico Julian Sorell Huxley (1946-1948).
    Le sucedió en el cargo el mexicano Jaime Torres Bodet
    (1948-1952), hasta entonces secretario de Relaciones Exteriores
    de su país. Los siguientes directores generales han sido
    los estadounidenses John W. Taylor
    (1952-1953) y Luther Evans (1953-1958), el italiano Vittorino
    Veronese (1958-1961), el francés René Maheu
    (1961-1974), el senegalés Amadou-Mahtar M’Bow
    (1974-1987) y el español Federico Mayor Zaragoza
    (1987- ), quien, desde su nombramiento y posterior
    reelección en 1993, apostó por el reto de la
    globalidad y la complejidad, aplicados al mundo de la cultura y
    del desarrollo educacional.

    Las prioridades principales de la UNESCO son
    conseguir educación para todos, establecer una cultura de
    la paz a través de la educación, promover la libre
    circulación de información entre los países
    y la libertad de prensa, proteger
    el patrimonio
    natural y cultural y defender la expresión de las
    identidades culturales. Las cuestiones a las que se da prioridad
    son la educación, el desarrollo, la urbanización,
    la población, la juventud, los
    derechos humanos, la igualdad de la
    mujer, la democracia y
    la paz. Las políticas de sociedad y de
    ciencias
    sociales de la UNESCO dan prioridad a los problemas de los
    jóvenes, que son las primeras víctimas del desempleo, a las
    desigualdades económicas y sociales, y a la creciente
    disparidad entre los países en vías de desarrollo y
    los países desarrollados. En el año 1984 Estados
    Unidos y en 1985 Gran Bretaña dejaron de ser miembros de
    la Organización, al no estar de acuerdo con la
    política desarrollada en materia de comunicación e información, lo que
    supuso una crisis al no contar con el presupuesto que estos
    países aportaban a la UNESCO.

    Fondo Monetario Internacional (FMI), agencia
    de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) fundada
    junto con el Banco
    Internacional para la Reconstrucción y el Desarrollo
    (BIRD) durante la Conferencia de Bretton Woods (New Hampshire,
    Estados Unidos) celebrada en 1944.

    El FMI inició
    sus actividades en 1947. Tiene como objetivo
    promocionar la cooperación monetaria internacional y
    facilitar el crecimiento equilibrado del comercio mundial
    mediante la creación de un sistema de pagos multilaterales
    para las transacciones corrientes y la eliminación de las
    restricciones al comercio
    internacional. El FMI es un foro
    permanente de reflexión sobre los aspectos relativos a los
    pagos internacionales; sus miembros tienen que someterse a una
    disciplina de
    tipos de cambio y
    evitar las prácticas restrictivas del comercio.
    También asesora sobre la política
    económica que ha de seguirse, promueve la
    coordinación de la política internacional y asesora
    a los bancos centrales
    y a los gobiernos sobre contabilidad,
    impuestos y
    otros aspectos financieros. Cualquier país puede
    pertenecer al FMI, que hoy
    cuenta con 179 miembros.

    Actividades

    Los miembros se comprometen a informar al FMI sobre sus
    políticas económicas y financieras que afecten al
    tipo de cambio
    de su unidad monetaria nacional para que el resto de los miembros
    puedan tomar las decisiones oportunas. Cada socio tiene asignada
    una cuota de derechos especiales de giro (DEGs), la unidad de
    cuenta del Fondo desde 1969; su valor depende
    del promedio ponderado del valor de cinco monedas (en marzo de
    1994 un DEG equivalía a 1,41 dólares
    estadounidenses). Este sistema sustituye al anterior que obligaba
    a los países a depositar el 75% de su cuota en moneda
    nacional y el 25% restante en oro. Las cuotas totales a finales
    de 1994 suponían 144.800 millones de DEGs. La cuota de
    cada miembro corresponde a su posición relativa en la
    economía
    mundial. La principal economía, la de
    Estados Unidos, tiene la mayor cuota, en torno a 19.000
    millones de DEGs; la más pequeña asciende a unos 2
    millones de DEGs. La cantidad de la cuota establece el poder de voto
    de cada miembro en las reuniones del FMI, cuántas divisas
    pueden obtener del Fondo y cuántos DEGs recibirá.
    Así, la Unión
    Europea posee el 25% de los votos y Estados Unidos en
    torno al 20
    por ciento.

    Los miembros con desequilibrios transitorios en su
    balanza de pagos
    pueden acudir al Fondo para obtener divisas de su reserva, creada
    con las aportaciones —en función de la cuota—
    de todos los miembros. El FMI también puede pedir dinero
    prestado de otras instituciones
    oficiales; con el Acuerdo General de Préstamos de 1962 se
    autorizó al Fondo a acudir a la financiación del
    denominado Club de París que concedió un crédito
    de hasta 6.500 millones de dólares (más tarde se
    aumentó el crédito
    a 17.000 millones). Todo país miembro del FMI puede acudir
    a esta financiación con un límite temporal (cinco
    años) para resolver sus desequilibrios; después
    debe devolver las divisas al FMI. El prestatario paga un tipo de
    interés reducido para utilizar los fondos de la
    institución; el país prestamista recibe la mayor
    parte de estos intereses, el resto lo recibe el FMI para sufragar
    sus gastos corrientes. El FMI no es un banco, sino que
    vende los DEGs de un país a cambio de
    divisas.

    EL FMI también ayuda a los países a
    fomentar su desarrollo económico, por ejemplo, a los
    estados que integraron el Pacto de Varsovia (disuelto en 1991)
    para reformar sus economías y convertirlas en
    economías de mercado. Para
    ello, en 1993 se creó una partida especial transitoria que
    ayuda a estos países a equilibrar sus balanzas de pago y a
    mitigar los efectos del abandono del sistema de control de
    precios. Los
    instrumentos de ajuste estructural del FMI permiten a los
    países menos desarrollados emprender reformas
    económicas: a finales de marzo de 1994 se habían
    concedido 4.300 millones de DEGs a 44 países. Estos
    préstamos del FMI suelen incluir cláusulas
    relativas a la política
    económica nacional del país receptor de la
    ayuda, que han generado tensiones entre el FMI y los
    países más endeudados.

    Organización

    La Junta de Gobernadores, compuesta por las
    autoridades monetarias de cada uno de los países miembros,
    es el órgano rector del FMI. Las operaciones diarias las
    lleva a cabo una junta ejecutiva compuesta por 22 miembros que
    representan a un grupo de países o a un país. El
    director gerente
    preside la junta ejecutiva. La sede del Fondo se encuentra en la
    ciudad estadounidense de Washington.

    Corporación Financiera Internacional
    (CFI)
    , filial del Banco
    Internacional para la Reconstrucción y el Desarrollo
    (BIRD) que invierte en industrias
    privadas de los países miembros menos desarrollados,
    creada en julio de 1956. Los objetivos
    principales de la CFI son los de proporcionar capital
    empresarial y préstamos de capital para
    empresas
    privadas, asociándose con inversores y gestores privados;
    fomentar el desarrollo de los mercados de
    capitales locales y estimular el flujo internacional de capital
    privado.

    La Corporación invierte en una amplia
    variedad de industrias de los
    países miembros, cuando el capital
    privado no basta. Todas sus inversiones se
    hacen mediante asociaciones con empresas privadas
    y sin la garantía de ningún gobierno y no concede
    más que una proporción de la financiación
    necesaria. La CFI no otorga más del 50% del coste total
    esperado del proyecto.

    Una reciente ampliación de capital ha
    permitido que la CFI amplíe su campo de actuación
    al desarrollo de los recursos
    naturales, especialmente los relacionados con la
    energía.

    Organización de la Aviación Civil
    Internacional (OACI)
    , organismo técnico especializado
    de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), creado
    como un ente permanente el 4 de abril de 1947 para promocionar el
    desarrollo seguro y ordenado
    de la aviación civil en todo el mundo. Para ello establece
    normas internacionales y regulaciones necesarias para la
    seguridad, la eficiencia y la
    regularidad del transporte
    aéreo. La OACI es también un medio de
    cooperación en todos los campos de la aviación
    civil entre los países socios, y proporciona asistencia
    técnica a los países que necesitan ayuda para
    mantener instalaciones de aviación civil o para alcanzar
    las normas establecidas por la OACI. La OACI también
    realiza ediciones técnicas y estudios
    especiales.

    La organización ha sido fundamental en la
    mejora de los servicios meteorológicos, del control
    aéreo, de las comunicaciones
    aire-tierra, de las
    operaciones de búsqueda y rescate, y en la
    implantación de otras medidas en pro de la seguridad de
    los vuelos internacionales. También ha contribuido mucho a
    la simplificación de los procedimientos de
    aduanas e
    inmigración y de las normativas de salud
    pública relacionadas con los vuelos internacionales. La
    lucha contra los secuestros y otros atentados terroristas,
    así como los efectos del ruido
    provocado por los aviones en el medio ambiente
    son asuntos de especial interés para la
    OACI.

    En la OACI están representados 180
    países que se reúnen una vez cada tres años
    en una asamblea. Su órgano ejecutivo provisional es un
    consejo constituido por 33 socios que son elegidos por la
    asamblea a partir de su importancia relativa en el transporte
    aéreo internacional y su distribución geográfica. La OACI
    tiene su propia secretaría, dirigida por un secretario
    general designado por el consejo, y varios comités
    técnicos permanentes. Su sede se encuentra en Montreal,
    Canadá.

    Unión Postal Universal (UPU),
    agencia especializada de la Organización de las Naciones
    Unidas (ONU), compuesta por 168 países y territorios que
    conforman un distrito postal único con el fin de
    intercambiar correspondencia. Casi todos los países
    independientes y algunos territorios dependientes de otros
    estados forman parte de esta Unión.

    La Unión desarrolla las medidas estipuladas
    por la Convención Postal Universal de 1874, en la que se
    especifica la clase de correspondencia que puede enviarse en el
    ámbito internacional: se prohíbe el envío de
    determinados artículos y bienes, como
    por ejemplo los narcóticos; también se establecen
    los mecanismos para la devolución y el seguimiento de la
    correspondencia; se regula el pago del correo que debe pasar por
    diversos países y se garantiza la libertad de
    tránsito en toda la Unión.

    La organización se creó en 1875 con
    el nombre de Unión Postal General, que surgía a
    partir de los acuerdos tomados en la Convención; el nombre
    actual fue adoptado en 1878. En 1947 la Unión pasó
    a formar parte de las Naciones Unidas como agencia especializada
    responsable de las actividades postales
    internacionales. Su sede está en Berna,
    Suiza.

    Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT), organismo
    especializado de la Organización de las Naciones Unidas
    (ONU), fundado originalmente en París en 1865 con el
    nombre de Unión Internacional de Telégrafos. En
    1934 la UIT se constituyó para sustituir a todos los
    organismos ya existentes especializados en el campo de las
    telecomunicaciones y, en 1947, quedó
    integrada en la ONU. La UIT no tiene un estatuto permanente, pero
    su existencia es renovada de forma periódica por acuerdo
    de sus miembros.

    Los objetivos de la UIT son mantener y extender la
    cooperación internacional para la mejora y uso racional de
    cualquier tipo de telecomunicación; promover el desarrollo
    y el empleo
    eficiente de los medios
    técnicos para mejorar los servicios de telecomunicaciones, así como incrementar su
    utilidad y
    disponibilidad para el gran público; coordinar las
    acciones de
    las naciones para que puedan alcanzar estos fines. De especial
    interés son los problemas y las posibilidades derivadas de las
    telecomunicaciones espaciales y la mejora de las
    telecomunicaciones en los países asociados
    en vías de desarrollo.

    La UIT está formada por 162 estados
    miembros y tiene su sede en Ginebra. El principal órgano
    de la Unión es la conferencia plenipotenciaria que,
    normalmente, se reúne cada cinco años. La
    conferencia elige un consejo administrativo de 41 miembros, que
    se reúne anualmente para aprobar el presupuesto de la UIT
    y para coordinar el trabajo del
    resto de los órganos de la Unión. Éstos son
    la Secretaría General, la Junta Internacional de
    Asignación de Frecuencias, el Comité Consultivo
    Internacional de Telégrafos y
    Teléfonos y el Comité Consultivo Internacional de
    Radiocomunicaciones. Ocasionalmente, se llevan a cabo reuniones
    administrativas de ámbito mundial o regional para discutir
    cuestiones técnicas.

    BIBLIOGRAFIA:

    PAGINA OFICIAL DE LAS NACIONES
    UNIDAS

    MICROSOFT ENCARTA 99

     

     

    Autor:

    Federico Ignacio Toccaceli

    CURSO: 1ro POLIMODAL – ECONOMIA Y
    GESTION DE LAS ORGANIZACIONES

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