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Vida y obra de San Cayetano




Enviado por manson



    1. SU HISTORIA.

    Nació Cayetano; de padres nobles, hacia el
    año 1.480, en la ciudad de Vicenza, del
    señorío de Venecia. Sin embargo, algunos autores
    afirman que vio la luz en Gaeta.
    Efectivamente, el nombre Cayetano proviene del término
    latino caietanus, que significa, oriundo de Caieta, como se
    llamaba esa ciudad en la época de los
    romanos.

    Antes de nacer, ya la madre lo había ofrecido a
    Jesús. De pequeño, por este motivo, se lo llamaba
    Cayetano de Santa María.

    Cayetano nació en una época de cambios
    históricos profundos, logró vivir de acuerdo a lo
    que creía y trascender su tiempo, no
    sólo como un Santo venerable, sino como un ejemplo de
    vida cristiana.

    Frecuentó desde muy joven las iglesias y le
    gustaba la soledad. Se estableció en Roma y el Papa
    Julio lo nombró protonatario apostólico y lo hizo
    camarero.

    San Cayetano experimentaba una desgana muy viva por el
    género de vida de muchos de los otros prelados y
    eclesiásticos de la corte papal. En una carta del 31 de
    julio de 1517, pedía a Laura Mignani rezar por Roma: "Te
    recomiendo ésta, alguna vez Ciudad Santa, ahora
    Babilonia, en la cual hay tantas reliquias".

    Ordenado sacerdote el 30 de setiembre, celebró
    su primera misa en la fiesta de la Epifanía, el 6 de
    enero de 1517, en el altar del Pesebre de Santa María la
    Mayor, donde la Madre de Dios, en la Navidad
    siguiente le presentará su Hijo Divino entre los brazos,
    como él mismo lo relata a Laura Mignani en una carta del 18 de
    febrero de 1518.

    A favor de los
    incurables.

    Al regresar a Vicenza, encontró un conjunto de
    gente humilde, devota y ejemplar, que él Ilamó
    sociedad
    santa.

    Los aleccionó para que fueran útiles en
    el hospital de incurables y ejerció personalmente la
    caridad con los enfermos. Su ejemplo cundió por toda la
    ciudad. Caballeros, nobles, militares y vecinos de gran fortuna
    acudían como voluntarios al hospital. Se trasladó
    a Venecia. Allí gastó gran parte de su fortuna en
    realizar obras de misericordia. Reparó el hospital,
    Ilamado Hospital Nuevo. Todavía se ve sobre la puerta
    principal del hospital la imagen del
    santo y la inscripción en que se lo Ilama "amado
    fundador". Acostumbraba decir que en la iglesia se
    rendía a Dios el homenaje de la adoración y "en
    el hospital lo encontramos personalmente".

    Funda otra congregación
    a medias.

    Por segunda vez se hizo presente en Roma, donde
    fundó otra congregación, para combatir a los
    herejes. Tuvo por compañero de fundación a don
    Juan Pedro Caraffa, obispo de Chieti (Teati), hombre
    austero y ejemplar que fue después el Papa Pablo
    IV.

    Cayetano fue un reformador. Un fin guiaba al nuevo
    instituto: proveer santos prelados, quienes no podían
    poseer rentas ni pedir limosna, debiendo contentarse para su
    sustento con lo que espontáneamente se les ofreciera; es
    decir, debían entregarse sin reserva en manos de la
    providencia. Clemente VII los denominó
    clérigos regulares. En Italia son
    Ilamados chietinos o teatinos por Juan Pedro Caraffa, obispo de
    Chieti, que antiguamente se Ilamaba Teati.

    Después del saqueo a
    Roma.

    En el saqueo a Roma, en mayo
    de 1527, por las tropas imperiales de Carlos V, los Teatinos
    fueron maltratados, hechos prisioneros y encerrados en la torre
    del Reloj, en el Vaticano; liberados por un oficial
    español, pasaron a Civitavechia y después a
    Venecia. Durante los seis años que él pasó
    en Venecia (1527-1533), Cayetano con su Comunidad se
    consagra a la asistencia de los pobres y de los enfermos, sobre
    todo en la peste que asoló la ciudad entre el 1527 y
    1528, trabaja en la reforma religiosa y se opone a las
    infiltraciones heréticas.

    Un "pobre" que era
    temido por cuasi-herejes.

    En Nápoles, los Teatinos realizan desde el
    principio una inmensa tarea apostólica. Bajo la dirección de Cayetano, la Comunidad crece
    rápidamente y se vuelve el centro de la reforma
    católica: se cuida del decoro y del esplendor de la
    iglesia, se
    da un gran impulse a la vida litúrgica y a la frecuencia
    de los sacramentos, reflorece la piedad en torno al
    misterio de Navidad, se
    restaura la devoción al santo Pesebre.

    Se velaba también por la pureza de la fe. Los
    innovadores Juan Valdés, Pedro Bernardino Ochino y Pedro
    Mártir Vermigli encuentran en los Teatinos temibles
    adversarios. Defensor de una pobreza
    absoluta, Cayetano rehusa enérgicamente las generosas
    ofrendas que
    unos napolitanos quieren asegurar a la Comunidad para
    que ella goce de rentas fijas. Su confianza en la Providencia
    será proverbial y sus biógrafos
    narran los prodigios que prueban las intervenciones especiales
    del cielo. Su espíritu de penitencia era grande,
    así como su despego de lo terrestre.

    Morir por
    Nápoles.

    Cayetano había Ilegado a Nápoles en
    compañía de otro teatino, Juan Marinoni. La
    ciudad estaba gobernada por un Virrey, don Pedro de Toledo, en
    representación de Carlos V.

    Los españoles, a fin de mantener la estabilidad
    política
    y económica, habían otorgado a la nobleza
    napolitana grandes beneficios. Pero el pueblo soportaba graves
    penas y miserias.

    El Conde de Oppido recibió a los dos
    sacerdotes, con grandes lujos. Pero ellos se negaron a
    aceptarlos terminantemente.

    El Conde, maravillado por los espíritus nobles
    dos teatinos, siguió insistiendo y
    brindándoles todo to podía para que vivieran
    cómodamente. Y ambos, nuevamente, devolvieron cuanto
    obsequio recibían y come su obra de apostolado en la
    ciudad.

    Entre idas y venidas, lograron todo cuanto se
    propusieron. Lentamente fueron sorteando con dificultad todos
    obstáculos. Pero no pudieron con uno: la
    Inquisición, que había Ilegado a la ciudad
    y produjo tal conmoción que la multitud se
    levantó en armas.

    Cayetano trató de mediar en el conflicto
    que se desató, pero no obtuvo ningún resultado y
    decidió ponerse en manes de Dios, suplicando su
    misericordia. Entonces, Cayetano se ofreció en cuerpo y
    alma por la salvación de su pueblo.

    De repente, una extraña enfermedad lo
    obligó a recostarse en la cama y Marinoni Ilamó
    inmediatamente al médico. Pero de nada sirvió. El
    Santo pidió los sacramentos para poder morir
    en paz. Lloró por sus pecados, besó por
    última vez la imagen de
    Cristo en la cruz y cerró los ojos para siempre el
    domingo 7 de agosto de 1547, en momentos en que la capital
    napolitana estaba en sangrientos tumultos.

    Al día siguiente, milagrosamente, cesaron las
    hostilidades. Hubo un acercamiento de ambas partes y dieron
    paso al diálogo, es que la mano de Dios había
    bajado a la tierra y
    había escuchado el ruego del Santo.

    Fue enterrado en el cementerio de los Teatinos, cerca
    de la iglesia de
    San Pablo; más tarde sus restos fueron trasladados al
    interior de la iglesia,
    donde son actualmente venerados en la cripta del
    "Soccorpo".

    Clemente X lo canoniza el 12 de abril de 1671. Su
    fiesta, celebrada el 7 de agosto, fue extendida en 1673 a la
    Iglesia
    universal.

    En definitiva, San Cayetano pasó toda su vida
    sirviendo a Jesús en sus hermanos: fundó un
    hospital para atender a los que padecían enfermedades infecciosas,
    creó un Banco que
    concedía créditos a los más necesitados,
    organizó una imprenta para dar trabajo a los
    desocupados. Nadie que tuviera alguna necesidad le era
    indiferente.

    1. EXPANSION DE LA DEVOCIÓN DE SAN CAYETANO AL
      NUEVO MUNDO.

    La introducción de la devoción a San
    Cayetano en los vastos territorios que la Corona de España
    controlaba; desde el actual estado de
    Colorado en Estados Unidos
    hasta la Patagonia
    tiene más aires de milagro que de historia.

    No podemos olvidar que en 1622 la Corte Madrid conoce
    la Santidad de Cayetano, que murió súbdito de
    Carlos V en 1547, a través de los "Clérigos
    Regulares" que llegan a la Capital para
    cuidar el hospital y la colonia de italianos, allí
    establecidos. La canonización de los cinco Santos
    Clementinos en 1672 es una apoteosis española: cuatro de
    ellos pertenecen a estos; territorios que gobierna
    todavía la dinastía de los Austrias: San
    Cayetano, Santa Rosa de Lima, San Luis Beltrán y San
    Francisco de Borja. Santa Rosa es la primera flor de santidad
    que produce América de Sur. San Luis Beltrán
    había evangelizado la actual Colombia, sin
    necesidad intérpretes, durante más de siete
    años. Es pues de la mano de Rosa de Lima y de Luis
    Beltrán que San Cayetano hace su entrada en el corazón
    de los pueblos hispanoamericanos. Los Virreyes y la nobleza
    española que se establece en el nuevo continente traen
    sus "vidas" y primeras reproducciones gráficas del
    Santo. El pueblo sencillo aprende a conocerIo. En poco tiempo se
    convierte en uno de·los Santos más populares de
    Latinoamérica.

    En México, y esto lo sabemos por una
    carta que
    escribe un religioso jesuita a su hermano "clérigo
    regular" de Nápoles, no hay casa, iglesia o poblado que
    no cuente con un altar de San Cayetano. Se multiplican los
    cuadros y retablitos del Santo. La arquitectura
    barrococolonial de la época alcanza su máxima
    expresión interpretativa en el templo de San Cayetano,
    construido a principios del
    siglo XVIII, sobre la mina de plata más rica de todo el
    continente, la "Valenciana de Guanajuato. Hoy todavía
    existe, como existen bellísimas telas y bajorrelieves de
    San Cayetano en muchas Catedrales mexicanas, en templos y
    museos provinciales. La imaginería de México recuerda en muchas partes al
    "Santo de la Providencia".

    En Lima, Cuzco y Cajamarca del actual Perú, San
    Cayetano es igualmente conocido y venerado. Hoy nos quedan sus
    "imágenes
    barrocas" es decir, remontándose al tiempo de Ia
    Colonia, que todavía son veneradas por multitud de
    cristianos del siglo XX. Es interesante recordar también
    el intento de un sacerdote del «Oratono» de San
    Felipe Neri, el P. Gregorio Casañas, para fundar en Lima
    un monasterio de teatinas: "Organizó desde 1688 el
    Convento gastando 70.000 pesos y entraron en clausura
    dieciséis doncellas con hábito Reglas de San
    Cayetano, pero ni el Virrey, Arzobispo ni el Cabildo
    favorecieron la fundación por lo que se extinguió
    en 1709".

    En Brasil
    está documentada la devoción a San Cayetano desde
    1631. Hoy cuenta con la mayor Ciudad de todo el mundo que Ileva
    el nombre del Santo: Sao Caetano du Sul, en el gran San Pablo.
    En 1980 la Ciudad contaba con 162.758 habitantes,
    extendiéndose en un área de 15.185 km. cuadrados.
    Solamente dentro del área metropolitana de San Pablo
    existen 12 calles que Ilevan el nombre de San
    Cayetano.

    El fenómeno de la devoción a San
    Cayetano en Argentina es
    todavía más impresionante, aunque posterior al de
    otras zonas latinoamericanas.

    En Argentina.

    Todo hace pensar que desde el primer memento la
    imagen de
    San Cayetano estaba al costado derecho de la capilla. Cuando la
    zona de Liniers se convierte en un extenso barrio obrero se
    instala en la capilla facilitada por las hermanas, la Parroquia
    de San Cayetano, el 18 de enero de 1913.

    Es probable que ya entonces concurrieran (en
    pequeña escala) los
    devotos del Santo, que confluían desde otros
    barrios.

    De allí en más, mes a mes y año
    fue aumentando considerablemente el número de fieles
    devotos.

    La imagen del
    Santo comenzó a difundirse, juntó con la espiga,
    símbolo, del pan y el trabajo,
    en las casas de Buenos Aires,
    para extenderse a casi toda la república.

    Desde el año 1970, los devotos del Santo que
    concurren a los Santuarios de Liniers y Belgrano, en la
    Capital
    Federal, cambian sus promesas de velas y flores por alimentos y
    ropa que se envían a las regiones más necesitadas
    del interior del país.

    1. SAN CAYETANO: UN SANTO POPULAR ITALIANO AMADO POR
      EL MUNDO.

    Es una casualidad que casi todos los santos populares
    son italianos, San Antonio de Padua (portugués de
    nacimiento e italiano por adopción), Santa Rita de Cosia, San
    Francisco de Asís, etc., y también San Cayetano
    de Thiene.

    El pueblo napolitano atribuyó a San
    Cayetano la paz obtenida en mementos difíciles para la
    región, pues Falleció el mismo día del
    armisticio.

    Hombres Y mujeres que lo conocieron y
    recibieron su influencia comenzaron a considerarlo un verdadero
    santo, y la devoción se extendió también a
    Vicenza Y Venecia, donde había vivido largos
    años.

    Cuando todavía faltaba tiempo para la
    canonización, el Superior de los Clérigos
    Regulares dispuso: "La imagen
    principal del Beato, que se ha de exponer en el templo,
    será representada con una vara de lirios en la mano y
    dos o tres pájaros posados sobre la misma.
    También tendrá un libro en el
    que se leerá: No se preocupen por lo que van a comer o
    con se van a vestir. Miren los lirios del campo y las aves del
    cielo".

    En el momento de declarar el Papa oficialmente Santo a
    Cayetano, la alegría popular se expresó con arcos
    de triunfo y millones de lámparas de aceite colocadas en
    calles y plazas.

    La devoción se extiende, considerándolo
    abogado de lo cotidiano, del pan de todos los
    días.

    En España
    se canta en su después de rezar el Padre Nuestro:
    "Glorioso San Cayetano, Padre de Providencia que no falte en
    nuestra casa, a diario, tu asistencia".

    Poco apoco los "Clérigos Regulares" se fueron
    repartiendo por Italia,
    Francia,
    España, Alemania,
    Austria, Polonia, para pasar luego a América. Junto con ellos se va conociendo
    la genial figura de San Cayetano de Thiene, el sincero seguidor
    de Jesucristo, capaz de responder a la Palabra de Dios y de
    Ilevarla asta las últimas consecuencias.

    En síntesis, San Cayetano vivió en
    Italia, entre
    1480 y 1547, pero su prédica y sus actos han trascendido
    las fronteras y los tiempos porque siempre estuvo junto al
    corazón
    de los que pedían ayuda. Él solía decir:
    "Una derrota no es un fracaso… Nuestra confianza en
    Dios, en su Providencia, nos hace sentir seguridad
    Debemos seguir rezando y actuando. Dios no nos
    abandonará"
    y firmaba: "Cayetano,
    miserable sacerdote".

    Por eso, todos los 7 de Agosto, día de la
    festividad de San Cayetano, miles de personas en todas partes
    del mundo se acercan a su santuario para pedirle "pan y
    trabajo"… pero San Cayetano está dispuesto a
    escucharnos todo el año…

    1. ORACIONES PARA SAN CAYETANO.

    En las líneas que siguen se leerán una
    serie de oraciones para prepararse y disponerse interiormente a
    celebrar la festividad de San Cayetano. Para no sólo
    pedir aquello que tanto se necesita sino también, para
    agradecer todos los favores, grandes o pequeños, que el
    Señor concede a través de la intercesión
    de San Cayetano.

    Se pueden rezar en la iglesia o en la casa. A solas, o
    acompañados por nuestros familiares, amigos o
    vecinos.

    Oración.

    Dios de todos consuelo, Padre misericordioso, que ves
    en lo secrete y conoces nuestras necesidades, que alimentas a
    los pájaros del cielo y vistes los lirios del campo, te
    pedimos, por intercesión de San Cayetano, que nos des
    fuerzas para arrepentirnos de nuestros pecados, de modo que,
    viviendo en amistad con
    Dios y con todos nuestros hermanos, no nos falte el pan
    Y el trabajo de cada día. Te lo pedimos por
    Cristo nuestro Señor. Amén.

    Triduo de oraciones a Cayetano.

    Señor Dios, te damos gracias por haber dado a
    tu siervo Cayetano un corazón
    sensible y misericordioso hacia los pobres y necesitados. Por
    su intercesión te pedimos "pan y trabajo": Pan para
    nuestros hogares y que sepamos merecerlo con nuestro trabajo y
    el sudor de nuestra frente.

    Padrenuestro…

    Señor Dios, te damos gracias por haber hecho de
    San Cayetano un buen samaritano al servicio de
    los enfermos y de los desamparados. Por su intercesión
    te pedimos salud del cuerpo y del
    alma, fortaleza y esperanza para los enfermos y un corazón
    compasivo para todos los que sufren.

    Padre nuestro…

    Señor Dios, te damos gracias por haber
    concedido a San Cayetano un amor
    ardiente a la Eucaristía, Pan de vida y fuente de toda
    gracia. Por su intercesión te pedimos que aumentes
    nuestra fe en el nos acerquemos a comulgar con viva hambre y
    sed de ser alimentados y santificados.

    Padrenuestro. ..

    Virgen María, te damos gracias por haberte
    mostrado "Reina y Madre" para con tu siervo San Cayetano. Por
    su intercesión te pedimos tus maternales bendiciones y
    tu celestial amparo en
    nuestras angustias y necesidades.

    Salve, Reina María…

    Himno de San Cayetano

    Padre glorioso San Cayetano,

    traigo en mis manes mi corazón,

    con la esperanza y la confianza,

    abro mi alma con mi oración.

    San Cayetano danos la paz,

    danos trabajo, danos el pan,

    Siempre vivamos en alegría,

    en la justicia y en
    el
    amor.

    Cuando en mi alma sienta tristeza,

    cuando en mi alma sienta dolor,

    dame paciencia, dame tu fuerza,

    ayúdame mi protector.

    Muestra siempre San Cayetano

    al niño Dios, mi Salvador,

    que en su mirada vea el amor

    Y en sus bracitos paz y
    unión.

    Siempre tú fuiste San Cayetano,

    desde el cielo, mi protector,

    no me olvides en esta vida,

    dame siempre tu bendición.

    Letra y música: Simón
    Imperiales

    Alaba al Señor con corazón
    niño

    Trabajar es colaborar con el Señor

    para hacer un mundo más feliz.

    Trabajar es parecerse a Dios,

    que hizo el universo con
    amor.

    1 Señor, Tú hiciste el cielo

    el hombre a las
    estrellas ha Ilegado.

    (Se repite: trabajar es colaborar…)

    2 Hiciste las montañas y la
    tierra,

    el hombre hizo
    el arado.

    3 Señor, el mar hiciste,

    el hombre lo
    atraviesa con sus barcos.

    Reunidos en familia, cantamos
    (rezamos) felices.

    Junto a Ti al caer de la tarde

    y cansados de nuestra labor

    te ofrecemos con todos los hombres,

    el trabajo, el descanso, el
    amor.

    (entre estrofas San Cayetano danos la paz,

    se repite) danos trabajo, danos el pan.

    Con la noche las sombras nos cercan.

    Y regresa la alondra a su hogar.

    Nuestro hogar son tus manes, oh Padre

    y tu amor nuestro
    nido será.

    San Cayetano

    Cuando al fin nos reúna tu mano

    para hacernos gozar de tu paz,

    y reunidos en torno a tu
    mesa,

    nos dará la perfecta hermandad.

    A cada intención respondemos:

    Gracias, San Cayetano. Gracias,
    Señor.

    Por el trabajo
    de hoy.

    Por el pan de este día ganado con nuestro
    esfuerzo.

    Por nuestro estudio.

    Por los humildes servicios de
    casa.

    Por las familias de nuestra parroquia; para que en
    todas reine la paz y la unión.

    Para que las relaciones entre padre e hijo
    estén animadas

    por la comprensión y el respeto
    mutuo.

    Por los niños abandonados; para que encuentren
    personas que los ayuden y amen.

    Por los ancianos; para que en los últimos
    años de sus vidas no les falte el calor
    familiar.

    Por nuestra propia familia, para
    que vivan en el amor y la
    paz de Cristo.

    (añádanse las intenciones
    personales).

    Oración.

    Te pedimos, Señor, que nosotros, tus siervos,
    gocemos siempre de salud de alma y cuerpo;
    danos trabajo y pan para nuestras mesas, y por la
    intercesión de San Cayetano, nuestro patrono,
    líbranos de las tristezas de este mundo y
    concédenos las alegrías del cielo. Por Jesucristo
    nuestro Señor. Amén.

    A cada letania respondemos:

    Ruega por nosotros

    Señor San Cayetano

    Padre de Providencia,

    Restaurador en el sacerdocio del espíritu
    primero,

    Encendido apóstol del Amor
    divino,

    Campeón de la misericordia cristiana,

    Cazador de almas,

    Lirio de pureza,

    Angel de paz,

    Columna de la Iglesia,

    Llama ardiente de caridad,

    Siervo fiel y prudente,

    Protector de los humildes

    Celador del culto divino,

    Ostensorio del niño Dios,

    Hijo predilecto de María
    Santísima,

    Heredero del Reino de Dios,

    Varón devotísimo y
    espiritualismo

    Abogado de los pobres,

    Protector de los pobres,

    Socorro de los necesitados,

    Esperanza de los desvalidos,

    Patrono de los atribulados,

    Intercesor de los que no te invocan,

    Ejemplo de virtudes cristianas,

    Sacerdote según el corazón de
    Dios,

    Protector y abogado nuestro

    Lic. Marcelo Manson

    (47 años, graduado en Ciencias de la
    Información en la Universidad
    Nacional de La Plata).

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