La Medicina se
define como: "la ciencia y
arte de
prevenir y curar las enfermedades del hombre". Disciplina
esta casi tan antigua como el
hombre.
La magia y las prácticas supersticiosas han sido
siempre en los pueblos primitivos, sus misteriosos auxiliares. En
el mundo occidental el comienzo de la medicina se
atribuyó a los Dioses ( Esculapio, Serapis
), hasta que surgió el gran
Hipócrates, a quien se debe una verdadera
ciencia de
curar. La tradición de Hipócrates sigue dominando
hasta que aparece Galeno ( siglo II dC ), la
autoridad
máxima de la medicina por doce
siglos.
Durante la Edad Media los
árabes son los monopolizadores de este arte, hasta que
aparecen las primeras universidades ( París, Bolonia,
Montepellier ) y, a la zaga de los árabes, los
médicos cristianos cobran renombre, entre ellos el
célebre Arnau de Vilanova.
Los grandes momentos de la medicina luego de
la Edad Media
pasan son por etapas como las de los siglos XV y XVI: etapa
fundamental mente anatómica, tal lo demuestra la obra de
Andreas Vesalio ( 1514 – 1564 ), " De
Humanis Corporis Fabrica ". En el siglo XVII:
Harvey ( 1628 ), cuyo precursor es
Servet (1509-1553), descubre la circulación
de la sangre,
confirmada por Malpighi en 1659, con sus estudios
sobre los capilares sanguíneos y alvéolo pulmonar.
Siglo XVIII: los descubrimientos de Lavoisier abren
el camino a la química
biológica y a la fisiología. Edward Jenner
introduce en 1776 la práctica de la vacunación
antivariólica. Siglo XIX: la medicina entra
por fin en los caminos de la ciencia
positiva de tipo anatomoclínico. La anatomía
microscópica o histología se establece con las
investigaciones de Robin, Ranvier y Cornil,
Souberyan. En 1831 se descubre el cloroformo y se inicia
su aplicación en las anestesias.
Claude Bernard ( 1813 – 1878 ) crea
la fisiología experimental aplicando la
vivisección. Pasteur ( 1822 – 1895 )
abre nuevos cauces al arrinconar el dogma de la generación
espontánea y descubrir el papel capital de los
microbios. Nace la bacteriología, se valora el concepto de la
asepsia, nacida del genio de investigador de Lister
( 1827 – 1912 ), y ello permite el rápido e
ininterrumpido avance de la cirugía.
Del concepto de las
bacterias nace
el estudio de los virus.
Presentidos ya por Pasteur, y Friedrick Loeffer, en
1898, demuestra su paso a través de las bujías de
Chamberland y su poder
transmisor. Apoyado por modernos medios
técnicos, el americano W. Stanley demuestra,
en 1953, que los virus no son
más que nucleoproteínas puras, de una sola
molécula.
Estos descubrimientos permiten desarrollar el
tratamiento preventivo de las enfermedades infecciosas.
Aparecen como consecuencia la vacunoterapia, seroterapia,
quimioterapia y el tratamiento con
antibióticos.
En el auxilio que prestan las demás ciencias a la
medicina, sobresale el uso de la electricidad,
Röentgen, en 1895, descubrió los
Rayos X;
además surgieron el electrodiagnóstico, la
electroterapia, la diatermia, la electrocoagulación etc.
El descubrimiento y conocimiento
de diversos aspectos del cuerpo humano,
unido a las diversas disciplinas aplicadas, abren a la medicina
horizontes y posibilidades de gran alcances; el equilibrio del
cuerpo humano,
en especial en sus funciones
más delicadas como la circulatoria y la nerviosa, puede
ser obtenido con precisión. La prolongación general
de la vida humana es una demostración de la eficacia de las
ciencias
médicas actuales.
En el afán de conocimiento y
perfección, los órganos y funciones del
cuerpo humano
fueron separadas para su estudio, dando origen a las diversas
especialidades médicas como hoy las conocemos,
lográndose así los más íntimos
conocimientos de cada uno de los sistemas, tal los
que abordaremos a partir de aquí.
Sistema nervioso
Es el conjunto de los elementos que en los
organismos animales
están .relacionados con la recepción de los
estímulos, la transmisión de los impulsos nerviosos
o la activación de los mecanismos de los
músculos.
Anatomía y función.
La célula
nerviosa
Para su estudio dividimos al sistema nervioso
en:
- Sistema nervioso central
- Encéfalo
- Cerebro
- Bulbo
- Protuberancia
- Pedúnculos cerebrales
- Cerebelo
- Sistema nervioso periférico ó
vegetativo - Simpático
- Parasimpático
Se denomina encéfalo, a la
porción del sistema nervioso
encerrado en la cavidad craneal, comprendiendo todo
el sistema nervioso
central, menos la médula espinal,
alojada en el conducto raquídeo.
El neuroeje está formado por un
tejido constituido esencialmente por células
altamente diferenciadas, denominadas
neuronas.
Cada
célula
nerviosa consta de una porción central o cuerpo celular,
que contiene el núcleo y una o más estructuras
denominadas axones y dendritas. Estas últimas son unas
extensiones bastante cortas del cuerpo neuronal y están
implicadas en la recepción de los estímulos. Por
contraste, el axón suele ser una prolongación
única y alargada, muy importante en la transmisión
de los impulsos desde la región del cuerpo neuronal hasta
otras células.
La neurona
está morfológica-mente adaptada a las funciones de
excitabilidad, conductibilidad y trofismo. Para que ello sea
posible, el cuerpo celular ejerce la función
trófica y manda hacia la periferia una serie de
prolongaciones encargadas únicamente de la
conducción.
Por la complejidad del sistema nervioso
central, la multiplicidad y longitud de las vías que
por él discurren, hacen necesaria la articulación
cabo a cabo y en series de las diferentes neuronas.
La sustancia gris se caracteriza precisamente, por ser
el lugar en el que se reúnen los cuerpos celulares y,
también, el sitio donde las neuronas se articulan entre
sí. La sustancia blanca, formada por el acoplamiento de
las innumerables prolongaciones celulares, es sobre todo, desde
el punto de vista funcional, un aparato de transmisión,
entre los diferentes centros grises o entre éstos y el
sistema
nervioso periférico.
El influjo nervioso de una a otra neurona, o de
ella al órgano inervado por ella, depende de la
sinapsis y los mediadores
químicos.
- La sinapsis ó articulación neuronal, es
la zona de enlace y transmisión, donde se fijan
electivamente los mediadores químicos, permitiendo la
descarga del influjo nervioso, condicionando la actividad
autónoma de la
célula nerviosa. - Los mediadores químicos son sustancias que
actúan como factores en transmisión del influjo
nervioso; estos mediadores son la Adrenalina y la
Acetilcolina.
La constitución de los diferentes tejidos del
organismo es, en general, homogénea, mientras que la del
tejido nervioso es particularmente heterogénea; cada parte
del neuroeje posee no solo su arquitectura
propia, sino también su estructura
fina particular.
Esta noción es particularmente importante y nos
permite comprender por qué cada una de los
dieciséis mil millones de neuronas que forman el neuroeje
tiene su función especial. La destrucción de una de
estas células
entraña la perdida definitiva de la función que le
estaba encomendada. Es posible que la lesión neuronal se
compense, se supla; pero jamás seria completa la
sustitución. No existe en el tejido nervioso
regeneración real capaz de reemplazar la neurona
desaparecida, testimonio de ello es la falta de órganos de
división en el cuerpo celular.
La respuesta específica de la neurona se
llama impulso nervioso; ésta y su capacidad para ser
estimulada, hacen de esta célula una
unidad de recepción y emisión capaz de transferir
información de una parte a otra del
organismo.
Sistemas simples
En los animales simples,
como los celentéreos, las células
nerviosas forman una red capaz de mediar
respuestas estereotipadas. En los animales
más complejos, como crustáceos, insectos y
arañas, el sistema nervioso
es más complicado.
Los cuerpos celulares de las neuronas están
organizados en grupos llamados
ganglios, que se interconectan entre sí formando las
cadenas ganglionares. Estas cadenas están presentes en
todos los vertebrados, en los que representan una parte especial
del sistema nervioso
relacionada en especial con la regulación de la actividad
del corazón,
las glándulas y los músculos
involuntarios.
Sistemas de los vertebrados
En los
vertebrados el encéfalo está contenido en la
bóveda craneana y se encuentra dividido en
dos grupos de
elementos unidos entre sí por una porción
más estrecha: los pedúnculos
cerebrales. El grupo inferior
se sitúa en la fosa cerebelosa y está
conformado por el Bulbo, la
Protuberancia, los Pedúnculos
cerebrales y el Cerebelo. El grupo
superior, se sitúa en fosa superior
(fronto-témporo-parieto-occipital), y se denomina
cerebro propiamente dicho.
El sistema nervioso
alojado en la bóveda craneana, se continua a través
de un agujero denominado foramen ovale, con la
médula espinal contenida en el interior de la
columna vertebral, discurriendo en su interior y
emergiendo de él prolongaciones nerviosas ó
nervios.
La distinción entre sistema nervioso
central y periférico se basa en la diferente
localización de las dos partes, íntimamente
relacionadas, que constituyen el primero. Algunas de las
vías de los cuerpos neuronales conducen señales
sensitivas y otras vías conducen respuestas musculares o
reflejos, como los causados por el dolor.
En la piel se
encuentran unas células
especializadas, llamadas receptores, de diversos tipos, sensibles
a diferentes estímulos; captan la información (como por ejemplo, la temperatura,
la presencia de un compuesto químico, la presión
sobre una zona del cuerpo), y la transforman en una señal
eléctrica que utiliza el sistema nervioso.
Las terminaciones nerviosas libres también pueden recibir
estímulos: son sensibles al dolor y son directamente
activadas por éste. Estas neuronas sensitivas, cuando son
activadas mandan los impulsos hacia el sistema nervioso
central y transmiten la información a otras neuronas, llamadas
neuronas motoras, cuyos axones se extienden de nuevo hacia la
periferia. Por medio de estas últimas células, los
impulsos se dirigen a las terminaciones motoras de los
músculos, los excitan y originan su contracción y
el movimiento
adecuado. Así, el impulso nervioso sigue una trayectoria
que empieza y acaba en la parte periférica del cuerpo.
Muchas de las acciones del
sistema nervioso
se pueden explicar basándonos en estas cadenas de
células nerviosas interconectadas que, al ser estimuladas
en un extremo, son capaces de ocasionar un movimiento o
secreción glandular en el otro.
La red nerviosa
Los nervios craneales se extienden desde la cabeza y el
cuello hasta el cerebro pasando a
través de las aberturas del cráneo; los nervios
espinales o medulares están asociados con la médula
espinal y atraviesan las aberturas de la columna
vertebral.
Ambos tipos de nervios se componen de un gran
número de axones que transportan los impulsos hacia el
sistema nervioso
central y llevan los mensajes hacia el exterior. Las primeras
vías se llaman aferentes y las últimas eferentes.
En función de la parte del cuerpo que alcanzan, a los
impulsos nerviosos aferentes se les denomina sensitivos y a los
eferentes somáticos o motores
viscerales. La mayoría de los nervios son mixtos, es
decir, están constituidos por elementos motores y
sensitivos.
Los nervios craneales y espinales aparecen por parejas
y, en la especie humana, su número es 12 y 31
respectivamente. Los pares de nervios craneales se distribuyen
por las regiones de la cabeza y el cuello, con una notable
excepción: el par X o nervio vago, que además de
inervar órganos situados en el cuello, alcanza otros del
tórax y el abdomen. La visión, la audición,
el sentido del equilibrio y
el gusto están mediados por los pares de nervios craneales
II, VIII y VII respectivamente. De los nervios craneales
también dependen las funciones motoras
de la cabeza, los ojos, la cara, la lengua, la
laringe y los músculos que funcionan en la
masticación y la deglución. Los nervios espinales
salen desde las vértebras y se distribuyen por las
regiones del tronco y las extremidades. Están
interconectados, formando dos plexos: el braquial, que se dirige
a las extremidades superiores, y el lumbar que alcanza las
inferiores.
Sistema nervioso vegetativo o Sistema nervioso
autónomo
Existen grupos de fibras
motoras que llevan los impulsos nerviosos a los órganos
que se encuentran en las cavidades del cuerpo, como el
estómago y los intestinos (vísceras). Estas fibras
constituyen el sistema nervioso
vegetativo que se divide en dos secciones con una función
más o menos antagónica y con unos puntos de origen
diferentes en el sistema nervioso central. Las fibras del sistema
nervioso vegetativo simpático se originan en la
región media de la médula espinal, unen la cadena
ganglionar simpática y penetran en los nervios espinales,
desde donde se distribuyen de forma amplia por todo el
cuerpo.
Las fibras del sistema nervioso vegetativo
parasimpático se originan por encima y por debajo de las
simpáticas, es decir, en el cerebro y en la
parte inferior de la médula espinal. Estas dos secciones
controlan las funciones de los
sistemas
respiratorio, circulatorio, digestivo y urogenital.
Constituye una de las principales divisiones del sistema
nervioso. Envía impulsos al corazón,
músculos estriados, musculatura lisa y glándulas.
El sistema vegetativo controla la acción de las
glándulas; las funciones de los sistemas
respiratorio, circulatorio, digestivo, y urogenital y los
músculos involuntarios de dichos sistemas y de la
piel.
Controlado por los centros nerviosos en la parte inferior del
cerebro tiene
también un efecto recíproco sobre las secreciones
internas; está controlado en cierto grado por las hormonas y a
su vez ejerce cierto control en la
producción hormonal.
El sistema nervioso vegetativo se compone de dos
divisiones antagónicas:
- El simpático (o toracolumbar) estimula el
corazón,
dilata los bronquios, contrae las arterias, e inhibe el
aparato
digestivo, preparando el organismo para la actividad
física.
- El parasimpático (o craneosacro) tiene los
efectos opuestos y prepara el organismo para la alimentación, la
digestión y el reposo.El simpático consiste en una cadena de
ganglios (grupo de
neuronas) interconectados a cada lado de la columna
vertebral, que envía fibras nerviosas a varios
ganglios más grandes, como el ganglio celíaco.
Estos, a su vez, dan origen a nervios que se dirigen a los
órganos internos.Los ganglios de las cadenas simpáticas
conectan con el sistema nervioso central a través de
finas ramificaciones que unen cada ganglio con la
médula espinal. Las fibras del parasimpático
salen del cerebro y,
junto con los pares craneales, en especial los nervios
espinal y vago, pasan a los ganglios y plexos (red de nervios) situados
dentro de varios órganos. La parte inferior del cuerpo
está inervada por fibras que surgen del segmento
inferior (sacro) de la médula espinal y pasan al
ganglio pélvico, del cual parten los nervios hacia el
recto, la vejiga y los órganos genitales.
Alteraciones del sistema nervioso
La neurología se encarga del estudio y el
tratamiento de las alteraciones del sistema nervioso y la
psiquiatría de las perturbaciones de la conducta de
naturaleza
funcional. La división entre estas dos especialidades
médicas no está definida con claridad debido a que
las alteraciones neurológicas muestran con frecuencia
síntomas orgánicos y mentales. Para la
discusión de enfermedad mental funcional.
Las alteraciones del sistema nervioso comprenden
malformaciones genéticas, intoxicaciones, defectos
metabólicos, alteraciones vasculares, inflamaciones,
degeneración y tumores, y están relacionadas con
las células nerviosas o sus elementos de sostén.
Entre las causas más comunes de la parálisis y de
otras complicaciones neurológicas se encuentran las
alteraciones vasculares, tales como la hemorragia cerebral y
otras formas de apoplejía. Algunas enfermedades manifiestan una
distribución por edad y geográfica
peculiar; por ejemplo, la esclerosis múltiple degenerativa
del sistema nervioso es común en las zonas templadas, pero
rara en los trópicos.
El sistema nervioso es susceptible a las infecciones
provocadas por una gran variedad de bacterias,
parásitos y virus. Por
ejemplo, la meningitis o la inflamación de las meninges
(las membranas que recubren el cerebro y la
médula espinal) puede originarse por numerosos agentes;
sin embargo, la infección por un virus
específico causa la rabia. Algunos virus que
provocan dolencias neurológicas afectan sólo a
ciertas partes del sistema nervioso; es el caso del virus que
origina la poliomielitis que suele atacar a la médula
espinal; el que causa la encefalitis afecta al
cerebro.
Las inflamaciones del sistema nervioso se denominan en
función de la parte a la que afectan. Así, la
mielitis es la inflamación de la médula espinal y
la neuritis la de un nervio. Estas alteraciones pueden producirse
no sólo por infecciones, sino también por
intoxicación, alcoholismo o
lesiones. Los tumores que se originan en el sistema nervioso
suelen componerse de tejido meníngeo o de células
de la neuroglia (tejido de sostén), dependiendo de la
parte específica que esté afectada. Sin embargo,
otros tipos de tumores pueden sufrir metástasis
(propagarse) o invadir el sistema nervioso. En ciertas
alteraciones, como la neuralgia, la migraña y la epilepsia
puede no existir ninguna evidencia de daño
orgánico. Otra alteración, la parálisis
cerebral, está asociada con una lesión cerebral
producida antes, durante o después del
nacimiento.
Bibliografía
- Sistema nervioso. Rodolfo Dassen, Osvaldo
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