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Sociología de las Enfermedades Mentales




Enviado por mfischer



    Trabajo especialmente realizado para discusión en
    la Carrera de Médico Psiquiatra F.C.M. UNC Ciclo 1998
    Módulo: "Niveles de atención de la Salud
    Mental"

    1. Conducta Desviada

    En primer lugar debe ser destacado que el estudio de la
    conducta desviada
    de los patrones de cumplimiento que marca un sistema social
    representa un campo moderno de estudio que anteriormente estaba
    reducido a los conceptos aproximados de problemas
    sociales, patología social, y desorganización
    social.

    Debe tenerse en cuenta que la noción de Conducta Desviada
    es parte del marco conceptual de la teoría
    funcionalista que concibe a la sociedad como un
    sistema social
    unificado donde cada elemento cumple un rol determinado. De
    manera extremadamente resumida se puede decir que para la
    teoría
    funcionalista lo importante es el equilibrio del
    sistema. Lo
    funcional contribuye a perpetuar ese equilibrio. Lo
    disfuncional hace lo contrario. La conducta desviada
    es un tipo de disfuncionalidad.

    1. Desviación

    La categoría de "desviación" ofrece un
    contenido cambiante y variable según el tiempo, lugar,
    sujeto enunciante y otras consideraciones. En lugar de encontrar
    operaciones
    especificas e independientes lo que aparecen son generalidades
    tales como "la conducta desviada
    es una conducta que
    viola expectaciones institucionalizadas". Si bien una
    definición podrá ser suficiente en un nivel muy
    general, es de poca utilidad cuando
    nos vemos frente a problemas
    concretos de asignar a personas o actos a las categorías
    que les correspondan

    1.2. Desviación y clase social

    Un vistazo general al conocimiento
    sobre las investigaciones
    existentes muestra serias
    dudas de que la conducta desviada sea proporcionalmente
    más común entre las capas bajas de la sociedad que en
    las altas. Las dudas se intensifican cuando nos apartamos de las
    tasas de criminalidad, que son un fondo inseguro para cualquier
    teoría,
    particularmente debido a la falta de confiabilidad de las
    estadísticas criminales. Aunque se admita
    que el crimen sea en sentido relativo más frecuente entre
    las poblaciones de las clases bajas, existen grandes excepciones
    cuando nos fijamos en ciertos tipos de delitos como la
    falsificación de cheques,
    desfalcos, robo de automóviles, y delitos
    sexuales.

    Cuando se toma en cuenta las formas de desviación
    tales como el alcoholismo o
    el suicidio y las
    dependencias (a fármacos u otras sustancias) no se
    encuentran datos que
    demuestren que estas adaptaciones sean más comunes entre
    los integrantes de las capas bajas de la sociedad.

    El grado y la rapidez con que la tecnología produce
    diferencias en la
    organización social de la sociedad moderna
    y la dificultad de descubrir medidas de status generalmente
    aplicables a una variedad de poblaciones y áreas muestran
    la necesidad de valerse de un concepto
    más discriminativo de lo que es la clase social al tratar
    de explicar como la estructura
    social influye en la desviación.

    1.3. Valores y valoración:

    Los valores se
    definen como factores que, dentro de limites
    físicos y biológicos afectan la elección.
    Como tales, son abstracciones inferidas de actos. El acto de
    valoraciones es un proceso de
    selección y ordenamiento que tiene lugar cuando los
    acontecimientos son trasmitidos por los procesos
    cognoscitivos de la corteza cerebral, lo que redunda en
    preferencias por distintos modos de acción. La
    valoración precede inmediatamente a la acción en
    mayor o menor grado, en todas las sociedades,
    porque sus miembros individuales pocas veces disponen de los
    medios para
    satisfacer sus valores a un
    costo que
    corresponda a sus deseos.

    El orden de la satisfacción de valores en
    grupos ha de
    concebirse como el producto de la
    interacción de muchos individuos, cada uno de los cuales
    persigue su propia jerarquía sacrificando algún
    valor inferior
    por otro superior, procediendo así el individuo ve al
    grupo como un
    medio para un fin; se acomoda al hecho de que los servicios de
    otros, cuyas jerarquías de valores
    difieren de las suyas propias, se convierten en medios por los
    cuales él podrá alcanzar sus propios
    fines.

    Una de las dificultades más notorias en la
    mayoría de los estudios de valores que se
    encuentra en cualquier análisis puramente estructural de la
    desviación, es el fracaso en distinguir entre actos de
    individuos que incorporan valores aprendidos
    simbólicamente y trasmitidos como parte de la cultura
    durante la niñez y los actos que son producto de
    valoración contingente.

    Dos acciones
    resultantes de conformidad o desviación podrán ser
    en lo exterior similares, pero en lo subjetivo son bien
    diferentes. Una conducta de alta aceptación en una
    sociedad o en
    un subsistema puede ser tener alta valoración negativa en
    otro. Inclusive puede llegar a dudarse seriamente de la salud mental del
    individuo que tiene esa conducta.

    La sociedad moderna siendo relativamente más
    pluralista que ordenada jerárquicamente respecto de
    los valores,
    requiere que la valoración se convierta en un concepto central
    en la explicación de la desviación.

    1.4. Aceptación de riesgos y
    conducta desviada

    El concepto de
    conducta desviada se refiere a situaciones en que personas
    englobadas en una red de exigencias o valores
    contradictorios no eligen alternativas desviadas sino más
    bien soluciones de
    comportamiento
    que implican riesgos de
    desviación. Es importante tener en cuenta esta diferencia
    ya que de esta forma la desviación llegará a ser
    solamente uno de los resultados posibles de sus acciones,
    aunque no inevitable.

    Asimismo, se presenta la posibilidad de ocurrencia de
    una pluralidad de casos en que las personas no eligen soluciones
    desviadas para sus problemas sino
    que inician líneas de conducta las cuales, según
    como sea el desarrollo de
    las circunstancias, podrían llegar a ser desviadas o
    no.

    El sujeto que se encuentra atravesado por un conflicto
    percibe la posibilidad de arriesgarse como una solución
    posible a sus problemas que
    directamente la elección de la
    desviación.

    La prueba de que el arriesgarse puede ser un rasgo
    predominante en otras formas de conducta desviada se ejemplifica
    en el caso de los "cheques
    voladores", que tratándose en muchos casos de personas que
    no estaban motivadas a poner en circulación cheques
    falsos, sino que simplemente se arriesgaron ante la posibilidad,
    en ciertas circunstancias de que sus cheques
    pudieran ser no pagados

    1.5. Adaptaciones colectivas

    Las conductas desviadas no se presentan mayormente como
    actos individuales sino que muchas formas de desviación
    son actos colectivos en los cuales se realizan tanto valores
    derivados y sustentados por el grupo, como
    valores particulares del individuo. Es igualmente necesario ver
    que el conformismo, así como la conocida conducta
    monolítica impuesta por los partidos
    políticos a sus miembros, es un fenómeno tanto
    colectivo como individual.

    1.6. Normas constitutivas

    Todo sistema social
    prescribe una serie de valores y normas rectores
    que deben ser observados. Cuando esta situación no ocurre,
    y se violan las reglas constitutivas, la situación se
    torna confusa ya que aparecen una multiplicidad de mensajes que
    "entran en cortocircuito", lo cual puede conducir ya sea al
    retraimiento de las personas de la interacción o a una
    redefinición de la conducta inesperada, en términos
    de significados alternativos de lo que sería de por
    sí, normal o aceptable. La interacción provisional
    que termina en la aceptación reciproca de nuevas reglas
    constitutivas se considera como un proceso de
    normalización.

    El significado asignado a la conducta en un contexto de
    normas
    constitutivas es un aspecto inseparable de la desviación.
    La normalización, o inversamente, la
    asignación de un significado de desviación a las
    acciones, se
    producen por interacción informal o a través de
    instituciones
    formales de control social,
    que tratan de manera activa de imponer o defender sus valores,
    definen la desviación y también imputan actos
    desviados a los individuos.

    Desde este marco se puede incluir a la desviación
    bajo una teoría
    del cambio social.
    Asimismo, se asigna al control social el
    lugar que le corresponde como factor dinámico o "causa" de
    desviación.

    Podría entenderse a la desviación como una
    conducta de correr riesgos a modo de
    alternativa respecto de otra teoría
    que pone énfasis en una única secuencia de medios-fines.
    Así la desviación (o el conformismo) resultan de
    distintas posibilidades de medios-fines
    siendo necesario para una explicación completa el
    reconocimiento de factores fortuitos y del control social
    activo. Esto dirige la atención sobre la forma en que los
    seres humanos recurren a la oportunidad en situaciones de
    conflicto de
    valores.

    "La conducta desviada sobreviene en gran escala solo
    cuando un sistema de
    valores culturales ensalza virtualmente por encima de todas las
    demás ciertas metas de éxito comunes para la
    población en general mientras que la
    estructura
    social restringe con vigor u obstruye por completo el acceso a
    los modos aprobados de alcanzar esas metas para una parte
    considerable de aquella misma población."

    Esta situación fue observada por Emile Durkheim,
    sociólogo francés de fines del siglo pasado, quien
    consideró a este estadio de falta de normas como
    "anomia". Estado que
    surge cuando la desintegración del orden colectivo permite
    que las aspiraciones del hombre se
    eleven por encima de toda posibilidad de cumplirse. La sociedad
    no impone disciplina; no
    hay normas sociales
    que definan los objetivos de
    la acción. Las personas aspiran a metas que o no pueden
    lograr o encuentran difíciles de alcanzar. Describiendo
    más la sociedad actual que la de su época, Durkheim nota
    que las características primordialmente
    económicas de una sociedad que produce aspiraciones
    ilimitadas hacen que el individuo no encuentre los límites
    de sus posibilidades reales y se debiliten los lazos
    sociales.

    2. Concepto de anomia

    Es un concepto
    sociológico, lo que implica que se refiere a la propiedad de
    un sistema social, no al estado de
    ánimo de individuos particulares dentro del sistema. Se
    refiere al derrumbe de patrones sociales que gobiernan la
    conducta y por eso se incluye también el significado de
    escasa cohesión social.

    Cuando se establece un alto grado de anomia, las reglas
    que solían gobernar la conducta han perdido capacidad
    coactiva, quedando privadas de legitimidad, y no abarcan un orden
    social en que los hombres puedan tranquilamente cifrar su
    confianza, ya que no existe un sentido compartido por la
    mayoría dentro del sistema social acerca de lo que
    legítimamente puede esperarse de la gente en el transcurso
    de la interacción social.

    El grado de anomia en un sistema social es indicado por
    el grado de falta de acuerdo acerca de las normas que se
    juzgan legítimas con su concomitante incertidumbre e
    inseguridad de
    las relaciones sociales porque, si no se comparten las normas
    generales, fallan las expectativas de lo que puede esperarse del
    otro.

    La anomia es una condición del ambiente
    social, no de individuos particulares. La gente se enfrenta con
    una anomia esencial cuando no puede confiar con un alto grado de
    probabilidad
    en que la conducta de otros estará más o menos de
    acuerdo con patrones reconocidos conjuntamente como
    legítimos.

    Las respuestas anómicas no son todas del mismo
    orden. En una forma de conducta desviada, los individuos se
    atienen a las metas ensalzadas por la cultura
    mientras que abandonan los medios
    aprobados por ella para tratar de lograrlos. Una sociedad
    así tiende a esfumar la línea demarcatoria entre
    los caminos legítimos e ilegítimos, puesto que lo
    que cuenta mas que nada es el resultado.

    2.1. Condición de anomia

    Es de una falta de integración o adaptación mutua de
    funciones a
    causa de las crisis
    industriales, los conflictos
    entre el trabajo y
    el capital y la
    creciente especialización de las ciencias. La
    anomia aparece primeramente porque la división del trabajo
    no produce contactos lo bastante eficaces entre sus miembros ni
    regulaciones adecuadas de las relaciones sociales.

    2.2. Anomia y desorden mental

    Es ampliamente conocida la dificultad de establecer un
    puente entre las características de las instituciones
    sociales y la conducta considerada como desviada,
    patológica o inaceptable por distintos sectores de una
    comunidad.

    Toda tentativa de mostrar un vínculo entre anomia
    y desorden mental implica una teoría de la génesis
    de la conducta desviada y otra del funcionamiento de un sistema
    social. A su vez esto requiere de una conjunción de
    descubrimientos empíricos en los niveles de análisis socio-psicológico y de
    sistema social.

    Este esfuerzo sociológico queda ilustrado de la
    manera más fructífera por el esquema de Robert K.
    Merton que muestra que la
    discrepancia entre los medios institucionales y las metas
    culturales existentes en cualquier sociedad ofrece una base para
    predecir los posibles modos de adaptación, a saber:
    conformismo, innovación, ritualismo, retraimiento y
    rebelión, son otras tantas maneras en que las personas se
    enfrentan con las tensiones culturales que surgen de la
    discrepancia entre los medios institucionales y las metas
    culturales.

    Es en el tipo de adaptación que Merton llama
    "retraimiento" –más adelante- donde espera encontrar
    muchas de las personas que han desarrollado alguna forma de
    patología mental, tales como tipos esquizoides,
    alcohólicos y psicópatas. El funcionalismo
    tiende a considerar todos los modos, con excepción de la
    conformidad, como de carácter desviado, a la vez tiende a
    medir la desviación en términos del
    status-quo.

    3. Adaptación

    Dentro del sistema social hay actos universalmente
    reconocidos como desviados y otros que no son reconocidos como
    tales según el consenso general. Sin embargo, entre estos
    dos extremos se extiende una gran gama de actos respecto de los
    cuales existe un desacuerdo considerable debido a diferencias
    subculturales de clase, ocupación, religión, etc. Actos
    y personas considerados como desviados en un sistema y
    época probablemente no lo serán en otra
    época o sistema, y formas de conducta concebidas como
    decididamente desviadas o no desviadas en un contexto, en otro
    marco podrán ser objeto de conflicto
    intergrupal.

    La definición de Merton de conducta desviada hace
    hincapié nítidamente en el desequilibrio entre las
    metas culturales y las normas institucionales en una sociedad.
    Concibe a la anomia como un derrumbe de la estructura
    cultural que ocurre sobre todo cuando hay una discrepancia aguda
    entre las normas y metas culturales y las capacidades sociales
    estructuradas de los miembros del grupo de obrar
    en concordancia con ellas. Los valores
    culturales ayudaran a producir una conducta que está en
    pugna con los mandatos de los mismos valores.

    La mala integración de cultura y
    estructura
    social, en la que una que impide lo que la otra alienta, puede
    conducir a un derrumbe de las normas y al desarrollo de
    una situación de falta de normas.

    Merton supone que las proporciones de conducta desviada
    dentro de una determinada sociedad varían según la
    clase social, status étnico o racial y otras características. Por lo tanto su
    explicación de la conducta desviada depende de la validez
    de la proposición que la tendencia a la anomia, vale decir
    la incapacidad de alcanzar las metas de la sociedad por medios
    disponibles, esté distribuida diversamente en un sistema
    social y que distintos modos de adaptación desviada se
    encuentren de preferencia, en diversos estratos sociales. La
    distribución de la conducta desviada
    dependerá de la accesibilidad de los medios
    legítimos para alcanzar los objetos y el grado de
    asimilación de metas y normas por los distintos estratos
    de una sociedad
    .

    No todos aquellos que están sujetos a presiones
    en sus esfuerzos por alcanzar las metas llegan a desviarse.
    Aquellos que se conforman a pesar de las tensiones lo hacen
    porque están disponibles metas culturales alternativas que
    ofrecen una base para estabilizar los sistemas social y
    cultural.

    De esta manera la relación entre anomia y
    estructura
    social puede esquemáticamente resumirse en:

    1) exposición a la meta cultural
    y normas que regulan la conducta orientada hacia la
    meta

    2) aceptación de la meta o norma
    como mandatos morales y valores internalizados

    3)accesibilidad relativa de la meta: las
    posibilidades de vida en la estructura de
    oportunidades

    4) el grado de discrepancia entre la meta aceptada
    y su accesibilidad

    5) el grado de anomia

    6) las tasas de conducta desviada de los distintos tipos
    manifestada en la tipología de los modos de
    adaptación

    3.1. Adaptaciones

    Existen 5 tipos de adaptaciones individuales para
    alcanzar las metas de éxito culturalmente prescritas y
    abiertas a aquellos que ocupan diferentes posiciones en la
    estructura social.

    1. Conformismo
    2. Ritualismo
    3. Rebelión
    4. Retraimiento
    5. Innovación

    Exceptuando al conformismo, las otras adaptaciones son
    variaciones de conducta desviada. Las conductas desviadas son las
    que no se adaptan a los requerimientos del sistema.

    Ninguna de estas adaptaciones es deliberadamente elegida
    por el individuo ni es utilitaria; sino que ya que todas ellas
    surgen de tensiones en el sistema social es posible establecer la
    suposición que estén fundadas en un cierto grado de
    espontaneidad.

    3.1.1. Conformidad:

    Es el tipo de adaptación más común.
    No es una conducta desviada y por lo tanto se podría pasar
    por alto en el presente análisis ya que se refiere a las conductas
    de no-conformidad. La conformidad o el acuerdo de gran parte de
    la población con metas y normas
    institucionales hacen posible la sociedad humana. No es enfocando
    nuestra atención sobre la conducta conformista o normal
    como se descubrirán las tensiones básicas de una
    sociedad, sino más bien dirigiéndola sobre la
    conducta desviada.

    3.1.2. Ritualismo:

    Consiste en abandonar o rebajar las metas encumbradas
    del éxito y de la rápida movilidad social hasta un
    punto en que se puedan satisfacer nuestras aspiraciones. Sin
    embargo, aunque un individuo achique sus horizontes, sigue
    sujetándose a las normas institucionales. A primera vista
    esta forma de adaptación pareciera tener poca
    relación con la desviación, excepto con algunas
    formas de neurosis
    compulsiva. Aquellos que "van a lo seguro", que se
    convierten en "virtuosos burocráticos", que evitan las
    ambiciones elevadas y su consiguiente frustración cuando
    no se obtienen los resultados queridos, se apartan a todas luces
    de la pauta cultural en la cual los hombres tienen que esforzarse
    activamente con preferencia por medio de procedimientos
    institucionalizados, con el fin de adelantar y ascender en la
    jerarquía social.

    3.1.3. Rebelión:

    Las personas que muestran esta forma de
    adaptación rechazan la estructura social convencional y
    tratan de establecer otra nueva o muy modificada. Esta forma de
    adaptación surge cuando se considera el sistema
    institucional como una barrera contra la satisfacción de
    metas legítimas. Cuando esta actitud se
    extiende al sistema político aparecen individuos que
    necesitan retraerse de la estructura social existente y
    transferirse a nuevos grupos portadores
    de nuevas ideologías.

    Merton señala que la rebelión es una
    adaptación sobre un plano netamente diferente de los
    demás. Representa una respuesta transitoria que trata de
    institucionalizar nuevas metas y nuevos procedimientos
    para que los compartan otros miembros de la sociedad. Así
    se refiere más bien a los esfuerzos por cambiar la
    estructura cultural y social existente y no a acomodar los
    esfuerzos dentro de esa estructura.

    Posteriormente, Merton modificó su punto de vista
    que la rebelión fuera una desviación en el mismo
    sentido que las demás adaptaciones. Divide la conducta
    desviada en dos tipos, la no conformista y la
    aberrante, sobre la base de la estructura social y de las
    consecuencias para el sistema social.

    El no-conformismo difiere enteramente de la
    conducta aberrante como la representan el crimen y la delincuencia.
    El no conformista manifiesta públicamente su
    disentimiento; el aberrante se esconde detrás de su
    apartamiento de las normas. El no conformista niega la
    legitimidad de las normas sociales que rechaza; el aberrante
    reconoce la legitimidad de las normas que viola. El no
    conformista trata de cambiar las normas y aspirar a una moralidad
    superior; el aberrante solamente quiere escapar de la fuerza
    sancionadora de la sociedad actual.

    La sociedad reconoce a menudo que el no conformista se
    aparta de las normas por motivos desinteresados; el aberrante se
    desvía para servir a sus propios intereses. Finalmente el
    no conformista refiere a sus objetivos a
    los valores
    básicos primarios de la sociedad, en oposición al
    aberrante cuyos intereses son particulares.

    3.1.4. Retraimiento

    La pauta del retraimiento consiste en abandonar lo
    sustancial, tanto las metas culturales antes apreciadas como las
    practicas institucionales enderezadas hacia tales metas. El
    individuo ha internalizado plenamente las metas culturales de
    éxito, pero encuentra inaccesibles los métodos
    institucionalizados para lograrlos.

    Bajo la presión internalizada de no obtener
    la meta por
    medios ilegítimos, tales como los ofrece la innovación, el individuo se encuentra
    frustrado y trabado. No renuncia a la meta de éxito, pero
    adopta mecanismos de escape tales como el derrotismo, quietismo y
    retraimiento.

    El retraimiento como forma de adaptación es
    valorado negativamente por la sociedad ya que es improductivo, no
    competitivo, no atribuye valor alguno a
    la meta de éxito de una sociedad y no hace uso de los
    medios institucionales. El conformista mantiene en marcha las
    ruedas de la sociedad. Quien se retrae sólo acata las
    costumbres.

    El retraimiento es una forma particular de
    adaptación más bien particular que
    colectiva.

    Los individuos que se retraen son con mayor frecuencia
    los que fracasan en el uso tanto de los medios legítimos
    como de los ilegítimos.

    Si los medios ilegítimos no están
    disponibles o no son deseables, si los esfuerzos de innovación fracasan, entonces las
    adaptaciones de retraimiento pueden ser la consecuencia y los
    mecanismos de "escape" elegidos por el individuo derrotado tal
    vez serán tanto mas desviados a raíz de su doble
    fracaso.

    3.1.5. Innovación

    Las sociedades en
    las que la cultura hace
    hincapié en el éxito y donde la estructura social
    impone limitaciones a los medios aprobados, presentan numerosas
    situaciones que fomentan el desarrollo de
    apartamientos socialmente desaprobados de las normas
    institucionales en forma de prácticas
    innovadoras.

    La utilización de medios ilegítimos para
    alcanzar las metas de éxito, poder y
    riqueza ha llegado por lo tanto a ser común en la
    sociedad. Una forma de adaptación presupone que los
    individuos están inadecuadamente socializados con respecto
    de las metas culturales que alientan las aspiraciones de
    éxito.

    Las innovaciones ilegítimas –crimen- no
    tienen restricción de clase. En las clases bajas, las
    oportunidades están restringidas mayormente a los trabajos
    manuales, y el
    status de trabajador no especializado y los reducidos ingresos que son
    su consecuencia, no pueden competir bien en términos de
    pautas de valor
    establecidos con la promesa de poder y
    riqueza derivadas del
    crimen organizado.

    En los niveles económicos altos la presión
    hacia la innovación no pocas veces borra la
    distinción entre los procedimientos
    comerciales admitidos y las prácticas
    fraudulentas.

    No todas las desviaciones innovadoras son disfuncionales
    para la sociedad. Algunas pueden constituir la base de nuevas
    instituciones
    mejor equipadas para funcionar que las antiguas.

    "Es de suponer que en la historia de toda sociedad
    algunos de sus héroes culturales llegan con el tiempo a ser
    considerados como heroicos, en parte porque han tenido el
    valor y la
    previsión de poner en tela de juicio las creencias y
    rutinas de su sociedad. El rebelde, revolucionario, no
    conformista, hereje o renegado de días pasados es, a
    menudo, el héroe cultural de hoy. Además, la
    acumulación de disfunciones en un sistema social es
    generalmente el preludio de un cambio social
    concertado que podrá acercar el sistema a los valores
    que gozan del respeto de los
    miembros de la sociedad"

    3.2. Tipología de modos de adaptación
    individual

    Modos de
    adaptación

    Metas
    culturales

    Metas
    institucionalizadas

    Conformidad

    +

    +

    Innovación

    +

    Ritualismo

    +

    Retraimiento

    Rebelión

    +/-

    +/-

    + = aceptación; =
    rechazo; +/- =rechazo de valores predominantes y
    sustitución por otros nuevos

    La adaptación social no siempre es, desde el
    punto de vista psiquiátrico, un signo de salud mental; el
    conformismo puede adopta formas patológicas, en particular
    sadomasoquista.

    La inadaptación es mas bien una consecuencia que
    la causa de los trastornos mentales y le plantea al psiquiatra
    problemas
    más que servirle de criterio.

    Este breve resumen de los tipos de respuesta a la anomia
    intenta poner de relieve una
    característica distintiva de todos ellos.
    No se hace referencia al desviado como si hombres que una
    vez que se han entregado a esas formas de conducta fuesen
    destinados de manera irrevocable a seguir en ellas,

    De hecho, la conducta desviada crónica se
    dará únicamente en casos ocasionales y marginales.
    En cuanto a los demás, los hombres atrapados en la
    disyunción entre sociedad y cultura,
    podrán desviarse de modelos
    ampliamente aceptados en una parte de sus actividades,
    conformarse en otras y vacilar entre las respuestas a no ser que
    estén envueltos en procesos de
    represalias sociales que los empujen aun más al
    desvío.

    Hay un rasgo de innovador, ritualista,
    retraído y rebelde en cada una de las personas. La
    manifestación concreta de esos rasgos depende tanto del
    medio ambiente
    circundante como del propio carácter y personalidad
    de la persona.

    4. Lo normal y lo patológico y el criterio
    estadístico

    Aunque parezca una tautología, por
    definición, lo normal es lo que es conforme a la norma.
    Sin embargo la situación es relativamente más
    compleja ya que cada civilización, sociedad, cultura y
    subcultura tienen sus propios sistema de normas. Es lícito
    preguntarse si fuese posible considerar algún caso como
    patológico en una civilización o una cultura lo que
    es normal en otra.

    La cuestión es de gran importancia para la
    etnopsiquiatría y la sociología de las enfermedades, porque aunque
    enfermo y psiquiatra pertenezcan a la misma sociedad y tengan
    como marco de referencia para la acción el mismo sistema
    general de normas, la valoración y la
    interpretación no son universales.

    En cualquier sociedad existen ideas que aunque no son
    explicitadas, son ampliamente compartidas. En una sociedad dada,
    lo normal es que lo bueno sea lo deseable.

    Una acción normal es una acción buena,
    aprobada por la colectividad, de acuerdo con el ideal del
    grupo y que
    contribuya a la salud del organismo
    social.

    Así se encadenan tres ideas: normalidad, lo bueno
    y lo sano. Su némesis es la que reúne anormalidad,
    lo malo y lo patológico.

    Estas tríadas están alojadas muy
    fuertemente en las concepciones del sentido común, por lo
    que para abarcar el problema de la "conducta desviada" resulta
    imprescindible desprenderse de ellas.

    El comportamiento
    anormal es el que se desvía de la norma, es decir de la
    tendencia central de una población, del comportamiento
    general de los hombres de un grupo.

    La estadística se funda sobre comportamientos
    observables; a partir de ahí puede revelar las
    desviaciones respecto de un tipo de comportamiento
    considerado como normal

    Sin embargo no debería definir como
    patológico a un comportamiento
    por el simple hecho de que se desvíe del comportamiento
    general del grupo. Es manifiesta la importancia de más
    allá de constatar la ocurrencia de una desviación,
    encontrar la causa del fenómeno.

    Es saludable no juzgar a otros actores (de otros
    sistemas
    sociales o de distintos subsistemas de la misma sociedad) a
    través del propio sistema de valores o de los modelos
    ideales de comportamiento propios.

     Bibliografía
    Consultada

    • Clinard, Marshall (compilador); "Anomia y conducta
      desviada", Ed. Paidós; Bs.As.; 1967.
    • Bastide, Roger "Sociología de las enfermedades mentales";
      Ed. Siglo XXI; México; 1967.
    • Basaraglia, Carrino y otros "Psiquiatría,
      Antipsiquiatría y orden manicomial"; Barral editores;
      Barcelona; 1975.
    • Merton, Robert; "Teoría social y estructura
      social"; Ed Paidós; Bs.As.; 1965.
    • Paz Gajardo y otros, "Diccionario
      de ciencias
      sociales y políticas" Ed. Puntosur; Bs.As;
      1990.
    • Durkheim Emile; "El suicidio"; Ed.
      Pléyade; Bs.As.; 1965.

     

     

    Autor:

    Lic. Mariano Fischer

    Lic. en Sociología Universidad
    Nacional de Cuyo

    Argentina

    Mfischer[arroba]topmail.com

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