Trabajo especialmente realizado para discusión en
la Carrera de Médico Psiquiatra F.C.M. UNC Ciclo 1998
Módulo: "Niveles de atención de la Salud
Mental"
1. Conducta Desviada
En primer lugar debe ser destacado que el estudio de la
conducta desviada
de los patrones de cumplimiento que marca un sistema social
representa un campo moderno de estudio que anteriormente estaba
reducido a los conceptos aproximados de problemas
sociales, patología social, y desorganización
social.
Debe tenerse en cuenta que la noción de Conducta Desviada
es parte del marco conceptual de la teoría
funcionalista que concibe a la sociedad como un
sistema social
unificado donde cada elemento cumple un rol determinado. De
manera extremadamente resumida se puede decir que para la
teoría
funcionalista lo importante es el equilibrio del
sistema. Lo
funcional contribuye a perpetuar ese equilibrio. Lo
disfuncional hace lo contrario. La conducta desviada
es un tipo de disfuncionalidad.
- Desviación
La categoría de "desviación" ofrece un
contenido cambiante y variable según el tiempo, lugar,
sujeto enunciante y otras consideraciones. En lugar de encontrar
operaciones
especificas e independientes lo que aparecen son generalidades
tales como "la conducta desviada
es una conducta que
viola expectaciones institucionalizadas". Si bien una
definición podrá ser suficiente en un nivel muy
general, es de poca utilidad cuando
nos vemos frente a problemas
concretos de asignar a personas o actos a las categorías
que les correspondan
1.2. Desviación y clase social
Un vistazo general al conocimiento
sobre las investigaciones
existentes muestra serias
dudas de que la conducta desviada sea proporcionalmente
más común entre las capas bajas de la sociedad que en
las altas. Las dudas se intensifican cuando nos apartamos de las
tasas de criminalidad, que son un fondo inseguro para cualquier
teoría,
particularmente debido a la falta de confiabilidad de las
estadísticas criminales. Aunque se admita
que el crimen sea en sentido relativo más frecuente entre
las poblaciones de las clases bajas, existen grandes excepciones
cuando nos fijamos en ciertos tipos de delitos como la
falsificación de cheques,
desfalcos, robo de automóviles, y delitos
sexuales.
Cuando se toma en cuenta las formas de desviación
tales como el alcoholismo o
el suicidio y las
dependencias (a fármacos u otras sustancias) no se
encuentran datos que
demuestren que estas adaptaciones sean más comunes entre
los integrantes de las capas bajas de la sociedad.
El grado y la rapidez con que la tecnología produce
diferencias en la
organización social de la sociedad moderna
y la dificultad de descubrir medidas de status generalmente
aplicables a una variedad de poblaciones y áreas muestran
la necesidad de valerse de un concepto
más discriminativo de lo que es la clase social al tratar
de explicar como la estructura
social influye en la desviación.
1.3. Valores y valoración:
Los valores se
definen como factores que, dentro de limites
físicos y biológicos afectan la elección.
Como tales, son abstracciones inferidas de actos. El acto de
valoraciones es un proceso de
selección y ordenamiento que tiene lugar cuando los
acontecimientos son trasmitidos por los procesos
cognoscitivos de la corteza cerebral, lo que redunda en
preferencias por distintos modos de acción. La
valoración precede inmediatamente a la acción en
mayor o menor grado, en todas las sociedades,
porque sus miembros individuales pocas veces disponen de los
medios para
satisfacer sus valores a un
costo que
corresponda a sus deseos.
El orden de la satisfacción de valores en
grupos ha de
concebirse como el producto de la
interacción de muchos individuos, cada uno de los cuales
persigue su propia jerarquía sacrificando algún
valor inferior
por otro superior, procediendo así el individuo ve al
grupo como un
medio para un fin; se acomoda al hecho de que los servicios de
otros, cuyas jerarquías de valores
difieren de las suyas propias, se convierten en medios por los
cuales él podrá alcanzar sus propios
fines.
Una de las dificultades más notorias en la
mayoría de los estudios de valores que se
encuentra en cualquier análisis puramente estructural de la
desviación, es el fracaso en distinguir entre actos de
individuos que incorporan valores aprendidos
simbólicamente y trasmitidos como parte de la cultura
durante la niñez y los actos que son producto de
valoración contingente.
Dos acciones
resultantes de conformidad o desviación podrán ser
en lo exterior similares, pero en lo subjetivo son bien
diferentes. Una conducta de alta aceptación en una
sociedad o en
un subsistema puede ser tener alta valoración negativa en
otro. Inclusive puede llegar a dudarse seriamente de la salud mental del
individuo que tiene esa conducta.
La sociedad moderna siendo relativamente más
pluralista que ordenada jerárquicamente respecto de
los valores,
requiere que la valoración se convierta en un concepto central
en la explicación de la desviación.
1.4. Aceptación de riesgos y
conducta desviada
El concepto de
conducta desviada se refiere a situaciones en que personas
englobadas en una red de exigencias o valores
contradictorios no eligen alternativas desviadas sino más
bien soluciones de
comportamiento
que implican riesgos de
desviación. Es importante tener en cuenta esta diferencia
ya que de esta forma la desviación llegará a ser
solamente uno de los resultados posibles de sus acciones,
aunque no inevitable.
Asimismo, se presenta la posibilidad de ocurrencia de
una pluralidad de casos en que las personas no eligen soluciones
desviadas para sus problemas sino
que inician líneas de conducta las cuales, según
como sea el desarrollo de
las circunstancias, podrían llegar a ser desviadas o
no.
El sujeto que se encuentra atravesado por un conflicto
percibe la posibilidad de arriesgarse como una solución
posible a sus problemas que
directamente la elección de la
desviación.
La prueba de que el arriesgarse puede ser un rasgo
predominante en otras formas de conducta desviada se ejemplifica
en el caso de los "cheques
voladores", que tratándose en muchos casos de personas que
no estaban motivadas a poner en circulación cheques
falsos, sino que simplemente se arriesgaron ante la posibilidad,
en ciertas circunstancias de que sus cheques
pudieran ser no pagados
1.5. Adaptaciones colectivas
Las conductas desviadas no se presentan mayormente como
actos individuales sino que muchas formas de desviación
son actos colectivos en los cuales se realizan tanto valores
derivados y sustentados por el grupo, como
valores particulares del individuo. Es igualmente necesario ver
que el conformismo, así como la conocida conducta
monolítica impuesta por los partidos
políticos a sus miembros, es un fenómeno tanto
colectivo como individual.
1.6. Normas constitutivas
Todo sistema social
prescribe una serie de valores y normas rectores
que deben ser observados. Cuando esta situación no ocurre,
y se violan las reglas constitutivas, la situación se
torna confusa ya que aparecen una multiplicidad de mensajes que
"entran en cortocircuito", lo cual puede conducir ya sea al
retraimiento de las personas de la interacción o a una
redefinición de la conducta inesperada, en términos
de significados alternativos de lo que sería de por
sí, normal o aceptable. La interacción provisional
que termina en la aceptación reciproca de nuevas reglas
constitutivas se considera como un proceso de
normalización.
El significado asignado a la conducta en un contexto de
normas
constitutivas es un aspecto inseparable de la desviación.
La normalización, o inversamente, la
asignación de un significado de desviación a las
acciones, se
producen por interacción informal o a través de
instituciones
formales de control social,
que tratan de manera activa de imponer o defender sus valores,
definen la desviación y también imputan actos
desviados a los individuos.
Desde este marco se puede incluir a la desviación
bajo una teoría
del cambio social.
Asimismo, se asigna al control social el
lugar que le corresponde como factor dinámico o "causa" de
desviación.
Podría entenderse a la desviación como una
conducta de correr riesgos a modo de
alternativa respecto de otra teoría
que pone énfasis en una única secuencia de medios-fines.
Así la desviación (o el conformismo) resultan de
distintas posibilidades de medios-fines
siendo necesario para una explicación completa el
reconocimiento de factores fortuitos y del control social
activo. Esto dirige la atención sobre la forma en que los
seres humanos recurren a la oportunidad en situaciones de
conflicto de
valores.
"La conducta desviada sobreviene en gran escala solo
cuando un sistema de
valores culturales ensalza virtualmente por encima de todas las
demás ciertas metas de éxito comunes para la
población en general mientras que la
estructura
social restringe con vigor u obstruye por completo el acceso a
los modos aprobados de alcanzar esas metas para una parte
considerable de aquella misma población."
Esta situación fue observada por Emile Durkheim,
sociólogo francés de fines del siglo pasado, quien
consideró a este estadio de falta de normas como
"anomia". Estado que
surge cuando la desintegración del orden colectivo permite
que las aspiraciones del hombre se
eleven por encima de toda posibilidad de cumplirse. La sociedad
no impone disciplina; no
hay normas sociales
que definan los objetivos de
la acción. Las personas aspiran a metas que o no pueden
lograr o encuentran difíciles de alcanzar. Describiendo
más la sociedad actual que la de su época, Durkheim nota
que las características primordialmente
económicas de una sociedad que produce aspiraciones
ilimitadas hacen que el individuo no encuentre los límites
de sus posibilidades reales y se debiliten los lazos
sociales.
2. Concepto de anomia
Es un concepto
sociológico, lo que implica que se refiere a la propiedad de
un sistema social, no al estado de
ánimo de individuos particulares dentro del sistema. Se
refiere al derrumbe de patrones sociales que gobiernan la
conducta y por eso se incluye también el significado de
escasa cohesión social.
Cuando se establece un alto grado de anomia, las reglas
que solían gobernar la conducta han perdido capacidad
coactiva, quedando privadas de legitimidad, y no abarcan un orden
social en que los hombres puedan tranquilamente cifrar su
confianza, ya que no existe un sentido compartido por la
mayoría dentro del sistema social acerca de lo que
legítimamente puede esperarse de la gente en el transcurso
de la interacción social.
El grado de anomia en un sistema social es indicado por
el grado de falta de acuerdo acerca de las normas que se
juzgan legítimas con su concomitante incertidumbre e
inseguridad de
las relaciones sociales porque, si no se comparten las normas
generales, fallan las expectativas de lo que puede esperarse del
otro.
La anomia es una condición del ambiente
social, no de individuos particulares. La gente se enfrenta con
una anomia esencial cuando no puede confiar con un alto grado de
probabilidad
en que la conducta de otros estará más o menos de
acuerdo con patrones reconocidos conjuntamente como
legítimos.
Las respuestas anómicas no son todas del mismo
orden. En una forma de conducta desviada, los individuos se
atienen a las metas ensalzadas por la cultura
mientras que abandonan los medios
aprobados por ella para tratar de lograrlos. Una sociedad
así tiende a esfumar la línea demarcatoria entre
los caminos legítimos e ilegítimos, puesto que lo
que cuenta mas que nada es el resultado.
2.1. Condición de anomia
Es de una falta de integración o adaptación mutua de
funciones a
causa de las crisis
industriales, los conflictos
entre el trabajo y
el capital y la
creciente especialización de las ciencias. La
anomia aparece primeramente porque la división del trabajo
no produce contactos lo bastante eficaces entre sus miembros ni
regulaciones adecuadas de las relaciones sociales.
2.2. Anomia y desorden mental
Es ampliamente conocida la dificultad de establecer un
puente entre las características de las instituciones
sociales y la conducta considerada como desviada,
patológica o inaceptable por distintos sectores de una
comunidad.
Toda tentativa de mostrar un vínculo entre anomia
y desorden mental implica una teoría de la génesis
de la conducta desviada y otra del funcionamiento de un sistema
social. A su vez esto requiere de una conjunción de
descubrimientos empíricos en los niveles de análisis socio-psicológico y de
sistema social.
Este esfuerzo sociológico queda ilustrado de la
manera más fructífera por el esquema de Robert K.
Merton que muestra que la
discrepancia entre los medios institucionales y las metas
culturales existentes en cualquier sociedad ofrece una base para
predecir los posibles modos de adaptación, a saber:
conformismo, innovación, ritualismo, retraimiento y
rebelión, son otras tantas maneras en que las personas se
enfrentan con las tensiones culturales que surgen de la
discrepancia entre los medios institucionales y las metas
culturales.
Es en el tipo de adaptación que Merton llama
"retraimiento" –más adelante- donde espera encontrar
muchas de las personas que han desarrollado alguna forma de
patología mental, tales como tipos esquizoides,
alcohólicos y psicópatas. El funcionalismo
tiende a considerar todos los modos, con excepción de la
conformidad, como de carácter desviado, a la vez tiende a
medir la desviación en términos del
status-quo.
3. Adaptación
Dentro del sistema social hay actos universalmente
reconocidos como desviados y otros que no son reconocidos como
tales según el consenso general. Sin embargo, entre estos
dos extremos se extiende una gran gama de actos respecto de los
cuales existe un desacuerdo considerable debido a diferencias
subculturales de clase, ocupación, religión, etc. Actos
y personas considerados como desviados en un sistema y
época probablemente no lo serán en otra
época o sistema, y formas de conducta concebidas como
decididamente desviadas o no desviadas en un contexto, en otro
marco podrán ser objeto de conflicto
intergrupal.
La definición de Merton de conducta desviada hace
hincapié nítidamente en el desequilibrio entre las
metas culturales y las normas institucionales en una sociedad.
Concibe a la anomia como un derrumbe de la estructura
cultural que ocurre sobre todo cuando hay una discrepancia aguda
entre las normas y metas culturales y las capacidades sociales
estructuradas de los miembros del grupo de obrar
en concordancia con ellas. Los valores
culturales ayudaran a producir una conducta que está en
pugna con los mandatos de los mismos valores.
La mala integración de cultura y
estructura
social, en la que una que impide lo que la otra alienta, puede
conducir a un derrumbe de las normas y al desarrollo de
una situación de falta de normas.
Merton supone que las proporciones de conducta desviada
dentro de una determinada sociedad varían según la
clase social, status étnico o racial y otras características. Por lo tanto su
explicación de la conducta desviada depende de la validez
de la proposición que la tendencia a la anomia, vale decir
la incapacidad de alcanzar las metas de la sociedad por medios
disponibles, esté distribuida diversamente en un sistema
social y que distintos modos de adaptación desviada se
encuentren de preferencia, en diversos estratos sociales. La
distribución de la conducta desviada
dependerá de la accesibilidad de los medios
legítimos para alcanzar los objetos y el grado de
asimilación de metas y normas por los distintos estratos
de una sociedad.
No todos aquellos que están sujetos a presiones
en sus esfuerzos por alcanzar las metas llegan a desviarse.
Aquellos que se conforman a pesar de las tensiones lo hacen
porque están disponibles metas culturales alternativas que
ofrecen una base para estabilizar los sistemas social y
cultural.
De esta manera la relación entre anomia y
estructura
social puede esquemáticamente resumirse en:
1) exposición a la meta cultural
y normas que regulan la conducta orientada hacia la
meta
2) aceptación de la meta o norma
como mandatos morales y valores internalizados
3)accesibilidad relativa de la meta: las
posibilidades de vida en la estructura de
oportunidades
4) el grado de discrepancia entre la meta aceptada
y su accesibilidad
5) el grado de anomia
6) las tasas de conducta desviada de los distintos tipos
manifestada en la tipología de los modos de
adaptación
3.1. Adaptaciones
Existen 5 tipos de adaptaciones individuales para
alcanzar las metas de éxito culturalmente prescritas y
abiertas a aquellos que ocupan diferentes posiciones en la
estructura social.
- Conformismo
- Ritualismo
- Rebelión
- Retraimiento
- Innovación
Exceptuando al conformismo, las otras adaptaciones son
variaciones de conducta desviada. Las conductas desviadas son las
que no se adaptan a los requerimientos del sistema.
Ninguna de estas adaptaciones es deliberadamente elegida
por el individuo ni es utilitaria; sino que ya que todas ellas
surgen de tensiones en el sistema social es posible establecer la
suposición que estén fundadas en un cierto grado de
espontaneidad.
3.1.1. Conformidad:
Es el tipo de adaptación más común.
No es una conducta desviada y por lo tanto se podría pasar
por alto en el presente análisis ya que se refiere a las conductas
de no-conformidad. La conformidad o el acuerdo de gran parte de
la población con metas y normas
institucionales hacen posible la sociedad humana. No es enfocando
nuestra atención sobre la conducta conformista o normal
como se descubrirán las tensiones básicas de una
sociedad, sino más bien dirigiéndola sobre la
conducta desviada.
3.1.2. Ritualismo:
Consiste en abandonar o rebajar las metas encumbradas
del éxito y de la rápida movilidad social hasta un
punto en que se puedan satisfacer nuestras aspiraciones. Sin
embargo, aunque un individuo achique sus horizontes, sigue
sujetándose a las normas institucionales. A primera vista
esta forma de adaptación pareciera tener poca
relación con la desviación, excepto con algunas
formas de neurosis
compulsiva. Aquellos que "van a lo seguro", que se
convierten en "virtuosos burocráticos", que evitan las
ambiciones elevadas y su consiguiente frustración cuando
no se obtienen los resultados queridos, se apartan a todas luces
de la pauta cultural en la cual los hombres tienen que esforzarse
activamente con preferencia por medio de procedimientos
institucionalizados, con el fin de adelantar y ascender en la
jerarquía social.
3.1.3. Rebelión:
Las personas que muestran esta forma de
adaptación rechazan la estructura social convencional y
tratan de establecer otra nueva o muy modificada. Esta forma de
adaptación surge cuando se considera el sistema
institucional como una barrera contra la satisfacción de
metas legítimas. Cuando esta actitud se
extiende al sistema político aparecen individuos que
necesitan retraerse de la estructura social existente y
transferirse a nuevos grupos portadores
de nuevas ideologías.
Merton señala que la rebelión es una
adaptación sobre un plano netamente diferente de los
demás. Representa una respuesta transitoria que trata de
institucionalizar nuevas metas y nuevos procedimientos
para que los compartan otros miembros de la sociedad. Así
se refiere más bien a los esfuerzos por cambiar la
estructura cultural y social existente y no a acomodar los
esfuerzos dentro de esa estructura.
Posteriormente, Merton modificó su punto de vista
que la rebelión fuera una desviación en el mismo
sentido que las demás adaptaciones. Divide la conducta
desviada en dos tipos, la no conformista y la
aberrante, sobre la base de la estructura social y de las
consecuencias para el sistema social.
El no-conformismo difiere enteramente de la
conducta aberrante como la representan el crimen y la delincuencia.
El no conformista manifiesta públicamente su
disentimiento; el aberrante se esconde detrás de su
apartamiento de las normas. El no conformista niega la
legitimidad de las normas sociales que rechaza; el aberrante
reconoce la legitimidad de las normas que viola. El no
conformista trata de cambiar las normas y aspirar a una moralidad
superior; el aberrante solamente quiere escapar de la fuerza
sancionadora de la sociedad actual.
La sociedad reconoce a menudo que el no conformista se
aparta de las normas por motivos desinteresados; el aberrante se
desvía para servir a sus propios intereses. Finalmente el
no conformista refiere a sus objetivos a
los valores
básicos primarios de la sociedad, en oposición al
aberrante cuyos intereses son particulares.
3.1.4. Retraimiento
La pauta del retraimiento consiste en abandonar lo
sustancial, tanto las metas culturales antes apreciadas como las
practicas institucionales enderezadas hacia tales metas. El
individuo ha internalizado plenamente las metas culturales de
éxito, pero encuentra inaccesibles los métodos
institucionalizados para lograrlos.
Bajo la presión internalizada de no obtener
la meta por
medios ilegítimos, tales como los ofrece la innovación, el individuo se encuentra
frustrado y trabado. No renuncia a la meta de éxito, pero
adopta mecanismos de escape tales como el derrotismo, quietismo y
retraimiento.
El retraimiento como forma de adaptación es
valorado negativamente por la sociedad ya que es improductivo, no
competitivo, no atribuye valor alguno a
la meta de éxito de una sociedad y no hace uso de los
medios institucionales. El conformista mantiene en marcha las
ruedas de la sociedad. Quien se retrae sólo acata las
costumbres.
El retraimiento es una forma particular de
adaptación más bien particular que
colectiva.
Los individuos que se retraen son con mayor frecuencia
los que fracasan en el uso tanto de los medios legítimos
como de los ilegítimos.
Si los medios ilegítimos no están
disponibles o no son deseables, si los esfuerzos de innovación fracasan, entonces las
adaptaciones de retraimiento pueden ser la consecuencia y los
mecanismos de "escape" elegidos por el individuo derrotado tal
vez serán tanto mas desviados a raíz de su doble
fracaso.
3.1.5. Innovación
Las sociedades en
las que la cultura hace
hincapié en el éxito y donde la estructura social
impone limitaciones a los medios aprobados, presentan numerosas
situaciones que fomentan el desarrollo de
apartamientos socialmente desaprobados de las normas
institucionales en forma de prácticas
innovadoras.
La utilización de medios ilegítimos para
alcanzar las metas de éxito, poder y
riqueza ha llegado por lo tanto a ser común en la
sociedad. Una forma de adaptación presupone que los
individuos están inadecuadamente socializados con respecto
de las metas culturales que alientan las aspiraciones de
éxito.
Las innovaciones ilegítimas –crimen- no
tienen restricción de clase. En las clases bajas, las
oportunidades están restringidas mayormente a los trabajos
manuales, y el
status de trabajador no especializado y los reducidos ingresos que son
su consecuencia, no pueden competir bien en términos de
pautas de valor
establecidos con la promesa de poder y
riqueza derivadas del
crimen organizado.
En los niveles económicos altos la presión
hacia la innovación no pocas veces borra la
distinción entre los procedimientos
comerciales admitidos y las prácticas
fraudulentas.
No todas las desviaciones innovadoras son disfuncionales
para la sociedad. Algunas pueden constituir la base de nuevas
instituciones
mejor equipadas para funcionar que las antiguas.
"Es de suponer que en la historia de toda sociedad
algunos de sus héroes culturales llegan con el tiempo a ser
considerados como heroicos, en parte porque han tenido el
valor y la
previsión de poner en tela de juicio las creencias y
rutinas de su sociedad. El rebelde, revolucionario, no
conformista, hereje o renegado de días pasados es, a
menudo, el héroe cultural de hoy. Además, la
acumulación de disfunciones en un sistema social es
generalmente el preludio de un cambio social
concertado que podrá acercar el sistema a los valores
que gozan del respeto de los
miembros de la sociedad"
3.2. Tipología de modos de adaptación
individual
Modos de | Metas | Metas |
Conformidad | + | + |
Innovación | + | – |
Ritualismo | – | + |
Retraimiento | – | – |
Rebelión | +/- | +/- |
+ = aceptación; – =
rechazo; +/- =rechazo de valores predominantes y
sustitución por otros nuevos
La adaptación social no siempre es, desde el
punto de vista psiquiátrico, un signo de salud mental; el
conformismo puede adopta formas patológicas, en particular
sadomasoquista.
La inadaptación es mas bien una consecuencia que
la causa de los trastornos mentales y le plantea al psiquiatra
problemas
más que servirle de criterio.
Este breve resumen de los tipos de respuesta a la anomia
intenta poner de relieve una
característica distintiva de todos ellos.
No se hace referencia al desviado como si hombres que una
vez que se han entregado a esas formas de conducta fuesen
destinados de manera irrevocable a seguir en ellas,
De hecho, la conducta desviada crónica se
dará únicamente en casos ocasionales y marginales.
En cuanto a los demás, los hombres atrapados en la
disyunción entre sociedad y cultura,
podrán desviarse de modelos
ampliamente aceptados en una parte de sus actividades,
conformarse en otras y vacilar entre las respuestas a no ser que
estén envueltos en procesos de
represalias sociales que los empujen aun más al
desvío.
Hay un rasgo de innovador, ritualista,
retraído y rebelde en cada una de las personas. La
manifestación concreta de esos rasgos depende tanto del
medio ambiente
circundante como del propio carácter y personalidad
de la persona.
4. Lo normal y lo patológico y el criterio
estadístico
Aunque parezca una tautología, por
definición, lo normal es lo que es conforme a la norma.
Sin embargo la situación es relativamente más
compleja ya que cada civilización, sociedad, cultura y
subcultura tienen sus propios sistema de normas. Es lícito
preguntarse si fuese posible considerar algún caso como
patológico en una civilización o una cultura lo que
es normal en otra.
La cuestión es de gran importancia para la
etnopsiquiatría y la sociología de las enfermedades, porque aunque
enfermo y psiquiatra pertenezcan a la misma sociedad y tengan
como marco de referencia para la acción el mismo sistema
general de normas, la valoración y la
interpretación no son universales.
En cualquier sociedad existen ideas que aunque no son
explicitadas, son ampliamente compartidas. En una sociedad dada,
lo normal es que lo bueno sea lo deseable.
Una acción normal es una acción buena,
aprobada por la colectividad, de acuerdo con el ideal del
grupo y que
contribuya a la salud del organismo
social.
Así se encadenan tres ideas: normalidad, lo bueno
y lo sano. Su némesis es la que reúne anormalidad,
lo malo y lo patológico.
Estas tríadas están alojadas muy
fuertemente en las concepciones del sentido común, por lo
que para abarcar el problema de la "conducta desviada" resulta
imprescindible desprenderse de ellas.
El comportamiento
anormal es el que se desvía de la norma, es decir de la
tendencia central de una población, del comportamiento
general de los hombres de un grupo.
La estadística se funda sobre comportamientos
observables; a partir de ahí puede revelar las
desviaciones respecto de un tipo de comportamiento
considerado como normal
Sin embargo no debería definir como
patológico a un comportamiento
por el simple hecho de que se desvíe del comportamiento
general del grupo. Es manifiesta la importancia de más
allá de constatar la ocurrencia de una desviación,
encontrar la causa del fenómeno.
Es saludable no juzgar a otros actores (de otros
sistemas
sociales o de distintos subsistemas de la misma sociedad) a
través del propio sistema de valores o de los modelos
ideales de comportamiento propios.
Bibliografía
Consultada
- Clinard, Marshall (compilador); "Anomia y conducta
desviada", Ed. Paidós; Bs.As.; 1967. - Bastide, Roger "Sociología de las enfermedades mentales";
Ed. Siglo XXI; México; 1967. - Basaraglia, Carrino y otros "Psiquiatría,
Antipsiquiatría y orden manicomial"; Barral editores;
Barcelona; 1975. - Merton, Robert; "Teoría social y estructura
social"; Ed Paidós; Bs.As.; 1965. - Paz Gajardo y otros, "Diccionario
de ciencias
sociales y políticas" Ed. Puntosur; Bs.As;
1990. - Durkheim Emile; "El suicidio"; Ed.
Pléyade; Bs.As.; 1965.
Autor:
Lic. Mariano Fischer
Lic. en Sociología Universidad
Nacional de Cuyo
Argentina
Mfischer[arroba]topmail.com