Monografias.com > Economía
Descargar Imprimir Comentar Ver trabajos relacionados

La industria en Andalucía: el sector energético




Enviado por gloalza



Partes: 1, 2

     

    Indice
    1.
    Caracterización de la industria
    andaluza

    2. Rasgos
    básicos
    .

    4. Infaestructura
    energética

    5. Empresas andaluzas del
    sector energético

    6. Sociedad Eólica De
    Andalucía

    7.
    Bibliografía

    1.
    Caracterización de la industria
    andaluza

    La industria en la estructura
    productiva de Andalucía.
    La estructura
    productiva de la economía andaluza se
    ha caracterizado tradicionalmente por una elevada
    participación de las actividades agrarias, un sector
    industrial poco desarrollado y un notable peso de las actividades
    vinculadas a los servicios. No
    obstante, en los últimos años se han experimentado
    importantes cambios en la composición del valor
    añadido, produciéndose una pérdida de
    importancia relativa de la agricultura,
    mientras que se ha incrementado la participación de la
    construcción y, sobre todo de los servicios.

    En Andalucía existe una diferencia importante en
    el proceso de
    terciarización respecto a lo ocurrido en el resto de
    economías más avanzadas, donde ha sido el propio
    desarrollo
    industrial el que ha ocasionado la externalización de
    numerosas actividades, favoreciendo el desarrollo de
    los servicios.

    Entre los principales rasgos que caracterizan la
    estructura productiva de la economía andaluza
    destaca, por tanto, la menor entidad del sector industrial, que
    se pone de manifiesto en la reducida participación
    relativa en la producción y el empleo
    regionales.

    El Proceso De
    Industrialización En Andalucía.
    La
    industrialización hasta el plan de
    estabilización de 1959.
    La situación descrita de la industria andaluza no
    sólo se justifica por la propia dinámica reciente del desarrollo
    económico de la región, basada en el turismo y las actividades
    agroalimentarias, sino también por la tardía
    incorporación de Andalucía al proceso de
    industrialización que la economía española
    inicia a finales de los años cincuenta y por las propias
    características del modelo de
    industrialización seguido en el país en los
    años siguientes.

    En el siglo XIX se localizaron en la región las
    primeras industrias
    siderúrgicas y textiles del país. Ello
    permitía prever un favorable desarrollo industrial, de
    hecho, a mediados de siglo Andalucía era, tras
    Cataluña, la segunda región industrial
    española. Sin embargo, el proceso de
    industrialización en estos años no respondió
    a una verdadera transformación de la estructura social y
    económica de la región, sino que fue resultado de
    la inversión de capitales comerciales ante la
    existencia de determinados costes de oportunidad y una coyuntura
    económica propicia, lo que explica su escasa integración con el sistema
    productivo y su rápido desmoronamiento.

    Los primeros años del siglo XX se caracterizan
    por una cierta reactivación de la siderurgia y el sector
    textil algodonero. Pero esta recuperación no
    respondía a un proceso de reindustrialización, sino
    que fue resultado de una situación coyuntural favorable.
    Durante estos años se fue acentuando además la
    orientación de la industria andaluza hacia la
    transformación de productos
    agrarios.

    En los años cincuenta de este siglo se inicia en
    España
    una cierta industrialización. La liberalización
    económica que supuso el Plan de
    Estabilización de 1959, potenció un mayor
    desarrollo del sector; sin embargo este fenómeno no se
    reproduce en el ámbito regional, sino que Andalucía
    participa en la industrialización española
    suministrando mando de obra procedente de la agricultura.

    La industria en los años sesenta y setenta.
    En estos años buena parte del territorio regional se
    benefició de la aplicación de diversos instrumentos
    de promoción pública, aunque con
    desiguales resultados y con actuaciones más vinculadas, en
    algunos casos, a resolver graves situaciones de desempleo que a
    sentar unas bases sólidas para el desarrollo de la
    industria en la región. Los subsectores industriales en
    los que se basaban estas actuaciones, constituyen,
    fundamentalmente, industrias
    básicas y tradicionales, con procesos
    productivos poco avanzados y escasa modernización relativa
    en algunos casos, con una débil vinculación a los
    recursos y a la
    demanda de la
    región, y una escasa articulación con el sistema
    productivo, constituyendo verdaderos enclaves
    industriales.

    Otros rasgos característicos del proceso de
    industrialización de los años sesenta y setenta,
    que han afectado a la posición dependiente de la industria
    andaluza son: la fuerte dependencia de las inversiones
    extranjeras, que se orientan preferentemente hacia sectores
    estratégicos y actividades para las que la economía
    andaluza presenta ciertas ventajas competitivas; y la dependencia
    del exterior en cuanto a inputs intermedios y tecnología, que
    constituye un importante obstáculo para la mayor
    industrialización de la región, en tanto que la
    escasa capacidad de inversión implica la renovación de
    los procesos de
    producción.

    Por tanto, en Andalucía, cuya base
    económica ha sido fundamentalmente agraria, el modelo de
    desarrollo adoptado en estos años ha significado, en
    cierta medida, la marginación respecto al proceso de
    industrialización seguido en España,
    configurándose una industria desarticulada y subsidiaria
    de la nacional.

    Así, la grave crisis
    económica de mediados de los setenta afectó muy
    negativamente al sector industrial andaluz, reduciéndose
    significativamente su participación en el VAB regional, y
    destruyéndose un importante volumen de
    empleo.

    Durante esta etapa de recesión se produjeron,
    además, importantes transformaciones que afectaron al
    conjunto de la economía andaluza y, particularmente, al
    sector industrial. Las nuevas tendencias de la demanda y los
    cambios tecnológico explican las variaciones de la
    producción y los nuevos requerimientos de factores
    productivos.

    La industria andaluza en la década de los ochenta
    y primeros años noventa.
    La economía andaluza inicia la década de los
    ochenta en una situación de crisis
    generalizada. Exceptuando el débil
    crecimiento de los servicios, en todos los sectores se produjo
    una recesión productiva hasta 1985, que valorada en
    conjunto situaba a la economía andaluza en una
    posición relativa algo más desfavorable que la
    española.

    Sin embargo, en la segunda mitad de la década, se
    produce una expansión generalizada de todos los sectores
    productivos. Andalucía se incorpora, tardíamente,
    al avanzado ciclo de crecimiento de las economías
    occidentales, protagonizando un intenso crecimiento por encima de
    las economías de su entorno.

    El inicio de los años noventa supone una nueva
    inflexión de la actividad económica en el
    ámbito internacional que, con cierto retraso, ha afectado
    también a la economía andaluza.

    En el sector industrial se pueden distinguir tres etapas
    claramente diferenciadas. La crisis económica de los
    primeros años de la década afectó
    especialmente al sector industrial, que registró
    importantes pérdidas de empleo y una brusca
    reducción del VAB, siendo necesario acometer intensos
    procesos de reconversión.

    Durante el período de expansión iniciado a
    mediados de la década, la industria ha jugado un papel
    destacado, no sólo porque ha mejorado su situación
    de debilidad relativa en el sistema productivo andaluz, sino
    porque se han ido desarrollando actividades dinámicas y
    con buenas perspectivas de futuro, a la vez que se han producido
    transformaciones de cierta entidad. Sin embargo, desde 1990, la
    nueva etapa de bajo crecimiento ha determinado que la
    aportación de este sector al crecimiento de la
    economía andaluza haya ido disminuyendo.

    La evolución de la industria andaluza, en
    términos generales, y según se observa en el cuadro
    1, no presenta grandes diferencias respecto al conjunto nacional,
    aunque es importante señalar que si bien la
    recesión industrial fue más profunda en
    Andalucía que en el resto del país, también
    la recuperación del sector ha sido más
    intensa.

    En el período 1980-84 el valor
    añadido bruto de la industria andaluza experimenta un
    descenso anual acumulativo en términos reales del 1,4%. La
    escasa diversificación y la fuerte especialización
    en sectores tradicionales, que resultaron ser los más
    sensibles a la crisis, o la mayor competencia
    internacional y el deterioro del comercio
    exterior, fueron factores que contribuyeron a agravar la
    situación en estos años, surgiendo la necesidad de
    acometer procesos de reconversión con las consiguientes
    reducciones de la capacidad productiva y del empleo.

    C.N.A.E.

    Andalucía

    España

    1985

    1990

    1985

    1990

    11-15

    Energía

    15,0

    112,2

    18,2

    16,3

    16

    Agua

    1,2

    1,7

    0,9

    1,1

    DIV. 1

    ENERGÍA Y AGUA

    16,2

    13,8

    19,1

    17,4

    21

    Minerales metálicos

    1,8

    2,2

    0,3

    0,3

    22

    Prod. y 1ª transf. Met.

    5,6

    3,1

    4,6

    3,5

    23

    Miner. No metálicos

    1,4

    1,8

    0,7

    1,2

    24

    Indust. Miner. No met.

    6,7

    8,1

    5,7

    6,2

    25

    Industria química

    12,2

    7,7

    9,1

    8,5

    DIV. 2

    EXTRACC. TRANS.

    MINER. NO ENERG.

    27,7

    22,8

    20,5

    19,7

    31

    Fabr. Prod. metálicos

    5,5

    4,0

    7,5

    7,5

    32,33,39

    Maquinar. y equipos

    1,8

    1,3

    4,7

    4,7

    34,35

    Mat. eléct. y electrón.

    1,9

    2,1

    5,1

    5,7

    36-38

    Material transporte

    3,1

    12,9

    6,9

    9,7

    DIV. 3

    INDUST. TRANSF. M.

    12,2

    20,4

    24,3

    27,7

    41,42

    Alimen,bebidas, tabaco

    31,9

    30,1

    15,5

    14,5

    43,453-4

    Textil y confección

    4,5

    4,1

    5,9

    5,2

    44,451,4

    Calzado y cuero

    0,4

    0,4

    1,7

    1,3

    46

    Madera,corcho,muebl.

    2,2

    2,4

    3,3

    3,5

    47

    Papel, artes gráficas

    3,6

    4,2

    5,3

    6,1

    48

    Transf. caucho

    1,0

    1,0

    3,5

    3,7

    49

    Otras ind. manufact.

    0,4

    0,6

    0,7

    0,8

    DIV. 4

    OTRAS INDUSTRIAS MANUFACTURERAS

    43,9

    43,0

    36,0

    35,3

    TOTAL

    100,0

    100,0

    100,0

    100,0

    CUADRO 1. VAB Industrial.
    1985-1990

    VAB de cada sector en relación al total
    (Porcentaje)

    En 1985 el sector crece un 9,4% y en los años
    siguientes esta recuperación va a ser, además,
    más intensa que la registrada, no sólo a nivel
    nacional, sino también en los restantes países
    comunitarios. Desempeñando el sector industrial un
    papel
    determinante en la expansión de la economía
    andaluza. A partir de este año la ocupación
    industrial aumenta a un ritmo del 3,7% anual que, aun siendo
    importante, manifiesta que el sector industrial tenía
    ciertas limitaciones en su capacidad de generación de
    empleo.
    La inversión exterior, por otro lado, también ha
    sido creciente en el sector industrial en esos años,
    orientándose preferentemente hacia sectores con cierto
    grado de especialización y ventajas comparativas.
    Desde una perspectiva sectorial, el comportamiento
    positivo de la segunda mitad de la década se explica por
    la importante presencia de los sectores con mayor crecimiento a
    nivel nacional y por la menor presencia de industrias con mayores
    dificultades para incorporarse a la expansión. Es decir,
    en estos años la industria andaluza no ha tenido una
    dinámica propia, sino que se concentra en
    ramas industriales con gran crecimiento a nivel
    nacional.

    El final de la década, sin embargo, marcó
    el fin del ciclo expansivo de la industria andaluza, con un
    cierto retraso respecto a la evolución del sector a nivel internacional.
    Ello es debido al menos a tres razones:

    • La debilidad de la demanda interior.
    • La atonía de la economía
      internacional, que no ha permitido mejorar el comercio
      exterior de productos
      industriales.
    • El retroceso de la inversión que, si bien
      durante la segunda mitad de los ochenta había sido
      determinante en el crecimiento de la producción y el
      empleo industriales, su desaceleración en los primeros
      años de la década de los noventa está
      limitando su consolidación.

    2. Rasgos
    básicos.

    La menor importancia relativa de la industria en la
    estructura productiva andaluza se justifica por la presencia de
    ciertos factores que, aunque han tenido importantes
    transformaciones en los últimos años, caracterizan
    todavía un sector industrial menos desarrollado respecto a
    otros espacios económicos de su entorno.

    Localización.
    La industria andaluza está desigualmente distribuida en el
    territorio, destacando la fuerte concentración en pocas
    zonas de la región y la existencia de determinados
    núcleos de especialización.
    La mayor concentración industrial se produce en el
    área occidental, destacando el triángulo
    constituido por Sevilla, Huelva y Cádiz. En Sevilla se
    genera el 24,4% del valor añadido de la industria
    andaluza, su tejido industrial está bastante
    diversificado, ya que están representadas la mayor parte
    de las actividades industriales. Huelva constituye, asimismo, una
    de las principales áreas industriales de la región:
    genera un 9,8% del valor añadido bruto industrial en 1989.
    En Cádiz (28% del VAB) destaca el elevado número
    medio de trabajadores por empresa, debido a
    la existencia de empresas de gran
    tamaño. No obstante se caracteriza, asimismo, por la
    escasa diversificación subsectorial y la elevada
    concentración espacial de estas actividades.

    La provincia de Málaga concentra el 10,7% del
    valor añadido industrial de la región y el 14,6%
    del empleo. Lo más destacable en esta provincia es la
    escasa representatividad de los subsectores energéticos,
    extractivos, y de producción y transformación de
    metales, y la
    importante concentración de industrias perteneciente al
    subsector eléctrico-electrónico.

    En el resto de la región la presencia de
    actividades industriales es considerablemente menor, aunque no se
    debe olvidar la existencia de un importante área
    industrial en Jaén, especialmente en los sectores de la
    automoción y alimentación y en
    otros como en la industria farmacéutica y la electrónica.

    Especialización productiva.

    La aportación de los distintos subsectores al VAB
    industrial y su comparación con el conjunto nacional,
    reflejan que la industria andaluza está menos
    diversificada que la española, concentrando su
    producción en pocas actividades y manifestando por tanto,
    una elevada especialización interna.

    La distribución subsectorial explica alguna de
    las características relevantes de la industria andaluza.
    El cuadro 2 pone de manifiesto la conocida especialización
    de la industria andaluza en el subsector de alimentación, bebidas
    y tabaco. Un examen
    más desagregado pone de manifiesto que la
    producción de energía es la actividad que aporta
    más valor añadido al sector industrial (por ello
    será estudiada con mayor detalle posteriormente), seguida
    del material de transporte;
    aceites y grasa vegetales; cementos, cales y yesos; cerveceras;
    confección; panadería y bollería y bebidas
    alcohólicas.
    Las actividades más escasamente representadas en
    Andalucía en términos relativos son la
    fabricación de instrumentos de óptica
    y precisión, productos farmaceúticos, productos
    químicos para el consumo final,
    maquinaria y material eléctrico y
    electrónico.

    1980

    1994

    Subsector

    %VAB

    %And/Esp

    (1)

    %VAB

    %And/Esp

    (1)

    Productos Energéticos

    24,97

    13,6

    1,00

    27,20

    12,9

    1,02

    Mineral y met. férreos o no

    4,90

    8,8

    0,65

    4,38

    12,6

    1,00

    Miner. no met. y pdtos. der.

    13,27

    17,9

    1,32

    7,01

    10,6

    0,84

    Productos Químicos

    5,32

    8,0

    0,59

    6,32

    6,9

    0,55

    Pdtos. met, máq. y mat. el.

    6,83

    4,6

    0,34

    7,91

    4,6

    0,36

    Material de transporte

    5,70

    8,0

    0,59

    6,67

    8,1

    0,64

    Alimentos, bebidas y tabaco

    27,28

    17,9

    1,32

    28,91

    17,5

    1,38

    Textil, cuero, calzado y vest.

    5,58

    6,1

    0,45

    5,13

    5,9

    0,47

    Papel, art. de papel e impr.

    2,38

    6,0

    0,44

    2,68

    5,4

    0,43

    Productos de industrias div.

    3,78

    4,9

    0,36

    3,79

    4,8

    0,38

    TOTAL

    100

    10,4

    100

    9,6

    CUADRO 2. Especialización
    subsectorial de la industria andaluza.

    Indice de especialización.

    Tamaño de las empresas.
    La industria andaluza presenta un reducido tamaño medio,
    si se considera el número de ocupados por establecimiento.
    Así, en 1990, el número medio de empleados por
    establecimiento industrial en Andalucía era un 22%
    inferior al promedio nacional, donde la industria emplea a unas
    13,4 personas por establecimiento.

    Esta baja dimensión media, pone de manifiesto la
    escasa importancia de grandes empresas industriales en la
    región y la fuerte proliferación de pequeñas
    y medianas empresas con tradición familiar y, en muchos
    casos, de carácter
    artesanal.

    En consonancia con la especialización productiva
    de la industria andaluza, las mayores dimensiones se dan entre
    las industrias más vinculadas a los recursos
    naturales: industrias extractivas de minerales
    metálicos, producción y primera
    transformación de metales, e
    industrias agroalimentarias. Sin embargo, las actividades
    industriales que requieren un proceso de transformación
    más avanzado, presentan un tamaño relativamente
    inferior.

    Un aspecto importante a señalar es que los
    establecimientos de mayor dimensión pertenecen en su
    inmensa mayoría a empresas de capital
    exterior o público. Estas características de la
    propiedad
    suele tener una correspondencia con el bajo nivel de
    autonomía de las grandes plantas
    industriales andaluzas y a la preponderante vinculación
    productiva con el exterior, lo que caracteriza a la
    mayoría de los grandes establecimientos industriales
    andaluces como "industrias de enclave", con escasa
    vinculación productiva con el entorno, explotadora de
    recursos
    naturales, con escasa actividad de I+D y alejada de las
    decisiones estratégicas de los grupos
    empresariales a los que pertenecen. Por el contrario, las
    pequeñas empresas son eminentemente de propiedad
    regional.

    El reducido tamaño medio de los establecimientos
    industriales se relaciona también con la ineficacia
    productiva y las dificultades para rentabilizar economías
    de escala, siendo
    poco adecuado a las necesidades de competitividad.

    Rama de Actividad C.N.A.E.

    Micro (0-9)

    Pequeñas (10-50)

    Medianas (50-250)

    Grandes (+250)

    Totales

    1. Energía y agua

    17,14%

    37,14%

    31,43%

    14,29%

    100,00%

    2. Extracción y min.

    39,39%

    52,61%

    6,06%

    1,94%

    100,00%

    3. Industr. Transf.

    56,80%

    36,57%

    4,85%

    1,78%

    100,00%

    4. Otras Industrias

    41,38%

    48,23%

    8,95%

    1,43%

    100,00%

    TOTAL INDUSTRIA

    43,80%

    46,71%

    7,79%

    1,70%

    100,00%

    CUADRO 3. Tamaño de las Empresas
    Industriales en función
    del número de trabajadores.1992

    Articulación productiva.
    Otro factor que caracteriza a la industria andaluza, es su
    débil articulación interna y con el resto del
    sistema productivo de la región.
    En términos globales, la capacidad del sector industrial
    de contribuir al crecimiento general de la economía
    está en torno a la media
    de todos los sectores productivos. Sin embargo, existen una serie
    de ramas industriales, que son las extractivas, producción
    y primera transformación de metales, energía
    eléctrica, y refino de petróleo,
    en las que la capacidad de contribución al crecimiento
    general de la economía es especialmente elevada, por ello,
    se puede afirmar que la economía andaluza tiene una gran
    dependencia de estas producciones industriales. Sin embargo, en
    general, no existe una buena articulación interna, ya que
    la economía depende mucho de ellas pero se abastece
    principalmente del exterior, especialmente en el caso de la
    producción y primera transformación de
    metales.

    Por otro lado, y en cuanto a la capacidad de generar
    efectos de arrastre, globalmente la media del sector industrial
    es algo superior a la del conjunto del sistema productivo, sin
    que se puedan apreciar grandes diferencias entre las distintas
    ramas productivas. Tan sólo se pueden destacar el textil,
    la química
    básica, las industrias cárnicas, la
    producción y primera transformación de metales, y
    los productos químicos para la agricultura, ya que el
    consumo de
    bienes
    intermedios que realiza del resto de las ramas productivas por
    unidad de producto, es
    relativamente más elevado. No obstante, se aprecian
    filtraciones hacia el exterior, dirigiéndose la demanda de
    inputs intermedios fundamentalmente hacia el resto de
    España y el extranjero.

    Tecnología.
    El menor desarrollo tecnológico relativo de las industrias
    andaluzas se manifiesta, tanto si se considera el grado de
    incorporación y producción de nuevas
    tecnologías, como la capacidad de investigación de las empresas. En la
    industria andaluza es muy limitado el uso de nuevas
    tecnologías, destacando la escasa producción de
    innovaciones. Además, esta situación se debe, no
    sólo a la propia naturaleza de las
    industrias localizadas en la región, sino también a
    la escasa inversión que realizan en investigación y desarrollo.

    Las empresas con disponibilidad de recursos
    tecnológicos más avanzados se concentran
    principalmente en las actividades industriales más
    tradicionales, destacando entre otras las industrias
    metalúrgicas y agroalimentarias y, en menor medida, las
    actividades de electrónica e informática, química, minería y
    textil.

    En cuanto a la producción de tecnología, el
    reducido número de patentes desarrolladas por la industria
    andaluza indica que el nivel de innovación tecnológica es muy
    limitada. En este aspecto, además, se reproduce la
    concentración en las industrias de larga
    implantación a la que se ha hecho referencia al analizar
    la utilización de tecnologías, de manera que el
    68,5% de las patentes desarrolladas se han producido en la
    industria agroalimentaria.

    Por otro lado, los recursos destinados a la investigación científica son muy
    limitados. Aunque la situación relativa es aún
    más deficiente si nos centramos en la investigación
    empresarial.

    Por último, destacar el papel jugado, durante los
    últimos años, por la
    Administración, mediante una intensa política de
    incentivación de la inversión y
    modernización tecnológica de Andalucía, y de
    atracción de capitales foráneos.

    Productividad.
    La productividad
    aparente del factor trabajo en la industria andaluza, medida por
    el valor añadido bruto por ocupado, no presenta, en
    términos globales, diferencias sustanciales respecto al
    conjunto de la industria nacional. No obstante, subsectorialmente
    sí existen fuertes contrastes. Las actividades de
    extracción y transformación de metales presentan en
    líneas generales los mayores niveles de productividad en
    relación con la industria nacional, sobre todo en
    química.

    CUADRO 4. Productividad del Trabajo. 1990

    C.N.A.E.

    Andalucía

    España

    11-15

    Energía

    14,6

    15,7

    16

    Agua

    3,9

    3,5

    DIV. 1

    ENERGÍA Y AGUA

    10,9

    12,9

    21

    Minerales metálicos

    8,6

    7,5

    22

    Prod. y 1ª transf. met.

    7,4

    6,1

    23

    Miner. No metálicos

    4,8

    4,0

    24

    Indust. miner. No metálicos

    5,1

    4,9

    25

    Industria química

    9,4

    7,4

    DIV. 2

    EXTRACC. TRANSF. MIN. NO
    ENERGÉTICOS

    6,7

    5,9

    31

    Fabr. prod. Metálicos

    2,6

    3,4

    32,33,39

    Maquinaria y equipos

    3,1

    4,2

    34,35

    Mat. eléct. y
    electrónico

    4,9

    5,4

    36-38

    Material de transporte

    6,5

    5,2

    DIV. 3

    IND. TRANSF. METALES

    4,6

    4,4

    41,42

    Aliment. Bebidas y tabaco

    4,6

    4,3

    43,453-4

    Textil y confección

    2,1

    2,7

    44,451,4

    Calzado y cuero

    1,9

    2,8

    46

    Madera, corcho y muebles

    1,8

    2,3

    47

    Papel, artes gráficas

    4,2

    5,1

    48

    Transf. Caucho

    3,4

    4,0

    49

    Otras Indust. Manufact.

    3,0

    3,6

    DIV. 4

    OTRAS INDUSTRIAS MANUFACTURERAS

    3,7

    3,7

    TOTAL INDUSTRIAS

    4,8

    4,9

     

    En sentido contrario, los menores niveles relativos de
    productividad corresponden a la mayoría de las denominadas
    industrias manufactureras y, especialmente, al calzado y cuero,
    papel y artes gráficas, madera, y al
    sector textil.
    Al igual que ocurre en las industrias nacionales, en
    Andalucía existen también fuertes diferencias entre
    los distintos sectores en Andalucía, lo que se explica,
    por una parte, por las propias características productivas
    de los distintos sectores y, por otra, por la coexistencia de
    sectores con ciertos rasgos de modernidad,
    frente a otros de carácter
    más artesanal. En este sentido, la industria andaluza
    presenta mayores niveles de productividad en aquellos sectores en
    los que está más especializada. Sin embargo, los
    menores niveles corresponden a las industrias manufactureras, que
    tienen un peso relativo.

    Sector público industrial.
    La mayor presencia relativa del sector
    público respecto al promedio nacional constituye otro
    rasgo característico del sector industrial en
    Andalucía.
    El sector
    público de la industria andaluza lo componen, por un
    lado, un conjunto de empresas públicas estatales y por
    otro, empresas públicas de titularidad
    autonómica.
    De todas ellas, las empresas del grupo
    INI-TENEO son las que tienen mayor incidencia sobre la industria
    andaluza, tanto por el número de trabajadores y volumen de
    inversiones,
    como por el importante efecto inducido que algunas de ellas
    ejercen sobre otras empresas productivas del sector.

    Las industrias del grupo INI
    ubicadas en Andalucía son, en su mayoría,
    industrias manufactureras. Concretamente, los sectores
    industriales con mayor presencia son los relacionados con
    actividades como defensa; construcción naval y reparaciones; y
    aeronáutico, donde la actuación del sector
    público se justifica por la necesidad de producir
    determinados bienes o de
    realizar inversiones que la empresa
    privada no puede acometer.

    La presencia de estas industrias en Andalucía es
    importante, no sólo por el empleo que generan en la
    región, sino también por pertenecer a sectores
    estratégicos para el desarrollo industrial andaluz y con
    capacidad de generar efectos inducidos sobre otros
    sectores.

    Partes: 1, 2

    Página siguiente 

    Nota al lector: es posible que esta página no contenga todos los componentes del trabajo original (pies de página, avanzadas formulas matemáticas, esquemas o tablas complejas, etc.). Recuerde que para ver el trabajo en su versión original completa, puede descargarlo desde el menú superior.

    Todos los documentos disponibles en este sitio expresan los puntos de vista de sus respectivos autores y no de Monografias.com. El objetivo de Monografias.com es poner el conocimiento a disposición de toda su comunidad. Queda bajo la responsabilidad de cada lector el eventual uso que se le de a esta información. Asimismo, es obligatoria la cita del autor del contenido y de Monografias.com como fuentes de información.

    Categorias
    Newsletter