Antecedentes históricos de las relaciones entre el estado, la universidad y la sociedad en Bolivia
Indice
1.
Introducción
2. La educación Superior en la
Colonia
3. El proceso de la Reforma
Universitaria. 1928-1931
4. A manera de
conclusión
5. Bibliografía
Citada
1. Introducción
Para explicar un fenómeno social, en este caso
particular la educación
superior boliviana, se debe primero establecer que tal
fenómeno siempre esta situado en un lugar especifico y un
momento determinado. Para llegar a entender el fenómeno
educativo actual, debemos remontarnos hasta sus formas más
primitivas y más simples; explicar las características por las cuales se definen
en cada "estrato" histórico el cual lo limita, para luego
poder
identificarlo y definirlo en el proceso de su
desarrollo,
contemplarlo y acompañarlo en su progresiva
complejización.
Este recorrido supone una serie de etapas y periodos
que, si bien tienen un orden cronológico, estos solo se
tomaran en cuenta en la medida que se ubiquen en los momentos de
ruptura con un orden establecido, lo cual nos permitirá
apreciar los nuevos postulados educativos de una manera
comparativa y critica; además de mostrar que la evolución del fenómeno educativo no
es ni mucho menos en una dirección lineal o ascendente, como lo
sugiere los esquemas tradicionales de análisis histórico, sino que bien
podríamos encontrarnos con proceso
cíclicos y, entonces, observar que el presente que
conocemos y vivimos, se fue configurando también por
procesos de
involución.
Este documento es un abstract del trabajo de investigación histórica sobre las
transformaciones educativas en el marco social y del Estado
boliviano, cuyo trabajo íntegro está disponible en
la biblioteca de
Formación Docente, el objetivo es
aportar con el dato histórico a un proyecto mayor:
el de las relaciones Estado –
Universidad
– Sociedad, el cual
será importante para completar el panorama educativo en la
actual Bolivia.
Antecedentes de la institución educativa en
Bolivia
El marco educativo Colonial
La postura epistemología, desde la cual se encara el
problema de la educación, es
decisiva para la generación de teorías
pedagógicas que sustenten y den coherencia al proceso.
Vamos a entender el aspecto epistemológico en educación como
construcciones discursivas que organizan, consciente o
inconsciente las practicas educativas (Puigros, 1994), en este
sentido; es encontrarse con la "educatio" latina, la cual
impregnada de la escolástica (dominante en el proceso
educativo en la España
Imperial) alude, a partir del viejo mito del
Prometeo, a la necesidad humana de complementarse y ante todo de
conocer como medio de alcanzar la plenitud.
Las teorías
sobre la
educación que llegan al Alto Perú, se
encuentran dentro de esta línea escolástica; en la
tradición tomista la educación fue
concebida como la conducción del alumno por el maestro con
un sentido intelectual y verbalista. En la colonia
española la educación cobró el sentido
normativo de conducción cuando se dirigió al pueblo
y de enseñanza cuando sus destinatarios eran
españoles, criollos o el clero. Tal concepción no
cambio en nada
pese a que, en 1657, Comenio produce la ruptura entre las
concepciones medievales de educación, llevándola al
campo empirista de Bacon y constituyéndose en el pilar de
la educación moderna.
En 1762 Rousseau ubica
a la educación dentro los márgenes de la socialización: individuo-sociedad.
Tendrían que transcurrir un siglo para que en
Sudamérica Simón Rodríguez (y más
tarde los argentinos de la generación del 37) recoja del
"Emilio" sentidos diversos que conllevan diferentes concepciones
sobre las relacione entre la educación y la sociedad, la
educación y el
Estado.
En los albores de la independencia
Simón Rodríguez inauguro un liberalismo en
la educación latinoamericana, cuyo contenido
democrático funcionó como denuncia de la
subordinación de la educación a la lógica
del poder. Esta
idea será reforzada en 1814 con Saint-Simon, que es
leído por numerosos liberales latinoamericanos,
especialmente chilenos, desde entonces la educación
estaría ligada a la tarea de integración entre individuo y organismo
social y a la consolidación del Estado Nación.
Características de la Educación
Colonial
Desde su implementación la educación siempre
funciono como un verdadero y eficiente aparato ideológico
del poder (Althusser, 1970), y como tal, reprodujo las relaciones
de dominación colonial; la característica principal son las pocas
innovaciones en las colonias americanas en el campo educativo,
esto se traduce en el echo de que son contadas las políticas
educacionales por parte de las autoridades reales
españolas o por la iglesia
católica.
"Durante el coloniaje poco hay que decir acerca de la
instrucción, que llegaba desde la península,
interferida y dispuesta al sostenimiento y estabilidad del
régimen español",
estas palabras expresan lo que significo el periodo colonial en
materia
educativa, solo un privilegio para españoles o hijos de
españoles, o para los que contaban con un título de
blancura.
El monopolio de
la instrucción estaba en manos de la Iglesia
Católica, la cual transmitía sus escasos
conocimientos para habilitar estudiantes a las carreras
eclesiásticas o de leyes, las
únicas en la Universidad colonial. El resto de la población estaba completamente privada de
la atención de la instrucción
verbalista, al respecto Enrique Finot anota: "El método
escolástico presidía la enseñanza, y la juventud
formada bajo tal sistema era lo
que tenia forzosamente que ser…inepta para todo asunto de
trascendencia práctica".
El modelo
educativo en la colonia era el memoristico, el contenido
educativo se reducía a dos divisiones de las artes
liberales: el Trivium (Gramática, lógica
y retórica) y el Cuadrivium (música,
aritmética, geometría
y astronomía). Como es evidente la
enseñanza colonial estaba en total discordancia con los
progresos pedagógicos, científicos y naturales del
siglo XVIII, se identificaba con el geocentrismo y para la
explicación de los fenómenos naturales se bastaba
con las sagradas escrituras.
Pero tal vez la característica central de esa
educación colonial la aportaba el eurocentrismo, esas
categorías mentales estructuradas en milenios y siglos
(Rojas, 1993) que propiciaron una visión muy particular
que marginaba totalmente al hombre
americano de lo humano (de lo humano europeo).
La educación colonial tenia su punto de partida en el
eurocentrismo, Rojas Aspiazu comprenderá la permanencia
esta la actualidad de esa mirada invisivilizadora de Colon, esa
que lo hacia describir al hombre que
encontró como parte del paisaje.
La educación en la colonia es la respuesta a la
discusión entre Sepúlveda y Las Casas sobre la
naturaleza
subhumana del hombre americano: el americano es perfectible, hay
que adoctrinarlo para que su cualidad humana se
complete.
La Educación en el Periodo Republicano
Ignoraba al indio. La república, además,
nacía en la miseria. No podía permitirse el lujo de
una amplia política
educacional". José Carlos Mariátegui.
La independencia
fue una ruptura en la estructura de
poder colonial producida por la decadencia en la que se
encontraba la metrópoli a fines del siglo XVIII e
inversamente por los avances políticos que se manifestaban
en las colonias debido de la agudización de las
contradicciones entre los intereses de los criollos y capas
dirigentes locales, con la Corona y con sus autoridades en el
Nuevo Mundo.
Con la independencia de la República de Bolivia, las
capas dominantes republicanas, simplemente sustituyeron la
estructura de
poder colonial, razón por la cual los valores y
la visión de la educación colonial sobrevivieron a
su tiempo y se
constituyeron una barrera impenetrable, los criollos se vieron
como los herederos de los valores, usos
y costumbres y practicas sociales coloniales que posteriormente,
en la practica educativa, se fueron perpetuando.
La ideología dominante llevaba
implícita la exaltación de los valores
hispánicos y el desprecio por el elemento indígena
y por el trabajo
manual. El
"doctorismo" expresado por el apego por los títulos
académicos, la sobrevaloración de la lengua
castellana y negación de las lenguas indígenas, su
marginamiento lingüístico del sistema escolar
al igual que la marginación de la mujer de los
beneficios de la educación por prejuicios de tipo moral y
religioso fueron las características constitutivas de la
educación republicana.
Estos elementos servían como justificación
a la rígida estamentarización social la cual
expresaba la supremacía del criollo en la jerarquía
social y el relajamiento del indígena a una abyecta y
degradante condición social y humana. El racismo
será el componente fundamental de la ideología conservadora cuyo exponente
principal fue el intelectual cruceño Gabriel René
Moreno.
En la etapa republicana el monto económico
destinado a la instrucción, según Bernardo
Monteagudo, para una población de 9000.000 habitantes, una
extensión territorial de 3 millones de kms. cuadrados y un
presupuesto
nacional de 2.3000.000 $ febles, se destinaban a
Instrucción y Beneficencia la suma de 185.905 $ y para el
Ejercito 1.314.000$. Estos datos guardan
relación con los que dos siglos después muestran
los gastos de algunos
de los últimos gobiernos: la prioridad en el gasto publico
no la tiene la educación.
El dato puede ser complementado con el de la
población escolar de ese entonces: según
cálculos aproximados, no alcanzaban a 300 escolares en
toda la república (y como cruel paradoja) él
ejercito pasaba de 5000 plazas.
No existe en los primeros años de la
república la instrucción primaria como tal, como
tampoco existe un Ministerio de Instrucción, no existe una
sola imprenta en el país; como resultado de este hecho la
sociedad boliviana de los primeros años de la
república sencillamente no lee, el pueblo mucho
menos.
Características educativas en los primeros
años de la República.
El más firme intento de romper el horizonte
colonial mediante la educación popular es la obra de
Simón Rodríguez; es un intento por universalizar la
educación, extenderla a todos los sectores sociales; estas
y otras ideas están implícitas en el Primer
Estatuto Educativo (Modelo Liberal
Libertario) diseñado por Don Simón
Rodríguez, en su condición de (primer) Director
General de Educación en Bolivia.
Este estatuto presenta las ideas más progresistas
de su época: concibe a la educación como
transformadora y formadora de los nuevos hombres americanos. El
contenido de la educación estaba impregnado de un alto
componente cívico, dado el compromiso de Simón
Rodríguez con una educación democrática e
igualitaria, postulados que se llevaron, en parte, a la
práctica con las escuelas para todas las clases por
más humildes y bajas en la escala social,
ellas tenían derecho a la educación.
El énfasis esta en la formación de las
escuelas-taller y relacionar de esta manera la educación
con el desarrollo
productivo, dispone la creación de las primeras escuelas
de mineralogía en La Paz y Potosí. Pero todo este
proyecto y sus
pocas escuelas tuvieron una efímera vida y nunca lograron
romper con los cánones de la educación de toga y
sotana.
Rodríguez es el primer innovador educativo en
América
Latina, conoció de presencia la obra de Lancaster y de
Pestallozzi y elaboro propuestas innovadoras y de
adaptación a las estrategias y
métodos
elaborados por ellos. La pedagogía activa funciona como modelo
teórico de Rodríguez, queriendo más educar
que instruir. Se intenta proyectar una educación
crítica, donde el hombre sea
educado para el ejercicio de su libertad y sus
derechos y
obligaciones
de ciudadano. Su pedagogía tenia dos principios
básicos obtenidos del "Emilio": naturaleza y
libertad.
El Método de
Aprendizaje
activo facultaba suprimir los programas
autoritarios y se centraban en los intereses del niño, tan
de moda en
Europa. Los
móviles psicopedagógicos de su programa eran:
Educación Popular, Coeducación, Gobierno Propio,
Trabajos Manuales,
Educación
Sexual, Educación Laica y Educación
Económica. Sobre el Sistema de Evaluación
no existe información sobre las escuelas primarias y
secundarias y en la Formación Docente se trabaja con
personas voluntarias. Todos estos intentos no pudieron romper con
la ideología dominante criolla, la cual termino
imponiéndose expulsando y clausurando las escuelas de
Rodríguez, procediendo a anular los contenido populares y
poner en su lugar asignaturas retóricas.
La concepción educativa cambia a partir de los
Gobiernos de Santa Cruz y Ballivían, para responder a una
concepción elitaria y extrangerizante, se inicia el
peregrinaje de la educación en la historia del país,
por ejemplo en un primero momento se asigna a los consejos
municipales atribuciones educativas especificas, como proponer
directores de escuelas, cuidar locales, para luego con el decreto
del 13 de octubre de 1841 dejar la instrucción primaria al
cuidado de los intendentes de policía, por el espacio de
algún tiempo.
Los grandes principios
pedagógicos y morales de la época tienen como fondo
el que "la letra entra con sangre", "el
niño no debe de jugar, no debe ser inquieto, debe de estar
sentado en un rincón, debe hacer y oír todo lo que
se le diga, debe estar sin hablar, el preguntar es mala
crianza,…los niños
no deben bañarse nunca porque la suciedad es una virtud
cuyo beneficio es el olor a santidad, no deben ir de paseo, ni
estar en reuniones con sus compañeros porque se alejan del
camino de la castidad y la virtud…."
La metodología pedagógica se basaba en
el método Lancaster, que consistía en el uso de los
alumnos avanzados como monitores que
"vigilaban" a sus compañeros prestando ayuda o
explicación y cumpliendo encargos de los maestros. Tal
metodología se complementó con los
policopiados que distribuían los maestros, un intento de
superar los clásicos dictados y las evaluaciones no eran
otra cosa que la repetición memorística de lo dicho
o escrito por el maestro. Los planes y programas de
estudio mantenían sus características orientadas a
las ciencias
jurídicas, teológicas y médicas descuidando
por completo los colegios de ciencia y
artes.
En 1841 el país cuenta con 60 escuelas primarias,
todas destinadas a la élite, con una población
escolar de 4.000 niños
que aprendían rudimentos de la lectura,
escritura,
gramática, versificación y literatura, "…todo de
memoria, de
viva voz del maestro, quien tenia constantemente empuñada
la cruel palmeta, terror y martirio del niño, y colgado
junto a su mesa, el látigo, signo de oprobio y esclavitud, con
que eran vapuleados los inocentes e indefensos escolares, por la
autoridad
brutal del maestro…" (Calvimonte, 1937).
Este momento en el desarrollo de la educación
boliviana se complemento con la promulgación en los
años 1845-1946 del "Estatuto Frias", modelo educativo que
retoma las viejas concepciones y practicas educativas del periodo
colonial: obligatoriedad de aprender el latín junto al
ingles, francés, alemán y castellano.
Estableciéndose la memorización como el mejor medio
para el
aprendizaje.
Como el propósito central del documento es
describir la construcción histórica entre las
relaciones Estado-Universidad, no vamos a detenernos en un
análisis sobre la escuela
boliviana, tema que se encuentra en el documento final sobre el
desarrollo histórico de la educación boliviana en
general.
Resumiendo, la educación en la colonia y en los primeros
años de la República fue tomada por el poder como
un eficiente mecanismo de legitimación y reproducción social. Si bien es cierto
personas como Simón Rodríguez, o Belzu trataron de
democratizarla y reforzarla, no son una excepción a la
regla del total desinterés por el tema educativo,
elementos pedagógicos o didácticos están
fuera de las reformas ensayadas a lo largo de la historia de la
educación boliviana.
Por otra parte, reformas estructurales de la
educación como en el periodo liberal y el del nacionalismo
revolucionario respondieron más que a una
preocupación del estado por el deterioro educativo, un
complemento de las reformas societales ensayadas por entonces, la
primera para apuntar a la tan deseada modernidad y la
otra al proyecto homogeneizador del nacionalismo.
En el análisis sobre las políticas
educativas en Bolivia, documento central, se volverá sobre
el tema de la educación primaria desde un análisis
comparativo de la actual reforma educativa, y en el cual surgen
nuevos actores junto al Estado y las instituciones
de educación, con el cual se complementara el documento
para su discusión.
2. La educación
Superior en la Colonia
Básicamente el proceso de construcción de la educación
superior en la colonia, toma el mismo rumbo que la
educación primaria y secundaria, manteniendo su
característica excluyente, elitista y como mecanismo de
reproducción social.
Uno de los problemas con
los que tropezamos en esta parte de la investigación es la casi total inexistencia
de información, en nuestro medio, de lo que
fue el desarrollo de la educación superior en el periodo
colonial, por tal razón nos vamos a limitar al
análisis del caso alto peruano, es así que
encontramos algunos documentos que en
cierta manera nos remitan al hecho fúndante del
proceso.
En 1621 los Jesuitas crearon el Colegio de San Bernardo,
en cuyo establecimiento lograron la apertura de la Universidad de
San Francisco Xavier de Chuquisaca en 1624, teniendo como
orientación fundamental la teológica.
Teología moral, de
Artes, Latín y la lengua
aymará con el objetivo
catequético, todo esto nos confirma que no fue en todo
caso un ámbito de investigación científica, sino todo
lo contrario; el Latín y el tomismo limitaban su
acción configurando claramente su panorama
escolásticamente.
En 1681 se logro introducir tres asignaturas de jurisprudencia
como resultado de la necesidad administrativa de la colonia y la
codificación del Derecho Indiano. Iniciándose desde
entonces el sesgo jurista en la conciencia
social. En 1757 Carlos III organizo la Escuela de
Metalurgia,
aunque esta nunca aporto o introdujo innovaciones
tecnológicas en la colonia como paralelamente
ocurría en Inglaterra, sino,
todo lo contrario, la producción se siguió fundamentando
en un mecanismo tan retrogrado e inhumano como era la mita,
además de otros formas de explotación.
En 1767 se produce la expulsión de los jesuitas y
en 1771 los interventores monárquicos propiciaron una
Reforma, la cual siempre se mantuvo dentro de la tradición
escolástica decadente, el pensamiento
intelectual de la colonia solo se llega ah argumentar desde los
dogmas católicos y las doctrinas
aristotélicas.
La Academia Carolina
Como resultado de la expulsión jesuítica fue creada
en 1776 la Academia Carolina cuya principal función
era la de formar abogados. La rígida selección
de sus alumnos era una de sus características más
relevantes. Además de la manera tradicional del
bachillerato canónico, la selección
se la realizaba a nivel social, ya que está respetaba la
"jerarquía natural" a demás de verificarse la
pureza de sangre de los
postulantes.
En lo institucional, la Audiencia mantenía un
severo control sobre la
escuela por intermedio del nombramiento de un jues-conservador;
de un auditor; un supervisor de la conducta de los
estudiantes así como del presidente de la escuela
(Thibaud, 1999). Esto permitió que el Poder (la Audiencia
peninsular) y la Escuela (la Academia criolla) coexistieran sin
aposición alguna, la escuela respondía en todos los
aspectos a los intereses sociopolíticos del poder español.
Dado el origen geográfico de los estudiantes es
posible constatar hasta que punto Charcas fue cuna de la
élite cultural, juridico-administrativa regional. En los
datos
aportados por Clément Thibaud constatamos una relativa
dispersión sociológica en los orígenes
sociales de los estudiantes y sus intereses en su
formación; por ejemplo entre los estudiantes del Alto
Perú, como la posesión de tierras no otorga el
prestigio que supone el estado de letrado; la educación
tiene la función de
reafirmar la legitimación de la oligarquía
terrateniente, clave de una política de prestigio
que intenta borrar el origen económico de su influencia.
Era importante para estos estudiantes adquirir el capital
simbólico para hacer visible luego el capital
económico, esto explica el esmero de los terratenientes
paceños por acceder a la escuela ya que ella posibilitaba
obtener cargos oficiales.
En el campo Pedagógico la escuela obtuvo sus
"mayores éxitos", su reconocida calidad y "el
carácter novedoso" de su enseñanza
contrastaba con la penosa situación de la Universidad de
Chuquisaca, muy poco innovadora desde la partida de los jesuitas.
Esta es una de las razonas por las cuales su fama trasciende los
limites del Alto Perú a tal punto de acoger a estudiantes
de todos los confines de América; entre los cuales notoriamente
sobresalen estudiantes porteños, limeños, y alto
peruanos, todo esto permitió la construcción de una
élite jurídico administrativa que el Estado
necesitaba; haciéndose cada vez más presente, desde
entonces la identidad
sociocultural de este grupo
"Ilustrado" de abogados.
Los alumnos de la Academia, traen consigo una larga
historia
"pedagógica", por ejemplo, la mayoría de los
extranjeros pasaron su bachillerato de derecho en la Universidad
de Charcas, lo que significa que llegan ya marcados por una
concepción teológico-escolástica del mundo;
es posible por ello, ciertas características de la
configuración intelectual común a los abogados de
Charcas; los grandes autores de la escolástica
clásica y tardía están presentes en todo el
proceso de su formación.
El signo más progresista en la academia era la
circulación libre de algunas de las obras "prohibidas" ya
que no se aplicaban estrictamente las prohibiciones, a tal punto
que los profesores mismos poseían varias obras censuradas
y consideradas sediciosas por la Corona, es más, en el
circulo universitario era común la concepción
monárquica no absolutista, uno de los elementos que
permitió el surgimiento de ideas
independentistas.
Pero a pesar de esto el habitus intelectual de los
académicos y abogados de Charcas quedo estructurado, en
contenido y expresión por el pensamiento
escolástico. Este elemento de la contra reforma
católica es el horizonte que fija la inteligibilidad de
los nuevos enunciados, la regla a partir de la cual todo se
piensa y se enuncia.
Otro elemento de esta condición intelectual, que
se extiende hasta nuestros días, es la predominancia de la
Técnica jurídica, es decir, la combinación
de un saber jurídico de orden técnico y una
practica que modifica y renueva este saber; este nivel esta
ordenado alrededor de un interés
por los conocimientos racionales y de aplicación
inmediata. Se toma en cuenta la materialidad de las "cosas"
consideradas desde el ángulo de la razón para
construir con ellas, un saber práctico, ordenado y
fácilmente transmisible (Thibaud, 1997) algo que sin lo
cual no es posible una excelente formación
tecnócratica.
Aunque reducidos grupos muestren
la existencia de un enciclopedismo de base, un solo dato es
graficante de la situación: un buen numero de abogados lee
en francés, pero pocos son los que poseen obras de
Diderot, Rousseur o Voltaire.
Se encuentra a la
Ilustración en Charcas, pero no con la tónica
de la Ilustración europea: critica, irreverente y
hasta subversiva, sino exclusivamente en su versión
elitista, como un signo de reconocimiento entre la gente
cultivada, una serie de postulados difusos entre los abogados
aunque ellos siempre se perciban como "la élite
ilustrada". Pero contrariamente la
Ilustración llegó como una moda al Alto
Perú
La Educación Superior en la República
En Bolivia desde 1825 se produce un desplazamiento del Poder
Colonial a las élites post-coloniales, pero manteniendo
intacta la formación social colonial. Iniciándose
todo un "proyecto de sociedad" que excluía totalmente a
los sectores populares: así con relación, por
ejemplo, a la tierra se
producen los asaltos a las propiedades de las comunidades
indígenas para luego legalizarlas con la ley de Ex –
Vinculación en el año 1874, produciéndose
con esto el "despojo legal" de las tierras de la comunidad
Indígena Originaria que favorece en mucho a la
expansión de la hacienda feudal.
A la fundación de la república se establece el
monopolio
Estatal de la comercialización de la plata hasta 1872,
donde un grupo de
mineros logran derogar el monopolio iniciándose
también el surgimiento de los intereses privados de los
capitales anglo-chilenos.
La producción manufacturera siempre pugnando
entre el proteccionismo y el librecambismo, después de la
Guerra del
Pacifico se impuso este ultimo y con ello la inundación de
las mercaderías fundamentalmente inglesas en total
desmedros del aparato productor manufacturero.
Es por de más claro la supervivencia de los
valores y las
tradiciones coloniales, especialmente referidas a la
educación tanto primaria, secundaria como en la
educación superior. Durante la primera década de
vida republicana se funda la Universidad Mayor de San
Andrés de La Paz en 1830 y la Universidad de San
Simón en Cochabamba en 1932. A lo largo del siglo XIX
estas Universidades y la de Sucre, serian las encargadas de
monopolizar la actividad académica de la república
y fueron la base de los programas educativos que ensayaron los
sucesivos gobiernos.
Esta condición esta dada por el decreto
orgánico de las Universidades, elaborado por Tomas Frias y
promulgado por el presidente Ballivián en 1845, que se
mantuvo vigente hasta 1908, este decreto dividió el
territorio de la república en tres distritos
universitarios y encargo a las tres instituciones
universitarias existentes la Dirección e inspección de la
Enseñanza General del País. El planteamiento del
decreto del 15 de enero de 1874, daba cuenta de la existencia de
una Universidad Boliviana única, y establecía a las
demás universidades existentes solo como distritos de
esta.
Aquellas tres universidades estaban caracterizadas por
un bajisimo nivel de diferenciación institucional, y una
proporción abrumadora de sus alumnos se concentraba en las
carreras tradicionales de Derecho y Medicina. La
universidad en lo referente a su relación con la sociedad,
reunía a un grupo muy reducido de estudiantes, procedentes
de círculos elitistas, la situación no cambiaba a
lo expuesto líneas arribas en la colonia.
En Bolivia la educación superior era concebida en
términos de "agencia destinada a formar la elite dirigente
fundamentalmente la elite política" (Tadesco, 1983).
Frente a este panorama que articulaba la Universidad y los
grupos
oligárquicos, la inmensa mayoría de la
población, en particular la masa campesina, se encontraba
radicalmente excluida del alfabetizo y la
escolarización.
A lo largo del siglo XIX las relaciones del Estado con
la Universidad estuvieron marcadas por un elevado grado de
intervencionismo. Desde mediados de siglo, el ministro de
educación ejerció, por derecho, como funcionario
titular de la universidad, el cargo de superintendente, con
amplias prerrogativas sobre las universidades.
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