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Dos Concepciones de la Educación:




Enviado por mika0144



     

    Indice
    1.
    Introducción

    2. Dos Concepciones de la
    Educación,

    3. La
    Didáctica

    4. El Profesor
    5. Conclusión.
    6. Bibliografía

    1.
    Introducción

    Este trabajo tiene un motivo, es el trabajo
    final de una materia:
    Didáctica.
    Tiene también un objetivo:
    hacer un enfoque totalizador, una mirada macro a la
    dimensión didáctica de la enseñanza.
    Motivo y objetivo
    condicionan y orientan un trabajo, le dan sentido y un "para
    que".
    Intentare entonces hacer un recorrido por la didáctica,
    recorrido que será tanto histórico como
    disciplinar, para, al final, tener una mirada de conjunto,
    abarcativa y totalizadora.

    2. Dos Concepciones de
    la
    Educación,

    Tradicional y Moderna.
    El libro
    "Dinámica de grupos y educación" de
    Cirigliano y Villaverde hace una descripción de las diferencias entre
    la
    educación tradicional y moderna sumamente
    clarificadora, y por ello me pareció interesante comenzar
    este trabajo con este tema.
    Se entiende por educación tradicional
    a todo lo que de algún modo tenía vigencia
    pedagógica hasta fines del siglo pasado.
    Y por educación moderna toda la renovación, a
    través de diferentes escuelas, tendencias y orientaciones,
    que comienzan a tener aplicación y vigencia a partir de
    este siglo (en capítulos posteriores se enumeraran las
    distintas tendencias pedagógicas que caben en esta
    clasificación general.
    Cada una de estas concepciones educativas tiene una mirada
    diferente sobre el hombre que
    indudablemente va a repercutir en variables como
    estilo de educación, actividad escolar, metodología, fines educativos, contenidos
    didácticos, criterios del aprender, fines que persigue,
    etc.
    Es habitual afirmar que el concepto de
    hombre que
    tenga una sociedad o una
    época influirá en la educación que este
    reciba. En lo que hemos llamado educación tradicional se
    define al hombre con la
    aristotélica: animal racional. Y esta mirada del hombre
    como principalmente racional tendrá una indiscutible
    influencia en la educación.
    Por racional se entiende a todo lo que tenga relación con
    la inteligencia,
    mente, intelecto, capacidad de entender o pensar. El hombre es
    hombre por su capacidad racional y esta capacidad es lo que lo
    diferencia con las otras especies vivientes.
    Este ser dual, dividido en mente y cuerpo, no tiene en cuenta las
    circunstancias, situación o momento histórico. Es
    una mente dentro de un cuerpo
    humano.

    El estilo de educación que se deriva de esta
    concepción es esencialmente una educación que se
    dedica a cultivar, desarrollar y alimentar la inteligencia;
    y lo que alimenta mejor a la inteligencia son las ideas, y de
    tanto llenarla con ideas se la termina concibiendo solamente como
    memoria.
    Claro que esto tiene una explicación externa a la
    educación misma y viene dada por la sociedad que
    exige a la escuela que sea
    la trasmisora de su patrimonio
    cultural o sea el conjunto de contenidos que estima valioso,
    reducidos previamente a ideas o conocimientos depositados en
    libros. Estos
    libros pasan a
    la cabeza del maestro y de allí a la del alumno, a su
    memoria, que
    tiene la capacidad de retener y conservar.
    Así la mente es concebida como la variante del libro, y la
    obligación del educante es llenarla de datos, ideas,
    conocimientos.
    En esta concepción educativa el profesor viene a ser una
    réplica hablante del libro y quien se sabe de memoria
    todas esas verdades fundamentales que constituyen el patrimonio
    cultural. Claro que esta cultura es
    estática, fija, y se mantiene vigente por
    mucho tiempo.
    Las verdades que el libro contiene son mucho mas importantes que
    las que el alumno puede descubrir, porque lo que debía ser
    descubierto ya fue hecho y de modo definitivo. Ante esto lo que
    le corresponde al alumno es inclinarse y recibir todo aquello que
    otros mas inteligente que él han descubierto para siempre,
    su obligación es aprenderlo y repetirlo correctamente.
    Subyace una concepción del saber absoluto e inmanente.
    La clave de esta actividad escolar no es lo que haga el alumno
    para aprender sino la habilidad que tenga el profesor para
    enseñar, para hacer penetrar en las mentes las verdades
    que es necesario aprender. Y quien determina que es lo necesario
    es la sociedad pero presentado de tal modo que aparece con
    legalidad propia y autónoma desde los mismos conocimientos
    que deben saberse, precisamente, porque son verdaderos. Se
    confunde conocimiento
    científico con la realidad externa, cuando la realidad
    no es así, la misma ciencia ha
    demostrado que modelos que se
    creían absolutos no lo fueron tanto.
    El eje está en el educador y en lo que este hace, ya que
    es quien habla y señala lo que hay que hacer porque es
    él el único que lo sabe. Es preciso entonces
    desarrollar las habilidades del profesor para que la
    educación funcione. El problema no está en la
    materia, ya
    que esta se encuentra desarrollada en los libros, lo que hace
    falta es una persona que
    cuente con los
    métodos
    adecuados para que los conocimientos escritos pasen a la cabeza
    del educando.
    La didáctica inserta en esta realidad educativa
    utilizará como métodos
    didácticos al analítico, sintético,
    inductivo, deductivo, que son los métodos propios del
    pensar y no del enseñar. Estos métodos son los que
    usamos permanentemente en nuestra vida diaria, son funciones que el
    hombre lleva a cabo espontáneamente, de lo que se concluye
    que de didácticos no tienen nada. El proceso de
    conocimiento
    se confunde con el
    conocimiento en sí, como si este fuese acabado y
    terminado, sin considerar métodos procedimentales.
    Estos métodos lógicos tienen sentido en un hombre
    pensado fundamentalmente como Logos, como una simple entidad
    pensante.
    En esta concepción tradicional y estática
    el fin educativo sólo es conocido por el educador, el
    alumno no tiene idea cual es la finalidad de lo que aprende, ni
    el para que ni el porque son conocidos por él, esto
    marca la
    escisión entre fin y medios. El fin
    es externo a la actividad educativa.
    El educando solo conoce los contenidos de la lección del
    día, que es repetida por el profesor y que él debe
    a su vez aprender a repetir. La duración de la
    lección esta determinada por una variable temporal de
    cuarenta y cinco minutos basada en el criterio de resistencia de
    la memoria en
    la captación de datos.
    El material o contenidos de la lección es presentado en
    materias aisladas divididas lógicamente que representan
    cada una a sectores de la realidad y producen en quien aprende
    separaciones mentales entre las materias haciendo imposible una
    relación entre ellas. Esta división no permite
    tener una comprensión macro de la realidad, ni comprender
    que en realidad todo forma parte de una única realidad
    múltiple. El
    conocimiento se suministra en fragmentos o partes diferentes
    y diferenciadas que se guardan en la memoria en
    compartimentos separados por rótulos, como "física", "matemáticas", "historia" o geografía". Esta
    división del trabajo escolar en asignaturas tiene su
    correlato social en el modelo de
    división del trabajo o "Fordismo".

    A todo esto le importa poco lo que el alumno puede
    entregar al proceso, o lo
    que conoce, o lo que le interesa aprender. Él es
    sólo una máquina que efectúa correctamente
    la operación que se le asigna. Mientras sepa repetir en el
    aula la fórmula de, por ejemplo física, o la cantidad
    de vacas que nacen en un año en la región pampeana,
    poco importa que no sepa la conexión que pueden tener
    estos datos para su vida, para la realidad en la que se mueve
    cotidianamente. El alumno vive en dos esferas que no se mezclan:
    la escuela y la
    vida, cada una con un eje diferente, en donde sabe cosas que son
    útiles en el aula pero que no le sirven afuera de ella.
    Recibe elementos aislados que no puede relacionar, no participa
    en el sentido profundo de lo que aprende, y no sabe que hacer con
    esos conocimientos cuando sale a vivir.
    Pero en ella le sirve para "pasar" un examen. Examen que en
    definitiva solo termina comprobando la capacidad de memoria que
    tiene un alumno. No es ninguna garantía que lo que se
    repite halla sido entendido, ni mucho menos recordado mas
    allá de la instancia de la evaluación.
    Esta escuela que enseña las respuestas correctas no hace
    lo propio con el sentido y el criterio que hacen a una respuesta
    justa. Por lo tanto la persona mejor
    adaptada a ella no es necesariamente quien mejor se adapte a la
    realidad fuera de la escuela.
    El mejor producto de la
    educación tradicional es una persona a la que por muchos
    años se ha tratado como un ser individual y no como un
    miembro del grupo. AL que
    no se le dio la oportunidad de apreciar su energía, su
    fuerza
    modeladora, y muchos menos lo capacitó para actuar
    eficientemente en un grupo.

    Ahora veamos estas mismas características pero miradas desde una
    concepción moderna de la educación.
    A partir de los avances producidos, principalmente, en las
    investigaciones psicológicas el hombre deja
    el status de animal racional para ampliar su concepto y
    considerar en él al medio que lo rodea (circunscribe y
    condiciona. Una definición que resume el pensamiento de
    filósofos, psicólogos y educadores
    es: organismo inteligente que actúa en un medio
    social.
    En una concepción moderna es impensable un Robinson
    Crusoe, como lo es un hombre que pueda vivir, desarrollarse, sin
    un medio social. El hombre es en función de
    variables
    culturales, políticas,
    económicas, religiosas, sociales que interactúan e
    influyen en el desarrollo de
    su personalidad.
    Esta concepción contemporánea de hombre
    lógicamente influye en la educación. Un ser humano
    pensado no ya como un ente cuya principal característica es la racionalidad, sino
    como un organismo inteligente interactuando en su medio social
    tendrá otro tipo de necesidades educativas.
    El medio favorece u obstaculiza las tendencias activas del
    sujeto. Si las favorece le permite actuar, crecer y es la
    oportunidad para que la inteligencia, en función de
    la situación, planee esquemas de acción que
    aprovechen los beneficios al máximo y recoja los
    resultados del intento. Si por el contrario el medio le crea
    dificultades, el sujeto funcionaliza su inteligencia para tratar
    de superarlas. La inteligencia presenta alternativas para
    controlar y resolver la situación problemática.
    Estas alternativas son ideas que intentan restablecer el equilibrio
    alterado en la relación sujeto- medio. Al resolver el
    problema actuando, habrá tenido experiencia y es dentro de
    la experiencia, dentro del conjunto de errores y aciertos, donde
    se produce el
    aprendizaje.
    Aprender será ahora resolver activamente problemas
    vitales y no simple acumulación de datos
    descontextualizados. La experiencia como ciclo total de la
    actividad deja una conducta, un
    saber, una guía para la acción, una pauta de
    conducta para
    futuras acciones. Las
    experiencias que una persona vive le dejan saldos, y este saldo
    ayuda le ayuda a crecer, a enriquecerse
    anímica y espiritualmente. Este crecer es
    educación, por eso la experiencia coincide con
    educación.
    En este considerar a la educación como experiencia el eje
    del proceso educativo no estará mas en el profesor sino en
    el propio alumno, que es quien debe desarrollar habilidades que
    le faciliten aprender, investigar, comunicarse, expresarse,
    experimentar, actuar en grupos, etc.
    Indudablemente el profesor deberá desarrollar a su vez un
    cierto tipo de habilidades que le permitan acompañar,
    guiar a sus alumnos en el aprendizaje. El
    profesor deja de ser el centro para convertirse en mediador entre
    el alumno y el conocimiento.

    Los métodos didácticos que usa este
    profesor- mediador están asentados sobre una nueva
    lógica
    que coincide con la del método
    científico; lógica
    que permite al alumno el resolver los problemas que
    se les presentan, identificándose así el pensar con
    el método
    científico. Pensar es "pensar para", es pensar dentro de
    una situación conflictiva que necesita resolución.
    La obtención de solución es el
    aprendizaje.
    Esta educación moderna está inmersa en una realidad
    social en permanente cambio, los
    avances científicos son tan vertiginosos que sería
    imposible estar al tanto de todos. En una cultura que
    cambia la acumulación de datos no tiene sentido porque
    estos quedan obsoletos muy rápidamente. La
    educación estática tenía verdades halladas,
    sagradas, eternas. Hoy la verdad hay que descubrirla, y se la
    descubre investigando, siendo protagonistas activos de la
    educación. En una educación de esta
    característica es mucho mas importante las habilidades que
    un chico desarrolle para encontrar los datos que necesita en
    función de una necesidad específica que su
    capacidad para acumular datos desconectados en la
    memoria.

    Además lo importante del hoy es seguir
    aprendiendo y reactualizar permanentemente lo aprendido.
    En esta concepción educativa los fines son internos,
    inmanente a la actividad escolar. El alumno para aprender debe
    primero comprender el "para que" hace algo. Es imposible
    despertar el interés,
    llamar la atención del alumno si este no conoce el
    objetivo de lo que está aprendiendo.
    Los contenidos didácticos también serán
    diferentes. Ya no se tiende a la división sino a la
    reunión de los contenidos en áreas o unidades de
    trabajo. El material es instrumento para el desarrollo,
    coincide con el momento evolutivo del educando, con sus
    intereses; está pensado como la posibilidad de una
    actividad para el desarrollo de la experiencia. Un examen
    coherente con esta concepción buscará determinar si
    las experiencias tenidas han quedado como aptitud, como capacidad
    de resolver problemas nuevos. Aunque si se pueden medir
    conocimientos, lo mas importante es determinar la
    comprensión de los principios o
    procesos
    básicos.
    Si nos metemos a observar una clase tradicional (de las que
    todavía abundan) se observa que el profesor es quien habla
    y el alumnado está en silencio escuchando. Por el
    contrario en un aula donde son los alumnos quienes en grupo o
    individualmente están investigando un tema será el
    profesor quien esté callado. Acá todos tienen
    posibilidad de participar, aportar para el crecimiento del grupo,
    oportunidad de ensayar y equivocarse. Lo mas importante es la
    chance que tiene la persona de probarse en sus capacidades para
    resolver problemas.
    Por supuesto que es mucho mas fácil dar clases de la
    manera tradicional, ya que la moderna exige creatividad y
    desafíos constantes para crear un clima que le de
    oportunidades a todos de participar y crecer.
    El profesor que conscientemente adhiera a una concepción
    moderna de la educación deberá plantearse
    interrogantes como ¿qué deben lograr los alumnos?
    ¿Qué tipos de capacidades deben tener?
    ¿Cómo lograr que adquieran capacidad
    crítica, espíritu de colaboración,
    inventiva, capacidad para tomar decisiones, para enfrentar
    situaciones inéditas?.

    3. La
    Didáctica

    En este capítulo aré referencia a la
    Didáctica, su objeto, su evolución histórica, su
    relación con lo curricular.

    Definiciones y objetivo.
    Juan Amos Comenio en su obra "Didáctica Magna" (1657) la
    distingue como la disciplina que
    se constituye en el ámbito de organización de las reglas de método
    para hacer que la enseñanza sea eficaz.
    Vera María Candú la define como una
    reflexión sistemática y la búsqueda de
    alternativas a los problemas de la práctica
    pedagógica.
    Ángel Díaz Barriga sostiene que la didáctica
    es una disciplina con
    una triple dimensión: teórica- histórica-
    política.
    Es teórica porque responde a concepciones amplias de la
    educación, de la sociedad, del sujeto, etc. Es
    histórica en cuanto que sus propuestas son resultado de
    momentos históricos específicos, pudiéndose
    establecer un correlato entre sus modelos y el
    conjunto de condiciones sociales que los circunscribe. Y es
    política
    porque su propuesta no es aislada sino que se
    corresponde a un modelo
    político- social.
    Finalmente podemos citar a la profesora Alicia W. de Comilloni
    quien dice de la didáctica que no sólo especifica
    el cómo los alumnos aprenden o los docentes
    enseñan, sino que la didáctica enseña como
    se debe enseñar; no se limita ya a describir y a explicar,
    sino que también normaliza el cómo se debe
    enseñar.
    La didáctica es una ciencia cuyo
    objetivo fundamental es ocuparse de las estrategias de
    enseñanza, de aquellas cuestiones prácticas
    relativas a la metodología y las estrategias de
    aprendizaje.
    Su carácter
    científico se apoya en posturas filosóficas como el
    funcionalismo, el
    positivismo,
    así como en el formalismo y el idealismo.
    Sintetizando podríamos decir de ella que funciona como un
    eslabón transformador de la teoría
    a la práctica.

    Un poco de historia
    Haciendo un recorrido histórico de la enseñanza de
    la didáctica pueden observarse distintos presupuestos.
    Entre los años 20 y 50 la Didáctica sigue los
    postulados de la Escuela Nueva, trata de superar los postulados
    de la escuela tradicional reformando internamente a la escuela.
    Esta nueva perspectiva afirma la necesidad de partir de los
    intereses espontáneos y naturales del niño; los
    principios de
    actividad, individualización, libertad
    están en la base de toda propuesta didáctica. Se
    consideran fundamentales los aportes de la psicología
    evolutiva, que corrige la visión del niño-
    homunculus (adulto en miniatura) para centrarse en la del
    niño como ser perfectamente capaz de adaptarse a cada una
    de las fases de la evolución.
    Se deja de lado una enseñanza con un rol pasivo del
    educado para centrarse en el "aprender haciendo", donde cada uno
    se auto-educa activamente en un proceso natural sostenido a
    través de los intereses concretos- analíticos-
    sintéticos dentro de un proceso de escolaridad. Se hace
    hincapié en la atención a diferencias individuales, y se
    utilizan juegos
    educativos.
    En una etapa posterior, que abarca los años 60 y 80 se
    pasa de un enfoque humanista centrado en el proceso
    interpersonal, a una dimensión técnica que enfoca
    el proceso de enseñanza aprendizaje como una acción
    intencional, sistémica que trata de organizar las
    condiciones que mejor faciliten el aprendizaje. Su
    preocupación esta en los objetivos de
    instrucción, la selección
    del contenido, las estrategias de enseñanza, evaluación, etc. Se resaltan vocabulario
    como productividad,
    eficiencia,
    racionalización, operativización y control.
    El enfoque industrial se mete en la escuela y la didáctica
    es vista como una estrategia para
    alcanzar los productos
    previstos para el proceso de enseñanza- aprendizaje. El
    énfasis esta puesto en la objetividad, racionalidad y
    neutralidad del proceso. El referente central de la
    educación pasó a ser la fábrica y sobre
    él se construyen tanto acciones en la
    escuela como las conceptualizaciones referentes a la
    educación. Esta didáctica se descontextualiza de
    los problemas que el profesor asume en su vida en el aula y no
    proporciona elementos significativos para el análisis de la práctica
    pedagógica real, produciendo una separación entre
    teoría
    y práctica.
    A partir de los años 70 se acentúa la
    crítica a estas perspectivas didácticas, su efecto
    positivo fue la denuncia de la falsa neutralidad pretendida por
    el modelo tecnicista revelando sus componentes políticos-
    sociales. Y su aspecto negativo fue la crisis de la
    disciplina didáctica.
    En la actualidad la perspectiva fundamental de la
    didáctica es asumir la multifuncionalidad del proceso de
    enseñanza aprendizaje y articular sus tres dimensiones:
    técnica, humana y política en el centro
    configurador de su temática.

    Esta didáctica tendrá como
    características:
    Partir del análisis de la práctica
    pedagógica concreta y sus determinantes.
    Contextualizar la práctica pedagógica y procurar
    re-pensar las dimensiones técnicas y
    humanas, siempre "situándolas".
    Analizar las diferentes metodologías explicitando sus
    presupuestos,
    el contexto en el que surgieron y la visión del hombre, de
    sociedad, de conocimiento y de educación a que
    responde.
    Elaborar la reflexión didáctica a partir del
    análisis y reflexión sobre experiencias concretas,
    procurando trabajar continuamente la relación
    teoría- práctica.
    Asumir el compromiso con la transformación social, con la
    búsqueda de prácticas pedagógicas que hagan
    a la enseñanza un hecho eficiente para la mayor parte de
    la población.
    Ensayar, analizar, experimentar.
    Romper con una práctica profesional individualista
    promoviendo el trabajo
    común de profesores y especialistas.
    Buscar la forma de mantener a los chicos en la escuela.
    Discutir el tema del currículo en su interacción con una
    población concreta y sus
    exigencias.

    Didáctica y currículo.
    Los estudios sobre la didáctica y el currículo
    pertenecen a tradiciones distintas nacidas en espacios culturales
    diferentes.
    Se puede situar al origen de la didáctica como ciencia con
    objeto propio en la obra ya citada de Comenio "Didáctica
    Magna".
    El término currículo aparece por primera vez con el
    significado de planificación de la enseñanza en la
    obra de Bobbit "The currículum" en 1918.
    Al principio ambas disciplinas se desarrollaron de forma paralela
    sin que una interfiriese en el campo de la otra,
    refiriéndose cada una a contenidos, sujetos y finalidades
    diferentes.
    Solo a partir de los años 60 el currículo empieza a
    formar parte del campo de la didáctica,
    alternándose su incumbencia según predomine una
    forma u otra de entender la educación y la
    didáctica.
    La tendencia actual considera imprescindible una integración entre ambas disciplinas
    beneficiándose cada una con lo mejor de la otra. La
    didáctica es mas útil para el trabajo del aula, los
    estudios curriculares tienden a aspectos mas globales, exponiendo
    como se realiza la selección
    y organización del conocimiento que se debe
    trasmitir y como este proceso de selección no es neutro
    favoreciendo a unos grupos frente a otros. Hay aspectos que
    trascienden el trabajo en el aula pero que repercuten en
    él, aspectos como la cultura, la sociedad, la
    política, la economía, e incluso
    la ética y
    posturas ideológicas. El enfoque curricular ha de ampliar
    el "que", el "porque", el "para que" y desde que condiciones ha
    de llevarse a cabo la enseñanza, pero siempre poniendo en
    el centro de sus consideraciones al alumno. Para que estos
    contenido curriculares cumplan su objetivo se necesita una
    adecuada selección y el uso acertado de las mejores
    estrategias didácticas, que no podrán ser
    independientes del contenido, los objetivos ni
    el contexto. Es importante para alcanzar las metas pretendidas
    una estrecha colaboración entre la elaboración del
    currículo y la elección de estrategias
    didácticas.

    4. El
    Profesor

    Naturaleza de la función docente.
    Rol del profesor educador- animador- orientador.
    El papel del
    profesor en los procesos de
    cambio
    educativo.
    La formación de maestros y profesores. Función de
    la didáctica.
    Naturaleza de
    la función docente
    La docencia es un trabajo, en tanto se halla sujeto a condiciones
    materiales que
    definen y enmarcan sus interacciones. Está caracterizada
    por un conjunto determinados de saberes, específicos y
    particulares, del tipo de actividad laboral de que se
    trata. Educador es el profesional que intencionalmente se dedica
    a la actividad de crear condiciones de desarrollo de conductas
    deseables. Luckesi nos dice que este educador, y como tal, es
    objeto y sujeto de la historia y que en su tarea
    debe comprometerse con otros a hacer historia, él es un
    constructor de la historia en la medida que actúa
    conscientemente para ello.
    Este proyecto
    histórico de desarrollo del pueblo se traduce y ejecuta en
    un proyecto
    pedagógico. Esta particular concepción del educador
    tiene como consecuencia:

    1. La acción pedagógica no es una
      acción neutra, es una actividad ideologizada. La
      acción del educador no podrá ser nunca un
      quehacer neutral sino un quehacer ideológicamente
      definido.
    2. El educador no puede ejercer su actividad exento de
      opciones teóricas explícitas: debe elegir una
      opción filosófico- política ya sea por
      la opresión o por la liberación (Paulo Freira
      decía que en toda educación encontramos siempre
      un "para que", "a favor de quien", y un "contra que"); una
      opción por una teoría
      del conocimiento orientada a la práctica
      educativa, por la repetición o por la creación
      de modos de comprender el mundo, etc.
    3. La praxis educativa nunca es burocrática,
      tiene y debe ser una acción comprometida
      ideológica y afectivamente. Educación implica
      pasión.

    La escuela es el lugar de trabajo del docente, y se
    encuentra estructurada por medio de recursos y
    relaciones. En ella los docentes desarrollan su
    función.

    Y ¿Cuál es la función de ese
    trabajo? ¿Qué rol asume el docente en el desarrollo
    de su profesión? Veamos algunos.
    Rol del profesor educador.
    El comportamiento
    que se espera de un docente en la actualidad no es el mismo que
    en una educación tradicional, ya que como vimos en el
    primer capítulo su rol era fundamentalmente consolidar las
    realidades del entorno, reproduciendo en los alumnos las verdades
    culturales y científicas de los grupos
    sociales dominantes, en el estrecho mundo cultural de una
    nación.
    El docente hoy no tiene en absoluto las mismas exigencias, tiene
    una realidad cultural distinta, hay una interconexión
    entre las sociedades,
    una cultura mucho más dinámica y abierta. La aceleración
    de las modificaciones tecnológicas son vertiginosas y los
    hombres son vistos como sujetos de derecho en la historia.
    El docente- educador tiene como papel
    fundamental ser realizador de humanidad, de
    antropogenización en el ceno de su comunidad, en el
    esfuerzo científico, prudente y arriesgado por conseguir
    que la libertad, la
    decisión personal y la
    completa realización de cada uno sea un poco más
    posible que sin él.
    El objetivo de este profesor- educador es que los alumnos se
    potencien, se desenvuelvan, se realicen, usando como medios los
    contenidos científicos. Y para concretar estos objetivos
    debe estar abierto a la crítica, la creación, al
    cambio. Es estar dispuesto a no vivir del conocimiento y actitudes
    selladas en el pasado. sino a la educación como
    búsqueda, innovación.
    Que el profesor sea animador significa que sale al encuentro de
    la actividad del alumno haciendo que este encuentre que entre
    la ciencia, la
    experiencia, la vida y los ideales educativos hay una
    relación creadora y necesaria para educar.
    Que el profesor sea orientador quiere decir que su finalidad es,
    observando el trabajo programado y metodizado de los alumnos,
    poder orientar
    el aprendizaje y su desarrollo
    personal. El objetivo es que cada educando sepa y pueda
    trabajar orientando y sabiendo que aspecto de su personalidad
    esta potenciando.

    El papel del profesor en los procesos de cambio
    educativo.
    El papel del profesor en el campo de los cambios curriculares ha
    ido cambiando.
    Una teoría curricular mas conciente de la naturaleza
    práctica y contextual del currículo ha reconocido
    el papel relevante del profesor en los procesos reales de
    enseñanza. Y entiende que cualquier modelo de cambio
    educativo debe ocurrir en la clase e incorporar como parte
    fundamental del mismo la figura del profesor.
    Toda cultura escolar actúa como filtro sobre los proyectos
    innovadores provenientes desde afuera de la escuela y ejerce
    modificaciones sobre los mismos. Dentro de la escuela, el
    profesor con sus creencias e ideas sobre la educación,
    traduce y asimila a sus propios sistemas de
    pensamiento y
    acción para llevarlo a la práctica.
    Ambas instancias actúan de mediador entre teoría y
    práctica, entre programa y su
    desarrollo en el aula.
    Se reconocen a lo largo de la historia de innovación curricular tres grandes momentos
    en donde el reconocimiento como
    agente curricular del profesor varía.

    Se identifican con los nombres de:

    • Profesor como ejecutor.
    • Profesor como implementador.
    • Profesor como agente curricular.

    Profesor como ejecutor:
    Surge asociado a un desarrollo del enfoque científico-
    técnico, en donde se tiene una concepción del
    maestro bastante periférica y externalista. En este
    enfoque la innovación le da gran importancia a cuestiones
    relacionadas con el diseño
    y adopción
    de proyectos de
    cambio y se descuidan los procesos complejos por los cuales el
    maestro pone en práctica el plan
    innovador.
    El maestro es considerado sólo como un profesional
    técnico cuya función es la de llevar a cabo un
    proyecto diseñado por otros y hacerlo de la mejor manera
    posible. Queda de este modo relegado del proceso de
    elaboración del currículo convirtiéndose en
    un simple trasmisor del mismo a sus alumnos.
    En este enfoque el profesor cumple un rol pasivo al que hay que
    decirle que innovar y como hacerlo, pero en caso de fracaso de la
    innovación será sobre él en quien recarga la
    mayor parte de la responsabilidad.

    Profesor como implementador:
    Surge en la medida que se toma conciencia de que
    el maestro tiene algún tipo de incidencia sobre las
    implementaciones curriculares. Así el maestro no es ya un
    mero ejecutor sino un implementador activo, y, por consiguiente,
    había que tener en cuenta su realidad contextual y poner
    en práctica estrategias de implementación que le
    ayuden a comprender mejor la innovación y sus
    características. Es decir, estrategias de
    implementación centradas en el maestro para la puesta en
    práctica de los planes educativos, para que estos sean
    aplicados sin demasiadas alteraciones.
    El maestro sigue sin ser considerado en la formulación de
    las reformas y la implementación continúa siendo un
    proceso lineal. Estas estrategias no reconocen la
    autonomía del maestro, su rol de árbitro y de
    intermediario entre la teoría y la práctica
    educativa.

    Profesor como agente curricular:
    El maestro como agente curricular es aquel que toma los planes
    curriculares como puntos de referencia para construir sus propios
    planes; interpretando, filtrando y siendo árbitro entre
    los proyectos oficiales de cambio, las demandas de su entorno y
    sus alumnos, y sus ideas y prácticas educativas.
    Concebir a un profesor como agente curricular es darle un status
    de mayor relieve y
    considerar su participación en la propia
    elaboración del currículo, estableciéndose
    una relación de dialogo entre el
    mundo de la práctica y el de la teoría.
    En esta perspectiva cada uno, según se función,
    desempeña su trabajo partiendo desde diferentes
    posiciones, ya que cada uno tiene una finalidad, motivación
    y metodología diferente.
    El diseñador tiene como meta construir un nuevo
    currículo, para ello va a partir de la perspectiva
    teórica que desee llevar a la práctica usando su
    pensamiento y marco
    teórico. Posteriormente elabora los medios a
    través de los cuales esas intenciones puedan trasladarse
    al cuerpo curricular.
    El maestro, a la hora de elaborar un plan para el aula
    parte de su realidad concreta, su punto de partida es su imagen del aula y
    las actividades que allí se realizan. No piensa en
    relación a teorías
    abstractas sino en función de sus alumnos
    (potencialidades, debilidades, necesidades, preferencias, etc),
    su conocimiento de la áreas temáticas, su
    instrucción y sus propias competencias,
    utilizando su experiencia y el conocimiento de la clase concreta
    con quien trabaja. El maestro trata de determinar que es lo mejor
    para unas circunstancias muy concretas y buscar los medios para
    implementarlo.
    La función de la elaboración y diseño
    curricular externo a la escuela consiste en elaborar concepciones
    teóricas de la sociedad, del conocimiento, del maestro y
    del alumno, y trasladar estas concepciones a materiales
    curriculares coherentes que sirvan efectivamente a la
    práctica de los maestros. Estos materiales curriculares
    funcionarían como alternativas sobre las cuales los
    maestros podrán tomar decisiones diversas en
    función a su utilización en el aula.
    De esta manera el profesor elegirá entre los materiales
    disponibles aquellos que mejor se adecuen a su realidad
    áulica y le permitan hacer más eficiente su
    trabajo. La innovación, de este modo, no es vista como una
    imposición, sino como un proceso de desarrollo continuo en
    donde el maestro lleva a cabo su propia construcción personal de las
    propuestas innovadoras.

    Procesos de formación del profesor
    Definida la naturaleza de la docencia como trabajo, del rol
    docente y su función tanto dentro del aula como en el
    proceso de construcción de un currículo que
    definirá su acción, intentaremos ahora ver cuales
    son los conocimientos con los que debería contar este
    profesor para poder
    optimizar su labor.
    Somos concientes que para enseñar no basta con saber la
    asignatura, En realidad es mas que suficiente desde el punto de
    vista administrativo acreditar un título habilitante, pero
    esto no alcanza desde un enfoque profesional y mucho menos cuadra
    con la visión del docente como educador- animador-
    orientador.

    Bagaje para la formación de profesores
    Aunar teoría y práctica: en la formación del
    profesorado se hace necesario, sino imprescindible, fusionar la
    teoría y la práctica. Ya no basta con una
    formación netamente teórica porque cuando el
    docente entra al aula y su realidad su actividad se rige por un
    pensamiento práctico derivado no tanto de su saber
    teórico, como de su experiencia como alumno y docente (si
    es que la tiene). Las reflexiones teóricas deberán
    transformarse en teorías
    activas, en principios de acción, en pensamiento
    práctico que sirva para revisar la
    comunicación que se da en el aula y en cada
    situación en la que interviene el profesorado.
    Contar con recursos
    profesionales que hagan eficaces los esfuerzos docentes: la tarea
    educativa se caracteriza por llevar a cabo una constante toma de
    decisiones y por desarrollarse en situaciones complejas y
    diversas. Ante esta realidad los docentes suelen simplificar las
    situaciones con las que se encuentran, para lo que forzosamente
    tienen que disponer de ayudas operativas que economicen sus
    esfuerzos. Ayuda que sólo pueden provenir de una
    formación que dote de recursos flexibles al profesorado y
    sobre todo de una actitud
    reflexiva sobre su práctica profesional.
    Ampliar la tarea docente: al profesorado que le toca actuar en el
    sistema actual no
    le basta con atesorar sólidos conocimientos
    científicos y técnicos, ni con estar capacitado
    para analizar las necesidades que surjan en el aula, o poder
    evaluar su propia didáctica. Le hará falta
    además responder a una serie de exigencias tales como
    posibilitar que el alumnado adquiera instrumentos y técnicas
    de trabajo, favorecer su proceso de aprendizaje y el ejercicio
    del pensamiento crítico y contribuir a la
    interpretación y comprensión de un mundo
    caracterizado por la existencia de múltiples
    estímulos informativos. En este contexto de
    ampliación de las funciones
    docentes, el papel del enseñante- trasmisor ha quedado
    obsoleto.
    Actitud
    profesional basada en principios de adaptabilidad y flexibilidad:
    esta característica se desprende de la constatación
    que la práctica docente es una compleja, delicada y
    cambiante actividad profesional. El docente trata de propiciar en
    el alumnado la reconstrucción del conocimiento que este
    asimila acríticamente en su vida diaria. En este sentido,
    más que ofrecer información, el profesorado deberá
    propiciar la reconstrucción crítica de ese
    conocimiento y su organización racional. Ante un sistema social
    dinámico y cambiante sólo cabe un profesorado
    flexible y con capacidad para incorporar en sus actuaciones
    personales y profesionales los diferentes sentidos que pueden
    adoptar la construcción del conocimiento y las formas del
    saber contemporáneas.
    El dominio del
    marco
    teórico de una asignatura o disciplina no garantiza
    saber aplicarlos a la enseñanza. La persona que se va a
    dedicar a la enseñanza necesita de una formación
    específica, en parte, por las siguientes
    razones:

    1. No existe conexión directa entre los
      conocimientos disciplinares y las teorías
      implícitas en un docente sobre los diferentes
      fenómenos que ocurren en el aula y en la
      escuela.
    2. El carácter imprevisible y
      momentáneo de las situaciones de enseñanza y
      aprendizaje dificulta la actividad reflexiva del profesorado
      cuando se encuentra en la práctica de la
      clase.
    3. Es necesario contar con recursos conceptuales y
      metodológicos que ayuden a intervenir en situaciones
      educativas que son siempre singulares y, por
      definición, complejas.

    Formar al educador es crear condiciones para que este se
    prepare filosófica- científica- técnica-
    afectivamente para el tipo de acción particular que va a
    ejercer. Para ello no sólo necesita conocimientos
    cognoscitivos que lo ayuden en su desempeño, además le es fundamental
    el desarrollo de una actitud dialécticamente
    crítica sobre el mundo y su práctica
    educativa.

    ¿Educación teórica vs.
    educación práctica?
    El desempeño, la labor de docentes y
    profesores, como ya vimos, requiere de un bagaje esencial de
    conocimientos; saber la materia que se va a impartir es
    absolutamente necesario. Pero también es cierto que el
    marco de aplicación de esos conocimientos rebasa ese marco
    teórico. No se da una traspolación inmediata entre
    conocimientos adquiridos y conocimientos aplicados
    educativamente. El problema formativo radica entonces en que tipo
    de balance se establece teoría y práctica en la
    formación docente.
    Históricamente se han sostenido diversas posturas, se ha
    afirmado que la teoría deriva de la práctica, que
    la práctica se sustenta en la teoría, o que
    debería derivarse de ella. en todos los casos lo que se
    hace es priorizar un elemento por sobre el otro.
    En general existe y ha existido una tendencia a separar ambas
    actividades. Específicamente en lo que hace a la labor
    docente, se adjudica a la teoría la fuente de principios
    que habrán de dirigir la acción. En el caso de la
    actividad teórico- académica, la práctica es
    fuente de problemas y ámbito de constrastación.
    Esta distinción entre teoría y práctica
    reposa en gran medida en la distinción ocupacional entre
    investigación y enseñanza, en el
    sentido que quienes se ocupan de investigación educativa y quienes a la
    práctica de la enseñanza pertenecen a sectores
    ocupacionales diferentes.
    Mas allá de todas estas discusiones y tendencias
    históricas y actuales, de lo que se trata es de lograr
    modos de organizar los circuitos
    formativos en que ni la tendencia aplicacionista (la
    práctica al final como aplicación de los
    fundamentos teóricos) ni la tendencia ejemplificadora (la
    práctica al principio, y la teoría como
    explicación posterior) se instalen como lógicas de
    formación.
    La práctica profesional docente requiere de ambas,
    será necesario entonces que en la formación se
    articulen teoría y práctica proporcionando al
    futuro profesor un bagaje de conocimiento que no descuide ninguna
    de las dos.

    Papel de la didáctica
    El papel de la didáctica en la formación de
    profesores está muy bien desarrollado por Cipriano Luckesi
    y los conceptos que siguen son un resumen de su pensamiento sobre
    el tema.
    Señala que la didáctica es una enseñanza
    orientada al aprendizaje de los modos de conseguir, desde el
    punto de vista del "saber hacer", que alguna cosa sea
    enseñada de tal manera que el educando aprenda con mayor
    facilidad y, por tanto, más rápidamente. Y que esta
    didáctica, para asumir un papel significativo en la
    formación del educador no podrá reducirse y
    dedicarse solo a la enseñanza de medios y mecanismos por
    los cuales desarrollar un proceso de enseñanza-
    aprendizaje, sino que deberá ser un eslabón entre
    las opciones filosóficas- políticas
    de la educación, los contenidos profesionalizantes y el
    ejercicio cotidiano de la educación. Deberá ser un
    modo crítico de desarrollar una práctica educativa
    forjadora de un proyecto histórico, que no será
    hecha tan sólo por el educador, sino por el educador
    conjuntamente con el educando y otros miembros de los diversos
    sectores de la sociedad.
    La didáctica debe servir como mecanismo de
    traducción práctica, en el ejercicio educativo, de
    decisiones filosófico- políticas y
    epistemológicas de un proyecto histórico de
    desarrollo del pueblo. Al ejercer su papel específico
    deberá presentarse como eslabón traductor de
    posturas teóricas en prácticas
    educativas.

    5.
    Conclusión.

    Luego de haber recorrido todos estos aspectos que hacen
    a la disciplina didáctica, que no son todos, ni
    quizás los mas importantes puedo sacar,
    básicamente, dos conclusiones:
    Primero, que la didáctica no es, (así como tampoco
    lo es la educación, ni el currículo, ni la pedagogía) neutra. Es influida y,
    podría decir hasta determinada, por la política
    económica de la sociedad en la que se desarrolla. Me
    parece que asta ahora ha respondido a las expectativas del poder
    dominante y que es hora que sea una opción de cambio
    social, de implementar estrategias que concienticen para el
    cambio.
    Segundo, veo que hay una gran dicotomía entre lo que dicen
    los libros y lo que realmente pasa en las aulas, porque cuando
    leí la historia entre didáctica tradicional y
    moderna no me pareció que la tradicional estuviese muy
    alejada de las aulas, sobre todo en los niveles secundarios (hoy
    polimodal) y superior.
    También me quedaron algunos interrogantes,
    ¿Cómo hacer para instalar definitivamente una
    educación centrada efectivamente (y no solo idealmente) en
    el alumno? ¿Cuándo vamos a tener en cuanta lo que
    les pasa, que sienten, que intereses tienen?
    ¿Cuándo le vamos a dar una educación que les
    sirva para vivir? ¿Cómo los educamos: como personas
    útiles a la sociedad capitalista o como agentes de cambio?
    ¿Desde donde comenzamos el cambio? ¿Desde nosotros?
    ¿Desde el profesorado?.

    6.
    Bibliografía

    Libros:
    "Dinámica de Grupos y Educación", Cirugliano y
    Villaverde; Humanitas, 1985; Buenos Aires,
    Argentina.
    "Corrientes Didácticas Contemporáneas", Autoras
    varias; Paidos, 1999; Buenos Aires,
    Argentina.
    "Para Enseñar no Basta con Saber la Asignatura", F.
    Hernández, J. M. Sancho, Paidos, 1993, Barcelona, España.
    "Didáctica: Aportes Para una Polémica",
    Ángel Díaz Barriga; Aique, 1992; Buenos Aires,
    Argentina.
    "El currículo oculto", Jurjo Torres Santomé,
    Ediciones Morata, 1996, Madrid, España
    Apuntes:
    "El papel de la Didáctica en la formación del
    educador", Cipriano Luckesi.
    "La formación de maestros y profesores: Hoja de ruta", G.
    Diker, F. Terigi.
    "Sobre los aportes de la psicología del
    aprendizaje a la didáctica", Alicia de Camillioni.
    "La Didáctica y la formación de educadores. De la
    exaltación a la negación", Vera María
    Candú.
    "estrategias Didácticas activas y refomas educativas:
    revisión de un problema", José Rodríguez
    Diéguez.
    "Didáctica: del currículo a las estrategias de
    aprendizaje", Joan María Navarra.
    "Rol del profesor: educador", López Herrerías,
    José Ángel.
    "El papel del profesor en los procesos de cambio educativo",
    María Teresa Gonzales.

     

     

     

    Autor:

    Monica Mangiaterra

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