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EVOLUCION HISTORICA DE LA PSICOLOGIA EN EMERGENCIAS Y DESASTRES




Enviado por svaleroalamo



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    Indice
    1.
    Introducción

    2. Los Inicios
    3. Las dos ultimas
    décadas

    4.
    Bibliografía

    1.
    Introducción

    Si bien es cierto que los primeros estudios son
    realizados por los médicos psiquiatras interesados por
    analizar como situaciones estresantes producto de
    conflictos
    bélicos y posteriormente de desastres, afectaban a los
    sobrevivientes, estas primigenias investigaciones
    se caracterizaban por ser eminentemente descriptivas y
    permitieron en primer lugar descubrir como las personas
    reaccionaban durante y después de los desastres y como se
    diferenciaban estas reacciones en función de
    la edad y el sexo y por
    último como se veían afectados también los
    equipos de primera por el especial trabajo que realizaban al
    interactuar con el sufrimiento humano y la manipulación de
    cadáveres con alto grado de destrucción. Así
    mismo esta línea de trabajo propuso y desarrollo
    modelos
    explicativos del estrés
    desde la perspectiva de las emergencias y desastres .
    Con orientación eminentemente clínica por sus
    orígenes a estos trabajos se les debe el concepto actual
    de Estrés
    Trauma , la comprensión de su sintomatología, los
    efectos que causa en la bioquímica
    cerebral, en el organismo y en la conducta de las
    víctimas, así como la aplicación de los
    modelos de
    intervención en crisis, los
    Primeros
    Auxilios Psicológicos , la terapia multimodal de
    crisis,etc.
    Actualmente se sigue trabajando en esta área,
    describiéndose la conducta de las
    personas en accidentes
    industriales y radiactivos, así como accidentes de
    aviación y otros fenómenos naturales.
    También esta la corriente sociológica aparecida en
    Estados Unidos
    y cuyo principal aporte estriba en reconocer que las respuestas
    de las personas en situaciones de desastres no son
    desorganizadas, ni presentan profundos trastornos del comportamiento
    sino por el contrario, continúan siendo seres sociales aun
    en las condiciones más difíciles para su
    supervivencia, en suma nos a permitido entender que las personas
    que pasan por situaciones de desastres son personas normales
    reaccionando de una manera esperada ante una situación
    inesperada.

    Así mismo se encargó de desmistificar la
    falsa creencia de que el pánico es la conducta
    típica de las poblaciones, esta corriente nos habla
    también de la importancia de los niveles de organización social preexistentes y el
    grado de preparación previa para poder predecir
    la duración de la respuesta de la comunidad ante el
    desastre.
    Bajo este mismo enfoque se han desarrollado estudios conducentes
    a explicar como la gente reacciona ante las alarmas y avisos de
    situaciones de emergencias, como se presenta el rumor y como
    manejar la información con la finalidad de
    neutralizarlo, orientar y tranquilizar a la población.
    Esta corriente nos a permitido entender que las víctimas
    de una situación de emergencias o desastres no son
    solamente los que sufren alguna lesión física o la perdida
    de algún bien sino por el contrario que el concepto de
    víctima es mas amplio y llega a extenderse a toda la
    comunidad.

    Esta corriente a permitido la materialización de
    técnicas basadas en la dinámica de grupos como las
    que se emplean en los procesos de
    desmovilización psicológica de los equipos de
    primera respuesta y que son conocidas como Debrifin, Defusing,
    Brifing, entre otras, así como las técnicas
    de ludoterapia para niños y
    de intervención en albergues temporales así como
    las estrategias de
    intervención psicosocial en el manejo del duelo en
    situaciones de emergencias y desastres.
    Actualmente a ido proliferando en todo el mundo la
    preocupación por los efectos Psicosociales de las
    emergencias y desastres, así como los grupos de
    psicólogos que se interesan por intervenir en estas
    circunstancias, conformando los equipos de primera respuesta,
    organizando sociedades o
    grupos de intervención locales creando redes nacionales de ayuda
    psicológica.
    Este trabajo trata de ser un ensayo
    sobre la evolución histórica de la psicología en
    emergencias y desastres, no pretende ser completo pero
    servirá para darnos una visón panorámica de
    su desarrollo y
    de los profesionales que han ido forjando su crecimiento y
    desarrollo.
    Dedico este trabajo a los psicólogos que integran el
    Cuerpo de Bomberos Voluntarios del Perú del cual tengo el
    honor de formar parte, equipo pionero de la psicología de
    Emergencias y Desastres en el Perú

    2. Los
    Inicios

    Los antecedentes se remontan a fines del Siglo XIX y
    comienzos del XX , en dos Continentes el Americano y el Europeo,
    quizá motivados por las guerras en los
    que estuvieron comprometidos, apareciendo términos como
    los de "fatiga de batalla", "neurosis de
    guerra",
    propios de los años 1887 a 1939.
    Sin embargo nos dice Luis De Nicolás (1997) que en el
    diario de Samuel Pepy del siglo XVII como consecuencia del gran
    incendio de Londres se narra lo que hoy conocemos como
    "flashbacks" en la sintomatología del Estrés
    Trauma.
    Sin embargo hay investigaciones
    que se remontan a 1909, año en el cual Eduard Stierlin en
    Zurique trabajo con 21 sobrevivientes de un accidente en una mina
    en 1906 y con 135 personas dos meses después del terremoto
    de Italia en
    1908.

    Durante la Segunda Guerra
    Mundial (1939 – 1945) se realizan estudios con poblaciones
    civiles sometidas a los intensos bombardeos en especial en
    Inglaterra, en
    Japón
    se realizan trabajos relacionadas con los sobrevivientes del
    ataque nuclear a Hiroshima y Nagasaki .
    Un estudio primigenio en este campo es el de Freud y
    Burlinghom (1944) sobre las reacciones de los niños
    durante la II Guerra mundial en
    el cual entre otros comunican diversos niveles de ansiedad
    presentes entre padres y niños.
    Sin embargo el estudio que es considerado pionero es el de E.
    Liderman (1944) el cual trabajo con los sobrevivientes y sus
    familiares víctimas del incendio del Club Nocturno Coconut
    Grove en Boston Massachusset (EU), en el cual describe que
    aquellos sujetos que usaran como mecanismo de defensa
    psicológica a la negación y fracasaron en ello
    sufrían una alta frecuencia de trastornos
    psicosomáticos, síntomas neuróticos,
    depresión y otros trastornos psiquiatricos,
    la importancia de este estudio orientado al estudio del manejo
    psicológico de la perdida estriba en que sentó las
    bases para la teoría
    de la crisis de Helen Caplan, compañera de Liderman en el
    Hospital de Boston Memorial.

    En los Estados Unidos
    después de la Segunda Guerra
    Mundial , el Gobierno
    Estadounidense auspició la investigación por medio del National
    Academy of Sciences y el National Research Coucil. Este
    último fundó un Comité para Estudios sobre
    desastres, como un organismo destinado a seleccionar información. En 1957, fue reorganizado y
    nominado Grupo de
    Investigación en Desastres (DRG) y la
    investigación se amplio para cubrir calamidades acaecidas
    en otros países. Las investigaciones de DRG fueron
    continuadas por DRC en 1963.
    Tyhurst (1951) en su publicación "Individual Reactions to
    Community Disaster" (EU), manifiesta que después de la
    fase de impacto psicológico durante el desastre se
    presenta otra de compensación en la cual la víctima
    supera el "pasmo" inicial y "valora" mejor la situación en
    la cual se encuentra.
    Estos descubrimientos vienen a servir de base a los posteriores
    trabajos de Quarantelli y los actuales principios de la
    Federación Internacional de la Cruz Roja, cuando nos dice
    que las comunidades no se quedan inmovilizadas esperando la ayuda
    sino que estas asumen su propia ayuda.
    Así mismo Tyhurst es uno de los primeros investigadores
    que plantearon modelos operacionales iniciales del comportamiento
    humano en situaciones de desastres.
    A través de esto se pudo ir conceptualizando las
    reacciones como un proceso, el
    autor propone y describe tres fases superpuestas: Periodo de
    impacto, período de recuperación y período
    Postraumático.
    Tyhurst publicó que durante la fase de impacto de los
    desastres
    naturales una relativa minoría, entre el 12% y el 25%
    de los individuos, es capaz de captar rápidamente los
    aspectos más importantes de la situación de peligro
    y permanecer "frío" y "contenido", manteniendo la atención, valorando la situación,
    desarrollado un plan y poniendo
    en marcha las acciones
    constructivas. Los líderes naturales que actuarán
    antes de la llegada de los equipos de rescate surgirán de
    este grupo. Un 75%
    igualmente normal, va a reaccionar transitoriamente con
    aturdimiento, sorpresa y desconcierto, sin expresar emociones, con
    poca capacidad de atención, limitación en la
    concentración, indecisión y falta de respuesta y
    con un comportamiento automático bloqueado o ausente.
    Janis (1954) presenta un modelo
    explicativo del estres desde la
    perspectiva de los desastres, este modelo consta
    de tres segmentos principales, el evento desastroso, la respuesta
    psicológica a este por parte de los individuos y las
    determinantes intrapsiquicas y situacionales de tales
    respuestas.
    Nos explica además que la forma en que una persona responde
    al evento desastroso depende de factores tales como las
    expectativas previamente formadas por los individuos en cuanto a
    las formas de evitar situaciones peligrosas, la cantidad y
    calidad de un
    entrenamiento
    previo, que la persona haya
    recibido con respecto a estrategias
    defensivas y tácticas para afrontar el peligro, los
    niveles crónicos de ansiedad e intensidad de las
    necesidades de dependencias personales y por ultimo de la
    percepción por parte de la persona del rol
    que desempeña en la situación correspondiente.
    Marks y Fritz (1954) manifiestan que existen sobrevivientes que
    tienden a mostrarse poco comunicativos y algunos llegan a
    presentar sentimientos de culpa por haber sobrevivido. Estos
    sentimientos de culpa han sido identificados como mecanismos de
    defensa de las personas ante situaciones de emergencias o
    desastres, pueden llegar a ser muy dañinos e inclusive
    causar la muerte de
    las personas que los sienten, sin embargo se recomienda
    tolerarlos en un primer momento para evitar una
    descompensación psicológica mayor entre las
    víctimas sobrevivientes.
    Silber (1956) y Block (1958) entrevistan a los padres de
    niños que asistieron a una función
    cinematográfica y se convierten en víctimas de un
    tornado; concluyendo de que existen una serie de factores
    intrapsiquicos y familiares y la respuesta de la comunidad, los
    autores manifiestan presencia de síntomas clínicos
    que incluyen regresión, dependencia, enuresis, terror
    nocturno, fobias y reacciones de evitación ansiosa.
    Wallace, Antony (1957) EU, también manifiesta que la
    conducta comúnmente observada era la de un estado
    temporal de "Choque" por lo que la gente experimenta
    confusión, aturdimiento y cierta
    desorientación.

    El primer intento sistemático de estudiar las
    reacciones al impacto de un desastre lo realizó Tyhurst
    (1957) en Canadá, según la opinión del
    noruego L. Weisaeth (1989ª, 1989b) porque Tyhurst
    basó sus generalizaciones en los estudios de campo
    realizados en diferentes áreas como los incendios
    ocurridos en los bloques de apartamentos, el incendio en un barco
    y diversas inundaciones, el método
    empleado fue de tipo prospectivo y longitudinal que es el que
    más se sigue, siendo objeto de estudio "describir las
    reacciones comportamentales durante el impacto, la distribución de las frecuencias de
    respuesta y su intensidad".
    En estos años 50 gracias a la labor pionera del Prof.
    Eitinger, sobreviviente del 3% de judíos noruegos del
    campo de concentración de Auschwitz y considerado como
    padre de la psiquiatría noruega sobre el estrés,
    temas militares y desastres (L. De Nicolás 1997).
    comenzó a publicar sus observaciones y experiencias
    clínicas como exprisionero.
    En 1957, bajo los auspicios de la Asociación Noruega de
    Incapacitados de Guerra
    (Krigsinvalideforbundet) se crea el "Grupo de Doctores Noruegos"
    bajo el liderazgo de
    los profesores Strom, Eitinger, Lonnum y otros, con el fin de
    realizar diferentes investigaciones controladas con
    supervivientes de campos de concentración y en las que
    demostraron el incremento de la morbilidad y mortalidad general,
    la sobrecogedora influencia del trauma comparada a la modesta
    importancia de la
    personalidad preexistente y las limitadas posibilidades
    terapéuticas ante el trauma en los años
    subsiguientes al impacto.

    Las conclusiones obtenidas por los investigadores
    noruegos Eitinger (1958) y Strom (1968) respecto a los rasgos
    sintomáticos definitorios del "Síndrome del campo
    de Concentración" mostraron claras similitudes con los
    identificados en la neurosis de
    guerra.
    Las investigaciones descriptivas van descubriendo posteriormente
    que las reacciones de las víctimas no son iguales durante
    el impacto del evento y posterior a este en este sentido Friedman
    y Linn (1957) EU, trabajando con los sobrevivientes del hundido
    barco "Andrea Dorian" describe que al tratar con víctimas
    de sucesos traumáticos se debe de tener en cuenta sus
    diferentes
    respuesta a las fases de "Choque inicial" y la
    "Recuperación" en una situación de desastre.
    Moore, Harry Estill y Friedsam en el "Reported Emotional Stress Following
    and Disaster" (1959) EU, igualmente describe este impacto
    emocional durante la fase de "Choque" como un efecto
    "Narcótico" que impide temporalmente que las personas
    asimilen el grado en que cambia su mundo y la posición que
    guardan en el.
    Leigthton (1959) EEUU se interesa por la variable social
    estudiando el grado de integración de la comunidad, manifestando
    que esta ejerce un efecto selectivo en los trastornos
    psicológicos y psicofisiológicos y que la
    desintegración de la misma antecede a la presencia de
    problemas
    psiquiatricos, dando inicio quizá sin proponérselo
    a la corriente sociológica .
    Prof. Henry Quarantelli basándose en los trabajos que se
    venían realizando en los EEUU en la década del 50
    sobre el comportamiento de las poblaciones en situaciones de
    desastres publica obra clásica publicada en 1959 "The
    Nature and Conditions of Panic" se desmistifica la creencia de
    que este es la conducta típica de la población y que por el contrario en lugar
    de huir en desbandada, la gente tiende a congregares,
    posteriormente en 1963 crea y dirige el Disaster Research Center
    en la Universidad
    Estatal de Ohio USA.; dicho centro a realizado a lo largo de 41
    años descubrimientos que proceden de más de 500
    estudios de campo. Actualmente continua con sus investigaciones
    desde el Centro de Investigación para desastres de la
    Universidad de
    Delaware (EU)
    Fritz Charles (1961) EU en su trabajo "Desastres un problema
    social contemporáneo" manifiesta que las personas ante
    situaciones de desastre tienden a sentirse seguras al estar
    dentro de una muchedumbre y presentan un estado muy
    sugestionable pero que en casos más graves estas pueden
    presentar "petrificaciones, alucinaciones y delirios".
    Popovic y Petrovic (1963) en Yugoslavia, trabajan describiendo
    reacciones psicológicas adversas después del
    terremoto de Skoplje.
    Dillon y Leopoldo (1963) analizan durante cuatro años los
    efectos a largo plazo de una explosión marítima
    El 26 de julio de 1963 se produce un terremoto en Skopje, de una
    población de 200,000 personas, 1,070 fallecieron, 3300
    resintieron daños el 80% de las casas sufrieron deterioros
    con el terremoto. El Instituto de Salud mental de
    Belgrado envió inmediatamente a un grupo de psiquiatras,
    el cual llego al área afectada unas 22 horas
    después de acaecido el sismo, el grupo permaneció
    durante 5 días, los autores calcularon que inmediatamente
    después del sismo sólo 25% de la población
    fue capaz de prestar auxilio activo, un casi el 75%
    presentó perturbaciones psíquiatricas leves y en
    promedio el 10 sufrió alteraciones mentales graves que
    obligaron a un tratamiento médico especial.
    Lifton Robert (1967) EEUU, fue el primer investigador en hacer
    notar en su obra "Survivors of Hiroshima: Death in Life, el
    impacto y deterioro psicológico de los integrantes de los
    equipos de primera respuesta que participaron después del
    bombardeo atómico en Hiroshima y los problemas
    psicológicos a largo plazo que se presentaron.
    Anderson (1968) EEUU siguiendo con la corriente social define a
    los desastres con base a la reacción de la
    población afectada y a la amenaza que esta representa en
    la comunidad, afirmando que un desastre tiene consecuencias
    diferentes en el individuo, la familia y
    en las diversas instituciones
    de la sociedad,
    produciéndose una situación de crisis aguda cuando
    la comunidad es tomada por sorpresa.
    Healy Richard (1969) EEUU, centrándose en la fase
    Postraumático, manifiesta que en esta fase se pueden
    presentar reacciones psicoficiológicas intensas e
    incapacitantes como los vómitos severos,
    estados nauseoso e histeria de conversión.

    A partir de los años 70 en Europa se
    estudian con mayor intensidad las consecuencias Psicosociales de
    los desastres
    naturales e industriales, frente a los provocados por las
    guerras
    propias de las etapas anteriores, y por otro lado la frecuente
    utilización del criterio diagnóstico de Estrés
    Postraumático como variable evaluable tanto independiente
    como dependiente. Así, Bennet (1970) estudia los efectos
    provocados por las pérdidas materiales y
    personales debidas a las graves inundaciones ocurridas en Bristol
    Gran Bretaña. Los resultados revelaron que aproximadamente
    el 33% d e las víctimas desarrollaron algún tipo de
    síntoma físico y psíquico.
    Manifiesta que los desastres pueden ser clasificados como parte
    de un grupo mas amplio de situaciones de estres colectivo
    que surge cuando muchos miembros de un sistema social no
    reciben las condiciones de vida que esperan de dicho sistema, tal
    estres colectivo puede provenir de fuentes
    externas al sistema o de este mismo, considera al sistema social
    como una colectividad de humanos cuya interacción se
    mantienen en la forma de patrones identificables durante un
    periodo relativamente prolongado y afirma que el desequilibrio
    sistemático es el resultado del estres de eventos
    catastróficos. Los factores que deben de ser considerados
    en la evaluación
    de situaciones de estres por desastres son: el alcance de la
    situación, la velocidad de
    inicio, la duración del factor estresante y la
    preparación social.
    Mientras tanto en EEUU la Asociación de Psiquiatría
    Americana (1970) publica un manual de
    "Primeros
    Auxilios Psicológicos en casos de Catástrofes"
    el cual es traducido y adaptado en el Perú por el Medico
    Psiquiatra Baltazar caravedo, Asesor en Salud Mental de la Dirección General de Servicios
    Integrados de Salud del Ministerio de
    Salud; en el cual se describen cinco tipos de reacciones
    clásicas a los desastres (Reacciones normales,
    pánico individual, reacciones depresivas, respuestas
    demasiado activas, reacciones corporales), así mismo se
    describen principios
    básicos que se deben de tener en cuenta para la ayuda a
    las personas "perturbadas emocionalmente".

    El Dr. Raúl Jerì quien con un grupo de
    médicos del Hospital central de policía se
    constituyeron en los dias subsiguientes al terremoto de Huaraz en
    1970 a las zonas más afectadas por el aluvión
    posterior, en sus conclusiones de su trabajo investigativo
    "Problemas de conducta en los desastres" presentado en el marco
    de la VII Conferencia
    Mundial de Defensa Civil, celebrada en Caracas Venezuela en
    1974 describe las perturbaciones psicológicas observadas
    en el la zona del terremoto y la importancia de tratarlas
    rápidamente; concidiendo con los postulados de Kinston y
    Rosser 1974 opinaban sobre la necesidad de llevar profesionales
    en salud mental
    rápidamente al área del desastre
    Barton Allen (1970) EU en su trabajo desastres en comunidad
    incluye a los desastres como situaciones de stress colectivo
    en el cual se presenta cuando muchos miembros de un sistema
    social no reciben las condiciones de vida que esperan de dicho
    sistema y esta situación de stress puede
    provenir de una fuente externa o interna del sistema social. Esta
    concepción mucho más amplia engloba no solo como
    desastre a aquellas circunstancias provenientes de medios
    externos como los desastres naturales sino de aquellos
    provenientes de medios
    internos como las guerras, los conflictos
    sociales, etc.
    El San Fernando Valley Child. (1971) EU; publica una
    clásica Guía Clínica orientada a ayudar a
    los padres y los maestros en la comprensión y ayuda en las
    reacciones emocionales que presentan los niños
    víctimas de terremotos y
    otros desastres, esta guía nace como una necesidad para la
    ayuda de la población infantil que sufriera el impacto del
    terremoto de 1971 en el área Metropolitana de los Angeles
    E.U. el cual se produjo a las 05:59 hrs.
    Como consecuencia del terremoto de Managua – Nicaragua en 1972,
    se crean 10 centros de Salud mental comunitarios para los 300,000
    refugiados del terremoto, al termino del proyecto en
    febrero de 1974 más de 7,000 víctimas habían
    recibido algún tipo de servicio
    psiquiatricos de dichas clínicas gracias al esfuerzo de 31
    profesionales de salud mental nicaragüenses y
    estadounidenses.
    En el Perú en 1972 se difunde por la Revista
    militar del Perú, en artículo "Primeros auxilios
    psicológicos en caso de desastres, adaptando la
    traducción de la publicación del manual de
    "Primeros Auxilios Psicológicos" de la Asociación
    de Psiquiatría Americana (1970)

    Kinston y Rosser (1974) Inglaterra opinan
    sobre la necesidad de llevar psiquiatras rápidamente al
    área del desastre, debido a que más del 10% de las
    víctimas sufren de disturbios psicológicos,
    confirmando la frecuencia de reacciones agudas de duelo o
    depresión, neurosis postraumatica y
    disturbios transitorios emocionales en los
    niños.

    En 1974, en los Estados Unidos se promulga la Ley de Socorro en
    casos de desastres (Sección 413 de la Ley Publica
    93-288), sentándose las bases para el desarrollo
    sistemático y organizado de este campo (Cohen 1999), la
    ley reza como sigue: "Asistencia y capacitación para la orientación en
    situaciones de crisis. Se autoriza al Presidente (por conducto
    del Instituto Nacional de salud mental) a prestar dichos servicios o la
    capacitación a los trabajadores que prestan
    atención a las víctimas de desastres
    catastróficos, a fin de aliviar los problemas de salud
    mental que cause o agrave dicho desastre o sus
    consecuencias".

    Esta ley se promulgó en respuesta al
    reconocimiento de que los desastres producen una variedad de
    trastornos emocionales y mentales que, si no se tratan, pueden
    volverse crónicos e incapacitantes. Los programas de
    orientación en crisis financiados conforme a la
    sección 413 están destinados a proporcionar alivio
    inmediato y a evitar los problemas a largo plazo.
    Titchener y Ross, en su publicación "Acute or chronic
    stress as
    determinants of behavior, character, and neurosis", siguiendo los
    pasos de Tyhurst (1951) describen cinco fases de las reacciones
    psicológicas ante los desastres: fase de pre-impacto, fase
    de impacto, fase de desorganización aguda, fase de
    regresión y fase de reconstrucción; en caso de que
    los desastres aparezcan sin previo aviso la fase de pre-impacto
    puede no existir.
    Dennis S. Mileti, John H. Sorensen (1975, 1988, 1989) en sus
    artículos, "Natural Harard Warning Systems in the United
    States : A research assesment", "Planning and implementing
    warning systems, en Mental health response to mass emergencies:
    Theory and practice", "La eficacia de los
    sistemas de
    alarma en América
    Latina"
    exponen sobre como las personas responden a las alarmas y cuales
    son los procesos
    psicológicos que se dan en estas circunstancias,
    así como los principales mitos que
    tienden a confundir a las autoridades al momento de decidirse a
    dar la alerta, así como la mejor forma de redactar y
    difundir los mensajes.
    Erikson (1976) EU en su investigación realizada en la
    inundación de Búfalo Creek llamo "SEGUNDO DESASTRE"
    a las consecuencias de tipo emocional que se derivan de la
    desorganización social y física de una
    comunidad por la acción de un desastre natural así
    mismo, manifiesta que existen factores intrapsiquicos que tienen
    que ver con el nivel de desarrollo mental de los niños, el
    nivel premorbido de la salud mental y tener presente que algunos
    niños son más vulnerables que otros. Newman (1976)
    trabajando con los sobrevivientes d e esta inundación,
    específicamente con 224 niños observa que el nivel
    de desarrollo de los niños, la percepción
    de las reacciones familiares al desastre y el grado de exposición
    a los horrores del evento, son variables que
    van a contribuir a los problemas emocionales, Titchener y Kapp
    (1976) describe que un 80% de los niños presentaban
    "Neurosis traumática", cuadros clínicos, fobias y
    otras respuestas de ansiedad, disturbios del sueño y
    reacciones de pesar.

    Newman (1976) trabajando con 224 niños en Bufalo
    Creek, observo que también influye en sus reacciones la
    percepción de las reacciones de los familiares al desastre
    y el grado de exposición
    a los horrores del evento; indicando que la herencia
    común que un desastre deja a muchos niños es el
    sentido modificado de la realidad, mayor vulnerabilidad a
    tensiones futuras y una idea alterada de sus capacidades
    interiores, así como una conciencia precoz
    de la fragmentacion y la profundidad.
    Titchener y Kaap (1976) trabajando con 80.pacientes
    describió la presencia de enuresis traumática,
    cuadros clínicos de fobias y otras respuestas de ansiedad,
    disturbios en el sueño y reacciones de pesar.
    Milgram y Milgram (1976) Israel describen
    el incremento significativo de la ansiedad en niños
    después de la guerra del Yom Kippur. Muchos niños
    israelitas vivieron al borde de las comunidades que estuvieron
    expuestas a bombardeos por periodos prolongados, sin embargo no
    exhibieron altos niveles de ansiedad comparados con los
    niños de comunidades que nunca estuvieron bajo fuego,
    posiblemente se deba comenta el autor a un resultado de la
    cohesión y el soporte social existente previamente en
    estas comunidades, tomándose la situación de
    bombardeo como parte del estilo de vida de estos
    niños.
    En Febrero de 1978 en Massachusetts, EEUU se vio afectado por una
    terrible ventisca que produjo una inundación devastadora a
    causa de marejadas en el litoral del estado, numerosos
    profesionales respondieron con celeridad a la emergencia, con la
    esperanza de brindar ayuda psicológica a quienes la
    necesitaban, desarrollándose un programa
    desentralizado en los barrios afectados.

    Partes: 1, 2

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