Monografias.com > Estudio Social
Descargar Imprimir Comentar Ver trabajos relacionados

Estado de Bienestar




Enviado por jmms74



    1. Auge y caida del
      fordismo
    2. El estado de bienestar frente a
      un nuevo panorama
    3. Modernidad
      relexiva
    4. Notas
    5. Bibliografia

    Los antecedentes del Estado de Bienestar vienen desde
    muy lejos, pero se han desarrollado extraordinariamente
    después de la Segunda Guerra
    Mundial en Europa
    Occidental. Es durante el período comprendido desde la
    segunda posguerra hasta principios de la
    década del setenta (que el historiador Eric Hobsbawn
    denomina a esta etapa como "Edad de Oro") cuando se consolidan
    los Estados de Bienestar.

    Durante la Edad de Oro se desarrolló en Occidente
    un intento de subordinar el trabajo, de
    desarrollar un nuevo capitalismo,
    que dependía mucho del uso y expansión del crédito
    para evitar o controlar el proceso de
    crisis que se había manifestado en los años treinta
    luego de la Gran Depresión.

    Con la implementación de las políticas
    económicas llamadas "keynesianas", asistimos a una cierta
    explosión del gasto
    público durante este período, particularmente
    del gasto social: educación, salud, vivienda,
    jubilaciones, pensiones y prestaciones
    de desempleo.

    Es conveniente subrayar que el estado de
    Bienestar se trata de un proceso en el cual se han abandonado en
    la práctica algunos elementos de la teoría
    liberal del Estado. En efecto, el estado ha dejado de ser "no
    intervencionista" y se ha considerado que era responsabilidad suya conseguir una
    situación de pleno empleo, un
    sistema de
    seguridad
    social que cubriera la totalidad de la población y la generalización de un
    alto nivel de consumo y la
    garantía de un nivel de vida mínimo incluso para
    los más desfavorecidos.

    Este tipo de Estado asumía la obligación
    de suministrar asistencia y apoyo a aquellos que sufrieran
    necesidades y reconocía formalmente el papel de los
    sindicatos en
    la negociación colectiva y en la
    formación de los planes públicos.

    El estado de Bienestar es un grupo de
    manifestaciones, en primer lugar, del deseo de la sociedad de
    sobrevivir como una totalidad orgánica y, en segundo
    lugar, del deseo expreso de todas las personas en el sentido de
    contribuir a la supervivencia de algunas personas.
    (1)

    Ahora bien, ¿Cuáles eran las
    contradicciones socioculturales del capitalismo
    ?

    Durante la década del 60 las economías de
    los países occidentales vivían la mayor era de
    prosperidad y crecimiento en la historia del mundo
    civilizado. Eran años de gran crecimiento
    económico. Y es precisamente en ese contexto de
    expansión capitalista donde se va a gestar una
    contracultura, un nuevo estilo cultural, que cuestiona
    básicamente las pautas tradicionales de la vida occidental
    y los principales valores de la
    burguesía.

    La contracultura es un rechazo a la cultura
    oficial caracterizada por el orden, la eficiencia, el
    progreso y el trabajo, entendidos como ejes primordiales que
    permiten el desarrollo
    capitalista.

    Esta contracultura, opuesta a la oficialmente dada,
    comprende originales y novedosos valores en las relaciones
    humanas, en los hábitos y en las
    costumbres.

    ¿Quiénes son los que transmiten esta
    contracultura?
    ¿Son un grupo numeroso o son
    unos pocos? ¿Qué pretenden cambiar?
    ¿Plantean cambios revolucionarios en el ámbito
    social,
    político y económico? Son los
    jóvenes los principales transmisores de esta contracultura
    y son ellos los que aparecen como sujetos problemáticos en
    las sociedades
    plenamente industrializadas. Pero no son todos los jóvenes
    sino una minoría que se concentra en los centros
    educativos, principalmente en las universidades.

    Eran jóvenes urbanos, de clase media y con
    estudios medios o
    superiores que se habían socializado en medio de un
    creciente bienestar y que planteaban la posibilidad de instaurar
    nuevos estilos de vida y diferentes pautas de conducta. La
    confrontación fue básicamente cultural y el
    cambio estaba
    orientado a cambiar la forma de vida. La vida y la
    práctica cotidiana pasaron a ser el lugar principal en
    donde se van a realizar las transformaciones
    revolucionarias.

    Emerge una cantidad de valores que se presentan como
    crítica y rechazo a los ya establecidos e
    institucionalizados en la cultura oficial en lugares como la
    escuela, la familia y
    las universidades, entre otros. Valores personales como la
    autonomía, la creatividad,
    la crítica al poder, la
    contestación, la no-violencia,
    eran tomados por los jóvenes.

    El joven pasa a ser crítico, radical, creativo,
    innovador de patrones culturales, utópico e independiente
    de la familia. Postulan
    cambios en la música, en la manera
    de vestirse, el concepto de
    familia comienza a desintegrarse y descubren la droga como una
    clara expresión contestataria contra las leyes y
    también como un gesto de rebeldía a lo
    establecido.

    ¿Qué alcance tuvo esta
    contracultura?
    Si bien no se llegó a una toma concreta
    del poder político, esta contracultura imprimió una
    extraordinaria transformación social en los años
    posteriores a la segunda guerra
    mundial. Se produjo sí una revolución
    cultural pero no política porque no
    figuraba en las mentes de los jóvenes tomar el
    poder.

    Pero pronto el capitalismo vio con claridad como este
    sector social ocupaba un lugar privilegiado en las
    economías desarrolladas de mercado y es a
    partir de allí, cuando comienzan a fabricarse en gran
    cantidad una serie de productos:
    blue jeans, discos de rock and roll y
    películas. Finalmente, con la participación de
    los medios de
    comunicación la contracultura quedó envuelta en
    la estrategia del
    capitalismo, y a partir de allí, cayó en la
    vulgarización comercial.

    La familia y la escuela son dos instituciones
    sociales que también fueron afectadas. La
    concepción de familia entra en crisis y abundan cada vez
    más las situaciones de familia "monoparental". Y esto
    repercute, en cierta medida, en los niños
    que sufren la ausencia de la pareja completa. Por otro lado, el
    salto cultural entre las generaciones dificulta la
    interacción de los diferentes actores sociales.

    Ahora bien, ¿Frente a qué gran problema
    se enfrentaba el Estado de Bienestar? ¿Cuál era la
    verdadera situación de los trabajadores en las modernas
    sociedades industriales
    ? La situación central que
    debió resolver fue, sin duda alguna, la explotación
    del trabajador en las empresas. Sin la
    protección sindical y sin la protección del estado,
    se explotaba a los trabajadores y por esa razón eran los
    pobres del sistema capitalista y también los excluidos de
    la sociedad.

    En el aspecto laboral, los
    sindicatos y las leyes sociales le han otorgado a los
    trabajadores capacidad de negociación, lo cual ha
    permitido que pudieran disfrutar como consumidores de los altos
    niveles de consumo generalizado. No obstante, el cambio de la
    situación de la clase obrera no ha sido solamente de la
    solidaridad
    social, sino también el deseo de las clases
    económicamente hegemónicas de tener paz
    social
    .

    El Estado adoptaba políticas que dirigían
    la actividad económica conforme al sistema capitalista de
    mercado al tiempo que
    compensaba las desigualdades sociales que ese mercado
    generaba.

    El "pacto de paz fordista" se cifró en trabajo
    repetitivo y de escasa calificación por un lado, y de
    consumo de masas, por otro.

    AUGE Y CAIDA DEL
    FORDISMO

    ¿En qué consistía el fordismo?
    ¿Cuáles eran las características principales en el proceso
    de producción? ¿Cómo era el
    trabajo? ¿Por qué fue implementado? Según
    David Harvey, hay dos amplias áreas de dificultad dentro
    de un sistema económico capitalista que deben negociarse
    con éxito
    si se quiere asegurar la viabilidad del sistema. La primera surge
    de las cualidades anárquicas de los mercados que
    fijan los precios, y la
    segunda, de la necesidad de controlar el despliegue de la
    fuerza de
    trabajo a fin de garantizar la plusvalía en la
    producción y, por lo tanto, las ganancias positivas para
    tantos capitalistas sean posibles.

    Sin duda alguna, el acostumbramiento de los trabajadores
    asalariados al capitalismo fue un largo proceso histórico
    que debe renovarse con la incorporación de cada nueva
    generación de trabajadores a la fuerza de trabajo. La
    disciplina
    impuesta a la fuerza de trabajo en función de
    la acumulación capitalista es un asunto muy
    intrincado.

    La socialización del trabajador a las
    condiciones de la producción capitalista supone el
    control social
    de fuerzas físicas y mentales sobre bases muy amplias.
    La
    educación, el entrenamiento, la
    persuasión, la movilización de ciertos sentimientos
    sociales (la ética del
    trabajo, la lealtad a la compañía, el orgullo
    nacional o local) y tendencias psicológicas (la
    búsqueda de identidad a
    través del trabajo, la iniciativa individual o solidaridad
    social), todo esto desempeña un papel y está
    íntimamente mezclado con la formación de las
    ideologías dominantes cultivadas por los medios masivos,
    las instituciones religiosas y educativas, las diversas ramas del
    aparato estatal, y afirmado por la simple articulación de
    su experiencia, por parte de aquellos que hacen el trabajo.

    (2)

    El fordismo fue –hasta mediados de la
    década del setenta- el modelo de
    producción hegemónico de los principales centros
    capitalistas. La producción se hacía en las grandes
    fábricas organizadas alrededor de la línea de
    montaje de acuerdo con los principios adoptados por Henry Ford en
    la producción del Modelo T. El trabajo era repetitivo y no
    necesitaba mucha calificación pero los salarios eran
    relativamente altos. Ford no hizo más que racionalizar las
    viejas tecnologías y una división preexistente del
    trabajo especializado, si bien al hacer que el trabajo fluyera
    hacia un trabajador estacionario, logró grandes aumentos
    de productividad.
    La lógica
    de este sistema estaba basada en los altos salarios que
    permitían vivir la vida de consumo de masas y que al mismo
    tiempo generaba demanda de los
    productos. "La piedra angular de toda estructura
    eran los sindicatos y la práctica de la negociación
    colectiva".
    (3)

    Lo novedoso de Ford fue su concepción, su
    reconocimiento explícito de que la producción en
    masa significaba un consumo masivo, un nuevo sistema de reproducción de la fuerza de trabajo, una
    nueva política de control y dirección del trabajo, una nueva estética y una nueva psicología; en una
    palabra "un nuevo tipo de sociedad racionalizada, modernista,
    populista y democrática"
    (4). Es en este
    sentido que Antonio Gramsci, en sus cuadernos de la
    Cárcel, sostiene que "el esfuerzo colectivo más
    grande que se ha realizado hasta la fecha para crear, con una
    velocidad sin
    precedentes y con una conciencia del
    objetivo que
    no tiene parangón en la historia, un nuevo tipo de
    trabajador y un nuevo tipo de hombre".

    Evidentemente, el fordismo dependía de que el Estado
    nacional asumiera un rol muy especial dentro del sistema global
    de regulación social.

    Frente a esta perspectiva podemos resumir que en el
    "Estado de Bienestar" encontramos dos componentes constitutivos.
    Por una parte, el marco político consistente en el
    consenso para que los representantes de los trabajadores negocien
    con los empresarios y bajo la supervisión de las burocracias estatales
    los marcos referenciales del crecimiento
    económico.

    Y por otra parte, un componente netamente
    económico consistente en la creación de las
    estructuras
    sociales por las cuales se canalizaba una importante masa de
    recursos
    económicos que, funcionando como salarios indirectos,
    aumentaban en forma real el nivel de vida de los sectores
    asalariados.

    En este sentido, Claus Offe plantea una visión
    completa del asunto al afirmar que "…el Estado de
    Bienestar ha sido el resultado combinado de diversos factores
    (…) El reformismo socialdemócrata, el socialismo
    cristiano, elites políticas y económicas
    conservadoras ilustradas, y grandes sindicatos industriales
    fueron las fuerzas más importantes que abogaron en su
    favor y otorgaron esquemas más y más amplios de
    seguro
    obligatorio, leyes sobre protección del trabajo, salario
    mínimo, expansión de servicios
    sanitarios y educativos y alojamientos estatalmente
    subvencionados, así como el reconocimiento de los
    sindicatos como representantes económicos y
    políticos legítimos del
    trabajo…"
    .

    El éxito del Estado de Bienestar residió
    en que unió a los sindicatos, la agricultura y
    a los elementos del mercado en un "compromiso histórico".
    Es decir, en una alianza socioeconómica en donde cada uno
    de los integrantes se comprometía a cumplir con el pacto.
    Si bien esta coalición fue decisiva, esta varió
    según el tipo de régimen que se dio en cada estado
    de Bienestar.

    AL respecto, Gosta Esping Anderson sostiene que "hay
    tres mundos" del Estado de Bienestar: corporativista, liberal y
    socialdemócrata. En el primero la seguridad social
    jerarquizada según las diferencias de status reforzaba la
    lealtad de las clases medias a un tipo peculiar de EB. En el
    segundo, en cambio, las clases medias llegaron a estar
    institucionalizadas unidas al mercado. Y en el tercero la
    socialdemocracia estuvo ligada al establecimiento de un EB de
    clases medias que beneficia tanto a la clase obrera como a los
    nuevos estratos de empleados.

    Pero a fines de la década del `60 los altos
    salarios no compensaban ya el trabajo intenso y monótono.
    Los obreros comenzaron a cuestionar los poderes de la patronal y
    pronto la pérdida de autoridad
    dentro de las fábricas se tradujo en dificultades para la
    producción. Era evidente que el `tratado de paz
    fordista´, que había posibilitado un gran
    crecimiento económico durante 1950-1960, entraba en
    crisis.

    "Estaba roto el equilibrio
    fordista, que hasta entonces había conseguido contener las
    frustraciones y mantener una estructura de control adecuada
    durante tanto tiempo que había terminado por conformar la
    imagen del
    capitalismo para toda la generación.

    La crisis capitalista nunca es otra cosa que esto: la
    ruptura de un patrón de dominación de clase
    relativamente estable. Aparece como una crisis económica,
    que se expresa en una caída en la tasa de ganancia, pero
    su núcleo es el fracaso de un patrón de
    dominación establecido. Desde el punto de vista del
    capital la
    crisis sólo puede ser resuelta mediante el establecimiento
    de nuevos patrones de dominación." (5)

    En otras palabras, lo que Holloway sostiene es que la
    recuperación de la crisis significa para el capital la
    reafirmación de su autoridad, su derecho a administrar y a
    mandar.

    Ahora bien, ¿Qué sucedió en la
    década del ` 70 en el mundo? ¿Por qué se
    considera a esta fecha como punto de quiebre del momento de
    expansión de las economías occidentales
    capitalistas? ¿Cuáles son las
    características de esta nueva crisis del sistema
    capitalista?
    La expansión de la economía en 1970
    entró en decadencia por un proceso inflacionario en
    expansión, un déficit público norteamericano
    ingente y que exportaba, vía el aumento de masa monetaria
    mundial, su carga inflacionaria al resto de la comunidad
    internacional. A ello se sumó el hundimiento del sistema
    financiero de Bretton Woods (1971) y la suba en el precio del
    petróleo
    en 1973. El crecimiento del P.B.I. mundial evidenció un
    menor crecimiento en comparación con las décadas
    precedentes y el fordismo ya presentaba signos de agotamiento
    como modo de trabajo. Por otro lado, surgió un nuevo
    centro de poder económico en el mundo. En los años
    setenta, los países del sudeste y este asiáticos se
    convirtieron en la región económica más
    dinámica de la economía.

    Esta nueva crisis también afectó al
    consumo. Al mismo tiempo erosionó a los altos salarios, el
    pleno empleo, la expansión del Estado de Bienestar, es
    decir, la idea de que el capitalismo pudiera asegurar un
    desarrollo justo para todos. Los 70 liquidan todo
    esto.

    "La historia de los veinte años que siguieron
    a 1973 es la historia de un mundo que perdió su rumbo y se
    deslizó hacia la inestabilidad y la crisis."
    (6)

    Si bien es cierto que la economía mundial no
    quebró, ni siquiera momentáneamente, aunque la edad
    de oro finalizase en 1973-1975, el hecho central de las
    décadas de crisis es que las operaciones del
    capitalismo estaban fuera de control. Había una gran
    cantidad de nuevos problemas
    económicos y nadie sabía cómo
    enfrentarlos.

    Frente a este panorama era necesario que el capitalismo
    realice una reestructuración. En las economías
    capitalistas, tanto los gobiernos como las empresas implementaron
    una nueva forma de capitalismo caracterizado por la
    globalización de las actividades económicas
    centrales, la flexibilidad organizativa y un mayor poder de las
    empresas en relación con los trabajadores. En efecto, nace
    un capitalismo mucho más flexible y dinámico.
    (7)

    Junto a la crisis del capitalismo se da también
    la crisis de un modelo de producción que hasta ese
    entonces funcionaba eficientemente (fordismo). Se había
    quebrado la relación de dominación, es decir, se
    habían roto los patrones establecidos de control sobre el
    trabajo. (8) Es a partir de allí, cuando incidieron
    los nuevos métodos de
    trabajo japoneses: toyotismo.

    ¿En qué consistía el toyotismo?
    ¿Qué influencia tuvo en el mundo occidental?
    ¿Por qué fue implementado y qué era lo que
    pretendía resolver?
    El toyotismo consistió en
    un intento de reorganizar el proceso de trabajo, de reemplazar la
    vieja idea de producción masiva por una producción
    orientada a necesidades específicas, y de introducir
    nuevas formas de gerencia y
    management en las fábricas. El toyotismo y el sistema
    "justo a
    tiempo" tuvieron una influencia muy importante, no
    sólo en Japón
    sino también en las principales potencias de Occidente.
    Este nuevo modo de producción implicó un cambio
    drástico en la posición de los sindicatos frente al
    capital. El sindicalismo
    fue históricamente destruido y en su lugar se
    consolidó un sindicato de
    empresa mucho
    más cooperativo que conflictivo. "No estábamos
    en la época de Henry Ford sino de Benetton."

    (9)

    Las transformaciones que se dirigen en el sentido de una
    mayor flexibilidad, tanto en el trabajo como fuera del trabajo,
    tienen un carácter
    irreversible. Es en este sentido que Robert Castels va a afirmar
    que la segmentación de los empleos, así
    como el irresistible crecimiento de los servicios, entraña
    una individualización de los comportamientos laborales
    totalmente distinta de las regulaciones colectivas de la
    organización "fordista".

    El sistema productivo pronto quedó transformado
    por la revolución tecnológica y se globalizó
    con unas consecuencias inimaginables, pero la tragedia
    histórica de la década de crisis consistió
    en que la producción prescindía de los seres
    humanos a una velocidad superior a aquélla que la
    economía de mercado creaba nuevos puestos de trabajo para
    ellos. (10)

    Ante las dificultades del Estado de Bienestar aparecen
    teorías
    de derecha e izquierda que pretendían terminar con la
    crisis que afectaba a la mayoría de las naciones.
    ¿Cuáles eran las principales bases
    teóricas que esgrimían ambas fuerzas
    políticas para poner fin al período de
    crisis?

    El ataque más sostenido provino de la derecha y
    de la mano de un nuevo diagnóstico económico, que intentaba
    dar un marco
    teórico que permita enfrentar con medidas conducentes
    la recesión económica de mediados de los
    setenta.

    El debate central
    giraba en torno a la
    continuidad del Estado de Bienestar como modelo de sociedad para
    los principales países de occidente. Y el principal
    adversario fue -sin duda alguna- el neoliberalismo.

    Las políticas neoliberales propugnaban una vuelta
    al mercado de muchos sectores que estaban administrados por el
    estado. El neoliberalismo recuperaba la concepción del
    Estado propia del liberalismo
    clásico. Además, acusaban al Estado de producir
    "efectos perversos" con sus intervenciones, lo acusaba de ser
    ineficiente, lento con respecto a la adaptación y caro. En
    síntesis, los neoliberalismos propugnaban
    la reducción del Estado de Bienestar como una manera de
    estimular la economía y en la práctica realizaban
    reducciones de impuestos y de
    programas
    sociales.

    En tanto, el gran dilema de la Izquierda era que el
    único modo de mejorar las condiciones materiales de
    los trabajadores y los pobres bajo el capitalismo era mediante
    una inversión estatal masiva y el estado no
    parecía ser un mecanismo fiable de intervención. El
    paciente estaba enfermo, había drogas
    disponibles, pero el médico era impotente.
    (11)

    Por otra parte, el trabajo de Merkel permite matizar
    esta tendencia general. Parte de un diagnóstico
    análogo al de Hobsbawn en el sentido de considerar que la
    crisis económica, fundamentalmente a partir de 1973, no es
    un "quiebre" al estilo de la Depresión de 1930, sí
    es una ralentización, sí es una crisis
    económica pero no necesariamente conduce a una
    reducción drástica de los márgenes de
    acción político estatales.

    Los indicadores
    macroeconómicos de los cuatro países de la
    "socialdemocracia establecida" (Noruega, Suecia, Finlandia y
    Austria) no permiten hablar de una decadencia de la
    política a partir de 1973-1974. Por el
    contrario:

    "… la evolución del empleo, los precios y el PBI
    entre 1974 1989 desmiente la tesis de
    decadencia general. Es cierto que las cifras han empeorado
    ligeramente en relación a la época dorada. Pero,
    comparando los resultados de estos países con los del
    resto de los estados Europeos de la OCDE, el balance de su
    política de empleo ha mejorado ostensiblemente. En
    materia de
    precios, también se registra un avance de posiciones,
    aunque sea modesto. Y, en lo que se refiere a la evolución
    del crecimiento, el modelo de la "época dorada" se ha
    mantenido: los índicesposteriores a 1974 siguen siendo
    algo inferiores a los del conjunto de Europa occidental."
    (12)

    EL ESTADO DE
    BIENESTAR FRENTE A UN NUEVO PANORAMA

    La expansión del Estado de Bienestar ha sido
    indudablemente uno de los rasgos más destacados en la
    evolución del mundo capitalista durante el siglo
    XX.

    Junto a esta expansión surgió una nueva
    sociedad en donde se llevó a cabo una
    transformación estructural en las relaciones de
    producción, en las relaciones de poder y en las relaciones
    sociales producto de
    una crisis que hizo que el capitalismo se
    reestructurara.

    Las sociedades occidentales son hoy en día muy
    diferentes: en las estructuras por edades de la población,
    en el mercado del trabajo, en las estructuras familiares y en las
    causas de la
    pobreza.

    Los Estados disminuyen su capacidad frente al mundo
    económico y la economía es cada vez más
    globalizada y dinámica.

    Frente a este nuevo panorama (signado por los cambios
    tecnológicos en el área de la informática, la biogenética, las
    telecomunicaciones, la irrupción con fuerza
    en el escenario internacional de los países en desarrollo,
    los problemas medioambientales de carácter global, y los
    fenómenos migratorios potencialmente masivos) parece
    indispensable que el Estado de Bienestar debe reformarse con
    profundidad.

    Y es en estos albores cuando aparecen las denominadas
    políticas de "terceras vías" que intentan plantear
    una renovación de la socialdemocracia en un mundo en que
    las viejas ideas de la izquierda han quedado obsoletas, mientras
    que las de la nueva derecha son inadecuadas. El gran dilema es
    cómo "humanizar" el mercado de manera que produzca los
    buenos efectos que se esperan, sin producir los graves
    inconvenientes que hasta ahora ha provocado.

    En la actualidad, el Estado de Bienestar crea hoy tantos
    problemas como los que resuelve. Básicamente, Anthony
    Guiddens sostiene que la "tercera vía" se refiere a un
    marco de pensamiento y
    política práctica que busca adaptar la
    socialdemocracia a un mundo que ha cambiado esencialmente a lo
    largo de las tres últimas décadas. Es una tercera
    vía en cuanto es un intento por trascender tanto la
    socialdemocracia a la antigua como el neoliberalismo.

    A propósito de Europa, Ulrich Beck explica que
    los llamados Estados de Bienestar de esta región han
    entrado en una espiral descendiente y sus postulados son
    enjuiciados bajo la lupa de la globalización, los
    costos
    financieros y económicos y la reducción de los
    ingresos
    fiscales. De igual modo la situación del trabajo mediante
    el saber y el capital genera preocupación, toda vez que no
    sólo las organizaciones
    sindicales pierden negociación sino que a los excluidos se
    los considera de manera oficial como económicamente
    inactivos o retirados.

    Ahora bien, frente a las grandes transformaciones
    sociales, económicas, políticas y culturales que se
    fueron gestando en este último lapso de tiempo es
    conveniente intentar encontrar una respuesta a dos interrogantes
    fundamentales. ¿Qué es la globalización y qué implicaciones
    tiene? ¿En que sentido el individualismo, si lo hay,
    está haciendo las sociedades modernas más
    individualizadas?

    Como primer punto hay que tener en cuenta que la
    globalización no es sólo interdependencia
    económica, sino la transformación del tiempo y del
    espacio (13). En sociedades cada vez más
    informatizadas podemos observar claramente como la
    revolución en las comunicaciones
    y la extensión de la tecnología
    están vinculadas al proceso globalizador. Y esto conlleva
    a un mundo de comunicación electrónica instantánea que
    reorganiza las instituciones locales y las pautas vitales de la
    vida cotidiana (14).

    En alusión al primer interrogante antes
    mencionado pienso que es de gran utilidad
    académica puntualizar tres definiciones que hace Beck al
    respecto. Para este pensador alemán, la primera
    definición está centrada en el concepto de
    globalismo definido como una concepción global
    según la cual el mercado mundial desaloja o sustituye al
    quehacer político (la ideología del dominio del
    mercado mundial o la ideología del liberalismo). La
    segunda definición tiene que ver con
    globalización, que viene a señalar los
    procesos en
    virtud de los cuales los estados nacionales soberanos se
    entremezclan e imbrican mediante actores transnacionales y sus
    respectivas probabilidades de poder, orientaciones, identidades y
    entramados varios. Y finalmente, el significado del
    término globalidad, concepto que define la
    existencia de una sociedad mundial y la ficción de los
    espacios cerrados.

    Tanto Guiddens como Beck ven a la
    globalización como una compleja serie de procesos,
    impulsados por una amalgama de factores políticos y
    económicos que está transformando la vida diaria,
    especialmente en los países desarrollados, a la vez que
    crea nuevos sistemas y
    fuerzas transnacionales. "La globalización está
    transformando las instituciones de las sociedades en que
    vivimos"
    (15).

    Por otra parte, en las sociedades postradicionales
    (16), el nuevo individualismo está asociado a la
    aniquilación de la tradición y de la costumbre en
    nuestras vidas, fenómeno altamente relacionado con el
    impacto de la globalización. Se produce una
    transformación de las significaciones colectivas y hay un
    quiebre que impacta en el proceso de individualización.
    Ahora la cohesión social ya no puede garantizarse mediante
    la acción social del estado ni mediante el apego de la
    tradición.

    Durante este proceso se establecen cambios
    significativos como la emergencia de un nuevo tipo societal, la
    ruptura en las instituciones sociales y la separación
    creciente entre el objeto y sujeto. Además, la integración social ya no puede entenderse
    como una correspondencia entre el actor y el sistema, la
    política y el trabajo dejan de ser determinantes y la
    identidad va estar centrada en el primado del Yo, es decir, que
    los individuos se definen a distancia de las estructuras sociales
    y a veces en contra de los colectivos sociales.

    Es en estas sociedades postradicionales donde se produce
    el deterioro y descomposición de los magmas de sentido
    colectivo y de determinados grupos (por
    ejemplo, fe en el progreso, conciencia de clase) pertenecientes a
    la cultura de la sociedad industrial. De ahora en adelante todos
    los esfuerzos están centrados en la figura del
    individuo.

    ¿En qué consiste este proceso de
    individualización? ¿Y en qué se diferencia,
    por ejemplo, al mencionado por autores clásicos como G.
    Simmel, E. Durkheim y M.
    Weber?
    Básicamente este proceso de individualización
    significa un proceso de revinculación y
    desvinculación a nuevas formas de vida en una sociedad en
    la cual los individuos deben ser autores de su propia biografía. Cabe
    destacar que el término individualización no
    significa, en este caso, atomización, aislamiento o
    soledad sino que significa, primero, la desintegración y,
    segundo, la sustitución de las formas de vida
    socioindustriales por otras, en las que los individuos construyen
    sus propias biografías.

    El individuo se libera de las normas
    obligatorias y las estructuras dejan de ser determinantes; en
    tanto, los entornos culturales ya no son determinantes y el obrar
    del hombre no está condicionado o sujeto a normas fijas
    sociales. El individuo se ve confrontado con sus nuevas
    decisiones individuales y autosignifica su propia vida al mismo
    tiempo que la familia deja de ser la unidad de
    reproducción social. "Los individuos no están
    condenados a ser libres sino a individualizarse "
    (Sartre).

    El concepto de individualización presupone al
    "individuo como actor, diseñador, malabarista y
    director de escena de su propia biografía, identidad,
    redes sociales,
    compromisos y convicciones. Individualización significa la
    desintegración de las certezas de la sociedad industrial y
    de la compulsión de encontrar y buscar nuevas certezas
    para uno mismo y para quienes carecen de ellas. Pero
    también significa nuevas interdependencias, incluso
    interdependencias globales. La individualización y la
    globalización son, de hecho, dos caras del mismo proceso
    de modernización reflexiva"
    (17). En
    síntesis, el motor del cambio
    social es la individualización.

    En tanto, la diferencia con los autores clásicos
    de la sociología (Simmel, Durkheim y Weber) se
    basa en que hoy los hombres no son "liberados" de las permanentes
    certezas religioso-trascendentales en el seno del mundo de la
    sociedad industrial, sino fuera, en la turbulencia de la sociedad
    mundial del riesgo. Los
    hombres deben entender su vida, desde ahora en adelante, como
    estando sometida a los más variados tipos de riesgo, los
    cuales tienen un alcance personal y global
    (18). El individuo está obligado a vivir de una
    manera más abierta y reflexiva que las generaciones
    anteriores.

    MODERNIDAD
    RELEXIVA

    Ahora bien, ¿Qué significa vivir de una
    manera reflexiva? ¿En qué consiste la modernidad
    reflexiva a la que aluden A. Guiddens y U. Beck?
    ¿Qué es lo que conduce a esta situación?
    ¿Qué diferencia se puede establecer con la sociedad
    industrial?

    El concepto de modernidad reflexiva fue lanzado por
    U.Beck (y al que luego adhirió A. Guiddens y Scott Lash)
    en 1986 para sostener que se han diluido las certezas de la
    modernidad y ahora el hombre se
    enfrenta a nuevos desafíos (19).

    La modernización reflexiva refiere: por un
    lado, a una época de la modernidad que se desvanece y, por
    otro, al surgimiento anónimo de otro lapso
    histórico, surgimiento que no se gesta a causa de
    elecciones políticas, del derrocamiento de gobierno alguno o
    por medio de una revolución, sino que obedece a los
    efectos colaterales latentes en el proceso de
    modernización autónoma según el esquema de
    la sociedad industrial occidental. El sujeto de esta
    destrucción creadora no es la crisis, sino el triunfo de
    la modernización occidental. (20)

    La modernización reflexiva básicamente
    cuestiona la rigidez y la insuperabilidad de los supuestos de la
    sociedad industrial. No tiende a la autodestrucción, sino
    a la autotrasformación de la modernización
    industrial. La modernidad reflexiva alude no tanto a la
    reflexión (como el adjetivo "reflexivo" parece sugerir)
    sino a la autoconfrontación: el tránsito de la
    época industrial a la del riesgo se realiza anónima
    e imperceptiblemente en el curso de la modernización
    autónoma conforme al modelo de efectos colaterales
    latentes.

    Lo importante a tener en cuenta como eje central de la
    modernización reflexiva es que el avance de la
    individualización ha liberado a los individuos de las
    estructuras colectivas y abstractas tales como la clase, la
    nación,
    la familia nuclear y la creencia incondicional en la validez de
    la
    ciencia.

    De este modo, la modernidad reflexiva se alcanza
    sólo en la crisis de la familia nuclear y la
    autoorganización concomitante de las narraciones vitales;
    con la pérdida de influencia de las estructuras de clase
    sobre los agentes: en la conducta electoral, en las pautas de
    consumo, en la afiliación sindical; con el desplazamiento
    de la producción regulada por la flexibilidad laboral; con
    la nueva desconfianza ecológica y la práctica de la
    ciencia
    institucionalizada (21).

    Antes de seguir avanzando con el desarrollo del trabajo
    creo que es conveniente esbozar una sutil diferencia entre la
    visión de U. Beck y A. Guidens, por un lado, y la plasmada
    por S. Lash, por el otro. Los dos primeros presuponen que la
    reflexividad tiene una naturaleza
    cognitiva (de supuestos racionalistas, la reflexividad en este
    caso está mediada por el
    conocimiento). En cambio, el enfoque de Lash pone
    énfasis no en la dimensión cognitiva sino en la
    dimensión estética de la reflexividad y entiende
    como estético no sólo al "gran arte", sino
    más bien a la cultura popular y la estética de la
    vida cotidiana.

    Por otra parte, el concepto de riesgo es central para
    estos teóricos de la modernización reflexiva. La
    sociedad de riesgo –van a sostener- es sin duda un producto
    del capitalismo. Los procesos de modernización generan sus
    propios riesgos, es
    decir, que la modernización se vive como un proceso de
    radicalización en donde se rompen las certezas de la
    modernidad. La modernización genera riesgos que no puede
    controlar; riesgos sociales, ecológicos,
    técnicos.

    Los peligros empiezan a dominar en el ambiente
    social. Las amenazas que produce este tipo de sociedad exceden la
    idea que tienen los hombres de seguridad y, en cierta medida, el
    hombre es inyectado a la sociedad industrial encontrándose
    con un sin número de riesgos. La sociedad se torna como un
    problema para sí misma y se ve enfrentada a problemas que
    no puede controlar, los riesgos se pueden expresar en
    términos de probabilidad pero
    no pueden eliminarse. Estos son de carácter incontrolable
    y de efectos innumerables. Y como las estructuras no pueden
    controlar el riesgo, entonces aparece la noción de
    incertidumbre.

    El tránsito de la época industrial a la
    del riego se realiza anónima e imperceptiblemente en el
    curso de la modernidad autónoma conforme al modelo de
    efectos colaterales latentes. Las constelaciones de la sociedad
    de riesgo se producen a causa del dominio de los supuestos de la
    sociedad industrial sobre el pensamiento y la acción de
    los hombres e instituciones. Estos procesos de
    modernización -señala Beck- generan de manera
    latente peligros, que cuestionan, denuncian y transforman los
    fundamentos de la sociedad industrial.

    El principal adversario de la industria
    atómica (la industria química y
    demás) no es el grupo de manifestantes concentrados frente
    a las centrales nucleares, o la opinión
    pública crítica (…), el adversario más
    convencido y pertinaz de la industria atómica es la
    industria atómica. La protesta puede decaer pero el
    escándalo del peligro perdura (22).

    Es en este sentido, y a través de un agudo
    análisis, que Guiddens sostiene que la
    modernidad se ha hecho experimental. Todos los hombres, de alguna
    manera, están atrapados en un grandioso experimento pero
    no en un experimento en el sentido del laboratorio,
    porque no se gobiernan los resultados dentro de parámetros
    o patrones fijos; sino más bien puede ser visto como una
    aventura peligrosa. "Todos estamos atrapados en experimentos
    cotidianos cuyos resultados,
    en un sentido
    genérico, están tan abiertos como los que afectan a
    la humanidad en su conjunto"
    (Guiddens).

    Ahora bien, ¿cómo es posible pensar en el
    bienestar social en una sociedad en donde la clase
    política incurre en la implantación de peligros en
    el mundo y en la minimización de su importancia, peligros
    que incluso amenazan la existencia misma de la humanidad?
    ¿Cómo debe pensarse la política en esta
    modernidad tardía o segunda modernidad?

    Una de las características más notables de
    esta época es que, sin duda alguna, la política se
    ha devaluado. Los cambios producidos por la globalización
    han amenazado a los partidos ortodoxos, mientras que diferentes
    movimientos sociales pusieron de relieve las
    cuestiones que caían fuera de la política
    tradicional, la ecología, los
    derechos de los
    animales, la
    sexualidad,
    los derechos de los consumidores y muchas otras. Es en este
    sentido que U. Beck habla de una "subpolítica". Los nuevos
    movimientos, grupos y ONGs comienzan a ser verdaderos
    protagonistas en la escena mundial (23).

    La meta general a la que apunta A. Guiddens cuando
    menciona a la tercera vía es que esta debería
    ayudar a los ciudadanos a guiarse en las grandes revoluciones de
    nuestro tiempo: la globalización, las transformaciones de
    la vida personal y la relación del hombre con la
    naturaleza. "La política de la tercera vía
    debería adoptar una posición positiva hacia la
    globalización"
    (Guiddens). Y para ello el tema de la
    modernidad reflexiva es condición fundamental para la
    nueva política que busca establecer una nueva
    relación entre individuo y comunidad, una
    redefinición de derechos y obligaciones.

    Al respecto, U. Beck va a plantear algo similar a lo del
    sociólogo inglés
    al sostener que sólo si se logra mediante el monopolio
    político basado en el par de izquierda-derecha, que fue
    ideado originariamente con la revolución
    francesa y que consolida su poder con la modernización
    industrial, se pueden conceptualizar las tensiones de la
    modernidad reflexiva. Sólo entonces tales tensiones pueden
    adoptar forma de organización política. Y agrega que
    es fundamental crear una política creativa que justamente
    no cultive y renueve las viejas hostilidades, sino que proponga y
    forja nuevos contenidos, formas y coaliciones, es necesario que
    se genere la invención de lo
    político
    .

    Ahora bien, en la modernidad reflexiva las oportunidades
    de vida -el resultado de quiénes son los ganadores de la
    reflexividad y quiénes los perdedores- dependen del lugar
    en el modo de la información. Las oportunidades de vida en
    la modernidad reflexiva son cuestión de acceso no al
    capital productivo o a las estructuras de producción, sino
    del acceso al y del lugar en las nuevas estructuras de
    información y comunicación (24).

    Si bien es cierto que los teóricos de la
    modernidad reflexiva tienen sus ojos puestos en Europa, y
    básicamente en sociedades desarrolladas o llamadas de
    primer mundo, ¿es posible pensar en iguales
    términos en sociedades periféricas como la de
    países latinoamericanos castigados por una gran disparidad
    social y con índices de pobreza
    alarmantes?

    Una respuesta a este enigma, y que pienso que abre un
    interesante abanico crítico al respecto, es la que plantea
    el sociólogo chileno Fernando Robles. Este pensador social
    sostiene que es imposible establecer algún tipo de
    comparación con las sociedades que él denomina
    periféricas "ya que los modelos de
    construcción de la individualidad
    así como que los paradigmas de
    reconstrucción, interpretación y observación de la sociología
    respecto de ellos, no pueden ser idénticos en sociedades
    de capitalismo desarrollado y en las sociedades de la periferia".
    Y en su estudio agrega que la dinámica de las sociedades
    periféricas si bien genera relaciones de interdependencia
    y asimetría con el resto de las naciones desarrolladas en
    el mundo globalizado, significa además
    relocalización y deslocalización.
    Deslocalización en la medida en que la
    globalización afecta singularmente desde afuera a los
    países de la periferia, y deslocalización porque
    para que la globalización funcione, debe convertir lo que
    proviene desde afuera en un componente de una cultura global. Por
    lo tanto, el capitalismo periférico nada tiene que ver con
    el capitalismo desarrollado, sino que es algo particular con
    características particulares en cada caso pero muy lejos
    de parecerse a aquel (25).

    Finalmente, si bien es cierto que es difícil
    pensar en términos de modernidad reflexiva a las
    sociedades subdesarrolladas con altos índices de pobreza
    como las latinoamericanas y los países de tercer mundo,
    creo que lo novedoso de autores como Beck y Guiddens radica en
    que introducen nuevas categorías de análisis para
    el estudio de determinados fenómenos sociales. Y es en ese
    sentido donde radica su importancia académica.

     


    NOTAS

    1. Richard Titmuss, Essays on the Welfare State,
      Londres, George Alle and Unwin, 1963, p. 39.
    2. David Harvey, La condición de la Posmodernidad, Amorrortu, noviembre 1998, p.
      146.
    3. John Holloway, La rosa de Nissan, Cuadernos del Sur
      Nº 7, abril 1988, p. 115.
    4. D. Harvey, p. 148.
    5. Holloway, p. 118.
    6. Eric Hobsbawn, Historia del Siglo XX, Barcelona,
      Crítica, 1995, cap. XIV, p. 404.
    7. Manuel Castells, La era de la información,
      Madrid, Alianza, Vol. 3, cap. Conclusión, p.
      371.
    8. Holloway, p. 129.
    9. Hobsbawn, p. 404.
    10. Hobsbawn, p. 414.
    11. Adam Prseworki y Michael Wallerstein, Why No Left
      Economic Alternative?, Manuscrito inédito, Universidad
      de Chicago, 1986.
    12. Wolgang Merkel, ¿Final de la socialdemocracia?
      Recursos de poder y política de gobierno de los partidos
      socialdemócratas en Europa Occidental, Valencia,
      Ediciones Alfons el Magnanim, 1995, cap. 6, p. 194.
    13. Anthony Guiddens. Tercera Vía.
    14. Román Gubern, en el libro "El
      eros electrónico", señala como las nuevas
      tecnologías de información y
      comunicación están generando efectos emocionales
      en la población que, previsiblemente, se irán
      incrementando en el futuro, adquiriendo nuevas
      características.
    15. Anthony Guiddens. Tercera Vía.
    16. Guiddens emplea el término de sociedad
      postradicional para referirse a un tipo de sociedad en donde la
      autoridad ya no puede legitimarse mediante símbolos
      tradicionales o diciendo "así es como se ha hecho
      siempre las cosas".
    17. Beck, Ulrich. La reinvención de la
      política: hacia una teoría de la teoría de
      la modernización reflexiva, en: U. Beck, A. Guiddens y
      S. Lash: Modernización Reflexiva. Política,
      Tradición y estética en el orden social moderno,
      Alianza, Madrid.
    18. Beck, Ulrich. Las consecuencias perversas de la
      Modernidad. Modernidad, contingencia y riesgo. Cap. VI, p.
      205.
    19. Según la visión de Beck, la
      modernización reflexiva postula en cierta forma lo
      contrario a la "Dialéctica de la
      Ilustración" (Adorno y Horkheimer). Plantea una
      dinámica autónoma, que se autocontrarresta y, que
      por ello, claudica y se desgarra el férreo estuche de la
      industria moderna. Es decir, el envejecimiento de la modernidad
      industrial producido por sí misma no es un anhelo, ni
      esperanza, ni una promesa, sino un diagnóstico,
      según el cual: la modernidad industrial genera cual
      impulso y autodinámica con independencia de la voluntad y del pensamiento
      de los hombres, una segunda modernidad.
    20. Beck, Ulrich. Las consecuencias perversas de la
      modernidad: Modernidad, contingencia y riesgo. Teoría de
      la Modernización Reflexiva. Cap. VII.
    21. Ulrich Beck, Anthony Guiddens y Scott Lash.
      Modernidad Reflexiva. Política, tradición y
      estética en el orden social moderno. S. Lash, la
      reflexividad y sus dobles: estructura, estética,
      comunidad; Cap. III, p. 139. Alianza Editorial.
    22. Beck, Ulrich. Las consecuencias perversas de la
      modernidad: Modernidad, contingencia y riesgo. Teoría de
      la Modernización Reflexiva. Cap. VI, p. 208.
    23. El crecimiento abrupto que evidenciaron las
      organizaciones sociales y no gubernamentales en la Argentina en
      los últimos 20 años se convirtieron en un espacio
      que aglutina a 80.000 entidades, moviliza 12 millones de pesos
      anuales, emplea a 395.000 personas y convoca a más de
      2,5 millones de voluntarios.
    24. Ulrich Beck, Anthony Guiddens y Scott Lash.
      Modernidad Reflexiva. Política, tradición y
      estética en el orden social moderno. S. Lash, la
      reflexividad y sus dobles: estructura, estética,
      comunidad; Cap. III, p. 150. Alianza Editorial.
    25. Fernando Robles. Individualización e
      individuación, inclusión/exclusión y
      construcción de identidad en las sociedades
      periféricas de riesgo. Lineamientos preparatorios para
      una sociología de la exclusión. Departamento de
      Sociología, Universidad de
      Concepción.

     

    BIBLIOGRAFIA

    • Beck Ulrich. ¿Qué es la
      globalización? Buenos Aires,
      Paidós, 1999.
    • Beck U. La invención de lo
      político. Mexico, Fondo de Cultura Económica,
      1999.
    • Bell Daniel. Las contradicciones culturales del
      capitalismo. Madrid, Alianza, 1989 cap. I.
    • Bobbio, Norberto. El futuro de la democracia.
      Fondo de Cultura Económica. México, 1992.
    • Castells Manuel. La era de la
      información. Madrid, Alianza, Vol. 3, cap.
      Conclusión.
    • Castells M. La metamorfosis de la cuestión
      social. Buenos Aires, Paidós, 1996.
      Conclusión: El individualismo negativo.
    • Claus Offe. Contradicciones en el Estado de
      Bienestar. Madrid, Alianza, 1990, cap VII.
    • Coriat Benjamin. Pensar al revés.
      Trabajo y organización en la empresa
      japonesa. España,
      Siglo XXI, cap. I y III.
    • Durand Claude. El trabajo encadenado. Madrid,
      Blume ediciones, 1978, cap. IV, V, VI.
    • Gourevitch, Peter. Políticas
      estratégicas en tiempos difíciles. Respuestas
      comparativas a las crisis económicas
      internacionales. Fondo de Cultura Económica.
      México, 1993.
    • Esping-Andersen, Gosta. Los tres mundos del Estado
      de Bienestar. Madrid, 1993. * (1ra. Parte: 1,2 y
      3)
    • Guiddnes Anthony. La tercera Vía: la
      renovación de la socialdemocracia. Buenos Aires,
      Taurus, 1999.
    • Guiddens A. Mas allá de la izquierda y la
      derecha. Madid, Cátedra, 1996, cap. V.
    • Guiddens A. Las transformaciones de la intimidad.
      Madrid, Alianza.
    • Guiddens A. Vivir en una sociedad
      postradicional, en U. Beck, A. Guiddens y S, Lash.
      Política tradición y estética en el
      orden social moderno. Madrid, Alianza Universidad,
      1997.
    • Gubern Roman. El eros electrónico.
      Buenos Aires, Taurus, 2000.
    • Guogh, Ian y otros. Competitividad
      económica y estado de Bienestar. Madrid, Ministerio
      de Trabajo y Seguridad Social, cap. III.
    • Harvey David. La condición de la
      posmodernidad. Argentina, Amorrortu, 1998.
    • Hobsbawn Eric. Historia del siglo XX.
      Barcelona, Crítica, 1995.
    • Hollaway John. La rosa de Nissan. Cuadernos
      del sur Nº7, abril 1998.
    • Lash Scott. La reflexividad y sus dobles.
      Estructura, estética, comunidad, en U. Beck, A.
      Guiddens y S. Lash. Modernización reflexiva.
      Política, tradición y estética en el orden
      social moderno. Madrid, Alianza, 1997.
    • Lash S. Sociología del posmodernismo.
      Buenos Aires, Amorrortu, 1997.
    • Lash S. y Jon Urry. Economías de signos y
      espacio. Sobre el capitalismo de la posorganización,
      Argentina, Amorrortu, 1998, cap. VII.
    • Mann, Michael. Las fuentes del
      poder social, II. Editorial Alianza Universidad. Madrid,
      1997, cap. VII.
    • Merkel Wolfang. ¿Final de la
      socialdemocracia? Recursos de poder de gobierno de los partidos
      socialdemócratas en Europa occidental. Valencia,
      Ediciones Afons el Magnanim, 1995, cap. VI y VIII.
    • Roszak Theodore. El nacimiento de una
      contracultura. Barcelona, Kairós, cap.
      I.

     

     

    Juan Manuel Martinez Sáenz

    Nota al lector: es posible que esta página no contenga todos los componentes del trabajo original (pies de página, avanzadas formulas matemáticas, esquemas o tablas complejas, etc.). Recuerde que para ver el trabajo en su versión original completa, puede descargarlo desde el menú superior.

    Todos los documentos disponibles en este sitio expresan los puntos de vista de sus respectivos autores y no de Monografias.com. El objetivo de Monografias.com es poner el conocimiento a disposición de toda su comunidad. Queda bajo la responsabilidad de cada lector el eventual uso que se le de a esta información. Asimismo, es obligatoria la cita del autor del contenido y de Monografias.com como fuentes de información.

    Categorias
    Newsletter