Indice
1.
Introducción
2. El
Fundamentalismo
3. Orígenes del
terrorismo
4. Grupos
Terroristas
5. Organización para
la liberación de palestina (O.L.P.)
6.
Conclusión
7.
Bibliografía
Ante la caída del comunismo, por
muchos años considerado como la principal amenaza del
mundo occidental, "nuevos enemigos" hacen irrupción en la
escena internacional. Puede hablarse, en este sentido, de un
cierto consenso en las Relaciones
Internacionales al momento de identificar como "nuevos
enemigos" al narcotráfico, las migraciones y el terrorismo
internacional, dentro del cual cobra importancia el denominado
fundamentalismo islámico, por el protagonismo adquirido en
los últimos años como una poderosa fuente de
desestabilización del sistema
internacional. Eso se encuentra en estrecha relación con
el creciente proceso de
globalización. En "la aldea global",
culturas disímiles, costumbres distintas, anteriormente
extrañas y lejanas, se aproximan cada vez más, ante
el explosivo desarrollo de
los medios de
comunicación que permiten un contacto más
fluido con el resto del mundo. Pero, simultáneamente, ello
suele generar sentimientos de desconfianza, y en casos extremos
(como sucede con el fundamentalismo islámico) derivar en
una "satanización del enemigo", esto es, la condena e
intento de destrucción de quienes poseen costumbres
distintas o pertenecen a una cultura o
religión
diferente, por considerarse que sus "características demoníacas" hacen
imposible su salvación. Los fundamentalistas dicotomizan
la realidad y marcan claramente la separación entre el yo
y el no yo, entre el bien y el mal, entre lo que hay que alabar y
lo que hay que aniquilar.
Encontramos intolerancia, en la política, en los
enfrentamientos entre ideologías opuestas, en lo que se ha
llamado "fundamentalismo de mercado", en los
crímenes del nazismo y otros
nacionalismos exacerbados, como los de la antigua Yugoslavia o
ETA, en los actuales "skinheads"… También en el racismo y en los
enfrentamientos entre seguidores de equipos de fútbol.
¿Por qué cada equipo tiene sus "ultras"?
¿Cómo puede una persona llegar a
suicidarse por una ideología? Con este trabajo voy a intentar
justificar de alguna manera lo que considero injustificable, la
pérdida del valor de la
vida en la conciencia de una
persona y la
trascendencia de las ideologías, tratando de comprender
las posturas fundamentalistas de la religión
islámica.
Hoy en día, es frecuente oír hablar del
fundamentalismo. No obstante, generalmente se carece de una
información adecuada de este
fenómeno que permita dar cuenta de una correcta
comprensión del mismo. Ahora bien, mal conocido y peor
comprendido a veces, se podría decir con cierta certeza,
que todo fundamentalismo es, desde una percepción
conceptual, un intento de dar respuesta radical a una inseguridad
existencial. Dicha inseguridad,
tal como sostiene Arnold Künzli, procede "de la incapacidad
de un determinado sistema
sociopolítico para proporcionar sentido, identidad,
motivaciones, seguridad (…) Y
todo fundamentalismo es radical en la medida en que se retrotrae
a sus raíces, a un inicio teórico, lo absolutiza y
lo ofrece como único fundamento sólido para la
existencia humana", todo pensamiento
crítico no será necesario desde el momento en que
se trata de buscar una fundamentación última que
una vez hallada pasa a ser incuestionable. En la actualidad,
siguiendo la tipificación hecha por Tomas Meyer, puede
hablarse de cuatro concepciones de fundamentalismo:
En una primera acepción encontramos los escritos
de la World´s Christians Association de 1919, redactados
por los cristianos protestantes americanos. Así fue que la
palabra fundamentalismo se empleó inicialmente para
designar a este tipo de fe cristiana.
El segundo uso corresponde al racionalismo
crítico científico de Karl Popper y Hans Albert,
que ponía en tela de juicio el hecho de que haya una sola
teoría
verdadera para cada disciplina.
Una tercera acepción se refiere a las posiciones
críticas en contra de las sociedades
industriales occidentales. Esta especie de fundamentalismo que
defiende las condiciones de vida, incluyendo todo lo referido a
la ecología,
se encuentra representado por partidos
políticos denominados "verdes", que hicieron
irrupción en la década de los `80.
El cuarto uso surgió a finales de los años `70 y es
el que actualmente da el sentido específico que tiene en
el lenguaje
político occidental. El mismo se refiere al renacimiento del
islamismo que ha tenido lugar en Irán a partir de la
Revolución
de febrero de 1979, que liderada por el Ayatollah Jomeini,
produjo la caída del régimen del Sha Reza Palhevi
(quien había introducido reformas sociales, culturales,
económicas y políticas
prooccidentales en el país por el crecimiento del mercado del
petróleo)
. "El término se lo utiliza aquí para la
interpretación del Islam que
defiende la pretensión de verdad absoluta del Sagrado
Texto
(Corán) y de la tradición (Sunna) frente a toda
crítica moderna, condena la ciencia
moderna occidental y aspira a una unidad de religión y
política".
A su vez, se opone explícitamente a valores como
pluralismo, tolerancia,
relativismo, democracia y
derechos
humanos, propios de la cultura
occidental.
Características de los fundamentalismos
religiosos:
- Interpretación literal de los textos
sagrados, concebidos como infalibles programas de
acción para la vida. No hay lugar para la
interpretación intelectual. - rechazo del pluralismo religioso, la tolerancia y
el relativismo "debilitan la fe". - oposición a la secularización y a la
modernidad, creen que el adaptarse al mundo
cambiante socava las convicciones religiosas.. - promoción de las creencias
conservadoras. - surgen en respuesta a las desigualdades sociales o
a la percepción de una crisis
social.
Fundamentalismo Islámico
La Revolución Iraní puso fin al
gobierno de
corte occidental del Sha, que con sus políticas
favorecía sólo a unos pocos, y llevó a las
grandes masas de decepcionados a aceptar una vuelta a los
fundamentos religiosos más tradicionales como
última alternativa, convirtiéndose así en
iniciadora de un profundo proceso de
reislamización. Pero también tuvo como objetivo
romper con la "yahiliya", que en el vocabulario islámico
designa el período de ignorancia y barbarie anterior a la
predicación de Mahoma en Arabia. Esta idea se encuentra
íntimamente relacionada con el proceso de
modernización, el cual expandió la cultura
occidental hacia América
y Medio Oriente y paralelamente determinó el repliegue de
la cultura islámica al penetrarla. Es precisamente a este
proceso al que se opone el fundamentalismo islámico. La
modernización a la que se vio sometida la cultura
islámica se produjo desde afuera y fue considerada por
muchos, como suplantación de la propia cultura, de la
propia tradición, por una cultura extraña, y de
allí la necesidad de un retorno a los fundamentos del
Islam. Esta
necesidad se materializará a través de los
mencionados procesos de
reislamización, que llevarán a cabo los movimientos
religiosos, cuya dirigencia pasará a diseminarse en la
estructura del
Estado. Por
ello es que en la religión islámica se suele hablar
de Estados teocráticos, puesto que se argumenta que la
única forma en que se puede salvar el hombre es
mediante la conformación estricta de la sociedad a la
palabra de Dios. Esto implica, en la práctica, depositar
la jefatura política exclusivamente en los musulmanes
devotos, e instaurar la ley
islámica (shar´ía ) como el derecho del
Estado.
Temprano en la civilización islámica, los
musulmanes utilizaron el Shar´ia como el plan divino para
la comunidad
islámica, porque al expandirse se hizo necesario crear
leyes que
pudiesen ser aplicadas a todos los musulmanes dondequiera que se
encuentren. Contiene un conjunto de reglas, de rituales y de
códigos de la conducta. En
relación a esto, lo que interesa destacar, es que los
países musulmanes presentan una estrecha relación
entre la religión y el Estado.
Pero, debe resaltarse que el accionar de estos grupos
radicalizados, no se limitó exclusivamente a la toma del
poder para
lograr sus objetivos,
sino que van a traspasar la esfera estatal y la frontera del
mundo islámico, efectuando manifestaciones de tipo
terrorista en los más diversos puntos del
planeta.
Puntos Que Favorecen El Fundamentalismo
Islámico
El perdón y el castigo: La representación de un
Dios severo y castigador es una proyección de nuestros
deseos de venganza o de nuestra necesidad social de "orden".
Cuando uno finaliza la lectura del
Corán llega a la conclusión de que este libro sagrado
de los musulmanes es una magna advertencia a la humanidad. La
advertencia de Dios es clara: cree en el Dios único y
participa de la comunidad de
musulmanes cumpliendo la legislación establecida. Si
actúas así, por muy pecador que seas, Dios
tendrá misericordia. El problema es que también se
repite con mucha insistencia que el "Señor está
dispuesto a perdonar, pero también a castigar
dolorosamente" (C 41,43). La advertencia de un juicio severo es
constante.
El concepto de
revelación: Para que el hombre pueda
comprender lo que Dios le quiere revelar, es preciso que
Éste le hable con un lenguaje
humano. El islam recibe el Corán dictado por medio de un
ángel. Cuando se considera que la formulación del
texto sagrado
ha sido hecha por el ser humano y se sabe que la
inspiración respeta las particularidades personales o
históricas, es más fácil aceptar que ha de
haber cosas que tengan que ser reformuladas a la luz de los nuevos
tiempos. Sin embargo, ¿qué pasa cuando se entiende
que la revelación se produce por medio de un dictado? El
ángel Gabriel es enviado a Mahoma para revelarle el
Corán. La belleza poética incomparable del
Corán, es uno de los argumentos de los musulmanes para
apoyar este concepto de
revelación. El musulmán considera autosuficiente el
Corán. Ahí está todo y lo único que
hay que creer. Todo gran avance de la humanidad puede verse
apuntado en el Corán, dicen ellos. En el Corán
parece no haber cabida para un estudio interpretativo basado en
un estudio del contexto, de la génesis del texto ni del
significado de las palabras en su tiempo.
La misión de
propagar el mensaje: Cuando la predicación pasa a ser un
imperativo angustioso (quien no se convierta no se
salvará) tenemos puestas las bases para justificar
cualquier método
evangelizador incluida la fuerza. El
islam ha legitimado algunas guerras bajo
el alegato de la guerra santa.
Se siente llamado a combatir el politeísmo y
ateísmo.
Religión y política: El islam, no se entiende sin
una identificación con el poder, ya que
éste debe guiar tanto material, como espiritualmente al
pueblo. El Califa asume el poder político y el religioso.
El islam tiene muy claro que la religión no es algo vivido
individualmente sino un hecho social. Por eso, tiene no
sólo leyes referidas
al culto sino leyes de organización de la sociedad. El
Corán es también un código
de derecho civil que
regula el gobierno de la
comunidad musulmana. Cuando en un Estado hay una gran uniformidad
(la gran mayoría son musulmanes) este sistema es
sostenible. Pero cuando convive en él una pluralidad de
creencias se viene abajo. Entonces, el islam vive en un
permanente anhelo de independencia
para poder gobernarse con sus normas propias.
La identificación con el poder tiene un gran peligro:
disponer de la fuerza del
Estado para imponer la religión. La violencia
puede utilizarse como medio de persuasión.
Fundamentalismo Y Nacionalismo
Islam en árabe significa "sometimiento" en el sentido de
sumisión a Dios ("Allah"). No se puede hablar de Estado
Islámico, no existió en el sentido estricto del
concepto. No se debe confundir "Mundo Árabe con el Mundo
Islámico".
Dentro del movimiento
nacionalista árabe se destacó una persona, Gamal
Abdel Nasser, uno de los líderes del nacionalismo
árabe en Egipto. El
objetivo que
proponía este grupo fue un
viejo anhelo de los pueblos árabe-musulmanes, la
"unificación del Mundo Árabe", formar una sola
Nación,
sin las fronteras trazadas por las Grandes Potencias. Los
objetivos del
movimiento
nacionalista los encontramos en su ideología central: 1. Unificación
del Mundo Árabe. 2. Nacionalización de todo lo que
pertenecía a empresas
extranjeras (en especial las petroleras) 3. Reforma
agraria de características profunda e
industrialización del campo. 4.Sustitución de
importaciones
(generando un mercado árabe). Esta alianza se
reunió en torno a una idea
central y movilizadora, "la unificación del Mundo
Árabe en una sola Nación". No obstante los esfuerzos de los
nacionalistas, las burguesías dependientes consolidadas
por los distintos Estados capitalistas reafirmaron aun más
las ideas y obstaculizaron el avance del proyecto, que
fracasó. Estados con población árabe- musulmana son:
Irak, Egipto,
Marruecos, Argelia, Líbano, Arabia Saudita. Por su parte,
como objetivo general, el Islam busca la unión del Estado
y la Religión, demostrando con esto todo un proceso socio
– político – cultural. Estados islámicos son:
Irán, Libia, Siria, Afganistán, Turquía,
Pakistán, Somalia, India,
Sudán, Chechenia, entre otros.
El nacionalismo
con el Islam tienen fundamentos totalmente diferentes, que no son
opuestos sino complementarios.
El Islam Antiguo y el moderno
En su libro A
History of God, Karen Armstrong escribe sobre el origen de la
religión islámica fundada por Mahoma a
comienzos
del siglo 7. Relaciona su surgimiento con cambios significativos
en las circunstancias de la tribu de los koreichitas de la
región de la Meca, a la cual perteneció Mahoma,
específicamente con un cambio
rápido y dramático de una vida nómada en las
estepas de Arabia a una vida muy próspera en el comercio de la
región de la Meca (en lo que hoy es Arabia Saudita).
Asimismo hubo cambios ideológicos correspondientes.
Armstrong lo caracteriza de la siguiente manera: "a causa de las
grandes transformaciones en su modo de vida, a los antiguos
valores de la
tribu los suplantó un capitalismo
desenfrenado y despiadado". En realidad se trataba de un mercantilismo
precapitalista; La gente se sentía vagamente desorientada
y perdida. Mahoma entendía que la tribu necesitaba
encontrar una ideología que le ayudara a adaptarse a su
nueva situación". La religión islámica de
aquella época, cuando Mahoma la empezó a formar,
recibió una variedad de influencias, especialmente del
judaísmo y el cristianismo,
que tenían creyentes en la región. A partir de todo
eso, Mahoma estableció una nueva religión que
combinaba aspectos de esas religiones y tradiciones
monoteístas con las tradiciones de las tribus beduinas de
Arabia. Sin embargo, el islamismo era una nueva síntesis
capaz de trascender y superar las divisiones entre las tribus,
uniendo a los árabes. Este aspecto fue muy importante: de
las nuevas condiciones de vida habían surgido tanto la
necesidad como la posibilidad de unir a los árabes por
encima de las divisiones tribales. Como Armstrong sintetiza:
Mahoma "les brindó a los árabes una nueva
espiritualidad que se ajustaba en forma muy especial a sus
propias tradiciones". El Corán se trata de una
visión idealizada propia de una persona que vivía
en el desierto de Arabia bajo las condiciones materiales y
sociales de Mahoma; describe cómo tal persona
imaginaría un sitio ideal para pasar la eternidad. Esta
visión no representa la visión o la voluntad de
algún dios eterno, trascendental, omnisciente,
omnipresente y omnipotente, sino la de un ser humano; refleja las
condiciones naturales y sociales en que vivía.
En la actualidad, el islamismo defiende las antiguas tradiciones
que corresponden a las relaciones precapitalistas, pero al mismo
tiempo intenta
modificarlas o "interpretarlas" de acuerdo a ciertos cambios en
las fuerzas de producción y las relaciones productivas
correspondientes. Los fundamentalistas islámicos no se
proponen imponer literalmente todas las condiciones
económicas y tecnológicas de la era de Mahoma. De
hecho, utilizan tecnología muy
avanzada. No intentan dar marcha atrás sino injertar
aspectos de las antiguas tradiciones en la superestructura y
también hasta cierto grado en las relaciones de producción y sociales. El resultado es una
especie de "híbrido". Bien, en cierta forma existe una
analogía entre el papel del
Islam hoy día en Irán y muchos otros países,
y el desarrollo
inicial del Islam en la situación en que Mahoma
vivía. La analogía o similitud tiene que ver con la
convulsión y la dislocación masiva de la
sociedad–y en el mundo de hoy el desplazamiento y la
urbanización de enormes cantidades de campesinos (lo que
podemos describir como una "tugurización")–y ante esta
situación de cambio vemos
la atracción del fundamentalismo islámico. En el
mundo de hoy, toda esa convulsión, trastorno de la vida
tradicional y dislocación se relacionan–objetivamente y
en gran medida en la conciencia
popular–con el capitalismo
occidental y su penetración y dominación del
país, con la "modernización". Además, el
fundamentalismo islámico ofrece una explicación de
todo esto, que a primera vista parece corresponder y ofrecer una
explicación y una forma de resistirse a las poderosas
fuerzas ajenas que han producido cambios repentinos y violentos
en el modo de vida tradicional, a la vez que han perpetuado y
profundizado la pauperización de las masas.
La desintegración de la Unión Soviética,
además de lo acontecido en China con el
golpe y la restauración del capitalismo a mediados de los
70, se encuentran entre los principales factores que impulsaron
el crecimiento del fundamentalismo islámico como tendencia
y su influencia y fuerza material. La tendencia islámica
fundamentalista cobra fuerza entre las masas consideradas o
declaradas marginadas por las clases dominantes. La tendencia del
fundamentalismo islámico cobra mucha fuerza precisamente
entre este sector de las masas en los países donde el
Islam es una religión importante, en particular la gente
desplazada que emigra a los cinturones de miseria o tugurios y
que no es incorporada de forma articulada a la economía formal.
Mucha gente de esos sectores de las masas formaba la base de
apoyo del Ayatollah Jomeini durante el transcurso de la
revolución iraní a fines de los años 70 y
comienzos de los 80; además, si echamos un vistazo a
Turquía, Pakistán, Egipto y varios países
más–regiones donde por lo general el Islam es una
religión importante–esas capas de masas desplazadas y
tugurizadas forman la base actual del crecimiento de los
movimientos fundamentalistas islámicos. En gran medida, el
hecho de abrazar el islamismo implica oponerse en cierta forma al
status quo opresivo o a la religión predominante, que
forma parte de ese statu quo opresivo.
Divisiones del Islam
Si bien todos los musulmanes toman su inspiración de
Mahoma y del Corán, pueden identificarse muchos grupos y
movimientos dentro del islamismo. La división más
obvia es la que existe entre el islamismo sunita y chiita. Los
sunitas (que componen alrededor del 90% de los musulmanes) toman
su nombre del hecho de que se fijan tanto en el Corán como
en el "sunna" para determinar la conducta
musulmana correcta. El "sunna" es el comportamiento
o ejemplo de Mahoma y de la primitiva comunidad musulmana. Los
chiitas (que forman alrededor del 10% de todos los musulmanes, y
residen principalmente en Iraq y en
Irán) son "partidarios de Alí." Alí era el
yerno y primo de Mahoma y uno de los primeros califas o sucesores
de Mahoma como líder
del pueblo musulmán. Los chiitas creen que el líder
del islamismo debería estar entre los descendientes de
Alí. La mayoría de los chiitas cree que el
último de estos líderes designados divinamente,
está "oculto" en otro dominio de la
existencia.
Un tercer grupo que
debería mencionarse son los sufíes-aquellos
musulmanes (tanto entre los sunitas como los chiitas) que buscan
una experiencia mística con Dios, antes que simplemente un
conocimiento
intelectual de Él, y que también se entregan a una
cantidad de prácticas supersticiosas.
Además de estas divisiones dentro del islamismo, se debe
hacer mención también de las actitudes de
los musulmanes hacia el contacto con el mundo occidental en los
tiempos modernos. Hay dos grandes tendencias que han sido
evidentes dentro del islamismo.
Una tendencia es hacia algún grado de acomodamiento y
ajuste al occidente y a las formas modernas de vida. Esto se ha
manifestado en forma más obvia en países como
Turquía, que ha instituido mayormente formas seculares de
gobierno mientras conserva prácticas religiosas
islámicas.
La tendencia opuesta es hacia un retorno a un enfoque más
tradicional de la vida islámica y un rechazo a las formas
occidentales y modernas. La expresión más extrema
de esta tendencia se manifiesta en varias formas de
fundamentalismo islámico que insisten en la
implementación de la ley musulmana
(llamada la Sharia) en cada área de la vida. Los
fundamentalistas han tenido más éxito
en Arabia Saudita, Irán, Paquistán y Sudán,
pero están activos en
prácticamente cada país musulmán,
recurriendo a veces a la violencia y al
terrorismo al
tratar de implementar su programa.
(psicología, ideología,
teología, estados mentales)
Walter Reich (compilador)
Terrorismo Sagrado: el islam, un ejemplo contemporáneo –
David Rapoport
* El problema
Aunque todos han observado el fenómeno, hasta ahora nadie
ha distinguido las características del terrorismo
religioso de aquellas otras correspondientes al terrorismo
político o secular. Mi objetivo aquí es discutir
aspectos de dicho problema centrando la atención en un grupo que popularmente se
conoce como Al-Jihad. Se llamó a sí mismo como "el
grupo islámico de Egipto" y su acción mas
espectacular fue el asesinato del presidente Answar Sadat en
1981. Su líder, Abd Al-Salam Faraj, escribió una
obra titulada "el deber desatendido" que explica la
justificación del grupo y que el gobierno consideró
como la "constitución" de éste. Ese texto ha
ejercido un efecto destacado sobre los estamentos religiosos y
sobre la sociedad egipcia. Los intérpretes de la
tradición musulmana, describieron el libro como una
"defensa islámica válida". Johannes Jansen, que
tradujo a Faraj al inglés,
se vio sorprendido por su erudición a pesar de que su
autor era un electricista sin educación formal
religiosa (lo que constituye una pauta habitual en los
movimientos islámicos suníes, que a diferencia de
los shiítas, son profundamente hostiles al establishment
religioso). Charles J. Adams, una autoridad
destacada en el Islam, lo describe como un "documento clave para
entender el radicalismo islámico en cualquier lugar que se
pueda presentar; no se dispone de otra fuente de información de semejante autenticidad y
profundidad".
En este capítulo se examina el terrorismo religioso no
milenario de los musulmanes contra miembros de la comunidad,
generalmente otros musulmanes. Debido a que considero que la
característica distintiva del terrorismo es el medio
empleado, aquí centro mi atención en estos medios. Mi
tesis es que
la diferencia principal en cuanto a los medios
utilizados por el terrorismo religioso y el secular proviene de
las justificaciones especiales y los precedentes que cada uno
utiliza. El terrorista religioso contemporáneo tiene
afinidades importantes con expresiones anteriores, premodernas o
antiguas; el terrorista secular (que comenzó a partir de
1880) no tiene precedentes vinculantes, lo que significa que el
grupo mismo determina tanto los medios como los fines y
actúa en consecuencia. Los medios (es decir, las estructuras
organizativas, las armas y las
tácticas) se modifican constantemente. En cuanto a los
fines, el terrorismo sirve ahora a una variedad de fines muy
diversos, incluso, un grupo puede moverse de un tema a otro, en
un intento por encontrar alguno que parezca prometerles un mayor
apoyo. Por ello, los terroristas seculares han producido una
"cultura" en la que los participantes se sienten con libertad para
hacer suyas las enseñanzas de cualquiera. Cuando los
terroristas seculares cambian sus fines e instrumentos, lo hacen,
se supone, para obtener un beneficio. Esa es la razón por
la que la necesidad de hacer que el terrorismo sea cada vez mas
efectivo predomina en el primer texto moderno sobre terrorismo
"El Catecismo Revolucionario" (1817) de Nechaev. Este texto es un
estudio de cómo "la revolución puede destruir todo
el Estado
hasta sus cimientos, exterminar todas las tradiciones
imperialistas, todo el orden social y todas las clases
existentes". El Catecismo Revolucionario introduce un tipo de
discurso que
se ha mantenido durante los siglos XIX y XX, pues numerosos
sucesores han escrito de acuerdo con un espíritu
virtualmente idéntico, como el "Minimanual de la guerra urbana
de guerrillas" de Carlos Marighela.
* El deber desatendido y Al-Jihad
En el deber desatendido el acontecimiento mas reciente que se
discute es la invasión de Egipto por parte de Napoleón. En cambio, Marighela, casi
contemporáneo de Faraj, se refiere solo a acontecimientos
ocurridos durante los cinco años previos a 1971, fecha de
publicación del Minimanual. Faraj se preocupa por la
justificación, pero sus justificaciones son irrelevantes
para los no musulmanes porque se basan en acontecimientos
ocurridos durante el período fundacional del islam y en
comentarios de sabios religiosos (ulama). Pero sí se
refiere a las tácticas, que es la preocupación de
los terroristas seculares. Marighela no da ninguna
justificación para la revolución que exige, y la
única explicación que ofrece acerca del uso de
algunos tipo de violencia es la de que produce resultados. Su
texto se ofrece a cualquier persona que quiera derrocar a las
dictaduras militares.
El último fin de Al-Jihad es un mundo gobernado por la
shar´ia. El modelo es el
islam inicial bajo Mahoma y sus tres primeros sucesores en el
califato durante el siglo VII D.C. Sin embargo no posee una idea
clara sobre cómo debe organizarse para conseguir esta
aspiración. El segundo artículo de la constitución egipcia de 1971 promete que la
shar´ia será la ley de Egipto cuando llegue el
momento adecuado. La Jihad es, según Faraj, el medio
esencial para revitalizar el islam, algo que pasa a ser responsabilidad de todos los hombres
físicamente capaces. Jihad significa "esforzarse en el
camino de Dios", y esforzarse significa "luchar,
confrontación y sangre". La Jihad
estaba concebida para ir contra las comunidades no musulmanas. La
perspectiva suní clásica es que la necesidad de la
Jihad solo desaparecerá cuando el islam abarque todo el
mundo, pero la opinión suní mas reciente es que la
Jihad fue diseñada para defender al islam de ataques
directos. Faraj revitaliza la noción clásica pero
argumenta que el islam no puede cumplir su misión
original hasta que la Jihad sea utilizada también para
fines internos. En el texto de Faraj queda muy claro que
"quienquiera que no gobierne según los preceptos enviados
por Dios en el Corán, ése será un no
creyente", "los apóstatas o no creyentes son el mismo
epítome del mal, los musulmanes están obligados a
usar la Jihad contra ellos". La tarea fundamental es deshacerse
del enemigo interno porque, sin apóstatas, los enemigos
externos son impotentes. En cuanto a la táctica empleada
en esta Jihad, Faraj estudia el período fundacional y
concluye que lo único que necesita el creyente con pocos
recursos es la
inteligencia y
"el engaño, que equivalen a la victoria con el menor
número de pérdidas y por los medios mas
fáciles que sean posibles". Aunque declara que está
permitida cualquier cosa que funcione admite que hay límites
morales, que se refieren a las advertencias (es preferible
advertir a la víctima),y a los inocentes que se encuentran
cerca (hay dos clases de inocentes: los que no se relacionan con
la futura víctima , que nunca deberían ser
atacados, y los que dependen de ella, como la familia por
ejemplo, que en lo posible no deben ser atacados). Además,
en cuanto a la víctima, de ser posible, debería ser
humillada antes de matarla y, en cuanto al atacante, es
preferible morir que ser prisionero, pues la recompensa es el
paraíso.
* El antiguo terrorismo religioso
Los antiguos terroristas religiosos creían que sus fines y
sus medios se hallaban respaldados por la autoridad
divina, que los humanos no tenían derecho a alterar las
cosas. Mientras que sus equivalentes seculares modernos se
muestran preocupados por el futuro, los ojos de los terroristas
sagrados se fijan en el pasado: en los precedentes particulares
establecidos en la época mas santa de la religión,
el período fundacional, en el que la divinidad y la
comunidad se hallaban en comunicación mas estrecha, y en el que se
establecieron las reglas fundamentales de la religión. Las
formas de actuar en el período fundacional terminaron por
santificarse, y las generaciones posteriores interpretan y
reinterpretan esos mismos modelos. En el
caso del islam resulta problemático aseverar si existen
precedentes capaces de configurar el terrorismo religioso, sin
embargo, se sabe que, para respaldar sus actividades, los
terroristas antiguos citaban declaraciones del Corán, la
shar´ia (ley) y el hadith (tradición).
Cada religión genera una forma característica de
terror. En el islam, luego de la muerte de
Mahoma, casi todos los rebeldes han usado el asesinato como
instrumento, y además, muchas sectas y grupos estaban
comprometidas exclusivamente con él o eran, de hecho,
cultos de asesinato (por ej. los nizaríes). Se dice que
estos grupos tenían bases aisladas que les
permitían llevar una forma de vida casi monástica,
y entrenaban a los fidayeen.(los dedicados o consagrados para la
Jhiad, los atacantes) desde niños
aumentando así la posibilidad de desarrollar en ellos la
inmunidad con respecto a los sentimientos personales y
ordinarios.
Página siguiente |