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La histología de la anatomía




Enviado por juredavid



     

    Indice
    1.
    Introducción

    2. Estructura
    microscópica

    3. División estructural de la
    Adenohipófisis

    4. Clasificación de las
    células del lóbulo anterior

    5. Célula por
    célula

    6. Conclusión
    7. Bibliografía

    1.
    Introducción

    La histología es la rama de la anatomía que estudia
    la estructura
    microscópica, la composición y la función de
    los tejidos.
    (Dorland).
    Embriológicamente la adenohipófisis se desarrolla a
    partir de una evaginación ectodérmica del estomodeo
    (invaginación del ectodermo superficial del embrión
    durante la tercera a cuarta semana en un punto en que luego se
    forma la boca), inmediatamente por delante de la membrana
    bucofaríngea, denominada Bolsa de Rathke. Cuando el
    embrión tiene tres o cuatro semanas de edad,
    aproximadamente, la bolsa de Rathke se observa como una
    evaginación del esbozo de la cavidad bucal, y
    ulteriormente crece en sentido distal hacia el
    infundíbulo. Para el final del segundo mes de desarrollo,
    esta bolsa se separa del ectodermo bucal y después se
    convierte en un islote hueco de epitelio rodeado por
    mesénquima excepto en la parte más alta, donde una
    península está unida a la prolongación
    descendente en el suelo del
    encéfalo. El cuerpo principal del islote hueco del
    epitelio se aplana más o menos alrededor de la superficie
    anterior de la evaginación descendente del
    encéfalo. Las células de
    la pared anterior del islote epitelial hueco proliferan de modo
    que las paredes anteriores se tornan muy gruesas, ello forma la
    parte anterior de la hipófisis, y una prolongación
    ascendente se convierte en la pars tuberalis. La pared posterior
    del islote constituye la pars intermedia. La cavidad central del
    islote epitelial entre la parte anterior y posterior se aplana
    para formar la hendidura ya mencionada. Puede quedar en la
    faringe un resto de células
    semejantes a la de la parte anterior, en ese caso se dice que
    forman la hipófisis faríngea, que no recibe
    hormonas
    liberadoras del hipotálamo debido a que posee su propia
    irrigación sanguínea, sin embargo, en algunos
    casos, puede dar lugar a la formación de tumores
    productores de hormonas.
    (Dorland, Ham, Langman, Geneser).

    La adenohipófisis es el lóbulo anterior de
    la glándula pituitaria (hipófisis), la cual consta
    de la pars tuberalis, la pars intermedia y la pars distalis
    (parte principal de la adenohipófisis). Encargada de la
    producción y secreción de diversas
    hormonas, como por ejemplo la Somatotropina (hormona del
    crecimiento), Corticotropina (regula la actividad de la corteza
    suprarrenal), Tirotroprina (hormona estimulante del tiroides),
    hormona Estimulante del Folículo (FSH), hormona
    Luteinizante (LH) y la prolactina (que actúa sobre la
    glándula mamaria). Estas hormonas son liberadas o
    inhibidas por la acción de los factores hipofisotropos
    segregados por el hipotálamo. La pars intermedia contiene
    células que segregan b -Endorfina, Melanotropinas (la llamada hormona
    de la juventud) y
    otras sustancias reguladores, pero a veces se la considera como
    una parte de la neurohipófisis. (Dorland).

    2. Estructura
    microscópica

    La Adenohipófisis, porción anterior de la
    hipófisis o la zona con los otros nombres mencionados,
    está integrada por cordones ramificados gruesos de
    células de epitelio secretor, y entre ellas hay fibras
    reticulares de sostén, y capilares con amplias
    fenestraciones de diámetro suficiente para que se hayan
    llamado sinusoides. Al emplear el microscopio
    electrónico, puede advertirse que las paredes endoteliales
    de estos capilares están rodeados por membrana basal y que
    entre los límites de
    las células epiteliales de los cordones y las membranas
    basales de los capilares hay por lo menos un espacio pericapilar
    potencial que contendría liquido tisular. Muchas de estas
    células se colorean intensamente con diversas técnicas,
    porque en ellas abundan gránulos secretores que contienen
    hormonas, por lo que se conocen como células
    cromófilas. Otras células contienen una cantidad
    menor de hormona almacenada, son más pequeñas y
    apenas se colorean o no lo hacen, y por tal razón se las
    denomina células cromófobas. Al microscopio
    electrónico se advierte que tales células no tienen
    características propias, de tal manera que
    a veces se les llama células cero o nulas. Al parecer, son
    las mismas células que las cromófilas, pero en una
    fase inactiva o más bien desgranulada con respecto a la
    secreción. Por costumbre se ha subdividido a las
    células cromófilas en acidófilas y
    basófilas de la hipófisis, según la afinidad
    de sus gránulos específicos por colorantes ácidos o
    básicos. Sin embargo, en los cortes teñidos con
    H&E la diferencia entre basófilas y acidófilas
    no es muy notable, y se necesitan métodos
    especiales de tinción para la diferenciación neta.
    Otra característica tintorial de dos de los tres
    tipos de células, es que se tiñen notablemente con
    el ácido peryódico de Schiff (PAS), por las
    hormonas que ellas producen (en un caso, la hormona
    Tiroestimulante y en el otro, las hormonas Folículo
    Estimulante y Luteinizante), dado que son glucoproteínas.
    Las tres hormonas mencionadas, junto con la Adenocorticotropa, se
    llaman Trópicas, porque estimulan el crecimiento y la
    actividad secretora de otras glándulas (en algunos textos
    también se ha utilizado el sufijo trófico, que
    equivale a nutrición). Vista al microscopio
    electrónico, los diversos tipos de células
    cromófilas muestran signos que son típicos de
    células que producen de manera activa proteínas,
    polipéptidos, o glucoproteínas secretoras y, en
    cierta medida, es posible diferenciar los tipos celulares con
    base en el tamaño y uniformidad de la tinción de
    sus gránulos secretores almacenados. Sin embargo, para
    identificarlos con exactitud, se necesita utilizar tinciones
    inmunofluorescentes e inmunocitoquímicas, en los estudios
    de microscopía común o para mayor precisión
    con el microscopio electrónico, con coloración
    inmunocitoquímica. Se sabe ahora que la
    adenohipófisis contiene dos tipos de células
    acidófilas, y cuando menos tres clases de células
    basófilas. Cada uno de los tipos de células
    cromófilas tiene su propia distribución característica. De
    manera típica, en promedio, 50% de las células
    cromófilas que aparecen en las alas laterales del corte
    horizontal de la adenohipófisis, son Somatotropas. La
    región anteromedial entre las dos alas mencionadas es rica
    en Corticotropas y, en cierta medida, estas últimas
    invaden el lóbulo posterior. Las Tirotropas abundan
    bastante en el borde anteromedial, en tanto que las Mamotropas y
    Gonadotropas tienen una distribución más irregular.
    (Cormack, Ham).

    La secreción de las células epiteliales
    atraviesa este espacio, la membrana basal y las paredes
    endoteliales de los capilares, para entrar en las corrientes
    circulatorias. (Ham).

    3. División estructural de la
    Adenohipófisis

    Pars Distalis
    La parte distal (Pars Distalis), que ocupa aproximadamente el 75%
    de la hipófisis, está cubierta por una
    cápsula fibrosa compuesta por cordones de células
    parenquimatosas rodeadas por fibras reticulares, que rodean
    también a los grandes capilares sinusoidales. Hay tejido
    conectivo escaso principalmente alrededor de las arterias
    hipofisarias y venas portales. La túnica endotelial de los
    sinusoides es fenestrada, con lo que facilita la difusión
    de los factores liberadores hacia las células
    parenquimatosas y ofrece sitios de entrada para sus secreciones
    descargadas. El parénquima está formado por dos
    grupos
    principales de células, cromófobas y
    cromófilas, según la capacidad de sus
    gránulos de secreción de captar o no los
    colorantes. Las cromófilas a su vez se subdividen en
    acidófilas (células a ) y basófilas
    (células b
    ). Las cromófobas que tienen poca afinidad por los
    colorantes reciben a veces el nombre de células
    principales o células C. Las proporciones relativas de las
    células presentan variaciones notables en el hombre. Las
    cromófobas constituyen alrededor del 50% de las
    células, acidófilas 35% y basófilas 15%. Las
    proporciones pueden verse muy alteradas por castración,
    tiroidectomía u otros procesos
    experimentales. Entre los grupos
    a y b se puede mostrar tipos
    adicionales de células por técnicas
    especiales de coloración e histoquímico.
    También se puede identificar a las células por
    tinción inmunocitoquímica, usando anticuerpos
    preparados contra cada una de las hormonas hipofisarias
    purificadas. De esta manera es posible clasificar todos los tipos
    celulares de la gran pars distalis según las hormonas que
    contenga. En las cromófilas, se cree que los
    gránulos son en realidad precursores de la
    secreción y que las células secretan en forma
    cíclica y no continua. Al parecer, algunas
    cromófobas representan células inactivas o de
    reserva que dan origen a las cromófilas. A medida que las
    cromófobas se hacen activas se forman gránulos en
    su citoplasma, que son específicos para los diferentes
    tipos de cromófilas. Una vez llenas, las células
    secretan y luego vuelven a un estado
    inactivo. Existe otro tipo de células agranuladas que se
    ubican entre las células secretoras, las llamadas
    células Foliculares o Estrelladas. (Lesson, Cormack,
    Gartner, Boya).

    Pars Intermedia
    Se encuentra entre la parte distal y la parte nerviosa de la
    hipófisis. Representa en el ser humano sólo el 2%
    de la hipófisis. Se encuentra en íntima
    relación con la luz residual, que
    está prácticamente obliterada en la mayoría
    de los adultos. Caracterizada por muchos quistes cuboideos
    (quistes de Rathke) revestidos por células que contienen
    coloide, que son residuos del ectodermo de la Bolsa de Rathke.
    Contiene en ocasiones células basófilas
    (células b
    ), con gránulos de secreción de 200 a 300 nm
    de diámetro, en cordones a lo largo de las redes de capilares, y
    folículos de células cromófobas,
    poliédricas, pequeñas y de coloración clara,
    que contienen producto
    coloidal PAS positivo. Estas basófilas sintetizan la
    prohormona proopiomelanocortina, que experimenta segmentación postraduccional para formar
    hormona estimulante del melanocito (MSH) a y b . Esta hormona estimula la producción de melanina. (Gartner, Bergman,
    Lesson).

    Pars Tuberalis
    La pars tuberalis es una prolongación ascendente en forma
    de embudo de la pars distalis, compuesta por una fina capa de
    células en las caras anterior y lateral del tallo
    infundibular, raramente envuelve a la cara posterior. Se
    encuentra separada del pedículo infundibular por capas
    delgadas de tejido conectivo del tipo de la piaracnoides. Esta
    parte se encuentra muy vascularizada por las arterias
    hipofisarias superiores y por el sistema portal
    hipofisario y a lo largo de estos sistemas
    vasculares se encuentran cordones de células epiteliales
    cuboideas y cilíndricas bajas, formando cordones. La mayor
    parte de las células son cromófilas,
    observándose gran cantidad de célula
    basófilas y unas pocas acidófilas; entre ellas hay
    células indiferenciadas semejantes a las
    cromófobas. Estas últimas son cúbicas con
    citoplasma que tienen gránulos finos y grandes
    cúmulos de glucógeno. Las células
    basófilas contienen gránulos densos
    pequeños, gotitas de lípidos,
    gotitas ocasionales de material coloide y glucógeno. No se
    sabe que la parte tuberal secrete alguna hormona
    específica, pero los gránulos basófilos
    contienen Hormona Folículo Estimulante (FSH) y la Hormona
    Luteinizante (LH). (Geneser, Junqueira, Gartner,
    Lesson).

    4.
    Clasificación de las células del lóbulo
    anterior

    Hay por lo menos seis y probablemente siete hormonas
    producidas por las células del lóbulo anterior. La
    primera pregunta acerca de su origen fue si todas las
    células del lóbulo anterior producían
    hormonas, o si tenían otra finalidad. En consecuencia,
    inicialmente se clasificaron en dos tipos, la secretorias y no
    secretorias. Se advierto que el citoplasma de un tipo era
    comparativamente abundante y tenía afinidad por alguna
    clase de colorante, no obligadamente el mismo. Las células
    de este grupo se
    llamaron cromófilas porque el citoplasma "amaba el
    color", y las
    células que no se teñían se llamaban
    cromófobas porque "aborrecían el color". Como las
    células cromófilas tenían abundante
    citoplasma se tuvo la impresión de que eran las que
    secretaban hormonas y que las cromófobas con poco
    citoplasma, no lo hacían. Sin embargo, se enunció
    la hipótesis de que las células
    cromófobas tenían la facultad de convertirse en
    cromófilas, y que las cromófilas podían
    transformarse en cromófobas. Dicho de otra manera, las
    células cromófobas y cromófilas eran la
    misma clase pero en distintos estados de actividad funcional.
    Esta noción se apoyo con el microscopio
    electrónico. (Ham).
    Las células clasificadas como cromófobas con el
    microscopio de fluorescencia son bastante menores que las
    cromófilas. En realidad, la forma más fácil
    para que el estudiante identifique las células
    cromófobas es observar un grupo de
    células en las cuales los núcleos están muy
    cerca entre sí lo cual significa, claro está, que
    tienen poco citoplasma. (Ham).

    Acidófilas y Basófilas
    La primera clasificación de las cromófilas
    dependió de sí los gránulos que
    contenían poseían afinidad para el colorante
    básico o ácido. En consecuencia, las
    cromófilas se clasificaron en Acidófilas y
    Basófilas; esta nomenclatura
    aún se usa algo. El siguiente problema fue advertir si las
    células basófilas y acidófilas elaboraban
    distintas clases de hormonas, en última instancia,
    descubrir si cada tipo de hormona era elaborada por un tipo
    particular de célula
    podría identificarse Histológicamente. Primero se
    intentó atribuir las diversas hormonas a distintos tipos
    celulares valiéndose de métodos
    especiales de coloración. Si bien se logró bastante
    éxito,
    este método
    originó nomenclatura
    confusa, en parte porque los métodos de coloración
    no daban los mismos resultados en distintas especies. Dos
    procedimientos
    adicionales que se han empleado ulteriormente con bastante
    éxito
    para diferenciar las distintas clases de células
    cromófilas, son el microscopio electrónico y las
    técnicas de inmunofluorescencia. Cuando cortes la
    hipófisis se bañan en anticuerpos fluorescentes
    para una hormona dada se une al tipo de células que
    contiene la hormona de modo que puedan identificarse las
    células que elaboran las hormonas, con otras
    técnicas hoy disponibles se acepta, en general, que estas
    hormonas, quizás con una excepción que
    mencionaremos más adelante son elaborados por un tipo
    específico de células. (Ham).
    Por medio de varios estudios histotintoriales se demostró
    que la capacidad de coloración de los gránulos por
    los colorantes empleados no permite sacar conclusiones respecto a
    su naturaleza
    química.
    Sobre la base de las coloraciones clásicas se considera
    que el porcentaje de las tres formas celulares sería
    aproximadamente: 40% células Acidófilas, 10%
    células Basófilas y 50% células
    Cromófobas. (Genesser).
    En 1940 Romeis introdujo una nomenclatura basada principalmente
    en la propia coloración de Romeis con kresazan. Los tres
    tipos clásicos se dividen entonces en subtipos,
    células acidófilas alfa y épsilon,
    basófilas beta y delta y células gama
    (cromófobas, que se diferencian de un tipo de
    basófilas puesto que Romeis considera que las
    cromófobas verdaderas son muy escasas o faltan
    totalmente). La nomenclatura de Romeis vale para la
    hipófisis humana y no puede emplearse para otras especies
    distintas del hombre, debido
    a que existen diferencias de especie muy notorias respecto de la
    capacidad de coloración de los distintos tipos celulares
    con los diferentes colorantes. Se sabe que la
    adenohipófisis secreta por lo menos siete hormonas, lo que
    a anulado los muchos esfuerzos, empleando coloraciones
    específicas, realizados para identificar tipos celulares
    relacionados con la síntesis
    de cada una de las hormonas. Sin embargo, se ha conseguido mayor
    claridad en lo referente al empleo de
    métodos histoquímicos, estudios al microscopio
    electrónico, además del aislamiento de
    gránulos por centrifugación diferencial de
    homogeneizados. La reacción de PAS colorea selectivamente
    los gránulos de las células basófilas puesto
    que estas contienen glucoproteínas. El empleo de
    colorantes fluorescentes o de peroxidasas unidas a anticuerpos
    producidos contra hormonas purificadas ha permitido localizar una
    serie de hormonas en determinados tipos celulares. Estudios al
    microscopio electrónico han demostrado que los
    gránulos tienen distinto tamaño y forma, y esto es
    de importancia para la identificación de los tipos
    celulares. Además aparecen modificaciones
    histológicas características en determinados tipos
    celulares en distintos estados fisiológicos y
    patológicos, lo que ha contribuido a localizar la
    producción de las hormonas en los distintos tipos de
    células. Las modificaciones histológicas nombradas,
    que también pueden provocarse experimentalmente, se deben
    a que las hormonas de los órganos blanco actúan con
    un feed back negativo sobre las células de la
    hipófisis que producen las hormonas correspondientes. En
    los últimos años se han obtenido importantes
    adelantos respecto a la localización de las hormonas en
    determinados tipos celulares, lo que ha permitido emplear una
    nueva nomenclatura funcional, en la que los tipos de
    células se denominan según la hormona secretada o
    el órgano blanco estimulado, por ejemplo
    Gonadotrópicas, Tirotróficas, etc., y esta
    nomenclatura será empleada en lo sucesivo, al mismo
    tiempo que se
    especifican las inseguridades que existen en cuanto a la
    hipófisis humana y las relaciones de la nomenclatura de
    Romeis con ella. La descripción de la ultraestructura de los
    tipos celulares vale únicamente para roedores, debido a la
    ausencia de estudios hechos sobre la hipófisis humana.
    (Genesser).

    5. Célula por
    célula

    Células de la Pars Distalis
    Células Acidófilas
    Son células redondeadas y más pequeñas que
    las basófilas, sus gránulos se colorean fuertemente
    con eosina y son muy grandes por lo que se visualizan
    fácilmente en los buenos preparados para
    microscopía óptica.
    Se diferencian dos tipos de células acidófilas:
    (Genesser).

    Somatotropas (Células a )
    Se conocen como las que secretan Hormona de Crecimiento
    (Somatotropina, STH). Se ubican en la periferia de la
    adenohipófisis. Son las células más grandes
    y más abundantes en la adenohipófisis. La forma de
    ellas es esférica u ovoide, con retículo
    endoplasmático de superficie rugosa medianamente
    desarrollado, gránulos secretores abundantes y
    relativamente grandes de 350 a 400 nm de diámetro en
    promedio y posee pequeñas mitocondrias en forma de
    bastoncillos. El núcleo es central. (Cormack, Junqueira,
    Bergman, Gartner).

    Mamotropas (Células a )
    Secretan la Hormona Prolactina o Lactógena, a semejanza de
    la hormona de crecimiento anula su propia secreción por
    inhibición retroalimentaira a nivel hipotalámico.
    Tienden a encontrarse dispersas en los cordones del
    parénquima, distribuidas como células individuales
    más que como acumulos. Se concentran en las regiones
    posterolaterales de la pars distalis y su número aumenta
    mucho durante el embarazo y
    después de este. Son relativamente pequeñas en
    forma de huso, y tienen unos cuantos gránulos bastante
    pequeños, uniformemente densos y pueden ser ovoides o de
    forma irregular como resultado de la fusión
    entre ellos, de 200 nm de diámetro aproximadamente, sin
    embargo, durante el embarazo y la
    lactancia dichos gránulos triplican su diámetro
    alcanzando los 600 nm. Las células mamotrópicas se
    mantienen muy activas durante el período de lactancia del
    recién nacido pero, cuando se interrumpe ésta, los
    gránulos de las células mamotrópicas son
    digeridos por los lisosomas. Lo mismo sucede con los
    orgánulos que se desarrollaron para atender la demanda
    funcional de las células mamotrópicas durante la
    gravidez y que ya no son necesarias cuando termina la lactancia.
    Estas pequeñas células, cromófilas
    acidófilas poligonales tiene una población de organitos ordinarios no
    sobresaliente, pero durante la lactancia los organitos aumentan y
    el complejo de Golgi puede volverse tan grande como el
    núcleo. Están presentes tanto en el hombre como
    en la mujer, aunque
    son más numerosas en el sexo femenino.
    (Gartner, Geneser, Junqueira, Bergman, Cormack).

    Células Basófilas
    Tienden a ser notablemente más grandes que las
    acidófilas. Los gránulos son menos abundantes que
    en las acidófilas y más pequeños (alrededor
    de 150 200 nm de diámetro). Se tiñen mal con la
    hematoxilina, pero adquieren coloración más intensa
    con el azul de metileno. Las células basófilas se
    identifican mejor con la técnica de Schiff con
    ácido peryódico (PAS), con la cual dan una fuerte
    reacción positiva (rosa intenso) debido a la
    concentración de glucoproteínas en sus
    gránulos de secreción. Hay tres tipos de
    basófilas de las cuales dos son b y una es d . (Genesser).

    Corticotropas (Células b )
    Son células basófilas grandes que contienen
    gránulos dispersos de unos 200 a 500 nm de diámetro
    (uno de los más grandes de la adenohipófisis), un
    núcleo excéntrico y con escotadura, un extenso
    aparato de Golgi y escaso retículo endoplasmático
    rugoso preferentemente periférico. Se encuentran en toda
    la porción anteromedial de la pars distalis y secretan las
    hormonas Adrenocorticotropas (ACTH), y otras dos de función
    desconocida, la lipotrópica (LPH) y una endorfina (un
    potente opioide). Las células Corticotropas sintetizan una
    prohormona glucoproteínica que contiene la secuencia de
    aminoácidos de la ACTH y la LPH, y que se divide para dar
    las dos hormonas. (Lesson, Bergman, Junqueira,
    Cormack).

    Tirotropas (Células b )
    Estas células secretan Hormona Tirotropa (Hormona
    Tiroestimulante o TSH). Las células por lo regular son
    alargadas y poligonales y tienden a estar agrupadas en la parte
    media de la adenohipófisis. Las Tirotropas se encuentran
    como cordones celulares, pero no cubren los sinusoides. Se
    disponen en la profundidad de los cordones celulares, por lo
    general, a cierta distancia de los capilares sinusoidales. El
    producto del
    retículo endoplásmico rugoso es elaborado
    crecientemente por el aparato de Golgi. Sus gránulos son
    los más pequeños, de 120 a 200 nm de
    diámetro. (Bergman, Genesser, Lesson, Ham).

    Gonadotrópica (Células d )
    Las células Gonadotropas son más bien fusiformes y
    poseen un núcleo pleomórfico excéntrico y el
    citoplasma tiene un número bastante heterogéneo de
    gránulos secretores de tamaño mediano que oscilan
    entre los 200 a 400 nm, y densidad electrónica variable. Sus gránulos
    secretorios están compuestos por glucoproteínas, lo
    que advierte una reacción PAS positiva, están
    dispuestos en hileras cerca de la membrana celular apical durante
    la actividad secretoria. Son algo redondeadas, con algo de
    retículo endoplasmático rugoso bien desarrollado y
    un complejo de Golgi central. Se encuentran revistiendo a los
    sinusoides. (Cormack, Bergman, Ham).
    La primera teoría
    dice que probablemente coexistan dos tipos de células
    gonadotrópicas, una que secreta Hormona Folículo
    Estimulante (FSH), que se tiñen de color más
    púrpura y por lo regular se encuentran situadas en la
    periferia; y la otra que secreta Hormona Luteinizante en la
    mujer (LH) y
    Hormona Estimulante de Células Intersticiales en el
    hombre (ICSH),
    que se tiñen de un tono más rojizo y se localizan
    más centrales en la glándula. (Bergman,
    Genesser).
    La segunda teoría
    defiende la existencia de un solo tipo de Gonadotrópica,
    que producen los dos tipos de hormonas, esta teoría es la
    más aceptada porque estudios inmunocitoquímicos
    demostraron la presencia en los gránulos secretorios de
    anticuerpos específicos para ambas hormonas.
    (Cormack).

    Células Cromófobas (Célula C o
    Células g
    )
    Son pequeñas, redondeadas o poligonales. Los límites
    celulares no se ven con facilidad en las preparaciones ordinarias
    y por lo general, visto al microscopio óptico, el
    citoplasma carece de gránulos específicos. Sin
    embargo, al microscopio electrónico muchas células
    presentan pequeños gránulos de secreción, y
    además se advierte que tales células no tienen
    características propias, de tal manera a veces se las
    llama células cero o nula. Las cromófobas aparecen
    con frecuencia en grupos en el centro de los cordones del
    parénquima. Cerca de la mitad de las células
    epiteliales que forman la adenohipófisis son
    cromófobas. Son grupos de pequeñas células
    de tinción débil y parecen ser de varios tipos.
    Tienen por lo general menos citoplasma que la cromófilas,
    y pueden representar a célula madres inespecíficas
    o acromófilas degranuladas en parte, aunque algunas
    retienen gránulos de secreción. Pueden incluir
    células cromófilas degranuladas así como
    células del tallo que se diferencian en cromófilas.
    (Bergman, Gartner, Lesson, Cormack).

    Células Foliculares o Estrelladas
    Las células foliculoestrelladas no secretoras constituyen
    una gran población de células de la parte
    distal. Aunque no está clara su función, se ha
    observado que tienen prolongaciones largas que forman uniones
    comunicantes o de intersticio con las de otras células
    foliculoestrelladas. No ha podido aclararse si brindan
    sostén físico a las células parenquimatosas
    de la hipófisis anterior u ofrecen una red para la
    intercomunicación. (Gartner).

    Células de la Pars Intermedia
    Células Innominadas
    Unas son de forma poliédrica, son pequeñas, de
    coloración pálida y semejantes a las
    cromófobas. (Lesson,).
    Otras son algo más grandes y poseen muchos gránulos
    de secreción de 200 a 300 nm de diámetro, que
    contienen a
    -endorfina y b
    -endorfina, y se colorean con reacción PAS, no esta
    relacionada con la naturaleza
    química de
    la hormona ACTH que también es PAS positivo, posiblemente
    tato la MSH como la ACTH se unan a glucoproteínas de los
    gránulos. Son basófilas y se asemejan a las
    Corticotropas de la pars distalis, se extienden con frecuencia en
    forma de cordones por un corto trecho dentro de la pars nervosa.
    Por lo general, las células que revisten las
    vesículas que contienen coloide son ciliadas. Secretan la
    proopiomelanocortina que experimenta segmentación postraduccional para formar
    Hormona Estimulante del Melanocito (MSH). La MSH es un
    polipéptido que se presenta en dos formas, la MSH alfa y
    la MSH beta. En el ser humano se encuentra casi exclusivamente la
    beta compuesta por 18 amino ácidos.
    (Lesson, Gartner).

    Células de la Pars Tuberalis
    Células Innominadas
    Entre ellas hay acidófilas, basófilas y
    células indiferenciadas semejantes a las
    cromófobas. Estas últimas son cúbicas, con
    citoplasma que tiene gránulos finos y grandes
    cúmulos de glucógeno. También se pueden
    encontrar pequeños islotes de células planas. Son
    de función desconocida. (Junqueira, Lesson).

    Circulación Portal
    La Hipófisis recibe su irrigación sanguínea
    de las arterias Hipofisarias superiores e inferiores. Las
    arterias hipofisarias superiores suministran la mayor parte de la
    sangre de la
    hipófisis, provienen de la Carótida Interna y
    llegan a la parte superior del tallo pituitario formando un plexo
    arterial que lo rodea. Poco antes de formarlo cada una de ellas
    emite una rama que corre a la par distalis. (Lesson,
    Cormack).
    En el infundíbulo, las arterias hipofisarias superiores
    forman el plexo capilar primario, cuyas células
    endoteliales son fenestradas. Las terminaciones axónicas
    de las neuronas neurosecretoras, que contienen hormonas
    inhibidoras y estimulantes de la adenohipófisis, se
    sitúan muy próximas a la membrana basal de estos
    capilares. Los capilares del plexo primario se unen para formar
    las vénulas y venas portales que atraviesan todo el
    pedículo de la hipófisis, yendo a formar el plexo
    capilar secundario, en íntima relación con las
    células de la adenohipófisis. Este sistema porta
    hipofisario tiene gran importancia en la regulación de las
    funciones de
    la adenohipófisis. Mediante él, las neurohormonas
    producidas en el hipotálamo con transportadas directamente
    a la adenohipófisis sin transcurrir por la
    circulación general. La sangre venosa
    sale de la hipófisis por diversas venas que van a
    desembocar en los senos cavernosos. (Junqueira).

    6.
    Conclusión

    Mediante el estudio de la histología de la Adenohipófisis
    podemos reconocer siete tipos de hormonas secretadas por
    distintos tipos celulares distribuidos en forma específica
    dentro del territorio parenquimatoso de la
    adenohipófisis.
    La función principal de esta glándula es controlar
    la actividad de otras glándulas de secreción
    endocrina, promoviendo de esta forma el desarrollo y
    funcionamiento de cada una de las partes que componen el cuerpo humano.
    Por todo ello, la unidad hipotálamo-hipófisis es de
    importancia vital para el crecimiento, la maduración y la
    reproducción del individuo.

    7.
    Bibliografía

    Bergman, R.; Adelk, A.; Heidger, P.: Histología,
    284:290, Primera Edición, McGraw,-Hill Interamericana,
    Mexico, 1998.
    Boya Vegue, J.: Atlas de Histología y Organografía
    Microscópica, 181:188, Primera Edición, Editorial
    Médica Panamericana S.A., España,
    1996.
    Cormack, D. H.: Histología de Ham, 727:736, Novena
    Edición, Harper & Row Publishers Inc., México,
    1987.
    Dorland, Diccionario
    Enciclopédico Ilustrado de Medicina, 41:42,
    961, Vigésima octava Edición, A – J Volumen I, Mc
    Graw – Hill Interamericana, España,
    1997.
    Gartner, L.P.; Hiatt, J.L.: Histología, Texto y Atlas,
    265:271, Primera Edición, McGraw,-Hill Interamericana,
    México
    D.F., 1997.
    Geneser, F.: Histología, 505:514, Primera Edición,
    Editorial Médica Panamericana, México, 1992.
    Ham; Cormack: Tratado de Histología, 882:900, Octava
    Edición, Editorial Interamericana, México,
    1987.
    Junqueira, L.C.; Carneiro, J.: Histología Básica
    Texto y Atlas,
    373:380, Cuarta Edición, Masson S.A., España,
    1996.
    Lesson; Lesson; Paparo: Texto y Atlas de Histología,
    569:579, Primera Edición, McGraw,-Hill Interamericana,
    México D.F., 1992.
    Sadler, T.W.: Langman Embriología médica, 373:375,
    Séptima Edición, Editorial Médica
    Panamericana, Buenos Aires,
    1996.

     

     

     

     

    Autor:

    Jure V., Kronau M., Mascareño S.

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