Indice
1.
Introducción
2. Factores que se deben considerar en
raleo.
3. Efectos del raleo.
4. Diferentes métodos de
raleo.
6. Raleo en
durazno.
7.
Conclusiones
8. Literatura
Consultada
El raleo de frutos es una de las labores más
importantes del manejo de huertos para muchas especies frutales,
ya que determina la productividad del
huerto, el calibre de la fruta y, en algunos casos como el
manzano, previene el añerismo. Esta labor representa,
además, una proporción importante de los costos totales de
manejo. También existe un costo encubierto,
representado por la disminución de calibre final de la
fruta, producto del
menor efecto de la labor al ser realizada tarde, normalmente en
forma manual.
El exceso de fructificación es un fenómeno muy
frecuente en árboles
frutales, especialmente en Chile, donde
por lo general no existen accidentes
climáticos que limiten la floración, la cuaja de
frutos y el posterior desarrollo de
éstos.
Hay especies frutales que, salvo excepciones, en estado adulto
fructifican todos los años en cantidad superior a aquella
que es capaz de soportar el árbol o aquélla que
permite obtener suficiente calidad. Entre
éstas se encuentra el duraznero y algunas variedades de
manzano. En otras especies, el exceso de fructificación
ocurre año por medio, de manera alterada con otro en que
hay una baja fructificación; esto ocurre en numerosas
variedades de manzano.
El exceso de fructificación, o de carga como habitualmente
se le denomina, produce una serie de dificultades, las que
normalmente se traducen en cuantiosas pérdidas
económicas. Entre los problemas
derivados de una carga excesiva en los árboles, se puede
mencionar él quiebre o desgaje de ramas, un tamaño
insuficiente en la fruta, un tamaño insuficiente en la
fruta, un retraso en la coloración y maduración de
la misma y una menor o nula producción en el año siguiente.
También ocurre una diminución en el crecimiento
vegetativo, que ocurre como resultado de la competencia que
la fruta ejerce sobre los brotes por el uso de carbohidratos
y elementos minerales.
Los inconvenientes del exceso de fructificación se pueden
eliminar o atenuar en gran medida con raleo de frutos.
La operación consiste en remover el exceso de flores o
frutos en estado inicial de desarrollo en árboles
demasiados cargados, dejando un número suficiente para
obtener un rendimiento aceptable, con fruta uniforme, de buen
tamaño y calidad. Con esto se trata de que la
disminución en el número de frutos sea compensado
con el aumento del tamaño y el mejoramiento de la calidad
de los mismos, disminuyendo de paso él quiebre de ramas y
la producción alternada.
En el caso del manzano, raleo se debe realizar dentro de los 40
días siguientes a plena floración, si se quiere
obtener una buena floración al año siguiente.
En variedades de duraznero propensas a la partidura de frutos, el
raleo debe retardarse hasta después del período de
endurecimiento de éste, ya que en estos casos, mientras
más temprano se realice en manejo, mayor es el problema de
partidura. En cambio,
existen variedades en que la época más recomendada
es al inicio del endurecimiento del carozo. En variedades de
maduración temprana, es recomendado adelantarse a
éste estado.
En general, existe un sin número de ventajas al realizar
el raleo en árboles frutales, sin embargo, existen ciertas
épocas de realizar este manejo, además de existir
diferentes formas o modos de realizarlo, como es el caso del
raleo manual, mecánico y químico. También
existen algunas recomendaciones que se deben tomar en cuenta,
dependiendo del tipo, variedad y condiciones agroclimaticas,
entre otras, las que influyen en el buen desarrollo del
raleo.
2. Factores que se deben
considerar en raleo.
La finalidad de realizar la operación del raleo,
es ajustar una adecuada relación entre la cantidad de
hojas disponibles y el número de frutos. Se estima como
óptima una relación de 20 a 40 hojas por fruto. En
esta relación, se contabilizan no sólo las hojas
adyacentes a cada fruto, sino el total de la ramilla, e incluso
las de brotes vecinos sin fruta, siempre que estén
ubicados por sobre él mismo en la rama.
Las cifras se refieren a fruta que llegue a madurez y al momento
de ralear se debe bajar proporcionalmente a la caída de
fruta que se espera desde el raleo en adelante, además del
número de hojas que se presume aparecerán
después. En general, al momento de realizar la
operación, se considera la mitad del número de
hojas por fruto.
Existe un mayor efecto en cuanto a aumentar el tamaño de
la fruta y disminuir el añerismo al realizar una
operación temprana de raleo. No obstante, al mismo
tiempo
aumentan los riesgos de que el
número de frutos sea insuficiente, como consecuencia de
ciertos accidentes climáticos, tales como granizo, heladas
y vientos, entre otras. Esto puede ocasionar una pérdida
adicional de frutos, lo que no sería conveniente en
términos económicos.
Un factor extra a considerar es la caída natural de fruta,
la ésta presente en muchos árboles. Esta
caída de fruto ocurre pocos días después de
la cuaja. Además existe una segunda caída, la que
ocurre unas semanas después, en donde el fruto tiene un
diámetro aproximado de 1 a 3 cm.
En especie y variedades muy expuestas a la caída de fruto,
se recomienda realizar un raleo con posterioridad a la
caída.
Hay ciertos huertos en donde la producción alternada es un
problema, y debido a éste, se recomienda efectuar raleo
antes del período de inducción floral, el cual ocurre
aproximadamente a mediados de primavera en pomáceas y a
fines de primavera en frutales de carozo.
Cuando ocurre un accidente natural o de manejo, como es el caso
de heladas, granizos, aplicación errónea de
algún químico, que pueda causar la caída de
fruto, se debe dejar pasar suficiente tiempo para que estos
efectos se manifiesten completamente, antes de realizar
raleo.
Existen otros factores que se deben considerar antes de realizar
un raleo, y así lograr los resultados esperados con esta
operación. Alguno de los factores son:
- Según la especie y la variedad.
Existen algunas diferencias en el tamaño del
fruto entre las especies y entre las variedades. Con
relación a esto, en algunos casos, raleo debe ser
realizado en una época más temprana o
tardía. Además se debe dejar un mayor o menor
espacio entre los frutos.
- Dependiendo del vigor del árbol
frutal.
En árboles con poco vigor necesitan de un raleo
más severo y con una mayor frecuencia, en
comparación con los árboles que poseen un mayor
vigor. Esto se debe a que los árboles que poseen un bajo
vigor, desarrollan una fruta que no se compara con la de los
árboles que contemplan un mayor vigor.
- Según la carga de fruta.
Cuando el árbol, en su conjunto, esta
moderadamente sobrecargado, puede ser conveniente realizar un
raleo. Esto es importante cuando la fruta tiende a agruparse en
racimos, en donde la función o
el objetivo del
raleo, es distribuirla en forma regular.
Otro factor importante a considerar, es cuando algunas ramas o
porción del árbol posee una carga marcada o
excesiva, ya que éstos árboles no
desarrollarán una fruta de buena calidad o
presentación, en comparación con un árbol
que posee una carga uniforme. En este caso es recomendable
proceder al raleo.
No es necesario realizar el raleo solamente cuando el
árbol se encuentra con una sobrecarga, sino también
es recomendable, cuando una parte o segmento de éste, se
encuentre con una excesiva carga de fruta.
- Dependiendo del tipo de suelo.
Desde el punto de vista de la fertilidad o de la reserva
de humedad, un suelo puede ser pobre, en donde la carencia de
éstos, puede retardar el desarrollo del fruto y como
consecuencia, la obtención de fruto de menor
tamaño. Debido a esto, acompañado de un programa de
mejoramiento de suelo, es conveniente realizar un raleo
aún cuando la carga no sea más que
moderada.
- Según la edad del árbol.
En árboles viejos, muchas veces es necesario
realizar un raleo, con el objetivo de que la fruta alcance un
mayor tamaño, ya que estos árboles se caracterizan,
en su mayoría, por poseer una fruta de un tamaño
reducido.
Una de las razones principales por las cuales se realiza
el raleo, es el beneficio que se logra en el tamaño de la
fruta, lo que ocurre en mayor grado mientras más temprano
se lleve a cabo, debido a la reducción en la competencia
en el período de división celular.
Desde el desarrollo de la flor, se comienza a fijar el potencial
de tamaño del fruto, por lo tanto un fruto que cuente con
un tamaño grande en sus inicios, también en la
madurez contara con ésta característica. En el caso de un fruto con
un tamaño reducido en su inicio, mantendrá
ésta condición.
Dada la importancia que tiene el tamaño del fruto, la
eliminación de los frutos que cuenten con un tamaño
reducido, mejorara el calibre de los otros frutos que se
mantendrán en el árbol. Esto se debe a que se
disminuye la competencia, aumentando el desarrollo de los frutos
que persisten en el árbol.
La estimulación de la iniciación floral del
año siguiente, también es un efecto a considerar,
debido a que ésta se encuentra gobernada por el balance
entre la superficie foliar del dardo y las semillas del fruto, ya
que las hojas que proveen de carbohidratos, favorecen la
formación de flores en los dardos. En éste caso,
raleo elimina algunos embriones jóvenes, los que
producirían inhibidores de la floración.
Raleo también mejora la calidad, tanto en apariencia del
fruto, como en el gusto de éste.
El mejoramiento del color en la
fruta, también se ve beneficiado por el raleo. Esto es de
suma importancia al momento de comercializar la fruta, dado que
existen ciertas normas y
exigencias en el mercado.
Lo esencial del raleo, es buscar un aumento en el calibre del
fruto y la formación de yemas, pero a su vez se pueden
obtener un sin número de otros beneficios, tales como; un
mejor color, un mayor contenido de azúcar,
un mejor control
sanitario, y muchos otros beneficios.
Otro factor que se debe considerar es la rotura de
árboles, que a menudo es un aspecto que se descuida, y por
esto, una sobre carga de fruta en el árbol puede traer
graves consecuencias.
4. Diferentes métodos de
raleo.
Existen ciertos métodos que se utilizan para el
raleo, los cuales pueden o no depender de la situación del
huerto.
Raleo Manual.
Este tipo de raleo, en términos generales, consiste
simplemente en el derribe de las flores o frutos con las manos.
Antiguamente los frutos se raleaban a una distancia
predeterminada, pero en la actualidad se ha podido observar que
el raleo es mejor realizarlo por tamaño. Este consiste en
el derribo de frutos pequeños o débiles,
independientemente del espacio comprendido entre los que quedan,
aunque con las mismas consideraciones generales dadas para la
intensidad del raleo deseado. Sin embargo, si se realiza un raleo
por tamaño se debe tener un cuidado especial para no dejar
frutos juntos, de forma que no se compriman entre ellos o contra
las ramas. Es de real importancia tener éstos cuidados con
especies y variedades que posean un fruto grande y, además
de un pedúnculo corto o pequeño.
Para poder
determinar la intensidad del raleo manual, se debe estimar la
producción en kilogramos que se espera obtener del
árbol, de acuerdo a su tamaño, vigor y
productividad en años anteriores. Posteriormente, se
calcula el número de frutos de un buen calibre que
conforman un kilogramo a la cosecha, y de acuerdo con estos
antecedentes, se podrá obtener el número de frutos
que es necesario dejar en los árboles. Es recomendable
agregar un cierto porcentaje de error a la cifra obtenida, dado
que puedan haber ciertas pérdidas, tanto por plagas o
accidentes naturales. Esta metodología es aplicable solo
después de ocurrida la caída natural de frutos.
Cuando los frutos se presentan agrupados en sectores, el raleo se
debe basar en el número total de hojas que abastece a cada
sector, y así dejando fruta agrupada en una cantidad
proporcional.
En el caso del manzano, más que la distancia entre los
frutos, se prefiere dejar entre uno a dos frutos por dardo o
ramillete floral, de acuerdo con la cantidad total de ramilletes
presentes en el árbol.
En especies o variedades sensibles al golpe de sol, se recomienda
extraer los frutos que se encuentren en una mayor exposición.
En árboles que posean una baja fructificación, se
recomienda prescindir del raleo, aún cuando la distribución de los frutos en el
árbol, sea muy desuniforme.
Raleo Mecánico.
Este tipo de raleo puede ser realizado de diversas
formas;
- Se puede efectuar un raleo efectivo en
floración o poco después, mediante un chorro
directo de agua a alta
presión
producido por un pulverizador manual. - Otro método
es el uso de una brocha de cerda rígida para "barrer"
algunos frutos que son aún muy
pequeños. - También se puede utilizar un vibrador, el cual
puede ser el mismo que se utiliza para la recolección
mecánica. - Se requiere de cierta habilidad para evitar un raleo
en forma excesiva.
Este método presenta ciertos inconvenientes, los
cuales son;
- Derriba los frutos sin distinción, es decir,
elimina tanto los frutos grandes como los
pequeños. - Dado a que existen ciertas zonas del árbol que
son más consistentes, puede derribar una mayor cantidad
frutos, lo cual puede ser perjudicial. - Existe un porcentaje de frutos que caen
posteriormente, y esto se debe a las lesiones que sufren
durante la operación.
Raleo Químico.
El raleo químico
se realiza en árboles en donde se espera una gran
fructificación, este se desarrolla mediante la
aspersión de un producto químico.
Las respuestas al raleo químico son variables, es
por esto que es recomendable realizar ciertas pruebas o
ensayos con
algunos árboles, antes de realizar la aplicación
generalizada en el huerto. Estos ensayos se deben realizar, como
mínimo, en un período de tiempo de un año,
se debe considerar las dosis y fechas de aplicación. Todo
esto acompañado de los diversos factores que se deben
considerar para realizar un raleo.
Existen ciertas ventajas que posee raleo químico, en
comparación con un raleo manual o mecánico, las
cuales son:
- Los costos son mucho menores.
- Se obtiene una mejor tamaño en el
fruto. - La calidad del fruto es mejor.
- Existe una mayor regulación en la alternancia
de ciertas especies y variedades.
Él raleo químico también tiene
ciertas desventajas, si se compara con el raleo manual o
mecánico, como son;
- Puede existir un raleo muy intenso.
- En tratamientos tempranos o precoces, puede existir
un riesgo de
heladas. - Los resultados pueden ser variables en árboles
de edad o adulto. - También pueden existir resultados variables en
especies o variedades de bajo vigor. - Los químicos utilizados podrían afectar
en cierta forma al follaje.
Sin lugar a dudas, raleo de los frutos en manzano, es la
labor que determina la rentabilidad
del huerto; por un lado se obtiene el tamaño del fruto,
exigencia necesaria y fundamental para el precio del
producto; y por otro, tanto o más importante que lo
anterior, se refiere al volumen de
producción a extraer por unidad de superficie;
éste, no es valorado en forma adecuada, pues generalmente
sé prioriza en la obtención del tamaño del
fruto, dejando en segundo plano la productividad del huerto. Esta
situación no parece sustentable en el tiempo, ya que el
creciente interés
que gozan algunas variedades pueden en un futuro no muy lejano,
experimentar notables disminuciones de sus retornos.
Para obtener los beneficios buscados, el raleo debe efectuarse lo
antes posible, ya que de esta forma se logra un mayor
tamaño de la fruta y un mayor control del añerismo.
Lo más importante es que esto trae como resultado un
aumento en la productividad de los árboles, ya que es
posible dejar mayor cantidad de fruta que alcanzará un
tamaño adecuado para su comercialización. Esta relación
existente entre la intensidad de carga frutal con el
tamaño de fruta a cosecha y, con la productividad del
árbol, aunque es alta y especifica para cada
combinación de variedad – portainjerto no ha sido
utilizada en forma práctica, pues no se ha contado con
estándares de carga frutal para las diferentes variedades
y zonas de cultivo.
Esto se complica aún más, pues algunas variedades
como Gala presentan no sólo una respuesta a la carga
frutal que llega a cosecha, sino que es muy importante la carga
que queda posterior al raleo, que puede ser manual,
mecánico o químico. En el último caso, se
toma en cuenta un repase manual.
Con respecto al añerismo y su control mediante un raleo
temprano, en algunas variedades como el caso de Delicious tipo
"Spur" es de una importancia fundamental, pues se estima que el
raleo debe concluir antes de 20 días después de
flor para lograr inducción floral para el año
siguiente, a diferencia de otras variedades en las cuales este
período se considera hasta 60 días después
de flor. Para otras variedades como Fuji, que también
presenta esta tendencia, se han evaluado con éxito
productos
raleadores que incrementan por sí solos la
inducción floral, como el Ethephon.
Epoca de raleo.
Sin duda que este es uno de los factores más importantes a
considerar en el raleo de manzanas, no solo para obtener un buen
tamaño de frutos, sino además por la consecuencia
que tiene la fruta sobre la inducción floral para la
temporada siguiente.
Respecto al efecto sobre el tamaño del fruto, éste
es mayor mientras más temprano se realice la labor, lo que
resulta particularmente importante en variedades como Gala, donde
el tamaño del fruto es tanto o más dependiente de
la carga frutal temprana, que aquélla que permanece hasta
la cosecha después del repase manual. Otras variedades de
mayor productividad como Delicious no "Spur", Granny Smith y
Braeburn, aparentemente se ven mayormente afectadas con la carga
frutal final y/o que llega a la cosecha, y no tanto con la carga
frutal obtenida luego del raleo.
El efecto de la época, se puede apreciar en aquellos
árboles que quedan con baja carga frutal desde sus
inicios, los que sólo necesitarán de raleos muy
suaves para alcanzar frutas de buen calibre. Esta decisión
puede ser fundamental, pues la mayoría de las veces el
repaso del raleo termina siendo más perjudicial que el
haber dejado toda la fruta en el árbol, porque la cantidad
eliminada, especialmente en aquellos árboles que
necesitaban un raleo suave, afecta en mayor proporción la
producción y no tanto el tamaño del fruto.
Con respecto a las producciones alternadas, como la variedad
Fuji, aún los raleos muy intensos y tempranos, resultan
completamente ineficaces para regular la producción
alternada. Este hecho indica que en este tipo de variedades debe
aún determinarse el verdadero efecto de la carga frutal,
pues parece existir una interacción bastante fuerte con la
poda, lo que significa que probablemente es ésta la labor
que se debe revisar.
Los frutales de pepita, requieren la cosecha por "floreo",
práctica realizada con el convencimiento de aquella fruta
que permanece en el árbol, mejora su calibre producto de
la menor competencia que significaría la
eliminación de parte de ella.
Intensidad de raleo.
Se ha podido observar que a mayor cantidad de fruto o mayor carga
frutal, es menor el tamaño del fruto y una mayor
producción. Sin embargo, lo que se desconoce es la medida
en que cada una de éstos se ve afectado. Con respecto a
esto, es necesario tener en cuenta que por ser un sistema
dinámico, se deben considerar otros factores, los que
influirán en uno u otro sentido.
El componente que más se modifica al cambiar la intensidad
de raleo, es la producción y no tanto el tamaño del
fruto. Este último, resulta válido cuando se trata
con variedades potencialmente grandes, como es el caso de
Braeburn, Fuji o Jonagold, en donde se pueden aumentar
sustancialmente la producción con pequeñas
disminuciones en el calibre, especialmente al realizar raleos muy
tempranos y efectivos, es decir, en la época de
floración.
Existen casos en que los árboles podrían
encontrarse subutilizados al encontrarse con frutas de mucho
calibre, o tener un gran desarrollo vegetativo. En estos casos se
pudo haber adecuado las prácticas de raleo y las de poda,
aumentando sustancialmente la producción del
árbol.
Lo que determina la decisión de tener una mayor
producción con un menor tamaño de frutos, es la
diferencia de precios que
existe para frutos de diferente tamaño. Existen algunas
estimaciones basadas en datos
experimentales indicando que ésta debiera ser muy grande
para justificar los raleos intensos, siendo mejor tener un menor
tamaño medio de frutos, pero mayor producción. Esta
última situación tendrá una menor
proporción de calibre grande, pero probablemente un igual
número de frutos de igual calibre, dada la mayor
producción.
Tamaño de fruto.
Con relación al fruto, se debe estandarizar la
expresión del tamaño, debiendo, desecharse
totalmente la expresión sobre la base del calibre.
En su reemplazo se debe usar la expresión de tamaño
basándose en el peso del fruto o diámetro de
éste, aprovechando la conexión existente entre
ambas variables. Estas relaciones, se pueden obtener en forma
gráfica o matemática, en este último caso
basándose en regresiones. Al recurrir a éstas, debe
tenerse en cuenta que para cada variedad existe una
relación específica. En todo caso, cualquiera de
estas relaciones puede ser mejorada si se incluye una mayor
cantidad de medidas del fruto, como en el caso del largo.
La importancia que tiene el tamaño potencial del fruto de
una determinada variedad, debe tenerse en cuenta que es clave
para obtener alta productividad. La primera razón para
esto es porque la exigencia de tamaño en el mercado de
destino es dependiente de la variedad, lo que significa que si se
requiere un tamaño de fruto pequeño, como es el
caso del cultivar Gala, se puede obtener una mayor
producción sin importar tanto el tamaño.
Ante una exigencia de tamaño, una variedad cuyo fruto es
naturalmente grande podrá cargar mayor cantidad de fruta,
y por ende lograr mayor productividad que una variedad de fruto
pequeño pero menos cargada. Como ejemplo, se puede
comparar la variedad Braeburn y Gala.
Si la exigencia de tamaño de fruto es alta, como es el
caso de la variedad Fuji, la productividad será limitada,
lo que deberá cuantificarse antes de proyectar un
resultado económico.
Raleo Químico.
En el manzano, se ha aplicado tradicionalmente el raleo
químico de frutos, aprovechando la diferencia que existe
en el desarrollo de diferentes flores del ramillete floral.
Básicamente han existido dos enfoques:
- El primero a sido dirigido a las flores, durante el
período de floración, utilizando productos
caúticos como es el caso del Dinitro orto cresol
(DNOC). - El segundo enfoque, es el dirigido a los frutos, en
el período que contempla de 2 s 3 semanas después
de la floración, encontrándose con frutos de 9 a
11 mm., Utilizando productos como el Acido naftalén
acético (NAA) y Carbaryl.
Actualmente la estrategia
relativamente estandarizada, es la aplicación de Selinon,
seguido de Carbaryl, aunque existen algunos problemas que
serían derivados de la aplicación de éste,
provocando russet, disminución del número de
semillas y también una disminución en el
tamaño del fruto.
Se debe destacar que el criterio basado en el tamaño del
fruto, se encuentra obsoleto en algunas áreas de cultivo,
considerando que en la actualidad existe un período de
sensibilidad dentro del cual, se recomienda realizar aplicaciones
de reguladores, basándose en las condiciones
ambientales.
Existe otro elemento que ratifica la necesidad de realizar la
labor de raleo químico, sobre todo en Chile, debido a que
productos tradicionalmente utilizados como raleadores de
post-floración, como es el caso de Carbaryl, ha demostrado
que en aplicaciones tempranas, como es el período de
floración, tiene una mayor actividad raleadora, la que
resulta más apropiada a las condiciones. En el caso del
NAA, ha demostrado que en la aplicación temprana, como es
el período posterior a la caída de pétalos,
también tiene una mayor actividad raleadora.
Al ralear tempranamente, como es el caso de la floración,
con cualquiera de estos productos, presenta la gran ventaja de
minimizar los problemas de añerismo del árbol, y
maximizar el tamaño del fruto y la productividad. Debido a
esto, se ha dado la necesidad de adecuar las prácticas de
raleo químico actualmente en el uso en aquellas variedades
como es el caso de Granny Smith y Delicious del tipo "Spur" y,
con mayor necesidad, en variedades como Gala, Braeburn y Fuji en
las que los intentos de raleo realizados, han resultado efectivos
sólo parcialmente en algunos casos.
El raleo de frutos de manzano puede hacerse manual o
químico, siendo esta última alternativa de menor
costo y rapidez.
Existen numerosos productos con propiedades raleadoras de frutos,
tales como; Dinitro orto cresol (DNOC), Acido naftalén
acético (NAA), Naftalén acetamida (NAAm), Carbaryl
y Ethephon que es un regulador de crecimiento, entre
otros.
Productos y factores que influencian el raleo.
Productos caúticos.
Los productos caúticos han sido evaluados tradicionalmente
para el raleo químico de manzanos, aprovechando la
diferencia que existe en el desarrollo de las diferentes flores
del ramillete floral, básicamente dirigido a las flores
laterales del ramillete.
El Dnoc
Principal raleador de flores que actúa quemando partes
florales, especialmente el polen depositado en el estigma. Es por
esta razón que se aplica cuando un porcentaje de flores se
encuentra fertilizada o sin abrir.
Existen ciertas limitantes en estos productos, y lo más
importante que se les ha podido observar son:
- Cuando se presentan precipitaciones, debido a que si
ésta se presenta dentro de los tres días
después de la aplicación del producto, causa una
reactivación de éste y un sobreraleo. - Otra limitante importante, es la extensa
floración que normalmente ocurre bajo ciertas
condiciones, lo que se agrava aún más con
productos que presentan algún grado de riesgo, con
relación al daño de los frutos en desarrollo.
Esto significa que sólo una porción limitada de
flores se encuentra en un determinado instante susceptible a
ser dañada, por lo que realizan un efecto solo
parcial.
Carbaryl
Los factores que influencian el efecto de este raleador,
así como otros de post-floración, están
relacionados con; factores climáticos que influyen en la
absorción del producto, vigor del árbol, y
actividad fotosintética del mismo.
En general, se considera que existiendo condiciones favorables
para la cuaja, el árbol será más
difícil de ralear.
Existen ciertos factores que influyen en la aplicación,
como es el caso de la temperatura
esperada en los cinco días siguientes a la
aplicación. Un ejemplo claro es si se considera que si la
temperatura no supera los 21°, el producto causará un
bajo raleo y además frutos pequeños y sin
semilla.
El producto se ha catalogado como un raleador moderado a suave,
lo que es considerado para variedades Granny Smith o Braeburn,
esto se debe a que se aprecia una marcada respuesta varietal a
él.
Carbaryl, bajo algunas condiciones, disminuye el número de
semillas de los frutos, especialmente en las variedades rojas
tipo Spur, no obstante éstos llegan a crecer y madurar
normalmente, tal vez con un tamaño menor.
En el período de mayor actividad, el cual corresponde al
período de la caída de pétalos, se presenta
el mayor grado erróneo del producto. Esto se puede
apreciar en que la respuesta al raleo, no necesariamente tiene
relación con la concentración usada, y si
ésta existe, ocurre en los períodos
sensibles.
Acido naftalén acético (NAA).
Generalmente, la mayoría de las aplicaciones se
recomiendan entre 10 y 25 días después de plena
flor, sin embargo existe evidencia que es más activo en
estado menos avanzado de desarrollo, entre botón rosado y
caída de pétalos.
Este producto es recomendado para ciertas variedades, tales como;
Gala, Fuji y Braebum. Cuando el producto es aplicado
tempranamente, como es el caso de la caída de
pétalos, afecta el número de semillas.
La mayor acción del producto ocurre en estados tempranos
de aplicación, tan temprano como botón rosado.
También se aprecia que el efecto decae rápidamente
al alejarse de la floración, notándose
10días después.
En comparación al Carbaryl, el NAA tiene un efecto
más poderoso, sobretodo si es aplicado en flor.
El producto presenta una tendencia muy fuerte a inducir la
presencia de frutos pigmeos, lo que depende fuertemente de la
época de aplicación, además de la tendencia
varietal a presentarse. Mientras más cerca de la
floración, menor presencia de frutos pigmeos, lo que se
incrementa hasta alrededor de 20 a 25 días después
de plena flor. Con respecto de las variedades, Fuji aparece como
altamente sensible, seguida por Delicious tipo "Spur" y Braeburn.
Gala parece no presentar esta tendencia.
Ethephon
Tiene un efecto desde botón rosado hasta 40 días
después de flor. Este producto tiene la ventaja de reducir
el crecimiento vegetativo y aumentar la inducción floral,
a través de una reducción del nivel de Giberelinas
en el árbol. Se considera para variedades con tendencia al
añerismo como Braeburn y Fuji.
Por otro lado para variedades alargadas, como en aquéllas
del grupo
Delicious, no podría ser aplicado ya que reduciría
la relación largo/diámetro, incluso con
aplicaciones hasta 40 días después de plena
flor.
Añerismo en Manzano.
Se ha observado que en la mayoría de las especies frutales
las producciones en años consecutivos no son regulares. En
el manzano, así como en otras especies, ocurre una
oscilación anual de las cantidades de fruta cosechada,
esto quiere decir que a un año de gran producción
le precede un año de baja producción, lo que se
conoce como alternancia de la producción o
añerismo.
Las medidas de manejo en la fruticultura deben tener como
objetivo final promover una abundante fructificación, pero
regular en el tiempo. Es por eso existen diversas medidas de
manejo que influyen sobre el añerismo, tales como; la
fertilización, el riego, los patrones, el anillado y
otros, pero la medida más conocida, efectiva y
económica que se conoce para disminuir la alternancia en
la producción, es el raleo y sobre todo el método
que se realiza con químicos.
Es importante mencionar que a pesar del empleo de
raleadores químicos, suelen presentarse problemas de
añerismo debido a que el raleo no es cien por ciento
efectivo en algunas variedades de manzano. Los criterios de
aplicación no son los acertados o pueden presentarse
condiciones climáticas adversas, como es el caso de
heladas tardías o períodos de lluvias durante la
floración, induciendo a una importante oscilación
de la producción de un año a otro.
Producción de manzana en la variedad Boskoop, realizando
distintos tipos de raleo en el período de
floración.
Página siguiente |