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Santo el enmascarado de plata




Enviado por thorlokij



     

    Indice
    1.
    Introducción

    2. Nacimiento del
    santo

    3. Su Fama
    4. Su Retiro
    5. Su Muerte
    6. El santo como
    persona

    1.
    Introducción

    El 5 de febrero de 1984 el pueblo de México se
    despertó con una terrible noticia que lo hizo estremecer,
    ya que la leyenda más grande del deporte mexicano dejaba de
    existir. El hombre que
    marcó una de las etapas más importantes de nuestro
    deporte, se nos
    había adelantado en el viaje.
    El enmascarado de plata le dio otro valor a la
    lucha libre, pues gracias a él, traspasó fronteras,
    y es que su fama fue inmensa, aunque no tan grande como su
    humildad, pues a pesar de haber sido el más grande
    gladiador, de convertirse en una de las máximas luminarias
    del cine mexicano,
    siempre fue un hombre noble y
    un amigo para todo aquel que se le acercaba.
    Habrá quien diga que su trabajo en el ring o en la
    pantalla grande era superado por otros personajes, pero la verdad
    es que nadie más logró convertirse en el
    máximo ídolo de México, en
    un fenómeno social que aún varias décadas
    después los grandes investigadores no logran explicarse,
    pero eso es hasta cierto punto lógico, ya que la fama y la
    interrelación que logra un ídolo con sus
    aficionados es incomprensible. En Europa se pensaba
    que era un personaje creado al estilo de Superman pero grande fue
    su sorpresa al descubrir que era una figura de carne y hueso que
    luchaba en México.

    Sus Inicios
    Vestido de plata con una máscara sobre la cara que
    ocultaba sus facciones, musculoso, fuerte y ágil, Rodolfo
    Guzmán Huerta, mejor conocido como Santo "El Enmascarado
    de Plata", resultó ser una de las grandes personalidades
    del espectáculo y figura arraigada en la cultura
    popular. Se sabe que nació en Tulancingo, Hidalgo, el 23
    de Septiembre de 1917 y sus padres fueron Jesús
    Guzmán Campuzano y Josefina Huerta (Márquez) de
    Guzmán. Rodolfo fue el quinto de siete hermanos.
    Carismático y de gran presencia física estuvo
    predestinado desde sus inicios a ser un destacado luchador.
    Tenía como arma principal sus poderosas piernas.
    En los años 20, el jefe de la familia
    Guzmán, en su afán por buscar nuevos horizontes
    para sus hijos, decide emigrar a la ciudad de México. Su
    nueva casa la establecen cerca del jardín del Carmen en el
    barrio de Tepito y Rodolfo ingresa a la primaria "Abraham
    Castellanos" con el fin de terminar sus estudios que había
    iniciado en su natal Tulancingo.
    La afición de Rodolfo eran los deportes, especialmente el
    béisbol y el futbol americano.
    Sin embargo, su interés
    por la lucha libre se hizo evidente en los treinta. Según
    carteles de la época, evidencian que Rodolfo inició
    su carrera en el pancracio el 28 de junio de 1934 en la Arena
    Peralvillo Cozumel, aunque la Empresa
    Mexicana de Lucha Libre(EMLL) asegura que comenzó en 1935
    en el Deportivo Islas de la Col. Guerrero. Cuando Rodolfo
    trabajaba en una fábrica de medias para dama se le
    ocurrió aprender jiu-jitsu. Después aprendió
    la lucha grecorromana, lo que lo animó a convertirse en
    luchador. Fue en la arena de Pachuca donde el también
    luchador Jack O´Brien vio el estilo luchístico de
    Rodolfo- quien se hacia llamar "Rudy" Guzmán- y lo
    recomendó con Jesús Lomelí instructor de la
    EMLL (dirigida por Salvador Lutteroth Glz.), quien los trajo a la
    capital.
    Sin embargo Rodolfo pasó sin pena ni gloria en sus
    inicios, no era malo, pero tampoco lograba meterse en el gusto
    del aficionado, por lo que decidió enmascararse, y
    encarnar un nuevo personaje.
    Rodolfo se hizo una máscara, un nuevo equipo, y un par de
    meses después se presento como EL HOMBRE
    ROJO. Tenía que luchar casi a diario por varios rumbos de
    la ciudad para ganarse la vida. Cuando no había combates
    realizaba diversas labores: modelador, pintor, carpintero,
    mecánico, y varias más. En 1936 Rodolfo
    ingresó a la EMLL y triunfó en la antigua Arena
    México en su presentación y perdió en los
    dos combates siguientes. Nuevamente, la misma historia: ni pena ni gloria,
    y el público seguía sin tomarlo en cuenta, por ello
    en Noviembre de ese año decide dejar la EMLL.
    También Jesús Lomelí salió de las
    filas de la empresa para
    hacer su propio espectáculo luchístico y no duda en
    buscar al Hombre Rojo,
    de este modo Rodolfo se reencontró con el hombre que lo
    había ayudado en sus inicios.
    Tratando de conseguir fama y fortuna Rodolfo Guzmán decide
    enmascararse como el MURCIÉLAGO II aprovechando un poco la
    fama de Jesús "EL MURCIÉLAGO " Velázquez,
    pero el dueño del nombre original apela a las autoridades
    de la Comisión de Box y Lucha, con el fin de
    retirárselo al incipiente luchador. Rodolfo se
    quedó pasmado, sin ánimos, tanto trabajo que le
    había costado conseguir algo de fama, y de pronto, sus
    sueños se fueron por la borda y por si fuera poco su vida
    familiar se trastocaba con la muerte de
    su padre (Jesús Guzmán Campuzano).

    2. Nacimiento del
    santo

    A principios de los
    años 40, Rodolfo contrajo matrimonio con
    María de los Ángeles Rodríguez
    Montaño (Maruca) en la iglesia de la
    Magdalena Mixhuca, y su padrino fue Salvador Lutteroth
    González. El matrimonio
    procreó diez hijos: Alejandro, María de los
    Ángeles, Héctor Rodolfo, Blanca Lilia,
    Víctor Manuel, Miguel Ángel, Silvia Yolanda,
    María de Lourdes, Mercedes, y el Hijo del Santo.
    En esa década, tanto don Jesús Lomelí como
    Rodolfo regresaron de nuevo a la EMLL. Días después
    don Jesús ya le tenía un nuevo equipo, uno
    totalmente plateado. Ahora había que elegir un nombre, Don
    Jesús había pensado en EL SANTO, EL DIABLO o EL
    ANGEL; Rodolfo se decidió por el primero de ellos, y con
    cerca de siete pesos, se puso a hacer el equipo, que fue
    sumamente humilde, la máscara era un verdadero horno, pues
    era de piel de
    cochino, y dentro de ella, el calor era
    insoportable.
    El 26 de Julio de 1942 hizo su debut como el Santo, ahí EL
    SANTO tuvo que medirse con el LOBO NEGRO, quien lo estaba
    dominando ampliamente, la desesperación hizo presa del
    plateado, quien no encontraba la forma de derrotar a su enemigo,
    el joven ENMASCARADO DE PLATA optó entonces por la
    violencia,
    empezó a faulear a su rival, el réferi trató
    de impedirlo, pero lo que logró fue que EL SANTO le
    hiciera pedazos la camisa, el tercero sobre las cuerdas no
    atinaba la forma de detener el huracanado ataque del rudo
    debutante, así que optó por lo más sano:
    descalificarlo.
    Nunca nadie había perdido por descalificación en
    nuestro país, por lo que la gente se quedó admirada
    del nuevo rudo. El plateado anhelaba ser el campeón en las
    diferentes categorías del pancracio y también
    agradar al público que pagaba por verlo. Con ese
    espíritu de lucha, el 16 de agosto de 1942, en la vieja
    Arena México enfrentó a quién sería,
    con el paso de los años, uno de sus adversarios más
    encarnizados: "Bobby" Bonales "La Maravilla Moreliana". Gracias a
    esa batalla, El Santo reflexionó sobre el valor de su
    máscara: "me propuse conservarla contra viento y marea,
    pues era la máxima expresión de mi personalidad,
    el símbolo perfecto del misterio que podría rodear
    mi figura en el encordado".
    A principios de
    1943 enfrentó a Jesús "El Murciélago"
    Velázquez, aquél que no le había permitido
    enmascararse como Murciélago II. En el ánimo de El
    Santo había un afán de desquite. El
    murciélago era el monarca nacional de peso medio, pero El
    Enmascarado de Plata lo venció. Después
    vendría un triunfo tras otro. Para tratar con El Plateado
    había que respetar las reglas del juego que
    él propondría mediante la frase: "Nadie hay
    detrás del enmascarado. Todos y ninguno a la
    vez".

    Desde entonces, El Santo inició una carrera hacia
    la cumbre que nadie pudo frenar, se convirtió en el mejor
    Peso Welter, no había quién pudiera con él,
    luego, fue Campeón Nacional de esta división, y
    después Campeón Nacional Medio.
    En esa época, Don Salvador Lutteroth pensó que ya
    era tiempo de abrir
    un nuevo local para la lucha libre, y mandó construir la
    Arena Coliseo, pero tenía que abrir este gran inmueble con
    una lucha sensacional, y eligió a un verdadero maestro, al
    máximo ídolo de aquel entonces, Carlos "El
    Tarzán" López, contra el novato sensación,
    el rudo más odiado, El Santo. Este enfrentamiento se
    llevó a cabo el 2 de abril de 1943.
    Esa lucha fue la primera gran frustración del plateado,
    estaba en juego el
    Campeonato Mundial de Peso Medio que poseía "El Tarzan"
    López, y el campeón se impuso con un contundente
    dos al hilo.
    Este fue un hecho muy doloroso para El Santo, pues él
    pensaba que ya estaba en la cúspide, pero El Tarzán
    se encargó de bajarlo de su nube. A sus 26 años, El
    Plateado sufría la derrota más escandalosa de su
    trayectoria. A si mismo, el 11 de junio
    de ese año era derrotado por Roberto "Bobby" Bonales,
    quien le arrebató el Campeonato Nacional de Peso
    Medio.
    A finales de 1943, El Santo enfrentó a Jack Blomfiel y
    durante el segundo asalto del combate, este último
    logró quitarle la máscara, pero para su sorpresa
    debajo de aquella ¡había otra! El Plateado
    preservó así el misterio de su identidad y se
    abalanzó sobre su rival, con lo cual sólo
    consiguió que lo descalificaran. Pocos días
    después, golpeó ferozmente a "Dientes"
    Hernández y en el pasillo enfrentó a dos
    enardecidos fanáticos, lo cuál provocó que
    El Santo pasara la noche en la cárcel. En mayo de 1944,
    sufre un accidente automovilístico que por poco le cuesta
    la vida. Después de esta mala racha que vivía de
    nueva cuenta, obtuvo una gran victoria al quitarle la cabellera a
    Jack O’Brien. Poco después recuperaría el
    Campeonato Nacional de peso Medio, venciendo a "Bobby"
    Bonales.
    A mediados de 1944, "Gori" Guerrero busca al Santo y le propone
    ser su pareja. Éste lo acepta, pero sólo en el
    interior de la República, ya que el originario de
    Guadalajara aún no era conocido en la capital y El
    Santo era de nuevo Campeón Nacional de Peso Medio. Sin
    embargo, la brutalidad de Salvador Guerrero a hacer ruido y pronto
    se gana apelativos como el ave de las Tempestades y El Chacal.
    Eran tiempos de rudos bestiales, como León Kirilenko "El
    Ruso Loco", único luchador en la historia cuyo sadismo
    provocó que el publico le arrojara excremento la noche de
    su debut.
    Todo parecía apuntar hacia el domingo 19 de noviembre de
    1944, cuando El Santo y Gori suben al cuadrilátero de la
    Arena México para destrozar a "Bobby" Bonales y a Jack
    O’Brien, iniciando una mancuerna sangrienta y destructiva
    que el cronista Toño Andere no dudó en bautizar
    como La Pareja Atómica. De este modo Gori aprovechó
    la fama del Santo (el luchador del año en 1944) para
    colocarse en los estelares; a cambio, le
    cedió una llave de su invención: ‘la de a
    caballo’, que El Santo se encargaría de hacerla
    suya. En 1946 La Pareja Atómica fue declarada la mejor de
    año y El Plateado lograría un año de
    importantes victorias, la principal: obtener el campeonato
    mundial de peso welter, derrotando al búlgaro Pete
    Pancoff. También festejó la adquisición de
    su primera casa propia. La última ocasión que El
    Santo y Gori subieron al encordado como La Pareja Atómica
    fue en 1953, cuando le ganaron a "Tarzan" López y a
    Pilusso.
    Los cincuenta marcarían un parteaguas en la vida del
    Santo. Por un lado, un ataque al corazón
    ocasionaría la muerte de
    doña Josefina Huerta, madre del luchador y, por el otro,
    en 1951 el luchador empezó a perfilarse como icono de la
    cultura
    popular, gracias a las historietas de José G.
    Cruz.

    Su máximo trofeo, la mascara de black shadow
    "No creo que haya hombre en el mundo capaz de privarme la
    satisfacción de descubrir el rostro del campeoncito
    ése tan antipático… de una vez por todas voy
    a destruir la ridiculez que encierra El Santo tras su
    máscara plateada", eso advertía Black Shadow a la
    prensa pocos
    días antes del duelo más emblemático de la
    lucha libre nacional. El hombre de goma como se le
    conocía, llevaba cinco años en los
    cuadriláteros, hacía pareja con Blue Demon, ya que
    decían ser hermanos (aunque en realidad sólo eran
    compadres), y era famoso por sus topes suicidas. Entre El Santo y
    él había surgido una rivalidad a muerte. Ambos
    se jugarían las máscaras y la reputación de
    la recién dividida EMLL.
    El 17 de noviembre de 1952 fue la fecha escogida. A las 22:30
    horas, ante una Arena Coliseo repleta de más de seis mil
    gargantas, Shadow e El Santo suben al cuadrilátero,
    seguido por sus asistentes Blue Demon y Dick Medrano,
    respectivamente. Luego de varios minutos de tantear terreno, de
    buscar minuciosamente el punto débil del enemigo, Shadow
    decide lanzarse sobre su rival pero falla en su lance; El Santo
    aprovecha para hacerle un crotch y dejarlo de espaldas a la lona.
    En la segunda caída, Black Shadow comienza a dominar al
    Enmascarado de Plata con golpes de antebrazo y patadas voladoras;
    el técnico impone su ciencia y
    trata de abrir al Santo con todas las llaves, finalmente,
    arremete con un tope contra El Enmascarado de Plata y éste
    cae noqueado. Todo se decidiría en la última
    caída: Shadow, crecido, lanza al Santo contra las cuerdas
    y le aplica varios látigos para rematar con un poderoso
    cangrejo. El Plateado aguanta y logra zafarse para arremeter
    contra Shadow con un látigo, preámbulo de su
    tradicional llave ‘de a caballo’. El público
    creyó que la lucha había llegado a su fin, pero no
    por nada le decían: Shadow "El Hombre de Goma".

    No sólo se zafó de la llave, sino que
    trató de aplicar una media tapatía al ídolo,
    quien correspondió con una palanca al brazo para
    después caer enredados en un doble medio cangrejo. Pocos
    testigos sobreviven de aquel final: El Santo esquiva un tope
    mortal de Shadow cuyo destino es hacia fuera del encordado. De
    regreso El Enmascarado de Plata lo recibe con unas tijeras a la
    cabeza, le acomoda una patada entre las piernas y lo somete
    definitivamente con una rana. El réferi Rubén
    Blancarte levanta la mano del Santo mientras dice que el nombre
    del encapuchado Black Shadow es Alejandro Cruz Ortiz, éste
    se quita la máscara pero no se la entrega al Santo, sino
    que huye con ella hacia los vestidores ante la sorpresa de todos.
    Blue Demon llegó al vestidor y le dijo que ya se la diera,
    porque la prensa se le
    echaría encima, por lo que sólo entonces
    mandó otra máscara al Santo.
    Dolido por la muerte de
    su compadre (Black Shadow) Blue Demon se enfrenta al Santo y lo
    vence en dos caídas al hilo. Esa fue la segunda gran
    humillación que sufrió El Santo, pero
    también fue la última, porque nadie volvió a
    ganarle en mano a mano en dos caídas al hilo.

    3. Su Fama

    El primer boom de la lucha libre en México se dio
    durante la última etapa del gobierno de
    Miguel Alemán, en los albores de los años 50, sobre
    todo por las transmisiones de las luchas por televisión
    (suspendidas en 1954). En esos años, José G. Cruz
    comenzó a publicar su exitosa historieta del Santo y
    éste por su parte se ganó la devoción de
    buena parte del público al haber vengado algunas afrentas
    al orgullo nacional , como cuando derrotó a Sugi Sito en
    1954 al ganarle el Campeonato Mundial Medio y de paso vengar a
    "Tarzan" López; o cuando conquistó para
    México el cetro mundial welter de la NWA ante Peter
    Pancoff, triunfo que lo hizo salir en hombros de la arena. Todo
    México quería ver al Santo. Era tanta la demanda por
    verlo, que en varias ocasiones el enmascarado aparecía
    programado el mismo día y a la misma hora en dos arenas
    distintas, lo que significaba la aparición de algunos
    clones del Santo que aprovechaban el uso de la máscara
    para hacerse de dinero en
    pequeñas arenas del interior de la República.
    Rodolfo Guzmán comenzó a hacer su fortuna en esos
    años, pero también luchaba por un refresco y un
    plato de comida. Su gran sencillez y la manera obsesiva con que
    protegía su verdadero rostro, lo
    acompañarían hasta el día de su
    muerte.

    Para finales de los años 50, Fernando
    Osés, luchador y actor, invitó al Plateado a
    trabajar en el cine, y aunque
    al Santo no le interesaba dejar el cuadrilátero por el
    set, aceptó. Fernando Osés y Enrique Zambrano
    escribieron las dos primeras cintas del enmascarado: Santo contra
    el Cerebro del Mal y
    Santo contra los hombres infernales, ambas de 1958 y dirigidas
    por Joselito Rodríguez. Con estos filmes, el ídolo
    de la lucha inició su carrera en el cine, y con el
    transcurso del tiempo las
    ofertas se sucedían una tras otra, porque su presencia
    representaba un éxito
    rotundo en taquilla.

    Los Años De Gloria
    Veinte años después de que naciera como un rudo
    bestial, el 5 de julio de 1962, El Santo luchó como
    técnico por primera vez acompañado por Henry
    Pilusso, contra los Hermanos Espanto. Semanas atrás la
    alineación era exactamente al revés: El Santo
    luchaba del lado de los Espanto, mientras que Pilusso conformaba
    una terna con el Rayo de Jalisco y Rito Romero. Sus
    compañeros traicionaron al Enmascarado de Plata y Pilusso
    entró en su ayuda. Había llegado el momento de
    administrar el cariño del público; ya no era
    necesario ser el malo y violento de la historia. La fama que
    había alcanzado El Santo entre los niños,
    gracias a las historietas de José G. Cruz y a sus primeras
    películas, lo había renovado por completo. Desde
    entonces El Plateado nunca dudó de su condición de
    héroe, los niños
    se le acercaban cuando subía al ring y le pedían
    autógrafos;
    él los cargaba y se retrataba con ellos. Luego los bajaba
    cariñosamente, les daba un beso paternal y comenzaba la
    lucha. La rivalidad con los Hermanos Espanto culminó con
    una lucha de máscaras contra el Espanto I, celebrada el 30
    de noviembre de 1963 y recordada como una de las más
    sangrientas en la historia de la lucha libre de México.
    Tanto que al terminar ésta, El Santo seminconsciente, con
    la máscara totalmente desgarrada y teñida de rojo,
    le preguntó al legendario aficionado don Erasto
    García, quién había ganado. "Usted Profe",
    le dijo y lo ayudó a llegar al vestidor.
    Su fama creció gracias a filmes como Santo contra los
    zombies (1961), Santo contra el estrangulador (1963), El
    barón Brákola (1965) y Santo y Blue Demon contra
    los monstruos (1969), aunque en diversas ocasiones la calidad de
    éstos fue menospreciada por la crítica nacional. El
    Plateado gozaba de gran popularidad tanto que, a menudo, era
    llamado para participar en campañas políticas
    a favor del PRI. Cuando Gustavo Díaz Ordaz fue postulado
    para la presidencia, la presencia del enmascarado atrajo cientos
    de partidiarios a uno de sus actos políticos; en otra
    ocasión otro candidato a la primera magistratura de la
    República expresó: "Dígale que le agradezco
    mucho su cooperación, pero al paso que vamos,
    ¡él terminará siendo el
    presidente!".

    El Santo filmó 24 películas taquilleras en
    las que alternó lo mismo con Blue Demon que con Gaspar
    Henaine "Capulina", al tiempo que en los cuadriláteros
    ganó el nacional de peso medio al derrotar a Karloff
    Lagarde; el nacional de peso semicompleto ante El Espanto I; el
    mundial de peso medio ante René Guajardo, y durante tres
    años fue campeón nacional de parejas junto al Rayo
    de Jalisco.

    4. Su
    Retiro

    El Plateado vive los setenta en la más alta
    gloria, pero ya no como el gran rival mano a mano que era. Su
    fuerza
    había mermado y tenía 60 años
    aproximadamente. Aun así, en 1975, El Santo, Mil
    Máscaras y El Solitario fueron declarados el mejor
    trío del año. En 1977 la Empresa
    Mexicana de Lucha Libre sufrió una ruptura entre sus
    elementos. El Plateado culminó su relación con la
    familia
    Lutteroth y, al igual que El Solitario, Tinieblas, Los Villanos y
    Mil Máscaras, se fue al bando de los
    ‘independientes’. Con ellos, en el Toreo de Cuatro
    Caminos escenificó los últimos combates de su vida.
    Rodolfo Guzmán seguía luchando pero comenzaba a
    pensar en su retiro. Ya había sufrido un infarto al
    miocardio y el médico Horacio Ramírez lo
    apremiaba a tomar la decisión del retiro. Hubo tres
    despedidas oficiales: la primera, en el Palacio de los Deportes. La segunda, en la Arena
    México. La definitiva en el Toreo de Cuatro Caminos el 12
    de Septiembre de 1982. Se reunió de nuevo con sus grandes
    amigos: "Gori" Guerrero, "Huracán" Ramírez y
    El Solitario, para enfrentar a la cuarteta integrada por El
    Texano, El Signo, El "Negro" Navarro y El "Perro" Aguayo, su
    último gran rival. Los rudos fueron descalificados por
    exceso de rudeza. Querían darle la despedida que se
    merecían y se ensañaron con él. No era para
    menos; en 50 años, había participado en más
    de 10 mil combates, había rapado y desenmascarado a
    decenas de luchadores que trataron de ponerse a su nivel,
    había ganado todos los campeonatos posibles, había
    visto el nacimiento y derrumbe de cientos de luchadores y
    seguía ahí, como un rey viviente, resistiendo la
    vida y la lucha, que para él eran una sola batalla larga y
    misteriosa pero con, límite de tiempo.

    5. Su Muerte

    Al retirarse se dedicó a la producción se sus propias películas
    y trabajando como escapista al lado del mago Yeo en el Teatro Blanquita.
    Aun en las giras teatrales era celoso de su incógnita,
    nunca se quitaba la máscara; para comer usaba una tapa mas
    abierta. El Santo supo que estaba desahuciado. No le bastaban sus
    actos de escapismo ni el efusivo amor que le
    demostraban sus hijos y seguidores para saciar sus ansias de
    vivir. Cuando vio al menor de sus vástagos usar su
    máscara y subir a un encordado, no pudo contener el
    llanto; la vida que había sido tan pródiga con
    él le comenzaba a dar la espalda. Semanas antes de morir
    sorprendió al público cuando descubrió su
    rostro en el programa
    Contrapunto, conducido por Jacobo Zabludowsky. Esa fue
    quizá una señal premonitoria del próximo
    final de su vida. Ya no tenía sentido conservar en secreto
    lo que el tiempo se encargaría de hacer polvo. Cuando lo
    enterraron llevaba puesta su máscara; la convirtió
    en su propio rostro.

    El 5 de Febrero de 1984 al concluir una
    presentación se sintió agotado y en su camerino se
    acostó para reposar. Pero la muerte lo aguardaba y fue
    trasladado de urgencia al Hospital donde al poco tiempo
    dejó de existir, víctima de un infarto al miocardio
    a la edad de 67 años.
    En la segunda función
    que comenzaba a las nueve de la noche dieron la noticia de la
    muerte del ídolo. Todos los cuadriláteros de la
    República guardaron un minuto de silencio en memoria de aquel
    hombre. El 6 de Febrero, después de su funeral, El
    Plateado fue sepultado en Mausoleos del Ángel y más
    de 10 mil personas fueron a despedirlo y varios luchadores, entre
    ellos Black Shadow y Blue Demon, cargaron el féretro. A su
    paso por las calles, la gente se desbordaba, se escuchaban sus
    gritos, porras y llantos, el tránsito se paró, las
    instalaciones del cementerio fueron insuficientes para alojar a
    los admiradores, que con lágrimas en los ojos y
    expresiones de profunda tristeza, daban el último
    adiós al héroe de las mil batallas.

    Durante su vida tuvo la posibilidad de elegir ser dos
    personas pero ante la muerte quiso ser El Santo y permanecer
    así para siempre, aun cuando hayan desaparecido todos los
    que lo vieron sin máscara. Santo, el demonio, el
    héroe, el que nunca leyó
    completos los guiones de sus películas, el católico
    que estudió hasta la secundaria, que pegaba entre las
    piernas, que rezaba en cada esquina, que luchaba contra los
    monstruos, y dejaba que los pequeños se le acercaran,
    había dejado en la lucha libre un hueco difícil de
    llenar.
    Su muerte física
    no terminó con el, su hijo ha hecho posible que la leyenda
    que se forjó siga siendo una realidad. Cuando El Plateado
    vio debutar a su vástago como El Hijo del Santo no pudo
    contener las lágrimas, y comentó a su hijo
    Alejandro: "Al ver a tu hermano me estoy regresando 30
    años". Su espíritu encarnó en este nuevo
    cuerpo, trascendió el personaje y se posesionó de
    él. Es el Enmascarado de Plata actual, El Santo del siglo
    XXI, porque el espíritu y la materia se
    unieron para continuar luchando.

    6. El santo como
    persona

    Su calidad como ser
    humano era mayor, en un encuentro en el que hizo pareja con
    Franco Colombo, quién resultó con una gran herida
    en la frente y al llegar al vestidor se dio cuenta de que todos
    se habían retirado. El Santo era el único que lo
    esperó y lo llevó al médico y se mantuvo a
    su lado hasta que lo curaron, incluso lo acompaño a su
    casa. "El Güero" Rangel, reconocido réferi,
    también da testimonio del gran ser humano que era.
    Según él, en una ocasión llegó a la
    arena un señor humilde y le preguntó si
    podía hablar con El Santo, Rangel fue a buscarlo y le
    expresó el deseo del visitante, a lo cual el luchador
    respondió que sí, que lo esperaba. El señor
    había organizado una función de
    lucha en el Estado de
    México porque necesitaba con gran urgencia dinero, pues
    su esposa estaba enferma y requería de una costosa
    operación. El Santo aceptó presentarse en la
    función y al término de ésta, el organizador
    le preguntó al Plateado cuánto le debía, alo
    que este último respondió: "Mira tráeme un
    refresco y una torta porque tengo hambre, con eso me doy por
    pagado". En agradecimiento este hombre regresó a buscarlo,
    ya que gracias al dinero recaudado se salvó su esposa, y
    le llevó quesos, mantequilla y crema, que fueron recibidos
    con gran humildad por el enmascarado.

    A pesar de la gran fama que logró, su calidad
    como luchador y como ser humano no sufrieron mella. Le
    ganó la batalla a la soberbia y nunca perdió su
    sencillez y profesionalismo, luchaba igual en una arena repleta
    que en la que había sólo algunos.

    Resumen
    Santo el Enmascarado de plata es sin lugar a dudas la leyenda
    más grande de la Lucha libre Mexicana, y quizá del
    mundo entero. Su nombre verdadero es Rodolfo Guzmán
    Huerta, nació en Tulancingo Hidalgo el 23 de Septiembre de
    1917. En sus inicios luchó con los nombres de El
    Murciélago II y el Hombre Rojo, pero alcanzó la
    fama con el nombre de El Santo. Su máximo trofeo
    luchístico fue su victoria sobre Black Shadow.
    Actuó en mas de cien películas con gran éxito
    de taquilla. Murió el 5 de febrero de 1984.

     

     

     

     

    Autor:

    Javier Rivera

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