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el niño con sindrome de Down




Enviado por ana_puerto16



     

    Indice
    1.
    Introducción

    2. Revisión de la
    literatura

    3. Reacciones
    instintivas.

    4. Las Cosas Cambian Con El
    Tiempo

    5. ¿Influye negativamente al
    matrimonio la presencia de un niño con el síndrome
    de down?.

    6. ¿Restringe la presencia del
    niño las actividades sociales?

    1.
    Introducción

    Planteamiento Del Problema
    La sociedad los
    trata de retrasados, y su actitud de
    desprecio y marginación. No hay forma de que esto no
    afecte a los padres, que son quienes tiene que ayudar al
    niño con síndrome de
    Down a superarse y probarle a la sociedad que
    también son seres, tan humanos como nosotros.
    Por esto es vital que estos niños
    sean aceptados, primero, entro del seno de su familia
    Ocurre por que en algunas ocasiones, el cromosoma 21 se pega a
    otro cromosoma del óvulo o en el espermatozoide, lo que
    ocasiona una combinación de defectos físicos muy
    características como: ojos retrasados hacia
    arriba, orejas pequeñas ( que pueden tener un doblez en la
    parte de arriba), boca pequeña, labios delgados y lengua grande,
    nariz chica y hundida, algunos tienen mucha piel en el
    cuello y éste son corto, manos y dedos chicos y solo
    tienen un pliegue sé piel en la
    palma de la mano. Exista una separación entre el primero y
    el segundo dedos del pie; sus músculos son flojos y
    adoptan una posición en sus piernas de rana; su llanto es
    débil, cuando el niño llora su rostro se la arruga
    mucho. Generalmente es bajo de estatura. El grado de retraso
    mental varía de leve a moderado o grave.
    Generalmente estos niños
    pueden hacer casi todo los que cualquier otro niño, sin
    embargo, lo harán mas tarde, los programas de
    estimulación los ayudarán a llegar mas pronto a sus
    metas.
    El síndrome de
    Down es uno de los defectos de nacimiento mas comunes y
    afecta a todas las razas y niveles económicos por igual.
    Mucho padres ignoran cómo tratar a sus hijos, pues
    generalmente no se espera éste problema, y buscan fuentes de
    información, de las cuales no muchas son confiables;
    también tienen que enfrentarse al resto de la familia,
    que generalmente se aleja y actúa con
    repulsión.
    Esto hace necesaria la existencia de fuentes de
    información confiables que ayuden a
    la familia a
    tratar de establecer relaciones con el niño que la sean
    favorables

    Objetivos
    Comprender a los padres de los niños
    con el Síndrome de
    Down. Apoyarlos y orientarlos para que sepan como atender y
    darle los cuidados necesarios a su hijo para que el niño
    se adapte más fácilmente a la sociedad.
    Saber cómo les afecta a los padres de los niños con
    el Síndrome de Down el trato de su familia. Ellos
    necesitan mucho apoyo y comprensión de su familia, ya que
    si no lo tienen, los padres se sentirán muy tristes,
    angustiados, defraudados y solos, en cambio, si les
    dan su apoyo, ellos aceptarán más fácilmente
    al su hijo, que tiene el Síndrome de Down.
    Saber cómo les afecta a los niños con el
    Síndrome de Down el trato de su familia. Si el niño
    percibe que sus padres ó algún miembro de su
    familia se avergüenza de él, se volverá
    más introvertido, huraño y se sentirá
    rechazado; en caso contrario, el niño tratará de
    integrarse como una persona
    completamente normal a su ambiente
    social porque se siente querido y protegido por su familia. Eso
    sí, siempre acompañado por personas que lo
    quieren.
    Saber cómo tratar socialmente a los niños con el
    Síndrome de Down, para no excluirlos por pensar que son
    diferentes a nosotros, ya que lo único que tienen
    diferente es que no coordinan bien su cuerpo. Debemos hacerles
    sentir parte de nuestro grupo y no
    rechazarlos.
    Agradecer a las personas que asesoran a los padres de los
    niños con el Síndrome de Down, porque dan su
    tiempo, su
    apoyo y su afecto tanto a los padres como a los niños que
    padecen este síndrome.

    Justificación
    Llevamos a cabo esta investigación, por que al terminarla,
    después de un largo y complejo procedimiento,
    queremos darla a conocer al resto de la sociedad yucateca,
    queremos compartir con otras personas las experiencias y
    sentimientos de las personas que se encuentran en esta
    situación; ya que han vivido la experiencia de que aveces
    no todas las personas que conforman una familia logran
    comprender, inmediatamente, lo que significa tener dentro del
    seno familiar a un niño con Síndrome de Down.
    Cuando se da este caso, toda la familia
    debe comprender y aceptar a este niño, y cuando lo logre,
    se dará cuenta que tener a un niño con
    Síndrome de Down.
    Queremos, por medio de esta investigación, fomentar dentro de la
    sociedad la comprensión hacia estas familias, ya que
    muchas personas se ponen a hablar acerca de este tema, lo critica
    y juzga diciendo que estos niños son anormales, algo
    extraño, sin ponerse a pensar en los sentimientos y
    experiencias que la familia tiene al enterarse que dentro de esta
    habrá u niño con Síndrome de Down y las
    emociones que
    vive al convivir por un largo tiempo con estos
    niños.
    Por eso nosotros queremos hacerla llegar al resto de las personas
    lo que es y lo que significa convivir, y lo que hay que hacer
    para aprender como tratarlos, aprender que no son niños
    anormales sino que son niños muy especiales que se le
    conceden a alguna familia para unirla, no para separarla y crear
    conflictos
    dentro de ella.

    Hipótesis.
    Con el tiempo los padres
    de los niños con sindrome de Down podrian dejar
    atrás el rechazo y sustituirlo por la
    aceptación.
    Los padres de los niños con sindrome de Down pueden llegar
    a tener una actitud
    sobreprotectora hacia ellos aislándolos del resto de la
    sociedad.
    Al enterarse los padres que el producto tiene
    sindrome de Down pueden intentar buscar información a cerca de esto y si no la
    encuentran podrian llegar a frustrarse. Pero en Yucatán,
    debido al nivel de ignorancia y pobreza, este
    patrón no se cumple

    Limitaciones
    De entre los padres que tienen hijos con síndrome de Down
    un numero elevado se negó a cooperar, puesto que
    consideraban que era parte de su vida y lo tomaban como una falta
    de respeto hacia
    ellos.
    El exceso de requisitos por parte de las instituciones
    para llevar acabo la investigación.
    La falta de bibliografías que trata el tema en forma
    psicológica ya que la mayoría lo hacen en forma
    biológica.

    2. Revisión de la
    literatura

    Sentimientos y reacciones.
    Las familias que tienen hijos que sufren del síndrome de
    Down les recomendamos que lean esta resumen sobre los
    sentimientos y las reacciones que este tipo de niños
    pueden llegar a sentir.

    Aprendiendo a vivir con la discapacidad.
    La primera meta que usted y su niño deben alcanzar es
    hacerse a la idea de que el niño padece del
    síndrome de Down, y que éste no
    desaparecerá; a esto se le llama aceptación
    funcional. Para algunos padres esta etapa representa mucho
    problema, ya que no aceptan que su hijo padezca de esta
    enfermedad; pero en cambio, hay
    otros tipos de padres quienes si aceptan este hecho.

    Sentimientos y reacciones de los padres.
    La mayoría de las veces, los padres de estos niños
    son mal aconsejados (familiares) y les tratan de hacer creer que
    deben de tomar este "problema" como de tipo fatalista; la
    mayoría de los padres rechazan estas ideas y tratan de
    buscar ayuda profesional, ya que a pesar de haber aceptado "al
    niño", todavía no aceptan a "la enfermedad".
    Preguntando a los padres que si alguno de ellos quería
    cambiar a algún elemento de su familia (o sea, al
    niño Down), exceptuando a los de hijos
    problemáticos, casi ninguno dijo que quería
    hacerlo.

    Primeras reacciones y sentimientos.
    Las mujeres embarazadas, cuando dicen que están esperando
    un bebé, quieren decir que están esperando a un
    bebé sano, sin discapacidades, a quien le brindarán
    mucho de su cariño y amor.
    La mayoría de los padres, sobre todo si Es su primer hijo,
    siempre planean las actividades que desempañarán
    con el niño cuando este nazca, grande es su sorpresa al
    obtener a un niño con este síntoma.

    Conmoción e incredulidad.
    Los padres, a menudo, se vuelven irracionales y confusos al
    momento en que se les dice que han tenido un niño Down;
    por impacto siempre piensan lo peor de esa situación y se
    hacen a los "tontos" haciéndose creer que no escucharon
    bien.
    Este estado de
    conmoción puede llegar a durar varios años hasta
    que los papas reaccionan.

    3. Reacciones
    instintivas.

    La mayoría de los padres tienen dos sentimientos
    en el momento del nacimiento de su bebé, sienten una
    necesidad de protegerlo, para lo que le brindarán apoyo y
    calidez, pero también tienden a tener un sentimiento de
    repulsión hacia su hijo; los dos sentimientos son
    totalmente normales, pero no se debe de exagerar en el
    sentimiento de protección, ya que por cualquier cosa que
    se diga del niño, podría ser interpretada
    exageradamente. Tampoco debe existir alguna exageración
    sobre el sentimiento de rechazo, que también es normal
    sentir, ya que se podría hacer muy difícil el
    hablar sobre este tema.
    Los padres de estos niños, al sentirse muy afectados por
    la combinación de estos dos sentimientos, tratan de
    encontrar un equilibrio
    entre estas dos. Algunas veces, los padres se sentirán
    culpables por tener este sentimiento de rechazo con el
    niño y lo compensaran con cuidados extremos para el
    niño.
    El mejor sitio para su niño discapacitado es el seno
    familiar, pero el niño debe ser tratado como un integrante
    más de la familia y no solo como un receptor de los
    cuidados de esta, participando a menudo con las actividades
    familiares, por lo tanto Es importante encontrar u equilibrio
    dentro de la familia.

    Sentimientos de dolor.
    La mayoría de los padres sufren un sentimiento de dolor al
    ser destruidos todos sus sueños con el nacimiento de un
    bebé con el síndrome de Down.

    Sentimientos de incapacidad.
    Muchos padres pueden llegar a sentir un sentimiento de
    incapacidad que amenaza a su capacidad reproductiva; esto influye
    en el autoestima de
    la persona causarle
    depresión.

    Sentimientos De Incertidumbre
    La mayoría de los padres casi no tiene idea de lo que les
    depara el futuro, de ello significa la condición
    "síndrome de Down". Mucho sufrimientos y dificultades
    pueden evitarse se busca información exacta en fuentes
    fidedignas.
    Para reducir estos sentimientos de incertidumbre, a menudo buscan
    comparaciones, e intentan conocer a otros padres de niños
    con el síndrome de Down, pero todos los niños y
    todas las familias son distintos, y aunque tengan experiencias en
    común, no se puede generalizar partiendo de un solo
    caso.
    A la hora de ayudar al niño, los sentimientos de
    incertidumbre se asocian con los de incapacidad, y esta
    incertidumbre también pueden llevar a la inconstancia.
    El hecho de informarse sobre la naturaleza del
    síndrome de Down y de cómo ayudar al niño,
    puede reducir estos sentimientos. Si es capaz de llevar a cabo
    actividades como ejercicios y juegos, puede
    ser de gran ayuda en el proceso de
    enfrentarse a la incapacidad y de superar los sentimientos de
    dolor. No obstante, a muchos padres esto les parece un recuerdo
    constante y doloroso de la condición de su bebé y
    éstos conflictos
    solamente se pueden tratar con un profundo replanteamiento de
    nuestros valores y de
    lo que pensamos en la vida. Ya que cuando más los padres
    se sientan en control de su
    destino y cuando mas hayan intentado planificar su futuro, mas
    grande será el trauma de tener un bebé
    discapacitado y mas grandes serán sus dificultades para
    aprender a vivir con él y sentir que su vida es tan
    importante y significativa como la de otros niños. Muy
    raramente, los padres presionan a los demás niños
    de la familia, como si quisieran compensar al
    discapacitado.

    Sentimientos De Enfado Y Honestidad
    La intensidad de las esperanzas y ambiciones influirán en
    el grado en que se experimenten sentimientos de enfado y
    amargura. La mayoría de los padres necesitan una
    razón y a menudo piensan en las cosas que hicieron que
    pudiesen haber provocado esta situación. Esto puede llevar
    a sentimientos de culpabilidad, por eso es importante que
    comprenda que nada de lo que hicieron o dejaron de hacer lo
    provocó. Pero aún cuando se conocen las causas se
    puede sentir amargura, que parece que va menos con el tiempo.
    Hace falta reconocerla y comprender que es una reacción
    normal y honesta, aunque es mejor controlarla. Se puede dirigir
    el enfado hacia uno mismo, hacia la pareja, los parientes, o la
    plantilla médica o los terapeutas, pero la mayoría
    de los casos no será muy productiva Se puede dar el caso
    de que por culpa de la honestidad, no se
    pueda contar con ayuda cuando más se necesita.
    Esta honestidad puede
    ir dirigida al bebé y construirse en un resentimiento a
    largo palazo. Afortunadamente la mayoría de la gente
    está capacitado para aprender a vivir con ese
    enfado.

    Sentimientos De Desconcierto
    Tener un niño que es diferente puede avergonzar. S los
    padres no aprenden a vivir con esa vergüenza,, eso les puede
    llevar a un retraimiento social y a un eventual aislamiento. Pero
    tendrán que pelear con ese sentimiento tan pronto como sea
    posible, la mayoría de los padres lo consiguen y cuando
    vuelven a la incorporarse con la comunidad, las
    cosas no suelen irles tan mal como pensaban.

    4. Las Cosas Cambian Con
    El Tiempo

    A menudo los cambios se deben tanto a los cambios del
    bebé como a los de los padres. Cuando deje atrás la
    crisis
    inicial, empezará a adaptares a la nueva condición
    y al niño.
    Muchos padres se sienten más vinculados con el bebé
    a partir del primer contacto visual.
    Al tratar el tema del apego, muchas madres no lo sienten en forma
    inmediata, independientemente de que sus bebés sean o no
    normales, sin que se va desarrollando con el tiempo, por lo que
    la falta de sentimientos hacia el bebé no se debe al
    diagnóstico, sino a otros factores
    El periodo alrededor de los dos o tres meses puede ser bastante
    eufórico para los padres; han superado el trauma, tiene
    esperanzas y son optimistas. Sin embargo, entre dos 6y12 meses,
    muchos padres empiezan a ver la realidad de la discapacidad al
    hacer comparaciones con bebés normales, por lo tanto,
    puede ser bastante rápido y bien que se adapten al
    problema inicial, pero los problemas
    posteriores, causan una sensación de desconcierto y, hay
    que volver a atrás estos sentimientos.
    Lo ideal sería comprender que el niño tiene
    limitaciones y puntos fuertes, y hay que proporcionarle el mimo
    tipo de atenciones que a cualquier otro niño, quizá
    así desarrolle el 70 o 80% de su potencial. No hay que
    tratarlo como si fuera normal, sino con la mayor normalidad
    posible.

    ¿Qué efectos tendrá en la
    familia?
    No hay ninguna prueba de que tener hermanos con síndrome
    de Down tenga algún efecto negativo importante o
    permanente sobre la gran mayoría de los niños. Los
    niños con síndrome de Down que he conocido suelen
    ser muy tolerantes, con un grado de comprensión muy
    notable y una gran madurez en su trato con los demás.
    Si los padres encuentran difícil de aprender a aceptar la
    discapacidad del
    niño, los hermanos también tienden a encontrarlo
    difícil. Si los padres sienten resentimiento hacia el
    niño con síndrome de Down los demás
    niños a menudo desarrollan los mismos sentimientos.
    Cuando los padres tienen estas dificultades pueden evitar hablar
    con los niños; puede que les sea embarazoso salir con el
    niño o invitar a los vecinos a casa. Tales sentimientos
    son comunes al principio, pero la mayoría de los padres
    aprenden a vivir con ellos en los primeros meses.
    Siempre habrá ocasiones en que algunos niños
    ofendan a los hermanos con una ilusión al discapacitado
    aunque sea momentáneamente dolorosa para todos. Los padres
    son capases de adaptarse a los conocimiento
    de la condición del niño.
    Cuando se escucha el diagnóstico por primera vez, es posible que
    la familia entera viva en un estado de
    cierta tensión. Algunos experimentan un sentimiento
    protector hacia los padres y lamentaran el trastorno y dolor
    causado por el nacimiento del bebe. A veces el sentimiento de
    rechazo de los padres hacia el nuevo bebe chocará y
    molestara a un hijo mayor, que necesitara tiempo para adaptarse,
    y quizás alguna persona de
    confianza tendrá que aplicarle la complejidad de los
    sentimientos en este momento.
    Los demás niños también pueden sentirse
    molestos sí algún día los padres tienen que
    tomar la decisión de ingresar al niño con
    síndrome de Down en un internado o en un hogar. Esto puede
    provocar un sentido de culpabilidad entre los hermanos porque
    sienten que el hermano pasa a una institución especial, a
    causa de ellos.
    Esto son dificultades momentáneas, especialmente si existe
    una buena relación dentro de la familia, que se interesa y
    dedica más tiempo al hablar de los problemas, con
    lo que se puede aliviar mucho el dolor y la tensión
    nerviosa.
    Un dato importante que se infiere del limitado número de
    estudios que se han hecho sobre los padres y los hermanos de los
    niños con el síndrome de Down es que si se pregunta
    a los padres si el hecho de tener niños con Down ha tenido
    algún efecto negativo con los demás hijos, muchos
    piensan que sí.

    Los problemas se
    pueden relacionar con:
    El grado de independencia
    que tiene el niño con el síndrome de Down.
    La presencia de trastornos de comportamientos.
    Los recursos de la
    sociedad para ayudar a la familia.
    Los padres suelen ver los problemas de los hijos de modo bastante
    distinto a como los enfocan los propios hijos. La mayoría
    de los estudios demuestra que la mayor parte de los hermanos
    desarrollan fuertes lazos de afecto hacia su hermano afectado por
    el síndrome de Down, y sienten que se han beneficiado al
    criarse junto a él.
    El punto problemático para los hermanos generalmente se
    relaciona con el grado de inferencia del miembro discapacitado de
    la familia en las actividades diarias. Las madres de niños
    con el síndrome de Down, especialmente los que
    están creciendo y aprendiendo lentamente, tienen que
    organizar las rutinas del hogar cuidadosamente, especialmente en
    los momentos de mayor ajetreo, como la hora de ir a la escuela o
    el
    trabajo.

    Llevar una familia nunca es fácil, y tener a un
    miembro discapacitado no facilita las cosa. Incluso en aquellos
    casos en que los hermanos con el síndrome de Down sea muy
    discapacitado y tenga desordenes de comportamiento
    los padres creerán que los malos efectos para los
    demás son peores de lo que realmente son.

    ¿Cómo se lo voy a decir a los demás
    niños?
    Los padres nunca encuentran fácil contarle a sus hijos que
    el bebe tiene el síndrome de Down.
    Los niños son igualmente sensibles a las alteraciones del
    hogar. Las conversaciones cesan de pronto cuando llegan, hay
    cierta tensión en la familia. Es muy difícil
    disimular estas cosas y si se hace, se corre el peligro de estar
    transmitiendo a los demás niños que hay algo que
    esconder.
    Es mejor no desbordarlo con datos, sino
    explicarle las cosas simplemente, sin demasiado detalle.
    La mayoría de los niños entre 6 y 10 años
    parecen asumir las noticias sin problemas y continuar como antes.
    A medida que crecen aprenden nuevos detalles e
    información, siempre que sea fácilmente
    asequible.
    Al dar la noticia a los niños es conveniente que tanto el
    padre como la madre estén presentes. Si al informar a los
    niños no pueden estar presentes el padre y la madre
    intente explicar la razón a los mayores. Una razón
    honesta puede evitar malos entendidos.
    Al crecer el niño y al escucharle hablar abiertamente
    sobre la condición, todo será bastante natural.
    Muy a menudo, los padres reaccionan más de la cuenta a las
    primeras preguntas casual sobre el tema del sexo, y
    aplicamos todo tipo de detalles que los niños en realidad
    ni quieren saber ni quieren comprender.
    Cuando los niños que eran pequeños cuando
    nació el bebe con el síndrome de Down cumple 10
    ó 15 años, merece la pena de preguntarle si quiere
    información más detallada sobre la
    condición
    En definitiva, todos los padres sienten un gran alivio cuando se
    lo cuentan a los demás niños. Normalmente se
    sorprenden y enorgullecen de lo bien que responden los hijos. En
    efecto lo más difícil es encontrar el valor
    suficiente para decírselo.

    ¿Contarlo a los parientes?
    La mayoría de los padres encuentran un gran alivio cuando
    le cuentan a sus amigos y parientes, que van a tener un
    bebé con el Síndrome de Down. Si tienen parientes
    que no están bien, o están muy ancianos, los padres
    la mayoría de las veces no se los cuentan. La noticia
    puede causar angustia y confusión.
    La responsabilidad de explicar el diagnóstico a los parientes casi siempre
    acostumbra a recaer sobre el padre. La madre y el bebé
    están en el hospital y todo mundo le pregunta al padre si
    todo va bien.
    No es fácil dar esta noticia, especialmente cuando uno
    mismo está conmocionado. Los parientes también
    deben superar el impacto, la incredulidad y el disgusto que les
    suscite la noticia. Quizá le pregunten al doctor si esta
    seguro, si no
    se equivocó; estas son preguntas que, aunque se hagan con
    la mejor intención, duelen, porque es lo que las personas
    quieren creer.
    Los padres dicen que es un alivio salir del hospital con el
    bebé sabiendo que la mayoría de sus parientes ya
    están enterados, por eso a algunos padres les resulta
    mejor decirlo en el periodo de gestación que
    después.
    A veces, a los parientes les resulta muy difícil y
    vergonzoso decirle a las personas con las que se llevan que en su
    familia hay alguien con el Síndrome de Down

    Las Reacciones De Los Abuelos
    Los abuelos desempeñan un papel muy
    especial cuando nace el bebé. Pero también pueden
    ser la causa de muchas dificultades.
    Una manera de ayudar a las personas que tienen un bebé con
    el Síndrome de Down es demostrándoles apoyo y
    decirles que pueden contar con ellos cuando quieran. Un poco de
    comprensión por parte de todos puede ayudar.
    Hay muchos padres de bebés con el Síndrome de Down
    que sienten una gran satisfacción al hacer juegos de
    estímulo y ejercicios que pueden ayudar a que el
    niño se desarrolle mejor.
    Algunos abuelos están abrumados y trastornados, y si no
    comprenden la condición, pueden causar problemas. Los
    principales problemas que pueden provocar son:
    A los abuelos les resulta difícil aceptar o apreciar las
    consecuencias de esta condición, aún, cuando lo
    aceptan, algunos abuelos todavía hablan de que el
    niño "lo superará", ó dicen "míralo".
    Comentarios como: "Ves lo bien que le va, estoy seguro de que
    será un chico listo, aunque tenga el Síndrome de
    Down.", pueden afectar a los padres, que intentan ser más
    realistas y deshacerse de sus propios sueños.
    En los primeros meses, muchos padres tienen miedo de ser
    optimistas, e intentan encontrar un equilibrio
    entre el temor a lo peor y la ilusión de lo mejor.
    La gente se centra en el aspecto negativo de la condición
    para convencer a los demás de que son realistas. Esto es
    debido a que temen que los padres vean truncadas sus esperanzas
    en el futuro, y que se sientan defraudados si el niño no
    cumple con sus expectativas. El padre pesimista, que tiene pocas
    esperanzas en el futuro, corre el riesgo de
    incrementar las dificultades del niño al no ofrecerle un
    hambiente de oportunidad.
    Los padres pueden sentirse angustiados cuando los abuelos se
    muestran demasiado pesimistas, prediciendo un futuro triste
    basándose en sus conocimientos y experiencias que han
    tenido con personas del síndrome de Down. En casos
    extremos, los abuelos presionarán para que considere su
    ingreso en una residencia o para que el bebé sea
    adoptado.
    Si los abuelos insinúan que ellos nunca han tenido nada
    parecido en su lado de la familia surgen serios problemas, pues
    estos comentarios pueden ser muy dolorosos para el yerno o la
    nuera; a menudo se esgrimen como una acusación hacia
    éstos, a la vez que como una protección para su
    propio hijo o hija.
    Los efectos pueden ser desastrosos, pues los padres de un
    niño con discapacidades pueden sentir que hay algo "malo"
    en ellos, que quizá han defraudado a su pareja o que la
    gente pensará que hay algo "malo" en ellos La
    comprensión de las causas de la condición,
    especialmente en el caso del Síndrome de Down,
    contribuirá a liberarse de estos sentimientos, pero
    aún así, estos comentarios duelen.
    Finalmente, el problema más difícil surge cuando
    los padres no se ponen de acuerdo sobre si cuidar ellos mismos al
    bebé o buscar una adopción.
    Esto no es común, pero cuando ocurre puede producir tal
    angustia para todos los implicados que los abuelos tendrán
    que andar con mucho cuidado y dejar que el padre y la madre tomen
    la decisión adecuada ellos mismos.

    5. ¿Influye
    negativamente al matrimonio la
    presencia de un niño con el síndrome de
    down?.

    Todos están de acuerdo en que durante la primera
    infancia, al
    menos, no hay evidencia que demuestre la existencia de más
    dificultades en el matrimonio que en
    grupos
    similares de familias que no tienen un niño discapacitado.
    Si acaso, las familias de nuestra investigación tienen un
    índice más bajo de rupturas matrimoniales de lo que
    se espera según las estadísticas nacionales. Frecuentemente,
    cuando se les pregunta que efectos ha tenido sobre ellos tener un
    niño discapacitado, contestan que les ha acercado
    más. Se pueden encontrar casos individuales, como cuando
    el niño tiene discapacidades mentales importantes y ha
    tenido algún trastorno de conducta, en los
    cuales han surgido dificultades matrimoniales. Estos problemas
    mas amenudo se deben al esfuerzo de arreglárselas con el
    niño al mismo tiempo que se intenta solucionar el conflicto
    entre los padres sobre lo que hay que hacer
    Medida que la sociedad cambie de actitud y
    prestemos más atención comunitaria a las personas con
    discapacidades, los padres encontraran más apoyo y menos
    tensión en su trato con el niño o el joven, siempre
    y cuando los padres enfoquen el problema con amplia visión
    y animen al niño a ser lo más independiente
    posible. Los estudios sobre matrimonios, junto con observaciones
    hachas por padres y profesionales, demuestran que muchos
    matrimonios se ven fortalecidos con el nacimiento de un
    niño con el síndrome de down . La conmoción
    y la crisis
    producidos por su nacimiento incrementan la necesidad mutua.
    Cuando la pareja responde a esa necesidad y se da mutuamente el
    necesario apoyo emocional y práctico, acostumbra a mejorar
    su relación. Es una oportunidad para que ambos puedan
    demostrarse como nunca sus cualidades e inquietudes mutuas.
    Sería estupendo que todas las parejas consiguiesen esto.
    Pero por desgracia, para algunos el nacimiento de un bebé
    puede ser una catástrofe. No obstante, al analizar los
    casos de estos matrimonios se pone de manifiesto que normalmente
    han tenido dificultades antes de que naciese el bebé. En
    consecuencia se deduce que si los padres tienen una buena
    relación, el bebé les acercará aún
    más, pero si la relación es pobre, entonces les
    puede causar un gran conflicto.
    También se infiere que es en los matrimonios infelices
    donde surgen conflictos
    entre los padres acerca del tratamiento del hijo y también
    que estas suelen ser las parejas que encuentran más
    difícil aceptar la condición del bebé.
    A menudo la gente echa la culpa de las tensiones familiares o
    rupturas matrimoniales al hacho de que un niño en la
    familia tenga el Síndrome de Down, la gente supone con
    demasiada facilidad que es responsable de todo lo malo que pueda
    ocurrir. La situación requiere tolerancia,
    delicadeza y paciencia.

    Posibles conflictos entre las parejas.
    Las relaciones entre los cónyuges son muy complejas, y es
    muy difícil hablar de ello. Estas observaciones
    están basadas principalmente en lo que cuentan las madres,
    ya que ellas están más dispuestas que los padres a
    hablar sobre los problemas y creen que hablar sobre los problemas
    es terapéutico. Muchas madres parecen estar más
    dispuestas que los padres a juntarse en grupos para
    hablar sobre sus sentimientos. Esto puede deberse al hecho de
    tenerlo más fácil.. A muchos hombres les gusta ir
    directamente al problema y resolverlo, y si no pueden, no ven
    ninguna razón para hablar sobre el asunto. A veces sus
    esposas creen que se desinteresan, que no les importa o que
    están intentando soslayar el problema. Los padres tienden
    más a preguntarse sobre los efectos del niño sobre
    la familia y sobre la medre. Tienen más tendencia a
    preguntar sobre las disposiciones de la atención residencial y parecen más
    dispuestos ha llevar a su hijo a una institución
    residencial. Los padres tienen el instinto de proteger a su
    familia, mientras que las madres tienen más tendencia a
    proteger al nuevo niño. La sociedad cambia
    rápidamente, y cada vez hay más padres que se
    comprometen con sus bebés.

    Una fuente común de conflictos es que a las
    madres les parezca que el bebé esta progresando más
    de lo que creen los padres. El bebé no aprende un nuevo
    comportamiento
    de repente y del todo, para luego seguir con el próximo,
    sino que el desarrollo es
    desigual. Aparecerá un tipo de comportamiento
    y se pensará que está consolidado, pero luego
    desaparecerá durante unos pocos días . Luego
    reaparecerá un poco más de tiempo, y así
    hasta que se convertirá en un elemento muy bien
    establecido. Las madres tienden ayer la primera
    manifestación del comportamiento porque están con
    el bebé más tiempo.
    Desgraciadamente los padres pueden entrar en conflicto al
    discutir sobre la futura educación del
    niño. Un padre puede creer que el otro tiene infundadas
    esperanzas en la capacidad del niño. Este conflicto se
    puede reducir si los padres reconocen que es difícil
    evaluar sus habilidades, pero es muy probable que no se pongan de
    acuerdo. Deberían buscar el mejor consejo profesional.
    Criar a un niño con Síndrome de Down es sobre todo
    una cuestión de tanteo.
    Un cónyuge puede sentir la necesidad de tener otro hijo,
    mientras que el otro cónyuge no lo quiere, quizá
    por miedo a que el niño siguiente sea también
    discapacitado, o quizá por querer dedicar su
    energía al niño con Síndrome de Down. Estos
    padres deben intentar examinar sus propios sentimientos y buscar
    ayuda profesional sino encuentran una solución, esto no es
    un problema común, pero puede ser difícil de
    tratar.
    Una dificultad más frecuente surge cuando los padres
    difieren en su grado de aceptación de la
    discapacitación. Si un padre, reacciona como si no hubiera
    nada malo, puede ser muy doloroso para el otro. O si uno de los
    dos tiene que cuidar al niño, mientras que el otro no
    puede evitar el rechazo o el resentimiento, entonces
    también surgen problemas. Las parejas solucionan tales
    problemas a su manera.

    ¿Tienen las familias con síndrome de down
    menos salud que los
    demás?
    La información aun siendo limitada sugiere que los
    grupos de
    familias con niños con el síndrome de Down no
    tienen más enfermedades que las
    familias similares con niños normales según
    estudios 3 de cada 4 familia no sufren una gran tensión
    adicional y del resto solo 1 de cada 3 es debido primordialmente
    debido a la discapacidad de niño.
    En el caso de los problemas matrimoniales se puede considerar la
    presencia del niño como una causa de problemas que, de
    hecho, tiene causas muy distintas. No obstante si los padres
    tienen dificultad en aprender en aceptar la condición del
    niño o si las parejas están en desacuerdo sobre el
    niño, o hay tensiones nerviosas que surgen de las
    dificultades con los parientes, algunos padres si sufrirán
    una tensión adicional y, como es sabido esta puede afectar
    la salud.

    6. ¿Restringe la
    presencia del niño las actividades
    sociales?

    Padres del niño discapacitados a menudo se
    sienten aislados. Existen dos tipos de aislamiento:
    Social
    Emocional
    El aislamiento social consiste en no poder salir y
    divertirse a causa del niño. El aislamiento emocional se
    da cuando los padres tienen la sensación de que no tiene a
    nadie con quien compartir sus preocupaciones y problemas, y nadie
    que comprenda lo que es tener un niño con una
    discapacidad.
    Con el paso de los años, los padres de los niños
    con el síndrome de Down a menudo encuentran reconfortante
    y beneficioso hablarse.
    En general los pocos estudios que han comparado a las familias
    con un niño que parece el síndrome de Down con
    familias con niños normales, no encuentran ninguna
    diferencia importante en los aspectos sociales.
    En las primeras semanas o en los primeros meses, algunas madres
    se sintieron marginadas, pero la mayoría dicen que esto se
    debía al hecho de que no querían encontrarse con
    los demás.

     

     

     

    Autor:

    Ana Puerto

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