Indice
1.
Antropología
2. Afganistán
3. Talibanes
4. Fanatismo
5. El Islam
6. A modo de
conclusión
La antropología se puede definir como el
estudio de los orígenes y posterior evolución de la naturaleza humana
y su sociedad. Es una
disciplina que
contribuye a describir y analizar el sentido más amplio de
la variabilidad del ser humano. Por esta razón, aborda
temas tan heterogéneos de la existencia y producción humana como el arte, la economía, la familia, la
historia, la
lengua, la
literatura, la
política,
la religión y
la biología
humana. Es una disciplina holística y comparativa que
trata de construir generalizaciones sobre el significado de lo
humano en el tiempo y en el
espacio. En este campo de las comparaciones abarca todas las
sociedades
humanas y todos los períodos de su pasado, desde el
surgimiento de la humanidad, hasta la problemática del
conflicto
social de las sociedades contemporáneas.
Uno de los mayores aportes de la antropología ha sido su
contribución al conocimiento
de las diferencias cruciales entre la evolución
biológica – de transmisión genética –
y la cultural – transmitida mediante la enseñanza y el aprendizaje -.
Por esta razón se afirma que la antropología se
caracteriza por su perspectiva holística, comparativa y
evolutiva.
Comprender al otro
Entendemos entonces que analizar el régimen talibán
desde un punto de vista antropológico implica adentrarnos
en la comprensión de este movimiento,
más allá de los juicios de valor que el
mismo pueda sugerir, intentando de esta manera clarificar algunos
conceptos que tal vez se utilizan erróneamente o en forma
tendenciosa.
Es decir, en estos tiempos se habla con soltura y abundancia de
términos tales como fanatismo islámico, extremismo,
fundamentalismo, terrorismo
musulmán, y otras tantas palabras que se reiteran en
los medios de
comunicación y en las conversaciones cotidianas sin
profundizar en su verdadero significado.
¿El islamismo promueve el fanatismo religioso? ¿El
régimen talibán obra según las
enseñanzas del Corán? ¿Los afganos odian al
mundo occidental? ¿El Islam una
religión intolerante? ¿El Corán promueve el
terrorismo? ¿Los musulmanes son violentos?
Evidentemente el vértigo de la información permanente y actualizada a cada
instante deja en el camino algunas dudas que pueden derivarse en
prejuicios o puntos de vista equivocados o desvirtuados, es
aquí donde el saber antropológico resulta sumamente
útil y valedero.
Este es el fin al menos de este trabajo de investigación, es decir: la
comprensión de una sociedad o grupo social
diferente desde la aceptación de la diversidad humana, no
la reivindicación de algún dogma ideológico
o religioso diferente a los aceptados en la cultura
occidental, no la justificación de determinados actos
irracionales, no la comparación prejuiciosa.
En suma, la antropología nos enseña a comprender
las semejanzas y las diferencias entre las culturas, permite
analizar y resignificar estas semejanzas y diferencias en pos de
la aceptación de la diversificación cultural
más allá del predominio de las tendencias
globalizantes.
En el momento de plantear el análisis del régimen talibán
debemos en principio ubicarnos en su área de influencia,
es decir, Afganistán:
Capital:
Kabul
Población: 26,6 millones de habitantes.
Idiomas principales: pashto y dari (persa)
Religión mayoritaria: Islam
Gobierno:
- Forma de gobierno:
República islámica - Mandatario de facto: Mullah Mohamed Omar
Economía:
- Moneda: afghaní
- Exportaciones: frutas, nueces, alfombras y
lana
Afganistán limita al norte con las
repúblicas de Turkmenistán, Uzbekistán y
Tadjikistan ex soviéticas; al sur y al este con
Pakistán, con un pequeño corredor de acceso a
China y al
Oeste con Irán. Ocupa el lugar 169 de los 174
países para los que la ONU ha estudiado
el Indice de Desarrollo
Humano. Sólo están peor 5 países
africanos: Burkina Faso, Malí, Somalia, Sierra Leona y
Níger. La esperanza de vida es de 45 años.
Sólo el 12% de la población dispone de agua potable y
el 29% tiene acceso a servicios de
salud.
Situación Política
Afganistán ha sufrido de tanta inestabilidad y conflictos
durante su historia moderna, que su economía e
infraestructura están en ruinas y muchos afganos viven
como refugiados. El país también es afligido por
calamidades naturales como terremotos y
sequías.
Por su estratégica posición -entre el Medio
Oriente, Asia Central y la
India, a lo
largo de la llamada Ruta de la Seda- Afganistán ha sido
históricamente una zona codiciada, pese a su
difícil geografía.
El país estuvo en el centro de lo que en el siglo XIX se
conoció como el "Gran Juego", cuando
la Rusia imperial, el imperio británico y la India se lo
disputaban.
En 1979 se convirtió en un campo de batalla clave en la
Guerra
Fría, luego de que el ejército soviético
invadiera el país para apoyar un régimen que estaba
a favor del comunismo.
Los muyahidines (guerreros santos) afganos iniciaron la guerra santa o
yihad, contra los invasores, una noción que según
los especialistas estaba casi extinta desde el siglo X en la
cultura islámica.
En los años siguientes, la yihad fue revivida con la ayuda
de la CIA y los servicios de inteligencia
de Arabia Saudita, quienes proporcionaron miles de millones de
dólares en armas y
munición a los muyahidines a través de los
servicios de inteligencia pakistaníes.
Sin embargo, luego de la retirada de las tropas soviéticas
en 1989, el mundo exterior eventualmente perdió interés en
Afganistán, mientras en el ámbito interno
continuaba la prolongada guerra civil, ahora alimentada por
facciones muy bien armadas y extremismo religioso.
El surgimiento del grupo Talibán -originalmente
un grupo de estudiosos del Islam- produjo un poco de estabilidad
luego de casi dos décadas de conflicto, pero al costo de muerte y
desolación. Por todo esto, su interpretación
radical del islamismo ha atraído la crítica
generalizada, incluso dentro del mundo musulmán.
Al grupo Talibán -de mayoría pashto- se oponen una
alianza de facciones llamada Frente Unido o la Alianza del Norte,
integrada por minorías con asiento en el norte del
país.
En la actualidad, aunque el Talibán controla el 80% de
Afganistán, sólo tres países lo reconocen
como el gobierno legítimo, entre ellos
Pakistán.
En 1999 decía el informe anual de
Amnistía Internacional:
"Decenas de miles de mujeres permanecieron privadas de
libertad en
sus casas en aplicación de edictos talibanes. Varios
millares de civiles, entre ellos posibles "presos de conciencia",
fueron hechos prisioneros. Según informes, casi
todos los prisioneros fueron torturados o maltratados. Se
mató deliberada y sistemáticamente a miles de
personas, y millares más se encontraban en paradero
desconocido. Decenas de civiles murieron como consecuencia de
ataques lanzados directa o indiscriminadamente por todas las
facciones del conflicto contra la población civil en zonas
residenciales. Se anunció la ejecución de al menos
8 penas de flagelación, 14 de amputación y 10 de
muerte, pero se creía que las cifras reales eran
más altas"
Los Talibán surgieron de la
unión de varios grupos de
estudiantes -talib significa estudiante en pashto- de las
madrassas o
escuelas islámicas de Afganistán.
Los talibán tienen como señal de identidad el
ser seminaristas, estudiosos religiosos y fanáticos
musulmanes por lo que se diferencian notoriamente de otras
facciones, que se identifican por cuestión de etnia o de
clan.
Su manifiesto o más bien declaración de
propósitos, que surgió de una reunión en
Kandahar en 1993, se basaba fundamentalmente en imponer la Sharia
o ley
islámica y restaurar la paz.
La elección del término Talibán tiene
especial significado para quienes lo integran. Los talib son los
estudiantes, los que aprenden, en contraposición con los
mullahs que son los que enseñan, los que proporcionan
el
conocimiento.
Con ello querían indicar que su movimiento buscaba
purificar la sociedad pero sin tener interés en los
aspectos políticos o de gobierno.
Todos los talibán eran muyahidines y creían en la
Jihad o guerra santa pero despreciaban a quienes habían
accedido al poder por
considerarlos corruptos.
Contexto histórico
Tras la retirada soviética de Afganistán en 1989 se
produjo una larga lucha entre el entonces presidente
Najibullá y la guerrilla muyahidin, que se saldó
con la caída de Kabul en manos de Rabbani y su jefe
militar, Ahmad Shah Masud.
Ello fue un duro golpe para la mayoría étnica de
Afganistán, la pashto, ya que las fuerzas de Rabbani eran
en su mayoría tayikas y uzbecos. Se trataba de la primera
vez en tres siglos en que los pashtunes perdía el control de la
capital e inmediatamente se inició una guerra civil entre
todas las milicias islámicas que operaban en el
país.
En ese ambiente de
confrontación surgió el Talibán.
Muchos de sus miembros nacieron en campos de refugiados de
Pakistán y se educaron en las madrassas
paquistaníes.
Allí también aprendieron la lucha de guerrillas y
se prepararon para la toma de Kabul, propósito este que
cumplirían con éxito
al tomar la capital del país en una rápida y
enérgica acción militar
Una vez en Kabul el líder
de los talibán, el mullah Mohamed Omar, nombró al
nuevo gobierno, integrado por seis mullahs y dirigido por su
brazo derecho, Mohamed Rabani. En el comunicado emitido a
través de la Agencia Prensa
Islámica Afgana, con sede en Pakistán, se declaraba
a Afganistán como un "Estado
islámico" en el que se "implantará un sistema
islámico completo".
Violencia y muerte
Los ataques terroristas en Estados Unidos
son la continuidad de toda una serie de hechos de crueldad y
violencia
promovidos por el régimen talibán.
Estos basan su actuación en la interpretación
fanática e irracional del Corán y las
enseñanzas islámicas, es decir, los talibán
promueven una redefinición del islamismo coincidente, en
realidad, con sus propósitos de dominación y
violencia.
Derechos humanos
En la primera semana tras la toma de Kabul, los talibanes
prohibieron a las niñas ir a la escuela, a las
mujeres ir a trabajar, con el consiguiente caos en hospitales y
servicios de ayuda humanitaria. No vestir el burka es castigado
con 40 latigazos. La peor parte es para las viudas, mas de 25.000
en Kabul, sin ningún tipo de subsidio y con hijos y
heridos a su cargo. Los talibanes han reportado a
Afganistán el record de desescolarización:
sólo el 4% de las niñas de los territorios
dominados por ellos reciben educación. Centenares
de chicas estudian clandestinamente o cruzando la frontera con
Irán.
En Herat, tomada por los talibanes en Septiembre de 1995, mas de
la mitad de los maestros eran mujeres. Al comienzo de 1996 la
UNICEF suspendió sus programas de
educación hasta que las niñas dejaran de ser
excluidas. La mortalidad infantil afecta a uno de cada 8 nacidos,
lo que crea a las autoridades el dilema de la asistencia
sanitaria: o dejan que las mujeres la estudien y ejerzan, o dejan
que los médicos atiendan a mujeres.
Algunos jefes talibanes sostenían que cuando se garanticen
espacios separados por sexos, las mujeres podrán volver a
las escuelas y los hospitales, pero no a las oficinas.
Intervención de la ONU
En 1996 el Secretario de la ONU Boutros Ghali advertía que
la violación de los derechos humanos
y en particular del de las mujeres y las niñas a la educación y
el trabajo
"podría tener serias consecuencias sobre la capacidad de
Naciones Unidas
para realizar programas de asistencia y de reconstrucción
del país". La Resolución del Consejo de Seguridad de 22
de Octubre de 1996 en su apartado 11 "Denuncia la discriminación contra las jóvenes y
las mujeres y otras violaciones de los derechos humanos y del
derecho
internacional humanitario en Afganistán y observa con
profunda inquietud las posibles repercusiones sobre los programas
internacionales de socorro y reconstrucción en
Afganistán".
El Proyecto de
Resolución no aprobado por la Asamblea General en 22 de
Noviembre no vincula la continuidad de la ayuda al respeto de los
derechos humanos, aunque "declama el grave empeoramiento de los
derechos humanos de la mujer e insta
a las autoridades afganas a proporcionar a las víctimas de
violaciones graves de derechos humanos una reparación
suficiente y efectiva y que enjuicien a quienes cometan estas
violaciones de conformidad con las normas
internacionalmente aceptadas para garantizar la defensa de los
derechos humanos.
En abril de 1999, la Comisión de Derechos Humanos de la
ONU condenó enérgicamente los abusos generalizados
que se cometían contra estos derechos en Afganistán
y expresó honda preocupación por los perpetrados
contra las mujeres y las niñas. En noviembre, el Consejo
de Seguridad de la ONU aprobó el establecimiento, dentro
de la Misión
Especial de la ONU en Afganistán de una unidad encargada
de mantener bajo observación los abusos contra los derechos
humanos e impedir que se cometieran.
Los últimos acontecimientos demuestran la permanencia de
actos de violencia y crueldad extrema en perjuicio de los que
intentan oponerse al régimen talibán y reflejan el
limitado accionar de los grupos de asistencia y defensa de los
derechos humanos más allá del esfuerzo desplegado o
los gestos de buena voluntad.
Hemos establecido claramente que los talibán
fundamentan su accionar en la interpretación extrema,
integrista o radical del Islam.
Podríamos decir además que fanático es aquel
que defiende con tenacidad desmedida y apasionamiento, creencias
u opiniones, sobre todo religiosas o políticas.
El fanatismo, como la irracionalidad, ha estado presente de forma
habitual en casi todas las culturas y épocas de la
humanidad. En nuestros días existe por ejemplo una
conducta tal
vez fanática de los medios y la
tecnología, que aboca a muchos individuos
al aislamiento y a la soledad de la
comunicación virtual. Tal vez no nos interesa este
tipo de fanatismo porque es silencioso y no produce alarma
social. Para el ciudadano medio no deja de ser una
anécdota, un mal menor que además está
revestido con los signos propios de la cultura en la que
vive.
Sin embargo, hay otros tipos de fanatismo más notorios: el
fanatismo deportivo cuando se traduce en hechos violentos en
campos de fútbol, o el fanatismo cruel de la dieta
estricta y la figura ideal cuando se deriva en trastornos
alimenticios.
También podríamos hacer referencia al fanatismo
ideológico del mundo bipolar que partió en dos al
mundo en nuestra reciente historia. Liberalismo y
Socialismo,
han dibujado el mapa ideológico, político y
bélico en la cartografía de casi todo el siglo XX. Cada
uno usaba y se enfrentaba a su contrario en el dialéctico
y analítico proceso de
construcción de la identidad "moderna". El
anticomunismo visceral de los liberales americanos de mediados de
siglo, sólo era comparable al fanatismo anticapitalista
que los dirigentes del Kremlin propiciaban entre la
población soviética en el mismo período.
Esto nos indica claramente que el fanatismo, como conducta social
o individual no debería ser asociado exclusivamente a un
grupo social, étnico o religioso.
Es decir, no hay pruebas
ciertas que permitan afirmar que el islamismo conlleva al
fanatismo religioso y a la violencia irracional.
En consecuencia podemos inferir que el régimen
talibán no surge como el producto de
una ideología o religión, sino que, por
el contrario, redefine ciertos códigos y parámetros
religiosos y culturales en procura de justificar su accionar
fanático y radical.
Sobre este punto resultan sumamente interesantes algunas
consideraciones sobre el fanatismo religioso vertidas por Hashim
Ibrahim Cabrera, Director de Verde Islam, Revista de
Información y Análisis:
Cuando, por diversas razones, ha interesado resaltar la actitud
científica de los musulmanes, su papel
culturizador en la oscura Edad Media
Europea, se ha dicho que el Islam es un camino de paz, tolerancia y
respeto. Sin embargo, al mismo tiempo, se presenta al Islam como
un sistema intolerante y agresivo. Éste no es ni mucho
menos un fenómeno reciente. En orden a la claridad, y para
evitar posibilidades de desarrollo de
determinados fanatismos en nuestro tiempo, sería deseable
que temas tan delicados como son el terrorismo o la realidad
política de muchos países árabes, se
tratasen con imparcialidad y sin tendenciosidad, pues esta
última no hace sino fomentar actitudes
radicales e irracionales. El mismo espíritu crítico
que se aplica al análisis de otras cuestiones,
debería aplicarse también en este caso, porque
cuando alguien se siente injustamente tratado, sin posibilidad de
defensa, se ve forzado a buscar ésta de la forma que sea.
Y habría de existir esa misma justicia e
imparcialidad en el tratamiento de la información y en el
derecho a la opinión y a la palabra. Por eso pienso que
sería un gran paso adelante, aunque sea a todas luces
insuficiente, el que diarios y medios de
comunicación importantes, dieran creciente cabida a la
opinión de los musulmanes. ¿Qué piensan los
propios musulmanes de muchos de los hechos que se atribuyen al
Islam? ¿Qué piensan la mayoría de
ellos?
En el momento de adentrarse en la comprensión del
islamismo resulta sumamente ilustrativo esta entrevista
concedida a BBC – Mundo por el profesor Pedro Chalmeta de
la Universidad
Autónoma de Madrid, experto en estudios árabes,
quien explica detalladamente en que consiste la tradición
musulmana estableciendo comparaciones y líneas de
referencia con otras ideologías y religiones:
Orígenes del Islam
"Surge con la predicación de Mahoma, que se considera
apóstol, como Moisés y Jesucristo antes que
él, y que predica un nuevo movimiento con matices
religiosos y políticos. Estamos hablando de finales del
siglo sexto, principio del siglo séptimo. Mahoma es un
reformador que viene a transformar la sociedad en la
península arábiga y que, al principio, no es bien
recibido y tiene que huir de La Meca.
En el 622 se instala en Medina y crea una nueva comunidad. Eso da
comienzo a lo que se conoce como la Héjira y de
allí empieza a surgir el Islam como estructura
política. Después, a la muerte de
Mahoma el Islam se convertirá en religión y se
extenderá por Medio Oriente"
Mahoma
"Mahoma nació hacia el 570. Trabajó para una viuda
adinerada. Se casó y alcanzó una cierta
posición pero fue un ciudadano normal hasta que
recibió la primera revelación, cuando ya pasaba los
treinta años, y entonces cambió radicalmente y
empezó a predicar"
Relación Islam-Cristianismo-Judaísmo
"El Islam no es como algunos han dicho una herejía
cristiana. Mahoma no fue un cura o un rabino reaccionando contra
la jerarquía establecida. El Islam nació en Arabia
y tiene su propia entidad aunque nadie niega su relación
con las religiones preislámicas. El Islam acepta los
profetas del Antiguo y Nuevo Testamento, pero, con Mahoma, para
esta religión acaba la profecía. Él es el
último profeta y con él se completan y perfeccionan
las revelaciones anteriores"
La Jihad
"El significado literal de Jihad es 'esfuerzo en el camino de
Dios'. Los místicos lo interpretan como el esfuerzo por
ser bueno y no pecar. Otros estiman que el esfuerzo es la defensa
de la religión, que es, por otra parte, obligatoria
individualmente para todo musulmán en caso de que el Islam
sea atacado. Es la lucha por el bien, pero la
interpretación de ese bien es el problema del Islam
moderno"
El castigo del pecado
"Como todo libro sagrado,
el Corán estipula una serie de castigos para una serie de
pecados. Es verdad, que el hurto se castiga con la
amputación de la mano y que el adulterio se castiga con la
lapidación, tanto de hombres como de mujeres. La
cuestión es que este tipo de castigos están en la
Biblia también pero ya no se aplican, como tampoco se
aplican en la mayor parte del mundo musulmán"
Interpretación del Corán
"Hay una interpretación más ortodoxa y otra
más secular. La más ortodoxa, representada por
Arabia Saudita, el Talibán o Irán aplica la Sharia
– ley islámica- tal y como aparece en el Corán.
Considera que el Islam se ha desviado de su pureza inicial y a
ella hay que volver. Es la interpretación wahhabi o
mohhammedi.
La otra más secular separa la sociedad civil y
la religiosa. Se aplica un código
de derecho civil
aunque luego puede haber tribunales religiosos para dirimir
ciertos asuntos. Es el ejemplo de Irak, Siria,
Egipto e
incluso el de los palestinos"
¿El mundo árabe-musulmán como un
todo?
" No. Desde fuera lo juzgamos como un todo pero en realidad igual
que la cristiandad o el mundo occidental, es un universo de
países muy distintos y con culturas muy variadas. Para
empezar hay que distinguir también entre árabe y
musulmán. Los árabes son una etnia y los musulmanes
son los seguidores de una religión, el Islam. Hay
países musulmanes que no son árabes como
Pakistán, Irán, Sudán, Indonesia, etc. y hay
muchos árabes que no son musulmanes sino
cristianos"
Divisiones internas
"La más importante es la que existe entre sunitas y
chiítas. La divergencia proviene de la muerte de Mahoma
sin haber nombrado sucesor. Él era profeta, jefe de una
comunidad y jefe de Estado. A su muerte, surgió la
secesión. Los sunitas consideran que con la
desaparición del profeta se acaba la profecía y
ellos nombran a unas personas, los califas, que administran la
comunidad musulmana. Los sunitas suponen el 85% de todos los
musulmanes del mundo y se les considera más ortodoxos.
Arabia Saudita es un país de mayoría sunita".
Por su parte, los chiítas consideran a Ali, el yerno de
Mahoma, como su sucesor, el último califa de Medina.
Cuando los omeyas trasladaron el Califato a Damasco, los
chiítas rechazaron su autoridad. Los
chiítas forman la mayoría de la población de
Irán, y minorías en muchos otros países
musulmanes"
La mujer
"El mundo musulmán se sitúa en su mayoría en
la esfera del Mar Mediterráneo. En las culturas
mediterráneas la consideración de la mujer es
distinta a la de las culturas anglosajonas. Tradicionalmente,
España,
Italia,
Yugoslavia, Grecia, por
poner varios ejemplos, han tenido un concepto de la
mujer más restringido. Esto pues no proviene del Islam
sino de la geografía del Islam"
El velo
"El velo inicialmente lo llevaron las esposas de Mahoma para
distinguirse de las demás. Más tarde, era
sólo cosa de las mujeres aristócratas y ricas, pero
después con las grandes conquistas se extendió a
todas las mujeres"
El Ramadán
"Es un mes de ayuno diurno. No se puede ingerir alimento
sólido o líquido desde la salida hasta la puesta
del sol. La única excepción son los enfermos y los
niños.
Tiene un significado de disciplina y
purificación"
En el desarrollo de este trabajo de investigación
nos proponíamos abordar un tema de actualidad, como el
régimen talibán y su accionar en Afganistán
y el mundo, tratando de adentrarnos en la comprensión de
su particular forma de vida, esto nos llevó a profundizar
el análisis de la cultura musulmana y los fundamentos del
Islam.
Hemos descubierto una cultura diferente, concibiendo esta
diferencia como un motivo de interés, no de
enfrentamiento, puesto que consideramos que este es el fin
esencial de la antropología, es decir, la
comprensión o interpretación de ese "otro" que nos
resulta distinto en procura del acercamiento o la convivencia
pacífica y no en la búsqueda de diferencias que
determinen nuestra superioridad cultural o justifiquen la
dominación o el sometimiento, como ha ocurrido en varios
casos, después de todo el conocimiento esta asociado al
poder y esto lo constituye en un arma de doble filo.
Es decir, durante años Occidente dedicó fondos y
energías a estudiar los usos y costumbres de los otros,
pero nadie permitió verdaderamente a los Otros que
estudiaran usos y costumbres de Occidente, salvo en las escuelas
mantenidas en el exterior por los blancos o permitiendo a los
Otros más ricos que fueran a estudiar a Oxford o
París.
Antiguos viajeros árabes y chinos habrían estudiado
algo de los países donde se pone el sol, pero de
esto no hay registros que
permitan considerarlos estudios antropológicos.
En este marco hemos leído sobre una organización internacional llamada
"Transcultura" que propicia una "antropología
alternativa". Llevaron por ejemplo a estudiosos africanos que
nunca habían estado en Occidente a describir el interior
francés y la sociedad de Bolonia, y algunas de las
conclusiones más sorprendentes se referían al hecho
de que los europeos sacan a pasear a sus perros y que se
desnudan a la orilla del mar.
Aquí es donde comienza a funcionar esa mirada
recíproca que puede generar puntos de vista diferentes y
la posibilidad de establecer líneas de contacto semejantes
a pesar de esas diferencias
En este redescubrir de la antropología percibimos que las
culturas latinoamericanas pueden acceder a una posibilidad de
reivindicación y expresión y esto puede extenderse
a otros pueblos privados también de la posibilidad de
difusión o defensa de sus tradiciones.
Claro esta que este humilde trabajo de investigación no
pretende haber descubierto el camino a seguir, pero al menos
intentamos una visión distinta y objetiva de un tema del
cual hablamos, tal vez demasiado, sin esforzarnos en tratar de
comprender y analizar nuestras opiniones, debemos confesar que
fuimos los primeros sorprendidos por las derivaciones de esta
investigación y la convicción de haber respondido
algunos interrogantes y a la vez haber generado varios
más, seguramente, si la duda lleva al conocimiento
estaremos transitando la senda correcta…
Autor:
Ruth Núñez
Luis Santana
Franklin Schavartzman