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Los “nuevos” pobres, de los países ricos II (un relato trágico de la crisis) (página 3)




Enviado por Ricardo Lomoro



Partes: 1, 2, 3, 4, 5, 6, 7, 8, 9, 10, 11, 12

Los mismos que vendieron los "productos financieros" de
Madoff, los mismos que distribuyeron los "valores negociables" de
Lehman, los mismos que intoxicaron a los incautos inversores con
su sopa de letras (hedge funds, ETF, CDS, OTC, derivados,
warrants, rehipotecas, participaciones preferentes, obligaciones
convertibles, productos estructurados, contratos financieros
atípicos…) inentendible, indigerible y
letal.

Los mismos que apalancaron sus apuestas, en el casino de
la bolsa, con el dinero ajeno y transformaron (por arte de magia
especulativa y complicidad de los organismos de control) sus
ganancias en privadas (bonus) y sus pérdidas en
públicas (rescates).

Demasiados "modelos matemáticos"
(simulación) y pocos modelos éticos y morales
(testimonios). Un viaje a ninguna parte emprendido por una
economía basada en burbujas (tecnológica,
inmobiliaria, financiera…), humo, nubes, y apuestas de
casino. Altísimos grados de manipulación
especulativa en beneficio de selectas minorías
inversionistas.

La única y verdadera "percepción" de los
contribuyentes, que no de los mercados, es de una total falta de
"solvencia" del sector financiero (la de "liquidez" se da por
descartada), de los bancos centrales (controladores) y del sector
gubernamental (legisladores).

¿Qué aumenta más la "prima de
riesgo": los bancos quebrados, los gobiernos manirrotos (y
corruptos), o la "inflexibilidad" del mercado de trabajo, la
deuda proyectada de las pensiones, el gasto sanitario o
educativo? Por favor, no jodamos, no sean cínicos e
hipócritas (que va de suyo), sino además, crueles,
siniestros, inhumanos, despiadados, insensibles, indiferentes y
necios (hasta extremos criminales).

¿Por qué no compensar un poco (aunque sea
un poco) los esfuerzos "históricos" que se piden a la
población?

Tal vez sólo se trate de que los que van al
casino "jueguen" con el dinero propio y no necesiten del dinero
público (del estado de bienestar) para recuperarse
(rescatarse) de las "malas manos" (¿is it clear
enough?).

Wanted: banqueros y políticos (la ira de Dios).
¿Ha pedido perdón alguno de los miembros del
"crimen (político-financiero) organizado"? ¿ha
demostrado propósito de enmienda? ¿ha devuelto el
dinero mal habido?… ¿Cuántos han sido
imputados? ¿cuántos han sido juzgados?
¿cuántos han sido condenados por la
justicia?

Si permanecen al "mando" las mismas "serpientes
encantadoras de hombres"… deberemos dar por buena la
socialización de la miseria… la involución
permanente…

Algo en lo que creer (buscando otro destino
posible)

Como decía Keynes: "cuando se supera lo previsto,
ocurre lo imprevisto". Plagiando a Keynes: "en el largo plazo
todos muertos"… sin crecimiento estamos todos
muertos.

Austeridad… crecimiento… ¿y la
eficiencia?… ¿a quién interesa? tanto del sector
privado (bancos, empresas…), como el sector público
(gobiernos, autonomías, ayuntamientos, empresas
públicas…)… al final, siempre se "jode" el
contribuyente.

Poner límites al gasto no significa dar por
buenos todos los remedios del curandero (sospechoso de
parcialidad, connivencia y complicidad).

El ajuste infinito nos lleva a una recesión de
profundidad incalculable. Esta política como única
opción viene impuesta desde los mismos centros de
decisión en los que se gestó la crisis. La
única manera de reducir la deuda de un país (que no
sea mediante una moratoria) es conseguir que su economía
crezca.

La "austeridad expansionista" es una falacia, como lo es
la "economía de la filtración", como lo fue el
"conservadurismo compasivo".

Se cree que tal reducción del déficit
permitirá que el gobierno pida prestado dinero con costos
menores de los que pudiera de otra forma conseguir, esto,
consecuentemente, reduce las tasas de interés para los
prestatarios privados, lo que a su vez debe impulsar la actividad
económica. De esta forma se llega a la conclusión
que la consolidación fiscal es el gran y soberbio camino a
la recuperación económica.

Esta doctrina, que es la doctrina oficial de los
países más desarrollados en la actualidad, contiene
al menos cinco falacias importantes (en opinión de Robert
Skidelsky, miembro de la Cámara de los Lores
británica, profesor emérito de Economía
Política en la Universidad Warwick), que pasan
desapercibidas debido a que la narrativa es muy
plausible

En primer lugar, los gobiernos, a diferencia de los
particulares, no tienen que "pagar" sus deudas.

En segundo lugar, reducir deliberadamente el
déficit no es el mejor camino para que un gobierno
equilibre sus libros de contabilidad.

En tercer lugar, la deuda nacional no es una carga neta
de las generaciones futuras.

En cuarto lugar, no hay ninguna conexión entre el
tamaño de la deuda nacional y el precio que el gobierno
debe pagar para financiarla.

Por último, los bajos costos de los
préstamos para los gobiernos no reducen
automáticamente el costo del capital para el sector
privado.

No es un tema de flexibilización del mercado de
trabajo lo que ayuda a la contratación, sino que las
empresas contratarían más trabajadores si no
hubiera tanta "incertidumbre". La liberalización del
mercado de trabajo es a veces aprovechada para recortar sueldos,
y esta política sólo agrava el problema en un
contexto de crisis, ya que las personas no consumen.

Respecto a la flexibilidad laboral, Joseph Stiglitz
(18/1/12) pone como ejemplo a EEUU, que con un mercado de trabajo
desregulado "no resolvió el problema de esta crisis" y, de
hecho, funcionó "peor durante la recesión que
Alemania y otros países con más protección
social".

El reputado economista, Premio Nobel de Economía
en 2001, considera recomendable que Europa mejore la flexibilidad
laboral, pero alerta de sus efectos perniciosos si se utiliza
para bajar salarios.

Temas para la reflexión (y el cambio)

El colapso económico mundial de 2007-2008
desacreditó la economía de las "expectativas
racionales" (a pesar de que sus "sumos sacerdotes" aún no
lo reconocen) y trajo a Keynes y Hayek nuevamente a una contienda
póstuma. Los problemas no han cambiado mucho desde que
iniciaran su discusión en la Gran Depresión de la
década de 1930. ¿Qué causa el colapso de las
economías de mercado? ¿Cuál es la respuesta
correcta a un colapso? ¿Cuál es la mejor manera de
evitar colapsos futuros?

1. La idea de que los mercados se autorregulan
recibió un golpe mortal en la reciente crisis financiera y
se la debería enterrar de una vez por todas. Los mercados
requieren que otras instituciones sociales los
respalden.

2. Para el futuro previsible, la gobernancia
democrática quizá se organice básicamente
dentro de comunidades políticas nacionales. El estado
nacional vive, si no del todo bien, y sigue siendo esencialmente
la mejor alternativa. La búsqueda de gobernancia global es
algo absurdo.

3. Prosperidad pluralista. Reconocer que la
infraestructura institucional medular de la economía
global debe construirse a nivel nacional libera a los
países para desarrollar las instituciones que más
les convienen.

4. Los países tienen derecho a proteger sus
propias regulaciones e instituciones. Los principios previos
pueden parecer inocuos. Pero conllevan fuertes implicancias que
chocan con la opinión general de los defensores de la
globalización.

5. Los países no tienen derecho a imponerles sus
instituciones a los demás. Utilizar restricciones al
comercio o a las finanzas transfronterizos para defender valores
y regulaciones en casa es muy diferente de usarlas para imponer
esos valores y regulaciones a otros países. Las reglas de
la globalización no deberían obligar a
norteamericanos o europeos a consumir bienes que son producidos
con métodos que la mayoría de los ciudadanos en
esos países consideran inaceptables.

6. Los acuerdos económicos internacionales deben
establecer reglas para administrar la interacción entre
instituciones nacionales. Basarse en los estados nacionales para
que proporcionen las funciones de gobernancia esenciales de la
economía mundial no implica que debamos abandonar las
reglas internacionales.

7. Los países no democráticos no pueden
contar con los mismos derechos y privilegios en el orden
económico internacional que las democracias.

Dice Dani Rodrik (profesor de Economía
Política en la Escuela de Gobierno John F. Kennedy de la
Universidad de Harvard y autor de One Economics, Many Recipes:
Globalization, Institutions, and Economic Growth), que estos son
los principios que los arquitectos del próximo orden
económico global deberían aceptar. Más
importante aún, deberían comprender la
máxima paradoja que cada uno de estos principios resalta:
la globalización funciona mejor cuando no se la empuja
demasiado lejos…

Por lo tanto, deberíamos aceptar que los
países puedan propugnar reglas nacionales
-políticas fiscales, regulaciones financieras, normas
laborales o leyes de salud y seguridad de los consumidores- y que
puedan hacerlo levantando barreras en la frontera si fuera
necesario, cuando el comercio ostensiblemente amenaza las
prácticas domésticas que cuentan con un amplio
respaldo popular. Si los impulsores de la globalización
tienen razón, el clamor por protección no
cundirá por falta de evidencia o apoyo. Si están
equivocados, habrá una válvula de seguridad
destinada a asegurar que los valores en pugna -los beneficios de
economías abiertas frente a los réditos derivados
de implementar regulaciones domésticas- sean escuchados de
manera apropiada en los debates públicos.

Nunca se debe pensar que un aumento de las desigualdades
sociales es el precio inevitable del crecimiento acelerado, y no
se debe considerar que las condiciones más igualitarias en
materia de educación, salud y género, sean reformas
de "segunda etapa". Una estrategia de desarrollo que promueva
primero el crecimiento y después se ocupe de la miseria no
es sostenible. Las políticas orientadas a lograr una
redistribución más eficiente no tienen por
qué obstaculizar el crecimiento en sí.

La teoría de la ventaja comparativa, planteada
dos siglos atrás por el economista británico David
Ricardo, postula que los países prosperan
concentrándose en lo que hacen mejor y comerciando con
otros países que tienen fortalezas diferentes. Pero en
medio del aumento pronunciado en las importaciones baratas en la
última década, algunos economistas prominentes han
puesto en entredicho ese punto de vista.

En un artículo de 2004, Paul Samuelson, difunto
ganador del premio Nobel, argumentó que aunque el comercio
puede beneficiar a algunos estadounidenses, lo hace "diezmando"
los salarios de obreros fabriles. Alan Blinder, economista de la
Universidad de Princeton y ex vicepresidente de la junta de la
Reserva Federal -otrora adalid del libre comercio– ha argumentado
en años recientes que la creciente tercerización
por parte de firmas de EEUU a países de bajos salarios
pone en riesgo millones de empleos estadounidenses.

Michael Spence, economista de la Universidad de Nueva
York galardonado con el Nobel, dijo que el reciente
descubrimiento refleja cómo las teorías prevalentes
sobre el comercio son insuficientes para comprender el ritmo
desenfrenado de China y otras economías en vía de
desarrollo. Y como el mundo nunca ha experimentado el crecimiento
tan rápido de países tan grandes, la historia no
sirve mucho de guía. "No es que podamos mirar al pasado y
preguntarnos qué ocurrió la última vez que
pasó esto, porque no hubo una última vez",
agregó…

Marx tenía razón cuando sostuvo que cuando
la globalización y la intermediación financiera se
desbocan, y la redistribución de los ingresos y la riqueza
del trabajo al capital se limitan, pueden provocar la
autodestrucción del capitalismo. Pero sólo la
tenía en parte porque su opinión de que el
socialismo era un sistema económico mejor que el
capitalismo resultó ser totalmente
errónea.

Examinando un futuro en el que el mercado permea todas
las esquinas de la vida, Marx escribió en el Manifiesto
Comunista: "todo lo que es sólido se desvanece en el
aire". Para alguien que vivió en la Inglaterra victoriana
temprana -el Manifiesto fue publicado en 1848- era una
observación asombrosamente visionaria. En esa
época, nada parecía más sólido que la
sociedad en cuyos márgenes vivía Marx.

Un siglo y medio más tarde, vivimos en el mundo
que él anticipó, en el cual la vida de todos es
experimental y provisional, y la ruina súbita puede llegar
en cualquier momento. Un pequeño puñado de gente ha
acumulado vastas riquezas pero incluso eso tiene una cualidad de
evanescente, casi fantasmal…

Post data para europeos: Europa: ¿museo
vacío? (un errático comportamiento condicionado por
la tensión entre lo que puede hacer y se le permite
hacer)

Llevo 33 años viajando por Europa… los 15
primeros como "turista", y los 23 últimos como "vecino".
Cada viaje me entusiasma más. Cada viaje me incita al
siguiente.

Llevo 20 años estudiando sobre asuntos
económicos europeos. En el año 1998 publiqué
mi primer Ensayo: "Globalización económica (el
imperio de la mediocridad)", con especial mención sobre su
impacto y consecuencias en la Unión Europea, y desde
allí, diversos Ensayos y Papers han continuado la
saga.

La Unión Europea me parece el proyecto
"comunitario" más importante del mundo desde el punto de
vista económico, social, cultural y político.
Admirable y envidiable.

Aunque tengo la ciudadanía europea desde hace 19
años, aún me considero un "invitado" extranjero,
por lo que todos mis juicios de valor son realizados con el
máximo respeto, la mayor discreción y el más
profundo agradecimiento.

Creo que para opinar sobre un país, hay que
residir (o haber permanecido varios años) en él. He
leído infinidad de artículos periodísticos
(incluso de brillantes analistas, prestigiosos académicos
o laureados escritores), con enormes errores de
apreciación, desconocimiento, simplificaciones y
tópicos. Me resulta curioso observar los fallos que
comenten los "corresponsales extranjeros" cuando se refieren a mi
país de origen (Argentina). Lo mismo ocurre cuando leo
notas sobre España en algún periódico de
Buenos Aires. La realidad hay que "vivirla" para contarla. Lo
demás, son "novelas".

Con estas explicaciones y disculpas, pasemos a la "Post
data para europeos":

¿Desea Europa que su único futuro sea el
de un "museo vacío"? ¿Una "Eurolandia"? ¿Una
Unión de casinos y casas de apuestas? ¿Un
"jardín animado" para "relajo" de déspotas
árabes, mafiosos rusos, dictadores africanos o
latinoamericanos? ¿Un paraíso fiscal para refugio
de narco fortunas, petro fortunas, oligarco
fortunas…?

Si no pareciera deseable (y admisible) ese "zafio"
destino, e interesara recuperar importancia económica,
prestigio social y respeto político, lo podría
hacer asemejándose a China. ¿Podrían los
europeos (en aras de la competitividad) hacerse chinos?
¿Trabajar como chinos, cobrar como chinos, vivir como
chinos?

Si Europa no quiere (o puede) ser China, ¿por
qué le regala su mercado interior y la deja competir "en
pie de igualdad" (debería decir, "desigualdad") con las
empresas nacionales? ¿Por qué "aplana la tierra"
europea, en beneficio de terceros países?

La Unión Europea nunca (repito, nunca)
podrá ser como China. Su población no se lo
permitiría (y me congratulo). No se puede hacer regresar a
un pueblo a las cavernas "voluntariamente". Ni siquiera con la
profunda crisis (la mayor desde el fin de la guerra mundial) que
estamos padeciendo. Ni siquiera con un paro del 10% en la
eurozona, ni siquiera con un paro juvenil del 50%. Difícil
resulta parar el reloj de la historia, pero hacerlo retroceder es
imposible.

En el caso hipotético (lamentable) que la
"manada" europea se dejara llevar al matadero laboral,
cuál sería el límite (el fondo del abismo).
¿China? ¿Pakistán? ¿Vietnam?
¿Camboya? La "carrera de los pobres" nunca se acaba. El
fondo abisal, tampoco.

Si la meta de los europeos fuera: "elevarse a la
dignidad de hombres libres, no ser ya los mismos que antes
encorvados bajo un yugo mucho más duro mientras más
distantes estaban del centro de poder, mirados con indiferencia,
vejados por la codicia y destruidos por la ignorancia"…
¿podrían contar con la ayuda de otros países
para ello?

A finales de la década de los 80, las
economías desarrolladas ayudaron a evitar la quiebra de
varios países latinoamericanos y otros emergentes mediante
la compra de los llamados "bonos Brady" (llamados así por
John Brady, secretario del Tesoro norteamericano por entonces).
Eran títulos de deuda que permitieron a economías
como Brasil salir del abismo fiscal en su momento. Ahora la
historia se repite. Pero a la inversa: serían los
emergentes los que acudirían en ayuda de los desarrollados
para evitar su "default". Brasil, Rusia, India, China y la
recién incorporada al club, Sudáfrica,
serían los que se deberían ofrecer para salvar a
una Europa al borde del desagüe mediante la compra de deuda
del Fondo de Europeo de Estabilidad Financiera o de mayores
aportaciones al Fondo Monetario Internacional.
¿Saldrían los nuevos ricos al rescate de los
viejos?

Por ahora muchas palabras (porzac) y pocos hechos
(money). Todo en condicional y condicionado: "los BRICS ya se han
ofrecido a acudir en ayuda de Europa para evitar su quiebra a
cambio de aumentar su poder económico y
político"… (ABC.es – 24/10/11)

Satisfacción por el mal ajeno. "El viejo
paradigma en el que los tipos inteligentes de Europa y EEUU nos
daban el sermón, levantaban un dedo y nos decían:
"Esto es lo que has hecho mal", se terminó", opina Rajiv
Kumar, economista formado en la Universidad de Oxford y que es
secretario general de la Federación de Cámaras
Indias de Comercio e Industria.

"El secretario del Tesoro de EEUU, Timothy Geithner,
dijo que no está en los planes de la Reserva Federal
estadounidense (la Fed, su banco central) aportar dinero para
ayudarle a superar su crisis de deuda. A pesar de que Estados
Unidos teme un contagio, el Gobierno no está dispuesto a
aportar recursos a un fondo que reforzara, a su vez, la capacidad
del Fondo Monetario Internacional (FMI) para mitigar la crisis de
financiación de los países periféricos del
euro, incluida España. "Las informaciones en la prensa
sobre lo que puede hacer la Fed no son acertadas", afirmó
Geithner en una rueda de prensa"… (Agencias –
Berlín – 6/12/11)

Mientras… (la grandeur, ¡ay la
grandeur!):

La UE es el primer donante a escala mundial, más
de 53.000 millones de euros al año.

La UE (países miembros) es el primer
contribuyente de las Naciones Unidas.

La UE (países miembros) es el primer
contribuyente del FMI.

Si EEUU dice que no pone un "puto duro" más en el
FMI (¡yo no fui!), si los BRICS (a brac), los
latinoamericanos (nuevos) ricos (commodities dependientes de
China), los déspotas petroleros árabes, los
mafiosos rusos y los socialistas de mercado chinos se niegan a
contribuir en el salvataje (¡el problema es
vuestro!)… a qué seguir sosteniendo el
librecambio… a qué seguir fingiendo con las ayudas
al desarrollo… por qué no empezar por nosotros
mismos… por qué no vivir con lo nuestro.

Ante tanta "insolidaridad internacional" (en
economía nadie tiene amigos, tiene intereses), tal vez
haya llegado la hora de replantearse esas ayudas y contribuciones
(hay que empezar por casa). Tampoco la "solidaridad" entre los
países miembros de la eurozona es para emocionar al
prójimo (todo sea dicho). Por lo cual, cada uno, tanto a
nivel europeo, como a nivel comunitario deberá salir de la
crisis por sus propios medios. "Que cada palo aguante su vela",
vamos.

Y si de empezar por casa (europea) se trata,
habrá que hacer de la necesidad virtud. Habrá que
generar fondos para el desarrollo. ¿De dónde, si no
hay "un puto duro" (sic)?

¿Cómo conseguir recursos para el
crecimiento de la economía, en medio de una crisis brutal,
de un sistema de "ahorro fiscal compulsivo", con los "vigilantes
de los bonos" acechando y exigiendo, y Alemania dirigiendo la
clínica de desintoxicación?…

Del giro del negocio… me explico:

Como les dije antes, no hay que opinar sobre aquellos
países en donde no se vive (o se ha vivido), por lo que
utilizaré algunos ejemplos de cabotaje (España) que
es el lugar donde me toca ser y padecer (que con eso, tengo
bastante). El lector deberá buscar las semejanzas con su
propio país y experiencia, si procede. Agreguen lo que
quieran, descarten lo que les parezca… y a debatir las
ideas, que es de lo que se trata.

Algunas medidas (casi sin costo fiscal) que pueden
dinamizar rápidamente la economía:

– Normativa laboral/sanitaria:

· crear el contrato laboral (único) de
empleo estable con remuneración flexible.

. eliminar la negociación y los convenios
colectivos de trabajo.

. establecer los convenios laborales por
empresa.

· eliminar las horas extras.

· eliminar el empleo público
vitalicio.

· dividir el horario de la administración
pública.

· igualar las remuneraciones masculinas y
femeninas.

· eliminar el subsidio por desempleo.

· transformar los sistemas jubilatorios de
capitalización en lugar de reparto.

· privatizar la seguridad social; se mantiene
como optativo el régimen público.

· privatizar (al menos la gestión) de la
sanidad; el objetivo es 100% privado con asociación libre
al seguro médico.

· establecer el salario social.

· aquellos que cobren el salario social deben
prestar un servicio social sustitutorio.

· desarrollar la economía
social.

– Medidas de regulación
económica:

· desregular actividades comerciales y de
servicios (al máximo).

· limitar el comercio internacional (no europeo)
a un máximo equivalente al 10 del PIB (si no hay
represalias).

· dividir las grandes empresas que controlan
más del 10% del mercado.

· control de las multinacionales.

· control de los movimientos
financieros.

· no autorizar fusiones de grandes empresas que
no mantengan su dotación de personal.

· estimular las inversiones extranjeras en
actividades nuevas y no en operaciones existentes ya
consolidadas.

· perseguir el blanqueo de dinero (cierre de
bancos, encarcelamiento de directores, etc.).

· mayor control de la economía
subterránea.

· mayor control de la evasión fiscal
(grandes fortunas y grandes empresas).

· prohibir la transferencia de divisas a
paraísos fiscales.

Algunas medidas (con costo y/o ahorro fiscal) que pueden
dinamizar la economía:

Acción de gobierno:

· inversión (competitiva) en
infraestructuras y comunicaciones.

· privatizar empresas públicas (al
máximo).

· privatizar servicios públicos (al
máximo).

· eliminar subsidios agrícolas a grandes
propietarios.

· eliminar subsidios a grandes
empresas.

· aumentar subsidios (a la
producción/ocupación de mano de obra) a
pequeños agricultores.

· aumentar subsidios (a la
inversión/ocupación de mano de obra) a las
pymes.

· premiar (fiscalmente) a las empresas que formen
personal.

· encarecer consumo de materias primas (no
renovables).

· subvencionar la investigación y
desarrollo, tecnología de procesos, reducción de la
contaminación.

· ampliar inversión pública en
investigación y desarrollo, educación, y obras
públicas generadoras de trabajo.

· promover la creación de empleos con
créditos a bajo interés.

· alentar (incentivar) el desarrollo de nuevas
tecnologías.

· reducción del aparato estatal (al
máximo).

· lucha contra la burocracia (al
máximo).

· administración única.

· ventanilla única y mínimo plazo
para la creación de empresas (24 horas).

· presupuesto base cero.

– Normativa ambiental y de salud
pública:

· impulsar una legislación (100%)
protectora del medio ambiente.

· impulsar una legislación (100%)
protectora del consumidor.

– Política arancelaria:

· establecer aranceles (a la importación)
compensatorios del nivel salarial europeo.

· establecer aranceles (a la importación)
compensatorios del nivel de la seguridad social
europeo.

· establecer aranceles (a la importación)
compensatorios del nivel de seguridad ambiental y sanitario
europeo.

Política fiscal:

· impuesto progresivo a las rentas (igualar
escalas europeas) a la baja.

· limitar exenciones impositivas (igualar
conceptos y escalas europeas).

· elevar el IVA para bienes de lujo.

· impuesto a las operaciones de divisas y
créditos en el extranjero.

· gravamen ecotasa.

· desalentar (fiscalmente) mayores diferencias
salariales de 10 a 1 en la estructura empresarial.

· eliminar el impuesto a las rentas de los
asalariados con ingresos menores de 60.000 E.

· liberar de impuesto a las rentas a los
autónomos, emprendedores, que empleen más de 2
personas con contratos fijos.

· disminuir el impuesto a las rentas de las
pymes.

Estas propuestas -que quedan abiertas al debate– no
excluyen otras acciones de saneamiento- y que independientemente
del curso que siga España (Europa) convendría
contemplar y asumir.

Hagamos un repaso:

· ampliar la participación política
de los ciudadanos. De ser necesario llegar al voto universal y
obligatorio.

· listas electorales abiertas.

· elecciones internas en los partidos
políticos.

· no financiamiento público de los
partidos políticos.

· no financiamiento público de los
sindicatos y asociaciones patronales.

· ley de financiamiento privado de los partidos
políticos.

. ley de huelgas.

.eliminación de los liberados
sindicales.

· auditoría pública de los
orígenes y aplicaciones de fondos de los partidos
políticos.

· reglamentación y control de los gastos
electorales, duración de campaña, medios,
etc..

· eliminar la posibilidad de reelección
por más de un período.

· reducción máxima de la
administración pública (a nivel comunitario,
nacional, provincial y local).

· reducción del gasto público (a
nivel comunitario, nacional, provincial y local).

· redistribución del gasto público
(más inversión y menos gasto corriente).

· crear un sistema de jubilación por
capitalización.

· dejar al criterio del trabajador la
opción jubilatoria pública o privada, sin
duplicación de aporte.

· pasar la sanidad pública a
gestión privada (con auditoria operativa del sector
público+colegio médico+usarios+organizaciones de
consumidores).

· dejar a criterio del trabajador la
opción sanitaria pública o privada, sin
duplicación de aporte.

· eliminar todo régimen preferente
jubilatorio y sanitario para funcionarios.

· administración única (+ventanilla
única).

· no subvencionar a las grandes
empresas.

· no subvencionar a las grandes extensiones
agropecuarias.

· eliminar el subsidio por desempleo y crear el
salario social.

· establecer prestación social
sustitutoria para quienes cobren el salario social.

· el pago de bajas por enfermedad, invalidez y
similares, así como su control quedará a cargo de
la empresa o asociaciones empresarias privadas.

· desregular al máximo las actividades
comerciales y servicios.

· privatizar las empresas públicas
(nacionales, provinciales y locales).

· exigir referéndum al sector afectado
para crear cualquier nuevo servicio o empresa pública con
directo cargo y costo a los involucrados (no, al presupuesto
nacional).

· procurar la corresponsabilidad fiscal. Quien
gasta – recauda.

· establecer un sistema permanente de consulta al
ciudadano, tendiendo a establecer una democracia directa
(empezando por los gobiernos locales, luego los provinciales, y
finalmente los nacionales).

· eliminar todo tipo de posibilidad de beneficio
judicial a la hora de ejercer acción legal sobre
políticos, funcionarios, empresarios, banqueros y otros
sospechosos de desigualdad ante la ley.

· aumentar penas y eliminar fianza o
excarcelación por delitos económicos.

· aumentar penas y eliminar fianza o
excarcelación por cohecho, malversación de fondos
públicos, prevaricato, uso de información
privilegiada, incumplimiento del deber de funcionario
público, alteración del precio de las cosas, dolo,
fraude, incompetencia manifiesta y culposa.

· elevar el nivel de normas de protección
del medio ambiente y de la salud pública.

· crear la ecotasa.

· eliminar el impuesto al trabajo para salarios
bajos y medios y autónomos.

· igualar la remuneración del hombre y la
mujer (para similar tarea).

· ampliar las inversiones en infraestructuras y
comunicaciones.

· ampliar inversiones en
educación.

· ampliar inversiones en investigación y
desarrollo, tecnología de procesos, reducción de la
contaminación.

· eliminar las oficinas públicas de
empleo.

· eliminar los cursos públicos o
subvencionados de formación ocupacional.

· subvencionar la formación en las
empresas con compromiso de contratación.

· crear nuevas formas de contratación (por
ejemplo: empleo fijo con remuneración variable o empleo
fijo con despido pactado -empresa/trabajador).

· utilizar todas las fórmulas
(públicas y privadas) para crear empleo
efectivo.

· eliminar la Política Agraria
Común (PAC).

· primar la producción y anular todo tipo
de cupos, cuotas, stock de intervención o
similares.

Este conjunto de medidas -abierto a debate-, tiene por
objeto, comenzar a poner "en cintura" a España (Europa).
El país (región), ha ido incorporando tejido
adiposo, a consecuencia de 50 años de social democracia y
temor al comunismo. Parte de esas "vitaminas" ya no son
necesarias. Existe el riesgo de colesterol, vitaminosis, e
inclusive de trombosis.

Hay que "aggiornar" al estado del bienestar. Intentar
que el ciudadano asuma la responsabilidad de sí mismo.
Darle libertad y responsabilidad.

En este proceso de trasvasamiento de iniciativas y
riesgos al sector privado el gobierno pierde cometido y por
consiguiente contenido.

En España (Europa) falta ciudadano y sobra
gobierno. Hay una dejación de responsabilidades
individuales. Podría decir -si se me permite- que existe
una inmadurez personal y un estado paternalista
plenipotente.

Más de lo mismo es imposible. Más
allá de razones ideológicas -que he intentado no
utilizar- y de razones históricas, existe una estricta
lógica económica que se torna
incontrastable.

– el envejecimiento y longevidad de la población
hace difícil de continuar un sistema jubilatorio de
reparto con una relación activos/pasivos de 2 a 1. De
continuarse el sistema actual sólo podrá hacerse
-hasta su quiebra- disminuyendo los haberes jubilatorios o
apelando a fondos presupuestarios ajenos al sistema y que
generaran déficit público o disminuirán
otras inversiones prioritarias.

– el sistema sanitario, en general -sea público o
privado-, cada vez requiere mayores fondos. Los avances de la
medicina, la tecnología aplicada (tomografía
computada, scanner, resonancia magnética, medicina
nuclear, trasplantes, genética, prótesis, etc.) y
el envejecimiento de la población potencian un gasto que
supera en muchos países europeos el 10% del PIB.
También existen, las llamadas, enfermedades sociales
(alcoholismo, tabaquismo, drogadicción, sida), que
aumentan el gasto en forma exponencial y finalmente la
provisión de medicinas gratuitas o subvencionadas, llevan
la factura sanitaria a niveles insostenibles, y que sólo
se contienen en detrimento de la calidad del servicio
(masificación, listas de espera, fallos médicos,
etc.).

– el sistema de subsidio de desempleo, las oficinas de
empleo y los cursos de formación ocupacional, son
abusivos, contraproducentes, clientelares, placebos, denigrantes,
inútiles, incontrolables insostenibles.

El subsidio de desempleo, si bien ayuda -en la
emergencia- al parado, se torna muchas veces una fuente de
fraude, ingreso complementario, clientelismo político,
evasión de responsabilidades por parte del perceptor, y
disculpas con cargo al presupuesto de una inacción
gubernamental para crear empleo. Cuanto menos -en bastantes
casos- se torna un sistema desalentador de la búsqueda de
trabajo.

Las Oficinas Nacionales de Empleo -en principio y por lo
visto- sólo sirven para proveer de empleo a los propios
funcionarios ahí ocupados. Un enorme aparato
burocrático que no busca empleo, que no controla a los que
cobran el subsidio de desempleo, y que sólo registra
estadísticamente el drama humano de los que por sus
oficinas pasan.

Finalmente los cursos de formación ocupacional
-según lo constatado- son totalmente inútiles para
los parados. Sólo resultan provechosos para los
burócratas que los programan, para los sindicatos y
asociaciones empresarias que se quedan con buena parte de los
subsidios -¿cómplices silenciosos?- y para las
empresas de formación subcontratadas.

En España (Europa) existe, lo que
podríamos llamar, una "industria del paro", con un
mendicante beneficiario, el trabajador, un mendaz aprovechador,
algunos empresarios, y un sátrapa funcional, el
gobierno.

Amparada en el estado del bienestar se ha generado una
masa funcionarial que alcanza el nivel comunitario, nacional,
provincial y local. La marea humana de burócratas se
"come" la mayor parte del gasto público. O sea que "ella
se lo guisa y ella se lo come".

La patrimonialización del estado ha permitido a
los partidos políticos hacer del aparato gubernamental y
empresas oficiales su "botín de guerra" prebendatario y
clientelar. Empleo vitalicio, horario mínimo continuo,
sistema jubilatorio y asistencial independiente, licencias varias
y sin control, ventajas de todo tipo, fondos reservados y
viáticos, despachos y parque móvil, tarjetas de
crédito sin límite de gasto, pasajes libres de
costo, choferes, secretarias, y en su caso custodios, hacen de
estos personajes una casta privilegiada que dispara con
"pólvora del Rey".

Con lo anterior hemos formado las cuatro patas que
garantizan la cantera electoral de cualquier gobierno. El voto
del miedo. El voto clientelar. El voto cautivo.

Si cambia el gobierno van a rebajar la
jubilación. Si cambia el gobierno van a cobrar las
medicinas, o peor aún, van a privatizar la
jubilación y la sanidad. Si cambia el gobierno quitan o
disminuyen el subsidio de desempleo. Si cambia el gobierno van a
reducir el sector público.

En grandes números, entre jubilados, parados y
funcionaros públicos "temerosos" más algunos
usuarios (fuera de esos tres sectores) de la sanidad reunimos
fácilmente un 50/60% del electorado y si a ello agregamos
los familiares de los "agraviados" -influenciados o
influenciables- tenemos una cantera que asegura la
perpetuación de la demagogia. Muy mal lo tiene que hacer
un partido político en ejercicio del gobierno para no ser
-¿democráticamente?- reelecto.

Estas pequeñas muestras -que no las
únicas- confirman la necesidad de cambio; demuestran que
el infarto -casi podríamos hablar de muerte súbita-
está a la vuelta de la esquina, y que el riesgo de una
rebelión fiscal es el mal más benigno con que puede
reaccionar el cuerpo social español (europeo).

Primero hay que asumir la realidad (por aquello de que
es la única verdad), luego hay que explicarla (a todos los
involucrados), entonces vendrá el debate (con luz y
taquígrafos), el posible acuerdo consensuado, las reformas
necesarias, las prioridades correspondientes y un acomodamiento
de las necesidades -ilimitadas- a los bienes disponibles
-limitados-.

No deben ser los políticos los que "decidan" como
se reparte el pan y la sal. Sino los que hagan -mandatarios- lo
que el pueblo elija, opte, resuelva. Es hora que los
políticos vuelvan a ser "representantes". Que sean
servidores públicos y dejen de servirse de lo
público.

Antes que el sistema quiebre, antes que estalle la
rebelión social, los políticos, los empresarios
cortesanos, y todo el aparato clientelar deberá acomodar
el bocado de su ambición al pastel de los
recursos.

Tal vez la historia no se repita, pero bueno es mirar un
poco hacia atrás para proyectar el futuro.

La economía no debe hacerse sobre los ancianos,
los enfermos, los parados, los pobres, los estudiantes, el medio
ambiente, los servicios públicos, las infraestructuras, y
la cultura.

La economía debe hacerse en la burocracia, el
gasto corriente, los contratos del estado, la corrupción,
el clientelismo, el electoralismo, las subvenciones a poderosos,
la demagogia, la incapacidad, el despilfarro, el mesianismo, el
afán de notoriedad, los gabinetes de imagen y las
encuestas de intención de voto.

Los ciudadanos españoles (europeos) deben asumir
su responsabilidad. Dejar de tomar la "sopa boba" de los
subsidios. Abandonar su actitud "estabular" dependiente del gasto
público. No continuar con una actitud pusilánime y
un silencio mendicante que les lleva a conceder poco menos que el
"derecho de pernada" a sus gobernantes. Deben disentir, deben
participar, deben votar. Y si es necesario deben rebelarse como
lo hicieron tantas veces -para bien- a lo largo de la
historia.

Con esperanza y sin miedo, los jóvenes deben
reclamar -exigir- lo que es suyo: derecho al trabajo, derecho a
la educación, equidad, libertad, democracia, cuidado del
planeta, sanidad, vivienda, seguridad, honestidad, ética,
responsabilidad, identidad cultural, justicia, solidaridad,
información, comunicación, arte. Abandonar el rol
suicida social de la indiferencia, apagar el walkman, y si es
posible la televisión, dejar de alcoholizarse o drogarse y
recuperar el idealismo, la combatitividad y hasta la
utopía. Ser sujetos y no consumidores. Hacer la historia y
no verla por televisión.

Interpretando a Francois Furet podríamos
concluir: ni el fin del comunismo, ni la globalización
económica modifican en nada la exigencia
democrática de otra sociedad…

La desaparición de ciertas figuras familiares de
nuestro siglo sólo pone punto final a una época,
mas no agota el repertorio de la democracia…

Estas propuestas (reflexiones) fueron escritas a
principios del año 1998. Corresponden al
Capítulo XIV (Tendencias – Propuestas) del Ensayo
"Globalización Económica (el imperio de la
mediocridad)", antes mencionado.

Es lamentable constatar su vigencia. Una evidencia,
deplorable, de lo poco o nada que se ha hecho por mejorar el
funcionamiento de la economía española (en
particular) y europea (en general) en los últimos 14
años. Un tiempo perdido entre burbujas y
medianoche.

Un bailo in maschera (verdades, mentiras y
consecuencias)

El naufragio del Costa Concordia (15/1/12) es una
metáfora de Europa. Y el Capitán Schettino, de los
gobernantes que conducen nuestro destino. Así nos
va…

El programa oculto (reformas estructurales,
flexibilidad, competitividad). Que Europa tenga el despertador
dormido no quiere decir que se deba dar por buena (tolerar) la
alternativa (salida) que implique el desguace laboral, social, y
cultural europeo. Es difícil imaginar un regreso al
crecimiento (desarrollo) abdicando totalmente del estado de
bienestar europeo.

Hace falta reducir el déficit, pero
también hay que crecer. Adoptar el principio de rigidez
fiscal "todos a la vez", en lugar de acelerar con
políticas de estímulo, pone en riesgo mantener una
crisis en cámara lenta, camino del estancamiento, la
recesión, una década perdida (un cuarto de siglo,
si agregamos los 14 malgastados, antes de antes).

Habrá que atender la disparidad en las posiciones
exteriores netas de los países de la Eurozona y por
extensión de la Unión Europea. La corrección
de estos desequilibrios es una condición necesaria para
favorecer el crecimiento y para proporcionar una solución
efectiva al atasco fundamental del proceso de integración
en Europa: la enorme deuda externa de algunos de sus
países miembros y la desigual distribución
geográfica del ahorro en un contexto de
segmentación de los mercados financieros. La
eliminación de estos desequilibrios sigue siendo tan
prioritaria como lo era antes de la crisis.

Ya no hay política, sólo crisis, ya no hay
economía, sólo crisis. Los políticos
debieran temer las crisis, pero, en realidad, más parece
que las adoren. Las crisis constituyen un auténtico
paño de lágrimas en la desgracia. La crisis
está siendo, cada vez más, el único tema de
conversación, la gran excusa para hacer lo que se supone
que hay que hacer. Esto es, para gobernar sin asumir
responsabilidades, con derecho a esperar la más amplia de
las comprensiones, incluso una sonrisa de complicidad de los
afectados por decisiones tan dolorosas como discutibles, que
naturalmente ha habido que tomar… a causa de la
crisis.

La crisis, esa gran máscara, detrás de la
cual se oculta la "siniestra" intención (política,
económica y financiera) de los "amos del universo", de
llevar al límite de las fuerzas (desesperación) al
trabajador europeo para que acepte condiciones laborales
"competitivas" con las empresas localizadas en los países
emergentes. En una palabra: "subdesarrollar" a Europa (si quieren
pueden agregar a EEUU, tanto monta, monta tanto), para "aplanar
la tierra", para que pueda seguir el juego (the game goes on),
para que no termine la fiesta (the party goes on).

Socializar la miseria

"La indecisión de los políticos, su
pánico ante la toma de decisiones de calado como
sería imponer una reestructuración de la deuda para
que los mercados paguen parte de la factura por reflotar a
Grecia, Irlanda y Portugal, hace que crezca el temor a que los
rescates se vayan diluyendo en el tiempo… Y terminen siendo
financiados con cargo al bolsillo del europeo de a pie"…

La UE condena al europeo de a pie a pagar las deudas de Grecia,
Irlanda y Portugal (El Economista – 10/6/11)

Fuentes comunitarias descuentan que la deuda
pública de estos tres países será
gradualmente absorbida por el fondo europeo de rescate y por el
Banco Central Europeo (BCE). Luego, los dirigentes la
condonarán y, como alguien tiene que pagar al mercado, la
endosarán a sus contribuyentes: yo, político,
invito; tú, ciudadano, pagas.

Si la realidad confirma esta tesis, prepárese a
desembolsar, al menos, 1.000 euros por cabeza. Viva la Europa
social que -a imagen y semejanza de los extintos regímenes
comunistas- socializa la miseria, como diría el
célebre primer ministro británico Winston
Churchill.

Hasta la primavera de 2011 aún se creía
que los rescates de estos tres países servían para
que la UE ganara tiempo para orquestar una quita ordenada que no
provocara una estampida de pánico en los mercados, capaz
de tumbar a economías como la de España o la de
Italia, demasiado grandes para dejarlas caer porque
aniquilarían al euro y a la recuperación
económica mundial; pero también demasiado grandes
como para poder rescatarlas.

Mediados de 2013 era la fecha a partir de la cual se
descontaba que empezaría el proceso de
reestructuración de la deuda. Para entonces habría
culminado el proceso de consolidación y
recapitalización de los bancos europeos, que ya
estarían en condiciones de asumir las pérdidas de
una rebaja del valor de sus títulos de deuda griega,
irlandesa y lusa. Otra posibilidad es que el sector privado
cargara con la mitad de la pérdida, y el público
con la otra mitad.

También en 2013 debería estar listo un
mecanismo europeo de resolución de crisis bancaria.
Mecanismo que facilitaría la quiebra controlada de los
bancos víctimas del proceso. Lo que abarataría la
contribución de los estados al proceso y evitaría
la reedición del impopular y todavía en curso
proceso de ayudas públicas para evitar el colapso del
sistema financiero.

Pero tanto, tanto en el sector bancario como entre los
legisladores comunitarios cunde la impresión de que el
marco armonizado y coordinado de gestión de crisis
bancarias aún tardará mucho en estar listo porque
un verdadero sistema común implicaría, entre otras
muchas cuestiones, aproximar múltiples aspectos de los
derechos nacionales sobre sociedades y quiebras para gestionar de
forma coherente la voladura controlada de entidades que operan en
más de un país.

Y crece la incredulidad a que los políticos, que
no se atreven a desencadenar ahora una reestructuración,
se atrevan en 2013. Se piensa que los responsables
públicos insisten demasiado en que una quita sería
la solución de último recurso como para juzgar que
se trata de una amenaza creíble.

Otro argumento es que para que una posible
reestructuración sea creíble, los políticos
deberían fijar un límite de pérdidas a
partir del cual darían carpetazo a los programas de
rescate, admitirían su fracaso y negociarían
quitas. No parece ser el caso con Grecia, a la que después
de ofrecerle préstamos por 110.000 millones de euros en
primavera de 2010, ahora se baraja añadir otros 60.000
millones.

El tiempo dará y quitará razones. Y
mostrará si Europa da el paso y permite que Estados y
bancos de verdad puedan quebrar. Lo que serviría de
escarmiento e incitaría a ser más responsables a
los políticos y a los mercados que con tanta
despreocupación los financiaron.

Por más compleja que sea la realidad, son
relativamente fáciles las cuentas para hacerse una idea
del impacto sobre nuestras carteras de la solidaridad con
nuestros vecinos. Según Eurostat, Irlanda cerró
2010 con un producto interior bruto (PIB) de 153.939 millones de
euros, y una deuda del 96,2% del PIB: 148.074 millones. El PIB de
Grecia se situó en los 230.173 millones, y su deuda en el
142,8%: 328.588 millones. Portugal registró un PIB de
172.546 millones, y una deuda pública del 93%: 160.470
millones.

Sanear estos países no significa pagar hasta el
último céntimo. El mercado recuperaría la
confianza y volvería a financiarlos con intereses
abordables si la deuda se limitara a alrededor del 60% del PIB,
umbral a partir del cual las reglas de la UE consideran que
comienzan los problemas.

Para que la actual deuda irlandesa (148.074 millones de
euros, el 96,2% del PIB) se sitúe en el 60% del PIB
(92.363,4 millones), habría que hacer desaparecer 55.710,6
millones. Para que la deuda griega (328.588 millones, el 142,8%
de su PIB) baje al 60% del PIB (138.103,8 millones), deben
esfumarse 190.484,2 millones. Para que la deuda portuguesa
(160.470 millones, el 93% del PIB) mengüe hasta el 60% del
PIB (103.527,6 millones), habría que desembolsar 56.942,4
millones.

La suma de las cantidades a devolver se elevaría
a 303.137,2 millones de euros.

Según Eurostat, la población en 2010 de
los 17 países del euro es de casi 331 millones de
personas. Si le restamos la población de las rescatadas
(4.467.854 irlandeses, 11.305.118 griegos y 10.637.713 lusos),
quedan unos 304,5 millones de europeos para repartirse los
303.137,2 millones de euros. Resultado de la división:
995,46 euros por cabeza.

"Los problemas relacionados con la deuda y la
financiación vuelven a aflorar con virulencia cuatro
años después del estallido de la crisis. Italia,
España, Portugal, Francia, Reino Unido… la
práctica totalidad de países se ha visto obligado a
volver a aplicar dolorosos recortes. La debilidad
económica de los países de la zona euro no se
está traduciendo en una caída de precios, lo que
puede mermar aún más el consumo de los
hogares"…
Una Europa asfixiada recurre a la tijera para
escapar de la crisis (Cinco Días –
13/8/11)

España

El Gobierno celebrará el 19 de agosto (2011) un
decisivo Consejo de Ministros extraordinario en el que se
aprobarán nuevas medidas de calado para reducir el
déficit de una economía a la que solo la
intervención del Banco Central Europeo el pasado domingo
ha aliviado su ahogo. El ministro de la Presidencia, Ramón
Jáuregui, explicó recientemente que en tanto en
esta reunión como en el otro Consejo extraordinario, siete
días más tarde, "probablemente" se incluya un
decreto ley que contemple la reforma del sistema del gasto
farmacéutico, así como una modificación en
el Impuesto de Sociedades, que ya adelantó la
vicepresidente del Gobierno, Elena Salgado, el pasado domingo.
Además, Jáuregui ha dicho que puede incorporarse
"alguna otra medida de carácter económico que pueda
tener carácter de decreto ley", entre ellas alguna
relacionada con el empleo. Todas estas medidas se suman a las que
el Gobierno ya ha venido aplicando desde mayo de 2010.

A medida que pasan los días se van conociendo
ejemplos de la asfixia económica que empieza a asaltar a
las administraciones públicas. El diario El País
explicó hoy que Defensa renegocia una deuda de 26.000
millones que no puede pagar. Para ello, pretende alargar cinco
años hasta 2030 el plazo para abonar tanques, aviones y
fragatas. El Ministerio necesita 2.500 millones al año
para atender sus compromisos. La Junta de Castilla-La Mancha, por
su parte, adeuda 125 millones que asegura no puede pagar a las
farmacias de la región, lo que ha llevado a éstas a
la huelga.

Italia

Italia, en todo caso, ha logrado suplantar a
España en el punto de mira de los mercados. Y así,
el otrora reticente primer ministro Silvio Berlusconi se ha visto
obligado ayer a presentar el viernes un draconiano plan de ajuste
que prevé ahorrar 45.000 millones de euros en dos
años con el fin de lograr el equilibrio presupuestario en
2013. Para ello, elevará los impuestos a las rentas
más altas y recortará los fondos a ayuntamientos y
regiones.

Este nuevo paquete se añade al ya aprobado en
julio que estima un ahorro de 79.000 millones. Entre las medidas
adoptadas, se encuentra una reducción de los fondos para
las administraciones locales y regionales de 9.500 millones en
dos años. Berlusconi también exigirá un
esfuerzo importante a sus ciudadanos, con una subida del IVA que
no fue precisada (en la actualidad se encuentra en el 20%), y
anunció la inminente aplicación del llamado
"impuesto solidario", que gravará las rentas más
altas. Este consistirá en un aumento del 5% en los
impuestos para quienes ganen más de 90.000 euros anuales,
y de un 10% para quienes superen los 150.000, con el que
prevé recaudar 8.000 millones. Además,
aumentará el tipo que grava las rentas de capital, excepto
los títulos del Estado, del 12,5% al 20%.

Portugal

Gobierno portugués, por su parte, anunció
ayer su decisión de adelantar para octubre la subida del
IVA a la luz y el gas que estaba prevista para 2012. La
decisión de elevar el impuesto del 6% al 23% supone una
recaudación suplementaria de 100 millones de euros y
ayudará el país a cumplir el objetivo de reducir su
déficit fiscal del 9,1% del PIB hasta el 5,9% a finales de
año. Las familias con menos recursos, sin embargo,
podrán beneficiarse de una "tarifa social" que
todavía no está detallada.

Francia

Estos planes se anticipan al que presentará el
Gobierno francés el día 24 de agosto. El
crecimiento del PIB de la segunda potencia de la zona euro se
estancó en el segundo trimestre. Y así, el
Ejecutivo de Nicolas Sarkozy, el mismo que el domingo felicitaba
a España e Italia por las medidas adoptadas, ha visto en
cuatro días cómo se ha convertido en el nuevo
objetivo de los mercados. Su déficit del 7% a finales de
2010 y una deuda de más del 80% sobre el PIB han
aparecido, casi de repente, como un serio problema para la zona
euro, a lo que hay que sumar el dato de crecimiento nulo en el
segundo trimestre conocido hoy. Los problemas se le amontonan a
Nicolás Sarkozy, que ha tenido que interrumpir sus
vacaciones para afrontar la situación y pedir a sus
responsables económicos y financieros nuevas medidas para
lograr alcanzar el objetivo de déficit: del 5,7% este
año y del 4,6% en 2012. Entre ellas se incluirá la
supresión de diversas exenciones fiscales. La
reducción de algunos beneficios fiscales ya se
aplicó en 2010 y con ella se logró recaudar 10.000
millones adicionales.

El "austericidio" de Europa (das Fräulein Angie y
los vigilantes de los bonos)

"La actitud de Europa de "quien algo quiere algo le
cuesta" puede exacerbar los problemas del bloque, asfixiando el
crecimiento que se necesita para conseguir el dinero para pagar
la deuda"…
La austeridad de Europa amenaza con matar al
paciente (El Economista – 14/12/11)

Desde Atenas a Dublín, y en casi todos los puntos
intermedios, los gobiernos están imponiendo recortes de
gastos y aumentos de impuestos para convencer a los inversores de
que son serios.

Así, la austeridad puede empujar al continente a
una recesión y a una espiral de lamentables perspectivas
de crecimiento que minarían los objetivos presupuestarios
y que incrementarían la carga de la deuda.

"La historia de la contracción fiscal expansiva
dice que si recortas, demuestras que eres serio y entonces el
hada de la confianza llegará y empezará a fomentar
la inversión privada", dijo Stephen Kinsella, profesor de
economía en la Universidad de Limerick. Pero esta historia
"es una mentira. No se recorta en el camino hacia el
crecimiento".

A medida que la crisis se extiende como la
pólvora a través del núcleo duro de la
eurozona, llevando los costes de los préstamos a niveles
insostenibles, los países dependen cada vez más de
contundentes recortes presupuestarios, en lugar de
difíciles reformas estructurales que llevan más
tiempo, para obtener resultados.

El resultado es un incremento de las colas del paro, de
negocios cerrados y servicios públicos
sobrecargados.

En las calles de Atenas y Dublín, la pobreza se
ha incrementado notablemente con más y más personas
sin hogar, acurrucadas en los portales. En España, se han
cerrado servicios de urgencias y en Italia, las tiendas
están luchando por salir adelante.

"El consumo ha estado bajando de forma bastante
sostenida desde el invierno de 2008. Normalmente, en una crisis,
comienza con la ropa de hombre y pasa a la ropa de mujer y de
niños. Esta vez, ha golpeado todos a la vez", dijo Attilio
Lebole, jefe de Textura, una mayorista media de ropa con sede en
Florencia. "La demanda está cayendo, no hay duda al
respecto. Sólo los extranjeros siguen
comprando".

A pesar de tener un déficit presupuestario
estimado para este año de un 3,8% del PIB, por debajo de
la media europea del 4%, Italia ha estado acumulando austeridad
desde el verano, destruyendo sus ya escasas perspectivas de
crecimiento y luego respondiendo con aún más
austeridad para compensar a un crecimiento más
débil.

Las sombrías perspectivas de crecimiento de
Italia y una incapacidad para aprobar reformas que promuevan el
crecimiento han sido las razones clave dadas por las agencias de
rating para degradar el país, no el deterioro del
déficit.

"Italia está pagando un precio muy alto por dar
credibilidad al esfuerzo de Alemania de una mayor disciplina
fiscal en la eurozona", dijo Nicolás Spiro, director de
Spiro Sovereign Strategy.

En los días previos al euro, la
devaluación de la divisa era la vía rápida
para volver a colocar en el camino adecuado a las
economías recalentadas. Lo que se necesita ahora es una
"devaluación interna" para conseguir bajar salarios y
precios nacionales. Pero si todo el mundo está recortando,
¿de dónde vendrá la demanda?

Se suponía que el crecimiento global era el
ingrediente secreto que mantenía a la economía
irlandesa funcionando mientras recortaba los ingresos familiares
-han bajado alrededor de un 16% hasta ahora y siguen cayendo-,
pero la propagación de las medidas de austeridad por toda
la zona euro ha mermado sus perspectivas de crecimiento y
obligado a Dublín a recortar aún
más.

Presentado como un modelo para otras naciones
endeudadas, la ironía es que la historia de la
recuperación de Irlanda parece que va estropearse a medida
que otros siguen su ejemplo.

En España, el nuevo Gobierno del Partido Popular
confía en que una reforma en el mercado de trabajo, que
desvincularía los salarios de la inflación,
así como medidas para ayuda a nuevos empresarios,
estimulará el crecimiento, a pesar de dolorosos
recortes.

Pero los analistas no están convencidos y dicen
que inevitables medidas de austeridad necesarias para cumplir
difíciles objetivos de déficit público en
2012 servirán para recortar aún más el
crecimiento.

Un sondeo de Reuters el 24 de noviembre (2011)
mostró que la economía no crecerá en
absoluto en 2012. Otros, como el de la Fundación de las
Cajas de Ahorro (FUNCAS), vaticinan un retroceso económico
para el país del 0,5% como consecuencia de las inminentes
medidas de austeridad.

Ángel Laborda, jefe de investigación de
FUNCAS, dijo que los objetivos de déficit eran tan duros
que en el corto plazo el gobierno no iba a tener espacio para
estimular la economía y crear empleo. "No hay margen
fiscal para hacerlo", afirmó.

Cómo será la cosa, para que hasta el FMI,
se oponga a la consolidación extrema

"Olivier Blanchard lo admite públicamente: la
situación en España e Italia no es buena. Sin
embargo, el economista jefe del Fondo Monetario Internacional
considera que los esfuerzos que están haciendo les
permitirán estabilizar la situación. Dicho esto, ha
señalado que los mercados son "esquizofrénicos" y
si Madrid o Roma necesitan dar más credibilidad a sus
reformas, pueden acudir al organismo para que haga una
supervisión externa"…
El FMI advierte de que
la austeridad extrema es contraproducente en España (El
País – 14/12/11)

Blanchard ha hecho estos comentarios en el marco de un
coloquio organizado por el Council in Foreign Relations en Nueva
York. A su lado estaba el economista jefe de Moody's, Nark Zandi,
y el profesor en economía y asuntos internacionales
Richard Clarida. El funcionario ha vuelto a repetir que la
consolidación fiscal, "una forma bonita de decir
austeridad", debería ser un proceso creíble a medio
plazo para "no matar el crecimiento".

"Esto es un maratón", ha precisado. Una
afirmación que hizo extensible a los casos de
España e Italia, al señalar que "pedirles una
consolidación extrema es contraproducente". Además,
ha insistido en el hecho de que la situación
española no es por un caso de "irresponsabilidad fiscal",
sino principalmente por el colapso de su mercado inmobiliario.
"Todo el mundo está de acuerdo en que debe haber ajuste,
pero no hay que ir muy rápido".

Este proceso en algunos países llevará
entre 10 y 20 años. Blanchard ha afirmado, por este
motivo, que se siente preocupado con "las posiciones extremas"
que adoptan algunos gobiernos en el debate sobre lo que debe
hacerse para contentar a los mercados, que ha señalado
quieren a la vez consolidación y crecimiento. Ese
equilibrio, ha reiterado, se conseguirá con
políticas que permitan a países como España
e Italia acudir al mercado y obtener préstamos a costes
razonables.

Zandi ha explicado que los modelos de su agencia de
calificación señalan que España puede
permitirse un tipo de interés de hasta el 6% en los bonos
a diez años, del 5% en el caso de Italia. Junto a los
planes de austeridad, los participantes en el coloquio
coincidieron al decir que el mercado necesita saber
también que el Banco Central Europeo actuará si es
necesario. Liquidez que se puede inyectar también en un
mix con el FMI.

Lo que se asume es que Europa está en una fase de
recesión "modesta", como ha indicado Clarida. Pero si
Europa no logra contener la crisis de la deuda soberana en el
corto plazo, Blanchard ha advertido de que será inevitable
que haga de lastre en la economía global. Y aunque se
logre poner la situación bajo control, ha anticipado que
el año que viene "no será bonito" en Europa por el
efecto del saneado de la banca y del ajuste fiscal en la
economía.

¿Quién debe marcar los "tiempos" de la
austeridad: los mercados, la lógica o la
justicia?

– Lo peor y lo mejor de la austeridad (Project Syndicate
15/12/11)

(Por Jean Pisani-Ferry) Lectura recomendada

Bruselas.- En junio, fue Grecia. En agosto, fueron
Francia, Italia, España y Portugal. En septiembre, fue
nuevamente Grecia -y España-. En noviembre, fue el turno
otra vez de Francia, antes de que le tocara a Italia una vez
más en diciembre, esta vuelta de manera contundente. Todos
los meses, a pesar de una perspectiva cada vez más oscura
para el crecimiento económico, los países anuncian
nuevos recortes de gastos y aumentos de impuestos con la
esperanza de restablecer la confianza en los mercados de bonos.
Sólo Alemania se destaca, al haber anunciado recientemente
un recorte impositivo, si bien es cierto que fue
modesto.

En otras palabras, mientras todos los indicadores
apuntan a una caída económica seria en Europa, los
diferenciales de tasas de interés actuales de la eurozona
están provocando un giro hacia la austeridad. Parece una
pavada: es preferible acelerar recortes del presupuesto que un
incremento letal de las tasas de interés sobre la deuda
pública, incluso si los recortes aumentan el riesgo de
recesión. Pero existen advertencias.

Primero, si bien una austeridad indiscriminada puede ser
la única opción para aquellos países de la
eurozona que ya no tienen acceso a los mercados de capital, otros
tienen más opciones en materia de políticas. La
consolidación es necesaria, pero los gobiernos son
responsables de su velocidad y su diseño.

Segundo, una estrategia fiscal sólida requiere
establecer, sobre la base de presunciones económicas
prudentes, un objetivo presupuestario ambicioso para el mediano
plazo, determinando qué combinación de impuestos y
recortes de gastos se necesita para lograrlo, y luego
ajustándose al plan a lo largo de todas las fluctuaciones
económicas. Esto permite que entren en juego los llamados
"estabilizadores automáticos" -menores ingresos en una
crisis, mayores ingresos en un momento de auge-, impidiendo que
la economía se recaliente en el pico del ciclo comercial y
ofreciendo estímulos cuando toca fondo.

Tercero, una consolidación precipitada no siempre
es la mejor manera de tranquilizar a los mercados, que pueden
preocuparse más por el crecimiento. Italia es un buen
ejemplo. El déficit presupuestario del país este
año, 4% del PBI, está muy por debajo del de
España y Francia. De hecho, no fue el déficit del
país el que finalmente llevó a los inversores a
rechazar los bonos italianos, sino más bien un
cóctel amenazador de deuda alta, crecimiento
desesperadamente bajo y parálisis política. En una
situación como ésta, abordar las cuestiones
periféricas del déficit, en el mejor de los casos,
es algo marginal. Los mercados exigen reformas que eleven las
tasas de crecimiento de manera durable y una estrategia de
consolidación fiscal que sea coherente con un mayor
crecimiento potencial.

Cuarto, el costo de una austeridad apresurada es que
generalmente se basa en correcciones inmediatas, como recortes
del gasto indiscriminados y subas de impuestos que, se espera,
generen ingresos en el corto plazo, pero que tienen un impacto
económicamente negativo. Una consolidación
inteligente, en cambio, debería minimizar el daño
económico a corto plazo y fomentar el crecimiento a
más largo plazo.

Los gobiernos saben esto muy bien. A fines de 2010, la
mayoría de los países de la eurozona estaban
esbozando recortes del gasto en sus programas de
consolidación al mismo tiempo que preservaban las
áreas más productivas, como la educación y
la infraestructura. Es más, planeaban ampliar la base
tributaria en lugar de aumentar las tasas.

Sin embargo, desde este verano (boreal), los gobiernos
hicieron todo lo contrario. En lugar de concentrarse en el
déficit, se centraron en medidas impositivas y, en su
mayoría, aumentaron las tasas existentes. Esta es una mala
señal para el crecimiento.

¿Qué deberían
estar haciendo en cambio? La consolidación fiscal es
inevitable, pero es un proceso a mediano plazo. En lugar de
apresurarse a implementar recortes, los gobiernos de la eurozona
antes deben restablecer su credibilidad a través de reglas
y políticas consagradas en sus legislaciones nacionales,
como decidieron recientemente los jefes de Estado y de Gobierno
europeos.

Segundo, deberían
diseñar e implementar consolidaciones inteligentes, aunque
su diseño y su implementación demanden un poco
más de tiempo. Esto implica encontrar el equilibrio
óptimo entre recortes del gasto y aumentos de impuestos, e
identificar las medidas menos perjudiciales en el mediano plazo.
Hacerlo llevará tiempo, ideas y una voluntad de
hierro.

(Jean Pisani-Ferry es director de Bruegel, un grupo de
expertos en economía internacional, profesor de
Economía en la Universidad Paris-Dauphine y miembro del
Consejo de Análisis Económico del primer ministro
francés. Copyright: Project Syndicate, 2011)

Los "recortes" han sido los protagonistas del año
2011 en la zona euro

El control del déficit y la reducción
de la deuda han sido los ejes que han marcado una política
económica en la que los ajustes se extendieron a todos los
países de la eurozona, con España, Italia y
Portugal a la cabeza"…
Apretarse el cinturón,
la receta de Europa para salir de la crisis (Cinco Días –
31/12/11)

La receta para aliviar la crisis de deuda ha sido
unánime: apretarse el cinturón. Y lejos de decir
adiós a esta corriente, lo que queda por venir será
más de lo mismo, a tenor de las últimas medidas
anunciadas en España y del resultado de la tan esperada
cumbre de Bruselas de diciembre 2011 para refundar el euro, donde
se apostó sin paños calientes por la austeridad y
la disciplina fiscal, aun a pesar del riesgo colectivo de
recaída en la recesión económica.

Si Grecia, Irlanda y Portugal eran a comienzos de 2011
los países en el ojo del huracán, pronto se sumaron
España e Italia, que por su tamaño y volumen de
deuda ponían en jaque al conjunto de la zona euro. La
presión se trasladó incluso a Francia, hasta el
mismo corazón de Europa, y desató una corriente de
reformas, centradas en el recorte de gasto, para contener el
ataque a la deuda pública.

Siguiendo la tesis de Angela Merkel, es decir, mano dura
y disciplina fiscal, la cita europea del 9 de diciembre de 2011
lo dejó claro: habrá sanciones para quienes no
cumplan con la regla de oro del equilibrio
presupuestario.

España. Recortes de 8.900 millones para un
déficit del 8%

El panorama que se presenta para España en los
próximos meses es cuanto menos desolador. Acosado por
cinco millones de parados y con la recesión a la vuelta de
la esquina, el nuevo Ejecutivo de Mariano Rajoy afronta el
objetivo de reducir el déficit hasta el 4,4% para 2012.
Pero conseguirlo no será una tarea fácil y
más tras conocerse el viernes que 2011 cerrará con
una previsión de déficit del 8%, casi dos puntos
más de lo estimado por el Gobierno anterior.

Los primeros pasos comenzaron a darse esta semana
después de que el Consejo de Ministros anunciara un
conjunto de recortes por valor de 8.900 millones de euros. Entre
las iniciativas más importantes se encuentra además
la subida del IRPF en las rentas del trabajo y del capital y del
impuesto sobre bienes inmuebles, que dará ingresos de
6.200 millones de euros…

Portugal. Privatizaciones para liquidar el agujero
presupuestario

"Emergencia nacional", esa es la expresión con la
que el primer ministro de Portugal, Pedro Passos Coelho,
definió el futuro de la economía lusa. Según
las previsiones de la Comisión Europea, en 2012 se espera
una contracción económica del 3% para el
país vecino. Las reformas puestas en marcha por
José Sócrates, que dimitió tras la
imposibilidad de sacar adelante su programa de ajustes de 80.000
millones de euros, y Coelho no han sido suficientes.

En noviembre de 2011 un nuevo problema volvió a
salir a flote y no ha hecho más que agravar la
situación: un agujero presupuestario de 3.000 millones de
euros. La consecuencia más inmediata fue un endurecimiento
del programa de reformas.

El aumento del copago sanitario, la subida del IVA hasta
el 23%, la eliminación de la paga extra a los funcionarios
que cobren más de 1.000 euros, el recorte del salario de
los empleados del sector público en un 5%, así como
el aumento de la jornada laboral en el sector privado y el
abaratamiento del despido son las últimas actuaciones del
Ejecutivo para intentar remediar la coyuntura…

Italia. Acosada por una deuda equivalente al 120% del
PIB

El 22 de diciembre de 2011 el Senado italiano dio luz
verde al plan de ajuste presentado por Mario Monti. Días
antes la Cámara de los Diputados había dicho
sí a un programa que pretende ahorrar 30.000 millones de
euros hasta 2014, 12.000 de ellos procederán de la
reducción del gasto público y 18.000 millones, de
la recaudación.

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