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El agua: un recurso que se agota.



Partes: 1, 2

  1. Resumen
  2. Introducción
  3. El
    agua en la Tierra
  4. Características del
    agua
  5. Agua
    dulce
  6. Importancia del agua para la
    vida
  7. Interacción Hidrosfera-sociedad a lo
    largo de la historia
  8. Contaminación del agua a nivel
    mundial
  9. Problemática global del
    agua
  10. Estadísticas clave
  11. Agua
    potable
  12. Conclusiones
  13. Recomendaciones
  14. Bibliografía
  15. Anexos

Resumen

En el presente trabajo se aborda el tema del agua en sus
más diversas facetas como: su origen en el universo y en
la tierra, distribución en el sistema solar, su
composición química, sus características
físicas y químicas fundamentales, su
distribución en la tierra.

Además se tratará el ciclo del agua en la
tierra, su importancia para la vida en general y para el hombre
en particular.

Se abordará la problemática de la
contaminación del agua a nivel mundial, sus causas y
algunas de las medidas más generales que se aplican a
nivel mundial y nacional para el cuidado y preservación de
los recursos hídricos en sus diferentes
manifestaciones.

Se exponen algunas de las medidas que se deben poner en
práctica para el ahorro y uso racional del agua dulce en
general y del agua potable en particular.

Se realiza una breve reseña sobre las causas
fundamentales que atentan contra el uso eficiente del agua
potable y de las medidas que se recomiendan para su ahorro y
poder disfrutar mejor de este preciado líquido.

Introducción

La palabra agua proviene
del latín aqua, es una sustancia
cuya molécula está formada por
dos átomos de Hidrógeno y uno
de Oxígeno (H2O). Es esencial para la
supervivencia de todas las formas conocidas de vida. En el
uso más común, es cuando está en
estado líquido, pero la misma puede hallarse
también sólida, conocida como hielo, y en
forma gaseosa que se llama Vapor.

Fue Henry Cavendish quien descubrió en
1781 que el agua es una sustancia compuesta y no un elemento,
como se pensaba desde la Antigüedad. Los resultados de dicho
descubrimiento fueron desarrollados por Antoine Laurent de
Lavoisier dando a conocer que el agua estaba formada por
oxígeno e hidrógeno. En 1804, el químico
francés Joseph Louis Gay-Lussac y el naturalista y
geógrafo alemán Alexander von Humboldt demostraron
que el agua estaba formada por dos volúmenes de
hidrógeno por cada volumen de oxígeno
(H2O).

El agua puede disolver muchas sustancias,
dándoles diferentes sabores y olores. Como consecuencia de
su papel imprescindible para la vida, el ser humano
-entre otros muchos animales– ha desarrollado sentidos capaces de
evaluar la potabilidad del agua, que evitan el consumo de agua
salada o putrefacta. Los humanos también suelen preferir
el consumo de agua fría a la que está tibia, puesto
que el agua fría es menos propensa a contener microbios.
El sabor perceptible en el agua de deshielo y el agua mineral se
deriva de los minerales disueltos en ella; de hecho el agua pura
es insípida. Para regular el consumo humano, se calcula la
pureza del agua en función de la presencia de toxinas,
agentes contaminantes y microorganismos.

Es el más importante de los recursos naturales
renovables. El ser humano y los animales están compuestos
de un 80% de este liquido y las verduras contienen entre el
80-97%. El globo terráqueo está cubierto de agua en
un 80% y la cantidad total de lluvia que recibe equivale a un
río cuyo caudal sería de unos 10 millones de metros
cúbicos por segundo.

El agua es el elemento que transporta las sustancias
nutritivas y aunque disuelve muchas sustancias, no reacciona
químicamente con ellas, por lo cual transporta
también sales y gases sin que estos experimenten
transformación alguna.

Si repartiéramos la existencia de aguas entre los
habitantes de la tierra, a cada uno le correspondería el
equivalente a unos 300 millones de metros cúbicos. El
problema es que el 97% de esta agua disponible es salada, y de la
restante, el 95% permanece en estado sólido, es decir, en
forma de hielo.

1.1 El agua en el Universo

La mayoría del agua que existe en el universo
puede haber surgido como derivado de la formación de una
estrella. El nacimiento de las estrellas suele causar un fuerte
flujo de gases y polvo cósmico. Cuando este material
colisiona con el gas de las zonas exteriores, las ondas de choque
producidas comprimen y calientan el gas. Se piensa que el agua es
producida en este gas cálido y denso. Se ha detectado agua
en nubes interestelares dentro de nuestra galaxia, la Vía
Láctea. Estas nubes interestelares pueden condensarse
eventualmente en forma de una nebulosa solar. Además, se
piensa que el agua puede ser abundante en otras galaxias, dado
que sus componentes (hidrógeno y oxígeno)
están entre los más comunes del
universo.

1.1.1 Se ha detectado vapor de agua
en:

  • Mercurio – Un 3,4% de su atmósfera contiene
    agua, y grandes cantidades en la exosfera.[22]

  • Venus – 0.002% en la atmósfera

  • Tierra – cantidades reducidas en la atmósfera
    (sujeto a variaciones climáticas)

  • Marte – 0.03% en la atmósfera

  • Júpiter – 0.0004% en la
    atmósfera

  • Saturno – sólo en forma de
    indlandsis

  • Encélado (luna de Saturno) – 91% de su
    atmósfera

  • Exoplanetas conocidos, como el HD 189733 b y HD
    209458 b.

1.1.2 El agua y la zona habitable

Zona habitable en el Sistema Solar donde el sol genera
unas condiciones de presión y temperatura que permite la
existencia de agua en sus tres estados (marcada en azul).
Interpolación de la zona habitable en otros sistemas
planetarios con soles de diferentes tamaños.

La existencia de agua en estado líquido -en menor
medida en sus formas de hielo o vapor- sobre la Tierra es vital
para la existencia de la vida tal como la conocemos. La Tierra
está situada en un área del sistema solar que
reúne condiciones muy específicas, pero si
estuviésemos un poco más cerca del Sol -un 5%, o
sea 8 millones de kilómetros- ya bastaría para
dificultar enormemente la existencia de los tres estados de agua
conocidos.[27] La masa de la Tierra genera una fuerza de gravedad
que impide que los gases de la atmósfera se dispersen. El
vapor de agua y el dióxido de carbono se combinan,
causando lo que ha dado en llamarse el efecto invernadero. Aunque
se suele atribuir a este término connotaciones negativas,
el efecto invernadero es el que mantiene la estabilidad de las
temperaturas, actuando como una capa protectora de la vida en el
planeta. Si la Tierra fuese más pequeña, la menor
gravedad ejercida sobre la atmósfera haría que
ésta fuese más delgada, lo que redundaría en
temperaturas extremas, evitando la acumulación de agua
excepto en los casquetes polares (tal como ocurre en Marte).
Algunos teóricos han sugerido que la misma vida, actuando
como un macroorganismo, mantiene las condiciones que permiten su
existencia. La temperatura superficial de la tierra ha estado en
relativamente constante variación a través de las
eras geológicas, a pesar de los cambiantes niveles de
radiación solar. Este hecho ha motivado que algunos
investigadores crean que el planeta está termorregulado
mediante la combinación de gases del efecto invernadero y
el albedo atmosférico y superficial. Esta
hipótesis, conocida como la teoría de Gaia, no es
sin embargo la posición más adoptada entre la
comunidad científica. El estado del agua también
depende de la gravedad de un planeta. Si un planeta es lo
bastante grande, el agua que exista sobre él
permanecería en estado sólido incluso a altas
temperaturas, dada la elevada presión causada por la
gravedad.

El agua en la
Tierra

Se cree que una gran parte del agua que existe
actualmente en la tierra proviene del agua contenida en la
materia protoplanetaria de la cual se formó nuestro
planeta, el cual al solidificarse, calentarse, entrar en
actividad y producirse la erupción volcánica,
provocó la salida de vapores y gases volátiles y
ligeros del manto y corteza. Algunos eran atrapados por la
gravedad de la Tierra y formaron la atmósfera primitiva,
mientras que el vapor de agua condensado formó los
primeros océanos del mundo. El resto del agua proviene de
la contenida en los cometas y meteoritos que durante millones de
años han golpeado al planeta.

1.2.1 Distribución de las aguas
terrestres

Contrariamente a lo que pueda suponerse, el agua es un
recurso limitado, finito. Existe una cantidad relativamente fija
en el planeta, que se estima en unos1 400 millones de km3. Pero
la mayor parte de ella, 97,2% es agua salada, de muy escasa
utilidad para el consumo humano. Hay 2,15% más que se
encuentra en los glaciares y los casquetes de hielo. El resto, y
no mucho, es agua dulce superficial y subterránea, pero la
primera solamente representa unos 136 000 km3, menos de 0,7% de
todas las aguas dulces, en los ríos, los lagos, el suelo,
los pantanos, la atmósfera y los seres vivos. De hecho,
99% de toda el agua existente en la tierra se encuentra congelada
o en los océanos. Como el volumen de agua dulce no se
puede aumentar, cada vez más personas dependen de ese
suministro fijo y cada vez es mayor el volumen de agua dulce
contaminada.

Se estima que aproximadamente el 70% del agua dulce se
consume en la Agricultura. El agua en la industria absorbe
una media del 20% del consumo mundial, empleándose como
medio en la refrigeración, el transporte y como disolvente
de una gran variedad de sustancias químicas. El consumo
doméstico absorbe del orden del 10% restante.

1.2.2 Fuente principal de agua

La fuente principal de agua es el mar. Allí se
evapora con el calor del sol y cae más tarde a la tierra
en forma de lluvia. Una vez que el agua se precipita puede volver
evaporarse y caer. Este proceso se llama ciclo
hidrológico.

1.2.3 Ciclo hidrológico

El ciclo hidrológico representa el movimiento del
agua terrestre. El mismo enseña cómo el agua se
recicla continuamente debido a la evaporación provocada
por el Sol. Cada año la energía solar convierte 500
000 km3 de agua en vapor, el que, más tarde vuelve a la
superficie terrestre en forma de lluvia o nieve.

Sin embargo, no regresa a esta en la misma
proporción en que se ha evaporado. Comenzando por la
evaporación del agua de los océanos, lagos y
ríos, el vapor resultante es transportado por el aire en
movimiento. Bajo determinadas condiciones, éste se
condensa formando nubes las que, a su vez, pueden causar
precipitaciones. Al caer estas sobre la superficie de la Tierra
ocurren tres procesos importantes:

Evapotranspiración: un elevado volumen
de la precipitación es retenida temporalmente por el suelo
y la vegetación, muy próximo al lugar de
caída, y es devuelta a la atmósfera mediante
procesos aislados o combinados de evaporación desde el
suelo o por transpiración de las plantas.

Escurrimiento superficial: el agua discurre por
la superficie de la Tierra y puede llegara los cauces de
ríos, arroyos o lagos y hasta el mar. Una parte de estas
aguas se evapora y regresa a la atmósfera.

Infiltración: las aguas de lluvia o de
escurrimiento superficial alcanzan mayor profundidad de
penetración en el subsuelo, lo que incrementa las reservas
de aguas subterráneas. Estas aguas pueden descargar al mar
o a los ríos y de ahí retornar parcialmente a la
atmósfera. Tal distribución desigual de las
precipitaciones provoca que la disponibilidad del recurso agua
sea también diferente.

La energía del sol calienta la tierra, generando
corrientes de aire que hacen que el agua se evapore, ascienda por
el aire y se condense en altas altitudes, para luego caer en
forma de lluvia. La mayor parte del vapor de agua que se
desprende de los océanos vuelve a los mismos, pero el
viento desplaza masas de vapor hacia la tierra firme, en la misma
proporción en que el agua se precipita de nuevo desde la
tierra hacia los mares (unos 45.000 km³ anuales). Ya en
tierra firme, la evaporación de cuerpos acuáticos y
la transpiración de seres vivos contribuye a incrementar
el total de vapor de agua en otros 74.000 km³ anuales. Las
precipitaciones sobre tierra firme -con un valor medio de 119.000
km³ anuales- pueden volver a la superficie en forma de
líquido -como lluvia-, sólido -nieve o granizo-, o
de gas, formando nieblas o brumas.

1.2.4 Fase terrestre del ciclo
hidrológico

Se conoce que precipita más agua sobre la tierra
(unos 40 000 km3) de la que se evapora o evapotranspira hacia la
atmósfera, lo que origina las aguas superficiales
(ríos, arroyos, lagos), las aguas subterráneas, y
todo culmina en el mar. De las aguas subterráneas se
abastecen, aproximadamente la tercera parte de la
población mundial y es la única fuente de agua
potable para los habitantes rurales en muchas partes del
mundo.

Las aguas terrestres se destinan a garantizar las
necesidades del desarrollo social, pero estas deben estar
disponibles en el momento preciso, en la cantidad adecuada, y con
la calidad necesaria, para satisfacer las necesidades humanas.
Cuando tales condiciones no se cumplen aparecen conflictos de uso
y manejo. En estos casos, el hombre ha construido presas,
desviado ríos, perforado pozos, desecado terrenos e
inundado otros, con el fin de garantizar su demanda de
agua.

1.2.5 Estrés hídrico

El rápido crecimiento de la población,
combinado con la industrialización, la
urbanización, la intensificación de cultivos
agrícolas y estilos de vida que provocan un alto consumo
de agua, están dando como resultado una crisis mundial de
abastecimiento. El 20% de la población actual carece de
agua potable mientras que la mitad de los habitantes del planeta,
unos 3 000 millones de personas, no pueden acceder a un buen
sistema de saneamiento. El consumo mundial de agua dulce se
multiplicó por seis entre 1900 y 1995, de manera que
aumentó a una tasa mayor que el doble del crecimiento de
la población, a razón de 100 millones de metros
cúbicos por año desde 1940.

El llamado estrés hídrico, que se define
como el consumo que supera 10% del agua dulce renovable, ya
afecta a la tercera parte de la población mundial. De
continuar el ritmo actual, dos de cada tres personas, en los
próximos 25 años, tendrán dificultades para
proveerse de agua en cantidad y calidad suficientes. Es muy
posible que la disminución de los recursos mundiales de
agua dulce, en términos de cantidad y calidad, pase a ser
el problema dominante durante el siglo XXI.

Desarrollo

Características del
agua

El agua se puede presentar en tres estados siendo de las
pocas sustancias que pueden encontrarse en sus tres estados de
forma natural. El agua adopta formas muy distintas sobre la
tierra: como vapor de agua, conformando nubes en el aire; como
agua marina, eventualmente en forma de iceberg en los
océanos; en glaciares y ríos en las
montañas, y en los acuíferos subterráneos su
forma líquida.

Estas gotas se forman por la elevada tensión
superficial del agua.

  • Según su estado
    físico
    :

  • Hielo (estado sólido)

  • Agua (estado líquido)

  • Vapor (estado gaseoso)

  • Según su posición en el ciclo del
    agua
    :

  • Hidrometeoro

  • Precipitación (ver anexo 1)

  • partículas en suspensión

  • nubes

  • niebla

  • bruma

  • partículas en ascenso (impulsadas por el
    viento)

  • ventisca

  • nieve revuelta

  • según su circunstancia

  • agua subterránea

  • agua de deshielo

  • agua meteórica

  • agua inherente – la que forma parte de una
    roca

  • agua fósil

  • agua dulce

  • agua superficial

  • agua mineral – rica en minerales

  • Agua salobre ligeramente salada

  • agua muerta – extraño fenómeno que
    ocurre cuando una masa de agua dulce o ligeramente salada
    circula sobre una masa de agua más salada,
    mezclándose ligeramente. Son peligrosas para la
    navegación.

  • agua de mar

  • salmuera – de elevado contenido en sales,
    especialmente cloruro de sodio.

  • según sus usos

  • agua entubada

  • agua embotellada

  • agua potable – la apropiada para el consumo humano,
    contiene un valor equilibrado de minerales que no son
    dañinos para la salud.

  • agua purificada – corregida en laboratorio o
    enriquecida con algún agente – Son aguas que han sido
    tratadas para usos específicos en la ciencia o la
    ingeniería. Lo habitual son tres tipos:

  • agua destilada

  • agua de doble destilación

  • agua desionizada

  • atendiendo a otras propiedades

  • agua blanda – pobre en minerales

  • agua dura – de origen subterráneo, contiene
    un elevado valor mineral

  • agua de cristalización – es la que se
    encuentra dentro de las redes cristalinas .

  • hidratos – agua impregnada en otras sustancias
    químicas

  • agua pesada – es un agua elaborada con átomos
    pesados de hidrógeno-deuterio. En estado natural,
    forma parte del agua normal en una concentración muy
    reducida. Se ha utilizado para la construcción de
    dispositivos nucleares, como reactores.

  • agua de tritio

  • agua negra

  • aguas grises

  • agua disfórica

  • según la
    microbiología

  • agua potable

  • agua residual

  • agua lluvia o agua de superficie

  • El agua es también protagonista de numerosos
    ritos religiosos. Se sabe de infinidad de ceremonias ligadas
    al agua. El cristianismo, por ejemplo, ha atribuido
    tradicionalmente ciertas características al agua
    bendita. Existen también otros tipos de agua que
    después de cierto proceso adquieren supuestas
    propiedades, como el agua vitalizada.

2.1.1 Propiedades
fisicoquímicas

  • El agua es insípida e inodora en condiciones
    normales de presión y temperatura. El color del agua
    varía según su estado: como líquido,
    puede parecer incolora en pequeñas cantidades, aunque
    en el espectrógrafo se prueba que tiene un ligero tono
    azul verdoso. El hielo también tiende al azul y en
    estado gaseoso (vapor de agua) es incolora.

  • El agua bloquea sólo ligeramente la
    radiación solar UV fuerte, permitiendo que las plantas
    acuáticas absorban su energía.

  • Ya que el oxígeno tiene una
    electronegatividad superior a la del hidrógeno,
    el agua es una molécula polar. El oxígeno tiene
    una ligera carga negativa, mientras que los átomos de
    hidrógenos tienen una carga ligeramente positiva del
    que resulta un fuerte momento bipolar eléctrico. La
    interacción entre los diferentes dipolos
    eléctricos de una molécula causa una
    atracción en red que explica el elevado índice
    de tensión superficial del agua.

  • La fuerza de interacción de la tensión
    superficial del agua es la fuerza de Van der Waals entre
    moléculas de agua. La aparente elasticidad causada por
    la tensión superficial explica la formación de
    ondas capilares. A presión constante, el índice
    de tensión superficial del agua disminuye al aumentar
    su temperatura. También tiene un alto valor adhesivo
    gracias a su naturaleza polar.

  • La capilaridad se refiere a la tendencia del agua de
    moverse por un tubo estrecho en contra de la fuerza de la
    gravedad. Esta propiedad es aprovechada por todas las plantas
    vasculares, como los árboles.

  • Otra fuerza muy importante que refuerza la
    unión entre moléculas de agua es el enlace por
    puente de hidrógeno.

  • El punto de ebullición del agua (y de
    cualquier otro líquido) está directamente
    relacionado con la presión atmosférica. Por
    ejemplo, en la cima del Everest, el agua hierve a unos
    68º C, mientras que al nivel del mar este valor sube
    hasta 100º. Del mismo modo, el agua cercana a fuentes
    geotérmicas puede alcanzar temperaturas de cientos de
    grados centígrados y seguir siendo líquida. Su
    temperatura crítica es de 373.85 °C (647,14º
    K), su valor específico de fusión es de 0,334
    kJ/g y su índice específico de
    vaporización es de 2,23kJ/g.

  • El agua es un disolvente muy potente, al que se ha
    catalogado como el disolvente universal, y afecta a muchos
    tipos de sustancias distintas. Las sustancias que se mezclan
    y se disuelven bien en agua -como las sales, azúcares,
    ácidos, álcalis, y algunos gases (como el
    oxígeno o el dióxido de carbono, mediante
    carbonación )- son llamadas hidrófilas,
    mientras que las que no combinan bien con el agua -como
    lípidos y grasas– se denominan sustancias
    hidrofóbicas. Todos los componentes principales de las
    células de proteínas, ADN y
    polisacáridos se disuelven en agua. Puede formar un
    azeótropo con muchos otros disolventes.

  • El agua es miscible con muchos líquidos, como
    el Etanol, y en cualquier proporción, formando un
    líquido homogéneo. Por otra parte, los aceites
    son inmiscibles con el agua, y forman capas de variable
    densidad sobre la superficie del agua. Como cualquier gas, el
    vapor de agua es miscible completamente con el
    aire.

  • El agua pura tiene una conductividad
    eléctrica relativamente baja, pero ese valor se
    incrementa significativamente con la disolución de una
    pequeña cantidad de material iónico, como el
    cloruro de sodio.

  • El agua tiene el segundo índice más
    alto de capacidad calorífica específica
    -sólo por detrás del amoníaco-
    así como una elevada entalpía de
    vaporización (40.65 kJ mol-1); ambos factores se deben
    al enlace de hidrógeno entre moléculas. Estas
    dos inusuales propiedades son las que hacen que el agua
    "modere" las temperaturas terrestres, reconduciendo grandes
    variaciones de energía.

  • La Densidad del agua líquida es muy estable y
    varía poco con los cambios de temperatura y
    presión. A la presión normal (1
    atmósfera), el agua líquida tiene una
    mínima densidad (0,958 kg/l) a los 100 °C. Al
    bajar la temperatura, aumenta la densidad (por ejemplo, a 90
    °C tiene 0,965 kg/l) y ese aumento es constante hasta
    llegar a los 3,8 °C donde alcanza una densidad de 1
    kg/litro. Esa temperatura (3,8 °C) representa un punto de
    inflexión y es cuando alcanza su máxima
    densidad (a la presión mencionada). A partir de ese
    punto, al bajar la temperatura, la densidad comienza a
    disminuir, aunque muy lentamente (casi nada en la
    práctica), hasta que a los 0° disminuye hasta
    0,9999 kg/litro. Cuando pasa al estado sólido (a 0
    °C), ocurre una brusca disminución de la densidad
    pasando de 0,9999 kg/l a 0,917 kg/l.

  • El agua puede descomponerse en partículas
    de Hidrógeno y Oxígeno mediante
    electrólisis.

  • Como un óxido de hidrógeno, el agua se
    forma cuando el hidrógeno -o un compuesto conteniendo
    hidrógeno- se quema o reacciona con oxígeno -o
    un compuesto de oxígeno-. El agua no es combustible,
    puesto que es un producto residual de la combustión
    del hidrógeno. La energía requerida para
    separar el agua en sus dos componentes mediante
    electrólisis es superior a la energía
    desprendida por la recombinación de hidrógeno y
    oxígeno. Esto hace que el agua, en contra de lo que
    sostienen algunos rumores, no sea una fuente de
    energía eficaz.

  • Los elementos que tienen mayor electropositividad
    que el hidrógeno -como el litio, el sodio, el calcio,
    el potasio y el cesio- desplazan el hidrógeno del
    agua, formando hidróxidos. Dada su naturaleza de gas
    inflamable, el hidrógeno liberado es peligroso y la
    reacción del agua combinada con los más
    electropositivos de estos elementos es una violenta
    explosión.

Agua
dulce

. El agua dulce es agua que contiene
cantidades mínimas de sales disueltas,
distinguiéndose así del agua de mar o
agua salobre. Toda agua dulce procede en origen de la
precipitación de vapor de
agua atmosférico que, o bien llega directamente a los
lagos, los ríos y las aguas subterráneas, o bien lo
hace por el derretimiento de la nieve o
del hielo.

3.1 El agua dulce en la naturaleza

El agua dulce en la naturaleza se renueva gracias a la
atmósfera que dispone de 12.900 km de vapor de agua. Sin
embargo se trata de un volumen dinámico que constantemente
se está incrementando en forma de evaporación y
disminuyendo en forma de precipitaciones, estimándose el
volumen anual en forma de precipitación o agua de lluvia
entre 113.500 y 120.000 km en el mundo. Estos volúmenes
suponen la parte clave de la renovación de los recursos
naturales de agua dulce. En los países de clima templado y
frío la precipitación en forma de nieve supone una
parte importante del total.

El 68,7% del agua dulce existente en el mundo
está en los glaciares y mantos de hielo. Sin embargo, en
general, no se consideran recursos hídricos por ser
inaccesibles (Antártida, Ártico y Groenlandia). En
cambio los glaciares continentales son básicos en los
recursos hídricos de muchos países

.Las aguas superficiales engloban los lagos, embalses,
ríos y humedales suponiendo solamente el 0,3% del agua
dulce del planeta, sin embargo representan el 80% de las
aguas dulces renovables anualmente de allí su
importancia.

También el agua subterránea dulce
almacenada, que representa el 96% del agua dulce no congelada de
la Tierra, supone un importante recurso. Según Morris los
sistemas de aguas subterráneas empleados en abastecimiento
de poblaciones suponen entre un 25 y un 40% del agua potable
total abastecida. Así la mitad de las grandes
megalópolis del mundo dependen de ellas para su consumo.
En las zonas donde no se dispone de otra fuente de abastecimiento
representa una forma de abastecimiento de calidad a bajo
coste.

La mayor fuente de agua dulce del mundo adecuada para su
consumo es el Lago Baikal, de Siberia, que tiene un índice
muy reducido en sal y calcio y aún no está
contaminado.

Importancia del
agua para la vida

Desde el punto de vista de la Biología, el
agua es un elemento crítico para la proliferación
de la vida. El agua desempeña este papel permitiendo a los
compuestos orgánicos diversas reacciones que, en
último término, posibilitan la replicación
de ADN.

De un modo u otro, todas las formas de vida conocidas
dependen del agua. Las propiedades la convierten en un activo
agente, esencial en muchos de los procesos metabólicos que
los seres vivos realizan. Desde esta perspectiva
metabólica, podemos distinguir dos tipos de funciones del
agua: anabólicamente, la extracción de agua de
moléculas -mediante reacciones químicas
enzimáticas que consumen energía- permite el
crecimiento de moléculas mayores, como los
triglicéridos o las proteínas; en cuanto al
catabolismo, el agua actúa como un disolvente de los
enlaces entre átomos, reduciendo el tamaño de las
moléculas (como glucosas, ácidos grasos y
aminoácidos), suministrando energía en el
proceso.

El agua es por tanto un medio irremplazable a nivel
molecular para numerosos organismos vivos. Estos procesos
metabólicos no podrían realizarse en un entorno sin
agua, por lo que algunos científicos se han planteado la
hipótesis de qué tipo de mecanismos
-absorción de gas, asimilación de minerales-
podrían mantener la vida sobre el planeta.

Es un compuesto esencial para
la Fotosíntesis y la respiración. Las
células fotosintéticas utilizan la energía
del Sol para dividir el Oxígeno y el
hidrógeno presentes en la molécula de agua. El
hidrógeno es combinado entonces con CO2 (absorbido del
aire o del agua) para formar glucosa, liberando oxígeno en
el proceso. Todas las células vivas utilizan algún
tipo de "combustible" en el proceso de oxidación del
hidrógeno y carbono para capturar la energía solar
y procesar el agua y el CO2. Este proceso se denomina
respiración celular.

4.1 Necesidad de agua para el cuerpo
humano

El cuerpo humano está compuesto de entre un 55% y
un 78% de agua, dependiendo de sus medidas y complexión.
Para evitar desórdenes, el cuerpo necesita alrededor de
siete litros diarios de agua; la cantidad exacta variará
en función del nivel de actividad, la temperatura, la
humedad y otros factores. La mayor parte de esta agua se absorbe
con la comida o bebidas -no estrictamente agua-.

No se ha determinado la cantidad exacta de agua que debe
tomar un individuo sano, aunque una mayoría de expertos
considera que unos 6-7 vasos de agua diarios (aproximadamente dos
litros) es el mínimo necesario para mantener una adecuada
hidratación.

La literatura médica defiende un menor consumo,
típicamente un litro de agua diario para un individuo
varón adulto, excluyendo otros requerimientos posibles
debidos a la pérdida de líquidos causada por altas
temperaturas o ejercicio físico. Una persona con los
riñones en buen estado tendrá dificultades para
beber demasiado agua, pero -especialmente en climas
cálidos y húmedos, o durante el ejercicio- beber
poco también puede ser peligroso.

El cuerpo humano es capaz de beber mucha más agua
de la que necesita cuando se ejercita, llegando incluso a ponerse
en peligro por hiperhidratación, o intoxicación de
agua. El hecho comúnmente aceptado de que un individuo
adulto debe consumir ocho vasos diarios de agua no tiene
ningún fundamento científico. Hay otros mitos sobre
la relación entre agua y salud que poco a poco van siendo
olvidadas.

Una recomendación sobre consumo de agua de la
Plataforma de Alimentación y Nutrición
señalaba:

  • Una cantidad ordinaria para distintas personas es de
    un 1 mililitro de agua por cada caloría de comida. La
    mayor parte de esta cantidad ya está contenida en los
    alimentos preparados.

  • La última referencia ofrecida por este mismo
    organismo habla de 2.7 litros de agua diarios para una mujer
    y 3.7 litros para un hombre, incluyendo el consumo de agua a
    través de los alimentos. Naturalmente, durante el
    embarazo y la lactancia la mujer debe consumir
    más agua para mantenerse hidratada. Según el
    Instituto de Medicina -que recomienda una media de 2.2
    litros/día para una mujer, y 3.0 litros/día
    para un varón- una mujer embarazada debe consumir 2.4
    litros, y hasta 3 litros durante la lactancia, considerada la
    gran cantidad de líquido que se pierde durante la
    cría.

  • También se señala que normalmente,
    alrededor de un 20% del agua se absorbe con la comida,
    mientras el resto se adquiere mediante el consumo de agua y
    otras bebidas. El agua se expulsa del cuerpo de muy diversas
    formas: a través de la orina, las heces, en forma de
    sudor, o en forma de vapor de agua, por exhalación del
    aliento. Una persona enferma, o expuesta directamente a
    fuentes de calor, perderá mucho más
    líquido, por lo que sus necesidades de consumo
    también aumentarán.

Interacción Hidrosfera-sociedad a lo
largo de la historia

La hidrosfera como esfera líquida del planeta
está en constante interacción con las restantes
esferas de este, lo que se manifiesta de manera marcada con el
siguiente ejemplo: el agua presente en la superficie terrestre es
evaporada por la influencia, entre otros factores de la
radiación terrestre, así pasa a la atmósfera
en forma de vapor la que posteriormente la devuelve en forma de
precipitaciones, las cuales provocan la erosión y
contribuyen a darle forma al relieve terrestre y se incorporan a
los ríos, los lagos, los pantanos y otras formas de
existencia de estas en el planeta, a su vez , la cede de nuevo a
los océanos lo que demuestra la integridad de esa
relación.

A la hidrosfera y a la sociedad les ocurre lo mismo: el
agua es el elemento responsable principal de la vida de todos los
seres vivos, ha permitido el desarrollo social en las diferentes
regiones del mundo desde sus inicios hasta la
actualidad.

Las antiguas civilizaciones del mundo lograron su
desarrollo junto a grandes ríos, como las civilizaciones
orientales en los ríos Indo y Ganges o en las costas
asiáticas, debido a los beneficios que reporta el agua
como recurso natural.

Las vías marítimas y fluviales para
establecer el comercio y las comunicaciones, el consumo de agua
por habitantes del planeta y las actividades que lograron
desarrollar sus economías fueron resultados en gran medida
por la utilización de este preciado
líquido.

5.1 Utilización del agua como recurso
natural

El ser humano mantiene una relación muy especial
con el agua. Este preciado líquido dista mucho de ser solo
una materia prima, como es el petróleo, es un
líquido de primera necesidad, indispensable para la vida y
la economía en el planeta Tierra. De ello deduce que su
aprovechamiento racional es lo que garantizará su
existencia con calidad. Existen múltiples usos que el
hombre le da al agua, como son los destinados al consumo humano,
desde la que bebemos hasta la que utilizamos en diferentes
actividades domésticas y la que se consume en la industria
en sus variados procesos, también el empleo en la
agricultura para la irrigación de los cultivos, su
utilización como vía y medio de
comunicación, la producción de energía y la
cría de peces, entre otros.

Uno de los aspectos más importantes de los
recursos hídricos es precisamente cómo contribuir a
protegerlos. Ante todo e necesario evitar que se produzcan
derrames de petróleo en los mares, que ocasionan las
llamadas marea negras las cuales atentan contra la valiosa fuente
de alimentación, donde están entre otros, los peces
y variadas especies marinas de gran utilidad para la sociedad. Un
desarrollo económico donde las industrias no viertan
desechos contaminantes a las agua, ayudaría a mantener el
necesario equilibrio ecológico que demanda el planeta y
contribuiría sin duda al desarrollo sostenible de los
países.

Utilizar el agua como fuente de energía en los
ríos y embalses o aprovechar la energía que nos
brindan los mares y la fuerza de las aguas de los ríos y
lagos, son alternativas en la producción de electricidad
que no provocan contaminación al medio ambiente, las que
pueden ser comparadas con la que se obtiene de la energía
de la fuerza del viento, ambas constituyen recursos de la
naturaleza que utilizados racionalmente contribuyen al desarrollo
de los pueblos.

El desarrollo de las actividades que realiza el hombre
debe estar dirigido a la satisfacción de sus necesidades,
lo que permite la elevación sistémica de la calidad
de vida de la sociedad. Conocer los recursos naturales entre
ellos el agua que es más vital, saber los efectos
negativos que pueden producirse con una actitud irresponsable y
por consiguiente actuar correctamente para que no se produzcan,
es mantener el medio ambiente sano y lograr que las generaciones
presentes y futuras puedan interactuar con el medio ambiente sin
afectar su equilibrio.

En la actualidad, el crecimiento mundial de la
población demanda un mayor consumo de agua por lo que
necesita de una actitud positiva frente a este recurso. Muchos de
los problemas ambientales globales son derivados de la escasez de
agua, la desertificación, la pérdida de los suelos,
las enfermedades y las epidemias, otros pueden ser causados por
el exceso de agua, como cuando azotan huracanes y provocan
inundaciones con sus nefastas consecuencias.

Se impone la necesidad de continuar el desarrollo
científico-técnico y su consiguiente consumo de
agua, y a la vez, solucionar los problemas que la
utilización inadecuada y descontrolada de este preciado
recurso provoca al medio ambiente y que sin dudas amenaza la
existencia de la especie humana. Son numerosos los países
que no disponen del agua potable necesaria para mantener su
población, por lo que es necesario realizar toda una
campaña que implique la toma de conciencia y reflejar la
responsabilidad ciudadana por el cuidado y conservación e
este líquido de manera que realicen un uso racional de los
recursos hídricos.

5.2 La escasez del agua

Las fuentes, los manantiales, las cuencas o
cañadas están en acelerada vía de
extinción, hay cambios de clima y de suelo, inundaciones,
sequías y desertización. Pero es la acción
humana la más drástica: ejerce una
deforestación delirante, ignora los conocimientos
tradicionales sobre todo de las comunidades indígenas
locales, retira el agua de los ríos de diferentes maneras,
entre otras con obras de ingeniería, represas y
desvíos.

En la agenda política internacional el tema de la
escasez del agua se ha vuelto prioritario, por ejemplo, el acceso
al agua es un punto importante de los acuerdos de paz entre
Israel y sus vecinos. Pero este aspecto no está confinado
al Medio Oriente, puesto que el compartir ríos es un
asunto de índole de seguridad nacional, precisamente por
la importancia del agua para el desarrollo; actualmente cerca del
40% de la gente en el mundo vive en más de 200 cuencas de
ríos compartidos.

Y es que ante una situación de escasez del agua
la amenaza se cierne sobre tres aspectos fundamentales del
bienestar humano: la producción de alimentos, la salud y
la estabilidad política y social. Esto se complica
aún más si el recurso disponible se encuentra
compartido, sin considerar el aspecto
ecológico.

Es por esto que, la gestión del recurso
deberá tender a evitar situaciones conflictivas debidas a
escasez, sobreexplotación y contaminación, mediante
medidas preventivas que procuren un uso racional y de
conservación.

La conceptualización de la conservación
del recurso agua debe entenderse como un proceso que cruza a
varios sectores, por lo que la estrategia debe considerar todo:
lo económico, lo social, lo biológico, lo
político, etcétera.

La calidad del agua son fundamentales para el alimento,
la energía y la productividad. El manejo juicioso de este
recurso es central para la estrategia del desarrollo sustentable,
entendido éste como una gestión integral que busque
el equilibrio entre crecimiento económico, equidad y
sustentabilidad ambiental a través de un mecanismo
regulador que es la participación social
efectiva.

El agua es un recurso imprescindible pero escaso para la
vida. Menos del 1% del agua del planeta es dulce y accesible para
el hombre, aunque este porcentaje varía considerablemente
según el lugar, el clima o la época del
año.

Contaminación del agua a nivel
mundial

Sus causas y algunas de las medidas
más generales que se aplican a nivel mundial y nacional
para el cuidado y preservación de los recursos
hídricos en sus diferentes manifestaciones.

Contaminación del agua: Es
la incorporación al agua de materias
extrañas, como microorganismos, productos químicos,
residuos industriales y de otros tipos, o aguas residuales. Estas
materias deterioran la calidad del agua y la hacen inútil
para los usos pretendidos.

La contaminación industrial de las aguas
subterráneas sigue siendo un grave problema en la
mayoría de los países desarrollados.

Partes: 1, 2

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