Chavín de Huántar: comandos genocidas y
cobardes – Monografias.com
Chavín de Huántar:
comandos genocidas y cobardes
Lima, Abril de 1,997: el asalto a la residencia del
embajador japonés, efectuado por 140 comandos
"Chavín de Huántar", con el propósito
expreso de asesinar a los subversivos del MRTA que tenían
secuestrados a rehenes de la clase política
dominante.
He aquí el espeluznante testimonio de uno de los
esbirros que tomaron por asalto la residencia del embajador
japonés:
Operación Chavin de
Huantar
– ¡ Luz verde! ¡luz verde
carajo! – anunció con entusiasmo Papá
Oso-
Después de casi cuatro meses de
intenso entrenamiento, había llegado la hora de la verdad;
en nuestras manos estaba devolverle la paz y tranquilidad a
nuestra sagrada patria, aquélla que inclementemente fue
violentada por un grupo de fanáticos genocidas; todos los
jefes de grupo, fuimos citados a la madriguera (oficina de
comando), allí estaban Papá Oso, responsable de la
misión; el Doctor, encargado de la información de
inteligencia y planeamiento de la operación; Gotzila, jefe
de operaciones tácticas; "Rositas", del servicio de
inteligencia nacional; un camarógrafo y mis
compañeros, todos ellos jefes de grupo, de los que
sobresalían: comando Pantera, Masiste, Puntero, Jugador,
Pagador, Chizito y otros.
El Doctor se dirigió a
mi:
– Chato, tú la rompes,
tendrás ese privilegio ¿Sabes? Quisiera estar en
tú lugar, yo mismo le pondría una bala en medio de
los ojos de ese maricón de Cerpa -no le creía,
estaba seguro que apenas viera a Cerpa, se echaría a
correr- hemos demostrado inferioridad siendo superiores, han
mordido el anzuelo, están confiados, a llegado el momento
de actuar, para eso somos soldados
-¿Somos? Me pareció mucha
gente, las circunstancias me obligaban a escuchar, pues nada
tendría que hacer junto a un traidor a la patria, el
Doctor, siguió hablando- hemos desestimado la entrada por
aire, lo haremos por los túneles y las puertas, nada por
aire, los comandos de la FAP se quedaran "Arriolas" esta vez, el
ejército encabezará la operación:
"Chavín de Huantar". Había escuchado hablar mucho
del Doctor, siempre cosas malas; tenía subyugados a casi
todos los mandos de nuestras fuerzas armadas, increíble,
un capitancito que en los tiempos del gobierno revolucionario
militar se puso a ordenes de la CIA, vendiéndoles
información sobre el armamento Soviético que
habíamos adquirido, siendo secretario del poderoso general
Mercado Jarrín, era uno del dueños del país;
pero algo tengo que reconocer de él, la seguridad de sus
decisiones inmediatas y el entusiasmo contagiante que él
despedía, es innegable que si "Chavín de Huantar"
fue un éxito, se debió a este nefasto
personaje.
Siguió hablando:
– Estos terrucos de mierda piensan que ya
me cagaron, que arrugué, que soy un huevón; les
daremos de su propia medicina, los túneles que alguna vez
les sirvieron para rescatar con la ayuda del "caballazo" a sus
camaradas, esta vez servirán para mandarlos al infierno;
Pantera, tú la rompes por el "hueco de ratón B",
tres de tus muchachos corren limpiando el flanco izquierdo del
"Chato", luego te mandas hacia arriba; estoy contento con los
tiempos que han hecho en el entrenamiento, doce minutos
serán suficientes para agarrar a Cerpa con los pantalones
abajo; "Masiste", ya sabes, por el "hueco de ratón C",
apoyas al Chato con tres hombres mas, le limpias el flanco
derecho, le harás las cosas fáciles al "retazo"
para que queme a Cerpa; "Jugador", bueno, esta demás
decirte, tú y los tuyos por la puerta principal, si los
cálculos no me engañan "Cóne" les
dará la bienvenida desde arriba, demorará segundos
en rastrillar su AKM, esos segundos serán
importantísimos, que cada escudo cubra por lo menos a dos,
¡Prohibido morirse carajo! El que se muere se jode conmigo;
"Pagador" y "chizo", ustedes por los "huecos de ratón" de
atrás, ya saben que: "por atrás duele más",
no pierdan tiempo en tratar de entablar combate, directo en busca
del Premier Tudela, separen a sus hombres para que también
busquen a Muñante y Aoki; trataremos de avisarles que a la
hora prevista estén juntos, ojalá no se les ocurra
en ese momento ir a cagar; ¿Ah? Me olvidaba de ti
"Puntero", tú y tus hombres en los puntos predichos,
apunten bien carajo, no se vayan a enfriar gente nuestra, no
tengan piedad con las hembras, aparecen por sus miras y las
queman, no las quiero vivas, ¿Aaaah?, Chato, en tu
retaguardia estará el coronel "Bigote" y un
camarógrafo; otro ira en la tuya Pantera y otro en la tuya
"Masiste", no se asusten, no interferirán en sus trabajos,
llevan ordenes mías, ni sentirán su presencia; me
olvidaba quiero hacerles recordar que tengan mucho cuidado con
las minas de las puertas C, D, G; y las Ay B con los cazabobos,
hoy las revisé bien, nuestros informantes en la residencia
, nos han dado hasta los últimos detalles, en sus mapas
esta bien señalizadas, seriamos huevones si caemos en
ellas ¿Alguna pregunta?
– ¿Doctor?
– ¿Si Chato?
– ¿Cuándo
entraremos?
– Tenemos luz verde, pero hay que esperar,
será en el momento preciso; cuando esto termine te
prestaré "El Arte de hacer la Guerra" de mi tío Sun
Tzu, ese libro es mi Biblia, ¡léanlo todos carajo!;
hemos fingido incapacidad siendo capaces, hemos fingido
inactividad estando siempre activos, hemos despertado en ellos
arrogancia, están confiados, lo haremos mañana a la
hora de su fulbito, ten paciencia Chato, ¿Desde
cuándo no matas a alguien?
– Desde el Cenepa doctor, quiero
acción.- Mañana la tendrás, ¿Algo
más?- Doctor -intervino Pantera-
– ¿Qué pasa Pantera?-
¿A esa hora los de la Cruz Roja estarán
afuera?
– Ellos están entrando al medio
día, a esa hora estarán fuera; aunque ahora si
quisiera que ese gringo que expulsamos del país, ese….
el ayudante de Minning, estuviera adentro a la hora de la
operación, a ver si defiende a la terruquita que estaba
afanando, era "pinga loca" ese gringuito, un poco mas y se la
"culea" delante de todos; ¿Capitán
Pantera?
– ¿Si Doctor?- Pasado mañana
te estaré diciendo: Mayor Pantera.
– Eso espero Doctor….eso
espero.
– ¡Así será
señores! Si todo sale bien, como creemos saldrá,
serán ascendidos todos, los ciento cuarenta, así
piteen sus promos, depende de ustedes cantar victoria. – Algo mas
Doctor -interrumpió Pagador- ¿Habrá tiempo
de despedirnos de nuestra familia?
– ¡ Oye compadre, no es momento para
pensar en familias! -se enfureció el Doctor-en su mente
solo debe estar el éxito de la operación
-agitó las manos hacia arriba airadamente– Doctor,
disculpe -habló "Papá Oso"- podemos hacer como los
comandos Delta, que cada comando escriba una carta dirigida a su
familia.
– ¡Estas huevón! -el Doctor
huevoneó al General responsable de la misión-
¡Eso significa fracaso! -arremetió con mas
furia-
– ¡Doctor! – El rojo encendido del
rostro de Chizito anunció enojo-
– ¿Dime Chizo?
– ¡Somos nosotros los que entraremos!
¡Somos nosotros los que quizás moriremos!
-Chizito alzó su voz- estamos
dispuestos a entregar nuestras vidas por la Patria, pero aunque
sea…..déjenos despedirnos de nuestra familia.
– ¡Esta bien! -se ablandó el
Doctor- que todos los comandos hagan sus cartas, luego que se las
pongan en los bolsillos de sus camisas, si es que hay una
tragedia, la que no quiero que suceda, la carta se le
entregará a sus familiares.- Gracias Doctor -todos
agradecieron-
– Esta noche -siguió hablando el
Doctor- se internarán en los túneles de
ratón, los explosivos plásticos se empezarán
a activar hoy mismo, mañana por la mañana ya
estarán listos, quiero que lean bien sus ordenes, metro a
metro la ubicación de los terrucos, ¡no quiero
fallas! ya les dije, si todo esto sale bien, pasado mañana
cada uno de ustedes tendrá un galón más
sobre sus hombros; no hay nada mas que decir, pueden retirarse
"jovencitos", suerte…..mucha suerte.
– ¡Gracias! -a una sola voz todos
agradecieron-Todos los jefes de grupo, se marcharon a dar las
últimas instrucciones a sus hombres; hacía una
semana que estábamos con orden de inamovilidad,
extrañaba tanto a mis hijos, sentía mucho
remordimiento pues, el día que me interné para
ultimar los detalles de la operación, les prometí
llevarlos a jugar pelota; serví a mi patria en muchas
operaciones, siempre dije ¡sí! a su llamado; en el
Cenepa muchas veces actué solo frente al enemigo, sin
querer y a pesar de un presagio nada auspicioso de mi padre,
quien afirmaba que nunca sería un buen militar, pues, en
el colegio siempre fui blanco de burlas y tomaduras de pelo por
mi pequeña estatura (1.67), otras veces me golpeaban y en
mas de una vez, fui a quejarme con mi padre clamándole me
vengara, ¡Ja! , cosas de chiquillos; ahora era considerado
uno de los mejores comandos de mi país, nunca me
amilané por mi talla, ni cuando entrenaba de igual a igual
con los boinas verdes norteamericanos, allá en la tupida
selva panameña o con los comandos israelíes; quien
iba a pensar que "retacito", mi apodo de colegio, tenia la
misión de devolverle la sonrisa al Perú, la
anhelada paz y tranquilidad, y sobre todo, la misión de
eliminar a Cerpa Cartollini.Antes del anochecer, empezamos a
escribir las cartas de despedida, note que de los ojos de algunos
de mis hombres, caían lágrimas, por lo que
entendí que antes que soldados, éramos seres
humanos; mi carta la dirigí a mi esposa, en ella le
explicaba lo acontecido, a la vez le incitaba a inculcar en mis
hijos firmes valores de lealtad, patriotismo, amor y respeto al
sistema democrático, le rogué los cuidara y me
recuerden, ya casi al final escribí: "lo hice por mi
querido Perú".
Esa noche entramos a los "huecos de
ratón", después de posesionarnos en los lugares
asignados, ordené a mis muchachos se pintasen el rostro en
absoluto silencio, escogimos los colores clásicos de los
comandos; verde oscuro y verde claro, en acorde con nuestro
uniforme, el camuflado, aquel que no pudimos vestir en el Cenepa,
pues el enemigo nos arrebato ese privilegio, lo usaron ellos;
estábamos justo debajo del salón principal de la
residencia, ajenos a todos estos preparativos, Cerpa arriba, se
vanagloriaba con sus momentáneos éxitos; esa misma
noche el Doctor nos mandó decir que mañana
después del almuerzo de los rehenes se iniciaría la
operación, él estaba al tanto de lo que adentro
ocurría, como ocurre en las fantasiosa películas de
espionaje, había sembrado de micrófonos la
residencia, ¿Quién había colaborado en eso?
Solo él y su entorno lo sabían, pero escapaban los
rumores que alguien hacía mejores los trabajos de un
agente de inteligencia, que sus propias misas; dentro del "hueco
de ratón", alguien se apareció, era el coronel
"bigote", el hombre de confianza del Doctor, tras él, un
camarógrafo, lo reconocí al instante,
habíamos hecho un curso para comandos juntos, la
diferencia fue que él nunca lo aprobó, el coronel
"bigote" sorpresivamente se dirigió a mi:
– Chato
– Sí coronel
– Las cosas la tenemos que hacer
rápidas, con firmeza y mucha decisión -me
aconsejó ante mi sorprendida mirada, se suponía que
no iba a interferir en mi trabajo y que sobre todo, yo era el
especialista en eso-
– Así será mi coronel
-traté de ser tajante para no darle pie a mas
consejos-
– Porque si titubeas, esto será una
mierda -insistió- ojalá hayas instruido bien a tu
gente -estaba colmando mi paciencia- espero que el Doctor haya
escogido a los mejores -exploté:- Mi coronel, con el
debido respeto, si usted no tiene confianza en nosotros,
adelante, "ojo al guía", nosotros lo seguiremos, entre
usted primero, dé el ejemplo -solo me
miró-
– Solo es un consejo, confió en
ustedes, sé que lo harán -desestimo la idea de
entrar primero y se alejó hacía
atrás-Sentado debajo de la residencia, acariciaba mi arma,
especial para operaciones de tipo comando, la usé muchas
veces allá en el Cenepa, la llamaban "la muda" pues al
disparar no hacia casi ruido, tenía silenciador, por
segundos medité, la melancolía quiso doblegar mi
firmeza, pero después lo controlé, el solo pensar
que dentro de algunas horas tendría a mi frente al
responsable de violentar la tranquilidad de mi patria, me daba
mas coraje, cuando a ella la tocan, mato sin compasión,
ello lo podrían corroborar los mas de treinta ecuatorianos
que liquidé en el Cenepa.
Esa noche casi no dormí, bueno, para
un comando eso es casi lo de menos, eran ya las siete de la
mañana, " Papá Oso" nos hizo sincronizar relojes,
se nos ordenó ajustar nuestros chalecos antibalas, supuse
que la hora estaba próxima, al rato, llegaron los
especialistas en explosivos y demoliciones, hicieron sus
últimos preparativos dirigiendo el explosivo
plástico hacia arriba, lo dejaron listo solo para
activarlo, tenía confianza en ellos, al mando estaba
"gansito", mi promoción, había trabajado mucho en
eso con los israelíes, era todo un especialista, aunque
era hombre de pocas palabras, me dijo:
– Promo…… ¡Sácales la
entreputa! -me apretó fuertemente la mano, con un gesto
risueño de mi parte, le contesté afirmativamente-Al
medio día, nos comunicaron que Michael Minning, el
encargado de las Cruz Roja había ya abandonado la
residencia, como presagiando algo, se quedo adentro mas tiempo de
lo acostumbrado tratando de persuadir a Cerpa variara su
endurecida posición, había prohibido las visitas
médicas, Minning no lo consiguió, "Hermenegildo
Huertas" ufanaba arrogancia.Nuevamente llegaron los especialistas
en explosivos, mi reloj marcaba las 2.35 de la tarde, entre
nuestras calmadas miradas fingidas, se escapaba un olor a
tensión; en ese momento "Papá Oso" se
dirigió a nosotros:- A las tres y veinticinco entramos,
esta será la ultima vez que nos veamos, de allí, lo
haremos después del operación, cuando cantemos
victoria, ¡Suerte muchachos!Con las miradas nos despedimos,
"Papá Oso" no podía ocultar su nerviosismo, por mas
esfuerzos que hizo, su rostro marcaba preocupación. A las
tres y quince, Gansito, el especialista en explosivos
ordenaba:
– ¡Hacia atrás! En diez
minutos empezaran las explosiones, Chato, a los diez segundos de
la primera "pepa", puedes empezar con lo tuyo, ¡suerte
muchachos!Nos retiramos hacia el ambiente trasero, hicimos cuerpo
a tierra, faltaban 30 segundos, 29,28,27,26…………..cerramos
los ojos y luego una ensordecedora explosión anunciaba el
inicio de la Operación "Chavín de Huantar"; a los
diez segundos ordené levantarnos y correr hacia el hueco
de ratón "A", mi cara totalmente empolvada se
endureció, en segundos al llegar al forado, la escalera ya
estaba en el lugar correcto, las dos primeras gradas lo
salté por instinto, aunque en el entrenamiento el Doctor
mas de una vez me insistió en subir grada por grada, no lo
hice, y hasta ahora me pregunto ¿Por qué no lo
hice? Salí hacia el salón donde segundos antes se
jugaba el disputado partido de fulbito, lo primero que
observé fue un cuerpo casi mutilado en donde su
esternón aun se movía por instintos nerviosos, no
tenía tiempo para entretenerme mirando esa desgarradora
escena, tres pasos mas allá un emerretista agonizando
trataba de ponerse en pie, le disparé una ráfaga
con mi "muda", él se tiró hacia atrás, al
instante otras ráfagas de mis hombres que cubrían
mi espalda, remataban al infeliz; al segundo llegué a las
escaleras, fue en esos instantes que a pesar de la densa
humareda, reconocí a Cerpa, estaba tratando de subir,
vestía de polo amarillo y bermuda beige, exactamente igual
como nos dijo el Doctor, en esos instantes de confusión
escuché decir al aturdido y mareado comandante
Evaristo:
– ¡Nos jodimos carajo!
A la vez un insulto dirigido hacia
nosotros:
– ¡Perros de mierda!
En ese segundo lo miré fijamente por
el centro de la mira de mi arma, como presagiando su final y
queriendo despedirse de la humanidad, aquella que él y un
séquito de fanáticos violentó,
correspondió a la mía; me posesioné al
costado de las gradas, cuando Cerpa llegaba al descanso
intermedio de ellas, le disparé a la altura del
tórax, fueron dos ráfagas, aproximadamente seis
balas, las necesarias para enviar al infierno a ese miserable,
raudamente el sujeto que iba adelante, trastabilló, me dio
lugar a apuntarle en la cabeza y disparé, seguí
subiendo rápidamente por las escaleras, cuando de reojo
miré el segundo cadáver, vi con asombro que se
trataba de el Árabe, a él lo pensaba encontrar en
el segundo piso, pensé que se me había escapado y
estaba ya arriba, no lo podía creer, había acabado
con los dos cabecillas, con los dos últimos líderes
del MRTA; Por unos instantes se me vino a la mente los rostros en
conjunto de los huérfanos y victimas del terrorismo,
pareciese como si mi cerebro en pocos segundos, dibujaba un
tríptico dramático de horror y tragedia, yo,
yo…….¡Los había vengado!Habrían
pasado seis minutos desde el inicio de la operación,
llegué hasta el segundo piso, como aseguró el
Doctor, allí había un "cazabobo", el
teniente"Chito" y el técnico"Roso", mis hombres, con la
habilidad y temple que caracterizan a los verdaderos comandos,
desactivaron el cazabobo sin dificultad,en esos momentos se
empezaron a escuchar mas frecuentemente disparos, era prueba que
el resto de mis compañeros ya estaban en el segundo piso,
seguí hasta la primera habitación, una AKM
salió despedida por los suelos, alguien la tiro, demasiado
tarde; El emerretista que lo hizo, puso nervioso a uno de los
hombres de "Pantera", éste le disparo; en estos segundos
no quepan la duda, algo así puede ser fatal y
determinante; Miré al emerretista, los rostros los
conocía de memoria se trataba de "Cone", también
llamado por sus compañeros como "Palestino"; Sentí
una explosión en los cuartos de la parte norte,
después me dijeron que allí murió el
teniente Jiménez, un oficial de fuste y gran futuro,
hombre de temple y coraje; estoy seguro que si él volviera
a la vida, la volvería a ofrendar por la tranquilidad de
la patria; mi lealtad hacia las fuerzas armadas creo que nadie lo
duda, pero seria mezquino de mi parte no mencionarles mi
inconformidad con respeto a la muerte del Teniente
Jiménez, y se los diré por que: En la
habitación "H" donde se encontraban los magistrados Luis
Cerpa Segura y Carlos Giusti solo se encontraba un emerretista a
quien lo llamaban "Cuzqueño", éste cayo abatido por
los disparos de uno de los dos comandos que hicieron un forado en
el techo de la habitación, cuando el Teniente Raúl
Jiménez llegó en busca de los magistrados, no
encontró ningún tipo de resistencia ni
oposición, presumo que por un fatal error los comandos que
estuvieron en el techo de la habitación "H", dispararon
involuntariamente contra su compañero; con esta
reflexión no quiero arrastrar culpabilidades contra mis
compañeros que estuvieron en aquel forado, pero los hechos
que ahí ocurrieron debieron contarse con la verdad. Mi
misión estaba cumplida, el grupo a mi mando se
desempeño de excelente manera, habíamos hecho lo
principal, el de acabar con los lideres emerretistas, la densa
humadera poco a poco se fue despejando, los disparos fueron
cesando, ya no se escuchaban explosiones; seguí avanzando
para saber el estado de mis compañeros, en el cuarto "C",
estaba el cadáver de Mary y en el cuarto "D" el de
Giovanna, jóvenes mujeres integrantes de este grupo
criminal, que sucumbieron ante las erróneas
ideologías del movimiento subversivo.En esos instantes
alguien alertó:
– ¡Hirieron a Chizo! ¡Hirieron
a Chizo!Los médicos evacuaban velozmente al comandante
Juan Valer Sandoval quien había sido herido gravemente al
intentar cubrir con su cuerpo al Canciller Tudela; vi al
"Colorao" pasar por delante de mí con el rostro
empalidecido por la perdida de sangre; tras él, ayudado
por otros comandos, el Canciller Tudela con una de las piernas
rotas abandonaba la Residencia.En los minutos siguientes la
Residencia se convirtió en un coro de vítores y
hurras, luego cantos patrióticos y felicitaciones; los
rehenes empezaron a ser evacuados, algunos por los huecos de
ratón y otros por el pasadizo que esta junto a la
Residencia; un comando retiró la bandera del MRTA y luego
lo quemó, simbolizando el fin de este grupo subversivo; al
instante se izó el Pabellón Nacional; empezamos a
abrazarnos entre nosotros y por que no decirlo a llorar
también, la emoción era indescriptible;
paralelamente a estos hechos observé, al Coronel "Bigote"
pistola en mano reír, me pareció raro pues al
momento del inicio de la operación comando, él
llevaba una arma similar a la mía; si hubo crímenes
extra judiciales, no me consta, por ahí escuché
decir que los emerretistas "Tito y Salvador" se rindieron, pero
como les repito, no me consta; empecé ser felicitado por
todos, no creía haberme merecido esa distinción,
pero todos me hacían autor de haber eliminado a Cerpa
Cartolini.En los instantes posteriores llegó el Presidente
Alberto Fujimori, al mismo tiempo Hermoza Ríos y el
Doctor, como si se hubieran puesto de acuerdo o quizás,
como si estuvieran disputando algún tipo de protagonismo,
ellos pugnaban por ser los padres del éxito de la
operación; nosotros los 140 comandos que participamos en
ésta, pasamos al nivel del dasapersivismo.Vi al Presidente
dirigirse al Doctor:- ¿Dónde está
él?- ¡Ahí esta! – El Doctor me
señaló– ¡Felicitaciones Comando! El
Perú entero le agradece.Me sorprendió, es
más, estaba estupefacto, jamás pensé que el
mismo Presidente de la República de mi país me
felicitaría, yo le agradecí:- Muchas gracias
señor Presidente, lo hice para devolverle la tranquilidad
a mi patria, lo hice por salvaguardar el orden constitucional y
el estado de derecho….lo hice por mi querido Perú.El
Presidente sonrió, apretó mas fuerte mis manos y
prosiguió felicitando al resto de comandos, todos juntos
cantamos el Himno "Héroes del Cenepa", como señal
de Victoria. Fuimos evacuando la Residencia por los "Huecos de
ratón" por donde entramos, de allí nos llevaron
hacia las instalaciones del Servicio de Inteligencia donde fuimos
internados y aislados sin justa causa, ante la protesta de todo
el grupo de comandos que habían participado en la
operación. En esos momentos supuse la desesperación
que había invadido mi hogar, de hecho ya no era un secreto
que yo había intervenido en esta acción de armas,
mi familia no sabía aun si yo estaba vivo o muerto. Al
día siguiente se apareció por las instalaciones del
servicio de inteligencia "Papá Oso" y "Rositas", somos
soldados, nos debemos a nuestra institución pero los
Coroneles y Comandantes de nuestro equipo exigieron
respeto.
"Papá Oso" nos reunió a todos
y dijo: – A nombre del Presidente de la República en su
calidad de Comandante General de las fuerzas Armadas del
Perú, les agradece por haber eternizado la imagen de
nuestra institución, solamente se ha hecho posible gracias
al valor de ustedes, los valientes soldados del Perú;
además me encargó pedir a ustedes disculpas por
haberles internados en esta base, se lo hizo por motivos de su
seguridad; les vuelvo a repetir: a nombre del
País…….muchas gracias; ¡Viva el
Perú!Todos a una sola voz repetimos:
– ¡Viva!Me fui directo a casa,
paradójicamente en las afueras de la base del servicio de
inteligencia tome un taxi para que me lleve rumbo a ella, el
conductor del taxi no dejaba de conversarme acerca de la
Operación "Chavin de Huantar", al ver mi indiferencia para
abarcar yo el tema, se enrojeció de ira y me
dijo:
– Parece que usted señor no fuera
Peruano ni un buen patriota, el País entero esta
festejando la liberación de los rehenes, y este
acontecimiento tan grande lamentable parece que a usted no le
interesa.Opté por callar, solo me perseguía la idea
de ver a mis seres queridos, pronto llegué a las puertas
de mi casa, cuando estaba pagando el taxi, un vecino muy amigo
mío al descubrir mi presencia vociferó
emocionado:
– ¡El chato!¡El Chato!
¡llegó el chato!Corrió directo a mi y me
abrazó, por los gritos los vecinos empezaron a salir de
sus casas, el taxista aun sorprendido por esta escena nada
entendible, solo atinaba a mirar, haciendo paso entre la veintena
de vecinos que pugnaban por felicitarme, me reencontré con
mi esposa, mis hijos y mis padres; empezamos a llorar juntos, mi
familia y mis vecinos por tenerme de regreso en casa y yo por
verlos nuevamente; conocedor de mi participación en el
rescate de los rehenes el taxista se acercó a mí y
dijo:
– Permítame estrecharle la mano
señor -se la estreché- permítame darle la
mano a alguien que a contribuido para la paz de mi País,
discúlpenme por todo-le sonreí, el taxista se
contentó-Luego miré a mi padre, me acerqué a
él y le dije al oído:- Lo hice viejo……lo hice,
yo mismo mandé al infierno a Cerpa Cartolini.El viejo se
emocionó y alcanzó a decir:
– ¡Con cuál mano lo
hiciste!Alcé mi mano derecha insinuándole que con
ella había sido, luego el viejo exclamó:-
Déjame que estreche la mano que ha devuelto la
tranquilidad a mi país, ahora podré morir tranquilo
diciendo que un hijo de mi sangre ha liberado nuevamente a mi
patria.Le guiñe el ojo, luego entre saltos y hurras
festejamos el éxito de la operación "Chavin de
Huantar".
LUIS MANTILLA (LUMAN)
Luman
Hasta aquí, el testimonio. Ahora, quisiera que
trate usted de evaluar el perfil psicológico y el perfil
moral de estos homicidas: ante todo, su irrespeto por la vida
humana, su sangre fría; se necesita tener mucha sangre
fría para cegar una vida, decir: "lo mandé al
infierno", y luego, felicitarse y enorgullecerse de haberlo
hecho…. ¡¡¡ Como si se tratara de matar
un parásito, o un bicho dañino !!
Moralmente, no se vislumbra en este pobre hombre un
mínimo de arrepentimiento, ni un mínimo de
escrúpulos morales por cegar una vida. La vida, la de
cualquier ser, es preciosa porque es irrecuperable. Moralmente,
este hombre se pone al servicio de su querida "patria" (es decir,
el sistema de opresión impuesto por la clase dominante);
su mente está tan envenenada por el sistema, que este
hombre está dominado por esta lógica: todo
aquél que trata de liquidar el sistema político
reinante, es "enemigo de la paz y de la tranquilidad de la
patria", y por lo tanto, el imperativo moral es
eliminarlo.
Este ignorante califica de "fanáticos", a quienes
tienen convicciones firmes, se oponen a un sistema
socio-político de injusticia, y sueñan con un
futuro de justicia y paz para todos; califica de
fanáticos, a quienes se les excluye de la vida
política y se trata de acallar sus ideas a sangre y fuego.
Si es cierto que son fanáticos, ¿por qué es
que el sistema social no les permite expresar libremente sus
ideas "fanáticas" para que el pueblo las evalúe y
saque sus conclusiones?; cómo podemos calificar de
"fanático" a alguien a quien le negamos el derecho de
expresarse; ¿por qué el sistema no los llama a
polemizar con los "demócratas"? ¿No será que
los "demócratas", tienen pánico de que el pueblo
conozca las ideas de los "fanáticos"?
Los "Comandos Chavín de
Huántar" son genocidas y cobardes:
No se trató de un combate de igual a igual: los
asaltantes habían preparado el asalto, con meses de
anticipación, excavaron un túnel contando con la
complicidad de los mejores mineros traídos de los centros
mineros de las serranías, con el fin expreso de cavar el
túnel. Los asaltantes se valieron de la
colaboración de los rehenes, y hasta del mismo Cardenal:
instalaron micrófonos en las ranuras del piso de la
embajada, en los caños de agua…, se valieron del
Cardenal Cipriani para introducir micrófonos ocultos en la
Sagrada Biblia y en la guitarra…De tal manera que a
través de estos medios, los asaltantes y sus cabecillas,
estaban bien informados acerca de todo lo que ocurría al
interior de la Residencia. Aun más: los asaltantes
genocidas de Chavín de Huántar, ensayaban una y
otra vez cómo debiera ser el asalto, para lo cual sus
cabecillas, hicieron una maqueta a imitación de las
estructuras de la Residencia tomada: era una réplica, con
las mismas dimensiones que las de la Residencia; allí
se entrenaban a diario los genocidas de Chavín de
Huántar, preparando el asalto criminal.
Mientras se hacían todos estos preparativos, sus
cabecillas, con el fin de ganar tiempo para que terminaran de
construir el túnel, engañaban vilmente a los
subversivos, reuniéndose con ellos en unas supuestas
"negociaciones". Los subversivos, cometieron el error de confiar
en la buena fe de estos cabecillas, con mayor razón, si el
mediador era un prelado de la Iglesia (el iscariote
Cipriani).
El día convenido del asalto, los genocidas
asaltantes estaban informados minuto a minuto, de la
ubicación y movimientos de los subversivos, gracias a los
micrófonos. Sabían que a una determinada hora los
subversivos iban a estar jugando un partido de fulbito,
completamente desarmados y lejos de sus armas. Es con esa
seguridad, que estos cobardes de Chavín de Huántar,
valiéndose del factor sorpresa, salieron a asesinarlos en
el momento oportuno; dicho sea de paso, el plan de asesinar a los
subversivos, ya estaba diseñado antelada,
premeditadamente; ante una orden de aprobación del
delincuente Fujimori, los efectivos de Chavín de
Huántar, que se encontraban al interior del túnel,
abrieron abruptamente unos boquerones, desde los cuales salieron
directamente a asesinar a los subversivos. Cuando éstos,
que estaban jugando su fulbito, se vieron ante los asaltantes, no
pudieron defenderse, porque estaban muy lejos de sus armas; los
asaltantes los asesinaron con armas de fuego y con ventaja; para
los asaltantes fue esto tan fácil, como una cacería
de conejos: no solamente porque sus víctimas estaban
desarmadas, no solamente porque los comandos contaban con un buen
armamento, y con chalecos, sino porque estos criminales
tenían el factor sorpresa a su favor.
A estos genocidas de Chavín
de
Huántar se les ve,
disparando
armas automátic as desde
el
boquerón en el techo, por
ellos
abierto. Estaban disparando a
matar,
a objetivos desarmados y
sorpren-
didos; es más: desde una
posición
ventajosa. Aun más: el interior
está en
llamas como un horno: es efecto de
las
granadas previamente lanzadas
por
estos criminales.
Yo me pregunto: ¿era necesario asesinar a los
subversivos? Puesto que estaban completamente desarmados, y
además, la mayoría se encontraban en un mismo
lugar, mientras que los asaltantes estaban armados, y
tenían a los rehenes de su parte, ¿qué
amenaza podrían representar un puñado de seis
subversivos desarmados y acorralados? Lo legal y ético
hubiera sido reducirlos, y entregarlos a la justicia. Salta a la
vista pues, la voluntad criminal y cobarde de estos asaltantes de
Chavín de Huántar. Peor aun: habiendo quedado tres
subversivos sobrevivientes que resultaron ilesos del tiroteo,
fueron asesinados a sangre fría por los comandos: esos
sobrevivientes fueron: Herma Luz Meléndez Cueva, Eduardo
Cruz Sánchez y Salomón Peceros Pedraza.
"Héroe" es, el que arriesga su vida por defender
causas elevadas y nobles, que exceden a sus intereses mezquinos.
Estos genocidas no arriesgaron nada, pues los informantes, desde
el interior de la residencia, les informaban minuciosamente del
menor movimiento de los subversivos. Tenían además
a su favor el factor sorpresa, y el factor ventaja, por tener que
liquidar a unos objetivos inermes, indefensos. Si algunos sudaban
frío, era por su infundado temor de perder la vida en el
asalto. Y los hechos me dan la razón: el único
asaltante que resultó muerto fue un comando muerto por sus
propios compañeros desde el boquerón del
techo.
Posteriormente, la clase política dominante
presionó a la jueza Rojjasi para que emitiera una
sentencia absolutoria para sus criminales: la presionó a
la jueza, para que negara que los comandos hubieran cometido
ejecuciones extrajudiciales en el asalto: las pretensiones
gubernamentales sobre el juicio fueron expresadas a Rojjasi en un
almuerzo privado que se llevó a cabo en las oficinas del
Consejo Ejecutivo del Poder Judicial, el 31 de mayo pasado.
Asistieron, aparte de la jueza, el presidente de la Corte
Suprema, César San Martín —que invitaba el
almuerzo-, el entonces ministro de Justicia Juan
Jiménez y el agente del Estado Pedro
Cateriano.
El Presidente Humala mostró un
interés especial en que la sentencia en sede peruana
termine con una rotunda exculpación de todos los acusados,
tanto de los pertenecientes al cuerpo de comandos del
Ejército de como los del SIN: Vladimiro
Montesinos, Roberto Huamán
Azcurra y Jesús Zamudio. Para ello
era indispensable que la sentencia concluyera en que no hubo
ejecuciones extrajudiciales durante el operativo de rescate de
rehenes de la residencia del embajador de Japón, en 1997.
Esta directiva presidencial explica la insistencia del
premier Juan Jiménez y el ministro de
Defensa, Pedro Cateriano, en la tesis de que ninguno de los
emerretistas fue asesinado
Acá en este operativo, y asimismo, en la
presión sobre el Poder Judicial, se pone de manifiesto el
mismo patrón de exterminio aplicado por la clase
política dominante en Perú, contra todos aquellos
que considera peligrosos para la perpetuidad de su "sistema
democrático": asesinar, desaparecer las huellas del
delito, y dar impunidad a sus ejecutores directos. Así
actuaron en el develamiento de los penales en 1,986, cuando bajo
el pretexto de develar el amotinamiento de los presos acusados de
"terrorismo", la clase dominante, se valió de las fuerzas
armadas genocidas para asesinar a cerca de 300 presos
políticos adversarios al sistema político. El
sistema político luego, lo exculpó al presidente
que dio la orden de exterminio: Alan García Pérez.
En Cayara, el ejército asesinó a cerca de 80
campesinos inermes, indefensos, sacados de sus chacras, los
efectivos luego borraron las huellas y asesinaron de uno en uno a
los testigos, y el que dio las órdenes, el general
José Valdivia Dueñas, fue exculpado. En las fosas
de Pucayacu: decenas de cadáveres de civiles enterrados,
con huellas de haber sido previamente torturados por efectivos de
la base de La Marina de Guerra en el Estadio Municipal de Huanta.
El principal responsable, Álvaro Artaza Adrianzén,
contando con el apoyo del estado peruano, se hizo
auto-secuestrar, y así lo evadieron de la justicia, con el
apoyo del estado peruano. Y así, se pueden citar muchos
casos del mismo modelo de exterminio: Accomarca, Putis, Aucayacu,
Uchuraccay….Entonces, a nadie debe de extrañar lo
sucedido con los comandos Chavín de Huántar: entran
dispuestos a asesinar, con la seguridad de que después van
a contar con la protección de todo el aparato del estado
(Poder Judicial, Ministerio Público, la Iglesia, la
prensa, el Congreso de la República…)
El padre del genocida autor del relato, se felicita de
que su hijo "le ha devuelto la tranquilidad a su país".
Este ignorante no sabe que los causantes directos o indirectos de
la intranquilidad y de toda forma de violencia, en el
país, son la clase política dominante: sí:
por la imposición de su modelo neoliberal, sus
políticas de hambre, de marginación, por su estado
inepto, inoperante, y diligente sólo para salvaguardar los
intereses de un puñado de ricos. Esta cúpula
dominante siempre medró y se lucró de las arcas del
estado: los "notables" de la época del gobierno de
Ramón Castilla, luego la oligarquía guanera y los
"consignatarios", después los gamonales, los barones del
azúcar y de la harina de pescado, posteriormente la
camarilla Fuji-montesinista, la camarilla de los
apristas…
El denominado "sistema democrático", es un
paraíso para un puñado de ricos, y
marginación, miseria y olvido para el pueblo. En las zonas
rurales del interior del país, la más cercana posta
médica la encuentra usted a treintaicinco
kilómetros de distancia; los niños mueren por falta
de medicinas y de atención, por enfermedades que pueden
curarse con una simple pastilla. En tanto, los congresistas y
altos funcionarios del estado, ganan sueldos fabulosos.
Éstos son los causantes de toda forma intranquilidad y de
violencia. La desesperación que sufre un padre sin
recursos ante su niño que agoniza por falta de
atención médica y de medicinas, tiene sus causas en
una élite corrupta que sostiene este sistema
político oprobioso llamado "sistema
democrático".
De otra parte, el subversivo no es causante de su
accionar violentista: éste es sólo una inevitable
respuesta a la violencia ejercida por las cúpulas
políticas dominantes y su estado vendepatria y explotador.
Al pueblo sufrido, estas élites no le dejan espacios para
hacer escuchar su protesta. Si participa en comicios electorales,
se le margina para favorecer a los ricos. Si presenta memoriales
de queja, los tiran al tacho de basura…; si el estado o la
patronal firma compromisos para con el pueblo, los incumple, si
la gente humilde pide audiencia, se la niegan…..en
consecuencia, a la gente oprimida y marginada no le dejan las
clases dominantes otro camino que la violencia contestataria. No
es pues el pueblo el causante de la violencia, sino el sistema
premeditadamente injusto y de marginación, y las
élites que por medrar de él, lo defienden. El
más ignorante puede preguntarse: ¿por qué
los subversivos tomaron la residencia? : ¿ porque eran
aventureros, porque estaban locos…? Ellos tenían un
pliego de reclamos ante el estado, un pliego de denuncias ante
las injusticias antipopulares del sistema político, pliego
que la prensa vendida silenció bajo siete llaves. Se
llenan la boca con la "democracia"; silenciar a un ciudadano, y
presentarlo ante la opinión pública no como un
político sino como un vulgar delincuente o asaltante, como
un perturbador de la paz social, eso no es ético, ni es
democracia, y pinta de cuerpo entero el fariseísmo de
estas élites políticas.
Esta es la "patria" que los comandos dicen defender: una
"patria" que solamente sirve a un puñado de ricos. Son
estos ricos los que se toman el nombre del "Perú", y salen
a San José de Costa Rica a defender a sus esbirros "en
nombre del Perú": tremenda mentira: se toman el nombre del
Perú; no es el Perú: son sus propios intereses lo
que defienden. Me explico: defienden el "sistema
democrático": es el sistema que garantiza sus
regalías y privilegios, el que garantiza la impunidad de
sus latrocinios. Esta es la "querida patria" por la que asesinan
los comandos de Chavín de Huántar.
Autor:
Juana
Ordóñez