Las cinco disorexias: Las enfermedades del comer de los años 1960’s’ revisitadas

Para una mujer joven ser aceptada y
verse atractiva es más que un deseo comprensible, es
vital. Es una cuestión de supervivencia cuyos aprendizajes
cada vez más precoces y relacionados con el galanteo y el
apareamiento tienen un singular parentesco con los desordenes del
comer. Algunos autores han llegado a proponer la
hipótesis de que la competencia sexual
entre mujeres es la causa de los trastornos del comer. FEFL
en Los trastornos del comer: Una tesis evolucionaria
adaptada.Leer
más: http://www.monografias.com/trabajos49/trastornos-del-comer/trastornos-del-comer2#ixzz2vabH315E

La tentación y la caída
de Eva por William Blake

En el Viejo Testamento aprendemos
que la suerte del ser humano, cuando fuera expulsado del
Jardín del Edén, fue consecuencia de cierta
indiscreción dietética cometida por sus dos
moradores.

Veamos:

En Génesis el primer libro
del Viejo Testamento 3:16-19 podemos apreciar lo
siguiente:

16 A la mujer le
dijo:

«Multiplicaré tus dolores
en el parto,    y darás a luz a tus
hijos con dolor.Desearás a tu
marido,    y él te
dominará.»

17 Al hombre le
dijo:

«Por cuanto le hiciste caso a tu
mujer,    y comiste del árbol del que
te prohibí comer,    ¡maldita
será la tierra por tu culpa!Con penosos trabajos
comerás de ella    todos los
días de tu vida.18 La tierra te producirá
cardos y espinas,    y comerás hierbas
silvestres.19 Te ganarás el pan con el sudor de tu
frente,    hasta que vuelvas a la misma
tierra    de la cual fuiste sacado.Porque
polvo eres,    y al polvo
volverás.»

La alborada de la
era de las disorexias o trastornos del comer

En el principio fue la gordura aunque la
anorexia la precediera por siglos como constatamos en el
artículo anorexia mirabilis…

(Leer más:
http://www.monografias.com/trabajos89/a-anorexia-mirabilisa-anorexia-sagrada/a-anorexia-mirabilisa-anorexia-sagrada)

¿Lisonja prehistórica a la
gordura?

A mediados del siglo XX en los Estados
Unidos de Norteamérica la campaña más
ambiciosa para alertar al público de los peligros
inherentes a la, entonces incipiente, epidemia de la obesidad fue
lanzada por el gobierno federal.

Condición, creída que se
debía a la ingestión excesiva de alimentos acoplada
con la inactividad, y que en aquellos tiempos se estimaba que
afligía como víctimas a un aproximado 25% de la
población adulta — sin contar los niños — y que
acarreaba consigo una plétora seria de complicaciones y
secuelas asociadas.

El conteo de los niños sería
impuesto por la necesidad poco después cuando este flagelo
se extendió a convertirse en la obesidad infantil, y en
lugar de epidemia se transformaría en pandemia afectando
todas las edades y grupos a través de las líneas
raciales y socioeconómicas.

Como a menudo ha sucedido con previos
proyectos políticos afines que fueran concebidos en el
ardor del arrebato publicitario, el desenlace final
resultó en un fiasco espectacular.

A propósito de la relevancia de
estas iniciativas ¿Recuerdan la Era de la
Prohibición (o Ley Seca) en los Estados Unidos, la
reciente campaña contra el tabaco y la guerra contras las
drogas? (Seguir leyendo:

/trabajos47/drogas/drogas)

Todas fueron asimismo fracasos monumentales
como a continuación veremos.

Mientras que en seguida de que la
Prohibición terminara siendo abolida, el alcohol, que
antes (y aun después) de ser proscrito fluía,
todavía surge torrencialmente, mientras que el tabaco y
drogas estupefacientes, aún controlados, reinan supremos a
pesar de las cruzadas continuas para eliminarlos mantenidas por
el mismo cuerpo gubernamental.

Si el gobierno insiste de manera absurda en
continuar regulando y poniendo límites a lo que el
público consume, nos preguntamos: ¿Cuándo
les llegará su turno al azúcar, las comidas
rápidas y la industria dietética?

¡Nunca! Si los lobistas pueden
negociarlo con los legisladores.

Mientras existan oficiales vendibles, lo
antedicho, nunca será realidad.

Plus ça
change…

¿Pero qué sucede cuando
algunos de estos empujes propagandistas terminan tan
malogrados?

En el caso de la campaña inicial
contra la obesidad instigada por el gobierno el siglo pasado, los
eventos coincidieron con las razones para que este fracaso, tan
sorpresivo como desilusionante, resultara en el único
y posible desenlace final.

Falló porque,
filosóficamente, estaba destinada a fallar, como reitero
en mi artículo acerca del principio antrópico como
fulcro.

Falló porque careciera de
dirección y coherencia y, más que nada, por no
poseer estructura y liderazgo. Falló porque tenía
que fallar…

Veamos

Cuando los programas de salud y
prevención caen en manos de los oficiales públicos,
estos tienden a seguir el derrotero sin propósito cierto,
que resulta cuando las contribuciones del pensamiento
científico se soslayan a favor de la fachada proporcionada
por el enardecimiento que los inspira y la excitada publicidad
que los rodea.

Post hoc ergo propter
hoc

Arte neolítico

Las dietas hacen
su entrada en este tablado para resolver el problema de la
obesidad

¡Aplauso!

Primero fue la proliferación
súbita y deshonesta de "métodos" dietéticos
comerciales para perder de peso que engañosamente
"garantizaban" resultados quiméricos en alcanzar metas
ilusorias. Y luego fue el arribo sorprendente de la legión
de casos de las muchas mujeres que en ese entonces se reportaran
sufriendo de la inanición autoimpuesta, secuela, en
ejemplos numerosos, de las dietas restrictivas que surgieran en
los años 60"s del siglo XX.

Mujeres cuyas apariencias macabras se
retrataban en los medios y que fueran precursores de la
aparición de una avalancha de casos de anorexia nervosa
seguidos por los de bulimia en números
paralelos.

Schadenfreude

Estos reportes asombrosos de jóvenes
cadavéricas, acompañados por los corolarios aciagos
de sus indiscreciones, surgieron en medio de una sociedad no
preparada y perpleja que hiciera de ellas las hermanastras
preferidas para saciar la curiosidad propia y la de una prensa
siempre sedienta por resarcir sus mórbidos anhelos en el
frenesí ofrecido por las miserias ajenas.

Thin is
in…

Fue el cri de guerre que las
alentó

En aquel momento, el arrebato del
interés fugaz que en la obesidad existiera
sucumbió, perdiendo favor, provocando escaso
interés por no ser glamorosa. Era como si sólo
trastornos del comer pudieran ser consideradas la anorexia y la
bulimia.

Nos preguntamos en esta coyuntura
¿No es la obesidad otro trastorno del comer? Y,
si por chance lo fuera ¿Porqué permaneció
segregada de entre estas enfermedades por todos estos
tiempos?

Fuimos nosotros quienes iniciaran el
movimiento para hacer de la obesidad una de las enfermedades o
disturbios del comer a ser considerada con las otras, porque es a
esa categoría nosológica a la que naturalmente
pertenece.

Nuestros designios en esta
ponencia

En esta lección intentaremos
analizar y procurar clarificar asunto tan peculiar como confuso
— como es la necesidad de considerar la obesidad como algo
apartado de las disorexias — mientras exploramos las
trayectorias de estas dolencias que hoy, y debido a su
publicidad, cumplen más de medio siglo de sus existencias
y que sobreviven el derrotero del tiempo con tranquilidad
impávida.

Comenzaremos por esclarecer lo
básico

¿Cuáles son "los trastornos
(legítimos) del comer"?

Veamos

En el principio fueron la anorexia y la
bulimia…

En el estudio de ambas condiciones, desde
su inicio, se popularizó para su clasificación la
designación diagnóstica de "trastornos del comer"
— que, omitiera desde el principio (reiteramos) la obesidad,
como si ésta no fuese otro trastorno del comer
— resultando en una proliferación enorme de trabajos
científicos de investigación relacionados al logro
de la meta elusiva del descubrimiento de las causas,
entendimiento y cura de la bulimia y la anorexia, dejando fuera
la gordura. La que quedara burbujeando como geiser oculto bajo la
esfera de los eventos históricos aquí
constatados.

Y la dieta
¿Cómo se clasifica?

¿Es esta actividad
manifestación de otro trastorno del comer, de otra
disorexia?

Lo es, pero la dieta escapó, porque
se creía que fuera parte de la solución; mientras
que subrepticiamente era causa — la más frecuente —
del problema que pretendiera remediar.

La obesidad, como dijéramos,
permaneció huérfana, marginalizada, en abandono, y
sin simpatizadores. Es como si fuera indigna de ser considerada
merecedora de ocupar un espacio entre los rangos de las
anoréxicas ascéticas con todas sus peculiaridades
físicas y de conducta, y del comportamiento estrafalario
de las bulímicas, categorías donde con ambas se
congregaban en comunión desconcertante muchas
representantes exitosas de la farándula de aquellos
días. Cuyos diagnósticos eran
debatibles.

Numerosas de estas mujeres no estaban
enfermas, sino que fingían serlo en búsqueda de
reconocimiento y en aras de la propaganda para el avance de sus
carreras.

Nosotros trataríamos muchas de las
más famosas

Anorexia nervosa

"Me too
anorexics"

Así llamaría a estas
últimas la famosa pionera Hilde Bruch, mientras lamentaba
los muchos casos que fueran meramente simulación para que
sus "víctimas" putativas no fueran tenidas a
menos.

Mientras esto ocurría, a los gordos
todos olvidaban, y casi nadie publicaba libros describiendo sus
luchas privadas, glorificando sus vidas, romantizando sus
experiencias, admirando sus gimnásticas extenuantes,
detallando sus hábitos espeluznantes y resaltando lo
pasmoso de sus malnutriciones extremas.

El vómito auto inducido nos dio el
Signo de Russell.

Wallis Simpson: La mujer
del "tercer sexo", enemiga proclamada de la gordura

Para los obesos la máxima hecha
famosa por Wallis Simpson, Duquesa de Windsor, quien pronunciara
el veredicto: "Una mujer no puede ser ni
demasiado rica ni demasiado delgada", se enunció
dentro del espacio vacío donde pertenecieran los seres
que, como ellos, fueran rechazados.

La obesidad perdió su turno en el
baile del príncipe encantado. Pero, lo hizo, no como
Cenicienta, sino como patita fea (¿la patita adiposa?).
(Leer más:

/trabajos88/tercer-sexo-y-trastornos-del-desarrollo-sexual/tercer-sexo-y-trastornos-del-desarrollo-sexual)

Continuemos

Nacen los grupos de soporte
mutuo: Nace BASH (Bulimia Anorexia
Self-Help)

A continuación surge el movimiento
de apoyo mutuo (self-help) en el que este autor
participara como pionero y al que consagrara muchas
investigaciones y dedicara publicaciones en profusión
elevándolo metodológicamente a técnica de
terapia efectiva y específica para las
disorexias.

En la ciudad de Saint Louis y, por nuestra
iniciativa, una serie de eventos culminaron en que el tercer mes
de cada mes celebráramos una conferencia informativa en el
salón de conferencias del hospital Saint John"s Mercy
Medical Center basadas en un formato original que
consistiera en una charla relacionada a los trastornos del comer
dictada por un profesional reconocido seguida de sesiones de
grupo dirigidas por facilitadores entrenados y supervisados
siguiendo el paradigma de nuestra organización.

Bulimia

Muy pronto comenzaría la
publicación mensual del BASH Magazine, de amplia
distribución internacional y con un cuerpo editorial
compuesto por académicos destacados en este campo
especializado provenientes de todas partes del mundo.

Estos eventos seguidos por la
celebración de una serie de conferencias anuales
internacionales y la donación a BASH por la
industria McDonnell Douglas Corporation de la suma de
US$300,000.00 para lanzar una campaña de educación
pública acerca de los riesgos de las disorexias y la
formación de un Centro de Intervención de Crisis
donde las víctimas en descontrol podían acudir en
búsqueda de asistencia directa ofrecida por los
facilitadores de turno. (Para leer más acerca de
McDonnell Douglas Corp:

http://es.wikipedia.org/wiki/McDonnell_Douglas

El 18 de abril del 1981, oficialmente
BASH fue fundada, ofreciendo una variedad de servicios
cruciales soportados por una serie de personas interesadas y por
las unidades de tratamiento que se unieran a BASH en
varias ciudades en los estados de California, Ohio, New York e
Indiana, además de Saint Louis.

Interludio

Las unidades de tratamiento cesaron de
existir cuando las compañías de seguros
médicos limitando beneficios a estos pacientes, hicieron
de sus beneficiarios indigentes médicos, incapaces (por su
insolvencia) de obtener servicios básicos.

Tanto por la buena voluntad de las
compañías que nos aseguran…

La marcha nefasta adelanta

Habiendo adquirido un aura de prestigio por
lograr las pérdidas de peso por todos codiciadas y por
pocos logradas. Los números de las anoréxicas y
bulímicas seguirían acrecentando en ritmos
exponenciales por muchos años.

Dieta restrictiva

Con ello surgieron otras llamadas
asociaciones y recursos comunitarios para proveer apoyo mutuo a
las víctimas y sus familiares. Entonces, todo era
permisible, hasta los métodos de alcohólicos
anónimos (AA) fueron admitidos, arbitraria y
erróneamente, dentro del sacrosanctum de las
disorexias.

Otras "orexias" de moda aparecerían
continuamente.

Cambios en la
nomenclatura y una adición necesaria

Más adelante, y para lograr
precisión diagnóstica, las cuatro condiciones —
relacionadas con la obesidad y la dieta para adelgazar, fueron
agrupadas bajo la categoría de disorexias, que son: La
anorexia nervosa, la bulimia nervosa, la obesidad y la dieta
restrictiva para adelgazar. Constituyendo el famoso esquema del
continuo de las disorexias disponderósicas. (Ver
más:
museros.mforos.com/1674765/6772524-pocimas-brebajes-y-unguentos/?pag=3).Pero,
no es aquí donde precisamente todo concluye.
Seamos pacientes. Nosotros hemos propuesto las cirugías
bariátricas como la quinta disorexia por antonomasia.
(Leer más:

/trabajos67/cirugia-gastroplastica-lobotomia/cirugia-gastroplastica-lobotomia).

Las dietas caen
de la gracia del público que anteriormente las
veneraba

¿Paraíso perdido?

Quizás sería aptamente un
paraíso perdido para sus proponentes, como de inmediato
veremos

Poco tiempo después de los eventos
descritos. Acontecimientos inesperados, asombrosos en su
naturaleza, surgieron en ese país
norteamericano.

Manual de Facilitadores
(Edición germánica)

Los individuos que habían seguido
los sistemas para adelgazar los abandonarían
universalmente, al unísono y sin preámbulo,
renunciando el consumo de las comidas dietéticas,
tornándose en consumidores manifiestos — con entusiasmo
y en abundancia — de las comidas grasosas, las comidas
suculentas, las rápidas, las comidas a las que todos
renuncian en los regímenes de perder de peso y de todo
alimento que hasta entonces fuera considerados
tabú.

Los ejercicios fueron considerados cosas
pasadas que no vuelven más…

La era de la indulgencias epicúreas
llegó (Everything is beautiful in their own
way).

Estos fueron eventos amargos para la
industria de perder de peso, pero aun más aciago
sería el hecho, de que simultáneamente, la misma
industria, únicamente en Norteamérica, estaba
siendo blanco de investigaciones por miembros de un Congreso
presionado, por el fallo demostrado en cumplir sus promesas, y
por haber estado involucrada en actividades fraudulentas,
decepcionantes y negativas para la salud (y el bolsillo) de las
"víctimas" (palabras de un legislador) a quiénes
dijeran pretendían asistir en el control del
sobrepeso.

Leer más:

https://www.google.com.do/search?q=critics+of+the+diet+ndustry&oq=critics+of+the+diet+ndustry&aqs=chrome..69i57.15399j0j4&sourceid=chrome&espv=210&es_sm=93&ie=UTF-8

En medio de esta algarabía
publicitaria, apareció un artículo en varios
periódicos estadounidenses describiendo el hecho
paradójico, de que el americano, adoptando las dietas
comerciales, no sólo no perdió peso alguno, sino
que el porcentaje de los obesos surgió del 35% al 66.4% en
los diez años que siguieran. Como consecuencia, muchos de
los programas dietéticos, los cuales en el año 1970
ganaron 66 mil millones de US dólares comenzaron a sentir
la presión pública de sus críticos en el
Congreso de los Estados Unidos y dentro de la comunidad
médica alarmada.

Come balanceado: "Desayuna como un rey"
dicen los "expertos de sillón"…

Pero, al fin y al cabo, las tormentas se
calmarían, demostrando que con dinero, la marcha
inexorable del tiempo y buenos lobistas todo se
remedia.

¿Y, entonces?

La pregunta es: ¿porqué un
plan tan ambicioso y plausible como lo fuera el de eliminar la
obesidad universal en Norteamérica resultó,
paradójicamente, en un incremento mayor en la incidencia y
en la frecuencia con que se manifestaría esta
condición? ¿Por qué, para algunos,
desató la epidemia de la anorexia y de la bulimia nervosa
que les costara las vidas a tantas mujeres jóvenes, y que
aun les continúa arrebatando la tranquilidad a tantas
otras?

Esta cuestión aquí se aclara
de esta manera

La actividad de la dieta crea un estado
caótico en nuestro organismo, alterando centros
autonómicos y auto regulatorios los cuales no están
sujetos a nuestro control intencional y volitivo. Como resultado,
el cuerpo "interpreta" la restricción alimenticia como
evidencia de una crisis en ciernes; preparándose para
ello, efectuando cambios fundamentales para resistirla, como son
haciendo el metabolismo más eficiente, incrementando el
deseo y la necesidad de comer y en la cesación de
actividades que consumen mucha energía física
resultando en la acumulación más rápida de
depósitos lípidos derivados de los alimentos
consumidos. Estos cambios, si son arraigados y persistentes,
resultan en la obesidad ya que empíricamente todos sabemos
que la dieta para reducir resulta paradójicamente en ganar
de peso…

En las anoréxicas, el cuerpo, no
tiene la oportunidad de superar las defensas de privaciones
estoicas y espartanas erigidas por mujeres cadavéricas y
ascéticas, cuyas distorsiones psíquicas son
controladas por el deseo de no ganar peso alguno acoplado por el
deseo de perder aún más.

Ellas temen — y con razón — que
sus organismos bajo sitio pueden sucumbir, abandonando el control
rígido y estoico por ellas ejercidas, avanzando
inexorablemente a la obesidad abominada.

Repercutiendo en el encontrarse en un
callejón sin salida físico y emocional que puede
complicarse en daños permanentes y aun en llevar a la
muerte.

Comer como si fuera un deporte

En las bulímicas, la agonía
del hambre socava la decisión de purgar lo comido y sus
víctimas se encuentran atrapadas en un círculo
vicioso que puede encapsularse tristemente en las palabras de una
paciente joven a la que vi hace unos meses en los Estados Unidos:
"Jartura-purgar-jartura-purgar… para siempre". Pero
esto también puede resultar en daños a una variedad
de órganos como asimismo, puede resultar en la temida
obesidad o en la muerte.

En el caso de quien sigue una dieta, el
hambre abrumadora resultante conlleva finalmente a su
fracaso.

Mientras que los obesos siguen su
trayectoria irrevocable hacia la obesidad
interminable.

Para tantos las cirugías
bariátricas representan el coup de grâce
proverbial. Leer
más: /trabajos67/cirugia-gastroplastica-lobotomia/cirugia-gastroplastica-lobotomia#ixzz2vsNoyt5W

En
resumen

La dieta restrictiva para adelgazar no es
efectiva, como tampoco es beneficiosa, y mucho menos saludable.
Lo antedicho, además del hecho de imponer al organismo
inanición forzada, acarrea riesgos
específicos.

Por tanto, no es prudente confiar en
alguien que prometa que les puede "ayudar" a perder unas libras,
eliminando lo que normalmente debe ser consumido,
substituyéndolo por el hambre autoimpuesta.

Por su parte, las pastillas para reducir, y
las comidas dietéticas son dañinas para la salud.
Esto harto lo sabemos… No retruécano o juego de
palabras intencionado en lo último.

El último recurso: Eliminar un
órgano saludable sin ton ni son

De las cirugías
gastroplásticas ya hemos hablado en detalle y de las
disorexias en conjunto, seguiremos hablando mientras
existan.

Los gordos — por mucho tiempo y por todos
pasados por alto — no sufren de hipotiroidismo (como tantos
dicen)… los gordos sufren de una autoestima disminuida por el
hecho de que nadie les ha podido ayudar a resolver el enigma de
la gordura. Gordura, la que sobrellevan como víctimas de
la obesidad y de los efectos y complicaciones de esa cuarta
disorexia: LA DIETA restrictiva.

Con esta presentación hemos hecho
una síntesis de las disorexias para el beneficio de
quienes nos siguen en la literatura científica y popular,
en la prensa y en nuestros programas de radio y
televisión.

Quien olvida su historia está
condenado a repetirla… (George Santayana
1863-1952).

Fin de la lección

Bibliografía

• Larocca, FEF: Los trastornos del
  comer: Una tesis evolucionaria adaptada en
  monografías.com, academia.edu y
  researchgate.net

• Larocca, FEF: El sistema fiduciario
  y de cómo funciona en monografías.com,
  academia.edu y researchgate.net

• Larocca, FEF: Guerra contra las
  drogas en monografías.com, academia.edu y
  researchgate.net

• Larocca, FEF: Anorexia mirabilis,
  anorexia sagrada en psikis.cl, monografías.com,
  academia.edu y researchgate.net

• Larocca, FEF: El Principio
  antrópico como fulcro en monografías.com,
  academia.edu y researchgate.net

• Larocca, FEF: El tercer sexo y los
  trastornos del desarrollo sexual en
  monografías.com, academia.edu y
  researchgate.net

• Larocca, FEF: Temas de neurociencia
  en el tratamiento psiquiátrico moderno (I) en
  monografías.com, academia.edu y
  researchgate.net

• Larocca, FEF: Gastroplastía
  y lobotomía: La conexión entre el
  estómago y el cerebro – La serotonina reexaminada
  en monografías.com, academia.edu y
  researchgate.net

• Larocca, FEF: La gordura terminable
  e interminable: Los métodos para adelgazar y el futuro
  de una ilusión en monografías.com,
  academia.edu y researchgate.net

• Larocca, FEF: Los dietistas,
  quienes los siguen y el pensamiento del satírico
  romano Juvenal en monografías.com, academia.edu y
  researchgate.net

• Larocca, FEF and Kolodny, NJ: (1982 and 1989)
  FACILITATORS TRAINING

• MANUAL a PRIMER: THE BASH APPROACH Midwest
  Medical Publ

• Publications (2 editions)

• Larocca, FEF and Meermann, R: (1991) ANOREXIE UND
  BULIMIE

• DIE BASH METHODE Biermann Verlag Germany

• Larocca, FEF: (1985 and 1991) A PUBLIC PRIMER ON
  EATING AND MOOD

• DISORDERS (2 editions) Midwest Medical Publ

• Para encontrar una plétora de
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Autor:

Dr. Félix E.F.
Larocca