El complejo Edi-Po (Cuento)
Nada no es más que Adán
invertido…
Reviértelo y verás
Camino, Verdad y Vida
Un día soñé que era Edi-Po antes de
ser Rey de Tebas y a consecuencia, me encontraba ante la
aterradora esfinge de los enigmas devoradores de los
héroes que se habían atrevido a
enfrentarla.
Heme allí, visiblemente cansado a causa de las
luchas sostenidas con mis propios demonios del aire, azotado por
el odio antinatural a La Vida Que Es Dios a través de
todas las experiencias vitales creadas y evolutivas Hijas e Hijos
de Dios, y a defecto, me puse en manos de supuestos
Magos evocando e invocando contra mí
físico-antrales tiphones, del tipo semejante al monstruo
del lago Ness, buscando azotar las tierras de mi centro
energético cantor pineal y coordinado sistema
razonable.
Debido a ello, me vi por las calles desoladas hable, que
hable puras porquerías a las muñecas del centro
agarradas a mis tobillos, sufriendo de irrazonables y
sadomasoquistas locuras matricidas odios lanzados contra mi madre
carnal. Solo pude vencer dicha locura dios mediante el llamado y
la práctica del invisible a transparente amor razonable
por La Vida, y a buen efecto, transformé mis propios
demonios del aire bajo proteínas dominado el ázoe
(Nitrógeno) y los elementos del aire, adquiridos mediante
la respiración profunda, la siembra y el consumo de la
arracacha al frente de las raíces primarias y así,
logré la ayuda de los ejércitos de silfos del aire
Casa de Aries y fue como alas de águila para mi
navío vuele, que vuele más que un
demonio.
Así pude avanzar y enfrentar mis propios
fantasmas de la tierra, crucificada y sepulta bajo la involuntad
antinatural hacia la labor y el esfuerzo de los seres de la buena
voluntad, y a defecto, me puse en manos de supuestas
Papisas evocando e invocando contra mí
físico-antrales terremotos y temblores, de los lores o
señores crucificados y sepultos bajo cruces y calaveras
llamadas mediante sus imágenes colgadas de maderos, en
medio de la involuntad antinatural y contranatural de pueblos y
naciones buscando crucificar y sepultar el viento de mi centro
alentador y calentador cantor caranal nacional e internacional, y
coordinado sistema vital superior respiratorio y migratorio torio
embistiendo a la diestra y a la siniestra como un toro de casta
sin dueño, yendo y viniéndome en mis propios
palmares y plantares de anulares y medios de corazones partidos
por las flechas de Cupido pido que pido
Cu…
Lo perjudicado fue el Cobre, cobre que cobre
pelados los nervios y neuronas de cabo a rabo y al fin y al cabo,
acabé sufriendo de letales locuras parricidas odios e
involuntades lanzadas contra mi padre carnal. Solo pude vencer
dicha locura dios mediante el llamado y la práctica de la
transparente a morena voluntad vital por la labor y el esfuerzo,
y a buen efecto, transformé mis propios fantasmas de la
tierra bajo vitaminas dominada la sal y los elementos de la
tierra, adquiridos mediante la quietud del cuerpo y la celeridad
del espíritu, la siembra y el consumo de la papa al frente
de las raíces secundarias y de tal forma, logré la
ayuda de los gnomos de la tierra Casa de Tauro y fue como cuerpo
de torah para mí carro camine, que camine más que
un fantasma.
Alentado y energizado de tal forma, logré avanzar
y enfrentar mis propios espíritus del fuego voraz
devorador de la íntima belleza natural, y a defecto,
amantes de la física belleza exterior y la exterior
belleza de anti-praxis y rituales religiosos, de cultos, ocultas
sociedades secretas S.S y sectas de asesinos sinos o destinos de
los asesinos, sin ningún tipo de tino disparando desde los
púlpitos balas asesinas envenenadas nadas cargadas de
íntima fealdad antinatural, y a reflecto, resulté
en manos de supuestas Emperatrices evocando e invocando
contra mí físico-antrales y voraces incendios, en
la búsqueda de secar las aguas de mi centro ordenador
cantor hemisferial cerebral diestro, y coordinado sistema
inteligente Gen Te: Sentido, Té Es Camino
Telúrico Rico…
Pero en necesidades de la gente común yendo y
viniéndose en sus propios palmares y plantares de pulgares
e índices, y dices tantas sandeces indio patirraja"o de
cabo a rabo y al fin y al cabo acabo perdiendo las pruebas de la
pulga en la res, o la garrapata agarrada a la pata de la cama
sutra o la mía sufriendo de poco inteligentes o brutales y
psicóticas locuras genocidas odios, involuntades e
íntimas fealdades lanzadas contra mis hermanos y hermanas
carnales.
Solo pude vencer dicha locura dios mediante el llamado y
la práctica de la morena a resplandeciente e íntima
belleza natural sabiduría, y a buen efecto,
transformé mis propios espíritus del fuego voraz
devorador bajo aminoácidos e hidrocarburos dominado el
azufre y los elementos del fuego de costas, selvas, desiertos y
volcanes, adquiridos mediante la contemplación, la vista
del mundo, la siembra y el consumo del ajo y la cebolla al frente
de las raíces terciarias y así, logré la
ayudad de los ejércitos de salamandras del fuego Casa de
Géminis y fue como cola, patas y garras de león
para mi cohete corre, que corre más que un espíritu
del fuego voraz devorador.
Recuperado el aliento respiratorio, la energía
osteo-muscular corpórea y orgánica y el impulso
sanguíneo simpático, apático y
parasimpático, seguí a enfrentar mis propios
espectros del agua contaminada de debilidad antinatural tendencia
hacia lo contranatural, y a defecto, me puse en manos de
supuestos Emperadores evocando e invocando contra
mí, físico-antrales aguaceros viniéndose por
la cero mucha agua en torrentes y tornados diluviales huracanes
de Canes y bacanes perros que parecen perras premiadas
por detrás, en la búsqueda de apagar el fuego de mi
centro impulsor cantor hemisferial cerebral siniestro, y
coordinado sistema sabio y bio: vida perdida en los palmares y
plantares con los meñiques de los quiques llorando sin sus
quicas y maldiciendo sus peniques jugados ante las quicas
denigrando de sus tetas y rajaduras ofrecidas al juego de los
espejos empañados con la lengua sin aliento, sufriendo de
ignorantes antes y después psicópatas locuras
infanticidas odios, involuntades, íntimas fealdades y
debilidades antinaturales y contranaturales lanzadas contra mis
propios hijos e hijas carnales.
Solo pude vencer dicha locura dios mediante el llamado y
la práctica de la resplandeciente a cristalina fuerza
natural inteligencia, y a buen efecto, transformé mis
propios espectros del agua bajo grasas y lípidos dominado
el azogue (Mercurio) y los elementos del agua, adquiridos
mediante el conocimiento de mí mismo, la siembra y el
consumo de arroz al frente de las raíces cuaternarias y
así, pude obtener la ayuda de las ondinas, ninfas y
nereidas del agua sólida, líquida y gaseosa vaporea
atmosférica rica y oceánica y
marítimo-costera isleña y continental tal Casa de
Cáncer, en su primera estancia fue como órganos de
la reproducción hermafrodita, androginal y andromedal,
andromedal hermafrodita y hermafrodita androginal para mi
submarino nade, que nade más que un espectro.
Obtenido el aliento del aire, la energía de la
tierra, el impulso del fuego y el orden en mis aguas
linfáticas, pude seguir entonces a enfrentar mis propias
tinieblas diablo del metal oxidado catre y el puñal, y la
rosa sangre, que sangre la imagen crucificada a la cabecera; de
la madera podridas tablas, sábanas y almohadas de algo
don, y lamentablemente algo doña y amante de la carne
enferma de avaricia y por eso, me puse en manos de supuestos
Emperadores y Emperatrices evocando e invocando contra
mí, abismales maremotos de La Mar en Contravía
& Compañía Ltda.…
Mente enferma, en la búsqueda de sepultar y
sumergir las tierras de mi centro energético cantor
cerebeal y coordinado sistema motriz medular espinal neuronal y
nervioso oso paralizado de manos y pies atados por las ecas
diabólicas equecas secas, y más y más secas
en la ingle, los pies y las manos crucificadas del invertido
muñeco seco, por el eco en medio de las rondas de los
niños y las niñas extraviadas sus mentes por los
mayores acerca de mí cantando: "Seco,
Mal eco,
Mal eco,
Seco tu pi", ya ya ya,
Tu pi", ya ya ya"[1] seco pi: y más y más seco
ahorcado y acusado de no ser más que patas arriba "el
patas" de las patas arriba y cabeza abajo "el
putas"[2] de las putas abajo sufriendo de
lujuriosas y sadomasoquistas locuras suicidas y homicidas odios,
involuntades, íntimas fealdades, debilidades antinaturales
y contranaturales avaricias lanzadas contra mí mismo, mi
propia familia y la entera humanidad.
Solo pude vencer dicha locura dios mediante el llamado y
la práctica de la cristalina a blanca caridad justiciera,
y a buen efecto, transformé mis propias tinieblas diablo
de la tierra bajo el agua oligoelemental mineral dominado el
hiel lo de la edad, y los elementos del agua bajo la
tierra transitiva de los no metales a metales I del Hierro:
Fe adquirida mediante el conocimiento de mí mismo y
el conocimiento Gen Eral de la sabiduría
ría, que ría feliz la flor de liz liberada a
través de mi propio corazón aceptada la carne
femenina durante la siembra y el consumo de la yuca al frente de
las raíces troncales cuaternarias y así, pude
obtener la ayuda de minerales elementales, vegetales, peces e
insectos de la mar y la tierra o la isla continental tal Casa de
Cáncer en su segunda estancia, fue como cabeza humana
bifronte para mi nave vuele, camine, corra, nade y piense, que
piense más que un diablo como llegar a Tebas, la capital
del imperio y por ende, la ciudad de las grandes y mejores
oportunidades, eso decían.
Las luchas sostenidas conmigo mismo y la ralea vencida a
la vera de mi sino y camino desenmascarando supuesto Magos,
Papisas, Emperatrices y Emperadores, me habían pulido
espiritual y cultural mente, al menos lo creía y por lo
tanto, no me asustaba la perra esfinge de los enigmas que
azotaban a Tebas, y a bien, me sentía en capacidad de
enfrentar algo tan monstruoso como lo referido en las historias
que me contaban camino a la ciudad. El asunto es que, a eventos,
no tenía la más mínima intención de
medírmele al adefesio ese, porque las mismas historias
hablaban de oráculos que anunciaban la pronta presencia de
un salvador que terminaría con el azote y ojalá lo
hiciera antes de mi arribo, porque sin dicha problemática,
sería más fácil negociar mis cosechas de
raíces en la capital.
Pero una cosa piensa uno y otra muy distinta a veces le
tiene deparado el destino, embebido en mis pensamientos y
sueños de riqueza, por poco pierdo la vida en dos
ocasiones sucesivas en la cruz de los caminos que
conducían a Tebas. La primera, debido a la carroza que se
me vino encima halada por seis caballos negros, tan negros como
la noche de los tiempos, tan negros como los ojos del
ángel de ojos muertos y casi me voy a hacerle
compañía atropellado y pisoteado por las ruedas de
la carroza. La segunda, a manos del airado jinete que debido a mi
intromisión había perdido el control sobre los
caballos y mordiendo el polvo del camino veía como estos
se alejaban sin ningún control con carreta y todo, y a
defecto, ya de pie, se vino espada en ristre contra mí,
lanzando un sartal de improperios y ofensas.
En una situación tal no hay tiempo de pensar y en
asuntos de armas, siempre había tenido la idea que la
mejor defensa es el ataque y entonces, se cruzaron espadas,
hirvió la sangre en las venas y cegadas de furia las
miradas y los ojos en sangre vieron correr la sangre brotando a
borbotones del pecho de mi oponente. Sus ojos, en los cuales vi
un dejo de incredulidad se fueron apagando, sus labios palpitaron
como cuando se quiere decir algo y no se puede, porque falta el
aliento y las fuerzas ya no dan para seguir aferrado a aquel que
nos quitó la vida. Se fue resbalando, se fue diluyendo, un
último estertor, luego el silencio, y esa extraña
quietud que todo lo impregna en momentos así.
En la cruz de los caminos que me conducían a
Tebas, cegado por la ira maté a un completo desconocido. A
razón, inteligencia, sabiduría y vitalidad de ser
interior juez de mí mismo, aduje defensa personal y era
verdad, no tuve tiempo de razonar, ni dialogar en plan de
concordia, y menos tratar de oponer la rosa al puñal o de
tratar de dominarlo a punta de fuerza no, su espada desde el
principio buscó mi corazón y mi espada halló
cobijo en su corazón porque era él o yo. Así
que oculté el cadáver en los matorrales y
seguí camino a Tebas.
A medida que me acercaba a la capital, se notaba entre
las gentes una mezcla de excitación, esperanza e
incertidumbre con relación a la perra esfinge de los
enigmas y desconcierto por la muerte de su rey La-Yo. A
puertas de la ciudad, supe que había sido asesinado por
desconocidos y debido a ello, había una proclama real.
Según pude entender metido entre la multitud y el
bullicio, el osado que lograra matar el azote de la ciudad, se
abrogaría el honor de casarse con la reina, la bella
Yo-Casta, y lógicamente sería proclamado
rey de Tebas. Un reino es un reino y ni que decir reino…
¡Un imperio!
Por ello, heme allí ante la perra esfinge en la
entrada de la caverna plagada de osamenta y carne en
descomposición y fresca, pues había visto como tres
antes de mí, al fallar en sus respuestas, habían
sido devorados no quedando más que llanto de viudas,
niños huérfanos y crujir de huesos. Me temblaba
hasta el pelo, pero ya no había vuelta atrás, heme
allí, a la espera del enigma que me correspondía
por ser quien yo era.
Hela allí, titánico numen erigido al odio
antinatural y contranatural ala de águila crucificada y
sepulta bajo la imagen de Bel y Bu de la Tierra, cayeron
unidos a no ser más que Baal Zebuth (Zebub) o el
príncipe de las tinieblas y señor de las moscas
Belcebú[3]con cuerpo humano y
cabeza de toro Apis… Tola y Maruja la bruja Mar u
amén asando fantasmas de la tierra en la primera antesala
del abismo.
Titánico numen erigido a la involuntad
antinatural y contranatural cuerpo de torah azotada bajo la
imagen del As y Tar de Plutón, cayeron unidos a
no ser más que Astaroth (Astarté) o el
As del atar o t célula (cédula) de
identidad proteínica perdida e invertida en
Arsénico ofrecido a muchedumbres de reyes y
reinas amantes del cuerpo humano con cabeza de pájaro
Ibis… Tiendo y desvistiendo demonios del aire en
la segunda antesala del abismo.
Titánico numen erigido a la íntima fealdad
antinatural y contranatural cola, patas y garras de león
cortadas y sumergidas bajo la imagen de Indra y Shiva de
Urano, cayeron unidos a no ser más que cuerpo humano con
cabeza de león Numa Ye… Vada del
putas siempre en andas, que andas con las patas siempre
abiertas a la penetración de espíritus del fuego
voraz devorador en la tercera antesala del abismo.
Titánico numen erigido a la debilidad antinatural
y contranatural órgano de la reproducción
hermafrodita androginal quemado y requemado bajo la imagen de
Dur (Durga) y Nu de Neptuno, cayeron
unidos a no ser más que cuerpo humano con cabeza de chacal
Anubis… Tiendo y desvistiendo el ano bis…
Que ando de gusto clava"o vaho por detrás y por
detrás clavando espectros del agua contaminada en la
cuarta y última antesala del abismo y
Titánico numen erigido a la avaricia de la
CIA, o la letal Compañía de la
cabeza bifronte sepulta y sumergida bajo la imagen de la
tría de Bael, Batín y
Diana[4]la cazadora de la Luna, cayeron
unidos a no ser más que cuerpo humano con cabeza de
tarántula, y tú la viuda negra acechando yerbas
venenosas, voraces peces e insectos enfermizas cepas de
enfermedades de la mar y la tierra en contravía plagada de
tinieblas diablo en el abismo primero…
En resumidas cuentas me encontraba en las antesalas del
abismo y lógicamente, a través de sus fauces
llegaría al mismo, y supongo, que acorde a mis pecados,
vicios, pasiones, defectos y anti praxis, quizás no me
detendría hasta llegar a los fosos abismales males, los
infiernos, los abismos infernales nacionales e internacionales,
los estanques de fuego astral o más allá, aduje que
en cierta forma era la guardiana de dichos territorios y el
pasaporte.
Concentradas las imágenes de los engendros
evocados e invocados al encuentro el demonio, el fantasma, el
espíritu del fuego voraz devorador, el espectro y la
tiniebla, ante mí tenía la perra esfinge finge, que
finge diablo de la carne enferma de cólera, misma que lo
pone a uno en manos de supuestos "Hierofantes o Papas", que con
su lengua de fuego puro ego evocan e invocan contra muchedumbres
abismales erupciones volcánicas canicas, ruede que ruede
su lengua de fuego puro ego falda abajo y falda arriba subida en
pos del morro, encendida aún más la pasión
buscando secar las aguas del lago en el centro…
Impulsor danzarín Rin Rin Renacuajo
Paseador Hipofísico y hepifísico
físico, coordinado el sistema áptico,
áctico, óptico, nasal y codal incapacitado el
paciente oliendo a porquería y aleve actitud para con la
vida, termina viendo más por el ojo que se dice hay en el
extremo de una cola metida por donde no se debe y así,
sufriendo de golosas y sádicas locuras homicidas odios,
involuntades, íntimas fealdades, debilidades antinaturales
y contranaturales avaricias y la cólera de media humanidad
lanzada contra media humanidad empujada por los medios e
intermedios al anti práctico vicio y la pasión
religiosa y carnal fanatismo acusador de los otros como causa de
sus más aterradores males, negados a buscar en su propio
interior la acción causante de las reacciones o efectos
que hacen de su vida una miseria.
Vaya comprensión de las causas fundamentales del
azote, en realidad tenía que vencer a todos y cada uno de
los habitantes de la capital, el imperio y su reina
alegórica y metafórica mente, claro está,
pues la esfinge era una especie de ilusión astral, de
espejismo reflejo de los egos y he ahí el aterrador
resultado, pues había sido testigo de la capacidad de
dañar físicamente a sus oponentes, tan graves eran
los pecados que habían hecho posible su presencia. A mal,
era una hija o hijo producto de sus obras y al mismo tiempo su
"Mama y Papa" reclamando sus hijos e hijas.
Forjó una mueca que pareció ser una
sonrisa, entendía plenamente lo que acababa de comprender,
lo vi en sus ojos rojos como la sangre de aquellos que me
habían antecedido ese día, en su dual rostro
enmarcado por leonina melena alborotada y entonces, la pregunta
se fue filtrando a mi mente, mi consciencia y cuando llegó
a mi corazón estaba completada: "¿Cuál es la
criatura que en la mañana camina en cuatro patas, al medio
día en dos y por la noche en
tres?"[5]
Embriago de triunfos hasta ahí, no escuché
el cascabel, tampoco el siseo de la bífida lengua y
entonces, sin llegar a notarlo, se instaló en mí la
serpiente diablo de la carne enferma de orgullo y soberbia propia
del que cree saber sin saber Nada + y Nada – que
Adán invertido bajo Ave, de paso Eva invertida como Ave
del paraíso y para eso Adán vuelto de revés
Nada en mí y a través de mí, "Ave
María que cosa tan fácil" desenvainar la espada y
gritar: el hombre.
Pero casi al instante me embargó la duda.
Técnicamente el hombre solo es el hombre y en el
paraíso, así fuera varón y hembra al mismo
tiempo, clamó pidiendo una semejanza y la semejanza le fue
otorgada con fundamentales diferencias, y fue la mujer diferente
al hombre desde los principios, a pesar de su semejanza como ser
humano. De tal forma que si respondía el hombre, la astuta
esfinge podría alegar ante los jueces del karma que solo
era parte de la respuesta y por ello no digno de darle
muerte.
Luego, la respuesta correcta sería el ser humano,
y más perfecta aún, si la diferenciaba en el hombre
y la mujer. Ya casi tenía desenvainada la espada, cuando
una duda más me asaltó: ¿Qué fue el
hombre y la mujer, qué es el hombre y la mujer y
qué será la mujer y el hombre? Y más
delicado aún: ¿Qué fue del hombre y la
mujer, qué es del hombre y la mujer y qué
será de la mujer y el hombre? Llanto y desolación.
Mis ojos en sus ojos rojo sangre. Sus ojos en los míos
sangre y rojo. Rojos ríos de sangre derramada de mileno en
milenio, en cada principio guerra y en cada fin también
guerra y entre el principio y el fin, períodos de relativa
paz en los cuales nacen hijas e hijos preparados para la
guerra.
Guerra de dioses y diosas contra los hombres y las
mujeres que quieren ocupar sus tronos. Guerra de hombres y
mujeres contra animales que quieren ocupar su lugar. Guerra de
animales contra bestias que quieren ocupar su puesto y gira la
rueda de las bestias contra los animales, animales contra hombres
y mujeres y hombres contra diosas y dioses por las mismas razones
y al final, el mundo sumido en guerra a causa del ego desbordado,
lo único real parece ser la muerte… "O la vida
incluye la muerte no es principio ni fin y el destino de los
muertos finamente es la vida…"
¡Calla!- Le grité, no tenía
derecho a meterse en mis pensamientos y menos que así,
se
enterara de la respuesta o parte de la misma, y me
sacaba de quicio el solo pensar que sabía más de
mí, que yo mismo. Y para acabar de ajustar, se burlaba del
debate que acaecía en mi interior y entonces, menos seguro
estaba de la respuesta. ¿Qué tal que no fuera el
hombre y la mujer si no Dios representado en los dos y tres
principios básicos manifiestos a través del hombre
y la mujer?… O el diablo de la sima extraviado macho
cabrío con la estrella invertida baphomet y kadmon, o a un
tiempo los dos, ¿Qué diablos era Dios? Me estaba
enloqueciendo si Dios hecho hombre o el hombre hecho dios o Dios
hecho el diablo o el diablo hecho Dios o el hombre hecho diablo o
el diablo hecho hombre…
El diablo hecho hombre… ¿Qué tal?
Más loco aun preguntando mentalmente a mí tormento,
con sus ojos fijos en los míos, su mirada divertida, pues
seguía expectante el fluir de mis pensamientos.
Rugió con fuerza, lo que traduje como una hiriente
carcajada acompañada de un rayo en la lejanía y
truenos se repitieron uno tras otro, mientras la bendición
de la lluvia refrescaba mi testa.
Pensar. Repasé mis anteriores triunfos:
había dominado el odio mediante el amor natural aliento
del aire, la involuntad mediante la voluntad natural
energía de la tierra, la íntima fealdad mediante la
íntima belleza natural impulso del fuego, la debilidad
mediante la fuerza natural orden del agua, la avaricia mediante
la caridad natural unidad del metal, la madera y la carne animal
y la cólera…
El rojo de sus ojos se intensificó, la carcajada
surgió de lo más profundo de mi ser, me burlaba de
mí, todo se tiño de rojo sangre, sangre y rojo
brotando del pecho de un hombre sacrificado en la cruz de los
caminos que me condujeron a Tebas y quizás
comprendí. Mis manos estaban manchadas de sangre semejante
y entonces, un frío de muerte me recorrió de pies a
cabeza, me sentí infinitamente cansado, faltó la
fuerza a mis rodillas y tal cual quedé postrado ante el
monstruo con las dos manos en tierra. La pitón siseaba en
mi interior, ahora si la notaba: "¿Cuál es el
animal? ¿Cuál es la bestia?"
La respuesta no era el hombre, ni el hombre y la mujer,
ni Dios y menos algún dios de tantos que pululan por
ahí, tampoco el diablo, ni el animal, ni la bestia, la
respuesta era:
Yo Soy…
Murmuré clavando la cerviz a tierra reconociendo
el error y la culpa, esperando sentir sus afilados colmillos en
la garganta. Sorpresivo aleteo de alas rotas, remoción de
esqueletos y calaveras en mi entorno, tembló la tierra,
tronó en la lejanía y sus voces, una mezcla de
espanto y furia inusitada sonaban al unísono:
"¿Cómo?… ¿¡Cómo!?" Haciendo
un gran esfuerzo grité a los cuatro vientos:
¡Yo Soy!- La sierpe estalló en mil
pedazos y se diluían, se diluían
irremediablemente.
Luego, arrebatado en espíritu quizás
comprendí. O no comprendí el valor del sacrificio
del inocente por voluntad de su propio padre que cobarde,
encargó a otro consumar los hechos, a mala
interpretación del Oráculo de Delfos y
¡Fos!… Qué asco me dio todo aquello, los perfumes
en el templo, la sensación de frío, cual si la
muerte hubiera asentado su hábitat allí, la pareja,
cuyos rostros permanecían velados a mi entendimiento y el
ora culo del fos y ¡Fox!…
El canal olía a porquería y halada la
cadena, una impresionante diarrea mental salió de boca de
la pitonisa y se derramó sobre el pequeño aduciendo
que éste: "mataría a su padre y se casaría
con su madre". Así se defecó en el sino y
caminó del infante, porque sus padres le creyeron y
temeroso corazón, mente y con ciencia falsa, determinaron
eliminar el "engendro que habían concebido con tanto
amor…
Que amor tan extraño dispensado sobre un
bebé acusado, juzgado y condenado a muerte sin
habérsele escuchado, ni tan siquiera por parte de sus
propios padres, prefiriendo creer a un desconocido, en vez de
escuchar sus propios corazones, mentes y con ciencias verdaderas
tomas de consciencia. Ahí quedé convencido que el
miedo es el primer enemigo del hombre, el segundo la ignorancia y
el tercero, esa extraña tendencia a creer todo lo que se
nos dice, sin someterlo a la razón, la inteligencia, la
sabiduría y la vitalidad de ser humano, verdaderamente
humano.
A eventos no supe lo ocurrido con el niño, la
pareja y el oráculo, porque fui transportado sobre mi
cuerpo, o sea que la bestia no me había devorado y
entonces pensé, que de una u otra forma había dado
con la respuesta correcta. Al no saber con certeza donde
terminaba la acción de la bestia y comenzaba la del
animal, donde terminaba la acción del animal y comenzaba
la del hombre y la mujer, y menos aún, donde terminaba la
acción del hombre y comenzaba la de la divinidad o a la
inversa, por ello traté de integrar principios y finales
en dicha afirmación, la cual es garante de libre
albedrío en cuanto progreso y retroceso.
Yo Soy es la base del conocimiento de uno mismo y el
conocimiento general de la sabiduría que implica reconocer
en sí, parte de la naturaleza divina, humana y natural
construcción antropológica, androgenética y
moral esfuerzo por no volver a cometer los errores del pasado,
fundamento del presente y el futuro posible de ser planificado, y
ciertamente vivido acorde a los hechos del pasado, porque Yo Soy
siempre presente en los tres tiempos básicos del ser y
estar en un espacio determinado, e inclusive,
indeterminado.
Si Yo Soy implica los tres tiempos, deduje que el
infante no podía haber sido si no yo, y subsecuentemente,
la pareja no podían ser otros que mis padres
biológicos y como de lo hecho no hay desecho, a no ser que
La Vida lo permita, de corazón, mente y con ciencia
verdadera toma de consciencia los perdoné, incluido al
enigmático ora culo. Igualmente comprendí, que
parte de su oráculo se había cumplido, no porque
fuere inamovible el decreto, sino porque el temor impulsa a las
muchedumbres a plasmar situaciones subjetivas abstracciones, en
objetivas situaciones que sin su intervención mental no
ocurrirían. Ahora recordaba que parte de lo que vi en los
ojos del moribundo allá, en la cruz de los caminos, fue mi
propio rostro y no se requiere ningún tipo de
iluminación para entender que era mi padre y que solo su
perdón, donde quiera que estuviere, movería la
rueda a mi favor.
Develado parte del que fui, incluida la bestia capaz de
matar a su propio padre, restaba no seguir al pie de la letra el
cumplimiento del oráculo, pues se me estaba dando la
oportunidad de pasar sobre el animal y ser humano, tal era mi
presente. Entonces vi una mujer luchando como yo en los caminos,
y a presente, espere que espere al que no llegaba a futuro
extraviado tras un trono de oro y esmeraldas y una reina que
terminó por devorarlo enigma de un enigma.
Espere que espere se acercó a la serpiente y
perdida en intrincado nudo y complejo de bichos venenosos, la vi
frotando espejos frote, que frote, lama que lama las carnales
superficies se invirtió y fulminada la torre por la muerte
se perdió en los profundos infiernos. Pero de allí
elevose vengativa, penetró el vientre de la reina y fue
hija, hermana y amante de su propio padre, aquel que no
llegó nunca como hombre, y a trágicos finales vi un
animal arrancándome los ojos temeroso de ver un poco
más allá el hombre y a Dios. Juré una y mil
veces que no sería así, la buscaría donde
quiera que estuviera y juntos, muy juntos enderezaríamos
nuestro sino y camino, pues desde ahí la
amé.
Como si esto fuera una especie de clave y llave de mi
cuerpo, paulatinamente empecé a penetrar hasta recuperar
del todo la consciencia. Abrí los ojos, ya no había
osamenta ni carne en descomposición, inspiré con
fuerza llenando mis pulmones de aire puro en un amanecer de la
vida renovada y una mezcla en perfume de rosas y azahares que se
repetían aquí y allá y más
allá un cielo azul profundo y en lontananza, las
montañas plagadas de mentiroso azul enmarcaban la caverna
transformada en el templo de mis antepasados. A sus puertas
busqué y no vi la perra esfinge de los enigmas devoradores
de hombres, si no a ti, mujer,
Mujer amada, y te acercabas, te acercabas como bella
aparición y rogué que no lo fueras, un espejismo
más, una ilusión y descansé al sentir tu
aliento cerca, tan cerca, tus labios palpitando ansiosos de mi
beso y te besé llorando mujer,
Mujer amada.
Si existías, todo el tiempo habías estado
ahí, ante mí, quizás luchando contra ti
misma, tal como yo lo había hecho contra mí. Pero
corazón envenenado, mente obtusa y con ciencia falsa toma
de consciencia, se había vuelto total inconsciencia
acusando al otro de mis propias miserias, viendo solo lo
superficial puesto e impuesto por los medios e intermedios
creyendo en la existencia de monstruos, cuya realidad solo se
posibilita en la medida que uno mismo quiera serlo. Parece que
estuve dispuesto a ello, a tal imagen me había
enfrentado.
Reconocida la falla y el error, las culpas del pasado,
la tácita promesa de no volverlo a hacer y el bajar
humildemente la cabeza ante la naturaleza divina, humana y
natural, me permitió ver claramente el fondo de la
situación, y allá, en lo más
recóndito de mi sagrado templo corazón estabas
tú, porque Yo Soy tu templo y tú eres el
mío, yo habito en ti y tú habitas en mí y
por ello, ya no habrían espejos, porque tú te
seguirías viendo en mí y yo en ti mujer,
Mujer amada.
Nos besamos, acariciamos y amamos hasta el cansancio,
por tálamo fueron rosas y azahares y finamente juntos, muy
juntos y tomados de la mano, retornamos a Tebas mientras el
templo y el sendero se diluían a medida que nos
alejábamos.
El azote había desaparecido, se notaba en el
ambiente, se percibía en los rostros de las gentes que
íbamos encontrando a nuestro paso, nos saludaba alegres
con vítores y grandes alabanzas. Sabían que
habíamos vencido, porque en realidad cada habitante
había apoyado con su fe al guerrero que Yo Soy durante la
confrontación y aunque no lo expresaran, todos estaban
dispuestos a conservar la concordia a fuer de virtud y valores
que engrandecen la condición de ser humano.
De todas formas, acorde a lo pactado se me
ofreció la posibilidad de casarme con su reina y el
derecho a mandar sobre todo el imperio, lo que decliné de
plano. Ya sabía que Yocasta era mi madre biológica
y juntos develamos nuestros sinos y caminos separados por un
aciago oráculo del diablo incomprendido adentros y a
defecto, puede tornar nuestra vida en un infierno.
Desperté.
Lo primero que vi fue tu bello rostro ¡Oh mujer de
mis sueños! Y pensé que: si hubiera repetido la
historia completa de aquel trágico Edipo, qué
sería de mí y qué de ti…
¿Amada Electra?
Autor:
Armando de Jesús Castañeda
Clavijo
29-04/2014
[1]
http://www.canchimalos.20m.com/grabaciones.htm
[2]
http://www.chispaisas.info/mitos14.htm
[3] Belcebú era una de los principales
jefes de los seres intermedios primarios (Documento 77 de El
libro DE URANTIA) o genios que se unieron a la rebelión
de Lucifer. Éste y los tres que siguen a
continuación, son los que en lo más antiguo de la
más antigua edad lémur, serían conocidos
como los titanes del abismo y que a la altura del antiguo
Egipto, fueren evocados e invocados como Ibis, Apis, Numa y
Anubis.
[4] La primera de las tríades cuyas
cabezas principales fueron Diana o Selene, Ares, Apolo,
Afrodita, Hermes, Cronos, Visnú, Baco o Dionisio o
Adonis o Príapo y Tetis o Circe, también seres
intermedios primarios o genios; Tríades que
harían parte de la triple Hécate a las puertas
del infierno.
[5] Tomado de Edipo Rey. Sófocles.