Efectos de la marihuana en nuestro organismo
Introducción
La marihuana es una mezcolanza verde o gris de flores
desecadas, cortadas en trozo de la planta "Cannabis
sativa". Por lo general se la fuma como un cigarrillo o
utilizando una pipa. En los postreros tiempos se han hecho
cigarrillos en los que se ha suplido el tabaco por marihuana,
muchas veces mezclada con otra droga como el crack
(también conocido como crac, es el nombre prosaico de un
derivado de la cocaína; en concreto, del que resulta de la
mezcla de base libre de cocaína con una parte variable de
bicarbonato de sodio. El término crack es un remedo que
sugiere el ruido que hacen las piedras de esta droga al
calentarse por la evaporación de la cocaína en base
que contienen, al liberarse de la mezcla con el bicarbonato de
sodio). Algunos también mezclan la marihuana con alimentos
o la usan para hacer té.
El primordial ingrediente activo en la marihuana es el
THC (delta-9-tetrahydrocanabinol). En 1988 se reveló que
las membranas de ciertas células nerviosas
contenían receptores de proteína que se ligaban al
THC. Una vez fijo en su lugar, el THC libera una serie de
reacciones celulares que, a la larga, provocan el estímulo
que sienten los usuarios al fumar la marihuana. Las secuelas del
uso de la marihuana incluyen problemas con la memoria y el
aprendizaje, una visión distorsionada, problemas para
pensar y resolver problemas, merma en la coordinación y un
aumento en el ritmo cardíaco, ansiedad y ataques de
pánico.
Los científicos han descubierto que las
impresiones positivas o negativas experimentadas por un individuo
después de fumar marihuana, están directamente
relacionadas con la genética.
Efectos
Los efectos adyacentes al aspirar marihuana incluyen
taquicardia, desorientación, falta de coordinación
física, a menudo seguidos por depresión o
somnolencia. Algunos consumidores padecen ataques de
pánico o ansiedad.
Pero el inconveniente no acaba aquí. De acuerdo a
estudios irrefutables, el ingrediente activo del cannabis, THC,
subsiste en el cuerpo durante semanas o incluso más
tiempo.
El humo de la marihuana contiene entre un 50% a 70%
más de sustancias que causan cáncer, en
relación al humo del tabaco. Un estudio de
investigación importante informó que un "porro" de
cannabis puede causar el mismo daño a los pulmones que
cinco cigarrillos fumados uno detrás del otro (Porro es un
término de la jerga popular para un cigarrillo enrollado
con cannabis; un porro puede variar mucho en tamaño,
normalmente contiene entre 250–750 mg de cannabis). Los
fumadores de porros de toda la vida a menudo sufren de bronquitis
(una inflamación del tracto respiratorio).
Estudios realizados en Australia durante el 2008, han
asociado el uso frecuente y prolongado de marihuana con
anormalidades en el cerebro. Esto está respaldado por una
investigación anterior sobre los efectos a largo plazo de
la marihuana, lo cual indica que hay cambios en el cerebro,
similares a aquellos causados por el consumo prolongado de otras
drogas más importantes. Y varios estudios han mostrado la
conexión entre el uso continuo de la marihuana y la
psicosis.
La marihuana cambia la estructura de las células
del esperma, deformándolas. Además, pequeñas
cantidades de marihuana pueden causar esterilidad transitoria en
el hombre. El uso de la marihuana puede alterar el ciclo de la
menstruación en la mujer.
Los estudios manifiestan que las funciones mentales de
personas que han fumado gran cantidad de marihuana tienden a
disminuir. El THC del cannabis afecta las células
nerviosas del cerebro, lo que a su vez afecta a la
memoria.
El cannabis es una de las escasas drogas que causan la
división anormal de la célula, lo cual conduce a
graves defectos hereditarios. Una mujer encinta que fuma
regularmente marihuana o hachís puede dar a luz
prematuramente un bebé de menor tamaño y con menos
peso de lo normal. En los pasados 10 años, muchos hijos de
adictos a la marihuana han nacido con una iniciativa reducida y
capacidades disminuidas en cuanto a concentrarse y dedicarse al
logro de las metas en la vida. Los estudios también
sugieren que el consumo prenatal de la droga puede resultar en
defectos de nacimiento, anormalidades mentales y un mayor riesgo
de leucemia1 en los niños.
EFECTOS A CORTO PLAZO
Distorsión sensorial
Pavor
Angustia
Mala coordinación de movimientos
Tiempo de reacción más
lentoDespués de una "subida" (subida: Hacer efecto
la droga ) inicial, el consumidor se siente somnoliento o
deprimidoRitmo cardíaco más elevado (y riesgo
de ataque al corazón)
EFECTOS A LARGO PLAZO
Resistencia disminuida a enfermedades comunes
(resfriados, bronquitis, etc.)Supresión del sistema
inmunológicoPerturbaciones del crecimiento
Aumento de células en el cuerpo anormalmente
estructuradasDisminución de las hormonas sexuales
masculinasDestrucción rápida de las fibras
pulmonares y lesiones (heridas) al cerebro que podrían
ser permanentesCapacidad sexual reducida
Problemas en el estudio: se reduce la habilidad para
aprender y retener informaciónApatía, letargo, falta de
motivaciónCambios de personalidad y humor
Incapacidad para comprender cosas
claramente
El recorrido de
la adicción
Debido a que se produce una tolerancia, la marihuana
lleva a sus consumidores a tomar drogas más fuertes o en
cantidades crecientes para lograr el mismo viaje. Cuando los
efectos empiezan a esfumarse, la persona puede cambiar a drogas
más potentes para liberarse de condiciones indeseadas que
le impulsaron a tomar marihuana en primer lugar. La marihuana por
sí misma no conduce a la persona a otras drogas; la
persona toma drogas para eliminar situaciones o sentimientos
indeseados. La marihuana disimula el problema durante un tiempo
(cuando el consumidor está en el "viaje"). Cuando el
"viaje" se desvanece, el problema, la condición o
situación indeseable vuelve más fuertemente que
antes. El usuario puede luego optar por drogas más fuertes
ya que la marihuana ya no le "funciona".
La generalidad de los adictos a la cocaína (99.9
por ciento) principiaron consumiendo "drogas de entrada", como la
marihuana, el cigarrillo o el alcohol. Por supuesto, no todos los
que fuman marihuana y hachís (El hachís es un
producto del cannabis, definido como la resina separada, en bruto
o purificada, obtenida de la planta de cannabis; es más
potente que otras preparaciones, y proviene de las secreciones de
las sumidades floridas y partes femeninas de la planta Cannabis
sativa. El contenido de THC del hachís suele ser de 8 a 15
por ciento, dependiendo de la calidad del material vegetal y los
adulterantes. Suele ser adulterado y coloreado de negro para dar
la impresión de tener calidad alta, comúnmente con
alheña o "henna", regaliz, césped común,
harina y estiércol. La palabra "hachís" proviene
directamente de la palabra árabe hashish, que significa
"césped", "hierba seca" e incluso "cáñamo")
pasan al consumo de drogas más fuertes. Un estudio
descubrió que los jóvenes de entre 12 y 17
años que fuman marihuana, son 85 veces más
propensos a consumir cocaína que los chicos que no fuman
marihuana, y que el 60 por ciento de los chicos que fuman
marihuana antes de los 15 años, pasan a consumir
cocaína.
A veces combinan la marihuana con drogas más
fuertes. Los cigarros de marihuana algunas veces se sumergen en
PCP (La fenciclidina – contracción del nombre
químico fenilciclohexilpiperidina -, conocida por su
abreviatura del inglés, PCP, es una droga disociativa
usada como agente anestésico que posee efectos
alucinógenos y neurotóxicos. Se le conoce
comúnmente como Polvo de ángel, Hierba mala o
Píldora de la paz. La fenciclidina se desarrolló
comercialmente en los 1950s por la compañía
farmacéutica Parke-Davis. La fenciclidina está en
Lista II de los EE. UU. según el Convención sobre
sustancias psicotrópicas de 1971). El PCP es conocido por
causar comportamiento violento y generar reacciones
físicas graves, como convulsiones, estado de coma e
incluso la muerte.
Detrás de
la cortina de humo
El dispendio de marihuana no sólo es
dañino para el que la consume. Él también
puede convertirse en un riesgo para la sociedad.
Los exámenes muestran claramente que la marihuana
tiene el potencial de causar complicaciones en la vida diaria. Un
estudio realizado en 129 universitarios reveló que
aquellos que habían consumido esta droga entre los 27 y 30
días antes de haber contestado la encuesta, habían
degradado extensamente sus habilidades importantes relacionadas
con la atención, memoria y el aprendizaje. Un estudio
hecho a los trabajadores del servicio postal reveló que
los empleados que habían dado positivo en las pruebas de
uso de marihuana habían sufrido un 55% más de
accidentes, un 85% tenían más lesiones y un 75%
más de bajas en el trabajo.
En Australia, un estudio descubrió que 4.3% de
las tragedias automovilísticas fueron causadas por la
intoxicación de cannabis.
La presión social para tomar drogas es alta y la
información honesta sobre los peligros de éstas no
está siempre disponible, y si lo está, se encuentra
manipulada.
Mucha gente te dirá que la marihuana no es
nociva. Ten en cuenta quién te lo está diciendo.
¿Son las mismas personas que están tratando de
venderte algo de marihuana?
La marihuana puede dañar la memoria de las
personas, y este impacto puede continuar por días o
semanas después de los efectos colindantes de haber dejado
de consumirla. En un estudio hecho a un grupo de grandes
consumidores de marihuana, se les pidió que recordaran
palabras de una lista. Perdieron la habilidad para recordar
correctamente las palabras incluso 4 semanas después de
haber dejado de fumar.
Los estudiantes que consumen marihuana tienen
calificaciones más bajas en sus estudios y es menos
factible que lleguen a la universidad que los no fumadores. Ellos
sencillamente no tienen las mismas habilidades para recordar y
organizar información en comparación con los que no
usan esas sustancias.
Referencias
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Autor:
Percy Zapata Mendo