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Ejercicios para contribuir al desarrollo de habilidades ortográficas




Enviado por Daysi Sánchez Riesgo



Partes: 1, 2

  1. Resumen
  2. Introducción
  3. Esbozo
    histórico de la ortografía
    española
  4. La
    motivación y conciencia
    ortográfica
  5. Problemas que
    enfrenta la enseñanza de la ortografía en la
    escuela
  6. Los objetivos y el
    contenido de la ortografía escolar
  7. La
    evaluación del aprendizaje
    ortográfico
  8. El
    acento
  9. Algoritmo de
    trabajo para el cumplimiento de la propuesta
    realizada
  10. ¿Qué
    hacer para enseñar
    ortografía?
  11. Conclusiones
  12. Bibliografía

Resumen

Uno de los objetivos fundamentales, no solo en el
sistema educacional cubano, sino de cualquier país, ha
estado dirigido en lograr en los estudiantes un adecuado dominio
de la Lengua Materna, que es impulsada por el desarrollo de las
ciencias del lenguaje y de la comunicación que de manera
general, le insuflan un carácter comunicativo como no lo
había tenido antes. La Ortografía es una de las
disciplinas del idioma, que por su importancia se le dedica un
significativo espacio a la ejercitación. Uno de los
aspectos que hoy está frenando la acertada
formación académica de los escolares, es lo
relacionado con la acentuación, cuestión abordada
por diferentes autores, que en la actualidad dentro de la
dirección del proceso de enseñanza y aprendizaje no
ha tenido la respuesta requerida. La investigación va
dirigida a la instrumentación de un sistema de ejercicios
con el objetivo de contribuir al desarrollo de habilidades
ortográficas con énfasis en la acentuación
de las palabras agudas, llanas y esdrújulas en los
escolares de cuarto grado del Seminternado Pedro
Hernández. La misma está estructurada por dos
capítulos. Para la obtención de los resultados se
utilizaron diferentes métodos: se aplicó un
diagnóstico no probabilístico de tipo intencional,
entrevistas, encuestas, prueba pedagógica. Dentro de los
métodos teóricos, el análisis y la
síntesis, induccióndeducción,
histórico-lógico y los métodos
estadísticos, los cuales permitieron, entre otras
cuestiones, analizar la información y elaborar las
conclusiones y recomendaciones. El sistema permitió
mejorar sustancialmente los resultados de los escolares, en la
Ortografía, demostrando el carácter
científico-pedagógico del mismo.

Introducción

En nuestro país desde hace años se
realizaron investigaciones a las que se han incorporado
educadores y profesores que han sido, de hecho, activos
colaboradores que han enriquecido su experiencia, han dado
valiosos aportes a la propia investigación, han
comprendido que solo a través de la investigación
es posible obtener buenos resultados para encaminar su trabajo
pedagógico científicamente.

Estas han demostrado que cuando esto se logra, los
estudiantes son capaces de actuar de forma independiente, de
comprender con más profundidad su papel como estudiante y
después como trabajador en general. Es importante destacar
que para convertirse en un maestro o profesor investigador, se
requieren, además, profundo interés investigativo.
El carácter científico implica la toma de partido
por la verdad científica y su uso humanista, respondiendo
a una ideología, que es la concepción marxista –
leninista
. De manera que lo científico y lo
ideológico forman una unidad dialéctica, lo cual
sustenta todo el proceso de educación de personalidades
multilateralmente desarrolladas.

El ilustre pedagogo cubano Enrique José Varona
expresó: "El maestro debe conocer los métodos de
investigación, para enseñar a aplicarlos, porque el
hombre es un perpetuo investigador, consciente o inconsciente.
Conocer es una necesidad tan primordial, como nutrirse".

(Enrique José Varona)

El enfoque histórico cultural de la
psicología, pedagogía ofrece una profunda
explicación acerca de las grandes posibilidades de la
educabilidad del hombre, constituyéndose así en una
teoría del desarrollo psíquico, íntimamente
relacionada con el proceso educativo, y que se puede calificar
como optimista y responsable.

Por lo tanto corresponde al maestro un papel rector, a
él le corresponde la honrosa, responsable tarea estatal de
la formación y educación comunista de la nueva
generación y es por eso que el objetivo fundamental de la
actividad pedagógica del maestro es dotar a los educandos
de conocimientos, basados en el objetivo esencial de la
educación comunista, "La formación general
integral
".

Se considera que la clase como célula fundamental
del proceso docente educativo debe ser el punto de partida para
lograr el desarrollo integral de nuestros educandos.

La labor que realiza el maestro está encaminada
principalmente en erradicar las insuficiencias que poseen los
estudiantes en la dirección del aprendizaje con un alto
nivel científico.

En cuanto a dirección del aprendizaje en nuestro
centro han sido detectadas dificultades fundamentalmente en la
asignatura Lengua Española, específicamente en las
habilidades ortográficas, vistas en inspecciones
realizadas, en visitas de entrenamiento metodológico
conjunto, observaciones a clases, instrumentos aplicados y
fuentes del alumno, Para el logro de este trabajo, se posee un
claustro de maestro los que cuentan con Programas,
Orientaciones Metodológicas, el Programa Editorial
Libertad, Programas Audiovisuales
(Computadoras, Videos,
TV
), bibliografías, y trabajos de investigación
realizados por diferentes autores. A pesar de existir diversos y
profundos estudios sobre el trabajo de la ortografía no
todos los docentes están preparados desde el punto de
vista teórico y metodológico, no se explota al
máximo la nueva tecnología, no se trabaja la
ortografía en las demás asignaturas de los
programas de estudio del grado de forma coherente, no se
consultan de forma sistemática las bibliografías
que le pueden enriquecer el contenido. Es insuficiente la
prioridad como objetivo de trabajo metodológico que le dan
las estructuras de dirección, lo cual provoca un
tratamiento asistemático.

Según criterio de la autora de esta
investigación, la asignatura Lengua Española es una
de las asignaturas priorizadas dentro de los programas de
estudio, y que la ortografía es uno de sus componentes de
vital importancia para el desarrollo de nuestra Lengua Materna,
donde no puede mantenerse al margen ni de los criterios
referentes al aprendizaje desarrollador, ni de lo relacionado con
este enfoque cognitivo – comunicativo. Cualquiera que sea
el componente funcional que predomine en una clase, siempre es
posible dar tratamiento a los contenidos y habilidades
ortográficas. La ortografía constituye una
habilidad de lenta y difícil formación donde se
hace necesario que se inserte lo que se ha dado en llamar un
aprendizaje desarrollador, mediante el cual el estudiante asimile
herramientas de aprendizaje, un estilo de pensamiento
estratégico y se prepare para "aprender a
aprender
". Esta concepción de la enseñanza-
aprendizaje
, basada en la asimilación de estrategia se
sustenta en los postulados vigostskianos.

DESARROLLO

Esbozo
histórico de la ortografía
española

Nuestro actual alfabeto consta de 27 letras para
representar 24 fonemas. Este alfabeto ha sufrido
modificaciones mucho antes de 1994 en el X Congreso de la
Academia de la Lengua Española.

Pero la ortografía de la Lengua Española
incluyendo su alfabeto, no fue desde sus inicios como la
conocemos hoy. La ortografía moderna del español,
basada en criterios mixtos donde se alterna el etimológico
y el de pronunciación, es el producto de un largo proceso
histórico.

A pesar de los numerosos intentos de gramáticos
para unificar del español antes de la creación de
la Real Academia Española (R.A.E) en 1717,
se producían muchas y frecuentes confusiones
ortográficas, que se registran aún en las obras de
los clásicos españoles de los siglos XVI y
XVII. Era vacilante el uso de la m o n antes
de b y p, el empleo de m antes de otra
m, entre otros ejemplos.

La evolución del acento ortográfico fue
bastante lenta. Puede leerse textos de los siglos XVI y
XVII sin una sola tilde, y en otros encontramos palabras
acentuadas ortográficamente de modo caprichoso. La
academia elaboró al respecto unas reglas que no todos
seguían. Fue en el siglo XIX cuando se llegó
a un acuerdo general. La mayoría de las reglas que
actualmente se emplean fueron echas en esta institución en
1884, la supresión de la tilde en la
preposición a y en las conjunciones e, o, u se
promulgó en 1911, en los monosílabos en
1952.

El uso de la mayúscula también tuvo
grandes fluctuaciones hasta llegar a las actuales, ya bastante
sencillas. Se puede observar en los escritores más
antiguos que no había norma fija en cuanto al uso de la
puntuación .Existen documentos del siglo XVI que no
poseen ni un solo signo.

Escritores y estudiosos americanos hicieron importantes
propuestas para reformar la ortografía de la Lengua
Española, algunas de ellas han sido aceptadas por la
academia. Entre esas personalidades se encuentra el venezolano
Andrés Bello y los cubanos Felipe Poey y Esteban
Ricardo.

Contrario a lo que muchas personas piensan, la Real
Academia Española ha desarrollado desde su
fundación una loable labor de significación
ortográfica. Las reformas ortográficas se hacen
luego de una amplia consulta con todas las academias desde
1951, estas academias correspondientes de la Real Academia
Española realizan sucesivos congresos en los cuales se
adoptan importantes acuerdos que posibilitan la fijación y
defensa del idioma, y una racional significación de su
ortografía.

Recién iniciada la segunda mitad del siglo
XX el ilustre lexicógrafo español Julio
Casares, entonces secretario perpetuo de la Real Academia
Española presentó un informe a la junta de la R.
A. E
que sirvió de base para legislar sus nuevas
normas

de Prosodia y Ortografía puesta en vigencia con
carácter potestativo el de septiembre de
1952, y de aplicación preceptiva desde el 1 de
enero de 1959.

Una de las modificaciones e innovaciones
ortográfica se realizó en la acentuación,
donde se suprimió los acentos ortográficos de los
monosílabos fue, fui, dio, vio y se aconsejó
no tildar el adverbio solo, ni los pronombres demostrativos este,
ese, aquel y sus plurales si en su uso no hay
anfibología.

En las últimas ediciones de la ortografía
publicada en noviembre de 1999, la R.A. E, realiza
significativas modificaciones a la ortografía
española. Un ligero análisis de las reglas
académicas permite apreciar que no la sistematizan
atendiendo a un criterio lingüístico en particular,
motivo por el cual abundan las excepciones y la mezcla de
elementos heterogéneos en un mismo enunciado.

Escribir correctamente los signos que convencionalmente
representan los sonidos de la lengua es un asunto muy debatido en
los momentos actuales pues una correcta escritura permite la
utilización gráfica que se corresponde con nuestro
código.

La
motivación y conciencia
ortográfica

Ha sido muy llevado y traído a lo largo de la
historia de la pedagogía el llamado problema de la
conciencia ortográfica. Todos los pedagogos que se han
dedicado a la didáctica de la ortografía se han
referido de una u otra forma a esta cuestión; sin embargo,
pocos y esporádicos ejemplos de su existencia se han dado
en la práctica escolar.

Para hablar de conciencia ortográfica,
necesariamente hay que referirse a la conciencia, término
del cual, según el diccionario de Oxford (Moreno, 1998)
existen seis definiciones:

-la conciencia como conocimiento compartido, la
conciencia como darse cuenta de algo y la conciencia como
autoconciencia; la conciencia como conocimiento que se adquiere
en sociedad, en interacción social y la conciencia como
conocimiento de las propias posibilidades cognitivas,
además de la conciencia como responsabilidad y compromiso
moral con la tarea.

"Esto implica que el alumno deberá enfrentarse no
solo a un cúmulo de conocimientos ortográficos,
sino que también habrá de conocer y desarrollar sus
procesos mentales de una manera consciente, dicho de otra forma,
habrá de "aprender a aprender" ortografía y
habrá de hacerlo en un proceso de interacción
social y con la disposición de contribuir
responsablemente". (Marero 1998).

La autora coincide plenamente con el autor ya que el
alumno debe conocer para poder desarrollar sus procesos mentales,
donde debe interactuar de forma consiente, para aprender a
aprender.

Por eso, no es suficiente con que el maestro dé
una clase atractiva, capaz de despertar el interés del
alumno en un momento dado, ni tampoco con que recompense de
alguna manera los éxitos alcanzados: el interés
deberá estar relacionado con la creación de motivos
intrínsecos que partan del conocimiento de las propias
carencias y necesidades, y del conocimiento del desarrollo de los
propios procesos cognitivos y sus potencialidades". "La
motivación puede considerarse como un requisito, una
condición previa del aprendizaje. Sin motivación no
hay aprendizaje", (Pozo, 1998) pero para que el alumno se
sienta motivado por el aprendizaje de contenidos que han sido
trabajados habitualmente de forma tan poco interesante como los
de ortografía, lo primero es alternar la selección
de los textos; introducir variedad de ejercicios y juegos; lograr
la orientación comunicativa de las tareas; insistir en la
responsabilidad y el protagonismo de los estudiantes en su propio
aprendizaje y en el de sus compañeros; y dar real validez
a la cooperación en la construcción de los
conocimientos , entre otros importantes elementos. Según
Claxton (1984), motivar es "cambiar las propiedades de una
persona ". (Pozo, 1998) y esto no es solo un problema de
los escolares; es, ante todo, un problema de los
maestros.

Según Bruner, "jugar para el niño y para
el adulto es una forma de utilizar la mente (…) es un
invernadero en el que poder combinar, pensamiento, lenguaje y
fantasía".

Estas condiciones se concretan en dos consideraciones
básicas que a su vez se interrelacionan entre
sí:

  • La evaluación ortográfica debe dar un
    plazo para vencer las carencias y mientras tanto, se
    evaluarán los avances.

  • El fracaso marca a los escolares; si el alumno no
    avanza, si sus resultados no satisfacen sus expectativas
    personales y las sociales, se afectará su
    motivación, su autoestima y su autoconcepto e incluso,
    se verán comprometidos los resultados
    futuros.

Cuando se establecen adecuadas conexiones, estas son tan
difíciles que el alumno puede saber siempre si está
en un error o no y en caso dado saber cómo
corregirlo.

Como factores adecuados para la motivación de la
enseñanza de la ortografía podemos
señalar:

  • El deseo de dominio de las materias por parte del
    alumno.

  • El deseo de estimulación, que puede adquirir
    dos formas:

1-individual (auto
estimulación)

2-colectiva (emulación con otros grados o
escuelas)

Se ha comprobado que cuando el alumno conoce el
resultado de su trabajo se autoestimula y multiplica sus
esfuerzos encaminado hacia el objetivo:

Francisco Alvero Francés en sus cortos
preparatorios "Lo esencial en la ortografía" hace
referencia a que el educando no puede ser un lente pasivo sino
activo; es decir que se requiere que la ejercitación, no
solamente de las reglas la cual no debe ser extensa ni aprenderse
mecánicamente sin la debida comprensión de la
misma, se debe controlar el desarrollo del alumno con respecto a
ellas sistemáticamente.

La autora asume el criterio del autor ya que la
aplicación de las reglas ortográficas requiere
suficientes ejercicios previos que permitan la observación
atenta de los casos particulares y el señalamiento de lo
que estos tienen en común respecto a la forma
gráfica; es decir, que se utilice la vía inductiva
para llegar a la formulación de las conclusiones
generales, en las cuales están presentes los elementos que
constituyen la regla en cuestión. Esta debe surgir por si
misma y su formulación deben hacerla los
alumnos.

Pero no termina ahí, si no que es un punto de
partida para aplicarlos por la vía deductiva a nuevas
situaciones, se impone pues, la verificación de la
vigencia de la regla ortográfica en numerosos casos
similares, además de las consideraciones de las
excepciones, siendo estas controladas
sistemáticamente.

Problemas que
enfrenta la enseñanza de la ortografía en la
escuela

"La ortografía es un campo de necesaria
reflexión… los vacíos en su
sistematización y los fracasos en su enseñanza nos
exigen aportes didácticos urgentes "(Linares 1974).
Es por ello que la enseñanza de la ortografía
requiere ser atendida con celeridad y para ello se necesita a
partir de la aplicación de variados métodos y
procedimientos trabajar sistemáticamente con el logro de
las percepciones sensoriales con un carácter
sistemático, preventivo, incidental y
correctivo.

Por ello el trabajo de la lengua materna y
prioritariamente de los conocimientos ortográficos es un
elemento esencial, a partir de su importancia si tenemos en
cuenta lo expresado por el eminente profesor español
Francisco Alvero Francés, cuando dijo "bueno es hablar
bien, mejor, mucho mejor, hablar y escribir bien".
La
ortografía según él, es la parte de la
gramática que enseña a escribir correctamente
mediante el acertado empleo de las letras y de los signos
auxiliares de la escritura. Esta concepción está
avalada por la R. A. E.

Se considera que a escribir bien se aprende, desde luego
y en esto la escuela desempeña un papel fundamental, no es
tarea de un día ni siguiera de un curso escolar y mucho
menos de una educación específica, pero si se
atiende consecuentemente es posible lograr en los alumnos una
actitud que permita expresar sus ideas y si lo hacen por escrito
que puedan aplicar los conocimientos y habilidades
ortográficas. En estos momentos se trabaja para que los
alumnos fijen la escritura correcta de las palabras, es decir que
el trabajo tenga un carácter marcadamente
preventivo.

"Los hablantes de las diferentes lenguas pueden
identificar fácilmente las palabras, los puntos de vista
mediante los cuales se les analiza, son pocos precisos. Se ha
intentado probar la existencia de las palabras a partir de
criterios de acento, separabilidad, significación"

(Ortega, E. 1991)

A pesar de las dificultades teóricas que
entraña la identificación de las palabras, es
indudable que son unidas fundamentalmente en el sistema de la
lengua, ha sido y sigue siendo temas predilectos de escritores y
lingüistas, el estudio del origen, desarrollo y
significación de las palabras, por su importancia en la
formación y expresión de conceptos, su poder
evocador y los mil estados anímicos que en ella se
reflejan.

La ortografía es un área del lenguaje
sumamente compleja, sin embargo desborda los límites de la
esfera lingüística como objeto de estudio de una
ciencia en particular para irrumpir en el medio escolar dada su
pertinencia como herramienta de comunicación.

La escuela debe enfrentarse a dos grandes grupos de
problemas o dificultades, los de la ortografía en
sí y los que suelen presentar los alumnos.

Según Osvaldo Balmaceda la ortografía,
se tropieza con

a) La arbitrariedad del sistema de
notación escrita con respecto al sistema oral.

b) El carácter contradictorio de muchas
normas ortográficas, la mayoría de las cuales
requieren de conocimientos gramaticales complementarios para ser
asimiladas.

c) Las reglas para la acentuación son
muchas y con numerosas excepciones para ser reconocidas,
recordadas y aplicadas sin dificultad.

b) El carácter temporal de las normas
ortográficas.

e) La configuración de las letras con que
debe operar el estudiante para leer y para escribir son
diferentes.

Esta última dificultad, aunque se halla
relacionada con la caligrafía, no debe
subestimarse.

Por su parte los alumnos pueden manifestarse : poco
interés por la ortografía, insuficiente competencia
lingüística o gramatical que les impide el acceso
masivo a la ortografía de las palabras, padecen trastornos
psicológicos que se reflejan en su capacidad para
concentrar la atención, en los procesos de memoria o
percepción, o tener defectos físicos o
neurofisiológicos que repercuten en sus capacidades
auditivas, visuales o motoras, al respecto, Gaddes distingue
cinco tipos diversos de heterógrafos en función del
déficit neurofisiológico condicionante.

1. Por déficit del lenguaje.

2. Por disfunción
visoperceptiva.

3 Por problemas auditivos.

4. Por alteraciones motóricas
expresivas.

5. Por combinaciones de dos o más
factores.

Otros factores no menos importantes están
relacionados con el desarrollo mismo del proceso docente (los que
constituirían un tercer grupo):funcionalidad de los
programas, estabilidad de maestros, calidad, disponibilidad y
empleo de materiales docentes (textos, diccionarios, prontuarios
y otros recursos), maestría pedagógica, dominio y
actualización de la Ortografía y de su
didáctica particular por el maestro de lengua materna , la
probable contribución del resto del colectivo
pedagógico, y la inveterada tendencia a homogeneizar la
enseñanza ortográfica sin atender al
carácter heterogéneo del aprendizaje .

De todo lo anterior se deduce que lograr la
sólida adquisición de habilidades
ortográficas sólo es viable a través de una
compleja actividad consciente y dirigida, en la que interviene
diversos elementos.

La importancia del conocimiento ortográfico
está dada en el papel que desempeña en los procesos
de lectura y escritura, en la primera con un carácter
pasivo, en la habilidad de recordar y reconocer los signos del
sistema y relacionarlos con los elementos
lingüísticos que representan. En la escritura, con un
carácter activo, en la reproducción de signos
gráficos, que supone el acto de escribir de su pensamiento
(autodictado) o del pensamiento ajeno (dictado o
copia
).

Los objetivos y
el contenido de la ortografía escolar

  • Los objetivos.

Los objetivos determinan los contenidos, lo que se
manifiesta desde el plan de estudio hasta el plan de clase. "Los
objetivos son (…) los propósitos y aspiraciones que
durante el proceso docente se van conformando en el modo de
pensar, sentir y actuar del estudiante. (Álvarez de Zayas,
Carlos M)

Los objetivos son el punto de partida para estructurar
el contenido, los métodos y las formas organizativas de
enseñanza, que orientan el trabajo de docentes y alumnos
en el proceso y permiten valorar su eficacia mediante la
evaluación de los resultados. Como las transformaciones
que deben lograrse en los alumnos, es importante saber
formularlos.

Resumiendo los criterios de diversos autores dedicados a
la enseñanza de la Ortografía, los objetivos que
con mayor frecuencia pueden observarse, son:

1. Facilitar el aprendizaje de la escritura correcta
de un núcleo de palabras de uso frecuente, así como
el adecuado empleo de los signos de
puntuación.

2. Conocer las reglas ortográficas más
generales del idioma para posibilitar la escritura correcta de un
gran número de palabras.

3. Proporcionar métodos y técnicas para
el estudio de nuevas palabras.

4. Desarrollar el interés y el deseo de
escribir correctamente.

5. Propiciar el hábito de revisar lo
escrito.

6. Utilizar adecuadamente el diccionario y crear el
hábito de consultarlo con frecuencia.

En la formulación de estos objetivos se reflejan
algunos de los problemas centrales que se presentan actualmente,
de los cuales señalamos:

a) El contenido de los objetivos de la
enseñanza.

b) La jerarquización y
clasificación de los objetivos.

Para elaborar y jerarquizar los objetivos de la
enseñanza de la Ortografía, es oportuno tener en
cuenta los tipos de habilidades y de hábitos que se
vinculan con los conocimientos, de modo que la formulación
del objetivo sea, precisamente, la determinación de la
habilidad que se desea lograr. Nos basamos, por eso en los
trabajos de Nina Talízina, quien sugiere declarar los
objetivos en un lenguaje de habilidades, ya que toda habilidad
está vinculada a la solución de tareas concretas.
Según esta autora, "cuando utilizamos el lenguaje de las
habilidades podremos seleccionar los conocimientos que nos hacen
falta". (Talízina, Nina)

Pero también se deben determinar los niveles de
asimilación, profundidad y sistematización,
logrando que en cada objetivo quede explícito el nivel de
asimilación (conocimientos y habilidades) que se pretenden
lograr. De acuerdo con lo anterior, una clasificación
adecuada de los objetivos se correspondería con los
niveles siguientes:

Familiarizar: Los alumnos asimilan los
conocimientos a través de la identificación y la
distinción de palabras y signos, definiciones,
etc.

Reproducción: Los alumnos, a través
de la reproducción de los fenómenos estudiados, en
forma oral y escrita fundamentalmente asimilan los conocimientos,
tienen la posibilidad de analizar sus propiedades con ayuda de
operaciones intelectuales simples.

Aplicar: Los alumnos asimilan los conocimientos a
través de las aplicaciones de un modelo, mediante
operaciones intelectuales complejas, productivas y de
solución de problemas.

Las acciones que deben realizar los alumnos para dominar
los conocimientos implícitos en la formulación de
objetivos se despliegan en las tareas, cuya ejecución
garantiza el saber. Al respecto, Talízina señala:
"no se puede hablar de un conocimiento sin analizar la habilidad,
el saber que lo acompaña, pues como norma los conceptos no
se enseñan para que puedan trabajar con ellos".
(Talízina, Nina)

La formulación de los objetivos por niveles, en
forma de tareas, permite al maestro establecer relaciones con
otros componentes del proceso según el grado de desarrollo
lingüístico del alumno e imprimirle un mayor
dinamismo y carácter práctico al proceso de
enseñanza aprendizaje. Esta modalidad le confiere un
verdadero papel orientador a los objetivos, tanto para el maestro
como para el alumno.

Los objetivos de la enseñanza de la
Ortografía, formulados como tareas docentes, pudieran ser
agrupados por niveles:

Primer Nivel: El alumno reconoce los conceptos,
reglas ortográficas elementales y de base, de forma
reproductiva.

Segundo Nivel: Establecer relaciones entre los
conceptos y las reglas elementales en función de
aplicarlas a una situación determinada. Este supone de un
proceso cognitivo más complejo con alto nivel de
reflexión y posición crítica, donde el
alumno debe ajustarse a las condiciones diversas que responden a
los diferentes tópicos de la lengua.

Tercer Nivel: Deberá reconocer y
contextualizar la situación problémica, debe
ajustarse a condiciones diversas, identificar componentes e
interrelaciones, además establecer la estrategia de
solución. Este supone de una actividad más
productiva.

La autora coincide con el autor que para que se logre
los objetivos de la enseñanza de la Ortografía los
ejercicios deben transitar por los tres niveles.

  • El contenido:

Mucho se ha discutido acerca de qué es lo que se
debe enseñar cuando se trata de Ortografía. Lo
más común es que el maestro se encuentre ante un
aspecto inabarcable de vocablos o como se ha dicho muy
gráficamente: "una selva enmarañada de palabras",
un grupo de alumnos con dificultades desiguales y un tiempo
limitado por la duración de curso.

Se considera el criterio de adecuar el contenido
ortográfico a las necesidades de los alumnos distinguiendo
el alumno aventajado del que presenta necesidades severas o del
que las tiene leves para no dedicar tiempo a contenidos
ortográficos que ya se dominan.

Para determinar el contenido también habrá
que tener en cuenta otros aprendizajes relacionados con la
competencia lingüística.

Para proporcionar un adecuado dominio ortográfico
de la lengua es necesario que el contenido comprenda:

a) El estudio de reglas relacionadas con todo el
sistema de la ortografía española, de modo que
propicie la escritura de un grupo numerosos de palabras de
importante valor de uso, incluida su acentuación
gráfica, así como el empleo de mayúsculas y
de los signos de puntuación.

b) La adquisición de procedimientos que
faciliten fijar la imagen gráfica de un núcleo
significativo de vocablos no sujetos a reglas, que forman parte
del vocabulario cotidiano, así como de los recursos que
posibilitan el empleo adecuado de los signos de
puntuación.

c) La apropiación de un sistema de
hábitos y habilidades que favorezcan la escritura de
acuerdo con las normas al uso de la ortografía
española.

d) El desarrollo de la conciencia
ortográfica, o lo que es lo mismo, el hábito de
revisar todo lo que se escribe y el interés por producir
textos acatando las normas ortográficas
vigentes.

e) El empleo idóneo de materiales de
referencia, tales como diccionarios, glosarios, prontuarios,
resúmenes de gramática, etc.

Será necesario dar al contenido una
organización que permita estructurarlo de forma asequible
a la edad y el nivel de los estudiantes, pero poniendo el
énfasis mucho más en el proceso mediante el cual el
alumno elabora el conocimiento ortográfico que en el
resultado de su apropiación, aunque éste sea un
elemento importante a tener en cuenta.

El diseño por letras y signos sigue un principio
normativo, en este , la declaración de los contenidos se
hace con arreglo a los enunciados de las normas
ortográficas, por lo que de hecho este tipo de
organización propicia una enseñanza basada en las
reglas .Su mayor desventaja está dada en los contenidos
que se imparten de manera independiente y desvinculados unos de
otros, de manera que cuando se concluye cada asunto, si el
profesor no es cauto suele no acudir nuevamente a él, no
se logra imprimirle un carácter
sistemático.

La Ortografía debe tener una motivación
objetiva y subjetiva. Objetiva porque el objeto de estudio
deberá ser atractivo; y subjetiva, porque el alumno
deberá sentir la necesidad de aprender. Este
"carácter atrayente" no se encuentra solo en el contenido
ortográfico sino también en la forma, la que
está dada en la organización y
estructuración del material docente.

Con este propósito concebimos una
estructuración diferente del contenido referido a la
ortografía de la letra y la del acento, basada en cinco
direcciones que, sin perder su identidad, en su conjunto resultan
ser más efectivas que cada una de ellas por separado, por
lo que se constituyen en un sistema complejo y
armónico.

Los Métodos para la enseñanza de la
ortografía:
imagen de manera árida,
monótona , esquemática e inútil que de la
Ortografía ha prevalecido durante mucho tiempo se debe, en
buena medida, a los métodos empleados en su
enseñanza, muy parecidos a los dogmáticos
medievales, pues se han caracterizado, de manera general, por
propender de la memorización mecánica, más
que a incentivar el interés por saber, y a despertar el
espíritu de indagación en los alumnos, tan
necesario para dominar cualquier esfera del conocimiento e
imprescindible en el caso de la Ortografía.

En la actualidad, con el predominio de enfoque
comunicativo y de los métodos integrales de
enseñanza y aprendizaje de las lenguas, los elementos
discretos de la lengua (fonología-fonética,
vocabulario, ortografía, etc.), reciben poca
atención: Pues se piensa que todos esos componentes
lingüísticos se aprenden de forma global e integrada
en actos de comunicación oral y escritos.

Desde el punto de vista social la ortografía
es un indicador más del nivel cultural y académico
de los sujetos. Una buena ortografía va asociada,
generalmente, a un buen nivel de lectura y escritura. Aunque
desde el punto de vista psicológico, depende
también de una buena memoria visual.

Otro problema que se manifiesta en el empleo de los
métodos cuando se enseña o ejercita
Ortografía es el divorcio con los otros componentes del
proceso. Utilizar métodos sin tener en cuenta los
objetivos propuestos, el contenido o el desarrollo alcanzado por
el estudiante es un rasgo bastante común en las clases
destinadas a la enseñanza de la correcta escritura del
idioma.

Por ejemplo el método expositivo, en el que
prevalece la palabra del maestro y una cierta actitud pasiva del
alumno- adoptando una de las numerosas clasificaciones de
métodos- si bien puede ser empleado en la enseñanza
de la Ortografía, para explicar o ilustrar un
fenómeno en particular, no es, sin embargo, el
idóneo para ilustrarlo con la frecuencia con que se
observa – mucho más deseada- dado el carácter
propio de los objetivos y el contenido de esta
materia.

También muchos maestros emplean invariablemente
una sola vía, lo mismo para ejercitar, que para impartir
un nuevo contenido o para evaluar el rendimiento, favoreciendo la
monotonía, olvidando que a la Ortografía hay que
darle vida y color; José Martí nos legó una
sabia recomendación: "la variedad debe ser una ley en
la enseñanza de materia árida".

En el binomio enseñanza-aprendizaje de la
Ortografía debe dominar el análisis, la
síntesis, la solución de problemas, la
independencia cognoscitiva, sin menoscabo de la
interrelación profesor-alumno y alumno-alumno; en fin,
métodos que contribuyan a conseguir ese dinamismo que
propenda a la actividad y una atracción por la materia que
el contenido por sí solo no lo consigue.

La Ortografía, es cierto, puede enseñarse
mediante métodos generales, pero los hay particulares,
propios de la materia, que permiten organizar la actividad de
aprendizaje de los estudiantes de un modo más
eficiente.

Estos métodos deben combinarse. Un solo
método nunca será suficiente para lograr una mejor
eficiencia del trabajo docente de los alumnos.

El método de enseñanza está
constituido por un sistema de acciones estructurado
conscientemente por el maestro para organizar y dirigir la
actividad cognoscitiva y práctica del estudiante, con el
propósito de asegurar la asimilación de
conocimientos y el desarrollo de hábitos y
habilidades.

  • Métodos de carácter
    sensorial

Tradicionalmente, los métodos para la
enseñanza de la Ortografía han sido clasificados de
acuerdo con la participación de los órganos
sensoriales que intervienen en la asimilación del
contenido:

  • a) La vista y la mano: viso- motor.

  • b) La vista, el oído y la mano: viso-
    audio-motor.

  • Método viso-motor

Con la copia puede reforzarse el acuerdo de la imagen
gráfica de la palabra al emplear dos vías
simultáneamente: la visual y la muscular.

No desestimamos la importancia de la repetición y
de la transcripción de los caracteres que componen los
vocablos- como condición indispensable para lograr la
automatización de una habilidad- ; sin embargo es
conveniente aclarar que no es solo la acción reiterada de
copiar palabras aisladas la que permite adquirir la competencia
ortográfica. La capacidad de retener y reproducir la
imagen gráfica de las palabras se adquiere por la
conjunción de muy diversos factores en lo que esas
acciones solo ocupa un lugar.

Los ejercicios de copia no han de reducirse a la
mecanización del acto visomuscular, ya que en todo
ejercicio ortográfico, como veremos más adelante
con detenimiento, deben estar presentes los procesos de
atención y de memoria, así como la actividad
intelectual reflexiva y afectiva.

Una copia basada en el estudio de vocabulario
ortográfico, el conocimiento del significado de las
palabras y el sentido del texto en que se insertan, constituye
una de las formas más eficaces de la didáctica de
la Ortografía.

  • Método audiomotor: El
    dictado.

La aplicación sistemática de dictados
propicia el desarrollo de la percepción auditiva de las
palabras, y por consiguiente la diferenciación
fonética, incluidos tono, pausas, acentos. El dictado
favorece también la asociación de imágenes
sonoras y gráficas, con lo que contribuye a mejorar la
memoria muscular, auditiva y visual de las palabras.

El proceso de dictado lleva implícito la
revisión, la autocorrección, el análisis, la
síntesis y la comprensión lectora; por eso estos
ejercicios, como ya se señaló para la copia,
deben:

a) prepararse cuidadosamente (lo que equivale
atener presente la calidad del texto a dictar, su correspondencia
con los propósitos perseguidos – no es lo mismo ejercitar
que comprobar- grado de complejidad, etc.)

b) realizarse con un procedimiento
adecuado.

c) ser revisados inmediatamente.

d) concluir con ejercicios
correctivos.

El dictado dinamiza la actividad del estudiante y lo
obliga a practicar tres de las cuatro habilidades
lingüísticas básicas: escuchar, leer y
escribir.

Existen dos grandes grupos de dictados: los
preventivos y correctivos
, cuya función es la de
enseñar Ortografía, evitar posibles errores o
corregir defectos, muy empleados en la ejercitación y
consolidación de la escritura correcta de la lengua, y los
de control, usados para comprobar la calidad y solidez de la
asimilación de los conocimientos y habilidades de los
alumnos.

Los dictados concebidos como ejercicios para aprender y
practicar los conocimientos ortográficos pueden adoptar
diversas formas.

Este método, bien utilizado garantiza la calidad
del trabajo preventivo que debe realizarse, empleando
adecuadamente los diferentes tipos de dictado: dictado visual,
oral y visual, explicativo, sin escritura, selectivo, libre,
autodictado, memorístico, entre otros.

  • Método
    viso-audio-gnósico-motor.

Ya nos hemos referido a este método. Su provecho
consiste en que, a diferencia de los anteriores, incorpora el
componente gnoseológico. Como apreciarse, es la vía
dirigida al aprendizaje de la estructura de la palabra,
preferentemente de aquellas no sujeta a reglas.

Este método se basa en la observación
visual y su simultaneidad con las impresiones auditivas, motrices
y articulatorias; para ello se requiere que el alumno vea, oiga,
entienda y escriba las palabras.

  • Métodos de carácter
    reproductivo

Las emplean con mayor frecuencia para el aprendizaje de
las normas. La mayoría de los alumnos creen que
aprendiendo las reglas de memoria, podrán escribir sin
errores las palabras, esta es una idea que el maestro debe
contribuir a rechazar. Su conocimiento, no obstante, contribuye a
generalizar la escritura correcta de palabras que entran en un
determinado sistema gráfico (morfológico,
analógico, etc.) o al empleo de los signos de
puntuación o la colocación de tildes.

Debe quedar claro que el objetivo nunca será la
recitación de las reglas, sino la escritura de los
vocablos y la utilización de los signos según las
normas de la Academia, luego la regla no es un fin, sino un
medio. Deberá llegarse, preferentemente, mediante el
análisis de lo particular a lo general. Las reglas no
serán muchas y sobre todo didácticas. Primero, las
que no tienen excepción, después, las que tienen
pocas. Las reglas con muchas excepciones son de escasa utilidad
por lo infrecuente de los casos que platean.

El aprendizaje de la regla ortográfica requiere
de una abundante ejercitación, para que sea interiorizada.
Este método no debe magnificarse, pero tampoco ha de ser
ignorado, pues constituye un recurso didáctico importante,
propicia el análisis y la síntesis, la
generalización y la abstracción.

  • Métodos de análisis
    lingüístico

Pueden estar referidos al nivel del sintagma, al
sintáctico, al fonológico o al
morfológico.

  • El deletreo, la cacografía, el deslinde de
    palabras.

Otros métodos:

  • El trabajo independiente

Partes: 1, 2

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