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La ética del auditor interno en El Salvador



Partes: 1, 2

  1. Introducción
  2. Justificación
  3. Ética y moral
  4. La
    moral
  5. Ética en los negocios
  6. Ética profesional
  7. Ética del Contador
    Público
  8. Evolución histórica de la
    auditoria interna.
  9. Código de ética para la
    profesión de la contaduría
    pública
  10. Aplicación de la ética en la
    auditoría interna
  11. Conclusiones
  12. Recomendaciones
  13. Bibliografía

Introducción

En la actualidad muchas organizaciones se han visto en
la necesidad de contratar los servicios de un auditor interno
debido al aumento de las actividades y para tener un mejor
control de los procesos y operaciones que los mismos presidentes
de las entidades han establecido.

En el presente trabajo se ha tocado dos puntos muy
importantes que deben tener en cuento todo auditor interno, como
son la ética y la moral de los cuales es indispensable que
los profesionales que se desempeñan como auditores
internos deben tener muy claros y además
practicarlos.

Se ha buscado desarrollar estas estos temas y las
definiciones aunque un poco breves, para tener la idea de los que
es la ética y la moral, también abordando estos dos
temas en las áreas de los negocios, y como se deben
implementar en esta área, así como también
en el área de la ética profesional y de los
principios que todo profesional debe tener para practicar de la
mejor manera su profesión.

También sea tocada una breve reseña
histórica de la auditoria y de los inicios de la auditoria
interna.

También no podemos dejar de lado ya que el
trabajo se trata sobre la ética de los auditores internos,
el trabajo que estos y como deben practicar la ética y la
moral al momento de practicar la auditoria interna y de cuales
deben ser los principios que deben regir tal
profesión.

OBJETIVOS

GENERAL

  • Conocer el impacto que causa en el trabajo de los
    auditores internos, la correcta aplicación de la
    ética y la moral en el desempeño sus funciones.
    Y el papel que desempeñan en la actualidad de las
    empresas.

ESPECIFICOS

  • Conocer las definiciones de ética y moral,
    pero aplicados a los auditores internos.

  • Conocer varias aplicaciones de la ética y la
    moral, en el mundo de los negocios en la
    actualidad.

  • Conocer como deberían aplicar el
    código de ética los auditores
    internos.

Justificación

Hoy en día en la actualidad empresarial debido al
aumento de actividades y de operaciones y no solo en la empresa
privada, también en la parte gubernamental, las
autoridades mayores o las presidencias se ven en la
obligación de dedicarse a otras actividades que vallan
enfocadas al crecimiento de la entidad.

Es por ello que se ven en la necesidad de contratar a
una persona o grupos que vigilen por ellos que todas las
actividades y operaciones se lleven con toda normalidad y de la
forma que ellos han ordenado.

Las personas idóneas para esas funciones son los
Auditores Internos, que vienen a ser como una mano derecha en el
sentido de vigilar que todo se cumpla como esta
plasmado.

Pero en la actualidad muchos profesionales se han visto
involucrados en escándalos de corrupción, se ha
hecho este ensayo para retomar las bases de la ética y la
moral que todo profesional deben practicar para que su trabajo
tenga credibilidad y transparencia.

Que todo profesional tenga presente que no
se trata de saberse los párrafos de un código de
ética, sino que ya tener esos principios éticos y
morales muy presentes no solamente para sus labores si no para su
diario vivir.

Ética y
moral

La ética

La palabra ética proviene de la
íntima relación con la moral, tanto que ambos
términos se confunden con frecuencia. Los términos
moral y ética tienen el mismo significado
etimológico, con la diferencia que el primero deriva del
latín (mos) y el segundo del griego
(ethos).

La ética, sin embargo, no prescribe ninguna norma
o conducta; no manda ni sugiere directamente qué debemos
hacer. Su cometido consiste en aclarar qué es lo moral,
cómo se fundamente racionalmente una moral y cómo
se ha de aplicar ésta posteriormente a los distintos
ámbitos de la vida social. En la vida cotidiana constituye
una reflexión sobre el hecho moral, busca las razones que
justifican la utilización de un sistema moral u
otro.

Algunos han dado a la ética el título de
arte de vivir bien, lo cual no parece exacto, pues que si se
reuniesen todas las reglas de buena conducta, sin
acompañarlas de examen, formaría un arte, mas no
una ciencia.(Balmes,"Lógica y Ética)

La ética estudia la moral y determina qué
es lo bueno y, desde este punto de vista, cómo se debe
actuar. Es decir, es la teoría o la ciencia del
comportamiento moral.

Su estudio se remonta a los orígenes de la
filosofía moral en Grecia y su desarrollo histórico
ha sido diverso. Una doctrina ética elabora y verifica
afirmaciones o juicios determinados. Esta sentencia ética,
juicio moral o declaración normativa es una
afirmación que contendrá términos tales como
'malo', 'bueno', 'correcto', 'incorrecto', 'obligatorio',
'permitido', etc, referido a una acción o decisión.
Cuando se emplean sentencias éticas se está
valorando moralmente a personas, situaciones, cosas o acciones.
Se están estableciendo juicios morales cuando, por
ejemplo, se dice: "Ese político es corrupto", "Ese hombre
es impresentable", "Su presencia es loable", etc. En estas
declaraciones aparecen los términos 'corrupto',
'impresentable' y 'loable' que implican valoraciones de tipo
moral.

La ética es una de las principales ramas de la
Filosofía, en tanto requiere de la reflexión y de
la argumentación, en este campo es el conjunto de
valoraciones generales de los seres humanos que viven en
sociedad.

La palabra ética viene del griego ethos, que
significa costumbre y la palabra moral viene del latín
mos, moris que también significa costumbre. Por lo tanto,
ética y moral etimológicamente significan lo mismo.
Las dos palabras se refieren a las costumbres. Por lo que la
definición nominal de ética sería la ciencia
de las costumbres. Pero lo que en realidad le interesa a la
ética es estudiar la bondad o maldad de los actos humano,
sin interesarse en otros aspectos o enfoques. Por lo tanto,
podemos determinar que su objeto material de estudio son los
actos humanos y su objeto formal es la bondad o maldad de dichos
actos.

Con esto podemos dar una definición real
de la ética como la Ciencia que estudia la bondad o maldad
de los actos humanos.

El método de la Ética

La Ética como toda ciencia posee un método
por medio del cual se tenga un conocimiento profundo de la
conducta humana. El cual consiste en los siguientes
pasos:

  • 1. Observación. Este paso también
    es propio del método científico. La
    observación no solo consiste en acercarse al hecho
    real y percibir a través de los sentidos en forma
    penetrante y amplia.

  • 2. Evaluación. A partir de la
    percepción del acto por medio de la
    observación, se emiten un juicio de valor moral, es
    decir tratar de catalogar el acto observado dentro de las
    categorías morales previamente establecidas estudiadas
    como pueden ser: reprobable, honesto, obligatorio, bueno,
    amable, recomendable, etc. Es necesario existan matrices de
    valoración moral para así poder catalogar con
    más detalle el acto estudiado.

  • 3. Percepción axiológica. Es este
    aspecto se trata de descubrir en forma personal los valores
    que todavía no se ha sido capaz de descubrir o
    percibir en este acto. Una vez hecho esto podemos darle un
    valor al acto estudiado de acuerdo a una escala de
    valores.

A la Ética también le interesa el estudio
de la esencia de los valores y, en especial del valor moral,
tratar de ver en qué consiste un valor, sus propiedades y
los propios de un valor moral. Lo interesante del carácter
filosófico de la Ética es el intento de
penetración hasta la esencia de la bondad de la conducta
humana.

En resumidas cuentas estudiar Ética es filosofar
sobre los actos humanos, es investigar las causas supremas de los
actos humanos, escudriñar en lo más íntimo
de la conducta del hombre, en la esencia de las operaciones
humanas para así, vislumbrar allí los aspectos de
bondad, perfección o valor, que pueden encerrar en su
misma naturaleza y en su calidad de creaciones
humanas.

La moral

La palabra «moral» tiene su origen en el
término latino mores, cuyo significado es "costumbre".
Moralis (< latín mos = griego "costumbre"). Por lo
tanto «moral» no acarrea por sí el concepto de
malo o de bueno. Son, entonces, las costumbres las que son
virtuosas o perniciosas. La moral podría definirse
también como «la suma total del conocimiento
adquirido con respecto a lo más bueno a lo que una persona
se apega».

Se denomina moral o moralidad al conjunto de creencias y
normas de una persona o grupo social determinado que oficia de
guía para el obrar (es decir, que orienta acerca del bien
o del mal correcto o incorrecto de una acción o
acciones).

La moral son las reglas o normas por las que se rige la
conducta de un ser humano en relación con la sociedad y
consigo mismo. Este término tiene un sentido positivo
frente a los de inmoral (contra la moral) y amoral (sin moral).
La existencia de acciones y actividades susceptibles de
valoración moral se fundamenta en el ser humano como
sujeto de actos voluntarios. Por tanto, la moral se relaciona con
el estudio de la libertad y abarca la acción del hombre en
todas sus manifestaciones.

"No existen fenómenos morales, sino sólo
una interpretación moral de los fenómenos"
(Friedrich Nietzsche).

Los antiguos romanos concedían a las mores
maiorum ("costumbres de los mayores", las costumbres de sus
ancestros fijadas en una serie continuada de precedentes
judiciales) una importancia capital en la vida jurídica, a
tal grado que durante más de dos siglos aproximadamente
hasta el siglo II a. C.) fue la principal entre las fuentes del
Derecho. Su vigencia perdura a través de la
codificación de dichos precedentes en un texto que llega
hasta nosotros como la Ley de las XII Tablas, elaborado alrededor
del 450 a. C.

Los conceptos y creencias sobre moralidad son
generalizados y codificados en una cultura o grupo y, por ende,
sirven para regular el comportamiento de sus miembros. La
conformidad con dichas codificaciones es también conocida
como moral y la civilización depende del uso generalizado
de la moral para su existencia.

La moral también es identificada con los
principios religiosos, y los valores que una comunidad
está de acuerdo en respetar.

La moral, es el conjunto de principios de conducta que
adquirimos por asimilación de las costumbres y valores de
nuestro ambiente. Ejemplo: La Familia, la Escuela y la Iglesia.
También se refiere a las normas que nos imponen en esos
ambientes, pasivamente y sin cuestionamientos antes de adquirir
nuestro uso de razón.

Se entiende por "acción moral" cualquier acto que
haya sido ejecutado obedeciendo a los mandatos de las leyes
morales. Por tanto, no todas las acciones humanas son
susceptibles de recibir una cualificación moral (por
ejemplo, desde el punto de vista ético el estornudar no
puede merecer ninguna valoración moral propiamente dicha,
salvo que lo hagamos encima de una persona para fastidiarla, con
lo cual lo valorable moralmente sería nuestra
intención de dañar a esa persona, no el acto de
estornudar en sí). Sólo podemos hablar de acciones
morales o inmorales cuando cumplan al menos un conjunto de
condiciones:

  • Ser una acción que afecte a normas,
    principios o valores morales.

  • Haber sido realizada con libertad, es decir, haber
    tenido la oportunidad de elegir entre varias opciones antes
    de realizar la acción. En el caso de que no exista esa
    libertad (por ejemplo, si alguien me obliga a realizar un
    acto apuntándome con un revólver), el individuo
    no puede ser considerado responsable moral de esa
    acción.

  • Que haya sido realizada voluntariamente y siendo
    consciente de los efectos que iba a producir esa
    acción. Por ejemplo, si yo realizo un acto y, sin que
    yo lo sepa, ese acto causa trastornos graves a otra persona,
    no puedo ser considerado responsable moral del daño
    causado involuntariamente.

  • Las intenciones o fines con los que yo he llevado a
    cabo esa acción, puesto que puede darse el caso de
    realizar un acto bueno en sí mismo aunque las
    intenciones que motivaron ese acto fueran inmorales (por
    ejemplo, alguien que ayuda económicamente a una
    familia pobre, aunque lo hace con la secreta intención
    de obtener favores sexuales). O a la inversa: provocar un
    daño aunque mis intenciones sean buenas.

El sentido más antiguo de la ética (del
griego ethika, de ethos, "comportamiento", "costumbre"),
residía en el concepto de la morada o lugar donde se
habita. El éthos es el suelo firme, el fundamento de la
praxis, la raíz de la que brotan todos los actos humanos.
Éthos significa carácter, que se logra mediante el
hábito y no por naturaleza. Dichos hábitos nacen
"por repetición de actos iguales" en otras palabras, los
hábitos son el principio intrínseco de los actos,
aquel que acuñamos en el alma.

El hombre a través de su vida va realizando
actos. La repetición de los actos genera "actos y
hábitos" y determinan además las "actitudes". El
hombre de este modo, viviendo se va haciendo a sí mismo.
El carácter como personalidad es obra del hombre, es su
tarea moral, es el cómo "resultará" su
carácter moral para toda su vida.

Podemos aproximarnos a la conceptualización de la
palabra "moral" (del latín mores, "costumbre"), como la
adquisición del modo de ser logrado por la
apropiación o por niveles de apropiación, donde se
encuentran los sentimientos, las costumbres y el
carácter.

Ética, es la rama de las ciencias
filosóficas que investiga las leyes de la conducta humana,
para formular las reglas que convienen al máximo grado de
la evolución psicológica y social del
hombre

La vida individual está formada por una serie de
acciones o conducta. Para la convivencia de nuestro planeta,
desde el punto de vista moral, deben predominar en la conducta
del hombre las tendencias más convenientes al desarrollo
de la vida individual y social. Dicha tendencia se impone al
hombre con carácter habitúales y permanente, para
que vaya aprendiendo a calificar sus propias acciones, estas
aptitudes constituyen el llamado sentido moral de los
individuos.

Recordemos que la conducta del hombre refleja la moral
individual y la moral individual es el fundamento de la moral
social. Las acciones del hombre, instintivas o habituales,
espontáneas o reflexivas, son los elementos constitutivos
de la conducta: este debe seguir las inducciones del sentido
moral.

El sentido moral es el resultado de una evolución
psicológica y cuyos factores son intelectuales,
emocionales y volitivos. La conducta, está constituida por
acciones, y son éstas las que llegan a señalar la
tendencia de la moralidad. El sentido moral solo puede ser
conocido mediante la experiencia, Ej.: un marino se encuentra en
el mar, entre millares de horizontes de la circunferencia que
sirve de límite a su vista, pero su experiencia humana ha
marcado el rumbo a la bitácora de la
embarcación.

Diferencia entre Ética y Moral

El uso de la palabra Ética y la palabra Moral
está sujeto a diversos convencionalismos y que cada autor,
época o corriente filosófica las utilizan de
diversas maneras. Pero para poder distinguir será
necesario nombrar las características de cada una de estas
palabras así como sus semejanzas y diferencias.

  • Características de la
    Moral
    . La Moral es el hecho real que
    encontramos en todas las sociedades, es un conjunto de normas
    a saber que se transmiten de generación en
    generación, evolucionan a lo largo del tiempo y poseen
    fuertes diferencias con respecto a las normas de otra
    sociedad y de otra época histórica, estas
    normas se utilizan para orientar la conducta de los
    integrantes de esa sociedad.

  • Características de la
    Ética
    . Es el hecho real que se da en la
    mentalidad de algunas personas, es un conjunto de normas a
    saber, principio y razones que un sujeto ha realizado y
    establecido como una línea directriz de su propia
    conducta.

  • Semejanzas y Diferencias entre Ética y
    Moral
    . Los puntos en los que confluyen son los
    siguientes:

  • En los dos casos se trata de normas, percepciones,
    deber ser.

  • La Moral es un conjunto de normas que una sociedad
    se encarga de transmitir de generación en
    generación y la Ética es un conjunto de normas
    que un sujeto ha esclarecido y adoptado en su propia
    mentalidad.

Ahora los puntos en los que difieren son los
siguientes:

  • La Moral tiene una base social, es un conjunto de
    normas establecidas en el seno de una sociedad y como tal,
    ejerce una influencia muy poderosa en la conducta de cada uno
    de sus integrantes. En cambio la Ética surge como tal
    en la interioridad de una persona, como resultado de su
    propia reflexión y su propia
    elección.

  • Una segunda diferencia es que la Moral es un
    conjunto de normas que actúan en la conducta desde el
    exterior o desde el inconsciente. En cambio la Ética
    influye en la conducta de una persona pero desde si misma
    conciencia y voluntad.

  • Una tercera diferencia es el carácter
    axiológico de la ética. En las normas morales
    impera el aspecto prescriptivo, legal, obligatorio,
    impositivo, coercitivo y punitivo. Es decir en las normas
    morales destaca la presión externa, en cambio en las
    normas éticas destaca la presión del valor
    captado y apreciado internamente como tal. El fundamento de
    la norma Ética es el valor, no el valor impuesto desde
    el exterior, sino el descubierto internamente en la
    reflexión de un sujeto.

Con lo anterior podemos decir existen tres niveles de
distinción.

  • 1. El primer nivel está en la Moral, o
    sea, en las normas cuyo origen es externo y tienen una
    acción impositiva en la mentalidad del
    sujeto.

  • 2. El segundo es la Ética conceptual,
    que es el conjunto de normas que tienen un origen interno en
    la mentalidad de un sujeto, pueden coincidir o no con la
    moral recibida, pero su característica mayor es su
    carácter interno, personal, autónomo y
    fundamentante.

  • 3. El tercer nivel es el de la Ética
    axiológica que es el conjunto de normas originadas en
    una persona a raíz de su reflexión sobre los
    valores.

Ética en los
negocios

La ética de los negocios (a veces
denominada ética corporativa o ética
empresarial)
es un tipo de ética aplicada o
ética profesional que analiza los principios éticos
y morales o los problemas éticos que surgen en el mundo de
los negocios. Comprende todos los aspectos de la conducta de los
negocios y es relevante en cuanto a las conductas individuales de
las personas como la de las organizaciones en su
conjunto.

La ética en los negocios es un estudio
especializado de lo que es moralmente correcto o incorrecto en la
moral, que se concentra en los estándares morales cuando
se aplican en las instituciones, las organizaciones y el
comportamiento en los negocios.

El ámbito de la ética de los negocios
posee dimensiones normativas y descriptivas. Como una
especialidad corporativa y un área de
especialización, el campo es principalmente normativo. Los
estudiosos que intentan comprender y analizar el comportamiento
de los negocios emplean métodos descriptivos. El rango y
número de temas éticos del mundo de los negocios
refleja la interacción de comportamientos enfocados a
maximizar la ganancia con preocupaciones
no-económicas.

El interés en la ética de los negocios
creció mucho durante las décadas de 1980 y 1990,
tanto dentro de las corporaciones como en el ámbito
académico. Por ejemplo, a principios del siglo

XXI la mayoría de las grandes corporaciones
promueven su compromiso con valores no-económicos bajo
elementos tales como códigos de ética y compromisos
de responsabilidad social. Adam Smith expresó, "Rara vez
las personas del mismo rubro de negocios se juntan, aun para
festejos o diversión, pero cuando lo hacen la
conversación concluye en una conspiración contra el
público, o en algún acuerdo para aumentar los
precios."

Los gobiernos utilizan leyes y regulaciones para
identificar comportamientos de negocios que ellos consideran son
directivas beneficiosas. En forma implícita la
ética regula áreas y detalles del comportamiento
que se encuentran fuera del alcance del control gubernamental. El
surgimiento de grandes empresas o corporaciones con relaciones
limitadas y poca sensibilidad con las comunidades en las cuales
operan, ha acelerado el desarrollo de regímenes
éticos formales.

Pero la preocupación por la dimensión
ética de las actividades económicas tiene
antecedentes en Aristóteles y su rotunda crítica a
la práctica de la usura. Los grandes pensadores de la Edad
Media, teólogos comprometidos con su iglesia,
también condenaron la avaricia y la codicia de los hombres
de negocios. A esa época se remonta la idea de que los
negocios son amorales.

Se trata de una forma de pensar muy enraizada en nuestra
cultura, se puede decir, incluso, que la historia de la
filosofía moral es una continua diatriba contra el
afán de lucro. Esta forma de pensar no cambió ni
cuando los hombres de negocios separaron la ética de la
economía, a finales del siglo XVIII por influencia de los
economistas clásicos, quienes justificaron la
economía con un enfoque utilitarista y, para efectos de
análisis, la consideraron un conjunto de actividades
lucrativas ajenas a consideraciones éticas.

De esta época es la tesis de que la
ética es una cosa y los negocios otra
, la cual
aún ahora atrae la simpatía de muchos propietarios
y ejecutivos de empresa. No obstante, desde mediados del siglo XX
diversos autores han advertido sobre el rápido deterioro
de la moral económica, visible en el aumento de personas
que violan las leyes, engañan al consumidor, contaminan el
ambiente, roban a los accionistas, hacen trampas contables,
omiten pagar derechos de autor, utilizan mano de obra infantil o
arriesgan la salud de sus empleados usando tóxicos en la
elaboración de sus productos.

Dichos autores han señalado como causa de estos
comportamientos oportunistas el divorcio de la ética y los
negocios. Idea que la opinión pública
reafirmó el 26 de mayo de 2006, cuando un jurado de 12
personas declaró a Kenneth Lay, fundador de Enron, una de
las mayores corporaciones de Estados Unidos y del mundo, culpable
de seis cargos de conspiración, fraude y maniobras
financieras para ocultar las pérdidas y exagerar los
beneficios de su empresa.

Las mentiras de Kenneth Lay provocaron pérdidas a
sus inversionistas, entre ellos algunos fondos de pensionados,
por más de 1 200 millones de dólares. El colapso de
Enron, el mayor en la historia corporativa de Estados Unidos, fue
el primero de una serie de escándalos empresariales que
incluyó el derrumbe de WorldCom, Global Crossing, Health
South y Adelphia Communications.

La frecuencia y magnitud de estos escándalos han
revivido el viejo mito de los negocios amorales. Parte del
problema radica en la mayor integración económica
mundial. La apertura de las economías nacionales al libre
comercio coloca al mundo de los negocios frente a grandes
tentaciones. La falta de una fuerte conciencia ética,
combinada con la práctica de subcontratar operaciones a
quien ofrezca mayores ahorros en el costo de mano de obra, es
fuente de innumerables abusos. En paralelo, aplicaciones
comerciales de Internet, la red mundial por excelencia, como el
comercio (e-commerce) y el marketing
electrónico (e-marketing) se han convertido en
medio de fraudes al consumidor.

Razones para la ética

Por extraño que parezca, el movimiento de la
ética de los negocios no se presenta como una respuesta a
la mala fama de los corporativos. No hay solución de
continuidad entre los escándalos y las promesas de un
mejor comportamiento. La renovada conciencia ética del
mundo de los negocios se apoya en la tesis de que la falta de
ética provoca pérdidas a las empresas y a los
mercados.

Se dice, por ejemplo, que una actuación
deshonesta puede afectar negativamente los resultados financieros
de las empresas que coticen en bolsa y que la corrupción
de un país desalienta la inversión (Murray, 2002).
Es un hecho bien conocido, afirma Murray, que entre más
corrupción haya en una economía empresarial
habrá menor inversión, con la consecuente
disminución de crecimiento.

Una versión extrema de esta tesis afirma que los
negocios no pueden tener éxito sin ética. Pero
abundan casos que desmienten semejante suposición. La
falta de ética en los negocios y los fraudes al consumidor
significan grandes ganancias. Un ejemplo ampliamente denunciado
en México es la venta de gasolina en una menor cantidad de
la que efectivamente se cobra al consumidor, ya sea que se
alteren las bombas de despacho o se adultere la misma gasolina
mezclándola con un gas incombustible de muy bajo precio.
La Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) estima
entre 18 mil millones a 20 mil millones de pesos el beneficio
económico que obtienen las gasolineras robando a los
consumidores.

Una segunda tesis afirma que la ética es un buen
negocio, que "invertir en ética es quizá uno de los
negocios más rentables para la empresa". Para quienes
defienden esta tesis, la ética eleva las ventas y mejora
la imagen corporativa, fortalece la lealtad y el compromiso de
los empleados, impide la sobre regulación del mercado,
evita perder negocios y brinda mayor acceso de financiamiento,
entre otras ventajas. Todo lo cual es cierto, y hay casos
ejemplares que lo prueban; pero la ética también
puede llegar a ser un mal negocio. Un ejemplo, citado por Stephen
Murray, es el caso de las empresas que se adhirieron a la Ley
para Prácticas Corruptas de Estados Unidos; las que, de
acuerdo con el Departamento de Comercio de ese país
perdieron 15 mil millones de dólares en 1997 por negarse a
vender productos a compañías con mala
reputación

Por último, una tesis alternativa justifica la
ética de los negocios en términos estrictamente
normativos con el argumento de que los negocios no son un mundo
aislado y separado con valores diferentes de los de la sociedad
en que actúan. Para quienes defienden esta tesis, la
ética de los negocios es una aplicación de la
ética a un área específica de la actividad
humana y en esa medida expresa un interés
general.

En consecuencia, la justificación de la
ética de los negocios no radica en su utilidad para ganar
dinero; se puede ganar dinero faltando a la ética y se
puede perder dinero siendo ético.

Lo que verdaderamente justifica a la ética es su
contribución al orden social. La ética es un saber
práctico que dota de coherencia a la conducta humana,
ajustándola a valores aceptados por la
mayoría.

Ética
profesional

El profesional en su diario vivir no solo confronta
problemas con relación a su trabajo, sino también
en su profesión de día a día con las
personas que le rodean, esto hace que muchas veces cometamos
errores sin darnos cuenta que estamos pisando la línea de
la moralidad y el diario vivir.

Desde la revolución francesa, donde se
proclamó la igualdad de derechos, existen personas,
hombres y mujeres que llevan en su carga la economía y la
estabilidad de cualquier país. Desde tiempos muy antiguos
nos hemos topado con diferentes profesiones y unido a estas
siempre existen reglas que marcan y rigen el desempeño de
dichas profesiones.

Los hombres y mujeres enfrentan problemas que de una
manera u otra podrían poner en tela de juicio su debida
conducta, muchas veces ellos mismos dudando de su propia
profesionalidad, pero teniendo siempre en cuenta que existen
desde tiempos remotos deberes y derechos que cada cual sabe donde
clasificarse.

Sabiendo que a uno se le concede la personalidad
jurídica desde el momento del nacimiento "derechos y
deberes" y a sabiendas también que se van desarrollando
con el paso del tiempo. Nuestra vida se rige por diferentes pasos
que hacen de cada individuo lo que sería en un futuro,
entiéndase, pasar por las distintas etapas de
conocimientos: escuela primaria, secundaria y en última
grado, la universitaria.

Solo eso no basta, ya que esos conocimientos lo forman
una generalidad de la vida y el profesional debe de saber
combinar esa generalidad con su formación
profesional.

Entiéndase, por formación profesional un
alto grado de conocimiento que se le inculca a un individuo de la
sociedad, dotándolo de un interés particular en su
profesión que se va a reflejar en su desempeño
diario de la vida.

Carácter profesional

El individuo al tener una presencia o personalidad
variable, puede modificarse, es decir, puede engrandecer su ego,
puede tener una sed inmensa de llegar a la perfección de
su profesión, haciéndolo para el un modelo sin
errores e inequívocos.

El carácter para el individuo en su
profesión se refleja desde tiempos antiguos, ellos han
experimentado un progreso en todos los tipos de ciencias, han
conquistado y desarrollado experimentos que tiempos atrás
hubieran sido inimaginables de realizar. El profesional sin
carácter puede tender a caer en un modelo usado por
cientos de profesionales, puede llegar a caer en lo que
sería la mediocridad, siendo éste el título
menos deseable para personas con aspiraciones en la
vida.

El carácter no se forja solamente con un
título, se hace día a día experimentando
cambios, ideas, experiencias, se hace enfrentándose a la
vida. En definitiva, el título es como el "adorno" de la
profesión. No importa si lo tienes, lo importante es
saberlo utilizar.

Costumbre

La costumbre son normas que crea una sociedad por su
continuidad y que le dan un hecho jurídico palpable y
tienen como las leyes, consecuencias cuando son violadas, el
profesional no solamente debe regirse por su código de
ética propio, sino que debe irse hacia un marco de
costumbre, entendiendo que no todo lo que se viola esta escrito,
ni todo lo que la sociedad repudia lo contiene las
leyes.

El código de ética de cada profesional
enmarca una serie de reglas, derechos y deberes que lo limitan y
mantienen al margen de caer en errores profesionales y morales,
al mismo tiempo guiándolos por el buen desempeño
profesional.

Un profesional conlleva consigo una serie de
hábitos y costumbres que lo ha adquirido durante toda su
vida, no obstante a eso, no todo lo que uno realiza
cotidianamente es correcto ante la sociedad, por lo que un
profesional tiene que tener la capacidad moral e intelectual para
poder diferenciar lo correcto e incorrecto de su
profesión, ya que ejemplos tales como: decir buenos
días, tener una sonrisa en la cara, ser solidario, ser
buen compañero, son puntos que no están
especificados en un código y no por eso limitan al
profesional a realizarlo.

Responsabilidad

Se dice de una persona que es responsable cuando
está obligada a responder de sus propios actos. Aunque
algunos autores mantienen que la libertad es definida por la
responsabilidad, la gran mayoría de estos están de
acuerdo en que el fundamento de la responsabilidad es la libertad
de la voluntad.

Una vez admitida la libertad que fundamenta la
responsabilidad, se plantea todavía varias cuestiones
importantes: ante todo, se trata de saber si la responsabilidad
afecta solamente a algunos actos de la persona o bien si afecta a
todos.

En segundo lugar se plantea el problema de los grados de
responsabilidad y finalmente se plantea el problema de la entidad
o entidades ante la cual es responsable (debe de ser de
carácter personal).

El sentimiento de responsabilidad es un sentimiento
personal que compromete a cada persona y le hace comprender que
no puede simplemente abandonarse a sus conveniencias
individuales.

Ética del
Contador Público

La palabra "profesión" se deriva del
latín, con la preposición pro, y con el verbo
fateor, que significa manifestar, declarar, proclamar. De estos
vocablos surgen los sustantivos, profesor, y profesión. En
este sentido, la profesión tiene como finalidad el bien
común o el interés público, nadie es
profesional, para sí mismo, pues toda profesión
tiene una dimensión social, de servicio a la comunidad,
que se anticipa a la dimensión individual de la
profesión, la cual es el beneficio particular que se
obtiene de ella. Resulta absurdo buscar el propio beneficio, sin
importar el beneficio comunitario, porque lo que pase en
cualquier colectividad siempre afectará para bien o para
mal a todos sus integrantes.

Las diversas profesiones surgen históricamente a
raíz de la progresiva división del trabajo, se
distingue la profesión (que se adquiere a través de
una larga preparación universitaria), de los oficios o
trabajos manuales (en donde lo que predomina es el
carácter empírico), por el tiempo y niveles de
estudios o prácticas que se realiza para llegar a alcanzar
cada uno de ellos.

Todas las profesiones implican una ética, puesto
que siempre se relacionan de una forma u otra con los seres
humanos, unas de manera indirecta, que son las actividades que
tienen que ver con objetos. Otras se relacionan de manera directa
con los seres humanos, como son los casos de educadores,
periodistas, psicólogos, médicos, abogados,
contadores, etc. Para estos últimos son más
evidentes las normas éticas de su profesión, puesto
que deben tratar permanentemente con personas en el transcurso
del desempeño de su profesión.

La ética de cada profesión depende del
trato y la relación que cada profesional aplique a los
casos concretos que se le puedan presentar en el ámbito
personal o social. La deontología es la Ciencia que
estudia los diversos deberes y el comportamiento de los
Profesionales en sus relaciones con sus clientes o sus colegas.
La deontología es un conjunto de comportamientos exigibles
a los profesionales, aun cuando muchas veces no estén
codificados en una reglamentación
jurídica.

En este sentido, la deontología es la
ética profesional de las obligaciones prácticas,
basadas en la acción libre de la persona, en su
carácter moral, carentes de un control por parte de la
legislación pública. La deontología es el
cumplimiento de los deberes que a cada cual se le presentan
según la posición que ocupe en la vida, y que
están dados por el grado de compromiso y conciencia moral
que se tenga con respecto a la profesión. La
indagación y el acatamiento de los principios
deontológicos significan dirigirse por el camino de la
perfección personal, profesional y colectiva.

Existen una serie de normas y disposiciones que rigen el
desempeño del profesional en su permanente relación
con sus colegas, clientes y público en general, las cuales
se encuentran dispuestas en un Código de Ética, las
que están elaboradas y supervisadas por el respectivo
Colegio Profesional, cuyo acatamiento y cumplimiento es de
carácter obligatorio para todos los Miembros de una Orden
Profesional determinada.

Evolución
histórica de la auditoria interna.

Reseña
histórica

El vocablo de "auditoría" deriva
etimológicamente del latín "audire", oir, asimilado
al español luego de su difusión en
inglés.

La función de auditar es muy antigua en la
historia de la humanidad, el primer origen de esta
profesión está en la civilización sumeria,
pueblo muy antiguo de Babilonia, que vivió 2600
años antes de Cristo.

Los escribas preparaban listas sintéticas de las
transacciones, que posteriormente eran controladas con las listas
originales. Dichas evidencias fueron descubiertas por los
arqueólogos reflejándose en puntos, tildes,
círculos Se puede llegar a deducir que es el comienzo del
control interno, ya que hay separación de funciones o
tareas y confrontaciones sistemáticas.

Prácticas similares surgen de los registros
egipcios, persas y hebreos, a los griegos y romanos les
preocupaba la auditoría de finanzas públicas o de
los fondos del erario. Los griegos preferían que los
auditores fueran personas esclavas, ya que las conclusiones de
estos, bajo pena de tortura, eran más fidedignas que las
que expresaban los hombres bajo juramento.

A comienzo del siglo trece, en la ciudad de Pisa
(Italia) se contaba con un revisor oficial. En Gran
Bretaña, el Tesorero (que llevaba su propio libro) era
controlado por el Secretario de la Cancillería y un
representante del Rey.

Existe una referencia concreta sobre el vocablo auditor
en el año 1285, cuando el Rey Eduardo I ordena que los
auditores acusaran a los defraudadores, conduciéndolos a
la prisión más próxima.

En el año 1310 se creó el Congreso
Londinense, que era una asociación profesional que
realizaba auditorías.

Cristóbal Colón en 1492 fue
acompañado en su viaje hacia el nuevo mundo por un auditor
representante de la reina Isabel.

En Italia, en la ciudad de Venecia, se creó en el
año 1851 el "Collegio del Raxonati", institución de
revisores oficiales.

En Francia, en el año 1640, existía el
Tribunal de Cuentas de París, que examinaba las cuentas
oficiales.

En la segunda mitad del siglo XVIII se produce la
Revolución Industrial y se inicia un proceso de cambio en
el funcionamiento interno de las empresas, las organizaciones, la
información contable y el control de
gestión.

Origen de la auditoría
interna

Luego de la depresión, el proceso de la
auditoría que realizaban los auditores revisores cada vez
era más extenso, por lo que debieron recurrir a la
realización de auditorías intermedias.

La extensión de los trabajos obligó a
implementar un sistema de control interno que inspirara confianza
a los auditores para que estos pudieran apoyarse en él,
limitándose al estudio selectivo de las
partidas.

Desde entonces los objetivos de la función son
dos: la auditoría del balance, para obtener un resultado
más seguro, y una auditoría permanente sobre la
gestión de la empresa.

En un principio el objetivo era la contabilidad ya que
esta, al ser realizada en forma manual, reflejaba muchos errores.
Cuando aparecieron medios mecánicos de
registración, el auditor interno comenzó a trabajar
en otro tipo de comprobaciones, especialmente controles de caja,
haberes y existencias.

La auditoría interna, como profesión
específica, definida e independiente, no emergió
hasta el año 1941, cuando se crea The Institute of
Internal Auditors, en los Estados Unidos de Norteamérica.
Este instituto ha regulado la profesión de auditor,
posteriormente, el auditor interno salió de los registros
contables e ingresó en la faz actual.

Últimos desarrollos

La reseña anterior nos muestra que la
auditoría interna, en una primera etapa, era identificada
básicamente como una función de cumplimiento dentro
de las compañías.

El auditor externo tenía como objetivo verificar
la exactitud de la información financiera de una empresa
ante diversos usuarios externos, como ser inversores, bancos,
acreedores o el Estado, mientras que el auditor interno estaba
centrado en los intereses de los propietarios y directores de las
organizaciones. Por ello, verificaba no solo el cumplimiento de
la normativa externa sino también la interna, así
como también protegía los activos de las
compañías ante diferentes riesgos, sobre todo el
fraude.

El mundo en el que opera la auditoría interna
está en un permanente cambio. Las empresas pasaron de
verse enfrentadas a una demanda de productos y servicios,
superior a los ofrecidos por las mismas, a una oferta que
superaba la demanda. Los procesos informáticos llegaron a
las compañías, así como la competencia
global.

Asimismo, cada vez más tienen mayor importancia
los activos intangibles y la gestión del conocimiento. Por
ello, no alcanza con proteger los activos clásicos de una
empresa, hay que proteger la cartera de sus clientes, las bases
de datos, los conocimientos y la experiencia de su personal, la
calidad de los productos y servicios. Hay que ser competitivo y
la auditoría interna debe celar por ello.

Partes: 1, 2

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