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Guía Didáctica para la Enseñanza de El Tamunangue




Enviado por J. A. Gómez Giménez



Partes: 1, 2, 3, 4

  1. Introducción
  2. El
    problema
  3. Justificación
  4. Marco
    teórico
  5. Marco
    metodológico
  6. Guía didáctica propuesta por el
    autor
  7. Primer
    son del Tamunangue: El Yiyivamos
  8. Segundo son del Tamunangue: La
    Bella
  9. Tercer
    son del Tamunangue: La Juruminga
  10. Cuarto son del Tamunangue: La
    Perrendenga
  11. Quinto son del Tamunangue: El Poco a
    Poco
  12. Sexto
    son del Tamunangue: El Galerón
  13. Séptimo son del Tamunangue: El Seis
    Figuriao o Seis Corrido
  14. Cánticos del
    Tamunangue
  15. Evaluación/Autoevaluación
  16. Presentación del trabajo
    audiovisual
  17. Conclusiones y
    recomendaciones
  18. Referencias consultadas
  19. Anexos

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Introducción

La educación debe ser el vehículo para
formar individuos capaces de auto desarrollarse, expresarse y
resolver problemas en su entorno pues la misma coadyuva a
integrar los concomimientos cognitivos, psicomotores, sociales y
espirituales; así mismo es el soporte para la
construcción de la nacionalidad que le permite reconocerse
como país o venezolano.

En tal sentido, el Currículo Básico
Estadal (2000), establece la necesidad de adaptar los procesos de
enseñanza y de aprendizaje a la realidad social, en
entonación con la comunidad a la cual pertenecen
respondiendo a sus características y
necesidades.

Tomando en cuenta estos aspectos es de hacer notar que
las escuelas en el Estado Lara y específicamente en el
Municipio Morán tienen un compromiso con los niños
y niñas de esta región en el sentido que se debe
hacer énfasis en el conocimiento de los valores
artísticos y tradicionales de la localidad o
región.

Nuestro país atraviesa múltiples cambios
en todos sus escenarios: políticos, económicos,
cultural, social, entre otros. El ámbito escolar no escapa
a estos cambios, el país demanda ciudadanos comprometidos
con su desarrollo económico y con la consolidación
de la identidad nacional que lo caracteriza como
venezolano.

Otro aspecto a considerar es el proceso de
descentralización educativa que lleva adelante el gobierno
actual, ante la preocupación de las exigencias actuales de
reformas e innovaciones requeridas ante los nuevos retos y
paradigmas que se plantean en el mismo, como cambios y
transformaciones con una visión constructivista para la
Educación Primaria.

Ante este panorama en materia escolar y de
descentralización, es imperante que los docentes se
involucren en los procesos de cambios, más aún
cuando se brinda la oportunidad de redimensionar el
Currículo Básico Nacional con el porcentaje que le
otorga al Currículo Básico Estadal, a través
del cual se puede enaltecer y promover las manifestaciones
tradicionales locales, aprovechando la oportunidad que se le
brinda a la región y los Tocuyanos en particular, de dejar
plasmado en el aprendizaje de los educandos, todo el rico bagaje
cultural que identifica a la Región Larense.

En este orden de ideas, es interés de quien
realiza esta investigación ofrecer un instrumento que
oriente el proceso educativo, así mismo la
planificación del Área de Educación
Estética en la Educación Primaria centrada en la
construcción de la identidad de los educandos con los
valores regionales y locales destacando las bellezas del
ambiente, la diversidad de vegetación, las riquezas
naturales, sitios y hechos históricos, gastronomía,
música, bailes, juegos y juguetes tradicionales; cuyos
conocimientos permitiría dejar huellas imborrables en el
sentimiento del hombre del futuro.

El tema de la investigación surge de la inquietud
en buscar, a través de la incorporación de las
manifestaciones tradicionales locales en el plan de estudio en la
Educación Primaria, que el educando desarrolle su
identidad, valore sus elementos; que el docente ayude a crear un
ciudadano apto para la vida, critico, reflexivo, comprometido con
la sociedad, la escuela y la comunidad en la que se desenvuelve.
Dada la importancia de conocer y valorar la identidad regional,
los docentes se ven en la necesidad de formar ciudadanos
dueños de su entorno y capaces de decidir por sí
mismos, convirtiéndose en autónomos de su
futuro.

Tomando en cuenta las necesidades observadas en materia
educativa a nivel local, se evidencia las carencias y debilidades
del sector escolar, condición ésta que lleva a
adoptar una posición reflexiva de cambio, lo que conduce a
proponer una serie de estrategias tendentes al fomento de las
tradiciones y costumbres locales, todo esto inmerso dentro de la
estructura organizativa del Diseño Curricular Nacional de
Educación Básica (1998), donde se entiende que
currículum no es un proceso de secuencias, sino un sistema
donde todos los elementos deben estar integrados, generando unas
secuencias de acciones, con un alto grado de flexibilidad que
implique lograr un proceso educativo de calidad.

La modalidad de la investigación abordada es la
de campo con diseño descriptivo, por cuanto los datos se
toman directamente de la realidad donde acontecen los hechos, con
base a unas revisiones bibliográficas de fuentes primarias
que permitirán conformar el marco teórico y
estructurar la investigación de acuerdo a las pautas que
debe cumplir todo estudio.

El informe de la investigación está
estructurado de la siguiente manera: Capitulo I: Planteamiento
del problema, donde se encuentran el objetivo general y los
objetivos específicos, y la justificación del
estudio; Capitulo II: Marco Teórico, en el cual se
presentan las bases teóricas que sustentan a la
investigación, fundamentos legales y definición de
términos básicos; Capítulo III: Marco
Metodológico, donde se determina el tipo de
investigación seleccionada, diseño de la misma,
población, muestra, técnicas e instrumentos de
recolección de datos.

Todo lo anteriormente esbozado se presenta en un
lenguaje sencillo de fácil manejo para quien tenga la
oportunidad de tener en sus manos, y leer, la presente
investigación. No se pretende ser la piedra angular con la
propuesta hecha, pero si aportar un grano de arena a los
cimientos que soportan la construcción de un país
de la mano de ciudadanos comprometidos con el acervo e identidad
nacional y local.

CAPITULO I

El
problema

PLANTEAMIENTO DEL
PROBLEMA

En el devenir histórico, los grupos sociales que
constituyen una determinada sociedad, van adquiriendo su propia
fisonomía cultural, sustentada por todos los elementos
inherentes a ella, sociales, materiales, espirituales, entre
otros; con carácter de validez para ofrecerle datos acerca
de su pasado, conformándose de esta manera su identidad,
su gentilicio, sus raíces históricas. La identidad
de los pueblos de América Latina, entre ellos Venezuela,
poseen raíces históricas, conformadas por rasgos
característicos producto del mestizaje; cada pueblo, cada
región, es rico en valores culturales que lo identifica
como tal.

La cultura popular tradicional es la herencia cultural
que hemos recibido de nuestros antepasados, la que desde la
época tecnológica ha tenido que resistir; adaptarse
muchas veces y luchar contra la modernidad absorbente, debido a
la acción que sobre ella ejercen los países
desarrollados, quienes la consideran como atraso, estancamiento y
subdesarrollo. En este sentido, Mario Briceño Iragorry
(1952), señala:

La tradición es savia que sirve de nutrimento a
la existencia de las naciones. De la vida antigua arranca la obra
del progreso nuevo. El ejemplo pleno o deficiente de ayer, viene
la lección fructífera para la hora presente, (P.
43).

En relación a lo que expresa Iragorry, en
Venezuela la ideología de los países desarrollados,
ha encontrado resistencia en algunos sectores de la sociedad, por
lo que se asume que aunque hemos sido terreno fértil para
la invasión cultural y social foránea,
también es posible que a través de investigaciones
y recopilaciones del patrimonio cultural, representado por las
costumbres y tradiciones de los pueblos, las generaciones
presentes y futuras, las tomen como propias, las vivan y
enriquezcan.

En este contexto, es a la educación a quien
compete formar en los ciudadanos conciencia de los valores
trascendentales de la sociedad, la afirmación de la
identidad nacional con la preservación y enriquecimiento
del acervo histórico de la nación. Tal como lo
señala Marcano (2001): "iniciándolos en la
exhortación y comprensión de los valores de
solidaridad, comunidad y compenetración
popular".

La iniciación de la educación como medio
de despertar sentimientos de Identidad Nacional en el ciudadano,
debe hacerse desde la más temprana edad; en el nivel
Inicial, donde el individuo inicia el proceso de
internalización de la representación de sí
mismo, de sus características; donde empieza a distinguir
diferentes elementos vinculados al auto-concepto, como son:
quién es (cómo se llama), su sexo, el color de su
piel, entre otros, y cómo, estos elementos significan
diferencias.

Este es el momento ideal para significar en el
niño elementos socio-culturales, los que progresivamente
irá incorporando a partir de la experiencia, en sus
interacciones con el medio que lo rodea, los valores nacionales y
culturales propios de su entorno. Construyendo así una
personalidad consustanciada con el ideal del ciudadano, que
establece la Constitución de la República
Bolivariana de Venezuela (1999), en el artículo Nº
99, el cual expresa:

Los valores de la cultura constituyen un bien
irrenunciable del pueblo venezolano y un derecho fundamental que
el Estado fomentará y garantizará, procurando las
condiciones, instrumentos legales, medios y presupuestos
necesarios.

El desarrollo de la personalidad del hombre a formar, de
acuerdo a lo que expresa este artículo, es fundamental
fomentarlo desde el nivel preescolar y profundizarlo en las
áreas que comprende la Educación Primaria.
Según el nuevo Diseño Curricular Bolivariano
(2007), el niño de Educación Primaria es, "la
persona que crece y se desarrolla en interacción con un
sistema social histórico, económico,
político y cultural", es decir, establece que en la
interacción con su ambiente, es como se debe concebir la
educación, para que a través de la experiencia, el
niño construya su propio aprendizaje.

Dentro de este contexto, el docente juega un papel
fundamental, al proponer al niño experiencias
significativas donde viva situaciones que le permitan iniciar el
conocimiento de la cultura popular tradicional de su entorno,
aspectos que le darán en su vida de adulto, la posibilidad
de valorarlos y desarrollar una actitud positiva hacia lo
nacional y en particular a lo regional, hacia el trabajo, hacia
la toma de conciencia progresiva que perdure en su dignidad como
venezolano.

En este sentido, el docente se ve limitado en la
selección de las estrategias apropiadas por cuanto
desconoce muchos de los elementos culturales de la región;
en relación a ello, Peralta et. al. (1997),
señala:

El currículo de formación de los
educadores como sus actitudes, demuestran en general, la falta de
una base antropocultural, que le haga conocer y valorizar su
cultura más propia y el valor de ciertas prácticas
educativas que las comunidades por siglos han tenido. (p.
4).

Bajo esta perspectiva, el docente de Educación
Primaria está limitado en el desempeño de su rol de
promover la cultura de su comunidad y por ende, los niños
que atiende, se desvinculan de su contexto cultural, puesto que
el docente responsable de facilitárselo no ha sido
preparado y en función de ello actúa; en
consecuencia se seguirán formando venezolanos y/o larenses
que en nada se identifican con los valores, costumbres y
tradiciones propias de su localidad en particular y del
país en general.

Por otro lado, un currículo basado en la
educación integral abarca todos los aspectos del
desarrollo: Lo afectivo, lo cognitivo y lo biosocial y promueve
aprendizajes y conocimientos variados de los elementos
humanísticos, artísticos y científicos de la
cultura nacional y universal. Centra su atención en
capacitación del docente, sobre el cual recae el
desarrollo del currículo, en atención a ello,
programa y desarrolla cursos y talleres con el fin de reconocer
el patrimonio artístico cultural en los bailes,
músicas, danzas y juegos teatrales de su comunidad para
mantenerlo y preservarlos fortaleciendo así la identidad
local.

Para facilitar las actividades del folklore, se le
sugiere investigar sobre elementos culturales propios de
Venezuela y por ende, de la región, que puedan adaptarse a
la naturaleza y características del niño de esta
edad. En este sentido, el docente tiene poca inclinación a
la investigación, además la poca existencia de
bibliografía específica sobre el tema coarta esa
posibilidad.

En consecuencia, se observa que en los momentos
dedicados al desarrollo de las actividades referente al folklore,
realizan otro tipo de actividades improvisadas, sin tener
relación alguna con nuestro folklore y en las de
expresión corporal, como la Educación
Física, muchas veces utilizan ritmos musicales
extranjeros, pudiendo utilizar para ello, valses, pasajes,
galerones, joropos, entre otros, expresión viva de
movimientos y ritmos variados que pertenecen al acervo cultural
nacional y regional.

En el contexto de esta problemática, fue posible
observar que en El Tocuyo existen elementos de la cultura popular
tradicional que el pueblo joven desconoce, donde la
mayoría de los docentes manejan de manera general, pero no
profundizan en sus raíces, lo que no les permite
vincularlos con el quehacer docente. En este sentido, resulta de
interés realizar el estudio de estas manifestaciones
populares tradicionales para iniciar su difusión a
través de las estrategias que el docente utiliza para
facilitar el aprendizaje a los niños de Segundo Grado de
Educación Primaria, que le permita ir fortaleciendo su
identidad venezolana y local.

Asumiendo la responsabilidad de favorecer las
prácticas, en sintonía con los nuevos tiempos y
retos, a una época que camina hacia la sociedad del
conocimiento, priva la necesidad de incorporar los elementos
culturales tradicionales de El Tocuyo en el área de
Educación Estética de la Educación Primaria,
específicamente en el Segundo Grado sección A en la
Escuela Nacional Bolivariana "Potrerito del Manzano", del
Municipio Morán, en la población de El Tocuyo,
estado Lara.

A saber, planteado lo anterior surgen las siguientes
interrogantes:

¿Contribuirá en el mejoramiento de la
educación el incorporar elementos culturales y
tradicionales regionales en los procesos de enseñanza y de
aprendizaje?

¿Siendo la escuela primaria un lugar privilegiado
para que los niños reconstruyan su identidad y se apropien
de los valores de la convivencia, aprovecharán estos los
recursos propios de la región para experimentar desde el
aula su realidad local?

¿Se logrará a través de la
incorporación de los elementos tradicionales de la
región que los educandos desarrollen su identidad cultural
autóctona?

Estas interrogantes serán dilucidadas en el
desarrollo de la investigación, donde se reconocen y
valoran las realidades históricas con sus misterios y sus
carencias como propiciando un encuentro progresivo con los
saberes universales socialmente constituidos.

Objetivos de la
investigación:

Objetivo General

Proponer una guía didáctica para la
enseñanza de los bailes típicos e identidad
cultural y regional en el área de Educación
Estética de Educación Primaria de la Escuela
Nacional Bolivariana "Potrerito del Manzano", del Municipio
Morán, en la población de El Tocuyo.

Objetivos específicos

  • Identificar las manifestaciones de la cultura
    popular tradicional de El Tocuyo que son viva
    expresión de la idiosincrasia de los educandos
    larenses.

  • Explicar las necesidades que presentan los alumnos
    de la Escuela Nacional Bolivariana "Potrerito del Manzano",
    en cuanto a capacitación de la cultura
    tradicional.

  • Diseñar una estrategia de enseñanza y
    de aprendizaje para los alumnos de Educación Primaria
    donde se vincule la cultura popular tradicional de El Tocuyo
    con el plan de estudio de dicho nivel.

Justificación

Los procesos de democratización y la
situación de deterioro que vive la educación y la
sociedad en Venezuela en cuanto a su identidad cultural necesita
con urgencia una profunda transformación que conduzca a
producir verdaderos cambios no sólo en las estrategias
organizativas sino en los valores inmersos en las
prácticas pedagógicas como lo plantea el
Currículo Básico Nacional (1.997).

Por tal razón el papel que desempeña el
docente en los procesos de enseñanza y de aprendizaje es
polifacético por cuanto no solo debe organizar, controlar,
planificar y evaluar el trabajo del alumnado sino dar a conocer
la realidad cultural y crear en el niño un sentido de
pertenencia hacia sus manifestaciones folklóricas y
culturales.

Igualmente no debe olvidarse que si la sociedad y la
educación permanecen inertes ante la pérdida de los
valores culturales y sus tradiciones, se corre el riesgo de
perder las raíces heredadas de los antepasados
indígenas y sucumbir ante el poder cultural extranjero.
Desde esta perspectiva proponer una estrategia basada en las
manifestaciones culturales se justifica por las siguientes
razones:

  • Constituye un aporte significativo para las escuelas
    y los niños.

  • Abre nuevas posibilidades de investigación a
    los alumnos que la consulten.

  • Constituye una herramienta para el docente en el
    aula.

En el bloque de contenido Cultura, Ciencia,
Tecnología y Arte del Área curricular
Educación Estética en el Programa de estudio de
Educación Primaria para 2º grado, Currículo
Básico Nacional (1999), se pretende que los alumnos
comprendan su patrimonio artístico, cultural, natural e
histórico a fin de identificarse con él mediante la
sensibilización, el disfrute y el goce estético.
Así mismo, que sean capaces de relacionar la ciencia y la
tecnología y su aporte en la preservación,
mantenimiento y restauración del acervo
cultural.

También el hecho que los alumnos no conocen estos
aspectos antes mencionados, con los que puedan identificarse como
larenses orgullosos de sus orígenes, todo esto ha
permitido que se presente una propuesta de micro diseño
curricular con miras a contribuir con la optimización de
este bloque de contenido. Basándose, en la flexibilidad
del Currículo que permite adaptarlo a las constantes
exigencias de una sociedad cambiante, teniendo en cuenta que los
Currículos Estadales consideran los planteamientos del
Currículo Básico Nacional y representan, en la
Educación Primaria cuarenta y cinco por ciento (45 %) de
la carga horaria establecida.

Ello le da sustento a la incorporación de
elementos culturales tradicionales de la localidad, con la
finalidad de enriquecer el área curricular de
Educación Estética lo cual indudablemente
contribuirá con la difusión y arraigo de la cultura
propia de la ciudad. Es importante, que en las nuevas
generaciones se despierte el sentido de pertenecía de su
tierra natal y que ello a su vez los anime como ciudadanos
celosos y custodios de su patrimonio cultural, para que el mismo
perdure en el tiempo.

Todo esto sustentado legalmente en los artículos
Nº 99, 100 y 101 de los derechos culturales y educativos
contemplados en la Constitución de la República
Bolivariana de Venezuela y otras leyes que de ella emanan, como
es el caso de la Ley Orgánica de
Educación.

En relación a los aportes que la enseñanza
de las manifestaciones culturales autóctonas le otorgan a
la escuela como institución, tenemos que uno de los
objetivos de la educación actual es promover e inculcar en
el alumnado una educación integral, dentro de la cual se
da cabida a la expresión no verbal como ingrediente
preponderante en esa formación integral de nuestros
alumnos. La utilización del lenguaje corporal a
través de bailes típicos aporta beneficios de otros
contenidos de forma conjunta y atractiva para el
alumnado.

Según Hernández y Rodríguez (2006),
dichos beneficios son la incorporación de la
música, trajes típicos, ambientación del
aula para crear un ambiente motivante y creativo que resulta
positivo para el buen desarrollo de este tipo de actividades,
favoreciendo a su vez, el éxito de la utilización
de la técnica de enseñanza de indagación y
estilos de enseñanza como la libre exploración;
que, de esta forma, proporcionará mejores
resultados.

Estos autores destacan la importancia de la actitud del
profesor; que sea una actitud de escucha, de apertura y
sensibilidad a lo que el alumno puede aportar, crear un ambiente
de distensión, comodidad y confianza de forma que cada uno
se sienta libre de opinar por saber ser escuchado y seguro que su
aportación va a ser tomada en cuenta.

El profesor intentará reforzar siempre las
acciones del grupo y de cada uno en particular, especialmente la
de aquellos que más necesidades de autoestima presenten y
se encuentren aislados. El papel que desempeña el profesor
es muy importante en las sesiones de expresión corporal,
de tal forma que cambia su papel por el de animador. Al mismo
tiempo, el clima que se crea en la sesión depende
fundamentalmente de él, de si es capaz de mostrarse
cercano, de transmitir su entusiasmo por la actividad, por el
juego.

En cuanto a los aportes para con la comunidad; tenemos
que Carmona (2010), señala que es necesario incorporar la
enseñanza del Folklore en la educación oficial de
todos los niveles y modalidades por medio de contenidos que se
adopten en función de lo expuesto en las políticas
educativas del Ministerio del Poder Popular para la
Educación, acorde a la edad de los alumnos y tengan como
premisa básica los siguientes aspectos del
Folklore:

a) Historia: orígenes del Folklore y su
desarrollo hasta la actualidad. b) Presencia del Folklore en la
historia venezolana.

c) Compositores, poetas e intérpretes más
importantes.

d) Relación del Folklore con otros géneros
musicales.

e) Relación del Folklore con otras expresiones
artísticas.

f) Enseñanza de los bailes
típicos.

Del mismo modo, la enseñanza del Folklore sirve
para contrarrestar los alcances de un proceso de
desculturización, en razón de la
globalización cultural, que crea muchas necesidades
superfluas, llegando inclusive a reemplazar las artesanías
y la música folklórica entre otros aspectos de la
cultura tradicional. Una de las funciones de la escuela es la
transmisión de la herencia social de los pueblos, y
precisamente las vivencias autóctonas son las que imprimen
una fuerza motivadora, creadora en el proceso de enseñanza
y aprendizaje.

De esta manera la enseñanza de los bailes
típicos enriquecerá culturalmente a los alumnos,
docentes y a toda la comunidad, pues la meta final que se
persigue es la comprensión de la importancia de conocer,
preservar y difundir el patrimonio ancestral que encierra la
genuina sabiduría del pueblo. Es lamentable la falta de
interés y entusiasmo de los alumnos hacia nuestra cultura
autóctona, mucho se debe a la influencia de los medios de
comunicación, que lo impelen a consumir producciones
traídas de otras partes del mundo, como el reggaeton y
otros ritmos modernos, importados de otras culturas, respetables,
pero muy alejadas de nuestro entorno
etnomusicológico.

Los niños reciben un desdibujado perfil de su
cultura con el consecuente debilitamiento del sentimiento de la
identidad, debido a que la cultura folklórica está
prácticamente ausente. La educación en su conjunto
utiliza técnicas que conducen a un cambio de
comportamiento. Para el logro de sus fines deberían
seleccionar y procesar los contenidos folklóricos que el
niño y su comunidad en conjunto poseen, y aplicarlos luego
creativamente en el proceso educativo, apuntando a desarrollar y
reforzar en el niño una relación esencial de
pertenencia con su cultura y su sociedad.

Es por esto que los propósitos educativos deben
integrar dinámicamente todas las actividades curriculares
teniendo como eje transversal el tema de las proyecciones
folklóricas de la comunidad, aproximar al aprendizaje
escolar nuestra cultura a través de la música, la
danza, los cuentos, leyendas, poesía, costumbres,
adivinanzas, refranes, coplas, a fin de estrechar lazos entre la
escuela y lo social, propender al rescate de la sabiduría
popular en el propio hábitat donde se halla la
escuela.

Se puede integrar con la formación ética y
ciudadana que desarrollará los valores cívicos, la
construcción de la identidad regional y nacional. La
educación física colabora con la formación
integral, apuntalando aspectos como la armonía del
movimiento, el dominio del espacio, del cuerpo, del ritmo y de la
creatividad.

En función de los aportes que la enseñanza
de las manifestaciones culturales le confiere al patrimonio
cultural local, encontramos que, de acuerdo con Mayor Zaragoza
(2007), entre el patrimonio local y la identidad cultural existen
nexos ineludibles. El tratamiento de los procesos
históricos locales, constituye un aporte significativo en
la educación de las nuevas generaciones, particularmente
en lo que se refiere a la formación de valores y
sentimientos y la asunción de una correcta
concepción científica del mundo.

El conocimiento del patrimonio local es un medio por
excelencia para fortalecer la identidad cultural en los alumnos
de los primeros grados, y la escuela constituye el escenario
ideal para lograrlo y verificar el cumplimiento de las leyes del
desarrollo social, sobre la base de las experiencias. Uno de los
pilares que sustenta la identidad cultural de un país o
región es la relación que las personas mantienen
con su patrimonio local, esto posibilita la formación de
ciudadanos conscientes de los valores de su patria y afianzar el
sentido de pertenencia a su comunidad.

Es innegable la coincidencia que hay de criterios acerca
del valor que tiene la educación ciudadana en la
preservación patrimonial y del papel significativo que
desempeña la escuela en la materialización de este
objetivo. Educar, significa socializar, transformar al educando
en un ser social, en parte constitutiva de una comunidad, al
respecto José Ramón Fabelo (2004) señala
que: "…la educación constituye el mecanismo
fundamental para la conformación de una identidad propia"
(p. 278).

Teniendo en cuenta además el criterio que la suma
de bienes culturales acumulados de modo voluntario por una
comunidad conforman su patrimonio cultural, y que la consecuencia
social inmediata de ello es la identificación de este
conjunto heterogéneo con ese grupo de hombres, resulta
entonces que en principio la identidad cultural se produce a
través del patrimonio y como una consecuencia de
él; de modo que las potencialidades educativas y
formativas del patrimonio local son indiscutibles y contribuyen
decididamente al fortalecimiento de la identidad cultural y la
mejor manera que estos se hacen comunes a una localidad es a
través de la educación constante, organizada y
dirigida.

El tratamiento a la dimensión identitaria de la
educación implica la cosmovisión integral de los
diferentes ámbitos de resolución social, natural y
cultural del fenómeno, donde las relaciones del pasado y
del presente se resumen en las culturas, proyecciones
espirituales, imaginario social, formaciones político
sociales, modos de producción y de vida, entre otros., que
han adoptado desde el pasado formas económicas, sociales y
culturales propias. Lo anterior debe redundar en un trabajo
educativo más eficiente con los niños, niñas
y adolescentes, que contribuya a un mayor desarrollo de su
conciencia, de su espíritu solidario y humano, de su
sentido de identidad nacional.

Aunque los docentes están conscientes de estos
retos, no siempre realizan una labor educativa eficaz, ni
aprovechan las potencialidades del entorno donde están
enclavadas las escuelas, ni controlan lo logrado en este aspecto
del trabajo, de modo que se pierde la oportunidad de realizar el
proceso de fortalecer la identidad cultural de una forma
más creativa y motivadora.

Otra arista del mismo problema y con mayor grado de
vulnerabilidad, es la referida al estudio de la Historia Local,
puesto que se subestima su valor, sobre todo si consideramos que
ella guarda una gran cantidad de hechos, acontecimientos,
personalidades y saberes que conforman el acervo patrimonial
acumulado por el pueblo; los que debidamente utilizados con fines
docentes pueden facilitar la actividad educativa en
función de fortalecer valores humanos como la identidad en
los hombres y mujeres del presente y del futuro.

No hay formación de la identidad al margen de lo
que le aporta el conocimiento de la historia a cada ciudadano,
por eso se afirma que la conciencia histórica necesita de
la experiencia para su formación. Es lo práctico lo
que devela el protagonismo colectivo al formarse a través
de un largo proceso en que va incorporando a la memoria colectiva
todos aquellos fenómenos y hechos que ocurren en la vida
de un grupo social, una región o un
país.

La localidad es un medio por excelencia para explicar y
ejemplificar los conocimientos generales que se enseñan y
aprenden en el aula y verificar el cumplimiento de las leyes
sobre el desarrollo social, sobre la base de las experiencias; a
la vez que posibilita el desarrollo en los adolescentes de los
aspectos intelectual, volitivo y emocional.

Ella brinda la posibilidad que el alumno palpe la
realidad histórica, la sienta cercana a él, imagine
que la vive y la construya, utilizando todas las vías y
métodos que lo aseguren. En el caso de la Educación
Primaria es más factible la utilización del
patrimonio local como recurso didáctico integrador que
como disciplina o asignatura específica.

No obstante, en los programas de los primeros grados y
particularmente en el área de historia se integran
armónicamente contenidos de Geografía, Literatura,
Educación Artística, entre otro aspectos con un
enfoque histórico, por todas estas razones, se propone que
sea este el utilizado para darle salida al trabajo con el
patrimonio local y fortalecer de ese modo la identidad cultural
en los alumnos de este nivel.

Enseñar a partir del patrimonio local facilita la
formación de un pensamiento lógico, genera gusto
estético, propicia la valoración de significados,
estrecha las relaciones educando-comunidad, que incluye a su vez,
la interacción con el medio ambiente y su contexto
socio–cultural, propicia placer y el desarrollo de
capacidades cognitivas, la solidaridad grupal, dignidad personal
y autorregulación; todo lo que lleva a la formación
de hombres y mujeres dignos de la nueva época, cuyo centro
es la cultura.

CAPITULO II

Marco
teórico

ANTECEDENTES

El propósito fundamental de este capítulo
es proporcionar el marco teórico referencial, cuyos
aspectos tratados se caracterizan por su coherencia intensa y
pertenencias con las circunstancias históricas y demandas
curriculares. En este espacio se exponen los conocimientos que se
han utilizado para interpretar las relaciones existentes entre el
objeto de estudio y las teorías particulares. Desde esta
perspectiva se explican los aspectos de esta realidad que se
pretende dar a conocer.

En este sentido se comprende que Venezuela es un
país pluricultural, con un rico y variado repertorio de
manifestaciones folklóricas que sirven de medios de
visualización social y autoafirmación de la
identidad. La Cultura y la Educación son dos hechos que
deben enfocarse unidos, porque ambos constituyen un
fenómeno histórico-social y no pueden concebirse
aislados; si la Educación abarca la transmisión de
conocimientos en las ciencias, las lenguas, las artes, entre
otros.

La cultura representa todos estos elementos aunados a
los valores, modelos de comportamientos socialmente transmitidos
y asimilados que caracterizan a determinado grupo humano; el tema
de la cultura popular tradicional ha sido motivo de estudio y
reflexión por parte de muchas personas. Todos convergen en
una misma necesidad: Que el aprendizaje del folklore es hoy una
urgencia, porque cada día la pérdida de nuestros
valores se acrecienta más, existiendo una pérdida
de nuestra Identidad Nacional.

Enrique González (1990), ubica los cambios que
han sufrido los países latinoamericanos, entre ellos
Venezuela, en lo concerniente a la cultura tradicional. Este
autor, señala que estos cambios han ido en detrimento de
la tradicionalidad de los pueblos, debido a la influencia de los
países desarrollados, quienes consideran que lo
tradicional es sinónimo de atraso. En Venezuela, esta
ideología ha encontrado resistencia en algunos sectores
populares al querer conservar algunas manifestaciones culturales,
existiendo representantes de estos sectores que han realizado
recopilaciones de algunas manifestaciones culturales.

En este sentido, González (1990), concluye que es
necesario adquirir un marco de criterios con el que pueda razonar
por qué, para qué y cómo enseñar las
manifestaciones culturales. Por otro lado, se pretende que el
profesor observe y analice experiencias didácticas en las
que se usan las expresiones culturales en el marco del Sistema
Escolar. El resultado de este estudio manifiesta como alto el
porcentaje de docentes que participan de actividades culturales y
folklóricas dentro del ámbito escolar. Se evidencia
la existencia de manifestaciones de interés mutuo entre
profesorado y alumnado para integrar la cultura como herramienta
de estudio y como recurso didáctico para la
enseñanza, la investigación y la evaluación;
todo esto a la vez que se fomentan valores en el aula como el
convivir, el compañerismo y el trabajo en equipo, entre
otros.

Moisés Marcano (2001), publica un artículo
sobre cómo enseñamos el Folklore, en el mismo
señala, que esta enseñanza cuando se imparte se
realiza repitiendo el contenido expresado en algunos textos
escolares, limitándose a una descripción
fría y sin sentido de los bailes y canciones de algunas
regiones del país; se le niega al niño el
conocimiento del porqué ese determinado baile es un baile
folklórico, de dónde viene, cuál es su
significado, entre otros. Con las programaciones, tanto de
Preescolar como de Educación Primaria de los
currículos vigentes, plantean a los docentes, que para
incorporar a los alumnos en el conocimiento del folklore, deben
investigar sobre la cultura de la región donde se
desenvuelva.

En este sentido, el autor concluye que las
organizaciones culturales que funcionan en las diferentes
regiones del país, que se ocupan de investigar y recopilar
las manifestaciones culturales, no cuentan con ediciones ni
publicaciones de dichas manifestaciones, obteniéndose la
información solo de manera oral por parte de los llamados
informantes claves de la cultura popular tradicional; esto
constituye una de las limitaciones con las que se consigue el
docente, que le impiden cumplir con el reto que se le
plantea.

Abilio Reyes (2002), reconstruye las pantomimas que en
el oriente del país acompañaban música como
la del "Carite", "Pájaro Guarandol" y otras. De este
trabajo salieron adaptaciones con pasos y figuras para los
distintos bailes (el joropo entre ellos) y las danzas
típicas, adaptación que no tenían las
parrandas. Todas estas manifestaciones del oriente del
país han repercutido en el resto del territorio nacional,
donde en las escuelas empezaron a enseñar aquellas
melodías de entronque nativo.

Los resultados de este estudio muestran que la
mayoría de las escuelas se realizan actividades que
involucran la cultura regional y nacional, pero sólo la
tercera parte disponen de actividades formativas para la
capacitación de esta área en el ámbito
escolar. El 20 % de los profesores tienen experiencia en la
elaboración de estas actividades, lo cual es indicativo de
la importancia que le confieren a las manifestaciones culturales
en la educación.

A partir de las declaraciones de los encuestados fue
posible inferir que una proporción reducida de docentes se
capacitan para incorporar la cultura al sector escolar. Se
concluyó que pocos profesores de Educación
Básica aprovechan las posibilidades de las Tic como
espacio de formación docente para adquirir conocimientos
en el área cultural y de educación estética.
Asimismo, hace falta diversificar los programas de
actualización para el desarrollo de habilidades, actitudes
y competencias en el manejo óptimo de las manifestaciones
culturales en la educación.

La mayoría de estas manifestaciones fueron
tomadas para configurar las áreas de Educación
Musical y Educación Física de los Programas de
Educación Primaria (1993). En ellos se aprecian las
coreografías de las principales danzas tradicionales
venezolanas, cuyas pantomimas fueron realizadas por el Profesor
Abilio Reyes Ochoa (2002), la música de las danzas
publicadas en discos escolares, contaron con los arreglos
técnicos de la Profesora Isabel Aretz.

En los Programas de Educación Primaria (1993), se
le brindaba al docente, la información de cómo
debía introducirle estos aprendizajes a los alumnos,
además de un repertorio de canciones pertenecientes al
folklore del centro y oriente del país, al igual que la
vestimenta tradicional de cada danza y algunas leyendas relativas
al motivo que las originó. En 1980, el Ministerio de
Educación incorpora en el Diseño Curricular de la
Educación Básica, la Unidad de Estudio Folklore,
por considerar que es un nuevo aporte para que la cultura popular
tradicional se inserte en el campo cultural académico,
siendo una parte formadora decisiva en la personalidad de los
hombres y que contribuye a la integración espiritual y
social de la nación.

En el Manual del Docente de la Segunda Etapa, el docente
también recibe orientaciones sobre las principales
manifestaciones y hechos culturales de cada región. Sin
embargo, se considera que en este manual no se le ofrece el
suficiente contenido sobre dicho aspecto, en relación a
esto, González Ordosgoitti (s/f) propone a la
Comisión Presidencial para la Reforma del Estado (COPRE,
1984), que se debe aumentar el contenido del folklore en los
programas de la Escuela Primaria. Cruz Rivas (1991), en un ensayo
sobre el folklore y los textos escolares, señala que son
pocos los textos donde se enfoca el tema, le dedican muy pocas
páginas y casi siempre ubicado en las últimas, lo
que implica que casi nunca son manejados por el docente, quien a
su vez lo considera fastidioso.

Señala también que todo el intento en lo
referente al folklore y a la cultura, lo que significó y
significa la historia del pueblo; hasta ahora es poco lo que se
ha hecho.

Luís A. Domínguez en 2005, publica un
libro titulado "Encuentro con Nuestro Folklore"; en el destaca
una recopilación de las costumbres y tradiciones de
nuestro país. El autor presenta la información en
tres partes, de acuerdo a la clasificación que Isabel
Aretz hace en su Manual del Folklore Venezolano; de esa manera,
aparece: El Folklore Material o Ergológico: el cual abarca
la industria doméstica, la artesanía, cosas
elaboradas por el ingenio del hombre de pueblo; El Folklore
Social: conformado por el lenguaje popular, las manifestaciones
de las fiestas tradicionales, diversiones populares, juegos
infantiles; y El Folklore Espiritual Mental, el cual incluye
coplas, adivinanzas, leyendas, mitos, instrumentos musicales,
curanderismo y superstición.

El autor lo dedica este libro al docente, como una
guía para el manejo del estudio del Folklore Nacional
desde el nivel Preescolar hasta el último Ciclo
Básico de Educación Primaria. Esta obra
conllevó a manera de sugerencia, un programa de
actualización que combinaba elementos culturales,
pedagógicos y didácticos. Se concluyó con la
evidencia que la mayoría de los docentes participantes si
bien en un 87 % conocen y tienen acceso a material de apoyo
concerniente a la cultura popular; tan solo un 23 % de ellos
utiliza dichas herramientas como recurso didáctico, lo
cual es característica común que se vincula con el
caso que se estudia y sirve de base para crear expectativas y
realizar conclusiones sobre la base de esta
investigación.

Las conclusiones de dicha obra se relacionan con la
presente investigación, dado que se plantea utilizar
estrategias orientadas a identificar y reconocer la existencia de
las necesidades existentes en las aulas de clase en
relación con la dinámica didáctica-Cultura,
para la construcción idónea del hecho educativo, y
además de preparar a los docentes como mediadores para que
pueda entender y manejar los aportes socioculturales reflejados
en las aulas de clases.

En esta línea se encuentra el trabajo realizado
por Francisco Carreño (2005). Este autor inició la
recopilación de la música de algunas parrandas o
diversiones pascuales del oriente del país, con el objeto
de aprovecharlas en la enseñanza en la Educación
Primaria. Según este trabajo presentado, y los hallazgos
en esta investigación se hace necesario adoptar una
perspectiva crítica y una actitud investigadora, cuando se
trata de insertar las manifestaciones culturales en
educación, para crear bases fundamentales que fortalezcan
toda aplicación a la experiencia tanto del Docente como
del alumnado. Este trabajo se relaciona con nuestra
investigación, en el sentido que instan a realizar
actividades específicas de convivencia que giran en torno
a dos ejes fundamentales: procesos de formación internos o
externos del profesorado.

Partes: 1, 2, 3, 4

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